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246 Estudis Escènics, 32

La dirección de actores
según Stanislavski
Dani Salgado

0. Introducción

Realizar un estudio sobre la dirección de


actores es, cuando menos, un asunto deli-
rante. ¿Qué metodología habrá de aplicar-
se? ¿El método científico? Digamos, de mo-
mento, que sí. Ahora bien, ¿de qué manera?
¿No es dicho método el sistema de análisis
de la realidad que sirve, por ejemplo, para
descubrir una nueva partícula subatómica
o para determinar la influencia del polipép-

Y
tido intestinal vasoactivo en la inhibición
de la secreción de enzimas gástricas? Visto
Estudio de este modo, investigar los fundamentos
de la dirección de actores ¿no podría con-
sistir acaso en establecer la influencia de la
intensidad y el timbre de la voz de un direc-
tor de escena sobre el ritmo cardíaco de sus
actores? Pues bien, temo que, si un estudio
riguroso ha de seguir estas pautas, tamaña
tarea no se ha llevado a cabo en el presente
caso, no tanto por desgana como por inca-
pacidad científica manifiesta. Ahora bien,
si se acepta de buen grado la vía deductiva
(adornada aquí y allá con citas e invocacio-
nes a figuras eminentes), entonces sí que se
ha afrontado la tarea. Aunque ya sea sabi-
do, se habrá de advertir que estudios que
siguieron esta línea afirmaron en el pasado,
por ejemplo, que la Tierra es el centro del
universo, que 2+2=4 (afi rmación puramen-
te matemática, indemostrable experimen-
talmente) o que el acto de pensar es condi-
ción suficiente para deducir la existencia del
pensador (conjetura que nada dice sobre el
existir de candilejas, camerinos y escena-
rios). Aun así, no nos resignamos a aplicar
al teatro la retórica de la ciencia, adelan-
tando que ni somos acreedores del oficio
con que Lope de Vega redactaba una come-
dia en pocas horas ni de la brillantez con
que el jovencísimo Evariste Galois escribió
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durante las últimas horas de su vida los es- El llamado «Sistema de Stanislavski»
critos que revolucionarían el álgebra de los es una teoría sobre la dirección
siglos xix y xx. Para más desgracia, intui- de actores
mos que las leyes de la mecánica cuántica
describen mejor la realidad subatómica que Se ha de señalar que esta hipótesis no es en
cualquier aclaración nuestra los principios absoluto original ni ha nacido exclusiva-
de la dirección de actores. En teatro, mal mente de las páginas de Stanislavski. En
que nos pese, aún no vislumbramos el rigor realidad, es un tema que ya fue planteado
y la precisión de la ciencia. Mas siendo op- por Jaume Melendres cuando afirmaba que
timistas, ¿acaso es menos sobrecogedor el «la obra de Stanislavski está destinada fun-
influjo del destino en la tragedia de Edipo damentalmente a la formación de los direc-
que la influencia del principio de Arquíme- tores de escenas» (2000 : 92). Pues bien,
des en el descubrimiento de América? ¿Aca- consideramos necesario y útil que esa afi r-
so la ola de crímenes que urde la inteligen- mación, sin duda valiente y lúcida, sea ex-
cia de Ricardo III no supera en belleza a la plorada en estas páginas para que salgan a
fúnebre eficacia con que E=mc2 propulsó a flote las razones que la sostienen. Si demos-
la fama a Hiroshima y Nagasaki? Por más tramos la veracidad de la hipótesis podre-
grande que sea la ciencia, nunca dejará pe- mos sostener en el futuro que los estudios
queño a nuestro teatro. teatrales pueden dar lugar a genuinas teo-
rías, que la relación actor-director puede
ser estudiada (con las debidas reservas) en
1. Hipótesis términos científicos y que la evolución de la
disciplina teatral no ha de depender en ex-
De esta manera habla Aristóteles en una de clusiva de aspectos puramente artísticos
sus obras: «Hay un ser que mueve, perma- sino de los descubrimientos que, desde múl-
neciendo él inmóvil» (1999: 208). Si el títu- tiples disciplinas, se puedan extrapolar a la
lo de dicha obra no fuese la que es (Meta- actividad teatral.
física) y, en cambio, fuese Dirección escé- Antes de proceder a la verificación de la
nica, no dudaría en afi rmar aquí que tal ser hipótesis es necesario aclarar que el Sistema
ya inmóvil que mueve a buena parte de la es el conjunto de las convicciones sobre el
profesión teatral es Stanislavski. La obra oficio del actor que Stanislavski fue desa-
del director ruso y, sobre todo, la influencia rrollando y poniendo en práctica a lo largo
que sobre el teatro posterior ejercieron sus de los años. El Sistema no es un conjunto
escritos y su magisterio nos hace creer que uniforme de saberes sino una serie de pro-
él planteó las preguntas fundamentales so- cedimientos que él fue estructurando y re-
bre el arte teatral y, en virtud de las mismas, formulando durante su experiencia como
encontró respuestas que, más tarde, fueron actor, director y pedagogo. El mismo Sta-
alabadas, tergiversadas, rebatidas, ignora- nislavski desdeñaba el calificativo de Siste-
das o vilipendiadas. De lo que no cabe duda ma para el conjunto de sus indagaciones ya
es de que Stanislavski se acercó de una ma- que, según sus palabras: «Eso ha estado
nera racional y meticulosa a la naturaleza cambiando constantemente» (1997b : 21).
del teatro. Su influencia habla no sólo de su Aún así, Stanislavski empleaba la palabra
talento sino de su capacidad para tratar te- Sistema aplicándola al conjunto de proce-
mas centrales del arte dramático. Es esa dimientos que él diseñó para que la creación
posición central de la figura de Stanislavski teatral se acerque a las leyes científicas que
la que mueve nuestro interés por analizar guían el comportamiento de la naturaleza.
su obra partiendo de una hipótesis de par- Por eso afi rma que la fuerza del Sistema
tida: radica «en que nadie lo ha ideado, nadie lo
ha inventado. El sistema pertenece a nuestra
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propia naturaleza orgánica, tanto a la espi- rá del estigma. Pero como los errores ante
ritual como a la material. Las leyes del arte los cuales permanecemos ahora ciegos se-
están fundamentadas en las leyes de la na- rán observados claramente por ojos distin-
turaleza» (Knébel, 2000 : 23). tos y más sanos que los nuestros, mientras
no se revele nuestra ceguera nos aprestare-
mos a morir matando el Sistema que, inge-
2. El Sistema como teoría nuamente, creemos ver. Para ello, hemos
realizado la tarea de analizar la obra que él
Si estamos de acuerdo en que toda buena proyectó dedicar «al oficio del actor» (1994
teoría «debe describir con precisión un am- : 41), compuesta por cuatro volúmenes or-
plio conjunto de observaciones sobre la base denados por él del siguiente modo: 1) Mi
de un modelo que contenga sólo unos pocos vida en el arte; 2) El trabajo del actor sobre
parámetros arbitrarios, y debe ser capaz de sí mismo en el proceso creador de las vi-
predecir positivamente los resultados de vencias; 3) El trabajo del actor sobre sí mis-
observaciones futuras» (Hawking, 2002 : mo en el proceso creador de la encarnación
27 y 28), el Sistema de Stanislavski pudiera y 4) El trabajo del actor sobre su papel.
