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DRAMATURGIA
MÉTODO PARA ESCRIBIR O ANALIZAR UNA OBRA DRAMATIZADA
DRAMATURGIA
DRAMATURGIA
ÍNDICE
- Introducción
1. Conceptos y fórmulas generales.
1.1 El dramaturgo.
1.2 La dramaturgia.
1.3 Forma y contenido
1.4 La mini-sinopsis (ejemplos)
1.5 El argumento
1.6 La cadena de suceso
2. La premisa (superobjetivo)
Resumen.
3. La acción dramática.
3.1 Los efectos psicológicos de la acción dramática.
Resumen.
4. La ley del conflicto.
4.1. Los bandos en pugna.
Resumen.
5. Las estructuras dramáticas.
5.1. Estructura clásica o aristotélica.
5.2. Gráfico de la estructura aristotélica
5.3. Objetivos y funciones de las partes de la estructura aristotélica.
5.4 Análisis de las etapas obligadas del proceso de composición aristotélico.
Resumen.
6. Origen e importancia actual de la estructura externa de los clásicos griegos.
7. Los géneros y estilos dramáticos.
7.1. Orígenes.
7.2. Clasificación general.
7.2.1. Los géneros realistas.
7.2.2. Los géneros no realistas.
7.2.3. La histórica aberración y visión postmoderna del melodrama.
8. Aplicación del método estructural y genérico en dos filmes distintos
8.1. El piano, J. Campion.
8.2. Tootsie, S. Pollack.
9. El personaje.
9.1. La universalidad del personaje.
9.2. Preguntémosle al personaje.
9.3. La tridimensionalidad del personaje.
9.4. La hoja de vida del personaje.
9.5. Los personajes infantiles.
9.6. La técnica de la exteriorización.
9.7. El tipo.
Resumen.
10. La estructura de progresión acumulativa (de los Lumire, de tensión o
“documental”).
10.1 Estudio estructural y de género de Gritos y susurros (I. Bergman).
7
10.2 Generalidades.
Resumen.
11. De la preceptiva aristotélica.
12. Estudio estructural y de género del teatro clásico griego:
12.1 Esquilo.
12.2 Sófocles.
12.3 Eurípides
13. Lo clásico en Bertolt Brecht.
13.1 Análisis estructural y de género de El círculo de tiza caucasiano (B. Brecht).
14. La originalidad.
14.1. Las treinta y seis situaciones dramáticas según Jorge Polti.
Resumen.
15. La estructura de carnaval o “menipea”.
16. Las adaptaciones.
17. Otras técnicas
17.1. El sentido de la selección.
17.2. La factura, el acabado.
17.3. La reiteración
17.3.1. La reiteración como técnica.
17.3.2. La reiteración como error.
17.4. Los adelantos.
17.5. Las sorpresas.
17.6. El ritmo, su influencia en los sentidos.
18. La dramaturgia de desmonte (técnica para la comprobación de la efectividad
del guión o libreto).
19. El lenguaje técnico en los medios audiovisuales (nomenclatura).
19.1. El guión técnico.
20. La radio y telenovelas. Sus peculiaridades.
20.1 La regla del tres.
20.2 La estructura aristotélica de cambios programados.
20.3 Modelo del trabajo estructural con el ejemplo de la telenovela Lluvia de oro.
21. Análisis de varios filmes a través del método expuesto.
21.1 Bailando en la oscuridad.
21.2 Los otros.
21.3 La rosa púrpura de El Cairo.
21.4 Billy Elliot.
21.5 Señales de amor.
21.6 La pianista
21.7 Una mente brillante.
21.8 La ciénaga.
21.9 Pecado original.
21.10 Fresa y chocolate.
22. Los cursos coexistentes. Metodología para el análisis audiovisual, según
Artur Da Távola.
23. Estudio integral del primer cuento del filme Lucía (1895), de Humberto Solás.
23.1. Gráfico de la estructura.
23.2. Cadena de sucesos.
23.3. Género.
24. Estructura de La Casa de Bernarda Alba, de Federico García Lorca.
25. Estructura de Romeo y Julieta (filme), de Shakespeare-Zeffirelli.
8
Anexos
- Bibliografía.
9
DRAMATURGIA
INTRODUCCIÓN
En un lugar que ahora no recuerdo leí una reflexión que más o menos decía así:
“Quien sabe mucho de teoría, pero no tiene la práctica, no domina la teoría, y quien
tiene la práctica, pero no domina la teoría, nunca llega a saber por qué su trabajo
queda mal o bien”.
No obstante, hay personas que no quieren oír hablar de la técnica ni que se teorice
sobre el arte. De tal manera prefieren mantener su misterio romántico, que uno de
ellos me llegó a decir que se había defraudado del ballet el día que supo que los
bailarines contaban los pasos.
La fragilidad del contacto que estos espontáneos tienen con el fenómeno estético
parece emanada de aquella aseveración romántica de Federico Schiller que dice:
“Toda la magia del arte está en su secreto”. Y no es que vaya a tratar de probar lo
contrario. Lejos de eso. Aún recuerdo la forma en que me defraudé el día que entré
por primera vez en un estudio de radio, al principio de la década del sesenta, y vi
grabar un programa dramatizado: los actores con sus respectivos libretos en las
manos ante un micrófono frío y ajeno, el efectista haciendo caminar a dos personas
a la vez en un cajón de madera lleno de gravillas, y el director, como loco conductor
de orquesta detrás de un cristal, dando entrada a sus elementos sonoros. Sólo si
hubiese cerrado los ojos en aquella fábrica fascinante del estudio le hubiera podido
restituir a la imagen empobrecida, y, por tanto, defraudante, todo lo que desde niño
despertara tanto mi imaginación.
Por otro lado nunca he podido dejar de sentirme algo traidor cuando situado ante los
alumnos voy revelándoles las intimidades de la especialidad, es decir, me da la
sensación de que soy un mago que da a conocer los secretos de los trucos que
debieran ser sólo del dominio de los iniciados.
Hoy sé que aquel sujeto, a pesar de su ingenua reacción, tiene que haber vuelto a
disfrutar del ballet, porque el hombre por una necesidad natural siempre ha tenido
que recurrir al arte. De manera que yo, descubriéndole los misterios de la literatura
dramática con este Libro, espero convencerlo con un método certero de que “para
captar el fenómeno fugaz (del arte) tenemos que aprisionarlo en las reglas,
desgarrar en conceptos su hermoso cuerpo y conservar su espíritu vivo en un
pequeño esqueleto de palabras”, como observara el propio Schiller.
10
1.1. El dramaturgo
1.2. La dramaturgia
Cuando alguien que no sea un gran narrador oral le cuenta a otra persona la historia
de una película o de una obra de teatro o de un programa de televisión o lo escribe
en una sinopsis, el hecho artístico está omitido. Se coincidirá, entonces, en que lo
artístico está en la forma en que esa misma historia fue llevada al espectáculo
dramatizado. Es decir, que si el contenido le da sentido a la forma, es la forma la que
le proporciona lo artístico al contenido, y por ende autonomía en su relación con lo
puramente empírico en que se basa, con la vida real.
La premisa (superobjetivo).
Las relaciones sociales.
Los sucesos.
El ambiente.
Los caracteres.
Aunque cabe hacer notar que la utilidad de esta formulación es únicamente con fines
didácticos. Como luego quedará demostrado, elementos de la forma pasan a ser de
contenido y viceversa, lo que hace manifestar la indivisibilidad de este proceso
dialéctico del arte.
El fútbol en Sofía.
(1) (2) (3) (4)
Sofía en el fútbol.
(4) (3) (1) (2)
La forma para un guionista no tiene nada que ver con las ideas de un envase, un
forro o una envoltura; todo lo contrario, para él la forma se manifiesta como un
elemento interno y, repetimos, activo.
1.4. La mini-sinopsis
PISO 13
Idea-base:
Mini-sinopsis:
Las vicisitudes de una madre viuda, de algo más de cincuenta años con sus hijos.
Frustrada en su sueño de ser bailarina por un temprano matrimonio, y por los años
que van opacando su excepcional belleza y hermosura. El hijo mayor se
avergüenza de ella, el segundo se refugia en las drogas, la hija no puede tomar la
decisión de separarse de su esposo violento, y el más apegado a ella, el más
pequeño, no quiere estudiar y es muy inestable en todo. Luego de innumerables
sucesos, la familia sigue indemne, incólume, gracias a la madre.
Premisa o superobjetivo:
La familia, disfuncional o no, es una institución indispensable.
13
Carácter: La familia,
Conflicto: disfuncional o no,
Desenlace: es una institución indispensable.
PLAY OFF
Idea-base:
Mini-sinopsis:
Una joven, recién graduada de periodismo, “odia” al muchacho que la mortifica –la
revelación beisbolera del año anterior–, y pretende escribir un reportaje con el mayor
bateador que ha tenido el país, ahora postrado en una silla de ruedas producto de
un accidente automovilístico; pero confunde sus sentimientos y cree estar
enamorada de aquella gloria deportiva, a pesar de su estado físico y de la diferencia
de edad entre ambos. Con el afán de volver a la vida al frustrado pelotero, se le
ocurre que éste puede ayudar a salir del “slump” en que de pronto ha caído el joven
a quien cree odiar. El enamorado inválido, después de mucho esfuerzo de la
joven, acepta y vuelve al deporte, que es como decir a la vida, pero el acercamiento
de los tres lo hace convencerse de que de quien está enamorada ella es del
muchacho deportista a quien él ayuda a salir del mal momento.
Premisa o superobjetivo:
Otra premisa:
Este sería un final abierto, es decir, una indagación en la que el espectador tendrá
que llegar a sus propias consideraciones; para ello el guionista redactará su premisa
a modo de pregunta, lo que lo llevaría en la historia a un final abierto.
14
1.5. El argumento
CRÉDITOS: Como música, la ranchera Soy Infeliz, cantada por Lola Beltrán. Y
en imagen, figurines, productos comerciales de consumo femenino, y el mundo del
diseño y la farándula.
sido infeliz. En este mismo paneo aparece un cuadro con una foto de Pepa e Iván
cuando eran felices; sigue la toma hasta encuadrar con la mujer en la cama,
aparentemente muerta. La música ahora apoya este dramatismo.
1. EXPOSICIÓN.
Suceso 2. Con la misma música entra una secuencia del vanidoso Iván
saborizándose la boca e iniciando un recorrido donde piropea a mujeres de distintas
nacionalidades y posiciones sociales. El micrófono al que habla proporciona la
teatralidad que se quiere lograr.
Y así hasta el final del contenido del guión o libreto que estemos estructurando,
siempre teniendo en cuenta que no se describen estados de ánimos, sino acciones.
Pero el afán de alcanzar el mayor rigor posible en el dominio del propósito pasa por
la lucha contra el prejuicio formalista, por demás bizantino, toda vez que el estudio
de la estructura, la forma, no niega en la literatura dramática lo esencial del
contenido, sino que lo evidencia.
2. LA PREMISA (SUPEROBJETIVO)
De modo que esa impericia –la carencia a la hora de escribir de una premisa que
ordene el trabajo–, al no guiarlo estructuralmente hacia un objetivo único, puede dar
como resultado no el arte, sino un guión o libreto desarrollista, desordenado, que
fatigue y bloquee al espectador al no dejarlo asimilar una obra bien hilvanada,
concisa, coherente, que conduzca las ambigüedades específicas del arte, es decir,
la polisemia deseada. Este procedimiento lo explica Francisco Sancti con las
siguientes palabras:
Son múltiples los caminos por donde se puede llegar a la idea-base para comenzar
un guión: la anécdota de un familiar, una experiencia propia o ajena, un lugar, un
ambiente, una teoría, un pensamiento fugaz, etcétera. El hecho de que cualquiera
de esas motivaciones haya calado en el espíritu del guionista hasta impresionarlo,
evidencia que, consciente o no, ya tiene o está en vías de lograr un punto de vista
sobre el tópico en cuestión. Y es ahí que le nace el deseo o la necesidad de
plasmarlo en un guión o libreto.
El siguiente paso sería preguntarse qué significa ese estímulo para él, cómo lo ve,
como lo siente; en suma, cuál es su filosofía sobre el asunto.
El método que aconsejan varios autores es redactar una frase matricial, una
moraleja que devenga en una síntesis del contenido que se quiere expresar, y que
ante todo sea muy honesta, pues una premisa insincera terminará por traicionar al
creador.
Lajos Egri, por ejemplo, en su libro Cómo escribir una obra, llega a exigir más, pide
que esa frase matricial o moraleja que va a ser la premisa, tenga tres partes:
Recuerda incluso como en el teatro del Siglo de Oro español era frecuente hallar la
premisa en el título. Ejemplo: El condenado por desconfiado, de Tirso de Molina.
El canon griego por el cual se ha guiado la cultura occidental durante siglos expresa
que el logro de la perfección se alcanza a través de la unidad de las partes; de modo
que comenzar a trabajar teniendo una premisa clara, si bien no lo resuelve todo,
ayuda a que la integridad de las partes esté en función de demostrar esa sola
premisa.
La fórmula de Lajos Egri –porque no es otra cosa que una fórmula– para el uso de la
premisa es exacta y útil operativamente, pero si se quiere trascender al arte, puesto
que en esos términos se habla en este Libro, hay que limitarla al proceso de
composición y no caer en el desespero facilista de expresarla, fundamentalmente si
estamos trabajando en un género realista.
En otro plano del análisis, los furibundos contenidistas se enfrentan a otro escollo.
Se ha estudiado profusamente el proceso dialéctico que se establece entre el
espectador y la obra que aprecia (estética de la recepción); pero no habría que
esforzarse mucho para determinar que existe un conflicto entre los dos factores
(espectador-espectáculo) del que dan fe al final criterios muy elaborados o un
elemental “me gustó”. De modo que si inevitablemente el guión va a ser juzgado
también o principalmente por su contenido, una premisa explícita corre el riesgo de
levantar barreras demasiado fuertes para su aceptación, o al menos puede
constituirse en el obstáculo para que el espectador se haga la idea de que ha
llegado por sí mismo a una conclusión sobre la historia que se le ha narrado. Esto es
también un mínimo de respeto que se le debe a su inteligencia: ahí están los
factores que lo convocan a ponerle el resto, a participar, a entrar en el juego.
Lógicamente, esta participación no pasa de ser una ilusión del espectador, gracias a
la cual la estética contemporánea habla de determinismo, de positivismo o de
manipulación. Pero, ¿qué arte monologuista, en tanto la verdad de un autor (sujeto-
predicado), y no la pretendida verdad absoluta, deja de ser manipulador?
Resumen
3. LA ACCIÓN DRAMÁTICA
Como en superlativa valoración dijo Chales Chaplin: "La acción es música", y con la
frase, salida de su valiosa experiencia artística y seguramente sin proponérselo,
aludió a quien hace veinticinco siglos descubrió el importante procedimiento de
composición, el primer teórico de la técnica de la literatura dramática, Aristóteles.
¿Es movimiento? ¿Es actividad? ¿Basta conque los personajes de una escena
corran, gesticulen, griten o riñan?
20
Si un guionista llevara a cabo todas esas actividades juntas en un guión, sin tener en
cuenta lo que se va a explicar más abajo, sus espectadores correrían el riesgo de
morir de tedio ante semejante espectáculo por movido o activo que fuera.
Aunque no es nada aconsejable, puede producirse una acción dramática sin apenas
movimiento físico. Es suficiente con el hecho de que dos personajes dialoguen o que
usted vea en pantalla una escena muda, si ambas están integradas por las partes
componentes del fenómeno que el filósofo peripatético señaló como esencial y que
hoy puede desglosarse en:
3. Cambio de equilibrio: Culmina el proceso de lucha porque una de las dos partes
logra su meta.
Revés: El intento ha recibido un golpe tan contundente que ahora casi desde la nada
debe tomar una dirección opuesta para lograr su objetivo... o abandonar la
contienda.
Estos tres componentes de la dinámica pueden venir del bando opositor o por
debilidad o deficiencia del propio intento, solución esta última frecuente en los
géneros no realistas. Ejemplo: enfermedad del personaje que represente al intento.
Como luego se verá, si hoy día se puede llegar a la minuciosidad expuesta hasta
aquí, en lo relacionado a la acción dramática y su función estructuradora, ha sido
gracias a que el griego con su hallazgo clásico guió los pasos.
Pero con Aristóteles o sin Aristóteles el teatro ateniense que consolidaron nombres
como los ya mencionados de Esquilo, Sófocles y Eurípes, entre los más destacados,
ya era monologuista: el diseño del predicado del sujeto que se imponía, se nos
impone e imponemos como mandato de un dios, el autor. Su función de primer
teórico de la literatura dramática, y su mérito en cuanto a este tema concierne, fue
descubrir las constantes y los mecanismos de las obras que lógicamente ya existían.
Si hubiese primado en el hombre la tendencia al rito puro como poesía teatral, en
lugar de la representación de una anécdota como en el caso del teatro que él analizó
y describió estructural y funcionalmente, nadie recordaría hoy sus hallazgos, como
sucedió en el período que va de la caída del Imperio Romano hasta el Renacimiento;
21
donde todo tuvo que comenzarse de nuevo, el Medioevo. Culpar a Aristóteles por la
pérdida del rito como poesía propia del teatro o achacarle su "crisis" contemporánea,
amén de ser un disparate, es un llamado a la ignorancia, o como decir que
Copérnico es el culpable de los terremotos por haber descrito la rotación de la tierra.
Estos procesos en el ser humano no los determina un hombre por genial que sea,
sino la observación y el innato procedimiento de aprendizaje de la persona, la
imitación
Aristóteles, para continuar con el tema, nos dejó dicho que una obra dramática no es
otra cosa que el diseño de una gran acción (las acciones subordinadas o subtramas,
aunque existentes en la etapa clásica, tomaron real auge en el Teatro Isabelino).
Pero el concepto de acción del clásico griego no se agota con la idea de actividad
física, sino que entraña los componentes que hemos explicado, el mecanismo de
lucha entre el intento y la oposición hacia el cambio de equilibrio; es decir, el triunfo
de uno de los contendientes; proceso que grabado en sí mismo conduce el
contenido y su premisa desde el principio hasta el fin de la estructura que esa misma
acción dramática compone. Entender esto último no sólo esclarece el aporte
aristotélico esencial, sino que nos ofrece toda una técnica para la composición y el
análisis.
De manera insuficiente, apelando a la lógica formal (muy ajena al arte) sólo para
tener una idea, se puede graficar la acción dramática de la siguiente manera:
C
A
M
B
I
O
D
E
E
Q
U
I
L
I
INTENTO OPOSICIÓN B
R
I
No basta lo expuesto hasta aquí para poner de manifiesto todas las virtudesO de un
buen guión, pero sí que en la confección de una anécdota a representar
aristotélicamente y de alguna manera en la narrativa, la acción dramática con la que
se estructura es de prioridad esencial.
22
Tal vez haya que pedirle a la psicología del arte una respuesta más certera, pero de
momento, baste con asegurar que la presencia de ambos efectos psicológicos en
toda acción dramática (el suspenso o expectativa y la catarsis) es siempre
demostrable.
S
SUSPENSO O EXPECTATIVA
23
Cine:
Televisión:
INT. DÍA. CASA DE JULIO Y GLORIA. COMEDOR
GLORIA
INCLINÁNDOSE HACIA ÉL.
¿Me das un beso?
JULIO
No.
GLORIA
LASTIMERA.
Me deprimió ese sueño
24
JULIO
¡Ay, Gloria, si no te conociera!
GLORIA
TRATANDO DE TOCARLO.
¿No quieres besarme?
JULIO
SE ECHA HACIA ATRAS.
¡Apártate, quieta!
MÁS CALMADO.
Anoche dolor de cabeza y hoy depresión.
GLORIA
Lo que tú digas, pero no podrás decirme que no
te quiero.
JULIO
Sí, sí, sí...
GLORIA
¡Oye, no lo dudes!...Ayer, cuando vine para la
cocina con Sonia, no quería que me hablara,
estaba escuchándolos a ustedes discutir. ¡Lo
dejaste sin argumento! Me alegré tanto de que
le demostraras lo estúpido que es...
JULIO
POCO A POCO HA IDO TOMANDO INTERES.
¿Viste?
MÁS INTERES.
¿Estabas oyéndonos?
GLORIA
25
Casi todo.
JULIO
¿Oíste cuando dijo que no quería seguir
discutiendo conmigo?
GLORIA
ASIENTE Y LE OFRECE LOS LABIOS.
Dame un beso, mi rey.
JULIO
LA MIRA MUCHO, PRIMERO.
Eres tremenda.
GLORIA
COQUETA
¿Tú crees?...
JULIO
LA SIGUE MIRANDO Y LUEGO ACERCA SUS LABIOS AL OIDO DE GLORIA.
¿Quieres que te quite la depresión?
Hasta aquí los ejemplos. Pero busquemos sobre qué acción dramática se sostienen
las dos variantes de la escena.
Es cierto que no hay detalles, la información es parcial y mínima, pero las acciones
físicas –recurso siempre preferible para expresar lo que sienten y quieren los
personajes por lo que tiene este arte de visual– son suficientes como para hacer
posible que se manifiesten los tres componentes de la acción dramática.
Pero, esto último será tema desarrollado más adelante, cuando tratemos sobre el
personaje o el tipo.
La escena de Julio y Gloria puede dejar la idea de que cada una debe integrar
siempre una acción dramática completa. Aclaremos finalmente que esto en última
instancia sería de gran eficacia, y siempre que sea posible debe hacerse; pero basta
con que formen parte –las escenas– de uno de los integrantes de cualquiera de las
acciones esenciales al guión: o el intento, o la oposición, o el cambio de equilibrio.
TOOSIE
Algunas veces los estudiantes suelen confundirse con otro tipo de escena, no logran
hallar cuál es su función o dónde está la acción dramática, son las escenas llamadas
preparatorias. Mencionemos a modo de ejemplo el socorrido caso de la del balcón
en Romeo y Julieta, de William Shakespeare. Esa escena no es una contienda, ni
siquiera una discusión, ambos jóvenes son del mismo bando y están de acuerdo en
todo. Es, repetimos, una escena preparatoria. Al decir de Ferdinand Brunétiére,
citado por John Howard Lawson, "esto es lo que pudiera llamarse voluntad, están
fijando una meta y dirigiéndolo todo hacia ella". Los enamorados de Verona integran
el caso siguiente: intentan lograr un objetivo común, el libre ejercicio del amor que
siente el uno por el otro. La oposición, que ya la obra tiene anunciada a esa altura,
viene del odio de sus respectivas familias.
TOOTSIE
FRESA Y CHOCOLATE
Las mencionadas hasta aquí son las acciones fundamentales (acción-base) de los
filmes aludidos, posteriormente, al estudiar las acciones subordinadas (subtramas)
de algunos de ellos, serán ofrecidas sus estructuras completas.
Un hombre es citado para el recibidor de un hotel por una mujer con la cual tuvo una
relación amorosa hace veintitrés años. Al llegar al lugar no la ve, pero el carpetero le
informa que aguardan por él en la habitación. Receloso llega a la puerta y le abre
una dama a quien el tiempo ha hecho casi una extraña para él. Ella, también
nerviosa, lo invita a pasar, pero el hombre no quiere (intento-oposición), aclara que
se habían puesto de acuerdo para conversar en el recibidor, pero que, además,
tiene invitados a cenar esa noche en su casa. Ella tiene que esforzarse, pero
finalmente la curiosidad masculina lo hace ceder: entra (cambio de equilibrio).
ELLA
¿Añejo a la roca, como entonces?
ÉL
No, ya no bebo.
Resumen
Semejante hallazgo darwiniano debe sacar al más incrédulo de toda duda: ninguna
mente calenturienta o genial concibió el mecanismo de la acción dramática, sino que
es el resultado del comportamiento humano, de sus modos naturales de
sobrevivencia. No por gusto un tiempo después la psicología apoyaba la
observación, dice Liev Semionovich Vigotski:
“La ley, notable, descubierta por Darwin, posee una indudable aplicación en
el arte, y seguramente ya no constituirá para nosotros un enigma el hecho
de que la tragedia (pudo haber dicho la acción dramática, puesto que cinco
de los seis géneros existentes actúan con el procedimiento), que suscita
simultáneamente efectos de carácter opuestos, actúa, al parecer, de
acuerdo al principio de antítesis”.
Cincuenta años antes que Hegel, el propio Ephraim Lessing, renovador de lo que,
como ya dijimos, hoy por él se conoce como dramaturgia, se había expresado en el
mismo sentido al afirmar que "todo en la naturaleza está relacionado, entrelazado,
todo cambia con todo, todo se funde en todo".
Pero, ojo: como estos conceptos no tratan de camuflar el viejo esquema determinista
del significante-significado, sino de exponer las técnicas existentes en la literatura
dramática, es bueno alertar con el autor de ambos entrecomillados, Roland Barthes:
"... antítesis o paradoja, toda oposición pertenece a un mundo deliberadamente
construido: un dios vigila detrás del suceso". Enteramente cierto.
T
PRESA CODICIADA BANDO
BANDO OCRITERIO II
CAMBIO DE
I
INCÓGNITA ANTÍTES
TESIS IS
A pesar de los años transcurridos desde su estreno sigue siendo útil el ejemplo del
filme norteamericano Doce hombre en pugna, guión de Reginald Rose y dirección de
Sidney Lumet, para mostrar el funcionamiento de los bandos en pugna.
Evidentemente la de la película no es una fórmula valedera para la infinita
posibilidad de situaciones, pero ofrece la peculiaridad de un modelo casi aritmético
de suma y resta.
por medio de la final hegemonía de un bando sobre el otro. De aquí que haya dos
términos con un sentido definitorio en cuanto a la técnica de la composición
dramatúrgica aristotélica (acción dramática pura y evidente): voluntad y meta.
Resulta útil entonces analizar la solución que le dieron a este caso en los guiones de
las películas estadounidenses Despertares (Awakening), de Mike Newell, y El
Autista (Rain Man), de Barry Levinson:
Si se sigue a la vieja escuela dramatúrgica que definía al protagonista por ser el guía
o líder de la acción-base, en ambas películas, a pesar de la estelaridad de los
actores que interpretaron a los enfermos, no fueron ellos sus protagonistas. Al
ponerle atención a los bandos en pugna en cualquiera de los dos ejemplos se puede
obtener el siguiente resultado:
En El autista el bando uno lo ocupa el hermano del enfermo, que es quien lucha por
sacarlo de la Institución médica contra la oposición, por razones legales o de
beneficio económico, del director o bando dos. El enfermo no es otra cosa que la
presa codiciada.
Por otra parte la acción dramática que conduce los bandos en pugna requiere de
caracteres fuertes, toda vez que los personajes débiles han de ser lo
suficientemente fuertes como para llevar su debilidad hasta las últimas
consecuencias, de lo contrario no habría un conflicto con un personaje débil que
rebasara la primera escena.
Las objeciones al tópico de los bandos en pugna vienen por el esquema, pero tal
apreciación no lo invalida, puesto que con mayor o menor fuerza, de modo sutil o
evidente, bandos en pugna siempre habrá. Es un problema de graduación que
define el género para el que se esté trabajando y que se analizará más adelante; así
como la relación de dependencia entre el protagonista con la estructura y el género
que da la tónica.
Ante esta disyuntiva quedan sin argumentos los ingenuos sensualistas que llaman
"trágicos" a los autores que aspiran a un mayor rigor dentro del marco del
monologuismo. Basta con haberles demostrado que una estructura aristotélica se
nutre de un doble conflicto, el de forma-contenido y el de la historia que cuenta, por
lo que sólo vive en la lidia, en el combate. Quede, a modo de confirmación, la
reflexión de Dennis Rougemont:
El amor feliz, no es un amor dramático. (...) Sólo puede existir obra de amor
mortal, es decir, de amor amenazado por la vida misma.
Resumen
Los bandos pugnan por una presa codiciada, por un cambio de criterio o por
evacuar una incógnita.
El resultado de la lucha de bandos, puesto que debe ser significante, hace que
se cumpla la premisa.
No hay acción dramática sin voluntad y sin meta.
La meta puede estar oculta para el público, pero no para el personaje o tipo.
En la estructura aristotélica los personajes débiles han de ser fuertes en su
debilidad.
El orden de los bandos carece de importancia.
Sin cambio de equilibrio no habría acción dramática, es su tercer componente.
Introducción
Con sólo estructurar bien no se garantiza la perfección de la obra, tal vez con ello
apenas si se sobrepase el nivel de una cadena de sucesos bien organizada, pero
fría, donde únicamente sobresalga la técnica –como en muchos thrillers o filmes
comerciales– y no un guión inspirado que entre sus funciones esté, precisamente, la
de ocultar esa estructura. Todo eso es cierto, pero un guión no es perfecto si no está
bien estructurado.
Según Theodoro W. ADORNO, “la importancia de las estructuras –al igual que se verá
en relación con los géneros–, estriba en que al convertirse en leyes convencionales
de las obras, fortalecen su interior y la cierran a la imitación de lo puramente
empírico, cotidiano”. De esta manera el arte logra su peculiaridad y su autonomía.
Es creación de la realidad o con la realidad, pero no la realidad misma. Un pedazo
de vida que se filme o se grabe revelaría un caos, miles de sugerencias dispersarían
la atención del espectador, y finalmente nada... o casi nada como enunciado, como
propuesta. El creador monologuista necesita representar ese caos, pero bajo el
dominio formal de un orden, de un patrón.
Ese es el papel de las estructuras en sentido general, que no han sido creadas por
mentes geniales, sino que fueron cimentándose por imitación o mimetismo del
propio arte ante la manera en que el ser humano se proyecta en la vida o como, por
36
otra parte, los creadores han querido alterar el proceso para, contradictoriamente,
profundizar más en él.
a) reclama
Actitud activa: b) suplica SITUACIÓN DRAMÁTICA
c) agrede
En el libro Los bailes y el teatro de los negros en el folklore de Cuba, Fernando Ortiz
reproduce una interesante danza pantomímica de los pigmeos centroafricanos:
DANZA DE LA MIEL
Todo hace suponer que el pequeño mimo entra en medio de su danza figurando el
hambre y la búsqueda de algo para calmarla, hasta que halla una colmena --puesto
que de alguna manera debe presentarse al público.
Comienzan los preparativos minuciosos para catarla: enciende fuego, alumbra una
antorcha, se pone una calabaza a la espalda y, con el cuchillo entre los dientes,
parte para el rico depósito de miel. Escala el peñasco, sube, salta, resbala, cae, se
levanta, vuelve a deslizarse, al fin llega. Con la antorcha ahuma la colmena, con el
cuchillo la abre y con la lengua prueba la dulce linfa. ¡Qué sabrosa! Todos los
espectadores ríen al ver sus graciosas muecas de goloso, pero de repente una
contracción espantosa. Una abeja lo ha picado. Y luego otra y otra más, diez, cien,
todo el enjambre, y el danzante simula que se defiende de los terribles animalitos
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con una risa cómica irresistible. Una abeja le pica la barba, otra entre los cabellos,
otra, más atrevida, punzante y dolorosa, sin reparo, ha penetrado entre los pliegues
de su tenue taparrabos y ha clavado su aguijón en... "¿Cómo decirlo?", se pregunta
el padre Trilles (Ortiz citaba). El bailarín nada oye y se agita como si todo el
enjambre lo estuviera picando entre los muslos. No son pocos los espectadores que
se revuelven de la risa. (...) Ese negrito es de una comicidad extraordinaria.
