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Pausa.

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i l UBRE / 1996

ASHESTOASHES
f
Harold Pinter
ORIZAS A LAS CENIZAS INSTITUÍ DEL TEATRE
Diputado de Barcelona

I 1900015695
{Pausa.)
TEXTOS
EDICIÓN DE LA SALA BECKETT
N°0/OCTUBRE/1996

W A L I P - Barcelona

N.° del lector Data desortlda Data de retorn Prórroga

• •

i?. áHM33:
Este número 0 de (Pausa.) TEXTOS se publica con la ayuda de:

L R 3^33
V

(Pausa.) TEXTOS

Desde su primer número -octubre 1989-, la Revista (Pausa.) ha


dejado constancia de su interés por la nueva textualidad, publicando
tanto piezas breves de los jóvenes autores vinculados a los Seminarios
de Dramaturgia de la Sala Beckett (Pere Peyró, Pilar Alba, Paula
Karelic, Lluisa Cunillé...), como textos inéditos o difícilmente asequi-
bles de autores reconocidos, nacionales y extranjeros (Sergi Belbel, Benet
i Jornet, Joan Brossa, Sanchis Sinisterra, Heiner Müller, Michel Vinaver,
Raymond Devos...).

Las limitaciones de espacio determinaron, hasta la última edición


de la Revista -n° 19, marzo 1995-, la opción predominante por materia-
les dramáticos de extensión reducida, sin renunciar por ello al sueño,
hasta hoy irrealizable, de publicar también una colección paralela de
textos sin restricciones cuantitativas.

Con este N° 0 de la deseada serie (Pausa.) TEXTOS, queremos


hacer constar nuestra voluntad de iniciar una nueva etapa editorial que
habrá de instaurar, si las circunstancias lo permiten, el ámbito de la
dramaturgia como eje y vértice de nuestra trayectoria.
*T

ASHESTOASHES
Harold Pinter
CENIZAS A US CENIZAS
Traducción de Mireia Aragay

«giO-Z PlM ¿avJ tf.^23


Edición autorizada por Harold Pinter y Judy Daish Associates Ltd., con motivo del estreno de la
obra en el Mercat de les Flors de Barcelona.

5
PERSONAJES

DEBLIN

REBECCA

Ambos en tomo a los cuarenta

6
Devlin de pie con una copa en la mano. Rebecca sentada.

Silencio.

REBECCA
Bueno... por ejemplo... se ponía de pie ante mí y cerraba el puño. Y
entonces me ponía su otra mano en la nuca y la aprisionaba acercán-
dome la cabeza hacia él. Su puño...me rozaba la boca. Y decía: "Bésa-
me el puño".

DEVLIN
¿Y lo hacías?

Una casa en el campo. REBECCA


Oh, sí. Le besaba el puño. Los nudillos. Y entonces abría la mano y
•>

Habitación en la planta baja. Una gran ventana. me ofrecía la palma... para que se la besara... y se la besaba.
Al fondo, el jardín.
Pausa.
Un sofá. Un sillón. Dos lámparas de pie.
Y luego yo hablaba.
Media tarde.
DEVLIN
La habitación se oscurece durante el curso de la obra. La luz de las lámpa- ¿Qué decías? Decías...¿qué? ¿Qué decías?
ras se intensifica.
Pausa. •,(••';.
Hacia el final de la obra, tanto la habitación como el jardín que asoma al
fondo están apenas ligeramente definidos. La luz de las lámparas se intensi- REBECCA
fica considerablemente, pero no ilumina la habitación. Decía «Ponme la mano alrededor de la garganta». Se lo murmuraba a
través de la mano, mientras se la besaba, pero él oía mi voz, la oía a
través de la mano, sentía mi voz en su mano, la oía allí.

Silencio.

DEVLIN
¿Y lo hacía? ¿Te ponía la mano alrededor de la garganta?

REBECCA
Oh, sí. Lo hacía. Lo hacía. Y la mantenía allí, muy suavemente, muy
suavemente, tan suavemente. Me adoraba, ¿sabes?

9
DEVLIN Silencio.
¿Te adoraba?
DEVLIN
Pausa. ¿Sientes que estás siendo hipnotizada?

¿Qué quieres decir, te adoraba? ¿Qué quieres decir? REBECCA


¿Cuándo?
Pausa.
DEVLIN
¿Te refieres a que no te apretaba la garganta? ¿Te refieres a eso? Ahora.

REBECCA REBECCA
No. No.

DEVLIN DEVLIN
Entonces, ¿qué? ¿A qué te refieres? ¿De verdad?