no ser una teoría en toda regla, aunque sí Como es bien sabido, Stanislavski sólo
un conjunto coherente e interrelacionado de vio publicado en vida el primero de los vo-
ideas. Lo que sí es cierto es que no fue pre- lúmenes (Mi vida en el arte) y llegó a ter-
sentado como teoría científica pues su ob- minar el segundo, publicado póstumamen-
jetivo era, como el mismo Stanislavski nos te. La consistencia y la depuración de los
advierte, «exclusivamente práctico» (1994 materiales que integran los dos últimos li-
: 42). bros ya es más dudosa. Aun así, no pode-
De cara a la verificación de nuestra hipó- mos desestimar el contenido de ambos vo-
tesis, la tarea que debemos resolver en pri- lúmenes ya que ofrecen información clave
mer lugar es, pues, la de certificar que el sobre la última visión de Stanislavski res-
Sistema constituye una teoría. Para ello, pecto a la creación teatral, una línea de
intentaremos esclarecer en primer lugar los trabajo cuyo núcleo son las llamadas accio-
postulados que, según nuestro análisis, le nes físicas.
sirven de sustentación y, en segundo lugar, Después de haber analizado estas fuentes
los teoremas, es decir, afi rmaciones que de procedimos a la síntesis de lo que, a nuestro
los postulados o de anteriores teoremas se parecer, son los postulados fundadores del
deducen. En ambos casos estableceremos la Sistema. Como postulado entendemos toda
relación existente entre estas afi rmaciones afi rmación no obvia ni derivada de otra (y
y la práctica teatral del maestro ruso. Si, por tanto indemostrable), que toma Stanis-
además, descubrimos predicciones sobre lavski como verdadera y cuya veracidad,
futuros trabajos teatrales (tal como requie- por medio de cadenas de deducción poste-
re toda teoría que se precie de serlo), podre- riores, garantiza la validez del resto del Sis-
mos concluir que el Sistema es una teoría tema. Se ha de aclarar que hemos escogido
en toda regla. algún postulado en el cual Stanislavski no
pone especial énfasis y hemos obviado otros
que se antojan a primera vista imprescindi-
3. Postulados del Sistema bles, justificándose la elección en base a si
unos son o no deducibles de otros. Así, he-
La interpretación parcial o incorrecta de los mos optado por no seguir literalmente los
escritos del maestro ruso es una constante escritos sino actuar del modo más científico
relacionada con buena parte de los estudios posible, respaldándonos siempre, eso sí, en
que sobre él se realizan, lo cual nos hace su palabra. La razón que justifica tal actua-
pensar que nuestra tarea tampoco se libra- ción es la propia naturaleza de los escritos:
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una narración literaria cuya ficción presen- cleos de investigación y difusión cultural.
ta a un profesor que da clases a unos alum- En las escuelas se comienza a enseñar (y en
nos de arte dramático. La manera en que se los ejércitos, cómo no) una materia que has-
desarrolla la narración no obedece, por tan- ta entonces nunca había entrado en el cu-
to, a razones estrictamente pedagógicas rrículo de la enseñanza en Occidente: la
sino expresivas. De ahí el riesgo de nuestro educación física. En este campo dominan
procedimiento, que intenta traducir un tex- dos líneas principales: la gimnasia alemana
to literario a otro género que no le es propio (centrada en el fortalecimiento del cuerpo)
(el ensayo, o como se le quiera llamar a este y la gimnasia sueca (especializada en desa-
trabajo). rrollar armónicamente el sistema muscu-
lar). En muchos países se realizan modifi-
caciones y variaciones sobre estos modelos
4. Primer postulado y se crean otros nuevos, cobrando mayor
importancia, a medida que avanza el siglo,
Siendo un poco simplistas, se podría decir las tesis de que la educación física no influ-
que, al menguar la influencia del Romanti- ye tan sólo en el cuerpo sino en las capaci-
cismo hacia la mitad del siglo xix, se impo- dades intelectuales y psicológicas del indi-
ne en toda Europa el Positivismo, corriente viduo, tesis respaldadas por estudios diver-
opuesta a la anterior que pretendía basarse sos. En este sentido tiene especial relevancia
en los hechos y la ciencia, aunque en la el descubrimiento de que manifestaciones
práctica vino a suponer un romanticismo corporales vinculadas tradicionalmente a
de la ciencia. Esta corriente de pensamien- fenómenos paranormales son interpretadas
to estaba ligada, por un lado, a la creación por la recién nacida psicología científica
de nuevas disciplinas científicas que duran- como desórdenes mentales, demostrándose
te siglos habían sido patrimonio de la filo- así la estrecha relación entre la mente y el
sofía, como la Psicología (creada por Wun- cuerpo. Por otro lado, es también en el siglo
dt) y la Sociología (nacida de las importan- xix cuando el Imperio Británico exporta su
tes contribuciones de Comte, Marx, Spen- noción del juego competitivo —fútbol, rug-
cer, Durkheim, Weber...) y, por otro lado, by, tenis, golf...—, apoyada a partir de 1896
a la aparición de revolucionarios avances por la restauración moderna del olimpismo
en otras ciencias, como la Historia (el rigor griego. Como base de esa dualidad gana-
que aplica Ranke al tratamiento de las fuen- dor-perdedor se establece progresivamente
tes), la Biología (el evolucionismo de Dar- la noción de entrenamiento como respuesta
win), la Medicina (las investigaciones con científica a la mejora de las capacidades in-
microorganismos de Pasteur), la Geografía dividuales. Así pues, el interés por el cuerpo
(los viajes científicos de Humboldt el me- humano deja de ser territorio exclusivo de
nor), la Lingüística (los estudios sobre tipo- la medicina y pasa a formar parte de un
logía de Humboldt el mayor) o la Física (la amplio territorio científico, en donde encon-
serie de descubrimientos que desembocaron tramos a la psicología, la fisiología, la psi-
en 1905 en la relatividad de Einstein). La quiatría, la biología, la genética evolutiva...
ciencia, entendida como modelo de racio- ganándose así el respeto tanto de las insti-
nalidad, se consideraba la guía necesaria tuciones académicas superiores como de la
para el progreso de la humanidad. Por otro propia ciudadanía. Aparece una nueva vi-
lado, durante todo el siglo xix se expande sión del cuerpo como máquina sutil en don-
la noción de cultura oficial a través de la de lo corporal, lo mental y lo emocional
obligatoriedad de la educación primaria, el parecen confluir en un todo interrelaciona-
aumento del número de periódicos y de pu- do. En el mundo de las artes, la corriente
blicaciones de todo tipo, y la creciente im- positivista desencadena el realismo y el na-
portancia de las universidades como nú- turalismo, este último singularmente expre-
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sado por Zola, quien define la labor de un en el primer director de teatro ruso en el
novelista en términos de «observador y ex- verdadero sentido de la palabra. Tanto en
perimentador» (1989 : 36). Trasladar a una la Sociedad como más tarde en el TAM,
novela la influencia que sobre el ser huma- Stanislavski emprende una cruzada contra
no ejercen tanto la herencia como el medio los histrionismos y los hábitos mecánicos
en que vive, será la tarea del creador natu- de la actuación, contra el sistema de primer
ralista, para así reflejar la causa determi- actor que echaba a perder al resto del con-
nante de los fenómenos sociales. Tal como junto, contra la ausencia de buenos reper-
lo expresa Zola, el naturalismo es torios en los teatros de entonces, contra el
ruido y el movimiento de los espectadores
el regreso a la naturaleza y al hombre, es durante la función, contra los saludos de
la observación directa, la anatomía exacta, los actores en mitad de una obra y, sobre
la aceptación y la descripción exacta de lo
todo, contra la rutina teatral que él creía
que existe. […] No más personajes abstrac-
que era el «resultado de la impotencia ar-
tos en las obras, no más invenciones falsea-
tística» (1997a : 77). Su propia experiencia
doras, no más absoluto, sino personajes
reales, la verdadera historia de cada uno, como actor le había enseñado que los acto-
la relación de la vida cotidiana» (1989 : res eran reacios a la verdad «no porque no
113). la soporten, sino porque la creen capaz de
destruir su fe en ellos mismos» (1997a : 77).
