LUNES 27 DE SEPTIEMBRE DE 2021 IBAGUÉ, TOLIMA. INTRODUCCIÓN El siguiente ensayo tiene como propósito comprender los diferentes mecanismos de evaluación, así como también el propósito de éstos en la sociedad. La educación es el principal pilar y deber de la sociedad; estas responsabilidades son compartidas entre familia, sociedad y escuela, por ello es muy importante asegurarse del tipo de educación que se maneja en las escuelas. Los mecanismos de evaluación han pasado a lo largo de la historia por diferentes procesos, metodologías de aplicación y objetivos. Hoy en día hemos podido observar que los mecanismos de trabajo en la educación necesitan de un análisis más detallado, los modelos de educación para los docentes son demasiado mecánicos e imparciales. La educación posmoderna exige el desarrollo de diversas facultades y capacidades que les permitan a los individuos evolucionar de manera integral, por esto mismo, la educación tiene que responder a todas estas necesidades, para que no sólo se evalúe de forma técnica, sino ética y valorando el desarrollo evolutivo de la persona. LA EVALUACIÓN TRADICIONAL Y LAS NUEVAS PRÁCTICAS DE EVALUACIÓN
Hemos tenido bastantes disputas por el modelo de educación ideal, y en este
largo camino podemos encontrar diversos exponentes, los cuales nos plantean sus puntos de vista para la definición y el desarrollo de un modelo educativo. A continuación, queremos exponer algunos teóricos: 1. Modelo democrático de McDonald Propone siempre el derecho que tiene el alumno y el docente de expresar sus puntos de vista y opiniones a la comunidad. Hace un gran énfasis en el deber del docente, el cual es enfatizar en el análisis del alumno y valorar su proceso a través de unas formas de participación como evaluación. Como objetivo del proceso educativo se desea que los estudiantes adquieran conocimientos y habilidades para su vida profesional, laboral y en diversas actividades personales, con el fin de validar si se cumplió este objetivo de aprendizaje, es necesario que las instituciones y el docente implemente metodologías de evaluación sobre los conceptos transmitidos. Basado en lo anterior, cabe citar a Careaga, Adriana quien señalaba que “[...] La evaluación tiene por objeto descubrir hasta qué punto las experiencias de aprendizaje, tales como se las proyectó, producen realmente los resultados apetecidos” [ CITATION Car01 \l 3082 ]. En este sentido se evidencia que la evaluación forma parte fundamental del proceso educativo siendo pertinente y necesaria para que el docente pueda emitir un juicio de valor sobre el desempeño del estudiante. Es en este último concepto de “juicio de valor” del que surgen ciertas implicaciones del proceso de evaluación principalmente sobre los estudiantes, ya que estos juicios tienden a ser estandarizados y a estar muy lejos de la objetividad, como lo menciona Careaga “se ha comprobado que ni la selección de los contenidos de las pruebas, ni el proceso de corrección son objetivos, lejanos a quien los selecciona y valora el contenido u otorga notas a los estudiantes” [ CITATION Car01 \l 3082 ] . Esto quiere decir que los procesos de evaluación y valoración “son elaboraciones subjetivas creadas ya sea por grupos técnicos o a través de valoraciones sociales y de hábitos exigidos en las instituciones”[ CITATION Car01 \l 3082 ]. Cuando la evaluación se centra en una calificación, conlleva a que el estudiante tenga miedos e inseguridades y se centre en estudiar para obtener una calificación y no en adquirir adecuadamente los conocimientos y utilizarlos de manera adecuada. Lo anterior implica que al evaluarlo no siempre se tendrá en cuenta su progreso durante el aprendizaje, su capacidad de memorizar conceptos o su creatividad para dar respuestas, y que la evaluación se centrara en dar una calificación. Lo anterior conlleva a que en ocasiones se omita una parte importante del proceso de evaluación como lo es la retroalimentación, es decir, brindarle información al estudiante sobre su desempeño, sus fortalezas y sus debilidades. Con respecto a lo anterior Víctor López comparte un término denominado evaluación para el Aprendizaje e indica lo siguiente [ CITATION Lòp09 \l 3082 ] “El término de Evaluación para el Aprendizaje hace referencia a que la evaluación educativa está claramente orientada a mejorar el aprendizaje del alumnado, en vez de estarlo al mero control de éste y su calificación.” Vázquez de castro (2014) hace un énfasis en la educación tradicional y la educación competencial. La primera le da un gran valor a la parte cuantitativa, y sin criterios académicos ni profesionales que la puedan justificar, asigna dicha nota. La educación competencial se abre a ser más reflexiva, asertiva y crítica. Busca analizar los procesos de los alumnos por medio de su contexto social, profesional, disciplinar e investigativo conservando así sus referencias. A lo largo de los años se ha ido intercambiando a educación tradicional por la educación competencial, sin embargo, todavía existe la predisposicion, por lo que se acostumbran a hacer capacitaciones para que los docentes puedan tener una serie de recursos que puedan aplicar en las aulas y que de esta manera sea más fácil y efectiva la educación. Según Vázquez de castro (2014) existen algunos puntos característicos de la ya mencionada educación competencial, y son los siguientes: 1. Este tipo de educación se utiliza con el fin de tomar decisiones que mejoren el propósito de las actividades 2. Se realizan teniendo en cuenta el contexto profesional, disciplinar, social e investigativo 3. Se enfoca en el trabajo y en el saber hacer 4. La evaluación también es para el docente y la comunidad educativa 5. La educación tiene su parte cualitativa y cuantitativa 6. Los estudiantes participan en establecer las formas de evaluación 7. Todo proceso formativo tiene que ser evaluado En conclusión, la evaluación es necesaria y pertinente no solo para brindar información del progreso de aprendizaje del estudiante al docente, sino también para retroalimentar al estudiante, haciéndole ser consciente de sus fortalezas y oportunidades de mejora y brindando herramientas para que no solo se centren en obtener una buena calificación sino en realmente adquirir los conocimientos y habilidades planteadas como objetivo al inicio del proceso. Bibliografía Careaga, A. (2001). "La evaluación como herramienta de transformación de la práctica docente". Educere [En lìnea], 345-352. Lòpez, V. (2009). "Evaluación formativa y compartida en Educación Superior. Propuestas, técnicas, instrumentos y experiencias". Madrid: NArcea S.A.
RodrÍguez de mayo, R. “Naturaleza política de la evaluación curricular: Los
Fundamentos políticos del enfoque democráticode Barry MacDonald.” Rev. Ped. [online]. Set. 2003, vol.24, no.71. Tomado de: <http://www.scielo.org.ve/scielo.phpscript=sci_arttext&pid=S0798- 97922003000300002&lng=es&nrm=iso>. ISSN 07989792. https://portafoliojvm.siempreaprendemos.org/2019/12/04/ensayo-implicaciones-de- la-evaluacion-en-el-proceso-ensenanza-y-aprendizaje/ Vázquez de castro, A. (2014) “La evaluación tradicional y las nuevas prácticas de evaluación”. [trabajo de grado] Tomado de: https://reunir.unir.net/bitstream/handle/123456789/2584/vazquezdecastro-rue.pdf? sequence=1