Está en la página 1de 18

Contexto Religioso en la época de Jesús

 Siglo 1

 Israel o Palestina

 Judíos estaban bajo el dominio romano pero a pesar de esto mantenían su rey y sus
leyes.

Judaísmo:

 Es la mas antigua de las religiones monoteístas.

 Los primeros miembros del cristianismo eran Judíos convertidos en cristianos.

 Algunas instituciones: el Templo, las Sinagogas

 Los que aceptaban el judaísmo como religión debían ser circuncidados, bautizados y
debían aceptar las leyes de Moisés.

 La vida religiosa giraba en torno a: La Ley, el Templo de Jerusalén, la sinagoga y las


grandes fiestas.

La Ley: Es la palabra de Dios que guiaba la vida de los Judíos. Se leía diariamente.

El templo de Jerusalén: Era uno de los lugares mas importantes en Israel, la vida de los judíos
giraba en torno a eso. Era símbolo de la presencia de Dios en el pueblo.

La Sinagoga: Es un lugar donde se reúnen los judios para rezar. Iban el sabado tres veces al dia:
en la mañana, a primera hora de la tarde, y al acabar la jornada.

Las Fiestas: las fiestas tenían un caracter religioso y las mas importantes eran: La Pascua,
Pentecostés, Yonki Pur y tiendas. El pueblo se reunía en estas fiestas para reforzar su fe.

 La Pascua:

 Religiosamente, el judaísmo era la principal religión de la zona.

 Religión heterogénea.

 Los judíos creían ser el pueblo elegido por Dios.

 Había un único Dios que inspiró la ley de los cinco primeros libros de la Biblia y es
creador de todo lo conocido.

 Todo se basa en la obediencia.

 Dios había pactado con ellos mediante la Alianza y debían cumplir su ley.

 Jesús rompería todas las bases de su propia religión.

Heterogénea:
Que está formado por elementos de distinta clase o naturaleza.

El judaísmo se divide en 5 diferentes sectas.

 Las dos sectas principales son los Fariseos y los Saduceos.

 Las otras tres son los Zelotes, Herodianos y los Escribas.

Los Fariseos:

 El grupo mas grande e influyente en los tiempos neotestamentarios.

 Se basaban en la pureza de la religión.

 Aceptaban las directivas de la ley oral y de la escrita.

 Creían en la existencia de ángeles y espíritus, en la inmortalidad y en la resurrección.

 El fariseísmo sobrevivió hasta convertirse en el moderno judaísmo ortodoxo.

Neotestamentarios:

Perteneciente o relativo al Nuevo Testamento.

Los Saduceos:

 Los principales adversarios de los Fariseos.

 Eran la espina dorsal de la fe judía conservadora.

 Diferían de los fariseos en el ritual del Templo, en interpretaciones de la Ley y en la


vida diaria.

 No creían en la resurrección de los muertos.

Estos dos grupos estaban representados por la clase judía mas elevada y poderosa.

Zelotes:

 Eran revolucionarios dedicados fanáticamente al derrocamiento del poder romano.

 Rechazaban pagar impuestos a Roma e iniciaron varias revueltas contra sus amos
romanos.

 Una revuelta resulto destruyendo Jerusalén en el año 70 d.C.

Derrocamiento:

Expulsión o destitución por la fuerza de un cargo o estado favorable.

Herodianos:

 Este grupo comprendía una minoría pequeña de judíos influyentes que apoyaban la
dinastía de Herodes y, por extensión, a los romanos que instalaron a Herodes en su
puesto. No se mencionan fuera de los evangelios (Mc 3:6), en donde ellos se unieron
con los fariseos para conspirar la muerte de Jesús.

Escribas:

 Técnicamente era un grupo profesional más bien que religioso o político.

 Ellos interpretaban y enseñaban la ley del AT y daban opiniones judiciales en casos que
se llevaban ante ellos.

 En el tiempo de Jesús la mayoría de los escribas eran fariseos, pero no todos tenían las
habilidades teológicas de un escriba.

 Los escribas en el NT llegaron a estar bajo la misma condenación dada a los fariseos
(Mt 23:2, 13, 15, 23, 25, 27, 29)

Prefacio

Nunca debemos olvidar que Jesús era judío. La iglesia cristiana comenzó su vida en la actual
Palestina y sus primeros miembros eran judíos convertidos al cristianismo. Por esta razón el
elemento más importante en el trasfondo religioso del Nuevo Testamento es la religión judía
misma. Por ello el objetivo del presente estudio es el de describir en lo posible la composición
religiosa judía de aquel tiempo, con el fin de comprender mejor el entorno religioso en el que
se desenvolvió Jesús.

El último de los profetas del Antiguo Testamento, Nehemías, vivió alrededor de 400 años antes
de la aparición de Juan el Bautista. Desde aquel tiempo la religión judía no había
permanecido estática, ya que la religión clásica del Antiguo Testamento había evolucionado
hacia el judaísmo.

Y con la aparición del judaísmo se originaron también partidos, sectas y movimientos dentro
de la religión judía, así como algunas institucionesimportantes de dicha religión, las cuales se
pretende identificar y describir seguidamente.

Instituciones importantes del judaísmo

1.- El Templo

El primer Templo fue construido por el rey Salomón en el año 960 a.C. con el propósito de
sustituir al Tabernáculo como único lugar de sacrificio del pueblo judío. Después fue saqueado
por Sheshong I (945-924 a.C.), primer faraón de la dinastía XXII de Egipto, y después destruido
por los babilonios en el año 587 a.C. durante el reinado del rey persa Darío I, y suntuosamente
reconstruido por Herodes el Grande (73 a.C. al 4 a.C.) y sus sucesores en el año 22 a.C. Fue
destruido definitivamente por las tropas romanas al mando de Tito en el año 70 d.C. durante el
sitio de Jerusalén en el transcurso de la revuelta de los zelotes.

Fue ese imponente complejo de edificios el que despertó la admiración de los discípulos de
Jesús, tal como nos cuenta el apóstol Marcos: "Maestro, mira qué piedras y que
construcciones" (Marcos 13:1). Allí se siguió celebrando el antiguo ritual del sacrificio y del
culto con su elaborado sistemasacerdotal, aunque todo se hacía bajo la mirada vigilante de la
guarnición romana que ocupaba la fortaleza Antonia, la cual dominaba los atrios del Templo.