Estructura:
Del pasado griego llegaron los términos o el sentido de las palabras peripetia,
párodos, stásimon, anagnórisis, pompé, agón, teofanía, katarsis, y algunos más;
todos ellos como partes de la estructura interna o externa, estilos o funciones
dramáticas. Si bien algunos ya sólo evidencian que fueron componentes del rito
totémico que, pasando por el culto clánico de iniciación, la sociedad secreta, el
thíasos dionisiaco y el ditirambo, dieron origen a la tragedia, y otros con los cuales
Aristóteles generalizó de manera algo absoluta, no dejan de constituir aportes
valiosísimos que allanaron el camino para las precisiones contemporáneas. Vale la
pena ver entonces en qué se ha convertido aquel primer y sencillo diseño estructural
que halló el helénico en el teatro que lo antecedió.
Dijo así:
“... y digamos ahora cual debe ser la ordenación de los sucesos; que es lo primero y
más primordial de la tragedia. Sentemos antes que la tragedia era remedo de acción
completa y total de cierto grandor, porque también se halla todo sin grandor. Todo es
lo que tiene principio, medio y fin”.
Halló también partes funcionales de ese diseño: la peripecia (el punto de giro actual),
la anagnórisis (de irregular presencia incluso en la tragedia griega donde siempre
pensó encontrarla), y el cambio de fortuna (o de equilibrio), fueron hallazgos y
definiciones suyas. Luego se explicará en qué consisten.
Siegfried Kracauer, en su libro Teoría del filme, grafica sobre el diseño aristotélico de
la siguiente manera:
40
FIN
N
MEDIO
PRINCIPIO
01 1 2 3 4 5 6
Aunque los términos cada autor los ajusta a sus criterios, las seis partes son
invariables:
2. Punto de giro: Complica la historia al enfrentar por primera vez a los bandos en
pugna.
6. Desenlace: Instaura un nuevo orden al quedar vencido uno de los dos bandos;
ata posibles cabos sueltos.
Los redactores de Estética del cine, J. Aumont, A. Bergara, M. Marie y M. Vernet, sin
llegar a relacionar esta estructura de una película con el hallazgo del teórico de El
Arte Poética, parecen tener igual reparo que nosotros en llamarle fórmula, y la
definen como una especie de ritual:
“El filme de ficción, como el mito o el cuento popular, se apoya en una estructura
básica cuyo número de elementos está acabado y cuyas combinaciones son
limitadas”.
Contribuyen aún más a la confusión los códigos del sistema de estrellas, como ya se
ha dicho: se ha acostumbrado al espectador a que si el protagonista es un astro de
42
Por otra parte "el mal será reparado" cuando la premisa al uso es evidente y el
tratamiento tiene la ligereza de una comedia, de una tragicomedia o un melodrama,
pero no sucede lo mismo con la tragedia, no obstante trabajar con igual estructura.
No sucede lo mismo tampoco cuando el propósito implícito que se persigue es
destacar una situación a través del ejemplo negativo, de modo que resulte el final
que nadie espera.
PUNTO DE ARRANQUE
Funciones y objetivos:
“Un numeroso auditorio siempre hace mucho ruido, y para obligarlo al silencio hace
falta una parte introductoria que llame su atención”.
43
Aunque los thrillers nos vienen acostumbrando a los comienzos vertiginosos –tempo
staccato, como musicalmente se le denomina a este ritmo–, hasta para ellos todo
aconseja una introducción plástica, visual, para el posterior desarrollo de la acción, o
sea, una imagen que le sirva de ubicación al espectador, que le diga: "Esta historia
que usted va a ver, sucede en esta ciudad, en este ambiente, en esta época".
Las primeras imágenes, quizás desde los mismos créditos, lo van situando. Las
edificaciones, las modas, los vehículos, esos son los elementos que se tendrán que
utilizar para el logro de ese fin.
Reproduzcamos, por lo útil que puede resultar, el punto de arranque del guión de los
uno de nuestros talleres:
PLAY OFF
PLAY OFF
49
Con vocación ortodoxa ahí está la primera imagen de ubicación, el barrio de "El
Cerro", zona de la capital habanera que por su antigüedad y posición geográfica casi
se salva del vértigo de la vida citadina. Ese tempo denso de su ambiente, a distancia
de su calzada principal, es el que necesita la historia que se cuenta, al menos al
comienzo. Pero, además, llueve, y es de todos conocido a qué estado de ánimo
traslada un cielo cerrado en nubes y la monotonía del agua al caer de las alturas en
forma sostenida. Con esto ya se ha ubicado de manera general en el lugar y en el
tono del relato, pero con esos elementos también comienza a emanar el carácter
trágico de la acción-base.
La posibilidad de alterar, de jugar con los recursos que brinda la realidad facilita
darle movimiento a la imagen, porque de la cuadra que se está observando, con sus
amplios portales y altas columnas, es una la casa que interesa, aquella de la cual
brotan peculiares sonidos. Ya ellos van a despertar algún interés en el espectador,
saber qué produce aquel ruido metálico. El reloj del comedor, recurso que luego va a
dar caracterización al ambiente de muchas escenas, acentúa en el punto de
arranque, tal vez por contraste ahora, la densidad que se anota.
su lento vaivén provocado por el paso periódico y cansado del gastado ventilador, un
gato que reposa sobre el cojín del sofá, una novela policíaca que alguien se hastió
de leer, y el sonido..., siempre el sonido como apreciable aliado, distante y cercano,
presente para valorar más y mejor la función del silencio.
Con el sonido del teléfono, que como heraldo nos anuncia que algo se inicia, termina
de caracterizarse al personaje dentro de lo que cabe a un punto de arranque. Aquel
brillante deportista ahora es un inválido. Este es el tema. Esta es la índole del
conflicto, el marco psicológico y situacional que va a condicionar todo lo que suceda
en el guión.
No obstante, aquello fue apenas su imagen plástica, ahora falta la presentación del
personaje –o los personajes– en su rasgo esencial dentro de la historia.
En fin, hemos tratado extensamente la arrancada por la gran importancia que tiene
para el buen desarrollo del resto del guión, pero, como hemos repetido, el punto de
arranque no es toda la exposición.
EXPOSICIÓN
Funciones y objetivos:
Tootsie: Michael necesita ocho mil dólares para montar con su grupo una obra
teatral no comercial.
Resulta útil recordar a estas alturas que nos estamos refiriendo únicamente a la
acción-base, pues es ésta la que compone la estructura fundamental del guión. Pero
que muy bien el detonante de una acción subordinada puede ser el de todo el guión.
Es el caso de Tootsie, por sólo citar uno en los filmes ya mencionados.
52
PLAY OFF
Después de un adecuado comienzo, descubrimos en el resto de la exposición la
crisis del pelotero –el guión lo halla casi al borde del suicidio–, y el esfuerzo de una
joven –detonante de esta acción subordinada y de todo el guión– que intenta basar
su tesis de grado en la licenciatura en deporte sobre el particular modo de entrenar
que llevó a cabo el ahora inválido cuando estaba activo.
Vemos aquí como una acción subordinada, el intento de la joven por ser recibida en
la casa, obstaculizado por la madre fuerte y sobre protectora, y que va a concluir en
el punto de giro, es decir, al entrar por primera vez en la casa del antiguo ídolo,
ayuda a conformar la exposición de esta historia y le da su impulso inicial.
La joven es recibida por el deportista, pero el encuentro, debido al mal carácter que
la postración ha desarrollado en este último, es un fracaso aparente. El hombre no
quiere hablar de su tiempo glorioso. No obstante, cuando estudiemos el punto de
giro, veremos hasta donde lo impresionó la mujer.
Los primeros son útiles a la exposición, pero los dos últimos –como quedará claro al
ocuparnos de los géneros dramáticos– van a ser los causantes del "error trágico"
que producirá la inesperada acción final, y la solución hará entrar en género al guión.
PLAY OFF
(A-B).
Enrique- ex deportista brillante, ahora inválido.
Una "jovencita" trata de hablar con él.
"Jovencita vs. Enrique.
(AS.I).
La "jovencita trata de hacer contacto con Enrique.
Zoila vs. "jovencita".
(AS.II).
Zoila impide que la "jovencita" hable con su hijo.
Zoila la obstaculiza en dos oportunidades más.
Enrique vs. Zoila.
(A.S.III).
Enrique no quiere que su madre tome decisiones por él.
Urbano, viejo compañero de Enrique en el deporte, le
informa lo que está haciendo Zoila con la "jovencita", y lo
que ésta necesita de él (detonante). Esta información
provoca que, por ir en contra de su madre, el inválido
decida recibir a la muchacha.
Acción-base:
Adelantando que este conflicto lo va a resolver la joven, podemos ver como esta
acción subordinada existe únicamente en función de la acción-base.
PUNTO DE GIRO
Funciones y objetivos:
Aristóteles fue el primero en detectar este componente de la estructura y lo
denominó "peripeteia"; pero, significativamente la edición española de El arte poética
de 1798 (Colección Austral), traduce peripecia por revolución. De modo que la
primera imagen que puede dar la aparición del punto de giro al final de la parte
expositiva del relato es exactamente una revolución en la historia que se cuenta.
De otra manera, Kracauer, afirma que el punto de giro es como una cuña que se
introduce en la historia para complicarla.
PLAY OFF
Recordamos que, para cuando suceda, hay un método infalible: esperar a que
aparezca el clímax y preguntarse: "Lo que tuvo solución aquí (en el clímax), ¿dónde
fue que se complicó?", e inmediatamente aparecerá el punto de giro.
El punto de giro es un hecho que sucede en una escena, pero puede pasar que se
presente, por su energía interna, atenuado, y tenga que esperarse hasta la o las
siguientes escenas para percatarse de la repercusión que tuvo ese hecho.
PLAY OFF
"¿Por qué yo, por qué a mí? ¿Porque me llevé una señal? ¿Y por qué me la
llevé si esa no era mi intención? ¿Fue tan grave mi culpa como para esto?
Y SEÑALA HACIA LA SILLA.
Objetividad, ¿no?
Y METE LA MANO EN BUSCA DE LA CANECA, LA ABRE Y BEBE SIN DEJAR DE
MIRAR A XIOMARA.
XIOMARA, COMO SI SALIERA DE SU TURBACIÓN, SE PONE EN PIE Y VA
HACIA ENRIQUE Y POSA SU MANO SOBRE LA QUE ENRIQUE TIENE EN EL
BRAZAL DE LA SILLA. ENRIQUE SE IMPRESIONA CON EL GESTO DE LA
MUCHACHA, LA MIRA QUERIENDO ENTENDER.
XIOMARA
CON EXPRESIÓN MUY HUMANA.
¿Te puedo tutear?
ENRIQUE, POR TODA RESPUESTA, APARTA LA MANO Y VUELVE A BEBER DE
LA CANECA.
XIOMARA
Quise decirte que tienes dos caminos: o dejas que la vida te siga golpeando o
tú la golpeas a ella. O te suicidas o tratas de vivir con tu limitación. A eso me
refería.
ENRIQUE TERMINA DE GUARDAR LA CANECA SIN DEJAR DE MIRARLA Y
LUEGO MANIOBRA CON LA SILLA Y SE APARTA DE XIOMARA. LA MUCHACHA
LO SIGUE CON LA MIRADA.
ENRIQUE
No te voy a ayudar. No me gusta la gente que cree sabérselas todas.
XIOMARA VA HACIA EL SOFÁ Y TOMA SU CARPETA Y LA ABRE. EXTRAE DE
ELLA UN "FILE" LLENO DE HOJAS Y VA Y LO SITÚA SOBRE LA MESA.
XIOMARA
EN EL ACTO.
Tú te lo pierdes. Yo también podría ayudarte mucho a ti.
ENRIQUE LA MIRA DE LADO. XIOMARA, MUY FEMENINA, COMIENZA A
COTEJARSE LA ROPA MIRÁNDOLO.
XIOMARA
Quiero decir, no yo, el trabajo que te propongo hacer. De todas formas, ahí te
dejo el "file" con mi idea para la tesis. Léetelo. Si te entusiasma, me localizas
con Anglada.
LO MIRA, SE MIRAN.
El deporte templa el carácter.
ENRIQUE
¡Mierda, bobería! ¡Los que piensan eso nunca se han visto como yo!
60
XIOMARA
Suponen que un deportista no se tiene lástima.
ENRIQUE, PICADO EN SU AMOR PROPIO, HACE GIRAR VIOLENTAMENTE LA
SILLA Y NO SABE COMO RIPOSTARLE, HASTA QUE SEÑALA HACIA LA MESA
DONDE HA QUEDADO EL "FILE" DE XIOMARA.
ENRIQUE
¡Llévate eso! ¡No me dejes eso ahí!
XIOMARA
YA EN LA PUERTA DE LA SALETA.
Me despides de tu mamá. Chao.
Y DESAPARECE.
ENRIQUE
GRITA.
¡Eso es hablar por boca de ganso! ¡¿Tienes idea lo que es saber que vas a
pasarte la vida en una silla de ruedas?! ¡Lástima mierda, chica, lástima
mierda!
PERO YA SUENA LA PUERTA DE LA CALLE Y COMIENZA A ESCUCHARSE LOS
PASOS EN CARRERA DE ZOILA QUE SE ACERCAN. ENRIQUE HA QUEDADO
MUY ALTERADO, SACADO DE PASO, JADEANTE.
APARECE ZOILA MUY ASUSTADA Y SE LE ACERCA.
ZOILA
¡¿No te lo dije?!... ¡Enrique, hijo!...
ENRIQUE
FUERA DE SÍ.
¡Quita, chica, no me chives tú también!...
Lo primero que hay que tener en cuenta es que quien conduce el intento de la
acción subordinada que también compone el punto de arranque-exposición, es
Xiomara; o sea, la joven estudiante pretende que el ex-deportista inválido tutorée su
tesis. Esto, que como ya se ha dicho, es el detonante de la historia, lo que la ha
echado a andar, hasta ahora había sido obstaculizado por Zoila, pero en este
momento hay más, acaba de sufrir un revés: Enrique se ha negado a servir a la
muchacha.
Si el logro del tutoreo fuera la meta del guión y Xiomara la protagonista del relato
dramatizado, ese revés de la joven podría ser el punto de giro; pero el protagonista
es Enrique y es siempre esa figura quien diseña la estructura general. El intento de
61
Con la aparición del punto de giro, en este caso, casi desaparece la acción
subordinada que compuso el punto de arranque-exposición, y aparece el nuevo
detonante al que se había hecho referencia como indispensable: el interés que
Enrique comienza a sentir por Xiomara, la "jovencita". Como este hecho luego sí va
a desenlazar la historia, no pueden caber dudas que el encuentro del deportista con
la estudiante constituye el punto de giro de la acción-base.
Sucede que con la entrada de la joven a la casa cerró una acción dramática, hablar
con el deportista, pero debe continuar luchando por el tutoreo de la tesis. Por otro
lado, con esa entrevista se producen dos nuevos detonantes:
Entendemos que los términos lucha, lidia, contienda, batalla, etcétera, muchas veces
no expresan con exactitud el modo de enfrentamiento de los bandos. Nos viene a la
mente en este momento la forma en que Flora, la niña de El piano proyecta este
fenómeno. Comienza simplemente negándose a llamarle papá al que va a ser
esposo de su madre, y por insistencia en el tema paterno llegamos a entender su
necesidad de llenar ese vacío afectivo; luego sus preferencias fluctúan entre los dos
hombres que se relacionan con la madre; pero realmente nunca la vemos
"luchando", pidiéndole a la madre, por ejemplo, que se case con Stewart para tener
un padre... No, más bien Stewart al principio no goza de sus simpatías. Sin
embargo, la ausencia de esa figura, su contradictoria forma de manifestar esa
62
En última instancia Flora si tomó partido al llevarle a Stewart la tecla del piano donde
la madre expresaba su amor por Baines, y luego las circunstancias la llevan a
quedarse con éste último, pero hasta ese momento su modo de luchar fue
evidenciando la ausencia de la figura paterna.
En fin, hacemos esta salvedad para que se tenga conciencia de las variantes que se
pueden hallar y de que la dramaturgia tampoco tiene para el tema de la función de
los bandos términos más precisos.
PLAY OFF
Sólo resta hacer notar como coinciden en el cuadro, y por lo tanto en el entrecruce
de las acciones dramáticas, el punto de giro de la acción-base con el clímax de las
acciones subordinadas II y III, es decir, las que componen los bandos en pugna Zoila
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vs. "jovencita", y Enrique vs. Zoila, para, más adelante, pasar al cuerpo central del
guión.
DESARROLLO
Funciones y objetivos:
Las acciones subordinadas o subtramas existen desde el nacimiento mismo de este
arte, pero, al subir una más compleja vida a las tablas en el Renacimiento se
intensifican con el Teatro Isabelino, como ya quedó dicho; es por eso que Aristóteles
no abunda en ellas y define a la estructura como el diseño de una gran acción
dramática única.
PLAY OFF
Como queda demostrado, sólo ahora, varias escenas luego del punto de giro y ya
comenzado el desarrollo, es que se evidencia la trascendencia del encuentro del
inválido con la "jovencita". Se inicia aquí un intento, el de la acción-base, el de los
bandos en pugna Enrique vs. "jovencita", el que va a hacer desembocar la historia
en el clímax del guión. Es intento no es el detonante que echó a andar nuestra
historia (recordemos que fue la del tutoreo de la tesis de grado de Xiomara), pero sí
lo es de la acción-base del guión. Se confirma con esto que cada acción dramática,
ya sea básica o subordinada, tiene su propio detonante.
Acción-base (solamente):
Si entendemos que del punto de giro (2) al inciso "a" hay una sub-acción dramática y
luego otras hasta el "b" el "c" y el "d", y que ellas son partes de la acción-base,
modos distintos de luchar por una misma meta y de oponerse a ella, se podrá
obtener una idea de cual es el mecanismo ascendente. Siempre teniendo en cuenta
que el intento, digamos, en el inciso "a" choca con otra complicación (recordemos
que ya el punto de giro fue otra anterior), que más tarde en el "b" se le presenta una
barrera, y que luego en el "c" tiene lugar otra complicación más fuerte y contundente
que irremediablemente provoca en el "d" el gran revés, entonces hallaremos una
imagen simplificada, porque únicamente hemos graficado la acción-base- del
proceso que comienza con el punto de giro y termina en el clímax.
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PRE-CLÍMAX
Funciones y objetivos:
ACCION-BASE EN TOOTSIE:
Bandos en pugna: Michael vs. Julie.
Pre-clímax: Julie cree lesbiana a Dorothy.
Se produce en la escena en la cual Julie regresa después de haber roto con Ron; el
ambiente es propicio y Michael, como Dorothy, no resiste la tentación de besar a la
mujer, pero ésta lo rechaza: cree lesbiana a Dorothy. Este hecho conmina a Michael,
lo obliga a exigirle al agente que le dé una solución al caso en el cual está atascado,
luego, como no logra resolver su ambigua situación de hombre enamorado de
alguien que lo cree mujer, se ve obligado a revelar su identidad. Es decir, vemos
como el pre-clímax organiza la historia, le da una nueva fuerza y la hace
irremediablemente desembocar en el clímax.
ACCION-BASE DE EL PIANO:
Bandos en pugna: Baines vs. Stewart (Ada, presa codiciada).
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Desde luego, que siempre se produce una circunstancia, pero el hecho concreto que
produce el pre-clímax, el impulso repotencializador que hace irremediable el clímax
en este caso, es el acontecimiento de que llegue a manos del marido engañado el
mensaje de amor de su mujer al amante en la tecla del piano.
Desde luego que todas las partes de la estructura aristotélicas son importantes, son
imprescindibles, pero en el caso del pre-clímax más que determinar, como lo hacen
el punto de giro y el clímax, está determinado por lo que recibe y hacia lo que envía,
o sea, su carácter y función están subordinados.
CLÍMAX
Funciones u objetivos:
Desde luego que, como con el punto de giro, también con el clímax puede suceder
que su significado o connotación se evidencie después, en este caso en el
desenlace. Pero el hecho, la peripecia, el acontecimiento, es concreto, sucede, de él
o ella surge su significación.
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DANZA DE LA MIEL
El sentido común nos dice desde el mismo punto de giro, al hallar el pequeño mimo
una colmena en lo alto..., primero, que tendrá que luchar para alcanzarla, y segundo,
que existe la posibilidad de que la colmena esté repleta de abejas. Luego, que los
animalitos estén ahí tranquilos mientras alguien no los provoque, mientras no se
hace inevitable su reacción, es decir, se dimensiona o potencializa su peligro.
Finalmente se produjo lo que para cualquiera era una de las dos posibilidades, en
que pudiera producirse un clímax, el del éxito o el del fracaso; y todo esto conducido
por el hambre del pequeño mimo (detonante-expositivo), el hallazgo de la colmena
(punto de giro), su lucha (desarrollo) y el atrevimiento (pre-clímax). Este fue el
increscendo que paso a paso, parte a parte, condujo el breve relato al clímax. Y su
moraleja (premisa) pudiera ser: "El imprudente corre el riesgo del fracaso".
Carácter: El imprudente
Conflicto: corre el riesgo
Desenlace: del fracaso.
DESENLACE
Funciones y objetivos:
duración, se ocupa sólo de los momentos esenciales de la historia. En tanto que una
telenovela, mucho más si como es frecuente no está bien estructurada, disgrega esa
intensidad; por lo que es inevitable que, por la desproporción, siempre el espectador
sienta precipitado el relato en el último capítulo. Consideramos que aun en las bien
estructuradas, esto es inevitable.
Recordamos el fracaso del final de una telenovela por tratar de no merecer esa
crítica: cinco capítulos antes de concluir el libretista "mató a la mala". Es decir,
eliminó a uno de los dos bandos en pugna. Tres escenas después, puesto que ya no
tenía conflicto, tuvo que comenzar a rellenar en un alargamiento falto de interés por
completo.
Resumen
a) El épico.
b) El poético.
c) El dramático.
No hay área de apreciación de este arte desde el propio Renacimiento que origine
tanta confusión o desoriente más a especialistas y espectadores que el caso de los
géneros y los estilos; pero mucho más en estos tiempos semióticos donde las
propuestas de esta especialidad, evidentemente más abarcadora y penetrante en
sentido general que la dramaturgia, han relativizado el valor del conocimiento de
esta materia. No obstante, trataremos de hacer comprender su vigencia y utilidad a
los efectos prácticos del guión y de la puesta en escena.
Cierto que los términos pieza, género y drama son comodines, pero una
aproximación mayor en nombre no de un purismo idiomático, sino de lo que debe
esperarse por lo que se ofrece, es decir, para una justa valoración, arrojaría luz y
ahorraría muchas incomprensiones.
Comencemos:
Primero que todo hay que reparar en que una cuestión es el soporte técnico, es
decir, el medio que trasmite, presenta o proyecta la obra, y otra muy distinta la
literatura dramática que funciona en el teatro, el cine, la radio, la televisión y hasta el
cómic, cuya similitud es que narra historias por medio de personajes o tipos; de
modo que debemos ajustarnos al comportamiento de los mismos y a las reglas de
composición que de ellos emanan.
Por lo tanto, siempre que hablemos de los modos clásicos, que nos atengamos al
canon griego de la mayoría de nuestras obras que expresa que la perfección está en
la unidad de las partes, no podrá haber razón para la anarquía ni cabida para
posiciones que irresponsablemente argumenten la mezcla de géneros para
ahorrarse el esfuerzo o para que alguien nos asuma una falsa vanguardia escudado
en la ignorancia generalizada sobre el tema.
Es por esta causa que para el guionista y para todo el colectivo de creación debe
estar muy claro el género para el que se trabaja o del entrecruce de los mismos.
Técnicamente es así en la actualidad precisamente por la mezcla. Se hace
imprescindible determinar los géneros que participan, mucho más el género que da
la tónica, pues existe un protagonista que con las soluciones de su trayectoria va a
imponer un código a seguir en el sentido más abarcador.
Como queda dicho, de la realidad brotan las características de los personajes que
asumen actitudes y logran soluciones enmarcadoras en las convenciones que los
teóricos de la literatura dramática en su devenir histórico de más de veintiséis siglos
han preferido ir llamando género, por lo que es imprescindible para ejecutar o
apreciar plenamente una obra dramática, conocerlos. Estas convenciones, los
géneros, no sólo le aportan "...un momento de clarificación racional, sino que al
convertirse en leyes formales de las obras, les prestan firmeza en su interior...",
como aseguraba T. W. Adorno; además de cerrarla a la imitación de lo empírico, de
lo cotidiano; se logra de esta manera la autonomía del arte, hace que éste no sea
una copia de la realidad, sino su recreación. De este modo será la utilización
renovadora de un pedazo de la vida, pero con un carácter significante.
7.1 Orígenes
Esta última tesis se sostiene con más certeza en el estudio de George Thomson que
sigue el proceso a través de los distintos sistemas políticos. Veamos:
Este largo proceso de alumbramiento tuvo lugar pasada la primera mitad del siglo VI
a.n.e., y se consolidó en el V.
Tal proceso integrador, como vimos, tuvo innumerables etapas; pero hay tres que
nos resultan significativas. La primera, el momento en el que el ditirambo, el himno
coral que acompañaba a la “procesión” en honor al dios popular Dionisos, dejó de
ser sólo canto, al separarse el corifeo o director del coro, detener la marcha y
comenzar a dialogar con él (stásimon); desde este momento podemos dejar de
hablar de un ritual, para definir el acto como una representación.
La segunda etapa que nos llama la atención tuvo lugar en la sugestiva isla de
Lesbos, y se debió a quien con toda justicia debería llevar el calificativo de "pionero
de la tragedia", pues es la primera individualidad que se relaciona con los hechos,
Arión de Metinna. Según cuenta en su Elegía el célebre legislador, Solón, fue este
señor quien hizo representar el primer ditirambo con tono de tragedia. Y para mayor
certeza narra la Suda:
“...dícese que fue (Arión) el inventor del estilo trágico, que fue el primero que
organizó un coro, mandó cantar un ditirambo, dio nombre a lo que el coro cantaba e
introdujo sátiros que hablaban en verso”.
Se relaciona a Dionisos con las bacanales, por habérsele comenzado a llamar Baco
desde el mismo siglo V, y es también el dios del vino y de la alegría; aunque esto
habla sólo de una parte de su naturaleza, como acota Albin Lesky en un exacto y
bello párrafo descriptivo de las relaciones del artista con su arte:
El culto a Dionisos insufló la dinámica inicial a este arte, hasta que otra frase –se nos
antoja de un espectador ateniense acabado de salir del templo del dios, o tal vez del
coliseo, es decir, del "teatro"–: "Esto no tiene nada que ver con Dionisos", evidencia
no sólo el paso del tiempo, sino la presencia de una nueva energía, si se tiene en
cuenta que otra motivación se apoderó de la tragedia, el culto a los héroes.
a) La tragedia.
b) La comedia.
c) La pieza.
d) La farsa.
e) La tragicomedia.
f) El melodrama.
Géneros realistas:
a) La tragedia b) La comedia c) La pieza
Géneros no realistas:
d) La farsa e) La tragicomedia f) El melodrama
El género se empieza a definir por la relación que tiene la obra con el material de la
vida que utiliza, de modo que el guionista no lo selecciona, la historia a contar
impone el género en dependencia de si lo que se narra es comprobable, posible o
imposible. Pero definamos las acepciones de estos tres términos que la dramaturgia
hace suya:
La segunda gran división entre los géneros está constituida por el tipo de concepción
que estructura la obra. A saber, existen cuatro tipos:
Concepción temática:
La tragedia clásica (Suma importancia al tema).
Concepción anecdótica:
La tragedia moderna, la comedia, el melodrama, la tragicomedia y la farsa
(Prioriza la efectividad de la anécdota).
Concepción formal:
La pieza (El juego formal es su mayor recurso).
Concepción lógica:
La farsa didáctica (Actúa como en una ecuación).
Esta anterior diferencia debe estar clara para el equipo de creación, pues en los
géneros realistas hay que buscar la profundización en la individualidad de los
personajes, sus matices psicológicos más sutiles; mientras que en los géneros no
realistas el acento ha de estar en la estilización del esquema, del estereotipo, es
decir, lograr el diseño que de por sí simbolice un concepto.
Tragedia
1. Concepción temática. El tema es trascendente en la tragedia clásica, serio en la
tragedia contemporánea.
2. Concluye con muerte, o física o psicológica.
3. Utiliza lo comprobable. En su acercamiento a la vida, el suceso que se pueda
probar. No hay lugar para la casualidad o si se emplea ha de ser en soluciones
de las partes no trascendentales de la estructura.
4. Lo trágico es lo irreversible, lo que no tiene vuelta atrás. Lo trágico implica tres
condiciones:
a) La imposibilidad de descartar el fin por el que se lucha.
b) La imposibilidad de alcanzarlo felizmente sin arrostrar la muerte o el fracaso
(muerte psicológica).
c) La imposibilidad de renunciar a la lucha.
5. En su trayectoria el protagonista sufre un cambio externo e interno.
6. El protagonista es un gran hombre en la tragedia clásica, o un representante de
una clase social en la tragedia contemporánea.
7. Todo protagonista de tragedia clásica está lleno de cualidades, pero comete (o
alguien comete) un error trágico que no le permite una vuelta atrás, y ese error,
más las circunstancias, desatan la tragedia.
8. Toda tragedia tiene víctimas, personajes sobre los que cae la destrucción,
aunque no son responsables de ella, son inocentes.
9. La tragedia clásica es de origen religioso, en tanto la tragedia contemporánea es
de base social.
10. Utiliza un tono serio, realista, amplificado en la tragedia clásica. Se impone la
estilización, la economía de medios. Los grandes acontecimientos deben ser muy
destacados en la tragedia clásica, así como las grandes líneas que resultan
mejores que los detalles psicológicos o ambientales.
Generalmente hay la percepción de que toda tragedia siempre acarrea muerte; pero
aunque Johnn Wolfgang Goethe (1749-1832) aseguraba que todo lo trágico se basa
en un contraste que no permite salida alguna, que tan pronto como la salida aparece
o se hace posible, lo trágico se esfuma, hay numerosas tragedias que concluyen con
un final feliz no tan trágico. ¿Podemos decir que la Orestiada, de Esquilo, no es una
tragedia, que no lo son Electra o Edipo en Colono, de Sófocles, y que Helena, de
Eurípides, no lo es? Lo son, lo que sucede es que hay distintas categorías de lo
trágico.
Categorías de lo trágico:
1. Conflicto trágico: Que implica la inevitable destrucción física de uno de los
bandos en pugna.
2. Situación trágica: Que también comprende la lucha de los dos bandos en pugna,
pero que a última hora surge la luz salvadora. Este es el caso
del mal llamado "drama": muerte psicológica y no física.
3. Culpa trágica: Que necesariamente es una culpa moral.
79
Este último matiz tomó mayor auge con el cristianismo, los conceptos de culpa y
expiación individualizaron la tragedia, de modo que dejó de existir la moira griega, el
destino como culpable, pero fueron Sócrates y el neoplatonismo cristiano quienes
introdujeron en sus obras las exigencias evidentemente educadoras. Como
antecedente es conocida la influencia del primero sobre Eurípides; y más para acá,
se dice que Shakespeare, Lope de Vega y Calderón, son más deudores del autor de
Electra, y principalmente de Séneca –un cristiano no confeso para unos y para otro
"el tío del cristianismo"–, que de los dos primeros clásicos áticos, Esquilo y Sófocles.