REBECCA REBECCA
Sí, me apretaba....un poco...la garganta, sí.Y por eso la cabeza se me No.
inclinaba hacia atrás, suavemente, pero de manera cierta.
DEVLIN
DEVLIN ¿Por qué no?
¿Y el cuerpo? ¿Hacia dónde se te iba el cuerpo?
REBECCA
REBECCA ¿Por quién?
El cuerpo se me iba hacia atrás, lentamente, pero de manera cierta.
DEVLIN
DEVLIN Por mí.
¿Así que las piernas se te abrían?
REBECCA
REBECCA ¿Por tí?
Sí.
DEVLIN
Pausa. ¿Qué te parece?

DEVLIN REBECCA
¿Las piernas se te abrían? Me parece que eres un cabrón.

REBECCA DEVLIN
Sí. ¿Yo un cabrón? ¡Yo! Debes estar de broma.

10
Rebecca sonríe.
REBECCA
¿De qué color?
REBECCA
¿Yo, de broma? Debes estar de broma.
Pausa.
Pausa.
DEVUN
Esa es precisamente la pregunta que te estoy haciendo...cariño.
DEVLIN
Entiendes por qué te hago estas preguntas, ¿verdad? Ponte en mi lu-
REBECCA
gar. Me siento en la obligación de hacerte preguntas. Hay tantas cosas Qué raro que me llamen cariño. Nadie me ha llamado nunca cariño.
que no sé. No sé nada...sobre nada de esto. Nada. Estoy a oscuras. Aparte de mi amante.
Necesito luz. ¿O crees que mis preguntas no son legítimas?
DEVLIN
Pausa.
No me lo creo.
REBECCA
REBECCA
>
¿Qué preguntas? ¿No te crees el qué?
Pausa.
DEVLIN
No me creo que él te haya llamado cariño jamás.
DEVLIN
Mira. Te agradecería mucho que me lo definieras más claramente.
Pausa.
REBECCA
¿Crees que mi uso de la palabra no es legítimo?
¿Definirlo? ¿Qué quieres decir, definirlo?
REBECCA
DEVLIN
¿Qué palabra?
Físicamente. Quiero decir, ¿en realidad qué aspecto tenía? ¿Entiendes
lo que quiero decir? Longitud, envergadura...ese tipo de cosas. Altu-
DEVLIN
ra, anchura. Quiero decir, aparte de su...disposición, cualquiera que
Cariño.
fuera...o de su carácter...o de su categoría...espiritual...Simplemente
quiero, bueno, necesito...tener una idea más clara de él...bueno, no
REBECCA
una idea más clara...simplemente una idea, en realidad...porque no Ah, sí, me has llamado cariño. Qué curioso.
tengo absolutamente ni idea...tal como están las cosas...de su aspecto.
Quiero decir, ¿qué aspecto tenía? ¿No me puedes dar una forma, una
DEVLIN
forma concreta? Quiero una imagen concreta de ól, ¿entiendes?...una
¿Curioso? ¿Por qué?
imagen que pueda llevar conmigo. Quiero decir, no haces más que
hablar de sus manos, una mano sobre tu cara, la otra en tu nuca, luego
REBECCA
la primera en tu garganta. Debe tener algo más que manos. ¿Qué me
Pues porque ¿cómo es posible que me llames cariño? No soy tu cariño.
dices de los ojos? ¿Tenía ojos?

12 13
DEVLIN REBECCA
Sí lo eres. ¿Cómo?
• V
REBECCA DEVLDM
Pues no quiero ser tu cariño. Es lo último que quiero ser. No soy el ¿Qué tipo de trabajo era? ¿Qué trabajo?
cariño de nadie.
REBECCA
DEVLIN Creo que tenía algo que ver con una agencia de viajes. Creo que era
Eso es una canción. algo así como guía. No. No era eso. Eso era sólo un trabajo a tiempo
parcial. Quiero decir que ése sólo era parte del trabajo en la agencia.
REBECCA Tenía un puesto bastante alto, ¿sabes? Tenía muchas responsabilidades.
¿El qué?
Pausa.
DEVLIN
«Ahora no soy la chica de nadie». DEVLIN
¿Qué tipo de agencia?
REBECCA
Es «Ahora no eres la chica de nadie». Pero de todos modos, yo no REBECCA
utilicé la palabra chica. Una agencia de viajes.