Todo este universo de conocimiento pro- Es importante mencionar aquí esa palabra,
pio de su época será el punto de partida del verdad, término muy ligado en Stanislavski
trabajo de Stanislavski. La investigación a los de vivencia y fe y que tiene una inne-
como motor del progreso, el entrenamiento gable relación con las tesis del arte natura-
como herramienta de mejora del mundo lista de Zola, para quien «una obra verda-
psicofísico del cuerpo humano y las tesis del dera será eterna» (1989 : 122). Lo verdade-
arte naturalista serán tres claves que le ser- ro representa, en este contexto, un apego
virán de guía a lo largo de toda su vida. artístico a la vida cotidiana, una aproxima-
En sus experiencias como actor amateur ción imitativa a la conducta humana y, en
a partir de 1888 en la Sociedad de Arte y la medida en que esta reproducción es con-
Literatura, Stanislavski ya intuía que la in- seguida, en mayor medida una actuación es
terrelación entre el trabajo físico del actor verdadera.
y sus emociones podía alcanzarse yendo El realismo que seguían las escenificacio-
«desde el cuerpo hacia el alma, desde la en- nes de Stanislavski necesitaba de un tipo de
carnación hacia la vivencia, desde la forma actuación diferente a los códigos teatrales
hacia el contenido» (1997a : 15). En 1890 que imperaban en la tradición actoral del
visita Moscú la compañía teatral del duque momento. Es por ello que él decide dirigir
Georg II von Sachsen-Meiningen. La pro- a los actores de manera que sean capaces
funda impresión que causan tanto sus es- de recrear la conducta de la vida cotidiana,
pectáculos como los métodos de dirección adaptada a las circunstancias espacio-tem-
aplicados en la compañía por Ludwig Chro- porales que marcaba cada obra. En aras de
negk, deciden a Stanislavski a imitar tanto la verdad, el comportamiento escénico de
sus procedimientos de dirección de actores los actores requería imitar tanto el aspecto
como el realismo de su puesta en escena, físico y conductual como también el psíqui-
estilo que no abandonará hasta su muerte, co de los personajes, siguiendo así una ley
salvo pasajeras experiencias en el Teatro de fundamental del ser humano: la indisoluble
Arte de Moscú (al que nos referiremos de relación entre cuerpo, razón y sentimiento,
aquí en adelante como TAM). En ese mismo tema muy en boga por entonces, como he-
año de 1890, Stanislavski pasa a ser direc- mos visto. El arte teatral, pues, debe seguir
tor y actor de la Sociedad y se convierte así ese dictado, ya que «la naturaleza es sufi-
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ciente; hay que aceptarla tal cual es sin mo- ner que presentar resultados. A la luz del
dificarla ni recortarla», decía Zola (1989 : trabajo que realizaba Meyerhold, Stanisla-
120). En el TAM, Stanislavski se consagró vski se iba dando cuenta de que «el teatro
a la tarea de alcanzar ese objetivo y, para estaba creado, en primer lugar, para el ac-
ello, decidió que todo lo que girase alrede- tor, sin el cual no puede existir, y que para
dor de los actores les ayudase en su tarea. el arte nuevo se necesitan actores también
Así, persiguiendo la meta del realismo in- nuevos, con una técnica completamente re-
terpretativo, los decorados, el vestuario, la novada» (1997a : 223). Dado que los actores
caracterización de los personajes, el atrez- con que contaba Meyerhold no estaban pre-
zo... todo lo que constituía el medio am- parados para tal tarea, deciden cerrar el
biente de los actores en escena estaba enfo- Estudio.
cado a darles la impresión de encontrarse El fracaso del Estudio, la revolución de
en los verdaderos lugares en donde se desa- octubre de 1905, el exilio de Gorki y, sobre
rrollaba la ficción, con la fi nalidad de pro- todo, la muerte de Chéjov el año anterior,
vocar en ellos una actuación verista. En esta sumió al TAM y a Stanislavski en una gran
primera etapa del TAM, en donde tuvieron crisis. Dada la convulsa situación política,
gran éxito las representaciones de las obras en enero de 1906 salen de gira al extranjero.
de Chéjov y Gorki, Stanislavski buscaba A pesar del éxito de la misma, Stanislavski
influir en el arte del actor desde lo exterior no está contento. Nota que se aburre ac-
(las condiciones de la representación) a lo tuando, que ha perdido la alegría de la crea-
interior (el sentimiento del artista). Stanis- ción y que actúa mecánicamente. Acabada
lavski se inspiraba en la idea naturalista de la gira, durante el verano toma un reposo
la influencia del medio en la conducta de de ocho semanas en Finlandia en donde,
una persona. según su mujer, sólo se dedica a fumar y a
Tras el fracaso de su montaje de El poder escribir encerrado en una habitación. En
de las tinieblas de Tolstoi, Stanislavski se esos días se pregunta a qué es debida su
dio cuenta de que el naturalismo escénico apatía y, sobre todo, qué medios debe uti-
no era herramienta suficiente para ayudar lizar para estimular de nuevo la inspiración.
a sus actores a interpretar verazmente. «No Esta reflexión encontró respuestas al pensar
hubo “tiniebla” espiritual, por ello lo exte- qué era lo que hacía destacables a los gran-
rior, lo naturalista, resultaba innecesario; des artistas del momento (Duse, Fedotova,
no tenía a qué servir de complemento ni de Chaliapin, Salvini, etc.). «La libertad del
ilustración» (1997a : 189 y 190). Creyó cuerpo, la ausencia de toda tensión muscu-
como causa de tal defecto la falta de ex- lar y el absoluto sometimiento de todo el
presividad de los actores y, más adelante, aparato físico a las órdenes emanadas de la
guiándose por ideas que seguramente pro- voluntad del artista» (1997a : 240 y 241),
cedían del campo deportivo, comprendió eran los rasgos compartidos por aquellos
que el cuerpo de los actores necesitaba en- genios de la escena. Esta primera respuesta
trenamiento para crear un nuevo tipo de que él no tarda en aplicar a su trabajo como
expresividad teatral. Como él no se veía actor con resultados que él cree excelentes,
capaz de desarrollar tal investigación, lla- será el comienzo de sus experimentos con-
mó a Vsevolod Meyerhold, actor de las pri- sigo mismo durante los ensayos y las repre-
meras obras del TAM que había dejado la sentaciones, dando forma a la primera ver-
compañía para experimentar con nuevas sión del Sistema. Es de destacar aquí que
formas teatrales. Así fue como Meyerhold esa primera y crucial respuesta que da a un
se convirtió en director del Estudio, el pri- pregunta de naturaleza psíquica (¿cuáles
mer laboratorio de la historia del teatro, son las características del estado creador?)
