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2020
Gestión de Cuencas
Hidrográficas.
Capítulos 3, 8 y 9.
Cristel Gisela Yeza López.
Ricardo Joel Caballero García.
Cesar Mateo Acosta Araujo.
Oscar Matías Morel.
José Moray González.
Capítulos 4, 10 y 11.
Víctor Iván Benítez Cabaña.
Carlos Daniel González Flores.
Danilo Victoriano Paredes Acuña.
Rubén Isaac Arce
Aldana Obregón Rodríguez.
Autores
FIUNI Gestión de Cuencas Hidrográficas Edición 2020
Contenido
Conceptos Básicos ............................................................................................................................... 9
1.1- Introducción ........................................................................................................................... 10
1.2- Definición de Cuencas Hidrográficas ..................................................................................... 10
1.3- Necesidad de Gestión en las Cuencas Hidrográficas ............................................................. 13
1.4- Necesidad del Estudio de Cuencas......................................................................................... 14
1.5- Plan de Gestión Ambiental en Cuencas Hidrográficas ........................................................... 14
1.6- Planificación de Cuencas Hidrográficas ................................................................................. 15
1.7- Necesidades de la planificación ............................................................................................. 15
La Cuenca Hidrográfica...................................................................................................................... 17
2.1- Elementos de la cuenca. ........................................................................................................ 18
2.2- Partes geográficas de la cuenca ............................................................................................. 22
2.2.1 Zona de Cabecera de las Cuencas Hidrográficas o Cuenca de Recepción. ...................... 22
2.2.3 Zona de Emisión de los Acuíferos, Baja, lecho cono de deyección. ................................. 23
2.3- Tipos de Cuencas.................................................................................................................... 23
2.3.1 Clasificación según Grivellius y sucesores. ....................................................................... 23
2.3.2 Clasificación de Cuencas Hidrográficas Internacionales. ................................................. 25
2.3.3 Otros Tipos de Cuencas Según la Clase de Vertientes. .................................................... 26
2.4.- Componentes de Cuenca. ..................................................................................................... 27
2.4.1.- Aspectos Físicos ............................................................................................................. 27
2.4.4.- Aspectos Económicos..................................................................................................... 30
2.4.5.- Aspectos Legales ............................................................................................................ 30
2.4.6.- Aspectos Institucionales................................................................................................. 30
2.5-Límites de una cuenca..................................................................................................... 31
2.6-Niveles para el estudio de la cuenca....................................................................................... 34
Métodos de Análisis Morfométrico del Área de Captación de una Cuenca. .................................... 35
3.1 Introducción ............................................................................................................................ 36
3.2 Área y perímetro de una cuenca ............................................................................................. 36
3.3 Longitud axial y longitud del cauce principal. ......................................................................... 38
3.4 Ancho Promedio. ..................................................................................................................... 39
3.5 Forma de la Cuenca ................................................................................................................. 39
Índice
FIUNI Gestión de Cuencas Hidrográficas Edición 2020
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FIUNI Gestión de Cuencas Hidrográficas Edición 2020
Capítulo 1
Conceptos Básicos
1.1- Introducción
La importancia del agua, como ingrediente vital básico y como constituyente esencial
de nuestro entorno, es indudable. Además, interviene de una u otra manera en la mayoría de
las actividades humanas de explotación de recursos, convirtiéndose en un factor determinante
para la organización del territorio.
Las consecuencias de una utilización del agua sin una planificación son un aumento
generalizado de la vulnerabilidad del recurso y el deterioro de su calidad, que tiene
repercusiones ecológicas en la fauna y la flora, comprometiendo la capacidad del recurso
para satisfacer necesidades futuras.
Cualquier estudio del medio físico puede realizarse de diversas maneras, pero en
ningún caso, de manera excluyente con el recurso hídrico.
Se define por la sección del río al cual se hace referencia y es delimitada por la línea
de las cumbres, también llamada «divisor de aguas» hidrológicas.
Las cuencas hidrográficas son algo más que sólo áreas de desagüe en o alrededor de
nuestras comunidades. Son necesarias para dar apoyo al hábitat para plantas y animales, y
proporcionan agua potable para las personas y la vida silvestre. También nos proporcionan
la oportunidad para divertirnos y disfrutar de la naturaleza.
La protección de los
recursos naturales en nuestra
cuenca hidrográfica es esencial
para mantener la salud y el
bienestar de todas las cosas
vivientes, tanto ahora como en
el futuro.
A causa de la urbanización, o por el mal uso en la agricultura, los ríos y lagos están
siendo permanentemente afectados por la polución. Así, a pesar de la abundancia, cada
fuente de agua dulce preservada es sinónimo de vida, está cada vez más comprometida por
la irresponsabilidad humana.
En el caso de embalses, la Itaipú realizó monitoreo por las redes que operaron en su
embalse y en la cuenca hidrográfica de influencia, llama la atención que se ven dos formas
de impacto ambiental: Eutrofización y la colmatación, por ese motivo son objeto de estudio
específico y constituyen prioridad de estudio en nuestra zona.
Delimitación de la cuenca.
Diagnóstico socioeconómico y ambiental de la cuenca.
Diagnóstico de la calidad ambiental de la misma.
Identificación de las principales amenazas.
Describir los instrumentos legales y administrativos vigentes aplicados al Plan de
Manejo.
Identificación y valoración de los impactos ambientales causados por las actividades
humanas en la cuenca.
Determinación de las medidas de control, prevención y mitigación de los impactos
ambientales negativos.
Diseño del Plan de Gestión de la cuenca.
La gestión de las aguas puede ser definida como “la forma por la cual se busca la
ecuación y la resolución de las cuestiones de escasez relativa al agua”. Siendo así, el
gerenciamiento de las aguas es una “función amplia que exige conocimiento profundo de la
hidrología regional, coordinación institucional y un aparato jurídico-normativo adecuado”.
determinar los obstáculos por superar y las soluciones posibles, así como las estrategias y
programas para llevarlos a cabo.
Figura 1.8– Planta de tratamiento de aguas Figura 1.9 – Punto de vertido de aguas
residuales (Encarnación), parte del plan de residuales de la ESSAP (Asunción).
gestión ambiental.
Debido a que los distintos usos del agua son a menudo competitivos, surgen conflictos
que hacen que el enfoque de propósitos múltiples parezca cuestionable. En cierto grado, la
planificación integrada de cuencas hidrográficas fue una respuesta a este problema, ya que
se trató de coordinar y desarrollar armónicamente los usos de agua de una cuenca mientras
se tomaban en cuenta otros procesos de desarrollo tanto dentro de la cuenca como fuera de
ella.
Capítulo 2
La Cuenca Hidrográfica
a) Divisorias de aguas
b) Río principal
c) Afluentes
d) Relieve
e) Obras humanas
Divisorias de aguas.
La divisoria de aguas es una línea que delimita la cuenca hidrográfica. Una divisoria de aguas
marca el límite entre una hidrográfica y las cuencas vecinas. El agua precipitada a cada lado de la
divisoria desemboca generalmente en ríos distintos.
Río principal.
El río principal suele ser definido como el curso con mayor caudal de agua (medio o máximo)
bien con mayor longitud o mayor área de drenaje.
Fig. 2.1.2- Ríos que componen la cuenca del Plata, siendo el principal el río Paraná.
Afluentes.
Son los ríos secundarios que desaguan en el río principal. Cada afluente tiene su respectiva
cuenca, denominada sub-cuenca
Relieve.
El relieve de una cuenca consta de los valles principales y secundarios, con las formas de relieve
mayores y menores y la red fluvial que conforma una cuenca. Está formado por las montañas y sus
flancos; por las quebradas o torrentes, valles y mesetas.
La obra construida por el ser humana, también denominada intervenciones antropogénicas, que
se observan en la cuenca sueles ser viviendas, ciudades, campos de cultivo, obras para riego y energía y
vías de comunicación.
Tanto las cuencas hidrográficas como las hidrológicas se pueden subdividir en tres zonas de
funcionamiento hídrico principales:
Es la parte más alta de la cuenca donde se encuentra casi la totalidad del caudal de agua.
Garantizan la captación inicial de las aguas y el suministro de las mismas a las zonas inferiores
durante todo el año.
Los procesos en las partes altas de la cuenca invariablemente tienen repercusiones en la parte baja
dado el flujo unidireccional del agua, y por lo tanto toda la cuenca debe administrar como una sola unidad.
En este contexto, los bosques en las cabeceras de las cuencas cubren una importante función reguladora
ya que controla la cantidad y temporalidad del flujo del agua y protegen a los suelos de ser erosionados
por el agua por la consecuente sedimentación y degradación de los ríos, y la perdida de fertilidad en las
laderas.
Es el encajonamiento formado entre las dos vertientes, por cuyos fondos son conducidos las aguas
y los materiales convenientes de la cuenca de recepción.
Es el depósito aluvial que se forma, cuando la corriente llega a una superficie plana o de poca
pendiente.
Las lagunas costeras regulan el funcionamiento de los ecosistemas marinos adyacentes. Los
manglares están considerados entre los ecosistemas más productivos y la actividad socioeconómica
asociadas a los mismos abarca actividades forestales, pesqueras, turístico-recreativas y otras.
2.3.1.2 Sub-Cuenca
Es aquella que tributa hacia otra cuenca. La de primer orden tributa hacia una cuenca principal,
la de segunda hacia una sub-cuenca y así sucesivamente.
2.3.1.3 Microcuenca
A todas las cuencas anteriores, sin importar su clasificación, se les denomina en términos
generales como “cuencas hidrográficas”. En el caso de las microcuencas, éstas toman su nombre en razón
de su tamaño.
El cuerpo de agua o eje de la cuenca es limítrofe entre el cuerpo de agua principal dos o más
países.
El cuerpo de agua principal o eje de la cuenca se encuentra en su totalidad en un solo país, pero
fuentes menores tributarias a dicho cuerpo se ubican en uno o más países vecinos.
2.3.2.4 Subterráneas:
Están constituidas por acuíferos o corrientes subterráneas que se extienden a lado y lado de la
frontera entre dos o más países.
2.3.2.5 Mixtas:
Fig. 2.3.4 La cuenca del Plata se puede considera como mixta por ser fronteriza y secundaria fronteriza.
Las cuencas tipo embutido concentran las aguas de escorrentía en una red densa muy ramificada.
Pendiente fuerte de 30°, rocas impermeables, suelo fino, forma poco alargada y crecidas de fuertes
intensidades.
Son las cuencas de zona calcárea, posee superficies planas de mesetas, calcáreas. Son muy
alargadas y poco o nada asimétrica.
Se encuentran en terrenos planos en formaciones geológicas. Las cuencas son muy alargadas
parecidas al tipo embutido pero las pendientes de las vertientes son muy suaves.
Están comprendidos por la parte física del suelo, el agua, el aire, el clima y las infraestructuras:
2.4.1.1.- Suelo
Se considera como aspecto físico y a la vez biótico (humus). En cuanto a lo físico, son de gran
importancia su estabilidad, fertilidad, granulometría, composición química y nivel freático. Algunos de
estos factores determinan si el suelo es propenso a la erosión en mayor o menor grado, otros inciden en
su capacidad para sostener vegetación sana o cultivos, otros en su disposición para servir de apoyo a
infraestructura, y finalmente otros en su potencial para explotación de minerales y aguas freáticas. Debe
tomarse en cuenta que además del suelo, el subsuelo constituye también un aspecto importante de la
estructura de una cuenca hidrográfica.
2.4.1.2.- Agua
El agua dulce constituye insumo esencial para el sostenimiento de la vida continental e insular
del planeta y se le considera prioritario cuando se trata de consumo humano. El ciclo hidrológico natural
se observa en detalle en las cuencas hidrográficas. La regulación natural del caudal del agua en una
cuenca hidrográfica depende estrechamente de la cobertura vegetal, el carácter de ésta, la porosidad del
suelo y las técnicas de aprovechamiento agropecuario y uso del suelo en general.
Fig. 2.4.1 El ciclo hidrológico natural se observa en detalle en las cuencas hidrográficas.
2.4.1.3.- Aire
Es un agregado de gases, en su mayoría esenciales para la vida. Estos gases son fundamentales
para la respiración y fotosíntesis de la biota y para la fertilización del suelo. Es entonces el aire, al igual
que el agua y el suelo, un indicador del estado de una cuenca y un componente básico de ésta
2.4.1.4.- Clima
El clima está estrechamente ligado al funcionamiento de una cuenca hidrográfica. Los pisos
térmicos determinan el carácter de la vegetación tanto en su estado natural como en cultivos. Las
alteraciones significativas del clima, como los ciclones y tornados, las lluvias torrenciales, las intensas
sequías y los cambios de temperatura y humedad afectan en distinta medida la estabilidad y productividad
de las cuencas hidrográficas. La dirección de los vientos es también importante en la planificación de
usos de una cuenca hidrográfica.
Fig. 2.4.2 Las alteraciones significativas del clima afectan en distinta medida la estabilidad y productividad de las cuencas
hidrográficas.
2.4.1.5.- infraestructura
Las acciones antrópicas en busca del mejoramiento de las condiciones de vida se convierten en
componentes fundamentales de las cuencas hidrográficas habitadas por seres humanos. Vías, el puente,
edificaciones, canales, caminos, torres de energía, represas, acueductos, alcantarillados y gol otras
estructuras son elementos que se incorporan al paisaje y juegan un papel, positivo o negativo, en el
funcionamiento de las cuencas. No pensemos entonces en las cuencas hidrográficas únicamente como
medios naturales (aunque muchas sí lo son), sino también como medios e intervenidos por la población
humana, con todas las implicaciones que esto conlleva.
Estos comprenden la parte biológica del suelo, la vegetación, los cultivos, la fauna silvestre y
doméstica, la micro flora y micro fauna tanto acuáticas como terrestres y la población humana
propiamente tal.
Todos estos elementos bióticos interactúan unos sobre otros, algunas veces armónicamente, otras
incentivando el deterioro de las cuencas hidrográficas.
Fig. 3.4.2 Ecosistemas de la cuenca del Plata. La salud de los ecosistemas es un indicador apropiado del estado de las
cuencas hidrográficas.
2.4.4.- Aspectos Económicos
Los aspectos legales, que incluyen desde convenios multilaterales y bilaterales hasta
disposiciones constitucionales, leyes, ordenanzas, acuerdos, decretos y resoluciones inciden de manera
profunda en las cuencas donde éstos se aplican y aún en mayor grado en las cuencas internacionales o
fronterizas.
Fig. 3.4.1 1 Mapa de unidades hidrográficas de Paraguay utilizado por el ministerio del ambiente y desarrollo sostenible
Una cuenca hidrográfica es una unidad natural definida por la existencia de la divisoria de las
aguas en un territorio dado. Las cuencas hidrográficas son unidades morfo gráficas superficiales, sus
límites quedan establecidos por la divisoria geográfica principal de las aguas de las precipitaciones
también conocido como “parteaguas”, “divisoria de aguas” o “divortium aquarium”.
La divisoria de aguas, en teoría, es una línea imaginaria que une los puntos de máximo valor de
altura relativa entre dos laderas adyacentes, pero de exposición opuesta, desde la parte más alta de la
cuenca hasta su punto de emisión, en la zona hipsométricamente más baja.
Por lo tanto, la delimitación de cuencas implica una demarcación de áreas de drenaje superficial
en donde las precipitaciones (principalmente las pluviales) que caen sobre éstas tienden a ser drenadas
hacia un mismo punto de salida.
Dependiendo del trabajo que se desea, la información disponible, los recursos y el tiempo de
proceso de estudio y planificación de la cuenca puede desarrollarse a diferentes niveles:
2.6.1-Nivel general
En este nivel se busca realizar un simple diagnóstico general de áreas para definir posteriormente
un plan para el manejo de la misma. En este nivel se definen políticas y metas.
2.6.2-Nivel semidetallado
En este punto se elaboran y ejecutan programas para el mejor y adecuado uso de los recursos de
la cuenca. Se definen los programas.
2.6.3-Nivel detallado
En este nivel se estudia con el máximo nivel de precisión temas puntuales previamente
identificados (contaminación, deforestación, etc.) detectando los problemas y dando recomendaciones
para la solución de éstos. Es este nivel se plantean proyectos concretos.
Capítulo 3
Métodos de Análisis Morfométrico del Área de
Captación de una Cuenca.
3.1 Introducción
Longitud Axial (La) (km): Es la distancia existente entre la desembocadura y el punto más
lejano de la cuenca. Es el mismo eje de la cuenca (Henaos, 1988). Es la longitud de la línea recta que
conecta los puntos extremos de la cuenca en forma aproximadamente paralela al curso principal
(Morisawa, 1959).
Longitud del curso principal (L) (m): Es la longitud del río desde el punto más distante
de la cuenca hasta la desembocadura.
Ancho promedio (Ap) (km): Es la relación entre la superficie de la cuenca por su longitud
axial (La).
Es un factor adimensional que indica cómo se regula concentración del escurrimiento superficial
en la cuenca hidrográfica. Se expresa como la relación entre el ancho promedio de la cuenca y su longitud
axial (Jardí, 1985; Henaos, 1988). Manifiesta la tendencia de la cuenca hacia las crecidas. Cuando IF es
similar a 1, representa una cuenca de forma redondeada. La cuenca con IF bajo, se caracteriza por ser
una cuenca alargada, y son menos propensas a tener lluvias intensas y simultáneas sobre su superficie y
estará sujeta a crecientes de menor magnitud, que un área de igual tamaño con un factor de forma mayor
(Henaos, 1988). Una cuenca de forma triangular, con dos vértices en las cabeceras, afluentes de similar
longitud y sincronismo en la llegada, provocará crecidas más significativas.
kf=A/L2
Figura 3.5.1 Relación entre la forma de algunas cuencas y el caudal pico para eventos máximos de precipitación.
3.5.2 Coeficiente de compacidad de Gravelius.
Para explicar el Kc de una cuenca, se ha propuesto su comparación con una cuenca ideal de forma
circular, con sus tributarios dispuestos radialmente y que desembocan en el punto central (López Cadenas
de Llano, 1998). Se expresa como una relación entre el perímetro (P (km)) y su superficie (A (km2)), por
medio de la Ecuación 1.
Kc = P / (2 √ Π x A) (Ecuación 1)
El Kc está relacionado estrechamente con el tiempo de concentración, que es el tiempo que tarda
una gota de lluvia en moverse desde la parte más lejana de la cuenca hasta la salida. En este momento
ocurre la máxima concentración de agua, puesto que están llegando las gotas de lluvia de todos los puntos
de la cuenca. Según el valor que tome este coeficiente, la cuenca tendrá diferente forma: Kc = 1.00
representa una cuenca redonda; Kc = 1.25, oval redonda.
Kc = 1.50 oblonga; Kc igual o mayor a 1.75 indica una cuenca rectangular-oblonga. Su valor será
mayor que la unidad y crecerá con la irregularidad de la forma de la cuenca. A medida que su Kc tiende
a 1, es decir cuando tiende a ser redonda, la peligrosidad de la cuenca a las crecidas es mayor, porque las
distancias relativas de los puntos de la divisoria con respecto a uno central, no presenta diferencias
mayores y el tiempo de concentración se hace menor, por lo tanto, mayor será la posibilidad de que las
ondas de crecidas sean continuas.
Cuando se quiere calcular este parámetro se debe de tener en cuenta entonces si el resultado del
mismo es mayor a uno, este quiere decir que la tendencia de la cuenca es a ser más alargada que ancha,
de igual forma, predice el comportamiento hidrológico de sus drenajes, ya que son más visibles los
eventos erosivos y de arrastre de sedimentos.
El coeficiente de homogeneidad indica que tan regular es la forma de la cuenca hidrográfica, por
lo tanto, es la relación entre el área y el área de un rectángulo que encierra la cuenca definido por los
valores de longitud máxima y ancho máximo. Que son más visibles los eventos erosivos y de arrastre de
sedimentos.
