Alumnos: Consentino Lisandro, Lopez Franco, Menchaca Juan

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Historia y
Psicoanálisis
La educación de los sentidos

P. Gay: La experiencia burguesa. De Victoria a Freud​.

El autor compila las principales ideas, conductas familiares y sociales, así como los cambios
intelectuales, políticos y religiosos registrados durante gran parte del siglo XIX y las
primeras décadas del siglo XX; época en que influenció las tesis freudianas, Gay enfoca su
obra al análisis de los fundamentos de la experiencia humana: el amor, la agresión o el
conflicto, la vida sexual burguesa y las formas en que se manifiestan los instintos libidinales
bajo la presión de imperativos morales.

Esta obra no solo tiene interés en cuanto a la exposición del costumbrismo erótico social,
sino que es una auténtica compilación del pensamiento filosófico de grandes autores de
esta etapa histórica.

Datos del autor​:

Peter Gay nació en Berlín el 20 de Junio de 1923 registrado con el nombre Peter Joachim
Fröhlich. Él y su familia escaparon de la ​Alemania​ ​nazi​ en ​1939​, después de ser testigos de
la ​Noche de los cristales rotos​. Al llegar a los Estados Unidos, Cambió su apellido original,
Fröhlich ("alegre", en ​alemán​), por el equivalente en ​inglés​, Gay. Se dedicó a los estudios
históricos y fue influenciado fuertemente por el pensamiento de Freud y el psicoanálisis.

Introducción general​.
Esbozo de un mapa​:
El análisis del libro comprende la época que va hasta el inicio de la primera guerra mundial.
El capítulo a analizar se ubica a principios de 1820, ya que Gay lo considera como el punto
de inicio adecuado, debido al caudal erotico y de la seriedad de la clase media, que tanto
atrajo a los historiadores y donde se formaron los prejuicios sobre la época victoriana,
demostrando que esta satirización ya existía antes que la reina Victoria subiera al trono.
En general, el autor divide al siglo XIX en 2 fases: una temprana que empieza en 1850 y
otra tardía que culmina en 1890, en donde plantea que se generó un proceso de amplios
cambios culturales e ideológicos, se transformaron los modos de cortejar y los ideales de
educación así como los fetiches sexuales y los retratos hacia las mujeres.
según Peter Gay, la​ palabra cultura ​como él la utiliza, requiere algunas advertencias. No
se refiere a la cultura en su sentido antropológico, sino que se refiere al espacio donde se
desarrollaron las experiencias, costumbres e instituciones de una época. Gay define a la
cultura como más compleja, discontinua y asombrosa. Otro de los conceptos a los que el
autor hace referencia es el concepto de​ burguesía​. Gay habla de burguesía al referirse a
toda la población que practique una profesión que garantice una cierta independencia
económica y cierta respetabilidad social.
Es más, varios de los documentos que utilizo para el análisis y elaboración de esta obra,
provienen de diarios personales, cartas y obras de arte, y el análisis de sueños. La
experiencia burguesa del siglo XIX fue, en palabras de Gay, muy rica, franca y reservada,
pero también normada y caótica.
Marca que la cultura burguesa en la década de 1890 era por completo distinta de la de
medio siglo antes establecida en la división de fases mencionada anteriormente.
En esta obra el autor pretende corregir las malas interpretaciones qué han perseguido
nuestra visión de la cultura victoriana como un mundo tortuoso e hipócrita. Varias secciones
del libro tratan sobre la ignorancia, cuestiones sexuales y principalmente de los prejuicios
en contra de las mujeres que existían entre los hombres, en especial los educados y de
clase acomodada, así como también entre la clase burguesa del siglo XIX. También busca
hacer una aclaración con respecto a las concepciones de la época, ya que muchas
personas ven la época victoriana con los prejuicios del presente, por eso remarca que los
calificativos fueron puestos por las generaciones posteriores.

Varios relatos de perturbadoras historias sobre la trata y el tráfico sexual, fueron analizados
por el autor atestiguando el lado más oscuro de la sociedad del siglo XIX. El objetivo de
Peter Gay es analizar los estilos de los burgueses como un medio de adaptación, y
explorar la especialización, profesionalización, investigación social, y el avance de la
ciencia y la escritura histórica, de modo exhaustivo, para analizar los comportamientos y
costumbres de dicha sociedad.
Esta tarea requiere unir actitudes históricas y técnicas tradicionales de análisis con el
esquema psicoanalítico de la naturaleza y la evolución humana. la búsqueda documental, la
elaboración de pautas, y la desconfianza de toda conjetura, debe llevarse a cabo junto con
la perspectiva psicoanalítica. pasando de los contenidos de las pruebas a sus significados
latentes.
Para la elaboración de sus mapas usa el flujo y reflujo de la causa y el efecto, en especial
cuando incluimos sus dimensiones inconscientes, es refractario.
Toma el concepto ​instinto de dominio​ de Freud el cual es recuperado por el hombre
para controlar su entorno mediante los inventos tecnológicos, políticos, estéticos y sociales.
Muy característico de la burguesía.
¿Psicohistoria o Psicología sobre la historia?