Pausa. DEVLIN
¿Qué tipo de agencia de viajes?
No te sé decir qué aspecto tenía.
REBECCA
DEVLIN Era guía, ¿sabes? Guía.
¿Lo has olvidado?
DEVLIN
REBECCA
No. No lo he olvidado. Pero esa no es la cuestión. De todos modos, se ¿Guía turístico?
marchó hace años.
Pausa.
DEVLIN
¿Se marchó? ¿A dónde se fue? REBECCA
¿Te he hablado alguna vez de ese sitio...de la vez que me llevó a ese
REBECCA sitio?
Se fue por el trabajo. Tenía un trabajo. DEVLIN
¿Qué sitio?
DEVLIN
¿Cuál? REBECCA
Estoy segura de que te lo he contado.

14 15
DEVLIN DEVLIN
No, nunca me lo has contado. ¿Por qué hicieron eso?

REBECCA REBECCA
Qué curioso. Juraría que sí. Que te lo conté. Él me dijo después que porque le tenían un gran respeto.

DEVLIN DEVLIN
No me has contado nada. Nunca me habías hablado de él. No me has ¿Porqué?
contado nada.
REBECCA
Pausa. Porque hacía un trabajo verdaderamente importante, dijo. Tenían una
fe absoluta en él. Respetaban su...pureza, su...convicción. Le segui-
¿Qué sitio? rían hasta el borde de un acantilado y se tirarían al mar si él se lo
pidiera, dijo. Y cantarían en coro, siempre y cuando él les dirigiera.
REBECCA De hecho eran muy musicales, dijo.
Mmmh, era una especie de fábrica, supongo.
DEVUN
DEVLIN ¿Qué impresión les causaste?
¿Qué quieres decir, una especie de fábrica? ¿Era una fábrica o no lo
era? Y si era una fábrica, ¿qué clase de fábrica era? REBECCA
¿Yo? Oh, fueron encantadores. Les sonreí. E inmediatamente todos y
REBECCA cada uno de ellos me sonrió.
Bueno, fabricaban cosas —exactamente igual que en cualquier otra
fábrica. Pero no era el tipo de fábrica normal. Pausa.

DEVLIN Lo único era que rr*#l sitio era tan húmedo. Era extremadamente hú-
¿Por qué no? medo.

REBECCA DEVLIN
Todos llevaban gorras...los obreros...gorras blandas...y cuando entró ¿Y no iban bien vestidos para el clima?
él guiándome a mí se las quitaron, mientras me llevaba por los pasi-
llos entre las filas de obreros. REBECCA
No.
DEVLIN
¿Se quitaron las gorras? ¿Quieres decir que se descubrieron? Pausa.

REBECCA DEVLIN
Sí. ¿No habías dicho que trabajaba para una agencia de viajes?

17
REBECCA Pausa.
Y otra cosa. Yo quería ir al lavabo. Pero sencillamente no lo encontré.
Miré por todas partes. Estoy segura de que había uno. Pero nunca Sólo que estoy increíblemente angustiada.
averigüé dónde estaba.
Pausa.
Pausa.
¿No quieres saber por qué? Pues te lo voy a decir de todos modos. Si
Sí que trabajaba para una agencia de viajes. Era guía. Solía ir a la no te lo puedo decir a ti, ¿a quién se lo puedo decir? Pues te lo diré de
estación de tren local y recorrer el andén arrancando a todos los bebés todos modos. Es que de repente me he dado cuenta. Quero decir
de los brazos de sus madres que gritaban. que...mientras la sirena se iba apagando en mis oídos, sabía que se iba
haciendo cada vez más fuerte para otra persona.
Pausa.
DEVLIN
DEVLIN ¿Quieres decir que siempre la está oyendo alguien en alguna parte?
¿Ah, sí? ¿Es eso lo que quieres decir?
>
Silencio. REBECCA
Sí. Siempre. Para siempre.
REBECCA
Por cierto, estoy muy angustiada. DEVLIN
¿Eso te hace sentir segura?
DEVLIN
¿Ah, sí? ¿Por qué? REBECCA
¡No! ¡Me hace sentir insegura! Terriblemente insegura.
REBECCA
Bueno, es por la sirena de policía que hemos oído hace un par de DEVLIN
minutos. ¿Por qué?

DEVLIN REBECCA
¿Qué sirena de policía? Odio que se vaya apagando. Odio que vaya desapareciendo el eco.
Odio que me vaya abandonando. Odio irla perdiendo. Odio que otra
REBECCA persona la vaya poseyendo. Quiero que sea mía, todo el tiempo. Es un
¿No la has oído? Tienes que haberla oído. Sólo hace un par de minu- sonido tan hermoso, ¿no crees?
tos.
DEVLIN
DEVLIN No te preocupes, siempre habrá otra. Ahora mismo hay una que viene
¿Y qué? hacia ti. Créeme. Pronto la oirás otra vez. En cualquier momento.

