Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Santiago Videla
UBA-Ciencias de la Comunicación
svidela@sociales.uba.ar
Introducción
Este trabajo tiene por objeto determinar los modos en los que se construyen
tipos de usuarios a partir de interfaces de las plataformas de streaming
audiovisual. Nuestro foco estará puesto en comprender qué de lo que pasa en la
superficie discursiva afecta la construcción de la escena de intercambio en
general y sus escenarios potenciales de recepción en particular. Nuestro objeto
de estudio son, entonces, las plataformas mediáticas, siendo estas un conjunto
de niveles de interfaces de las redes sociales, páginas, sitios webs y
aplicaciones, que actúan como espacios soportes de diversos sistemas de
intercambios mediatizados (Fernández, 2018). Esto significa que cuando
estamos frente a Facebook vemos un nivel de interfaz que es el muro, pero que
interactúa a la vez con otro nivel que es el chat, otro el nivel de los videos y así
sucesivamente. Con ese fin nos detendremos en los servicios de Amazon Prime,
Netflix, Cont.ar, Xvideos.com, Mubi, Youtube, Instagram TV, Facebook Watch, y
Tik Tok.
Jodar y Serrano (2009) describen que, desde los inicios de este siglo,
gracias al desarrollo de formatos de codificación de software, aumento en la
velocidad de procesamiento de los ordenadores y de circulación de paquetes de
datos en internet, se dio un cambio en el consumo de estos contenidos: el tiempo
de la descarga y el tiempo de la reproducción se hicieron simultáneos. Esto trae
aparejado un cambio en la figura del espectador. Se pasa de un modelo similar
al del video club (tengo que desplazarme a buscar el texto/tengo que indicar que
se descargue en mi pc) a uno más parecido al de la televisión (prendo el aparato
y tengo el contenido). Aparece allí una diferencia central: yo elijo qué veo, cuándo
lo veo y cómo lo veo (Carlón, 2016).
En modo alguno nos desentendemos del negocio que suponen las
plataformas de streaming. En Videla (2019b) dimos cuenta de que los trabajos
de Van Dijk, Poell y Waal o los de Tarleton Gillespie (o el mismo Fernández)
hacen un gran esfuerzo por poner sobre la mesa esas características. Lo que
aquí haremos sin embargo es poner el acento en qué de lo que sucede en la
superficie discursiva construye expectativas de uso y funcionamiento.
1. Descripción del proceso de mediatización en plataformas
Entendemos que lo que ocurre en las plataformas es, además, un proceso
de mediatización, es decir, un intercambio de mensajes más allá del contacto
cara a cara que opera en al menos tres series de fenómenos (Fernández, 2018):
El de los dispositivos técnicos
El del sistema discursivo genérico/estilístico
El de las prácticas sociales
El primero corresponde a la descripción de la materialidad que soporta el
intercambio1. Qué de lo que allí aparece permite u obtura alguna actividad
comunicacional. Por caso, para la telefonía, el dispositivo permite la transmisión
de sonidos a distancia. En los primeros ensayos telefónicos en la ciudad de
Buenos Aires, en 1878, se contaba que los teléfonos hechos por dos ferreteros
locales eran mejores que los norteamericanos de la Bell, porque en ellos los
sonidos de una guitarra y una flauta sonaban mejor (Videla, 2005). Sin embargo,
a pesar de esta posibilidad, la telefonía se consolidó para el uso conversacional
y no para el musical.
En el nivel discursivo, y para seguir con el mismo ejemplo, no todos los
géneros se hacen presentes en los intercambios telefónicos. El saludo, la
anécdota, el parte meteorológico, son entre otros, tipos de textos habituales. En
cambio, la comedia romántica y la ciencia ficción no son parte de lo que en
general llamamos hablar por teléfono. Es probable que entre dos sujetos aislados
exista en alguna parte del mundo un intercambio ficcional. Sin embargo, no es
menos cierto que cuando se dice hablé por teléfono la probabilidad de que
alguien se imagine un escenario de este tipo es poco probable.