También en este sector, concretamente en el atrio de los gentiles, más allá del cual ningún
gentil podía pasar ya que se colocaba automáticamente bajo pena de muerte, estaba el
próspero mercado de animales para el sacrificio y los puestos de cambio de moneda para
las ofrendas al Templo, lugar en el que se suscitó la ira de Jesús en contra de los mercaderes
del Templo. También en esta parte del Templo, más concretamente en los pórticos techados,
los hombres se reunían para escuchar a cualquier maestro que quisiera difundir sus prédicas.

 La Sinagoga

Había solamente un Templo, pero cada comunidad tenía su Sinagoga. En ellas no había


sacrificio ritual, sino que era el centro local de adoración a Yahvé y de estudio de la Ley. Las
reuniones de la comunidad se celebraban siempre el día sábado; los hombres de un lado y las
mujeres del otro lado, para oír la lectura y exposición de los pasajes establecidos de la ley y de
los Profetas, además de unirse en las oraciones litúrgicas prescritas.

Pero la Sinagoga era más que un lugar de culto; era la escuela local, el centro comunal y la
sede del gobierno local. Sus Ancianos eran las autoridades civiles de la comunidad, los
magistrados y custodios de la moral pública.

La ley y las tradiciones

Israel siempre respetaba la Ley desde los tiempos de Moisés. Pero desde el siglo V a.C., en
tiempos del sacerdote Esdras cuando el pueblo judío regresó de su exilio en Babilonia, los
Profetas vieron que lo que había sucedido era resultado directo de la desobediencia de
la nación judía a la Ley. Por ello se puso un mayor énfasis en el estudio de la Ley, hasta que los
judíos se convirtieron en el pueblo de la Ley.

Este estudio intensivo tuvo como resultado un creciente cuerpo de tradiciones, que pasaron a
ser tan obligatorias para el pueblo judío como la Ley misma. Se necesitó de Escribas,
estudiantes profesionales y expositores de la Ley y de las tradiciones, para prescribir las reglas
exactas para cada ocasión. Un ejemplo de ello eran los treinta y nueve tipos
de acción prohibidos para todos los sábados: segar y trillar estaba prohibido, así como arrancar
espinas y restregar el grano con las manos. También estaba la prohibición de caminar en un
solo día más de novecientos metros aproximadamente. Pero lamentablemente, en su cuidado
meticuloso por los detalles de la Tradición, los escribas olvidaban a veces el propósito
fundamental de la Ley misma.

Partidos, sectas y movimientos del judaísmo

1.- Los Fariseos

El término fariseo proviene del hebreo perushim, y éste de parash, que significa separar. Los


fariseos formaban una comunidad judía que existió hasta el segundo siglo d.C. y ellos mismos
atribuían su origen al período de la cautividad en Babilonia (587 al 536 a.C.). Pero otros
situaban su origen durante la dominación persa (560 a.C.), e incluso se consideraban sucesores
de los hadishim, palabra que significa devotos. Se definieron como partido durante la revuelta
de los Macabeos contra los invasores seléucidas (167 al 165 a.C.).

Los fariseos eran los puristas religiosos que se concentraron en el control de los asuntos
relacionados a la religión judía, más que en sus temas políticos. Los fariseos lograron que sus
interpretaciones religiosas fueran aceptadas por la gran mayoría de los judíos, por lo cual, tras
la caída del Templo de Jerusalén, ellos tomaron el control del judaísmo oficial y, con ello,
transformaron el culto.

El más alto representante del judaísmo era el Sumo Sacerdote, cargo que después de la
destrucción del Templo se volvió innecesario, pasando entonces el culto religioso a la
Sinagoga, que por ello se denominó desde entonces beit knéset o casa de reunión. De los
antiguos fariseos surgió la línea rabínica ortodoxa de los Doctores de la Ley, que fue la que
redactó el Talmud.

Su preocupación suprema era la fiel observancia de la Ley y de las tradiciones judías en cada
detalle. Si los juzgamos por estas normas, podríamos considerarlos como judíos modelo. Por
ello se mantenían lo más apartados posible de los demás ciudadanos: no podían comer con
quien no fuera fariseo, puesto que el alimento que consumían podría no haber sido diezmado;
es decir, pudiera no habérsele ofrecido la décima parte a Yahvé.

Quizás inevitablemente, esta política de separación les llevó a desdeñar a los demás mortales
al considerarles como de categoría inferior a la de ellos, y además les condujo a asumir
una actitud santurrona que ha hecho que el término fariseo se considere una palabra de
reproche en la actualidad. Esta arrogancia, combinada con un seco legalismo que ponía que
ponía la exacta observancia ritual por delante de la misericordia y del amor por los demás
humanos, les hizo entrar en conflicto con Jesús, quien no puso en duda la ortodoxia de ellos
sino el orgullo y el modo falto de amor con que la sustentaban. A causa de ello Jesús no dejó
de catalogarlos como hipócritas delante del pueblo judío (Mateo 23:13-31) por cuanto
sus acciones estaban muy lejos de sus palabras.

La influencia de los fariseos estaba fuera de toda proporción con su número, que raras veces
era grande. Los fariseos fueron quienes establecieron las líneas para el desarrollo del judaísmo
después de la destrucción de Jerusalén en el año 70 d.C. Aseguraron un constante énfasis en la
piedad individual y estrictas normas éticas, así como su bien conocido y rígido legalismo. Eran
respetados, si no amados, por los demás judíos.

2.- Los Saduceos

Los saduceos eran el otro partido principal en tiempos de Jesús, a pesar de que en aquel
entonces su influencia estaba en declive. Podría ubicarse su origen como partido político en el
siglo II a.C. y su desaparición en el siglo II d.C. Caifás, el Sumo Sacerdote responsable del
enjuiciamiento y de la sentencia a Jesucristo, era saduceo. Flavio Josefo, el historiador judío-
romano del siglo I d.C., dijo de ellos que eran un grupo belicoso cuyos seguidores eran
de clase rica y poderosa, y que se les consideraba groseros en sus interacciones sociales.
Etimológicamente el término saduceo proviene del hebreo tsedduquim, también conocidos
como zadokitas. Son los descendientes del Sumo Sacerdote Sadoq, de la época de Salomón
(1011 a.C. al 931 a.C.), cuyo nombre significa justicia o rectitud, por lo que la
palabra saduceos puede interpretarse como justos o rectos.

