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Como uno de los 12 apóstoles, Pedro fue una

persona esencial en los principios de la iglesia


cristiana. La madurez de su carácter en los
evangelios, sin duda a causa de su hermosa
experiencia con Jesús, hace que el apóstol
Pedro sea una de las figuras bíblicas con la cual
nos podemos identificar más.

Datos interesantes
También llamado Simón, su nombre hebreo
Uno de los 12 discípulos/apóstoles
Padre se llamaba Jonás
El apóstol Andrés era su hermano
Estaba casado
Pescador de profesión
Autor de 1 Pedro y 2 Pedro
La iglesia católica lo considera el primer papa
El Evangelio de Marcos se basa en sus
memorias
¿De donde era el apóstol Pedro?
Pedro era de Betsaida (Juan 1:44), una aldea al
norte del Mar de Galilea que era conocida por
la pesca. Como Pedro y Andrés eran
pescadores de profesión, podemos hacer una
conjetura que su padre y cualquier otro
hermano que pudieron haber tenido, eran
pescadores también.

Pedro después vive hacia el noroeste del Mar


de Galilea en Capernaum, donde continuaba
trabajando en la pesca con su hermano y
tenían de compañeros a los futuros apóstoles
Juan y Jacobo (Lucas 5:10). Tiene una esposa y
su suegra vive con ellos. En una ocasión Jesús
visita la casa de Pedro para orar por la suegra
que estaba enferma y ella es sanada al instante
(Mateo 8).
La casa de Pedro en Capernaum llega a ser un
punto importante para la iglesia primitiva. En
su libro En Busca de los Apóstoles, el Dr.
William Steuart McBirnie describe las ruinas
que han quedado de esta casa y como fue
convertida en un lugar de reunión para los
primeros cristianos.

¿Cómo conoció Pedro a Je


El día después de que Juan bautizó a Jesús, el
Señor estaba andando en el área donde Juan
estaba con dos de sus discípulos. Resulta que
uno de estos dos discípulos era Andrés, el
hermano de Pedro. Al pasar Jesús, Juan dice
“Éste es el Cordero de Dios” y rápido Andrés y
el otro discípulo lo siguieron hasta que llegaron
a la casa de Jesús y se quedaron con el hasta el
día siguiente. Andrés entonces va en busca de
su hermano y le dice que ha encontrado al
Mesías y lo lleva a verlo con urgencia. Cuando
Jesús ve a Pedro le dice, “Tú eres Simón, el hijo
de Jonás; tú serás llamado Cefas.” Pedro sigue
al Señor desde ese entonces. (Juan 1:35-42)
¿Cuál fue el papel de Pedro entre los 12?
Muchos notan que con frecuencia Pedro es el
que expresa lo que los 12 piensan. Si Pedro
viviera en tiempos modernos, quizás fuera el
vocero o relacionador público del grupo
porque no le daba vergüenza aportar su
opinión, hacer preguntas o tomar la iniciativa.
Junto con Juan y Jacobo, Pedro llegó a ser
parte del grupo íntimo de Jesús que fue testigo
de ciertos milagros importantes que nadie más
tuvo el privilegio de haber vivido, tal como la
transfiguración.

Eventos importantes relacionados con Pedro


en los evangelios
La pesca milagrosa: Lucas 5:1-10
Camina sobre el agua: Mateo 14:23-32
La transfiguración de Jesús: Marcos 9:1-9
Corta la oreja de uno de los guardias que
fueron a arrestar a Jesús: Juan 18:10-11
Niega a Jesús tres veces: Lucas 22:31-34, 54-62
Va con Juan a ver la tumba vacía: Juan 20:1-7
Pedro, la primera iglesia y las misiones
El primer milagro y el primer sermón de los
apóstoles, luego de la ascensión de Jesús,
están atribuidos a Pedro. Así como fue un líder
entre los discípulos, Pedro también fue uno de
los grandes líderes de la primera iglesia. En los
acontecimientos de Hechos es el quien toma la
iniciativa en momentos importantes, tal como
la elección de una persona que tomara el lugar
de Judas. La iglesia católica lo llama “el príncipe
de los apóstoles” y lo consideran como el
primer papa.

En adición a su fuerte carácter, Pedro también


era identificado por guardar celosamente su
cultura judía. Así que es impresionante que
Dios lo escogiera para presentar el evangelio a
Cornelio, un centurión romano. Después de la
conversión de Cornelio y toda su casa, es Pedro
quien se presenta frente la asamblea de la
iglesia y exhorta que el mensaje sea llevado a
los no judíos también.
Creemos que en sus viajes misioneros
probablemente llegó a Ponto, Galacia,
Capadcia, Asia, Bitinia, y definitivamente a
Roma.

La muerte del apóstol Pedro


El apóstol fue encarcelado dos veces en
Jerusalén por insistir en la predicación del
evangelio y en cada instante Dios lo libra en
formas milagrosa. Ser cristiano en aquellos
tiempos era casi una garantía de persecución.