destinado a experimentar con actores ya la responde de manera física, denotando
preparados y liberados de la presión de te- una gran confianza en la inevitable interre-
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lación entre cuerpo, razón y sentimiento, jables y estables del individuo. Estas dos
que él expresaría más adelante del siguien- bases, en virtud de la interrelación que
te modo: «La vida espiritual se refleja en el enuncia el postulado que aquí nos ocupa,
cuerpo. Del mismo modo, la vida del cuer- acabarían conduciendo al actor hacia un
po puede reflejarse en la vida del espíritu» estado emocional adecuado para interpre-
(1988 : 220 y 221). Esta afi rmación nos ha tar su papel. Así, y gracias a este postulado,
servido para deducir el primer postulado de concluyó que «se puede estimular la crea-
su Sistema, que nosotros defi nimos aquí ción subconsciente del artista a través de
como: una técnica consciente» (1994: 60). Es por
esto que años más tarde, reflexionando so-
Postulado 1: La vida psíquica bre el arte del actor, recalca que uno de sus
influye en la vida del cuerpo pilares son las disciplinas corporales. Entre
y viceversa ellas, él incluye los métodos que en su mo-
mento estaban de moda como eficaces para
Hemos traducido vida espiritual por vida adiestrar la interrelación cuerpo-mente
psíquica pues ése es el sentido subyacente a (gimnasia sueca, acrobacia, danza, plasti-
su afi rmación y porque, en uno de sus li- cidad del movimiento, etc.). A este respecto
bros, consagra un capítulo a las fuerzas él señala que también las indicaciones del
motrices de la vida psíquica, cuya temática director han de seguir esta línea, cuidando
entronca con la de este postulado. Dichas de no marcarle al actor «el contenido psi-
fuerzas las deduce de la observación de las cológico de un objetivo o una acción, sino
tipologías psicológicas de los actores (emo- que se le deben proponer acciones físicas
tivos, volitivos e intelectuales), lo cual le rodeadas de circunstancias interesantes. Así
lleva a establecer tres fuerzas motrices: el actor no se preocupará por la psicología,
mente, voluntad y sentimiento. la tragedia o el drama» (1994: 193). Es de
Stanislavski reconocía que el estado crea- esta manera como defi nirá Stanislavski su
dor del artista era cambiante y ello influía aportación decisiva al arte dramático: «Lo
en su dispar rendimiento. La ausencia de inconsciente a través de lo consciente, éste
una técnica creativa apropiada hacía que «a es el lema de nuestro arte y de su técnica»
veces, de pura casualidad, y por razones (1988 : 59).
que ignorábamos, bajaba sobre nosotros la
inspiración» pero este hecho sólo represen-
taba para él «meras casualidades que, por 5. Segundo postulado
supuesto, no pueden ser consideradas ni
tomadas como base para el arte» (1997a : En 1911, tras estrenar el TAM el famoso
132). Dado su carácter concienzudo e in- Hamlet codirigido por Gordon Craig y Sta-
conformista, Stanislavski se decidió a en- nislavski, este último se convenció de que,
contrar la manera de hacer que tal estado en su compañía, no habían hallado «los
creativo no apareciese intermitentemente modos y la manera adecuados para la trans-
sino a voluntad del creador. Aunque creía misión de las piezas heroicas, de estilo ele-
que el estado idóneo para interpretar un vado» (1997a : 303). Fue por aquella época
personaje era que el actor experimentase en cuando se decidió a dirigir a sus actores
todo momento idénticos sentimientos a los según el método que él había desarrollado
de su papel, también convenía en que «no en privado. Desde el primer momento, «los
es posible desear emocionarse» (1988 : 131). artistas se desinteresaron por los resultados
Así, comprendió que, para que un actor de mi largo trabajo de laboratorio», dice
pudiese dominar su interpretación, tendría Stanislavski (1997a : 304). Además, sus ac-
que edificar una técnica basada en el cuer- tores pensaban de él que ahora interpretaba
po y la razón, los dos elementos más mane- peor sus papeles y que «era mucho mejor
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sin esas teorías, como actuaba antes, con mundial de esta gira es muy seguida en Ru-
sencillez, sin las pamplinas que pregona sia y cuando, en agosto de 1924, el TAM
ahora» (1997a : 305). Dadas las reticencias regresa a Moscú, Stanislavski es recibido en
de los actores de su teatro, Stanislavski de- loor de multitudes y convertido en héroe y
cidió que Sulerzhitzki, su ayudante y más reflejo de la victoria artística del comunis-
fiel colaborador, enseñase la técnica perso- mo sobre el capitalismo. Lenin había muer-
nal de Stanislavski a estudiantes de una to y el progresivo aumento de la represión
escuela de arte dramático. El éxito y la di- estalinista provoca que, pocos años más
fusión de esta experiencia hizo que, fi nal- tarde, el Sistema se convierta en el método
mente, los actores del TAM aceptasen ser de creación teatral oficial del teatro sovié-
dirigidos según esa nueva metodología mas, tico. Frente a tal hecho, hasta el propio Sta-
aun así, el Sistema fue aceptado más bien nislavski se mostraba cautelosamente rece-
de oído que seguido con entusiasmo. Para loso de que un Sistema sobre el cual él no
mejorar esta metodología aún en fase de había publicado ni una sola palabra se pre-
desarrollo, Stanislavski creó el Primer Es- dicase tan ligeramente, casi de oídas. Tras
tudio del TAM, dirigido por Sulerzhitzki y la diáspora que había supuesto la gira de
en el cual se encontraban actores de gran dos años de duración, se vuelve a reunir la
relevancia en el futuro (Boleslavsky, Vajtán- compañía del TAM, aunque «no regresaron
gov y Mijail Chéjov). El éxito de los espec- todos, pero, en cambio, volvieron los más
táculos del Primer Estudio repercutió en un necesarios y los más talentosos» (1997a :
mayor interés de los actores de la compañía 361), como afi rmará Stanislavski. Entre
en ser dirigidos según el ya famoso Sistema. esos miembros ni necesarios ni talentosos
Pero, pese a ello, los resultados del Sistema estaba Boleslavski, que en los Estados Uni-
en los espectáculos del TAM dan como re- dos desarrolló una versión de las ideas aún
sultado fracasos estrepitosos. Las investi- no evolucionadas de Stanislavski que des-
gaciones de Stanislavski se detienen y, du- embocarían años más tarde en el célebre
rante años, se suceden toda una serie de Método del Actors Studio, un conjunto de
desgracias: el caos que supuso la Gran Gue- recetas estructuradas para la formación de
rra y la Revolución, la muerte de Sulerzhitz- actores que no supuso, como fue el trabajo
ki (el único que, según Stanislavski, com- posterior de Stanislavski, una compleja e
prendió sus ideas, junto con Vajtángov, que integral visión de la dirección de actores y
las comprendía a medias), las amenazas de de la puesta en escena.
