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Arq.

Renzo Piano
Renzo Piano nació el 14 de septiembre de 1937 en
Génova (Italia), en el seno de una acomodada familia de
empresarios de la construcción.

Después del descalabro que para Italia supuso su


participación en la Segunda Guerra Mundial, su infancia
se vio ensombrecida por la decadencia y las carestías de
la inmediata posguerra. Habría que esperar a la década de los cincuenta para que el país, y
especialmente las ciudades del norte, como Milán, Turín y la misma Génova, despertaran de
aquel largo letargo económico y empezaran a reconstruir los barrios, las fábricas y las
infraestructuras, maltrechas por una guerra aún demasiado reciente.

En ese contexto de recuperación económica, el joven Renzo, auspiciado por las grandes
perspectivas que le brindaba el negocio familiar, decidió cursar estudios de arquitectura. Así,
en 1959 entró en el Politécnico de Milán, donde se graduaría cinco años más tarde.

Después de sus estudios de arquitectura en Florencia y Milán, ejerció la docencia desde 1965
a 1968 en el Politécnico de Milán. El padre tenía una empresa de construcciones en Génova
donde pudo experimentar con proyectos y materiales, como por ejemplo cubiertas ligeras de
plástico, como las que planteó después en el pabellón de la industria italiana de la Expo de
Osaka, en 1970

Hay que resaltar también los ensayos de Piano con edificios «adaptables», como la casa de
Garrone (1969), construida y modificada por el propietario mismo. Mediante la enseñanza
en el Politécnico y en la Architectural Associatión School de Londres, Piano estableció
estrecho contacto con Richard Rogers. Algunos trabajos en común quedaron sólo en
proyectos hasta que ganaron el concurso, en 1971, para la construcción del Centre National
d´Art et de Culture Georges Pompidodou (1971-77) de París. En 1977 Piano abrió una oficina
de Génova con el ingeniero Peter Rice. De allí salieron trabajos como la «Habitación-
laboratorio» en Perugia (1979), así como el Museo de la Menil Collection en Houston, Texas
(1981-1986). Un pabellón de deportes en Rávena (1986), un estadio en Bari (1987-90) y el
Synchroton de Grenoble (1987)
El centro gotín de arte y cultura (Santander, España)

Introducción

El Centro Botín de Arte y Cultura fue diseñado por el estudio Renzo Piano Building
Workshop en colaboración con Luis Vidal Arquitectos.

Emilio Botín encargó en 2010 a Renzo Piano la construcción de un centro de arte


en Santander. El proyecto, iniciándose las obras en junio de 2012, ha tenido una duración de
siete años y fue inaugurado el 23 de junio de 2017.

El valor de la obra ha ascendido a alrededor de 100 millones de euros. A los 80


presupuestados en su coste inicial, hubo que sumar finalmente un desfase de 20 millones.

Situación

Se sitúa entre el parque y el mar. Es la pieza más destacada de una operación urbanística que
ha permitido conectar los Jardines de Pereda y el Paseo de Pereda al mar Cantábrico,
mezclándose sutilmente con el entorno y dando accesibilidad a un lugar al que la ciudad
de Santander en España había dado la espalda hasta ese momento. Se asienta en el enclave
central del puerto y debía unir el centro de la ciudad con los suburbios que se adentran hacia
los muelles del barrio pesquero y los diques del nuevo puerto.

Concepto

El Centro Botín, con una superficie construida total de 10.285 metros cuadrados, además de
proponer un espacio para el arte, la cultura y la actividad formativa, genera un nuevo lugar
de encuentro en Santander que acerca la ciudad a su bahía. Esta conexión la consigue
liberando el suelo al jardín y a la ciudad, colocando los dos volúmenes que componen el
conjunto elevados sobre pilotis que lo hacen flotar y ganándole terreno al mar, haciendo que
los dos edificios sobrevuelen parcialmente sobre el mar para reflejar así su brillo y
movimiento.
La construcción del edificio implicó también el soterramiento del tráfico rodado que separa
los Jardines de Pereda del frente marítimo creando un túnel de unos 250 metros para soterrar
el tráfico en el paseo del Muelle, lo que permitió duplicar la superficie de los Jardines de
Pereda, llevándolos hasta el mar.