REBECCA REBECCA
Bueno, sólo que estoy muy angustiada. ¿Sí?

18
DEVLIN DEVLIN
Seguro. Son gente muy ocupada, la policía. Tienen tantas cosas que No puedes saber que era inocente.
hacer. Tienen tantas cosas de las que cuidarse, que vigilar. Reciben
señales continuamente, generalmente en código. No hay ni un minuto REBECCA
del día en que no vayan a la carga por uno u otro rincón del mundo, en ¿Por qué no?
sus coches de policía, haciendo sonar las sirenas. Así que te puedes
consolar con eso, por lo menos. ¿No? Nunca volverás a estar sola. DEVLm,- ';'
Nunca estarás sin una sirena de policía. Te lo prometo. Porque no sabes dónde había estado. No sabes cuántas otras manos lo
han cogido, cuántas otras manos han escrito con él, qué ha hecho con
Pausa. él otra gente. No sabes nada de su historia. No sabes nada de la histo-
ria de sus padres.
Escucha. Ese tipo del que estabas hablando...quiero decir, ese tipo del
que tú y yo estábamos hablando...por decirlo de algún modo...¿cuándo REBECCA
le conociste exactamente? O sea, ¿cuándo ocurrió todo esto, exacta-
mente? No lo tengo...cómo puedo decirlo...no lo acabo de tener claro. Un bolígrafo no tiene padres.
¿Fue antes de conocerme o después de conocerme a mí? La pregunta
tiene cierta importancia. Estoy seguro de que te das cuenta. Pausa.

REBECCA DEVLIN

Por cierto, hay algo que me muero por decirte. No puedes estar ahí sentada y decir cosas como ésa.
REBECCA
DEVLIN Sí puedo estar aquí sentada.
¿Qué?
DEVLIN
REBECCA No puedes estar ahí sentada y decir cosas como ésa.
Fue cuando estaba escribiendo una nota, unas notas para la lavande-
ría. En fin...para decirlo sin rodeos...una lista para la lavandería. Pues REBECCA
puse el bolígrafo en esa mesita, rodó y se cayó. ¿Crees que no tengo derecho a estar aquí sentada? ¿Consideras que no
tengo derecho a sentarme en esta silla, en el lugar donde vivo?
DEVLIN
¿¡No!? DEVLIN
Digo que no tienes derecho a sentarte en esa silla o en o sobre cual-
REBECCA quier otra silla y decir cosas como ésa y no importa si vives aquí o no.
Cayó rodando en la alfombra. Ante mis propios ojos.
REBECCA
DEVLIN ¿No tengo derecho a decir cosas como qué?
¡Vaya por Dios!
DEVLIN
REBECCA Que ese bolígrafo era inocente.
Este bolígrafo, este bolígrafo completamente inocente.

20 21
REBECCA REBECCA
¿Crees que era culpable? No tengo tal autoridad. Nunca me ha ocurrido nada. Nunca le ha
ocurrido nada a ninguno de mis amigos. Nunca he sufrido. Ni tampo-
Silencio. co mis amigos.

DEVLIN DEVLIN
Te estoy dejando escurrir. ¿Lo has notado? Te estoy dejando deslizar. Estupendo.
O quizá sea yo el que ha tenido un desliz. Es peligroso. ¿Lo notas?
Estoy sobre arenas movedizas Pausa.

REBECCA ¿Hablamos más íntimamente? Hablemos de cosas más íntimas, hable-


Como Dios. mos sobre algo más personal, sobre algo dentro de tu experiencia in-
mediata. Quiero decir, por ejemplo, cuando el peluquero te coge la
DEVLIN cabeza con las manos y empieza a lavarte el pelo muy suavemente y a
¿Dios? ¿Dios? ¿Tú crees que Dios se está hundiendo en arenas move- masajearte el cuero cabelludo, cuando hace eso, cuando tienes los ojos
dizas? Eso es lo que yo llamo una percepción verdaderamente asque- cerrados y hace eso, tiene toda tu confianza, ¿no? No es sólo tu cabeza
rosa. Si es que puede dignificarse con la palabra percepción. Vigila lo que está en sus manos, ¿no? Es tu vida, es tu bienestar...espiritual.
cómo hablas de Dios. Es el único Dios que tenemos. Si le dejas ir, no
volverá. Ni siquiera mirará hacia atrás por encima del hombro. Y Pausa.
entonces, ¿qué harás? ¿Sabes cómo será, un vacío así? Será como In-
glaterra jugando contra Brasil en Wembley y ni un alma en el estadio. Pues lo que quería saber era esto...cuando tu amante te ponía la mano
¿Te lo imaginas? Jugando las dos partes en un estadio totalmente va- en la garganta, ¿te recordaba al peluquero?
cío. El partido del siglo. Silencio absoluto. Ni un alma mirando. Si-
lencio absoluto. Aparte del silbato del arbitro y de los insultos y peleas Pausa.
de siempre. Apartarse de Dios significa que el grande y noble juego
del fútbol caerá en el olvido permanente. Ningún gol en la prórroga de Estoy hablando de tu amante. El hombre que intentó asesinarte.
la prórroga de la prórroga, ningún gol en toda la eternidad, en un tiem-
po sin fin. Ausencia. Estancamiento. Parálisis. Un mundo sin ganador. REBECCA
¿Asesinarme?
Pausa.
DEVLIN
Espero que te hagas a la idea. Darte muerte.