El origen de los saduceos se remonta a la protesta de muchos sacerdotes cuando en el año 175
a.C. se interrumpió el ejercicio y la sucesión legal del Sumo Sacerdote en el Templo de
Jerusalén. Entonces el cargo fue comprado al rey seléucida Antíoco V Epífanes (215 a.C. al 176
a.C.) y lo usurpó Jasón, hermano de Onías II y legítimo Sumo Sacerdote (2ª. Macabeos 4:7-20).
La venta del puesto de Sumo Sacerdote recayó luego en Menelao, hermano
deladministrador del Templo, quien logró derrotar a Jasón (2ª. Macabeos 4:24-26).
El comercio del más alto cargo religioso tuvo como colofón la sustitución de las costumbres
judías por las griegas, la imposición del culto a los dioses helénicos, y la persecución de los
judíos que seguían fieles a la Ley.

Los saduceos eran los miembros de la clase alta de la sociedad judía de aquella época, por lo
que todos los conquistadores buscaron su apoyo para podersometer al pueblo. En otras
palabras, los saduceos eran los colaboracionistas que se sometían al poder extranjero,
adoptando sus modas y cultura, por lo cual eran odiados por el grupo más extremista, los
zelotes. Esta sumisión al poder extranjero les permitía ostentar los cargos públicos más
importantes. El Sumo Sacerdote era miembro de este grupo, así como la aristocracia y los
principales terratenientes de aquel entonces.

En la época en que vivió Jesús los saduceos se encontraban muy reducidos en su poderío, ya
que los romanos les habían quitado su poder político y gran parte del religioso, perdiendo con
ello su influencia ante el pueblo en manos de los fariseos. Los dominadores romanos incluso se
reservaron el poder de elegir a la persona que ocuparía el puesto de Sumo Sacerdote.

La postura religiosa de los saduceos era muy conservadora, hasta el punto de negarse a
aceptar cualquier revelación aparte de los Cinco Libros de Moisés, desde el Génesis hasta el
Deuteronomio. De este modo rechazaban las ideas religiosas más novedosas, tales como la
creencia en la inmortalidad del alma, la resurrección, los ángeles y los demonios, ideas que
eran promovidas por los fariseos (Marcos 12:18 y Hechos 23:8). Según el historiador Flavio
Josefo, no aceptaban tampoco la predestinación y enfatizaban el libre albedrío humano para
poder elegir entre el bien y el mal.

Asimismo los saduceos rechazaban la interpretación de los rabinos sobre la Torá, y se les
presenta negando que nada de la Biblia hebrea era válido, sino solamente la Torá, la cual los
saduceos la interpretaban literal y rigurosamente en materias que la misma cubre
directamente, rechazando con ello las tradiciones rabínicas o las leyes orales que mitigaban los
más duros castigos. Los saduceos insistían en la ejecución literal de la ley de la venganza
aplicando aquello de ojo por ojo y diente por diente.

Además sostenían que Yahvé premiaba a los hombres buenos en vida, por lo que ellos, al ser
ricos, se consideraban el pueblo bueno. Su filosofía era totalmente materialista, liberal y
mucho más mundana que la de los demás grupos.
3.- Los Escribas

El término escriba procede del latín scriba y del hebreo so-fer, que se traduce como secretario,


escribano o copista, y alude a una persona instruida. En efecto, en los días del sacerdote Esdras
(538 a.C. al 432 a.C.) se empezó a reconocer a los escribas o soferim como un grupo
diferenciado. Eran los copistas de las Escrituras hebreas, muy cuidadosos en su trabajo, y a
quienes les aterraban los errores.

Pero con el transcurso del tiempo se hicieron extremadamente meticulosos, hasta el punto de
que no solo contaban las palabras copiadas, sino incluso las letras, ya que la lengua hebrea
sólo contaba con consonantes hasta varios siglos después de Cristo, y omitir una sola letra
cambiaría con facilidad el sentido de una palabra. El simple hecho de escribir una palabra
de memoria sin haberla pronunciado antes, se consideraba un pecado grave. Se dice que los
escribas religiosos limpiaban con gran meticulosidad su pluma antes de escribir la
palabra Elohim (Dios) o Adonai (Señor).

Sin embargo, a pesar de este cuidado extremo para evitar errores involuntarios, con el
transcurso del tiempo los escribanos o soferim empezaron a tomarse libertades al introducir
cambios en el texto, como fue el caso de 134 pasajes en el texto hebreo primitivo a fin de que
se leyese Adho-nái en lugar de YHWH y en otros pasajes se utilizó como sustituto de la
palabra Elo-him. Muchos de los cambios que hicieron los escribanos se debieron a un espíritu
supersticioso en relación con el nombre de Dios, y también para evitar antropomorfismos; es
decir, dar a Dios atributos humanos.

En un principio los sacerdotes eran a su vez escribas (Esdras 7:1-6). Sin embargo se dio mucha
importancia a que todos los judíos tuvieran conocimientode la Ley. Los que estudiaron y
tuvieron buena formación consiguieron el respeto del pueblo y con el tiempo estos eruditas,
muchos de los cuales no eran sacerdotes, formaron un grupo independiente. Por ello en
tiempos de Jesús la palabra escribas designaba una clase de hombres a quienes se había
instruido en la Ley, por lo cual se les mencionaba como Maestros de la Ley o versados en
ella (Lucas 5:17 y 11:45).

Por lo general los escribas pertenecían a la secta religiosa de los fariseos, pues este grupo
reconocía las interpretaciones o tradiciones de los escribas que, con el transcurso del tiempo,
habían llegado a ser un laberinto desconcertante de reglas minuciosas y técnicas. La
expresión escribas de los fariseosaparece varias veces en las Escrituras (Marcos 2:16, Lucas
5:;30, Hechos 23:9). Sin embargo algunos escribas pertenecían al grupo de los saduceos, los
cuales creían sólo en la Ley escrita, mientras que los escribas fariseos defendían con celo tanto
la Ley como las tradiciones orales que se habían ido acumulando.

La gente respetaba a los escribas llamándolos Rabí, que significa mi grande y mi excelso. Era un
título de respeto que se usaba para dirigirse a los Maestros, el cual se le aplica a Cristo en
varios versículos del Nuevo Testamento.

Jesús condenó a los escribas judíos, principalmente a los fariseos, porque habían hecho
añadiduras a la Ley de Moisés y también habían ideado subterfugios para burlarla
convirtiéndola en una carga para la gente al saturarla con sus añadiduras. Además, como clase,
no le tenían ningún respeto a la gente ni deseos de ayudarla. Amaban los aplausos de los
hombres y los títulos altisonantes. Su religión era sólo una fachada, un ritual que cubría su
hipocresía. Jesús mostró lo difícil que sería para ellos el poder obtener el favor de Dios debido
a su actitud y a sus prácticas, al decirles: "Serpientes, raza de víboras, ¿cómo vais a escapar de
la condenación de la Gehena?" (Mateo 23:1-33).

