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Yakka: conoce el innovador atrapanieblas creado en Copiapó capaz de capturar 10 litros por día

Escrito por Pablo Albarracín en Blog, Hardware, Diseño & Makerspace, Innovación, Startups, Tech | 0


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En muchas zonas de Chile y el mundo existen serios problemas de escasez hídrica. Y lo que es más grave, es
que no se generan grandes proyectos, planes o estrategias para afrontar este problema de forma
ambientalmente sustentable, metódica y a bajo costo para las comunidades afectadas. Esto impacta tanto
a familias, como a las diversas actividades económicas de dichas zonas que requieren del vital elemento.

Sin embargo, desde la región de Atacama, específicamente desde la ciudad de Copiapó, surge una de las
soluciones más innovadoras, hermosas y ambientalmente sustentables para enfrentar esta
carencia. Hablamos del dispositivo llamado Yakka, definido en palabras muy simples como un sistema de
recolección de agua por contacto con la niebla.

Yakka es la continuación de dos palabras en dialecto quechua,  ‘yaku’ que significa agua y ‘katari’ que
significa serpiente, es decir, serpiente de agua, ya que los módulos al girar pareciesen ser una serpiente
ondulado.  

«Yakka nace a raíz de la crísis hídrica que afecta a la región de Atacama y la problemática que esto genera a
muchas personas que no tienen acceso a agua potable», dice Alejandro Abarcia, diseñador y fundador de
Yakka. «De hecho, el agua potable de la zona es una de las  de peor calidad de Chile. Entonces pensamos en
la niebla, uno de los recursos naturales que menos impacto tiene en el ambiente y además es muy barato».

Importante resulta destacar que Yakka ganó el Capital Semilla de Corfo con el patrocinio de Chrysalis
Atacama, y además es uno de los cinco proyectos ganadores del programa Inventa Comunidad, iniciativa
que busca desarrollar innovaciones de carácter social en la zona y que convocó Minera Candelaria junto a
Chrysalis Atacama.
Alejandro explica que los atrapa nieblas existen hace mucho tiempo en variadas zonas de Chile y el mundo,
pero el gran problema es el viento: cuando hay mucho viento se rompen y no atrapan toda la niebla que
deberían, por lo tanto, no son la mejor alternativa para resolver el precario acceso a agua, tanto para
agricultores como familias.

«En esta región, extrañamente, no hay mucho interés por los atrapa niebla. Por ejemplo, en la cuarta
región sí existe mucho más interés, hay más cultura de atrapanieblas», dice Alejandro. «Lo mejor de Yakka
es que se convierta en una alternativa real y que solucione el problema concreto de la escasez hídrica,
porque los agricultores ya no tienen como mantenerse, y ojalá con el uso de Yakka puedan volver a
producir».

Yakka: la ‘serpiente de agua’ que atrapa 10 litros por día


Prototipo del proyecto en una fase avanzada.

Yakka obtiene  el agua  a  partir  de la niebla y los rocíos de las laderas de los cerros. El producto, que aún
está en etapa de prototipo no comercial, aunque ya tiene clientes interesados, es una espacie de R2D2
compacto y blanco con forma de tirabuzón que atrapa con una eficiencia de un 95% más niebla que los
sistemas tradicionales (dato obtenido por simulación en túnel de viento)

Alejandro explica que Yakka tiene una triple funcionalidad: recolecta agua de la niebla, almacena en el
propio dispositivo, y tiene dosificación posterior, lo que permite satisfacer las necesidades de agua de la
zona en que se implemente. Además, Yakka pretende no sólo instalar sus dispositivos, sino que generar
conciencia del uso del agua, especialmente en las zonas declaradas de escasez hídrica, mediante talleres y
actividades que permitirán generar una cultura de cuidado del agua y su uso óptimo en la vida cotidiana.

Junto a esto, Yakka permitirá realizar una capacitación completa en relación al cultivo, ya que se pretende
instalar el módulo y generar un cuadro pequeño de cultivo, a partir del cual se recuperarán semillas y serán
utilizadas para que los beneficiarios aprendan a cultivarlas, cuidarlas y cosecharlas.
Trabajo en los prototipos en los cuales ha estado trabajando el equipo liderado por Alejandro.

Con la  validación  técnica  y comercial  de Yakka,  se  esperan  obtener  las  primeras ventas  y  ser  un 
aporte  para  el país, convirtiéndose en un alternativa que permitirá a los sectores habitables de Chile y que
tengan impedimentos para acceder al agua, contar con una fuente complementaria para obtener el recurso
hídrico.

«Debemos aún hacer estudios de calidad del agua, para que el agricultor sepa con exactitud la calidad del
agua que está entrando vía Yakka», dice Alejandro. «La idea es que el dispositivo sea totalmente autónomo
y el agricultor no se preocupe de nada más de los suyo». Por los mismo Alejandro explica que faltan aún
algunas pruebas de diferentes parámetros, como velocidad del viento, temperatura, humedad, entre otros.
Importante es el trabajo con el GEA (Grupo de Estudio del Agua de la Universidad de Chile)
y Apeco (Asociación de Productores y Exportadores Agrícolas del Valle de Copiapó)

Este dato es para que lo anoten: 10 litros al día es capaz de producir un Yakka. Alejandro explica que en 1
hectárea pueden instalarse 2.880 dispositivos aproximadamente (uno con una separación entre sí entre 3
x 3 metros)

«En las plantaciones de viñedos se vería también muy atractivo visualmente», añade Alejandro.

En cuanto a los fondos otorgados por el programa Inventa Comunidad, Alejandro indica que dichos dineros
les permitirán trabajar más de cerca con las personas, y saber lo que ellas quieren y necesitan, «lo que nos
sirve mucho para perfeccionar el dispositivo».

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