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ACCIONES CONSTITUCIONALES

PARA LA VIABILIDAD DE LAS


CORTE DE CONSTITUCIONALIDAD
DOCTRINA LEGAL DE LA
Doctrina legal de la Corte de ConsƟtucionalidad para la viabilidad de las acciones consƟtucionales
DOCTRINA LEGAL DE LA
CORTE DE CONSTITUCIONALIDAD
PARA LA VIABILIDAD DE LAS
ACCIONES CONSTITUCIONALES

Coordinadores:

Silvia Guadalupe Dubón Espinoza Francisco Javier Urizar Pérez


Directora ejecutiva del Instituto Abogado investigador del Instituto
de Justicia Constitucional de Justicia Constitucional
DOCTRINA LEGAL DE LA
CORTE DE CONSTITUCIONALIDAD
PARA LA VIABILIDAD DE LAS
ACCIONES CONSTITUCIONALES

Coordinación:

Silvia Guadalupe Dubón Espinoza Francisco Javier Urizar Pérez


Directora ejecutiva del Instituto Abogado investigador del Instituto
de Justicia Constitucional de Justicia Constitucional

Revisión:

Alex Stuardo Salazar Muñoz Erick Joaquín Palma Palma


Arnoldo Rafael Herrera Morán Sara María Fernanda Larios Hernández
Edgar Orlando Ruano Godoy Ricardo Antonio González Soto
Hugo Igmain Galicia Salguero Mario Estuardo Gordillo Cervantes
José Fernando Girón Higueros Diana Ascención Chavarría Polanco
Juan Francisco Donis Ramírez Ana Isabel Calderón Cristal

Guatemala, 2020
Doctrina legal de la Corte de Constitucionalidad para
la viabilidad de las acciones constitucionales

ISBN: Pendiente

Diseño e impresión:

3a. avenida 14-62, zona 1


PBX: (502) 2245-8888
www.serviprensa.com

Portada y Diagramación: Maite Sánchez


Revisión de textos: Jaime Bran

Este documento fue impreso en octubre de 2020.


La publicación consta de 2000 ejemplares en papel bond 80 gramos.
INTEGRACIÓN DE LA CC

Integración de la Corte de Constitucionalidad


14 de abril de 2020 al 13 de abril de 2021

Presidente:
Gloria Patricia Porras Escobar

Magistrados titulares:
Neftaly Aldana Herrera
José Francisco de Mata Vela
Dina Josefina Ochoa Escribá
Bonerge Amilcar Mejía Orellana (QEPD)

Magistrados suplentes:
María de los Ángeles Araujo Boror
José Mynor Par Usen
Henry Philip Comte Velásquez
María Cristina Fernández García
INTEGRACIÓN DE LA JUNTA DIRECTIVA DEL IJC

Integración de la Junta Directiva del Instituto de Justicia Constitucional


2020 – 2021

Presidente:
Gloria Patricia Porras Escobar

Vicepresidente:
Bonerge Amilcar Mejía Orellana (QEPD)

Secretario:
Mauro Roderico Chacón Corado

Vocales:
Juan Francisco Patzán Sánchez
Jorge Luis Córdova Noguera

Directora ejecutiva del Instituto de Justicia Constitucional:


Silvia Guadalupe Dubón Espinoza

Ingrid Rosalba Colíndres Arana


Sara María Fernanda Larios Hernández
Francisco Javier Urizar Pérez
INSTITUTO DE JUSTICIA CONSTITUCIONAL

El Instituto de Justicia Constitucional, adscrito a la Corte de Constitucionalidad, (el Instituto


o IJC) fue constituido a través del acuerdo 7-2010 de la Corte de Constitucionalidad
con el objetivo de fortalecer la justicia constitucional, promoviendo el estudio del
Derecho Constitucional, la jurisprudencia constitucional producida por la Corte de
Constitucionalidad en Guatemala, la doctrina constitucional iberoamericana y el Derecho
Comparado.

El Instituto cuenta con una Junta Directiva, integrada por la presidente de la Corte
de Constitucionalidad, quien la preside, la vicepresidencia es encomendada a un(a)
magistrado(a) titular electo(a) en el pleno de magistrados de la Corte; el secretario es
electo en Asamblea General de Asociados y debe ser una persona que funja o hubiere
fungido como magistrado titular o suplente de la Corte de Constitucionalidad; finalmente,
dos vocales que son electos en Asamblea General entre quienes funjan o hubieren fungido
como letrados del referido Tribunal.

Además, el Instituto cuenta con una Dirección Ejecutiva, que es encomendada a un(a)
abogado(a) que se desempeñe como letrado en la Corte de Constitucionalidad. Su función
principal es coadyuvar al funcionamiento del Instituto, gestionar la actividad administrativa
y la ejecución de proyectos y servir de enlace operativo entre el Instituto y la Corte. Para
cumplir con su cometido, cuenta con los(as) colaboradores(as) permanentes o eventuales
que autorice la Presidencia del IJC.

Actualmente, el Instituto de Justicia Constitucional trabaja para fortalecer la Justicia


Constitucional y el Derecho Constitucional por medio de su estudio y difusión; para ello,
realiza actividades de formación interna y externa, establece acuerdos de cooperación
con instituciones públicas nacionales, entidades de derecho privado nacionales e
internacionales y organismos internacionales y realiza publicaciones periódicas vinculadas
con el Derecho Constitucional, Procesal Constitucional, Derechos Humanos y materias
afines.

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Índice

Presentación.............................................................................................. 15

Doctrina legal de la Corte de Constitucionalidad para


la viabilidad de las acciones constitucionales
Todas las materias..................................................................................... 17
Materia penal ........................................................................................... 27
Materias civil, familia y niñez.................................................................... 45
Materia laboral.......................................................................................... 61
Materias administrativa y tributaria.......................................................... 93

Anexos..................................................................................................... 103

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PRESENTACIÓN

La Constitución Política de la República de Guatemala reconoce la existencia de garantías


constitucionales como el amparo, la exhibición personal y la inconstitucionalidad,
pudiendo ser esta de carácter general o en el caso concreto. En cuanto a la primera de
las garantías, el amparo, constitucionalmente se establece que ha sido instituido con el
fin de proteger a las personas contra las amenazas de violaciones a sus derechos o para
restaurar el imperio de estos cuando la violación hubiere ocurrido. Es un rasgo del amparo
guatemalteco que “no hay ámbito que no sea susceptible de amparo” lo cual, abre la
puerta para que su planteamiento se haga por variados motivos y en distintos momentos.

En atención a ello la Comisión de Ley de Amparo, Habeas Corpus y de Constitucionalidad


de la Asamblea Nacional Constituyente, al remitir el proyecto de ley al pleno, manifestó
que, entre los “cambios de fondo” que se contemplaron estaban:

a. El ámbito de la procedencia del Amparo no está limitado a un cierto número de


casos sino que es extensivo, abierto a todo caso que involucre una transgresión
constitucional en detrimento de los gobernados […]; c. Los casos de improcedencia
se eliminan de la ley y se deja su calificación a las facultades flexibles del Tribunal
y a la creación de criterios con base jurisprudencial.

La cristalización de la intención del órgano constituyente se ve reflejada en el artículo 43


de la Ley de Amparo, Exhibición Personal y de Constitucionalidad, que establece:

La interpretación de las normas de la Constitución y de otras leyes contenidas en


las sentencias de la Corte de Constitucionalidad, sienta doctrina legal que debe
respetarse por los tribunales constitucionales al haber tres fallos contestes de la
misma Corte. Sin embargo, la Corte de Constitucionalidad podrá separarse de su
propia jurisprudencia, razonando la innovación, la cual no es obligatoria para
otros tribunales, salvo que lleguen a emitirse tres fallos sucesivos contestes en el
mismo sentido.

A su vez, el artículo 26 del Acuerdo 1-2013 de la Corte de Constitucionalidad faculta a los


tribunales que conocen de acciones constitucionales para suspender en forma definitiva
su trámite cuando se incumpla con los presupuestos procesales de temporalidad,
definitividad y legitimación activa o pasiva, así como “aquellos otros que determine la
Corte de Constitucionalidad por medio de doctrina legal”.

La Corte de Constitucionalidad es un tribunal permanente, de jurisdicción privativa con


la función esencial de defender el orden constitucional. Para cumplir con esta función,
entre otras atribuciones, la Corte tiene a su cargo el conocimiento en única instancia de
las impugnaciones interpuestas en contra de leyes o disposiciones de carácter general
y de los amparos en contra del Congreso de la República, la Corte Suprema de Justicia,
el Presidente y el Vicepresidente de la República; además, conoce en apelación de
todos los amparos interpuestos ante cualquiera de los tribunales de justicia y de todas
las impugnaciones en contra de las leyes objetadas de inconstitucionalidad en los casos
concretos, a través de lo cual crea la jurisprudencia que puede llegar a asentarse como
doctrina legal.

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Con el ánimo de agilizar el análisis de los expedientes, verificar la concurrencia de los
presupuestos procesales de viabilidad de las acciones constitucionales y para garantizar
que la Corte de Constitucionalidad brinde una respuesta pronta y efectiva, haciendo uso
de la facultad reglamentaria que posee en virtud del artículo 165 de la Ley de Amparo,
Exhibición Personal y de Constitucionalidad, mediante el acuerdo número 111-2015 de
la Presidenta de la Corte de Constitucionalidad, de fecha 1 de junio de 2015, se creó la
Unidad de Análisis de Viabilidad de las Acciones Constitucionales, con la función principal
de analizar las acciones de amparo en única instancia, apelaciones de sentencias de
amparo, inconstitucionalidad de carácter general y apelaciones de inconstitucionalidad
en casos concretos, para determinar la concurrencia de los presupuestos procesales
de procedencia y proponer al Pleno de Magistrados el auto razonado de suspensión
en caso de ser necesario. Con posterioridad, mediante acuerdo 04-2017 de la Corte de
Constitucionalidad, del 30 de mayo de 2017, se cambió el nombre por el de Unidad de
Análisis de Viabilidad en la Corte de Constitucionalidad, se estableció la forma en la que
quedaría integrada y se detallaron sus funciones.

La obra que hoy se presenta contiene un compendio de criterios que han sido aprobados
por el pleno de magistrados de la Corte de Constitucionalidad y que son aplicados por
la Unidad de Análisis de Viabilidad para calificar tanto los presupuestos procesales que
deben cumplirse para que las acciones constitucionales sean viables, como aquellos otros
que ha determinado la Corte por medio de doctrina legal.

Si bien existen otros muchos criterios de viabilidad que son aplicados al conocer las
acciones constitucionales, el compendio de ellos que contiene esta publicación representa
un primer esfuerzo de sistematización llevado a cabo a lo largo de más de un año por
los magistrados, letrados, empleados y funcionarios de la Corte de Constitucionalidad, a
través de un proceso de constante revisión y discusión, que fue posible gracias al apoyo de
la Sección de Asuntos Antinarcóticos y Aplicación de la Ley de la Embajada de los Estados
Unidos de América en Guatemala (INL).

Los lectores podrán encontrar en esta publicación los criterios de viabilidad de las acciones
constitucionales separados por materias, acompañados de la cita textual del fragmento
de una resolución en la que se haya aplicado cada uno de los criterios y la referencia a
otros fallos en los que el tribunal se haya manifestado en un sentido similar.

Es importante agradecer el esfuerzo realizado por los letrados, el personal de la unidad


de Gaceta y Jurisprudencia y el Instituto de Justicia Constitucional para la revisión y
producción de esta obra y a la Sección de Asuntos Antinarcóticos y Aplicación de la Ley de
la Embajada de los Estados Unidos de América en Guatemala (INL) que ha acompañado el
proceso desde el inicio y ha facilitado su publicación.

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DOCTRINA LEGAL DE LA
CORTE DE CONSTITUCIONALIDAD
PARA LA VIABILIDAD DE LAS
ACCIONES CONSTITUCIONALES

TODAS LAS MATERIAS


Doctrina legal de la Corte de Constitucionalidad para
la viabilidad de las acciones constitucionales

Todas las materias


Todas las materias

Resulta inviable el amparo promovido contra lo resuelto a raíz del planteamiento de


medios de impugnación no idóneos, pues ello contraviene los principios de celeridad,
seguridad y certeza jurídica.

“No se provoca agravio susceptible de ser reparado mediante amparo cuando la autoridad
cuestionada al resolver el recurso de apelación planteado actuó en el ámbito de las facultades
que la ley le otorga, por lo que no es posible someter reiteradas veces el análisis definitivo de una
cuestión sobre la cual un órgano jurisdiccional ya realizó pronunciamiento, pues ello contraviene los
principios de certeza y celeridad jurídica que rigen la tramitación de los procesos judiciales.”
Expediente 5383-2013, sentencia de 06/02/2014.

En igual sentido:
Expediente 4497-2015, sentencia de 29/01/2016.
Expediente 4081-2014, sentencia de 23/06/2015.

Ocasiona agravio la decisión de la Sala cuestionada de no entrar a conocer el recurso


de apelación interpuesto contra el auto que declaró sin lugar una excepción previa
derivado de que esta resolución es apelable tanto si se acogen o deniegan las
excepciones, sean estas procesales o materiales.

“…la resolución en la que un órgano jurisdiccional declara con o sin lugar las excepciones previas
es apelable tanto si se trata de excepciones procesales como materiales, exceptuándose los casos
en que este recurso, por el tipo de procesos, esté limitado. Esta conclusión sobre la procedencia
de la apelabilidad de los autos que resuelven excepciones previas de carácter procesal encuentra
fundamento en la tesis jurisprudencial ya citada, y en el artículo 121, párrafo tercero, del Código
Procesal Civil y Mercantil, el cual literalmente regula: ‘Si el auto fuere apelado, el Tribunal Superior
se pronunciará sobre todas las excepciones previas que se hubieren resuelto. Si debiera pronunciarse
sobre la incompetencia y la declarase fundada, se abstendrá de pronunciarse sobre las restantes y
dispondrá la continuación del juicio por el juez que declare competente’. Esta norma, de carácter
especial en cuanto a las excepciones y la impugnabilidad del auto que las resuelve, concibe como
apelable la resolución que las decide, sin distinguir sobre su contenido de fondo. De esta también
se entiende, contrario sensu, que si el tribunal de alzada no acoge la excepción de incompetencia,
podrá pronunciarse, en apelación, sobre el resto de excepciones apeladas.”
Expediente 2791-2017, sentencia de 14/12/2017.

En igual sentido:
Expediente 4527-2018, sentencia de 31/01/2019.
Expediente 2246-2017, sentencia de 19/02/2018.

El amparo no es la vía por la que los postulantes puedan denunciar la indebida ejecución
de un fallo emitido dentro de otro proceso de igual naturaleza, pues este último tiene
sus propias vías de ejecución.

“Esta Corte ha sostenido que no puede acudirse al amparo cuando lo que se pretende es impugnar
resoluciones que han sido dictadas dentro de otro proceso de igual naturaleza o bien, cuando lo que
se estima agraviante son resoluciones emitidas como consecuencia de lo decidido en dicho proceso

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Doctrina legal de la Corte de Constitucionalidad
para la viabilidad de las acciones constitucionales

constitucional. En ese orden de ideas, se ha afirmado que el amparo no puede constituirse en una
vía por la que los postulantes denuncien los excesos en que puede incurrir la autoridad cuestionada
al ejecutar el fallo emitido dentro de otro proceso de igual naturaleza. Ello debido a que la Ley de
Amparo, Exhibición Personal y de Constitucionalidad y los Autos Acordados emanados de esta Corte
establecen, en forma puntual, los medios de impugnación que los sujetos procesales pueden utilizar
para reclamar contra resoluciones de trámite y de fondo dictadas en el desarrollo del mismo, o las
formas adecuadas de velar por la debida ejecución de lo resuelto en tal proceso.”
Expediente 3811-2012, sentencia de 06/06/2013.

En igual sentido:
Expediente 3910-2016, sentencia de 02/11/2016.
Expedientes acumulados 3584-2016 y 3655-2016, sentencia de 24/01/2017.

El uso de un remedio procesal contra otro de similar naturaleza resulta inidóneo, ello
porque contraviene el principio de certeza jurídica. De tal manera que no es posible someter
reiteradas veces el análisis definitivo de una cuestión sobre la cual el órgano jurisdiccional
ha realizado el pronunciamiento respectivo, siendo improcedente interponer un medio
de impugnación (revocatoria) contra otro medio de impugnación (nulidad), pues acceder
a tal pretensión generaría una cadena interminable de impugnaciones, lo que adversa el
citado principio, contraviniendo además el principio de celeridad procesal.

“Esta Corte ha sostenido, en más de tres fallos contestes y consecutivos, que no es procedente interponer
un medio de impugnación (nulidad) contra lo resuelto en otro medio de impugnación (revocatoria), pues
acceder a tal pretensión generaría un círculo interminable de impugnaciones. De ahí que, el rechazo que
la autoridad efectúe sobre un medio de impugnación que conforme a la ley es inidóneo por pretender
impugnar otro recurso de igual naturaleza, no puede ser constitutivo de agravio respecto al postulante.
Al tenor del artículo 43 de la Ley de Amparo, Exhibición Personal y de Constitucionalidad, el criterio antes
relacionado constituye doctrina legal que debe respetarse por los tribunales de la jurisdicción ordinaria.”
Expediente 1590-2017, sentencia de 14/11/2017.

En igual sentido:
Expediente 33215-2017, sentencia de 29/01/2018.
Expediente 592-2017, sentencia de 06/11/2017.
Expediente 6128-2017, sentencia de 10/07/2017.
Expediente 4993-2015, sentencia de 04/03/2016.
Expediente 4497-2015, sentencia de 29/01/2016.
Expediente 4081-2014, sentencia de 23/06/2015.

Con base en el principio jura novit curia, el tribunal de amparo puede examinar
fundamentos de derecho que no hayan sido invocados por las partes, pero no ocurre
lo mismo con el señalamiento de la autoridad impugnada y del actoreclamado, cuya
precisión es una carga procesal del solicitante de amparo, por lo que, está vedado a
esta Corte modificarlos o sustituirlos por otros.

“El proceso de amparo procura la sencillez de su planteamiento y de su tramitación en atención a


su naturaleza tutelar de derechos fundamentales, por lo que en el mismo opera el principio pro
actione que viabiliza el acceso a la justicia constitucional. Por ello, los requisitos meramente formales
pueden ser subsanados pero no así los de carácter sustancial, porque, en tal caso, el tribunal
perdería su imparcialidad al subrogar la voluntad de la parte interesada, la cual, por tener patrocinio
profesional, está obligada a señalarlos con precisión dada la certeza que en la función jurisdiccional
debe prevalecer. Entre tales requisitos de fondo se encuentra la indicación precisa del acto que se
considera agraviante, requisito de carácter definitivo e insalvable por otro medio ordinario.”
Expediente 5718-2013, sentencia de 20/3/2015.

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Doctrina legal de la Corte de Constitucionalidad
para la viabilidad de las acciones constitucionales

En igual sentido:
Expediente 5203-2015, sentencia de 29/03/2016.

Todas las materias


Expediente 2963-2013, sentencia de 10/10/2014.

Para que se suspenda la tramitación del proceso que subyace a la acción de amparo,
es necesario que se haya decretado el amparo provisional, cuyo natural efecto
será, fundamentalmente, dejar en suspenso temporal la resolución o acto señalado
como agraviante; a contrario sensu, la denegatoria de dicha protección provisional,
indistintamente que se encuentre pendiente de un recurso de apelación, no produce
esos efectos, pues de acogerse ese medio de impugnación la suspensión se daría a
partir de la resolución que así lo declare.

“…se estima oportuno citar al autor Martín Ramón Guzmán Hernández que, en su obra El Amparo
Fallido (segunda edición, página cuarenta y ocho –48–), al hacer referencia a la suspensión del
proceso originario que antecede a aquél constitucional, considera: “La sola interposición del
amparo y su admisión (…) no provocan necesariamente aquella suspensión, pues para ello se hace
necesario que el Tribunal Constitucional otorgue en forma expresa, a instancia de parte o de oficio,
el amparo provisional…” (el resaltado no aparece en el texto original). Con ello intenta facilitar
la comprensión de que, para que se suspenda la tramitación del proceso que subyace a la acción
de amparo, es necesario que se haya decretado el amparo provisional, cuyo natural efecto será,
fundamentalmente, dejar en suspenso temporal la resolución o acto señalado como agraviante; a
contrario sensu, la denegatoria de dicha protección provisional, indistintamente que se encuentre
pendiente de un recurso de apelación, no produce esos efectos, pues de acogerse ese medio de
impugnación la suspensión se daría a partir de la resolución que así lo declare.”
Expediente 4801-2012, sentencia de 04/02/2014.

En igual sentido:
Expedientes acumulados 2205-2015 y 2230-2015, sentencia de 09/09/2015.
Expediente 870-2010, sentencia de 30/11/2010.

Si uno de los sujetos intervinientes en los procesos judiciales formula una petición de
enmienda de procedimiento, los jueces no están obligados a acceder a esa solicitud,
ya que es una facultad de los juzgadores, conforme lo regulado en el artículo 67 de
la Ley del Organismo Judicial, por lo que su denegatoria no configura transgresión de
ningún derecho constitucional garantizado por la Constitución Política de la República
de Guatemala y demás leyes.

“…la jurisprudencia de esta Corte ha sido conteste en asentar que la enmienda del procedimiento es
una facultad que la ley le otorga al Juez para que éste, en el ejercicio de su cargo, cuando considere
que dentro de las constancias procesales se ha cometido error sustancial que afecte derechos de
las partes o contravenga las disposiciones preestablecidas por la ley, pueda, de oficio, enmendar el
procedimiento con el objeto de dejar sin efecto las actuaciones que causen afectación. Para ejercer
esta facultad el juez tiene la libertad discrecional de decidir en qué casos es procedente, siempre
dentro de las limitaciones que expresamente establece el mismo artículo; por ende, éste no puede
ser compelido por las partes a decretar la subsanación de errores por aquel medio, sobre todo si
se considera que para denunciar los errores procedimentales que podrían tornar meritoria una
reparación de este tipo, en la ley están previstos mecanismos de defensa idóneos, para que las
partes insten oportunamente.”
Expediente 3543-2015, sentencia de 28/09/2015.

En igual sentido:
Expediente 3446-2015, sentencia de 10/12/2015.
Expediente 3754-2014, sentencia de 24/07/2015.

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Doctrina legal de la Corte de Constitucionalidad
para la viabilidad de las acciones constitucionales

Las resoluciones judiciales o administrativas por sí mismas no configuran una amenaza


de lesión de derechos constitucionales; ello porque, de llegarse a emitir un fallo, la ley
prevé los mecanismos de defensa idóneos para revertir la decisión asumida.

“Esta Corte estima que, en el presente caso, no existe certeza de que la promoción del juicio ejecutivo
en referencia tenga como resultado la emisión de una sentencia desfavorable a las pretensiones
del amparista, por lo que la amenaza denunciada solo representa una eventualidad que podría
concretarse o no, y tampoco puede establecerse si ese proceder conllevaría transgresión a derechos
constitucionales, pues la autoridad cuestionada, en el momento procesal oportuno, deberá emitir el
fallo decisorio de conformidad con la ley y las constancias procesales. Considera esta Corte que las
resoluciones judiciales por sí no representan amenaza; ello porque de llegarse a emitir un fallo que
transgreda principios y derechos constitucionales, la ley prevé los mecanismos de defensa idóneos
para revertir la decisión asumida.”
Expediente 3687-2015, sentencia de 20/01/2016.

En igual sentido:
Expediente 5857-2014, sentencia de 28/09/2015.
Expediente 5641-2013, sentencia de 12/03/2014.

Es prematuro promover amparo contra la actuación de los órganos jurisdiccionales,


relativa a practicar, por una sola vez, antes de dictar sentencia y para mejor proveer,
cualquier diligencia de prueba, porque será en el acto que pone fin de manera normal
al proceso –sentencia–, que se pueda establecer si los Tribunales actuaron de manera
arbitraria al emitir una resolución como la reseñada –auto para mejor proveer–, de
ahí que será la sentencia la que tendrá la condición de definitiva y, por ende, la
que sea susceptible de ser señalada como acto reclamado para su enjuiciamiento en
la jurisdicción constitucional, en caso sea emitido por una Sala o Tribunal de alzada.

“…es prematuro promover amparo contra la actuación de los órganos jurisdiccionales, relativa
a practicar, por una sola vez, antes de dictar sentencia y para mejor proveer cualquier diligencia
de prueba, porque será en la decisión que resuelva el asunto, en donde se pueda establecer si la
autoridad actuó de manera arbitraria, porque es esta resolución la que reviste la condición de
definitividad y por consiguiente, la que es susceptible de ser señalada como acto reclamado para
su enjuiciamiento en la jurisdicción constitucional. La postura que por vía de este fallo se asume
encuentra también respaldo en que, dada la naturaleza de la garantía constitucional de mérito, no
es factible que el Tribunal Constitucional de Amparo intervenga con relación a un acto judicial –auto
para mejor proveer–, cuyo efecto agraviante no puede determinarse per se, sino hasta que se emita
la decisión correspondiente, cuando la parte que resienta afectación de derechos, tenga expedita la
posibilidad de instar el amparo procurando la tutela de tales derechos.”
Expediente 5023-2016, sentencia de 07/06/2017.

En igual sentido:
Expediente 4622-2016, sentencia de 17/10/2017.
Expediente 1414-2016, sentencia de 16/08/2017.
Expediente 2140-2016, sentencia de 20/02/2017.

No procede el otorgamiento de la protección constitucional cuando no concurre la


relación directa y necesaria conexidad entre los agravios denunciados por el amparista
con el acto señalado como agraviante. -Falta de Conexidad

“Es requisito sine qua non, para el conocimiento del fondo de amparo, que el agravio sea consecuencia
directa del acto contra el que se reclama en esta vía. De ahí que, si se señala expresamente un
acto reclamado pero los señalamientos de agravio se limitan o van dirigidos a un acto distinto,

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Doctrina legal de la Corte de Constitucionalidad
para la viabilidad de las acciones constitucionales

concurre falta de conexidad entre el acto reclamado y los agravios denunciados, que hace inviable
el conocimiento de la solicitud”.

Todas las materias


Expediente 1768-2013, sentencia de 30/4/2014.

En igual sentido:
Expediente 4745-2015, sentencia de 27/01/2016. Expediente 5548-2014, sentencia de 27/02/2015.
Expediente 2800-2013, sentencia de 18/09/2014. Expediente 2669-2013, sentencia de 21/03/2014.

La viabilidad del amparo se determina por el cumplimiento de presupuestos procesales


establecidos en la ley y en la doctrina legal, los que hacen posible el examen de fondo
y, en su caso, la reparación del agravio causado; entre tales presupuestos está el de
legitimación del sujeto pasivo, quien adquiere esta cualidad tanto por su capacidad
para ser parte en el proceso, así como por la coincidencia que se da entre la autoridad
que presuntamente causó la violación a los derechos invocados y aquella contra quien
se dirige la pretensión.

“La viabilidad del amparo se determina por el cumplimiento de requisitos esenciales que hacen
posible la reparación del agravio causado; entre ellos, la legitimación del sujeto pasivo, quien
adquiere esta calidad por la coincidencia que se da entre la autoridad que presuntamente causó
la violación a los derechos enunciados y aquella contra quien se dirige la acción. Este Tribunal ha
considerado en oportunidades anteriores, que el requisito de la legitimación pasiva se encuentra
determinado por la capacidad procesal o legitimatio ad procesum, consistente en la condición
que tenga, ya sea la persona individual, el conjunto de personas individuales, la persona jurídica
o la autoridad competente de ejercer el jus imperium, asimilable al que despliega una persona de
Derecho Público; es decir, no se limita a la posibilidad de poder ser demandada o comparecer en
calidad de parte al proceso constitucional. Combinando ambas cualidades, puede sintetizarse que la
capacidad para ser parte en el proceso de amparo, en calidad de autoridad impugnada (legitimación
pasiva) la tienen todas las personas u órganos que ejercen actos de poder, que provocan agravio en
la esfera de los derechos de la persona que solicita el amparo.”
Expediente 2198-2013, sentencia de 20/9/2013.

En igual sentido:
Expediente 3488-2018, sentencia de 20/02/2019.
Expediente 4382-2014, sentencia de 18/03/2015.

La reconsideración de apremio dictada por un Juez menor o de primera instancia es


apelable salvo en aquellos procesos en los que se encuentre limitado ese recurso.

“Al analizar las normas precitadas, esta Corte advierte una clara contradicción entre ambas, pues
por una parte, el artículo 325 del Código Procesal Civil y Mercantil limita el acceso al recurso de
apelación en el proceso de ejecución en la vía de apremio, y por otra, el artículo 182 de la Ley del
Organismo Judicial habilita la utilización de dicho recurso contra lo resuelto en la reconsideración,
obviamente en cualquier clase de proceso. En tal virtud, y siendo que debe prevalecer la norma
especial sobre la general –en este caso, constituye norma especial la que regula situaciones
concretas en un proceso específico–, al plantearse reconsideración dentro de una ejecución en la vía
de apremio (proceso específico), su impugnación queda limitada a lo dispuesto en el artículo 325
del código precitado, por ser ésta la norma que regula en forma específica qué resoluciones son
apelables en la referida vía.”
Expediente 2304-2006, sentencia de 08/03/2007.

En igual sentido:
Expediente 1184-2008, sentencia de 13/06/2008.
Expediente 1210-2008, sentencia de 16/05/2008.

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Doctrina legal de la Corte de Constitucionalidad
para la viabilidad de las acciones constitucionales

La reconsideración de apremio dictada por un Tribunal Colegiado es susceptible de


ser impugnada por vía de la reposición. (art. 182 de la LOJ).

“Conforme lo regulado en la norma citada, cabe resaltar que el pronunciamiento por medio del
cual fue rechazada la reconsideración de apremio aludida no podía ser impugnado por medio de
revocatoria, debido a que la resolución que los órganos jurisdiccionales dictan sobre ese particular
son susceptibles de ser refutadas por medio de apelación –si fuere dictada por un juez menor o de
primera instancia– o por reposición –si la decisión la emite un Tribunal colegiado–.”
Expediente 5396-2015, sentencia de 26/09/2016 (pág. 13).

En igual sentido:
Expediente 5589-2014, sentencia de 29/05/2015.
Expediente 2086-2016, sentencia de 23/08/2016.

Es inviable el planteamiento de nulidad para cuestionar la decisión de fondo emitida


con relación a una excepción.

“Esta Corte, en más de tres fallos contestes y continuos, ha asentado el criterio de que, siendo las
excepciones las defensas que puede emplear la parte demandada para rebatir los argumentos
expresados por la demandante, la decisión que el juez de autos asuma al conocerlas no puede ser
objeto de nulidad, menos aún, cuando lo que se pretende con esta es sustituir el recurso de apelación
que, conforme la ley específica, está taxativamente restringida en ciertos procesos, tales como el
juicio oral, el juicio ejecutivo, la ejecución en vía de apremio y el juicio sumario. De esa cuenta, la
nulidad no resulta ser un mecanismo de defensa idóneo para cuestionar lo decidido en el auto que
resuelve excepciones.”
Expediente 3611-2015, sentencia de 5/11/2015.

En igual sentido:
Expediente 3320-2016, sentencia de 27/11/2017.
Expediente 2051-2014, sentencia de 24/06/2015.
Expediente 224-2013, sentencia de 22/08/2013.

La acción constitucional es prematura cuando se plantea estando en trámite un


recurso instado contra la resolución dictada por la autoridad reprochada, pues el
amparista debe esperar para instar el amparo, que el asunto tenga el carácter de
definitivo.

“… esta Corte encuentra que, contra la resolución anterior, el amparista interpuso recurso de
responsabilidad, idóneo conforme a lo dispuesto en la ley de la materia que rige el acto, el que a la
fecha de la presentación de esta acción, no le había sido notificada resolución alguna, situación que
evidencia que se acudió al amparo de forma prematura. Como consecuencia, no es posible acceder
a la tutela constitucional pretendida, porque, en este caso, el solicitante del amparo debía esperar
formalmente, el conocimiento de la resolución que decidiría aquel recurso; de ahí que, siendo el
amparo prematuro, la acción planteada debe denegarse.”
Expediente 2918-2012, sentencia de 27/09/2013.

En igual sentido:
Expediente 2536-2006, sentencia de 06/11/2006.
Expediente 535-93, sentencia de 04/03/1994.

24
Doctrina legal de la Corte de Constitucionalidad
para la viabilidad de las acciones constitucionales

Incumple el presupuesto procesal de definitividad la acción promovida contra la


resolución por la que la Corte Suprema de Justicia dispone amonestar a un notario,

Todas las materias


pues conforme al artículo 88 del Código de Notariado, contra esa decisión procede el
recurso de responsabilidad.

“Previo a acudir a la vía constitucional a solicitar la protección que el amparo conlleva, el solicitante
debió haber agotado todos los recursos administrativos y ordinarios que la ley de la materia establece
para enervar la decisión reclamada en amparo, para que el acto reclamado revista la condición de
definitividad; y siendo que en el presente caso, por vía del artículo 88 del Código de Notariado,
se viabiliza la posibilidad de interponer el recurso de responsabilidad, al no haberse agotado, el
acto reclamado no cumple con aquella condición, lo que provoca que el amparo solicitado sea
notoriamente improcedente.”
Expediente 4655-2015, sentencia de 22/2/2016.

En igual sentido:
Expediente 2365-2016, sentencia de 02/02/2017.
Expediente 4920-2015, sentencia de 14/03/2016.

