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Los cilindrios interactúan con su entorno a través de pantallas que les muestran una versión
informativa de lo que hay a su alrededor. Cuando un cilindrio llega a un lugar -por ejemplo,
un restaurante- en su pantalla aparece una descripción detallada del lugar (publicada por el
propietario del mismo). También aparecen algunas imágenes, y opiniones arbitrarias de
otros cilindrios que han pasado anteriormente por el mismo lugar. El cilindrio confía
plenamente en la veracidad de la información que aparece en su pantalla.
Aparece el conflicto
En una ocasión, a un inquieto cilindrio llamado Manuel se le descompuso la pantalla.
Obviamente ningún cilindrio puede vivir sin su pantalla, por lo que inmediatamente solicitó
servicio técnico. Pero el tiempo estimado de atención era de media hora, y Manuel no
quería esperar tanto. Mientras esperaba ansioso la llegada del servicio técnico, notó una
rendija en la tapa de su cilindro por la que se colaba un haz de luz intensa. Impulsado por la
curiosidad, llevó su mano hasta esa rendija, empujó apenas la tapa de su cilindro y con
sorpresa notó que ésta cedía fácilmente. Entonces la empujó más decididamente y la abrió
por completo.
La intensa luz que invadió el interior de su cilindro lo dejó casi ciego durante unos
segundos. Pero en cuanto pudo ver, se asomó al exterior y contempló un panorama
sorprendente: muy arriba de su cabeza se extendía una gigantesca bóveda de color celeste,
salpicada por copos de algodón blanco. En el centro de esa bóveda, una bola de fuego con
una luz tan intensa que resultaba imposible mirarla directamente. Bajó su vista al terreno, y
a su alrededor vio que había innumerables objetos cilíndricos moviéndose en patrones
aparentemente erráticos. Notó que a su nariz llegaban olores que no podía identificar.
Preso de un gran temor, Manuel volvió a meterse en su cilindro y a taparlo lo mejor que
pudo, mientras esperaba inmóvil la llegada del servicio técnico. Se dijo a sí mismo que
nunca más tendría la osadía de asomarse fuera de su querido y acogedor cilindro.