Las estrategias principales en las que los arquitectos quisieron hacer hincapié fueron la
elevación de los cuerpos, la fractura en dos lóbulos, la ligereza de sus soluciones
constructivas, su delicada implantación en relación con el borde marítimo y su transparencia
como estrategia de desaparición. El edificio queda en parte oculto por la vegetación de los
jardines evitando el impedimento de las vistas al mar y del paisaje de la bahía. Sus pilares se
confunden con los troncos de los árboles y la altura del conjunto no supera la de las copas de
los mismos situados en los Jardines de Pereda. Se consigue una sensación inmaterial donde
el espacio interior y exterior son indistinguibles, pasan desapercibidos, diseñando los dos
cuerpos en los que se divide el conjunto, que recuerdan a los cascos de una embarcación,
para mejorar la iluminación de la planta enmarcando las vistas a la bahía desde los Jardines.

Espacios

El Centro Botín se encuentra ubicado en pleno puerto, de cara a la bahía, y se levanta frente
a ella mediante dos volúmenes carenados que vuelan sobre el muelle. El volumen situado al
oeste queda dedicado al arte, se compone de las salas de exposiciones (2.500 metros en su
conjunto), caracterizadas por un gran ventanal que se abre a las vistas sobre el entorno, así
como se encuentra en planta baja una zona comercial, un punto de información, un
restaurante y un café en un espacio acristalado. Mientras que el situado al este incluye las
actividades culturales y formativas, cuenta con el auditorio, con una capacidad para 300
personas, que se levanta en voladizo sobre el mar, así como las aulas del centro educativo y
las áreas de trabajo, todo ello con la máxima flexibilidad para adaptarse a los posibles
cambios en un futuro.
A los anteriores volúmenes se añade un anfiteatro excavado en el entorno del edificio, cuya
fachada oeste se ha dotado de una pantalla de LED para cine al aire libre.

Los dos volúmenes del centro de arte, diferentes en su tamaño debido a la adaptación del
conjunto al borde marítimo, se unen a través de una estructura de plazas y pasarelas públicas
de acero y vidrio, (llamadas “pachinko” por una máquina de pinball japonesa) que se sitúan
a siete metros de altura y cuya función es conectar los volúmenes este y oeste, distribuyendo
el flujo de visitantes del edificio y enmarcando las vistas sobre la bahía.

Además, un trampolín de nueve metros de largo sobrevuela el cantil, en voladizo sobre el


mar, y permite al público contemplar la bahía de una forma única y especial.

En cuanto a la transformación de sus alrededores, formados por un total de 4 hectáreas de


jardines, el papel más importante lo han tenido Fernando Caruncho, paisajista, y la artista
Cristina Iglesias. Ambos han sido los encargados de diseñar de nuevo los Jardines de Pereda,
incluyendo una zona infantil de juegos de aproximadamente 774 metros cuadrados.

Estructura

El edificio se apoya sobre pilotis, por un lado, en los terrenos de la vieja dársena, pero por el
otro se eleva sobre el agua en voladizo sobre el muelle. Los materiales estructurales son
hormigón, acero y vidrio.

Materiales

La superficie de los dos volúmenes está revestida con 280.000 pequeñas escamas cerámicas,
redondeadas y de tono nacarado, que relucen con la luz del sol, reflejando la superficie del
agua y la atmósfera de Santander.
Este caparazón cerámico, que ayuda a diluir el edificio y le da continuidad, se abre en las
salas expositivas mediante grandes ventanales con carpinterías de aluminio que enmarcan las
vistas al mar y los Jardines de Pereda. Además, la cubierta multicapa permite controlar la luz
mediante láminas de vidrio serigrafiado y sensores. Concretamente la del cuerpo occidental,
donde se encuentran las salas expositivas, se remata con una cubierta de doble capa con lamas
regulables y está formada por cuatro capas que protegen de la radiación directa y permiten
regular con flexibilidad la entrada de luz cenital.

Recalcando esta continuidad, el pavimento de hormigón azul del parque (salpicado de cobre
y de sulfato de hierro), se extiende hasta el borde del muelle, recibiendo la luz reflejada por
el agua y por las piezas cerámicas nacaradas de la piel del edificio.

La envolvente

Uno de los elementos más destacados del Centro de Arte Botín es su envolvente compleja
geométricamente y sofisticada constructivamente. Con ella se consigue una superficie
continua entre las cubiertas, las fachadas y los techos y posee, en algunas zonas, doble
curvatura.

