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Si la caída de tensión es muy fuerte puede hacer que el motor no sea capaz
de arrancar. Existen diferentes sistemas de arranque que minimizan este
tipo de problema, el más antiguo sin duda es el arranque estrella-triángulo,
lo que hacemos con este sistema es a un motor en régimen estable va a
funcionar en triángulo alimentarlo en primer lugar en estrella con lo cual
cada bobina recibe la tensión de red, pero dividida por raíz de 3 después
de un tiempo T cambiamos a la conexión en triángulo.
Explicación de la maniobra:
1. S1:
Concluciones:
El par de arranque se reduce hasta 1/3 del par nominal. Esto puede ser un
problema para los motores que arrancan con mucha carga, impidiendo que
puedan llegar a arrancar.
Así, cada fase queda sometida a una tensión √3 veces menor que si estuviese
en triángulo y en consecuencia, puesto que la impedancia de los devanados es
constante, la corriente de fase también es √3 veces menor que la que circularía
si estuviese conectado en triángulo.
Interesa analizar la posición del contactor KM1 y del relé térmico F1, que como
vemos, está situado "aguas abajo" de las conexiones de derivación para la
alimentación de los finales en la conexión triángulo. De esta forma, estos
aparatos soportan una intensidad √3 In, por lo que su dimensionado se puede
ajustar a dicho valor con las consiguientes ventajas económicas y físicas.
Tener en cuenta que para poder realizar este sistema de arranque el motor
deberá estar bobinado en triángulo para la tensión nominal. Es decir, debe
aguantar la tensión de red en triángulo.