“Porque una buena obra de arte puede tener, y ciertamente tendrá, consecuencias
morales, pero exigirle fines morales, equivale a estropearle la obra al artista”.
Otro tanto sucede en el arte con un objetivo educacional concreto, que se logra de
manera aleatoria o eventual, toda vez que esa no es su función principal.
“Para quien la contemple con el corazón, la vida es una tragedia, para quien la vea
con la cabeza, una comedia”.
Comedia
Pieza
1. Concepción formal.
2. Es expositiva. No estructura a través de la acción dramática, sino de un hecho.
3. Utiliza lo comprobable. Apariencia de verdad. Se puede probar. Puede suceder.
En la vida tiene que suceder como ella lo escenifica.
4. Al final de su trayectoria el protagonista no muere, no es destruido, simplemente
decae. El cambio es interno, no externo. Sigue siendo igual, aunque por dentro es
distinto.
5. En la pieza la muerte no está precedida del suspenso.
6. La caracterización de los personajes es muy profunda. El énfasis está en el
carácter, en la psicología.
80
Aunque el "cine de autor" es más bien un sello, el estilo de un creador, por lo regular
la pieza es el género más empleado por ellos, y por lo tanto la estructura de
progresión acumulativa que le es natural.
También la pieza es el género donde más difícil resulta hallar los bandos en pugna,
porque comúnmente los personajes, por sus dudas y vacilaciones, llevan en sí
mismos el conflicto. Lo que sucede con ellos es que no se produce el cambio de
equilibrio, llegan al clímax por el cúmulo de información.
Estos tres géneros que acabamos de definir, como ya se ha dicho, integran el estilo
realista. Es oportuno entonces conocer la síntesis del mismo, según lo describe
Afranio Coutinho.
El Realismo
Farsa
Tragicomedia
1. Concepción anecdótica.
2. Se caracteriza por la aventura.
3. La tragicomedia utiliza lo comprobable y lo imposible.
Trayectoria del protagonista: viaja hacia un ideal. Atraviesa una serie de situaciones
y vence un número considerable de obstáculos para llegar a su meta, ésta puede
ser positiva o negativa.
5. El tipo no necesariamente tiene que implicar un valor, sino que va hacia él.
6. El héroe anda por el buen o el mal camino.
7. La tragicomedia oscila entre dos tonos perfectamente definidos: uno tan natural
como la pieza, en todas las escenas que se trabaje con lo comprobable, y un
tono exagerado o amplificado, en aquellos en los que emplee lo imposible.
8. Los materiales de la tragicomedia son: la hazaña, el crimen... Un elemento
maravilloso amenaza al héroe, otro elemento maravilloso lo salva.
Melodrama
1. Concepción anecdótica.
2. Soluciones casuales. Si la casualidad es la forma en que se manifiesta la
necesidad, toda la atención del melodrama se centra en esa casualidad,
ignorando la necesidad.
3. El melodrama utiliza lo posible. Puede suceder, pero el autor no tiene que
justificar los sucesos.
4. Trayectoria del tipo: ejemplifica un valor que se contrapone al valor del otro
bando en pugna. Se trata únicamente de una lucha entre el bien y el mal.
5. El melodrama es el género cuya acción dramática es enteramente soberana.
Como no es realista, si la acción dramática necesita un cambio en las
características representativas del tipo, puesto que no es un personaje, la
obtiene irresponsable y veleidosamente.
82
Hasta aquí las características de los géneros no realistas, pero por la importancia de
este último resulta útil adelantar algunos criterios sobre lo que llamamos "aberración
histórica y renovación postmoderna del melodrama".
El melodrama, si bien se sabe que tomó como técnica soluciones de los clásicos
griegos, se asocia al proceso del romanticismo que tuvo su inicio en Alemania con el
ruidoso y afín título de Max Klinger, Tempestad e impulso (Sturm und Drang) (1776),
rótulo que da nombre y sentido a todo un movimiento de revolución espiritual,
comienza a consolidarse como género en Francia con la versión del mito de
Pigmalión, de Juan Jacobo Rousseau, y termina de cuajar alrededor de 1800 de la
mano de Gilbert Pixèrècourt (1773-1844), pero, como dijimos al principio de este
párrafo y quedará comprobado más adelante, todos los elementos constitutivos de
este modo de narrar, incluyendo el “deus ex machina” , ya habían aflorado en el
Siglo V a.n.e. aparentemente con las innovaciones de Eurípides. En relación a su
técnica y a modo de comprobación, estudiaremos más adelante su obra Hipólito.
Como es de inferir, aunque breve, el romanticismo tuvo una primera etapa muy
combativa; protagonizó el enfrentamiento con el ya acartonado o muy rígido
clasicismo. Fue la expresión artística de lo que, en el ámbito político, sucedía en el
combate de la burguesía revolucionaria contra la aristocracia. Desencantada luego
la burguesía intelectual con los ideales de la Revolución francesa, se refugió en sí
misma, elevó aún más lo individual hasta alcanzar niveles supremos y no hubo
aspecto de la vida que dejara de adquirir categoría de leyenda o de fábula; puso sus
ojos en el pasado heroico nacional, es decir, volvió al medioevo; asumió con esto
una actitud de negación hacia el racionalismo, y se nutrió, y desde entonces se
nutre, de la imaginación, de los sentimientos, del culto a lo misterioso, como ya
vimos, y de las posibilidades del milagro.
83
Veamos entonces, de la útil síntesis de Afranio Coutinho, el estilo que con esta
actitud se logra:
Romanticismo
La actitud romántica es personal e íntima.
No hay lógica en la actitud del romántico, y la regla oscila entre polos opuestos de
alegría y melancolía, entusiasmo y tristeza.
El espíritu romántico se siente atraído por el misterio de la existencia que se le
aparece envuelto en lo sobrenatural y el terror.
La intención del romántico es escaparse de la realidad hacia un mundo idealizado,
semejante a sus emociones y deseos nacidos de su imaginación.
En busca de un mundo nuevo, el romántico está siempre en la defensa de las
causas bellas y justas.
En lugar de la razón, es la fe la que manda al espíritu romántico.
La naturaleza, supervalorada por el romántico, es un refugio puro, no contaminado
por la sociedad.
Las épocas antiguas, envueltas en el misterio o el recuerdo emocionado, dan el
ambiente, los tipos y los argumentos a la literatura romántica.
El romántico siente inclinación hacia lo bucólico, las tierras lejanas, orientales, ricas
en lo pintoresco o simplemente de distintas fisionomías y costumbres.
En la búsqueda de la perfección, el romántico huye hacia un mundo en el que pone
todo lo que imagina de bueno, valiente, de amoroso, de puro, y ese mundo se
encuentra en el pasado, en el futuro o en un lugar lejano, y es toda perfección y
sueños.
No hay que negar que el melodrama, como cualquiera de los otros cinco géneros
restantes, exprese actitudes humanas. He ahí la legitimidad del género. Luego
entonces cabe preguntarse de dónde sale el rechazo que muchos, y principalmente
la comunidad intelectual, sienten hacia lo que ha llegado a ser.
Pero la luz para empezar a dilucidar desde el punto de vista técnico la anomalía que
ha sufrido el melodrama históricamente hay que buscarla en una frase ya citada de
Carlos Piñeiro:
“El tono patético y exagerado del melodrama se hace insoportable cuando es tratado
con la contención de la pieza”.
como si fuera una tragedia o una pieza, aspirando a un rigor y a una profundidad
temática para los que los cánones del primero, sus soluciones no están preparadas,
toda vez que son el resultado de lo fortuito, es decir, a través del ya mencionado
recurso del deus ex machina y no como consecuencia de las acciones dramáticas
que estructuran.
Con Alejandro Dumas hijo el melodrama pretendió entonar el canto a los dieses de
la tragedia, pero como todo imitador ha tenido que arrostrar su imagen de caricatura
y epítetos como "melodramón", "culebrón", etcétera, en señal de su desprestigio;
sólo por hacerse pasar por un género realista. No lo es. El más elemental sentido
común nos está indicando que estamos en presencia de un divertimento, que
únicamente podemos hacerlo digerible y hasta convertirlo en un pasatiempo
agradable, si somos capaces de hallar lo que parece que fue la conclusión
inteligente a la que llegaron los colegas de la televisión brasileña en sus mejores
trabajos, puesto que tampoco todos tienen el rigor de una buena estructura y un
perfecto manejo del género.
Por otro lado, con el presentimiento de hallar algo útil, habría que estudiar con
detenimiento y genéricamente el teatro del cubano Héctor Quintero, por lo bien que
se ha estado moviendo en ese campo casi siempre resbaladizo del melodrama.
Véase sólo una de sus obras, las exageraciones patéticas de personajes
entrañables y las casualidades en El premio flaco.
Pero más arriba había confesado su correcta intención: "Ninguna escena de esta
obra deberá producir lástima en el espectador, sino reflexiones. Esta pieza no es un
melodrama ni en sus escenas más cercana a éste. En todo caso posee personajes y
situaciones melodramáticas, pero esto en un sentido criticista. O sea, no es para
resaltarlo (el melodrama), sino para burlarlo".
Dicen que los autores no saben explicar lo que hacen. Por lógico prejuicio con la
aberración histórica del género, el teatrista reniega de esa etiqueta desprestigiada,
pero usa sus soluciones fortuitas: el punto de giro de la estructura es la balita dentro
del jabón que le proporciona una casa a Iluminada, la protagonista; y el pre-clímax o
escena necesaria, el bombardeo que casualmente le destruye dicha casa. Equivale
a decir que utiliza soluciones que no emanan de la acción dramática de la narración,
soluciones que vienen de arriba, de Dios, de fuera de la obra, y por lo tanto esto las
convierte en soluciones no realistas. No se ve obligado a dar explicaciones
probatorias de los sucesos, puesto que se está moviendo en el campo de lo lúdico,
"esto es un juego", parece decirnos; y para desensibilizar sus entrañas no sólo
exagera sino que se burla al estilo del gran humanismo. No hay que olvidar que lo
cómico en Chaplin brota de la frustración de sus personajes. Todo lo anterior hace a
Quintero acertar con el tono exacto de lo que debe ser un melodrama actual.
En nuestra época todo es renovación, cambio, pero también continuidad. Nada nace
de la nada, pero lo que nace tiene que desprenderse de lo inútil; en este caso del
realismo impropio del melodrama, y quedarse con lo esencial, sus soluciones de
divertimento, sus estereotipos. Esa será la gran línea de continuidad que habrá de
llevarlo adelante.
Desde luego que tampoco hay que asombrarse con este retornello ahora
postmodernista. Recordemos que de la alienación emanante de los libros de
caballería nació como parodia el Don Quijote. ¡Magnífica telenovela: con el
patetismo de su protagonista, con su pasión de necesaria idealidad por Dulcinea del
Toboso!... Apenas le faltaría un mayor desarrollo de la acción dramática subordinada
en melodrama, que se mezclara con más persistencia a su emblemática y divertida
acción-base aventurera o tragicómica.
El piano (The piano), es un buen filme, tiene virtudes de factura como pocas, y la
propuesta del guión casi alcanza igual virtuosismo, pero no lo logra por su manejo
estructural y de género. Es posible demostrarlo.
Hay que repetir entonces que el carácter se debe a la estructura y que a éste no le
es posible vivir fuera de ella so pena de estancamiento, de evidenciar su función
únicamente caracterizadora o de alterar toda unidad significante.
ACCION-BASE:
Bandos en pugna: Baines vs Stewart (Ada presa codiciada).
Detonante: El padre de Ada la ha comprometido en matrimonio con
un hombre desconocido.
Forma de manifestarse la acción dramática:
Intento: Baines quiere seducir a Ada.
Oposición: Ada es la mujer de Stewart.
C. de equilibrio: Baines se lleva a la mujer.
ESTRUCTURA:
EXPOSICION: Ada conoce a Stewart, el hombre que ha de ser su
esposo, pero lo rechaza porque es torpe con ella y se
niega a conducir su piano a la casa.
PUNTO DE GIRO: Baines se enamora de Ada.
DESARROLLO: Baines lucha por seducir a Ada a través de la posición del
piano. Stewart, a pesar de que descubre que la que ya es
su mujer lo traiciona, quiere mantener sus relaciones con
ella. Ada se entera de que Baines se va del lugar y le
envía un mensaje que llega a manos de Stewart por
conducto de la hija de la propia mujer (error trágico que
ayuda a enmarca en género la historia).
PRE-CLIMAX: Stewart mutila a su mujer e intenta poseerla, pero
comprende que nunca logrará su amor.
CLIMAX: Stewart obliga a Baines a llevarse del lugar a su mujer.
ACCION SUBORDINADA I:
Bandos en pugna: Stewart vs. Ada.
Detonante: El matrimonio de ambos.
Forma de manifestarse la acción dramática:
Intento: Stewart quiere conquistar a su mujer.
Oposición: Ada es una mujer más sensible que su esposo.
C. de equilibrio: Ada es seducida por Baines.
ESTRUCTURA:
EXPOSICION: Stewart quiere lucir bien ante la mujer que va a conocer y
con la que está comprometido en matrimonio.
PUNTO DE GIRO: Stewart es torpe en su primer encuentro y la predispone.
DESARROLLO: Stewart, aunque con la misma torpeza, trata de ganarse
el afecto de Ada, hasta le perdona su traición. Luego la
saca del encierro, pero al conocer por la hija de su mujer
que ésta le envía un mensaje en una tecla del piano a
Baines, le corta un dedo.
PRE-CLIMAX: Stewart, cuando trata de poseer a su mujer herida, se da
cuenta de que ésta nunca lo amará.
CLIMAX: Stewart renuncia a su mujer y obliga a Baines a que se la
lleve.
DESENLACE: Ada se va con Baines.
ESTRUCTURA:
EXPOSICION: Baines lleva a la playa a Ada donde está su piano, pero
se enamora de ella al verla tocar el instrumento toda la
tarde. Luego, en un trueque con Stewart, se hace del
piano con el compromiso de que Ada lo enseñe a tocar.
89
ESTRUCTURA:
EXPOSICION: Flora, disgustada porque Stewart, el que va a ser nuevo
esposo de su madre, no estaba esperándolas en la playa,
decide que no lo va a llamar papá.
PUNTO DE GIRO: Flora rechaza a Baines porque la madre no la deja entrar
a ver las "lecciones de piano".
DESARROLLO: Flora descubre lo que hacen encerrados su madre y
Baines; luego trata de reproducirlo en un juego con los
niños indígenas. Esto le ocasiona un castigo que le
impone Stewart. La imposición surte efecto y la niña
comienza a llamar papá a Stewart y no quiere que su
madre se vea con Baines.
PRE-CLIMAX: Flora lleva a Stewart el mensaje que su madre le enviaba
a Baines (error trágico con el que se justifica la presencia
del personaje de la niña).
CLIMAX: Flora presencia el castigo que Stewart le infringe a su
madre y se siente culpable.
DESENLACE: Flora duerme en casa de Baines y luego se va con la
pareja.
90
Hay que considerar que los trabajos preparatorios de la "colonia" inglesa para la
representación teatral, que luego los indígenas, por su ignorancia de los modos en
que el "mundo civilizado" se divierte, van a echar a perder, hay que considerar, se
insiste, en que es una acción dramática, y que su forma de manifestarse sería la
siguiente:
Veamos de conjunto el cuadro de las acciones dramáticas que nos narra la historia:
ESTRUCTURA:
La tía de Stewart, la señora Marag, por ejemplo, opina, juzga la conducta de Ada
bajo su visión victoriana, pero no hace nunca nada contra ella. Sin embargo, la moral
que ella representa, para el contraste con la actitud de Ada, es importante; pero
tenía que estar en trama. Queda recordar que la dramaturgia clásica o aristotélica
rechaza a esos personajes únicamente parlantes.
92
Una forma de vincular a esta señora, por ejemplo, hubiese sido que apareciera en el
relato como dueña o condueña de las tierras que posee Stewart y que, al conocer de
la infidelidad de Ada, hubiera conminado a Baines a que abandonara el lugar; de
esta manera sí hubiese intervenido en los hechos importantes de la historia.
Parece ser que otra era la idea que se tenía con la presencia de los maoríes. De
algún modo pensó la guionista en castigar a Stewart: en el guión original las armas
que le vende a los habitantes naturales del lugar potencialmente quedaban como las
mismas que luego lo iban a hace perecer. La indígena enamorada de Baines, Hira,
al despedirlo así se lo hacía saber. Hay que decir que si quitar ese bocadillo fue un
acierto, ni con esa omisión se salva el asunto. Igualmente continúa esa acción
trunca fuera de trama, extra argumentum. Los habitantes autóctonos del lugar, los
maoríes, no le aportan gran cosa a la historia triangular.
Por suerte para todos, parece ser que el sentido trágico de la Campion directora
–aunque no del todo–, se impuso a la tendencia melodramática de la Campion
guionista. La confusión que hay en la realizadora ella misma la evidencia con el
siguiente comentario:
“Todas las cosas van por una senda inevitable y el primer día determinó el postrero.
Los dioses mismos no pueden modificar el curso de las cosas, sometidos a sus
propias causas”.
Como quedó demostrado en el análisis formal, la lucha de Baines y Stewart por Ada
concluye cuando el esposo entiende que la mujer no lo podrá amar nunca como vio
que lo hizo con el seductor, y decide obligarlo a que la desaparezca de su vida para
volver a ser el hombre que era antes de ella llegar. ¿Qué nos hubiese dejado como
contenido esa natural y aristotélica conclusión? El costo que podía acarrear en la
época victoriana la pasión de un sexo nacido del instinto y la ternura. El reencuentro
en la playa de una Ada mutilada y un Baines que se siente culpable del sacrificio
femenino, y la partida del lugar no sería un "final blando", como a éste lo calificara la
realizadora, concordaría exactamente con la tragicidad de la historia, le hubiera dado
la altura o trascendencia que proporciona la inmolación de los personajes de la
tragedia tradicional. La historia no pedía más, la estructura no soportaba otro
acontecimiento, a menos que no interese que en un análisis como éste se ponga en
duda el dominio que se tiene de la técnica de la estructura clásica o los cánones del
género; porque en una tragedia como esta, con ingredientes también clásicos, debía
haberse puesto mayor énfasis en el tema que en la búsqueda de múltiples
interpretaciones salidas de las incongruencias de un personaje.
Ada actúa como un ser conquistado por el trato de Baines. Es cierto que se
cuestiona al espejo cuando este último indaga por la naturaleza de sus sentimientos
hacia él, pero inmediatamente reacciona y le contesta abrazándolo y buscando su
beso, y más tarde, en un gesto arrebatado, le envía un mensaje que confirma su
pasión. ¿Porque toca y no se deja tocar por Stewart? Lo que se percibe de esa
escena es que Baines ha despertado su erotismo y, como Stewart la ha encerrado,
94
primero le brota dormida, inconsciente, en las caricias que le hace a la hija, y luego
sacia el impulso sexual palpando el cuerpo del esposo, que sí se siente humillado,
pero ese no parece ser el motivo que lo impulsa, sino la imposibilidad de tocarla --lo
dice--, ante el reparo de que no lo dejen hacer lo mismo que le vio disfrutar al
amante. ¿Dónde está esa utilización del hombre? ¿No puede interpretarse como la
decisión de Ada de dejarse tocar únicamente por el hombre que ha despertado su
erotismo, para no llegar a decir sus sentimientos?
Otro ejemplo, el hecho de que el personaje femenino intente suicidarse por lograr la
realizadora una imagen que confirme gráficamente el criterio del progenitor de Ada:
"Mi padre dice (...) que el día que se me meta en la cabeza dejar de respirar será el
último de mi vida", cuya función es únicamente caracterizadora, para demostrar la
tozudez del personaje, y que cumple su papel con el enunciado inicial, desmiente la
escena donde el personaje golpea a su amante porque éste no comprende el gesto
de ir a entregársele sin que medie el piano como pretexto, lo que precisamente él le
exige. Se nos muestra en esta oportunidad, con ese gesto, a una mujer realmente
enamorada, en una escena muy orgánica, muy lograda. ¿Es que han cambiado los
sentimientos de Ada después de la mutilación? Si es así, y parece que lo es,
veamos en la estructura aristotélica a lo que da pie ese cambio por las escenas con
que se expresa.
Después de la estructura que nos ha contado la historia, ahora se nos añaden tres
acciones dramáticas independientes; cuando todos sabemos que luego del clímax
desaparece uno de los bandos en pugna (en este caso el de Stewart), y por lo tanto
ha cesado el conflicto.
ACCION I:
Intento: Ada quiere echar el piano al agua para suicidarse.
Oposición: Baines quiere conservarle el piano.
C. de equilibrio: Ada cae al agua halada por el peso del piano que se
hunde.
ACCION II:
Intento: El peso del piano hunde cada vez más a la mujer.
Oposición: Ada se arrepiente y lucha por zafarse de la soga.
C. de equilibrio: Ada se salva.
ACCION III:
Intento: Baines quiere abrazar a la mujer.
Oposición: Ada, aunque sonríe, quiere írsele.
C. de equilibrio: Baines la atrae hacia sí y la besa.
95
A nombre de una polisemia a toda costa se puede estar en desacuerdo con nuestro
análisis, pero se hará siempre sobre el terreno movedizo de la subjetividad. Queda
demostrado que hasta el final natural de la historia del filme estuvo colmado de
matices, de indagación humana, de propuestas novedosas, de sutiles y artísticos
adelantos premonitorios, de una utilización creadora de los recursos; y todas esas
virtudes como integrantes de un juego limpio y enriquecedor por parte de la
realizadora; pero también está probado que no supo insertar dramatúrgicamente el
marco histórico, que hizo concesiones lastradoras con ese extra-final artificialmente
optimista por estar fuera de género, y que pudo haber alcanzado mayor nivel de
tragicidad si hubiese tenido una premisa única, sin tanta obsesión por la anfibología
que sale sola, como les salió con Baines, con Stewart, con Flora, sin dejar de saber
ellos lo que quieren y por lo que luchan.
lejano sentido de la obra que luego quieren montar, es decir, no articulado aún en la
lucha por llevarla a escena.
Ese pecado menor y la parlante actriz que sólo informa sin tomar parte activa en
bando alguno, pues su beso con Ron bien pudo ser –como casi es– la silueta de una
mujer cualquiera.
Ya en otra parte hemos dicho que el guionista, cuando trabaja con los géneros
realistas, tragedia, comedia o pieza, si quiere lograr un nivel artístico y una mayor
eficacia en su postulado, debe declararle la guerra al concepto expresado en
palabras. Para eso cuenta –como le sobra a este filme– con las imágenes, los
símbolos y, principalmente, la acción dramática de donde debe desprenderse su
mundo significante, su propuesta. En realidad habría que indagar con las
espectadoras sobre la efectividad o no de una premisa al estar siempre conscientes
de que la misma proviene de un hombre disfrazado de mujer. No dudamos que por
ello pueda llegar a tener mayor eficiencia. Pero no creemos que a alguien se le haya
escapado que el afán de mejoramiento humano de una historia como la de este filme
va dirigido al hombre y no a la mujer.
ACCIÓN BASE:
Bandos en pugna: Michael vs. la productora
Detonante: Michael quiere montar una obra de teatro no
comercial.
Forma de manifestarse la acción dramática:
Intento: Dorothy es contratada por la productora de la
telenovela.
Oposición: Dorothy es Michael, un hombre.
97
ESTRUCTURA:
EXPOSICION: Michael es bajito, riguroso y, por ello, conflictivo, por lo
que no encuentra trabajo como actor.
PUNTO DE GIRO: Michael se presenta como Dorothy a un “casting” y logra
que la productora le otorgue el papel de la directora del
hospital.
DESARROLLO: Dorothy tiene éxito, pero Michael se enamora de Julie y
quiere que su representante lo ayude a salirse de la
telenovela. La productora, engañada por Michael y como
el “raiting” de la telenovela ha subido con la participación
de Dorothy, la defiende ante los reparos de Ron.
PRE-CLIMAX: Se echó a perder el “video tape” y tienen que trasmitir un
capítulo en vivo.
CLIMAX: Michael aprovecha y "mata" a Dorothy: revela su identidad
masculina en el capítulo de la telenovela que se trasmite
al aire en vivo.
DESENLACE: Michael pierde el trabajo, pero estrena la obra no
comercial y gana el amor de Julie.
ACCIÓN SUBORDINADA I
ESTRUCTURA:
EXPOSICION: Michael, después de mucho trabajo, consigue empleo,
pero como Dorothy.
PUNTO DE GIRO: Michael se enamora de Julie.
DESARROLLO: El éxito de Dorothy lo separa de Julie. Michael lucha por
rescindir el contrato.
PRE-CLIMAX: Julie cree lesbiana a Dorothy.
98
ESTRUTURA:
EXPOSICION: Michael no consigue trabajo. Necesita dinero para montar
una obra de teatro con su grupo.
PUNTO DE GIRO: Michael, disfrazado de mujer, opta por una prueba para
un papel en una telenovela.
DESARROLLO: Dorothy realiza la prueba.
PRE-CLIMAX: Ron, el director, la rechaza. Discuten.
CLIMAX: La productora acepta a Dorothy.
DESENLACE: Luego se monta la obra.
ESTRUCTURA:
EXPOSICION: Julie y Ron constituyen una pareja.
PUNTO DE GIRO: Michael, amparado en la lucha femenina por lograr un
mejor trato de la sociedad, conspira contra Ron (premisa
de la historia).
PRE-CLIMAX: Julie, instigada por Dorothy, rompe con Ron, pero la cree
lesbiana.
CLIMAX: Julie se entera del engaño: Dorothy es un hombre.
DESENLACE: Julie perdona a Michael.
ESTRUCTURA:
EXPOSICION: Sandy, "mujer fatal", admira a Michael.
PUNTO DE GIRO: Michael se acuesta con Sandy.
DESARROLLO: Sandy lucha por establecerse con Michael.
PRE-CLIMAX: Sandy cree homosexual a Michael.
CLIMAX: Michael le confiesa a Sandy que está enamorado de otra
mujer.
DESENLACE: Sandy pierde a Michael.
ACCION SUBORDINADA V:
Bandos en pugna: Michael vs. Sandy.
Detonante: La traición a Sandy.
Forma de manifestarse la acción dramática:
Intento: Confesarle a Sandy que obtuvo el papel de la telenovela
por ella.
Oposición: El temor a perder el afecto de Sandy.
C. de equilibrio: Aunque dolida por la traición, Sandy seguirá trabajando
como actriz con Michael.
100
ESTRUCTURA:
EXPOSICION: Michael prepara a Sandy para que se presente a prueba
y obtenga un papel en una telenovela diurna.
PUNTO DE GIRO: Michael traiciona a Sandy, se disfraza de mujer y logra el
papel.
DESARROLLO: Michael siente remordimientos por lo que le hizo a Sandy.
PRE-CLIMAX: En presencia de Michael, Sandy critica al marimacho que
obtuvo el papel en la telenovela.
CLIMAX: Sandy ve por la televisión cómo la marimacho se revela
como Michael.
DESENLACE: Omitido.
ESTRUCTURA:
EXPOSICION: Les conoce a Dorothy.
PUNTO DE GIRO: Les se enamora de Dorothy.
DESARROLLO: Les lucha por el amor de Dorothy.
PRE-CLIMAX: Julie cree lesbiana a Dorothy y le pide que le diga la
verdad a su padre.
CLIMAX: Michael se explica con Les: ama a su hija y se vistió de
mujer para conseguir trabajo.
DESENLACE: Les perdona a Michael y se hacen amigos.
ESTRUCTURA:
EXPOSICION: Dorothy es advertida acerca de las características del
viejo conquistador.
PUNTO DE GIRO: Brewster se interesa por Dorothy.
DESARROLLO: Dorothy lucha contra Brewster.
PRE-CLIMAX: Dorothy tiene que hace subir a Brewster a su
apartamento, pues está cantando desde la calle en medio
de la noche.
CLIMAX: Jeff llega en el momento en que Brewster está forzando
la situación con Dorothy. El viejo conquistador los cree
pareja, se disculpa y se marcha.
DESENLACE: Brewster descubre en el estudio que ha estado tratando
de conquistar a un hombre.
ESTRUCTURA:
EXPOSICION: Jeff y Michael comparten un mismo apartamento.
PUNTO DE GIRO: Jeff no puede salir al teléfono para que no crean que
Dorothy vive con un hombre.
102
ESTRUCTURA:
B. EN EXPOSICI PUNTO DE DESARR PRE- CLIMAX DESENLA
PUGNA ON GIRO OLLO CLIMAX CE
Michael Michael, La Dorothy Se echa a Michael Michael
vs. La como productora tiene perder el revela su pierde el
productora Dorothy, accede a éxito, pero “vides condición trabajo,
A.BASE. se darle el Michael se tape” y de hombre. pero
presenta papel de enamora Michael estrena su
al directora de Julie. aprovecha obra y
“casting” del hospital. la ocasión logra el
de una de salir al amor de
telenovela aire en Julie.
. vivo.
Pero, como esta no es una operación mecánica, de modo que las partes
subordinadas, desde el punto de arranque hasta el desenlace, lo sean a la vez de la
acción-base, lo importante, lo decisivo, es que su presencia en la historia determine
o marque de algún modo el rumbo de la trama central. Porque no todas las acciones
104
1 2 3 4 5 6
--------------- --/ ----------------------------------------------------------------------------/ -------/ ------
---/ -------/ ----/ - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - ------
1 2 3 4 5 6
9. EL PERSONAJE
Poco es lo que realmente útil aportan los libros de dramaturgia al abordar el tema del
personaje..., muy poco. Tan poco como lo que va a poder extraer el lector de este
capítulo. No obstante el autor haberse pasado más de cuarenta años ejercitándose o
indagando sobre cómo es el mecanismo de concepción para lograr el diseño de un
buen personaje. ¡Bonita insuficiencia! Esa orfandad de resultados nos hace llegar a
la conclusión que insinuamos en la siguiente pregunta: Si somos capaces de
explicarnos y explicar el resto de la técnica de esta profesión, ¿no será que en la
captación y plasmación del diseño del personaje está lo que se suele llamar talento
del escritor dramático, lo que no se enseña ni aprendemos de nadie? Esa facultad
que asemeja al creador de un guión a un caricaturista, capaz con un solo vistazo de
captar y llevar a la cartulina el rasgo psicológico fundamental de un rostro, de una
persona. Esa, repetimos, ni se aprende ni se enseña, se ha integrado genéticamente
a una sensibilidad que hace apto al artista, no sólo para aprehenderla –cosa que
cualquier persona medianamente inteligente podría lograr–, sino para plasmarla
coherentemente; para potencialmente dotar de apariencia de vida a un diseño que
muchas veces es más creíble en la ficción que en la realidad, o al menos se
confunde con ella. Si es así –y parece que lo es– estamos en el terreno de la
naturaleza.
Lo primero que hay que aclarar es que cuando hablamos de personaje, nos estamos
refiriendo al diseño aparencial de una persona con sus matices y contradicciones, y
que éste es únicamente concebible como resultado de los géneros realistas, o sea,
tragedia, comedia y pieza. En cambios, ese diseño, en los géneros no realistas,
farsa, tragicomedia y melodrama, se llama tipo, al cual nos referiremos con
posterioridad.