Es la relación del área de las vertientes, mayor (Amayor) y menor (Amenor), las cuales so separadas
por el cauce principal. Este índice evalúa la homogeneidad en la distribución de la red de drenaje, pues
si se tiene un índice mayor a 1 se observará sobre la cuenca que el río principal estará recargado a una de
las vertientes, lo cual indica una heterogeneidad en la distribución de la red de drenaje, aumentando la
descarga hídrica de la cuenca a ésta vertiente, lo que incrementa en cierto grado los niveles de
erodabilidad a causa de los eventos de escorrentía superficial obtenidos. A continuación, se presenta la
ecuación que define el índice asimétrico como:
IAS= Amayor/Amenor
Dónde:
Es aquella que está comprendida entre la faja de la cobertura vegetal, exteriormente, y los estratos
geológicos que delimitan la cuenca hacia abajo.
Son de gran importancia puesto que el relieve de una cuenca tiene más influencia sobre la
respuesta hidrológica que su forma; con carácter general podemos decir que a mayor relieve o pendiente
la generación de escorrentía se produce en lapsos de tiempo menores.
Los parámetros de relieve principales son: pendiente media del cauce (J), pendiente media de la
cuenca (S%), curva hipsométrica, histograma de frecuencias altimétricas y altura media (H).
ℎ
𝑗=
𝑙
𝐷𝐴
𝑗=
𝑙
Donde:
h, DA: desnivel altitudinal ( km)
l, l: longitud del cauce en km.
Alturas características
A partir de la curva hipsométrica pueden definirse varias alturas características; altura media,
altura media ponderada, altura más frecuente y altura mediana.
3.7.3.1 La altitud media (Hm), una forma de cálculo es considerando; ci cota media del área i,
delimitada por dos curvas de nivel; ai área i entre curvas de nivel; y A área total de la cuenca, la altitud
es determinante de la temperatura y la precipitación.
Curva A: refleja una cuenca con gran potencial erosivo (fase de juventud).
Curva B: es una cuenca en equilibrio (fase de madurez).
Curva C: es una cuenca sedimentaria (fase de vejez).
Capítulo 4
Métodos de análisis morfométricos de la red
de drenaje de una cuenca
Uno de los inconvenientes que afronta el investigador, al estudiar el proceso del ciclo hidrológico,
en una cuenca, es la falta de información cuantitativa de los factores climáticos e hidrológicos, ya que
esta información requiere la instalación y mantenimiento de estaciones costosas.
Ante la imposibilidad de dotar a todas las cuencas hidrográficas, de dichas estaciones, se han
desarrollado métodos indirectos para la estimación de regímenes de caudales con base en los análisis
morfométricos de las redes fluviales.
Es el estudio de la disposición de los cauces, de las corrientes fluviales y de las redes del drenaje,
mediante índices numéricos que lo definen. El funcionamiento de una cuenca se asemeja al de un colector
que recibe la precipitación y la convierte en escurrimiento, dependiendo de las condiciones climáticas y
las características físicas de la cuenca. Desde este punto de vista, una cuenca hidrográfica se puede
caracterizarse por su morfología, por la naturaleza del suelo y por la cobertura vegetal y uso del suelo
(Henao, 1988; Mintegui Aguirre y López Unzú, 1990; Gaspari, 2002; Gaspari et al, 2009). La influencia
de estos factores sobre la transformación de la precipitación en escurrimiento es fácilmente intuible
cualitativamente mediante parámetros sencillos, susceptibles de servir de referencia, en la clasificación
de cuencas y de facilitar los estudios de semejanza (López Cadenas de Llano, 1998). Las propiedades
morfométricos de una cuenca hidrográfica proporcionan una descripción física - espacial que permite
realizar comparaciones entre distintas cuencas hidrográficas. Al mismo tiempo, ofrecen conclusiones
preliminares sobre las características ambientales del territorio a partir de la descripción precisa de la
geometría de las formas superficiales. La morfometría particular de cada cuenca hidrográfica es
proporcional con la posibilidad de cosecha hídrica, ante eventos climáticos, y con la generación de una
respuesta a los mismos, como ser la escorrentía superficial, expresada en términos de caudales, la
incidencia en el transporte de sedimentos y nutrientes, a lo largo de los ecosistemas que la integran. En
la actualidad, herramientas metodológicas tales como los Sistemas de Información Geográfica (SIG) y
la interpretación de imágenes satelitales, permiten realizar la caracterización espacio temporal de las
propiedades morfométricos de las cuencas hídricas y de las redes de drenaje.
Se llama sistema de drenaje, al arreglo o distribución de los ríos, quebradas o arroyos, que se han
venido formando a través de los años en la corteza terrestre.
También llamado método de Strahler, se da el orden número 1 al escurrimiento menor, o sea, aquel que
no pasa de ser tributario o talweg elemental, el río de segundo orden se forma de la unión de dos afluentes
de primer orden. A la confluencia de dos cursos de segundo orden, comienza un río de tercer orden, que
puede, él mismo tener otros afluentes de segundo y tercer orden, etc., como puede apreciarse en el gráfico.
El río principal de la cuenca tiene el orden más elevado.
Clasificación según Horton. Él llama escurrimiento de primer orden a aquel que carece de tributarios; el
primer orden corresponde, pues, al talweg elemental el cual es base de la iniciación del escurrimiento
concentrado. Un talweg es de segundo orden si él recibe al menos uno, o varios tributarios de primer
orden.
Horton llama talweg de tercer orden, al curso de agua que le confluyen uno o varios afluentes de
segundo orden, pero él puede recibir directamente afluentes de primer orden y así sucesivamente hasta
la corriente principal de la cuenca considerada, que posee, pues, el orden más elevado.
El límite de una cuenca hidrográfica se debe identificar a partir de las divisorias de agua o
topográficas que son los puntos altimétricos más altos que definen la dirección de circulación del
escurrimiento superficial, conocidos también como interfluvio. Este último genera una línea de
convergencia de aguas superficiales y subterráneas definiendo al canal principal o río, siendo este una
línea virtual dibujada sobre las cotas más bajas sobre un plano que se inicia sobre las D.A. denominado
vertientes. El agua cuando llega hasta esta línea o canal de desagüe está circulando sobre la llanura o
valle aluvial, pasando luego por la planicie de inundación hasta llegar al canal propiamente dicho, que
forma la vaguada o thalweg. El thalweg se caracteriza por poseer una pendiente casi uniforme que indica
la dirección del escurrimiento sobre el canal de drenaje, tendiendo a un perfil aproximadamente
parabólico denominado perfil de equilibrio (Figura).
Se considera valle fluvial a la zona de influencia del sistema de drenaje propiamente dicho, y valle aluvial
se encuentra en las zonas de aluvionamiento (deposición de aluviones o sedimentos), haciendo avanzar
el punto de nivel de base sobre una llanura.
a. Ley de Horton del número de ríos. Es la segunda ley de Horton. Dice que para una cuenca
determinada el número de ríos de cada orden, forma una serie geométrica inversa, cuyo primer
término es la unidad, y la razón es la relación de confluencias rb, es decir, la relación del número
total de ríos de un cierto orden a la de los ríos de orden inmediatamente superior.
Se hace el balance de los ríos de cada orden en una cuenca, sobre un papel semilogarítmico
se colocan los valores obtenidos, escogiendo la escala aritmética para el orden X y la escala
logarítmica para el número de ríos de orden correspondiente Nx. Los puntos se ordenan siguiendo
un segmento de recta.
Nx rb.(S 1)
rb N
Nx 1 rb 1
Donde:
rb: Relación de confluencias.
N: Número total de ríos.
S: Orden talweg principal.
b. Ley de longitudes medias de los ríos. En una cuenca determinada, las longitudes medias de los
ríos de cada orden forman una serie geométrica directa cuyo primer término es la longitud media
de los talwegs elementales de la cuenca y la razón es la relación de longitud “rL”, es decir, la
existente entre la longitud media de los ríos de un orden dado y la de los ríos del orden
inmediatamente inferior. Se expresa por:
Li
rL
Li 1
Donde:
Li: Longitud media de los ríos de orden i.
rL: Relación de su longitud.
El primer paso que se sigue para este tipo de cálculo es la clasificación de los ríos. En seguida se
fijan los diferentes parámetros que determinan la densidad de drenajes a saber:
S: Orden del río principal.
Ll: Longitud media del primer orden.
rb: Relación de confluencia.
rl: Relación de longitud.
P: Relación de rl/rb.
A: Área de la cuenca.
La determinación de longitudes y de órdenes se hace sobre un mapa a escala suficientemente
grande para hacer resaltar los talwegs elementales. Es muy penoso y casi imposible para cuencas de
pequeñas dimensiones. El método de Horton entre otro, sería inútil, pues él fallaría al medir las longitudes
totales de los ríos, de cada uno de los órdenes para lograr la ecuación:
L1 L2 Ln
Dd
A
Ante tal inconveniente, en la práctica se enumeran y se dividen los ríos de órdenes principales, es
decir S , S 1 , S 2 , S 3 , operación rápida para los mapas a gran escala. Los puntos obtenidos se
localizan sobre un papel semilogarítmico, dando origen a las rectas Nx F x y Lx F x para
longitudes medias; deduciéndose rb y rl valor logarítmico de la pendiente de cada una de estas rectas, al
extrapolar la recta Lx F x , se definirá L1 sin necesidad de medir la longitud de los talwegs del primer
orden; lo mismo sucede para N1, cuando extrapolamos la recta Nx F x .
La densidad o textura de un sistema de drenaje mide el número de cauces por unidad de área. Un
sistema denso o de textura fina, permite observar numerosos cauces, estrechamente espaciados, lo
contrario será un sistema poco drenado.
La densidad del drenaje da algunas indicaciones sobre la granulometría, la permeabilidad, la
relación infiltración-escurrimiento, la densidad y grado de erosión y las condiciones climáticas de la
cuenca hidrográfica.
Por ejemplo, un drenaje de textura gruesa o poco drenada ocurre en formaciones muy permeables
y masivas, mientras que un drenaje de textura fina, ocurre donde el drenaje interno es lento.
Está dada por la relación entre el número de ríos de un orden dado y el área de la cuenca. Se
utiliza la siguiente fórmula:
Nx
Fx
A
Donde:
Nx: Número de ríos de un orden dado.
A: Área de la cuenca.
Se dice que una red hidrográfica es densa, cuando tiene una densidad de drenaje superior a 2,5
km/km2, con una frecuencia F1 de varias unidades. Una cuenca muy mal drenada, tiene una densidad
de drenaje de algunas décimas de km/km2 y una F de algunas centésimas. Ocurre en formaciones
permeables y masivas.
Es el área mínima necesaria para que haya un gasto total que produzca escurrimiento concentrado.
El escurrimiento concentrado ocurre cuando hay una descarga mayor que permite el desplazamiento de
material grueso, lo cual facilita la excavación del talweg. Las aguas tienen entonces suficiente energía
como para excavar un lecho y profundizarlo con cada lluvia sucesiva.
El flujo superficial de saturación (Es) o escurrimiento superficial es causado por una lluvia que
cae sobre un suelo ya saturado. Esto ocurre típicamente sobre las pendientes de colinas o cerca a una
banca de la corriente, en las cuales el suelo se satura desde abajo por el flujo subsuperficial y así mantiene
condiciones cercanas a la saturación. Adicionalmente, el flujo superficial, puede ser observado durante
y después de un aguacero intenso hasta encontrarse una capa impermeable cercana a la superficie (Bonell
y Gilmour, 1978). Cuando se inicia una tormenta, primero se satura la vegetación y el escurrimiento es
nulo. Este va en aumento hasta alcanzar un porcentaje en relación a la intensidad de la lluvia que es
constante. Tanto el porcentaje como la intensidad del escurrimiento derivan de la intensidad de la lluvia.
El escurrimiento se inicia cuando el suelo y la vegetación están saturados o cuando la intensidad de la
lluvia es muy superior a la intensidad o capacidad de la infiltración y además la generación de
escurrimiento depende de que antes se complete el agua de almacenamiento superficial. En la Figura 8
se presenta la dirección del escurrimiento superficial sobre las laderas en una cuenca de montaña,
determinada por la dirección de pendiente del terreno, sin considerar la influencia directa que puede tener
la cobertura vegetal.
Ao. La densidad de los talwegs elementales varía en una misma cuenca en función de la topografía
y de la naturaleza de los suelos.
Para calcular la superficie umbral de escurrimiento, existen dos métodos. El primero de ellos da
apenas una idea grosso modo de este valor. Se determina mediante la siguiente fórmula:
Ao A S
1
Donde:
Ao: Superficie umbral de escurrimiento concentrado.
A: Área de la cuenca.
S: Orden talweg superior.
El segundo método refleja con mayor precisión las condiciones reales del terreno, sobre el cual
se ha desarrollado.
El cálculo se realiza gracias a la noción o valor de la ordenada al origen en la recta de ecuación
Lx F x . Este valor se divide por la densidad de drenaje de la cuenca, obteniéndose así, la mejor
información del área umbral de la región en estudio. Su deducción se verá prácticamente al aplicar estos
conceptos:
lo
Ao
Dd
Es una corriente de agua continua más o menos caudalosa que va a desembocar a otra o en el mar.
Los cursos naturales de agua se distinguen según su longitud e importancia en: ríos, arroyos o
quebradas. Los ríos principales desembocan en el mar o en un lago, en ellos desembocan a su vez los
ríos afluentes y de éstos y de los primeros, son tributarios los arroyos. A veces hay que dividir el curso
del río en varias secciones: el arroyo original, que llega hasta recibir el primer afluente; el curso superior,
que suele ofrecer notables pendientes; el curso medio y el curso inferior, que tiene escasa pendiente.
Respecto al régimen de caudales, los ríos pueden ser: ríos de alta montaña en los cuales el caudal
depende principalmente de las variaciones de la temperatura; ríos de media altura, cuyo régimen de
caudales depende de la marcha de las precipitaciones y de la temperatura; y ríos de llanura, en los que
las variaciones de caudal siguen principalmente las de las precipitaciones.
Los geólogos clasifican los ríos en varios tipos genéticos, con base en su historia geológica:
a. Río consecuente. Cuando la localización de un río es el resultado de la pendiente original del
terreno.
b. Río subsecuente. Es aquel que ha desarrollado su valle a lo largo de un cinturón de rocas
relativamente erosionadas.
c. Río obsecuente. Estos ríos son usualmente pequeños y su flujo es opuesto a la pendiente de la
forma original del terreno. Son generalmente tributarios al río subsecuente.
d. Río resecuente. Es un río que fluye en la misma dirección del consecuente, pero a un nivel más
bajo, sobre una superficie desnuda. Generalmente son tributarios a los subsecuentes, que han
erodado la superficie original.
e. Río insecuente. Es aquel que no ha tenido un control geológico; gran número de los ríos más
pequeños, son propiamente clasificados como insecuentes.
f. Río superimpuesto. Aquel río que desarrolla su curso sobre roca en un depósito aluvial (debido
al arrastre del agua).
g. Río antecedente. Aquel que ha mantenido su curso a través de un elevado subsecuente.
h. Río reverso. Es un río que ha extendido su curso contrario, por la elevación o la inclinación de
una región.
El grado de inclinación que presenta una corriente de agua ofrece ayuda para la deducción de la
velocidad alcanzada por la corriente de agua. Para calcular este dato generalmente se divide el desnivel
entre el punto de desagüe y el de su nacimiento sobre la distancia recorrida. Ante lo impreciso de este
sistema, se desarrolló un nuevo método para su cálculo, el cual tiene como resultado, llevar el área
comprendida por el perfil del río a un triángulo rectángulo de idéntica área. Se calcula la altura del
triángulo dividiendo el área comprendida por el perfil sobre la longitud del río, la altura así obtenida
viene a ser el desnivel más aproximado que presenta el río, entonces la pendiente media más precisa de
la corriente está dada por la fórmula siguiente:
H
Pm
L
Donde:
Pm: Pendiente media.
H: Altura nueva.
L: Longitud del río.
Patrón de drenaje es la configuración de un río o sistema de drenaje tal como aparecería visto
desde un avión.
Los patrones de drenaje sirven para conocer las condiciones del área drenada.
Existen patrones de drenaje originados por ríos erosionales y patrones de drenaje originados por
ríos deposicionales.
La actitud de las rocas sedimentarias originalmente horizontales, se vuelve anticlinal, lo cual hace
que las aguas de escorrentía corran hacia fuera del núcleo ígneo que forma la parte central del
anticlinal.
g) Patrón de drenaje enrejado o en rastrillo. Este patrón de drenaje es controlado por la estructura
y estratificación de las rocas. Se desarrolla principalmente en rocas plegadas inclinadas, donde
hay una serie de fallas paralelas.
Los ríos más largos son subsecuentes y siguen el paso débil de las rocas, mientras los pequeños
tributarios son obsecuentes o resecuentes. El patrón de drenaje enrejado o en rastrillo se desarrolla
en materiales como: areniscas masivas, pizarras, caliza y rocas sedimentarias inclinadas.
i) Patrón de drenaje rectangular. La formación de este sistema de drenaje depende exclusivamente
de la estructura de la formación rocosa sobre la cual corren las aguas de escorrentía. Los
elementos estructurales que intervienen son las fallas, las fracturas y diaclasas.
Un drenaje rectangular pone en evidencia la influencia de la angularidad de las fracturas de la
roca y por consiguiente se caracteriza por cambios bruscos de dirección, tanto en los ríos como
en sus tributarios primarios y secundarios. La densidad del sistema de drenaje es función de la
densidad y características estructurales de la roca, especialmente el grado de fracturación.
Por depender de la estructura de la roca, este patrón de drenaje es menos indicativo del tipo de
material en que se ha formado. Sin embargo, se puede anticipar que no puede ocurrir más que en
materiales consolidados (rocas).
Existen muchos ríos que muestran, en tramos relativamente cortos, características a veces de dos o tres
patrones.
Existen varias modificaciones de los sistemas de drenaje básicos. Dichas modificaciones son el
resultado de variaciones locales, superficiales y profundas de la geología, así como de los efectos del
clima, la vegetación y las actividades humanas, para citar unas cuantas.
a) Patrón de drenaje pinado. En este patrón los tributarios de segundo orden están distribuido en
forma paralela, lo cual es indicativo de una pendiente aproximadamente uniforme. Los tributarios
de primer orden espaciados uniformemente, interceptan los tributarios secundarios en ángulos
agudos casi rectos. Ejemplos del tipo de sustrato donde se forman esta clase de drenajes son:
loess, algunos depósitos glaciales y lutitas en clima árido.
b) Patrón de drenaje artificial. Es producto de la actividad humana para la adecuación y protección
de tierras originalmente inaptas por exceso o falta de agua. El sistema de drenaje tiene por
consiguiente un aspecto geométrico, además de incluir estructuras hidráulicas de fácil
identificación. Ejemplos se encuentran en depósitos lacustres, deltas y lechos de crecientes.
c) Patrón de drenaje desordenado. Este sistema está caracterizado porque las aguas de escorrentía
corren en la región sin rumbo fijo. Los numerosos lagos y pantanos le dan la apariencia de falta
de desarrollo a la red hidrográfica.
d) Patrón de drenaje invertido. Este sistema representa uno de los casos más representativos del
control de la dirección del drenaje mediante la estructura de la roca. La dirección de los ríos puede
invertirse bruscamente cuando éstos encuentran roca resistente, una barrera granular o una falla
geológica.
e) Patrón de drenaje colinear. Es una modificación del patrón paralelo. Consiste en un sistema de
cauces intermitentes que corren en línea recta dentro de un material poroso.
f) Patrón de drenaje centrípeto. Ocasionalmente el drenaje de una depresión es radial, pero con el
flujo convergiendo un poco más hacia el centro que divergiendo hacia fuera. Este sistema depende
de las características topográficas del terreno. También se usa el nombre de sistema centrípeto
para describir un grupo de sistemas de drenaje que convergen en un mismo punto.
g) Patrón de drenaje angular. Es una modificación del patrón rastrillo. El paralelismo existente es
similar al del patrón rectangular, pero los tributarios interceptan los cauces principales en ángulos
agudos y obtusos.
h) Patrón de drenaje asimétrico. Este sistema tiene más tributarios de un lado del cauce principal
que del otro, reflejándose de esta manera el grado de control impuesto por la topografía.
i) Patrón de drenaje escondido. Este sistema se encuentra en zonas de intensa infiltración de las
aguas de escorrentía. Se desarrolla en materiales sueltos de textura fina pero bien drenadas,
sobrepuestos o subsuelos impermeables.