La autoridad impugnada en un proceso de amparo es aquel órgano estatal, de facto


o de jure, investido con facultades o poderes de decisión o ejecución, cuyo ejercicio
crea, modifica o extingue situaciones generales o concretas, de hecho o jurídicas,
con trascendencia particular y determinada, de una manera imperativa, cuyos actos
o resoluciones, necesariamente, deben reunir las tres características siguientes: a)
unilateralidad: que supone que su existencia y eficacia no requiere del concurso del
particular frente al cual se ejercita, por lo que es suficiente la voluntad de quien emite
o realiza el acto, sin necesidad del consentimiento de aquel hacia quien se dirija; b)
imperatividad: que supedita la voluntad de dicho particular, quedando este sometido
a su decisión; es decir, el actuante se encuentra en situación de hegemonía frente
a la autoridad, cuya voluntad y conducta subordina y domina; y c) coercitividad:
considerada como la fuerza o poder de constreñimiento que se ejerce sobre el
gobernado o particular a quien se dirija el acto para hacerse respetar, es decir, que es
esencialmente ejecutable.

“La autoridad impugnada en un proceso de amparo, es aquel órgano estatal, de facto o de jure,
investido con facultades o poderes de decisión o ejecución, cuyo ejercicio crea, modifica o extingue
situaciones generales o concretas, de hecho o jurídicas, con trascendencia particular y determinada,
de una manera imperativa, cuyos actos o resoluciones conllevan, necesariamente, las siguientes
características: a) unilateralidad: que supone que su existencia y eficacia no requiere del concurso
del particular frente al cual se ejercita, por lo que es suficiente la voluntad de quien emite o realiza
el acto, sin necesidad del consentimiento de aquél hacia quien se dirija; b) imperatividad: que
supedita la voluntad de dicho particular, quedando éste sometido a su decisión; es decir, el actuante
se encuentra en situación de hegemonía frente a la autoridad, cuya voluntad y conducta subordina
y domina; y c) coercitividad: considerada como la fuerza o poder de constreñimiento que se ejerce
sobre el gobernado o particular a quien se dirija el acto para hacerse respetar, es decir, que es
esencialmente ejecutable.”
Expediente 3317-2019, sentencia de 30/7/2010.

En igual sentido:
Expediente 6228-2016, sentencia de 09/05/2018.
Expediente 1329-2017, sentencia de 30/08/2017.
Expediente 358-2017, sentencia de 21/06/2017.
Expediente 5642-2015, sentencia de 18/07/2016.

25
Doctrina legal de la Corte de Constitucionalidad
para la viabilidad de las acciones constitucionales

Es innecesario emitir pronunciamiento de fondo respecto de las solicitudes de amparo


cuando este no tiene materia sobre la cual resolver, circunstancia que acontece
cuando el acto reclamado ha dejado de surtir sus efectos y la sentencia que pudiera
dictarse, ya no tiene incidencia en la esfera jurídica del accionante.

“El amparo se ha instituido para proteger a las personas contra la amenaza de violaciones a sus
derechos o restaura el imperio de los mismos cuando la violación hubiere ocurrido. Sin embargo,
debe declararse improcedente el amparo por falta de materia cuando el acto reclamado ha dejado
de surtir sus efectos y la sentencia que pudiera dictarse, ya no tiene incidencia en la esfera jurídica
del accionante, o bien, cuando las circunstancias han sufrido modificación y no es posible atender a
la pretensión del peticionario.”
Expediente 750-2016, sentencia de 06/06/2017.

En igual sentido:
Expediente 4170-2016, sentencia de 06/06/2017.
Expediente 6333-2017, sentencia de 06/06/2017.

26
DOCTRINA LEGAL DE LA
CORTE DE CONSTITUCIONALIDAD
PARA LA VIABILIDAD DE LAS
ACCIONES CONSTITUCIONALES

MATERIA PENAL
Doctrina legal de la Corte de Constitucionalidad para
la viabilidad de las acciones constitucionales
Materia penal

La resolución que desestima una querella, por delitos de acción privada, es impugnable
mediante recurso de apelación especial, independientemente de las razones que
invocó el Juzgador para decretar la desestimación (de fondo o forma), debido a que el
citado medio de impugnación es viable contra las resoluciones que impida el ejercicio
de dicha acción.

Materia penal
“…debe atenderse el criterio de que procede el recurso de apelación especial contra toda resolución
del tribunal de sentencia que impida el ejercicio de la acción penal. Con base en ello, la resolución
que desestima la querella es impugnable mediante el recurso mencionado, independientemente de
las razones que hubiere invocado el juzgador para decretar la desestimación.”
Expediente 5219-2016, sentencia de 08/02/2018.

En igual sentido:
Expediente 4780-2015, sentencia de 10/08/2016.
Expediente 4746-2015, sentencia de 24/10/2016.
Expediente 2956-2019, sentencia de 30/09/2019.

Se incumple el presupuesto procesal de definitividad cuando el amparo se promueve


para cuestionar la decisión de procesamiento de una persona, en tanto que tal
decisión es susceptible de ser reformada y analizada mediante diversas vías en la
etapa correspondiente del proceso penal, dentro de la jurisdicción ordinaria.

“… salvo evidente violación a derechos constitucionales, no es viable que en etapas en las que
aún existen diversas vías ordinarias de defensa, se inste el amparo para cuestionar las decisiones
asumidas por los jueces ordinarios en torno al procesamiento de una persona. Esta variación
jurisprudencial atiende a la naturaleza subsidiaria y extraordinaria de la garantía constitucional en
mención.
De esa cuenta, se incumple el presupuesto procesal de definitividad cuando el amparo se promueve
para cuestionar la decisión de procesamiento de una persona, en tanto que tal decisión es susceptible
de ser reformada y analizada mediante diversas vías en la etapa correspondiente del proceso penal
dentro de la jurisdicción ordinaria, en consonancia con su naturaleza subsidiaria y extraordinaria.”
Expediente 5744-2016, sentencia de 08/05/2017.

En igual sentido:
Expediente 5879-2016, sentencia de 08/05/2017.
Expediente 5875-2016, sentencia de 08/05/2017.
Expediente 5501-2016, sentencia de 23/05/2018.
Expediente 1044-2018, sentencia de 24/10/2018.

Existe falta de definitividad al acudir en amparo contra la decisión que declara sin
lugar la reforma del auto de procesamiento, ya que esta es susceptible de variarse
mediante la solicitud de una nueva reforma del auto de procesamiento.

“… se incumple el presupuesto procesal de definitividad cuando el amparo se promueve para


cuestionar la resolución emitida respecto a su reforma [del auto de procesamiento], en tanto que las
situaciones que puedan generar inconformidad con esta decisión pueden ser analizadas mediante

29
Doctrina legal de la Corte de Constitucionalidad
para la viabilidad de las acciones constitucionales

diversas vías en etapas subsiguientes del proceso penal dentro la jurisdicción ordinaria, esto en
consonancia con la naturaleza subsidiaria [del amparo].
Expediente 2968-2017, sentencia de 12/03/2018.

En igual sentido:
Expediente 1245-2017, sentencia de 20/11/2017.
Expedientes acumulados 1370-2017 y 1004-2017, sentencia de 03/04/2018.
Expediente 3489-2017, sentencia de 03/04/2018.
Expediente 1044-2018, sentencia de 24/10/2018.

Excepción:

“Salvo evidente violación constitucional”. La aplicación de este criterio está sujeta a


que no exista duda.

“Procede el otorgamiento del amparo, cuando la autoridad impugnada al emitir la resolución


que reforma el auto de procesamiento decretado en contra del sindicado, omite realizar un
pronunciamiento conforme lo exige el derecho a una tutela judicial efectiva, en tanto efectúa un
análisis somero y sin la fundamentación adecuada respecto a las constancias procesales.”
Expediente 5190-2016, sentencia de 18/10/2018.

En igual sentido:
Expediente 3586-2016, sentencia de 12/06/2017.
Expedientes acumulados 1370-2017 y 1404-2017, sentencia de 03/04/2018
Expediente 5501-2016, sentencia de 23/05/2018.

La decisión que dispone el sobreseimiento dictada en la audiencia de etapa intermedia,


es apelable de acuerdo al artículo 404, numeral 8 del Código Procesal Penal, no así la
que deniega la solicitud a tal requerimiento.

No es susceptible de causar agravio la decisión del Tribunal de Casación de denegar un recurso


extraordinario que se plantea contra la decisión de una Sala jurisdiccional, de acoger el recurso de
apelación con el que se impugnó el sobreseimiento decretado en un proceso penal porque, siendo la
resolución de la Sala un auto no definitivo, el recurso de casación carece de impugnabilidad objetiva
para ser cuestionado por vía de la casación.
Expediente 1186-2016, sentencia de 01/10/2016

En igual sentido:
Expediente 4048-2015, sentencia de 15/01/2016.
Expediente 1825-2018, sentencia de 08/11/2018.
Expediente 6117-2017, sentencia de 03/10/2018.
Expedientes acumulados 4995-2015, 5041-2015 y 5043-2015 sentencia de 30/05/2017.

No es viable acudir en amparo contra el auto que en alzada confirma el sobreseimiento,


dado que contra este procede casación, lo que deviene inaplicable en los casos en los
que se revoque el sobreseimiento.

“…En el caso de mérito, el postulante planteó recurso de casación contra el auto por medio del
cual una Sala jurisdiccional declaró con lugar el recurso de apelación y como consecuencia, revocó
el sobreseimiento decretado a su favor en el proceso penal subyacente, es decir, que promovió
aquel medio de impugnación extraordinario contra una resolución que no tiene la condición de
auto definitivo –porque contiene revocatoria de sobreseimiento– y por consiguiente, carece de la
impugnabilidad objetiva necesaria para conocer el fondo del asunto en casación ello de conformidad
con lo que preceptúa el Artículo 437 del Código Procesal Penal. De ahí que, al decidir no admitir a

30
Doctrina legal de la Corte de Constitucionalidad
para la viabilidad de las acciones constitucionales

trámite el recurso de casación que planteó el ahora postulante aduciendo ese motivo, la autoridad
cuestionada no produce agravio alguno a este último, porque siendo inidóneo ese medio recursivo,
su rechazo constituye la consecuencia de ese desacertado proceder procesal…”.
Expediente 1825- 2018, sentencia de 08/11/2018.

En igual sentido:
Expediente 902-2018, sentencia de 27/03/2019.
Expediente 4937-2014, sentencia de 12/03/2015.
Expediente 3472-2017, sentencia de 12/02/2018.

Es prematuro promover amparo contra la decisión que, en alzada, desestima la


cuestión prejudicial por no constituir la resolución cuestionada un fallo de carácter
definitivo, al no producir efectos suspensivos o conclusivos del proceso penal. Lo

Materia penal
anterior porque el procesado puede aún aportar argumentos de defensa relativos a
que el hecho imputado debe ser dilucidado en otro tipo de procesos y al ser analizados
por los jueces en las distintas etapas (incluido la intermedia) puede lograr el objetivo
que no se alcanzó con la desestimatoria de la cuestión prejudicial.1

Con base en los fundamentos expuestos, esta Corte concluye que, como quedó apuntado, tal decisión [la
desestimación de la cuestión prejudicial en alzada] no reviste el carácter de definitiva por no suspender
ni dar por concluido el proceso penal, sino más bien, habilita la prosecución de este; no será sino hasta
que se haya sustanciado el proceso penal dentro de la jurisdicción ordinaria, cuando pueda accederse
a la jurisdicción constitucional, si persistiera la violación a derechos constitucionales que ya no puedan
ser reparados en aquella instancia por haberse agotado las fases procesales correspondientes. De esa
cuenta, el amparo instado deviene prematuro, en tanto que previamente debe sustanciarse el proceso
penal correspondiente, por lo que el amparo solicitado deberá desestimarse.
Expediente 2759-2016, sentencia de 02/11/2016

En igual sentido:
Expediente 2727-2016, sentencia de 02/01/2017.
Expediente 1171-2016, sentencia de 23/01/2017.
Expediente 2339-2017, sentencia de 24/07/2017.

1
Es apelable por el artículo 404 numeral 12 del Código Procesal Penal.
Expediente 2052-2017, sentencia de 31/07/2017.
Expediente 424-2017, sentencia de 14/12/2017.

Son apelables con efecto suspensivo los autos definitivos emitidos por el juez de
ejecución. El término “definitivo” debe entenderse desde la perspectiva de los efectos
que provoca la resolución emitida, siendo definitiva aquella decisión mediante la cual
se resuelve en último término una causa judicial o una pretensión, impidiendo que
continúe su discusión. De esa manera, contra la resolución que declara con lugar la
unificación de penas, revoca el sustitutivo penal de suspensión condicional de la pena
y hace cómputo de fechas para otorgar el beneficio de buena conducta a favor de la
persona privada de libertad, entre otras, procede recurso de apelación conforme lo
establece el último párrafo del artículo 404 del Código Procesal Penal.

“… en el caso de estudio, como en otros conocidos por este Tribunal Constitucional, debe destacarse
que en la resolución reclamada, además de la modificación del cómputo de la penal, la jueza
objetada ordenó la libertad del recluso, lo que determina la existencia de un auto definitivo y, por
ende, deviene impugnable mediante apelación.”
Expediente 5486-2016, sentencia de 03/07/2017.

31
Doctrina legal de la Corte de Constitucionalidad
para la viabilidad de las acciones constitucionales

En igual sentido:
Expediente 1741-2017, sentencia de 22/01/2018.
Expediente 1740-2017, sentencia de 03/07/2017.
Expedientes acumulados 4884-2016 y 4894-2016, sentencia de 20/02/2017.

El amparo carece del presupuesto de definitividad cuando no se agota el recurso de


apelación contra la decisión del juez de ejecución que fijó el cómputo de la pena y sus
modificaciones.

“… esta Corte advierte que este [el acto reclamado] debió ser impugnado por medio del recurso
de apelación regulado en el último párrafo del artículo 404 del Código Procesal Penal. En efecto,
el referido medio de impugnación procede, entre otros, contra los ‘autos definitivos’ emitidos por
el juez de ejecución. El término ‘definitivo’ debe entenderse desde la perspectiva de los efectos que
provoca la resolución emitida, siendo definitiva aquella decisión mediante la cual se solventa en
último término una causa judicial o una pretensión, impidiendo que continúe su discusión.”
Expediente 1270-2017, sentencia de 19/06/2017.

En igual sentido:
Expediente 3773-2017, sentencia de 16/11/2017.
Expediente 1759-2017, sentencia de 19/02/2018.

No es definitiva la decisión que en alzada declara la cuestión prejudicial, porque es


susceptible de ser cuestionada en casación.

“… el auto emitido por la Sala de la Corte de Apelaciones, que declaró la cuestión prejudicial,
constituía un auto definitivo, ya que este puso fin a uno de los componentes del proceso penal,
en cuanto a la existencia de ese obstáculo a la persecución penal. En ese sentido, al ser el acto
reclamado un auto definitivo, era susceptible de ser impugnado por medio del recurso de casación y
con ello agotar la jurisdicción ordinaria previo a acudir en amparo.”
Expediente 5922-2014, sentencia de 17/07/2015.

En el mismo sentido:
Expediente 2249-2011, sentencia de 02/09/2011.
Expediente 1938-2004, sentencia de 19/10/2004.

Procede la reposición establecida en el artículo 402 del Código Procesal Penal,


cuando la decisión ha sido asumida sin audiencia previa, entendiéndose el término
“audiencia” como el derecho a ser escuchado.

“… puede advertirse que la ley procesal penal prevé la posibilidad de que ciertas audiencias puedan
ser requeridas y celebradas de manera unilateral, es decir, sin presencia de alguno o varios de los
sujetos procesales; sin embargo, en caso de que las decisiones asumidas en ese tipo de diligencias
sean desfavorables a los intereses de alguno de los sujetos que no tuvieron participación, estos tienen
expedita la oportunidad de recurrir por medio de reposición, porque esta es viable, precisamente,
contra resoluciones dictadas sin audiencia previa y que no sean apelables, siendo este el recurso
idóneo para que hagan valer sus pretensiones y formulen las argumentaciones que estimen
pertinentes, a efecto de que el juez o tribunal reexamine su decisión y resuelva las inconformidades
planteadas, con lo que resulta evidente que el ordenamiento procesal penal regula las formas y
condiciones en que cada uno de los sujetos puede hacer valer sus derechos, de conformidad con el
debido proceso.”
Expediente 4964-2017, sentencia de 17/05/2018.

32
Doctrina legal de la Corte de Constitucionalidad
para la viabilidad de las acciones constitucionales

En igual sentido:
Expediente 649-2012, sentencia de 16/08/2012.
Expediente 2250-2012, sentencia de 07/06/2013.

El recurso de reposición regulado en el artículo 402 del Código Procesal Penal, solo
procede para las fases previas al juicio (preparatoria e intermedia), independiente de
la instancia en la que se encuentre.

“… partiendo de los fines propios que inspiran el proceso penal, en especial el de celeridad, la
necesidad de lograr una justicia pronta y cumplida y los aspectos innovadores propios del código
en cuestión en cuanto a la supresión de recursos, esta Corte llega a la conclusión que, los medios
de impugnación establecidos en el Libro III del Código Procesal Penal tienen un orden lógico y
cronológico de aplicación progresiva según las etapas propias del proceso penal; es decir, que el

Materia penal
recurso de reposición establecido en el artículo 402 del referido cuerpo legal es idóneo únicamente
para impugnar todas aquellas resoluciones dictadas sin audiencia previa y que no sean apelables
que se emitan en las fases anteriores a la etapa de juicio, sin poder trasladarse a una posterior…”
Expediente 3006-2016, sentencia de 28/06/2017.

En igual sentido:
Expediente 5771-2016, sentencia de 05/12/2017.
Expediente 6062-2017, sentencia de 19/03/2019.
Expediente 6158-2019, sentencia de 12/05/2020.

Aunque taxativamente la ley no contempla que la reposición proceda contra las


resoluciones que se adoptan en audiencia oral, fuera de las audiencias propiamente
del debate, esta Corte ha sido amplia en considerar que aún en las fases previas al
juicio, es factible, más no imperativo, utilizar esa impugnación contra las decisiones
adoptadas en las referidas audiencias; siempre que se utilice el procedimiento
establecido en el artículo 403 de la ley procesal penal.

“… al haber sido dictado el acto reclamado en audiencia señalada por la autoridad cuestionada para
dar cumplimiento de lo decidido por la Sala de Apelaciones, la ahora amparista pudo haber instado
reposición, sin embargo, al no ser su agotamiento imperativo, no existe impedimento para que este
Tribunal conozca el fondo del asunto.”
Expediente 5244-2017, sentencia de 06/03/2018.

En igual sentido:
Expediente 1434-2015, sentencia de 15/07/2015.
Expedientes acumulados 1835-2014 y 1839-2014, sentencia de 13/03/2014.

Durante el trámite de la apelación especial y de la casación, no procede reposición.

“… resulta inidónea la interposición del recurso de reposición contra resoluciones emitidas en el


trámite de los recursos de apelación especial y extraordinario de casación, ello debido a los principios
propios que caracterizan el proceso penal, en especial el de celeridad; así como que, conforme lo
establecido en la ley especial para la materia, Código Procesal Penal, taxativamente se regulan las
etapas en las que exclusivamente es aplicable aquel remedio procesal.”
Expediente 3006-2016, sentencia de 28/06/2017.

En igual sentido:
Expediente 4096-2016, sentencia de 15/11/2018.
Expediente 1600-2018, sentencia de 31/10/2018.

33
Doctrina legal de la Corte de Constitucionalidad
para la viabilidad de las acciones constitucionales

No es viable el amparo promovido contra la decisión que admite o rechaza medios


de prueba, porque contra esta procede reposición, que equivale a la protesta de
anulación formal para acudir posteriormente en apelación especial.

“… resulta prematuro acudir al amparo contra decisiones dictadas en la etapa probatoria de un


proceso penal, cualquiera que sea la decisión que en esa fase se asuma. La inviabilidad de la garantía
constitucional deriva del hecho de que, las resoluciones sobre esa materia, deben ser cuestionadas,
en un primer momento por vía del recurso de reposición, que equivale a protesta de anulación
formal que, a su vez, habilita el planteamiento del recurso de apelación especial, medio idóneo por
el cual las Salas de la Corte de Apelaciones deben determinar, cuando se les denuncie mediante
el submotivo correspondiente, si la decisión de la que se resintió agravio en la etapa probatoria,
resultó o no relevante en la situación jurídica del sujeto procesal que adujo afectación.
Se exceptúan de esta regla de definitividad los casos en los que se aprecie que el rechazo de prueba
produzca, notoriamente, gravámenes irreparables a derechos humanos fundamentales.”
Expediente 2175-2016, sentencia de 31/08/2016.

En igual sentido:
Expediente 1630-2016, sentencia de 08/02/2018.
Expediente 1618-2016, sentencia de 10/07/2017.
Expediente 955-2016, sentencia de 15/03/2017.

No es viable promover amparo contra lo resuelto en recurso de reposición en la


etapa de juicio cuando la inconformidad pueda reclamarse por vía de los motivos de
apelación especial.

“…esta Corte estima oportuno indicar que en las sentencias de treinta y uno de agosto, veinticuatro
y veinticinco de octubre de dos mil dieciséis, dictadas dentro de los expedientes 2175-2016, 1104-
2016 y 5225-2015, respectivamente, se asentó doctrina legal, en relación a que deviene prematuro
plantear amparo contra las decisiones que se emitan en la etapa probatoria del proceso penal
–admisión o rechazo de los medios de prueba–, puesto que tales resoluciones deben ser cuestionadas,
en un primer momento por medio de la reposición, que equivale a protesta de anulación formal que,
a su vez, habilita la interposición del recurso de apelación especial, por motivo de forma, medio
idóneo por el cual las Salas de la Corte de Apelaciones, deben determinar, si la decisión de la que
se resintió agravio en la etapa probatoria resultó relevante o no en la situación jurídica del sujeto
procesal que señaló la afectación. Sin embargo, en los fallos aludidos se estableció como excepción a
la regla de definitividad relacionada, los casos en que los Tribunales Constitucionales advirtieran que
el rechazo de un medio de prueba, conlleva una evidente vulneración a derechos fundamentales…”
Expediente 4705-2016, sentencia de 17/05/2017.

En igual sentido:
Expediente 3495-2016, sentencia de 13/06/2017.
Expediente 6005-2019, sentencia de 04/02/2020
Expediente 5001-2018, sentencia de 26/03/2020.

Contra toda resolución que resuelva el recurso de apelación especial, cabe el recurso
extraordinario de casación, indistintamente si la Sala de Apelaciones acogió o no el
recurso de apelación especial por motivos de forma o de fondo.

“… contra toda resolución que resuelva el recurso de apelación especial, cabe casación,
indistintamente de si el fallo de apelación acoge o no el recurso, por motivos de forma o de fondo.
Si se acude al amparo sin agotar previamente casación, se incumple con el presupuesto procesal de
definitividad que hace inviable o desestimatorio su planteamiento…”.
Expedientes acumulados 4914-2015 y 4932-2015, sentencia de 01/03/2017.

34
Doctrina legal de la Corte de Constitucionalidad
para la viabilidad de las acciones constitucionales

En igual sentido:
Expediente 69-2016, sentencia de 16/08/2016.
Expedientes acumulados 228-2016 y 232-2016, sentencia de 14/09/2016.

Contra la sentencia de apelación especial, es procedente el planteamiento de


casación por motivos de forma invocando los subcasos de procedencia contenidos en
los numerales 2) y 3) del artículo 440 del Código Procesal Penal, ya que ello no implica
vulneración al principio de intangibilidad de la prueba.

“Contra los fallos de apelación especial puede invocarse, en casación, el submotivo de forma previsto
en el numeral 3) del Artículo 440 del Código Procesal Penal. El rechazo del recurso de casación, con
fundamento en la inviabilidad debido a la imposibilidad de invocar este submotivo contra sentencias
de apelación especial, viola el derecho de acceso al recurso.”

Materia penal
Expediente 166-2017, sentencia de 26/06/2017.

En el mismo sentido:
Expediente 5631-2015, sentencia de 12/09/2016.
Expediente 5594-2015, sentencia de 03/08/2016.

Procede la reposición, contra la resolución que dicta orden de aprehensión que no se


origina de la declaratoria de rebeldía.

“…las resoluciones por las que el órgano jurisdiccional competente dispone la aprehensión de
una persona sindicada de la supuesta comisión de un hecho delictivo no encuadran dentro de los
supuestos susceptibles de ser impugnados por apelación, sino en todo caso lo sería el auto de prisión
preventiva dictado al final de la audiencia de primera declaración (…) en el acontecimiento de que el
juez ordene la aprehensión de los acusados, la misma no restringe de hecho su libertad, pues no pasa
de ser un mandato judicial que mientras no se haga efectivo no conlleva restricción alguna de aquel
derecho constitucional. De ahí que el medio idóneo que la ley adjetiva penal otorga para impugnar
la orden de aprehensión es el recurso de reposición, cuando la misma se dicte sin audiencia previa…”.
Expediente 5970-2017, sentencia de 21/06/2018.

En igual sentido:
Expediente 4853-2017, sentencia de 21/03/2018.
Expediente 2473-2017, sentencia de 20/11/2017.
Expediente 2941-2014, sentencia de 12/06/2017.

La orden de aprehensión derivada de la declaratoria de rebeldía, por llevar como


efecto la restricción de la libertad, es susceptible de ser impugnada en apelación.

“…De esa cuenta, la rebeldía conlleva la orden de aprehensión y puede acaecer en los casos siguientes:
I) Cuando exista sujeto ligado a proceso penal, que goce del beneficio de medida sustitutiva, en cuyo
caso, este, al ser declarado rebelde, no podría gozar de nuevo de ningún beneficio, estará obligado
al pago de las costas provocadas y se ejecutará la caución (…) El efecto del primer supuesto, es
que limita la libertad del sindicado, lo cual encuadra en uno de los presupuestos establecidos en el
Artículo 404 del Código Procesal Penal, por lo cual esa decisión es susceptible de cuestionarse por
medio del recurso de apelación….”.
Expediente 5780-2015, sentencia de 26/09/2017.

En igual sentido:
Expediente 4218-2014, sentencia de 29/01/2015.
Expedientes acumulados 2022-2015 y 2168-2015, sentencia de 23/10/2015.
Expediente 2248-2015, sentencia de 10/11/2015.

35
Doctrina legal de la Corte de Constitucionalidad
para la viabilidad de las acciones constitucionales

El recurso de apelación únicamente es procedente contra el auto de prisión preventiva,


no así contra la simple orden de aprehensión.

“El artículo antes referido, establece la viabilidad del recurso de apelación siempre que se promueve
contra los autos que restrinjan la libertad de una persona, lo que no incluye la simple aprehensión
del sindicado, pues el objeto de tal aprehensión es temporal, cumpliendo su finalidad cuando se
realiza la presentación del sindicado ante el órgano jurisdiccional, quien será el encargado luego
de escuchar su declaración indagatoria de decidir en un nuevo auto su situación jurídica, ligándolo
a proceso penal o declarando la falta de mérito según corresponda; por ello las resoluciones por
las que el órgano jurisdiccional competente dispone la aprehensión de una persona sindicada de la
supuesta comisión de un hecho delictivo no encuadran dentro de los supuestos susceptibles de ser
impugnados por apelación, sino en todo caso lo sería el auto de prisión preventiva dictado al final de
la audiencia de primera declaración.”
Expediente 4853-2017, sentencia de 21/03/2018.

En igual sentido:
Expediente 2473-2017, sentencia de 20/11/2017.
Expediente 2941-2014, sentencia de 11/03/2014.
Expediente 5970-2017, sentencia de 21/06/2018.

Es inidónea la actividad procesal defectuosa para impugnar el fondo de las decisiones.

“…este remedio procesal no puede ser planteado por los sujetos procesales como un medio de
impugnación por el que se ataque la decisión de fondo y que tenga como fin revertir lo resuelto por
el juez o tribunal, sino, como quedó expuesto ut supra, únicamente tiene como propósito denunciar
vicios de procedimiento en que haya incurrido la autoridad judicial, teniendo como fin reencauzar
el proceso en caso de existir tal defecto, por lo que la autoridad cuestionada al resolver sin lugar
el remedio procesal antedicho, no pudo ocasionar agravio alguno al amparista y, por ello, debe
denegarse la protección constitucional por notoriamente improcedente.”
Expediente 4613-2018, sentencia de 28/01/2019.

En igual sentido:
Expediente 2447-2018, sentencia de 28/10/2018.
Expediente 2197-2018, sentencia de 01/08/2018.
Expediente 2423-2016, sentencia de 25/04/2017.

Contra los vicios de procedimiento en materia penal, es exigible el agotamiento de la


actividad procesal defectuosa.

“… En el presente caso, esta Corte estima que el amparista resiente que la celebración de la diligencia
de entrega de objetos y la no convocatoria a esa audiencia al solicitante de amparo constituían, en
todo caso, vicios procedimentales que el juez cuestionado debió advertir en su momento oportuno; en
ese sentido, una vez enterado de lo anterior, el amparista debió realizar la protesta correspondiente,
de conformidad con lo regulado en el artículo 282 del Código Procesal Penal, a efecto de que la
autoridad jurisdiccional reprochada, de ser procedente, subsanara las falencias argumentadas,
respecto de su no convocatoria a tal diligencia y, eventualmente, que en la jurisdicción ordinaria, se
repararan esas falencias. De esa cuenta, se estima que previo a acudir a la jurisdicción constitucional
el amparista debió agotar la solicitud de declaratoria de actividad procesal defectuosa para
intentar que en la jurisdicción ordinaria se resguardaran los derechos que estima vulnerados. Por
lo anteriormente considerado, se concluye que el amparo promovido incumple con el presupuesto
procesal de definitividad que exige el artículo 19 de la Ley de Amparo, Exhibición Personal y de
Constitucionalidad, por lo que la protección constitucional deberá denegarse…”
Expediente 2036-2015, sentencia de 16/10/2015.

36
Doctrina legal de la Corte de Constitucionalidad
para la viabilidad de las acciones constitucionales

En igual sentido:
Expediente 2999-2015, sentencia de 23/09/2015.
Expedientes acumulados 1990-2015 y 1996-2015, sentencia de 10/02/2016.

No es viable la reposición contra la resolución que no acceda a decretar la actividad


procesal defectuosa.

“Si la actividad procesal defectuosa es declarada sin lugar por el juzgador, al sujeto que la instó no le
es dable interponer contra esa decisión el recurso de reposición, porque de hacerlo estaría utilizando
este medio de impugnación para procurar revertir el resultado insatisfactorio que obtuvo del previo
planteamiento de otro, sobre idéntico objeto, lo cual se ha asentado en reiterada jurisprudencia que
no es válido, pues no puede aceptarse la sucesión interminable de mecanismos de defensa dentro del
proceso, lo cual, además, guarda consonancia con el principio de taxatividad en materia recursiva,
que en la legislación adjetiva penal figura recogido en el artículo 398 del Decreto 51-92 del Congreso

Materia penal
de la República. Ello significa que en ese supuesto, el auto por el que fue denegada la solicitud de
actividad procesal defectuosa constituye la resolución judicial definitiva en la vía ordinaria.”
Expediente 3005-2016, sentencia de 09/01/2017.

En igual sentido:
Expediente 4222-2016, sentencia de 09/01/2017.
Expediente 2179-2015, sentencia de 08/09/2016.

Procede reposición contra la resolución que decreta la actividad procesal defectuosa


de oficio o por instancia de otra parte.

“Cuando la actividad procesal defectuosa es declarada de oficio cualquiera de las partes que se
considere afectada por la decisión del juzgador puede solicitar un nuevo examen mediante recurso
de reposición, con el que agotarían la vía ordinaria…”
Expediente 4185-2016, sentencia de 09/01/2017.

En igual sentido:
Expediente 5637-2018, sentencia de 18/03/2019.
Expediente 5794-2017, sentencia de 29/01/2019.
Expediente 117-2017, sentencia de 03/07/2017.

No procede invocar motivos de fondo en casación, cuando en la apelación especial


solo se invocaron motivos de forma.

“… el Tribunal de Casación únicamente puede conocer de los errores jurídicos cometidos o convalidados
por la Sala de la Corte de Apelaciones; de tal cuenta que al haberse planteado apelación especial por
motivo de forma, ese órgano jurisdiccional solo se pronunció sobre aspectos procedimentales, no
así de errores in iudicando, lo cual no podía provocar vicio alguno de naturaleza sustantiva, siendo
que tal transgresión únicamente puede ocurrir de haberse instado recurso de apelación especial
por motivo de fondo. De ahí que la autoridad cuestionada carece de elementos para pronunciarse
respecto a la pretensión del casacionista –ahora postulante– en atención al principio de limitación
de conocimiento regulado en el Artículo 442 de la ley procesal penal, el cual establece que el Tribunal
de Casación conocerá únicamente de los errores jurídicos contenidos en la resolución recurrida.”
Expediente 5974-2016, sentencia de 25/07/2017.

En igual sentido:
Expediente 3021-2017, sentencia de 06/11/2017.
Expediente 5776-2016, sentencia de 18/05/2017.
Expediente 293-2015, sentencia de 17/08/2015.

37
Doctrina legal de la Corte de Constitucionalidad
para la viabilidad de las acciones constitucionales

El plazo para computar la temporalidad del amparo puede ser contabilizado a partir
de la comunicación al sindicado o a su abogado defensor, debiéndose tomar en cuenta
la que más favorezca al procesado.

“Al revisar las actuaciones procesales, esta Corte determina que la resolución de siete de agosto de
dos mil dieciocho, por la que la autoridad cuestionada declaró procedente el recurso de casación
interpuesto, y que constituye el acto reprochado dentro de la presente acción constitucional, le fue
notificada tanto a la postulante, como a su abogado defensor, el veintiocho de diciembre de dos
mil dieciocho, por lo que el plazo de treinta días continuos comenzó a computarse a partir del día
siguiente a esa notificación…”
Expediente 429-2019, auto de 18/02/2019.