Los escribas no solo eran responsables como rabinos de las aplicaciones teóricas de la Ley y de
la enseñanza de ésta, sino que también poseían autoridad judicial para dictar sentencias en
tribunales de justicia y en el Sanedrín (Mateo 26:57, Marcos 15:1). No recibían ningún pago
por juzgar y la Ley prohibía los regalos o sobornos, por lo que es posible que fueran
remunerados únicamente por enseñar la Ley. Esto puede interferirse de las palabras que dijo
Jesús cuando advirtió a la gente sobre la avaricia de los escribas, comparándolos con el
asalariado a quien no le importaban las ovejas (Marcos 12:38-40, Juan 10:12-13).

4.- Los Esenios

Los esenios eran los miembros de un movimiento judío establecido en el año 165 a.C. tras la
revuelta de los Macabeos, y cuya existencia hasta el 68 d.C. está documentada por
distintas fuentes. Sus antecedentes inmediatos podrían estar en el movimiento hasideo
ocurrido en la época de la dominación seléucida (197 a.C. al 142 a.C.).

Durante mucho tiempo los esenios fueron únicamente conocidos por las referencias de
autores antiguos, tales como Plinio el Viejo, Flavio Josefo, Filón, Dión Crisóstomo, Hipólito de
Ostia y Epifanio de Constancia, quienes los describieron como un grupo de ascetas que vivían
aislados en las cuevas de Qumrán bajo el mando de un líder al que denominaban Maestro de
Justicia, aunque también una importante comunidad esenia vivía en Jerusalén, en cuyas
murallas los arqueólogos han encontrado la Puerta de los esenios. Los integrantes de la
comunidad esenia le dieron el nombre de Damasco al lugar que ocupaban en Qumrán, junto al
Mar Muerto.

Si alguien deseaba se miembro activo de dicha comunidad esenia debía ser instruido como tal,
aceptado y luego pasar dos años de prueba antes de su ingreso definitivo. A quienes lo
lograban se les exigía una vida entera de estudio de la Ley, además de humildad y disciplina.
Sus bienes pasaban a ser parte común de toda la comunidad, y los frutos de su
trabajo personal basado principalmente en labores agrícolas, ingresaban en un fondo común y
se distribuían según las necesidades de cada uno, auxiliando además a pobres, viudas,
huérfanos y mujeres de edad avanzada, así como a personas que estaban de paso por el lugar,
aunque no fuesen integrantes de la comunidad esenia.

Según parece, Juan Bautista perteneció a esta secta, y quizás el propio Jesús fue muy cercano a
dicha comunidad en la época en que aún no había iniciado su ministerio. Algunos historiadores
asocian también a Pablo de Tarso con alguna forma de relación con los esenios. En cualquier
caso, en los rollos y manuscritos hallados en Qumrán hay múltiples puntos de contacto con el
mensaje cristiano.
Nota: Si desea profundizar más en este tema de los esenios, puede consultar  el trabajo  que
sobre los mismos se encuentra en el blogafabrag.obolog.com bajo el título de "Los esenios y los
manuscritos de Qumrán" ingresado el 21 de diciembre del 2011.

5.- Los Zelotes

Mientras los fariseos y los saduceos trataban de acomodarse de la mejor forma posible
al dominio romano, y los esenios de Qumrán esperaban la intervención divina para librarlos de
dicha dominación, otros judíos buscaba la liberación en una forma más activa: los zelotes, un
movimiento político-nacionalista en el Israel del siglo I d.C., fundado por Judas el Galileo junto
con el fariseo Zadoq poco después del nacimiento de Jesús.

Los zelotes fueron la facción más violenta del judaísmo de su época, enfrentados a menudo
con fariseos y saduceos a quienes acusaban de tener celo por el dinero. Debido a ello el
vocablo zelote o zelota ha pasado a ser en varios idiomas sinónimo de intransigencia o de
radicalismo militante.

Algunos historiadores los consideran como uno de los primeros grupos terroristas de
la historia, ya que utilizaban el homicidio de civiles, quienes a su entender colaboraban con los
invasores romanos, para disuadir a los demás de hacer lo mismo. Dentro del movimiento
zelota había una facción radicalizada conocida como los sicarios, quienes se distinguían por su
particular virulencia y sectarismo.

El objetivo de los zelotes era el de una Judea independiente del Imperio Romano mediante la


lucha armada, tal como sucedió desde el año 66 d.C. hasta el 73 d.C., durante cuya época
controlaron la ciudad de Jerusalén hasta que fue tomada nuevamente por las tropas romanas,
quienes destruyeron el Templo en el año 70 d.C., invadieron posteriormente la colonia esenia
de Qumrán, y después ocuparon la fortaleza de Masada, el último refugio zelote, tras
el suicidio colectivo de sus defensores.

Judas el Galileo fue recordado por sus acciones en la época del primer censo en Judea y por el
asalto a la guarnición romana de Séforis. También posiblemente el preso Barrabás era zelote, a
quien la muchedumbre prefirió que liberaran en lugar de Jesús (Marcos 15:7, Lucas 23:18).

Uno de los discípulos de Jesús, elegido por Él mismo como apóstol, provenía del movimiento
zelota pues es designado inequívocamente como Simón el Zelota en los Evangelios (Lucas
6:15). En realidad el apóstol Simón perteneció a la comunidad zelota antes de unirse al grupo
de discípulos de Jesús.

Muchos estudiosos y exégetas bíblicos consideran que Jesús fue rechazado por la comunidad
judía como una actitud de desengaño respecto a Él por haberse revelado como un líder
espiritual, ya que Él prometía una liberación más allá de este mundo, en lugar de hacerlo como
un líder que liberara a los judíos de la opresión romana, tal como pretendían los zelotes.

En efecto, la mayoría del pueblo judío esperaba una victoria sobre los romanos y con ello
una independencia política, lo cual no era la misión de Jesús. Pero Él vino a un pueblo que
realmente nunca esperaba la clase de liberación que les ofrecía Jesús, aunque esperaban la
consolación de Israel (Lucas 2:25). Sin embargo, ninguno de ellos esperaba que esta liberación
y consolación llegara por la vía de la cruz, y aún muchos nunca lo comprendieron.