Capítulo 5
Suelos desde el punto de vista Agronómico
en Paraguay
en Paraguay.
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La República del Paraguay cuenta con una superficie de 406.752 Km2 y posee una población
aproximada mayor a los 7 millones de habitantes. El Río Paraguay, que corre de norte a sur, divide al
país en dos regiones ecológicamente bien diferenciadas. La Región Occidental o Chaco, con una
superficie de 246.925 Km2, que representa el 61% del territorio nacional y que tiene apenas el 3% de la
población total, mientras que la Región Oriental, posee una superficie de 159.827 Km2, lo que representa
el 39% del territorio nacional, y concentra el 97% de la población. Esta última está localizada entre los
meridianos 22º0´ a 27º30´ de latitud Sur y los 54º a 58º de longitud Oeste. Se trata de una Región de
ubicación mediterránea que no posee montañas, en donde los picos más elevados no sobrepasan los 800
metros de altura sobre el nivel del mar. El relieve general es plano u ondulado. El área total de esta zona
es de 159.827 Km2, lo que representa aproximadamente el 40% del territorio paraguayo.
Esta región tiene un clima subtropical húmedo (tropical caliente al Noroeste, subtropical caliente
en el Centro y subtropical moderado al Sur). Las precipitaciones varían entre 1300 y 2000 mm en la
región Oriental del país, y de 400 a 1000 mm en el Chaco. Los veranos son calurosos, con máximas que
pueden alcanzar 45 °C en la región oriental, y alcanzar 48 °C en el Chaco. El promedio en Asunción es
de 40 °C, en la región del Paraná (sur y este del país) está entre los 26 °C y 27 °C, y en el Chaco, en torno
por los 45 °C. Los inviernos generalmente son suaves, aunque en algunas regiones del Paraná (sur y este
del país), el frío es más intenso y pueden producirse heladas, es decir, las mínimas pueden bajar de 0 °C.
El promedio estacional es de 18 °C en Asunción, en la región del Paraná varía entre los 15 y 17 °C, y en
el Chaco, en torno a los 19 °C.
El Paraguay es un país agro dependiente. La soja y el algodón constituyen alrededor del 65% de
las exportaciones.
El Ministerio del Ambiente y Desarrollo Sostenible (MADES), es una entidad que tiene como
función y propósitos la formulación de políticas, la coordinación, la supervisión, la ejecución de las
acciones ambientales, los planes, programas y proyectos enmarcados en el Plan Nacional de Desarrollo,
referentes a la preservación, la conservación, la recomposición y el manejo de los recursos naturales.
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efectivos para la utilización de recursos naturales, reduciendo así́ la pérdida del patrimonio natural y de
la biodiversidad nativa.
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La distribución podológica de los suelos de la Región Occidental se caracteriza por ser suelos de
textura eminentemente arcillosa, intercaladas por sedimentos de textura más gruesa, arenosas distribuidos
en los extremos Norte y el los paleo causes en dirección noroeste a sureste. Además, es perceptible en la
fisonomía regional una pequeña proporción de suelos de deposición de naturaleza fluviátil cercanos a las
riveras del Río Paraguay y Pilcomayo. Por último, en las regiones próximas al Chaco Central se
desarrollan en el paisaje suelos de naturaleza salina.
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Luvisoles LV Estos suelos se caracterizan por tener una textura eminentemente arcillosa con
igualdad en el porcentaje de la misma en sub-superficie.
Fluvisoles FL Estos suelos presentan una textura arcillosa con un aumento gradual en
subsuperficie, lo cual determina una compactación en profundidad. Se
caracterizan por estar desarrollados en las riveras de cursos de agua (ríos, arroyos,
riachos de curso permanente a frecuente), los cuales están cubiertos por una
vegetación eminentemente arbustiva del tipo inundable o cubiertos por una
vegetación graminosa donde se realizan actividades de pastoreo o cultivos de
arroz.
Características
Edafo- Suelos Uso de la tierra
pedológicas
bioregión predominantes
Textura Fertilidad Actual Recomendado
Escasa capacidad
Apta para
Regosoles Arenosa aprovechable bajo
zona
Chaco Arenosoles Arenosa media a contenido en
protección y
Occidental Cambisoles Arcillosa alta nutrientes, elevada
resguardar
eutricos infiltración y escasa
vida silvestre.
retención de humedad.
Apta para
Oeste zona
Pecuaria extensiva
Regosoles arenosos protección y
combinada al bosque
Norte Luvisoles textura media a resguardar
nativo / pequeña escala
Chaqueño Cambisoles arcillosa a alta vida silvestre
agricultura de
arcillo- agropecuaria
subsistencia.
limosa con manejo de
RR.N
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Paisaje Ecosistema
Planicies secas Situadas al extremo occidental, caracterizadas por suelos LV y CM, temperaturas
de entre 22 a 24ºC y precipitación de 700 a 800 mm/año.
Planicies Situadas al extremo oriental a lo largo de los ríos Paraguay y Pilcomayo,
inundadas caracterizadas por suelos FL/CM - LV y SN, temperaturas de entre 22 a 25ºC y
precipitación de 1000 a 1200 mm/año.
Región de las Situadas al extremo Noroccidental, caracterizadas por suelos AR y RG,
Dunas temperaturas de entre 22 a 24ºC y precipitaciones menores a 600 mm/año.
Serranías del Situadas al extremo Norte, caracterizadas por suelos RG y LV, temperaturas de
Norte Chaqueño entre 22 a 24ºC y precipitación de 700 a 1100 mm/año.
5.3.4 Hidrogeología
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Respecto al material de origen de los suelos, la arenisca ocupa la zona del centro y el oeste, el
basalto se encuentra principalmente hacia el este, y los sedimentos aluviales predominan hacia el suroeste
y extremo oeste.
Los suelos originados a partir de areniscas son de textura gruesa, con baja fertilidad y baja
capacidad de retención de humedad. En cambio, los suelos originados a partir de basalto presentan textura
fina, son plásticos y pegajosos, con buena fertilidad y alta capacidad de retención de humedad, y
corresponden en general a los suelos agrícolas más productivos del país.
En la región oriental del país existen una diversidad de tipos de suelo, en total existen 7 órdenes.
13 subórdenes, 28 Grandes Grupos y 58 Subgrupos, clasificados por el sistema Soil Taxonomy, del
Departamento de agricultura de los Estados Unidos de América (López, et al 1995).
Los departamentos cuyas tierras presentan menores limitaciones en cuanto a la fertilidad son Alto
Paraná e Itapuá, suelos de fertilidad media a alta, permitiendo su total aprovechamiento, seguido por
Caaguazú, San Pedro, Concepción, Amambay y Canindeyú. Así mismo los suelos con mayores
limitaciones para la explotación agrícola son los de Cordillera y Paraguarí, por estar excesivamente
desgastados y poseer en consecuencia, baja fertilidad; los del Guaira y Caazapá, con suelos regularmente
aptos para el cultivo; así como Misiones y Ñeembucú que predominan las tierras bajas y pantanosas,
siendo apenas un 20%la fracción cultivable (MAG-IICA2003).
Igualmente identifican los sistemas productivos en las pequeñas propiedades de la Región
Oriental del Paraguay en tres zonas principales; de suelos arenosos medianamente fértiles (7 a 10 años
de uso), con un contenido de materia orgánica de 1,2%; que se encuentran en los Departamentos de San
Pedro, Caaguazú, y Caazapá; los suelos arenosos muy degradados (más de 15 años de uso)con menos de
1% de materia orgánica, generalmente compactados, principalmente en los Departamentos de Paraguarí,
Central, Cordillera y Guaira, y de suelos arcillosos con mediana a alta fertilidad, con materia orgánica de
2 a 3%, localizados en los Departamentos de Alto Paraná e Itapuá. También se encuentran zonas de
transición con características de suelo intermedias en el Departamento de Misiones, Ñeembucú y
Canindeyú (Fatecha,D. 2004).
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Figura 5.2
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Para el estudio de los suelos del Paraguay debemos remitirnos a su geología y litología, pues los
suelos que lo constituyen son residuales de las rocas madres que lo forman.
En las planicies aluviales de los ríos Paraguay y Paraná se encuentran los suelos arenosos y
limosos de origen aluvial, formados en las cuencas de inundación de dichos cursos hídricos.
En el centro de la región Oriental encontramos suelos con características especiales, entre los
que podemos citar a los podsólidos rojo – amarillos. Estos suelos derivan de areniscas, y su área de
extensión está comprendida por los distritos de Luque, Capiatá, Areguá, Itauguá, San Lorenzo, Ypacaraí,
Yaguarón, Pirayú y Paraguarí.
En la planicie de la cuenca del lago Ypacaraí se encuentran suelos desarrollados o en desarrollo
sobre materiales sedimentarios variados en tipos y edad, siendo del terciario – cuaternario como arenas,
limos y arcillas con la presencia de materia orgánica.
En los suelos de las planicies tenemos a los regosoles, son suelos que presentan escasa o ninguna
evolución de perfil.
Los planosoles se encuentran en áreas de poca extensión, dentro de la zona de planicie donde se
ha acumulado materiales sedimentarios arcilloso – limoso.
Los suelos típicos de Alto Paraná y Canindeyú son los lateríticos, de color rojo oscuro, arcilloso, ricos
en hidróxido de aluminio y hierro.
En el norte, en las cercanías de los ríos Paraguay y Apa, abundan los residuales areno –
arcillosos.
Su geomorfología se caracteriza por el predominio de terrenos planos a ligeramente ondulados,
mientras que sus tierras son en gran parte aptas para la agricultura.
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5.4.4 Hidrogeología
Sudeste de la Región Oriental, entre los paralelos 26º6´ y 27º30´ de Latitud Sur y los meridianos
de 54º20´y 56º45´ de Longitud Oeste. Con una superficie total de 16.525 Km2, una población total de
377.536 habitantes, una población urbana de 110.640 habitantes y una población rural de 266.896
habitantes.
Es una zona con topografía ondulada, la altitud varía entre los 70 y 500 metros sobre el nivel del
mar. Vegetación boscosa y rica en recursos hídricos, ejemplo el Río Paraná que junto al Río Paraguay, el
Yguazú y el Uruguay forman el gran Río de la Plata. Es la región más lluviosa del país, entre 1800 y
2000 mm anuales, presentándose los meses más lluviosos en primavera – verano y los más secos en otoño
- invierno. En cuanto a su producción agrícola, es considerado el granero del país. Gran parte de la
producción de soja, trigo y arroz (primer productor del país), se concentra en este Departamento.
Otros rubros importantes son el girasol, maíz, naranja dulce, yerba mate, ajo, algodón, mandioca,
menta, etc.
Con la expansión de la frontera agrícola, este departamento, puntualmente junto con Alto Paraná
y Canindeyú, fueron los que sufrieron mayor impacto. Dentro del área se encuentran dos represas
hidroeléctricas, Itaipú y Yacyretá, que tienen una influencia muy fuerte sobre la región.
Otra característica importante es el predominio de la agricultura mecanizada y tecnificada. El uso
del suelo se orienta a la rotación soja - trigo en siembra directa junto con el arroz en áreas inundables. La
ganadería es un rubro importante, pero no tiene la relevancia de otras regiones.
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Capítulo 6
Conservación de los Suelos
6.1- Erosión.
Erosión.
Del latín erosĭo, la erosión es el desgaste que se produce en la superficie de un cuerpo por la
acción de agentes externos (como viento o el agua) o por la fricción continua de otros cuerpos.
La erosión forma parte de lo que se conoce como ciclo geográfico, que abarca los cambios que
sufre un relieve por la acción de distintos agentes. Se trata del proceso de desgaste de la roca madre por
procesos geológicos exógenos. Estos procesos causantes de la erosión pueden ser el viento, las corrientes
de agua, los cambios de temperatura o hasta la acción de seres vivos. Esto quiere decir que los animales
pueden causar la erosión al comer pasto, por ejemplo.
Asimismo, existen una serie de factores que son los que vienen a determinar que el proceso de
erosión sea mucho más rápido. En concreto, entre los mismos destacaríamos, por ejemplo, el relieve de
la zona en sí pues si esta cuenta con una pendiente relativamente contundente se facilitará aquella acción.
De la misma forma, también el tipo de superficie es fundamental para conseguir esa aceleración
de la erosión. Y es que en base a la roca de la misma y a si esta cuenta con vegetación de diversa tipología
se permitirá favorecer en mayor o medida el proceso que ahora nos ocupa.
Así, por ejemplo, está perfectamente claro que toda aquella superficie que cuente con una clase
de vegetación lo tendrá mucho más fácil para poder conseguir evitar o frenar en cierta medida la erosión.
Y es que aquella, entre otras cosas, servirá para proteger la superficie no sólo de la acción del viento sino
también del discurrir del agua.
Y es ahí donde a su vez cobra un papel muy relevante la acción del hombre que también se
convierte en un factor fundamental del proceso de erosión. Y es que a través de determinados actos de él
se puede acelerar el citado. Un claro ejemplo de ello es la acción del agricultor que acaba con la
vegetación de un terreno o cuando lleva a cabo diversos cultivos.
Natural y progresiva
Se le puede denominar erosión geológica. El proceso suele ser lento y se prolonga por millones
de años, intervienen la lluvia, nieve, frío, calor y viento.
En los climas áridos es el calor que agrieta el suelo (pues este se expande) y el viento lleva granos
de arena formando dunas y montes de baja altura. Los factores moldean perfectamente el paisaje.
Erosión hídrica
La erosión hídrica es el tipo de desgaste que sobre los materiales duros de la superficie
terrestre ejerce el agua en sus diversas formas de desplazamiento, movimiento o flujo. Es un proceso de
desgaste, transporte y deposición de las partículas que integran la roca, los minerales y las diversas
estructuras físicas que componen la capa superficial de la litósfera.
Erosión eólica
Presente cuando el viento transporta partículas diminutas que chocan contra alguna roca y se
dividen en más partículas que van chocando con otras cosas. Se suelen encontrar en los desiertos en
formas de dunas y montañas rectangulares o también en zonas relativamente secas. Lo que conlleva un
tiempo más largo, debido al tiempo que tarda en erosionar.
Fig. 6.4-Desgaste de roca sana debido al choque de las partículas transportadas por el viento
Fig. 6.5-Procesos de erosión, transporte y sedimentación debido a los efectos del viento
Agrupa las formas de erosión que tienen lugar sobre las superficies de terrenos, cuya
manifestación responde a una gradualidad en su manifestación: erosión por salpicadura, erosión laminar,
erosión en surcos y en cárcavas.
Originada por la caída de las gotas de lluvia sobre el suelo; su impacto está en función de la forma
y tamaño de las gotas (erosividad), y de la resistencia del suelo a su poder erosivo (erodabilidad). La
energía cinética de las gotas (1/2 m v2) depende de las propiedades para ellas citadas; el efecto de la
salpicadura es especialmente dramático en condiciones climáticas tropicales donde se combinan fuertes
precipitaciones y desfavorable protección del suelo.
Fig. 6.6-Procesos de desgaste de suelo llevados a cabo durante las precipitaciones del agua de lluvia
Una vez se inicia la formación de la cárcava, ésta evoluciona según la consistencia relativa que
presenten los diferentes horizontes del suelo; cuando la consistencia del material es relativamente
uniforme, las paredes de la cárcava son más o menos verticales, en tanto que cuando se presenta un
aumento en la resistencia de las capas inferiores, se desarrollan en forma de " V". FAO (1967) describe
el crecimiento de las cárcavas como el resultado de diferentes procesos, los cuales actúan o bien aislados,
o bien en combinación, así:
Frotamiento en el fondo o en los lados de la cárcava por la corriente de agua y las materias
abrasivas (partículas de suelo o restos que arrastra el agua).
Erosión por el agua que se precipita en la cabecera de la cárcava y que ocasiona la regresión
progresiva de ésta.
Desmoronamiento en lados de la cárcava por la acción lubricante de las aguas de infiltración.
Suárez expone asimismo la formación de cárcavas a partir de los modelos de canal sub-superficial
y de túnel de erosión.
Son aquellas actividades que se realizan con implementos agrícolas, aditamentos especiales o
mano de obra y consisten en realizar movimientos de tierra, con el objetivo de disminuir los
escurrimientos superficiales para evitar la erosión en terrenos con pendiente. Se consigue también así,
mayor infiltración de agua.
Esta práctica se realiza en terrenos con pendiente mediante el trazo de:
• Surcos al contorno
• Terrazas
• Drenes
• Terrazas canal
Consiste en el trazado de los surcos en forma perpendicular a la pendiente natural del terreno,
siguiendo las curvas de nivel.
Con los surcos perpendiculares a la dirección de la pendiente del terreno, el agua que no se infiltra de
inmediato en el terreno pero que está impedida en su escurrimiento, permanece acumulada a lo largo de
los surcos por la barrera que forman los lomos de éstos y las hileras de plantas.
Esta práctica es recomendable en terrenos con pendientes hasta del 5%. Cuando la pendiente es
mayor, es necesario complementarla con otras prácticas mecánicas como son las terrazas.
Este sistema no es recomendable en regiones de fuertes precipitaciones y donde los terrenos son
muy pesados (arcillosos) o que descansan sobre un subsuelo impermeable, ya que en esas áreas y bajo
dichas condiciones, los excesos de agua perjudican el desarrollo de los cultivos.
6.2.1.2 Terrazas
Las terrazas son terraplenes formados entre bordos de tierra, construidos en sentido perpendicular
a la pendiente del terreno.
Además de los objetivos señaladas al inicio, las terrazas tienen los siguientes objetivos
particulares:
a) Desalojar los excedentes de agua superficial a velocidad no erosivas
b) Reducir el contenido de sedimentos en las aguas de escorrentía
c) Mejorar la superficie de los terrenos, acondicionándolos para las labores agrícolas
Para que un sistema de terrazas sea efectivo debe usarse en combinación con otras prácticas, tales
como: surcado al contorno, cultivos en fajas, rotación de cultivos y un manejo del suelo ajustado a su
capacidad de uso.
6.2.1.3 Drenes o canales
Son formas de terráceo en ángulo recto a la pendiente para interpretar los escurrimientos.
Comúnmente se les conoce como terrazas, aunque si se les realiza un corte transversal, todas darán la
forma de excavación de un canal. De ahí su nombre.
Estas terrazas pueden estar al contorno o planas a todo lo largo, con la finalidad de que retengan
el agua para su infiltración.
Las prácticas vegetativas son aquellas que consisten en establecer plantas o cultivos sobre el
terreno para conservar el suelo y la humedad.
Sus objetivos son evitar al máximo la erosión hídrica y eólica del suelo al incrementar la
infiltración del agua, disminuyendo los escurrimientos superficiales y al reducir la acción erosiva del
viento.
El modo en que la vegetación impide el efecto erosivo del agua es el siguiente: el follaje de las
plantas amortigua la fuerza del impacto de las gotas de lluvia, se permite mayor oportunidad de
infiltración y al reducirse el escurrimiento superficial se evita el arrastre del suelo.
Por la diversidad de especies vegetales existentes y las formas en que se manejan, las prácticas
que permiten lograr los objetivos antes señalados son:
1) Rotación de cultivos.
2) Cultivos en fajas.
3) Cultivos de cobertura.
5) Abonos verdes.
