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SERES VIVOS
La contaminación del suelo afecta a todos los ámbitos. Los alimentos que comemos, el
agua que bebemos, el aire que respiramos, nuestra salud y la de todos los organismos
del planeta dependen de un suelo sano. El contenido de nutrientes de los tejidos de
una planta está directamente relacionado con el contenido de nutrientes del suelo y su
capacidad para intercambiar nutrientes y agua con las raíces de esa planta.
Sin embargo, la lista es mucho más larga. Podemos citar otras causas no menos
importantes, como las fugas radiactivas, el uso intensivo de pesticidas o abonos
químicos, la minería, las actividades de la industria química, los metales pesados que
salen del tubo de escape del tráfico rodado y las chimeneas de la industria, los
materiales de construcción, sobre todo por la escorrentía del agua que disemina los
productos nocivos, el alcantarillado antiguo en mal estado o, sin ir más lejos, la misma
lluvia ácida.
Habida cuenta de la variedad de los focos de contaminación, las causas a menudo son
difíciles de identificar, ya que los contaminantes pueden llegar hasta el suelo, las
plantas, los animales o el agua por muy diferentes razones que no siempre resultan
obvias. En todo caso, lo que sí que podemos decir es casi todas ellas tienen que ver
con la acción del hombre y la actividad industrial.
La pérdida de calidad del terreno supone una serie de consecuencias negativas que
van desde su desvalorización hasta la imposibilidad de uso para construir, cultivar o,
simple y llanamente, para albergar un ecosistema sano.
Por otro lado, junto a un lógico deterioro del paisaje por el empobrecimiento del
ecosistema, a menudo una pérdida irreversible, la contaminación de la tierra supone
pérdidas millonarias al impedir la explotación de ese entorno natural por parte de la
población autóctona o de inversores industriales.
Para evitar la contaminación del suelo, es decir que esta empeore y conseguir reducir
la ya presente, hay que tener en cuenta cuáles son las posibles soluciones para la
contaminación del suelo. Así, estos son algunos puntos a tener en cuenta para
conseguirlo:
Reciclar: por último, la tercera R nos recuerda que hay que reciclar los materiales
cuando ya no podemos reutilizarlos más. De esta forma se tratarán en las plantas
especiales de reciclaje y este material volverá a su estado básico para volver a
fabricar otro producto nuevo, al que le volveremos a dar el máximo de usos. Con
estos tres primeros pasos se disminuye considerablemente la contaminación del
suelo.
Plantar plantas y árboles: plantar árboles y todo tipo de plantas es una de las
mejores formas de ayudar a evitar la contaminación de la tierra, ya que la
vegetación protege los suelos y ayuda a mantener el equilibrio en estos. Además,
la vegetación es la mejor forma de limpiar el aire lo que también ayudará a evitar
el empeoramiento de este problema y a tener más posibilidades de solucionarlo.
Evitar aguas contaminadas: para regar las plantas y el huerto usa siempre agua
limpia, para evitar vertidos contaminantes en la tierra. Si recoges el agua de la
lluvia, que es una práctica ecológica muy habitual, asegúrate de que no sea agua
de lluvia ácida ni, por supuesto, uses agua usada para limpiar el hogar o la ropa
que lleva jabones.
BIBLIOGRAFÍA:
https://www.ecologiaverde.com/contaminacion-del-suelo-causas-consecuencias-y-
soluciones-285.html
http://www.fao.org/fao-stories/article/es/c/1126977/
https://www.ecologiaverde.com/como-evitar-la-contaminacion-del-suelo-1362.html
https://www.biopedia.com/como-la-contaminacion-afecta-a-todos-los-seres-vivos/