Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Orientaciónal Cliente
Orientaciónal Cliente
Una de las señas de identidad del Imperio Romano fue el conjunto de normas y
leyes que bajo el nombre de “derecho romano” ha llegado incluso a nuestros días.
Los objetivos que nos planteamos para esta unidad son los siguientes:
La orientación al cliente.
La personalización del servicio* para los nuevos clientes.
La excelencia en la atención al cliente.
Las quejas como oportunidades de negocio.
La rentabilidad de las reclamaciones.
1) Personalizar el servicio
“Aún recuerdo cuando mi padre me llevaba de la mano a la Casa del Señor Juan.
El propietario, Juan González, conocía perfectamente a todos sus clientes. Y
nosotros no éramos una excepción. Además sabía cómo le gustaba a mi padre
Ciertamente esos tiempos han quedado un poco atrás. Entre otras cosas porque
las empresas gestionamos un número muy amplio de segmentos de clientes* y,
por otro lado, porque la duración e intensidad de las interacciones con ellos son
mucho menores, en términos generales.
Las empresas, por tanto, se encuentran en “el ojo del huracán”: nos afectan todos
estos cambios y, por otra parte, influimos de alguna manera en que se produzcan
estos cambios.
Además, la sociedad actual será, y ya es, mucho más tecnológica que hace unos
pocos años. Las herramientas de comunicación hacen que podamos estar,
prácticamente, en cualquier lugar en cualquier momento. Internet ha supuesto una
gran revolución y ha venido para quedarse. La “globalización” está presente, por
tanto, en muchos ámbitos de la vida cotidiana. Y los clientes no son una
excepción.
Utilización de Internet
Hasta ahora hemos venido identificando una tipología de cliente que funciona a
través de la red. Este “cliente Internet” convivía con, por ejemplo, “cliente joven
universitario”, o “cliente profesional liberal”, o “cliente familia”, o… A partir de ahora
ya no podremos diferenciarlo en ese sentido; todos los tipos de clientes tendrán un
aspecto que los relacionará con Internet (porque a través de la red buscan
información, contratan servicios, presentan reclamaciones, etc.).
Esto hace que el cliente sienta la inmediatez como algo normal y espera tener “ya”
lo que desea comprar.
Los clientes compran cada vez más productos o servicios. Si comparamos nuestro
nivel de gasto actual con respecto al de hace algunos años nos llevaríamos
algunas sorpresas. Bienes que hace unos años nos parecían de “lujo” los
consideramos en la actualidad una “necesidad”.
Sin embargo en estos momentos existen muchos elementos que hacen que el
cliente pueda comparar, fácilmente, los precios de unas empresas con respecto a
otras. Internet, por ejemplo, juega de nuevo un papel muy relevante en este
sentido.
De hecho existen páginas web que lo que hacen es comparar los precios de
diferentes proveedores para un mismo producto.
La entrada en vigor del euro ha supuesto una mayor facilidad, también, para
comparar los precios de las distintas empresas, incluso en diferentes países.
Los clientes en la actualidad, por tanto, no desean invertir poco dinero en sus
compras. Lo que no están dispuestos es a pagar de más. Por tanto las empresas
tenemos que justificar exhaustivamente el porqué de nuestros precios para que al
cliente le resulten, finalmente, competitivos.
La idea de “si no queda satisfecho le devolvemos su dinero” cada vez está más
presente en los clientes. Esto cobra sentido especialmente en aquellos productos
o servicios que el cliente adquiere directamente a través de Internet.
Instalaciones adecuadas
A pesar de que ese nuevo cliente se mueve mucho por Internet, también desea
saber cómo somos, “qué aspecto” tenemos. Muchas páginas web de empresas
deben incorporar imágenes y vídeos de sus instalaciones para facilitar el
reconocimiento del cliente.
Desde que estemos abiertos cuando finaliza su jornada laboral hasta hacer sus
compras por Internet, hay un abanico de opciones que el cliente entiende hemos
de poner a su disposición.
“Los clientes son, sin duda, lo que da sentido a nuestra actividad empresarial. Sin
ellos, lógicamente, no podríamos vivir”.
a) La atención al cliente
Constituye el principal objetivo y tarea de la empresa. Cuando el cliente acude a
nuestras dependencias se debe sentir a gusto y recibir el trato adecuado por parte
de todo el personal. Para ello es fundamental que todos estemos orientados al
cliente.