6) Reforestaciones
Consiste en cultivar sobre los terrenos, de pendiente del 2 al 15%, fajas alternadas y de anchura
variable de las plantas de escarda (en surcos) y cultivos tupidos (en melgas), los cuales generalmente
siguen un programa de rotación.
Además de lo antes señalado, los cultivos en fajas persiguen los siguientes objetivos
particulares:
Consisten en establecer una cubierta vegetal en el terreno para conservarlo y mejorarlo, Deben
establecerse después de la cosecha del cultivo base, ya que así se evita que los agentes erosivos produzcan
pérdidas de suelo.
Existen muchas variantes en la definición anterior debido a que algunas veces los cultivos de
cobertera se definen como aquellos que cubren totalmente al suelo como son los cultivos tupidos
(cereales de grano pequeño como pastos o algunas leguminosas), otras veces se considera que un abono
verde antes de incorporarlo al suelo realmente desempeña la fundación de cobertura.
Esto indica que ambas definiciones podrían quedar involucradas en las prácticas señaladas como
cultivos en Fajas y Abonos Verdes.
Además de lo dicho anteriormente los cultivos de cobertura tienen los siguientes objetivos
particulares:
a) Desarrollar una cubierta vegetal densa que disminuya las pérdidas de suelo, por efecto del
agua y del vierto.
Con el fin de disminuir los efectos perjudiciales del viento sobre una plantación o sobre un
cultivo anual, se recomienda el empleo de las cortinas rompe viento, que no son más que plantaciones de
una o más hileras de árboles y arbustos colocados perpendicularmente a la dirección de los vientos
dominantes, obligándolos a elevarse sobre sus copas a una velocidad menor a la que inicialmente traían
protegiéndose así el área adyacente.
Ventajas
Desventajas
Para instalar una cortina rompe vientos, se recomienda estudiar cada caso en forma particular,
analizando las variables siguientes.
• Cultivo a proteger
Especies.
Las especies que generalmente se usan en las cortinas rompe vientos son del tipo de las coníferas
o maderables. Para este fin también sería interesante que se empezaran a emplear especies frutales sobre
todo del tipo criollo (capulín, tejocote, etc.) o nativos de la región que no sean tan sensibles al efecto de
los vientos y que su floración no coincida con la época de los vientos fuertes y además que en el menor
tiempo posible alcancen la altura deseada para lograr la protección.
Las características consideradas como ideales de las especies que formarán la cortina rompe
vientos se enumeran a continuación:
6. Que no sean hospederas de plagas y enfermedades que puedan dañar a los cultivos por
proteger.
6.2.2.5 Reforestaciones.
Por lo antes mencionado, el principio básico para el control de la erosión del suelo en los terrenos
forestales es mantener en forma permanente la cubierta vegetal.
Objetivos
Esta práctica se puede aplicar en los terrenos de ladera donde crecen los cultivos.
El surcado al contorno es más efectivo en pendientes entre 2 y 10%. Puede ser menos efectiva si
la pendiente excede el 10% En caso de que la pendiente del terreno sea mayor del 10% se recomienda
combinar el surcado al contorno con otra practicas mecánicas como las terrazas de formación sucesiva o
el establecimiento de barreras vivas.
No es recomendable para zonas con altas precipitaciones o donde los terrenos son muy arcillosos
o descansan sobre un estrato impermeable, ya que en estas condiciones los excesos de agua pueden
perjudicar el desarrollo de los cultivos. Cuando prevalecen estas condiciones es necesario modificar el
trazo de los surcos, para darles un desnivel del 3 al 8 al millar y desalojar los excesos de agua hacia
cauces previamente estabilizados.
El gradiente en el surco para suelos con tasas de infiltración bajas y muy bajas; o para cultivos
sensibles a condiciones de acumulación de agua por periodos menores de 40 horas, deben diseñarse con
pendiente no menor del 0.2%.
Para alcanzar la máxima eficiencia en el control de la erosión el surco debe trazarse lo más
cercano a la curva de nivel. El grado máximo de pendiente en el surco no debe exceder el 2% o un medio
del porciento de pendiente utilizada para los cálculos de erosión. Pendientes en el surco mayores del 3%
solo pueden permitirse en longitudes no mayores de 50 m cercanas a un cauce empastado bordo o salida
estable.
Las cabeceras y finales de los surcos que exceden los rangos de pendiente mencionados pueden
tener manejo de la cobertura o el establecimiento de bordos permanente.
Cuando el surco alcanza el gradiente máximo de diseño, debe establecerse una nueva línea guía
pendiente abajo del último surco al contorno u usarla como referencia para el siguiente patrón de
contorno. Las operaciones de labranza y de cultivo deben hacerse utilizando el contorno establecido.
El trazo del surcado al contorno no debe hacerse en una pendiente mayor a la longitud crítica de
la pendiente, a menos que se combine con otras prácticas (e.g., terrazas, derivaciones, etc.) que reduzcan
la longitud de la pendiente por debajo de la longitud crítica o reduzca las velocidades del flujo superficial.
El aumento de la cobertura superficial y la rugosidad pueden cambiar las condiciones de cobertura
vegetal y disminuir las velocidades de flujo superficial. El aumento de rugosidad no es suficiente para
reducir la longitud crítica de la pendiente. El cálculo de la longitud crítica puede determinarse utilizando
la tecnología aprobada de la predicción de la erosión.
Salidas estables
Los escurrimientos del surcado al contorno deben liberarse a salidas estables como: cauces
empastados, bordos perimetrales, cuencas de control de agua y sedimentos, o salidas subterráneas para
terrazas o derivadores.
Consideraciones
El uso de altura variable en el tamaño del surco puede ser necesario en algunas
áreas.
El ancho de las áreas de corrección y la distancia entre líneas guías, deben ajustarse
según el ancho de los equipos. Se deben utilizar cauces empastados, remansos para el control de
agua y sedimentos, salidas subterráneas, u otras prácticas convenientes para proteger áreas
existentes o potenciales de erosión por flujo concentrado.
Hay varios factores que afectan la eficacia del surcado al contorno para reducir la erosión del
suelo. Estos factores incluyen:
La cobertura, la rugosidad, la altura del bordo y la aspereza, pueden ser influenciadas por el
manejo y proporcionar más o menos ventaja dependiendo del diseño.
El surcado al contorno puede necesitar la combinación con otras prácticas de conservación para
alcanzar las metas de conservación en el del sistema de manejo de la conservación.
Operación y mantenimiento
Realizar todas las operaciones la labranza y cultivo paralelos a las líneas guías,
terrazas, derivaciones o franjas al contorno, donde se utilicen estas prácticas, garantiza mantener
la pendiente en los surcos.
Las operaciones de campo pueden iniciarse en las líneas guía y proceder arriba o
debajo de la pendiente en un patrón paralelo hasta que se completen los patrones. Donde las
operaciones empiezan a converger entre dos líneas guías no paralelas al contorno, establezca un
área de corrección que esté permanentemente con pasto.
Para hacer este trabajo en el campo deben considerarse las características topográficas del terreno,
ya que, si la topografía es de pendiente uniforme, bastará una sola línea guía y cuando ésta sea irregular,
será necesario trazar más de dos líneas guías. Los procedimientos a seguir se describen a continuación:
A partir del punto señalado con la estaca inicial, se procede a marcar la línea guía
o curva de nivel, por medio de estacas separadas de 15 a 20 m. El trazado se hace con cualquier
instrumento de nivelación (nivel montado, de mano, caballete, etc.).
Con los puntos previamente localizados, se procede al trazado del surco o línea guía con los
implementos agrícolas adecuados (de tracción mecánica o animal).
Posteriormente, se trazan los surcos paralelos a la línea guía, hacia arriba y hacia abajo, hasta
cubrir todo el terreno, circunstancia en la cual, todos los surcos se encontrarán sensiblemente a nivel, ya
que la topografía es uniforme.
Fig. 6.2.3.1 Localización y trazo de líneas guía en terrenos con pendiente uniforme
El manejo de escorrentías tiene particularidades para cada región, por lo que sus características,
componentes y diseño deben adecuarse a las condiciones específicas de una.
Los sistemas de manejo de escurrimientos son formas especializadas de riego superficial que
incluyen estructuras de derivación y conducción de los escurrimientos (de canales naturales o cauces
establecidos) y de distribución del escurrimiento en áreas relativamente niveladas. La derivación y
distribución se controla con bordos, zanjas de desviación, represas o una combinación de éstas, diseñadas
para manejar un volumen determinado de agua.
Estos sistemas se diseñan para colectar agua de lluvia, de un área de escurrimiento y aplicarlo en
terrenos de cultivo. Generalmente se diseñan para tormentas de 6 horas de duración con períodos de
retorno de 1.25, 2, 5 y 10 años.
Aplicación
Se aplica en áreas donde es posible derivar agua de la red de drenaje natural a zonas planas para
su infiltración y retención hasta que sea utilizada por las plantas.
a) Cultivos.
Se utilizan para el riego de maíz, frijol, pastizales y agostaderos, con la finalidad de aumentar la
producción de grano, forraje o semilla.
b) Suelos.
Los suelos profundos de textura media a moderadamente fina con subsuelos y substratos
moderadamente permeables son ideales. Los de textura fina son aceptables si las pendientes son ligeras
y no se presenta encharcamiento. Los suelos de textura gruesa no son recomendables por las altas tasas
de infiltración y la baja capacidad de almacenamiento.
c) Topografía.
El área de cultivo debe estar nivelada o con pendientes suaves. Si se usan sistemas de
entarquinamiento, la pendiente máxima será de 1 a 2 %, de manera que los bordos no necesiten estar
muy espaciados ni ser muy altos. En sistemas de flujo continuo, la pendiente máxima será de 5% para
terrenos uniformes y de 3% para terrenos ondulados.
d) Clima.
La selección del área a utilizar con este sistema es una combinación de suelos, pendientes y
cultivos.
Ventajas
El aprovechamiento de escurrimientos con fines agrícolas es un método
relativamente económico que genera beneficios con inversiones pequeñas.
Los rendimientos en cultivos con estos sistemas son similares a los alcanzados bajo
riego. En años de buen temporal los productores pueden mejorar sus ganancias, o mantener un
rendimiento mínimo en años de mal temporal.
Los sedimentos favorecen la formación de terrazas, la fertilidad del suelo, la
profundidad y la capacidad de almacenamiento de humedad.
Se pueden combinar plantaciones de árboles frutales y/o forrajeros en los bordos
o dentro de la parcela que diversifiquen la producción.
Desventajas
Que los escurrimientos no coincidan con las necesidades de agua por las plantas o
con la capacidad de almacenamiento en el suelo.
El mal diseño y manejo pueden provocar erosión, destrucción de estructuras, y
acumulación de azolves.
Tipos de sistemas
Estos sistemas se dividen en sistemas de flujo continuo (Bordo dispersor, bordo conductor y
bordos con salida independiente) y sistemas de entarquinamiento (de control manual). Los de flujo se
caracterizan por manejar el escurrimiento entre zanjas y bordos con drenaje libre del área de riego. Los
sistemas de entarquinamiento retienen el agua aplicada en el área de riego hasta que ésta se infiltra, el
agua se almacena entre bordos y empieza a descargar cuando se ha aplicado la lámina deseada.
Distribuye el agua en un período corto, los bordos y zanjas conducen un volumen reducido de
agua, la pendiente de la zanja varía de 0.3 o 0.4% en el extremo superior cercano a la fuente de agua a
0% en el extremo inferior. El agua se conduce por zanjas y se controla con bordos distribuidos
estratégicamente de manera que pueda ser redistribuida lateralmente.
Existe una zanja derivadora en la parte alta del área de cultivos. El agua se derrama aguas abajo
de la zanja, a medida que el agua se mueve aguas abajo, es interceptada por un bordo al contorno, y se
mueve al otro extremo del terreno. Esto se repite hasta que se alcanza la parte final del terreno, donde
hay un bordo que descarga el exceso de escurrimientos. La pendiente máxima para este sistema es de 1.2
%; y la distancia máxima recomendada entre bordos es de 90 m. La pendiente del terreno permite definir
el espaciamiento entre bordos.
Es una modalidad del subsistema de bordos conductores, el cual tiene varias salidas (tubos de
concreto, arcilla o metal o vertedores) distribuidas a lo largo del bordo.
El agua se distribuye en cada bordo de manera individual, hasta que se alcanza la lámina deseada
La pendiente máxima permisible es del 2%, con bordos de 60 cm de altura y con una altura libre de bordo
de 15 cm. Los bordos pueden estar separados hasta 30 m, se recomienda la construcción de una zanja
aguas abajo de los bordos, para que conduzca el escurrimiento y lo derrame y un vertedor de excedencias.
6.2.3.3 Contreo
Una de las formas de conservar y almacenar humedad en el suelo es la captación de lluvia in situ.
Entre las diferentes formas de realizar esta práctica se encuentran las labores culturales y la labranza,
entre ellas la práctica conocida como contreo.
El contreo se ha realizado desde hace tiempo por los productores con aperos manuales lo que
impedía su uso extensivo, el uso de equipo especial para realizar el contreo ha permitido volver
económica esta práctica.
El contreo se conoce como: labranza en cuencas, diques en el surco, cadeneo, tornas, lista de
cuencas, embalsamiento del surco, pileteo, etc.
El equipo puede ser adquirido por los productores que utilizan tractor o yunta.
Se adapta a sembradoras y cultivadoras de tiro animal y mecánico, sin requerir
pasos adicionales sobre el terreno.
No implica gastos adicionales de combustible, mano de obra, maquinaria o uso de
yuntas.
Permite trabajar la totalidad de la superficie sembrada con cultivos en hilera y
mantener la altura de las contras y surcos a su máximo nivel.
Distribuye uniformemente el agua de la lluvia en el terreno.
Permite el almacenamiento del agua de lluvia, aún en tormentas de alta intensidad
(120 mm/h), evitando al máximo el escurrimiento superficial y la pérdida de suelo por erosión.
Si la precipitación no es abundante durante el ciclo, se logra producir forraje o
asegurar la producción de semilla para la siembra del siguiente ciclo.
Es de bajo costo y tiene una buena rentabilidad.
Cuando se utiliza en riego, mejora la distribución del agua en el terreno y reduce
el número de riegos aplicados en el cultivo.
Desventajas
Capítulo 7
La Vegetación en el Manejo de Cuencas
Al abordar de manera integral todos los recursos naturales de una cuenca hidrográfica,
especialmente el agua, la tierra y el suelo, la gestión de las cuencas hidrográficas ofrece un marco para
evaluar la forma en que se pueden utilizar dichos recursos, lo que les afecta y la mejor manera de
aprovecharlos y protegerlos.
La mayoría de las personas coincide en que los recursos naturales están sometidos a una presión
cada vez mayor. El aumento de la demanda de terrenos agrícolas para producir al menos un 70 por ciento
más de alimentos para 2050 a fin de alimentar a una población mundial en crecimiento compite con la
necesidad cada vez mayor de tierra y agua para la expansión urbana, el desarrollo industrial y el turismo.
Al mismo tiempo, cada vez se reconoce más que una parte considerable de las tierras cultivadas ya está
fuerte o moderadamente degradada debido a prácticas agrícolas insostenibles que provocan la erosión
del suelo, el agotamiento de los nutrientes y la pérdida de productividad.
Fig. 7.1.1.1 Las prácticas agrícolas insostenibles tienen también consecuencias en otros lugares, como cambios en los
patrones de escorrentía, la hidrología de los ríos y tasas de recarga de las aguas subterráneas, así como la
contaminación y la sedimentación en las aguas abajo.
Los sistemas de tratamiento de la vegetación y el suelo son muy importantes para proteger y
estabilizar las laderas denudadas en los casos en que exista abundancia de material vegetativo, la
vegetación se propague y establezca fácilmente, la construcción de obras de ingeniería pueda ser
innecesaria o inconveniente y sean importantes los valores estéticos. Entre las medidas que se pueden
aplicar figuran el recubrimiento con vegetación de las laderas expuestas para protegerlas de la erosión y
la estabilización de las laderas con material vivo o material muerto.
Según éstos, los planes de manejo de cuencas se realizan con miras a obtener varios resultados
diferentes. Algunos resultados específicos de un proyecto pueden ser: control de crecidas e inundaciones,
estabilización de los cursos fluviales para proteger las márgenes de la socavación, producción de
hidroelectricidad, abastecimiento de agua para riego, abastecimiento de agua para la industria y para el
consumo de la población, fomento de la fauna piscícola, corrección de cursos de agua para la habilitación
de tierras anegables, restauración y estabilización de las vertientes, regulación de del pastoreo.
7.1.2.1-Control de cárcavas.
Los desprendimientos de tierra son fenómenos naturales que pueden ocurrir en zonas
caracterizadas por unas condiciones geológicas frágiles, una topografía escarpada y un alto índice de
precipitaciones. Es difícil prevenir cuándo se producirán y el volumen de tierra que involucrarán, si bien
las actividades humanas pueden provocarlos. La conversión de bosques en pastos, la construcción de
caminos y diques, el aprovechamiento maderero y otras actividades pueden causar cambios en la
estabilidad de las laderas y aumentar de este modo el riesgo de desprendimientos. Los responsables de
la gestión de las cuencas hidrográficas pueden cumplir una función importante para prevenirlos
adoptando decisiones adecuadas de gestión de la tierra. Sin embargo, es preciso señalar que los
desprendimientos de tierras causados por los movimientos tectónicos no se pueden evitar o mejorar a
través de la gestión de las cuencas hidrográficas.
Fig. 7.1.2.2.1 Los deslizamientos se producen cuando una gran masa de terreno o zona inestable desliza con respecto a
una zona estable, a través de una superficie o franja de terreno de pequeño espesor. Los deslizamientos se inician
cuando las franjas alcanzan la tensión tangencial máxima en todos sus puntos.
El marco de gestión de las cuencas hidrográficas tiene una amplia gama de aplicaciones. Por
ejemplo, puede utilizarse para planificar y adoptar medidas de adaptación al cambio climático y su
mitigación. Los cambios en el ciclo hidrológico y la disponibilidad de agua debidos al cambio climático
pueden dar lugar a una mayor incidencia de inundaciones y escasez de agua, al aumento del riesgo de
erosión y desprendimientos de tierra, y, por último, a la disminución de los cultivos, los pastos y la
productividad forestal. El aumento de las temperaturas provocará seguramente el derretimiento de los
glaciares y el desplazamiento del permafrost y, en consecuencia, se producirán caídas de rocas con más
frecuencia, avalanchas de hielo y nieve, flujos de lodo, desplazamientos de tierra y formación de lagos a
los pies de los glaciares en las cuencas hidrográficas de tierras altas.
Fig. 7.1.3.1 Al evaluar la vulnerabilidad de las cuencas hidrográficas ante el cambio climático y determinar y establecer
un orden de prioridad de las opciones de adaptación, la gestión de las cuencas hidrográficas desempeña un papel
importante en el fortalecimiento de la resiliencia y la capacidad de adaptación de las comunidades de las cuencas
hidrográficas.
En muchas cuencas hidrográficas, un enfoque crucial para asegurar la resiliencia puede ser la
gestión forestal sostenible, ya que unos bosques y árboles manejados de manera sostenible tienen una
capacidad considerable de actuar como amortiguadores a medida que cambien los regímenes
hidrológicos. Además, será importante adaptar las prácticas agrícolas y diversificar las oportunidades
económicas en las cuencas hidrográficas a medida que vayan cambiando las condiciones.
Puede utilizarse además para determinar zonas con bosques y árboles que almacenan y absorben
el carbono y disminuir la deforestación y la degradación de los bosques limitando la expansión de la
agricultura y la conversión de los bosques en pastos. Hay considerables coincidencias entre los principios
fundamentales de la gestión de las cuencas hidrográficas y las salvaguardias de la reducción de las
emisiones debidas a la deforestación y la degradación forestal en los países en desarrollo.
Fig. 7.1.3.3 Los cambios en el uso y la gestión de la tierra y el agua, así como la contaminación, la sobrepesca, el cambio
climático, el crecimiento demográfico y la urbanización, están generando la desaparición de los sistemas alimentarios,
según la FAO.