En igual sentido:
Expediente 4112-2018, auto de 06/03/2019.
Expediente 5387-2018, auto de 28/01/2019.
Expediente 1591-2018, auto de 07/05/2018.

El amparo no es la vía correcta para someter al control de legalidad las actuaciones


que se le atribuyen al Ministerio Público. Por ello, de existir inconformidad, sus
reclamos debe formularlos el amparista ante juez contralor de la investigación, con
sustento en las disposiciones antes citadas, para que ese órgano jurisdiccional sea el
que cumpla la tarea de velar por la legalidad de lo actuado por el Ministerio Público.

“…el ejercicio de la función encomendada al ente encargado de la persecución penal se encuentra


debidamente sujeta al control jurisdiccional, de tal suerte que cualquier decisión, acción u omisión en
que el Ministerio Público incurra, puede ser sometida por las partes interesadas al juez competente, a
efecto de verificar la legalidad de su actuación durante el desarrollo del procedimiento preparatorio
o fase de investigación (…) puede concluirse que tal pretensión no es viable conocerla por medio
de esta garantía constitucional, porque la vía adecuada para ese propósito es acudir ante el juez
contralor de la investigación, a efecto de que sea este el que dilucide como tribunal de la jurisdicción
ordinaria los agravios que señala en esta acción; es decir, que el amparo no es la vía correcta para
someter al control de legalidad las actuaciones que se le atribuyen a las autoridades cuestionadas.
Por ello, de existir inconformidad, sus reclamos debe formularlos la amparista ante el juez contralor
de la investigación, con sustento en las disposiciones antes citadas, para que ese órgano jurisdiccional
sea el que cumpla la tarea de velar por la legalidad de lo actuado por el Ministerio Público…”.
Expediente 5669-2015, sentencia de 29/01/2016.

En igual sentido:
Expediente 2139-2013, sentencia de 20/02/2015.
Expediente 3771-2014, sentencia de 17/11/2014.
Expediente 5788-2013, sentencia de 07/11/2014.

La denuncia no constituye acto de autoridad, pues está sujeta a un control judicial.

“…La denuncia presentada por la supuesta comisión de actos delictivos, no puede considerarse como
acto de autoridad susceptible de ser analizado en amparo, aun cuando la denuncia provenga de un
ente público. El desconocimiento de la condición de acto de autoridad deriva del hecho que, una vez
formulada una denuncia, es el juez contralor de la investigación el que, con base en las facultades
que le confiere el Código Procesal Penal, debe emitir la decisión pertinente (…) la denuncia penal
cuestionada no constituye acto de autoridad, pues una vez formulada una denuncia es el juez
contralor de la investigación el que con base en las facultades que le confiere el Código Procesal
Penal, debe emitir la decisión pertinente…”.
Expediente 5833-2016, sentencia de 31/07/2017.

38
Doctrina legal de la Corte de Constitucionalidad
para la viabilidad de las acciones constitucionales

En igual sentido:
Expediente 1728-2016, sentencia de 22/08/2016.
Expediente 454-2016, sentencia de 16/05/2016.
Expediente 1256-2016, sentencia de 16/05/2016.

Es inviable el amparo promovido contra el rechazo o declaratoria de improcedencia de


la casación en la que se invocaron motivos de fondo previstos en el art. 441 numeral 4
del Código Procesal Penal, cuando fue interpuesto contra el fallo de apelación especial
que no realizó modificación alguna al fallo del Tribunal de Sentencia.

“… la decisión asumida por la autoridad cuestionada se encuentra sustentada en un análisis fundado


de la legislación aplicable, toda vez que, como lo sostuvo, resulta inviable el submotivo invocado
cuando la Sala de la Corte de Apelaciones no acoge el recurso de apelación especial sometido a su

Materia penal
conocimiento; es decir, deja incólume la resolución apelada. En otras palabras, para que proceda
el recurso de casación por el motivo de fondo invocado, se requiere que la sentencia que al efecto
emita la Sala de Apelaciones, modifique la resolución recurrida, ya sea, absolviendo, condenando,
atenuando o agravando la pena impuesta y, que para ello, dicha autoridad hubiera tenido por
acreditado un hecho distinto a los que tuvo por probados el Tribunal Sentenciador, extremos que
no concurrieron en el caso concreto pues, como bien advirtió la autoridad reprochada, la Sala de la
Corte de Apelaciones, al no acoger el recurso de apelación especial, dejó incólume el fallo sentencial.”
Expediente 4512-2016, sentencia de 23/05/2017.

En igual sentido:
Expediente 4099-2015, sentencia de 29/02/2016.
Expediente 3495-2015, sentencia de 25/11/2015.

Es procedente otorgar la protección constitucional solicitada cuando la Sala de


Apelaciones, con rigor excesivo, declara desierto el recurso de apelación especial, sin
tomar en cuenta que el vicio en el planteamiento del recurso no le es imputable al
sindicado.

“… se evidencia que la falencia procesal de no comparecer al emplazamiento formulado por el


tribunal de sentencia solo es atribuible a la defensa técnica del ahora amparista; de ahí, que no podía
exigírsele que compareciera a la sede de la Sala jurisdiccional respectiva, en vista que ese deber
procesal le fue encomendado a su abogado defensor, quien incumplió con ese encargo, por lo que no
se puede afectar el derecho a recurrir del postulante, en su calidad de procesado, por tal deficiencia.”
Expediente 533-2017, sentencia de 30/08/2017.

En igual sentido:
Expedientes acumulados 3688-2016, 3700-2016 y 3723-2016, sentencia de 25/01/2017.
Expediente 800-2016, sentencia de 09/01/2017.
Expediente 1915-2016, sentencia de 30/08/2016.

Procede otorgamiento del amparo cuando se declara desierto el recurso de apelación


especial, en los casos en los que habiéndose señalado lugar para recibir notificaciones
en el escrito de apelación especial el recurso se rechaza al estimar que debía
comparecerse ante la Sala.

“… al llevar a cabo el examen legal correspondiente, se determina que la Sala de la Corte de Apelaciones
objetada, al emitir el acto señalado de agraviante, ocasionó las vulneraciones denunciadas, en virtud
que incurrió en excesivo rigorismo al declarar desierto el recurso de apelación especial interpuesto
por la ahora amparista, puesto que afirmó que el recurrente incumplió con el emplazamiento

39
Doctrina legal de la Corte de Constitucionalidad
para la viabilidad de las acciones constitucionales

concedido; pese a que, del estudio de las actuaciones puede advertirse que el postulante cumplió
con el propósito de lo normado en el artículo 423 del Código Procesal Penal, ya que el Tribunal
de Amparo de primer grado, señaló en la parte conducente del apartado considerativo: ‘…Esta
Cámara advierte, que en el presente caso, el recurrente se encuentra privado de libertad, motivo
por el que su incomparecencia se debió a una falenciade su abogada defensora, sin embargo, en
el escrito contentivo del recurso indicado, consta que el apelante señaló como lugar para recibir
notificaciones la oficina profesional ubicada en doce calle entre séptima y octava avenidas de esta
ciudad (folio 154 del expediente 18002-2014-00003 del Tribunal de Sentencia Penal, Narcoactividad
y Delitos contra el Ambiente del departamento de Izabal)…’. Con lo cual, la autoridad reprochada
inobservó que el escrito contentivo de apelación especial tenía por cumplido el requisito solicitado,
siendo que la decisión de declarar desierto tal medio recursivo, bajo el argumento que el apelante
no compareció a evacuar el emplazamiento conferido, constituye un exceso en el ejercicio de una
facultad legal otorgada a la autoridad objetada, porque del acto que se reclama en amparo se
evidencia un rigorismo excesivo que ha transgredido los derechos de defensa y de accionar que le
asisten al postulante, así como el principio jurídico del debido proceso”.
Expediente 1484-2017, sentencia de 04/04/2018.

En igual sentido:
Expediente 5977-2017, sentencia de 05/03/2019.
Expediente 2610-2016, sentencia de 11/01/2017.
Expediente 800-2016, sentencia de 09/01/2017.

El plazo para interponer el recurso de apelación especial corre a partir de la entrega


de las copias y no de la lectura del fallo en la audiencia.

“… esta Corte determina que la resolución emitida por la autoridad cuestionada, que rechazó
por extemporáneo el recurso de apelación especial por motivo de fondo promovido por la ahora
amparista, transgredió los derechos que asisten a esta, pues a partir de un razonamiento rigorista
interpretó erróneamente lo dispuesto en el artículo 390 del Código Procesal Penal, afectando el
derecho de defensa y la posibilidad de recurrir el fallo adverso. En efecto, la norma procesal, si
bien establece que la lectura de la sentencia valdrá como notificación, seguidamente manda que se
entregue copia del fallo a los que la requieran, siendo la entrega efectiva de esas copias el momento
específico que ha de determinar que la parte interesada se hace sabedora del sentido de la decisión
y sus fundamentos, no solo porque la norma incluye la facultad de ‘requerir’ las copias y el deber
del tribunal de ‘entregarlas’, sino porque, razonablemente, será del estudio pormenorizado de lo
expresado por los jueces en el documento sentencial que será factible comprender el fallo y, en su
caso, identificar los elementos a impugnar (tutela judicial efectiva), lo que, por lógica, solo es posible
de la lectura del documento, para lo cual es necesario contar con las respectivas copias.”
Expediente 1336-2015, sentencia de 09/07/2015.

En igual sentido:
Expediente 5864-2015, sentencia de 10/03/2016.
Expediente 5171-2014, sentencia de 02/06/2015.
Expediente 5018-2014, sentencia de 19/05/2015.

Procede otorgar el amparo cuando el Tribunal de Sentencia rechaza liminarmente


la apelación especial, porque es la Sala a la que corresponde decidir sobre la
admisibilidad de ese medio de impugnación.

“… corresponde ahora elucidar cuál es el tribunal que debe pronunciarse sobre la admisibilidad
formal [del recurso de apelación especial]. Para esa determinación, basta acudir a lo establecido
en el artículo 425 del Código Procesal Penal, para concluir que es el tribunal de segundo grado al

40
Doctrina legal de la Corte de Constitucionalidad
para la viabilidad de las acciones constitucionales

que le corresponde examinar el recurso interpuesto –y sus adhesiones– para establecer si en la


impugnación se cumplió con los requisitos de tiempo, argumentación, fundamentación y protesta,
pues el examen de lo anterior es lo que permite ‘decidir sobre la admisión formal del recurso’, de
manera que ‘Si [el tribunal de segundo grado] lo declara inadmisible devolverá las actuaciones’, se
entiende, al tribunal de primera instancia.”
Expediente 569-2010, sentencia de 02/09/2010.

En igual sentido:
Expediente 757-2011, sentencia de 28/11/2012.
Expediente 1127-2015, sentencia de 02/12/2015.
Expediente 6432-2019, sentencia de 27/05/2020.

En el trámite del antejuicio no resultan procedentes los recursos establecidos en el

Materia penal
Código Procesal Penal.

“Esta Corte ha considerado en otros casos similares, que la Ley en Materia de Antejuicio no establece
ningún medio de impugnación que pueda promoverse dentro de esas diligencias, ni la aplicación
supletoria que pueda realizarse de otras leyes en ese procedimiento […] ello implica, en el presente
caso, que tanto la actividad procesal defectuosa como el recurso de reposición no son idóneos para
cuestionar los actos contra los que el amparista intentó los referidos medios de defensa, de manera
que la autoridad reprochada, al emitirlos actuó en el uso de sus facultades, sin violar derecho
constitucional alguno, debido a la desacertada actuación atribuible al amparista.”
Expediente 5897-2014, sentencia de 12/06/2015.

En igual sentido:
Expediente 2222-2019, sentencia de 23/10/2019.
Expediente 640-2019, sentencia de 28/05/2019.
Expediente 5386-2012, sentencia de 03/06/2013.

No procede decretarse arraigo como una medida de coerción personal cuando la


persona no se encuentra ligada a proceso penal.

“Esta Corte, ha señalado, que si bien la medida de arraigo puede solicitarse en el proceso penal, con la
finalidad de garantizar la reparación digna de la víctima, esta debe ser requerida con ese propósito,
pues si su finalidad es la presencia del sindicado en el proceso penal, se estaría decretando como
medida de coerción personal, en específico como prohibición de salir del país (conocida como medida
de arraigo) la cual se impone, como sustitución a la prisión, una vez el sujeto se encuentre ligado a
proceso, siguiendo, por supuesto, los lineamientos taxativamente establecidos por la ley procesal.
En atención a los presupuestos referidos, la medida de coerción consistente en la prohibición de salir
del país (arraigo) solo procede cuando la persona ha sido ligada a proceso penal. Criterio que se ha
sostenido por esta Corte en sentencias de veintidós de marzo de dos mil diecisiete, uno de marzo
de dos mil dieciséis, catorce de septiembre de dos mil quince, veinticinco de abril y trece de marzo,
ambas de dos mil trece, emitidas en los expedientes 2819-2016, 4988-2014, 827-2015, 4192-2012 y
2333-2012, respectivamente…”.
Expediente 2232-2017, sentencia de 25/07/2017.

En igual sentido:
Expedientes acumulados 4445-2016, 4467-2016 y 4991-2016, sentencia de 06/02/2019.
Expediente 1722-2016, sentencia de 28/09/2016.
Expediente 827-2015, sentencia de 14/09/2015.

41
Doctrina legal de la Corte de Constitucionalidad
para la viabilidad de las acciones constitucionales

La recusación presentada contra miembros de un tribunal colegiado debe tramitarse


por la vía incidental ante el propio Tribunal integrado con exclusión del miembro o
miembros que hayan sido recusados, conforme a lo regulado en el artículo 150 bis del
Código Procesal Penal.

“El Artículo 131 de la Ley del Organismo Judicial, regula: ‘Recusación en tribunales colegiados.
Cuando se recuse a miembros de tribunales colegiados, el recusado hará constar inmediatamente
en los autos si reconoce o niega la causal de la recusación. El tribunal integrado como corresponde,
le dará el trámite de los incidentes. Contra lo resuelto así como en el caso previsto en el artículo 127
no cabe recurso alguno’. En razón de la norma transcrita los dos Magistrados de la Corte Suprema
de Justicia, Cámara Penal, negaron las causales invocadas, lo cual hicieron constar inmediatamente
en autos, por lo que el Tribunal se integró con dos Magistrados titulares de esa Corte, diferentes a
los recusados. La referida autoridad procedió con el trámite del incidente de conformidad con lo
regulado en el Artículo 150 Bis del Código Procesal Penal”.
Expediente 1048-2017, sentencia de 17/05/2018.

En igual sentido:
Expediente 2647-2017, sentencia de 29/01/2018.
Expedientes acumulados 786-2016 y 808-2016, sentencia de 15/05/2017.
Expediente 4909-2014, sentencia de 23/07/2015.

Debe ser el Tribunal que conoce la recusación el que realice el trámite del incidente
regulado en el artículo 150 Bis del Código Procesal Penal.

“…´Esta Corte considera que el propio artículo 66 del Código Procesal Penal, en su primer párrafo,
establece que ´la competencia […] las recusaciones, se regulará por lo establecido en la Ley del
Organismo Judicial´. De esa cuenta, al tenor de lo establecido en el artículo 129 de la ley precitada,
es tribunal competente para conocer en los casos de que el juez recusado declare que ´no ha lugar
a la recusación´, el tribunal superior, que la tramitará y resolverá como incidente´. A texto expreso
del último párrafo del artículo 66 precitado ´Los incidentes que no sean los señalados en el párrafo
anterior [segundo párrafo de la norma aludida] serán tramitados de conformidad con el artículo
150 Bis de este Código´. Será el tribunal competente [tribunal superior], conforme lo establecido
en el artículo 129 de la Ley del Organismo Judicial, el que debe citar a las partes a una audiencia a
efecto de cumplir con el debido proceso y resolver la recusación, ya que sería absurdo que al estar
abiertamente cuestionada la competencia subjetiva del juez y requerir, el que se acredite con medios
de comprobación, la plataforma fáctica de la imputación (recusación), sea el propio juez objeto de
recusación el que deba conocer y pronunciarse sobre aquel cuestionamiento.”…”.
Expediente 2599-2017, sentencia de 20/03/2018.

En igual sentido:
Expediente 3009-2013, sentencia de 15/01/2015.
Expediente 4801-2013, sentencia de 16/01/2014.

Deviene inaplicable la apelación regulada en el artículo 404, numeral 2) del Código


Procesal Penal, para cuestionar lo resuelto en cuanto a la recusación.

“…Analizado el escrito contentivo de la impugnación se establece que en este se cita como


fundamento, el contenido del numeral 2) del artículo 404 del Código Procesal Penal, el cual estipula
que: ‘… Son apelables los autos dictados por los jueces de primera instancia que resuelvan: …2) Los
impedimentos, excusas y recusaciones…’, recurso que fue admitido a trámite por la Juez de primer
grado, quien lo remitió en alzada a la autoridad reprochada. Apreciándose que el planteamiento de la
apelación aun cuando está fundamentado en la norma citada, y deviene inaplicable en todo caso ya
que los juzgadores de primer grado nunca resuelven la recusación en su fondo, únicamente pueden

42
Doctrina legal de la Corte de Constitucionalidad
para la viabilidad de las acciones constitucionales

pronunciarse en el sentido de aceptarla o no y debe remitir las actuaciones a la Sala jurisdiccional


correspondiente, por corresponderle a ésta resolver el fondo del planteamiento…”.
Expediente 4168-2012, sentencia de 09/04/2013.

En igual sentido:
Expediente 2241-2018, sentencia de 02/05/2019.
Expediente 4620-2017, sentencia de 31/10/2018.

Las decisiones que decretan medidas precautorias dentro de un proceso penal, son
susceptibles de ser cuestionadas únicamente por vía de la reposición regulada en el
Código Procesal Penal.

“…esta Corte estima que (…) se incumplió con el presupuesto procesal de definitividad, ya que

Materia penal
previo a acudir en amparo debió agotar el medio de impugnación idóneo –reposición–, el cual es
procedente contra la resolución que constituye el acto reclamado, pues encuadra dentro de los
casos de procedencia contenidos en el artículo 402 del Código Procesal Penal, en virtud que el acto
refutado fue emitido sin audiencia previa; es decir, cuando quien recurre no ha tenido la oportunidad
de expresar sus argumentos de hecho y de derecho sobre los extremos convenidos en la resolución
que pretende impugnar, situación que sucede en el caso que se analiza, pues la decisión de ordenar
las medidas precautorias aludidas fue dictada sin presencia de las postulantes, aunado a que no es
susceptible de ser impugnada por medio del recurso de apelación, de conformidad con lo regulado
en el artículo 404 de la ley procesal penal. Por lo que, al concurrir los presupuestos que hacen viable
su procedencia, debió interponer dicho medio recursivo y, con ello, dar cumplimiento al presupuesto
procesal de definitividad que exige el artículo 19 de la Ley de Amparo, Exhibición Personal y de
Constitucionalidad…”.
Expediente 5567-2015, sentencia de 21/06/2018.

En igual sentido:
Expediente 1977-2019, sentencia de 10/09/2019.
Expediente 2680-2019, sentencia de 02/09/2019.
Expedientes acumulados 371-2016 y 463-2017, sentencia de 06/11/2017.

En el trámite de Extinción de Dominio no resultan procedentes los recursos


establecidos en el Código Procesal Penal.

“…es pertinente señalar que el mismo carece de sustento, en tanto la Ley de Extinción de Dominio
constituye una norma que regula un procedimiento de carácter autónomo e independiente del
proceso penal; en ese sentido, en observancia al principio de especialidad normativa, no es viable
aplicar las disposiciones relativas a los medios de impugnación o remedios procesales del Código
Procesal Penal.”
Expediente 3836-2017, sentencia de 23/01/2018.

En igual sentido:
Expediente 612-2018, sentencia de 01/08/2018.
Expedientes acumulados 3860-2018 y 3890-2018, sentencia de 19/03/2019.

No procede queja contra el rechazo liminar del recurso de apelación especial.

“… Al efectuar el análisis legal correspondiente, esta Corte estima que la declaratoria sin lugar de
los recursos de queja planteados por los amparistas no puede producirles agravio alguno, ya que
resultaban inidóneos, al no ser el medio de impugnación adecuados para atacar la decisión de
admitir a trámite los recursos de apelación especial que interpusieron, pues conforme el artículo
412 del Código Procesal Penal, el recurso de queja procede únicamente contra la negativa de dar

43
Doctrina legal de la Corte de Constitucionalidad
para la viabilidad de las acciones constitucionales

trámite al recurso de apelación regulado en el artículo 404 del Código Procesal Penal; es decir, que
la queja tiene como propósito evitar que los jueces de primera instancia nieguen indebidamente el
recurso de apelación referido, pero no es aplicable contra la negativa de dar trámite al recurso de
apelación especial, el cual tiene expresamente establecidos sus propios procedimientos así como
los casos para su procedencia y la calidad que deben ostentar quienes lo interpongan conforme los
artículos 415 y 416 del cuerpo legal referido. De ahí que las resoluciones emitidas por la autoridad
cuestionada por las que declaró sin lugar los recursos de queja por ser estos medios de impugnación
inidóneos cualquiera que fuese su resultado, no pudieron causar agravio alguno…”
Expediente 23-2014, sentencia de 29/04/2014.

En igual sentido:
Expediente 330-2014, sentencia de 15/01/2016.
Expediente 569-2010, sentencia de 02/09/2010.
Expediente 1287-2006, sentencia de 11/07/2007.

44
DOCTRINA LEGAL DE LA
CORTE DE CONSTITUCIONALIDAD
PARA LA VIABILIDAD DE LAS
ACCIONES CONSTITUCIONALES

MATERIAS CIVIL,
FAMILIA Y NIÑEZ
Doctrina legal de la Corte de Constitucionalidad
para la viabilidad de las acciones constitucionales

Doctrina legal de la Corte de Constitucionalidad para


la viabilidad de las acciones constitucionales
Materias civil, familia y niñez

Los pronunciamientos que admiten o rechazan para su trámite las demandas [o


la reconvención] dentro de los procesos de conocimiento, son decretos, pues su
contenido es producto de la superación de las exigencias formales de admisibilidad.
En ese sentido, la impugnación que procede en su contra, siempre que no sea viable
el planteamiento de excepciones, es la revocatoria.

“A.1) Las resoluciones que rechazan para su trámite las demandas [o la reconvención] presentadas
dentro de los juicios de conocimiento en materia civil y mercantil, constituyen decisiones de mero
trámite, pues estas son el resultado del incumplimiento de requisitos legales que al ser inobservados
facultan al tribunal a decretar su inadmisión in limine, siendo impugnables por revocatoria.
A.2) Los pronunciamientos que admiten para su trámite las demandas [o la reconvención] dentro de
los procesos referidos y en armonía con el criterio antes apuntado, son decretos, pues su contenido
es producto de la superación de las exigencias formales de admisibilidad. En ese sentido, la
impugnación que procede en su contra, siempre que no sea viable el planteamiento de excepciones,
es la revocatoria.”
Expediente 5315-2015, sentencia de 23/11/2017.

En igual sentido:

familia y niñez
Materias civil,
Expediente 5240-2016, sentencia de 13/12/2017.
Expediente 3602-2016, sentencia de 21/05/2018.

Es inviable acudir en amparo cuando se señala como acto reclamado el rechazo de un


medio de convicción con fundamento en lo establecido en el artículo 127 del CPCYM,
pues procede la protesta.

“Al realizar el estudio del artículo [127 del CPCYM] citado se aprecia que, en situaciones en las que se
verifique un rechazo de medios probatorios, la protesta, a la luz de lo dispuesto en la citada norma,
se configura como el mecanismo de defensa idóneo para contrarrestar la indefensión que esa
inadmisión pudiera producir, pues habilita su diligenciamiento ante el tribunal de segunda instancia
a efecto de que este emita un juicio intelectivo-valorativo de los mismos.”
Expediente 1627-2015, sentencia de 01/07/2015.

En igual sentido:
Expediente 2312-2015, sentencia de 12/10/2015.
Expediente 4482-2017, sentencia de 22/02/2018.

Las resoluciones que rechazan prueba, invocando supuestos distintos a los establecidos
en el artículo 127 del CPCYM, constituyen decretos, y su impugnación es por vía de la
revocatoria.

“...se advierte que el estudio que efectúa el tribunal de conocimiento para decidir el rechazo de
un medio de prueba, fundamentándose en supuestos ajenos a los que contiene el artículo 127 de
la ley en mención, radica en la determinación de casos que, aunque no estén previstos en dicho
precepto, hacen que el medio de comprobación sea inadmisible, teniendo como efecto que este no
sea diligenciado ni posteriormente, valorado. De igual forma, la resolución que admite determinado
medio de convicción reviste la naturaleza de ser una decisión de mero trámite, por esa razón, dichas

47
Doctrina legal de la Corte de Constitucionalidad
para la viabilidad de las acciones constitucionales

resoluciones –que rechazan o admiten prueba en los casos antes indicados– constituyen decretos, y
su impugnación es por vía de la revocatoria.”
Expediente 5315-2015, sentencia de 23/11/2017.

En igual sentido:
Expediente 1605-2016, sentencia de 03/05/2018.
Expediente 3222-2016, sentencia de 08/11/2017.

La resolución que admite determinado medio de convicción reviste la naturaleza de


ser una decisión de mero trámite, por esa razón, es recurrible por vía de la revocatoria.

“...se advierte que el estudio que efectúa el tribunal de conocimiento para decidir el rechazo de
un medio de prueba, fundamentándose en supuestos ajenos a los que contiene el artículo 127 de
la ley en mención, radica en la determinación de casos que, aunque no estén previstos en dicho
precepto, hacen que el medio de comprobación sea inadmisible, teniendo como efecto que este no
sea diligenciado ni posteriormente, valorado. De igual forma, la resolución que admite determinado
medio de convicción reviste la naturaleza de ser una decisión de mero trámite, por esa razón, dichas
resoluciones –que rechazan o admiten prueba en los casos antes indicados– constituyen decretos, y
su impugnación es por vía de la revocatoria.”
Expediente 5315-2017, sentencia de 27/11/2017.

En igual sentido:
Expediente 3716-2017, sentencia de 19/03/2018.
Expediente 1605-2016, sentencia de 03/05/2018.

Las resoluciones que acceden o deniegan la prestación de garantía por el actor como
consecuencia de las medidas precautorias decretadas –con base en el artículo 532
del Código Procesal Civil y Mercantil–, tienen la naturaleza de decretos, pues se
circunscriben a formular –o no– un “requerimiento”. El remedio idóneo para impugnar
los decretos es, exclusivamente, la revocatoria.

“Las resoluciones que acceden o deniegan la prestación de garantía por el actor como consecuencia
de las medidas precautorias decretadas–con base en el artículo 532 del Código Procesal Civil
y Mercantil–, tienen la naturaleza de decretos, pues se circunscriben a formular –o no– un
‘requerimiento’, es decir, a informar a una de las partes que debe realizar una conducta o actividad
exigida por la ley [presentar una cantidad monetaria], la que en este caso, condiciona la vigencia de
las providencias cautelares (...) El remedio idóneo para impugnar los decretos es, exclusivamente,
la revocatoria.”
Expediente 5315-2015, sentencia de 23/11/2017.

En igual sentido:
Expediente 3923-2017, sentencia de 22/01/2018.
Expediente 583-2016, sentencia de 03/09/2017.
Expediente 1076-2017, sentencia de 19/09/2017.

Contra la admisión de la ejecución procede nulidad, siempre y cuando los argumentos


no pudieran hacerse valer por vía de la oposición o excepciones en su caso.

“… conforme jurisprudencia de esta Corte, no procede nulidad cuando los motivos que se invocan
son propios del planteamiento de una excepción, en este tipo de procesos [de ejecución] las únicas
excepciones que pueden plantearse son las que destruyan la eficacia del título y se fundamenten
en prueba documental, por lo que el rechazo no podía basarse en tales afirmaciones, pues las
razones que motivaron la interposición de la nulidad instada, no son propias del planteamiento

48
Doctrina legal de la Corte de Constitucionalidad
para la viabilidad de las acciones constitucionales

de excepciones, pues como se advierte de autos, las razones que motivan la nulidad no atacan la
eficacia del título.”
Expediente 4790-2017, sentencia de 27/02/2018.

En igual sentido:
Expediente 1077-2016, sentencia de 06/02/2018.
Expediente 3835-2018, sentencia de 13/11/2018.

Contra el rechazo del trámite de la ejecución procede apelación.

“No ocasiona agravio el proceder de la autoridad cuestionada que deniega el recurso de revocatoria
planteado contra la resolución que no admitió a trámite la ejecución cuando para ello existe el
medio de impugnación específico que, conforme al artículo 334 del Código Procesal Civil y Mercantil,
es la apelación. (...) al tenor de lo regulado en el artículo 334 del Código Procesal Civil y Mercantil,
contra el auto que deniegue el trámite de la ejecución procede recurso de apelación, por lo que al
haber incurrido en ese desatino legal, ningún agravio le pudo ocasionar al postulante la denegatoria
de la revocatoria intentada.”
Expediente 1186-2017, sentencia de 31/08/2017.

En igual sentido:
Expediente 1077-2016, sentencia de 06/02/2018.
Expediente 3835-2018, sentencia de 13/11/2018.

Conforme el principio de especialidad regulado en el artículo 13 de la Ley del

familia y niñez
Materias civil,
Organismo Judicial, la decisión que enmienda el procedimiento solo es apelable en
los juicios en los que no está restringido el recurso aludido.

“...en efecto el principio de especialidad recogido en el artículo 13 de la Ley del Organismo Judicial,
elude precisamente a que las disposiciones especiales deben prevalecer sobre las disposiciones
generales, sin embargo debe entenderse que dicha especialidad se refiere a la aplicación de las
normas que rigen el proceso –en el presente caso el Código Procesal Civil y Mercantil–, y no aquella
que faculta al juez a enmendar el procedimiento –artículo 67 de la Ley del Organismo Judicial–, pues
el legislador tuvo sus motivaciones para determinar las especialidades de cada juicio y en el caso que
nos acoge el restringir el recurso de apelación obedece a la celeridad que fue prevista en su diseño
procedimental, por cuanto que revelan un margen limitado de materia susceptible de ser discutida,
cuestionada o revisada; por lo anterior y conforme a la limitación del recurso de apelación prescrita
en el artículo 209 del Código Procesal Civil y Mercantil, se establece que la decisión reclamada [auto
que enmendó el procedimiento] no era susceptible de ser impugnada.”
Expediente 2646-2016, sentencia de 04/04/2017.

En igual sentido:
Expediente 3269-2016, sentencia de 31/08/2017.
Expediente 2941-2016, sentencia de 14/03/2018.
Expediente 2855-2017, sentencia de 15/03/2018.

Contra el rechazo del recurso de casación civil, procede reposición conforme el artículo
600 del CPCYM, por lo que deviene obligatorio instar ese medio de impugnación
previo a acudir en amparo.

“… la reposición es el medio idóneo para denunciar inconformidad con el rechazo del recurso
de casación, pertinencia que también lo hace exigible, de manera que con fundamento en los
razonamientos anteriores y basada en la facultad prevista en el artículo 43 de la Ley de Amparo,
Exhibición Personal y de Constitucionalidad, esta Corte asienta el criterio de que, siendo idóneo el

49
Doctrina legal de la Corte de Constitucionalidad
para la viabilidad de las acciones constitucionales

recurso de reposición contra el rechazo liminar de casación en materia civil, deviene obligatorio
instar ese medio de impugnación contra tales resoluciones.”
Expediente 2645-2016, sentencia de 17/02/2018.

En igual sentido:
Expediente 1295-2016, sentencia de 14/03/2018.
Expediente 138-2018, sentencia de 24/05/2018.

Los autos que resuelvan las excepciones previas, son apelables, tanto si acogen o
deniegan, sean estas procesales o de fondo.

“… no tendría sentido que fuese apelable solo el auto que declare con lugar la o las excepciones
previas, pues ello generaría una desigualdad en perjuicio de quien mediante aquellas ejerce
su derecho de defensa para atacar las pretensiones de su contraparte, al condicionar la revisión
instancial de la decisión asumida en primera instancia, únicamente al caso de acogimiento de la
o las excepciones, negándosele la oportunidad que obtenga un pronunciamiento por parte del
Tribunal de apelación si éste considera fundado el recurso.”
Expediente 4280-2015, sentencia de 13/01/2016.

En igual sentido:
Expediente 3702-2016, sentencia de 24/05/2017.
Expediente 250-2016, sentencia de 27/06/2017.
Expediente 1256-2017, sentencia de 06/03/2018.
Expediente 372-2019, sentencia de 02/04/2019.

Resulta inviable el amparo que se promueve contra la decisión de segunda instancia


que declaró con lugar las excepciones previas que pongan fin a juicios ordinarios
de mayor cuantía o de valor indeterminado, porque esa decisión es cuestionable
mediante casación.

“...el acto reclamado sí era impugnable mediante recurso de casación, como señaló el Tribunal de
Amparo de primer grado, puesto que por ser una resolución que declaró procedente una excepción
previa de prescripción, la cual fue emitida por una Sala, esa resolución era un auto definitivo, que
conforme a lo regulado en el artículo 620 del Código Procesal Civil y Mercantil, era susceptible de
impugnarse mediante recurso de casación previo a acudir a la acción subsidiaria y extraordinaria de
amparo, razón por la cual la postulante no cumplió con el requisito imprescindible de definitividad
necesario para la procedencia de esta acción constitucional.”
Expediente 5644-2014, sentencia de 13/03/2015.

En igual sentido:
Expediente 304-2015, sentencia de 11/05/2015.
Expediente 6042-2016, sentencia de 14/06/2017.

En los procesos de medidas de protección de niñez no devienen aplicables


supletoriamente las normas del Código Penal y Procesal Penal, por lo que resultan
improcedentes los medios de impugnación de las normativas aludidas.