Tal vez el concepto que explique mejor a los personajes que emanan de estas dos
estructuras sea la del homo faber: eres lo que haces; pero también, decimos
nosotros, lo que no haces.
De igual manera la técnica que evita las acciones dramáticas prefigura personajes
inactivos, inertes, vacíos, vacilantes, sin objetivos; lo que de ninguna manera puede
llegar a entenderse como menos ricos, más esquemáticos o simples. ¿Son simples
los personajes de Antón Chéjov, son pobres, son esquemáticos? Al contrario; pero
todos están marcados por la decadencia como rasgo fundamental de la técnica
expositiva, es decir, carente de acción dramática.
Como vemos, para un estudio serio, no hay manera de aislar al personaje de las
características estructurales del guión. A ellas se debe y ellas diseñan su
personalidad, la que le es más útil al objetivo del guionista. Veamos en otro ejemplo
clásico hasta donde esto es confirmable:
106
En una estructura clásica, bajo el principio de la más estricta unidad de acción, hay
en Hamlet, príncipe de Dinamarca, tres errores. El primero, que Shakespeare
insistiera en seguir caracterizando a Polonio, el padre de Ofelia, pero esta vez extra
argumentum, fuera del conflicto, fuera de las acciones dramáticas esenciales a la
obra: la escena donde el señor envía a espiar a su hijo Laertes en París, primera del
segundo acto, al iniciar un intento, despierta una expectativa que luego no satisface,
pues el joven regresa por vengar también la muerte de su padre y no porque lo
hayan estado espiando. Aquel intento de Polonio, aquel inicio de una acción
dramática, quedó en el vacío, quedó colgando. La utilizó innecesaria y erróneamente
el autor para demostrar (caracterizar) que el personaje era un viejo ladino y
peligroso. No por gusto muchos directores eliminan la escena de sus puestas.
Segundo error es la escena diecisiete del tercer acto, que si bien es un
desprendimiento de la dieciséis donde Ricardo y Guillermo, confabulados con los
reyes en contra de Hamlet, vienen a decirle que su madre quiere hablarle, la
diecisiete no se integra a esa acción subordinada. Es cierto que prolonga la rivalidad
de ambos bandos, pero con un tema ajeno, donde el príncipe quiere demostrarle a
107
Guillermo que para manejarlo a él hay que conocer el arte de la flauta. Más bien
pensamos que ahí no existen dos escena, si no que la diecisiete debió haber
quedado integrada a la dieciséis. Y por último, y en igual sentido, está la primera
escena del quinto acto, donde dos sepultureros discuten el se offendendo, es decir,
el derecho de Ofelia a una santa sepultura habiéndose suicidado. Tres escenas,
repetimos, que no se integran a las acciones dramáticas esenciales a la obra.
-Supervivencia.
-Seguridad y protección.
-Amor y posesión.
-Estima y respeto propio.
-Conocer y entender.
-Filantropía.
-Autorrealización.
De modo que queda dicho que más que estandarizar o buscar personajes sin raíces,
primero hay que plantearse el conflicto a escala universal y luego ubicarlo en la
aldea, que va a ser un encanto añadido, toda vez que nos interesa saber como en
Patanogú sus ciudadanos resuelven iguales necesidades que las nuestras.
Para que la acción funcione a través de los bandos en pugna, no sería una
revelación para alguien decir que debe haber un equilibrio de fuerzas entre los
personajes que los comandan: una persona débil enfrentada a una fuerte debe
hacerse al menos de un madero para que la contienda tenga alguna perspectiva o
dure un tiempo apreciable. De modo que cuando ya se conocen las características
108
de los personajes que necesita la acción dramática, quien primero puede brindar su
ayuda es Hipócrates, pues ellos van a ser:
-Sanguíneos.
-Coléricos.
-Melancólicos.
-Flemáticos.
Más que familiarizarse con los personajes, hay que conocerlos a la perfección; y
para ello puede ayudarnos en gran medida hacerles tres preguntas fundamentales:
A esto le podemos añadir una máxima filosófica por la que se guía el personaje, de
modo que en la práctica nos quedaría como sigue:
3. ¿Qué es en realidad?
Alguien que no puede asumir su bisexualidad, un ser enigmático e impredecible.
Otro ejemplo:
3. ¿Qué es en realidad?
Alguien necesitado de afecto, pero dueña de sí misma, absorbente y posesiva.
Para hacer más factible esa aprehensión que necesita lograr el guionista o libretista
nadie ha aportado mejor procedimiento que Lajos Egri.
Fisico-fisiológica
Sexo:
Edad:
Descripción física (peso, altura...):
Apariencia:
Defectos (deformaciones, enfermedades...):
Sociológica
Origen de clase:
Ocupación:
Educación:
Religión:
Raza:
Nacionalidad:
Filiación política:
Pasatiempos:
Psicológica
Historia familiar:
Vida sexual:
Autoestima:
Actitud frente a la vida:
Habilidades:
Cualidad:
145
A esto podría añadirse, para que el personaje estuviera en relación directa con su
historia y su ambiente, la trayectoria de los años vividos, haciendo hincapié en los
hechos que van a influir en su personalidad y que serán determinantes para la
historia que vamos a narrar.
FULANO DE TAL
Y así sucesivamente hasta alcanzar la edad del personaje y el perfil humano exacto
que necesita nuestra acción dramática, es decir, nuestra historia.
En la medida en que dominemos esos datos biográficos, en que los hagamos más
“reales”, irá configurándose un diseño dotado de una potencialidad, para luego, si
somos capaces, transformarlo en vida artística.
FLORA
HACIENDO SEÑAS CON LA MANO.
Mamá..., estoy pensando.
ADA DEJA DE GESTICULAR.
FLORA
HABLANDO.
No lo voy a llamar papá, no lo llamaré de ninguna manera, ni siquiera lo voy a
mirar.
Luego, en la escena 21, cuando están vistiendo a la madre para la fotografía con su
nuevo esposo, la niña comenta:
FLORA
Mi verdadero padre fue un famoso compositor alemán...
TIA MARAG
Ay, el traje se ha roto.
FLORA
CONTINUANDO.
...se conocieron cuando mi madre era cantante de ópera... En Luxemburgo.
LAS DOS MUJERES (LA TÍA MARAG Y LA DAMA DE COMPAÑÍA) HACEN UNA
PAUSA PARA MIRAR A FLORA, ADA DICE POR SEÑAS A FLORA: ¡CÁLLATE!
FLORA
¿Por qué?
147
Con sólo hacer abrir la boca a su personaje, le bastó a la guionista para darnos la
formulación irregular y la mentalidad de una niña creíble, “real”, coherente en su
incoherencia. Nos expresa lo que quiere primero por negación. “No lo voy a llamar
papá”. Típico modo de manifestarse la cólera infantil, por ingenua. Es su forma de
castigar. Lo que más aprecian, lo que más valoran, lo niegan como tesoro. Pero la
formulación no es la de cualquier niño, además, es la de una niña con una alta
valoración de sí misma. La han formado en un medio más sensible que el que ahora
la rodea. Es como si nos dijera que es de oro y que la persona en que ponga los
ojos y ella decida que va a ser su padre sería un privilegiado. Y en eso consiste la
tragedia que se desprende, porque aquel privilegiado desprecia su riqueza al no
estar esperándola en la playa.
Excelente trazado psicológico del personaje de una niña que no se desmiente luego
en ningún momento de su curva de transformación a lo largo del guión.
El hombre queda en el suelo sin llegar a entender que ha sido víctima del estado de
depresión en el que se encuentra el personaje, pero el espectador ha captado
exactamente el ánimo que domina a Michael.
9.7. El tipo
Como ya fue adelantado, el tipo es la aparente entidad humana que opera en los
géneros no realistas: farsa, tragicomedia y melodrama.
Más que complejidad psicológica alguna, como con el personaje, el tipo lo que
requiere es de la estilización, puesto que ellos encarnan actitudes, simbolizan como
un todo al bien, al mal, a la avaricia, a la ingenuidad, a la cobardía, a la valentía,
etcétera, es decir, representan conceptos.
Esta característica hace que muchas personas, e incluso algunos críticos, al hallar
insubstancialidad en el comportamiento del tipo, pierdan la credibilidad por no
encontrar el rigor comparativo necesario con la vida. No, no hay que pedirle al tipo
matices psicológicos ni rigor alguno que no sea el de una buena estilización.
Recordemos que los géneros no realistas son esencialmente divertimentos.
Resumen
Únicamente son personajes los diseños de personas aparenciales provistas de
complejidades psicológicas que se desarrollan en los géneros realistas.
El personaje no es una identidad independiente de la acción dramática.
Es la acción dramática quien pide el personaje que necesita.
El personaje conduce a la acción dramática, pero no está primero que ella.
Un personaje es únicamente el resultado de su caracterización fuera de la acción
dramática en el género pieza que actúa a través de la estructura de progresión
acumulativa.
149
Resulta innecesario buscar un pretexto para intentar el análisis de una obra maestra,
lo tenemos en lo paradigmática que siempre resultan; mucho más si es un filme de
Ingmar Bergman. No obstante, por si hubiese alguien con incontenible sentido de
rivalidad que quiera destacar nuestro destiempo, la justificación la vamos a encontrar
en las posibilidades del abordaje de una estructura y de un género que mucho
confunden a neófitos y especialistas.
Si hemos de ir al origen del conflicto que ha acompañado al cine durante más de
una centuria, los nombres de personas e instituciones involucradas son los de los
hermanos Lumiere. George Mèliés, y la Escuela de Brighton.
En primer lugar los inventores de un artefacto técnico desconcertante hasta para
ellos mismos (aunque hoy sabemos que en familiar intento pretendieron narrar
dramáticamente con él); luego al magnífico diseñador de herramientas sin las que un
Griffith, un Eisenstein y un Welles no hubieran podido consolidar el lenguaje
cinematográfico, es decir, sin Mèliés; introductor también al celuloide de una
estructura teatral que hoy disfrutamos o padecemos; y por último, hay que
mencionar a los fotógrafos de la británica Escuela brihgtoneana. De estos tres
factores, específicamente de los dos últimos, emerge la disyuntiva cine teatralizado,
cine fotográfico.
Pero por mucho que los puristas fotográficos del cine quieran circunscribir el
nacimiento de una nueva forma de narrar al soporte técnico que finalmente fraguó
en el 1895, y vean a Mèliés como a un mistificador, como a un individuo que sólo
aportó redundancia al cinematógrafo, toda vez que el recién nacido contaba entre
sus virtudes con la maravillosa posibilidad de narrar una historia en movimiento a
través de cuadros o fotos, sin la técnica de una acción dramática unificadora y la
sujeción del efecto psicológico del suspenso o la expectativa, hay que recordarles
que en igual año se estrenaba en Moscú La gaviota, fallido intento de Antón Chéjov
por el empeño de innovación para un público teatral acostumbrado a la truculencia y
la aberración de melodramas grandilocuentes, precisamente con el tratamiento de
un nuevo género aún más realista que sus dos antecesores que también lo son, la
tragedia y la comedia, y la sencillez de una estructura a base del acumulado de la
información y el crecimiento hacia un clímax escena tras escena. Lo mismo; quizás
con menos posibilidades de lenguaje en la ejecución por la dinámica expresiva de un
cuadro tras otro en el cine, de una foto en relación con la siguiente.
De modo que si el nuevo vehículo técnico posibilitaba una forma distinta de narrar,
también el Teatro de Arte de Moscú, bajo la dirección del persistente Konstantín
Stanislavski, probó en igual fecha que sobre las tablas había similar posibilidad. Es
decir, que en la tradición narrativa de Asia que con propiedad caló fuerte desde
entonces en la dramaturgia y la histriónica rusa y en las posibilidades del
cinematógrafo francés, hay que situar el nacimiento mancomunado de la estructura
de progresión acumulativa y del género pieza; formas predilectas del,
lamentablemente, casi en desuso cine de autor. No en balde Antón Chéjov es uno
de los autores teatrales más llevado al cine por los realizadores con mayor apego a
la fotografía.
Sobre estas bases originarias hay que situar el intento de análisis del filme
bergmaneano que hemos seleccionado.
151
Primero que todo su preponderancia fotográfica: una cámara decidora con sus
movimientos, sus encuadres, la luz y los colores, en resumen, una cámara dramática
que se toma su tiempo para dar vida y caracterizar con cada objeto, con cada
ingrediente. A ello sumémosle con igual propósito la banda sonora. Baste detallar el
expresivo punto de arranque de Gritos y susurros (1972):
Créditos sobre el fondo rojo de la vida con espaciados sonidos de la campanilla de
un reloj, como para lograr el tempo adecuado al género, pero también expresión
simbólica, se nos ocurre, de la tragedia humana: finitud del ser en el eterno e
indiferente decurso del tiempo. Luego la primera imagen, el torso de una estatua de
espalda, lira en mano, en medio del descampado del jardín y la bruma de la
mañana. El arte en igual soledad que el hombre. ¿Inimaginable digresión,
incapacidad nuestra o declaración de un postulado estético? Posteriormente, en
contradictorio amanecer, igual soledad de los troncos de tres árboles y un cuarto a
medio ver: tres van a ser las hermanas en la historia que nos va a contar, atendidas
y casi sobreprotegidas por una criada. Finalmente otra toma y otro árbol, rico en
frondosidad y exuberancia cual familia pudiente; pero también solo en la negrura
trágica de su silueta, a lo que hay que añadir el presagio de una desgracia en el
graznido de un cuervo espeluznante. Ya el espectador está en tono, ya Bergman le
ha afinado las cuerdas de su sensibilidad a pura fotografía y sonido para los
intereses de su relato.
Ahora toca su turno a la caracterización de sus personajes y al elemento unificador
de su historia. Comencemos por esto último:
Objetos algo más que ornamentales y el reloj sonido y figura de mujer que cuelga en
péndulo, como del tiempo pende la vida de Agne, una de las hermanas que yace
enferma en su cama. Ella es la unidad del filme, sus últimos momentos de
existencia, su falta de realización, sus conceptos, su nobleza, sus dolores y penas,
que para nada están hilvanados por medio de una lucha objetiva de bandos en
pugna, si no nos imaginamos la oculta lidia de su propio organismo, inútil en
términos estructurales. Desde el comienzo el médico nos hace saber su criterio: “No
creo que vaya a vivir muchos días más”. Ni quisiera ella lucha contra la muerte, y
las hermanas sólo han venido a cumplir distantes, cuidadosas de mezclarse a lo
más descarnado de la existencia, con convenciones más sociales que de afecto
filial. No hay una acción dramática que estructure en torno a la enferma y su
inminente muerte; el hecho, el fenómeno mismo en el personaje es la unidad. Del
evento, del proceso trágico emergen entonces, en viñetas de las cuales algunas son
pequeñas acciones, los fundidos a rojo que las introducen para darnos a conocer el
conflicto de cada personaje. Pero antes, señalemos la paradoja que el cineasta nos
ofrece, para nada emanante de la idea del paraíso como destino de los buenos:
Agne la virgen, Agne la más humana, Agne la artista, es precisamente quien muere
en la historia.
Primero Anna, la criada. (Agne-Anna, sospechosa similitud de nombres que podría
estar insinuándonos algo más que un vínculo nominal). Indudablemente Anna es la
figura con la que se va Bergman en su simpatía para expresarnos sin prejuicios los
intrincados lazos de un erotismo maternal con su patrona, como sublimación o
reacción compensativa por la muerte de la pequeña hija del personaje; pero
principalmente por su sentido humilde de solidaridad, por su desinterés y entrega,
porque su sencillo modo de relacionarse con la vida la hace más genuina. La criada
es la heroína víctima de su historia, quien más aporta y ¿quien menos recibe? ¿No
152
es la imagen de su rostro la viva estampa de una persona realizada cuando al fin lee
el diario íntimo de su patrona ya muerta -de su niña sustituta-, del cual ha logrado
apoderarse? Pero de igual modo, y sin desdeñar lo señalado, toda vez que
Bergman goza y nos hace disfrutar con la ambigüedad como categoría estética,
puede la polisemia del guionista-director estar evidenciándonos en la criada similar
celo por la posible revelación de una relación o de un sentimiento lésbico en el
documento. No exageramos, puesto que el tema como canal de afecto y prejuicio
moral subyace en la historia de las otras dos hermanas.
Luego María. La siempre niña, la preferida de su difunta madre; tan vacía y llena de
soledad como ella, pero osada en los intentos de satisfacer su necesidad de afecto;
encantadora y egoísta, perversa porque el encierro social en el que la han situado es
deformante; poco valora su maternidad y mucho menos a un marido cobarde, teatral
en su forma inútil de luchar contra la infidelidad de su mujer. Una figura masculina
que desdibuja Bergman entre la culpa y la infelicidad.
La economía del artista sueco, su aprovechamiento narrativo, hace coincidir la
enfermedad de la niña de Anna, en retrospectiva, con la evidencia de una historia
común a María y el doctor. Pero ya en el presente nos la había caracterizado en
una pequeña acción dramática: María intenta reproducir aquella relación de antaño,
el médico, en gran regodeo de venganza, coquetea con la necesidad femenina, pero
finalmente la desprecia, la humilla. Inteligente situación en la que el artista coloca a
su personaje para el logro de un crecimiento dramático en lo que resta de historia.
Pero de paso, continuemos observando a los hombres del filme; acá otra figura fría y
dispensadora de placeres, gozadora del poder que la sociedad le otorga.
Siempre entrelazado con la agonía unificadora de la enferma y a través de los
fundidos a rojo de la realización, finalmente la historia se ocupa de Karen, la
hermana mayor. No por gusto sabemos desde un principio de su gélida autoridad,
de su tejido como la actividad con que pretende llenar el vacío de su vida o de sus
cuentas agobiantes, o de sus grandes manos torpes con la que luego su marido la
caracteriza. Karen es la mártir, la que menos posibilidades tiene de sustraer placer
de la alteración de los mapas convencionales de su sociedad, la más rígida, la que
más sufre. Y de nuevo nos surge otra acción dramática en la viñeta más
desgarrante del filme: La cena como exposición (la comida en perenne asociación
de Bergman con el sexo), Karen y su aristocrático marido. Miradas de soslayo al
rostro del hombre, del viejo que degusta en presagiosa masticación, mientras las
torpes manos de la mujer juegan con la dionisiaca copa de vino, hasta que se le
rompe cuando sabe que hoy no habrá el preámbulo de un café, que hoy es directo a
la alcoba. He aquí la complicación de la viñeta, ya, en su estrechísimo marco, no le
queda más remedio que luchar de otro modo. De su mirada inquisitiva se evade
Karen, ahora para observar el juego de sus dedos con un pedazo del cristal de la
copa. Fragmento de vidrio que aparece en la siguiente escena sobre la pequeña
bandeja del tocador donde Anna, en trágico ritual, la prepara para el sacrificio de la
cama. Sabemos de la agonía de Karen en el maltrato y la pronta disculpa con la
criada, sabemos de cómo ésta entiende y se identifica en su perdón y retiro con su
igual femenina más allá de la diferencia de estatus. “¡No, hoy no!”, intuimos que se
está diciendo como preparación de un preclímax, de la escena necesaria en la
estructura de cualquier acción. Y allá va: se sienta, levanta el refajo y corta su vulva
con el pedazo del cristal de la baconeana copa. ¡Qué femenino grito el de Bergman!
¡Qué síntesis más vindicadora de una injusticia social! ¡Qué artista! ¡Cuánto
153
Generalidades
Como sabemos, en esta última prima la acción, todo gira en torno a ella y con ella
estructuramos dándole cumplimiento a la función de sus seis partes esenciales,
imprescindibles; a la vez que es el procedimiento para la caracterización de los
personajes que no pueden hacerlo fuera de ella; equivale a decir que cuanto se diga
o haga debe ser producto de la acción dramática. Pero veamos lo que sucede en
cuanto a las acciones dramáticas y las caracterizaciones en la obra que acabamos
de estudiar: de la totalidad de los bocadillos o parlamentos que la integran, setenta y
uno son de caracterización y sólo treinta y siete de pura acción dramática. Lo que
nos permite asegurar que en lugar de la acción dramática, es el crecimiento
informativo puro el que nos estructura, un hecho concreto, en este caso los últimos
momentos de la vida de una de las tres hermanas, como también lo es la
panorámica de una existencia, piénsese en Frida, naturaleza viva, de Paul Ledoux o
la de un grupo de personas al estilo de Suite Havana, de Fernando Pérez. No por
gusto algunos autores también llaman a ésta estructura documental.
Muchas veces pensamos que era en esta estructura en la que pensaba Aristóteles
cuando dijo: “La acción simple es coherente y una sola, cuyo cambio de fortuna se
produce sin peripecia ni reconocimiento”, toda vez que no se puede dar una
estructura clásica sin peripecia (punto de giro) ni reconocimiento (pre-clímax o
escena necesaria).
Ahora bien, como los personajes en esta estructura y en este género, la pieza, no
luchan –casi que podríamos decir que en lugar de luchar se quejan–, sus temas, o
para mejor decir, sus mundos, son decadentes, cerrados; lo que, desde luego, no le
resta grandiosidad ni agudeza; tengamos en cuenta que el ejemplo negativo y la
frustración son de una gran efectividad conceptual.
Ahora bien, recordémosle a los que se quejan de las imposiciones del modelo
clásico que con las estructuras sucede lo mismo que con las ideas que asumen los
estoicos como filosofía de vida: “Sólo es libre quien no quiere algo”. De modo que
para sentirnos libres y lograr una buena estructura de progresión acumulativa,
debemos trabajar con personajes que, aunque los tengan, no luchan por objetivos, y
155
Resumen
Aristóteles, en cuanto al tema, no hizo otra cosa que tomar apuntes, seguramente
para un libro que nunca llegó a escribir; y son esas notas las que han llegado a
nosotros. Valiosas, sin duda alguna; tienen la dimensión del descubrimiento, de la
iniciación, del primer pensador que dos siglos después de la existencia del teatro, se
tomó en serio dicho espectáculo; reflejan el esfuerzo por explicarse y dar a conocer
por primera vez un procedimiento, una técnica. Fue revelador y agudo, exageró y
discriminó; pero fue nuestro primer teórico, el pionero.
Este libro, hasta por ensanchamiento cultural, no puede dejar inadvertido lo esencial
de su preceptiva. Dijo el peripatético:
otros de la voz (ritmo, palabra, armonía). Los que usan la palabra se llaman
poetas, pero hay artes que se valen del ritmo, canto y versos, como la tragedia y
la comedia.
Al mimetizar los caracteres, estos pueden reflejarse en forma realista o
manipularse (mejorarse o empeorarse), como hacen los pintores. La tragedia
refleja lo peor de los hombres y la comedia los mejora.
Además de los medios (palabra) y de los objetos (los hombres), hay que
observar la forma de mimetizar: se trata de los personajes (se narra) o se les
deja actuar (tragedia, comedia). Por el medio, el objeto y la técnica, se
caracteriza la mimesis.
El hombre, por naturaleza, imita su entorno y disfruta de esa imitación en los
demás: goza ante la contemplación de las imágenes. Se imitan acciones nobles
de gente noble y las vulgares de gente vulgar. De aquí la tragedia y la comedia.
Los personajes de la tragedia fueron aumentando, mientras disminuía el coro y
se regulaban los episodios.
La comedia es mimesis de hombres inferiores, de lo risible, que es una fealdad
sin dolor ni daño. La epopeya (narración) y la tragedia (representación) tienen
cosas en común, como las partes y los personajes.
La tragedia es la mimesis de una acción noble, extensa, expresada con armonía
mediante representación, cuyos personajes alcanzan la purificación en sus
acciones. La tragedia consta de organización del espectáculo y la composición
formal y melódica del texto. Las partes de la tragedia son seis: fábula o intriga
(composición de los hechos: acción), caracteres, elocución o dicción,
pensamiento, espectáculo y melodía. Lo más importante es la composición de los
hechos, la acción. Para seducir al espectador se usan los recursos de la fábula
(la trama, la acción) sobre todo las peripecias y los reconocimientos. La fábula es
el alma de la tragedia y después, los caracteres. El carácter se muestra por la
línea de conducta y el pensamiento. La melodía (organización musical y coral) es
esencial, pero el espectáculo atrae a los espectadores.
Lo completo tiene principio, medio y fin. La extensión debe ser bien calculada. La
belleza radica en la extensión y el orden. El límite de la extensión es que la obra
sea perceptible en su conjunto. Es magnitud ideal aquella en que, siendo la
acción verosímil, se va de la desdicha a la felicidad o de la felicidad a la
desdicha.
Conviene que la acción sea una. Deben eliminarse las anécdotas innecesarias
para la fábula (la acción) o las inverosímiles.
No interesa lo real, sino lo verosímil y lo necesario para la acción. Las acciones
episódicas, las que enumeran una serie de episodios uno tras otro, sin
relacionarlos debidamente, son las peores. Cuando las cosas no se producen al
azar, la acción es más hermosa.
La acción es simple o compleja. La acción simple es coherente y una sola, cuyo
cambio de fortuna se produce sin peripecia ni reconocimiento. La acción es
compleja cuando se produce con peripecia, reconocimiento o ambas cosas.
Estas deben responder causalmente a los hechos anteriores.
Peripecia es el cambio de la acción en sentido contrario; uno llega para apartar a
Edipo del temor, al mostrarle quien es, logra lo contrario.
157
Es propio del pensamiento cuando debe ser preparado por el lenguaje, o lo que
es similar, probar, refutar, despertar emociones, aumentar o minimizar. Son
esenciales las formas de hablar: orden, súplica, narración, amenaza, pregunta,
respuesta, etcétera.
La elocución debe ser clara, pero no baja. Es noble y separada de lo común
cuando usa palabras poco corrientes, metáforas, etcétera. La mesura es
necesaria en todas las partes de la elocución, a riesgo de caer en el ridículo.
En la imitación narrativa y en verso... debe componerse en forma dramática una
acción completa (con principio, medio y fin).
La epopeya debe tener las mismas especies que la tragedia: simple o compleja,
de carácter o patética. Debe haber también peripecias, reconocimiento y
desgracias. Debe atenderse en múltiples episodios, al contrario de la tragedia. El
poeta no debe narrar, sino transmitir a otro la narración. Lo maravilloso tiene
lugar en la epopeya (una persecución...). Cabe preferir lo imposible verosímil a lo
posible increíble.
Las cosas se imitan como son, como se dicen que son o como es preciso que
sean.
Dicen que la epopeya es para espectadores más capaces que no necesitan de
gestos (tienen bastante con su imaginación). No es válido: algunos rapsodas
gesticulan y la tragedia puede leerse. Lo más compacto es más grato. Por unidad
de acción, sería mejor la tragedia.
El surgimiento del teatro griego desde el lejano siglo VII a.n.e. fue un fenómeno
único en el mundo conocido de entonces, como ya hemos insinuado; manifestación
de la alta espiritualidad alcanzada por ese pueblo, donde la especialidad misma es
muestra de la fusión de los componentes étnicos que le sirvieron de fuente
lingüística y mitológica: el arcadio-chipriota, el dórico, el eólico y el jónico. Por lo que,
como todo fenómeno cultural, su dimensión trasciende el hecho artístico para
presentársenos como un recurso por excelencia cohesionador del grupo; pero hasta
en su ámbito literario-teatral específico es más abarcador de lo que comúnmente se
aprecia. Se habla de tragedia, de comedia y de obras satíricas. Mas, eso no fue
todo. Como creemos poder probar a renglón seguido con las muestras del siglo V
que han llegado hasta nosotros, ya los griegos estrenaban soluciones dramáticas
que se paseaban por los restantes géneros, empezando por la acción subordinada
de Edipo Rey que proporciona el enigma; es decir, el campo de la tragicomedia, de
la aventura -descontado el antecedente narrativo que les vino en la épica con La
Odisea. Analicemos unas cuantas de ellas con el mismo método que hemos
utilizado hasta aquí a ver las sorpresas que nos deparan.
LOS PERSAS
En la más antigua de las obras griegas conocida por nosotros y la única de tema
histórico, cuyos antecedentes, al parecer, están en las desaparecidas de Frínico, La
Toma de Mileto y Las Fenicias, ya hay que cuestionar su tragicidad clásica de
composición. Quizás por su proximidad a los orígenes rituales del teatro, estamos
aquí en presencia no de una acción, sino de una situación dramática.
Veamos grosso modo su composición:
Delante del palacio real de Persia y de la tumba de Darío, padre de Jerjes, su actual
rey, aparece el coro de ancianos, y nos da la magnitud y fortaleza del ejército persa
que intenta apoderarse de Atenas (históricamente la Batalla de Salamina); pero a la
vez nos presagia, con la volubilidad de la Moira (el destino), la posibilidad de un
descalabro. Estos temores se acrecientan al presentarse Atosa, la madre del rey, y
relatar su pesadilla en torno al desastre bélico de su hijo. De inmediato todo es
confirmado en la voz del mensajero que se presenta: las poderosísimas fuerzas
persas han sucumbido ante las armas atenienses y la de sus aliados; pero el rey
Jerjes está vivo. De aquí en adelante todo son lamentos y loas a las virtudes
sociales y políticas de Atenas; pero la causa de la derrota persa se la atribuye el
fantasma del rey Darío a la cólera de su hijo Jerjes que en su desenfreno no ha
reparado en violar el orden de la naturaleza misma.
Es decir, se describen los hechos, no acontecen en el tiempo de la representación.
Se logra sí una catarsis, pero no por medio de la derrota o sometimiento de un
bando a otro, sino a través de la acumulación informativa: presagios, temores, la
pesadilla de Atosa, la exposición del mensajero, el fantasma de Darío y finalmente la
llegada del derrotado Jerjes, son los recursos expositivos por medio de los cuales se
desliza la situación dramática
Como se puede apreciar, por la cercanía al rito o por el origen del tema asiático, Los
Persas, al ser únicamente expositiva, tiene más que ver con las características de la
pieza que con las de la tragedia.
ACCIÓN BASE.
BANDOS EN PUGNA: Aqueos vs. cadmeos (tebanos).
DETONANTE: El ataque de aqueos a Tebas.
Forma de manifestarse la acción dramática:
INTENTO: Los aqueos luchan por tomar a Tebas.
OPOSICIÓN: Los cadmeos resisten.
C. de E.: Los aqueos se retiran.
160
ACCIÓN SUBORDINADA I.
BANDOS EN PUGNA: Eteocles vs. Polinices.
DETONANTE: Como estos hijos de Edipo lo desterraron, el padre
los maldijo, prediciendo que moriría el uno a manos del
otro.
Forma de manifestarse la acción dramática:
INTENTO: Polinices trae a los aqueos a luchar contra Tebas.
OPOSICIÓN: Eteocles organiza y lucha al frente de las tropas tebanas.
C. de E.: Los hermanos se enfrentan y mueren ambos.
Aunque hemos de observar que entre algunos filólogos existe la opinión de que esta
última acción subordinada ha sido añadida por un poeta del siglo V, que se inspiró
en Sófocles, pues, al parecer, la presente se ponía junto a su “Antígona”. No
obstante, por la pericia de su manejo, desde Esquilo, y posiblemente desde antes,
queda demostrado que se usaron las acciones subordinadas.