7.2- Bosques.
En muchas regiones del mundo, los usos abusivos y erróneos y la contaminación amenazan cada
vez más la disponibilidad y la calidad del agua; y se considera con frecuencia que los bosques influyen
fuertemente en ambas. Además, el cambio climático altera la función reguladora de los flujos de agua
ejercida por los bosques y condiciona la disponibilidad de los recursos hídricos (Bergkamp, Orlando y
Burton, 2003). La relación entre los bosques y el agua es, por consiguiente, un asunto crítico que debe
ser objeto de atención prioritaria.
Tanto en las zonas de aguas arriba como en las de aguas abajo, las cuencas hidrográficas forestales
proporcionan una gran parte del agua que se destina a usos domésticos, agrícolas, industriales y
ecológicos. Los encargados de la ordenación de tierras, bosques y aguas deben hacer frente al importante
desafío de incrementar al máximo la amplia gama de servicios plurisectoriales brindados por los bosques
sin menoscabar las funciones de los recursos hídricos y del ecosistema. Es pues urgente llegar a una
comprensión más cabal de las interacciones entre los bosques y árboles y el agua a fin de estimular la
toma de conciencia y la creación de capacidad en materia de hidrología forestal, y traducir los
conocimientos y los resultados de las investigaciones en las políticas.
Fig. 7.2.1 y 7.2.2 En las zonas aguas arriba y aguas abajo, es necesario considerar
de modo más holístico las interacciones entre el agua, los bosques, otros usos de la
tierra y los factores socioeconómicos. (En las fotos, cuenca hidrográfica arbolada
en la India; riego en la República Árabe Siria.)
Las políticas forestales e hídricas solían basarse en el pasado en el supuesto de que, cualesquiera
fuesen las circunstancias hidrológicas y ecológicas, los bosques eran el mejor tipo de cubierta vegetal
para maximizar el rendimiento hídrico, regular los flujos estacionales y asegurar un agua de elevada
calidad. Se desprendía de tal supuesto que la conservación (o extensión) de la cubierta forestal en las
cuencas aguas arriba era la medida más eficaz para aumentar la disponibilidad de agua para usos
agrícolas, industriales y domésticos, así como para impedir las inundaciones en las zonas aguas. abajo.
La investigación hidrológica (resumida por Bruijnzeel, 2004; Calder, 2005, 2007; Van Dijk y
Keenan, 2007) realizada en los decenios de 1980 y 1990 arroja al respecto una imagen asaz diversa. Si
bien la importante función de la cubierta forestal aguas arriba en la entrega de un agua de alta calidad
quedaba confirmada, las generalizaciones tempranas acerca de los beneficios de la cubierta forestal aguas
arriba respecto a los flujos anuales y estacionales aguas abajo se revelaron por lo general erróneas y
engañosas. Los estudios han mostrado en cambio que, especialmente en los ecosistemas áridos o
semiáridos, los bosques no constituyen la mejor cubierta vegetal capaz de aumentar el rendimiento
hídrico aguas abajo. Es más, existen pruebas incontrovertibles de que, en los ecosistemas tropicales, la
función protectora aguas arriba de la cubierta vegetal contra inundaciones que ocurren aguas abajo ha
sido a menudo sobrevalorada: esto se comprueba especialmente en relación con los principales
fenómenos que afectan a las mayores cuencas hidrográficas o fluviales (FAO y CIFOR, 2005).
7.2.1-Estado del conocimiento sobre los bosques y el agua
Fig. 7.2.1.1 El ecosistema forestal es de hecho uno de los principales usuarios del agua.
El diseño de la política se solía basar, en otras épocas, en la suposición de que mientras mayor
fuese el número de árboles mayor sería la cantidad de agua disponible. Pero tal afirmación ha sido puesta
en entredicho por las investigaciones hidrológicas actuales. El ecosistema forestal es de hecho uno de los
principales usuarios del agua. Las copas de los árboles reducen los caudales subterráneos y los flujos
fluviales ya que interceptan las precipitaciones y la evaporación y la transpiración del follaje.
Puesto que tanto los bosques naturales como los establecidos por el hombre utilizan una cantidad
de agua más grande que la mayor parte de la cubierta vegetal de sustitución (comprendida la agricultura
y el forraje), no existen dudas de que el aclareo (incluso parcial) aumenta los rendimientos hídricos aguas
abajo.
Por consiguiente, se ha indicado a veces que la remoción de una cubierta forestal gran
consumidora de agua, especialmente en las zonas semiáridas, constituye un medio de obviar o mitigar
las sequías. Este tipo de política debería sin embargo formularse ponderando las pérdidas que resultan
de la desaparición de muchos otros servicios y bienes proporcionados por los bosques, tales como el
control de la erosión, la mejora de la calidad del agua, la fijación de carbono, los valores recreativos y
estéticos, la madera, la leña, otros productos forestales y la biodiversidad
Fig. 7.2.1.2 La práctica del aclareo debería evitarse de todas maneras en las zonas propensas a la salinidad, donde el
aclareo podría traducirse en el acercamiento de las sales a la superficie del suelo; y en los bosques nubosos de montaña,
donde el follaje de los árboles, las superficies vegetativas epifíticas, las ramas y ramillas y los tallos y arbustos
proporcionan una «red» que captura la «precipitación horizontal» proveniente de la niebla o las nubes.
También ha quedado comprobado que la eliminación parcial o total de la cubierta forestal puede
acelerar el caudal de descarga y aumentar el riesgo de inundación durante la estación de lluvias, y reducir
el flujo fluvial o incluso causar que el lecho del río se seque durante la temporada seca. Sin embargo, se
ha sobrestimado a menudo la importancia de la función reguladora de los flujos hidrológicos de la
cubierta forestal. Las repercusiones de la remoción de la cubierta forestal son evidentes solo a nivel micro
y en asociación con fenómenos de pluviosidad breves y de baja intensidad (que por lo general son los
más frecuentes). A medida que aumenta la duración o la intensidad de las precipitaciones, o a medida
que aumenta la distancia que separa la zona interesada por la pluviosidad de la cuenca, disminuye la
influencia ejercida por la cubierta arbórea sobre la regulación de los flujos.
A nivel macro, los procesos naturales que tienen lugar en la cuenca alta revisten mayor
importancia que las prácticas de ordenación de las tierras en la formación de las grandes crecidas. Por
consiguiente, aunque hay razones valederas para reforestar las cuencas hidrográficas (por ejemplo,
reducir las pérdidas de suelo, evitar que los sedimentos caigan a los cauces, mantener la producción
agrícola y el hábitat de las especies silvestres, etc.), la reducción del riesgo de inundaciones o incluso su
control no forman parte de tales razones. La reforestación con el propósito de prevenir o limitar las
inundaciones solo es efectiva a escala local, en una superficie de unos pocos centenares de hectáreas.
Fig. 7.2.1.3 Las complejas relaciones entre bosques y aguas en las grandes cuencas fluviales continúan alimentando los
debates (véase CIFOR, 2007), y no hay duda de que se precisan ulteriores trabajos para comprender plenamente dichas
relaciones.
Es conservando la calidad del agua que los bosques contribuyen de manera significativa a realzar
las propiedades hidrológicas de los ecosistemas de cuenca, y esto se logra minimizando la erosión del
suelo en el lugar, reduciendo la sedimentación de los cuerpos de agua (humedales, estanques, lagos,
cursos de agua, ríos) y atrapando o filtrando otras sustancias contaminantes del agua presentes en la
cubierta vegetal muerta, en especial mediante los mecanismos que se apuntan a continuación.
En los terrenos en pendiente, el suelo se desplaza cuesta abajo principalmente por efecto de la
fuerza de gravedad y la acción de salpicadura de las gotas de lluvia. La cubierta forestal natural
forma una barrera sumamente eficaz contra la erosión del suelo causada por la salpicadura, sobre
todo porque las hojas inferiores de las copas de los árboles y la cubierta vegetal muerta
contrarrestan la fuerza de la salpicadura. La tala del bosque y su sustitución por otros sistemas de
aprovechamiento de la tierra conducen en la mayoría de los casos a una erosión más intensa y
rápida, a menos que la conservación de los suelos se practique con sumo cuidado.
Por lo general, la erosión está asociada con una mayor concentración de sedimentos en la
escorrentía y en los cursos de agua. Más que cualquier otro tipo de cubierta vegetal, una buena
cubierta forestal impide más eficazmente la sedimentación de las aguas. La cubierta superficial,
los desechos leñosos y las raíces de los árboles retienen los sedimentos y detienen su
desplazamiento cuesta abajo. Más aún, las raíces profundas estabilizan las pendientes y
contribuyen a evitar los desprendimientos poco profundos.
Además de los sedimentos, la calidad del agua puede también sufrir deterioro por diversos tipos
de contaminación, según cual sea el uso de la tierra en las cercanías y el drenaje en dirección al
curso de agua. Los contaminantes posibles incluyen materias orgánicas en concentración excesiva
(que ocasionan la eutrofización del agua) y productos químicos agrícolas o industriales. Los
bosques constituyen por cierto un estrato rasante idóneo para las cuencas destinadas al
abastecimiento de agua potable, en virtud de que en las actividades forestales (a excepción de las
plantaciones en las que se practica una ordenación intensa) no suele por lo general utilizarse
fertilizantes o plaguicidas y se evita la contaminación por aguas residuales domésticas o procesos
de elaboración industrial. Además, las fuentes de contaminación no puntuales (es decir, la
contaminación de procedencias difusas), que se crean con los usos domésticos, industriales y
agrícolas, se pueden reducir drásticamente o incluso eliminar cuando se mantienen de forma
adecuada unas zonas boscosas ribereñas tampón a lo largo de los cursos de agua. Tales zonas no
conseguirán sin embargo evitar la contaminación de las capas freáticas.
Fig. 7.2.1.6 Los bosques mantienen la alta calidad del agua porque
minimizan la erosión del suelo y reducen la sedimentación; la
deforestación por lo general hace aumentar la erosión, con la
consecuencia de una mayor concentración de sedimentos en la
escorrentía y el aterramiento de los cursos de agua (Pakistán)
Tras la celebración del Año Internacional del Agua Dulce 2003, los debates entre hidrólogos
forestales, otros expertos del sector del agua y encargados del diseño de políticas se han concentrado en
tres cuestiones principales: la incorporación del conocimiento sobre hidrología forestal en las políticas
de aguas; la inclusión de las aportaciones del sector forestal en las políticas de ordenación integrada de
los recursos hídricos; y el pago por los servicios medioambientales relacionados con los bosques y el
agua.
Pese a los significativos progresos en la comprensión científica de las interacciones entre los
bosques y el agua, la función desempeñada por los bosques en relación con la ordenación sostenible de
los recursos hídricos continúa siendo, tal como se ha descrito en la sección anterior, un asunto conflictivo.
Persisten las incertidumbres y, en algunos casos, la confusión debidas a dificultades que surgen al intentar
transferir los resultados de la investigación a diferentes países y regiones, a cuencas de diferentes
dimensiones, a tipos de bosque y especies diferentes y a regímenes diferenciados de ordenación forestal.
Otra dificultad reside en la brecha que separa la investigación de la política. La distancia entre
ambas no se ha conseguido superar debido, entre otras cosas, a que no ha sido posible transmitir
eficazmente los resultados de la investigación hidrológica a los encargados del diseño de políticas y no
se ha logrado poner en tela de juicio, esgrimiendo argumentos científicos probatorios, las suposiciones
tradicionales.
Fig. 7.2.2.1.1 Las zonas forestales ripícolas tampón consiguen reducir considerablemente, o eliminar por completo, las
fuentes de contaminación no puntuales originadas por usos domésticos, industriales y agrícolas (Suriname).
La agroforestería es el término general utilizado para los sistemas y las tecnologías de uso de la
tierra en los que se combinan deliberadamente plantas leñosas perennes (como árboles, arbustos, palmas
o bambús) con cultivos agrícolas o animales en la misma parcela de tierra con algún tipo de disposición
espacial y cronológica. La agroforestería se puede definir también como un sistema de manejo dinámico
y ecológico de los recursos naturales que, bien a través de la integración de los árboles en las fincas y en
los paisajes agrícolas o bien a través de la producción de productos agrícolas en los bosques, diversifica
y sustenta la producción con objeto de incrementar los beneficios económicos, sociales y ambientales de
los usuarios.
La agroforestería se practica desde hace muchos años en numerosas partes del mundo. Sus formas
varían considerablemente de un paisaje a otro, de un país a otro y de una región a otra, en función de las
necesidades y la capacidad de las personas, condiciones ambientales, culturales y socioeconómicas
prevalecientes. Algunos de los sistemas agroforestales que se utilizan en todo el mundo son los barbechos
mejorados, taungya (plantación de árboles entre cultivos), los huertos caseros, el cultivo en callejones, el
cultivo de árboles y arbustos multipropósito en tierras agrícolas, la plantación en linderos, los bosquetes
en fincas, los huertos y jardines arbolados, las plantaciones de árboles, las cortinas protectoras, los rompe
vientos, los setos de conservación, los bancos de forraje, los sistemas silvopastoriles y la apicultura con
árboles.
Los sistemas agroforestales son sistemas multifuncionales que pueden proporcionar una gran
variedad de beneficios económicos, socioculturales y ambientales. No obstante, estos sistemas tienen
también sus limitaciones, por lo que es necesario llevar a cabo un análisis minucioso antes de su
introducción.
Fig. 7.3.1 La agroforestería puede ser especialmente importante para los pequeños agricultores ya que genera diversos
productos y servicios en una zona de tierra limitada.
Fig. 7.3.2 Algunos sistemas agroforestales: (De arriba abajo y de izquierda a derecha), taungya, huertos caseros, cultivo
en callejones, cortinas protectoras rompe vientos, setos de conservación, bancos de forraje, sistema silvopastoril y
apicultura con árboles.
7.3.1-Beneficios económicos
Fig. 7.3.2.1 La perpetuación de las prácticas agroforestales tradicionales puede ayudar a mantener los vínculos sociales
establecidos mediante acuerdos de ayuda mutua (como en el caso del cultivo migratorio).
7.3.3-Beneficios ambientales
Los sistemas agroforestales pueden proporcionar una amplia variedad de servicios ambientales.
Por ejemplo, pueden mejorar la fertilidad del suelo, proteger los cultivos y el ganado del viento, restaurar
las tierras degradadas, mejorar la conservación del agua, limitar el desarrollo de las plagas y evitar la
erosión del suelo. Si los sistemas agroforestales se diseñan y se gestionan de manera adecuada pueden
contribuir a la conservación de la biodiversidad y la adaptación al cambio climático y su mitigación. Sin
embargo, si se aprovechan de manera inadecuada, pueden provocar una disminución de la producción a
consecuencia de la competencia entre los árboles y los cultivos.
aceptación eficaz de la agroforestería. Para desarrollar y ampliar los sistemas agroforestales tradicionales
y mejorados es preciso un entorno propicio, como un régimen bien definido de tenencia de los árboles y
tierras, un marco jurídico sólido, apoyo a las cadenas de valor para los productos agroforestales y la
coordinación entre los diversos sectores interesados.
7.3.4-Establecimiento y manejo de los sistemas agroforestales.
Si se considera que la agroforestería puede ayudar a satisfacer las necesidades de los usuarios de
la tierra, el siguiente paso es determinar cuál es el sistema más adecuado en las condiciones económicas,
sociales y ambientales prevalecientes. Los tres elementos principales que hay que tener en cuenta en este
proceso de decisión son los siguientes:
Las características de la tierra, como la topografía, la fertilidad y el drenaje del suelo, y los
recursos hídricos, así como las condiciones relacionadas con el clima y el medio ambiente,
como las precipitaciones, la temperatura y las variaciones estacionales.
Las necesidades y las prioridades de los propietarios de las tierras, como productos para su
propio consumo y para venderlos en el mercado, así como servicios ambientales.
Fig. 7.3.4.1 Los sistemas agroforestales son más complejos que los monocultivos y pueden requerir considerables
esfuerzos, tiempo y conocimientos especializados para asimilarlos con buenos resultados. Por consiguiente, es
importante estudiar los costos y los beneficios de la agroforestería.
En los casos en que ya exista un sistema agroforestal, puede ser más apropiado estudiar si se
mejora dicho sistema en lugar de introducir uno completamente nuevo. Los sistemas tradicionales estarán
bien adaptados a las condiciones locales, aunque puede ser posible hacerlos más eficaces, y es probable
que los agricultores locales estén más dispuestos a modificar un sistema existente que introducir uno que
no conocen.
Árboles u otras especies leñosas – los árboles pueden proporcionar frutas, forraje, combustible
de madera, madera y otros productos, así como servicios ambientales como la renovación de la
fertilidad del suelo, el control de la erosión y la absorción de carbono.
Fig. 7.3.4.2 Los árboles normalmente permanecen en un paisaje durante muchos años, con una duración de la rotación
que depende de las especies y los productos finales deseados.
Cultivos o forraje como granos, tubérculos, raíces, hortalizas e incluso flores. La rotación de los
cultivos es, por lo general, mucho más corta que la de los árboles.
Animales – animales para la producción de productos lácteos, carne y huevos, así como pescado,
caracoles y otros organismos comestibles.
Sistemas agro silvícolas (cultivos –por ejemplo, cultivos anuales y plantas trepadoras–más
árboles): barbechos mejorados, taungya (plantación de árboles entre cultivos), cultivo en
callejones, jardines de estratos múltiples, árboles multipropósito en tierras agrícolas,
combinaciones de plantaciones-cultivos, huertos caseros, árboles para la conservación y la
recuperación del suelo, cortinas protectoras, rompe vientos y setos vivos, producción de
combustible forestal.
Sistemas agrosilvopastoriles (árboles más cultivos más pastizales y animales): huertos caseros
con animales, setos vivos leñosos de fines múltiples, apicultura con árboles, ictioforestería,
macizos forestales multipropósito
El establecimiento de un sistema agroforestal conlleva, entre otras cosas, la preparación del lugar,
la selección de plantas y material de origen animal, la plantación y la comercialización. La disponibilidad
de materiales apropiados e insumos financieros y técnicos adecuados es fundamental.
Las plántulas se pueden comprar en viveros comerciales o pueden ser producidas por los mismos
propietarios o los responsables del manejo de las tierras, en función de las necesidades y las situaciones.
Las semillas se pueden comprar en los mercados locales o se pueden obtener mediante la
autoproducción. Deben elegirse semillas de buena calidad (que puede estar indicada, por ejemplo, por
parámetros como el tamaño y el color); es probable que los agricultores locales con experiencia sean
buenas fuentes de información.
Los animales pueden comprarse en los mercados o a los vecinos; se deberían comprar
únicamente animales sanos e instalarlos en el recinto adecuado, alimentándolos de manera correcta a fin
de garantizar su continuo crecimiento y buena salud.
Fig. 7.3.4.3 En un sistema agroforestal determinado, debería indicarse con precisión quién es el responsable principal
del cuidado y la seguridad de los animales y quién se encarga de obtener los productos de origen animal, como leche,
huevos y fibra.
Aunque hay pruebas considerables de las contribuciones positivas de los sistemas agroforestales
en la mejora y la diversificación de la producción agrícola, existen todavía numerosos obstáculos para su
adopción. Alguno de los principales problemas para el desarrollo de la agroforestería son los siguientes:
reglamentos desfavorables;
conocimientos limitados;
Las medidas políticas públicas pueden considerarse instrumentos para crear las condiciones
favorables para el desarrollo de la agroforestería. Ello se puede lograr mediante lo siguiente:
Proporcionar un régimen de tenencia de las tierras y los árboles seguro. Las políticas y los
reglamentos propicios sobre la utilización de la tierra pueden conllevar la creación de un marco
seguro para los derechos de tenencia, vinculando la tenencia de los árboles a la tenencia de la
tierra, la elaboración de normas jurídicas para proteger a los agricultores y utilizar las reglas
comunitarias para la gestión de la tierra y los recursos forestales.