Las fuentes de Mateo, Marcos y Lucas

analiza cientificamente las fuentes de los evangelios de Mateo, Marcos y Lucas a partir de las
investigaciones realizadas por más de 20 años a partir de los manuscritos descubiertos en
Qumrán a partir de 1947.

En su obra "Las fuentes de Mateo, Marcos y Lucas: ¿hebreas, arameas o griegas?" (2012,
Visión Libros), Jean Carmignac escribe:

"Los Evangelios Sinópticos son los tres primeros Evangelios: Mateo, Marcos y Lucas. Se
denominaron de esta manera porque, en muchos casos, ofrecen textos parecidos que se
pueden disponer en columnas paralelas y comparar a simple vista (en griego syn "con"
y opsis "vista").

"Fue la casualidad la que hizo que me ocupara del tema de la formación de los Evangelios. Y
después me dejé guiar por la lógica del trabajo.

Traduciendo los textos de Qumrán, comprobé que existían muchas relaciones con el Nuevo
Testamento y para cada referencia preparaba una ficha. Una vez terminada la traducción, me
encontré con una enorme cantidad de fichas y se me ocurrió que podría utilizarlas escribiendo
un "comentario del Nuevo Testamento a la luz de los documentos del Mar Muerto". Quise
comenzar por el Evangelio de Marcos. Al fin de facilitar la comparación entre los Evangelios
griegos y los textos hebreos de Qumrán, intenté, simplemente para mi uso personal, ver lo que
daría Marcos traducido al hebreo de Qumrán. Me imaginaba que esta traducción sería muy
difícil a causa de las considerables diferencias entre el pensamiento semítico y el griego. De ahí
que me sorprendí constatando que, al contrario, la traducción resultaba muy fácil. Solo
después de un día de trabajo, a mediados de abril de 1963, estaba ya convencido de que el
texto griego de Marcos no pudo haber sido redactado directamente en griego, sino que, en
realidad, era simplemente una traducción del original hebreo...

¿Cómo explicar el hecho de que la lengua griega de Marcos seguía dócilmente las leyes de la
gramática hebrea? ¿Era suficiente suponer que el texto griego había sido redactado por un
semita que seguía pensando en su lengua materna? Para contestar a esta pregunta, era
preciso proseguir el intento de retrotraducción. Y, puesto que, gracias a los manuscritos del
Mar Muerto, tenemos la posibilidad de conocer el hebreo utilizado en Israel en los tiempos de
Jesús y de los evangelistas, era menester utilizar este hebreo qumránico, un poco diferente del
hebreo bíblico y bastante diferente del mishnaico*." (Páginas 13-14)
*Nota: Así se llama la lengua en la que fue redactada la Mishná (resumen de la jurisprudencia
de los doctores fariseos), hacia el final del siglo II o comienzo del siglo III después de Jesucristo.

"El estilo de los Evangelios es un estilo simple, natural, muy próximo del estilo oral. El redactor
escribe más o menos como habla... el estilo respeta el espíritu de una lengua, su filosofía
implícita, su personalidad inconsciente... El alma invisible era semítica y el cuerpo griego."
(Página 15)

"La prosa de los Evangelios no tiene nada que ver con la torpeza o impericia; todo lo contrario,
es de una belleza simple y espontánea, pero no de una belleza griega, sino de la habitual de la
prosa semítica... la realidad es tan perfectamente semítica, tan semítica, que debe proceder de
las personas que se expresaban con la mayor naturalidad del mundo en su lengua materna.
Dicho de otra manera: el griego de los Evangelios no es un mal griego, ni un griego falto de
destreza: es el griego de un traductor que intenta transmitir respetuosamente el original
semítico, conservando su perfume y su sabor." (Página 16)

"Mateo es tan semítico como Marcos. Poseemos testimonios de carios Padres de la Iglesia
(desde Papías, hacia el año 130) que afirman haber conocido un Mateo hebreo... si admitimos
que Marcos ya estaba escrito en hebreo, entonces no hay dificultad alguna en admitir que
Mateo también se escribiera en hebreo...

El caso de Lucas es diferente. Es obvio que compuso su Evangelio en griego... Y sin embargo, se
observan en él los semitismos más inesperados, diseminados en medio del griego más
elegante. Para poder explicarlo, la hipótesis más natural parece ser que trabajaba con
documentos semíticos, traducidos muy literalmente, y que los insertaba en su propia
redacción, retocándolos a veces y a veces conservando su hosquedad." (Página 18)

"Si en verdad Marcos se escribió en hebreo o arameo, y no en griego, las fechas de


composición corrientemente admitidas deben ser revisadas, no solamente para él, sino
también para Mateo y para Lucas: todos son, entonces, más antiguos de lo que se creía. Sus
relaciones con los testigos de la vida de Jesús llegan a ser mucho más estrechas (tal como lo
afirma Lucas en su prólogo):

Semitismos

"... fue Erasmo quien adivinó, en 1518, los primeros semitismos. Entre los Padres de la Iglesia,
Orígenes y Jerónimo ya explicaron más de una vez el griego del Nuevo Testamento recurriendo
al hebreo del Antiguo Testamento." (Página 31)
"... la primer concordancia latina se imprimió en 1496; la primera hebraica en 1523; la primer
concordancia griega del Nuevo Testamento en 1546; la del Antiguo Testamento en 1607."
(Página 32)

1. Semitismos de préstamo: como amén, abba, alleluia, sabbat, pascua, etc.

2. Semitismos de pensamiento: a los semitas les gusta exponer sus pensamientos con
cierta amplitud. Donde nosotros preferimos concisión, ellos eligen a menudo una
descripción más completa. De esta manera ellos expresan dos aspectos de una sola
acción, mientras que nosotros solo observamos uno. En ligar de escribir
simplemente: ha venido, ha hablado, ha visto, ha dicho... escriben: se ha levantado y
ha venido... ha abierto la boca y ha hablado... ha levantado los ojos y ha visto... tomó
la palabra y dijo... Asimismo, se menciona a menudo que un personaje comienza a
hacer tal o tal cosa, cuando nosotros consideramos excesiva tal precisión.
Evidentemente, esta manera de pensar está condicionada, en general, por las
estructuras mentales adquiridas durante la infancia que pueden muy bien persistir en
un adulto que habla otra lengua. En consecuencia, los semitismos de este tipo podrían
servir para determinar el entorno en que creció el autor.