Pausa. REBECCA
No, no. No intentó asesinarme. No quería asesinarme.
Permíteme decir esto. Hace un rato hiciste...digamos que...hiciste una
referencia un tanto indirecta al tipo ese...¿tu amante?...y bebés y ma- DEVLIN
dres, etcétera. Y andenes. Deduzco que hablabas de alguna atrocidad. Te ahogó y te estranguló. Casi no hay diferencia. Por lo que cuentas.
Permíteme que te pregunte esto: ¿qué autoridad crees poseer que te ¿No?
otorgue el derecho de hablar de tal atrocidad?
REBECCA ¿Sigues el hilo de mi argumento?
No, no. Sentía compasión por mí. Me adoraba.
REBECCA
Pausa. Ah sí, hay algo que he olvidado decirte. Fue curioso. Miré por la
ventana del jardín, por la ventana al jardín, a mediados de verano, en
DEVLIN esa casa de Dorset, ¿te acuerdas? Ah, no, tú no estabas. No creo que
¿Tenía nombre, el tipo este? ¿Era extranjero? ¿Y yo dónde estaba en hubiera nadie. No. Sólo estaba yo. Estaba sola. Estaba mirando por la
esa época? ¿Qué quieres que entienda? ¿Me fuiste infiel? ¿Por qué no ventana y vi un montón de gente caminando a través del bosque, ha-
confiaste en mí? ¿Por qué no confesaste? Te hubieras sentido mucho cia el mar, en dirección al mar. Parecían tener mucho frío, llevaban
mejor. De verdad. Me hubieras podido tratar como un cura. Me hubie- abrigos, aunque hacía un día precioso. Un precioso y cálido día de
ras puesto a prueba. Siempre he querido que me pusieran a prueba. Dorset. Llevaban bolsas. Había...guías...conduciéndolos, guiándolos.
Era una de mis ambiciones en la vida. Ahora he perdido mi gran Cruzaron el bosque y les vi a lo lejos caminando por el acantilado y
oportunidad. A menos que todo esto ocurriera antes de conocerte. En bajando hacia el mar. Entonces los perdí de vista. Tenía bastante cu-
cuyo caso no tienes ninguna obligación de decirme nada. Tu pasado riosidad, así que subí a la ventana más alta de la casa y miré por
no es asunto mío. A mí no se me ocurriría hablarte de mi pasado. No encima de las copas de los árboles y pude ver la playa. Los
es que lo tenga. Cuando llevas una vida académica no te preocupas de guías...conducían a toda esa gente por la playa. Hacía un día tan boni-
las pequeneces, ¿sabes?, tetas, ese tipo de cosas. Tienes la cabeza en to. Estaba tan calmado y el sol brillaba. Y vi a toda esa gente adentrarse
otros asuntos, si tienes una casera atenta, capaz de prepararte bacon y en el mar. La marea los cubría lentamente. Sus bolsas flotaban en las
huevos pasadas Jas once de la noche, si la cama está caliente, si el sol olas.
se levanta en la dirección correcta, si la sopa está fría. Solamente de
Pascuas a Ramos haces mover el culo de la sirvienta, siempre y cuan- DEVLIN
do la haya —sirvienta, no culo— pero, desde luego, nada de eso viene ¿Cuándo fue eso? ¿Cuándo viviste en Dorset? Yo nunca he vivido en
al caso cuando tienes esposa. Cuando tienes esposa dejas que el pen- Dorset.
samiento, las ideas y la reflexión tomen su curso. Lo cual quiere decir
que nunca dejas que gane el mejor. A la mierda con el mejor, ese Pausa.
siempre ha sido mi lema. Al final es el hombre que agacha la cabeza
y avanza a través de no importa qué viento o qué clima el que triunfa. REBECCA
Un hombre con agallas y perseverancia. Ah, por cierto, alguien me dijo el otro día que hay un estado que se
conoce como elefantiasis mental.
Pausa.
DEVLIN
Un hombre a quien nada le importa una mierda. Un hombre con un ¿Qué quieres decir, «alguien te dijo»? ¿Qué quieres decir, «el otro
sentido rígido del deber. día»? ¿De qué estás hablando?