Ajustar el contexto. Puede ser posible realizar reformas para eliminar reglamentos (por ejemplo,
que inhiban la poda de árboles), leyes y obstáculos financieros desfavorables.
Organizar y crear sinergias. Una mayor coordinación intersectorial es probable que tenga como
consecuencia una mayor coherencia política y sinergias; ello se puede conseguir a través de
estrategias para fomentar la colaboración entre los departamentos y las partes interesadas (por
ejemplo, mediante foros de múltiples interesados) y la aplicación de enfoques participativos
basados en las partes interesadas con objeto de adoptar decisiones, como las relativas a la
planificación del uso de la tierra.
Ofrecer incentivos. Los servicios ambientales generados mediante la agroforestería pueden ser
recompensados por medio de donaciones, exenciones de impuestos, programas de costos
compartidos, microcréditos o ayudas en especie, la certificación ambiental de los productos
madereros y otros productos básicos producidos de manera sostenible, y una mejor integración
en los mercados de carbono, entre otras cosas. Se pueden establecer otros mecanismos en apoyo
de la agroforestería que sean a largo plazo, previsibles y coherentes.
Utilizar enfoques innovadores. Se podrían revisar las políticas agrícolas a fin de reconocer la
función de los árboles en el desarrollo rural y consolidar el concepto de agroforestería como parte
integral del desarrollo agrícola sostenible, especialmente por lo que respecta a las múltiples
funciones sociales y ambientales que la agroforestería puede cumplir.
Desarrollar mercados. El acceso a los mercados de productos de los bosques se podría favorecer
mediante el desarrollo de mercados locales para los pequeños agricultores, el suministro de
información de mercado (por ejemplo, relación entre producción y demanda) y la creación de
mercados competitivos justos y abiertos.
Capítulo 8
La planificación para la Gestión de una Cuenca
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8.1 Introducción
Una de las mayores necesidades dentro del desarrollo mundial lo constituye el recurso hídrico
cuya cantidad y calidad cada día se ve amenazada por las deficientes e inoperantes políticas de manejo y
aprovechamiento. El agua constituida como un valioso recurso, escaso en el tiempo y el espacio,
sometido a la vulnerabilidad de la contaminación, de bajo costo y algunas veces sin las medidas legales
de protección, requiere de un manejo integral que muchas veces no es puesto en la práctica.
En la actualidad, se advierte en el país una competencia por el uso múltiple del agua, debido
principalmente a las demandas poblacionales, energéticas y agrícolas. Se advierten problemas críticos de
contaminación de agua y la presencia de fenómenos extremos como inundaciones y sequias.
El agua y la gestión de cuencas hidrográficas ocupan un lugar importante dentro de la temática
ambiental, algo opacado quizás al no destacarlo explícitamente en muchos seminarios talleres y otros
eventos referidos al ambiente, si los recursos hídricos y las cuencas son manejados adecuadamente será
más fácil también manejar los recursos asociados a los mismos y el medio ambiente como un todo.
Generalmente no se aprecia la medida en que el aprovechamiento de los recursos hídricos
contribuye a la productividad económica y al bienestar social, aunque todas las actividades sociales y
económicas descansan en grados sumo sobre el suministro y la calidad del agua potable. Con el aumento
de la población y de las actividades económicas, muchos países están llegando con rapidez a una
situación en que el agua escasea o en que su desarrollo económico se ve obstaculizado.
La planificación integrada de los recursos hídricos se basa en la percepción de que el agua es
parte integrante del ecosistema, un recurso natural y un bien social y económico cuya cantidad y calidad
determinan la naturaleza de su utilización. Con tal fin, hay que proteger esos recursos teniendo en cuenta
el funcionamiento de los ecosistemas acuáticos y del carácter perenne del recurso con miras a satisfacer
y conciliar las necesidades del agua en las actividades humanas. En el aprovechamiento y el uso de los
recursos hídricos ha de darse prioridad en la satisfacción de las necesidades básicas y a la protección de
los ecosistemas
8.2 Principios rectores
Los principios de política hídrica que se han considerados como rectores, son:
El agua es un recurso vital, escaso, finito, vulnerable y esencial para sostener la vida el desarrollo
y el ambiente.
Tiene valor económico, social, ecológico, y estratégico. Es de utilidad y necesidad pública y de
interés nacional.
Su utilización debe ser realizada en forma eficiente, racional, productiva y equitativa, de acuerdo
a su función social teniendo en cuenta el beneficio de las actuales y futuras generaciones.
También es un factor fundamental de desarrollo, movilizador de las actividades productivas
Al ser un insumo de la producción y por ser escaso, tiene un valor económico que debe ser
satisfecho por los usuarios.
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El área delimitada por la cuenca hidrográfica, compatibiliza con la disposición del territorio, es
la unidad natural más apta para la planificación, programación y gestión integrada y coordinada
del recurso.
La concertación y participación popular constituyen los mecanismos idóneos para una gestión
integral del recurso hídrico.
Es fundamental la preservación de los sistemas hídricos del territorio en especial de los impactos
ambientales producidos por la contaminación
La Asociación Paraguaya de Recursos Hídricos (APRH) es una asociación multidisciplinaria de
profesionales, sin fines de lucro, que tiene como funciones activar e influenciar en las políticas de
recursos hídricos, promover la investigación, preservación, protección difusión y educación, y prestar
servicios a sus asociados con una visión integral de la problemática de los recursos hídricos y su
interrelación con el medioambiente.
En un horizonte de cinco años, ésta asociación pretende ser vista de la siguiente manera:
Como referente nacional sobre los recursos hídricos para los poderes del Estado y para la sociedad
civil paraguaya.
Ante otras asociaciones profesionales, como un grupo de socios activos con logros visibles.
Como soporte tecnológico y científico para las universidades.
Ante las empresas privadas, como asesores, difusores y promotores de servicios.
Para los medios de comunicación como referente válido para publicaciones de temas técnicos
relacionados a los recursos hídricos.
Ante las revistas técnicas, como referente en los temas técnicos, científicos y normativos de los
recursos hídricos y considerada fuente de información válida, coherente y responsable.
Para los organismos internacionales de cooperación, como organización líder a nivel nacional y
representativo.
Para los organismos donantes de recursos, como una organización de excelencia con capacidad
de administrar fondos y canalizarlos adecuadamente.
Para la comunidad científica como una organización con rigor técnico-científico.
Como una organización eficiente que representa los intereses de sus asociados.
Para nuestros colaboradores como una organización sostenible eficiente y organizada que les
permita trabajar con seguridad y con posibilidades de mejorar sus condiciones de vida.
La cuenca hidrográfica es un territorio delimitado por la propia naturaleza, esencialmente por los
límites de las zonas de escurrimiento de las aguas superficiales que convergen hacia un mismo
cauce. La cuenca, sus recursos naturales y sus habitantes poseen condiciones físicas, biológicas,
económicas, sociales y culturales que les confieren características que son particulares a cada una.
En zonas de altas montañas y cordilleras de ejes longitudinales de las cuencas se constituye en
vías naturales de comunicación y de integración comercial, sea a lo largo de sus ríos, sea a lo
largo de las cumbres que las separan unas de otras. Se fomentan estrechos mecanismos de
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interacción entre sus habitantes, que le confieren condiciones socioeconómicas particulares a sus
habitantes.
El territorio de las cuencas facilita la relación entre sus habitantes, independientemente de que, si
éstos se agrupan dentro de dicho territorio en comunas, delimitadas por razones político-
administrativas, debido a su dependencia común a un sistema hídrico compartido, a los caminos
y vía de acceso y al hecho que deben enfrentar peligros comunes.
Es fundamental que toda propuesta de gestión a nivel de cuenca se haga teniendo en cuenta su
relación con los sistemas de gestión que funcionan con otros límites, sobre todo con los límites
político-administrativos entre los cuales los municipios son prioritarios. Debe quedar claro que
los procesos de gestión de cuencas deben realizarse coordinando las variadas autoridades públicas
y privadas que actúan sobre el territorio de la cuenca.
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está en su etapa inicial en los países más avanzados en la materia, pero es esencial utilizarlo para
considerar el efecto acumulado de intervenciones, tales como el efecto de la construcción de centrales
hidroeléctricas, en el entorno y los habitantes de una cuenca.
Las políticas de Gestión Ambiental Integrada de Cuencas están, como indicado, en pleno proceso
de evolución en el mundo. Esto no significa que no se halla ya avanzado en ese sentido. Hay una serie
de acciones orientadas a la gestión ambiental integrada de cuencas que se hacen sin ser calificadas como
tales. De hecho, la mayoría de los países tienen organismos de cuenca creados para gestionar el agua que
tiene grandes componentes de gestión ambiental como parte de sus funciones. Inclusive sin organismos
de cuencas se ejecutan, en todos los países, actividades orientadas a la gestión de ríos, de lagos, de
humedales o de reforestación por citar solo algunas acciones que son de gestión ambiental aun cuando
no pertenezcan a un programa de gestión ambiental integrada de cuencas.
La Gestión Ambiental Integrada de Cuencas, con esa denominación, se está iniciando en estados,
provincias y cuencas específicas de algunos países como Brasil, Canadá, Nueva Zelanda, Estados Unidos
de Norte América y Australia. La provincia de Notario (Canadá) por ejemplo, lo plantea como parte de
su nueva forma de hacer gestión ambiental. Ello se explica por qué reconocen que con el sistema actual
de gestión ambiental no están logrando los efectos deseados. Para superar esta situación las nuevas
corrientes mundiales de gestión ambiental proponen cambios en por lo menos 5 aspectos:
1. Un compromiso general de los organismos del gobierno con el tema ambiental y no solo de la
entidad ambiental que lleva ese nombre. Se basa en que todos tengan una visión o escenario
compartido sobre lo que país y región desea tener como medio ambiente a futuro. El tema por lo tanto
no es solo de única responsabilidad única del organismo ambiental sino de todo el organismo del
estado.
2. Un nuevo y más amplio énfasis en estrategias que permitan mejorar en forma continua los
resultados cuantificables de mejoras ambientales. Se debe monitorear y conocer el efecto acumulado
de las intervenciones (no solo de cada proyecto en forma aislada) y actuar en forma permanente para
corregir y controlar los efectos no deseados que vayan apareciendo (a pesar de haber realizado
estudios de impacto ambiental estos efectos ciertamente aparecen) así como velar por que se cumplan
con los acuerdos logrados en los EIA.
3. Un enfoque basado en la gestión integrada de territorios delimitados por razones naturales tales
como las cuencas hidrográficas, de tal manera de poder evaluar el efecto acumulado de las
intervenciones en el medio (integración) y en lo posible prevenir los posibles efectos a futuro
(evaluación ambiental estratégica). Se considera la gestión ambiental sin vinculación con el territorio,
sin conocer los efectos acumulados de intervenciones y sin prevenir lo que puede venir a futuro no
es suficiente.
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Las acciones coordinadas que el hombre realiza considerando su efecto en un sistema natural
formado por una cuenca, y la dinámica de dicho sistema, tiene diferentes connotaciones. En general dicha
coordinación de acciones han sido catalogadas como acciones de gestión a nivel de cuencas o
simplemente gestión de cuencas. Estas actividades de gestión tienen diferentes objetivos por lo cual
reciben diferentes nombre.
- Regularizar las situaciones existentes de uso del agua, con el fin de proceder a un ordenamiento del
mismo en base a normativas específicas.
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datos disponibles sobre recursos naturales, así como sugerencias para proyectos de desarrollo. Se hace
contacto con instituciones importantes, tanto públicas como privadas, para identificar de una manera
general las regiones geográficas y las áreas que van a ser objeto de investigación en la siguiente fase.
Este nivel de estudio prepara al programa para la etapa de pre factibilidad o estudios detallados e incluye
un estimado del tiempo y especialidades requeridas, sus costos, y los términos generales de referencia.
· Pre factibilidad
Es un nivel de planificación que incluye un inventario detallado y la evaluación de los recursos,
especialmente los recursos naturales y humanos, dependiendo de los objetivos del desarrollo y de los
resultados del estudio de reconocimiento. Un estudio de pre factibilidad identifica y hace un análisis de
áreas y de proyectos de mayor interés, recomienda estudios adicionales que deberán llevarse a cabo en
la etapa de factibilidad, y puede incluir diseños preliminares de estructuras. Generalmente, los estudios
de pre factibilidad ofrecen por lo menos dos alternativas para lograr los objetivos, y cada alternativa es
estudiada en función de sus posibilidades técnicas y económicas y sus costos y beneficios. El estudio
estima la cantidad de trabajo y los costos necesarios y las condiciones de financiamiento. Los
descubrimientos de esta fase deben permitir que cada proyecto sea clasificado según las distintas políticas
y metas, y deben presentarse de manera que el encargado de tomar decisiones pueda seleccionar los
proyectos que van a ser estudiados a nivel de factibilidad.
· Factibilidad
Estos estudios se hacen para determinar lo mejor posible la oferta y demanda de un proyecto de
desarrollo, así como para diseñar sistemas o proyectos que hayan sido escogidos para su ejecución. Si se
requiere algún tipo de estructura se hacen estudios detallados de topografía y geología de las áreas
seleccionadas. Se preparan mapas detallados de uso y productividad de la tierra, y se definen las
condiciones técnico-económicas para la producción; se planea la construcción o instalación de proyectos,
y se calculan costos y beneficios detallados.
· Diseño final
Este es el último paso principal en la planificación, e incluye diseños detallados de aquellas obras
de ingeniería que fueron seleccionadas para construcción. Estas estructuras (diques, canales, etc.) y otras
obras, como caminos, deben ser diseñadas para lograr los objetivos apropiados, incluyendo los de
seguridad y protección ambienta
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La planificación del uso de la tierra es la evaluación sistemática del potencial de la tierra y del agua, de
las alternativas para el uso de la tierra y las condiciones sociales y económicas de modo de seleccionar y
adoptar las mejores opciones de uso. Su propósito es el de seleccionar y poner en práctica aquellos usos
que mejor satisfarán las necesidades de la población y al mismo tiempo salvaguardan los recursos para
el futuro. La fuerza conducente en la planificación es la necesidad de cambio, la necesidad de un manejo
mejorado o la necesidad de diferentes modelos de uso de la tierra dictados por las circunstancias
cambiantes”
La Planificación de una cuenca hidrográfica es un proceso racional y sistémico que nos permite través
de un proceso metodológico prever, organizar y hacer un manejo de los recursos naturales existentes en
la misma, buscando un balance entre el aprovechamiento de dichos recursos y la protección de la base
natural y los procesos que la sustentan, para beneficio tanto de los habitantes como de la biodiversidad
asociada a la cuenca hidrográfica.
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La cuenca hidrográfica se presenta como la unidad natural e ideal de planificación del desarrollo,
en donde es posible encontrar soluciones a escala real de los problemas identificados por la mayoría de
los países del mundo, a saber:
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Las primeras etapas y acciones para la elaboración de los Planes Participativos Municipales son
similares a las primeras etapas para elaborar los Planes Participativos de Manejo de Cuencas.
Sin embargo, si bien en el primer caso no se profundizan los planes a nivel comunitario (sólo son
expresados en demandas/aspiraciones de las comunidades) se tiene la ventaja que todas las comunidades
deben conmensurar para formular el Plan de Desarrollo Municipal además de existir un compromiso de
las instituciones locales para apoyar en la ejecución del plan.
En las actuales circunstancias no existe ningún impedimento para que la información que se
puede generar a nivel administrativo (Municipio) también se puede generar para la unidad física
(subcuenca microcuenca y cuenca), bien al contrario necesitaría hacer dos planes con duplicación de
esfuerzos, para viabilizar esta propuesta se hace necesario inyectar en la metodología del proceso de
planificación participativa e integral de cuencas, así como dar los elementos de análisis y de diagnóstico
(en particular sobre el manejo de recursos naturales y producción) que permitan eliminar las debilidades
o vacíos sobre el particular, en la formulación del Plan de Desarrollo Municipal Sostenible. Por otro lado
sería un error de persistir en Planes de Manejo de Cuencas tecnicistas, sin tener en cuenta la dinámica de
los Municipios Pues a lo largo no serían sostenibles
Lo que se trata es establecer y ejecutar planes de gestión integral y participativa de cuencas a
nivel operativo, a la escala aproximada de las jurisdicciones territoriales de los municipios; con el fin que
las propias organizaciones e instituciones diagnostiquen, formulen ejecuten y evalúen en sus planes los
límites del municipio.
Teniendo como base las prioridades identificadas por la población y con el apoyo técnico de las
instituciones, los Planes de Desarrollo Municipal Sostenible pueden ser la base para la formulación del
plan de Gestión Integral y Participativa de la cuenca hidrográfica principal de la jurisdicción municipal.
Hay que destacar que los elementos que conforman los PDM, está básicamente orientados a
acciones de desarrollo rural integral, salud, educación, deportes, infraestructura, turismo, producción
agropecuaria, manejo y aprovechamiento de recursos naturales y gestión ambiental. Todos estos
elementos están relacionados directa o indirectamente con un plan o programa de gestión de cuencas
hidrográficas. Es evidente que muchas acciones que la población haya priorizado, tengan poco que ver
con el manejo de cuencas; sin embargo, esto hay que considerarlo como parte de un proceso. Si un PDM
se llega a incorporar con más fuerza las acciones de tipo productivo y de manejo y aprovechamiento de
los recursos naturales, se habrán conseguido los objetivos del manejo Integral de Cuencas.
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El nuevo modelo de gestión interna, con la denominación conceptual Cultivando Agua Buena,
tuvo como objetivo principal ‘Arreglar la casa’ para capacitarla a enfrentar los nuevos desafíos,
modificando intensamente las rutinas operacionales permitiendo re direccionar recursos financieros del
presupuesto y proyecto, basado en estas directrices.
Para la gestión externa, o sea, la gestión ejecutiva de las acciones ambientales en el territorio de
la Cuenca Hidrográfica del Paraná III, se ha decidido entenderla como compuesta por 13 subcuencas
hidrográficas, caracterizadas por la malla hídrica natural, afluentes del Río Paraná y de la región
formada por el Embalse.
Para compartir con los demás co-usuarios de las aguas en operación en cada una de las
subcuencas hidrográficas, se propone la formación, por medio de convenios específicos, de Unidades
Gestoras Autómatas, constituidas de un Comité Gestor compuesto por Itaipú y todos los representantes
de los demás agentes co-usuarios oficiales, privados y administrativos por una Coordinación Ejecutiva,
orientadas por una Coordinación Técnica.
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Capítulo 9
9.1 Concepto
El principal aspecto de trabajo de evaluación o valoración económica. Sin embargo, hay que realizar
muchas otras evaluaciones de forma independiente o junto con la evaluación económica. Por
consiguiente, las evaluaciones pueden abarcar los siete aspectos siguientes:
- Aspectos técnicos.
- Aspectos administrativos.
- Aspectos comerciales.
- Aspectos sociales.
- Aspectos ambientales.
No todas las evaluaciones se aplican igualmente a un proyecto. Las evaluaciones económicas y
financieras pueden realizarse conjuntamente, por que por que utilizan datos análogos de insumos y
productos. Durante la evaluación económica, habrá que examinar en detalle los criterios técnicos y
relaciones, junto con las capacidades de gestión. La evaluación comercial puede ser poco necesaria si
solo se practica agricultura de subsistencia, en el proyecto propuesto. Para proyectos de cuencas de
desarrollo integrado y rural, hay que hacer mucho hincapié en el aspecto social de las evaluaciones.
Muchos de los impactos de un proyecto de cuencas son también ambientales y normalmente deben ser
analizados y evaluados.
Los principales objetivos de las evaluaciones económicas y financieras consisten en dar respuesta
a las preguntas por los responsables de las decisiones, del tipo siguiente.
