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María Isabel Conde Moreno UCM

II ENCUENTRO DE INNOVACIÓN DOCENTE EN CLÁSICAS

"El teatro universitario como modus docendi. Posibilidades de la


dramaturgia como ejercicio de prácticas de la Iconografía, el Teatro y la
Mitología Clásicas."

Resumen:

Sacar adelante la representación de una obra de temática clásica (o de un fragmento) es


un ejercicio que supone poner en práctica muchas de las lecciones teóricas recibidas por
el alumno acerca del Teatro Griego, de la Iconografía y de la Mitología Clásica. Se
trabajan: la caracterización de los personajes, el examen de las fuentes, la elección del
vestuario (con los atributos iconográficos), el ensayo de la vocalización, entonación y
modulación debidas para recitar el papel, y, no menos importante, se lidia con los
contratiempos inevitables que acarrea acometer una obra colaborativa.

En esta intervención pretendemos mostrar las áreas en que el ejercicio


del teatro puede ser una actividad docente enriquecedora. Propondremos
una batería de ejercicios específicos para ser desarrollados a propósito de la
representación. Algunos podrán ser sólo idóneos para alumnos de Filología
Clásica, mientras que otros podrán ser realizados por alumnos de otras
titulaciones de Humanidades, o por cualquiera de los participantes.

Lo haremos apoyándonos en la experiencia del ejercicio práctico de


todas ellas dentro de la actividad del grupo complutense de teatro, los
Farsantes míticos, nacido en el año 2013 para representar farsas
mitológicas en los actos del Homenaje a Ártemis, que bajo la dirección de
la Dra. Alicia Esteban se desarrolla en mayo cada año, desde hace 15, en
los jardines históricos de la Facultad de Filología.

1- Selección de la obra que se va a representar.

Puede tratarse de una obra de una obra conservada de teatro clásico


grecolatino (bien sea entera, bien sólo un fragmento), o puede tratarse de
una obra de creación propia, de temática clásica. Este es el caso de las
obras que representamos nosotros, siempre farsas mitológicas de la autoría
de quien les habla.

Se trata de dramatizaciones realizadas sobre el modelo de la comicidad


dramática de Aristófanes, basada en el humor textual fino,del que él mismo
presumía en la parábasis de La Paz, vv. 735 ss., no en el humor de pedos y
cachiporras de sus antecesores; y también en el espíritu burlón de Luciano
respecto de los mitos, reflejado en sus Diálogos.

Este puede ser uno de los primeros motivos didácticos con los que se puede
trabajar: el teatro cómico en general, y su transmisión. Por ejemplo, buscar
información sobre la comedia epicármica, de la que sabemos poco, salvo
que dramatizaba los mitos en clave cómica, lo que parece “darnos
permiso” para hacer nosotros lo propio. Y buscar vasos de fliaces con
temática mitológica cómica.

2- Examen de las fuentes.

Este es un ejercicio idóneo para alumnos que sean de Filología Clásica.


El profesor puede guiarles en la búsqueda de las fuentes principales del
mito teatralizado; a ser posible, en la lengua original, además de en la
traducción. El conocimiento de las fuentes permitirá no perder la unidad
mitémica en la recreación dramática del mito. El alumno aprenderá que
pueden crearse personajes ex novo sólo si se trata de personajes de rango
social secundario, tales como mensajeros, nodrizas, soldados, labradores…
Personajes que pueden servir para potenciar la comicidad del texto o la
escena caracterizándolos en su versión cómica: nodriza respondona,
soldado cobarde, labrador tacaño o gruñón, por ejemplo. (Vídeo de Atlas,
Prometeo y Heracles, min 2´15 a 3´35).

No podrán incorporarse a la acción personajes divinos que no estén


relacionados con la historia mítica que se representa en las fuentes. Sólo
podremos incorporar a la dramatización los dioses que por su naturaleza
divina pueden aparecer en cualquier episodio mítico, como Hermes, o los
sátiros (y Dioniso, si se tercia). Estos caracterizaban por sí mismos el
género del drama satírico griego irrumpiendo en cualquier acción mítica.

Esta reflexión sobre los límites de la dramatización de las historias


míticas puede ser ocasión de hacer ejercicios de búsqueda de personajes
dramáticos originales y no originales del mito en relación con las fuentes.
3- Caracterización de los personajes.