“… a criterio de esta Corte, resulta desacertada la decisión de la Sala reclamada de ordenar, con base
a dicha normativa, la actividad procesal defectuosa, pues, como se indicó anteriormente, no puede
utilizarse supletoriamente la normativa penal en los procesos de medidas de protección, ya que el

50
Doctrina legal de la Corte de Constitucionalidad
para la viabilidad de las acciones constitucionales

artículo 141 de la ley de la materia, debe aplicarse únicamente para los casos de adolescentes en
conflicto con la ley penal, situación que no ocurre en el presente caso.”
Expedientes acumulados 1041-2013 y 1253-2013, sentencia de 10/03/2013.

En igual sentido:
Expediente 2014-2018, sentencia de 17/01/2019.
Expedientes acumulados 1468-2011 y 1661-2011, sentencia de 17/08/2011.

No es viable acudir al amparo en forma directa para cuestionar resoluciones en las


que se decretan medidas precautorias. Cuando la pretensión del afectado sea la
reducción, la sustitución de bienes embargados o la prestación de contragarantía
deberá acudir ante el juez que la dictó, y hacer valer los mecanismos que prevén los
artículos 310, 311 y 533 del Código Procesal Civil y Mercantil. Y en los casos en los
que se resienta que la medida fue dictada contra el tenor de la ley, debe agotarse el
recurso de revocatoria establecido en el artículo 598 del mismo Código.

“No produce agravio la autoridad denunciada que, de forma razonada, declara sin lugar la excepción
de pago parcial, al estimar que las pensiones alimenticias reclamadas no fueron canceladas por
el ejecutado, de conformidad con lo pactado en el título ejecutivo presentado dentro del proceso
subyacente.”
Expediente 5352-2018, sentencia de 05/06/2019.

En igual sentido:
Expediente 3519-2012, sentencia de 25/09/2013.

familia y niñez
Materias civil,
Expediente 1387-2017, sentencia de 15/05/2019.

No causa agravio la disposición que desestima el pago parcial de los alimentos,


efectuado de forma distinta al convenido.

“… este Tribunal considera que la decisión de la autoridad reprochada, de no acoger la excepción de


pago parcial instada por el ahora amparista, no puede estimarse violatoria del derecho de defensa
invocado, pues la obligación contraída debió ser cancelada en el lugar, modo y tiempo establecido
en el título ejecutivo; además, el peticionario incumplió con presentar los recibos extendidos por la
ejecutante que demuestren el pago parcial que pretendió acreditar. Al no haberlo realizado de esa
forma, tal como lo estimó la autoridad increpada, no puede considerarse cumplida la obligación,
pues, de lo contrario, se estaría desprotegiendo a la niña durante el tiempo que la ejecutante
resiente el impago de la pensión alimenticia referida.”
Expediente 5352-2018, sentencia de 05/06/2019.

En igual sentido:
Expediente 3519-2012, sentencia de 25/09/2013.
Expediente 1387-2017, sentencia de 15/05/2019.

Es inviable el amparo contra la resolución que no accede a la solicitud de enmendar


el procedimiento, pues esta es una decisión facultativa de los órganos jurisdiccionales
para depurar el proceso.

“Esta Corte ha sostenido, en más de tres fallos contestes y consecutivos, que no ocasionan agravio
las resoluciones de autoridad por las que se deniega la enmienda del procedimiento solicitada por
los sujetos procesales dentro de determinado proceso, porque de conformidad con lo que establece
el artículo 67 de la Ley del Organismo Judicial, la enmienda es una facultad discrecional de los jueces
que la ley les confiere para que éstos, en el ejercicio de su cargo, cuando adviertan que dentro

51
Doctrina legal de la Corte de Constitucionalidad
para la viabilidad de las acciones constitucionales

de las constancias procesales se ha cometido error sustancial que afecte derechos de las partes o
contravenga las disposiciones preestablecidas en la ley, pueda, de oficio, enmendar el procedimiento
con el objeto de dejar sin efecto las actuaciones que causen afectación.”
Expediente 262-2015, sentencia de 29/05/2015.

En igual sentido:
Expediente 475-2016, sentencia de 19/09/2016.
Expediente 2383-2017, sentencia de 29/01/2018.

Resulta inviable acudir en amparo contra el auto para mejor fallar, pues la incidencia
en la esfera jurídica del postulante se apreciará en el fallo definitivo.

“… Dentro de ese contexto, se deja asentada la tesis concerniente a que es prematuro promover
amparo contra la actuación de los órganos jurisdiccionales, relativa a practicar por una sola vez
antes de dictar sentencia y para mejor proveer cualquier diligencia de prueba, porque será en el acto
que pone fin de manera normal al proceso –sentencia–, que se pueda establecer si los Tribunales del
ramo Civil actuaron de manera arbitraria al emitir como la reseñada –auto para mejor proveer–,
de ahí que la sentencia configure la decisión que revista la condición de definitividad y, por ende, la
que sea susceptible de ser señalada como acto reclamado para su enjuiciamiento en la jurisdicción
constitucional.”
Expediente 2140-2016, sentencia de 20/02/2017.

En igual sentido:
Expediente 5023-2016, sentencia de 07/06/2017.
Expediente 1414-2016, sentencia de 16/08/2017.
Expediente 4622-2016, sentencia de 17/10/2017.

Resulta inviable acudir en amparo contra la decisión que no tiene por devuelta la
cédula de notificación, formulada por un tercero que no forma parte en el proceso,
pues no produce efectos agraviantes en su esfera jurídica.

“Se ha considerado por esta Corte que si bien la ley constitucional de la materia determina la amplitud
de la procedencia del amparo, ello queda sujeto a la vulneración de un derecho fundamental y,
por ende, a la existencia de agravio, lo que amerita el análisis de tales aspectos en cada caso en
particular. Siendo la concurrencia de agravio un elemento sine qua non para la procedencia del
amparo, de no existir este, la protección que se insta resulta inviable. La negativa de tener por
devuelta una cédula de notificación sólo puede producir agravio a las partes del proceso, calidad que
no ostenta un tercero que sólo ha comparecido a devolver la misma.”
Expediente 1042-2017, sentencia de 23/08/2017.

En igual sentido:
Expediente 2339-2013, sentencia de 29/01/2014.
Expediente 2351-2016, sentencia de 07/05/2017.

No contraría los derechos de defensa e igualdad el contenido del artículo 243 del
Código Procesal Civil y Mercantil en cuanto se exige comprobar el pago de los
alquileres o consignación de la renta.

“… la norma cuestionada de inconstitucional no es contraria al principio de igualdad que proclama


el artículo 4º de nuestra ley fundamental, porque tal principio ha de entenderse en función de las
circunstancias propias que concurren en cada caso concreto. En el que ahora se resuelve, como el de

52
Doctrina legal de la Corte de Constitucionalidad
para la viabilidad de las acciones constitucionales

aquellos a que se refieren los expedientes que arriba quedaron citados, la diferencia de trato procesal
dispuesto por la ley se justifica por aplicarse a situaciones desiguales de las partes en la contienda.”
Expediente 159-2017, sentencia de fecha 06/11/2017.

En igual sentido:
Expediente 988-2016, sentencia de 09/01/2017.
Expediente 2025-2017, sentencia de 06/11/2017.
Expediente 159-2017, sentencia de 06/11/2017.

Es inviable el amparo promovido contra la decisión de denegar o rechazar el recurso


de apelación promovido en un juicio sumario de desahucio, desocupación, derivado
del incumplimiento de pago, o cobro de rentas atrasadas, fundado en que no se
acompañó el comprobante de pago o consignación de renta.

“… se debe atender a lo preceptuado en el artículo 13 de la Ley del Organismo Judicial, en cuanto


a que las disposiciones especiales de las leyes prevalecen sobre las disposiciones generales, motivo
por el que se concluye que la ahora amparista debió cumplir con la norma anterior y acompañar
el documento que comprobara el pago del alquiler o su consignación ante juez competente,
estimándose correcto el criterio expuesto por la autoridad impugnada al dictar el acto reclamado.”
Expediente 2981-2012, sentencia de 18/09/2012.

En igual sentido:
Expediente 2816-2017, sentencia de 25/10/2017.
Expedientes acumulados 1647-2018 y 1675-2018, sentencia de 14/08/2018.

familia y niñez
Materias civil,
No procede nulidad en sustitución de la apelación en aquellos procesos en los que se
encuentra limitado el recurso de alzada.

“… siendo las excepciones las defensas que pueden utilizar los emplazados –ahora amparistas– para
refutar los argumentos vertidos por la parte actora en la demanda incoada en su contra, la decisión
que el Juez de autos asuma al conocerlas no puede ser objeto de nulidad, menos aun cuando lo que
se pretende con ésta es sustituir la apelación, que está taxativamente restringida en este tipo de
procesos…”
Expediente 3339-2017, sentencia de 24/01/2018.

En igual sentido:
Expediente 2051-2014, sentencia de 24/06/2015.
Expediente 5258-2014, sentencia de 24/07/2015.
Expediente 5464-2016, sentencia de 20/02/2017.

No procede apelación contra la decisión que admite o acoge las diligencias de prueba
anticipada, pues la ley prevé ese recurso únicamente contra la decisión que niega la
medida solicitada.

“… la resolución de diez de noviembre de dos mil catorce, que declaró sin lugar la nulidad por
violación de ley planteada por la postulante, no tiene el carácter de apelable, por la limitación de
dicho medio impugnativo regulado en el artículo 105 de la ley adjetiva civil. Consecuentemente, de
acuerdo a los razonamientos antes relacionados, la resolución que se ha reprochado de agraviante
ha sido emitida como resultado de la apropiada interpretación y selección de la norma legal
aplicable al caso concreto; de ahí que la autoridad impugnada, al desestimar el ocurso de hecho
–acto reclamado–, ningún agravio le ha ocasionado a la postulante, pues su proceder se encuentra

53
Doctrina legal de la Corte de Constitucionalidad
para la viabilidad de las acciones constitucionales

apegado a derecho, por lo que el hecho de que lo resuelto le haya sido desfavorable a la ahora
amparista, no significa que se hayan vulnerado sus derechos constitucionales.”
Expediente 5437-2016, sentencia de 09/01/2017.

En igual sentido:
Expediente 5568-2016, sentencia de 26/06/2016.
Expediente 5598-2016, sentencia de 22/08/2017.

Deviene procedente la apelación contra la decisión que rechaza las diligencias de


prueba anticipada, aun cuando el rechazo derive de una enmienda del procedimiento.

“… en las diligencias de prueba anticipada son apelables únicamente las resoluciones que deniegan
las medidas solicitadas, por estimar que en ese supuesto priva la restricción de impugnabilidad
prevista en las normas procesales destinadas a regular el trámite de ese tipo de procedimientos.”
Expediente 5568-2016, sentencia de 26/06/2017.

En igual sentido:
Expediente 5437-2016, sentencia de 09/01/2017.
Expediente 5598-2016, sentencia de 22/08/2017.

No viola los derechos de defensa y de igualdad la regulación de limitación a las


excepciones previstas –a pago y prescripción– regulada en el artículo 109 de la Ley de
Bancos (inconstitucionalidad y amparo).

“… este Tribunal ha sostenido que en los procesos de ejecución promovidos por instituciones
bancarias y/o financieras como en el caso de la entidad ejecutante, Mercom Bank Ltd., existe un trato
privilegiado o preferente que la legislación ha conferido a esas instituciones por el rol determinante
que juegan en la economía de un país. Ese trato preferente se encuentra plasmado, entre otros,
en el artículo 109 de la citada Ley, que establece que únicamente se admitirán las excepciones de
pago y de prescripción y, en el caso de la excepción de pago, este debe demostrarse mediante la
documentación legal fehaciente, cuya constancia haya sido expedida por una entidad bancaria y/o
financiera en su calidad de acreedora, o ejecutante en su caso.”
Expediente 700-2017, sentencia de 18/09/2017.

En igual sentido:
Expediente 4624-2013, sentencia de 30/07/2014.
Expediente 5610-2016, sentencia de 14/06/2017.

Es inviabilidad del amparo contra el rechazo o denegatoria de apelación en los casos en


los que no se expresó agravios en la oportunidad para hacerlo. En los procesos en los
cuales no se establezca audiencia para hacer uso del recurso, este debe interponerse
de forma razonada.

“Esta Corte ha considerado en diferentes fallos que si en el trámite del recurso de apelación se contempla
una fase de audiencia antes de la vista del caso, el recurso se puede formular sin expresión de agravios,
por razón de que en la primera etapa referida, el apelante tendrá la oportunidad de hacer uso del recurso
para exponer los motivos de su impugnación. En el caso de los procesos que únicamente establecen la
etapa de la vista en alzada, sólo en esta última se podrá alegar respecto de las motivaciones o agravios
expresados en el recurso; por lo cual, el recurso de apelación debe ser interpuesto con expresión de
agravios, por razones de igualdad, lealtad y probidad procesales, para que se permita la oportunidad a
la contraparte de pronunciarse respecto a los motivos señalados en el recurso de apelación.”
Expediente 5855-2015, sentencia de 14/11/2016.

54
Doctrina legal de la Corte de Constitucionalidad
para la viabilidad de las acciones constitucionales

En igual sentido:
Expediente 504-2015, sentencia de 28/08/2015.
Expediente 1015-2016, sentencia de 19/07/2016.

Es inviable el amparo promovido contra el fallo dictado en un juicio ejecutivo, pues


contra lo resuelto en estos procede juicio ordinario posterior. Salvo cuando se
denuncia una violación al debido proceso.

“… este Tribunal considera que al contemplar nuestro ordenamiento jurídico un proceso específico
para obtener la revisión de lo decidido en el juicio ejecutivo, el amparo interpuesto resulta
improcedente, pues en el caso concreto, la sentencia dictada por el tribunal de alzada que declaró con
lugar el juicio ejecutivo promovido contra el ahora postulante, aún no reviste la calidad de definitiva
en la jurisdicción constitucional, ya que esa decisión puede ser modificada mediante juicio ordinario
posterior, dado que este último es el medio idóneo para denunciar los agravios que le puede generar
la sentencia que ahora señala como lesiva; de ahí que, se inobservó el presupuesto de definitividad
en el acto que reclama lo cual impide que el fondo del asunto sometido al discernimiento del Tribunal
constitucional pueda ser analizado.”
Expediente 842-2016, sentencia de 01/04/2016.

En igual sentido:
Expediente 347-2014, sentencia de 06/06/2017.
Expediente 1277-2011, sentencia de 02/11/2016.

Procede casación contra sentencias de segundo grado emitidas en juicios ordinarios

familia y niñez
Materias civil,
de valor indeterminado, civiles y mercantiles.

“…aunque en ese tipo de juicios no siempre existe una pretensión de contenido patrimonial, cuando
sí la hay, el carácter indeterminado que se le atribuye al valor del proceso obedece a que no es
factible precisar con exactitud a cuánto asciende la suma dineraria en disputa, pero con frecuencia
el litigio conlleva un impacto pecuniario considerable; posibilidad que torna meritorio, siguiendo el
criterio económico plasmado por el legislador en los preceptos antes relacionados, que tales asuntos
reciban el mismo tratamiento normativo que los de mayor cuantía, no solo en lo relativo al órgano
judicial competente para su conocimiento, sino también respecto a los mecanismos de impugnación
que le son aplicables.”
Expediente 2058-2017, sentencia de 28/03/2008.

En igual sentido:
Expediente 304-2015, sentencia de 11/05/2015.
Expediente 2001-2018, sentencia de 05/09/2018.

Es inviable el amparo promovido contra inscripciones efectuadas por el Registro de


la Propiedad cuando la acción se sustente únicamente en un peritaje privado o se
denuncien vicios del consentimiento.

“… esta Corte ha sostenido el criterio que los peritajes son medios de prueba insuficientes para
generar duda razonable sobre la validez del instrumento público que originó las inscripciones
registrales objetadas. Para que un medio de prueba como tal pueda ser decisorio para otorgar
la protección parcial o temporal, requiere que sea complementado con otro medio probatorio o
existan circunstancias que permitan inferir que el documento no fue signado por el promotor de
la acción o por quien representa este, debiéndose establecer la imposibilidad de una de las partes
para participar en la firma del contrato que generó el derecho que fue inscrito en el Registro de la
Propiedad.”
Expediente 5029-2016, sentencia de 31/05/2017.

55
Doctrina legal de la Corte de Constitucionalidad
para la viabilidad de las acciones constitucionales

En igual sentido:
Expediente 4614-2013, sentencia de 30/04/2015.
Expediente 5216-2016, sentencia de 10/07/2017.
Expediente 4354-2018, sentencia de 13/02/2019.

En aplicación del principio de especialidad, deben privilegiarse las normas que limitan
la apelación en determinados procesos.

“Es criterio de esta Corte, que no causa agravio el proceder de la autoridad judicial cuando, dentro
de un proceso de ejecución, hace valer la restricción de impugnabilidad prevista en las normas
destinadas a regular su trámite, pues ello conlleva a la correcta interpretación y aplicación de lo
previsto en el artículo 325 del Código Procesal Civil y Mercantil; criterio que debe ser de observancia
obligatoria para los tribunales de justicia, de conformidad con el artículo 43 de la Ley de Amparo,
Exhibición Personal y de Constitucionalidad.”
Expediente 1307-2017, sentencia de 10/07/2017.

En igual sentido:
Expediente 5216-2016, sentencia de 10/07/2016.
Expediente 4118-2016, sentencia de 02/03/2017.

En juicio ordinario son apelables las decisiones que rechazan, deniegan o declaran
con lugar la nulidad.

“Si bien este Tribunal ha considerado que el uso de un medio impugnativo contra otro no resulta
idóneo, este criterio no es aplicable en el presente caso, dado que la pretensión de la entidad al
apelar la decisión, no es en esencia la revisión de lo resuelto en el recurso de nulidad sino impugnar
la consecuencia de esa decisión, el rechazo de las diligencias de prueba anticipada, motivo que
hace procedente el planteamiento del recurso de apelación, al encuadrar el efecto con el supuesto
contenido en el artículo 105 del Código mencionado.”
Expediente 687-2017, sentencia de 27/11/2018.

En igual sentido:
Expediente 5372-2014, sentencia de 19/05/2015.
Expediente 4684-2014, sentencia de 23/06/2015.
Expediente 5749-2014, sentencia de 13/08/2015.

Resulta inviable el amparo promovido contra la decisión que denegó un medio de


impugnación promovido contra el resultado de otro medio de impugnación horizontal.

“No genera agravio el acto procesal que rechaza una revocatoria planteada contra el rechazo de
otro remedio procesal de similar naturaleza (nulidad), pues se generaría una cadena interminable
de impugnaciones que irían en detrimento de los principios de seguridad, certeza jurídica y de
celeridad que deben prevalecer en todo proceso judicial.”
Expediente 3215-2017, sentencia de 29/01/2018.

En igual sentido:
Expediente 6128-2016, sentencia de 10/07/2017.
Expediente 4993-2015, sentencia de 04/03/2016.
Expediente 1590-2017, sentencia de 14/11/2017.

56
Doctrina legal de la Corte de Constitucionalidad
para la viabilidad de las acciones constitucionales

No es viable la promoción del amparo contra la convocatoria a asambleas de personas


jurídicas de derecho privado.

“…refiere el Código de Comercio de Guatemala los mecanismos específicos que pone a disposición
de quien se considere agraviado por las decisiones asumidas en asamblea general; en tal sentido,
como se indica en la sentencia citada, el artículo 157 del cuerpo legal en mención señala que los
‘acuerdos de las asambleas podrán impugnarse o anularse cuando se hayan tomado con infracción
de las disposiciones de la ley o de la escritura social’, acciones que, salvo pacto en contrario, deben
ventilarse en juicio ordinario. En consecuencia, no es el amparo la vía idónea para denunciar los
agravios que la solicitante invoca, en tanto la legislación mercantil establece el instrumento procesal
específico que debe instarse ante la jurisdicción ordinaria para tales efectos, cuestión que determina
la notoria improcedencia del amparo.”
Expediente 2645-2010, sentencia de 10/12/2010.

En igual sentido:
Expediente 2272-2018, sentencia de 16/10/2018.
Expediente 6063-2016, sentencia de 28/06/2018.
Expediente 3182-2007, sentencia de 28/03/2008.
Expediente 4288-2008, sentencia de 10/07/2009.

Resulta inviable promover amparo contra la decisión de rechazar la revisión, cuando


no se efectuó la objeción en el proceso arbitral.

“… la resolución que se señala como reclamado no puede causar agravio en la esfera fundamental
de derechos constitucionales de la amparista, ya que en esta se declaró sin lugar un ocurso de hecho

familia y niñez
Materias civil,
planteado contra la inadmisión para su trámite de un recurso de apelación que devino inidóneo,
pues fue interpuesto con posterioridad al rechazo del recurso de reposición que a su vez intentó
contra el rechazo o inadmisión de la revisión relacionada, a pesar de la inviabilidad de todos estos
recursos contra esta última decisión.”
Expediente 4313-2016, sentencia de 09/02/2017.

En igual sentido:
Expediente 1152-2003, sentencia de 04/09/2003.
Expediente 1331-2003, sentencia de 18/09/2003.
Expediente 1120-2003, sentencia de 15/12/2003.
Expediente 818-2016, sentencia de 27/07/2006.

El amparo no es la vía para dilucidar las controversias suscitadas entre una Cooperativa
y sus asociados, en virtud que estas deben sustanciarse en juicio ordinario establecida
en el artículo 96 del Código Procesal Civil y Mercantil.

“El amparo no es la vía para poder dilucidar las controversias suscitadas entre una Cooperativa y sus
asociados, en virtud que, de conformidad con el artículo 96 del Código Procesal Civil y Mercantil, y
en una correcta intelección del principio jurídico del debido proceso, corresponde a los Jueces de la
Jurisdicción ordinaria conocer y resolver las inconformidades que se susciten entre dichos sujetos.”
Expediente 5120-2017, sentencia de 24/01/2018.

En igual sentido:
Expediente 3787-2013, sentencia de 27/11/2013.
Expediente 3097-2016, sentencia de 31/08/2016.
Expediente 644-2016, sentencia de 03/10/2016.

57
Doctrina legal de la Corte de Constitucionalidad
para la viabilidad de las acciones constitucionales

El amparo es inviable cuando lo que se cuestiona es la decisión de un órgano de


alzada, que se abstiene de conocer o disponga el rechazo de un recurso de apelación
cuando este no ha sido planteado de forma motivada.

“No causa agravio el tribunal de alzada que se abstiene de conocer el recurso de apelación
interpuesto, cuando el apelante al plantear el recurso y al evacuar la audiencia regulada en el
Artículo 606 del Código Procesal Civil y Mercantil, incumple con expresar los agravios que resiente de
la resolución de primer grado que apela. La justificación del Tribunal de alzada para abstenerse de
conocer del recurso radica en el hecho de que, el recurso de apelación instado en esas circunstancias,
no garantiza que se genere el debido contradictorio, en virtud de que la contraparte del apelante
desconocía las razones o motivos de inconformidad de quien planteó el recurso; lo que le impediría
preparar y exponer adecuadamente su defensa.”
Expediente 5310-2015, sentencia de 02/06/2016.

En igual sentido:
Expediente 5310-2012, sentencia de 12/07/2013.
Expediente 3560-2016, sentencia de 07/02/2017.

El amparo debe desestimarse por falta de definitividad, si se promueve contra la


decisión de la Sala jurisdiccional que resuelve la recusación planteada contra jueces
de primera instancia, en tanto que tal decisión reviste el carácter de auto originario
que hacía viable instar reposición de conformidad con el artículo 600 del Código
Procesal Civil y Mercantil.

“El amparo debe desestimarse si se promueve contra la resolución de la Sala jurisdiccional que
declaró sin lugar la recusación planteada contra el juez de primera instancia, en tanto que tal
decisión reviste el carácter de auto originario que hacía viable instar reposición, de conformidad
con el artículo 600 del Código Procesal Civil y Mercantil, por lo que en la promoción de la garantía
constitucional se incumplió con el presupuesto procesal de definitividad.”
Expediente 883-2017, sentencia de 06/06/2017.

En igual sentido:
Expediente 4113-2015, sentencia de 26/11/2015.
Expediente 1803-2016, sentencia de 16/08/2016.
Expediente 2760-2016, sentencia de 17/10/2016.

No viola el derecho de defensa la regulación relativa a la notificación por edictos de


los ejecutados prevista en el artículo 107 de la Ley de Bancos (inconstitucionalidad y
amparo).

“Conlleva violación al derecho de defensa el proceder de la autoridad jurisdiccional que tramita una
ejecución en la vía de apremio promovida por una institución bancaria cuando opta que el ejecutado
sea notificado de la primera resolución mediante publicación de edictos –modalidad regulada en
el artículo 107, segundo párrafo, de la Ley de Bancos y Grupos Financieros–, sin que concurra real
imposibilidad de localizarlo previo a ello no ha agotado las posibilidades de localizarlo y notificarle
en la forma establecida en el Código Procesal Civil y Mercantil.”
Expediente 4931-2015, sentencia de 27/09/2016.

En el mismo sentido:
Expediente 3405-2013, sentencia de 08/05/2014.
Expediente 1859-2014, sentencia de 11/06/2014.
Expediente 4949-2014, sentencia de 20/03/2015.

58
Doctrina legal de la Corte de Constitucionalidad
para la viabilidad de las acciones constitucionales

El amparo no es la vía para impugnar acuerdos de sociedades alcanzados en las


asambleas, pues procede acudir a la jurisdicción ordinaria.

“Al analizar el proceso del amparo de mérito, se establece que, previo a promover esta acción
constitucional, el postulante debió haber formulado, ante la jurisdicción ordinaria, las pretensiones
que hace valer mediante esta vía. Es pues, que al estimar el accionante que los documentos o negocios
jurídicos que originaron la inscripción señalada como generadora de agravios […], que acreditan la
celebración de la Asamblea General Ordinaria de Accionistas bajo análisis, adolecían de alguna
característica que diera lugar a provocar su nulidad, debió plantear su inconformidad, solicitando
lo correspondiente ante el órgano jurisdiccional ordinario competente, con la finalidad de agotar la
vía judicial y posibilitar en la jurisdicción antes citada la cesación del supuesto proceder agraviante
y reparar la situación jurídica que estima afectada. Dado que el solicitante, previo a acudir a esta
vía constitucional, obvió cuestionar el acto que a su parecer vulnera sus derechos constitucionales
mediante las vías procesales previstas en la ley que rige el acto reclamado establece para atacarlo,
esta Corte establece que el amparo sometido a su jurisdicción resulta ser prematuro y de ahí que el
Tribunal se encuentre imposibilitado para pronunciarse sobre el fondo de lo pretendido.”
Expediente 4352-2012, sentencia de 17/05/2013.

En igual sentido:
Expediente 870-2013, sentencia de 07/09/2014.
Expediente 3097-2016, sentencia de 31/08/2016.

familia y niñez
Materias civil,

59
DOCTRINA LEGAL DE LA
CORTE DE CONSTITUCIONALIDAD
PARA LA VIABILIDAD DE LAS
ACCIONES CONSTITUCIONALES

MATERIA LABORAL
Doctrina legal de la Corte de Constitucionalidad
para la viabilidad de las acciones constitucionales

Doctrina legal de la Corte de Constitucionalidad para


la viabilidad de las acciones constitucionales
Materia laboral

Carece de efecto agraviante el hecho de que los tribunales de trabajo, en el uso de


sus facultades legales, declaren el derecho de reinstalación de la trabajadora que se
encuentre en estado de gravidez o en los diez meses posteriores desde el retorno de
sus labores, cuando es objeto de despido, sin la correspondiente autorización previa
de juez competente, esto a tenor de lo que establece el artículo 151 del Código de
Trabajo. En esos casos, tampoco se estima agraviante que se disponga la procedencia
del pago de salarios y demás prestaciones laborales dejados de percibir.

“…esta Corte en decantados fallos ha destacado que no puede soslayarse que una trabajadora
amerita especial protección por el hecho de encontrarse en estado de embarazo. Sobre el particular,
la Convención sobre la Eliminación de todas las Formas de Discriminación contra la Mujer –de la
cual es parte Guatemala–, en su Artículo 11, numeral 2, inciso a) establece: ‘2. A fin de impedir la
discriminación contra la mujer por razones de matrimonio o maternidad y asegurar la efectividad
de su derecho a trabajar, los Estados Partes tomarán medidas adecuadas para: a) Prohibir, bajo
pena de sanciones, el despido por motivo de embarazo o licencia de maternidad y la discriminación
en los despidos sobre la base del estado civil (…)’. En el mismo sentido que la norma internacional
se pronuncia el Código de Trabajo, que en su Artículo 151, inciso c) preceptúa: ‘Se prohíbe a los
patronos: (…) c) Despedir a las trabajadoras que estuvieren en estado de embarazo o período de
lactancia, quienes gozan de inamovilidad.’ Como se puede advertir, normativa descrita ha establecido
una protección especial para aquellas trabajadoras que se encuentran embarazadas o en período
de lactancia (…) Por ende, en observancia de la prohibición que tiene el empleador de despedir a
las trabajadoras embarazadas o en período de lactancia –salvo el caso de la comisión de una falta
grave, respecto de los deberes originados en el contrato de trabajo, según los Artículos 77 y 151 del
Código de Trabajo–, se le otorgó el derecho a ser reinstalada en el puesto que desempeñaba, con el
pleno goce de todos sus derechos…”
Expediente 535-2019, sentencia de 24/06/2019.

En igual sentido:
Expedientes acumulados 4385-2017 y 5208-2017, sentencia de 20/09/2018.

Materia laboral
Expediente 314-2018, sentencia de 09/04/2018.
Expediente 1260-2019, sentencia de 23/09/2019.

La Corte de Constitucionalidad ha sostenido que la certificación, constancia o el aviso


de embarazo no operan a modo de requisitos, cuya omisión conlleve ab initio la
pérdida de la protección que otorga la ley, pues son elementos probatorios que han
de aportarse a la autoridad administrativa o en su caso, al juez.

“…se ha establecido una protección especial para la maternidad y una concreta para aquellas
trabajadoras que se encuentran embarazadas o en período de lactancia; de esa cuenta, no puede
objetarse el hecho de que la relación de trabajo pueda concluirse debido a la comisión de una
falta grave, o por cualquier otro motivo objetivo y legítimo que imposibilite la continuación del
contrato por parte de la trabajadora, pues dichas circunstancias no pueden considerarse como
actos discriminatorios que garanticen su inamovilidad absoluta (…) Dentro de ese contexto, debe
tomarse en cuenta que las disposiciones legales que amparan a la madre y a la persona por nacer,
no pueden interpretarse de forma que tornen nugatoria la legislación protectora; es por ello que
para que pueda gozar de esos beneficios legales, la trabajadora debe comprobar ante la Inspección
General de Trabajo (…) puesto que dicha constancia constituye un elemento probatorio, no un
requisito solemne que pudiera erigirse en un obstáculo para el ejercicio del derecho, pues en otros

63
Doctrina legal de la Corte de Constitucionalidad
para la viabilidad de las acciones constitucionales

términos, es el hecho del embarazo o el período de la lactancia lo que impide al patrono despedir a la
trabajadora, cuando no concurre falta grave dentro de los términos estipulados en el artículo 77 del
Código de Trabajo. Es por ello que la certificación, la constancia o el aviso –con la opción de hacerlo,
incluso, al momento del despido–, no operan a modo de requisitos de admisibilidad –requisitos
solemnes cuya omisión acarrearía ab initio la pérdida de la protección que otorga la ley…”
Expediente 624-2018, sentencia de 17/05/2018.

En igual sentido:
Expediente 571-2019, sentencia de 24/07/2019.
Expediente 535-2019, sentencia de 17/05/2018.

Es inviable el amparo en aquellos casos en los que los tribunales de trabajo han
determinado la concurrencia de elementos propios de una relación laboral a pesar de
haberse pretendido encubrir la esencia del vínculo jurídico con una figura contractual
diferente. En los casos en los que los jueces de trabajo efectúan esa declaratoria,
tampoco resulta agraviante que acojan la petición de los trabajadores en cuanto a: a)
el pago de indemnización y las prestaciones laborales que pudieran corresponderles
derivado de esa relación, o b) la reinstalación cuando se cumplan los presupuestos
para decretar este último.

“…Este actuar evidenció que lo que pretendió la autoridad nominadora fue simular su relación laboral
como contrato de servicios técnicos temporales, por lo que al haber terminado su relación en forma
injustificada, correspondía el pago de la indemnización y demás prestaciones laborales, y lo relativo al
pago de daños y perjuicios. Se colige que el criterio valorativo de la Sala mencionada es resultado de
una actividad intelectiva que efectuó en el uso de la facultad de juzgar que le confiere la ley, sin que
tal proceder provoque agravio al postulante (…) Dentro de ese contexto, es pertinente señalar que la
existencia o no de la relación laboral indefinida en el presente asunto, atendiendo a las circunstancias
particulares del caso, constituía un aspecto jurídico fundamental que debía forzosamente determinar la
Sala aludida, puesto que solo así estaría en condiciones de comprobar si al demandante le asistía o no
el derecho pretendido –pago de indemnización y demás prestaciones laborales y lo relativo al pago de
daños y perjuicios–. El criterio relativo a respaldar la declaratoria de la existencia de una relación laboral
por parte de los Tribunales de Trabajo y Previsión Social, cuando advierten que la entidad empleadora
utiliza la figura legal de la contratación de servicios bajo renglones presupuestarios que acogen
contrataciones de otra naturaleza, con la finalidad de encubrir una verdadera relación de trabajo…”
Expediente 4893-2018, sentencia de 18/02/2019

En igual sentido:
Expediente 275-2018, sentencia de 03/04/2018.
Expediente 1423-2018, sentencia de 02/07/2018.