El trabajo de cuencas hidrográficas suele exigir esfuerzos a largo plazo para obtener los resultados
programados. Por ejemplo, la reordenación de uso de las tierras, la conservación de suelos, o la
repoblación forestal, requieren inversiones, de ordenación y mantenimiento a largo plazo. Además, la
totalidad de los beneficios sólo puede conseguirse después de una o más generaciones.
La naturaleza de largo plazo de los proyectos de cuencas, siempre sitúa a estos beneficios en posición
desfavorable si se comparan con otros proyectos, en términos económicos, a menos que los economistas
y planificadores consigan juntos identificar plenamente sus beneficios para justificar tales proyectos.
Los proyectos de cuencas hidrográficas suelen referirse al uso múltiple de los recursos de la Cuenca.
Por ejemplo, suelos, agua, bosque, pasto, pesca, minerales, etc. El uso de un tipo de recursos puede
afectar a los otros. El aumento de beneficios de un tipo, puede impedir o dañar a otros. Por ejemplo, el
aprovechamiento de madera puede aumentar la erosión y los sedimentos y perjudicar a los valores
piscícolas y recreativos de una cuenca. Por otro lado, los productos de un proyecto de cuencas pueden
ser muchos: cultivos alimenticios, frutos, forraje y ganado, leña, madera, animales y pesca de agua dulce.
Cada uno de ellos es un campo especializado.
Para una evaluación económica eficaz, no sólo se necesita entender la función productiva, demandas
y estructura de precios de cada producto sino que hay que comprender plenamente las relaciones y
conflictos de uso de los recursos. Tener en cuenta un aspecto y olvidar los demás o contabilizar sólo los
beneficios y despreciar sus efectos negativos, no son casos raros, engañar a los responsables de las
decisiones.
9.2.3 Externalidades
afectan al sistema completo, económico y ambiental, aunque no influyan en el flujo de fondos de los
proyectos en cuestión.
En muchos casos las externalidades son difíciles de identificar y cuantificar. Muchas de ellas no
pueden valorarse con pleno significado. Sin embargo, cuando son importantes, hay que intentar
describirlas, por lo menos en términos cualitativos, si no es posible su cuantificación y evaluación.
Un punto importante a recordar es que cuando se ha identificado una externalidad positiva, es
necesario también buscar cuidadosamente todas las correspondientes externalidades negativas.
No hay un sistema para avanzar en la identificación, cuantificación y evaluación de las
externalidades. Se necesita mucha experiencia y también un buen conocimiento de las complejas
acciones reciprocas entre las actividades de ordenación de una cuenca y sus efectos fuera del proyecto.
Algunas externalidades pueden ser contabilizadas en el análisis económico de los proyectos mediante la
utilización de precios sombra para insumos y productos.
Algo relacionado con las externalidades, pero igual a ellas es la distribución espacial de los costes
y beneficios de un proyecto de cuencas. Por ejemplo, los efectos de la erosión del suelo pueden abarcar
por si solos teres áreas.
Efectos dentro de las fincas, por ejemplo, pérdidas de fertilidad, reducción del área del cultivo,
reducción de la intensidad del cultivo, reducción de la profundidad del suelo y de la producción
de los cultivos.
Efectos entre fincas de una cuenca, por ejemplo, el aterramiento de tierras bajas o de tierras
húmedas. La sedimentación o erosión de cursos de aguas arriba.
Efectos entre zonas o efectos aguas abajo, por ejemplo, la sedimentación de sistemas fluviales
fuera de la cuenca, el aterramiento de embalses, la obstrucción de canales de riego, y el aumento
de la probabilidad de inundaciones
Los gestores y planificadores de cuencas necesitan comprender las funciones y los límites de la
evaluación económica y financiera y lo que puede hacer un economista para ayudar a la planificación de
proyectos.
Las principales funciones de la evaluación económica son las siguientes:
- Analizar el valor del proyecto en el contexto de la economía nacional, utilizando técnicas de
análisis de costes y beneficios.
- Determinar si el proyecto es viable y atr4activo para los inversores, por ejemplo; agricultores,
organismos gubernamentales y otros.
- Examinar los factores de riesgo del proyecto propuesto, utilizando pruebas de sensibilidad y ver
el proyecto va a resistir física y económicamente a los cambios
- Ayudar al diseño de proyectos y presentar diversas alternativas a los responsables de las
decisiones en cuanto a dimensión, tecnología, desarrollo en el tiempo de un proyecto propuesto.
Por otro lado, los gestores y planificadores de cuencas deben comprender que, aunque la evaluación
económica es una herramienta útil para la planificación de proyectos, tiene sus límites.
Los principales son los siguientes:
- Como se mencionó anteriormente, no todos los beneficios de una cuenca se pueden cuantificar y
evaluar. Esto hace difícil el análisis de costes y beneficios a veces se pueden hacer descripciones
cualitativas.
- La evaluación económica es un instrumento. Es tan buena como los datos que se introducen. La
falta de datos básicos en muchos países en desarrollo, como los relativos a las tasas de erosión y
sedimentación. Las relaciones de erosión y productividad y los registros de daños por
inundaciones pueden afectar gravemente a los resultados de la evaluación.
- Finalmente, la evaluación económica es solo una de las muchas evaluaciones necesarias de un
proyecto de cuencas, aunque es una evaluación importante.
Los gestores y planificadores de cuencas que no son economistas de formación, tienen que
comprender las principales técnicas empleadas en la evaluación económica para lograr una mejor
comunicación, entendimiento y coordinación.
Las secciones que siguen son breves introducciones de técnicas de evaluación, con lenguaje sencillo.
9.4.1 Método “con y sin proyecto”
La comparación del impacto “con” y “sin” proyecto, es una técnica normal para determinar el valor del
proyecto propuesto. Sin embargo, éste no es la diferencia entre “antes” y “después” del proyecto, porque
el caso “sin” no es estático. Por ejemplo, la erosión y la degradación de los terrenos continuarán con el
tiempo, sin medidas de conservación de suelos (“sin” proyecto).
9.4.2 Descuento
Los costes y beneficios del proyecto sólo se pueden comparar en un mismo punto del tiempo. Cien
dólares dentro de 20 años no representan el mismo valor que cien dólares actuales. Por ellos, el objetivo
principal del descuento es traer los valores futuros, beneficios o costes, a los valores actuales para
compararlos, utilizando una tasa de descuento apropiada.
9.4.3 Análisis de costes y beneficios, como valor del proyecto
El análisis de costes y beneficios es una técnica importante para comparar sistemáticamente los flujos de
costes y beneficios, a fin de determinar la eficiencia económica o el valor de un proyecto. Hay
básicamente tres medidas que emplean los mismos datos de entrada y supuestos, que son los siguientes:
- Análisis financiero
Un proyecto que beneficia a la nación en su conjunto, puede no ser beneficioso o viable para los
individuos que inviertan en él, ya se trate de un agricultor, un hombre de negocios u organismos privados
o públicos.
Un ejemplo evidente es el trabajo de corrección de la erosión que puede ser a veces más beneficioso para
la sociedad que para los agricultores de las cuencas hidrográficas de cabecera, quienes necesitan invertir
fuertemente en trabajos de conservación de suelos. Como se mencionó anteriormente, el análisis
económico para estudiar además los flujos de fondos, los rendimientos financieros, para las entidades
privadas, etc. a fin de conocer si el proyecto es atractivo.
Los planificadores o gestores de cuencas hidrográficas deben darse cuenta, en primer lugar, que la
evaluación o valoración económica se realiza normalmente mediante un procedimiento progresivo y
reiterativo. Deben participar economistas en la etapa inicial del proyecto de estudio y planificación, con
el fin de comenzar el diseño, establecer relaciones técnicas, recomendar las necesidades de datos y
analizar los resultados preliminares. A medida que avance el trabajo de planificación, habrá que realizar
muchas veces una evaluación y cálculo someros de los costes y alternativas. Después de presentar los
resultados preliminares en el informe provisional del proyecto, hay que realizar aún mucho trabajo de
revisión o perfeccionamiento, cuando las autoridades gubernamentales u organismos de financiamiento
establezcan sus exigencias.
Principales procedimientos
3) Medición del valor del proyecto: Se utilizan las técnicas descritas en la sección 9.4, para calcular y
comparar el coste y beneficio de cada alternativa.
CAPITULO 10
Limitaciones, Alternativas y Estrategias en la
Planificación de Proyectos de Cuencas
En muchos países en desarrollo las limitaciones presupuestarias son con frecuencia muy graves.
El fenómeno común es una absoluta insuficiencia de fondos. Otro tipo de limitación es la inseguridad de
los fondas a recibir, incluso cuando el presupuesto ha sido aprobado. No es infrecuente que el personal
de campo comience su trabajo, firme acuerdos, prometa subvenciones a los agricultores para completar
una tarea estacional y, sin embargo, tenga que esperar desconcertado a conseguir los fondos necesarios.
Tampoco es infrecuente que los fondos asignados para el trabajo de cuencas hidrográficas se desvíen
para campos que no tienen relación ninguna.
Estas limitaciones pueden ser simultáneamente desalentadoras y perjudiciales. Por ello, los
planificadores deben determinarlas, con otros problemas, durante la etapa de planificación y hacer toda
clase de esfuerzos para garantizar el presupuesto necesario y la provisión y uso apropiados de los fondos.
Esta es probablemente la limitación más importante de todas. Una falta de fondos puede
resolverse consiguiendo préstamos o subvenciones de organismos de asistencia o de bancos, pero el
trabajo tiene que ser hecho por personal, especialmente por personal en el campo.
Sin un personal técnico debidamente capacitado, cualquier proyecto fracasará. Para determinar
las necesidades de personal técnico, hay que considerar los siguientes factores:
-Necesidades de incentivos para el personal de campo, especialmente para los destinados en zonas
apartadas.
El trabajo de cuencas hidrográficas suele tener una fuerte componente de mano de obra, por
ejemplo, la forestación, aterrazado, corrección de cárcavas, etc. Aunque puede haber personal inactivo
en las tierras altas, con frecuencia es difícil de encontrar en el momento necesario. La emigración
temporal para trabajos de temporada como el corte de la caña de azúcar, la recolección del café o el
trabajo en fábricas, puede ocasionar escasez de mano de obra en las zonas altas de las cuencas de
En los países en desarrollo no es infrecuente comprobar que muchos de los técnicos mejor
capacitados se quedan en la oficina y hacen poco trabajo de campo debido a la falta de vehículos, dietas
o equipos necesarios. Esta es una pérdida de tiempo y de valiosos recursos humanos. El trabajo de
cuencas hidrográficas es una tarea orientada al campo. El trabajo de campo no se puede sustituir,
independientemente de la calidad del plan elaborado.
Además de los vehículos, el proyecto propuesto debe proporcionar suficientes dietas y gastos de
viaje. Si los equipos, vehículos e instrumentos han de importarse del extranjero, será necesaria una
planificación anticipada. Con frecuencia un proyecto se retrasa, simplemente porque no han llegado aún
los equipos y vehículos.
Desde el punto de vista del gobierno, puede que no haya razones para pensar que los agricultores
no van a participar en un proyecto, si existen recursos suficientes para ayudarles. Sin embargo, esto puede
ser demasiado optimista. Los propios agricultores normalmente se enfrentan con muchas limitaciones
que les impiden participar en tal proyecto, por ejemplo:
-Las prácticas tradicionales, por ejemplo, la agricultura migratoria o el cultivo de corta y quema, pueden
ser difíciles de cambiar en poco tiempo.
-Su actitud conservadora puede tender a resistir cualquier medida innovadora o drástica.
-La escasez de mano de obra y de capital puede coartarles para participar en cualquier tarea de mejora.
-Pueden estar más interesados en lograr rendimientos rápidos de sus tierras que en conservar los suelos
para su utilización futura.
Cualesquiera que sean las limitaciones, los planificadores deben determinarlas claramente, con la
ayuda de estudios socioeconómicos, una evaluación rural rápido, etc. Habrá que buscar soluciones o
estrategias y adoptar las medidas necesarias para mitigar estos problemas.
El mejor momento de considerar las alternativas es aquel en que se recogen y analizan los datos
de los estudios de campo y se redacta el informe preliminar o provisional.
Siempre es un desafío para los planificadores el que existan mejores alternativas que el trabajo
propuesto, en cuanto a costes y efectos. Tales alternativas pueden incluir un sistema distinto, distintos
tipos de trabajo, cambios de programa, ubicación, etc.
La investigación que determine los sistemas para poder lograr mejores resultados o menores
costes, podrá servir como base para la adopción de alternativas técnicas. Por ejemplo en el trabajo de
conservación de suelos, las zanjas a media ladra, una serie de banquetas estrechas y discontinuas, han
sido eficaces para corregir la erosión (reduciendo ésta en un 80%), necesitando sólo una quinta parte de
la inversión, en comparación con las terrazas escalonadas (que reducen la erosión del 90 al 95%). A
menos que los agricultores contemplen el riego y mecanización que necesitan las terrazas escalonadas,
las zanjas a media ladra pueden ser una alternativa válida para proteger las ladras cultivadas.
Como ya se analizó, las limitaciones presupuestarias son, en los países en desarrollo, uno de los
principales obstáculos para una planificación adecuada y una ejecución acertada de los proyectos de
cuencas hidrográficas. La mayoría de los gobiernos están más interesados en el aumento rápido de la
producción, la obtención de divisas y el desarrollo de las industrias y ciudades, que en la protección de
cuencas hidrográficas de montaña. A continuación se recomiendan algunas soluciones presupuestarias
alternativas que vinculan el trabajo de cuencas hidrográficas con otros esfuerzos de desarrollo:
-Un pequeño porcentaje de los fondos procedentes de proyectos de grandes construcciones o proyectos
de desarrollo, en cuencas hidrográficas, como embalses, autopistas de montaña, caminos forestales,
minería y desarrollo de la vivienda puede destinarse para fines de protección, especialmente para aquellas
actividades que ocasionan la inestabilidad de las laderas de la cuenca.
-Una parte de los beneficios de los cultivos de exportación, como el café, el banano, el té, la piña tropical
o los cítricos, etc. que se cultivan en laderas de las cuencas hidrográficas de montaña y que necesitan
tratamientos de conservación de suelos, puede destinarse para fines de protección.
-Podrían añadirse unos pequeños impuestos sobre las facturas de servicios de los pobladores urbanos que
se benefician de la protección de cuencas hidrográficas situadas aguas arriba. El dinero se podría
distribuir directamente, como incentivos, a los agricultores situados aguas arriba, que adopten las
medidas de conservación prescritas, o dedicarlo a actividades de protección de cuencas.
Todas las fuentes alternativas antes mencionadas, necesitan el apoyo de la política gubernamental
o el apoyo legislativo. Sin embargo, como están vinculados a otros esfuerzos importantes de desarrollo,
los gobiernos pueden estar más dispuestos a conceder ayudas de esta manera, que a destinar presupuestos
exclusivamente para la protección de cuencas.
El otorgar o no incentivos materiales a los agricultores (además de asistencia técnica) para que
adopten medidas de conservación de cuencas, es una cuestión a la que se debe dar una gran atención.
Por una parte, el pueblo comprende que los agricultores de tierras altas suelen ser pobres y no
pueden soportar el coste total de corrección de una erosión que va beneficiar a otros, por ejemplo,
reduciendo la sedimentación y los daños de inundación, aguas abajo. Por otra parte, los países pobres en
desarrollo con frecuencia no pueden soportar grandes gastos en forma de subvenciones. Además, los
agricultores pueden crearse una dependencia de las ayudas gubernamentales. A largo plazo, puede ser
más eficaz una formación apropiada.
No hay una repuesta fácil a este dilema. En general, se necesitan algunos incentivos hasta que los
agricultores estén convencidos de los beneficios reales de estos trabajos (por ejemplo, aumento de la
producción y los ingresos). El plazo de tiempo hasta que estos incentivos se puedan reducir o eliminar,
dependerá de los esfuerzos de extensión y de las condiciones de los agricultores en cuanto a ingresos.
-Las subvenciones en metálico son relativamente fáciles de manejar, pudiendo distribuirse durante el
trabajo prescrito o a su terminación. Sin embargo, habrá que adoptar aún otras decisiones sobre las tasas
apropiadas para cada tipo de trabajo; su exceso o defecto influirá en los resultados. Habrá que adoptar
otra decisión importante sobre la concesión o no de subvenciones para trabajos de mantenimiento y por
cuánto tiempo.
-A veces, para evitar un mal uso del dinero en efectivo, se pueden dar alimentos, fertilizantes y
herramientas. No obstante, el pago en especie, en lugar de hacerlo en efectivo, crea problemas de compra,
almacenamiento, trasporte y preferencias de los agricultores. Esto añade, por tanto, responsabilidades a
la administración y a los funcionarios de campo, a menos que existan ya estos servicios (por ejemplo,
dentro del Programa Mundial de Alimentos de la FAO).
-El gobierno puede contratar equipos directamente para hacer aquella parte del trabajo de naturaleza más
técnica, mediante incentivos, por ejemplo, conducciones de agua y obras en cárcavas, en fincas agrícolas
privadas. El problema potencial consiste en que cuando el agricultor local no participa en el trabajo desde
el principio, puede suponer que el gobierno va a ser responsable permanentemente y, en consecuencia,
no se preocupe de su mantenimiento.
-También pueden emplearse como incentivos, la exención de impuestos sobre la propiedad y la renta. La
adopción de este método requiere un estudio profundo en colaboración con los organismos responsables
de las tierras y de los impuestos, a fin de determinar los criterios y períodos apropiados.
-El crédito supervisado o los préstamos a bajo interés, con un período razonable de gracia, pueden
emplearse también como incentivos o como ayuda adicional a los agricultores. Sin embargo, su eficacia
depende de la voluntad de los agricultores para contraer deudas, su capacidad para devolverlas y que
estén calificados para obtener créditos o préstamos.
Aunque se den incentivos, no pueden olvidarse los esfuerzos de extensión o formación. Los
incentivos a corto plazo se pueden emplear para despertar el entusiasmo de los agricultores y su
participación inicial pero el éxito de todo proyecto de cuencas depende de la comprensión auténtica de
los agricultores y de su apoyo continuado.
Una consideración importante con la que se encuentra cualquier planificador, consiste en si una
cuenca necesita la realización de un proyecto en un tiempo concreto o si necesita un programa continuado
y permanente. Si, por el momento, es preferible un proyecto ¿qué tipo de plan de seguimiento se necesita?
En muchos países en desarrollo, los proyectos de cuencas hidrográficas cuentan con el apoyo de
fondos internacionales durante un período de varios años. Sin embargo, con demasiada frecuencia, los
esfuerzos se interrumpen al final del período de duración del proyecto y se comienza en otro lugar un
nuevo proyecto con diferente financiación. Este tipo de “inyección artificial”, sin continuidad, puede
ocasionar un efecto negativo. La discontinuidad no sólo dañará a la credibilidad del gobierno y a la
confianza de los agricultores, sino que también ocasionará la falta de mantenimiento de caminos,
plantaciones, obras, etc., que una vez fracasadas, pueden inducir más daños que antes. Por lo tanto, es
responsabilidad de los ordenadores o planificadores el explicar y convencer a las autoridades sobre la
necesidad de un enfoque a largo plazo de la ordenación de cuencas hidrográficas. Si se propone para la
etapa inicial un proyecto con ayuda exterior, se deben programar también las actividades subsiguientes
del gobierno e incluir los compromisos necesarios a largo plazo, en el plan propuesto.
El plan de manejo se estructura en una secuencia de ejes temáticos o programáticos (con enfoque
de continuidad a largo plazo), cada programa a su vez contiene proyectos (con visión de mediano plazo),
los proyectos describen actividades (con visión de corto plazo) y en cada actividad se describen tareas (o
acciones inmediatas). Identificar a quienes se beneficiará con el plan de manejo de la cuenca, tanto de
manera directa, como de manera indirecta, en la cuenca o fuera de ella. Cada programa y proyecto se
lleva a la determinación de costos, luego se determinan los beneficios. Para determinar el costo total del
plan se integran el costo de la organización para la ejecución, el costo del sistema de monitoreo y
evaluación, el programa de mitigación ambiental si lo hubieres y la administración. Posteriormente se
realiza el análisis de factibilidad y la descripción de los riesgos del plan. Los riesgos son los supuestos
de no realizar el plan de manejo o de los aspectos externos que pueden influenciar en que las actividades,
proyectos o programas propuestos no logren sus objetivos.