Según la postura del autor, las teorías psicológicas captadas por la mayoría de los
historiadores sólo logran captar una porción del recuerdo del pasado. Los psicoanalistas
aportan un conjunto de métodos y proposiciones concebidas para interpretar del pasado sus
significados completos. El propósito de Gay es integrar el psicoanálisis y la historia, no
hacer psicohistoria.

Las dimensiones de la experiencia​.

En este apartado, el autor nos orienta en los datos que recolectó sobre la mentalidad de las
personas en el siglo XIX, encontrando una gran cantidad de estos. un rasgo característico
para este periodo que remarca el autor es la ​experiencia​. Esta es denominada como un
encuentro de la mente con el mundo. la experiencia participa en la creación de los objetos
de interés y de pasión. la búsqueda de las experiencias del hombre se remonta a las
experiencias del niño. la experiencia es más que un deseo o una percepción casual; es una
organización de exigencias. Pero también es concebida como u​n encuentro del presente
con el pasado​. explica esta frase diciendo que la historia tiene su propia historia. Desde un
punto de vista antropológico, el hombre es un animal de cultura, aprende por su
experiencia, aunque la mayoría de las veces saca lecciones erróneas. según lo expuso
william james en 1890, la experiencia es nuestra educadora, nuestra auxiliar y nuestra guía.
las mentes de los hombres funcionan para captar los contornos y significados de sus
percepciones, con esto, la mayoría de los historiadores exponen que todo ser humano es
víctima de su conciencia falsa, vocera y partidaria de su clase, su fe, y su época. los
hombres no inventan el mundo. sino que los materiales que emplean para su construcción
son de dominio colectivo.
En este punto, es donde Peter Gay muestra la estructura de su obra, mezclando a cada rato
la actividad histórica con el subconsciente en relación al mundo y a la cultura que analiza.
De hecho, en un ensayo de 1913 realizado por Freud, especula sobre los usos del
psicoanálisis en los estudios históricos. Allí expone esta distinción y señala que la psicología
individualista podría ser adecuada en el estudio de la experiencia colectiva en la cual la
biografía podría convertirse en historia. Freud concluye alegando que toda la historia de la
cultura no es más que enseñar los métodos por el cual los hombres dominan sus deseos
insatisfechos en condiciones cambiantes, modificados por los procesos técnicos, y por los
deseos a veces cumplidos a veces no, de la realidad.

El esfuerzo de la definición

Para la realización de mapas en retrospectiva podemos usar los mitos, las contradicciones,
las distorsiones neuróticas, ofrecen con frecuencia la clave para las realidades históricas.
El aspecto social más dramático de la experiencia burguesa en el siglo XIX fue la
desigualdad económica, social y política que prevalecía dentro de la burguesía misma; sus
divisiones jerárquicas fueron mucho más reveladoras que cualquier solidaridad social , salvo
cuando la población rural radicalizada o un movimiento obrero militante que ejerce presión
externa. Esta diferenciación entre burgueses mismos era en gran parte por la pobreza
refinada en comparación con la riqueza nueva.
Las mujeres de la clase burguesa ansiaba la satisfacción sexual , pero no podía unir su
sensualidad con el afecto.
 Las ​simplificaciones​ cuando nos referimos a la burguesía son frágiles, por que muchos de
los periodistas, políticos y novelistas que hablan sobre la misma en el siglo XIX usan como
indicadores objetivos las impresiones subjetivas sin dudarlos. Muchas veces los actores
eran la proyección de las neurosis del crítico , sobre un blanco publicó vulnerable: también
era muy tentador menospreciar lo que no se podía obtener y endilgarle a la burguesía
deseos y cualidades que tememos encontrar en nosotros mismos.
En las sociedades en que el comerciante obtuvo grandes ganancias y al mismo tiempo
gran reputación , los ideólogos de la clase media consideraron que su orden era el depósito
mismo de la virtud cívica, destinada a ejercer el poder en el estado y la jefatura en la alta
cultura , en un comienzo de la expansión de la burocracia.
La adquisición de nuevas posiciones de poder por la burguesía fue menos extensa y
mucho más matizada de lo que dice la leyenda, pero generó inevitablemente un sentimiento
defensivo social y político entre los recién llegados, que incluía desde una negación obtusa,
algunas veces frenética y normalmente egoísta de las realidades sociales junto con una
renuencia no menos obtusa y frenética , a tolerar la experimentacion estetica.
En esta época abordada los hombres adquirieron una nueva consciencia que era colectiva
o de clase.

Cap.III Mujeres a la ofensiva y hombres a la defensiva.