3. Semitismos de vocabulario: un ejemplo: en nuestra lengua hijo indica una estricta


relación de parentesco entre un padre o una madre y sus hijos; para los semitas esta
palabra significa una relación mucho más amplia y permite usos más extensos. En
lugar de decir: ciudadano del reino, invitado al banquete, condenado al infierno,
hombre de buena voluntad, esclavo del mundo, servidor del bien, candidato a la
resurrección, agente del mal, opuesto a la fe,  dirán: hijo del Reino (Mateo 8:12; 13:38);
hijo del banquete (Mateo 9:15; Marcos 2:19; Lucas 5:34); hijo de condenación (Mateo
23:15); hijo de paz (Lucas 10:6); hijo de este mundo (Lucas 16:8; 20:34); hijo de la luz
(Lucas 6:8; Juan 12:36; 1 Tesalonicenses 5:5); hijo de la resurrección (Lucas 20:36); hijo
de la perdición (Juan 17:12; 2 Tesalonicenses 2:3); hijo de la incredulidad (Efesios 2:2;
5:6; Colosenses 3:6); hijos del trueno (Marcos 3:17) (Página 38)

4. Semitismos de sintaxis: cuando los errores sintácticos sobrepasan lo probable, incluso


en el caso del escritor que no conoce bien la lengua, se llega a la conclusión de que los
errores provienen de un traductor demasiado servil, que desea conservar los más
mínimos detalles del texto considerado sagrado. (Página 40)

5. Semitismos de estilo: Benedictus, Magnificat, Padre Nuestro, Prólogo de Juan, oración


sacerdotal de Juan 17 no respetan ninguna de las leyes de la poesía griega, sino que
están construidos de acuerdo con las reglas de la poesía hebraica. (Página 41)

6. Semitismos de composición.

7. Semitismos de transmisión: deslices entre el original y la copia que se tradujo al griego.


Ejemplos: en Marcos 1:7 y Lucas 3:16 Juan el Bautista dice: no soy digno de desatarle
(lâshèlèt), la correa de su sandalias,  pero según Mateo 3:11 dice: no soy digno de
llevarle (lâs´et) las sandalias,  lo que resulta bastante menos natural. Muchas
consonantes se escribian de manera muy parecida provocando fáciles confusiones
como lo saben muy bien los que descifraron los manuscritos de Qumrán, copiados
poco antes de la era cristiana e incluso en vida de Jesús.

8. Semitismos de traducción: en Marcos 9:49 leemos con asombro: pues todos han de ser
salados con fuego.  Los documentos de Qumrán nos permitieron comprobar que en
hebreo existen dos raíces mâlah. Una significa efectivamente salar  y la otra, que existe
también en el Antiguo Testamento, pero que no se supo identificar,
significa volatilizar. En consecuencia, el sentido de la frase es: Todo será volatilizado
por el fuego...  En hebreo la palabra  ish (hombre)  a menudo tiene el significado
indeterminado de alguien. Por tanto, en el mismo contexto, en Marcos 9:17 tradujo
alguien, mientras que Lucas 9:38 y Mateo 17:14 emplearon hombre (pero con dos
palabras griegas diferentes). (Página 53) Otros ejemplos: Lucas 9:51 la fórmula
incomprensible en griego endurecer el rostro, que significa en hebreo decidirse
audazmente; ... subir  designa la subida por excelencia, la subida a Jerusalén... para los
judíos contemporáneos, subir, sin otra precisión, significa establecerse en la Tierra de
Israel. (Página 57).

9. Semitismos múltiples.

"Nuestros evangelios no son composiciones realizadas en griego, son traducciones del hebreo
(excepto el prólogo y las transiciones de Lucas). Los verdaderos autores de Marcos y Mateo
son sus redactores hebreos." (Página 60)

"El autor del segundo Evangelio quiso iniciar el suyo con un bello pesher, en el estilo que nos
han revelado los documentos de Qumrán (Marcos 1:2-8). Este origen hebreo de Marcos debe
ser uno de los puntos de partida de la exégesis de los Sinópticos.

Papías escribió: "Marcos fue el hermeneuta de Pedro, puso por escrito con exactitud, aunque
no con orden, todo lo que recordó de los dichos y hechos del Señor. Porque ni había oído al
Señor ni le había seguido, sino que más tarde, siguió a Pedro, quien daba sus enseñanzas
según las necesidades...Marcos tenía solo un objetivo: no omitir nada de lo qe había oído y no
escribir nada falso... Mateo ordenó las sentencias del Señor en lengua hebrea, pero que cada
uno las traducía como mejor podía." (Páginas 71 y 72)

... "Así pues, Papías, cristiano de la tercera generación, aprendió de labios de los que
conocieron a los Apóstoles, que Mateo redactó su Evangelio en hebreo, que estuvo un cierto
tiempo sin ser traducido oficialmente al griego y que circulaban entonces varios esbozos e
traducciones más o menos desatinadas.
... Resumiendo, Papías sabe que Pedro redactó un Evangelio (en lengua semítica) y que Marcos
lo tradujo al griego; sin embargo, Marcos se ha permitido agregar ciertas cosas al texto de
Pedro y estas adiciones se justifican por el perfecto conocimiento del predicamento de Pedro.

Irineo dice: "Mateo publicó para los hebreos, en su propia lengua un Evangelio también
escrito... Y Lucas, seguidor de Pablo, puso en un libro el Evangelio predicado por él."(Página 74)
"Panteneo nos hace llegar de la India un testimonio similar: ...se encontró precedido con que
el Evangelio de Mateo se había adelantado a su llegada entre algunos habitantes del país que
conocían a Cristo; Bartolomé, uno de los apóstoles, habría predicado y les habría dejado el
escrito de Mateo en los propios caracteres hebreos, escrito que conservaron hasta los tiempos
mencionados." (Página 75)

Clemente de Alejandría, Orígenes y Eusebio de Cesarea también aportan información sobre los
Evangelios.

"Por lo tanto llegamos a las proximidades del año 50 para la redacción de Marcos (en
hebreo)... no pudo escribirse más tarde, pero nada impide que fuesen escritos antes." (Página
81)

"Las fechas más antiguas son mucho más probables: Marcos hacia el 42, Marcos
completado  hacia el 45, Mateo (hebreo) hacia el 50, Lucas (griego) poco después del 50.

Jesús, Su vida y mensaje: Diferencias entre los evangelios

Todos los sucesos estudiados hasta ahora en esta serie —el nacimiento de Jesús, Su infancia,
Su bautismo y la tentación en el desierto— son anteriores al inicio de Su vida pública. Antes de
entrar en lo que cuentan los evangelios sobre Su vida, ministerio y enseñanzas, puede ser
conveniente hablar de algunas de las diferencias que hay entre los evangelios.

