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INFLUENCIA DEL PALACIO EN LA CIUDAD – RESUMEN

Párrafo 1 Yageydy
La corte barroca (espacio donde se le daba valoració n a las personas y familias para tener
grandeza en la sociedad a favor de la realeza) una influencia directa en la ciudad y en casi
todos los aspectos de la vida, fue la progenitora de mú ltiples instituciones y reclamará la
democracia (sistema político que defiende la soberanía del pueblo y el derecho de este a
elegir y controlar a sus gobernantes) como suya má s tarde.

No hubo una dominació n en la misma direcció n del castillo y tampoco en la ciudad Italiana
Medieval (eran las principales entidades políticas durante la Edad Media con un reducido
territorio, pero un elevado poder político y financiero).

Las fuerzas circularon en direcció n opuesta ya que la nobleza feudal (formada por la ley, los
señ ores federales y sus vasallos, los nobles formaban una parte de la població n y eran los
que tenían la mayoría de las tierras cultivables y no pagaban impuestos).

El ideal democrá tico se pervirtió bajo el capitalismo (Es un método econó mico y social
basado en medios de producció n privados con importancia en el capital como generador de
riqueza) en un esfuerzo por popularizar la vida cortesana (Es la vida en los palacios donde
se veían las diferencias notables del resto del pueblo, debido a la vida lujosa que llevaban) y
era consumida por la existencia humana y el sello final del éxito como propó sito para
mantener en funcionamiento la economía en crecimiento.

Párrafo 2 Yageydy
El costo final de las economías en crecimiento para las cortes barrocas y los hogares
actuales de la democracia es una vida que se reduce por ser esclavos del anfitrió n.

Párrafo 3 y 4 Andrés
El estilo de vida que se mantenía en ese entonces se trataba de los términos de
espaciosidad y poder autó nomo que un señ or o un príncipe de los mercaderes podía
ocupar.

Se generó también la idea de expresar el dominio y el poder adquisitivo que se tenía con los
espacios centrales desplegando toda su influencia a los suburbios en donde se mantiene
una popularidad por juventud en sublevació n.

Párrafo 5 y 6 Marcela
Interiores espaciosos que sirvieron para que una institució n de la clase superior
desempeñ a dentro de sus funciones principales la de brindar hospitalidad, con una tarifa.
Roma y Padua fueron de las primeras ciudades en edificar nuevos hoteles siguiendo el
modelo Palaciego.
Gracias a la Aristocracia, el teatro adquirió una forma moderna en Londres, París y otras
ciudades menores. Siguiendo la iniciativa de Palladio en su teatro Olímpico de Vicenza, el
teatro era ahora un saló n cubierto, en el que el auditorio se sentaba segú n sus rangos y
posibilidades econó micas.

Párrafo 7 y 8 Alex
La nueva perspectiva espacial barroca se manifestó por primera vez en el teatro,
en la escenografía de una calle (Serlio), y no en la ciudad real; y no por
accidente los nuevos urbanistas, como Servandoni, Inigo Jones y Bernini fueron
simultá neamente escenó grafos. En realidad, la nueva ciudad en sí misma constituía
un ensayo de diseñ o escénico formal: un teló n de fondo para el poder absoluto.
Cuando las finanzas reales eran inadecuadas para llevar a cabo hazañ as
suficientemente grandiosas en la construcció n con má rmol, las apariencias se
falsificarían con pintura y yeso; o bien una fachada monumental ocultaría
ostentosamente al edificio insignificante que había tras ella.

Ante todo, fue en el aspecto del placer y las diversiones, de la representació n


teatral y los espectá culos pú blicos donde la influencia del palacio se ejerció con
má s energía. El jardín de placer, como los Ranelagh Gardens de Londres, en el
siglo XVII, y los jardines deVauxhall y Cremorne, en el siglo XVIII ya principios
del siglo XIX, fueron intentos de proporcionar los placeres má s voluptuosos de la
corte a la gente comú n, un precio razonable por cabeza. El ulterior equivalente
francés fue el Bal Masqué, y el paralelo alemá n, el Biergarten, má s doméstico y
ordenado. Estos jardines eran populares en todas partes donde la vida cortesana
era ostentosamente visible: los célebres jardines de Tivoli, en Copenhague, aú n
atestiguan este hecho, si bien las cervecerías de que Nueva York se enorgulleció
durante el medio siglo posterior a la guerra civil han desaparecido ya. Los
jardines estaban constituidos por un gran edificio central, a menudo con vistosas
decoraciones, donde se bailaba y jaraneaba y donde podían celebrarse grandes
festines.

Párrafo 9 y 10 Valentina
Se encuentra un gran edificio rodeado de jardines con glorietas y bosquecillos, por los que
la gente podía estar, comiendo, bebiendo. Los columpios y los carruseles hicieron su
aparició n en estos jardines de placer. Del mismo modo, a comienzos del siglo XIX, el amor
aristocrá tico a la velocidad se manifestó en el má s popular tobogá n. Por lo que hace a la
rotació n circular de los caballitos de madera, su nombre francés, carrousel, revela a las
claras su origen aristocrá tico: pues el carrousel era originalmente la exhibició n diaria de
caballos y carruajes, para los que, en un principio, se concibieron como marcos los círculos
y rotondas o grandes plazas. Con los caballitos de madera el populacho podía gustar los
mismos placeres. En el transcurso del siglo XIX la vieja elegancia barroca desapareció .

Parrafo 11 Yageydy
El punto de origen de la cultura urbana barroca es evidente en el placer, para las masas de
cualquier gran ciudad y sigue siendo un espectá culo, con conquistas eró ticas. Cuando el
jardín del placer desapareció debido al crecimiento y la congestió n de la ciudad este
reingreso a la ciudad en barrios adecuados para ello, como Broadway, Piccadilly, el Soho,
Montmartre y el Rembrandtplein.