Cuando estamos orientados al cliente, dejamos de verlo como una molestia o una
carga de trabajo adicional. No “interrumpe” nuestra actividad. Debemos considerar
al cliente como nuestro gran aliado. Queremos que acuda a nosotros y que lo
haga con frecuencia.
a) ¿Qué es vender?.
El responsable de la empresa, en muchos casos, ha de transmitir con claridad a
su equipo algunos conceptos de la venta. Eso facilitará, sin duda, la receptividad
del mismo.
Para vender hay que conocer a un cliente y para conocerlo hay que descubrirlo.
Es preciso conseguir que hable de forma tan natural y sincera como sea posible.
Así se valora la gran riqueza del oficio de la venta, en que la atención a los demás
y su comprensión se convierten en cualidades fundamentales.
No hay que olvidar que para lograr que los empleados estén satisfechos con esta
función de vender, es necesario dotarles de la técnica suficiente para que puedan
abordar con confianza esta ocupación, es decir será necesario proporcionarles la
formación adecuada en habilidades comerciales.
2. Estar de acuerdo con la crítica. Hay dos formas de entender la expresión “estar
de acuerdo” pudiendo emplear una u otra mientras mantenemos al mismo tiempo
nuestra posición. Las opciones son:
El disco rayado. Se suele utilizar para hacer y/o rechazar peticiones poco
razonables o a las que no queremos acceder; de esta manera no tenemos que
dar largas explicaciones, excusas o justificaciones. La persona suena a algo
parecido a un disco rayado, repitiendo una y otra vez su posición de la manera
más precisa como sea posible. Ejemplo: “Ya te he escuchado, no hace falta
que lo vuelvas a repetir”.
La aserción negativa. Este procedimiento se emplea cuando la persona está
siendo atacada y se ha equivocado. La técnica implica que el sujeto admita su
Para evitar el daño que pueden originar otros posibles clientes descontentos.
Para mejorar los planes futuros, mediante remedios rápidos y acciones
preventivas que mejoren el conjunto de todos los servicios.
Para complementar de una manera directa la información de mercado*, que se
reciba por otras vías.
Para conocer qué es lo importante para cada cliente en particular.
Para aumentar la confianza del reclamante en la empresa.
Comprobar cuanto antes las causas que han originado la reclamación del
cliente.
Recordar que, desde la posición del cliente, cada empleado representa a toda
la empresa. No “sacudirse el muerto”, porque uno no haya estado involucrado
en el asunto objeto de la reclamación.
Adoptar las medidas oportunas para que el cliente pueda sentirse físicamente
confortable y relajado. Según las circunstancias hacerle entrar en un despacho,
invitarle a que se siente, ofrecerle una taza de café, etc.
Demostrar un interés auténtico y deseo de ayudar al cliente a solucionar el
problema en todo momento.
Facilitar al cliente que exprese su queja, haciéndole con tacto preguntas para
extraer los hechos que sean relevantes y eliminar los irrelevantes.
De acuerdo con los procedimientos principales que haya establecido la
empresa, proceder a registrar la queja, ofrecer la actuación adecuada, o dirigir
al cliente a la persona que le pueda ayudar.
Asegurarse siempre de que el cliente conoce perfectamente las actuaciones
que se van a seguir y quién las va a ejecutar.
9 de cada 10 clientes no volverían a trabajar con una empresa que les haya
ofrecido un mal servicio.
Conseguir un nuevo cliente es 5 veces más caro que mantener uno actual
El 50% de los clientes que encuentran un problema no se quejan.
El 45% de los clientes que encuentran un problema se quejan al personal de
contacto.
Sólo 5 de cada 100 clientes que encuentran un problema se quejan a la Alta
Dirección de la empresa.
6) Gosario
Satisfacción del cliente: Sentimiento agradable que impulsa a la compra y que por
repetición se traduce en experiencia positiva que favorece la recompra.
Segmento: Cada uno de los grupos de clientes, productos, etc. en que se divide el
mercado como consecuencia de una acción de segmentación.
Servicio: es una prestación, es decir, que es todo aquello que una empresa
concibe, desarrolla, propone, vende y provee a sus clientes, cada vez que aquello
es puesto sobre el mercado, comprado, vendido y usado. Es diferente de los