Pausa. REBECCA
Elefantiasis mental significa que cuando derramas una onza de salsa,
No hay contradicción alguna entre estas dos afirmaciones. Créeme. por ejemplo, inmediatamente se expande y se convierte en un vasto
mar de salsa. Se convierte en un mar de salsa que te rodea por todas
Pausa. partes y te ahogas en un voluminoso mar de salsa. Es terrible. Pero
todo es culpa tuya. Tú lo has provocado. No eres la víctima de ello,

24 25
: u¿ ' Jli' J'L
eres la causa. Porque fuiste tú quien derramó la salsa en primer lugar, Y mi mejor amigo, el hombre a quien yo había dado mi corazón, el
fuiste tú quien pasó el bulto. hombre que supe, desde el momento en que nos conocimos, que era
para mí, mi amor, mi compañero más preciado, lo vi recorriendo el
Pausa. andén arrancando a todos los bebés de los brazos de sus madres que
gritaban.
DEVLIN
¿El qué? Silencio.

REBECCA DEVLIN
El bulto.
¿Has visto a Kim y a los niños?
Pausa.
Ella le mira.
DEVLIN
Hoy ibas a ver a Kim y a los niños.
Y bien, ¿cuál es la cuestión? ¿Estás dispuesta a ahogarte en tu propia
salsa? ¿O estás dispuesta a morir por tu patria? Bien. ¿Qué dices,
Ella le mira fijamente.
corazón? ¿Por qué no sales y te vas a la ciudad y te metes en un cine?
Tu hermana Kim y los niños.
REBECCA
Qué curioso, en algún momento de un sueño...hace mucho tiempo...oí
REBECCA
a alguien llamarme corazón. Miré hacia arriba. Había estado soñan-
do. No sé si miré hacia arriba en el sueño o al abrir los ojos. Pero en el ¡Ah, Kim! Y los niños, sí. Sí. Sí, claro que los he visto. He tomado el
té con ellos. ¿No te lo he dicho?
sueño, una voz llamaba. De eso estoy segura. Una voz me llamaba.
Me llamaba corazón. DEVLIN
No.
Pausa.
REBECCA
Sí. Claro que los he visto.

Pausa. Pausa.

Salí a la ciudad helada. Incluso el barro estaba helado. Y la nieve DEVLIN


tenía un color curioso. No era blanca. Bueno, era blanca, pero tenía ¿Cómo están?
otros colores. Era como si hubiera venas recorriéndola. Y no era sua-
ve, como es la nieve, como la nieve debe ser. Había montículos. Y REBECCA
cuando llegué a la estación ferroviaria vi el tren. Había otras perso- Ben ya habla.
nas.
DEVLIN
Pausa. ¿Ah, sí? ¿Qué dice?

26
DEVLIN
REBEGCA
¿Echa de menos a su mujer?
Cosas como «Me llamo Ben». Cosas así. Y «Mamá se llama Mamá».
Cosas así.
REBECCA
Dice que ha dejado a la otra. Dice que nunca fue nada serio, ¿sabes?,
DEVLIN
que sólo fue sexo.
¿Y Betsy?
DEVLIN
REBECCA
Ah.
Gatea.
Pausa.
DEVLIN
¿No, de verdad?
¿Y Kim?

REBECCA
Pausa.
Creo que empezará a andar antes de que nos demos cuenta. De ver-
dad.
¿YKim?

DEVLIN
REBECCA
Y probablemente a hablar también. Dirá cosas como «Me llamo Betsy».
Nunca le dejará volver. Nunca. Dice que nunca compartirá la cama
con él otra vez. Nunca. Jamás.
REBECCA
Sí, claro que los he visto. He tomado el té con ellos. Pero...mi pobre
DEVLIN
hermana...no sabe qué hacer.
¿Por qué no?

DEVLIN
REBECCA
¿Qué quieres decir?
Nunca jamás.

REBECCA
DEVLIN
Bueno, él quiere volver, ¿sabes?...llama una y otra vez pidiendo que le
¿Pero por qué no?
deje volver. Dice que no lo puede soportar, dice que ha dejado a la
otra, dice que está viviendo solo, ha dejado a la otra.
REBECCA
Claro que he visto a Kim y los niños. He tomado el té con ellos. ¿Por
DEVLIN
qué me lo has preguntado? ¿Creías que no les había visto? >
¿Y es verdad?
DEVLIN
REBECCA
No. No lo sabía. Sólo que dijiste que ibas a tomar el té con ellos.
Dice que sí. Dice que echa de menos a los niños.