La tradición nos dice que alrededor del año 64


d.C, Pedro estuvo encarcelado en Roma por
causa del evangelio y condenado a muerte.
Dicen que la sentencia fue crucifixión pero
Pedro pidió ser crucificado de cabeza para
abajo, porque no se consideraba digno de
morir de la misma manera que el Señor Jesús.
Steuart McBirnie relata en su libro una
tradición conmovedora sobre los últimos días
de Pedro en Roma. Se dice que su esposa
también estaba encarcelada en aquella ciudad.
El día que la llevaron a ser ejecutada, Pedro la
animaba desde su cárcel exhortándole que
recordara al Señor en sus últimos momentos.
Dicen que el murió no mucho después.
¿Qué podemos aprender de la vida de Pedro?

RESPUESTA

Simón Pedro, también conocido como Cefas


(Juan 1:42), fue uno de los primeros seguidores
de Jesucristo. Era un discípulo franco y
ferviente, uno de los amigos más cercanos de
Jesús, un apóstol y una "columna" de la iglesia
(Gálatas 2:9). Pedro era entusiasta, obstinado,
impulsivo y, a veces, atrevido. Pedro tenía
muchas fortalezas y también varios defectos en
su vida. Aun así, el Señor que lo escogió
continuó moldeándolo exactamente en lo que
Él quería que Pedro fuera.

Simón Pedro era originario de Betsaida (Juan


1:44) y vivía en Capernaum (Marcos 1:29), dos
ciudades en la costa del mar de Galilea. Él
estaba casado (1 Corintios 9:5; Marcos 1:30), y
él, Jacobo y Juan eran socios en un negocio
productivo de pesca (Lucas 5:10). Simón Pedro
conoció a Jesús a través de su hermano
Andrés, quien había seguido a Jesús después
de haber escuchado a Juan el Bautista
proclamar que Jesús era el Cordero de Dios
(Juan 1:35-36). Andrés fue inmediatamente a
buscar a su hermano para llevarlo a Jesús. Al
conocer a Simón, Jesús le dio un nuevo
nombre: Cefas (arameo) o Pedro (griego), que
significa "roca" (Juan 1:40-42). Más tarde, Jesús
llamó oficialmente a Pedro para que lo
siguiera, produciendo una pesca milagrosa en
el proceso (Lucas 5:1-11). Inmediatamente,
Pedro dejó todo para seguir al Señor (versículo
11).
Durante los tres años siguientes, Pedro vivió
como discípulo del Señor Jesús. Siendo un líder
nato, Pedro se convirtió en el portavoz de facto
de los doce (Mateo 15:15; 18:21; 19:27;
Marcos 11:21; Lucas 8:45; 12:41; Juan 6:6;
13:6-9, 36). Más importante aún, fue Pedro
quien primero confesó a Jesús como "el Cristo,
el Hijo del Dios viviente", una verdad que Jesús
dijo le había sido revelada a Pedro por Dios
mismo (Mateo 16:16-17).

Pedro era parte del círculo íntimo de los


discípulos de Jesús, junto con Jacobo y Juan.
Sólo esos tres estaban presentes cuando Jesús
resucitó a la hija de Jairo (Marcos 5:37) y
cuando Jesús se transfiguró en el monte
(Mateo 17:1). A Pedro y Juan se les dio la tarea
especial de preparar la última cena (Lucas
22:8).
En varias ocasiones, Pedro se mostró
impetuoso hasta el punto de ser imprudente.
Por ejemplo, fue Pedro quien dejó la barca
para caminar sobre las aguas hacia Jesús
(Mateo 14:28-29), y rápidamente quitó sus
ojos de Jesús y comenzó a hundirse (versículo
30). Fue Pedro quien tomó aparte a Jesús para
reconvenirle por hablar de Su muerte (Mateo
16:22), y fue rápidamente corregido por el
Señor (versículo 23). Fue Pedro quien sugirió
levantar tres enramadas para honrar a Moisés,
Elías y Jesús (Mateo 17:4), y se postró sobre su
rostro con gran temor ante la gloria de Dios
(versículos 5-6). Fue Pedro quien desenvainó su
espada y atacó al siervo del sumo sacerdote
(Juan 18:10), e inmediatamente se le dijo que
metiera su espada en la vaina (versículo 11).
Fue Pedro quien se jactó de que nunca
abandonaría al Señor, aunque todos los demás
lo hicieran (Mateo 26:33), y más tarde negó
tres veces que conocía al Señor (versículos 70-
74).
A través de todos los altibajos de Pedro, el
Señor Jesús siguió siendo su amoroso Señor y
fiel guía. Jesús reafirmó a Simón como Pedro,
la "Roca", en Mateo 16:18-19, prometiendo
que él sería fundamental en el establecimiento
de la iglesia de Jesús. Después de Su
resurrección, Jesús específicamente nombró a
Pedro como alguien que necesitaba escuchar
las buenas nuevas (Marcos 16:7). Y, repitiendo
el milagro de la gran pesca, Jesús hizo una
observación especial para perdonar y restaurar
a Pedro y volver a comisionarlo como apóstol
(Juan 21:6, 15-17).