Al leer los cuatro Evangelios se evidencia que existen diferencias entre ellos, tanto en la forma
como en el fondo. El Evangelio de Juan no cuenta los hechos de la misma manera que los
evangelios sinópticos[1]. Omite muchos de los relatos que incluyen los evangelistas sinópticos, a
la vez que refiere detalles y palabras de Jesús que los escritores sinópticos no mencionan. Por
otra parte, si bien los evangelios sinópticos tienen muchas similitudes, también hay diferencias
entre ellos en cuanto a los hechos narrados, el orden en que se disponen, las palabras y
acciones de Jesús, y la forma de encuadrar la presentación de cada uno de los autores.

De todos modos, a pesar de esas diferencias el mensaje general de los cuatro evangelios es el
mismo: Jesús es el Hijo de Dios, el Mesías al que se referían los textos del Antiguo Testamento,
enviado por Su Padre para que, mediante Su muerte expiatoria y Su resurrección, redimiera a
la humanidad y la condujera a una renovada relación con Dios.

Si bien lo que escribieron los evangelistas fue por inspiración del Espíritu Santo, cada uno tenía
su propia personalidad, experiencia, contexto cultural, fuentes, estilo y público, todo lo cual se
refleja en los evangelios. Se basaron en lo que ellos mismos recordaban o en lo que les
contaron testigos presenciales (Mateo y Juan probablemente en lo que recordaban, y Lucas y
Marcos en lo que les dijeron testigos oculares). Con la guía del Espíritu Santo, elaboraron su
presentación de la vida y las enseñanzas de Jesús de una manera que cuadrara con su propio
estilo literario y con el público al que se dirigían. Por consiguiente, es lógico que haya algunas
diferencias entre un evangelio y otro.
Aunque haya diferencias en algunos pasajes de los evangelios, debe entenderse que, como los
evangelistas transmitieron testimonios personales —el suyo propio o el de otras personas—,
es normal que haya diferencias en algunos detalles, ya que eso es lo que ocurre con los
testimonios personales. En un juicio, los testigos casi nunca concuerdan en cada detalle;
cuando lo hacen, se suele considerar que están contaminados o incluso que se han coludido
para engañar al tribunal. Por lo general, las declaraciones de los testigos presenciales difieren
en cierta medida unas de otras, e incluyen u omiten aspectos que otros testigos mencionan.
Tales disparidades no vuelven poco fiables las declaraciones.

Algunos pasajes de los evangelios refieren un suceso de forma incompleta o abreviada; tales
descripciones no dejan de ser ciertas por el hecho de que no incluyan todos los detalles. Oí a
alguien presentar una ilustración que a mi modo de ver explica bien esta cuestión: Le
preguntaron a un joven en distintos momentos cuándo había conocido a su esposa. En una
ocasión respondió que fue en un sofá: en otra, en un desván: y la tercera vez dijo que fue en
una reunión para estudiar la Biblia. Todas esas contestaciones eran ciertas, puesto que se
sentó al lado de ella en un sofá en el curso de una reunión para estudiar la Biblia que se
celebró en el desván de un amigo. Al comparar distintos pasajes de los evangelios conviene
recordar que una información incompleta no es necesariamente falsa.

¿Deberían preocuparnos las diferencias que hay en la presentación de la vida de Jesús por
parte de cada uno de los evangelistas? ¿Significan que los evangelios son inexactos o falsos?
De ninguna manera. Cada evangelista contó la vida de Jesús con el objetivo de dar a conocer la
buena nueva de quién era Él y qué había enseñado, de modo que sus lectores entendieran la
maravilla que Dios había hecho y creyeran. Aunque los cuatro evangelistas narraron la misma
vida, cada uno quiso hacer hincapié o centrarse en distintos aspectos y preparó su libro en
consecuencia[2].

Por ejemplo, Mateo enfatiza que la venida de Jesús fue planeada y predicha por Dios a lo largo
de las escrituras judías (el Antiguo Testamento) siglos antes de Su nacimiento. Su nacimiento,
vida, enseñanzas, milagros y muerte cumplieron profecías específicas del Antiguo Testamento.
Once veces en su evangelio Mateo incluye profecías y su cumplimiento [3]. Eso indica que
probablemente escribió su evangelio pensando en un público judío o judeocristiano, y
presentó el material de una manera que ayudara a esa clase de público a abrazar la fe.

El Evangelio de Mateo se estructura en torno a cinco grandes discursos:

1) el Sermón del monte, que trata del discipulado (5:1–7:29);

2) el encargo de Jesús a los apóstoles (8:1–11:1);

3) las parábolas del reino (13:1–52);

4) las relaciones en el reino, que toca el tema de la administración de la iglesia (18:1–19:1);

5) el Discurso del olivar, que habla del juicio (24:1–25:46).

Mediante estos discursos, Mateo presentó las enseñanzas de Jesús, encuadrándolas en Su


vida, muerte y resurrección.
Marcos, que fue quien escribió el evangelio más breve, enfocó el relato de otra manera. No
incluyó grandes porciones de discursos como Mateo. Su presentación se centra más en la
acción. Este evangelio recorre velozmente la vida de Jesús. Por ejemplo, el bautismo de Jesús,
el descenso del Espíritu sobre Él y las tentaciones en el desierto se narran en apenas cuatro
versículos. Mateo cuenta lo mismo en dieciséis versículos; Lucas, en quince. Con Marcos, todo
parece estar lleno de intensidad y acción. Las cosas suceden inmediatamente. Marcos emplea
en cuarenta ocasiones el término griego eutheōs, que se traduce como al instante/al
momento/en seguida. En su evangelio la gente corre:

Cuando vio, pues, a Jesús de lejos, corrió y se arrodilló ante Él [4]. Corrieron allá a pie de todas
las ciudades[5]. Los habitantes […] corrieron por toda la región llevando a los enfermos en
camillas hasta donde oían que Él estaba [6]. Corrió uno y, empapando una esponja en vinagre, la
puso en una caña y le dio a beber[7].

Marcos se centra en el hecho de que Jesús es el Hijo de Dios. Comienza su evangelio con las
palabras: «Principio del evangelio de Jesucristo, Hijo de Dios» [8], y también deja constancia de
que al morir Jesús el centurión romano que estaba frente a Él dijo:

«¡Verdaderamente este hombre era Hijo de Dios!» [9] Los espíritus malignos lo llaman «el Santo
de Dios»[10] y también «el Hijo de Dios»[11]. En la transfiguración, Dios dice: «Este es Mi Hijo
amado; a Él oíd»[12].