REBECCA
Pausa.
¡Pues claro que he tomado el té con ellos! ¿Por qué no iba a hacerlo?
Es mi hermana. Pausa.

Pausa. DEVLIN
Suena muy divertido.
Adivina dónde fui después del té. Al cine. Vi una película.
REBECCA
DEVLIN Pero había un hombre sentado delante de mí, a mi derecha. Estuvo
¿Sí? ¿Cuál? totalmente quieto durante toda la película. No se movió para nada,
estaba rígido, como un cadáver con rigor mortis, no se rió ni una sola
REBECCA vez, estaba ahí sentado como un cadáver. Me alejé de él. Me alejé
Una comedia. tanto como me fue posible.

DEVLIN Silencio.
Aja. ¿Era divertida? ¿Te reiste?
DEVLIN
REBECCA A ver, empecemos otra vez. Vivimos aquí. No vives...en Dorset...ni en
La otra gente se reía. Los otros miembros del público. Era divertida. ninguna otra parte. Vives aquí conmigo. Esta es nuestra casa. Tienes
una hermana muy agradable. Vive cerca de ti. Tiene dos niños encan-
DEVLIN tadores. Tú eres su tía. Eso te gusta.
¿Pero tú no te reiste?
Pausa.
REBECCA
La otra gente sí. Era una comedia. Había una chica...¿sabes?...y un Tienes un jardín maravilloso. Te encanta tu jardín. Lo creaste tú sóli-
hombre. Estaban comiendo en un restaurante elegante de Nueva York. ta. Tienes auténticas manos de jardinera. También tienes unas manos
Él la hacía sonreír. preciosas.

DEVLIN Pausa.
¿Cómo?
¿Has oído lo que te he dicho? Te acabo de hacer un cumplido. En
REBECCA realidad, te he hecho varios cumplidos. Empecemos otra vez.
Pues...contándole chistes.
REBECCA
DEVLIN Creo que no podemos empezar otra vez. Empezamos...hace mucho
Ah, ya. tiempo. Ya empezamos. No podemos empezar otra vez. Podemos ter-
minar otra vez.
REBECCA
Y luego, en la escena siguiente se la llevaba a una expedición por el DEVLIN
desierto, en una caravana. Ella nunca había vivido en el desierto, ¿sa- Pero nunca hemos terminado.
bes? Tenía que aprender a hacerlo.

30 31
REBECCA Pausa.
Sí que lo hemos hecho. Una y otra vez. Y podemos terminar otra vez.
Una y otra vez. Y otra vez. ¿Por qué nunca me habías dicho lo de este amante tuyo? Tengo dere-
cho a estar realmente muy enfadado. ¿Te das cuenta? Tengo derecho
DEVLBM a estar realmente muy enfadado, ¿lo entiendes?
¿No estás utilizando mal la palabra terminar? Terminar significa ter-
minar. No se puede terminar otra vez. Sólo se puede terminar una vez. Silencio.

REBECCA REBECCA
No. Puedes terminar una vez y luego puedes terminar otra vez. Ah, por cierto, hay algo que quería haberte dicho. Estaba en una
habitación en el ático de un edificio muy alto en el centro de la
Silencio. ciudad. El cielo estaba lleno de estrellas. Iba a cerrar las cortinas,
pero me quedé en la ventana un rato mirando las estrellas. Entonces
REBECCA (canta suavemente) miré hacia abajo. Vi a un viejo y un niño caminando por la calle.
«Cenizas a las cenizas» - Ambos arrastraban maletas. La maleta del niño era más grande que
él. Era una noche muy clara. Por las estrellas. El viejo y el niño
DEVLIN caminaban por la calle. Se cogían de la mano que les quedaba libre.
«Y polvo al polvo» - Me pregunté hacia dónde iban. En fin, estaba a punto de cerrar las
cortinas, pero entonces, de repente, vi a una mujer que les seguía
REBECCA con un bebé en brazos.
«Si las mujeres no te atrapan» -
Pausa.
DEVLIN
¿Te he dicho que la calle estaba helada? Estaba helada. Así que la
«Lo hará el licor.» mujer tenía que andar con mucho cuidado. Por encima de los montí-
culos. Las estrellas habían salido. Siguió al hombre y al niño hasta
Pausa. que doblaron la esquina y desaparecieron.