“…Establecer si los elementos esenciales de la relación la hacen enmarcar dentro del calificativo
de ‘laboral’, es competencia de los jueces de trabajo. Si la Sala denunciada hizo valoración y
estimación respecto de la naturaleza jurídica de la relación sostenida entre el ahora amparista (…)
sus proposiciones no pueden ser suplidas en el estamento constitucional, salvo evidente violación
de derechos, lo que no se colige en el caso concreto (…) Siendo que la Sala cuestionada se percató
que entre las partes se configuró relación laboral por tiempo indefinido, esa situación viabilizó que
sostuviera que la autoridad empleadora incurrió en conducta ilegal, al no solicitar autorización
judicial previo a despedir al trabajador, no obstante estar emplazada como consecuencia del
planteamiento de un conflicto colectivo de carácter económico social (…) por lo que ante la infracción
de las prevenciones decretadas oportunamente por el Juez del conflicto, la Sala mencionada respaldó
la reinstalación del trabajador en su puesto, por ser una consecuencia prevista en el artículo citado,
en caso el patrono no acredite haber solicitado al juez la autorización relacionada. De ahí que la
Sala respectiva, al confirmar la decisión asumida, procedió ajustada a Derecho, sin que su actuación
configure agravio alguno al postulante…”
Expediente 321-2019, sentencia de 06/05/2019 de carácter colectivo.

64
Doctrina legal de la Corte de Constitucionalidad
para la viabilidad de las acciones constitucionales

En igual sentido:
Expediente 1423-2018, sentencia de 22/04/2019.
Expediente 621-2018, sentencia de 03/04/2018.

Procede el amparo cuando los tribunales de trabajo, al resolver, omiten efectuar el


análisis relativo a si, en la relación que sostuvieron las partes, concurrieron o no los
elementos propios de una relación de carácter laboral.

“…En el caso concreto, se considera que la Sala cuestionada ocasionó las violaciones denunciadas
por la postulante, puesto que debió: a) conocer y pronunciarse sobre todos los agravios expuestos
por la apelante; b) establecer si la relación sostenida entre los sujetos procesales era o no de índole
laboral (ya sea a plazo fijo o por tiempo indefinido), analizando si se dieron o no los elementos
esenciales de ese tipo de vínculo económico jurídico; y c) determinar si, como consecuencia de ello,
la demandante se encontraba o no protegida y gozaba de inamovilidad, por estar en estado de
gravidez, haciendo prevalecer los derechos reconocidos a favor de la mujer trabajadora (que se
encuentra embarazada), en la legislación laboral vigente en el país y en los tratados y convenios
internacionales ratificados por el Estado de Guatemala…”
Expediente 6175-2018, sentencia de 03/09/2019.

“… A) La exigencia de fundamentación de las decisiones emitidas por los órganos jurisdiccionales,


en el ejercicio de las facultades que ostentan, consiste, esencialmente, en que los fallos que
dicten deben contener una argumentación lógica y estructurada de los motivos en que basan sus
pronunciamientos, los cuales serán producto del análisis lógico-jurídico de los hechos sometidos
a su conocimiento, a la luz de los preceptos legales aplicables al caso concreto. B) En el presente
caso, se considera que la Sala denunciada debe analizar, integralmente, la concurrencia de los
elementos que le permitan establecer si entre las partes existió una relación contractual que, por la
naturaleza de las funciones desempeñadas por la interesada, debía pactarse a plazo fijo; o bien, si
se dio una simulación, al pretender encubrir la verdadera naturaleza del vínculo sostenido entre los
sujetos procesales, por medio del otorgamiento de contratos a plazo fijo (…) En ese orden de ideas,
se considera que la Sala denunciada no emitió un pronunciamiento fundamentado, no obstante que
una cuestión trascendental para dilucidar si la incidentante tenía derecho o no a ser reinstalada, era
establecer la naturaleza del servicio prestado (funciones desempeñadas) y, si como consecuencia
de ello, la relación que sostuvo con la amparista debía considerarse de índole laboral y por tiempo
indefinido, pese a que su contratación fue acordada por medio de contratos administrativos de
servicios técnicos, a plazo fijo, suscritos bajo el renglón presupuestario cero veintinueve (029). De lo
anterior se advierte que la Sala reprochada, emitió un fallo carente de motivación sobre los tópicos
relacionados, de ahí que lo resuelto por aquélla resulta arbitrario, puesto que denota un defecto

Materia laboral
absoluto de forma que, para el caso objeto de estudio, provoca agravio a la solicitante por violar el
derecho a una tutela judicial efectiva, cuya reparación es posible por vía del amparo…”
Expediente 4429-2018, sentencia de 11/02/2019.

En igual sentido:
Expediente 142-2019, sentencia de 10/10/2019.
Expediente 3308-2019, sentencia de 10/10/2019.

Reinstalación:

“…Esta Corte ha reconocido, reiteradamente, que es función de los jueces de trabajo declarar la
existencia de simulación de contratos, en aquellas ocasiones en que se constata la concurrencia de
elementos propios de una relación laboral, a pesar de haber pretendido encubrirse la esencia del
vínculo jurídico subsistente entre las partes bajo una figura contractual diferente. Asimismo, se ha
reconocido que, cuando existen prevenciones vigentes en un centro de trabajo por el planteamiento
de un Conflicto Colectivo de Carácter Económico Social, el empleador debe solicitar autorización
judicial para finalizar la relación laboral que sostiene con sus trabajadores, de conformidad con lo
establecido en los artículos 379 y 380 del Código de Trabajo (…) Establecer si los elementos esenciales

65
Doctrina legal de la Corte de Constitucionalidad
para la viabilidad de las acciones constitucionales

de la relación la hacen enmarcar dentro del calificativo de ‘laboral’, es competencia de los jueces de
trabajo. Si la Sala denunciada hizo valoración y estimación respecto de la naturaleza jurídica de la
relación sostenida entre el ahora amparista sus proposiciones no pueden ser suplidas en el estamento
constitucional, salvo evidente violación de derechos, lo que no se colige en el caso concreto. Siendo
que la Sala cuestionada se percató que entre las partes se configuró relación laboral por tiempo
indefinido, esa situación viabilizó que sostuviera que la autoridad empleadora incurrió en conducta
ilegal, al no solicitar autorización judicial previo a despedir al trabajador, no obstante estar emplazada
como consecuencia del planteamiento de un conflicto colectivo de carácter económico social, de
conformidad con lo establecido en el Artículo 380 del Código de Trabajo, por lo que ante la infracción
de las prevenciones decretadas oportunamente por el Juez del conflicto, la Sala mencionada respaldó
la reinstalación del trabajador en su puesto, por ser una consecuencia prevista en el artículo citado,
en caso el patrono no acredite haber solicitado al juez la autorización relacionada. De ahí que la
Sala respectiva, al confirmar la decisión asumida, procedió ajustada a Derecho, sin que su actuación
configure agravio alguno al postulante (El criterio relativo a respaldar la declaratoria de la existencia
de una relación laboral por parte de los Tribunales de Trabajo y Previsión Social, cuando advierten que
el empleador utiliza una figura legal con la finalidad de encubrir una verdadera relación de trabajo, y
que ante esa situación es obligatorio que la autoridad nominadora obtenga autorización judicial para
el despido, por lo que al no contar con ella, deviene procedente la reinstalación…”
Expediente 321-2019, sentencia de 06/05/2019.

En igual sentido:
Expediente 533-2019, sentencia de 22/04/2019.
Expediente 1196-2019, sentencia de 10/09/2019.

Reconocimiento de pago de indemnización, prestaciones laborales, costas, daños y


perjuicios.

“…Esta Corte ha reconocido, reiteradamente, que es función de los Jueces de Trabajo declarar la
existencia de simulación de contratos, en aquellas ocasiones en que se constata la concurrencia de
elementos propios de una relación laboral, a pesar de haber pretendido encubrirse la esencia del
vínculo jurídico subsistente entre las partes bajo una figura contractual diferente. En esos casos,
cuando se establece que acaeció simulación, si el trabajador así lo requiere, procede declarar en
su favor el pago de las prestaciones laborales que le corresponden, en caso de que se llegue a
determinar que su despido fue injustificado…”
Expediente 738-2019, sentencia de 22/04/2019.

En igual sentido:
Expediente 939-2019, sentencia de 06/05/2019
Expediente 3434-2019, sentencia de 20/01/2020

Por seguridad y certeza jurídicas, para que un empleado público pueda ser
considerado como de confianza o de representación patronal, esa condición debe
estar expresamente regulada en la ley ordinaria, especial o profesional, ello en virtud
que en la estructura administrativa del Estado no es fácilmente identificable quiénes
tienen esa condición. El citado criterio propende a evitar que por arbitrariedad o en
represalia, se califiquen las plazas que ejercen funcionarios y empleados públicos
como de confianza o de representación patronal.

“…Al estar definido el criterio que sostuvo la Sala mencionada para resolver el asunto sometido a su
conocimiento, es pertinente enjuiciar por vía del amparo el acto reclamado emitido por aquella, con
el objeto de determinar si es congruente o no con la jurisprudencia que esta Corte ha sostenido en
casos similares al presente, que se refieren precisamente al respaldo de la reinstalación ordenada
por los tribunales de trabajo respecto de servidores públicos que, al momento de su despido, se
encontraban desempeñando algún puesto parecido al de la tercera interesada (Coordinador

66
Doctrina legal de la Corte de Constitucionalidad
para la viabilidad de las acciones constitucionales

General de la Unidad de Acceso a la Información Pública (…) En los casos referidos este Tribunal
sentó doctrina legal concerniente a que para que un puesto de trabajo pueda considerarse como
empleado de confianza, debe estar previsto como tal en un cuerpo normativo, sea de carácter
ordinario, especial o profesional…”
Expediente 3002-2017, sentencia de 08/03/2018.

En igual sentido:
Expediente 4347-2018, sentencia de 28/01/2019.
Expediente 2892-2018, sentencia de 20/11/2018.

Resulta inviable hacer valer la condición de trabajador de confianza o de representación


laboral establecida en instrumentos elaborados unilateralmente por la parte patronal,
tales como los reglamentos interiores de trabajo, cuando esa condición se invoque
con el propósito de fundamentar la libre remoción.

“…El punto fundamental de la presente acción constitucional es en el hecho de si el ahora postulante


se encontraba o no protegido por el emplazamiento vigente al momento en el que el ente nominador
(Empresa Portuaria Nacional Santo Tomás de Castilla) finalizó la relación laboral que sostenían. La
autoridad denunciada, al emitir el acto que en el presente amparo se enjuicia, consideró que no le
asistía el derecho al trabajador de ser reinstalado, porque conforme el artículo 89 del Reglamento
Interior de Trabajo, la plaza de “Sub-Director dos con cargo en la Sub-Dirección de Operaciones
Marítimas” que ocupó el interesado, estaba catalogada como de confianza (…) esta Corte ha
sostenido jurisprudencialmente que para que los empleados públicos puedan considerarse como
de confianza o representantes del patrono, debe haber regulación legal expresa que establezca tal
categoría de plazas, ya sea en normas de carácter ordinario, especial o profesional, ello en virtud que
en la estructura administrativa del Estado no es fácilmente identificable quiénes cumplen funciones
de las que definen las normas de aplicación general (como el artículo 4 del Código de Trabajo),
ello por seguridad y certeza jurídica, a efecto de evitar que por arbitrariedad, o en represalia, se
pretenda calificar indiscriminadamente las plazas que ejercen funcionarios y empleados públicos
como de representación patronal…”
Expediente 329-2014, sentencia de 27/11/2014.

En igual sentido:
Expediente 1105-2018, sentencia de 18/05/2018.
Expediente 3636-2018, sentencia de 02/04/2019.

Cuando exista discrepancia entre el contrato formalmente celebrado con el trabajador Materia laboral
y las funciones que materialmente se le asignan, para dilucidar conflictos posteriores
entre patrono y trabajador se tomará en cuenta, para cada caso particular, la condición
que más favorezca al trabajador.

“…este Tribunal sentó doctrina legal concerniente a que para que un puesto de trabajo pueda
considerarse como empleado de confianza debe estar contemplado como tal en un cuerpo normativo,
sea de carácter ordinario, especial o profesional. Dentro de ese contexto, esta Corte estimó que el puesto
de Subdirector Ejecutivo I, con funciones de Gerente Financiero y Administrativo, no está catalogado
como de confianza del empleador de acuerdo al artículo 3 del Pacto Colectivo de Condiciones de Trabajo
suscrito entre el Ministerio de Salud Pública y Asistencia Social y el Sindicato Nacional de Trabajadores
de Salud de Guatemala ni en la Ley de Servicio Civil, por lo que no puede considerarse como de libre
nombramiento y remoción (…) consideró que no es totalmente clara la situación o condición de un
trabajador nombrado para ocupar la plaza de Subdirector Ejecutivo I con asignación de funciones
de Gerente Financiero y Administrativo, por lo que ante la disyuntiva entre la plaza para la que fue
contratado y las funciones que en efecto desempeñó de acuerdo al contrato suscrito por las partes , es
pertinente inclinarse por la solución más favorable para el empleado, y juzgar la situación en función
del cargo para el cual fue formalmente nombrado (…) por lo que es imperativo observar y aplicar la

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Doctrina legal de la Corte de Constitucionalidad
para la viabilidad de las acciones constitucionales

regla de la condición más beneficiosa contenida en el Principio Protectorio, en virtud de la cual si una
situación anterior es más favorable para el trabajador se le debe respetar…”
Expediente 2118-2014, sentencia de 28/11/2014.

“…el puesto de Subdirector Ejecutivo I, no está catalogado expresamente como cargo de confianza,
por lo que es imperativo observar y aplicar la regla de la condición más beneficiosa comprendida
en el Principio Protectorio, en virtud de la cual si una situación anterior es más favorable para el
trabajador, se le debe respetar, siendo ésta la que resultaría de reconocer que no era un empleado
catalogado de libre nombramiento y remoción, por haber sido nombrado para ocupar la plaza de
Subdirector Ejecutivo, que no está prevista expresamente en los puestos de confianza a que hace
alusión el Artículo 3º del Pacto citado porque, en esas circunstancias, sí existe obligación de la
autoridad empleadora de solicitar autorización judicial previo a disponer el despido conforme lo
establecido en el Artículo 380 del Código de Trabajo...”
Expediente 1993-2017, sentencia de 10/01/2018.

En igual sentido:
Expediente 4668-2013, sentencia de 08/05/2014.
Expediente 3525-2017, sentencia de 05/10/2017.

Cuando formalmente el trabajador del Estado ha sido nombrado en un puesto que


no está catalogado como de confianza o de representación patronal, el empleado no
adquiere esta calidad por el hecho que, en la realidad, se le asignan funciones de un
puesto que sí está catalogado como de confianza o representación patronal.

“…se ha sentado doctrina legal concerniente a que para que un puesto de trabajo pueda ser
considerado como cargo de confianza, debe estar expresamente contemplado como tal en un cuerpo
normativo, sea de carácter ordinario, especial o profesional. Dentro de ese contexto, esta Corte
estima que el puesto de Subdirector Ejecutivo I, con funciones de Gerente Administrativo Financiero,
no está catalogado como de confianza del empleador de conformidad con lo establecido en el
artículo 3 del Pacto Colectivo de Condiciones de Trabajo suscrito entre el Ministerio de Salud Pública
y Asistencia Social y el Sindicato correspondiente, ni en la Ley de Servicio Civil, por lo que no puede
considerarse como de libre nombramiento y remoción (…) se considera que no es totalmente clara
la situación o condición de un trabajador nombrado para ocupar la plaza de Subdirector Ejecutivo
I, con asignación de funciones de Gerente Administrativo Financiero, por lo que ante la disyuntiva
entre la plaza para la que fue contratado (no catalogada como de representación patronal en el
pacto colectivo respectivo) y las funciones que, en efecto, desempeñó de acuerdo al contrato suscrito
por las partes (que sí son de representación)…”
Expediente 2048-2016, sentencia de 22/08/2016.

En igual sentido:
Expediente 96-2017, sentencia de 16/02/2018.
Expediente 82-2018, sentencia de 09/04/2018.

Dadas las funciones que desempeñan los trabajadores que ocupan cargos catalogados
como de confianza o de representación patronal, no les es aplicable lo dispuesto en
los artículos 379 y 380 del Código de Trabajo, en lo que respecta a la protección de la
relación laboral que deriva de las prevenciones.

“…El análisis del acto reclamado permite advertir que la autoridad impugnada confirmó la orden
de reinstalación dispuesta en primer grado, con fundamento en los artículos 379 y 380 del Código
de Trabajo, que a su juicio, resultaban aplicables al caso concreto, es decir, tomó como asidero la
circunstancia de que ‘el trabador’ estaba protegido por las prevenciones decretadas por el juez que
conoció del conflicto colectivo de carácter económico social respectivo; sin embargo, no se percató
que aquél se desempeñaba en el cargo de Director Ejecutivo II en el Ministerio de Salud Pública y

68
Doctrina legal de la Corte de Constitucionalidad
para la viabilidad de las acciones constitucionales

Asistencia Social, por lo que de conformidad con el artículo 3 del Pacto Colectivo de Condiciones de
Trabajo vigente en el Ministerio referido, ejercía la representación del patrono, de ahí que no podía
gozar de la protección que se le reconoció (…) En ese orden de ideas, la decisión de la autoridad
impugnada contiene consideraciones que resultan violatorias a los derechos del postulante, ello
porque aquélla debió observar el contenido del Pacto Colectivo de Condiciones de Trabajo vigente
en el Ministerio de Salud Pública y Asistencia Social, pues dicho instrumento de normación colectiva
prevé quiénes ejercen la representación patronal y, por ello, no pueden estar protegidos por
emplazamiento alguno, como ocurrió en el caso concreto…”
Expediente 3330-2010, sentencia de 18/10/2010.

En igual sentido:
Expediente 2150-2017, sentencia de 16/08/2017
Expediente 3850-2016, sentencia de 05/12/2016

Dentro del incidente de reinstalación de un trabajador que fue despedido cuando


participa en la formación de un sindicato, no es atendible el argumento del patrono
de no haber solicitado la autorización de juez para el despido, porque aquel posee
la calidad de trabajador de confianza. La imposibilidad de atender ese argumento
deriva del hecho de que, es en el trámite de constitución y aprobación del sindicato
y sus estatutos, que el patrono puede discutir que en el trabajador concurra aquella
calidad. En tanto no obtenga la declaratoria de exclusión del trabajador en este último
trámite, no puede, en forma unilateral, desconocer la protección con que cuenta el
trabajador por participar en la formación de aquella agrupación gremial.

“…La Corte establece que el puesto que ocupaba el empleado en el citado Instituto al momento de
dar por concluida su relación laboral el uno de agosto de dos mil catorce como Director Médico del
Consultorio del departamento de Zacapa, es considerado de confianza, por consiguiente, de libre
nombramiento y remoción, razón por la que no le era aplicable lo dispuesto en los Artículos 379
y 380 del Código de Trabajo (…) no es necesario que se solicite autorización judicial para despedir
a un trabajador de confianza, debido a que no tiene razón de ser que el órgano jurisdiccional
determine si la actuación del patrono configura o no represalia contra una persona que, por su
alta posición jerárquica en la empresa, debía defender los intereses del empleador y, por ende, no
estaba en condiciones de apoyar las peticiones económico-sociales de los otros trabajadores, a
quienes sí se les debe proteger de cualquier despido arbitrario derivado del ejercicio del derecho
de negociación colectiva o de la condición preferente en que se encuentren para respaldar aquellos

Materia laboral
intereses (aunque no hayan suscrito el pliego de peticiones o no se hubieren adherido al conflicto).
En conclusión, resulta inviable que los trabajadores que desempeñen cargos de confianza pretendan
obtener su reinstalación, fundando su pretensión en la norma precitada y con base en la vigencia de
las prevenciones decretadas por el juez respectivo, más aun cuando se determinó que ambos pactos
colectivos de condiciones de trabajo…”
Expediente 3568-2017, sentencia de 21/03/2018.

En igual sentido:
Expediente 4347-2018, sentencia de 28/02/2019.
Expediente 4385-2018, sentencia de 19/11/2018.

Deviene inviable el amparo, por considerarse prematuro, cuando se promueve contra


la decisión en la que se decreta auto para mejor proveer, porque será en la sentencia
que se pueda establecer si hubo o no exceso por parte de los Tribunales al emitir tal
auto, constituyendo el acto que pone fin de manera normal al proceso –sentencia–
el que revista la condición de definitividad, en caso sea emitido por la Sala de
Apelaciones correspondiente; empero, si lo decreta un Juez de primera instancia,

69
Doctrina legal de la Corte de Constitucionalidad
para la viabilidad de las acciones constitucionales

toda denuncia que sobre el particular formule el interesado debe ser expuesta como
motivo de agravio de apelación ante el Tribunal de alzada.

“…es menester indicar que, en otras ocasiones, cuando se ha formulado reproche por vía del
amparo contra el auto para mejor proveer proferido en un proceso subyacente de índole laboral,
esta Corte ha conocido los agravios que el postulante endilgó al auto de mérito; es decir, lo enjuició
directamente en el estamento constitucional, con el objeto de establecer la procedencia o no de
la protección constitucional instada (…) No obstante lo descrito, permite a esta Corte establecer
que no es posible enjuiciar directamente en sede constitucional el auto para mejor proveer, porque
no se está en condiciones de establecer si hubo o no exceso de parte del Tribunal de Trabajo y
Previsión Social al decretarlo, puesto que esa circunstancia solo se puede constatar cuando se
emita la sentencia respectiva, en la que podrá advertirse en caso de concurrir lo último –exceso de
facultades–, qué incidencia o repercusión tuvo ello al resolverse el fondo del asunto en afectación
de la parte que resulte agraviada por este proceder se deja asentada la tesis concerniente a que es
prematuro promover amparo contra la actuación de los órganos jurisdiccionales, relativa a practicar
por una sola vez antes de dictar sentencia y para mejor proveer cualquier diligencia de prueba,
porque será en el acto que pone fin de manera normal al proceso laboral –sentencia–, que se pueda
establecer si los Tribunales de Trabajo y Previsión Social actuaron de manera arbitraria al emitir
una resolución como la reseñada –auto para mejor proveer–, de ahí que la sentencia configure la
decisión que revista la condición de definitividad y, por ende, la que sea susceptible de ser señalada
como acto reclamado para su enjuiciamiento en la jurisdicción constitucional…”
Expediente 1153 y 1192-2016, sentencia de 02/11/2016.

En igual sentido:
Expediente 5324-2016, sentencia de 02/10/2017.
Expediente 775-2016, sentencia de 19/05/2016.

En la fase ejecutiva de los procesos de conocimiento de índole laboral no cabe más


recurso que el expresamente previsto para el efecto en el artículo 426 del Código de
Trabajo.

“…Existe violación al debido proceso cuando los sujetos en contienda no han tenido la oportunidad
de defenderse adecuadamente (…) De conformidad con el artículo 12 de la Constitución Política
de la República de Guatemala, el debido proceso, como garantía constitucional en todo proceso
administrativo o judicial, que se sostiene en los principios de igualdad, bilateralidad procesal y
contradicción, preconiza el efectivo ejercicio del derecho a la audiencia debida con el objeto de
brindar la igualdad procesal a quienes como partes intervienen en un contradictorio (…) Dentro de
la tramitación del juicio ordinario laboral existe una etapa específica del proceso –la ejecución– en
la que el tribunal de primera instancia tiene la tarea de practicar la liquidación, es decir, el deber de
establecer los montos que se deben pagar producto del reconocimiento de derechos efectuado en
la sentencia. En ese sentido, el artículo 426 del Código de Trabajo dispone que contra la liquidación
no cabrá más recurso que el de rectificación, que procede cuando al practicarse ésta se incurra en
error de cálculo debiendo, en el memorial respectivo, determinarse concretamente en qué consiste
el error de cálculo referido…”
Expediente 1564 -2015, sentencia de 08/10/2015.

En igual sentido:
Expediente 3364 -2017, sentencia de 03/09/2019.
Expediente 1134-2017, sentencia de 28/06/2017.

[En la fase ejecutiva de los procesos de conocimiento de índole laboral no cabe más
recurso que el expresamente previsto para el efecto en el artículo 426 del Código de
Trabajo (Rectificación).]

70
Doctrina legal de la Corte de Constitucionalidad
para la viabilidad de las acciones constitucionales

Sin embargo, la limitante referida únicamente es aplicable a los procesos ordinarios


en los que se haya proferido una sentencia de condena al pago de indemnización y/o
prestaciones laborales (aspectos pecuniarios), de manera que aquella restricción no
resulta aplicable para el caso de los incidentes de reinstalación que se encuentran en
fase ejecutiva, cuando la actividad impugnativa se dirige a cuestionar la orden judicial
de reincorporación y los apercibimientos.

“…esta Corte considera que la accionante traslada a conocimiento de la justicia constitucional,


inconformidades que hizo valer por medio de la nulidad que promovió en el proceso que subyace
al amparo y que fue rechazada por el Juez cuestionado, lo cual resulta improcedente puesto que
constituyen argumentos que compete conocer y resolver al Juez ordinario. No obstante lo anterior, se
estima que tiene relevancia constitucional que la autoridad impugnada decidiera rechazar la nulidad
interpuesta en la fase ejecutiva del incidente de reinstalación, porque la limitante establecida en el
artículo 427 del Código de Trabajo –improcedencia de recursos en la fase ejecutiva–, únicamente es
aplicable a los procesos ordinarios en los que se haya proferido una sentencia de condena al pago
de indemnización y/o prestaciones laborales, supuesto en el que solamente puede interponerse
rectificación como medio para corregir errores de cálculo, con relación a los montos consignados
en la liquidación respectiva. Con base en lo anterior, se considera que la citada restricción no es
aplicable a los incidentes de reinstalación, por lo que se colige que la actuación del Juez denunciado
es arbitraria…”
Expediente 2974-2017, sentencia de 27/02/2018.

En igual sentido:
Expediente 5187-2016, sentencia de 29/11/2017.
Expediente 2908-2016, sentencia de 03/07/2017.

Resulta inviable acudir en amparo cuando se reclama contra la decisión de un juez que
dispuso denegar el recurso de rectificación, cuando este no se hizo valer invocando
errores de cálculo y la operación matemática que evidencie la suma correcta.

“…No provoca agravio la decisión de la autoridad judicial de Trabajo y Previsión Social que desestima
la rectificación promovida contra el auto de liquidación aprobado en la secuela de la demanda
ordinaria de reclamación de prestaciones laborales, cuando determina que aquel fue dictado de
conformidad con los rubros reconocidos en la secuela del juicio. No se vislumbra violación a derechos
del postulante si se colige que este al interponer el recurso de rectificación no ilustró adecuadamente

Materia laboral
al juzgador cuál era la cantidad correcta, derivada de la operación matemática respectiva y, por
consiguiente, en qué consistía el error de cálculo en que se incurrió en la liquidación respectiva (…)
es menester considerar el contenido del Artículo 426 del Código de Trabajo, que dispone: ‘Para el
cobro de toda clase de prestaciones reconocidas en la secuela del juicio o en sentencia firme de los
Tribunales de Trabajo y Previsión Social, así como para el de las demás prestaciones a que se refiere
el artículo 101 de este Código (…) Por ese motivo, esta Corte considera que el acto reclamado fue
emitido de conformidad con el Artículo 426 ibídem y en observancia del principio jurídico iura novit
curia que le confirió la facultad al Juez Natural de revisar los supuestos errores de cálculo que le
fueron concretamente señalados en la impugnación planteada –relativos a la fórmula y período
tomados en consideración para establecer el rubro de cada prestación– y respecto de los cuales
la autoridad denunciada no advirtió las falencias que le atribuyó el postulante. De esa cuenta, los
agravios reprochados por el amparista no pueden prosperar en el estamento constitucional, dado
que si bien refieren a una operación matemática que evidencia un supuesto error de cálculo en
la liquidación practicada en la fase ejecutiva del proceso ordinario antecedente del amparo, esta
debió exponerse al Juez de la causa cuando fue impugnado el auto de liquidación referido, es decir,
debió ser en aquella instancia, que las denuncias aducidas en el planteamiento del amparo, fueran
expuestas ante el Juez ordinario para que obtuvieran debida resolución, como motivo fundante de
la rectificación promovida…”
Expediente 3729-2018, sentencia de 18/02/2019.

71
Doctrina legal de la Corte de Constitucionalidad
para la viabilidad de las acciones constitucionales

En igual sentido:
Expediente 5689-2017, sentencia de 22/03/2018.
Expedientes acumulados 4919 y 4923-2016, sentencia de 28/02/2017.

No deviene procedente el recurso de rectificación para cuestionar las estimaciones de


fondo asumidas en el fallo emitido dentro del juicio de conocimiento.

“…No provoca agravio la decisión de la autoridad judicial de Trabajo y Previsión Social que desestima la
rectificación promovida contra el auto de liquidación aprobado en la secuela de la demanda ordinaria
de reclamación de prestaciones laborales, cuando determina que aquel fue dictado de conformidad con
los rubros reconocidos en la secuela del juicio. No se vislumbra violación a derechos del postulante si
se colige que este al interponer el recurso de rectificación no ilustró adecuadamente al juzgador cuál
era la cantidad correcta, derivada de la operación matemática respectiva y, por consiguiente, en qué
consistía el error de cálculo en que se incurrió en la liquidación respectiva (…) esta Corte considera que
el acto reclamado fue emitido de conformidad con el Artículo 426 ibídem y en observancia del principio
jurídico iura novit curia que le confirió la facultad al Juez Natural de revisar los supuestos errores de
cálculo que le fueron concretamente señalados en la impugnación planteada –relativos a la fórmula
y período tomados en consideración para establecer el rubro de cada prestación– y respecto de los
cuales la autoridad denunciada no advirtió las falencias que le atribuyó el postulante. De esa cuenta, los
agravios reprochados por el amparista no pueden prosperar en el estamento constitucional, dado que si
bien refieren a una operación matemática que evidencia un supuesto error de cálculo en la liquidación
practicada en la fase ejecutiva del proceso ordinario antecedente del amparo, esta debió exponerse al
Juez de la causa cuando fue impugnado el auto de liquidación referido, es decir, debió ser en aquella
instancia, que las denuncias aducidas en el planteamiento del amparo, fueran expuestas ante el Juez
ordinario para que obtuvieran debida resolución, como motivo fundante de la rectificación promovida…”
Expediente 3729-2018, sentencia de 18/02/2019.

En igual sentido:
Expediente 5689-2017, sentencia de 22/03/2018.
Expedientes acumulados 4919 y 4923-2016, sentencia de 28/02/2017.

Cuando el patrono emplazado pretenda que se le autorice disponer un despido, según


dispone el artículo 380 del Código de Trabajo, está compelido a exponer y acreditar la
razón o motivo que sustenta su pretensión, para desvanecer la presunción relativa a
que su decisión de despido conlleva represalia; al no hacerlo, opera indefectiblemente
aquella presunción y, por ende, no puede prosperar la autorización de terminación de
contrato de trabajo solicitada.

“…De conformidad con lo regulado en el artículo 380 del Código de Trabajo, el Juez que conoce
de la solicitud de autorización de terminación de contrato de trabajo, debe analizar las cuestiones
fácticas, los argumentos expuestos y los medios de prueba aportados al proceso por las partes,
con el propósito de establecer si el despido tiene por objeto perjudicar el movimiento colectivo,
para finalmente, decidir sobre la posibilidad de que el empleador concluya la relación aludida,
por no tener como objetivo aquel motivo. De esa cuenta, el trabajador emplazado en este tipo de
procedimiento, deberá asumir la postura que estime pertinente a sus intereses y, en caso contare
con medios de prueba que respalden su posición jurídica, aportarlos al incidente subyacente, a
efecto de que la autoridad judicial competente determine si la solicitud que presenta el patrono
constituye o no represalia contra aquel en el contexto del conflicto económico social o, derivado de
cualquier circunstancia que entrañe limitación o vulneración a los derechos del empleado y que ello
se traduzca en una represalia contra este. Sin perjuicio de lo anterior, para esta Corte es importante
señalar que, para obtener la autorización judicial para dar por finalizada una relación laboral, es
menester que el empleador acredite los motivos que sustentan su pretensión, pues a él corresponde
demostrar que la autorización referida no configura represalia contra el trabajador…”
Expediente 141-2019, sentencia de 06/03/2019.

72
Doctrina legal de la Corte de Constitucionalidad
para la viabilidad de las acciones constitucionales

En igual sentido:
Expediente 847-2018, sentencia de 14/05/2018.
Expediente 213-2019, sentencia de 22/04/2019.

En aplicación de los principios que inspiran el Derecho del Trabajo, cuando sea el
trabajador quien recurra en apelación en el fallo del a quo, la Sala de Trabajo y
Previsión Social debe pronunciarse respecto de la totalidad de la juridicidad del
fallo apelado, aunque el trabajador no haya expresado agravios en la oportunidad
procesal correspondiente, puesto que no puede tenerse por abandonado tácitamente
el recurso de apelación. En esos casos la Sala debe observar el principio reformatio
in peius, el cual limita que la autoridad modifique la decisión judicial que revisa en
perjuicio de los intereses del impugnante.