El último nivel es el que atiende a lo que finalmente se hace con el
dispositivo. Así, por caso, vestirse y salir de la casa es constitutivo de la práctica
de ver cine (Metz, 1979), pero no lo es de hablar por teléfono. Con esta
perspectiva es que avanzamos en la descripción del corpus.
1
Una buena síntesis de aplicación del modelo de semiohistoria se puede encontrar en Videla (2019a).
2 Si bien para nosotros el análisis detallado de diferencias micro es muy importante, para los efectos de
sintetizar para este trabajo no profundizaremos las diferencias de interfaz entre la versión de escritorio y
la mobile. Especialmente porque los resultados clasificatorios del final se aplican a ambos y no invalidan
la propuesta.
a visualizar y el resto es una oferta de textos similares ubicados a la derecha de
la pantalla y, debajo de ella, información de fecha de subida y cantidad de
visualizaciones. Si se corre el scroll hacia abajo aparecen los comentarios de
otros usuarios.
3
Se puede chequear en https://www.alexa.com/topsites al 28 de febrero de 2020. Este es un sitio que
recopila la cantidad de visitas de algunos sitios y ofrece información genérica gratuita y más detallada en
su versión de pago.
a la pantalla completa las únicas opciones de visualización son técnicas. Se
destaca que se mantiene el nombre del video en la pantalla. Comparte con
Youtube el hecho de que en la visualización intermedia aparecen opciones de
comentar y valorar el contenido.
4
Youtube es un caso por demás complejo. La pantalla de inicio web y mobile son distintas. Y la descripción
se ajusta más al funcionamiento en la app. En la versión web aparece a la izquierda una barra que parece
ordenar el contenido en macro segmentos de algo que puede considerarse más del lado del tipo discursivo
(Video/Deportes/Música). Más aún si se selecciona música, el resultado aparece ordenado por categorías
estilísticas con efecto de genéricas: Niños, reggaetón, kpop en las que conviven músicos consagrados con
compilaciones o videos de usuarios. Desde nuestra perspectiva tendemos a pensar que llegar a esas
categorías es más trabajo de usuarios avanzados que de primer contacto con el texto, que es lo que aquí
describimos.
de la app de Android aparece como una vista de mosaicos vertical e infinita. Un
modo muy parecido al de Mubi. Las 30 películas que ofrecen por mes están sin
un orden y clasificación en la pantalla y solo con una solapa desplegable de
sinopsis y tiempo de días restantes para verla.
5
No nos proponemos retomar la idea de burbujas de ocio, pero sí reconocer que los estudios de movilidad
tienen su recorrido y aportan como background a nuestra mirada. Como también lo expuesto por José
Luis Fernández en Postbroadcasting: innovación en la industria musical (2013)
6
Sin que sea menester de este trabajo avanzar en los aspectos enunciativos, entendemos que en Carlón
aparece toda la complejidad de nuestro corpus. La idea de que la televisión trae (y creemos que se aplica
a nuestro objeto) un “testigo ocular, pero de carácter mediático” es perfectamente aplicable a nuestra
propuesta, pero en una etapa posterior de análisis discursivo propiamente dicho.
7
Se abre aquí una enorme complejidad que reconocemos, pero dejamos para ampliar en una etapa
posterior. Se trata de las consecuencias de que aparezcan en la pantalla diversos tipos de sujetos que
están vinculados o no con los espectadores. Por caso, para avanzar allí el modelo de análisis de este
fenómeno el trabajo de Gastón Cingolani (2005) sobre espectadores de programas de entretenimiento es
muy útil (salvando las restricciones de géneros y dispositivos). Su propuesta de diferenciación de actantes
y enunciadores describe muy bien los contenidos de Tik Tok, Facebook watch e IGTV.
Vista en soledad/ Visualización en grupo físico presencial/
Visualización en grupo virtual por comentarios
Solo visualización / interacción en comentarios y subida de
contenido
Mubi, Netflix y Prime Video8 son las que más cerca están de los sujetos
espectadores que describe Carlón. Son plataformas que no obturan la
posibilidad de ver los textos en grupo, que operan distinto en movilidad (es mejor
ver solo y con auriculares) que quieto (compartir la pantalla del televisor con otro
humano).