En el día de pentecostés, Pedro fue el orador


principal a la multitud en Jerusalén (Hechos
2:14ss), y la iglesia comenzó con una afluencia
de cerca de 3,000 nuevos creyentes (versículo
41). Más tarde, Pedro sanó a un cojo que pedía
limosna (Hechos 3) y predicó audazmente ante
el sanedrín (Hechos 4). Ni siquiera el arresto,
los golpes y las amenazas, pudieron amortiguar
la determinación de Pedro de predicar a Cristo
resucitado (Hechos 5).

La promesa de Jesús de que Pedro sería


fundamental en la edificación de la iglesia, se
cumplió en tres etapas: Pedro predicó el día de
pentecostés (Hechos 2). Entonces, él estaba
presente cuando los samaritanos recibieron el
Espíritu Santo (Hechos 8). Finalmente, fue
llamado a la casa del centurión romano
Cornelio, quien también creyó y recibió el
Espíritu Santo (Hechos 10). De esta manera,
Pedro "abrió" tres mundos diferentes y abrió la
puerta de la iglesia a judíos, samaritanos y
gentiles.

Aun como apóstol, Pedro experimentó algunos


quebrantos mientras maduraba. Al principio,
se había resistido a llevar el evangelio a
Cornelio, un gentil. Sin embargo, cuando vio a
los romanos recibir el Espíritu Santo de la
misma manera que él lo había hecho, Pedro
concluyó que "Dios no hace acepción de
personas" (Hechos 10:34). Después de eso,
Pedro defendió enérgicamente la posición de
los gentiles como creyentes y se mantuvo firme
en que no necesitaban conformarse a la ley
judía (Hechos 15:7-11).

Otro episodio de crecimiento en la vida de


Pedro, tiene que ver con su visita a Antioquía,
donde disfrutó del compañerismo de los
creyentes gentiles. Sin embargo, cuando
algunos judíos legalistas llegaron a Antioquía,
Pedro, para apaciguarlos, se retiró de los
cristianos gentiles. El apóstol Pablo vio esto
como hipocresía y se lo dijo así en la cara de
Pedro (Gálatas 2:11-14).

En su vida adulta, Pedro pasó tiempo con Juan


Marcos (1 Pedro 5:13), quien escribió el
evangelio de Marcos, basado en los recuerdos
de Pedro de su tiempo con Jesús. Pedro
escribió dos epístolas inspiradoras, 1 y 2 Pedro,
entre los años 60 y 68 d.C. Jesús dijo que Pedro
moriría como un mártir (Juan 21:18-19), una
profecía que se cumplió, probablemente,
durante el reinado de Nerón. La tradición dice
que Pedro fue crucificado al revés (invertido)
en Roma y, aunque la historia puede ser cierta,
no hay ningún testimonio bíblico o histórico de
los detalles de la muerte de Pedro.

¿Qué podemos aprender de la vida de Pedro?


Aquí hay algunas lecciones:

Jesús vence el miedo. Ya sea que saliera de una


barca hacia un mar agitado, o cruzara el
umbral de un hogar gentil por primera vez,
Pedro encontró valor en seguir a Cristo. "En el
amor no hay temor, sino que el perfecto amor
echa fuera el temor..." (1 Juan 4:18).

Jesús perdona la infidelidad. Después de


haberse jactado de su fidelidad, Pedro negó
fervientemente al Señor tres veces. Jesús
amorosamente restauró a Pedro al servicio.
Pedro fue un fracaso anterior, pero, con Jesús,
el fracaso no es el fin. "Si fuéremos infieles, él
permanece fiel; él no puede negarse a sí
mismo" (2 Timoteo 2:13).

Jesús pacientemente enseña. Una y otra vez,


Pedro necesitaba corrección, y el Señor la dio
con paciencia, firmeza y amor. El Maestro
busca estudiantes dispuestos a aprender. "Te
haré entender, y te enseñaré el camino en que
debes andar..." (Salmo 32:8).

Jesús nos ve como Él quiere que seamos. La


primera vez que se encontraron, Jesús llamó a
Simón "Pedro". El pescador áspero e
imprudente era, a los ojos de Jesús, una roca
firme y fiel. "... el que comenzó en vosotros la
buena obra, la perfeccionará hasta el día de
Jesucristo..." (Filipenses 1:6).

Jesús usa héroes insólitos. Pedro era un


pescador de Galilea, pero Jesús lo llamó a ser
pescador de hombres (Lucas 5:10). Debido a
que Pedro estaba dispuesto a dejar todo lo que
tenía para seguir a Jesús, Dios lo usó de
muchas formas. Mientras Pedro predicaba, la
gente se asombraba de su audacia porque era
"sin letras" y del "vulgo". Pero entonces se
dieron cuenta de que Pedro "había estado con
Jesús" (Hechos 4:13). Estar con Jesús hace toda la diferencia.

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