“…En aplicación de los principios que inspiran el Derecho del Trabajo, la Sala de Trabajo y Previsión
Social debe pronunciarse respecto de la totalidad de juridicidad del fallo apelado, aunque quien
sometió a su conocimiento en grado el fallo de primera instancia, no haya expresado agravios en la
oportunidad procesal correspondiente (…) Esta Corte ha establecido que el principio de Tutelaridad
de las leyes de Trabajo, garantizado por el artículo 103 constitucional, se manifiesta por medio del
principio protectorio que constituye una directiva dirigida al juez para interpretar la norma laboral
respetando las fuentes y los principios del Derecho del Trabajo (…) con base en el principio jurídico
tantum apellatum quantum devolutum, el tribunal que conoce la apelación no tiene facultad para
pronunciarse sobre nuevas cuestiones de hecho, que pudieron servir al recurrente para delimitar el
estudio que debe hacer el tribunal superior, pues para ese efecto debe existir contradictorio, mismo
que se forma, en la segunda instancia, con la expresión de agravios que debe realizar el apelante en
la audiencia por cuarenta y ocho horas ue se le confiere para el efecto en la alzada de conformidad
con el artículo 368 precitado –pues quien no apeló debe tener oportunidad de rebatir, al evacuar la
vista, los argumentos y hechos en que se basan los agravios–, mientras que, al contrario, cuando
en esa oportunidad procesal sí se hace la exposición correspondiente sobre los posibles vicios de
la resolución de primera instancia, la Sala que conozca del asunto debe pronunciarse sobre los
aspectos de hecho que invoque el recurrente, quedando el tribunal revisor, en cualesquiera de los
casos –si hay expresión de agravios o no la hay–, en libertad de revisar los puntos de derecho de la
decisión impugnada, ello en virtud del principio iura novit curiae y de las facultades que le confiere
el artículo 372 del Código de Trabajo, debiendo cuidar de manera especial, que no puede violar el
principio reformatiu in peius, que le limita modificar la decisión judicial que revisa en perjuicio de los
intereses del impugnante…”

Materia laboral
Expediente 5809-2016, sentencia de 25/07/2017.

En igual sentido:
Expediente 5792-2017, sentencia de 19/12/2018.
Expediente 3066-2018, sentencia de 03/06/2019.

Cuando quien apela el fallo del a quo es el empleador y este no expone en el


momento procesal correspondiente los motivos en los que funda su inconformidad,
acaece desacertada actividad impugnativa que provoca que no exista materia sobre
la cual pueda pronunciarse el tribunal de alzada, en virtud de que esa omisión no
permite delimitar los aspectos sobre los cuales debería versar el análisis del órgano
que conocerá en alzada; por ello, la decisión judicial que se abstiene el conocer la
apelación no se considera agraviante al interesado.

“…El recurso de apelación debe una crítica clara, seria, precisa, razonada y concreta que refute cada
motivación de la resolución que se impugna. En el trámite de este recurso, en materia laboral, están
previstas dos etapas en la alzada: una de afirmación, por la cual el apelante expresa agravios y otra
(de negación) por la que los contendientes refutan lo dicho por el impugnante. Si el apelante omite

73
Doctrina legal de la Corte de Constitucionalidad
para la viabilidad de las acciones constitucionales

cumplir con la expresión de agravios, deja el proceso de alzada sin el necesario contradictorio que
en este debe existir y en consecuencia, no puede pretender que su recurso sea conocido en el fondo.
Si el tribunal ad quem confirma el recurso de conformidad con el artículo 372 del Código de Trabajo,
pero sin esbozar razonamiento ante la omisión del apelante de expresar agravios, ningún reproche
puede hacerse a su proceder, puesto que con ello, no ha transgredido los derechos de defensa ni
del debido proceso (…) el Estado amparista debió expresar sus agravios en la audiencia concedida
para el efecto, en vista que como quedó apuntado y de conformidad con el principio jurídico al
debido proceso, la audiencia aludida se encuentra regulada precisamente para la denuncia de
inconformidades con relación a lo resuelto por el juez de primera instancia, porque es con relación
a tales inconformidades que la parte contraria –en la vista– refuta los motivos de agravio objeto
de la apelación, situación que da lugar al contradictorio en la alzada. De manera que al no haber
hecho uso el postulante de la apelación, existió una desacertada actividad impugnativa, porque
como quedó apuntado, no existía materia sobre la cual se pronunciara la Sala cuestionada, derivado
de que el apelante (ahora accionante) no cumplió con la carga de delimitar los aspectos sobre los
cuales debería versar el análisis de la autoridad impugnada, en función de los reproches que debió
formular respecto del fallo recurrido, por ello, la conclusión a la que arribó –en observancia del
artículo 372 del Código de Trabajo– no vulneró los derechos del interesado…”
Expediente 1897-2018, sentencia de 15/11/2018.

En igual sentido:
Expediente 1777-2018, sentencia de 18/06/2018.
Expediente 5072-2018, sentencia de 26/02/2019.

Las Salas de Apelaciones están obligadas a emitir pronunciamiento de fondo cuando


al interponer la apelación –ante el Juez de primer grado– el recurrente (patrono)
lo haga de forma razonada, indistintamente de que en alzada no haya presentado
argumentos en la audiencia prevista para el efecto (cuarenta y ocho horas), ello
porque la expresión de agravios que hace en su escrito ha formado el contradictorio
respecto de la decisión impugnada, sin situar en desventaja procesal a la contraparte.
Resolver en distinto sentido atenta contra los derechos de defensa y tutela judicial
efectiva, así como el debido proceso.

“…Provoca agravio reparable por vía del amparo, la decisión de la Sala de Trabajo y Previsión
Social que no esboza consideraciones pertinentes al caso ni da respuesta a los cuestionamientos
de fondo expuestos en su sede, con el argumento de que la apelante no expresó agravios en la
audiencia prevista para el efecto, sin considerar que esta expresó los motivos de inconformidad al
apelar la sentencia de primera instancia, lo cual hacía factible que se conocieran tales motivos al
estar garantizado el contradictorio y no haberse situado en desventaja procesal a la contraparte,
de manera que la Sala objetada al no haber dado respuesta a los puntos fundantes esbozados en
el escrito de apelación, conlleva que su decisión carezca de una debida fundamentación y entrañe
violación a una tutela judicial efectiva (…) Congruente con lo anterior, es menester indicar que,
para casos como el presente, de forma excepcional, debe aceptarse que aunque la postulante no
expresó agravios en la audiencia prevista para el efecto, al haber manifestado agravios al apelar,
esa situación propició que su postura respecto del fallo de primera instancia fuera conocida por la
contraparte, es decir, que se configurara el contradictorio en alzada sin situar en desventaja procesal
al demandado, la Sala estaba en condiciones de emitir un pronunciamiento respecto de los puntos
fundantes de la apelación…”
Expediente 516-2018, sentencia de 07/11/2018.

En igual sentido:
Expediente 1758-2018, sentencia de 24/02/2019.
Expediente 337-2018, sentencia de 22/05/2018.

74
Doctrina legal de la Corte de Constitucionalidad
para la viabilidad de las acciones constitucionales

Es inviable acudir en amparo contra la decisión de los Tribunales de Trabajo y


Previsión Social que suspenden en forma definitiva el trámite de un conflicto
colectivo de condiciones de trabajo, cuando constatan que no ha sido agotada la fase
de negociación directa (vía directa), de conformidad con las estipulaciones y plazos
contenidos en el artículo 4, literales a y b, de la Ley de Sindicalización y Regulación de
Huelga de los Trabajadores del Estado.

“…La norma transcrita permite determinar lo siguiente: a) la vía directa tiene carácter obligatorio;
b) para conciliar en la vía directa se atenderá a las posibilidades legales del presupuesto de
ingreso y egresos del Estado; c) la situación descrita tiene como objetivo que el pacto colectivo
se discuta en la vía directa, la cual se tendrá por agotada si en el transcurso de treinta días de
presentada la solicitud no se arriba a acuerdo alguno y d) cuando se omita la comprobación del
agotamiento de la vía directa, no se dará trámite al conflicto respectivo (…) esta Corte descarta
el agravio señalado por el accionante porque, como quedó expresado en párrafos precedentes, la
normativa atinente establece que la vía directa se debe agotar antes de promoverse el conflicto
colectivo de carácter económico social, para tratar conciliatoriamente pactos o convenios colectivos
de condiciones de trabajo, de esa cuenta, contrario a lo expuesto por el Sindicato postulante, la
autoridad reclamada, hizo una correcta interpretación de la norma aplicable, al establecer que esa
negociación ‘previa’ y ‘directa’ consiste precisamente en que las partes concilien de forma preliminar
en cuanto al pliego de peticiones que presentan y busquen un acuerdo, antes de instar un proceso
colectivo en la jurisdicción privativa de trabajo y previsión social; por ello, este Tribunal estima que
la fundamentación efectuada por las autoridades judiciales fue atinente al espíritu de la norma y
a la naturaleza de la negociación colectiva, que no es más que la intención de negociar y conciliar
de forma preliminar de trabajadores y patrono previo al planteamiento de un conflicto colectivo de
carácter económico social…”
Expediente 6238-2018, sentencia de 07/06/2018.

En igual sentido:
Expediente 1201-2014, sentencia de 22/07/2014.
Expediente 1555-2016, sentencia de 08/02/2018.

De conformidad con lo establecido en el artículo 383 del Código de Trabajo, la fase


de conciliación inicia a partir de que se entregue el pliego de peticiones al juez de
trabajo. No es factible a partir de ese acto promover incidencias o cualquier otro
medio impugnativo.

“…el propósito de estimar que la fase de conciliación se inicia a partir del momento en que se entrega Materia laboral
el pliego de peticiones al Juez respectivo, es evitar que se tomen represalias o bien se limite el ejercicio
del derecho a la negociación colectiva por parte de los trabajadores (…) Al respecto, se considera
indispensable hacer referencia a la línea jurisprudencial que este Tribunal ha sostenido con relación a
la improcedencia de que se interpongan excepciones, incidentes o recursos en la etapa de conciliación
de los Conflictos Colectivos de Carácter Económico Social, porque ese tipo de mecanismos no pueden
considerarse como institutos viables para ejercer la defensa de los que intervienen en esos procesos,
por la naturaleza y los objetivos que persigue la negociación relacionada en esa etapa del proceso
(arribo a un acuerdo respecto de controversias suscitadas en los centros de trabajo). Asimismo, se
ha establecido que, de conformidad con lo preceptuado en el Artículo 383 del Código de Trabajo, la
fase de conciliación inicia a partir de que se entregue el pliego de peticiones al Juez de Trabajo, por
lo que no es factible, a partir de ese acto, la interposición de las incidencias relacionadas o cualquier
medio impugnativo. Por lo tanto, al declararse sin lugar del incidente de impugnación de documentos
planteado, no es susceptible de ocasionar los supuestos agravios denunciados…”
Expediente 1270-2018, sentencia de 21/11/2018.

En igual sentido:
Expediente 5141-2014, sentencia de 24/05/2015.
Expediente 2780-2014, sentencia de 28/11/2014.

75
Doctrina legal de la Corte de Constitucionalidad
para la viabilidad de las acciones constitucionales

La garantía de inamovilidad sindical prevalece desde el momento en que se da el aviso


respectivo sobre la formación de un sindicato (según las condiciones que prescribe el
artículo 209 del Código de Trabajo). En caso que el proceso de formación del sindicato
se suspenda definitivamente por alguna causa legal, la citada garantía asiste a los
trabajadores protegidos hasta que la decisión de suspensión adquiera firmeza.

“…De conformidad con el Artículo 209 del Código de Trabajo, los trabajadores que participan en la
formación de un Sindicato gozan de inamovilidad a partir del momento en que den aviso por cualquier
medio escrito a la Inspección General de Trabajo y hasta sesenta días después de la inscripción
(…) La inamovilidad en el ejercicio de la actividad sindical, conforme lo regula el ordenamiento
jurídico guatemalteco, es una garantía que: a) se confiere a favor de los trabajadores, y establece la
imposibilidad de ser despedidos de sus puestos de trabajo en el plazo indicado en la norma trascrita
en el párrafo precedente; y b) favorece a quienes promueven la constitución de un Sindicato, y a los
dirigentes de esas agrupaciones, bajo las condiciones y durante el plazo que la ley prevé. En el caso
de quienes intervienen en la formación de un Sindicato, la protección se reconoce desde el momento
en que se recibe el aviso de formación de la asociación permanente respectiva por la Inspección
General de Trabajo, hasta el período de sesenta días siguientes al momento de la inscripción del
mismo en el registro correspondiente, de manera que, durante ese tiempo el patrono no puede
ejecutar despidos contra los trabajadores protegidos, sin que previamente obtenga autorización
judicial para el efecto, porque su voluntad está supeditada a la garantía protectora del derecho de
libre sindicalización contemplado en la Constitución Política de la República de Guatemala…”
Expediente 5243-2018, sentencia de 28/01/2019.

En igual sentido:
Expediente 1479-2016, sentencia de 17/10/2016.
Expediente 4793-2016, sentencia de 19/06/2017.

Gozan de inamovilidad quienes sean designados miembros del Comité Ejecutivo de


un sindicato en formación, sea de forma provisional cuando la agrupación gremial
esté en vías de organización, o cuando ya han sido reconocidos en forma legal como
representantes de la agrupación de trabajadores, conforme a lo dispuesto en la literal
d) del artículo 223 del Código de Trabajo.

“…La inamovilidad en el ejercicio de la actividad sindical, conforme lo regula el ordenamiento jurídico


guatemalteco, es una garantía que: a) se confiere a favor de los trabajadores, y establece la imposibilidad
de ser despedidos de sus puestos de trabajo durante el plazo indicado en la norma trascrita en el
párrafo precedente; y b) favorece a los dirigentes sindicales, bajo las condiciones y durante el plazo que
la ley prevé. En el caso de quienes desempeñen como miembros del Comité Ejecutivo de un Sindicato, la
protección se reconoce durante el tiempo que dure su mandato y hasta doce meses después de haber
cesado en el desempeño de su cargo, de manera que, durante ese tiempo, el patrono no puede ejecutar
despidos contra los trabajadores protegidos, sin que previamente obtenga autorización judicial para el
efecto, porque su voluntad está supeditada a la garantía protectora del derecho de libre sindicalización
contemplado en la Constitución Política de la República de Guatemala y la legislación laboral vigente,
y la inobservancia de esa directriz tiene como consecuencia la reinstalación del empleado afectado por
la decisión ilegal y unilateral del empleador…”
Expediente 429-2018, sentencia de 21/06/2018.

En igual sentido:
Expediente 4260-2010, sentencia de 19/05/2011.
Expediente 960-2016, sentencia de 02/11/2016.

76
Doctrina legal de la Corte de Constitucionalidad
para la viabilidad de las acciones constitucionales

Procede el otorgamiento del amparo, cuando la autoridad reclamada omite analizar


además del plazo de vigencia de la relación contractual, si por la naturaleza de las
funciones desempeñadas y de conformidad con los artículos 18 y 26 del Código de
Trabajo, la relación era de índole laboral. Debe analizarse si la circunstancia de haber
conferido plazo determinado a la relación, atiende a las características propias de las
funciones asignadas al trabajador o únicamente es otro elemento que forma parte de
la simulación en la que incurrió el patrono.

“…esta Corte determina que la autoridad denunciada, al revocar la reinstalación, se limitó a


establecer que el vínculo sostenido entre las partes no había subsistido por más de un año y que el
advenimiento del plazo constituye una causal de terminación del vínculo laboral, sin responsabilidad
del patrono, por lo que, a su juicio, al tratarse de una relación sostenida a plazo fijo, a la incidentante
no le asistía el derecho de ser reinstalada y, para el efecto invocó jurisprudencia de este Tribunal, sin
apreciarse de sus razonamientos cuáles eran las circunstancias particulares del caso que permitieran
encajar los hechos sujetos a debate con aquélla jurisprudencia invocada. Asimismo, se advierte que,
para resolver el caso sometido a estudio, la autoridad reclamada debió analizar integralmente
la concurrencia de los elementos que le permitieran concluir si efectivamente se trataba de una
relación contractual (…) Procede el otorgamiento del amparo cuando del análisis de las constancias
procesales se advierte que la autoridad reclamada omitió analizar si, de conformidad con lo
establecido en el Artículo 26 del Código de Trabajo, la relación laboral de mérito debía tenerse por
celebrada por tiempo indefinido o a plazo fijo…”
Expediente 3028-2018, sentencia de 29/04/2019.

En igual sentido:
Expediente 735-2018, sentencia de 04/04/2018.
Expediente 209-2018, sentencia de 21/06/2018.

Se mantienen vigentes las prevenciones en los casos en los que aún no se resuelvan
los remedios procesales de aclaración y/o ampliación de la decisión que ordena
levantarlas.

“…De conformidad con lo regulado en el artículo 380 del Código de Trabajo, el Juez que conoce de la
solicitud de autorización de terminación de contrato de trabajo, debe analizar las cuestiones fácticas,
los argumentos expuestos y los medios de prueba aportados al proceso por las partes, con el propósito
de establecer si el despido tiene por objeto perjudicar el movimiento colectivo, para finalmente, decidir

Materia laboral
sobre la posibilidad de que el empleador concluya la relación aludida, por no tener como objetivo
aquel motivo. De esa cuenta, el trabajador emplazado en este tipo de procedimiento, deberá asumir la
postura que estime pertinente a sus intereses y, en caso contare con medios de prueba que respalden
su posición jurídica, aportarlos al incidente subyacente, a efecto que la autoridad judicial competente
determine si la solicitud que presenta el patrono constituye o no represalia contra aquél, en el
contexto del conflicto económico social o, derivado de cualquier circunstancia que entrañe limitación
o vulneración a los derechos del empleado y que ello se traduzca en una represalia contra éste (…) Al
efectuar el análisis de las constancias procesales se establece que: a) el Congreso de la República de
Guatemala, al solicitar la autorización judicial para dar por terminado el contrato de trabajo de la
trabajadora, se limitó a indicar: ‘…la solicitud que formulo se relaciona exclusivamente con cuestiones
propias del desarrollo de las actividades ordinarias de la institución que represento, al margen del
conflicto colectivo (…) resulta necesario en consecuencia que ese juzgado conceda la autorización
solicitada, en cumplimiento de lo prescrito en el artículo 380 del Código de Trabajo…’ (folio 2 del
expediente de primera instancia ordinaria, antecedente del amparo); y b) la autoridad impugnada, al
emitir el acto reclamado, consideró que: ‘…sus argumentos carecen de motivación, fundamentación y
medios probatorios, por los cuales pretenden dar por finalizada la relación laboral, ya que los mismos
no son nada claros y explícitos para la pretensión que solicitan (…) aunado a lo anteriormente descrito,
la entidad nominadora, no aporta ningún medio de prueba, con los cuales pudiera demostrar cuales
son las razones que tiene, para dar por terminada la relación laboral…’ (…) Lo descrito permite advertir
que la autoridad nominadora formuló su solicitud de autorización de despido en forma lisa y llana,

77
Doctrina legal de la Corte de Constitucionalidad
para la viabilidad de las acciones constitucionales

no obstante que conforme lo acotado con antelación, debió exponer y acreditar fehacientemente la
razón o motivo que aducía para la destitución de la trabajadora, con el objeto de proporcionar al
Juzgador los argumentos y elementos de prueba indispensables para desvanecer la presunción general
relativa a que su decisión de despido constituye represalia en detrimento del movimiento colectivo
(…) en cuanto al argumento expuesto por el postulante y el Congreso de la República de Guatemala,
relativo a que el conflicto colectivo dentro del cual se solicitó la autorización sub iudice ya feneció y
que por lo tanto ya se levantaron las prevenciones decretadas; se considera que el mismo carece de
validez y fundamento jurídico, puesto que la Sala objetada hizo constar que la resolución que confirmó
el levantamiento de las prevenciones, fue notificada a las partes (…) contra la misma se interpuso
aclaración, la que fue declarada sin lugar (…) por lo que es evidente que al momento de solicitar la
autorización de terminación de contrato de trabajo respectiva, como consta a folio 1 del expediente
de primera instancia ordinaria, antecedente del amparo) no estaba firme la resolución que confirmó
el levantamiento de las prevenciones correspondientes, puesto que aún estaba pendiente de resolver
el remedio procesal aludido (…) esta Corte considera que el mismo carece de validez, toda vez que la
autoridad reprochada, al emitir el acto reclamado, aplicó las normas legales atinentes al caso, las
cuales le permitieron encuadrar el caso concreto en el supuesto jurídico (cuya interpretación) hace
inviable la autorización de despido, según lo acotado en párrafos precedentes, sin que con ello haya
vulnerado derecho alguno del postulante, y b) la Sala reprochada resolvió de forma ultra petita; esta
Corte estima que la autoridad impugnada no resolvió de la forma indicada, porque la revisión de la
juridicidad de lo resuelto en primera instancia, le imponía la obligación de circunscribir su actuación
al aspecto jurídico fundamental del proceso subyacente, relativo a determinar si la actuación del
empleador entrañaba represalia o no contra la trabajadora, por lo que en ese contexto, era necesario
que dilucidara si el patrono probó o demostró el motivo que la fundamentaba (la autorización),
pues solo así la Sala objetada estaría en condiciones de resolver de modo adecuado si concedía o no
aquella autorización, por lo que al haber establecido que tal motivo no fue acreditado concluyó que la
actuación del empleador configuraba represalia contra la incidentada…”
Expediente 346-2019, sentencia de 22/04/2019.

En igual sentido:
Expediente 1107-2019, sentencia de 10/09/2019.
Expediente 2801-2018, sentencia de 19/11/2018.

Procede la condena al pago de daños y perjuicios y costas judiciales, como consecuencia


de que no se demostró la causa justa del despido.

“…De conformidad con lo regulado en el Artículo 78 del Código de Trabajo, los daños y perjuicios son
producto sancionador para el patrono por el tiempo que este demore en cancelar la indemnización
a que está obligado de conformidad con la ley, cuando el trabajador se ve obligado a acudir a la
vía ordinaria para requerir el pago de esta (…) En cuanto al argumento expuesto por el Ministerio
de Gobernación en la vista conferida relativo a que la condena al pago de daños y perjuicios
contraviene lo dispuesto por el Artículo 110 constitucional, puesto que ese rubro no se contempla
como consecuencia jurídica por la terminación de la relación laboral; es menester indicar que, en
materia laboral, tal sanción es la consecuencia jurídica para el patrono por el tiempo que éste tarde
en cancelar la indemnización que, conforme la ley, está obligado a pagar, cuando el trabajador se
ve obligado a acudir a la vía ordinaria para requerir el pago de ésta. Asimismo, al tenor del Artículo
102, literal s), de la Constitución Política de la República de Guatemala, desarrollado y ampliado
por el Artículo 78 del Código de Trabajo, el derecho al pago de daños y perjuicios es reconocido
constitucionalmente a favor de los trabajadores en general, ya sean del sector público o privado,
siendo ilegal su limitación, tergiversación o restricción bajo cualquier óptica. Consecuente con lo
anterior, la decisión de la Sala reprochada al confirmar la sentencia de primer grado en cuanto a
condenar al Estado de Guatemala al pago de daños y perjuicios no ocasiona agravio alguno que
deba ser reparado por vía del amparo, puesto que aquella Sala actuó en ejercicio de las facultades
que el Artículo 372 del Código de Trabajo le otorga y en aplicación de las normas jurídicas citadas. (El
criterio relativo a respaldar la condena al pago de daños y perjuicios efectuada por los Tribunales de
Trabajo y Previsión Social cuando, en el decurso de un proceso laboral, el patrono no logra acreditar
la causa justa del despido ha sido sostenido…”
Expediente 4565-2018, sentencia de 28/02/2019.

78
Doctrina legal de la Corte de Constitucionalidad
para la viabilidad de las acciones constitucionales

En igual sentido:
Expediente 4432-2018, sentencia de 19/11/2018.
Expediente 4193-2017, sentencia de 13/03/2018.

Procede el otorgamiento del amparo con base en el principio dispositivo cuando


un afiliado o beneficiario del IGSS solicita un medicamento y cuenta con receta y
certificado médico que avala la necesidad del tratamiento con un fármaco específico.

“…Los derechos sociales están reconocidos en la Constitución Política de la República de Guatemala,


específicamente en el Capítulo II del Título II (Derechos Humanos). Entre éstos, los derechos a
la salud y a la asistencia social. Estos derechos son fundamentales debido a que de ellos emana
la garantía del derecho a la vida, como el más elemental de los derechos humanos. De ahí que
merezca reconocimiento en normas de derecho internacional como lo son, entre otros, el Artículo
12 del Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales y XI de la Declaración
Americana de Derechos y Deberes del Hombre. Su desarrollo conlleva la posibilidad real de
una persona de recibir atención médica oportuna y eficaz, derecho dentro del cual se incluye la
prevención de enfermedades y el tratamiento y rehabilitación de éstas, mediante la prestación de
servicios médico-hospitalarios o de atención médica, todo ello con el objeto de que a quien aqueje
enfermedad tenga posibilidad adicional de preservar su vida. Con el objeto de concretizar el derecho
a la salud, la asistencia social y la obligación del Estado de proteger a la persona y garantizarle
su vida y desarrollo integral, la Constitución Política de la República de Guatemala, en el artículo
94 regula la obligación del Estado de velar por la salud y asistencia social de todos los habitantes
por medio de sus instituciones, mediante acciones de prevención, recuperación y rehabilitación de
enfermedades, a fin de procurar a los habitantes del país el más completo bienestar físico, mental
y social. Los servicios médico-hospitalarios dentro del servicio de asistencia social, deben tender
a conservar o restablecer la salud y vida de la población, desde el momento del diagnóstico de
la enfermedad hasta el desarrollo del tratamiento que éstos requieran para su restablecimiento.
Por ende, resulta innegable e incuestionable la importante función social del Estado –a través del
Ministerio de Salud Pública y Asistencia Social– en este tema para preservar o mantener los niveles
de salud de la población con el propósito de resguardar los derechos aludidos, para hacer efectiva la
garantía y el pleno goce del derecho a la vida…”
Expediente 5844-2017, sentencia de 03/05/2018.

En igual sentido:
Expediente 5031-2017, sentencia de 15/01/2018.
Expediente 1598-2018, sentencia de 09/08/2018.

Corresponde al trabajador demostrar la existencia de la relación laboral alegada, Materia laboral


las horas extras y las ventajas económicas percibidas. (La inversión de la carga de la
prueba únicamente aplica para probar la justa causa del despido).

“…la denuncia formulada por el amparista respecto a ese tópico, no tiene trascendencia en el
estamento constitucional, puesto que, si bien incorporó los medios de convicción con los que
fundamentó las afirmaciones expuestas en su demanda, dichos medios no pertenecían a aquella
sino al proceso –tal como quedó reseñado en líneas precedentes–, de esa cuenta, era procedente
que, las autoridades judiciales arribaran a una decisión, que al no ser congruente con su intención,
no evidencia las vulneraciones argüidas (…) En cuanto a los agravios que resiente el amparista con
relación a que, la autoridad reclamada, al resolver: a) aplicó de forma indebida el principio procesal
de inversión de la carga de la prueba y b) no tomó en cuenta la doctrina legal sentada por esta
Corte, con relación al principio referido en el ámbito laboral, puesto que, el patrono debió demostrar
la existencia de una relación laboral y la subordinación del servicio prestado, esta Corte advierte
que, tal reproche no tiene empalme lógico en esta instancia, dado que, si bien este Tribunal ha
sostenido el criterio relativo a que, en el Derecho de Trabajo concurre la inversión de la carga de la
prueba; dicho principio reduce su aplicación al supuesto contemplado en el Artículo 78 del Código de
Trabajo, el cual hace referencia al derecho que posee el trabajador de emplazar al patrono ante los

79
Doctrina legal de la Corte de Constitucionalidad
para la viabilidad de las acciones constitucionales

Tribunales de Trabajo y Previsión Social, para que pruebe la justa causa en la que se fundó el despido.
Sin embargo, es menester puntualizar que esta Corte a su vez, ha sostenido el criterio referente a
que, corresponde al trabajador probar obligatoriamente tres aspectos esenciales: 1) la existencia
de la relación laboral alegada; 2) las horas extraordinarias laboradas y 3) las ventajas económicas
devengadas; pues fuera de esos casos particulares, las afirmaciones argüidas por el trabajador se
tendrán por ciertas mientras el patrono no pruebe lo contrario…”
Expediente 1932-2018, sentencia de 20/11/2018.

En igual sentido:
Expediente 3224-2018, sentencia de 19/12/2018.
Expediente 1474-2012, sentencia de 22/11/2012.

Resulta inviable acudir en amparo, cuando la autoridad judicial, en ejercicio de su


potestad de juzgar, elucida la improcedencia de la pretensión de la postulante de
ordenar su traslado del renglón cero veintidós “personal por contrato” al renglón
presupuestario cero once “personal permanente”, debido a que los procedimientos
administrativos para la adecuación presupuestaria de una institución del Estado, son
atribuciones propias de cada ente que lo conforma, quien debe establecer si existe
una estructura presupuestaria para crear una nueva plaza en el respectivo renglón.

“…En el presente caso, procede el otorgamiento parcial del amparo solicitado, puesto que: a) no
ocasiona agravio la decisión del órgano jurisdiccional que declara la existencia de simulación de
un contrato de trabajo, en aquellas ocasiones en que se establece la concurrencia de los elementos
propios de una relación de índole laboral por tiempo indefinido, a pesar de haber pretendido
encubrirse la esencia del vínculo jurídico subsistente entre las partes, bajo una figura contractual
diferente; y b) no obstante lo anterior, produce agravio la decisión del órgano jurisdiccional que ordena
el traslado del renglón presupuestario cero veintidós –personal por contrato–, al cero once –personal
permanente–, debido a que los procedimientos administrativos para la adecuación presupuestaria
de una institución del Estado, son atribuciones propias de cada ente, por lo que corresponde a la
autoridad nominadora –Ministerio de Educación–, establecer si existe la estructura presupuestaria
necesaria para crear una nueva plaza –en el renglón cero once–, previo a cumplir con los requisitos y
procedimientos establecidos en la ley, para efectuar el cambio de renglón presupuestario referido…”
Expedientes acumulados 3905-2018 y 4790-2018, sentencia de 18/03/2019.

En igual sentido:
Expediente 952-2018, sentencia de 18/07/2018.
Expediente 4401-2018, sentencia de 04/12/2018.

Resulta inviable acudir en amparo, cuando se reclama la decisión de los jueces de


trabajo, de declarar sin lugar la excusa por enfermedad a que se refiere el artículo
336 del Código de Trabajo, pues estas únicamente pueden hacerla valer las personas
individuales, resultando lógico y consecuente que las personas jurídicas no puedan
invocar esa situación para justificar su incomparecencia a juicio, ya que, en todo caso,
puede sustituir a quien las represente u otorgar mandato para ese cometido.

“…Esta Corte en reiteradas oportunidades ha indicado que la excusa por enfermedad a que se refiere
el artículo 336 del Código de Trabajo, únicamente pueden hacerla valer las personas individuales,
resultando lógico y consecuente que las personas jurídicas no puedan invocar esa situación para
justificar su incomparecencia a juicio, pues éstas nunca pueden quedar sin representante legal y,
en todo caso, pueden sustituir a quien las represente u otorgar mandato para ese cometido. En
atención a la doctrina citada, no produce agravio la decisión que en alzada confirmó la de primer
grado que condenó a la postulante en el juicio laboral instado en su contra, declarándola rebelde
y confesa, al no aceptar la excusa médica que presentó, por el hecho de ser persona jurídica (…)

80
Doctrina legal de la Corte de Constitucionalidad
para la viabilidad de las acciones constitucionales

Esta Corte considera medular para resolver la presente acción constitucional, considerar que la
postulante al apelar la decisión de primer grado, que decidió condenarla en juicio laboral por la
razón ya invocada, indicó que: a) en la fecha señalada para la audiencia de juicio oral respectiva,
el Gerente General de la amparista, se encontraba padeciendo quebrantos de salud, por lo que
antes de la hora establecida para el inicio de la misma (con base en lo regulado en el artículo 336
del Código de Trabajo), presentó el certificado médico correspondiente, con el objeto de justificar
su incomparecencia; y b) no obstante lo anterior, el Juez de primer grado rechazó la excusa médica
presentada, dejándola en estado de indefensión, puesto que: b.1) interpretó equivocadamente
el artículo aludido, el cual simplemente señala que las partes tienen derecho a excusarse por
enfermedad, sin hacer ningún tipo de distinción entre personas individuales o jurídicas; y b.2) lo
anterior implica que violó sus derechos, puesto que dictó sentencia (declarándola rebelde y confesa),
sin darle la oportunidad de presentar los argumentos y medios de prueba que estimara oportunos
para acreditar que la demandante fue destituida con justa causa…”
Expediente 3614-2017, sentencia de 22/02/2018.

En igual sentido:
Expediente 3537-2016, sentencia de 04/05/2017.
Expediente 5854-2014, sentencia de 30/01/2015.

Resulta inviable acudir en amparo, cuando se reclama contra la denegatoria o rechazo


de una apelación que es instada contra la decisión que rechazó una nulidad, porque
en materia laboral únicamente es apelable la decisión que se pronuncia sobre el
fondo de la nulidad.

“…Esta Corte ha sostenido que de conformidad con el artículo 365 del Código de Trabajo, el rechazo
liminar de un recurso de nulidad no puede ser objeto de revisión mediante recurso de apelación
(…) Al efectuar el estudio de las constancias procesales, este Tribunal estima pertinente analizar en
primer término el agravio relacionado a la procedencia del recurso de apelación contra lo resuelto
en primera instancia de un recurso de nulidad, establecido en el artículo 365 del Código de Trabajo.
Al respecto, esta Corte ha establecido que cuando en el juicio ordinario laboral se deniega una
apelación que es instada contra la decisión de rechazo liminar de una nulidad, ello no genera agravio
alguno susceptible de ser reparado en amparo, pues la apelación procede, según el quinto párrafo
del artículo 365 del Código de Trabajo: ‘Contra la resolución que resuelva [esto es, que declare con
o sin lugar] el recurso’ de nulidad, cuya interposición también se autoriza en ese mismo artículo, no
así contra la decisión de rechazo liminar de este último medio de impugnación, pues en esta última
decisión no se hace pronunciamiento alguno sobre lo que en el fondo se pretendió impugnar…”

Materia laboral
Expediente 2081-2017, sentencia de 18/10/2018.