Youtube, IGTV, Facebook, Tik Tok y XVideos proponen en la pantalla un
sujeto que está interactuando, consumiendo y subiendo contenido 9. La relación
con las prácticas previas puede verse en el cuadro 3.
8
Entendemos que el usuario de Netflix y de Prime, porque sus algoritmos le recomiendan en función de
lo que hace como parecido a otros está construido en red con otros usuarios. Pero la propuesta de la
superficie discursiva parece jugar a esconder, en alguna medida esta opción. Por eso se parece más al
espectador tradicional de cine en esta descripción.
9
Esta afirmación no invalida, ni debe confundirse con la idea de que existen usuarios que solo miran, otros
que nunca comentan ni comparten y aquellos que miran Xvideos, pero nunca suben sus filmaciones
personales. No es lo mismo el actor de prácticas construido por la plataforma, que el actor social físico.
para muchos receptores. Con el avance del siglo XXI aparece una forma de
interacción en red que se denomina networking (propia de las incipientes
mediatizaciones digitales). Finalmente se está frente a lo que denomina Tercer
momento de las mediatizaciones que es el del PostBroadcasting, que es lo que
encontramos en la actualidad en que aparecen formas híbridas de broadcasting
y networking (Usuarios de 2 millones de seguidores en twitter que no responden
comentarios y publican información -broadcasting- en una plataforma que
permite interacciones).
Esto nos lleva a que todas las prácticas descriptas funcionan en
Postbroadcasting combinando elementos de networking y broadcasting. La clave
para este análisis es que algunas acentúan más uno de estos dos antecedentes.
Así la posición de un ofertor de una curaduría para ser mirada en un período de
tiempo de MUBI es más cercana al broadcasting. Lo mismo para Netflix y Prime.
Sin embargo, que en los tres casos haya un algoritmo que recomiende los más
elegidos (en estas últimas) o los más consultados (en Mubi) es un rasgo de
postbroadcasting.
Mientras que los videos subidos por usuarios y comentados por terceros de
Tik Tok están más línea con el networking. Aun cuando haya canales de millones
de usuarios10 que son impulsados para su crecimiento por el algoritmo y que
anuncian que en determinada hora van a subir un contenido de una forma más
parecida a la de un canal de televisión. De esto resulta la síntesis que mostramos
en el cuadro número 4.
10
Por citar un caso @charlidamelio, una adolescente que muestra sus coreografías tiene 34 millones de
seguidores y suma más de 1900 millones de me gusta.
Cuadro 4. Posiciones networking-broadcasting.
6. Primeras conclusiones
Lo propuesto hasta aquí nos permite establecer un estatuto (Fernández,
2010) de clasificación. Nos acerca de algún modo a entender el ecosistema de
las plataformas en el sentido en el que lo propone Van Dijk, pero con la salvedad
de que aquí proponemos la relación como el resultado de una serie de variables
propias de cada objeto y no en función de la propuesta solamente discursiva de
ellos.
Es evidente que algunos aspectos de estas plataformas no han sido
tenidos en cuenta para este trabajo. En parte por cuestiones de ajuste al formato
de ponencia. Pero en gran parte porque la perspectiva elegida destaca que en
el camino del conocimiento del objeto es necesario detenerse primero en aquello
que hemos elegido acentuar.
Entendemos que el hecho de que algunas generen contenido propio y otras
trabajen con contenidos desarrollados por usuarios no es menor. Se abre el
camino a la reflexión no solo de la posición industrial, sino también a la idea de
los actores/productores de contenido (Carlón, 2016) en épocas de post-
broadcasting (Fernández, 2013). Del mismo modo que no es lo mismo la oferta
de films tradicionales de ficción frente a sketchs de humor profesionales o
semiprofesionales. O la transmisión de eventos en vivo, como con efecto de vivo
por la cámara en mano.
También quedan afuera la problemática de los sistemas de recomendación
(Koldobsky, 2019) y las formas visuales y pasos de acceso al contenido (directo
a un video como en Tik Tok, por un menú escrito o con soporte gráfico como
Mubi o Prime o Directo con opciones de elección como en Youtube, por ejemplo).