LA ORESTEA
La única trilogía que ha llegado a nuestra era, integrada por Agamenón, Las
Coéforos y Las Euménides, está estructurada con una acción subordinada al
final y por dos acciones básicas sucesivas que se materializan de la forma
siguiente:
ACCIÓN SUBORDINADA:
BANDOS EN PUGNA: Atenea vs. Las Erinias.
Forma de manifestarse la acción dramática:
INTENTO: Las Erinias, producto de la absolución de Orestes, quieren
echar sus maldiciones sobre la ciudad.
OPOSICIÓN: Atenea quiere ganarse la buena voluntad de las Erinias
para que no lo hagan.
C. de E.: Las Erinias terminan bendiciendo a la ciudad de Atenas.
El hecho de carecer esta trilogía de unidad de acción o esta darse sólo en las dos
primeras partes (Agamenón, y Las Coéforos), así como su falta en otras obras de los
iniciadores griegos, nos hace pensar que ese precepto aristotélico, más que en
cualquier otra obra, la detecta el estudioso de forma paradigmática en Edipo Rey,
de Sófocles; y que, desde luego, más que un logro de todos los clásicos, la unidad
ha sido siempre un proceso hacia la perfección.
FILOCTETES
Aunque no fue este poeta quien por primera vez utilizó el “deux ex machina”, recurso
innegable de los futuros géneros no realistas, principalmente del melodrama, ya
aparece a estas alturas en la literatura y el teatro griego esta tendencia. Veámosla:
162
ACCIÓN BASE.
BANDOS EN PUGNA: Odisea y Neoptólemo vs.Filoctetes
DETONANTE: Odisea y los Atridas habían dejado al diestro, pero
ahora enfermo, Filoctetes en la isla de Lemnos, pero
ahora lo necesitan con su arco para someter a Troya.
Forma de manifestarse la acción dramática:
INTENTO: Odisea convence a Neoptólemo para, con engaños,
apresar a Filoctetes, hacerse de su maravilloso arco y
llevarlo a pelear a Troya.
OPOSICIÓN: La nobleza de Neoptólemo hace que después de
quitarle el arco a Filoctetes, se lo devuelva y acceda a
llevarlo de regreso a sus tierras de origen.
C. de E.: Aparece el dios Heracles y convence a Filoctetes de que
debe pelear contra Troya, con la promesa de glorias y
curación para sus males.
A la utilización de la solución fortuita o “deus ex machina” añadámosle la aparición y
el uso de la enfermedad de Filoctetes, y el ligero trazado de los tipos que nos narran
la ya “melodramática” historia: Odisea, malo; Neoptólemo, ingenuo y Filoctetes, el
noble bruto.
MEDEA
ACCIÓN BASE.
BANDOS EN PUGNA: Medea vs Jasón, el rey de Corinto, Creonte, y su hija
Creusa.
DETONANTE: Jasón, marido de Medea, contrae matrimonio con la hija
de Creonte, rey de Corinto.
Forma de manifestarse la acción dramática:
INTENTO: Medea quiere vengarse.
OPOSICION: El poder de los enemigos de Medea.
C. de E.: Medea, mediante engaño, mata a la hija del rey, a éste y,
para vengarse de Jasón, a los hijos de ambos.
163
ESTRUCTURA:
EXPOSICION: La nodriza nos da la condición cruel de Medea, el
detonante, y nos presagia el desenlace, con lo que nos
proporciona la índole del conflicto. A su vez, el rey
termina de expulsar a la extranjera (Medea) de sus
dominios.
P. de. G.: Medea decide vengarse en las personas de la hija del
rey, en éste, y en los hijos propios para hacer sufrir a
Jasón.
DESARROLLO: Medea simula haber asimilado la traición de Jasón y logra
que el rey demore un día más su deportación; envía a
sus hijos con regalos envenenados para la hija del rey.
PRE-CLIMAX: Muere la hija del rey y este último.
CLIMAX: El coro informa a Jasón que Medea ha asesinado a sus
hijos.
DESENLACE: Medea, con los cadáveres de sus hijos sobre un carro
tirado por dragones, se aleja para que Jasón no pueda ni
darles sepultura.
LAS TROYANAS
De nuevo los modos que contemporáneamente consolidara al género pieza. Los
griegos se preparan para trasladar a territorio de su país a las troyanas, es decir, a
las mujeres de los vencidos mandatarios de Troya, ahora esclavas de los aqueos.
Esto constituye la unidad, luego, los casos de cada una, Casandra, Andrómaca, la
griega Helena y, finalmente Hécuba, la reina y esposa de Príamo y madre de Héctor.
Pequeñas acciones en cada caso, pero ninguna estructuradora de la obra toda.
¿Bandos en pugna? Los existentes ya libraron la batalla y los troyanos fueron
vencidos. Por otra parte, es inminente el traslado de la féminas hacia Atenas,
ninguna tiene suficiente poder para impedirlo; tampoco existe un error trágico en la
obra, a no ser la pérdida del poder por lo vencidos. Y todo, de nuevo por medio de
la exposición de los hechos y no de la confrontación No nos cabe dudas, están los
elementos de la pieza.
HIPOLITO
A Eurípides le cabe el mérito de haber realizado muchas innovaciones, entre ellas, la
de introducir elementos populares en sus obras; pero también es innegable que
contribuyó a debilitar la trascendencia de la tragedia.
Veamos la tipicidad de esta estructura:
“Sentemos antes que la tragedia era remedo de acción completa y total, de cierto
grandor”...
Para concluir este intento de aproximación a los posibles orígenes de los géneros no
realistas veamos como Friedrich Nietzsche vio el resultado de la influencia de
165
Efectivamente, las técnicas asumida por Eurípides y sus seguidores cerraron las
puertas a la ambigüedad como categoría artística, a la anfibología posible en la
tragedia; pero jamás confesaron una menor pretensión que el género madre. He ahí
lo que llamamos la aberración del melodrama. Nunca se les ocurrió decirnos: “Esto
es para divertirnos, señores”...
De modo que si se quiere hurgar en el real aporte de la tesis breschtiana, hay que
detenerse en lo que sí lo separa de lo que fue, y es, realmente un patrimonio de todo
el teatro desde los clásicos griegos: la identificación. La simpatía o empatía que el
teatro tradicional reclama de los espectadores y, que, en el peor de los casos
bloquea sus raciocinios y posibilita que el sentimiento desborde todas sus
potencialidades de inhibición. Brecht halla el mecanismo dialéctico para que el
pensamiento juegue el papel de rectificador o modelador del sentimiento que
despiertan las situaciones de sus espectáculos. Con él, con el Recurso V o
“verfremdung”, constantemente nos ubica, de modo que no olvidemos nunca que
estamos en presencia de una representación (aunque no hay que olvidar que las
bases de este recurso se hallan en la comedia latina, principalmente en Plauto). En
eso consiste; y lo logra tanto con el diseño de sus personajes en sus acciones
dramáticas, como con las acotaciones o históricos consejos para sus puestas en
escena. Sin que, en modo alguno, queramos decir que erradique de sus peripecias
narrativas la emoción. Pero su solicitud al espectador es la de una emoción que
estimula siempre al juicio inteligente, y de manera incuestionable, al empeño
renovador.
PRÓLOGO:
166
ACCIÓN DRAMÁTICA.
ACCIÓN BASE.
ESTRUCTURA.
ACCION SUBORDINADA I.
ACCIÓN SUBORDINADA V.
C. de E.: Azdak, con sus argucias, hace quedar mal al sobrino y los
coraceros nombran juez al primero. Esta es la razón por
la cual, este nuevo Sancho, se convirtió en juez, y juzga y
absuelve a Grusche.
14. LA ORIGINALIDAD
El autor de Fervor de Buenos Aires, dijo que ya todos los temas estaban en Homero;
pero si no bastara con el prestigio de la voz de un Jorge Luis Borges, ahí está
George Polti, quien, después de dedicar su vida al tema, aproxima la luz cuando a
través de un gran acopio de información, asevera que únicamente existen treintiséis
situaciones dramáticas. John Howard Lawson, por su parte, subraya su duda en
cuando a la exactitud de la cifra, pero también cree en un número limitado de ellas.
Estas son las acopiadas por Polti y definidas por nosotros en cuanto al mecanismo:
Lo que halló el primer crítico de diferente en aquella propuesta puede ser útil para
exponer algunas consideraciones acerca de la originalidad.
Pero donde parece no haberse dado tregua el libretista, donde no se permitió una
falla, fue en los cambios programados de todas y casa una de las acciones. Método
que aprenderá el el lector a su debido tiempo. Este es el secreto de una
comunicación leal, en la que tiene mucho más que ver la técnica limpia, la
estructuración, que la enajenación con asuntos banales. “... se trata, como es el
caso, de creadores que respetan la inteligencia del público...”, dijo en correcta
interpretación el primer crítico.
Por otra parte es bueno ser audaz, el arte tiene que maravillar, y para eso es
indispensable la constante búsqueda y renovación, pero no se le puede pedir
tonterías a un profesional experimentado en los medios masivos de comunicación,
algún elemento de continuidad debía existir en la propuesta. Hubiese sido una
torpeza borrar de un soplo la tradición acumulada, lo que el espectador está
acostumbrado a recibir de esos espacios, por lo que trabajó la acción subordinada
principal en melodrama. Tal vez sea esto último lo que le resultó conocido al
segundo crítico.
zarandeada telenovela, como modalidad del arte dramático, soporta sin perder
audiencia condicionadora; es decir, un espectador activo, crítico, ejerciendo sus
posibilidades de análisis, toda la carga artística que sea capaz de proporcionarle; y
en otro ámbito, que no tendrá que estar atada de por vida a una aberración histórica:
el melodrama mal concebido, tratado indebidamente como un género realista, o sea,
que podrá algún día dejar de ser pretencioso y permitir que géneros con más
posibilidades intenten llegar a los dioses. No queda por el arte, todo está ahora en
que intereses extrartísticos se sumen al rigor y agudicen sus oídos, pues ya
aparecen vestigios de saturación de la sensiblería y la trivialidad en países
altamente productores y, lo que es mejor, en sus mercados.
La advertencia vale, pero debe haber un consejo más certero en este campo. ¿No
se ha dicho siempre que cada persona es un mundo? ¿No se ha vivido la
experiencia de escuchar cómo el amigo, el copiloto en cualquier vivencia, narra el
viaje con enfoques diferentes a los que obtuvo la primera persona? Puede haber
mucha afinidad entre ambos, pero siempre los diferenciarán o la formación o los
intereses o hasta la misma genética. ¿Por qué no probar entonces con la
honestidad? El ser humano es universal en cuando especie, pero original en tanto
individualidad. ¿Por qué no resistirse a los cánones trillados de la convención y
explorar en la gama de reacciones humanas en busca de esa que siendo lógica, es
también menos posible en otros porque es la más entrañable a la persona que
escribe?
No hay otra forma de ser un creador original que siendo honesto, genuino, sincero.
El que no esté dispuesto a serlo tendrá que vegetar en medianías imitativas que
nada tienen que ver con el arte. La fórmula es “convencer al espectador de que la
historia” que se ha escrito es honesta, porque sólo haciendo coincidir la situación
que se dramatiza con la experiencia del espectador, podremos convencerlo. Y lo
184
Resumen
Al decir de la Kristeva, esta actitud creativa, esta forma de asumir el arte, tuvo su
origen en los diálogos socráticos, pero se le conoce como “la menipea”, por las
sátiras del filósofo del siglo III a. e., Menipo de Gadara. Y añade: “El género, sin
embargo, aparece mucho antes: su primer representante es quizás Antisfeno,
185
-No hay catarsis. Pero sí un suspenso que provoca el sujeto del discurso (Sócrates
en el caso pedagógico, el escritor en la obra) para su conclusión nunca definitiva,
pues...
pantalla. Pero la esencial salta a la vista: la narrativa (el cuento o la novela), sin dejar
de apoyarse en una estructura, es el arte de la palabra que describe para sugerir,
para convocar a la imaginación; en tanto el guión de cine o el libreto de televisión,
repetimos, es una historia que se cuenta para ser vista.
Dando por sentado esta diferencia fundamental, ¿qué paso habrá de dar un
guionista que quiera llevar a cualquiera de las dos pantallas un cuento o una novela?
Puesto que el guión o libreto de una adaptación es una obra desprendida de otra,
pero completa e independiente por su plasmación técnica, debe decidirse si se
mantiene la misma premisa del original o si es otro el aspecto que sugiere que más
nos interesa.
Algo muy distinto sucede con otros narradores, como es el caso del Ernesto Sábato
de El túnel, cuya noveleta basa su técnica fundamentalmente en la acción dramática
con muy pocos momentos de lo que para un guionista o libretista serían vacíos
descriptivos.
Ese es el modo de situarse ante una obra a la que queremos adaptar: decidir sobre
la premisa y hallar los sucesos que van a darle cumplimiento a las seis partes de la
estructura si es clásica, o las situaciones más tensas de la misma si lo que tenemos
en la mano es más atmósfera que una lucha de bandos. Todos los sucesos que no
tengan esa función específica deben omitirse. Es por eso que son pocas las veces
que una adaptación cinematográfica o televisiva satisface a un lector, casi siempre
se resiente por simplificación. Tenemos en mente el caso de En nombre de la rosa
187
Para el logro de un buen guión no basta con estructurar bien y sobre esa estructura
o emanante de ella desarrollar una anécdota. Una anécdota la cuenta cualquiera y
aprender y estructural es fácil. Pero en la selección de los temas, de las soluciones,
de las atmósferas, de los lugares, de las psicologías de los personajes, del texto, del
ritmo, en las sugerencias para las concepciones fotográficas y musicales o de
movimientos escénicos, se juega el guionista la vida como creador; ahí va a estar su
sello, su estilo, su personalidad creadora.
Pero al principio de este Libro aparece un ejemplo en una sola escena, lo que lo
hará más captable, la de Julio y Gloria, anteriormente desarrollada tan solo para
evidenciar la acción dramática con o sin texto. Veamos como con ese mismo
material, esa misma situación, puede lograrse una mejor factura o acabado:
GLORIA
¿Me das un beso?
GLORIA
Tuve un sueño terrible...
Me deprimió.
JULIO
EN EL ACTO.
GLORIA
DÉBIL.
JULIO
EN EL ACTO. ECHA HACIA ATRÁS, PERO SU MUJER INSISTE.
¡Apártate, quieta!
GLORIA
¡Julio!...
JULIO (OFF)
!Anoche dolor de cabeza y hoy depresión!
190
GLORIA
Lo que tú digas, pero no podrás dudar de que te quiero.
JULIO
IRÓNICO.
GLORIA
CASI INGENUA.
¡Oye, no lo dudes!...
GLORIA (OFF)
Ayer, cuando vine para la cocina con Sonia, no quería que me hablara, estaba
escuchándolos a ustedes discutir. ¡Lo dejaste sin argumento!
GLORIA
Me alegré tanto de que le demostraras lo estúpido que es...
JULIO
¿Viste? ¿Estabas oyéndonos?
AMBOS.
GLORIA
191
Casi todo.
JULIO
SE OLVIDA Y ANIMA CON EL NUEVO ASUNTO. VA HACIA ELLA A SENTARSE A
LA MESA.
GLORIA
Dame un beso, mi rey.
JULIO
Eres tremenda...
GLORIA
COQUETA.
¿Tú crees?
PERO ÉL LA BESA.
JULIO
¿Quieres que te quite la depresión?
Desde luego que no es la gran escena, pero indudablemente tiene, además de una
mini-acción completa, un mayor vuelo, sencillamente por el uso que se le da ahora a
los recursos expresivos a disposición. La ventana puede sugerirnos el encierro de
Julio en su problema, el paso de la noche al día apoya el traslado del problema a su
solución. Es decir, ahora hay una riqueza que la primera versión de la escena no
tuvo, una polisemia, un multisentido para otras posibles lecturas. Mínimo todo, con
los escasos recursos que rodean a la situación (la ventana, la noche, el día), pero
incuestionablemente la escena tiene ahora una mejor factura o acabado.
192
17.3. La reiteración
1) Progreso
2) Estancamiento
Entran los pies de Rodolfo viejo al lugar donde hay un pájaro muerto en la playa y
dice: “Ya te liberaste”, y con la misma, entierra el ave con la propia arena sobre la
que descansa.
Ada aparece de espaldas: los brazos atrás; una mano sujeta al otro brazo, pero de
ella no vemos todos los dedos. Adelanto, pues eso mismo es lo que Stewart le va a
hacer, cercenarle un dedo.
Es decir, los adelantos son, en la mayoría de los casos, ornamentos que se integran
al contenido presagiándonos, insinuándonos futuras soluciones, o dándonos el tono
de la historia que se nos va a contar. Son, más que otra cosa, aportes a la factura o
una lectura colateral, añadida a la principal, un juego formal y de contenido con el
espectador.
Si los adelantos son recursos expresivos de gran utilidad, en cambio, las sorpresas
son muy peligrosas por el riesgo de defraudación que pueden producir.
“Sí, pero es muy lenta”, suele ser la crítica negativa a una obra de teatro o un filme
contemporáneo que no se ajuste al tempo staccato de los últimos thrillers, sin
tenerse en cuenta que el ritmo vertiginoso no es una categoría estética de por sí,
sino que éste está en dependencia del género en el que está plasmada la obra.
¿Cómo esperar de una tragedia o de una pieza un ritmo acelerado cuando son
géneros minuciosos en los detalles y significativos en sus atmósferas, cuando más
que en las peripecias argumentales pone énfasis en la trascendencia del tema o en
las complejidades psicológicas? La excelencia se logra en este sentido cuando el
ritmo está ajustado al género del que se trate.
Con semejante arma en nuestras manos debemos tener sumo cuidado, meditar
mucho antes de imponerle caprichosamente una modernidad que nada tiene que ver
con la naturaleza de algunos géneros.
interno puede ser tremendamente ágil, en tanto que una obra concebida en
bocadillos pausados será lenta y pesada.
El ritmo también tiene que ver con el movimiento escénico, con la gestualidad, con el
montaje. Un monólogo cuya imagen pueda variarse, no produce el mismo efecto que
el primer plano todo el tiempo del monologuista.
El ritmo es, en suma, la forma del tiempo; un tiempo que actúa en los sentidos del
espectador para integrarlo o para que nos rechace, y esto se producirá en la medida
en que usemos o no el ritmo apropiado al género de la historia que contamos.
Todo lo anterior hay que tenerlo muy en cuenta pues existe una técnica para
evidenciar la efectividad del guión o libreto, y que trabaja con el siguiente principio:
Con esta técnica trabajan los dramaturguitas o asesores dramáticos o como quiera
llamárseles a los especialistas que tienen a su cargo el impedir que llegue al
espectador un trabajo imperfecto. Es una tarea extraordinariamente engorrosa, pero
aunque no la usen, el solo hecho de que un guionista o libretista la conozca, hará
que no caiga en los errores que ella misma, posteriormente, va a poner de
manifiesto.
Por ejemplo:
Nuestra escena comienza hablando de una silla, luego va a hablar de una mesa y
más tarde vuelve a hablar de la silla. Serían tres unidades temáticas. La síntesis de
todo lo hablado en la primera unidad arrojó el siguiente enunciado: “La silla es
blanca”. La síntesis de la segunda unidad temática nos dice: “La mesa es
rectangular”. Hasta ahí va bien el proceso porque se están produciendo nuevas
informaciones; pero sucede que la tercera unidad temática vuelve a dar el mismo
título que la primera, o sea, “La silla es blanca”. Indudablemente, que la primera o la
196
tercera, una de las dos, va a sobrar, pues no ha hecho otra cosa que dar la misma
información.
PGE: Es una visión muy amplia en la que las figuras, vehículos, casa etcétera,
Aparecen muy alejadas, identificándose con el paisaje, lo que permite ubicar una
situación, un lugar, un ambiente. Por la dimensión que necesita el cuadro de este
tipo su uso es más bien limitado.
197
PG: La amplitud es más detallada, cercana. Las figuras toman forma y puede
apreciarse detalles de las mismas y el contexto general.
PMA: Las figuras ubicadas dentro del cuadro a partir de la altura de las rodillas,
aparecen con todos los detalles.
PM: Muy parecido al anterior, pero recorta la figura por la cintura; ambos son planos
expresivos que relacionan, además, al personaje con los objetos y los cuerpos que
lo rodean. Es, sin duda, el más utilizado.
PP: La figura es recortada a la altura de los hombros, pudiendo ser dos personajes,
incluso. Por ser más visibles los rasgos faciales, realza y dramatiza, nos acerca a la
intimidad del personaje.
Observaciones generales:
TRAVELLING: Movimiento que se utiliza para el0 traslado de un “set” a otro o para
seguir a un personaje que se desplaza.
WIPE: Plano violento que termina con la imagen de la misma cámara o con la de
otra. Se denomina también “barrido”.
Dolloy-side derecho con dolly-in, etcétera; así como los que realiza el dolly hacia
arriba, elevándose, o hacia abajo, descendiendo.
Big-big, close-up o full-shot, contienen parte del rostro de una persona o detalle de
un objeto determinado. Se utiliza para destacar algún elemento importante que no
puede pasar inadvertido, que requiere una valoración de la imagen.
GLORIA:
¿Me das un beso?
GLORIA
Tuve un sueño terrible...
GLORIA
Me deprimió.
JULIO
EN EL ACTO.
GLORIA
DÉBIL.
JULIO
EN EL ACTO. ECHA HACIA ATRÁS, PERO SU MUJER INSISTE.
¡Apártate, quieta!
GLORIA (OFF):
¡Julio!...
JULIO
¡Anoche dolor de cabeza y hoy depresión!
GLORIA
Lo que tú digas, pero no podrás dudar de que te quiero.
JULIO
IRÓNICO.
P.P.P. DE GLORIA.
201
GLORIA
CASI INGENUA.
¡Oye, no lo dudes!...
GLORIA (OFF)
Ayer, cuando vine para la cocina con Sonia, no quería que me hablara, estaba
escuchándolos a ustedes discutir. ¡Lo dejaste sin argumento!
GLORIA (OFF)
Me alegré tanto de que le demostraras lo estúpido que es...
JULIO
¿Viste? ¿Estabas oyéndonos?
GLORIA
Casi todo.
JULIO
¿Oíste cuando dijo que no quería seguir discutiendo conmigo?
GLORIA
202
JULIO
Eres tremenda...
GLORIA
COQUETA.
¿Tú crees?
SE MIRAN.
JULIO
¿Quieres que te quite la depresión?
Lo primero que salta a la vista son sus diferencias técnicas, sus soportes. La
característica auditiva de la radio la emparienta con la narrativa en el sentido de que
también convoca a la imaginación, en este caso del radioescucha. Esta peculiaridad
obliga al escritor a desarrollar la habilidad de hacerle ver al oyente con naturalidad lo
que físicamente sucede en la historia; en tanto que la televisión, por su condición
visual, obvia lo que para aquel es una necesidad. La radio tiene más libertad de
movimiento en cuanto a ubicación escénica porque ésta no requiere de una
inversión; la historia en la radio puede narrarse simultáneamente en varios países, y
su efectividad está más en manos del talento del escritor. La peculiaridad
únicamente auditiva de la radio también obliga al productor a diferenciar las voces,
timbres muy parecidos en un mismo capítulo pueden confundir al oyente. A no ser
los grandes productores contemporáneos, la televisión se ve empobrecida por el alto
costo que acarrea el uso de muchas locaciones, por lo que imponen a los libretistas
un por ciento mayor de interiores y uno menor de exteriores, asimismo los exteriores
en ocasiones se encarecen mucho más por la necesidad del doblaje de voces.
203
Teniendo en cuenta las anteriores diferencias que imponen los soportes técnicos,
desde el punto de vista dramatúrgico no existe ninguna, todos los dramatizados
están unidos por una característica: historias contadas a través de personajes.
Esto hace que lo que estudiemos de ahora en lo adelante para la telenovela sea
igualmente aplicable en su antecesora, la radio.
“La ley de la reacción estética es una: lleva en sí un efecto que se desarrolla en dos
direcciones opuestas y que en el punto culminante, en una especie de corto circuito
(la catarsis), encuentra su aniquilamiento”.
Estudios que vienen desarrollándose desde la década del cincuenta del pasado siglo
en el campo de la estética de la recepción han demostrado la utilidad que tiene para
los espectáculos en serie estructurar la historia sobre la base de ofrecer una catarsis
cada tres capítulos. Esto nos lleva a generalizar un método de estructuración que ya
ha demostrado su infalibilidad.
204
1 120
12
Para evitar el cansancio del espectador por la insistencia del protagonista en su
lucha por lo mismo, esa acción-base se subdivide en bloques, siempre divisible por
tres. Pero simplifiquemos, dividamos ésta en cuatro sub-acciones, de modo que se
convierta en cuatro modos distintos de luchar por la misma causa. Veámoslas en el
siguiente gráfico:
1 30 60 90 120
Para los espectadores de la telenovela brasileña Mujeres de arena puede ser fácil
detectar la funcionalidad del método si le recordamos un tanto la historia a través de
la
ACCIÓN BASE.
Hemos dicho que el espectador está en disposición de recibir una catarsis cada tres
capítulos. Bueno, pues en una telenovela, como sabe el lector, existe un número
indeterminado de acciones subordinadas y cada una de ellas tiene igual formación
que la acción-base. Podemos y debemos utilizarlas entonces para que hagan
catarsis en los restantes múltiplos de tres. Veámoslo tan sólo en la primera sub-
acción
1 3 6 9 12 15 18 21 24 27 30
206
Independientemente del arte, que ya sabemos que tiene más que ver con la forma
en sentido general, una telenovela con la planificación de una estructura aristotélica
de cambios programados, garantiza el interés del espectador, pues está siempre
sobre la expectativa o el suspenso y de una manera proporcional, sin vacíos, sin
etapas donde no suceda algo importante.
Idea:
Sobre un imaginario pueblo de una isla de El Caribe cae una lluvia de billetes.
Mini-sinopsis:
Sobre Santa María del Porvenir caen decenas de millones de pesos que unos
corruptos trasladaban en una avioneta defectuosa. El empobrecido pueblo cree que
es un milagro, pero alguien advierte que ese dinero tiene que tener dueño y que va a
venir a buscarlo. Lo esconden. Efectivamente, al otro día aparecen los delincuentes
que lograron salvar la avioneta, y comienza el solapado conflicto, pues tampoco
ellos pueden decir que el dinero es suyo.
207
El nuevo status de los moradores del pueblo, y la lucha por conservar la plata, hacen
cambiar hasta el sentido de los amores de los habitantes de la localidad, pero
finalmente, los verdaderos dueños del dinero, unos narcotraficantes, al tratar de
impedir que los corruptos huyan con la plata, la hacen estrella; por lo que todo hace
pensar que el dinero se ha quemado. Resultado: los pobladores de Santa María del
Porvenir finalmente se pueden mojar con la Lluvia de oro.
ACCION-BASE
Bandos en pugna: Los corruptos vs. el pueblo.
Detonante: El dinero que cae en la localidad.
Forma de manifestarse la acción dramática:
Intento: Los corruptos tratan de recuperar el dinero.
Oposición: El pueblo lucha por preservar el dinero.
C. de equilibrio: El pueblo se queda con el dinero.
ESTRUCTURA DE LA ACCIÓN-BASE:
Punto de arranque:
En Santa María del Porvenir se produce un extraño calor, insoportable, hasta las
velas de la iglesia se derriten. Algunos creen que es el mal augurio de que Anthony,
el nieto de la señora más rica del lugar, no ganará el partido internacional de tenis en
el que participa. Algo extraño va a suceder, pues es la misma atmósfera asfixiante
del día en que a Efluvio Noriega, la maestra del pueblo, se le fue el marido, hace
más de quince años. Finalmente desaparece de la iglesia la estatua de la virgen
patrona del lugar.
En tanto en la capital tres corruptos, dos hombres y una mujer, suben a una avioneta
con unos bolsos de dinero que unos narcotraficantes les han entregado para “lavar”:
uno de ellos es presidente de un banco provincial.
Exposición:
El mayor problema del pueblo es su falta de recursos para combatir el insoportable
calor, incluso solicitan la intervención del alcalde en el asunto, pero el funcionario
está en la playa con su familia.
Punto de giro:
Con la caída, la fricción del aire provoca que los forros de los bolsos se abran, y el
dinero vuele libremente.
208
Desarrollo:
Los corruptos, en vista de que no pueden reclamar directamente un dinero que es
mal habido y que no saben con certeza si ha caído en el lugar, se hacen pasar por
inversionistas que andan buscando un local para edificar un cine, lo que provoca que
caigan en contradicción con el alcalde, quien posee el único y destartalado cine de la
localidad. Ya iban a desistir, cuando un traidor le confiesa que el dinero ha caído en
Santa María del Porvenir.
Por otro lado, el pueblo se desespera: ahora cuentan con dinero, pero no pueden ni
gastarlo ni invertirlo en negocio alguno. Comienzan las presiones entre ellos
mismos, y hasta los que no lograron ninguna plata chantajean a los restantes con
informar a la prensa de lo que sucedió en la localidad si no comparten con ellos algo
de la Lluvia de oro.
Incluso el gran demagogo del alcalde, como tampoco obtuvo nada del dinero por
hallarse en la playa, y tiene la ambición política de que su partido lo postule para
gobernador, en un primer momento no sabe en qué posición ponerse, si al lado del
pueblo o de quien venga a reclamar la plata. Lógicamente, pasado un tiempo, los
corruptos descubren que el alcalde tiene en secreto ciertas relaciones con la
maestra del pueblo y le insinúan un chantaje; logran un pacto con él, y éste acepta la
oferta que le hacen y repara y esconde la avioneta de los primeros en un lugar
secreto.
Los líderes de la cruzada por la preservación del dinero tienen que luchar incluso
contra el éxodo, pues muchos, al ver que no van a poder disfrutar del dinero, tratan
de irse de Santa María del Porvenir.
Pre-clímax:
El jefe de la policía descubre que el alcalde ha estado viviendo con su mujer y, en
venganza, hace contacto con los narcotraficantes y les confiesa que su dinero está
en la localidad.
Clímax:
Los corruptos, después de maltratar a María, intentan escapar en la avioneta,
nuestro protagonista y la hija del alcalde los persiguen, pero, ya cuando van a
levantar vuelo, se aparece el auto de los narcotraficantes y provoca que la avioneta
se estrelle y queme. .
Desenlace:
Los habitantes de la localidad pueden quedarse con el dinero, porque cuando se
produce la investigación, en la avioneta aparece todo calcinado, incluso billetes
chamuscados que habían quedado en un maletín, lo que hace suponer que el resto
del dinero fue pasto de las llamas. La virgen vuelve a su altar en la iglesia y, un
tiempo después, Santa María del Porvenir es realmente un pueblo próspero y feliz.
Estos cambios programados, los de la acción-base, son los únicos fijos, el resto de
las acciones subordinadas están para darle cumplimiento a la regla del tres, es decir,
para que con cualquiera de ellas se produzca una catarsis en cada uno de los
restantes múltiplos de tres. Veamos con las acciones subordinadas que contamos a
ese fin.
ACCION SUBORDINDA I
Bandos en pugna: Alejandro vs. Adrián.
Detonante: El dinero.
Forma de manifestarse la acción dramática:
Intento: Alejandro es quien descubre la identidad de Adrián y
lucha por preservarle el dinero al pueblo.
Oposición: Adrián, con su hermano y la mujer del último, quiere
hacerse del dinero mal habido que perdieron e indagan
con los más débiles, incluso la madre de Alejandro.