En igual sentido:
Expediente 2144-2016, sentencia de 10/10/2016.
Expediente 783-2104, sentencia de 03/07/2014.

De acuerdo con el Reglamento de Situaciones Administrativas de la PNC, al haberse


decretado en el proceso penal instado contra un trabajador falta de mérito y/o
sobreseimiento, estando esas decisiones firmes, se deben restituir a aquel los derechos
laborales que le fueron suspendidos durante el plazo en que se sustanció el proceso
penal. El citado criterio se funda en el hecho de que la aplicación de cualquiera de
aquellas figuras procesales penales en la situación del sindicado, debe provocarle los
mismos efectos que produciría una sentencia absolutoria.

“…De conformidad con lo establecido en el artículo 13 del Reglamento de Situaciones Administrativas


de la Policía Nacional Civil, en caso de existir sentencia absolutoria, dictada a favor de un agente
sometido a proceso penal deben restituírsele todos los derechos económicos que le asisten, lo que
implica el pago de los salarios y demás prestaciones dejadas de percibir, durante el tiempo que duró

81
Doctrina legal de la Corte de Constitucionalidad
para la viabilidad de las acciones constitucionales

la situación especial referida. Lo anterior, no excluye el supuesto que los derechos aludidos sean
restituidos cuando la responsabilidad penal se descarta en etapa procesal previa a la sentencia,
como sería el caso del sobreseimiento del proceso penal mencionado (…) se considera indispensable
hacer referencia a que el Reglamento de Situaciones Administrativas de la Policía Nacional Civil,
Acuerdo Gubernativo 588-97, establece: a) ‘Artículo 9. Se encuentran en Situación Especial: (…) c)
Los que estén consignados a los tribunales de justicia hasta que resuelvan en forma definitiva su
situación jurídica.’; y b) ‘Artículo 13. Los que se hallen en Situación Especial por estar consignados a los
tribunales de justicia por hechos cometidos fuera de su actuación oficial no percibirán remuneración
alguna de la Institución. El tiempo no será computado como de servicio, quedarán paralizados en
el escalafón y no generarán pasivo laboral. Si la sentencia es absolutoria se le reintegrarán todos
los derechos suspendidos, incluidos los económicos.’ (…) Con fundamento en lo antes expuesto, este
Tribunal considera que la autoridad denunciada interpretó adecuadamente la normativa aplicable
al caso concreto, que es la contenida en el Reglamento de Situaciones Administrativas de la Policía
Nacional Civil, debido a que la forma en que finalizó el proceso penal promovido contra el trabajador
(sobreseimiento), implica reconocer que la intención del legislador al prever que al personal de la
Policía Nacional Civil sometido a proceso penal, se le suspenderían los derechos económicos durante
el tiempo que se sustanciara el proceso referido, era resguardar el derecho del patrono para
dar por terminada la relación laboral (sin responsabilidad de su parte), en caso exista sentencia
condenatoria contra el interesado (por la comisión de algún hecho delictivo), debido a que esa
circunstancia constituye una causa justificada para el efecto…”
Expediente 1479-2018, sentencia de 09/07/2018.

En igual sentido:
Expediente 4768-2017, sentencia de 05/03/2018.
Expediente 1512-2017, sentencia de 10/01/2018.

Para el caso de los trabajadores del Estado, el plazo para solicitar su reinstalación,
dentro de un conflicto colectivo, es de 3 meses en aplicación de lo que prevé el artículo
87 de la Ley del Servicio Civil.

“…se considera que el punto toral en el presente proceso, consiste en establecer qué disposición
debe aplicarse, para determinar si prescribió o no el derecho de un empleado público, que prestó sus
servicios para una entidad autónoma (como lo es el Instituto Guatemalteco de Seguridad Social), y
que pretende obtener su reinstalación, por haber sido destituido sin que el patrono contara con la
autorización judicial correspondiente, debido a que se encontraba emplazado como consecuencia del
planteamiento de un conflicto colectivo de carácter económico social. Al respecto, se estima que la
disposición aplicable es el artículo 87 de la Ley de Servicio Civil, tal como lo indicó la Sala cuestionada,
puesto que el artículo 108 de la Constitución Política de la República de Guatemala, establece: ‘Las
relaciones del Estado y sus entidades descentralizadas o autónomas con sus trabajadores se rigen
por la Ley de Servicio Civil, con excepción de aquellas que se rijan por leyes o disposiciones propias de
dichas entidades…’, y siendo que el Instituto aludido, no tiene una normativa específica que regule
lo relativo al plazo de prescripción, para que el trabajador (que pretenda su reinstalación), efectúe
el reclamo correspondiente, supletoriamente por mandato constitucional, debe aplicarse el artículo
87 de la Ley mencionada…”
Expediente 5785-2018, sentencia de 22/04/2019.

En igual sentido:
Expediente 373-2017, sentencia de 18/05/2017.
Expediente 2336-2016, sentencia de 26/06/2017.

Cuando la pretensión principal del demandante es la declaratoria de simulación de su


relación laboral y como consecuencia de ello (pretensión accesoria), el reconocimiento
del derecho al pago de las prestaciones irrenunciables correspondientes, el plazo
para demandar las prestaciones mencionadas (pretensión accesoria), depende de
la declaratoria de la existencia de una relación de índole laboral entre las partes

82
Doctrina legal de la Corte de Constitucionalidad
para la viabilidad de las acciones constitucionales

(pretensión principal), por ende el trabajador deberá formular su solicitud dentro


del plazo de tres meses establecido en el Artículo 87 de la Ley de Servicio Civil. Si
no atiende esa premisa no resultará agraviante la decisión del juez de trabajo que
deniegue la pretensión del trabajador por haber operado la prescripción.

“…La Constitución Política de la República de Guatemala establece: ‘Artículo 108. Régimen de los
Trabajadores del Estado. Las relaciones del Estado y sus entidades descentralizadas o autónomas con
sus trabajadores se rigen por la Ley de Servicio Civil, con excepción de aquellas que se rijan por leyes
o disposiciones propias de dichas entidades (…)’. Por su parte, la Ley de Servicio Civil señala: ‘Artículo
87. Término de Prescripción. Todas las acciones o derechos provenientes de la presente ley o de sus
reglamentos prescriben en el término máximo de tres meses, (…)’. La última norma trascrita indica
el plazo en el que prescriben –prescripción extintiva– las acciones o derechos provenientes de la Ley
de Servicio Civil o de sus reglamentos (…) se estima que el punto toral del presente caso consiste en
determinar qué plazo de prescripción es aplicable para los empleados del sector público que desean
demandar al Estado de Guatemala, a efecto que se declare la simulación de su relación laboral y
como consecuencia de ello, el derecho al pago de la indemnización y demás prestaciones laborales
de carácter irrenunciable, derivadas de la declaratoria aludida. Al respecto, esta Corte considera
que, en los casos como el que ahora se analiza, es indispensable tener en cuenta que la pretensión
principal del demandante es la declaratoria de simulación de su relación laboral y, como consecuencia
de ello (pretensión accesoria), el reconocimiento del derecho al pago de la indemnización y demás
prestaciones laborales (aguinaldo, vacaciones, lo relativo a los daños y perjuicios, reajuste salarial,
treinta y un días hábiles de vacaciones y bono navideño), lo anterior implica que el derecho a las
prestaciones mencionadas (pretensión accesoria), depende de la declaratoria de la existencia de una
relación de índole laboral entre las partes (pretensión principal), solicitud que debe ser presentada
dentro del plazo establecido para el efecto en el Artículo 87 de la Ley de Servicio Civil, debido a que,
como quedó asentado, las relaciones entre el Estado de Guatemala y sus trabajadores se rigen por
la Ley referida (de conformidad con el artículo 108 constitucional, antes trascrito), cuerpo normativo
que regula de forma expresa el plazo que debe transcurrir para que se pierdan los derechos por el
paso del tiempo –prescripción extintiva–, señalando para el efecto el término de tres meses…”
Expediente 4892-2017, sentencia de 22/08/2018.

En igual sentido:
Expediente 5843-2017, sentencia de 05/02/2018.
Expediente 1656-2018, sentencia de 29/10/2019.

Resulta procedente la reinstalación cuando el trabajador ha recibido el pago de

Materia laboral
indemnización y prestaciones laborales. Salvo aquellos casos en los que se compruebe
que el trabajador fue compelido a recibir el pago.

“…En el caso concreto es procedente otorgar el amparo pretendido cuando del análisis de las
constancias procesales, se establece que se le ocasionó agravio al postulante por parte de la Sala
reprochada al no considerar que la trabajadora, previo a solicitar su reinstalación, aceptó el pago
de indemnización y demás prestaciones labores, debido a que ambos beneficios no pueden subsistir
conjuntamente; por ello, no puede privar el estricto rigor formalista en perjuicio del patrono y
beneficio de la trabajadora, cuando esta ha pretendido inducir a error a las autoridades y a su propio
empleador, formulando un requerimiento de tal naturaleza en las condiciones descritas…”
Expediente 3375-2018, sentencia de 11/02/2019.

En igual sentido:
Expediente 260-2015, sentencia de 10/07/2015.
Expediente 2989-2017, sentencia de 05/12/2017.

83
Doctrina legal de la Corte de Constitucionalidad
para la viabilidad de las acciones constitucionales

Conforme el artículo 380 del Código de Trabajo la inamovilidad que causa el


planteamiento de un conflicto colectivo protege a todos los empleados del centro de
trabajo respecto del que se ha planteado el mencionado conflicto, sin hacer distinción
entre los empleados que forman parte del sindicato emplazante y las personas que no
son parte de este o que no prestan sus servicios en el área mencionada.

“…el conflicto colectivo fue promovido por el Sindicato de Trabajadores Administrativos y de Servicio
de la Educación de Guatemala y el Sindicato de Trabajadores de las Direcciones Departamentales
del Ministerio de Educación del Estado de Guatemala, y el denunciante ocupó puesto de Director
profesor titulado, cargo que pertenece al Magisterio nacional, por lo que no estaba protegido por las
prevenciones decretadas dentro de aquel conflicto, esta Corte ha sostenido criterio (…) que señala que
de conformidad con lo que preceptúa el Artículo 380 del Código de Trabajo, la inamovilidad que causa
el planteamiento de un conflicto colectivo protege a todos los empleados del centro de trabajo respecto
del que se ha planteado este, motivo que atiende a razones de seguridad y certeza jurídica, es decir que
al encontrarse emplazado el Ministerio de Educación, mediante la acción instada por dos sindicatos
integrados por trabajadores administrativos y directores departamentales de esa cartera, todas las
personas que prestan sus servicios para ese ente estatal gozan de inamovilidad, sin que sea posible
crear un principio de discriminación respecto a los empleados que forman parte de las asociaciones
permanentes de trabajadores que plantearon el conflicto colectivo, y de quienes no lo hicieron…”
Expediente 772-2017, sentencia de 26/09/2017.

En igual sentido:
Expediente 29-2017, sentencia de 13/06/2017.
Expediente 2435-2017, sentencia de 04/04/2018.

La entidad nominadora tiene legitimación activa para acudir en amparo, esto en atención
a que es el ente sobre el cual recae la responsabilidad de ejecutar lo decidido en el juicio.

“…El criterio jurisprudencial de este Tribunal ha sido que los Ministerios de Estado carecen de
personalidad jurídica que les permita formular una intervención y defensa adecuada, en virtud que no
es el ente llamado a ejercer la protección de los intereses estatales, sino que le compete por delegación
expresa de la ley al Procurador General de la Nación, porque no es viable que paralelamente hayan
dos órganos administrativos que defiendan los mismos intereses cuando existe un ente especializado
en esa función. En el caso objeto de estudio y con fundamento en lo dispuesto en el artículo 43 de la
ley ibidem, este Tribunal se aparta del criterio asentado en aquellas oportunidades (…) las entidades
nominadoras se les vincula al proceso para que estén al tanto de lo acontecido en la litis suscitada
entre el Estado y el particular reclamante, debido a que de los fondos que ésta administra se tendrá
que cubrir el pago de los rubros a los que se pudiese eventualmente condenar a pagar al empleador
–Estado de Guatemala–, pudiendo intervenir en el proceso como parte para que se le requiera
informe respecto de los datos que sean de su conocimiento o para aportar medios de prueba al
proceso, puesto que la autoridad nominadora tiene algo que aportar y es parte en el proceso, porque
si se le está notificando procede su accionar, consecuentemente es a nivel de Estado que se tiene que
coordinar a efecto de que no existan intereses contrapuestos entre el órgano nominador y el Estado
de Guatemala (…) El Ministerio relacionado, carece de personalidad jurídica que le permita formular
una intervención y defensa adecuada, como ente llamado a ejercer la protección de los intereses
estatales, competencia atribuida por delegación expresa de la ley al Procurador General de la Nación,
pero como autoridad nominadora tiene derecho a ser parte y defenderse en los procesos laborales,
puesto que le corresponde la acción procesal de ejercer y probar en defensa de sus intereses, debido
a que podrán ser ejecutadas en su contra las resoluciones y sentencias judiciales. Por razón de lo
anteriormente argumentado, no se acepta enteramente la justificación de la autoridad denunciada
en función del rechazo de la cuestión de incompetencia promovida por el Ministerio de Relaciones
Exteriores que provocó el acto reprochado, al considerar que se le había dado intervención en el
proceso únicamente como entidad nominadora y no como parte. En ese orden de ideas, por lo
anteriormente considerado se ordena al Juez de conocimiento, darle intervención como parte en el
proceso subyacente a la autoridad nominadora –Ministerio de Relaciones Exteriores…”
Expediente 1478-2014, sentencia de 07/05/2015.

84
Doctrina legal de la Corte de Constitucionalidad
para la viabilidad de las acciones constitucionales

En igual sentido:
Expediente 1865-2015, sentencia de 21/08/2017.
Expediente 2824-2017, sentencia de 16/11/2017.

El amparo no es la vía para lograr la ejecución, en forma directa, lo decidido por los
jueces de trabajo, esto en atención a que, según lo preceptuado en el artículo 425 del
Código de Trabajo, la ejecución de lo decidido compete al Juez que conoció en primera
instancia.

“…Se estima pertinente referirse al principio procesal de rogación el cual refiere que el juez no
puede tomar la iniciativa en el proceso y debe permitir que sea la parte la que actúe en virtud de
la aplicación del principio dispositivo que rige en el proceso. Además, la relación de este con el
principio de congruencia data de la exigencia de que el juez debe atenerse a la hora de resolver
a atender o desestimar las pretensiones suscitadas por las partes, pero no plantear cuestiones
nuevas no expuestas por las mismas so pena de incurrir en incongruencia con lo pedido. Para que
ningún aspecto quede irresuelto resulta pertinente advertir que en el presente caso no es aplicable la
normativa invocada por los postulantes, debido a que el Artículo 425 citado se refiere a la obligación
de ejecución de la sentencia por parte del juez que la dictó en primera instancia, sin que la norma
aluda que aquel acto procesal deba ser impulsado de oficio (…) Con fundamento en lo considerado
se concluye que por medio de la acción planteada no puede alcanzarse lo pretendido, por cuanto
que es a la autoridad judicial que la dictó, a quien corresponde ejecutar lo decidido por los medios
legales correspondientes, extremo que evidencia que el amparo promovido resulta improcedente
por no ser la vía idónea para lograr lo pretendido por los amparistas…”
Expediente 4256-2017, sentencia de 05/07/2018.

En igual sentido:
Expediente 343-2015, sentencia de 02/06/2015.
Expediente 811-2014, sentencia de 17/03/2015.

Procede el emparo cuando los órganos de la jurisdicción privativa de Trabajo y


Previsión Social certifican lo conducente contra el patrono por el incumplimiento de
pago de las prestaciones laborales a que fue condenado en la fase de conocimiento
de un proceso laboral.

Materia laboral
“…el pronunciamiento que en Derecho corresponde, se debe traer a cuenta el fallo emitido por esta
Corte el tres de agosto de dos mil cuatro, dentro del expediente de inconstitucionalidad general
parcial 898-2001 y 1014- 2001, en el que se objetó, entre otras discrepancias, la modificación que
sufrió el artículo 364 del Código de Trabajo, en el sentido de viabilizar que un Juez de Trabajo y
Previsión Social certificara lo conducente contra el empleador que, habiendo sido condenado al pago
de prestaciones laborales en un proceso de conocimiento, no cumplió con la obligación de pago
que le hubiere sido impuesta. Este Tribunal, al conocer la inconstitucionalidad referida, consideró
que el cumplimiento forzoso de la sentencia condenatoria que declaraba la procedencia del pago
de prestaciones laborales, debía lograrse mediante el procedimiento ejecutivo establecido en los
artículos 426, 427 y 428 del Código citado, ello en armonía con lo que para el efecto preceptúan
los artículos 203 de la Constitución Política de la República de Guatemala y 425 de aquel cuerpo
normativo. Es decir, se debe fijar un plazo para el cumplimiento voluntario de la sentencia proferida
en el proceso laboral, sin que sea viable aparejar a dicho plazo el apercibimiento de (…) Esa situación
eventualmente podría generar contradicción entre los actos jurisdiccionales que surgieron de un
mismo hecho (el incumplimiento de la obligación) y en un mismo proceso (en el que se ordenó
certificar lo conducente), lo que evidentemente atenta contra la certeza jurídica, que conforme el
principio del debido proceso, emana de las resoluciones judiciales. Por los anteriores motivos, este
Tribunal decidió declarar inconstitucional el último párrafo del artículo 364 ibíd que fue modificado
por el artículo 21 del Decreto 18-2001 del Congreso de la República y, como consecuencia, expulsado
del ordenamiento jurídico (…) Lo antes referido deja claro que la norma que facultaba a los jueces
de Trabajo y Previsión Social para apercibir y, posteriormente, certificar lo conducente contra el

85
Doctrina legal de la Corte de Constitucionalidad
para la viabilidad de las acciones constitucionales

empleador que incumpliera con la orden de pago objeto de la fase ejecutiva del proceso laboral, fue
expulsada del ordenamiento jurídico, por lo que los órganos de la jurisdicción de trabajo no cuentan
desde entonces con una base jurídica vigente que los faculte expresamente para considerar punible
la omisión de hacer efectivo el pago ordenado en sentencia…”
Expediente 6054-2017, sentencia de 24/05/2018.

En igual sentido:
Expediente 811-2014, sentencia de 17/03/2015.
Expediente 2155-2014, sentencia de 04/03/2015.

Por vía de la cuestión de competencia no pueden las partes intentar dilucidar la


naturaleza de la relación que existió entre ellas.

“…De conformidad con lo dispuesto en el artículo 307 del Código de Trabajo, la competencia en
materia laboral para conocer sobre conflictos derivados de relaciones de trabajo se determina por
razón de la materia y del territorio. Para establecer la primera necesariamente deben atenderse
los supuestos contenidos en el artículo 292 del Código referido, el cual dispone, entre otros, que
los juzgados de trabajo conocen en primera instancia de las diferencias o conflictos individuales o
colectivos derivados de la aplicación de las leyes y reglamentos de trabajo o del contrato de trabajo,
o de hechos íntimamente relacionados con él (…) se determina que la autoridad impugnada, al
proferir el acto reclamado, no provocó agravio al amparista, debido a que, por medio de la cuestión
de incompetencia por razón de la materia, pretendía demostrar que la relación que sostuvo con
el demandante no fue de naturaleza laboral, sino civil, no obstante que ello, por tratarse de una
cuestión de fondo, no puede analizarse anticipadamente por medio de la incidencia promovida,
por lo que, independientemente de la forma en que se haya resuelto el recurso que promovió, no
le causa agravio a la amparista, debido a que intentó desvirtuar la competencia del Juez de primer
grado, basándose en cuestiones que ameritan ser resueltas en sentencia…”
Expediente 3443-2015, sentencia de 12/11/2015.

En igual sentido:
Expediente 5115-2015, sentencia de 04/02/2016.
Expediente 102-2015, sentencia de 06/11/2015.

Al trabajador, no puede exigírsele certeza en la denominación del patrono.

“…la trabajadora, tramitó la demanda ordinaria laboral en contra de la Asociación de Auxilio


Póstumo del Magisterio Nacional de Guatemala; previo a ser admitida para su trámite, se le
fijó previo a la demandante para que indicara el nombre correcto de la entidad demandada, en
virtud que en el memorial de interposición de la acción, hacía referencia a dos nombres distintos,
cumpliendo con el previo, manifestó que la entidad demandada era la ‘Asociación de Auxilio Póstumo
del Magisterio Nacional’. En resolución de trece de mayo de dos mil quince, teniendo por cumplidos
los requisitos para su interposición, se admitió para su trámite la demanda ordinaria laboral en
contra de la Asociación de Auxilio Póstumo del Magisterio Nacional de Guatemala, resolución que
le fue notificada a la entidad demandada, la cual interpuso el recurso de nulidad por vicios del
procedimiento e infracción de ley, aduciendo que el Juzgado Segundo de Trabajo y Previsión Social
para la Admisión de Demandas cometió un error al admitir para su trámite la demanda referida
puesto que la entidad demandada era, según había aclarado la demandante, la Asociación de
Auxilio Póstumo del Magisterio Nacional, recurso que fue declarado con lugar mediante resolución
de fecha seis de octubre de dos mil quince, por el Juzgado Quinto de Primera Instancia de trabajo y
Previsión Social, el que al resolver tuvo por presentada la demanda en contra de la ‘Asociación de
Auxilio Póstumo del Magisterio Nacional de Guatemala’, señalando la audiencia del uno de marzo de
dos mil dieciséis, para la comparecencia de las partes a juicio oral laboral, la cual fue notificada a la
‘Asociación de Auxilio Póstumo del Magisterio Nacional’; no obstante, se llevó a cabo la audiencia y
se dictó sentencia declarando rebelde y confesa a la demandada y no a la amparista. Por considerar
que las notificaciones se estaban realizando a una entidad inexistente en la dirección donde opera la

86
Doctrina legal de la Corte de Constitucionalidad
para la viabilidad de las acciones constitucionales

amparista, procedió a devolver la cédula de notificación en la cual se requería de pago a la entidad


condenada, habiéndose declarado sin lugar la devolución de cédula de notificación, considerando
que no era procedente puesto que las diferentes notificaciones a la entidad demandada –Asociación
de Auxilio Póstumo del Magisterio Nacional– habían sido realizadas en la referida dirección por lo
que se tenía por bien hecha –acto reclamado–. Esta Corte se ha referido en reiteradas oportunidades
y ha sentado jurisprudencia respecto a que no le es reprochable al trabajador que conozca a
ciencia cierta o con exactitud el nombre o denominación de su patrono, esto, porque por la misma
desigualdad de condiciones entre trabajador y patrono –porque como las hay económicas también
las hay administrativas y de cualquier índole–, no es razonable pensar que un empleado tenga fácil
acceso a corroborar el nombre de su patrono…”
Expediente 5334-2017, sentencia de 19/02/2019.

En igual sentido:
Expediente 1669-2015, sentencia de 20/08/2015.
Expediente 3563-2017, sentencia de 15/11/2017.
Expediente 1187-2018, sentencia de 03/10/2018.

Carece de efecto agraviante el hecho de que los tribunales de trabajo, en el uso de


sus facultades legales, declaren el derecho de reinstalación de la trabajadora cuando
es objeto de despido, encontrándose en los diez meses posteriores desde el retorno
de sus labores transcurrido el período post natal, tal como lo establece el artículo
151 del Código de Trabajo, sin la correspondiente autorización previa del funcionario
competente, así como la procedencia del pago de salarios y demás prestaciones
laborales dejados de percibir.

“…Esta Corte advierte que en el antecedente del amparo, la interesada reclamó su reinstalación
argumentando como única razón de procedencia la de haber sido despedida no obstante encontrarse
en periodo de lactancia, alegando que estaba protegida por la garantía de inamovilidad contenida
en los artículos 151, literal c) y 153 del Código de Trabajo. Tal como lo reprochó la accionante de
amparo tanto en la instancia ordinaria como al promover la justicia constitucional, el planteamiento
de la interesada fue inidóneo, debido a que la vía para dilucidar la procedencia del beneficio
reclamado no fue la correcta –vía de los incidentes–, resultando improcedente para las autoridades
de trabajo conocer y resolver en un incidente de reinstalación, pretensiones de esa índole, porque
éstas debieron ventilarse en un juicio de conocimiento, tal como lo alegó la postulante. De esa
cuenta, la Sala denunciada, al resolver, soslayando la razón en la que la interesada fundamentó
las diligencias de reinstalación de mérito –inamovilidad por lactancia– vulneró la ley, provocando

Materia laboral
violación al debido proceso (…) si en aquella oportunidad la Corte adoptó la medida de desconocer
la vía por la cual intentó su pretensión, también de forma garantista, dejó expedita la vía para que
la trabajadora ejerciera el derecho que considerara pertinente, (reinstalación) ello en función de la
condición especial en la que se encontraba, esto en atención al criterio legal sustentado por esta
Corte que garantiza la protección de aquellas trabajadoras que se encuentran embarazadas o en
período de lactancia y, siendo que en el caso concreto, como lo advirtieron los jueces ordinarios, el
patrono no gestionó el despido ante los Tribunales de Trabajo respectivos que le permitiera acreditar
la justa causa, la consecuencia de esa omisión, era que la trabajadora hiciera valer su derecho a ser
reinstalada en el puesto que desempeñaba y percibiera todas las prestaciones que le correspondía.
Por las razones anteriormente expuestas no le asiste la razón a la accionante en cuanto al agravio
referido. [El criterio relativo a que las mujeres en situación especial (período de lactancia) no pueden
ser despedidas sin que previo a ello, el empleador lo gestione judicialmente…”
Expediente 2353-2018, sentencia de 10/10/2018.

En igual sentido:
Expediente 1660-2017, sentencia de 31/08/2017.
Expediente 3999-2017, sentencia de 07/12/2017.

87
Doctrina legal de la Corte de Constitucionalidad
para la viabilidad de las acciones constitucionales

El empleado contratado bajo el servicio exento no es equiparable a un trabajador de


confianza.

“…Esta Corte ha sostenido que para catalogar a un trabajador como de confianza, debe existir
regulación legal expresa que establezca esa categoría de plaza y mando frente al resto de trabajadores,
esto en normas de carácter ordinario, especial o profesional, debido a que al permitir al empleador
catalogarlo discrecionalmente devendría en una disminución de los derechos de los trabajadores,
situación que sería contraria a la jurisprudencia constitucional asentada por esta Corte (…) el Estado
de Guatemala y el Ministerio de Energía y Minas apelaron, por lo que se elevaron las actuaciones
ante la Sala Tercera de la Corte de Apelaciones de Trabajo y Previsión Social –autoridad denunciada–,
quien en resolución de veintiuno de junio dos mil diecisiete revocó el fallo apelado, declarando sin
lugar la solicitud de reinstalación; (…) advierte que efectivamente la reinstalación no procede en el
presente caso, en virtud de que el puesto que desempeñaba la incidentante está comprendido dentro
del servicio exento cuyas funciones son consideradas de confianza, y de conformidad con el Código
de Trabajo, en sus artículos cuarto y trescientos cincuenta y uno, establece claramente cuáles son los
cargos de confianza y de exclusión sindical, encontrándose entre los mismos las personas que ejercen
el cargo de Directores, puesto que ocupaba la trabajadora (…) Para la resolución del caso concreto,
es necesario traer a colación la jurisprudencia decantada por esta Corte, en la cual ha sostenido
el criterio que la categoría de cargos de confianza o de representación patronal, en el caso de los
empleados públicos, para que puedan considerarse como tales, debe haber regulación legal expresa
que establezca tal categoría de plazas, ya sea en normas de carácter ordinario, especial o profesional,
ello en virtud que en la estructura administrativa del Estado no es fácilmente identificable quiénes
cumplen funciones de las que definen las normas de aplicación general (como el artículo 4º del Código
de Trabajo) como propias de los cargos de dirección o confianza, ello por seguridad y certeza jurídica,
a efecto de evitar que por arbitrariedad, o en represalia, se pretenda calificar indiscriminadamente
las plazas que ejercen funcionarios y empleados públicos, como de confianza…”
Expediente 3041-2019, sentencia de 17/02/2020.

En igual sentido:
Expediente 5696-2018, sentencia de 22/07/2019.
Expediente 4683-2017, sentencia de 18/07/2018.

Resulta prematuro acudir en amparo, cuando en la jurisdicción ordinaria se encuentran


pendientes de resolver los remedios de aclaración y/o ampliación.

“…Causa agravio que amerita su reparación por vía del amparo, el hecho de que la Sala cuestionada
no decrete la reinstalación del trabajador basándose para el efecto en que el despido obedeció a la
autorización judicial que para ese cometido obtuvo el empleador, pese a que tal autorización no se
encontraba firme, derivado de estar pendiente de resolver los recursos de aclaración y ampliación
interpuestos contra el auto que la dispuso, situación que no hacía factible la materialización del
despido y, por ende, devenía procedente la reinstalación del trabajador de conformidad con lo previsto
en el artículo 380 del Código de Trabajo (…) El agravio que sustenta el amparista consiste en que,
la Sala denunciada revocó su reinstalación basándose en las resoluciones emitidas por el Juzgado
Séptimo de Trabajo y Previsión Social del departamento de Guatemala y la Sala Tercera de la Corte
de Apelaciones de Trabajo y Previsión Social, que declararon con lugar la autorización de terminación
de la relación laboral promovida en su contra, sin embargo, no consideró que tales resoluciones no
estaban firmes ni ejecutoriadas al momento de efectuar el despido, pues se encontraban pendientes
de resolver los recursos de aclaración y ampliación que interpuso contra aquella autorización (…)
para que una resolución judicial pueda causar ejecutoria, es imprescindible que no existan recursos o
remedios procesales idóneos pendientes de resolver, circunstancia que en el presente caso no ocurrió;
por lo que en ese orden de ideas, es atinente indicar que para que las resoluciones sean ejecutables,
deben estar firmes, circunstancia que se ampara en los principios de seguridad y certeza jurídica…”
Expediente 756-2017, sentencia de 04/06/2018.

En igual sentido:
Expediente 5479-2015, sentencia de 23/01/2018.
Expedientes acumulados 4838-2013 y 4965-2013, sentencia de 14/09/2015.

88
Doctrina legal de la Corte de Constitucionalidad
para la viabilidad de las acciones constitucionales

En los procesos de amparo, cuyo juicio subyacente sea de naturaleza laboral, se ha


dispuesto conferir plazo prudencial para que los postulantes acudan a la vía ordinaria
correspondiente. En esos supuestos se ha declarado que el tiempo transcurrido
durante la tramitación del amparo no puede ser invocado para demandar que los
derechos del trabajador han prescrito.

“En virtud de lo anteriormente descrito, se advierte que la Sala reclamada al confirmar el fallo del Juez
de Primera Instancia, en el que éste declaró sin lugar la demanda ordinaria laboral de reinstalación,
ningún agravio qué reparar por esta vía produjo al amparista por lo que la protección constitucional
pretendida debe denegarse, y habiendo resuelto en el mismo sentido el a quo, debe confirmarse
el fallo que se conoce en alzada, por los motivos aquí considerados. Derivado de la forma como se
resuelve la presente acción, debe dejarse a salvo plazo corrido durante la tramitación de la presente
acción, en sus dos instancias, para que no se compute como tiempo durante el cual pudo acaecer
prescripción alguna para los posibles derechos que al interesado le puedan asistir para acudir
ante los órganos de la jurisdicción ordinaria a requerir el pago de indemnización y/o prestaciones
laborales que pudieran corresponderle por la finalización del vínculo económico jurídico sub litis.”
Expediente 1322-2018, sentencia de 05/07/2018.

En igual sentido:
Expediente 1291-2019, sentencia de 05/09/2019.
Expediente 2405-2018, sentencia de 02/08/2018.

Para determinar si una relación posee o no carácter de indefinida, no trasciende si


esta tuvo o no una duración mayor a un período fiscal. Ante esa circunstancia, no
puede declararse la existencia de una relación laboral a plazo fijo, invocando esa sola
circunstancia, puesto que lo esencial es determinar si en la jurisdicción ordinaria se
estableció, si se dieron o no, todos los elementos de un contrato de trabajo.