El desarrollo técnico de este cerramiento, llamado Materia CAB Disset, lo ha liderado la


empresa Disset que ha diseñado, producido y ejecutado todo el sistema resolviendo cada uno
de los aspectos arquitectónicos, técnicos y de instalación requeridos. Además, en
colaboración con Disset, la Cátedra Cerámica de Barcelona de la Universitat Internacional
de Catalunya ha realizado el estudio de viabilidad de la envolvente mediante una campaña
de ensayos realizada en el LITEM (Laboratorio para la Innovación Tecnológica de
Estructuras y Materiales) en Terrassa. Esta campaña de ensayos ha respondido a los exigentes
requerimientos técnicos que demanda el cerramiento de un edificio situado frente al mar
Cantábrico, es decir, un estricto control de sus respuestas ante acciones mecánicas
(resistencia y estabilidad) y de durabilidad (ambiental y fatigas).
Este tipo de soluciones reduce el ensuciamiento de la envolvente continua puesto que el agua
que arrastra el polvo acumulado en la superficie discurre por la cámara. En estas envolventes
continuas no estancas su principal dificultad reside en la fijación de la capa superior al soporte
sin interrumpir la impermeabilización.

La primera capa del cerramiento sobre la estructura principal recurre a una chapa base de
acero grecada que cierra los espacios entre vigas y sirve de base para la barrera de vapor, el
aislamiento térmico de 140 mm y los clips de poliamida para fijar la chapa perfilada de
aluminio que recubre al aislamiento como capa de impermeabilización.

Del conjunto de la envolvente destaca su última capa cerámica (Materia CAB Disset), este
sistema de envolvente se coloca sobre dicha impermeabilización y presenta las siguientes
capas según orden de colocación:

Una subestructura de nivelación que define la geometría básica de toda la envolvente y se


instala sobre el sistema de impermeabilización. Estas consisten en dos perfiles de aluminio
en U, uno inferior en fragmentos fijados cada 850 mm y otro superior continuo que fija y
regula la posición de la bandeja de remate de la envolvente.

Un recubrimiento continuo de bandejas nervadas de aluminio, planas o curvas según su


posición en el edificio, que se fijan sobre la subestructura de nivelación y poseen un lacado
especial para ambientes agresivos como el marino.

280.000 discos de gres cerámicos (de seis diámetros diferentes para adaptarse a la doble
curvatura de los volúmenes) fijados mediante varillas roscadas adheridas con resina epoxi
que sirve de anclaje con las bandejas de aluminio. Estas piezas, producidas por Cerámica
Cumella, están realizadas con una pasta de gres de alta temperatura, con una absorción de
agua inferior al 2% y se obtienen por centrifugado, formando discos abombados de 21 mm
de altura y un diámetro medio de 156 mm. Se esmaltan en su parte convexa con un esmalte
feldespático brillante, de color blanco cálido y se cuecen en horno en una atmósfera oxidante-
neutra a alta temperatura que les proporciona una excelente resistencia al choque térmico, al
cuarteo y al hielo, así como una total inalterabilidad ante ácidos y álcalis. En una segunda
cocción se aplica un esmalte nacarado que les aporta su característico aspecto.
La disposición de las piezas cerámicas circulares en la envolvente se realiza siguiendo una
disposición en línea recta que mantiene la equidistancia entre ellas en vertical y en diagonal
en todas las superficies planas y de curvatura simple, sin embargo, cuando la envolvente
cerámica adquiere una superficie de doble curvatura provoca que las distancias entre piezas
cerámicas no sean constantes.
José Villagrán García