Análisis de mercado
Hoy en día toda iniciativa de inversión, por muy pequeña o temporal debe considerar que hacer
con el producto a lograr en su plan o proyecto, por esta razón, un estudio importante de la formulación,
es el de “mercado”, producir o generar beneficios o servicios bajo de demanda (esto se realiza en la etapa
de pre factibilidad cuando se analizan las alternativas) o para competir con otros productos similares. El
análisis de demanda, puede considerar el ámbito local, regional, nacional o externo. La visión de cadena
productiva es otro elemento, considerando el valor agregado, una buena comercialización y sobretodo
una rentabilidad favorable.
¿Qué producir? ¿Cuándo producir? ¿Cuánto producir? ¿Cómo presentar el producto? ¿A que
costo producir? Respuestas que brindará el estudio de mercado para determinar la factibilidad de la
inversión o de la decisión de realizar el plan. Un caso particular será el proyecto que se vincule con la
producción de servicios ambientales
10.3 Estrategias.
Para implementar planes, programas y proyectos de manejo de cuencas, se pueden considerar diferentes
tipos de estrategias, desde aquellas que están dirigidas a la gestión de recursos, hasta las que permitirán
la integración y participación de autoridades locales, agricultores y agricultoras a nivel de finca, y de
trabajos familiares y comunitarios.
Cada país tiene sus propios problemas y sus propias condiciones. Por ello, las estrategias que se
dan a continuación sirven sólo como referencia general.
La ejecución en el campo, en los países en desarrollo, se ve perturbada con frecuencia por muchas
limitaciones. Las estrategias que deben considerarse durante la etapa de planificación para fortalecer la
ejecución en el campo incluyen:
-El establecimiento de suficientes oficinas de campo en lugares estratégicos, para acomodar al personal
que trabaje en el campo. Deben proveerse los necesarios medios de esparcimiento para que el personal
no sufra ciertas carencias cuando esté destinado en el campo.
-Se debe dotar un plan de incentivos para el personal de campo que incluya asignaciones especiales (o
asignación por condiciones difíciles), becas y mejores oportunidades profesionales, a fin de estimular los
trabajos en marcha.
-En muchos países se ofrecen asignaciones especiales por resultados. Esta asignación se da anualmente,
de acuerdo con las áreas tratadas en los trabajos de conservación, o como dietas extraordinarias que se
pagan de acuerdo con los avances conseguidos en los trabajos de campo.
-Se deben proporcionar vehículos y equipos de acuerdo con las necesidades. El trabajo de campo debe
tener prioridad en la asignación de vehículos, prohibiéndose todo uso abusivo.
-Hay que conseguir la coordinación de los diversos organismos, mediante una mejor comunicación y la
división del trabajo. Hay que tratar y corregir lo antes posible cualquier conflicto o duplicación de
obligaciones.
-Los fondos presupuestarios y servicios de apoyo procedentes de las oficinas centrales deben ser
canalizados para el apoyo de las operaciones de campo.
-Hay que establecer en la sede central o en las oficinas regionales un sistema de inspección de campo,
evaluación e información a fin de supervisar y controlar el avance de los trabajos.
-Establecer una coordinación entre las instituciones nacionales para el intercambio de información y
datos sobre la ordenación de cuencas hidrográficas.
A fin de transferir la información y la experiencia a los agricultores, debe hacerse hincapié en las
demostraciones de resultados o procedimientos, tanto en terrenos públicos como privados. A menos que
los utilizables en las cuencas hidrográficas de montaña. La formación práctica de dirigentes de los
agricultores, o de agricultores de enlace, incluyendo recorridos con visitas en muy conveniente, porque
los agricultores normalmente creen más en sus vecinos que en los extranjeros.
No es raro que un proyecto o programa se pare antes de terminarse, es debido a un gasto excesivo
o a que el presupuesto original es insuficiente para cubrir el aumento de los costes.
Aunque los factores externos, como la inflación, la devaluación o el aumento del salario mínimo,
son difíciles de controlar, los planificadores deben preparar estrategias para afrontar estas situaciones, si
se presentan. Algunas estrategias son:
-Establecer en el proyecto un fondo para imprevistos, a fin de atender gastos futuros imprevisibles.
-Encargar o comprar los equipos, vehículos o materiales, lo antes posible, en cuanto se aprueban los
fondos.
-Esforzarse por reducir los costes mediante una mayor eficacia del trabajo y otros medios.
-Intentar una tecnología alternativa, mediante investigación o experimentos de campo, para lograr los
mismos o mejores resultados con menores costes.
Hay que considerar muchas estrategias, a fin de conseguir la participación de los agricultores de
forma continuada. A título de ejemplos se ofrecen las siguientes estrategias:
-Al iniciarse el proyecto, se deben establecer pequeñas parcelas demostrativas, en número suficiente, en
terrenos públicos y privados, para demostrar los beneficios reales de las mejoras programadas, por
ejemplo agricultura de conservación.
-Debe seguir a continuación una educación intensiva y una campaña de extensión, utilizando los
resultados de las parcelas demostrativas y las experiencias de los agricultores que participaron en las
demostraciones.
-También debe disponerse de un programa de asistencia técnica para quienes deseen incorporarse al
proyecto de cuencas hidrográficas. Esto es especialmente importante. Una vez que se genere el interés
de los agricultores, debe haber un programa para ayudarles a planificar y comenzar el trabajo. De no ser
así, su entusiasmo decaerá.
-Hay que hacer un esfuerzo especial para organizar a los agricultores interesados en grupos vecinos de
auxilio propio. El dirigente de cada grupo puede ser designado como agricultor de enlace. Este recibirá
una formación intensiva y, si es posible, una parte del salario del proyecto, actuando como puente entre
el gobierno y las comunidades locales. Compartirá también su formación con otros y, de esta forma,
suplementará a los agentes, normalmente insuficientes y a un servicio de extensión sobrecargado de
trabajo.
-Hay que establecer también un seguimiento regular y un sistema de inspección para ayudar a los
agricultores en las actividades de mantenimiento, recolección y comercialización, etc.
En terrenos públicos y para trabajos públicos como la repoblación forestal, los caminos y diques
de retención, deben hacerse provisiones presupuestarias para su mantenimiento regular, mediante
trabajadores contratados por el gobierno. Para el trabajo de conservación de cuencas en terrenos privados,
hay que conceder un pequeño incentivo o una parte de las subvenciones para mantenimiento, hasta que
las obras estén estabilizadas o hasta que las plantaciones estén logradas. Otra forma de estimular a los
agricultores para que continúen con un mantenimiento apropiado, es una competición anual con
pequeños premios. Debe establecerse un buen sistema de inspección para supervisar las actividades de
mantenimiento.
La experiencia de algunos países ha demostrado que los agricultores, estimulados por las
subvenciones en metálico, emprendieron ambiciosos trabajos de conservación de suelos o de plantación
de árboles que no podían mantener. Para evitar esta circunstancia, deben adoptarse precauciones como
las que se recomiendan a continuación:
-Para los planificadores, una meta realista para proteger y tratar los terrenos de los agricultores, de
acuerdo con sus capacidades, será más provechosa que una meta ambiciosa.
-Para los funcionarios de campo, una inspección adecuada del mantenimiento debe considerarse como
una de sus principales responsabilidades.
-Para los agricultores, el tratar o plantar más tierras de las que puedan mantener, debe considerarse como
derroche de energía y tiempo.
CAPITULO 11
Formulación del plan, recomendación, vigilancia,
evaluación
vigilancia, evaluación.
FIUNI Gestión de Cuencas Hidrográficas – Edición 2020
Las actividades de manejo y gestión de cuencas están definidas en los planes de gestión, sin
embargo, aunque ellas hayan sido elaboradas en forma participativa, hay que asegurarse que sea del
conocimiento de todos los actores, desarrollar procesos organizacionales para trabajar con los actores,
priorizar las inversiones, fortalecer capacidades (capacitación) y desarrollar efectos multiplicadores o
extender los avances del plan. Estos son los procesos básicos que se describen a continuación:
Fortalecimiento de capacidades a todos los niveles.- La capacitación a todos los niveles y a los
diferentes tipos de actores es fundamental, los temas y modalidades deben definirse de manera
participativa, entre las temáticas clave tenemos: organización, tecnologías y prácticas, formulación y
gestión de proyectos, comunicación y difusión de experiencias.
vigilancia, evaluación.
FIUNI Gestión de Cuencas Hidrográficas – Edición 2020
No todos los trabajos de una cuenca hidrográfica pueden comenzarse al mismo tiempo. Debe
haber un orden lógico de sucesión para la ejecución. Como se menciona anteriormente, deben
seleccionarse subcuencas prioritarias de acuerdo con su ubicación, grado de alteración, accesibilidad,
facilidad y viabilidad de ordenación.
Habrá que establecer prioridades no solo por subcuencas sino también en cuanto a los trabajos.
Por ejemplo, ¿Debe construirse el camino de la comunidad el primero o el tercer año? ¿Los embalses
agrícolas programados para la zona, deben construirse antes o después de la construcción del camino? Si
es después, ¿Cómo afectarán a estos embalses la erosión y los sedimentos procedentes del nuevo camino?
vigilancia, evaluación.
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Una determinación clara de las prioridades y del orden de sucesión de los trabajos, en la etapa de
planificación, beneficiará no sólo a la ejecución futura, sino también a la asignación de presupuesto. Una
provisión ordenada de fondos sólo es posible con una buena y cuidadosa planificación.
Este tipo de informe preliminar puede evitar muchos detalles técnicos pero debe hacer hincapié
en los temas importantes, además de presentar los resultados básicos. Los principales aspectos a destacar
son:
-Explicar las metas a largo y a corto plazo y sus necesidades respectivas de inversión, para la
consideración del gobierno. Si, inicialmente, un organismo internacional va a asistir a un proyecto de
corto plazo, debe solicitarse del gobierno que continúe el programa después de tal asistencia o que
contraiga un compromiso a largo plazo. En el caso de un programa exclusivamente gubernamental, el
informe advertirá al gobierno sobre la magnitud y el tiempo de inversión requeridos, dándole la
posibilidad de hacer los necesarios preparativos o compromisos.
Una vez que el gobierno y los organismos que provean los fondos estén de acuerdo, en principio,
sobre el nuevo proyecto, la financiación es la faceta final importante que deben afrontar los
planificadores. Sin una financiación suficiente y apropiada, puede suceder que un proyecto
económicamente bueno, no comience nunca.
Existen por lo menos tres partes de la financiación que deben considerarse y programarse bien.
La primera parte es la inversión directa procedente del gobierno, incluyendo fondos para administración,
formación, becas, compras, materiales, mano de obra, trasporte, etc. Aunque es un tema directo, es
necesario elaborar un presupuesto apropiado y detallado.
vigilancia, evaluación.
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Para los proyectos de cuencas hidrográficas se necesitan también planes financieros detallados
para los pequeños agricultores. Por ejemplo, tipo y dimensión del crédito, necesidades de amortización,
periodos de gracia, capacidades y calendarios de reembolsos, y necesidades de subsidios; todos ellos
deben ser estudiados minuciosamente.
El contenido del informe final debe determinarse lo antes posible y no en el último minuto. Para
un proyecto grade y complejo, el mejor momento de establecer el contenido del informe final, es después
de haber presentado el informe provisional y haber obtenido las aprobaciones preliminares de todas las
autoridades. Para un proyecto más pequeño o más sencillo, el contenido se puede determinar antes,
inmediatamente después de la recogida y análisis de los datos.
El contenido de un informe final variará de acuerdo con los objetivos y necesidades reales de la
ordenación. Es difícil recomendar un formato universal. Como referencia general, a continuación se da
una lista amplia de su contenido:
-Resumen y recomendaciones.
-Recomendaciones detalladas.
vigilancia, evaluación.
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La preparación de un informe final es el último paso de toda la tarea. Para evitar retrasos en su
elaboración, una vez determinado el índice es necesario adoptar decisiones concretas y detalladas sobre
los siguientes puntos:
También es necesario definir la escala de los distintos mapas y el tamaño de los dibujos y
fotografías a fin de evitar retrasos innecesarios. El redactor principal debe mantenerse en estrecho
contacto con todas las personas que participen en la preparación del informe. Todas las dudas referentes
al formato o contenido del informe, deben resolverse sin demora.
Además del presupuesto y de los temas financieros, son parte importante del plan las
recomendaciones referentes al modo de realizar eficazmente el proyecto propuesto. En las
recomendaciones suelen incluirse los siguientes temas:
Deben definirse claramente las responsabilidades de cada una de las organizaciones que vayan a
participar en la ejecución del proyecto de la cuenca hidrográfica. Además, debe establecerse un
mecanismo operativo en el terreno para que vaya conduciendo la ejecución. A continuación se dan
algunas recomendaciones, como referencia:
-Se deben celebrar periódicamente reuniones de coordinación, a nivel de campo, a las que deben asistir
los representantes de todos los organismos participantes. Lo ideal es que el organismo principal
responsable de la planificación o el funcionario de coordinación asuman la presidencia de las reuniones.
De esta forma, se establecerá una coordinación estrecha entre la planificación y la ejecución.
vigilancia, evaluación.
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-En algunos casos, puede ser conveniente establecer un órgano autónomo, o una oficina temporal del
proyecto, reuniendo todo el personal y los recursos para facilitar las operaciones.
Las necesidades de personal y de formación deben ser bien determinadas durante el estudio de las
capacidades institucionales.
Como esto afectará a la ejecución del proyecto, se deben hacer cuidadosamente las
recomendaciones que procedan. Por ejemplo, las demandas injustificadas de aumento de personal no
serán aceptadas por la mayoría de los gobiernos y una mala programación en el tiempo, de las becas en
el exterior, pu8ede dificultar la ejecución del proyecto. Un análisis reticular de las necesidades de
formación incluyendo, su distribución adecuada en el tiempo, puede ser positivo para una ejecución
eficaz.
Las recomendaciones sobre la formación de los agricultores deben incluir su número o el de sus
dirigentes a capacitar, temas de la formación, tiempos y costes. También se deben incluir programas de
extensión y enseñanza para los agricultores en general. Deben programarse y calcular los costes de las
parcelas demostrativas, a establecer en terrenos públicos o privados.
Las necesidades de investigación se suelen incluir en las recomendaciones. Para fines prácticos,
normalmente se suele hacer hincapié en la investigación aplicada, para resolver problemas y necesidades
inmediatas, dejando la investigación básica a largo plazo para las instituciones normales de investigación.
vigilancia, evaluación.
FIUNI Gestión de Cuencas Hidrográficas – Edición 2020
Deben hacerse recomendaciones sobre los trabajos previos a la ejecución o trabajos previos al proyecto.
Las recomendaciones específicas deben incluir:
Este trabajo previo a la ejecución es absolutamente necesario si se quiere que la ejecución del
proyecto comience de acuerdo con lo programado.
Finalmente, debe incluirse como parte de las recomendaciones un programa de trabajo. Puede
expresarse como un diagrama de barras, diagrama de flujos en forma de análisis reticular. Lo importante
es considerar la logística del progreso e ir ajustando las operaciones del proyecto. Todas las actividades
principales deben programarse en orden sucesivo evitando así la congestión y los cuellos de botella.
vigilancia, evaluación.
FIUNI Gestión de Cuencas Hidrográficas – Edición 2020
-conseguir la provisión de personal, por ejemplo personal técnico, expertos extranjeros o consultores a
corto plazo, en los órdenes sucesivos programados;
-obtener los equipos, vehículos o subcontratos, etc. de acuerdo con el programa de trabajo;
-establecer canales para conseguir un apoyo de alto nivel sobre política, finanzas y administración;
Se debe establecer un sistema de vigilancia y evaluación, que permita una evaluación periódica
sobre el desempeño del proyecto, productos físicos, beneficios, gastos e impactos.
-Dentro del proyecto hay que crear una base de datos y una unidad de vigilancia, para recoger, confrontar
y analizar los datos a utilizar en las evaluaciones. Esto puede hacerse empleando microordenadores.
-Un organismo independiente de evaluación, que lleve a cabo un trabajo de análisis periódico. Sus
miembros se pueden obtener de los organismos nacionales de planificación, universidades, institutos de
investigación, grupos interesados y comunidades locales, etc. además del personal del proyecto.
-Un capítulo de los informes anuales y del final del proyecto sobre los resultados de la vigilancia y
evaluación. Se deben exponer claramente las realizaciones y compararlos con los objetivos originales.
vigilancia, evaluación.
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El plan final o propuesta del proyecto debe incluir una metodología apropiada sobre vigilancia y
evaluación. Aunque tal trabajo depende de los objetivos de la ordenación de la cuenca, la metodología
general puede incluir los siguientes indicadores principales de un proyecto:
-Establecer una red hidrometeoro lógica para recoger y vigilar los datos sobre precipitaciones, caudales,
sedimentos y contaminación, para análisis y comparación a largo plazo.
-Hacer estudios de perfiles de embalses, balsas o diques de retención, para obtener datos sobre tasas y
volúmenes de sedimentación.
-Establecer pequeñas parcelas en los principales suelos y sistemas de cultivo, con y sin medidas de
conservación, para vigilar y evaluar las diferencias en cuanto a erosión del suelo y escorrentía.
-Obtener fotografías aéreas o datos mediante teledetección por satélite y hacer estudios sobre cambios
periódicos (cada 5 a 10 años).
-Realizar estudios mediante muestreo para fines especiales o para la información que se necesite.
-Después de grandes tormentas e inundaciones, estudiar los daños para compararlos con las predicciones
y acontecimientos pretéritos.
-Mantener algunos registros agrícolas procedentes de fincas seleccionadas, para fines de vigilancia.
-Hacer estudios periódicos sobre el manejo de fincas agrícolas, para comparación con los datos de los
estudios básicos.
-Llevar a cabo estudios diseñados especialmente sobre producción e ingresos de fincas agrícolas.
vigilancia, evaluación.
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-Repetir los estudios socioeconómicos básicos cada 5 a 10 años, para comparar los resultados.
11.3.3 Seguimiento.
Finalmente, los gestores y planificadores de cuencas hidrográficas deben darse cuenta de que la
planificación es un esfuerzo permanente. En muchos países, los planificadores originales son solicitados
también para que participen en la ejecución del proyecto, su vigilancia y evaluación. La experiencia sí
obtenida puede emplearse para la planificación en el futuro de proyectos similares.
vigilancia, evaluación.
FIUNI Gestión de Cuencas Hidrográficas – Edición 2020
Bibliografía.
Gestión de Cuencas Hidrográficas. Edición 2007
Auzmendia, E.; Solabarrieta, J; Villa, A: “Cómo diseñar materiales y realizar tutorías en la
formación on line”, en Cuadernos monográficos del ICE, Nº 11, Ed. Universidad de Deusto, 2003,
pág. 55–69.
López Cadenas de Llano, L. (Ed.) Restauración Hidrológico Forestal de Cuencas y Control de la
Erosión. 1994. Ed. TRAGSA, MUNDI-PRENSA.
Tarbuck, J; Lutgens F.K. “Ciencias de la Tierra: una introducción a la geología física”. 1999. Ed.
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http://www.mades.gov.py/el-ministerio/antecedentes/
https://knowledge.unccd.int/sites/default/files/naps/paraguay-spa2003.pdf
Los bosques y el agua-Unasylva No. 229 Vol. 58, 2007/4-Organización de las Naciones Unidas
para la Agricultura y la Alimentación-Roma, 2007
Bibliografía
FIUNI Gestión de Cuencas Hidrográficas – Edición 2020