Hecha la dramatización del episodio mítico, o sea, creada su


arquitectura dramática, llegará el momento de trabajar con la
caracterización de los personajes en relación con el cásting (o reparto o
ficha artística).

Es trabajo del director de la representación adjudicar los personajes a los


actores idóneos de su grupo. Esta es la teoría. En la práctica, a veces habrá
de suprimirse o crearse algún personaje (y rehacer, por tanto, sus escenas),
cuando no haya actores suficientes, o cuando bien algún actor del grupo,
desee ver más lucido su personaje, con más tiempo escénico, y le asistan
argumentos de peso suficiente para pedirlo… (Alicia Esteban y yo hemos
comentado esta cuestión a veces, cómo hay que “mimar” a algún actor
bueno, que se siente relegado en el reparto de una obra… y con el que
queremos contar para una función posterior.

En el cambio de impresiones con los actores cuando ya han leído la


obra, y deben comenzar los ensayos, es cuando debemos trabajar en la
caracterización del personaje. Por ejemplo, el Paris de El juicio de Paris o
La manzana de la Discordia, yo lo veía como un personaje “pijo”, puesto
que era un príncipe troyano metido a pastor circunstancial, y los griegos
consideraban que el carácter noble era una naturaleza de la persona, que,
por lo tanto, afloraría en cualquier circunstancia. Y fui capaz de lograrlo
con uno de mis actores casi por completo en ese registro (vídeo de La
manzana…min. 28 a 29).

La diosa Hera como femme formidable, Afrodita como una coqueta


(Ibidem. min 33´50), Atenea como una pedante, Poseidón como un dios
pagado de sí mismo y de su importancia… todos ellos irán emergiendo y
cobrando forma a medida que avancen los ensayos. Esta será una buena
ocasión de reforzar lo aprendido en la clase de mitología acerca de la
naturaleza de los personajes, de su arquetipo, para poder forzar sus rasgos a
fin de hacer la caricatura, pero sin llegar a desnaturalizarlos. Explorar estas
fronteras de los rasgos de los personajes será un perfecto refuerzo del
aprendizaje de la clase de Mitología.

4- Vestuario y atributos iconográficos.


El vestuario y la escenografía de una función teatral, a diferencia de los
otros factores, dependen mucho de los medios económicos de que se
disponga. También de la creatividad, pero por mucho que se quiera suplir
carencias con ésta, con algunos medios hay que contar.

En este aspecto, el director ha de elegir si representa la obra con


vestuario de época, vestuario actual, o vestuario “intemporal”, por así
llamarlo.

Yo prefiero siempre el vestuario “griego” de época. Por fortuna, la


mayor parte de los trajes no son anatómicos, de manera que pueden ser
confeccionados con paños (las stolaí de los griegos) recogidos con broches,
alfileres, o cinturones, con las que darles forma. Si se necesitan costuras
para afianzar alguna forma, éstas las podemos hacer nosotros, pueden ser
bastas, sin ningún problema. Esta fase puede ser ocasión de motivar a los
alumnos para que busquen información sobre el vestido griego en general,
y lo diferencien del vestido teatral. Igualmente pueden hacerse ejercicios
sobre la escenografía y tramoya que tenía el teatro griego.

El teatro griego antiguo se representaba en general con escasos recursos


escenográficos. Esto es una suerte para nosotros cuando pretendemos
reproducirlo con una cierta fidelidad. Y digo cierta, pues algunos rasgos
esenciales de las representaciones antiguas no son fáciles de reproducir,
como, por ejemplo, el usar máscaras, o el que todos los actores sean
varones. Sí que podemos, en cambio, volcar la fuerza de la representación
en el texto, o representar sin ayuda de medios técnicos, como hacían ellos.

En general, en nuestras representaciones, utilizamos decorados


modestos, con sólo los muebles y utilería imprescindibles para la acción
dramática. Como mucho, añadimos algún panel pintado (como hacían los
griegos con sus pínakes) de aire griego. Pero ponemos mucho empeño en
reproducir fielmente los atributos iconográficos de los personajes y las
escenas típicas de la iconografía de los mitos. Este suele ser un intenso
momento docente, recordar con los alumnos lo aprendido sobre ello en la
clase de mitología o iconografía, y afianzarlo con la motivación emocional
que supone reproducirlo. Tenemos una serie de fotos de estos paralelismos
que hemos llevado a cabo en unas y otras obras. (Fotos paralelas).