En Su juicio, cuando le preguntan si es el Mesías, el Hijo de Dios, responde: «Yo soy. Y veréis al
Hijo del hombre sentado a la diestra del poder de Dios y viniendo en las nubes del cielo» [13]. A
lo largo del Evangelio de Marcos, Jesús es retratado como el Hijo de Dios, con autoridad y
poder sobre enfermedades, demonios y la naturaleza. La gente que lo oye y ve lo que hace se
admira, se maravilla y se asombra[14].

Lucas hace hincapié en el hecho de que Jesús vino para todos, incluidos los gentiles. Cuando
Jesús nació, los ángeles anunciaron paz para todos los que gozan del favor de Dios [15]. Simeón
llamó a Jesús «luz para revelación a los gentiles» [16]. Lucas menciona que Jesús se refirió a
gentiles del Antiguo Testamento que se beneficiaron de la gracia de Dios, como la viuda de
Sarepta y Naamán el sirio[17]. Muestra asimismo que Jesús habló bien de un samaritano [18]y de
un centurión romano[19].

Lucas también enfatiza el papel del Espíritu Santo: el Espíritu cubrió a María con Su sombra [20];
Juan el Bautista fue lleno del Espíritu[21], así como su madre[22] y su padre[23]; también lo fue
Simeón en el Templo[24]. Jesús fue especialmente lleno del Espíritu en Su bautismo, y en Su vida
se manifestó una y otra vez la presencia del Espíritu [25].

Tras contar el nacimiento de Jesús y hablar del ministerio de Juan el Bautista, Lucas detalla el
ministerio galileo de Jesús (4:14–9:50). Cierra esa sección con la declaración de Pedro de que
Jesús es el Mesías, la explicación de Jesús de que debe padecer muchas cosas y ser muerto, y
una descripción de la transfiguración. A continuación, en los diez capítulos siguientes, Jesús
viaja a Jerusalén (9:51–19:27). En ese viaje sitúa Lucas la mayoría de las parábolas de Jesús,
muchas de las cuales se hallan únicamente en su evangelio. A diferencia del Evangelio de
Marcos, el de Lucas incluye muchas enseñanzas de Jesús.
El Evangelio de Juan se divide en dos partes principales, encuadradas entre un prólogo (1:1–
18) y un epílogo (capítulo 21). La primera parte (1:19–12:50) suele llamarse libro de las señales.
Todos los milagros (señales) de Jesús están en esa parte. La segunda parte, denominada libro
de gloria, comienza con la Última Cena (capítulo 13), de ahí pasa al Discurso de despedida
(capítulos 14–17) y termina con el relato de la pasión y la resurrección (capítulos 18–20).

El Evangelio de Juan presenta a Jesús como la encarnación de Dios, Dios hecho hombre.
Personifica la vida:

«En Él estaba la vida, y la vida era la luz de los hombres» [26]. «Así como me envió el Padre
viviente y Yo vivo por el Padre, también el que me come vivirá por Mí» [27]. Personifica la luz:
«Yo soy la luz del mundo; el que me sigue no andará en tinieblas, sino que tendrá la luz de la
vida»[28]. Personifica la verdad: «Yo soy el camino, la verdad y la vida; nadie viene al Padre sino
por Mí»[29].

En este evangelio, Jesús es también la expresión personal de Dios como Hijo.

Sepan y entiendan que el Padre está en Mí y Yo en el Padre [30]. El Padre y Yo uno somos[31]. Por
esto los judíos aún más intentaban matarlo, porque no solo quebrantaba el sábado, sino que
también decía que Dios era Su propio Padre, haciéndose igual a Dios [32].

Si bien todos los evangelios cuentan básicamente lo mismo, cada uno lo hace a su manera; así
que tenemos cuatro versiones de la vida de Jesús. Incluso entre los evangelios sinópticos —los
de Mateo, Marcos y Lucas, que son bastante similares— hay diferencias en cuanto al orden y
el lugar de diversos episodios. Por ejemplo, Mateo habla de un sermón dado en un monte [33],
mientras que Lucas reseña uno pronunciado en un lugar llano [34]. El contenido de esos dos
sermones, a pesar de ser parecido, no coincide exactamente. Los lectores debemos tener
presente que las palabras que dijo Jesús, los sermones que predicó, no se grabaron ni se
transcribieron luego. De todos modos, probablemente los repitió en distintos momentos y
distintos lugares.

Al igual que otros maestros judíos de Su tiempo, Jesús fue un maestro itinerante. Iba de pueblo
en pueblo con Sus discípulos a la zaga. Predicaba y enseñaba dondequiera que se le presentara
la oportunidad. Sin lugar a dudas repitió los mismos sermones y las mismas enseñanzas
numerosas veces, a distintos públicos; y aunque fueran los mismos sermones o enseñanzas, lo
más probable es que no siempre empleara exactamente las mismas palabras que había usado
en otras ocasiones y en otros sitios. Sus discípulos debían de estar muy acostumbrados a lo
que decía, habiéndolo oído muchas veces, y seguramente eran capaces de recordar y
transmitir con bastante precisión lo que Él enseñaba, aunque hubiera diferencias en cuanto a
los términos empleados. Tales diferencias se reflejan en los evangelios.

Los evangelistas, siguiendo el género de las biografías de la Antigüedad, enfatizaron distintos


aspectos de Jesús y de Su ministerio y ordenaron los acontecimientos de la manera que mejor
encajaba con su presentación del Evangelio. Con frecuencia escogieron un orden temático más
que cronológico. Por consiguiente, existen disparidades en cuanto al marco temporal de
algunos episodios de los evangelios[35]. A lo largo de esta serie sobre los evangelios no
intentaré sincronizar o armonizar el momento en que ocurrió cada suceso o las variaciones en
los términos empleados, sino que me concentraré más bien en el sentido de lo que Jesús
enseñó y en el mensaje de Su vida.

Aunque cada evangelista haga hincapié en distintos aspectos de las enseñanzas de Jesús e
incluya en su evangelio porciones que son originales, todos escribieron magníficas biografías
de Jesús que han servido para conducir a miles de millones de almas al reino de Dios.
Valoremos sus transformadores relatos y démoslos a conocer a las personas que Dios ponga
en nuestro camino.

También podría gustarte