212
ACCION SUBORDINADA II
Bandos en pugna: Alejandro vs. Rosalía.
Detonante: El amor de Alejandro por Rosalía.
Forma de manifestarse la acción dramática:
Intento: Alejandro lucha por el amor de Rosalía.
Oposición: La sajonizada Rosalía es hija del alcalde y aspira a mejor
partido: Anthony. De igual manera, la lucha por la
preservación del dinero lo aleja cada vez más de esta
posibilidad.
C. de equilibrio: Alejandro se da cuenta de que el amor real está en
Milagros, la otra hija del alcalde, menos agraciada, pero
más real; es la que lucha junto a él por la preservación del
dinero.
ACCION SUBORDINADA IV
Bandos en pugna: El alcalde vs. Elisa.
Detonante: El amor a su mujer.
Forma de manifestarse la acción dramática:
Intento: El alcalde ama a su mujer, pero sabe que no la satisface.
Oposición: Elisa ama al médico que conoce la insuficiencia cardiaca
del alcalde; enamorado de su juventud. Relación a la que
su padre se opuso, por ser éste mestizo.
C. de equilibrio: La lucha por el dinero mata al alcalde y Elisa acepta las
atenciones del doctor Medina.
ACCION SUBORDINADA V
Bandos en pugna: El alcalde vs. el doctor Medina.
Detonante: El secreto.
Forma de manifestarse la acción dramática:
Intento: El doctor sabe que el alcalde padece del corazón.
213
ACCION SUBORDINADA VI
Bandos en pugna: El alcalde vs. Milagros.
Detonante: Celos filiales.
Forma de manifestarse la acción dramática:
Intento: Milagro, a pesar de que no simpatiza con la demagogia de
su padre, hace cualquier cosa por simpatizarle.
Oposición: El padre prefiere a Rosalía, no obstante esta última
rechazar su incultura.
C. de equilibrio: Milagros se luce en la enfermedad del padre y este
reconoce antes de morir lo injusto que fue con esa hija.
ACCION SUBORDINADA IX
Bandos en pugna: Alcalde vs. Efluvio.
Detonante: La seducción de la mujer.
Forma de manifestarse la acción dramática:
Intento: La alcaldía queda al lado de la casa de Efluvio. El alcalde
entra por el patio en busca de unos billetes que aún
214
ACCION SUBORDINADA X
Bandos en pugna: Efluvio vs. la sociedad.
Detonante: El abandono.
Forma de manifestarse la acción dramática:
Intento: La gente lucha porque Efluvio se olvide de su marido
ausente.
Oposición: Efluvio espera a su marido.
C. de equilibrio: El marido de Efluvio regresa como si hubiera salido el día
anterior. Efluvio lo acepta de igual forma: ambos han
crecido con sus respectivas experiencias.
ACCION SUBORDINADA XI
Bandos en pugna: Félix vs. su familia.
Detonante: El hombre que supuestamente mató Félix.
Forma de manifestarse la acción dramática:
Intento: La familia de Alejandro trata de que Félix, su padre y
hermano de María, olvide su condición de convicto por
supuestamente haber matado a un hombre en defensa
del alcalde.
Oposición: Félix no le perdona al alcalde el haber cumplido una
injusta condena, pero ahora, con el dinero obtenido,
quiere pagar los servicios de un buen abogado que lo
reivindique.
C. de equilibrio: Félix logra la información de que el jefe de la policía y
hombre de confianza del alcalde, fue quien mató al sujeto.
Esta noticia, más el descubrimiento de quienes son los
corruptos a los que se ha aliado, causan la muerte del
alcalde.
ACCION SUBORDINADA XV
Bandos en pugna: El padre Julián vs. la señora Paula..
Detonante: Hallar la estatua de la virgen.
Forma de manifestarse la acción dramática:
Intento: El padre Julián lucha por hallar a la estatua de la virgen.
Oposición: La señora Paula la hizo robar y la tiene escondida.
C. de equilibrio: Alejandro, en busca de la avioneta de los corruptos, halla
a la virgen en la misma finca donde el alcalde la ocultó. El
alcalde, antes de morir, declara que la señora Paula lo
chantajeó para que lo hiciera.
Bailando en la oscuridad, del danés Lars von Trier, ha logrado confundir al área de la
crítica impresionista: “melodrama musical”, “filme anti-musical”, “artificiocidad”,
“cinismo fílmico”, “manipulador de sentimientos”, “creación de una nueva
dramaturgia”, son algunas de las opiniones vertidas con las que no sólo se evidencia
el desconcierto, sino la falta de un método, la imposibilidad del intrusismo de un
análisis objetivo cuando está en presencia de una obra mayor.
Comencemos por el tan maltratado tema del género. Ciertamente, hasta donde
alcanza nuestro conocimiento de la historia del cine, los musicales han encuadrado
en el género melodrama; lo que ha permitido una preponderancia de lo musical
(canciones, coreografías, música en general) conducido siempre por endebles
narraciones. Ningún otro género más dúctil a tal objetivo, con sus soluciones
casuales, su apelación a los sentimientos primarios del ser humano, y sus finales
felices.
Nos encontramos entonces con el primer aporte del guionista y director von Tiers: un
musical en el género madre, un musical en el género cuya trascendencia emana de
la inmolación, de la vehemencia, de la obsesión, de la profunda transformación
psicológica, y, principalmente, de la muerte como hecho y como idea gobernante del
comportamiento humano: la tragedia.
Inversión total de factores que permite el uso de los elementos como recursos
dramatúrgicos: si en el melodrama musical el atractivo primario es la música, en la
realista y dramática historia del danés, los momentos musicales actúan a modo de
rompimientos brechtianos como para evitar la sensiblería haciéndonos recordar que,
en fin de cuentas, también con el suyo estamos en presencia de un espectáculo.
¿De dónde sacamos esta aseveración? No de pensar que se propuso crear el anti-
musical, sino de que al considerar el creador que históricamente los musicales no
han sido más que un escape inútil a la vez que una convención de reglas
tranquilizadoras, destinadas a dejar felices a quines se dejen seducir por ella, ha
captado, sin embargo, la utilidad que pueden tener esas periódicas evasiones como
recursos estéticos para balancear la alta tragicidad en momentos de su historia.
que emanan del canon griego que expresa que la perfección está en la unidad de las
partes. Ya lo decía Aristóteles y nosotros lo repetimos en este Libro: “... lo que se
puede añadir o no añadir, sin consecuencias apreciables, no es parte del todo”. Con
esos principios, cuya utilidad aprendió a muy temprana edad el arte dramático
comercial –lo que no niega, como en este caso, la posibilidad de una gran obra con
igual estructura- , no tiene que sorprender a nadie que Bailando en la oscuridad sea
una película también taquillera. Veamos si ciertamente se trata de una estructura
clásica o no, veámoslo acción por acción.
La acción principal -toda vez que es la que lleva la historia al clímax-, se manifiesta a
través de la lucha de Selma por reunir el dinero que necesita para operar al hijo,
quien padece o va a sufrir de la misma propensión a la ceguera que ella; la
oposición, la propia ceguera que cada vez más obstaculiza su trabajo; pero
finalmente sabemos -así se nos informa-, que el hijo fue operado. La segunda
acción –subordinada como únicamente debe ser- se expresa y funciona a través del
casero de Selma (quien también es un policía) que necesita dinero para mantener el
nivel de vida al que ha acostumbrado a su mujer, este señor se entera de que su
inquilina está ahorrando y comienza a luchar por hacerse de esa plata. La oposición
se manifiesta en el hecho de que la protagonista tiene escondido su botín.
Finalmente, el policía descubre el escondite y le roba el dinero. La tercera acción
nos muestra a Selma, ya casi ciega, en el empeño de recuperar su dinero, y al
policía negándose a satisfacerla sin que lo prive de la vida. En el forcejeo se escapa
del arma del hombre el disparo que lo hiere. No obstante, como no suelta el dinero,
Selma lo remata y se hace de lo que es suyo. En la cuarta acción hallamos a Jeff
luchando por el amor de Selma, a lo que se opone que la susodicha es más madre
que mujer. Intento del hombre que definitivamente queda frustrado con el desenlace
de la historia. La siguiente acción, la número cuatro, se la puede describir con el
intento de nuestra protagonista por bailar en el musical que ensaya; la oposición la
constituye la misma ceguera que cada vez padece de forma más absoluta, hasta
que definitivamente la mujer renuncia a bailar y a cantar en el espectáculo. Y como
acción final, encontramos al enamorado de Selma, a su amiga y a los abogados
luchando por salvarla de la horca; pero las evidencias, los equívocos políticos y la
opción única de Selma: utilizar el dinero sólo en la operación del hijo, son la
oposición. Finalmente la sentencian y es ejecutada.
modo que el creador que hay en el danés sabe a la perfección que no basta con
narrar una anécdota, y que ya sea con los postulados del Manifiesto de Dogma 95
(que por demás ciertamente recuerda los intentos estéticos de la década del
sesenta), con cualquier otra militancia artística, o simplemente siendo exigentes,
manifestamos nuestro respeto a la inteligencia del espectador y contribuimos al
enriquecimiento de su espiritualidad.
Por todo lo expuesto, ¿es de extrañar que Bailando en la oscuridad haya sido
recibida con cierta frialdad por los círculos hollywoodenses comerciales? No porque
la analizada conspire contra los modelos de pensamiento occidental, no lo hace al
utilizar una estructura determinista como la inmensa mayoría de nuestras obras y
privilegia y simplifica el cine comercial, sino porque le está enseñando que se puede
ser taquillero sin echarle mano a las estéticas infantiles a las que ellos son
propensos, sin dejarse dominar por lo que esos círculos dan y han obligado al
público más sencillo a pedir, que traducido a cualquier idioma quiere decir, sin hacer
concesiones.
Una de las características del arte es la de maravillar, condición que, desde luego,
no tiene obligatoriamente que ver con el suspenso o la sorpresa abundantes en
muchos malos “thrillers”.
Los otros, filme del joven chileno-español Alejandro Amenábar logra maravillar no
porque haga saltar en la butaca de la sala cinematográfica y el ritmo cardíaco se le
acelerare al máximo a los que, por falta de entrenamiento, no han podido establecer
220
No podemos juzgar a Los otros con arreglo a nuestra razón, sino entramos primero
al mundo de los creyentes del más allá y la existencia de los espítitus. De modo que
estamos en presencia de una verdad poética que pretende desnudar un aspecto de
nuestra existencia.
Por si alguien tuviera dudas, nos demuestra Amenábar que la ambigüedad es una
categoría artística, un recurso, porque los hechos son y no son como nos lo cuentan
los personajes del filme. Ni la obsesiva, y por tanto trágica, señora Grace es lo que
dice, o por mejor decir, tampoco sabe ella todo lo que es... ni los apacibles
empleados que acaba de contratar son tan desinteresados. Pronto se nos complica
la historia cuando sabemos, al menos, que han traído a la sombría casa un
mandato, una misión. De aquí la intriga, de aquí el suspenso o la expectativa que
despierta el relato en los espectadores, y que no nos defraudará con mezquinos o
simplistas recursos u objetivos. Ya nos ha agarrado y no abandonaremos su filme
hasta que se restaure un equilibrio, es decir, sepamos toda la verdad de la historia.
superobjetivo del autor: los inteligentes y bellos niños de la señora Grace padecen
de fotofobia, por lo que la mansión debe permanecer completamente cerrada. Útil
recurso que contribuye al tono de novela gótica necesario a la anécdota, pero que, a
su vez, diseña el símbolo de lo que se nos quiere decir: el encierro en nosotros
mismos, en nuestros dogmas, la negación a la luz de sol como expresión del saber.
La limitación de la señora Grace, su miedo al riesgo que es vivir, es quien mejor
expresa la tendencia del guionista, director y músico que es Amenábar, pues
ridiculiza tal actitud cuando finalmente nos muestra la vida como un proceso en cuyo
devenir hay evolución: Grace comprueba que sus hijos no son afectados cuando en
complemento materializado del clímax se abren las ventanas de la casa.
Pero a ésta añádase otra acción entre los dos personajes cuya intención la lleva la
hija y que da al traste con la compulsión dogmática de la madre en trágica solución,
es decir, la vida no es como se la han hecho concebir. Muerte psicológica en el
mundo de realidades formadas por las creencias de los personajes que nos cuentan
la historia. Aclaración imprescindible y reiterativa para poder entender que la
condición de veracidad que se le exige a los géneros realistas, que nos lleva a
comparar las soluciones del arte dramático con la vida, no tiene en cuenta la
fantasía, la echa a un lado, la considera una cuestión de estilo o de metáforas para
una suprarealidad, y juzga sólo los hechos intrínsecos de la historia que se nos
narra. Es decir, una lógica interna de la existencia en la obra, un mundo propio que
emana en este caso de las creencias de los personajes del filme Los otros, y no de
la vida misma.
De modo que, repito, el género de Los otros debe juzgarse por los anteriores
requisitos y no por su mundo fantástico, lo que arroja como resultado en este caso
una tragedia clásica por su acción principal y un tono de tragicomedia (léase thriller”)
por una de sus acciones subordinadas acompañantes en la mezcla de géneros que
pueden ser las historias contadas a través de personajes o tipos desde el teatro de
la época isabelina hasta nuestros días.
Con esta estructura y con una certera mezcla de géneros, cuyo tono, claro está, lo
impuso la tragedia por ser la acción básica, logró Amenábar la letra muerta, pero
cargada de potencialidad de un guión que luego recrearía, primero que todo, con la
acertada selección de su equipo (muchos olvidan lo que hay de creativo en la
escogencia de cualquiera de los elementos de una obra por simples que sean);
222
Nuestro único reparo, por baladí que pueda sonar después de la perfección
reseñada en este intento de análisis, es que el título del filme en lugar de tratar de
ponerse sugerentemente del lado del “thriller”, debió de haber estado a la altura de
su poética.
La intención de que el cine sea algo más que peripecias deterministas y pueda
resultar un canal de indagaciones humanas, llevó a que el rigor de verdaderos
artistas de anteriores décadas los inclinara a la selección del género mencionado y a
una estructura menos efectista, una forma más apegada al fluir de la vida.
Contribuyó también a esta preferencia el idóneo soporte técnico que es el cine con
sus posibilidades realistas de narración y su expresividad plástica. De modo que la
anécdota venía a ser casi un pretexto para ellos, una guía para la exploración,
donde cada factor -desde el vestuario hasta la banda sonora-, tenía igual categoría.
El cine como enjuiciador de la función social del cine. No hay tiempo que perder, ahí
está el tema, en el poster o afiche del filme La Rosa Púrpura de El Cairo y el rostro
de la adicta cinéfila Cecilia que lo observa embelesada. Completa su
caracterización, en lo esencial, un instrumento o pedazo de hierro que sobresalta a
la infeliz mujer al caérsele a un trabajador de la sala cinematográfica desde la
marquesina: la casualidad como coqueteo o subversión, toda vez que la acción base
que se inicia en este instante no está tratada en melodrama, como veremos al final;
224
Comienza la película (La Rosa Púrpura de El Cairo) y nos nuestra a sus personajes
y el tono superficial del tema; pero nuestra protagonista la disfruta con suma
concentración. Este primer fragmento del filme tiene como objetivo presentarnos a
Tom Baxter, un explorador que busca la tumba de la esposa de un faraón sobre la
que crecen rosas púrpuras como las que el mismo monarca le pintaba a su mujer en
vida. Pero los turistas que se han encontrado a Tom Baxter lo invitan a regresar con
ellos a Nueva York donde, al decir de ellos, las chicas se maravillarán al conocer a
un verdadero explorador. El aventurero se emociona en su ingenuidad y como le han
dicho que encontrará el amor en esa ciudad y sabe que la vida no es nada sin los
riesgos, acepta.
momentos de sus autores; sucede otro tanto con sus intérpretes en cuanto a la
forma.
Esta liga, esta primera mezcla de géneros, unos realistas y otros que no lo son, en
lugar de minimizar la connotación desgarrante de un final como el señalado (muerte
psicológica de Cecilia), lo hace asimilable dentro del espectáculo y diríamos que los
componentes agridulces que la integran hacen que su penetración sea mucho más
aguda.
¿Cabe alguna duda del basamento clásico de una estructura por la proliferación de
acciones extraordinariamente bien enlazadas y dependientes o de la utilización de la
tragedia como género acompañante, después del fracaso de Cecilia o su muerte
psicológica? Entonces, ¿dónde está lo distinto en Woody Allen como para
considerar que su filmografía se constituye en un nuevo cine de autor?
226
Woody Allen nos maravilla con su sello, con su estilo personalísimo, con su visión
peculiar y aguda de los temas que aborda, con todo lo que hace por divertirnos de
una forma nada simplista, con sus burlas a los propios cánones que usa y a los
estereotipos de una sociedad que tiende a la estandarización. ¿No se siente en
cada una de sus películas la voz y los modos de un real artista?
Entonces, que las limitaciones de un medio tan costoso como el cine hayan
hecho revalorizar los recursos expresivos, no quiere decir que este no sea la
continuidad de aquel riguroso empeño de décadas anteriores o el surgimiento de un
nuevo y desprejuiciado cine de autor.
Con parecida postura ante el asunto, y una inocultable simpatía sin paternalismos
por la clase obrera, es abordado el filme británico Billy Elliot por su guionista, Lee
Hall, y su director, Stephen Daldry.
de boxeos con los que Billy (Jaime Bell) practica eran de su abuelo, y la tendencia
hacia las manifestaciones artísticas de su abuela (Jeam Heywood) y de su difunda
madre.
Luego, cuando ya Billy es todo un bailarín de veinticinco años (Adam Cooper), tiene
lugar el desenlace del filme en el emocionante estreno del Lago de los cisnes
protagonizado por él, al que acuden los orgullosos padre y hermano para constatar
que nada tienen que ver las preferencias sexuales con el arte o con profesión
alguna, porque, mientras su familiar baila con magistral y viril desenvolvimiento, al
lado de ambos descubren al fiel amigo de la infancia de aquel acompañado por su
indiscutible pareja homosexual.
Como con anterioridad abordamos en este Libro la historia del melodrama (1) y el
momento de la aberración que quiso –y aún quiere- hacerlo subir hasta las
posibilidades de la tragedia sin contar con las soluciones adecuadas o pertinentes,
vamos a ocuparnos ahora, sin repetirnos en lo posible, de un filme donde se supo
estructurar un relato moderno y moverse dentro de los parámetros propios del
divertimento que cabe al primer género mencionado, Señales de amor, con guión de
Marc Klein y la dirección de Peter Chelsom.
Para que fuera comedia tendría que existir un vicio o una compulsión en el
protagonista o en la primera figura, algo que los arrastrara y que finalmente, como
producto de la cadena de sucesos de la historia, propiciara su evolución, toda vez
que la ligeraza de la comedia tiene como finalidad lo edificante, pero con soluciones
realistas, puesto que el género integra el grupo de los tres que lo son.
Si a través del método analizamos la acción base del filme que nos ocupa, veremos
como trabaja con una solución suprema improbable. Es decir, propia del melodrama
o de los otros dos géneros que no son realistas, la farsa y la tragicomedia. Pero
decididamente es lo primero porque se sustenta más en los fortuito que en la
aventura, no altera los estereotipos ni el lenguaje ni el tono ni llega al absurdo.
Veamos su desarrollo.
Sin embargo, hay que agradecer que en lugar de la pretensión que producto del
aspecto aberrante que el género ha padecido desde mediados del siglo XIX, emular
con la altura emotiva de la tragedia -y que vemos a diario en las malas telenovelas-,
Señales de amor se restringe al divertimento como única posibilidad funcional del
género a través del cual se expresa.
230
Para ello también se apoya en una muy buena factura, principalmente si se sabe de
la utilización de la nieve artificial, puesto que las escenas invernales del filme se
rodaron en agosto; actuaciones todo el tiempo en apropiada levedad, ingredientes
juveniles procedentes no tan sólo de la edad de la mayoría de los personajes, sino
también del colage de números musicales; aunque también da pie a la añoranza con
el Louis Armstrong de Cool Yule; una fotografía de John de Borman por momentos
cercana al documental, principalmente en las escenas de calle, lo que la hace muy
apropiada al ritmo de la búsqueda incesante...; y por último, el eficaz trabajo de
edición de quien en American Beauty ya nos había mostrado su talento, Christopher
Greenbury.
21.6 La pianista
Escuchar decir que el cine norteamericano es una fórmula para niño nos produce un
sentimiento contradictorio, por un lado nos maravilla lo feliz de una
conceptualización que pudiera haberse estado gestando en nuestro cerebro, es
decir, que motiva la envidia por no habernos adelantado, y en segundo lugar porque
sabemos que no hubiésemos sido capaces de terminar de concebirla, o al menos de
expresarla, ya que, como toda generalización, no es completamente justa.
Introduce en una gran bolsa al cine experimental e incluso a ciertas producciones
independientes o del propio cine comercial que tratan de superar, o que superan, las
concesiones o el determinismo de “lo que le gusta al público”.
Pero la tendencia al cine lindo con finales felices que el cine norteño ha impuesto
con su hegemonía concibe al séptimo arte únicamente como un producto de fácil
asimilación; en él no tienen cabida la ambigüedad como categoría estética, el
subtexto, o la sugerencia de cualquier simbología. En pocas palabras, ha hecho de
la condición primera de este arte, el entretenimiento, una simplificación
esterilizadora. Por lo que no es de extrañar que haya un público que rechace el más
insignificante intento de una obra por indagar, por analizar los aspectos menos
atractivos del ser humano.
Con un tempo de pieza y una estructura clásica nada ortodoxa, logra esta cinta sus
virtudes, apoyada más en el aspecto psicológico de su tema, el histrionismo de sus
actores, la funcionalidad de su serena cámara, una deleitosa banda sonora y una
puesta en pantalla poco convencional, que en el academicismo de una cerrada
dramaturgia que pudiera considerar como defectos la acción subordinada del
alumno que la descubre en la tienda pornográfica o la escena donde en el autocine
rascabuchea, fisgonea a la pareja que hace el amor dentro del automóvil, cuyos
efectos no conducen a otro resultado técnico que a la caracterización.
Sin embargo, tal y como está concebido el relato, principalmente por la acción que
tiene que ver con la madre, el filme no supera la visión psicologista que se ha hecho
tradicional en nuestros lares, el recurrente Freud de generaciones inmaduras. La
explicación que nos da la historia en este caso es sesgada o insuficiente, porque no
siempre en madres posesivas tienen su explicación las aberraciones. Hay aspectos
de índole psico-estructural en la maestra que imposibilitaron la ruptura natural y
madura de esa dependencia. De modo que, ante la imposibilidad de una radiografía
abarcadora de las causas y la escasa utilidad que tienen para el humano las
soluciones existenciales del arte, hubiésemos preferido prescindir de una explicación
de culpabilidad y quedarnos en la función espiritualizadora del sexo, ese que
convertido en bumerang nuestra sociedad ha visto regresar dimensionado en
deformidades por no haberlo entendido, más allá de un mecanismo reproductor,
como una manifestación de la necesidad de afecto que padecemos. “Acaríciame,
acaríciame”, suplica finalmente la vencida maestra. Porque las caricias son la
evidencia de que no estamos solos, confirmación de consuelo que va de la materia
al espíritu. No por gusto la sabiduría griega hizo notar el daño seguro que causa
reprimir las necesidades del Dioniso que nos integra.
Digamos, en una tragedia tiene que haber o una muerte física o una muerte
psicológica, y una comedia debe contar con un protagonista o una primera figura
que padezca de un vicio, aberración o mala tendencia de cualquier tipo para que, a
través de la cadena de sucesos de la historia la evolucione o se redima. Esos, como
ingredientes esenciales, aunque hay otros elementos definitorios en ambos casos.
¿En qué sentido esta selección –la genérica- aporta a la asimilación sin
melodramatismo en un tema tan propenso a él como el de cualquier enfermedad?
Es cierto, ese puede ser un aporte del filme analizado; pero..., ¿no será también la
causa del estupor, o confusión o desasosiego que sentimos al concluir la proyección
en un público que ya espera gran virtuosismos por los premios recibidos y por la
expectativa creada por los divulgadores en torno a posibles y futuros galardones?
En la información que del filme nos llegó reza lo siguiente: “Una mente brillante
recibió seis nominaciones a los Globos de Oro, incluyendo Mejor Película Dramática,
Mejor Director (Ron Howard), Mejor Actor (Russell Crowe), Mejor Libreto, Mejor
Actriz de Reparto (Jennifer Connelly), cuatro nominaciones a los premios del
Instituto Fílmico Norteamericano incluyendo Mejor Película y Mejor Actor y se perfila
como una de las favoritas para las nominaciones al Oscar de la Academia de Arte y
Ciencias Cinematográficas de Hollywood”. No dudamos de que tenga méritos
suficientes para haber obtenido o lograr lo que se le augura; pero, por medio del
método, hemos expuesto nuestras dudas de concepción en cuanto a lo que nos
atañe, su dramaturgia.
que, por lo que representa el personaje en este momento para la vida del país,
minimice nuestros reparos.
21.8 La ciénaga
Por lo que para empezar a entender qué pasa con La Ciénaga, ópera prima de la
argentina Lucrecia Martel, no nos queda más remedio que relacionarla con un tema
ya tratado en este Libro, el purismo fotográfico de C. A. Smith y sus colegas de la
británica Escuela de Brighton, como hacen Bergman, Godard, Antonioni. Truffaut,
Fellini y tantas otras fuertes personalidades del cine de autor, pero remontarse más
a la influencia asiática del teatro de Antón Chéjov, puesto que fue este autor ruso
quien, sin percatarse de ello, consolidó para occidente el género pieza -el más
realista-, y la estructura de progresión acumulativa, cuya característica principal
emana de la ausencia de acciones dramáticas y, por ende, ofrece el mecanismo
ideal para los temas decadentes preferidos por los mencionados: nadie lucha, los
personajes sólo se exponen.
La estructura entonces –puesto que no puede concebirse una obra artística carente
de ella- se diseña sobre la base del avance acumulativa de información, viñetas casi
inconexas, que cierran prácticamente de forma aislada, pero que para completar un
retornello usa, además del tema, un recurso unitario formal, en este caso el arrastre
de las viejas sillas metálicas en la piscina o pileta del punto de arranque que se
repite en el desenlace, sólo que con un relevo generacional en esta oportunidad:
“nadie se salva”, parece decirnos. No hay muerte física en la línea central, o si la
hay no está antecedida de suspenso alguno. Él alto nivel dramático de los hechos
en la pieza es seco, y por lo tanto, más reflexivo que emocional, de más penetración,
más desgarrante.
Como una de las tres viñetas más desarrolladas en la que participan los habitantes
de la hacienda, el hijo mayor del matrimonio de Mecha y su marido expone su
vagancia huyéndole a su jefa-amante, amiga y compañera de juventud de su madre,
para ir al refugio donde mejor alimentan su actitud, su casa; finalmente cierra
volviendo a la mujer, aunque para seguir en lo mismo: promete ir a trabajar más
tarde, pero cubre su cuerpo con la cálida sábana de la cama de su amante y madre
sustituta. ¿No subyace en esta tolerancia transferida la corresponsabilidad por la
también sustentación femenina del machismo?
La segunda viñeta más elaborada sucede entre la misma Mecha y un marido que en
medio de su borrachera no atiende la herida que inicialmente su mujer se hiciera en
el pecho, o del que sólo quedan atisbos del hombre que fue en la vanidad de teñirse
el pelo, de lo que se queja la esposa porque mancha su almohada; protesta que se
añade a la de su inutilidad, hasta que concluye con la decisión de que vaya a dormir
a otra habitación. La misma Mecha, en su magistral diseño, representa a esa
burguesa provincial venida a menos, discriminatoria hasta la crueldad con la criada
mestiza que atrae a su hija menor; vínculo que más que lésbico -o ello incluido como
evidencia de la necesidad de afecto-, es el reflejo del personaje más humanizado de
entre sus hijos. No por gusto ella y su acosada preferencia son las dos únicas
personas que atienden a Mecha cuando resulta herida con los vidrios de las copas
junto a la pileta o piscina. Se destaca esta humanización y la actitud nada
paternalista de la realizadora, pero si esperanzadora con los de abajo: “El Perro”, el
también mestizo apestoso que preña a la criada no le falla, solidariamente se
responsabiliza con el embarazo de la muchacha y se la lleva, lo que causa una
desesperanza tan desgarrante en la hija menor de Mecha que ni siquiera la religión
puede servirle de refugio, arrastra finalmente una de las vieja sillas metálicas que se
aglomeran alrededor de la pileta y se cierra el retornello: “Fui al lugar donde
aparece la virgen. No la vi”.
La otra familia emparentada con Mecha la forman su prima Tali y el marido de ésta;
igualmente con cuatro hijos. Pero de este núcleo emergen tan solo dos viñetas: la
del también símbolo de anormalidad del pequeño al que le crecen demasiados
dientes y muere al caerse de una escalera para simbólicamente hacernos ver hasta
donde ha llegado el daño, y la que realmente vincula dramatúrgicamente las partes:
Mecha y Tali planean un viaje por carretera a Bolivia para comprar los útiles
escolares de sus hijos menores. Objetivo este que más que remedo del soñado
viaje a Moscú de y en Las tres hermanas, de Chéjov, es un recurso para expresar
las metas nunca alcanzadas de la pieza. ¿Quién lo impide en este caso? Un
hombre bueno y un dedicado padre, el marido de Tali; pero quien no sólo no la
escucha cuando le pregunta por los papeles del auto, sino que irrespeta el deseo de
su mujer al comprarle en la ciudad a sus hijos lo necesario para la escuela. A pesar
de que es éste uno de los múltiples aspecto del ámbito familiar o social que aborda
el filme, nos parece que es donde más cala profundo, donde aborda con más
sutileza una violencia que por no ser ni verbal ni física es, por hegemónica, más
despersonalizadora; la ley del más fuerte por ancestral mapa social. Desgarrante
impotencia la de Tali cuando lo engaña para que no sepa que ha roto el bombillo de
la lámpara como reacción por haberle frustrado un viaje que no era otra cosa que la
evasión de una madre agobiada.
236
Muchos y grandes son los logros de este filme, piénsese -además de lo tratado- tan
sólo en la organicidad de su trabajo histriónico y por ende en su conducción,
obsérvese la dirección de arte, la banda sonora, etcétera; pero, ¿a quien le extraña?
Argentina, la maltratada, pero hermosa e indispensable nación subamericana,
cuenta con una fuerte tradición cinematográfica que desde 1896 sembraron y
regaron nombres pioneros como Eugenio Py, Eugenio Cardini, Mario Gallo...,
pasando por los creadores de la etapa que solemos recordar en el marco del
melodrama aberrado, pero que indudablemente fue de consolidación profesional, o
columnas continentales de renovación y pedagogía como la del entrañable Fernando
Birri; o los más actuales en una injusta relación por sus omisiones: los
inconmesurables María Luisa Bemberg, Puenzo, los Docampo, Stagnaro, Trapero, y
hasta el recién nominado Campanella. A la larga lista que haría justicia al talento
cinematográfico argentino se une ahora sin rubor por la maestría ya lograda en su
opera prima, Lucrecia Martel. Se incorpora no con una “nueva dramaturgia
latinoamericana”, como algunos han querido verle; no le hace falta. Le sobra con
conocer las posibilidades de la tradición dramática, y con lo demostrado, la valentía
y el talento de una realizadora que se lanza al ruego en busca de lo esencial y
genuino, sin coqueteos o concesiones que busquen un éxito taquillero que, si bien
el pragmatismo actual insiste en ofrecérnoslo como patrón de medida, su resultado
nada dice a la honestidad de creadores como ella que sienten el deber de ensanchar
el universo de la conciencia humana.