“…Para dar solución al conflicto sometido a conocimiento de este Tribunal, es pertinente traer a colación
lo considerado por la autoridad reprochada al emitir el acto reclamado: “…Esta Sala del estudio de lo
actuado así como a los motivos de inconformidad manifestados considera: a) Que es de conocimiento
de los tribunales de trabajo la observancia obligatoria de los beneficios y apercibimientos contenidos
en los artículos 379 y 380 del Código de Trabajo en caso de existir un conflicto colectivo económico
social, en consecuencia la reinstalación procederá inmediatamente y siempre respetando el derecho de
audiencia cuando la causa de la destitución o terminación derive de represalia del patrono para con

Materia laboral
el trabajador, circunstancia que en el presente caso no se observa, ya que no se evidencia despido, ni
represalia en contra del trabajador denunciante. Únicamente el vencimiento del contrato de trabajo
pactado de once meses y treinta días, comprendido del dos de enero al treinta y uno de diciembre de
dos mil quince. b) La Honorable Corte de Constitucionalidad ha sido del criterio que ‘de conformidad con
el artículo 380 del Código de Trabajo, toda terminación de contratos de trabajo debe ser autorizada por
juez competente, sin hacer distinción respecto de la naturaleza o clase de contrato, es decir, que todas las
relaciones laborales se estiman protegidas cuando el patrono está emplazado y las prevenciones vigentes,
porque los trabajadores gozan de inamovilidad, en tanto no exista autorización judicial que permita el
despido, protección que abarca también los contratos laborales otorgados a plazo fijo, limitados, por
ello, en relación a la vigencia del plazo por el cual se hubiere suscrito el contrato, de manera que, una
vez vencido el periodo pactado, no puede exigirse autorización judicial para su conclusión, pues hacerlo
equivaldría a desnaturalizar la relación laboral bajo la modalidad de contratación a plazo fijo (…) esta
Corte determina que la autoridad denunciada, al revocar la reinstalación, se limitó a establecer que el
vínculo sostenido entre las partes no había subsistido por más de un año y que el advenimiento del plazo
constituye una causal de terminación del vínculo laboral, sin responsabilidad del patrono, por lo que, a
su juicio, al tratarse de una relación sostenida a plazo fijo, al incidentante no le asistía el derecho de ser
reinstalado y, para el efecto invocó jurisprudencia de este Tribunal, sin apreciarse de sus razonamientos
cuáles eran las circunstancias particulares del caso que permitieran encajar los hechos sujetos a debate
con aquélla jurisprudencia invocada. Asimismo, se advierte que, para resolver el caso sometido a estudio,
la autoridad reclamada debió analizar integralmente la concurrencia de los elementos que le permitieran

89
Doctrina legal de la Corte de Constitucionalidad
para la viabilidad de las acciones constitucionales

concluir si efectivamente se trataba de una relación contractual que, por la naturaleza de las funciones
tuviere que haberse pactado a plazo fijo o bien, si había sido encubierta la verdadera naturaleza del
vínculo sostenido respecto al plazo, es decir, comprobar si en realidad el vínculo de mérito debe tenerse
como un contrato de trabajo celebrado a plazo fijo o por tiempo indefinido, de conformidad con lo
regulado en el artículo 26 del Código de Trabajo, el cual es aplicable supletoriamente al caso concreto…”
Expediente 3143-2018, sentencia de 03/10/2018.

En igual sentido las sentencias:


Expediente 4180-2018, sentencia de 13/11/2018.
Expediente 3028-2018, sentencia de 09/04/2019.

No puede acudirse en amparo directamente a cuestionar decisiones asumidas


respecto de trabajadores del Organismo Judicial, salvo que se tratase de jueces.

“…El artículo 203 de la Constitución Política de la República de Guatemala establece: ‘La justicia se
imparte de conformidad con la Constitución y las leyes de la República. Corresponde a los tribunales
de justicia la potestad de juzgar y promover la ejecución de lo juzgado...’. El artículo 283 del Código de
Trabajo preceptúa: ‘Los conflictos relativos al Trabajo y Previsión Social están sometidos a la jurisdicción
privativa de los Tribunales de Trabajo y Previsión Social, a quienes compete juzgar y ejecutar lo
juzgado’. El artículo 292 del Código de Trabajo establece: ‘Los Juzgados de Trabajo conocen en Primera
Instancia, dentro de sus respectivas jurisdicciones: a) De todas las diferencias o conflictos individuales o
colectivos de carácter jurídico que surjan entre patronos y trabajadores, sólo entre aquellos o sólo entre
éstos, derivados de la aplicación de las leyes y reglamentos de trabajo o del contrato de trabajo, o de
hechos íntimamente relacionados con él (…) Las normas citadas destacan la competencia que les ha
sido asignada con exclusividad a los jueces del fuero laboral para resolver los conflictos sometidos a su
conocimiento, como consecuencia, se debe acudir ante los órganos de Trabajo y Previsión Social para
que en esa vía se emita el pronunciamiento que en Derecho corresponde en cuanto a la procedencia o
improcedencia de reclamos que, por su naturaleza, deben ser dilucidados en esa Jurisdicción, debido a
que son esas autoridades a las que les corresponde con exclusividad provocar un verdadero contradictorio
entre partes legitimadas para el efecto –patronos o sindicato de patronos y trabajadores o sindicato de
trabajadores–, ello en correcta aplicación de los principios que informan el Derecho del Trabajo y en
estricta observancia de las disposiciones aplicables al caso concreto, es decir, que previo acudir a la vía
constitucional contra las sanciones administrativas, se debe agotar el proceso ordinario laboral ante los
Tribunales de Trabajo y Previsión Social, conforme lo que para el efecto preceptúan los artículos 203 de la
Constitución Política de la República de Guatemala y 283 y 292, literal a), del Código de Trabajo citados
precedentemente. Esta aclaración se efectúa en virtud de que anteriormente esta Corte conocía el fondo
de los argumentos que ahora se hacen valer ante la jurisdicción constitucional…”
Expediente 2736-2014, sentencia de 05/02/2015.

En igual sentido las sentencias:


Expediente 5370-2014, sentencia de 22/05/2015.
Expediente 1348-2013, sentencia de 16/07/2014.

Es inviable el amparo cuando se acude directamente a cuestionar decisiones asumidas


respecto de la inscripción de sindicatos. En caso de inconformidad en lo decidido en el
trámite de esas agrupaciones gremiales, los interesados deben hacer valer los medios
de impugnación correspondientes en sede administrativa.

“…Inicialmente, se trae a colación los argumentos expuestos por el Benemérito Cuerpo Voluntario
de Bomberos de Guatemala, tercero interesado y el Ministerio Público, en cuanto a la supuesta falta
de legitimación pasiva en la presente acción y la extemporaneidad del planteamiento, debido a que
en el escrito inicial de amparo se consignó que el acto reclamado era la resolución veintiocho - dos
mil trece (28-2013) de dos de mayo de dos mil trece, proferida por la Dirección General de Trabajo
del Ministerio de Trabajo y Previsión Social, que declaró sin lugar la solicitud de reconocimiento de
la personalidad jurídica, aprobación de estatutos e inscripción del Sindicato Gremial de Trabajadores

90
Doctrina legal de la Corte de Constitucionalidad
para la viabilidad de las acciones constitucionales

del Benemérito Cuerpo Voluntario de Bomberos de Guatemala –STGBCVBG– (…)Para dar respuesta
a lo anterior, es dable indicar que durante el trámite de la acción constitucional, la Sala Tercera
de la Corte de Apelaciones de Trabajo y Previsión Social, autoridad judicial que conoció la acción
constitucional, previo a ser remitida a la Corte Suprema de Justicia, por medio de la resolución de
quince de julio de dos mil trece, entre otras cuestiones, ordenó al postulante que, previo a darle
trámite a la acción, señalara concretamente cuál era el acto que resentía lesivo a sus derechos. Al
cumplir con lo solicitado, por medio del (escrito que obra a folio 47 de la pieza de amparo), se indicó
‘el acto reclamado concretamente lo constituye la resolución del recurso de reposición...’, es decir la
resolución ciento ochenta - dos mil trece (180-20013) de cuatro de cuatro de junio de dos mil trece,
proferida por el Ministerio de Trabajo y Previsión Social. Conforme lo anterior, se descarta la falta
de legitimación pasiva alegada (…) Finalmente, y para que ninguna cuestión quede irresuelta, con
relación al argumento expuesto por el Ministerio Público, en cuanto a que la decisión definitiva en el
proceso administrativo que, en todo caso, podría causarle agravio al postulante, era la que resolvió
el recurso de revocatoria que promovió contra la negativa de inscripción del Sindicato, así como los
supuestos vicios en la constitución del Sindicato cuya inscripción se solicitó, alegada por el Benemérito
Cuerpo Voluntario de Bomberos de Guatemala, tercero interesado, es necesario indicar que esta
Corte ha sostenido (…)respectivamente, que no es viable promover amparo cuando la controversia
se origina por reclamos relacionados a la inscripción de sindicatos, pues corresponde dilucidarla
en la Jurisdicción Privativa de Trabajo y Previsión Social por medio de un juicio de conocimiento de
conformidad con lo establecido en el artículo 282 del Código de Trabajo…”
Expediente 918-2015, sentencia de 31/08/2015.

En igual sentido las sentencias:


Expediente 5235-2013, sentencia de 28/11/2014.
Expediente 4670-2013, sentencia de 25/09/2014.

Para los casos en los que el patrono obtenga autorización para poder despedir a un
trabajador que posea protección de inamovilidad, el plazo dentro del cual aquel
puede ejecutar el despido es de 3 meses.

“…Conforme lo dispuesto en el artículo 87 de la Ley de Servicio Civil, el patrono estatal cuenta con el
plazo de tres meses para ejecutar la autorización de despido obtenida en el marco de un conflicto
colectivo de carácter económico social. De esa cuenta, no causa agravio la decisión de la Sala de
Trabajo y Previsión Social que confirma la solicitud de reinstalación promovida por la trabajadora,
dado que de las constancias procesales se determinó que la autoridad nominadora no ejecutó la
autorización de despido que le fue concedida oportunamente dentro del plazo legal que establece

Materia laboral
el artículo 87 ibídem (…) es imperativo indicar que en el seno de este Tribunal han desembocado
casos en los cuales el quid iuris aludía al plazo que la autoridad nominadora tiene para ejecutar la
autorización judicial de terminación de contrato de trabajo obtenida en el marco de un conflicto
colectivo de carácter económico social, tal como ocurre en el presente caso. De esa cuenta, llama la
atención de este Tribunal que el derecho de ejecutar el despido es la consecuencia jurídica de haber
obtenido autorización de terminación de contrato de trabajo, por lo que es concomitante con la
referida autorización y, partiendo de que ésta es una cuestión accesoria vinculada a los conflictos
colectivos y que nace del artículo 380 del Código de Trabajo, resulta razonable aplicarle a la ejecución
los mismos parámetros en cuanto al plazo de prescripción que esta Corte ha sostenido respecto de la
autorización relacionada, cuyo desarrollo ha quedado acotado con antelación (tres meses conforme
lo previsto en el artículo 87 de la Ley de Servicio Civil). Aunado a ello, la autorización de despido y
su posterior ejecución, así como el derecho del trabajador de solicitar su reinstalación, surgen por
circunstancias que acaecen durante la elucidación de un conflicto colectivo, lo que permite respaldar
la tesis sostenida en el presente pronunciamiento…”
Expediente 5515-2018, sentencia de 29/08/2019.

En igual sentido las sentencias:


Expediente 3047-2016, sentencia de 28/06/2017.
Expediente 2502-2017, sentencia de 13/11/2017.

91
DOCTRINA LEGAL DE LA
CORTE DE CONSTITUCIONALIDAD
PARA LA VIABILIDAD DE LAS
ACCIONES CONSTITUCIONALES

MATERIAS
ADMINISTRATIVA
Y TRIBUTARIA
Doctrina legal de la Corte de Constitucionalidad
para la viabilidad de las acciones constitucionales

Doctrina legal de la Corte de Constitucionalidad


para la viabilidad de las acciones constitucionales
Materias administrativa y tributaria

En procesos contenciosos administrativos no es viable interponer el recurso de


reposición en sustitución del recurso de apelación.

“…no resulta viable aceptar que por vía de la interpretación se pretenda viabilizar la procedencia de un
recurso que, de conformidad con la ley de la materia, no es el expresa y legalmente dispuesto para el
efecto en el cuerpo normativo rector del mismo, de ahí que la reposición no se encuentre expresamente
determinada para la impugnación de lo que se resuelva en relación con el incidente instado.”
Expediente 1160-2018, sentencia de 14/06/2019.

En igual sentido:
Expediente 2225-2018, sentencia de 21 /08/2018.
Expediente 4629-2017, sentencia de 12/07/ 2018.
Expediente 4555-2018, auto de 24/06/2019.

Es inviable el amparo cuando se impugna por medio de reposición lo decidido


respecto del planteamiento de excepciones, en el trámite de un proceso contencioso
administrativo, porque, al encontrarse limitada la apelación en este tipo de procesos,
no puede pretenderse que por vía de la interpretación se pretenda viabilizar la
procedencia de otros medios recursivos que, de conformidad con la ley de la materia,
no son los expresa y legalmente dispuestos para el efecto.

“…no resulta viable aceptar que por vía de la interpretación se pretenda viabilizar la procedencia de un
recurso, que de conformidad con la ley de la materia, no es el expresa y legalmente dispuesto para el
efecto en el cuerpo normativo rector del mismo; de ahí que la reposición no se encuentre expresamente
determinada para la impugnación de lo que se resuelva en relación con las excepciones instadas.”
Expediente 2569-2017, sentencia de 5/10/2017.

En igual sentido:
Expediente 604-2017, sentencia de 13/09/2017.
Expediente 1269-2017, sentencia de 30/11/2017.

Contra el rechazo de la demanda contenciosa administrativa procede revocatoria.

“…la resolución que rechaza la demanda contenciosa administrativa no constituye un acto que
pueda ser conocido en amparo, en virtud que, por la naturaleza propia de la decisión, la misma
es susceptible de ser impugnada por medio de revocatoria, que es el recurso idóneo para lograr el
Materias administrativa

cometido intentado.”
Expediente 1249-2017 sentencia de 6/11/2017.
y tributaria

En igual sentido:
Expediente 3622-2016, sentencia de 11/05/2017.
Expediente 3196-2016, sentencia de 18/01/2018.

95
Doctrina legal de la Corte de Constitucionalidad
para la viabilidad de las acciones constitucionales

No es susceptible de ser impugnada por medio del recurso de casación, la resolución


que rechaza la demanda contenciosa administrativa, pues aquella resolución no
reviste la condición propia de auto definitivo y, por ende, no puso fin al proceso.

“El auto (…) por medio del cual la Sala Cuarta del Tribunal de lo Contencioso Administrativo rechazó
para su trámite, por extemporánea, la demanda contenciosa administrativa instada (…), por su
naturaleza jurídica, no era susceptible de ser impugnada por medio del recurso de casación, pues
aquella resolución no reviste la condición propia de auto definitivo y, por ende, no puso fin al proceso,
aspecto que permite advertir la falta de agravio en la esfera de derechos de la entidad postulante y,
por ende, la improcedencia de la garantía instada.”
Expediente 57-2015, sentencia de 17/08/2015.

En igual sentido:
Expediente 5975-2017, sentencia de 20/05/2019.
Expediente 6031-2014, sentencia de 666-2014.

Contra los autos que pongan fin al proceso contencioso administrativo (excepciones
de fondo, caducidad de la instancia), procede casación y no reposición.

“…la reposición instada deviene inidónea para impugnar la caducidad de instancia dispuesta
de oficio; por ende, no genera agravio alguno en la esfera de los derechos de la postulante el
pronunciamiento que deniega un recurso que debió ser repelido liminarmente.”
Expediente 6398-2016, sentencia de 04/05/2107

En igual sentido:
Expediente 148-2017, sentencia de 06/07/2017.
Expediente 4965-2016, sentencia de 09/04/2017.

De conformidad con el artículo 155 del Código Tributario, se incumple el presupuesto


procesal de definitividad, cuando el postulante omite instar ocurso para impugnar
el rechazo liminar de un recurso de revocatoria, así como para denunciar la falta de
pronunciamiento respecto a la admisibilidad del recurso aludido.

“…al analizar la falta de pronunciamiento –silencio administrativo- del recurso de revocatoria


planteado, esta Corte aprecia que contra ésta, la postulante no instó el ocurso previsto en los artículos
155 y 156 del Código Tributario, el cual es el medio de impugnación idóneo para que se emita
resolución respecto de la admisibilidad o no de la revocatoria, por lo que la amparista incumplió con
el principio de definitividad establecido en el artículo 19 de la Ley de Amparo, Exhibición Personal
y de Constitucionalidad, el cual constituye un presupuesto de ineludible cumplimiento para la
viabilidad de esta garantía”.
Expediente 1298-2017, sentencia de 19/07/2017.

En igual sentido:
Expediente 543-2018, sentencia de 11/06/2018.
Expediente 2167-2010, sentencia de 27/04/2011.

Los oficios de requerimiento de información dictados por la Superintendencia de


Administración Tributaria, por su contenido, constituye una solicitud que se realiza
con fundamento en las facultades que las leyes y reglamentos tributarios otorgan
a los auditores y supervisores tributarios, con el objeto de obtener información en
su labor de verificación del cumplimiento de obligaciones tributarias por parte de

96
Doctrina legal de la Corte de Constitucionalidad
para la viabilidad de las acciones constitucionales

los contribuyentes, por lo que no puede ser objeto de enmienda o susceptible de


impugnarse por vía de la nulidad.

“...el requerimiento de información, por su contenido, constituye una solicitud que se realiza con
fundamento en las facultades que las leyes y reglamentos tributarios otorgan a los auditores
y supervisores tributarios, con el objeto de obtener información en su labor de verificación del
cumplimiento de obligaciones tributarias por parte de los contribuyentes, por lo que no puede ser
objeto de enmienda o susceptible de impugnarse por vía de la nulidad.”
Expediente 5121-2018, sentencia de 18/03/2019.

En igual sentido:
Expediente 6131-2016, sentencia de 03/07/2018.
Expediente 4332-2015, sentencia de 02/12/2015.

En los casos en los que se ha aducido la posible comisión de un delito, contra el


rechazo liminar de la revocatoria en materia tributaria, no existe disposición legal
alguna o criterio jurisprudencial que determine la posibilidad de objetar o impugnar
dicho actuar por conducto de la enmienda o nulidad aludidas y, por el contrario, se
ha reconocido jurisprudencialmente la posibilidad de acudir en amparo contra la
decisión que dispone repeler liminarmente el referido medio de impugnación.

“… en cuanto al rechazo liminar de la revocatoria en materia tributaria, –por la posible comisión de


un delito– no existe disposición legal alguna o criterio jurisprudencial que determine la posibilidad de
objetar o impugnar dicho actuar por conducto de la enmienda o nulidad aludidas y, por el contrario,
se ha reconocido jurisprudencialmente la posibilidad de acudir en amparo contra la decisión que
dispone repeler liminarmente el referido medio de impugnación.
Con base en lo anterior, esta Corte determina que en el presente caso la enmienda y nulidad no
son los medios correctivos idóneos para impugnar el rechazo liminar del recurso de revocatoria
mencionado, al presumirse la existencia de un delito tributario de conformidad con los artículos
70 y 90 del Código Tributario, por lo que se deduce que la amparista hizo uso inadecuado de los
correctivos referidos, condición en virtud de la cual resultan inidóneos –enmienda y nulidad– para
objetar el pronunciamiento aludido, razón por la cual su desestimatoria no genera agravio en la
esfera de los derechos de la entidad accionante.”
Expediente 6133-2017, sentencia de 14/06/2018.

En igual sentido:
Expediente 6026-2017, sentencia de 09/05/2018.
Expediente 3650-2017, sentencia de 13/02/2018.

Se incumple con el presupuesto procesal de definitividad, cuando se reclama contra la


resolución en la que se rechazó liminarmente el recurso de casación, pues tal decisión
era susceptible de ser impugnada por medio de reposición, conforme a lo regulado
en los artículos 600 del Código Procesal Civil y Mercantil, así como, el inciso b) del
Materias administrativa

artículo 144 de la Ley del Organismo Judicial.

“… conforme la dicción literal de la norma aludida, es decir su texto y sentido propio de sus palabras, la
y tributaria

reposición es el medio idóneo para denunciar inconformidad con el rechazo del recurso de casación,
pertinencia que también lo hace exigible, de manera que con fundamento en los razonamientos
anteriores y basada en la facultad prevista en el artículo 43 de la Ley de Amparo, Exhibición Personal
y de Constitucionalidad, esta Corte asienta el criterio de que, siendo idóneo el recurso de reposición
contra el rechazo liminar de casación en materia civil, deviene obligatorio instar ese medio de
impugnación contra tales resoluciones.”
Expediente 2465-2016, sentencia de 19/02/2018.

97
Doctrina legal de la Corte de Constitucionalidad
para la viabilidad de las acciones constitucionales

En igual sentido:
Expediente 2664-2017, de 20/03/2018.
Expediente 1295-2016 de 14/03/2018.

Es inviable acudir en amparo contra las decisiones emitidas por los Comités de
Evaluación de Licitación Pública, las Juntas de Licitación y calificación, en sus eventos
respectivos, por no constituir actos definitivos, pues están sujetos a la aprobación o
desaprobación de la autoridad superior.

“No son impugnables, por no ostentar el carácter de definitivas, las decisiones de adjudicación
(parcial o total) de negocios y rechazo de ofertas, asumidas por las juntas de licitación y cotización.
Estas decisiones, como antes se dijo, están sujetas a aprobación posterior, por parte de una autoridad
administrativa superior, que es lo que las hace vinculantes.”
Expediente 1549-2008, sentencia de 29/07/2008.

En igual sentido:
Expediente 926-2007, sentencia de 07/06/2007.
Expediente 3018-2013, sentencia de 23/11/2013.

No es viable acudir en amparo contra las medidas preventivas o de urgencia dictadas


en sede administrativa, pues son susceptibles de revocatoria, no pudiéndose reclamar
tampoco la falta de notificación.

“…aun cuando el acto reclamado constituye una medida de tipo provisional dictada en el trámite
del proceso administrativo subyacente, ésta resolución reúne las características de impugnabilidad
al ser una decisión que resuelve sobre un asunto de fondo (…) Por esa razón, y de conformidad con
el contenido del artículo 155 del Código Municipal, la decisión contenida en el acto reclamado de
la presente acción constitucional, era susceptible de ser revisada por el Concejo Municipal, como
autoridad administrativa municipal superior, por ser quien ostenta la competencia administrativa
para sustanciar, diligenciar y resolver sobre dicho recurso administrativo.”
Expediente 1698-2017, sentencia de 30/10/2017

En igual sentido:
Expediente 2068-2016, sentencia de 23/01/2017
Expediente 6310-2016, sentencia de 24/17/2017

Los actos emanados dentro de los procedimientos de verificación de auditoría, no


reúnen las características de actos de autoridad.

“…un acto de autoridad para poder ser examinado por esta vía, debe revestir de coercitividad,
que consiste en la capacidad de hacer obedecer al sujeto a quien se dirija, siendo esencialmente
ejecutable. Por ello, si lo que se reclama no produce, por sí solo, efecto vinculante, no puede ser
calificado como tal y, por ende, no puede conocerse el fondo del agravio denunciado.”
Expediente 1329-2017, sentencia de 30/08/2017.

En igual sentido:
Expediente 2262-2017, sentencia de 10/10/2017.
Expedientes acumulados 5037-2013 y 5043-2013, sentencia de 14/03/2014.

98
Doctrina legal de la Corte de Constitucionalidad
para la viabilidad de las acciones constitucionales

En materia administrativa, de conformidad con lo dispuesto en el artículo 10 de la Ley


de lo Contencioso Administrativo, cualquier persona, aun cuando no esté participando
en el procedimiento administrativo, cuando se considere agraviada por resoluciones
dictadas por autoridad administrativa, tiene legitimación para interponer los recursos
de reposición o revocatoria, según sea el caso. Por lo que, previamente a acudir a la
vía constitucional, deberá agotar el medio de defensa idóneo, pues de lo contrario se
tendrá por inobservada la definitividad necesaria para el conocimiento del fondo de
la acción instada.

“…en materia administrativa, de conformidad con lo dispuesto en el artículo 10 de la Ley de lo


Contencioso Administrativo, quien se considere agraviado por resoluciones dictadas por autoridad
administrativa, previamente a acudir a la vía constitucional, deberá agotar los recursos de
revocatoria o reposición, según corresponda, pues de lo contrario se tendrá por incumplida con la
definitividad necesaria para el conocimiento del fondo de la acción instada y, como consecuencia,
resulta notoria su improcedencia.”
Expediente 3689-2015, sentencia de 14/03/2016.

En igual sentido:
Expediente: 176-2015, sentencia de 23/10/2015.
Expediente 4576-2015, sentencia de 03/02/2016.

No puede pretenderse mediante amparo, invocando violación al derecho de petición,


compeler a determinada autoridad que efectúe el pago de un adeudo. Lo anterior,
porque el derecho de petición no se extiende a pretender exigir respuesta de la
solicitud que conlleva las características de medio de cobro.

“El amparo, como garantía de protección del derecho de petición reconocido en el artículo 28
constitucional, no es la vía para obtener respuesta a solicitudes derivadas de una obligación contractual
cuando tales peticiones no constituyen un requerimiento o gestión tendiente a obtener información o la
resolución a un planteamiento formulado, sino por el contrario, pretenden compeler a una autoridad”.
Expediente 4732-2018, sentencia de 11/12/2018.

En igual sentido:
Expediente 6035-2017, sentencia de 13/02/2019.
Expediente 1826-2018, sentencia de 16/10/2018.

En asuntos cuya materia subyacente es administrativa, tributaria o de cuentas, para


que sea viable la promoción de inconstitucionalidad de ley en caso concreto, es
requisito ineludible que se haya efectuado la denuncia de inconstitucionalidad en
sede administrativa.

“Es improcedente examinar el planteamiento de inconstitucionalidad de ley en caso concreto,


Materias administrativa

cuando carece de un requisito indispensable para su conocimiento de fondo (señalar la existencia de


tal vicio durante el procedimiento administrativo), por constituir tal requisito una condición propia
y necesaria para la viabilidad de la inconstitucionalidad de una ley en lo administrativo, conforme
y tributaria

lo establecido en el Artículo 118 de la Ley de Amparo, Exhibición Personal y de Constitucionalidad.”


Expediente 1075-2017, sentencia de 29/01/2018

En igual sentido:
Expediente 2381-2016, sentencia de 09/03/2017
Expediente 3331-2016, sentencia de 25/10/2016

99
Doctrina legal de la Corte de Constitucionalidad
para la viabilidad de las acciones constitucionales

El amparo no es la vía para dilucidar las controversias derivadas del incumplimiento


de obligaciones contractuales, pues esas inconformidades deben hacerse valer por el
conducto que en el propio contrato se establezca o, en su defecto, por los mecanismos
procesales ordinarios expresamente regulados en la Ley.

“… si […] considera violentado el contrato que en un principio le fue otorgado, por todas las razones
que expresa en este amparo, está obligada a hacer valer sus derechos por las vías ordinarias
establecidas en la ley, y solamente en el supuesto de que estas le sean indebidamente negadas,
o en el caso de que se emitan resoluciones o actos de autoridad arbitrarias y que por ello hagan
nugatorios sus derechos fundamentales, es que resultará adecuado que acuda a esta garantía
constitucional.”
Expediente 1781-2016, sentencia de 02/03/2017.

En igual sentido:
Expediente 6387-2016, sentencia de 10/07/2017.
Expediente 6185-2016, sentencia de 08/11/2017.

Cuando la resolución administrativa emitida por el Juez de Asuntos Municipales


conlleve una decisión de fondo, es susceptible de ser impugnada por medio del
recurso de revocatoria establecido en el artículo 155 del Código Municipal –medio de
impugnación idóneo–, no siendo aplicables supletoriamente otras leyes en materia
recursiva.

“No procede conocer el fondo de la protección constitucional solicitada, al establecerse que la


entidad postulante omitió agotar el recurso de revocatoria señalado en el artículo 155 del Código
Municipal, incumpliendo con ello el principio de definitividad que constituye un presupuesto de
ineludible cumplimiento para la viabilidad del amparo.”
Expediente 1698-2017, sentencia de 30/10/2017.

En igual sentido:
Expediente 5935-2014, sentencia de 17/08/2015.
Expediente 2068-2016, sentencia de 23/01/2017.
Expediente 2728-2018, auto de 23/07/2018.

Se incumple con el presupuesto de definitividad cuando se promueve amparo


contra la decisión de la Superintendencia de Administración Tributaria que realiza
reliquidación del adeudo tributario, toda vez que conforme lo regula el artículo 160
del Código Tributario, el remedio procesal idóneo para corregir o subsanar errores en
la estimación del monto del adeudo fiscal, es el recurso de nulidad. (El auto se refiere
a determinación de la obligación tributaria)

“(…) esta Corte puede determinar que, en efecto, en el presente caso se inobservó el presupuesto
procesal de definitividad, ya que, la resolución que se impugna mediante la presente garantía
constitucional, conforme el debido proceso y en uso de su derecho de defensa, era susceptible de ser
atacada por medio del recurso de nulidad [medio de impugnación idóneo] conforme lo establecido
en el artículo 160 del Código Tributario (…).”
Expediente 3627-2016, sentencia de 03/10/2016.

En igual sentido:
Expediente 4651-2018, sentencia de 17/06/2020.
Expediente 3448-2019, sentencia de 09/10/2019.

100
Doctrina legal de la Corte de Constitucionalidad
para la viabilidad de las acciones constitucionales

La autoridad administrativa puede enmendar en cualquier estado el procedimiento


administrativo, sin sujetarse al plazo de 3 días establecido en el artículo 160 del
Código Tributario, pues conforme al principio de legalidad y al tenor literal de la
propia disposición mencionada, el plazo referido únicamente aplica al contribuyente.

“…atendiendo al principio de legalidad y al tenor literal de la propia disposición objeto de


estudio, el plazo de tres días que preceptúa el Artículo 160 ibídem, resulta aplicable únicamente
al contribuyente que promueva o solicite la declaratoria en ese sentido, debido a que la referida
disposición expresamente determina que son improcedentes cuando se ‘interpongan’ después del
plazo de tres días de conocida la infracción, actuar que resulta exclusivo del administrado en el
ejercicio de su proceder dentro de este tipo de procedimientos.”
Expediente 1412-2017, sentencia de 9/10/2018.

En igual sentido:
Expediente 923-2016, sentencia de 21/02/2017.
Expediente 5736-2016, sentencia de 7/02/2017.

No procede apelación dentro de las providencias de urgencia, por haberse dictado


dentro de un proceso cuya única pretensión es asegurar el cumplimiento de una
obligación, por lo que no puede producir los efectos que se generan en un proceso de
conocimiento.

“…las providencias de urgencia no pueden ser objeto de impugnación, por no ser justamente
procesos de conocimiento que resuelvan el fondo de un asunto dentro de un proceso judicial, por
lo que rige la regla de la taxatividad, siendo que un recurso solo puede ser otorgado en los casos
regulados expresamente por la ley; es decir, que la resolución que rechazó la nulidad promovida no
podía ser impugnada mediante recurso de apelación, ya que esta no reúne las características de
apelabilidad, por haberse dictado dentro de un proceso cautelar, cuya única pretensión es asegurar
el cumplimiento de una obligación, por lo que no puede producir los efectos que se generan en un
proceso de conocimiento…”
Expediente 2684-2016, sentencia de 17/05/2017.

En igual sentido:
Expediente 4743-2016, sentencia de 28/11/2016.
Expediente 4709-2015, sentencia de 10/12/2015.
Expediente 392-2014, sentencia 12/08/2014.

En los procedimientos de cierre temporal de establecimientos, aun cuando este se


agote ante un juez del orden penal, no se aplica la normativa procesal penal porque
aquellos no tienen naturaleza de juicio penal.

(…) las formalidades que habrán de cumplirse en este tipo de casos, deben responder a su naturaleza
propia –sancionadora tributaria–, razón por la que no resultan aplicables las figuras, impugnaciones
Materias administrativa

e instituciones propias del derecho procesal penal a efecto de convalidar o cuestionar la decisión
asumida por la autoridad cuestionada, estableciéndose expresamente que los elementos de la
sustanciación, resolución e impugnación de los temas de esta materia deberán desarrollarse con
y tributaria

fundamento en lo regulado en el Código Procesal Civil y Mercantil y la Ley del Organismo Judicial, de
conformidad con lo que preceptúan los artículos 4º y 168 del Código Tributario”.
Expediente 5057-2018, sentencia de 20/03/2019.

En igual sentido:
Expediente 1173-2016, sentencia de 23/08/2017.
Expediente 415-2019, sentencia de 21/05/2019.

101
Doctrina legal de la Corte de Constitucionalidad
para la viabilidad de las acciones constitucionales

Los oficios o dictámenes, al no reunir las características de actos de autoridad, no son


impugnables.

“Es inviable la acción constitucional de amparo, cuando se plantea contra un oficio que no reúne
las características para ser considerado acto de autoridad, pues se trata de un medio por el que se
comunica la suspensión de un evento electoral en una federación deportiva, lo que impide el examen
de fondo del asunto y torna improsperable la garantía constitucional instada.”
Expediente 6228-2016, sentencia de 09/05/2018.

En igual sentido:
Expediente 6419-2016, sentencia de 24/05/2017.
Expediente 4894-2013, sentencia 25/06/2014.
Expediente 5661-2015, sentencia de 03/08/2017.

Es inviable el amparo cuando se reclama contra un acuerdo gubernativo que declara


la lesividad del contrato administrativo, pues no constituye una decisión con efectos
definitivos ya que debe agotarse el proceso contencioso administrativo regulado en
el artículo 19 de la Ley de lo Contencioso Administrativo.

“La autoridad impugnada emitió el Acuerdo Gubernativo (…) por medio del cual declaró lesivo para
los intereses del Estado el contrato (…); sin embargo, se estima que dicho acto no ha sufrido o
agotado el proceso establecido en el artículo 19 de la Ley de lo Contencioso Administrativo, por
medio del cual se obtendría un eventual pronunciamiento sobre la legalidad o ilegalidad de aquel
contrato, oportunidad en la que podrá ante el órgano jurisdiccional correspondiente exponer los
argumentos y fundamentos en que ha pretendido justificar la procedencia del presente amparo.
La sola declaratoria de lesividad que se denuncia como acto reclamado, por sí sola no causaría
los supuestos agravios señalados, correspondiendo al Tribunal de lo Contencioso Administrativo
pronunciarse al respecto.”
Expediente 2498-2006, sentencia de 11/01/2008.

En igual sentido:
Expedientes acumulados 2224-2009, 2228-2009 y 2236-2009, sentencia de 10/08/2010.
Expedientes acumulados 2842-2004; 2843-2004 y 2844-2004, sentencia de 05/04/2005.

102
ANEXOS
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106
107
108
Doctrina legal de la Corte de ConsƟtucionalidad para la viabilidad de las acciones consƟtucionales
CORTE DE CONSTITUCIONALIDAD

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