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ALFARERÌA

La alfarería es el arte de elaborar vasijas de barro


cocido. Las ollas o pucheros, platos, vasos, botijos y una
lista interminable de piezas son las que tradicionalmente
se denominan alfarería. También se denomina alfarería a
los objetos realizados con arcilla y posteriormente
cocidos una sola vez. Normalmente se aplica a las piezas
realizadas sin esmalte o con barniz aplicado en una sola
cocción y sobre todo a su destino para uso doméstico.

Además, alfarería es el nombre del obrador donde se elaboran estas vasijas y la


denominación de la tienda donde se venden. A la persona que elabora alfarería se la
conoce como alfarero y se diferencia del ceramista en que éste continúa elaborando la
pieza mediante el añadido de esmaltes y otras técnicas que requieren una o más
cocciones.
Los primeros objetos de alfarería se remontan al período Paleolítico y se trata de jarras o
de pequeñas representaciones de divinidades maternales y de culto a la fertilidad. La
pieza más antigua que se conoce es una vasija del período Jōmon de la época de la
prehistoria del Japón (10000 a. C. / 8.000 a. C.), pieza que actualmente se expone en el
Museo Nacional de Tokio.

Una de las técnicas que caracterizan las culturas


neolíticas, y que se considera una prueba para la
ordenación cronológica, es la cerámica o arcilla
modelada. Las pequeñas figuras de arcilla cocida ya se
encontraban en el Paleolítico Superior,[1] aunque es
en el Neolítico cuando se encuentra una utilidad a las
vasijas, que se usan para la elaboración de los
alimentos cocinados al fuego.

Los primeros artesanos especializados aparecieron en Mesopotamia, que inventaron las


herramientas para trabajar mejor la arcilla, como el torno de alfarero y el horno para
cocerla.
Todas las piezas cerámicas pasan por varias fases durante su elaboración. Primero, la
arcilla es amasada para que la humedad y demás partículas se distribuyan
homogéneamente y para sacar cualquier burbuja de aire que tenga en su interior (lo que
puede provocar explosiones durante el horneado).

Luego es modelada manualmente o mediante diversas


herramientas. El agua es utilizada para mantener la plasticidad de la
arcilla durante el modelado, sin que aparezcan rajaduras.

La pieza se deja al aire hasta que se seca y endurece lo suficiente.


Las piezas que se encuentran así son muy quebradizas, por lo que
deben ser manipuladas cuidadosamente. Cuando la pieza está
totalmente seca, su color es más claro, y adquiere mayor dureza. En
este momento es cuando se le suele pasar una lija fina y una
esponja húmeda con el fin de pulirla.

Luego es llevada al horno, en donde pierde la humedad y adquiere


una mayor resistencia y sonoridad. Puede ser que con esta cocción
la pieza ya se dé por acabada, como es el caso de la alfarería, o que aún requiera de
horneados posteriores, como sucede en la cerámica.

PÀRRAFO
El párrafo es la mínima unidad de redacción que explica y
desarrolla el significado de una idea. Un párrafo generalmente,
tiene diversas oraciones, todas ellas contienen la misma palabra
clave o idea clave que controla la información en el resto del
párrafo.

Todo texto en prosa se organiza en párrafos. A su vez, cada párrafo


por una o varias oraciones, se inicia con letra mayúscula y finaliza
con un punto y aparte. Los párrafos se pueden identificar
visualmente por el uso de la sangría, o por un espacio en blanco
mayor entre ellos. El párrafo se usa para cambiar de asunto en las
conversaciones.

En cuanto a su contenido, cada párrafo expresa una idea principal


sustentada, por lo general, en varias ideas secundarias o
argumentativas. Al leer un texto, conviene identificar y relacionar estas ideas para
mejorar la comprensión de la lectura.

Al redactar un párrafo deben considerarse seguir un orden de las ideas, exponer la idea
principal y apoyarla, explicarla o completarla con ideas secundarias, asimismo
expresarse en forma clara y correcta, y evitar la repetición innecesaria de palabras.

Los párrafos pueden ser de diferentes tipos, los más comunes son los párrafos de
narración, de definición, de clasificación y división, descripción, ejemplos, comparación
y contraste, secuencia, evaluación, causa y efecto, argumentación y persuasión.

En este ejemplo, encontramos 3 párrafos (el primero en azul, el segundo en verde y el


tercero en bordó).

¿Cómo saber cuántas oraciones tiene un párrafo?

La cantidad de oraciones que contenga cada párrafo dependerá del tema a desarrollar.
Un párrafo puede contener una oración o muchas oraciones. En el ejemplo citado, el
primer párrafo tiene 2 oraciones, mientras el segundo y el tercer párrafo tienen 1 oración
cada uno.

¿Cómo darnos cuenta cuando una oración necesita un punto seguido o un punto
aparte?
Un párrafo expresa una idea o un pensamiento. Si dentro de una redacción se desea
expresar otro pensamiento o idea, se debe terminar el párrafo actual y comenzar uno
nuevo.

¿Qué cantidad de párrafos tiene una redacción?

Así como ocurre con la cantidad de oraciones dentro de un párrafo, la cantidad de


párrafos dentro de una redacción dependerá del tema a abordar. Así, existirán temas que
son más cortos y temas que son más extensos.

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