Nació el 22 de septiembre de 1901 en la Ciudad de México


y murió el 10 de junio de 1982 en la misma ciudad. Realizó
sus estudios en la Escuela Nacional de Arquitectura, UNAM,
donde también fue profesor de Teoría de la Arquitectura y
Director entre 1933 y 1935. Autor de la Granja Sanitaria de
Popotla en 1925, la primera obra funcionalista, es
considerado el Padre de la arquitectura moderna mexicana.
También es el autor de Teoría de la arquitectura (1963), obra donde se concentran sus
pensamientos sobre la disciplina. Inspirada tanto en Gaudet y Reynaud, como en la
vanguardia del Bauhaus y Le Corbusier, la concepción de Villagrán respecto de la
arquitectura estuvo enfocada en los géneros de la arquitectura hospitalaria y escolar.
Proyectos significativos en este contexto son los Hospitales de tuberculosos en Huipulco
(1929), el de Cardiología (1937), y el Gea González (1942). Junto con el doctor Salvador
Zubirán organizó, en 1942, el Plan Nacional de Hospitales donde participaron importantes
arquitectos mexicanos con la colaboración de los principales especialistas médicos.
A lo largo de su trayectoria formó parte de múltiples proyectos fundamentales para la
arquitectura mexicana, como la creación del Comité Administrador del Programa Federal de
Construcción de Escuelas, CAPFCE. Tuvo a su cargo, en 1952, la Escuela Nacional de
Arquitectura, UNAM, y entre 1963 y 1965 algunas Escuelas Preparatorias de la UNAM.
Además realizó numerosos edificios de oficinas, cines, hoteles, y mercados. En 1968 el
gobierno de México le otorgó el premio Nacional de Artes.
Académico Fundador desde el 30 de Abril de 1968.
Facultad de arquitectura de la UNAM

Desde el año de 1985 nuestra Facultad ha realizado el esfuerzo de poner en sus manos un
documento donde ustedes, pudieran conocer un poco de lo que es nuestra Facultad.

La Facultad de Arquitectura de la UNAM tiene una tradición de más de dos siglos, heredada
de la Antigua Academia de San Carlos. En sus aulas se ha formado la mayoría de los mejores
arquitectos de nuestro país, algunos de ellos de reconocida fama internacional, por lo que la
Facultad ha tenido y tiene un papel relevante en la construcción de la Arquitectura Nacional.

Este pasado 2010, año del bicentenario, nos vestimos de manteles largos porque nuestra
Universidad cumplió 100 años de ser la Universidad Nacional, y con ella, nuestra Facultad
cumplió también un centenario de formar parte de sus facultades y escuelas. Nuestra Facultad
está formada por varias instancias y entre ellas las principales académicamente hablando son
cuatro licenciaturas; Arquitectura, que este 4 de noviembre de 2010 cumplió 229 años, la
más antigua de nuestro Continente; las licenciaturas: en: Diseño industrial, con 40 años;
Urbanismo y Arquitectura de Paisaje, estas dos últimas cumplieron, 25 años en noviembre
del 2010.

Asimismo, cuenta, con la División de Educación Continua e Intercambio Académico así


como con el Centro de Investigaciones y Estudios de Posgrado (CIEP), donde se desarrolla
un extenso y variado programa académico de gran prestigio.

Todas estas instancias se encuentran distribuidas en Ciudad Universitaria y una sede en el


Centro Histórico. En éste último, se ubica el edificio de la Antigua Academia de San Carlos
en la calle de Moneda, donde se impartió la carrera de Arquitectura de 1791 a 1954, además
de las de pintura y escultura.
En Ciudad Universitaria, desarrollamos nuestras funciones en tres sedes: la sede original que
se destinó a Arquitectura desde que ésta se proyectó, ubicada al costado sur de la Torre de
Rectoría; en ella se ubican las oficinas administrativas, la licenciatura en Arquitectura de
Paisaje, los Talleres de la Licenciatura en Arquitectura, la biblioteca y el teatro, entre muchos
otros espacios.

Nuestra segunda sede se ubica en la que originalmente fue la Unidad de Estudios de Posgrado
de la UNAM. En ella encontramos las licenciaturas de Diseño Industrial y la de Urbanismo,
así como el Centro de Investigaciones y estudios de Posgrado. Finalmente, tenemos el
Laboratorio de Acústica "Eduardo Saad Eljure", al poniente de la Torre de Ingeniería.

Así, con una tradición definida y con la diversidad de opciones académicas y profesionales,
nuestra Facultad se inscribe en el marco espléndido de Ciudad Universitaria, conjunto urbano
arquitectónico de excepcional calidad obra de equipo de los más destacados arquitectos y
artistas de la época que el pasado 28 de junio de 2007 fue declarado por la UNESCO
Patrimonio cultural de la humanidad.

La Facultad de Arquitectura encuentra en esta sede, un contexto adecuado a su actividad


creativa, con una pluralidad de opciones que constituyen lo más importante de su riqueza
como parte de la Universidad Nacional Autónoma de México.

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