Dejemos las culpas para más adelante; pero el intento al rigor de los artistas
mencionados al pretender introducirse en honduras humanas nos obliga a
profundizar y libera de justificar un análisis de fondo como el que quisiéramos lograr.
¿A qué género pertenecen las soluciones de los conflictos con los que se estructura
la anécdota de Pecado original? ¿Es una tragedia o una tragicomedia?
Comencemos por aclarar, una vez más, que una tragicomedia no es lo que
comúnmente se cree: una historia que tiene partes de tragedia y partes de comedia.
No. Una tragicomedia es un género no realista. Con la tragicomedia trabaja el cine
negro, los policíacos, las historias de los vengadores errantes, los “wensters”; donde
quiera que existan persecuciones, venganzas, héroes y malvados, buenos y malos.
De modo que, como se va viendo, en lugar de desarrollarse a través de personajes
lo hace con tipos, cuya finalidad es representar conceptos, para los cuales las
complejidades psicológicas estorban, perjudican, empañan la simplicidad que el
género requiere. Como arquetipos al fin, las soluciones de las figuras que nos
narran las historias se mueven entre lo posible y lo imposible, y por lo tanto su
concepción es ligera, el actor, en lugar de un diseño complejo debe trabajar en el
logro de la estilización de lo que representan, como lo hizo a la perfección Thomas
Jane, el amante del personaje de Angelina Jolie; su villanía está a flor de piel, su
actuación se mueve sólo entre la simulación y la evidencia.
238
Los grandes logros del cine de Tomás Gutiérrez-Alea los obtuvo siempre en lucha
obstinada por separarse del contagio del cine comercial. Téngase en cuenta sólo a
Las doce sillas, La muerte de un burócrata, Memoria del subdesarrollo y La última
cena. Actitud mucho más evidente en los dos últimos títulos mencionados.
Memoria..., por medio de una estructura más cercana a la narrativa y La última cena
a través de una muy bien asimilada mezcla teatral. Sumémosle a dicha postura el
talento de un gran artista, inquisitivo en su inconformidad; amén del dominio técnico
de los recursos expresivos que logró (histriónicos y fotográficos) más allá de sus
primeras películas de entrenamiento y que ya aparecen totalmente a su servicio y
nuestro disfrute en los dos primeros filmes que hemos relacionado de su obra.
240
Como todos los que ponemos reparos a moldes de pensamiento que favorecen a
unos y perjudican a los más, anduvo siempre Titón cuestionando una moral y hasta
una fe que responde a esos objetivos. Supo o intuyó que detrás de las formas que
crea una sociedad desde sus orígenes está el fin de la justificación de sus intereses.
Su obra es un grito de alerta, la rebeldía inteligente y comprometida, la búsqueda de
reglas naturales; pero expresa asimismo la estrechez formal del campo que
exploramos, es muestra de la limitada gama estructural en la que un artista
dramático se mueve, donde más que subvertir la sustentación nos viene por
esencia: al final del sendero está siempre la voz rectora, ancestral, que nos enseñó
el modo de caminar.
Indudablemente que Fresa y chocolate es la más clásica de las estructuras que haya
usado Gutiérrez-Alea. Pero, ¿llegó a ella el artista por sometimiento al imperio de
nuevas circunstancias económicas y posibilidades de mercado, o finalmente halló en
el canon griego un margen de funcionamiento lo suficientemente amplio o apropiado
para continuar con sus propósitos de indudable prédica humana y enriquecimiento
espiritual? Sin idealizar al individuo nos resulta impensable la primera opción
después de una vida creativa donde el riesgo estético y hasta político fue siempre
más acicate que cualquier banalidad. Entonces, pues, conociendo su rigor y la
certeza de que cuanto hizo todo el tiempo fue producto de su conciencia creadora,
hay que llegar a la conclusión de que por esta vez halló posibilidades de expresión
dentro de los más estrictos parámetros aristotélicos.
La idea de que sea verídica dicha especulación, lejos de alegrarnos por un hipotético
triunfo sobre algo que no defendemos a ultranza como él lo consideró entonces,
ciertamente sí nos confirma que en el ámbito estrecho que nos deja la cultura
occidental desde el punto de vista formal, son moldes aún utilizables para objetivos,
si no revolucionarios, al menos de crecimiento humano.
Sin lugar a dudas, la fuente motivacional, el basamento literario que tuvo Fresa y
chocolate en el cuento de Senél Paz, El hombre y el lobo, con la fuerza humanística
de lo narrado y el orden de una anécdota que no necesitaba mayores reforzamientos
formales, predispuso a la concepción más sencilla y lineal. ¿Empezó con la lectura
del cuento y sus posibilidades creativas la comprensión de lo que en aquella
oportunidad del diferendo no pudieron nuestros argumentos teóricos? Tenemos la
absoluta certeza de haber hallado el detonante esclarecedor, el que más que por el
intelecto penetra por la intuición; esa primera lectura tuvo que aportarle a un tiempo
inspiración y visión de estrategia al director; supo, por la tremenda consonancia con
el punto de vista de su autor, que podía y quería como ejercicio profesional hacer
multiplicación enriquecida de aquella obra lograda de por si en la narrativa, y que
sus modos, con dos o tres añadidos, podían ser similares.
241
Con el atractivo tema de la homosexualidad, quien como veremos más adelante nos
expresa la premisa de tolerancia de todo el filme, se ha camuflado a la perfección la
acción-base, definida por llevar la historia a su conclusión, al clímax. Diego deja de
luchar contra la Institución cultural y decide abandonar el país. Este momento de la
estructura es donde también se nos define categóricamente el rango protagónico y
cuyo tipo de solución nos va a dar el género fundamental: para alguien con un
sentimiento de nacionalidad tan trascendental, tal determinación no sólo es un
desgarramiento, sino que es una muerte psicológica, es decir, una solución de
tragedia.
Tenemos un conflicto entre Diego y Germán. Tampoco aquí cabe la menor duda de
que la solución es de tragedia: Germán, descubierto lo endeble de su moral,
vendido por un "viajecito a México", rompe su propia obra.
Miguel y David ejecutan una acción que bien vale describirla en detalles por lo
enlazadora que resulta: David, escandalizado por el estilo de vida de Diego, le
cuenta a Miguel que ha conocido a alguien “raro”, y éste le pide que lo espíe. David
cree que si acepta la propuesta de Miguel es porque el fracaso con Vivian lo está
convirtiendo en una mala persona. David comienza a escondérsele a Miguel, pues
humanamente cada día se acerca más a Diego. Miguel emplaza a David, cree que
éste ha sido captado sexualmente por Diego. David defiende a Diego ante Miguel.
David no espía a Diego, por el contrario, queda a su lado. Y concluye con una mini-
acción incorporada que se describiría así: Miguel quiere que Diego le firme una carta
para expulsar a David de la Universidad. Diego se niega, pero Miguel anuncia la
continuidad de la lucha por la misma causa, lo que da lugar a un final abierto.
David es también una presa codiciada por Nancy. De igual forma aquí la comedia
se enmarca en la humanización de Diego: echa a un lado su compulsión de
conquistador homosexual y pasa a ser el amigo que propicia la iniciación sexual de
su antiguo objetivo con una mujer.
Y concluimos el análisis de la estructura con otra acción subordinada en comedia,
precisamente la que logra el halo optimista que, a pesar de la tragedia que expresa
su acción-base, queda en el espectador de Fresa y chocolate. De la tendencia al
suicidio como salida --falsa o verdadera--, por el desasosiego y el vacío de su vida,
nos queda una Nancy que en actos de purificación procura hacer salir lo mejor de sí
en ofrenda al amor que ha hallado.
Pero antes de continuar con la altura clásica que logró su equipo de creación,
detengámonos en los pequeños reproches que habría que hacerle a este filme.
escena la propuesta humanista de la película. Hace inferir que hay que ser muy
hombre para llevar a cabo semejante acción. Pensamos que fue un lapsus dentro de
la eficacia narrativa y su buena intención; pero evidencia de manera rotunda que
todos los elementos con los que se expresa una historia de manera clásica,
aristotélica, tienen que confirmar su premisa, es decir que con el montaje escénico
también “se hace" dramaturgia.
La anfibología que logra Fresa y chocolate comienza por la incongruencia del tiempo
al que se refiere; lo que le ha permitido recorrer casi cuarenta años del proceso
cubano en el espacio de su anécdota. Pero va mucho más allá, el conflicto que
narra propicia en trama el destaque del acervo cultural nativo, desde Cervantes con
su contradanza, pasando por los boleros de Benny Moré o los sones de Adalberto
Alvarez, la erótica pintura de Cabrera Moreno, los collares bélico-religiosos de la
Sierra Maestra, la imagen del Ché, el homenaje al portento insólitamente
desconocido de Lezama Lima, a Rita Montaner, al plástico levmotiv de Amelia
Peláez; y en la cima de todos los reconocimientos el sol que alumbra con su integral
ejemplo, el José Martí que, al igual que postula la película analizada, buscaba lo
universal sin que se le salieran las raíces de la tierra bella y fértil. Pero ni la buena
intención hubiese justificado en Gutiérrez-Alea otra concepción, una belleza externa,
la fuera de tono, “Habana bonita” que desconcertantemente solicitara como falta un
director europeo. La de su película es La Habana que está en trama con la fealdad
de los errores o deficiencias señaladas, porque su estética tiene más que ver con el
concepto del “eikós” honesto que con las estampas folklóricas en busca de turistas.
Decir que con Fresa y chocolate finalmente Titón entendió que el juego con la
camisa de fuerza que significa asumir una estructura clásica está en someterla,
acomodarla en sus limitaciones a la talla de nuestro objetivo, sería deshonesto,
buscar un elogio para el artista-amigo desaparecido que está lejos de necesitar.
Para tal aseveración habría que olvidar los desaciertos estructurales de su casi
póstuma Guantanamera. Tal vez donde mejor demostró su talento Gutiérrez-Alea
fue en la rebeldía, en la vital búsqueda de donde sacó siempre la agudeza de sus
contenidos, sus formas, y la estética de los filmes que lo harán estar con nosotros
mientras existamos; todo el tiempo maravillándonos hasta con sus imperfecciones,
porque en fin de cuentas el cine, sin bien no puede prescindir de ella, es siempre
algo más que dramaturgia.
Hemos dicho en más de una oportunidad que el concepto de perfección pasa por la
unidad de las partes, pero es sabido que cuando una persona se detiene a juzgar un
fenómeno de comunicación dramática, ya sea un artista, un productor o el propio
espectador, lo hace desde uno o varios de estos patrones:
El artístico
El ético-cultural
244
El productivo-tecnológico
El mercado
La oportunidad nos la ofrece Artur Da Távola con sus Cursos Coexistentes. Dice el
estudioso:
“Durante años busqué la forma de leer la comunicación sin confundir sus varios
planos, hasta que se me hizo claro que todas las palabras formadas por prefijo de la
palabra “curso” –en el sentido de flujo de algo que corre hacia, que va en dirección
de– definía la integridad del proceso de la comunicación. La sabiduría natural del
idioma desde hace mucho adivinó y propuso un método. No fue por lo tanto una
invención, sino un descubrimiento”.
Discurso.
Excurso.
Incurso.
Recurso.
Decurso.
Percurso.
Concurso.
Transcurso.
Discurso:
Es la forma instrumental, imagen y palabra, con la cual la comunicación llega al
espectador. Es el revestimiento, la anécdota, la acción dramática, de una
comunicación en proceso, revelador implícito o explícito, de los signos profundos de
una idea o concepto existencial. Es el elemento racional de la comunicación, el que
utiliza inteligentemente los códigos disponibles. Reiteramos, es la información verbal
o visual.
Tiene que ver principalmente con el guionista, pero también con el director y el jefe
de fotografía.
Excurso:
Es la factura, el extra, el espectáculo. Todo lo que se agrega al discurso. No lo que
se dice, sino cómo se dice.
245
Incurso:
Es lo que late y yace en el corazón de la comunicación, aunque la precede. Es la
premisa o superobjetivo. Es la sustentación de una ideología o de una mitología.
Emana del guionista, o del director si asume otra premisa distinta a la original.
Recurso:
Es la reiteración, un nuevo curso de la comunicación sobre sí misma. Es una técnica
muy utilizada, pero su deterioro es la redundancia; aunque es un mal necesario en la
radio y telenovelas, las series y los seriales, por su emisión periódica.
Decurso:
Es la comunicación en su dimensión temporal. Es la relación entre el tiempo
empleado para la emisión y el necesario para que el espectador la recepcione.
Cuando el tiempo empleado es una escena es inferior al que necesita el espectador
para recepcionarla, habrá incomprensión, y si es mayor, sobrevendrá el tedio y el
aburrimiento.
Depende, en primer lugar del guión, pero si el director o el editor la alargan o cortan
indebidamente, será de uno de ellos la responsabilidad.
Percurso:
Es la subordinación del hecho comunicativo a la tecnología que lo conduce e influye.
Concurso:
Es la que tiene al receptor como entidad fundamental. Estudia y valoriza la relación
entre la recepción y la comunicación.
Tiene que ver con el espectador y con todo el equipo creador y de producción.
Transcurso:
Es cuando confluyen factores supremos de la comunicación. Lo que todos
perseguimos. Se da cuando el texto, la dirección, los actores y demás elementos,
superan lo pretendido. Puede darse de forma mantenida, pero debe producirse en
mayor grado en el clímax o la catarsis de una obra. También cuando las
circunstancias de cualquier índole coinciden con el tema de la obra y el espectador
se ve motivado de un modo extra y la asume como su propia voz.
Esa reducción del papel del escritor al de un simple colaborador del director no es
nueva, pensamos que tuvo su origen en el cine mudo. Cuenta Ian Hamilton en su
libro El escritor en Hollywood, que todavía en la década del veinte, en los Estados
Unidos, “la gente no sabía que alguien escribía las películas. Se creían que los
actores iban haciéndolas sobre la marcha. A este mito siguió el de que eran tejidas
por los directores”. Y efectivamente, el guión del cine mudo no era otra cosa que una
guía para el director. Con guías trabajaron los pioneros, pero otra cosa son los
guiones desde hace mucho tiempo para acá.
Queda demostrado con el método de Da Távola que de los ocho aspectos o líneas
que conviven en toda comunicación, siete son de la incumbencia directa del
guionista, entre ellas el discurso y el incurso, de esenciales significados.
Es cierto que el guión y el libreto son letra muerta, que nacen para ser
representados y que cumplen su objetivo en el estudio, el escenario, o la locación;
pero ya en su potencialidad están la idea, la premisa que le da connotación social, la
acción dramática con la que se estructura, el diseño psicológico de los personajes, el
247
diálogo, el género del que emanan las soluciones y el tono, el ambiente y el ritmo.
¿Es esta una simple colaboración o una paternidad contundentemente comprobada?
Tal vez si George Méliès no hubiese intervenido, trayendo a un arte de soporte
visual los modos teatrales, sería justo lo que más por costumbre que por justicia se
ha establecido.
Nadie mejor que John Howard Lawson –al que hay que acudir siempre como los
creyentes lo hacen con la Biblia– para dar cierre a este reclamo: “El reconocimiento
de las grandes diferencias entre el teatro y el cine no implica que el escritor sea
menos necesario para la pantalla que en el escenario”.
ACCIÓN BASE
ESTRUCTURA:
ACCIÓN SUBORDINADA I
ESTRUCTURA:
Las siguientes acciones desde luego que forman parte de la básica y la subordinada
que estructuran la historia, pero las describimos para que se observe que son
acciones dentro de otras mayores. Ellas mismas están integradas por una
exposición, un punto de giro, un desarrollo, un pre-clímax, un clímax, y hasta en
ocasiones por un desenlace, o puede que, como en el caso de la entrega de Lucía a
Rafael, el desenlace haya que inferirlo de la continuidad de la historia.
ESCENA ACCIÓN I:
Simbología:
ACCIÓN BASE:
Escs.: 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 15 16 17 18 19 20 21 22 23 24 25 26 27
250
28 29 30 31 32 33 34 35 36 37 38 39 40 41 42 43 44 45 46 47 48 49 50 51 52 53 54
ACCIÓN SUBORDINADA
Escs.: 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 15 16 17 18 19 20 21 22 23 24 25 26 27
28 29 30 31 32 33 34 35 36 37 38 39 40 41 42 43 44 45 46 47 48 49 50 51 52 53 54
Suceso 1. Ubica al espectador en una villa del interior del país en el año 1895.
1. EXPOSICION.
251
Suceso 11. Llueve y Lucía y Rafael están guarecidos en un portal, ella se hace ver
por él. Se presentan. Él le dice que no se llama Lucía sino Gardenia. Lucía se
impresiona. Rafael se brinda para acompañarla, ella se pregunta por lo que dirá la
gente, él le responde que pensarán que son novios. Pero ya escampa y la mujer se
despide y marcha.
Suceso 12. Lucía llega a su casa y exterioriza lo impresionada que ha quedado con
el encuentro con Rafael.
Suceso 13. Lucía, muy nerviosa, es preparada para acudir a la misa por primera vez
acompañada por un hombre; no sabe si decidirse por un mantón, un sombrero o una
mantilla.
Suceso 14. Por primera vez Lucía va acompañada por un hombre a la misa.
Reacción de la sociedad ante el hecho.
Suceso 15. Rafael almuerza en la casa de Lucía, se caracteriza ante ella, la madre
y la cuñada, como un oportunista, por su carácter de cubano-español: cualquiera
que gane la guerra le viene bien, él sólo quiere ser feliz.
2. PUNTO DE GIRO.
Suceso 16. En el jardín de la casa Rafael se interesa por la existencia del cafetal de
la familia y por el hermano de Lucía; la enamorada, a pesar de todo, le dice que su
252
3. DESARRO.
Suceso 17. Rafaela, la cuñada de Lucía, le pregunta a ésta si se ha sabido algo del
cafetal y, al negarlo la interrogada, nos confirma que ha engañado a Rafael en este
tópico.
Suceso 19. El joven insurrecto se alimenta y la madre se lamenta de que deba irse
de nuevo.
Suceso 22. Una de ellas se marea y pretexta que es el ponche, pero al aclarar
Lucía que es una naranjada, queda como una insinuación de que la muchacha está
en estado. (La escena, por la alegría de Lucía, tiene relación con su vínculo con
Rafael; pero la insinuación del embarazo de la otra está fuera de trama).
Suceso 23. Cantan una canción tradicional que habla de una que tiene pareja y
otras no, y Rafaela se pone melancólica. (La melancolía de la amiga nos parece un
exceso de caracterización; recuérdese que lo que se puede añadir o no añadir sin
consecuencias apreciables no es parte del todo).
Suceso 25. Dos beatas chismosas nos dan la información de que ha llegado una
carta, a través de la cual Lucía se ha enterado de que Rafael es casado en España.
Suceso 27. Las amigas de Lucía, más por el chisme que por solidaridad, la quiere
ver.
Suceso 28. La madre le anuncia la visita de las amigas, Lucía sufre, la madre la
consuela acudiendo a su fe cristiana, le recuerda el deber de ambas para los
insurrectos; pero Lucía le pide a gritos una gardenia.
253
Suceso 29. En un paraje solitario Lucía se encuentra casualmente con Rafael. Este
quiere su perdón, se justifica por la presencia de un hijo; la joven quisiera creerle,
pero la llaman desde lejos. Rafael la cita para la casa del ingenio abandonado.
Suceso 30. Lucía, al ensayar ante el espejo como va a decirle “Rafael”, evidencia
que ha cedido.
Suceso 31. Rafael juega con Lucía, se le esconde y luego aparece, la llama hacia
sí.
Suceso 32. Rafael intenta poseer a Lucía, esta se resiste, el joven cambia de táctica
y logra que la mujer se le entregue.
4. PRECLIMAX.
Suceso 33. La pareja disfruta del nuevo estado en sus relaciones, pero Lucía se
pregunta por lo que van a hacer ahora. Rafael le dice que huir al cafetal. Lucía se
maravilla con la idea, y reconoce que si sabe llegar al lugar.
Suceso 34. Lucía sale de su casa para huir con Rafael, pero al hacerlo topa con
unas prostitutas y, en su imaginación, se cree una de ellas.
Suceso 35. La Fernandina trata de impedir que Lucía huya con Rafael, pero no lo
logra. (Por primera vez la Fernandina entra en trama realmente; es decir, al llevar a
cabo esta acción actúa como un obstáculo momentáneo para el desarrollo de la
acción base y de la subordinada. No sucede lo mismo con el soldado español,
quien, al no favorecer u obstaculizar cualquiera de las acciones presentes, actúa
sólo como un símbolo. Contribuye a la atmósfera, pero no desde una de las
acciones presentes).
5. CLIMAX.
Suceso 37. Aparecen las tropas españolas y Rafael hace saltar del caballo a Lucía.
Esta lo llama, pero el hombre huye.
Suceso 46. Lucía llega al cafetal y confirma su culpa, la masacre de cubanos. Lucía
halla muerto a su hermano Felipe.
6. DESENLACE.
Suceso 50. En su camino hacia la plaza tratan de detenerla, pero ella continúa.
Suceso 51. Entre un grupo de oficiales Lucía halla a Rafael de completo uniforme
español, se le acerca y le da múltiples puñaladas. El español muere.
23.3. Género:
No podíamos concluir este Libro sin hablar de los modos y estructuras de dos
autores que como nadie asumieron las enseñanzas de los clásicos: Lorca y
Shakespeare.
En ambos subsiste el encanto extra del misterio que se añade al texto también como
poesía: el hecho dramático es una referencia, la mayoría de las veces no sucede
ante los ojos del espectador, pero repercute y hace avanzar a la trama en el
presente del escenario. Ahí está el accionar como presencia de Pepe el Romano,
centro detonante de todo el conflicto. Su mayor encanto, su poesía, está en la
omisión de su figura, lo que hace que el espectador tenga con las referencias al
personaje total libertad de imaginación y lo perciba tamizado en la visión del mito o
la leyenda.
ESTRUCTURA:
Exposición: Ha muerto el marido de Bernarda y deben sentar la
partición. Pepe Romano quiere casarse con Angustias por
interés: es la más vieja, pero ahora la única de las hijas de
Bernarda que es rica.
Como pocos expresa Lorca la tragedia femenina, sin atisbos de sociología, sin
concesiones idealizadas, poniendo de manifiesto la envidia, el odio, las pasiones de
256
ACCION-BASE.
ESTRUCTURA
Exposición: Romeo enamorado del amor y Paris que quiere casarse
con Julieta.
ACCION SUBORDINADA I
Bandos en pugna: Montesco vs Capuleto.
257
ESTRUCTURA
Exposición: Reyerta de los Montesco y Capuleto, a la que el príncipe
pone fin y amenaza a las partes en conflicto.
Basta sólo destacar la presencia del error trágico: Baltazar, como cree muerta a
Julieta, así se lo informa a Romeo. Un inocente provoca la catástrofe. Y por otro
lado, llamar la atención del vínculo, de la supeditación de la acción subordinada a la
básica: lo que para esta última es el punto de giro, para la primera es el pre-clímax.
Es decir, si no hubiera existido el odio entre las familias, la acción-base no tendría
sentido.
PRIMER ACTO
Escs.: 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13
A.BASE.
A.SUB.I
A.S.II
A.S.III
SEGUNDO ACTO
Escs.: 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11
A.BASE
A.S. I.
A.S.II
A.S.III
A.S.IV
A.S.V
259
TERCER ACT0
Escs.: 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 15 16 17 18 19 20 21 22 23 24 25 26 27 28
A.BASE
A.S.I
A.S.II
A.S.III
A.S.IV
A.S.V
A.S.VI
A.S.VII
A.S.VIII
CUARTO ACTO
ESCS.: 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 15 16 17 18 19 20 21 22 23 24
A.BASE
A.S.I
A.S.II
A.S.III
260
A.S.IV
A.S.V
A.S.VI
A.S.VII
A.S.VIII
A.S.IX
A.S. X
QUINTO ACTO
ESCS.: 1
A.BASE
A.S.I
A.S.II
A.S.III
A.S.IV
A.S. V
261
A.S.VI
A.S.VII
A.S.VIII
A.S.IX
A.S.X
ACCION-BASE
Bandos en pugna: Hamlet vs. el rey Claudio.
Detonante: El asesinato del rey Hamlet.
Forma de manifestarse la acción dramática:
Intento: Hamlet tiene que vengar el asesinato de su padre.
Oposición: El asesino es su tío, padrastro y nuevo rey de Dinamarca.
C. de equilibrio: Hamlet venga a su padre, le da muerte al rey Claudio.
ACCION SUBORDINADA I
Bandos en pugna: Fortimbrás vs. el rey Claudio.
Detonante: El resultado de la guerra que el rey Hamlet le ganó a
Noruega.
Forma de manifestarse la acción dramática:
Intento: Fortimbrás quiere recuperar las tierras que perdieron en la
guerra con Dinamarca.
Oposición: Las tierras están en manos de Dinamarca.
C. de equilibrio: Con la muerte de Claudio, y principalmente la de Hamlet,
Fortimbrás va a reclamar no sólo las tierras de Noruega,
sino el reinado de Dinamarca.
ACCION SUBORDINADA II
Bandos en pugna: Laertes vs. Hamlet.
Detonante: La muerte de Polonio a manos de Hamlet.
262
ACCION SUBORDINADA IV
Bandos en pugna: Los reyes vs. Hamlet.
Detonante: El asesinato del rey Hamlet.
Forma de manifestarse la acción dramática:
Intento: Los reyes utilizan a Ricardo y a Guillermo para intentar
saber a qué se debe la actitud de Hamlet.
Oposición: La inteligencia de Hamlet.
C. de equilibrio: Ricardo y Guillermo fracasan.
ACCION SUBORDINADA V
Bandos en pugna: Hamlet vs. el rey Claudio.
Detonante: El asesinato del rey Hamlet.
Forma de manifestarse la acción dramática:
Intento: Hamlet busca a través de los cómicos convencerse de
que su tío asesinó a su padre, prepara una escenificación
idéntica a como imagina fue el asesinato.
Oposición: El rey simula buenas intenciones con su sobrino.
C. de equilibrio: La reacción del rey ante la representación convence a
Hamlet de la culpa del nuevo monarca.
ACCION SUBORDINADA VI
Bandos en pugna: Polonio vs. Hamlet.
Detonante: El asesinato del rey Hamlet.
263
ACCION SUBORDINADA IX
Bandos en pugna: El rey y Laertes vs. Hamlet.
Detonante: La muerte de Polonio a manos de Hamlet.
Forma de manifestarse la acción dramática:
Intento: El rey Claudio planea deshacerse de Hamlet a través de
Laertes: este usará una espada envenenada en el duelo
con Hamlet.
Oposición: Caen las espadas y, al tomarla de nuevo, la envenenada
que iba destinada a Hamlet, queda en sus manos.
C. de equilibrio: La espada envenenada penetra mortalmente en el cuerpo
de Laertes, pero antes también Hamlet es herido por su
contrincante y posteriormente muere.
264
ACCION SUBORDINADA X
Bandos en pugna: El rey Claudio vs. Hamlet.
Detonante: El asesinato del rey Hamlet.
Forma de manifestarse la acción dramática:
Intento: Envenenar a Hamlet con el vino durante el combate con
Laertes.
Oposición: Hamlet se niega a beber de la copa que le ha envenenado
el rey.
C. de equilibrio: La reina bebe de la copa envenenada que el rey había
destinado al príncipe y muere.
Abordemos este tema con el análisis de una película que más que una fiesta cinéfila,
es un filme para sibaritas, Vatel. Emplear el método, indagar en el entramado de su
estructura es un difícil estudio que produce gran fruición, goce en sus hallazgos al
por ciento de una obra mayor.
Anne sostenía en sus manos cae, y el diminuto pájaro revolotea desconcertado sin
su habitual trapecio de descanso y diversión. Vatel, con finura que nada tiene que
ver con el servilismo, pero que también lo caracteriza en su psicología de servidor,
busca de inmediato con lo que solucionar el desarreglo. Un suceso muy sencillo;
pero la sensibilidad de Anne queda impresionada con la concentrada dignidad con
que Vatel repara el daño ocasionado. Más que enamorarse ambos –ni remotamente
el mayordomo se fijaría en una dama de la corte-, es ella quien no está
acostumbrada al efluvio que debe haber percibido y que produce la verticalidad de
un hombre ético y realizado, y que luego le enviará un bello adorno rodeado por una
cinta de encaje negro, seda granadina de Alès con hilo de lino blanco. Esta acción,
por el conflicto que diseña a través de dos seres afines imposibilitados de
realización, caracteriza mejor que ninguna otra la condición plebeya del artista-
mayordomo.
Ya están los elementos fundamentales que diseñan la tragedia: una víctima inocente
-Vatel-, y la muerte psicológica de los amantes de una unión imposible.
Hasta aquí la cadena de sucesos que configura la trama central, con cuya
descripción ya puede apreciarse la contribución de alguna de las acciones
subordinadas que la acompañan. Pero pasemos a sus pormenores.
Un artista compensado por su arte, un hombre honesto que ama y defiende a los
suyos, que rechaza toda vanidad y ostentación, que tiene a la fidelidad por norma,
que respeta y valora la protección del príncipe, es regalado por éste a quien
representa la negación de su sencillo modo de concebir la vida, el rey Luis XIV y su
ostentosa y depravada corte de Versalles.
Anne, además de ser la preferida del rey, es asediada por el conde de Lauzun (Tim
Roth). Esta acción subordinada, preparada desde la exposición, cuando el día antes
de la llegada del rey el conde dispuso que se ubicara a la dama en una alcoba frente
a la suya, y que luego tiene su complicación con el humillante y más tarde perenne
rechazo de la mujer, llega a su clímax cuando el servidor de Luis XIV descubre la
relación carnal de la dama con el artista en momentos en que el rey reclama su
compañía. De aquí el chantaje al que se ve sometida la mujer. Anne de Montausier,
en evidente sacrificio por salvar a Vatel de la cólera del monarca y ocultar su propia
268
De lo descrito surge también otra acción que tiene como contrincantes a los mismos
conde Lauzun y a Vatel, con Anne como presa codiciada. La rivalidad del primero
se manifiesta en pretendidas burlas a la condición vasalla del segundo, al interés de
informarle al rey de la negativa del mayordomo a presentarse al llamado del
monarca, -lo que impide el hermano del rey-, como también en una paliza que
detienen los hombres del mismo aristócrata homosexual, ya ganado en simpatía por
la honorabilidad del mayordomo.