los revolucionarios del Proletkult al TAM Todas las circunstancias biográficas que
por anacrónico, la posterior muerte de Va- hasta aquí hemos relatado tienen importan-
jtángov, la aparición de nuevos estilos tea- cia para dar cuenta de los muchos sinsabo-
trales dominantes, la división de la compa- res a los que se enfrentó nuestro protago-
ñía del TAM durante tres años debido a que nista para esbozar y expresar su nueva con-
la mitad de la compañía había cruzado el cepción del hecho teatral. Todos esos pro-
frente entre el Ejército Rojo y el Blanco para blemas condujeron a afianzar un principio
hacer una gira y no habían podido volver... que aquí presentamos como segundo pos-
Ante tal panorama, en septiembre de 1922, tulado de su Sistema:
Stanislavski y algunos de sus actores em-
prenden una gira por Europa y América. Postulado 2: Crear algo propio
Por primera vez en muchos años, el trabajo es preferible a ejecutar lo ajeno
de la troupe de Stanislavski es bien recibido
y la hasta entonces nunca vista conjunción ¿En qué nos basamos para afi rmar tal pos-
y perfección del conjunto del TAM hace tulado? En primer lugar, en la propia pala-
populares tanto a la compañía como a Sta- bra de Stanislavski, quien afi rma que «asi-
nislavski y a su Sistema. La repercusión milar lo ajeno es más difícil que crear algo
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propio» (1988 : 304). En segundo lugar, en suya, era evidente que los resultados no po-
el hecho de que esta afi rmación explica tres drían producirse. Esto lleva a la conclusión
importantes ideas que se desprenden de los de que el Sistema no es, en esencia, un mé-
escritos de Stanislavski: todo de formación actoral, sino un lengua-
je compartido libremente por actores y di-
1. La comprensión de que para influir en rector y, en virtud del mismo, una metodo-
la actuación de los actores no basta con re- logía de creación conjunta.
crear un ambiente favorable mediante la
escenografía, el atrezzo, etc.
2. Su deseo de que los actores se convir- 6. Tercer postulado
tiesen en creadores del espectáculo.
3. La idea de que no se puede dirigir ac- A fi nales del siglo xix y principios del xx,
tores según reglas que ellos no aceptan li- Max Weber transformaba la sociología ale-
bremente. mana en ciencia. Weber estudió la acción
social, defi niendo el concepto de acción
Stanislavski ve que el acceso al trabajo del como conducta humana a la que el actuan-
actor desde afuera no es eficaz. Lo ajeno te atribuye un significado subjetivo. Weber
no puede movilizar satisfactoriamente a un pone así las bases para el estudio de la com-
actor; lo propio de un individuo es la herra- prensión motivacional de la acción, que
mienta más eficaz para dirigir desde aden- años más tarde mejorará Alfred Schütz.
tro la conducta de los actores. Esta convic- Éste se apoyará en el concepto de significa-
ción lleva a Stanislavski a pedir a su troupe ción subjetiva de Weber, en los estudios
que asuma un rol de creadores durante los sobre el sentido del tiempo de Bergson y en
ensayos y se desembaracen de la constante la fenomenología trascendental de Husserl.
supeditación a sus órdenes. Pero los actores Schütz publica en 1932 un estudio funda-
del TAM no asumieron su papel de creado- mental (La construcción significativa del
res hasta que no aceptaron de buen grado mundo social) en el que relaciona los he-
ser creadores. Las reticencias de los actores chos de la vida de la conciencia con diversos
del TAM a aceptar tal metodología llevó a conceptos de las ciencias humanas. La im-
Stanislavski, como hemos visto, a la crea- portancia de este libro no radica en su in-
ción del Primer Estudio. Stanislavski sabía fluencia sobre el trabajo de Stanislavski,
que, para asumir un reto de tal calibre, en- sino en su utilidad para entender desde el
tre un director y unos actores ha de haber terreno de la ciencia sociológica la concep-
una sintonía metodológica compartida es- ción stanislavskiana del arte teatral. En su
cogida libremente. Trabajar con actores estudio de la conducta humana, Schütz ex-
jóvenes (aún no moldeados según otros pre- plica qué tipo de conducta humana merece
juicios de la práctica teatral) le resultaba el nombre de acción y concluye que sólo
más sencillo a un director, que fácilmente aquella que suponga la «ejecución de un
los podría entusiasmar con su código de acto proyectado» (1993 : 90). Esta noción
trabajo. Habitualmente se considera que la es, sin duda, de una gran utilidad para en-
más importante contribución del Sistema tender a qué nos referimos en el terreno
de Stanislavski es su aplicación a la forma- teatral cuando hablamos de acción. A su
ción de actores en general. Falso. Stanisla- vez, nos hace entender cuál es el mecanismo
vski pretendía lograr escénicamente unos orgánico que nos posibilita distinguir entre
resultados artísticos (entiéndase por ello el conducta y acción: la proyección. Schütz
realismo escénico o como se quiera llamar) aclara que, en la vida cotidiana, la proyec-
siguiendo un procedimiento apropiado du- ción o, lo que es lo mismo, aquello que la
rante los ensayos. Si las capacidades o la mente proyecta o imagina con anterioridad
metodología de los actores difería de la a la ejecución de la acción, es el acto (Han-
Estudio 255

dlung), es decir, el estado fi nal al que se bre el que se asienta la práctica de Stanis-
llegará una vez la acción haya sido rea- lavski:
lizada. Así pues, toda acción, a diferencia
de otros tipos de conducta, se realiza «de Postulado 3: La acción
acuerdo con un plan más o menos implíci- es el núcleo del arte teatral
tamente concebido» (1993 : 89) y que es
anterior a la ejecución de dicho plan. Schütz Este tercer postulado lo expresa Stanislavs-
también hace alusión a que, en muchas oca- ki cuando afi rma: «Sólo reconozco como
siones, una acción cuenta con metas inter- arte a la acción humana verdadera dirigi-
medias (1993 : 91), las cuales son conocidas da a un fi n» (1994 : 95). Es decir, entien-
en el momento de la proyección y cuya rea- de que la acción es la base del teatro y que
lización es indispensable para el cumpli- toda acción es un tipo de conducta dotada
miento del acto. A ese tipo específico de de «un fundamento y un propósito» (1994
acciones las denomina Schütz acciones ra- : 82), que «todo lo que se hace en escena
cionales. Hay, por tanto, acciones que están debe tener algún fi n» (1994 : 80). Como
insertadas dentro de una estructura de or- puede verse, Stanislavski partía de una con-
den superior o, visto de otra manera, que cepción similar a la que planteaban Weber
son segmentos de una línea que conduce a y luego Schütz, en el sentido de contemplar
un acto fi nal principal. En este sentido, la acción como una conducta motivada en
Schütz (partiendo de las ideas ya formula- doble sentido: en los motivos-para (pro-
das por Weber) abre una puerta a la exis- pósitos, según Stanislavski) y en los mo-
tencia, dentro de una acción principal (la tivos-porque (fundamentos). Este concepto
acción racional), de acciones secundarias de acción lo aplicó Stanislavski a la direc-
o, al menos, de subdivisiones de la acción, ción de actores mediante una metodología
cada una de las cuales tendría como acto de trabajo que pasaba por concebir como
proyectado a su meta intermedia correspon- acción:
diente. Schütz indaga también en los mo-
tivos de una acción, estableciendo que toda 1. La interpretación de los personajes
acción tiene un motivo-para y un moti - (creando el concepto de superobjetivo, es
vo-porque. Desde el punto de vista del eje- decir, el acto o proyecto preconcebido que
cutante, el motivo-para de su acción es el guía la totalidad de las acciones que em-
acto proyectado, la fantasía imaginada que prende el personaje durante la obra).
provoca un impulso para pasar del mero 2. La puesta en escena del espectáculo
proyecto a la acción. El motivo-para es (Stanislavski entiende la representación
«una categoría esencialmente subjetiva, que como una única acción que debe responder
sólo se revela al observador si éste pregun- a un proyecto unitario cuyo superobjetivo
ta qué sentido atribuye el actor a su acción» debe establecer el director escénico).