DEVLIN Pausa.
Siempre supe que me amabas.
REBECCA Se quedó quieta. Besó al bebé. El bebé era una niña.
¿Por qué?
Pausa.
DEVLIN
La besó.
Porque nos gustan las mismas canciones.
Pausa.
Silencio.
Escuchó el latido del corazón del bebé. El corazón del bebé latía.
Escucha.

32 33
m~^

La luz de la habitación se ha oscurecido. Las lámparas brillan intensamen- REBECCA


te. Rebecca está sentada, muy quieta. Nos llevaron a los trenes

El bebé respiraba.
los trenes
Pausa.
Pausa.
La estreché en mis brazos. Respiraba. Su corazón latía.
REBECCA
Devlin.se acerca a ella. Se queda de pie delante suyo y la mira. Se llevaban a los bebés

Cierra el puño y lo sostiene delante de su cara. Le pone la mano izquierda . Eco


detrás de la nuca y la agarra. Le acerca la cabeza hacia su puño. El puño le
toca la boca. llevaban a los bebés

DEVLIN Pausa.
Bésame el puño.
REBECCA
Ella no se mueve. Yo cogí a mi bebé y lo envolví con el chai
Eco
Él abre la mano y coloca la palma sobre la boca de ella. el chai

Ella no se mueve. REBECCA


Como si fuera un bulto
DEVLIN
Eco
Habla. Dilo. Di «Ponme la mano alrededor de la garganta». un bulto

Ella no habla. REBECCA


Y lo sostuve bajo el brazo izquierdo
DEVLIN
Pídeme que te ponga la mano alrededor de la garganta Eco
Ella no habla ni se mueve. • • el brazo izquierdo

Él le pone la mano en la garganta. Presiona suavemente. La cabeza de ella Pausa.


se inclina hacia atrás.
REBECCA
Ambos están quietos. Y pasé con el bebé
_ i

Ella habla. Hay un eco. Él afloja la mano.

34 35
^ —

La luz de la habitación se ha oscurecido. Las lámparas brillan intensamen- REBECCA


te. Rebecca está sentada, muy quieta. Nos llevaron a los trenes

El bebé respiraba. Eco

Pausa. los trenes

La estreché en mis brazos. Respiraba. Su corazón latía. Pausa.

REBECCA
Devlin.se acerca a ella. Se queda de pie delante suyo y la mira.
Se llevaban a los bebés
Cierra el puño y lo sostiene delante de su cara. Le pone la mano izquierda . Eco
detrás de la nuca y la agarra. Le acerca la cabeza hacia su puño. El puño le
toca la boca. llevaban a los bebés

DEVLIN Pausa.
Bésame el puño.
REBECCA
Ella no se mueve. Yo cogí a mi bebé y lo envolví con el chai
Eco
Él abre la mano y coloca la palma sobre la boca de ella. el chai

Ella no se mueve. REBECCA


Como si fuera un bulto
,-. DEVLIN
Habla. Dilo. Di «Ponme la mano alrededor de la garganta». Eco
un bulto
Ella no habla.
REBECCA
DEVLIN Y lo sostuve bajo el brazo izquierdo
Pídeme que te ponga la mano alrededor de la garganta
Eco
Ella no habla ni se mueve.
el brazo izquierdo
El le pone la mano en la garganta. Presiona suavemente. La cabeza de ella
se inclina hacia atrás. Pausa.

REBECCA
Ambos están quietos.
Y pasé con el bebé
Ella habla. Hay un eco. Él afloja la mano.

34 35
Eco Silencio.
el bebé
REBECCA
Pausa. Y subimos al tren

REBECCA Eco
Pero el bebé lloró al tren

Eco REBECCA
lloró Y llegamos a este lugar

REBECCA Eco
Y el hombre me llamó este lugar

Eco REBECCA
me llamó Y encontré a una mujer que conocía

REBECCA Eco
Y me dijo qué llevas ahí que conocía

Eco REBECCA
llevas ahí Y me dijo, qué le ha pasado a tu bebé

REBECCA Eco
Alargó la mano hacia el bulto tu bebé

Eco REBECCA
hacia el bulto Dónde está tu bebé

REBECCA Eco
Y le di el bulto tu bebé

Eco REBECCA
el bulto. Y yo dije qué bebe
(••m.s
REBECCA Eco
Y ésa es la última vez que sostuve el bulto qué bebe

Eco REBECCA
el bulto No tengo ningún bebé

36
Eco
ningún bebé
r
REBECCA
No sé de ningún bebé

Eco
de ningún bebé

Pausa.

REBECCA
No sé de ningún bebé

Silencio largo.

OSCURO

,-.Í"
Febrero 1996

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