Es decir, que aún después de lo complejo de la descripción y modelo de
resultados presentados, el objeto sigue siendo mucho más que lo que hemos
presentado y queda para etapas posteriores continuarlo.
Sin embargo, nuestra mirada ya permite un ordenamiento del campo que
genera variables operativas para la comprensión y desarrollo de nuevas
opciones. Encontramos al menos tres pares de variables para trabajar:
Propuesta espectatorial/Propuesta interaccional
Oferta de contenido sintagmática/Oferta de contenido paradigmático-
estilística
Modo de interacción broadcasting/Modo de interacción Networking.
Si combinamos los tres niveles de análisis utilizados nos resulta un cuadro
de triple entrada que permite describir 8 tipos de plataformas de streaming, como
se ve en el cuadro 5:
Bibliografía
CARLÓN, M. 2006. De lo cinematográfico a lo televisivo. Metatelevisión,
lenguaje y temporalidad. Buenos Aires: La crujía
CARLÓN, M. 2016. Después del fin: una perspectiva no antropocéntrica sobre
la post-TV, el post-cine y YouTube. Buenos Aires: La Crujía Ediciones.
CINGOLANI, Gastón. 2005. Jugar y juzgar : programas de juegos y problemas
de enunciación televisiva, en
11
En estas plataformas se usan las etiquetas (hashtag) para encontrar o agrupar contenidos. Para nosotros
tiene un funcionamiento más del lado de la trazabilidad y seguimiento de mercaderías, que como sistema
de clasificación. No creemos que respondan a lógicas genérico-estilísticas. Por caso un usuario impuso
#xyzbca porque dijo que esa combinación favorece aparecer en el para ti de TIK TOK.
https://www.researchgate.net/publication/38305454_Jugar_y_juzgar_programa
s_de_juegos_y_problemas_de_enunciacion_televisiva. (Accedido 9/3/2020).
FERNÁNDEZ, J. L. 2008. La construcción de lo radiofónico. Buenos Aires: La
Crujía.
FERNÁNDEZ, J. L. 2010. Listas y estatutos en las novedades mediáticas. En
L.I.S. Letra, imagen, sonido. Ciudad mediatizada, 5, pp. 6-8.
FERNÁNDEZ, J. L. 2013. Postbroadcasting: innovación en la industria musical
Buenos Aires: La Crujía.
FERNÁNDEZ, J. L. 2016. Plataformas mediáticas y niveles de análisis.
Inmediaciones de la comunicación. VOL. 11 - 71-96 - ISSN 1510-5091 - ISSN
DIGITAL 1688-8626.
FERNÁNDEZ, J. L. 2018 Plataformas mediáticas. Buenos Aires: La Crujía.
IGARZA, R. 2009. Burbujas de ocio: nuevas formas de consumo cultural.
Buenos Aires: La Crujía.
JÓDAR MARÍN, J. A. y POLO SERRANO, D. 2009. Distribución de contenidos
audiovisuales en internet. La expansión de la alta definición y la migración de
flv a mpeg-4. Razón y Palabra, núm. 70, noviembre-enero. Universidad de los
Hemisferios Quito, Ecuador
https://www.redalyc.org/pdf/1995/199520478041.pdf. (Accedido 5/3/2020).
VAN DIJCK, J. (2016, 2013). La cultura de la conectividad. Una historia crítica
de las redes sociales. Buenos Aires: Siglo XXI.
VIDELA (2019 a) Vidas on/off line de lo musical: relación entre plataformas
mediáticas y espectáculos en vivo en centros culturales En: Revista Sociedad,
N° 39 (noviembre 2019 a abril 2020) Buenos Aires: FSOC.
VIDELA, S. (2019 b) Comprender la investigación y desarrollo de plataformas
mediáticas según José L. Fernández. En: Revista deSignis 30. Ciberculturas /
Tercera Época. Serie Transformaciones (enero-junio de 2019) pp: 219 a 222.