(2003 : 89). Por otro lado, el motivo-porque 3. El proceso creativo de los actores.
es la explicación de la acción en función
de las vivencias pasadas del ejecutante. Para poder realizar sus acciones en
Lo motivado es «el proyecto de la acción escena, Stanislavski cree que los actores
misma» (2003 : 88). El motivo-porque es habrán de dotarlas de las mismas premi-
accesible al observador. El actor, en este sas que desencadenan la acción de la vida
caso, sólo puede captar los motivos-porque cotidiana: fundamento y propósito. Para
de su acción si «se vuelve hacia su pasa- ello, divide la acción total a representar
do, convirtiéndose de este modo en un ob- en otras acciones (metas intermedias, se-
servador de sus propios actos» (2003 : 89). gún Schütz). A los fundamentos de cada
Todos estos conceptos son fundamenta- acción los llama circunstancias dadas, y a
les para entender el tercer postulado so- los propósitos, objetivos. Respecto a las
256 Estudis Escènics, 32

circunstancias dadas, Stanislavski explica conducta y motivación que se produce en


que son un ser humano natural, su interpretación
se puede denominar vivencial. A ello se re-
la fábula de la obra, sus hechos, aconteci- fiere Stanislavski cuando afi rma que el ac-
mientos, la época, el tiempo y el lugar de tor ha de vivir su papel. La vivencia actoral
la acción, las condiciones de vida, nuestra implica un trabajo externo (la ejecución fí-
idea de la obra como actores y régisseurs, sica de movimientos o acciones físicas) y un
lo que agregamos de nosotros mismos, la trabajo interno sobre los impulsos que pro-
puesta en escena, los decorados y trajes, la vocan la acción (las proyecciones mentales
utilería, la iluminación, los ruidos y soni- que aparecen en las circunstancias ficciona-
dos, y todo lo demás que los actores deben les por las que transita el personaje). Como
tener en cuenta en su creación (1994: 92). resultado de la correcta coordinación de
ambos factores, el actor logra modular la
Los actores utilizan todo ese material que emoción precisa. En los primeros años de
enumera Stanislavski como fuente de ali- sus indagaciones sobre el arte del actor,
mentación de su imaginación. La dirección Stanislavski daba una gran importancia al
que tomarán sus acciones vendrá determi- trabajo interno y a los aspectos emociona-
nada, en primer lugar, por el superobjetivo les, por constituir la faceta más innovadora
de los actores y de la puesta en escena, y en de su Sistema. Con el paso de los años, com-
segundo lugar, por el resto de objetivos ne- probó que lo único que necesita un actor
cesarios para representar al personaje y para interpretar correctamente es una línea
para «conferir mayor dinámica a la rea- de acciones físicas bien defi nida con su co-
lización del superobjetivo» (1988 : 282). rrespondiente línea de objetivos. La emo-
¿Cómo se conocen esos objetivos? Pues, ción es concebida como efecto casi mecáni-
mediante el análisis del texto, se desglosa co de la correcta realización de ambas lí-
el mismo en unidades, correspondiendo neas.
cada una de ellas a una acción del persona-
je. Para llevar esa acción a escena, el actor
habrá de imaginar un objetivo que lo mo- 7. Cuarto postulado
tive a realizarla. Un objetivo «debe defi nir-
se ineludiblemente con un verbo» (1994 : Lo ideal es que el papel, íntegramente,
178) y debe ser útil para el actor que lo em- por sí mismo y en forma natural, se apode-
plea. Stanislavski recalca que «todo objeti- re del artista. En tales casos éste debe olvi-
vo árido es completamente inútil» (1988: darse del «sistema» y de la técnica, debe
124), ya que «el objetivo es el estímulo de entregarse al poder de la hechicera natura-
la creación y su móvil» (1988 : 108), y, por leza (1988 : 217).
ello, debe ser planteado, de acuerdo con el
segundo postulado, en base a la voluntad Afortunadamente, el fenómeno de la po-
del actor. Como bien dice Stanislavski: «El sesión de un actor por parte de un persona-
director y el autor le sugieren al actor sus je es, como reconoce Stanislavski, infre-
deseos, pero éstos han de ser elaborados por cuente, lo cual es muy de agradecer pues,
la naturaleza del propio actor y han de con- en caso contrario, no pocos actores se ve-
vertirse en su patrimonio pleno» (1988: rían poseídos por personajes testarudos y
107). En resumidas cuentas, Stanislavski celosos que, una vez dentro del actor, nun-
está diciendo que la partitura de acciones y ca más lo soltarían. Dado que estos fenó-
los impulsos que se necesitan para hacerlas menos paranormales no son habituales en
correctamente han de ser atractivos para el teatro, Stanislavski considera necesaria la
actor y no impuestos. Cuando el actor en- aplicación de una técnica que conduzca la
carna su personaje emulando la fusión entre interpretación del actor. Para ello, prepara
Estudio 257

en la primera fase de los ensayos una tarea en el TAM se consagraban al célebre y muy
dedicada a «estimular la imaginación y extendido trabajo de mesa. Su finalidad era
atraer la sensibilidad» (1988 : 217), necesa- la de «encontrar los impulsos del entusias-
rias ambas para penetrar en la singularidad mo del artista» (1988 : 218). Esta búsqueda
del personaje. Pero, ¿de qué manera se rea- se focaliza en hallar objetivos y acciones
liza? Si recapitulamos, sobre esa estimula- válidos para el trabajo posterior de cada
ción nada se dice en el primer postulado (la actor. Para este fi n, muchos son los medios
base psicofísica que sustenta la actuación), que Stanislavski contempla:
ni en el segundo (la norma básica para la
interrelación de los miembros de la compa- Se puede recurrir al método consistente
en relatar el contenido de la obra, y hacer
ñía) ni en el tercero (el objetivo del trabajo
una síntesis de los hechos y de los aconte-
teatral). Así pues, será un nuevo postulado
cimientos de las circunstancias dadas por
el que recoja esa chispa que desencadena el
el autor. Fraccionar la obra, viviseccionar-
proceso. Ante todo, Stanislavski ve necesa- la, dividirla en planos, formulando pregun-
rio que, en ese camino, aparezca una sen- tas y contestándolas, leyendo el texto acen-
sación apropiada, que se revela como sínto- tuando debidamente las palabras y las pau-
ma de que la búsqueda va por buen camino: sas, indagando en el pasado y en el futuro
el entusiasmo, al que considera «el móvil de de la obra, organizando charlas y debates
la creación» (1988 : 194). concernientes a ellas, juzgando y aprecian-
Stanislavski sabe que no siempre (por no do los hechos, buscando denominaciones
decir pocas veces) la totalidad de los actores para los fragmentos y para los objetivos,
se enfrenta a un proyecto con igual ilusión etc. (1988 : 221).
