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Trabajo Práctico

“Posdictadura”
Integrantes: Mogro, Mónica - Aprile,
Camila.
Carrera: Profesorado en Educación
Secundaria de Lengua y Literatura.
Materia: Literatura del NOA.
Profesora: Maria Elizabeth Ortiz.
Institucion: I.E.S. N° 7 “Populorum
Progressio” IN. TE. LA
Año: 2018
1) Los poetas de la posdictadura de Jujuy, mencionados en el texto de María Eduarda
Mirande son un grupo no demasiado numeroso y producen una renovación en el
ámbito literario actual. Nacidos alrededor de la década del 50, a excepción de
Reynaldo Castro (1962), Ernesto Aguirre (1953), Víctor Ocalo García (1953), Estela
Mamaní (1955), Pablo Baca (1958), Jorge Accame (1956) y Alejandro Carrizo
(1959). Fueron quienes, tras los años de represión militar, comenzaron la tarea de
reconstruir el campo literario.
La información que se nos brinda sobre ellos, es la siguiente: Aparecen publicando
pequeños poemarios que fueron acompañados en muchos casos por premios, que desde
las instituciones privadas o públicas, provinciales, regionales y nacionales buscan promover
la vida cultural, por ejemplo: “cafés de la luz “ de Aguirre en 1966, recibió el premio del
concurso organizado por la Fundación del Banco Noroeste Cooperativo Limitado de Salta, y
ese mismo año “Elementos “ de Carrizo, ganó el premio del Fondo Nacional de las Artes.
Baca, Accame y García fueron también galardonados con diferentes distinciones.
A diferencia del grupo Tarja, no contaron con canales de difusión sistemática, sus
reflexiones literarias y críticas fueron apareciendo esporádicamente en revistas y
suplementos culturales del medio y en numerosas mesas- debate a las que fueron
invitados. A los poetas de la posdictadura les tocó levantarse desde el silencio, el
aislamiento y el sentimiento de deudo o huérfano.
2) Mirande sostiene que hay una insalvable fractura histórica con respecto a la generación
que los precede, porque si bien se distancian de la poesía populista de los años 60, sus
primeros ataques están dirigidos hacia más atrás, hacia los que ellos consideran el realismo
crítico de la generación de Tarja, empapado en un tipo de poesía folclórico paisajista, vuelta
hacia los moldes clásicos, y atenta a registrar las formas de vida y el sentir popular . Sus
críticas apuntan especialmente hacia la escritura de Calvetti.
3) Si bien no resulta fácil encontrar puntos de conexión entre los poetas de la posdictadura
si existe relación entre ellos como:
● Que comparten posturas y reconocen la influencia de poetas como Gelman, Alfredo
Andrés, Daniel Barros, Alberto Spunzberg y Horacio Salas.
● Asimismo, existe un elemento aglutinante en esta generación que es la necesidad
de recuperar el lenguaje, al que hay que salvar porque está en “estado de
emergencia”, esto quiere decir restablecer el curso de la historia fracturada, habitar
el lenguaje, explorar sus posibilidades y lanzarse a la búsqueda del sentido
volviendo a mirar los objetos del mundo.
● Además, otro rasgo compartido, es el ejercicio sistemático de la mirada que
recupera la idea de contemplación que postulaba Busignani en Tarja, el concepto de
asombro de Galán y el trabajo poético que Groppa venía realizando en sus “notas”.
● También, la poesía se asume como praxis revolucionaria pero no ideológicamente
articulada a un discurso colectivo, sino a un trabajo individual realizado en el campo
de lenguaje y que coloca la imagen poética en el centro de la escena creadora.
● El ejercicio de las imágenes poéticas trabajadas con precisión buril de tallador será
otro rasgo común al grupo, que adhiere a la creencia en la fuerza operante de las
palabras y en el poder regenerador y curativo del lenguaje.
4) En la búsqueda de la palabra renovada y de imágenes inéditas es donde nace el cuerpo,
que aparece como experimentación sensible.
Cuerpo y lenguaje se conectan por un nexo desde donde se construye el sentido. El cuerpo
instalado en el mundo se constituye en “el lugar no lingüístico en que se sitúa la
aprehensión de la significación” y donde “son engendradas las figuras del mundo”. Por lo
que, se requiere un afinamiento sistemático y disciplinado de la percepción sensorial para
que el cuerpo aparezca como escenario de enclave y emergencia de nuevos sentidos de
nuevas figuras con las cuales restañar las heridas del mundo y presentarlo como recién
inaugurado.
Ejemplo de este cuerpo como experimentación sensible podemos ver en el siguiente
poemas:

Cantando en la yema de los dedos


enrique molina
El lugar de la magia
es tu cuerpo en calma.
Sólo allí la claridad
se reconoce por el tacto

y nadie conoce la cantidad de amor


contenida en mis aspiraciones
hacia lo bello
isidore ducasse de lautrémont

No sé como no pudo el dolor…


Tu cuerpo es pura memoria del origen:
aún ciega y sin tacto,
bajo el agua reconoces las flores por su aroma.

Todas las palabras marcadas con negrita representan imágenes sensitivas, que son
percibidas a través de nuestro cuerpo, por lo tanto, forman parte de este “cuerpo como
experimentación sensible”, ya que las emociones presentes en el poema se experimentan
con los sentidos: tacto, gusto, olfato, vista y audición; pasan a través de nuestro cuerpo.

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