Tanto en el texto, como en el vestuario o decorado puede introducirse


con discreción algún elemento anacrónico que suponga ser un motivo
cómico. Igualmente podrán ocurrírseles a los alumnos “morcillas” con que
mejorar la fluidez o la vis cómica de sus parlamentos o sus gestos. Discutir
estos temas de creatividad también puede ser un buen ejercicio de
encauzamiento de los impulsos creativos, de aprender cuándo darles curso
y cuándo refrenarlos.

5- Vocalización, modulación y entonación.

Es un aspecto en el que se comprueba de facto que hay personas con un


don innato para la mímesis, que son capaces de vocalizar, modular y
entonar, no ya adecuadamente, sino muy bien. Es un gozo encontrarse con
ellos.

Con los demás, será preciso ensayar.

Este ensayo puede convertirse en un ejercicio de dominio de los


recursos de la expresión oral, que les puede ser útiles a los alumnos,
además de como habilidad transversal, como herramienta eficaz de
comunicación. En todos los aspectos de su vida, pero especialmente en el
mundo laboral.

6- Habilidades de cooperación.

Conseguir actores, conseguir que acepten su papel, que lo memoricen y


que lo ensayen, es una tarea ardua; tanto más cuanto que no depende de
uno mismo, sino del esfuerzo y la buena disposición de otras personas. Que
a menudo fallan en ese esfuerzo, malgastando, no sólo su tiempo, sino el de
los demás. En esta fase de la actividad teatral es preciso desarrollar
habilidades colaborativas. Aprender a perder pequeñas batallas (soportar la
impuntualidad de los actores, la asistencia irregular a los ensayos, que se
presenten sin su copia de la obra…) para ganar la guerra definitiva:
representar.

Será preciso tener paciencia, movilizarse sin ganas, sustituir a otros,


cuadrar la agenda, y en definitiva aprender a sacar adelante un proyecto en
el que se implican varias personas con obligaciones diferentes. Hasta el
presente, mi experiencia lidiando con estas y parecidas contrariedades es en
general muy positiva. Hemos generado casi siempre una buena dinámica de
grupo, aunque reconozco que en buena medida es debido a que yo voy
“apagando los fuegos” que van surgiendo a base de contemporizar y poner
el esfuerzo suplementario que se necesite. Esto pueden contemplarlo los
alumnos como una claudicación ante personas poco formales, o como un
ejercicio de tenacidad, de superación de crisis. Me gustaría más que fuera
esto segundo, pero en este campo carezco de criterios académicos para
ponderar el resultado.

Confío en que, al menos, tomar parte en esa ceremonia suprema de la


emoción que es el momento de la representación, deje en ellos impronta
suficiente para afianzar los conocimientos manejados en la preparación de
la obra, y las habilidades adquiridas.

Y que, tiempo adelante, cuando visiten un museo, o prueben un


videojuego, o den clase ellos mismos, puedan decirme como Fernando
Malta Avis, un actor muy querido para mí: “Isabel, surgió un tema de
iconografía, y me acordé de ti”.

BATERÍA DE EJERCICIOS QUE ACOMPAÑAN AL PROCESO


TEATRAL

1. Buscar información sobre la comedia epicármica, la farsa doria, etc.


2. Buscar vasos de fliaces con temática mitológica cómica.
3. Buscar fuentes principales o secundarias del mito teatralizado.
4. Diferenciar los personajes dramáticos originales del mito, de los
innovados.
5. Reforzar lo aprendido en la clase de mitología acerca de la naturaleza
de los personajes, su arquetipo.
6. Buscar información sobre el vestido griego en general, y
diferenciarlo del vestido teatral.
7. Informarse sobre la escenografía y tramoya del teatro griego.
8. Conocer los atributos iconográficos de los personajes míticos.
9. Conocer las escenas típicas de la iconografía de los mitos.
10. Aprender a encauzar los impulsos creativos.
11. Dominio de los recursos de la expresión oral,
12. Desarrollo de habilidades colaborativas.

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