o el director los sabe impulsar al trabajo
con eficacia. Knébel relata que «entusias- Una vez realizadas todas estas tareas, el
mar al actor como lo sabía hacer Nemiró- trabajo de mesa se da por fi nalizado y el
vich-Dánchenko era un don que quizás no actor ya tiene clara la línea de acciones que
poseyera ningún otro. Esto preocupaba a le corresponderá cumplir físicamente a par-
Stanislavski, que llamaba a Nemiróvich- tir de ahora. En sus últimos años, Stanisla-
Dánchenko un mago y un hechicero en este vski pone especial cuidado en señalar que
campo» (1981 : 34). Ya que Stanislavski no las acciones se deben cumplir físicamente
poseía esa capacidad que sí tenía su socio, mas no vivir, pues «con la acción física co-
su metodología de trabajo había de integrar rrectamente ejecutada, la vivencia nace por
el entusiasmo como requisito imprescindi- sí misma» (1988 : 262). La psicotécnica de
ble, y que éste no dependiese exclusivamen- Stanislavski vuelve a expresarse como con-
te de su persona. Así, será a partir de los secuencia del primer postulado (la interre-
propios intereses artísticos del actor como lación entre cuerpo, mente y emoción) y a
resuelva esta cuestión. El superobjetivo, o dejar claro que así se consigue «atraer por
meta personal de desarrollo artístico que reflejo la vida espiritual a través de la vida
emprende el actor a través de la obra inspi- física» (1988 : 265). Realizando una acción
rándose en las circunstancias del personaje de un modo correcto, la emoción estará
interpretado, se constituye como primer presente de forma ineluctable, «a diferencia
motor y fuente de inspiración. Pese a todo, de lo que hacen otros actores que se obsti-
para interpretar los múltiples matices de un nan en vivir primero el papel, confiando en
personaje, tal impulso no es suficiente. Para que luego, por añadidura, vendrá lo demás.
ello, Stanislavski dedica el período inicial Pero esto ocurre muy rara vez. Es difícil
de los ensayos a encontrar estímulos efica- experimentar vivencias si el papel no ha
ces para la interpretación. sido vivido todavía» (1988 : 265). Es decir,
Durante muchos años, los primeros días el trabajo de mesa sirve para preparar el
de la preparación de una puesta en escena viaje que se recorrerá durante los ensayos
258 Estudis Escènics, 32

en pie, pero no para sentir por anticipado consecuencias. Su cruzada particular no


las emociones propias del personaje. Aquí arremetía contra la incapacidad de los ac-
se da la justa importancia al recurso de la tores para emocionarse en escena, sino con-
memoria emotiva, medio que utilizaba Sta- tra la falta de consideración de las circuns-
nislavski en sus primeros tiempos para que tancias de ficción que plantea la obra. Al
los actores encontrasen, tanto en sus vidas respecto declara: «Todo lo que se interpre-
como en sucesos que conociesen, situacio- ta fríamente perjudica, pues inculca el há-
nes similares a las que atraviesa su perso- bito de actuar mecánicamente, sin imagi-
naje, para así entender mejor qué acciones nación» (1994 : 119). Cuando Stanislavski
realizar, qué objetivos son más apropiados invita a abandonar el teatro a todo actor
y qué tipo de sensaciones se experimentan carente de imaginación, argumenta que, si
en tales casos. un artista carece de ella, el director de tur-
En muchos manuales de interpretación no le impedirá crear y acabará siendo «un
que aparecen sobre Stanislavski se hace hin- simple peón en la escena» (1994 : 101). Es
capié en la vertiente emocional de su apor- aquí, en el núcleo del Sistema, donde encon-
tación al arte dramático. Sin duda, tendrán tramos otro dato fundamental para com-
parte de razón, pero no toda. Si se estudian prender cuál es la perspectiva desde la que
concienzudamente sus escritos vemos que habla Stanislavski y en la cual pone su mi-
Stanislavski conmina a abandonar el teatro rada: en la dirección de actores. Si en sus
a cualquier actor carente de imaginación, volúmenes explica con tanta dedicación los
mas nunca arremete contra los actores poco conceptos que él ha creado (circunstancias
emocionables. Afi rma también que, en la dadas, «si» mágico, memoria emotiva, co-
creación, en el proceso de los ensayos, «la munión, adaptación, subtexto, superobjeti-
imaginación es la vanguardia que guía al vo...), adornados con múltiples ejercicios
artista» (1994 : 100), pero no lo es, como para su debida comprensión, no es porque
se pueda suponer, la sensibilidad o la exci- entienda que su Sistema es un trabajo sobre
tación de sus sentimientos. Así pues, la ima- la formación de actores, sino que pretende
ginación, junto con el entusiasmo del cual clarificar los términos que más tarde (en el
hemos hablado más arriba, aparecen en el cuarto de los volúmenes) mostrará cómo
cuarto postulado, que nosotros enunciamos aplicar por parte del director y los actores
como: en el momento de la puesta en escena de
una obra. En los fragmentos que han llega-
Postulado 4: El entusiasmo do hasta nosotros (las escenificaciones de
y la imaginación son la guía del actor La desgracia de tener ingenio, Otelo y El
inspector) vemos ejemplos nítidos: cómo un
«Todos y cada uno de los movimientos que director conduce a unos jóvenes actores
se realizan en escena, y cada palabra que se para que apliquen en un proceso de crea-
dice, debe ser el resultado directo de la vida ción la terminología y los conocimientos
normal de la imaginación» (1994 : 18). Esta que anteriormente han aprendido.
sentencia, que ahora puede parecer poco Así pues, ¿por qué se sigue considerando
trascendente, no lo era en su momento, con- en buena parte del mundo teatral que la
siderando la técnica de los actores de enton- contribución de Stanislavski al arte es la
ces, llena de recetas de oficio, de declama- relativa a la formación de actores? Stanis-
ciones grandilocuentes, de incapacidad para lavski siempre recalcó que sus métodos es-
encarnar personajes individualizados... En taban dirigidos al trabajo en el seno de un
defi nitiva, Stanislavski pide que la puesta grupo y no a actores que se forman indivi-
en escena exprese, en todas sus facetas, el dualmente; la fi nalidad es la puesta en es-
mundo de ficción que la obra plantea, ate- cena de un espectáculo de acuerdo a prin-
niéndose a dicha ficción hasta sus últimas cipios comunes entre actores y director,
Estudio 259

pero nunca advierte de que sus métodos pulsase a otros a buscar su propio camino
NO para variar
sirvan para los mecanismos
formar a actores en de la actuación
general. queasí,
teatral. Aun nofueron
le servía para suaún
y son tomados poética.翙
Habla Stanislavski del «método» que utili- como parte de un «mètode per a la forma-
zaba su compañía en 1898 (1997b : 15), ció d’actors inexistent» (2000: 92), como
cuando por aquella época aún no había in- bien subraya Melendres.