2. ​La virilidad en peligro

.
Los no simpatizantes denunciaron el movimiento de la mujer como actos de agrecion, pero
en realidad era más una ofensiva que se habia gestado en años de discriminación y
segregación hacia las mujeres por parte de los hombres. sin embargo no todos los hombres
compartían esta misma postura. algunos estuvieron de acuerdo con las demandas hechas
por los movimientos feministas. Este hecho no quedó aislado, de hecho, el movimiento
feminista- dice Gay- estuvo impulsado por hombres que respaldaban el movimiento. se cree
que eran un cierto número de masones que tomaban en serio sus enseñanzas, así como
también la teoría social de Saint-Simon. El Dr George Drysdale, propagandista inglés, era
uno de aquellos hombres que respaldan la idea de darles igualdad y justicia a las mujeres.
En este contexto, no todos los hombres pensaban que el movimiento iba dirigido contra
ellos.
Los reclamos de las mujeres tenían lugar en la prensa local o por medio de escritos o
edictos en las calles. Por ejemplo, a mediados de la década de 1830, las hermanas Grimke
publicaron sus folletos feministas, hasta que en 1837 recibieron una carta del Consejo de
Ministros Congregacionalistas de Massachusetts, reprimiendolas por haber provocado
disturbios y controversia pública. De este y de muchos otros modos, las publicaciones de
activistas feministas eran silenciadas o no reconocidas. sin embargo estas acciones no
afectaron al crecimiento del movimiento, ya que pronto los movimientos feministas de otros
países empezaron a escribir manifiestos, formular exigencias y crear organizaciones.
A pesar de ello, la respuesta opositora fue de inmediato, furiosa e irracional. primero, estos
opositores atacaron a los hombres que apoyaban el movimiento. Oradores y escritores se
burlaron de los feministas hombres y mujeres llegando a cuestionar incluso hasta su
sexualidad. Estos insultos iban desde considerar a estas personas como que no tenían
género, hasta discriminaciones y calificaciones de asexuadas, para el caso de las mujeres,
y calificando a los hombres de espíritu débil, y dominados por una mujer e incluso los
califican de afeminados.
esta sensación de virilidad en peligro es la analogía de la fricción decimonónica, de la
mujer que carece de todo apetito sexual, pero que ahora aparece como una función más
reactiva tan poderosa como inconsciente. Estas formas reactivas son parte del arsenal de
las defensas psicológicas descritas por Freud, maniobras que convierten los pensamientos
no permitidos en su opuesto; el sadismo en pacifismo, o el temor al afeminamiento en
rudeza crónica.

3.La hermandad castrense

Uno de los diarios más conocidos de la época abordada es el de Goncourt.

Los pensamientos del sueño latente captan una parte aún mayor de él . Las asociaciones e
interpretaciones implícitas de Goncourt son todas negaciones , esfuerzos en tanto forzados
por idear explicaciones inocuas de materiales amenazantes. Por ejemplo ; la bailarina
desnuda retorciéndose sobre la mesa no lo excita sexualmente; solo había soñado con
dientes porque le recordaban el mal estado de su propia dentadura.

La figura de la mujer adopto muchas formas en la historia, se a reprimido , disfrazado,

sublimado o anunciado.
Para el niño , es probable que vea a la mujer como un hombre castrado, la ausencia de
pene se interpreta como una amenaza al propio.
En el siglo XIX muchos pintores , poetas y novelistas revivieron y elaboraron mujeres
fatales desde el pasado remoto. En estos homenajes a la mujer poderosa había espacio
para la evasión y la circunlocución.
Los pintores insignificantes o los novelistas populares revelan percepciones comunes con
deformaciones relativamente pequeñas y siguen estando bastante cerca de los deseos
burdos y las angustias de su cultura . Expresan los lugares comunes y representan los
sentimientos de su tiempo .

4. El sexo en la mente y en el cuerpo

En el terreno de la educación superior para las mujeres que era un tema muy importante de
fines del S.XIX, muchos autores tenían sus posturas acerca si tenían que ser aceptadas.
Entre ellos Joseph Payne afirma su postura diciendo "El esperitu propiamente no tiene
sexo"(The education of Girls). Mientras otros mas influyentes publicamente como el doctor
Clarke predijo que el suicidio de la especie, causado por la educacion de las mujeres. El
ideal moderno de lo que el autor llamaba "Coeducación idéntica" estaba en extremo
desviado por parte de una violacion de las leyes que rigen el desarrollo físico de los seres
humanos. Lo que volvió tan famoso a su libro "Sex in Education" según de las críticas de
otros escritores, fue una expresión sumamente afortunada de una superstición popular, mas
precisamente una angustia masculina por parte del autor.
En modo de cierre , se menciona que la segregación de los sexos según se presentaba en
la educación diferencial y las diferentes esferas asignadas a hombres y mujeres reflejaba
las necesidades de la sociedad y las prescripciones de la naturaleza.
Lo más importante de este debate angustiado e inconcluso es que coincide con el temor a
la mujer y el temor al cambio de la época.