Y para seguir enlazando orgánicamente todos los sucesos de modo ejemplarmente
unitario, dos acciones que concluyen dando una caracterización global de un ser
tridimensional como Vatel, y que tiene como participantes a este último y al
mencionado hermano del rey. La compulsiva homosexualidad del sujeto lo hace
seleccionar para su séquito a un joven trabajador, casi un niño, de los que trabajan
bajo las órdenes del mayordomo (graficación de lo que hemos señalado en cuanto a
la política laboral del consejero y ministro de finanzas Juan Bautista Colbert); pero
Vatel lo impide, oculta al niño. Luego – y esta es la segunda acción- el familiar de
Luis XIV le envía un emisario con la tarea de conquistarlo sexualmente para él; pero
Vatel se lo gana al rechazarlo con humana y honorable respuesta que los iguala,
aunque de modo diferente, en la búsqueda de la realización personal.
Como vemos, la imbricación o interdependencia de la cantidad de acciones
existentes y descritas, hacen del filme Vatel no sólo eficaz por su dinamismo, sino
altamente coherente. Categoría muy difícil cuando se trata de someter la historia sin
falsearla a los requerimientos de un espectáculo dramatizado.
Finalmente, tres son los hechos que llevan a Vatel al suicidio: La traición del príncipe
de Condé, la imposibilidad, como vasallo, de preservar a la mujer que le atrae, y la
suposición de que la congratulación al rey concluiría en fracaso, toda vez que le
anuncian que el pescado para el banquete del último día no llegará. Esto último se
descarta como una de las causas, pues Vatel, antes de suicidarse, llega a saber que
el pescado finalmente arriba a la cocina. Pero, cualquier espectador puede llegar a
la conclusión en esta historia de que el suicidio de Vatel se debió al rechazo del
mundo que le tocó vivir. Al menos, hasta ahora, en el castillo de Chantilly, junto al
príncipe de Condé, se había compensado con su arte y entre los suyos.
Cabe finalmente señalar en primer orden los logros de factura del filme todo, su
excelente dirección de arte, la ajustada reproducción de época, principalmente el
uso de las, para entonces, recientes maravillas de la mecánica, las coreografías con
sus lógicas torpezas, y una fotografía y una música todo el tiempo en función de los
objetivos del filme. Pero si maravilla la concepción del relato y lo que entraña al
espectáculo, también lo hacen la sobriedad, la mesura del elenco todo, y la mano
firme de su excelente director, Roland Joffé. Por todas las virtudes logradas y sin
lugar a dudas, Vatel se gana la entrada y permanencia a las listas de las mejores
películas de los últimos diez años. Es una clase magistral del uso de la historia en el
espectáculo fílmico, una obra para el hedonismo de cinéfilos.
269
28. CONCLUSIONES
Una premisa debe ser sólo un instrumento de trabajo, algo que, si estamos
escribiendo en un género realista, quede implícito en la historia que se
cuenta.
Los bandos pugnan por una presa codiciada o por un cambio de criterio.
La exposición potencializa.
El desenlace resuelve.
Toda obra dramática debe tener una buena obertura o punto de arranque.
Lugar.
Época.
271
Tono (género).
Índole del conflicto.
La exposición potencializa.
El ruso Antón Chéjov fue quien retomó y popularizó este modo de narrar en
Occidente, y con ello consolidó el género pieza que le es consustancial.
273
Para una adaptación hay que buscar en el original las seis partes de una
estructura (si es clásica) o las situaciones más tensas de la misma (si es de
progresión acumulativa).
Hay que darse cuenta de que no basta con contar una anécdota, la factura
o el acabado final de un guión es de suma importancia, ahí reside el arte.
Si el título se repite una de las dos unidades temáticas que lo hagan debe
desaparecer.
En la radio hay que hacerle ver con naturalidad al oyente el aspecto físico
de la historia.
Todos los dramatizados están unidos por una característica, son historias
contadas a través de personajes.
ANEXOS
277
En nuestra ya larga vida docente, es raro que en cada curso o taller haya
faltado un estudiante que de inmediato quiera saber como se plasma lo
aprendido en la retadora página en blanco; es decir, los apremia el dominio del
formato, tanto de un guión de cine como de un libreto de televisión.
29.1.
VOCES DE JOVENES
(MIENTRAS UNO JADEA BRUTALMENTE: “Ya esta bueno, ya esta
bueno”. “Quítate, déjame a mí, déjame a mí”. “Oye, la vas a matar”.
“Apártate, voy yo”. (SIGUE EN EL MISMO SENTIDO AMBIGUO).
RAFAELITO
BAJITO.
PADRE
280
SIN SONREIR.
¿Tú crees?
TRABAJADOR I
PROYECTA POR SOBRE EL RUIDO.
TRABAJADOR II
Aquí, entre nosotros, te vas a hacer un hombre.
TRABAJADOR III
Hombre cuando los tenga como este.
TRABAJADOR I (OFF)
Enséñaselos, enséñaselos.
CABO
¡Esta herniado, no seas bobo!...
RAFAELITO (OFF)
Estoy despierto.
MADRE
Duérmase un poco más. Hasta las once más o menos, como su padre,
que usted debe estar cansado.
CALLE.
RAFAELITO SALE DE LA BODEGA Y VA A TOMAR A LO LARGO DE LA
ACERA, PERO RICARDITO, QUIEN SE ACERCA POR LA CALLE EN
BICICLETA, SE PREPARA PARA DETENERSE JUNTO A SU AMIGO.
RAFAELITO
284
¡Eh, ¿y eso?!
RICARDITO
DETENIÉNDOSE Y MIRANDO EL PAQUETICO DE QUEQUES.
Dame.
RAFAELITO LE DA.
¿Para dónde vas?
RAFAELITO
Para casa de mi tía maría. ¿Por qué?
RICARDITO
Mi papá me compró un proyector de cine. ¿Quieres ver los muñequitos?
RAFAELITO
LUEGO DE PENSARLO UN INSTANTE.
Bueno, vamos.
RICARDITO
Monta.
RAFAELITO SE MONTA EN LA PARRILLA DE LA BICICLETA YA EN
MOVIMIENTO Y SE ALEJAN Y DOBLAN POR LA ESQUINA INMEDIATA A LA
BODEGA.
Hola, Rafael...
RAFAELITO SE PONE EN PIE.
RAFAELITO
¿Cómo está, señora Rita?
RITA
EN EL ACTO. GIRANDO POR DETRÁS DEL PROYECTOR PARA IR A
COLOCARSE DETRÁS DE SU HIJO.
Siéntate, siéntate. Hacía días que no venías por aquí. ¿Dicen que
empezaste a trabajar?
RICARDITO MIRA A SU MADRE.
RICARDITO
¿SÍ?
Y LUEGO BUSCA LA RESPUESTA EN RAFAELITO.
¿En el ingenio?
RAFAELITO:
Sí.
LA SEÑORA RITA.
RITA
SINCERA, PERO SIN DARLE MAYOR RELEVANCIA.
¡Qué bueno!
RAFAELITO DEJANDO DE SONREÍR, VUELVE A MIRAR HACIA LA
PANTALLA Y TRATA DE CONCENTRARSE EN EL FILME.
SOBRE LA IMAGEN DE LA SEÑORA RITA SE PROYECTA LA LUZ DE LA
PUERTA QUE SE HA ABIERTO Y SE VUELVE A VER ACERCARSE A
ALGUIEN. ENTRA A CUADRO UNA BANDEJA CON DOS VASOS DE
LIMONADA. LA SEÑORA RITA TOMA UNO Y SE LO ALCANZA A
RAFAELITO, QUIEN LA MIRA SONREÍDO.
RAFAELITO
Gracias.
Y BEBE Y VUELVE A MIRAR HACIA LA PANTALLA.
PROYECCIÓN DEL FILME.
RICARDITO BUSCA LA LIMONADA CON LA VISTA. ENTRA LA SEÑORA
RITA POR DETRÁS Y SE LA ALCANZA. LUEGO EL PRIMERO BEBE Y MIRA
HACIA LA PANTALLA.
PROYECCIÓN FINAL DEL FILME. APARECE LA PALABRA "FIN".
RICARDITO Y LA MADRE. EL PRIMERO SE LEVANTA Y SE DIRIGE AL
PROYECTOR.
RICARDITO
286
MARIA:
¡Llegó mi sobrino, cará!
RAFAELITO LE DA UN BESO EN LA MEJILLA.
EL PADRE, AUNQUE SERIO, AHORA SI MIRA CON INTIMA SATISFACCIÓN
A SU HIJO Y SU HERMANA.
RAFAELITO TOMA UNA COSTILLITA DE LAS QUE ESTA FRIENDO LA TÍA
Y, AL ALEJARSE, ESTA LE DA UNA NALGADA.
CABO (off)
Rafaelito...,
RAFAELITO LO MIRA.
Ven y siéntate aquí.
RAFAELITO AVANZA HACIA ELLOS.
María, tráele una cerveza.
HALA EL TERCER TABURETE (LA MESA ESTA JUNTO A LA PARED), Y, AL
SENTARSE, QUEDAN EN CUADRO, TAMBIÉN SENTADOS, EL PADRE Y
CABO.
PADRE
SIRVIÉNDOSE DE LA BOTELLA EN EL VASO.
Hoy te levantaste muy temprano.
CABO
BEBE DE LA BOTELLA Y LUEGO LO MIRA UN INSTANTE PRIMERO.
Cuando yo tenía tu edad empecé en el patio del ingenio..., ¡hace treintitrés
años!, y mira, ya soy jefe de fabricación.
MADRE
Óigame, yo creo que usted se me está equivocando. ¿O es que usted se
ha hecho la idea de que ya usted es un hombre?
MADRE
Rafaelito, mi hijo, ahora usted tiene que descansar más. Usted tiene que
dormir más ahora. ¿No se me da cuenta?
MADRE
A ver, ¿dónde se me metió anoche? Ya le tengo más que dicho que ahora, en
tiempo de zafra, no se me puede estar quedando por los portales del liceo a
chacharear.
LO MIRA
¡Y no se me esté riendo, eh!
MADRE
Yo le juro a usted que como me lo vuelva a hacer yo lo voy a buscar a
donde quiera que se me meta.
295
RAFAELITO
EN EL ACTO.
Sírveme la leche, anda.
MADRE
Tiene que descansar más, mi hijo. Acuéstese un ratico más.
REGINA
PROVOCADORA.
¿No vas a ver muñequitos?
RAFAELITO
¿Eh? ¡Ah, ¿muñequitos?! ¡Sí, claro!
REGINA
Oye, ayúdame, anda.
RAFAELITO
297
CON URGENCIA.
¡Sí!...
Y TOMA UNO POR UNO LOS DOS CARTUCHOS QUE REGINA CARGABA.
LUEGO ELLA ECHA A ANDAR Y ÉL LA SIGUE. REGINA LO MIRA, LE
SONRÍE, Y SIGUE PARA LUEGO VOLVERLO A MIRAR.
REGINA
¿Cómo te llamas?
RAFAELITO
MEDIO ASUSTADO
¡¿Yo?! Rafael.
REGINA
¿Y qué edad tienes?
RAFAELITO
Catorce. ¿por qué?
REGINA
Por nada. Por preguntar.
RAFAELITO:
¿Y tú?...
REGINA
Tres más que tú. ¿Por qué?
RAFAELITO
Para saber.
REGINA
¿Todavía te gustan los muñequitos?
RAFAELITO
CON URGENCIA.
¡No, ya no!
REGINA:
Vamos, no te hagas, que todavía te gustan. Si no te gustan...,
REGINA
¿Por qué vienes?
RAFAELITO:
¿Y Ricardito?
REGINA
EN EL ACTO Y MIRÁNDOLO CON INTENSIDAD.
REGINA
Ven...
REGINA
SENSUAL.
Entra.
RAFAELITO
¿Y la señora Rita?
REGINA
La niña va a dar a luz. Está con ella en Colón. Y el señor está en la
tienda, no viene hasta después de las siete.
REGINA:
Estás muy frío.
RAFAELITO
No es miedo, ¿sabes?, pero si llegan...
AMBOS.
PERO CASI MAS RAFAELITO. REGINA COMIENZA A DESVESTIRSE.
RAFAELITO VA A VER POR PRIMERA VEZ A UNA MUJER DESNUDA, CON
ESA CONNOTACIÓN LA MIRA. REGINA SE DESESPERA VIÉNDOLO
MIRARLA Y LO ATRAE CON FURIA Y LO BESA YA TOTALMENTE
DESNUDA. DESPUÉS LO AYUDA EN EL DESESPERO DE SUS ROPAS, LA
QUE SE QUITA TAMBIÉN CON CIERTA INHIBICIÓN. PERO ELLA LO
OBLIGA A IR JUNTOS EN TORNO A LA CAMA, SIEMPRE SIN DEJAR DE
BESARLO, Y AMBOS CAEN SOBRE EL LECHO. EN EL SE BESAN, SE
BESAN MUCHO. LUEGO ELLA GIRA PARA QUEDAR SOBRE ÉL Y LO
SIGUE BESANDO.
REGINA
¡Así no, bruto!...
MADRE
Ya está bueno ya, mi hijo. No hace falta que lo llenes.
303
RAFAELITO:
¡Que sobre! ¡Es mejor que sobre!
MADRE
Oye, tú ten cuidado ahí, que si resbalas vas a parar abajo.
MADRE (off)
¡Eh...
MADRE
¿Y qué bicho le ha picado a usted hoy?!...
RAFAELITO
Todo estaba por hacer, ¿no?
304
MADRE:
Jun..., hace muchísimo tiempo. Vaya...
MADRE
¿Y a ti que te pasa, muchacho?
TODOS.
RAFAELITO
No tengo hambre.
MADRE
Cómase aunque sea el plato de potaje.
RAFAELITO
LEVANTÁNDOSE.
MADRE:
¡Oye...,
ENCUADRA CON ÉL EN LA PUERTA DEL COMEDOR.
RAFAELITO
No, mami, no, yo no voy para allá ahora...
MADRE
¡A este muchacho me le está pasando algo!...
¿Tú no lo notas?
PADRE
A su edad eso es normal.
MADRE
No, pero es que estoy mirando que...
PADRE
Déjalo, chica, que el muchacho va bien...
RAFAELITO
Oye, ven acá, ¿y tú estás segura de que?...
REGINA
INTERRUMPIÉNDOLO.
RAFAELITO:
¡Un, ¿qué?!...
REGINA
RÍE Y LE APRIETA LA CARA.
307
RAFAELITO
Hay cosas lindas aquí.
AVANZA.
RAFAELITO
Oye, ¿de dónde tú eres?
REGINA
¿Para qué quieres saberlo?
RAFAEL
No sé.
REGINA
Hazte la idea de que no soy de ningún lugar, de que caí del cielo...,
308
Y LO ABRAZA.
Y LO BESA. LUEGO...
RAFAELITO:
Regina, Regina, Regina...
REGINA
¡Oye, me lo vas a gastar, no sigas!
RAFAELITO
Eres la primera Regina que conozco.
REGINA
Conocías muy pocas cosas.
RAFAELITO
¿Y eso?
REGINA
RIE DE LO LINDO.
¡Una tostadora, tonto! No me digas que aquí esta es la única tostadora
que existe...
RAFAELITO
¿Televisores? El del turco..., y el del boticario. Dos. ¡Ah, no, y el de esta
casa!
REGINA
¡¿Tres?!...
RAFAELITO
Tres.
REGINA
¡Qué ridículo!
RAFAELITO
¿Tú tienes televisor en tu casa?
REGINA
Sí, y un refrigerador...,
AVANZA HACIA ÉL.
REGINA
¡No! Un aire acondicionado... ¡qué mete un frío!...
RAFAELITO
LA MIRA INCRÉDULO Y CHASQUEA LA LENGUA
Mentiras tuyas.
REGINA
No, de verdad. te lo juro.
RAFAELITO
¿Qué quiere decir Regina?
REGINA (off)
DESDE LA COCINA.
¡¿Qué?!...
RAFAELITO
Hay nombres que quieren significar cosas, ¿no?
REGINA
¡Ay, yo qué sé!
REGINA
Oye..., dime..., ¿qué somos nosotros?
REGINA
Somos amantes. pero tú no lo digas por ahí... No le vayas a hablar a
nadie de lo nuestro...
RAFAELITO
Yo no se lo he dicho a nadie. Oye, ¿y cuando la niña de a luz y vengan
todos para acá?
REGINA
EN EL ACTO.
Ya me las arreglaré.
RAFAELITO
Oye, tengo hambre.
312
REGINA
¡No!
SE VUELVE Y LO ABRAZA.
LO MIRA COMPLACIDA.
REGINA:
¿Tú tienes más hermanos?
RAFAELITO:
No.
REGINA
EN EL ACTO
Y MIRA REFLEXIVA.
RAFAELITO
LUEGO DE MIRARLA UN INSTANTE.
REGINA
¡No, aquí no!
Y SE ACERCA A LA VENTANA.
REGINA
La tostadora, tonto.
REGINA:
Hola, ¿no?
Y SONRÍE BELLA.
RAFAELITO
SONREÍDO.
Hola.
REGINA
EN EL ACTO.
REGINA
¿No te gusta...
MIRA A SU ALREDEDOR.
RAFAELITO
Todo lo que a ti te guste a mí me parece bien.
RAFAELITO
Mira...
Te traje esto.
REGINA
¡Qué lindo!... ¡¿Cómo se te ocurrió, muchachito lindo?!
RAFAELITO
No sé...; así, pensando.
REGINA
EN EL ACTO.
¡¡Lindo!!...
LO BESA.
¡¡Precioso!!...
LO MIRA Y LE ACARICIA LA CABEZA.
¡¡Muñequito lindo!!...
REGINA:
¡Regálame muchas cosas! ¡Todo lo que tú quieras! ¡Me gusta que me
regalen cosas!
Tengo en la casa una caja así de regalos: un reloj de oro que me regaló
mi padrino cuando cumplí los quince, porque tiene mucha plata; y un
vestido largo, blanco, de encaje, que me pongo los días de fiesta.
LLORA.
¡Y muchas!... ¡muchos zapatos que me han regalado!
317
REGINA
¡Regálame tú también! ¡¡Qué lindo tu collar!!...
REGINA (off)
Bertica, la que tiene trece, ayuda un poco también. Una basura, pero son
unos pesos más.
REGINA APARECE ECHADA SOBRE EL PECHO DE RAFAELITO Y ESTE
CON LOS BRAZOS DE APOYO A SU CABEZA.
Las demás irán creciendo y seremos cuatro.
RAFAELITO
Y tú, ¿con cuánto te quedas?
REGINA
Tengo techo y comida.
RAFAELITO
318
REGINA LO MIRA.
REGINA
¿Cómo?
RAFAELITO
Cásate conmigo.
REGINA RÍE Y GIRA Y SUBE SOBRE ÉL. RAFAELITO LUCHA PARA QUE
LO ATIENDA.
RAFAELITO
¡Oye, te lo digo en serio! ¡De verdad!... ¡Oye, cállate!...
REFAELITO
Ya yo trabajo.
REGINA
No, Rafael, vamos a divertirnos.
CALLE.
REGINA Y EL HOMBRE AVANZAN HACIA NOSOTROS Y, ALLÁ ATRÁS,
RAFAELITO SALE A LA PUERTA DE LA BODEGA.
REGINA
AL HOMBRE.
¿Y hace mucho tiempo que trabajas aquí?
CARPINTERO.
Bueno, llevo un tiempo por acá.
REGINA
No, como yo no te había visto... O sea, te había visto, pero de pasada.
CARPINTERO
Yo también te había visto.
REGINA
Adiós, Rafael...
320
RAFAELITO
¡Adiós!
MADRE
Toma la leche, mi hijo.
RAFAELITO (off)
No quiero.
MADRE
¡No, cómo no vas a querer, si estás!...
RAFAELITO
INTERRUMPE MOLESTO.
¡¡Qué no quiero!!
SE LE ENFRENTA.
REGINA
Mira, ven...
REGINA
Aeso vino a esta casa.
Y RÍE.
RAFAELITO
Bueno, no te rías más...
Y ECHA A ANDAR.
Me voy...
REGINA
¡No, de eso nada!
RAFAELITO
TRATA DE ZAFARSE DE ELLA.
REGINA
SE ABRAZA A ÉL CON TERNURA.
Celosito mío.
RAFAELITO
Sentí ganas de matar.
REGINA
SONRIE DE LO INCREIBLE.
RAFAELITO
CON URGENCIA.
¡No, a ti no!
REGINA
EN EL ACTO.
Ven...
REGINA
A que no me agarras...
RAFAELITO
No, no, vamos para adentro, vamos...
REGINA RETADORA.
REGINA
Me tienes que agarrar.
RAFAELITO AVANZA.
RAFAELITO
Dámelo.
RAFAELITO
¡Oye, no te me vas a escapar! ¿Cuánto va que te cojo?
REGINA
¡A y, mi madre!...
RAFAELITO
¡Ahora sí!... ¡¿Qué hacemos?!
REGINA
Nada. Se rompió limpiando.
326
RAFAELITO
¿Y si te botan?
JOVEN I:
¡Rafa, Rafa, párate ahí!...
RAFAELITO
ZAFÁNDOSE LOS BOTONES DE LA CAMISA Y APARTÁNDOLO POR EL
PECHO HACIA UN LADO.
Mira, tú no te metas.
JOVEN II
327
ENÉRGICO.
RAFAELITO
Entonces di que es mentira lo que dijiste.
JOVEN II
AGRESIVO.
RAFAELITO
GRITA.
JOVEN IV
¡Eh, métele un piñazo, tú!
JOVEN II
Estate quieto, que si te pongo la mano...
Y SIGUE SU CAMINO.
RAFAELITO
328
¡Tú tienes que decir aquí que lo que dijiste es una mentira!
JOVEN II
¡No es mentira, chico, es una fleterita y bien! ¡¡Fletera!!...
JOVEN II
¡¡¿Quieres más?!!...
JOVEN I
¿Tú ves? Te lo dije.
RAFAELITO
Déjame solo, anda. ¡Déjame solo!
MAS ALLÁ DEL PATIO, POR LA ACERA DE UNA CALLE, VA REGINA CON
UN BOLSO EN LA MANO Y SIN REPARAR EN QUE EL MUCHACHO LA HA
VISTO.
MADRE
¡Oye, ¿dónde vas?! ¡¡Rafaelito, ¿Dónde vas?!!... ¡¡Muchacho, que mira
como tienes la cara, ven a ponerte el hielo!!...
RAFAELITO
¡Regina!... ¡Regina!...
RAFAELITO
¿Para dónde vas?
REGINA
¿Qué te pasó en la cara?
RAFAELITO
Contéstame.
REGINA
Mi mamá está enferma. Tengo que irme.
LO MIRA DE NUEVO.
¿Qué te pasó? ¿Te caíste?
RAFAELITO
¿Cuándo vuelves?
REGINA
LUEGO DE PENSARLO.
No sé.
RAFAELITO
Dame la dirección.
REGINA
No. mejor te escribo.
RAFAELITO
¿Tienes que ir? ¿Y qué me hago yo ahora?
REGINA
Te prometo una cosa: yo vengo para la fiesta de la Verbena.
RAFAELITO
¿Seguro? ¡Mucho tiempo!
REGINA
Se pasa volando.
RAFAELITO
¿Por qué ahora?
REGINA
Espérame. No te me enamores de nadie.
332
RAFAELITO
¿Vas a escribir?
FOGONERO (off)
¡Arriba, arriba, que se va el tren!
REGINA
Sí...,
REGINA
PROYECTA.
¡Ya va!...
Lo juro.
FOGONERO (off)
¡Arriba, que no se puede estar esperando!
REGINA
PROYECTA.
Espérese un momento.
REGINA
No me olvides, Rafael.
333
REGINA
Espérame. Vuelvo para la fiesta de la Verbena.
RAFAELITO
Yo voy ahora...
RAFAELITO
Me hace el favor...
RAFAELITO
La lista de la correspondencia.
TELEGRAFISTA
Cuando termines engánchala en el clavo.
REGINA
Bobo...
Y CIERRA LA PUERTA.
MARIA
¿Por qué te fajaste con el hijo de Álvarez?
RAFAELITO
¿Quién te lo dijo?
MARIA
Me lo dijo Cabo, que se lo habían dicho en la oficina del ingenio.
RAFAELITO
EN EL ACTO.
MARIA
Atiende al trabajo, Rafaelito. Haz un esfuerzo, mi hijo. No te distraigas.
No disgustes a tu padre ni a Cabo, que está preocupado por ti.
RAFAELITO
¡Coño, si lo que tengo ganas es de morirme!
TELEGRAFISTA
Yo tú no vendría más por aquí.
TELEGRAFISTA
porque si en dos meses no te ha puesto ni una letra...
RAFAELITO
EN EL ACTO
Y SALE.
PADRE (off)
El jefe del patio vino a verme...
PADRE
...para darme las quejas sobre usted.
MADRE
Hálame un poco de agua ahí para que hagas algo.
MADRE
¡Qué raro tú te me has puesto, mi hijo!
RAFAELITO AGRESIVO.
RAFAELITO
¡Déjame ya, chica! ¡No haces otra cosa que estarme vigilando!...
PADRE (off)
Con Rafaelito ya yo he probado de todas las formas habidas y por
haber... y no endereza.
MARIA
Antes venía por aquí. Ya ni eso.
CABO:
Chico, ¿y si yo me lo llevara a trabajar conmigo?
RAFAELITO ESCUCHANDO.
PADRE
Olvídate de eso, Cabo...,
RAFAELITO ESCUCHANDO.
PADRE (off)
Ya yo estoy convencido de que el muchacho no sirve para el trabajo.
TODOS SE DETIENEN.
JOVEN I
Espero que me des la razon.
RAFAELITO
¡¿Qué te pasa a ti?! ¡No me chives!
JOVEN I
¡Miralo! ¡Gallito y todo!
JOVEN II
Oye, Rafa, yo no se por que tu la defiendes...
JOVEN I
Alguna señita que le hizo.
RAFAELITO
LE VA ARRIBA.
JOVEN I
No, ya con la paliza que te di me basta. ¡Díganselo, caballeros!...
JOVEN II
ACERCÁNDOSE CON TEMOR.
JOVEN I
¡Dale, sigue!...
JOVEN II
Porque se la había encontrado en la cama de su esposo acostada con
un hombre.
ROSTRO DE RAFAELITO.
JOVEN I (off)
¡Ahora cuéntanos, dinos lo que hiciste con ella!...
RAFAELITO
PROYECTA.
¡Mamá!... ¡Mamá!...
¡Mamá!...
AMBOS.
JOVEN I
Oye, Rafa, olvidate de lo que paso, compadre. Ven conmigo al tiro al
blanco...
RAFAELITO
No, no, ahora no puedo. Voy ahorita.
JOVEN I
Bueno, no seas rencoroso; vemos por allá.
PERO YA SE ALEJA.
RAFAELITO
Si, si, luego...
346
PORTÓN.
ENTRE LAS PERSONAS QUE AUN ENTRAN, VIENE RICARDITO. ENTREGA
SU ENTRADA AL PORTERO Y VE A RAFAELITO, SE LE ILUMINA EL
ROSTRO.
RARAELITO
SONRIE E INMEDIATAMENTE SE TORNA GRAVE SU EXPRESION. LUEGO
SONRIE.
¿Viniste?
RICARDITO
¡¿Estás aquí?!
RAFAELITO
ANSIOSO Y GRAVE.
¡¿Y Regina?!
RICARDITO
¿Eh? ¿Quien?
347
RAFAELITO
¿Fue verdad? ¡Regina, la que trabajaba en tu casa!
RICARDITO
¡Ah, ¿quién se acuerda de eso?! Si, ¿qué te dijeron? ¡En la cama de mi
papa, compadre! ¡Pero, dicen que esta en el pueblo; la muy fresca,
parece que quiso venir a la Verbena! ¡Si mi papa la ve!...
RAFAELITO
ILUSIONADO.
¡¿Tú la viste?!
RICARDITO
¡No, no, ¿para qué?! ¡Oye, ¿y a ti que te pasa, eh?!
RAFAELITO
No, no, ¿que me va a pasar?
RICARDITO
Dale, que te voy a pagar los caballitos...
RAFAELITO
No, no, luego... Estoy esperando..., estoy esperando a mis padres.
Luego...
RICARDITO
SALE MIRÁNDOLO EXTRAÑADO.
JOVEN II
Rafa, vamos, coño: Roly compro una botella de ron y nos la estamos
bebiendo con arenque ahumado...
RAFAELITO
INTERRUMPE.
¡No, si! ¡Si, yo voy a ir! ¡Yo voy a ir con ustedes! Pero, estoy
esperando, que mi papá me dijo... ¡Yo voy a ir, yo voy a ir! Dile que me
esperen. Ve, ve...
JOVEN II
SALIENDO.
RAFAELITO SE CONTRARIA.
EL GRUPO LO RODEA.
JOVEN I
Date un trago.
RAFAELITO
¿Por que?
JOVEN I
¡¿Cómo que por que?!
JOVEN II
¡Date un trago, compadre!
JOVEN III
¡Dale arenque, dale arenque, para que lo pase por el gaznate!
JOVEN I
¡Cabroncito, tu nos tienes que decir!
RAFAELITO
ASUSTADO.
¡¿Qué cosa?!
JOVEN II
350
JOVEN I
IMPONIÉNDOSELE.
¡Cuéntanos!
JOVEN IV
ACERCÁNDOSE Y VOLVIENDO AL JOVEN I HACIA EL PORTON.
JOVEN I
¡Llego la fleterita!...
JOVEN II
COMO DICIENDO: “AHORA ES OTRA COSA”.
¡¿Fleterita?!...
RAFAELITO
¡Quiten!...
RAFAELITO CONSTERNADO.
JOVEN I
¿Quieres que le partamos la cara al tipo ese?
JOVEN III
¡Oye, ¿tu estas loco, tu? ¡Esta troncu y es gente esta armada!
JOVEN I
INSISTIÉNDOLE A RAFAELITO.
¿Quieres?
JOVEN I
¡Entonces, te vienes a emborrachar con nosotros! ¡Dale!
SE LLEVAN A RAFAELITO.
352
que me atravesaste
el corazón;
todo se rompe,
todo estalla,
y algo acaba
de morir.
para sentir
otra manera
de sentir,
otra manera
de ser feliz,
otra manera
353
de sufrir,
otra manera
de vivir
lo que hasta
ayer era reír.
ya yo no mando
al corazón.
¡qué confusión,
qué dicha,
qué dolor!
creo al mirar
que todo acaba
de cambiar,
veo las cosas
para amar.
Adiós, infancia,
ojalá que
te recuerde
en mi vejez
con amor.
FIN
355
29.2.
Telenovela
CAPITULO I
356
PRESENTACION:
PABLITO (canta):
Vengo naciendo así a un
Universo que me transforma.
Hasta la muerte,
Ya para siempre
Agradeceré vivir.
Para recomenzar.
AMBIENTE DE PATIO.
LITO: Ey...
LITO: Ya veo.
MARIELA: ¿Y a usted?
SE VUELVE.
LITO: Me acuerdo.
DESAPARECEN.
LOLA: Bajito.
IRENE: Te esmeraste...
Y ENTRA Y SE SIENTA.
VIRGILIO: Ahhh...
MARIELA A LA OFENSIVA.
VIRGILIO ALARMADO.
LITO: ¿Mariela?
PABLITO (canta):
Fuego en la piel,
Manantial de agua y miel,
Cual fue el viento que te hizo nacer,
Y te puso en la tierra haciéndote bella y mujer.
Libre caminas,
No hay razón que te impida
Que impongas tu modo de hacer,
Librando batallas, creciendo al rumor de otra
ley.
BIBLIOGRAFIA
SINTESIS CURRICULAR