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Romanos 1

Bosquejo general:
Saludos y tema de la epístola: La Revelación de la Justicia de Dios en Cristo.
- Saludos (1:1-7)
- Interés personal de Pablo por los creyentes en Roma (1:8-13)
i. Demostrado mediante la oración (1:8-10)
ii. Manifestado mediante el deseo de edificarlos (1:11-13)
- La obligatoriedad de Pablo respecto al Evangelio (1:14-15)
- La explicación de Pablo tocante al Evangelio (1:16-17)
Justificación: Imputación de la Justicia (1:18-5:21)
- Condenación: La necesidad universal de la Justicia (1:18-3:20)
La culpa de los gentiles (1:18-32)
i. Revelación del conocimiento (1:18-20)
ii. Rechazo del conocimiento (1:21-23)
iii. Resultados del rechazo del conocimiento (1:24-32)

Bosquejo sintético
La naturaleza y el contenido del Evangelio Bíblico (1:1-17)
Introducción: No hay nada más importante para el creyente que estar seguro del contenido de su fe.
La claridad en la exposición del Evangelio es vital para que otros comprendan la grandeza de la Gracia
de Dios.
I. El Evangelio de la Gracia es de origen Divino (1:1-7)
a. El Evangelio procede de Dios (1:1)
b. El Evangelio fue prometido en las Santas Escrituras (1:2)
c. El Evangelio se basa sobre la Persona y Obra de Cristo (1:3-4)
d. El Evangelio es proclamado por agentes divinamente escogidos.
II. El Evangelio de la Gracia debe ser proclamado a todas las naciones (1:8-15)
a. El Evangelio debe ser proclamado por quienes lo han recibido (1:8-12)
b. El Evangelio debe ser proclamado a todos sin distinción (1:13-15)
III. El Evangelio de la Gracia es el único medio de Salvación (1:16-17)
a. El Evangelio de la Gracia es el único Poder que genera Salvación a todo aquel que cree (1:16)
b. El Evangelio de la Gracia es el único medio revelado de la Justicia de Dios que es por la Fe
(1:17).
Conclusión: Como creyentes, necesitamos tener una absoluta convicción de que entendemos el origen
y el significado del Evangelio. La proclamación de ese Evangelio a toda criatura es un imperativo para
el cristiano. El Evangelio es Poder de Dios para Salvación a todo aquel que cree, pero ese Evangelio
debe ser predicado entre todas las naciones. Si agradecemos a Dios lo que Él ha hecho por nosotros,
debemos mostrar ese agradecimiento reconociendo que somos deudores a todos los hombres. Les
debemos el mensaje del Evangelio. Es una deuda de amor.

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La universalidad del pecado (1:28-2:29)
Introducción: Dios es Santo y al mismo tiempo Justo. Tanto Su Santidad como Su Justicia se ponen de
manifiesto al tratar con el hombre pecador. Si Dios ignorase el pecado no sería un Dios Santo y si no
juzgase el pecado no sería un Dios Justo. En Su Gracia infinita, Dios ha provisto el único sacrificio
aceptable y suficiente para que el pecador pueda escapar de la condenación que resulta del pecado.
I. Dios es Justo al manifestar Su ira hacia los hombres (1:18-32)
a. Dios es Justo al manifestar Su ira porque los hombres rechazaron la Revelación que Dios les
dio (1:18-25).
b. Dios es Justo al manifestar Su ira porque los hombres se han corrompido moral y
espiritualmente (1:26-32).
II. Dios es Justo al manifestar Su Juicio contra los gentiles porque éstos se han rebelado contra
Él (2:1-16)
a. Dios es Justo al manifestar Su Juicio porque juzga según la realidad (2:1-2)
b. Dios es Justo al manifestar Su Juicio porque ha sido benigno y paciente (2:3-4)
c. Dios es Justo al manifestar Su Juicio porque obra según Justicia (2:5-10)
i. El juicio de Dios es justo (2:5)
ii. El juicio de Dios incluye las obras de los hombres (2:6-10)
d. Dios es Justo al manifestar Su Juicio porque no hace acepción de personas (2:11-16)
III. Dios es Justo al manifestar Su Juicio contra los judíos porque se han rebelado contra Él
(2:17-29)
a. Dios es Justo al manifestar Su Juicio contra los judíos porque han desechado la Ley (2:17-24)
b. Dios es Justo al manifestar Su Juicio contra los judíos porque han despreciado sus privilegios
espirituales (2:25-29)
Conclusión: La triste verdad del pasaje es que toda la humanidad está perdida en las tinieblas del
pecado. No hay excepción. El hombre caído es esclavo del pecado y sólo Dios puede librarlo de esa
esclavitud. Dios es Justo en condenar la maldad y el pecado y es Justo cuando pronuncia Su sentencia
sobre el pecador. Tanto judíos como gentiles son culpables de haber rechazado la Revelación que Dios
les dio. Pero Dios, en Su Misericordia, ha provisto el Evangelio de la Gracia. Todo aquel que cree en
Cristo y Su obra expiatoria es perdonado y hecho heredero de la vida eterna.

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