Párrafo 12 Yageydy
Así como el jardín creció en la rama de la vida palaciega barroca (Es una arquitectura que
establecieron los emperadores para fortalecer su gobernació n, mostrando su poder
imperial y satisfacer el goce de la vida espiritual y material), también lo hizo el museo que
procedía a causa de la curiosidad científica.

En la época medieval por influencia de la teología cristiana (se encarga de estudiar y


analizar los diferentes libros que conforman la Sagrada Escritura, en la cual los cristianos
basan sus creencias y forma de vida) el museo adoptó las forma de una colecció n de
reliquias religiosas (son los restos físicos o efectos personales de un santo o de una persona
venerada, conservados con fines de culto como recuerdo tangible) que eran guardados en
las iglesias.

El museo en la modernidad comenzó otra vez con la colecció n de monedas e inscripciones,


prá ctica que ya era muy frecuente en Italia en el siglo XV.

Párrafo 13 y 14 Andres
A medida que pasaban los añ os se ampliaba el pensamiento de un futuro pró ximo en el cual
diferentes especies animales debían tener un espacio en el que su belleza debía ser
exhibida, se creía que era un poco ambicioso para la época, pero a la hora de respetaban las
normas barrocas de adquisició n, consumo y exhibició n ilimitadas se invitaba a soñ ar e
indigestarse un poco dando representaciones completamente utó picas.

El amor por el arte, la colecció n de museo y las curiosidades como monstruosidades se


ampliaba aceleradamente, los palacios venecianos con estatuas romanas, completamente
detallados, tesoros artísticos enterrados y maravillas naturales, manteniendo el espíritu de,
antes de alcanzar el cultivo organizado.

Párrafo 15 y 16 Marcela
El Museo Vaticano, El Louvre, entre otros; se formaron como resultado de traer a casa el
botín de las conquistas hechas en el extranjero y de adquirir por compra o patronazgo lo
que no se podía obtener por la superioridad de las armas. El crecimiento mismo de la
colecció n del British Museum hizo que pasara de ser una satisfacció n privada del poseedor,
a convertirse en un medio de instrucció n pú blica.
Las galerías de arte pasaron a ocupar los palacios, solo se debía eliminar las funciones
domésticas de este. Muchas veces este cambio se daba por pura autodefensa, así como
cuando Agostino Chigi puso el cuadro del “triunfo de Galatea” para el saló n comedor de su
casa, se convirtió en su galería de arte en vida debido a que mucha gente acudía a ver el
cuadro.
Párrafo 17 y 18 Alex
A mitad de camino entre el placer y la curiosidad se encuentra un ú ltimo legado
del palacio: el jardín zooló gico. La posesió n de animales salvajes, en especial de
los má s feroces o exó ticos, era todavía un atributo de los monarcas en la Edad
Media, si bien la costumbre se remonta, segú n los datos con que contamos, a los
tiempos má s antiguos de la monarquía. La ampliació n de estas colecciones de
animales vivos, con el establecimiento de instalaciones permanentes y lugares de
exhibició n, formó parte del mismo movimiento general que promovió el desarrollo
del museo. Como el museo, el jardín zooló gico proporcionaba un destino adecuado a
los hallazgos del explorador y a los trofeos del cazador. El rey por derecho
divino todavía representaba su papel de cazador arquetípico, proveniente de sus
antepasados de la Edad de Piedra.
He aquí otra contribució n a la ciudad: un recordatorio de aquel estado salvaje que
el hombre urbano, bajo la ilusió n de que ha conseguido conquistar felizmente la
naturaleza, olvida con excesiva facilidad. Las morisquetas juguetonas del mono, la
imperturbabilidad del hipopó tamo, los movimientos suaves y alegres de las focas,
todos estos ejemplos de la creatividad inagotable de la naturaleza, aunque no
pusieran al hombre de la ciudad en contacto con ella, tenían, por lo menos, un
efecto sedante sobre el hipertenso ego urbano. No solo daban placer a los niñ os,
sino que mantenían vivo el niñ o en el adulto. Hasta reliquias barrocas tan
apolilladas como el oso o el monito del organillero introdujeron a menudo un toque
de vivacidad animal en la grisá cea calle del siglo XIX. Es accidental que estos
emblemas residuales de la vida cortesana barroca estuvieran presididos casi
siempre por un italiano?

Párrafo 19 y 20 Valentina
Estas instituciones palaciegas registraron su presencia en el nuevo plan urbano. un rasgo
aú n má s necesario debido a la edificació n sobre los campos de recreo y de juego, má s
pequeñ os, que antañ o rodeaban la ciudad medieval. La reelaboració n y extensió n del vasto
parque paisajista en el corazó n de la ciudad fue, tal vez, la má s feliz contribució n que hizo el
palacio a la vida urbana.

Párrafo 21 Yageydy
En la creació n de parques el espíritu de la época se manifestó en su momento dado. Cuando
la corona proyectó Regent 's Park en Londres, el parque fue conocido como un recurso para
aumentar el valor de los terrenos vecinos, que eran propiedad de la Corona.

Pero no aprendieron la lecció n los especuladores comerciales que su fin era obtener una
ganancia que controlaba el ramo de la construcció n en el siglo XIX.

Se conservó el deseo barroco de obtener ganancias sin hacer justicia al amor barroco por el
placer y la belleza, lo que pudo contener su capacidad, mayor seguridad y duració n a sus
inversiones.

Los propietarios aristocrá ticos (sistema en que el poder político era ejercido por una clase
privilegiada, compuesta por los nobles y las clases sociales má s altas y pudientes) los cuales
fueron mejores hombres de negocios y mejores ciudadanos.

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