ventado el tan famoso Sistema. Entonces,
¿en qué consiste para él ese «método» que
tantas veces cambió y que preexistía a la 8. Quinto postulado
creación misma del famoso Sistema del que
tanto se habla? Sin duda alguna, ese méto- Hacia el fi nal de su vida, Stanislavski des-
do preexistente no puede ser otra cosa que confiaba de la manera en que hasta enton-
la manera en que Stanislavski dirige a sus ces había dirigido a sus actores. Al cabo de
actores del TAM durante los ensayos y esa muchos años de pruebas y errores, había
misma manera en que aplica la palabra mé- llegado a la conclusión de que el trabajo de
todo o sistema es la que seguía utilizando mesa era improductivo pues, en lugar de
en 1931, lo cual lleva a pensar que sólo hay constituir un estímulo para que cada actor
una manera de interpretar a Stanislavski encontrase resortes individuales para crear
cuando habla de método o de sistema: en- su papel, en la práctica dejaban esa tarea a
tiende por ello un conjunto de prácticas Stanislavski, quien acababa extrayendo del
realizadas dentro del seno de su compañía texto su propia noción de las circunstancias
y que, con el paso de los años y de los múl- que tenían que ser tomadas en cuenta, de
tiples procesos de puesta en escena, fue las acciones que emprende cada personaje,
cambiando, sin llegar nunca a asentarse de los objetivos correctos para animar las
como fija e invariable. Esas prácticas no te- acciones... Stanislavski decide poner fi n,
nían la simple fi nalidad de formar a sus por un lado, a la pasividad de los actores
actores, pues, como es sabido, en el elenco ante la creación y, por otro, a la desmesu-
del TAM figuraban algunas de las estrellas rada autoridad que como director le estaba
más importantes del país. Entonces, si los siendo concedida. Su tan ansiada meta de
actores no eran principiantes y no tenían trabajar con actores libres y creativos y de
necesidad de formarse, ¿por qué realizaban establecer con ellos una corresponsabilidad
cambios de metodología? Pues para conse- artística se desvanecía. Es por eso que eli-
guir mejores resultados de acuerdo a los mina el trabajo de mesa del período inicial
principios estéticos que guiaban al TAM, de los ensayos, por ser la etapa del trabajo
es decir, para encontrar nuevas maneras de en la que los actores han de asentar una re-
emplear el talento más eficazmente. En re- lación libre y creativa con la obra. Stanisla-
sumen: para variar los mecanismos de la vski entendía que el director, en esa fase
dirección de actores. primera, puede coartar la creatividad de los
Dada la buena amistad que Stanislavski actores a causa de su mayor conocimiento
había entablado con gente de teatro de Es- previo de la obra y a las soluciones que tie-
tados Unidos, escribió, a petición de éstos, ne previstas para la puesta en escena. Para
unos libros que ayudaban a entender su vi- resolver este problema que se le planteaba,
sión del oficio actoral. Stanislavski, en prin- echa mano de un principio que anterior-
cipio, era extremadamente reacio a publi- mente había utilizado con profusión y que
carlos pues «tenía miedo de que la palabra ahora le hacía ver otra manera de comenzar
escrita llegara a asumir el carácter de una un proceso de ensayos sin los inconvenien-
gramática inalterable, una regla inflexible, tes que tanto quería evitar. Este principio,
una especie de Biblia» (1997b : 10); fi nal- que aquí convertimos en quinto postulado
mente aceptó la publicación ante la posibi- de sus ideas, es:
lidad de que la lectura de los mismos im-
260 Estudis Escènics, 32

Postulado 5: Conocer significa sentir qué le hará sentirse dentro del papel y así,
más adelante, reconocerá al personaje den-
Anteriormente había aplicado este postula- tro de sí mismo, sin haber tenido que for-
do para esclarecer que, en el análisis de la zarse a entender su comportamiento racio-
obra, el actor no debe centrarse en aspectos nalmente. Conocer el papel significa reco-
historicistas, ni perderse en razonamientos nocer sensaciones propias en una secuencia
sesudos, sino que tiene que utilizar la razón de acciones, utilizando palabras que el pro-
para encontrar las herramientas emociona- pio actor inventa y que adecúa a las situa-
les que lo movilicen luego a la acción. Co- ciones que investiga. A medida que la inves-
nocer el texto equivalía a encontrar motivos tigación va volviéndose más compleja y si-
que hiciesen nacer el deseo de actuar, en- milar a los planteamientos de la obra, se
contrar las vías oportunas para despertar llega a un momento en que, para seguir
una imaginación activa y no pasiva; en de- avanzando, no hay más remedio que utili-
fi nitiva, conocer el texto suponía hallar las zar las palabras que el autor ha escrito. És-
fuentes del entusiasmo artístico personal tas se adaptan a la secuencia de acciones
convirtiendo las premisas en experiencia físicas creada y, de la influencia de esa no-
personal. Dado que la anterior manera de vedad, la secuencia se mejorará y acabará
abordar la obra ya no la creía útil, decidió fijándose.
emplear una consecuencia del segundo pos- Vemos así cómo el trabajo de mesa se ha
tulado («Crear algo propio es preferible a vuelto análisis activo y las acciones físicas
ejecutar lo ajeno»). Stanislavski llega a la son respaldadas por las circunstancias da-
conclusión de que es más difícil extraer ma- das. En este momento surge otra idea clave
terial útil de un texto que de acciones pro- para entender este nuevo enfoque de la di-
pias y, por eso, propondrá a los actores que rección de actores: «lo importante no es la
comiencen a ensayar sin haberse aprendido acción en sí, sino el impulso espontáneo
aún el texto. De esta manera, los actores para realizarla» (1988 : 317). La secuencia
hallan un modo personal y activo de acer- de acciones físicas no son importantes por
carse a la ficción. Conocer la obra significa, sí mismas, sino los impulsos que conducen
ahora, experimentarla a través del estudio a ellas. Por eso, si los impulsos se mantie-
de las acciones. Dividiendo el texto en frag- nen, la acción física no se vuelve mecánica,
mentos escenificables (llamados sucesos o está «animada desde el interior; oculta una
acontecimientos), entre los actores y el di- vivencia» (1988 : 320) y, lo más importante,
rector se van desgranando poco a poco las si los impulsos están bien defi nidos, la ac-
circunstancias de cada situación dramática ción física puede ser modificada sin perjui-
y, según se van realizando improvisaciones cio de romper la línea de actuación del ac-
que recrean cada situación, se va recondu- tor. Aquí vemos expresada de otra manera
ciendo la actuación añadiendo nuevas cir- la noción de vivencia que sostiene Stanisla-
cunstancias que acercan cada vez más la vski, un concepto que supone la conjunción
acción a la que el texto expresa. Con esta de acciones físicas con las fuerzas interiores
manera de abordar el proceso creativo, Sta- que las provocan. Por otro lado, aplicando
nislavski logra su propósito de que «cual- esta metodología, Stanislavski hace eviden-
quiera que sea el personaje que interprete te que la tarea del actor no es la de seguir
el artista, éste debe actuar siempre en nom- el texto que pronuncia su personaje, sino
bre de su propia persona, bajo su propia una línea de acciones físicas e impulsos.
responsabilidad» (1988 : 308). Dice al respecto: «Al salir al escenario no
Stanislavski creía que un actor debía po- penséis en otra cosa que no sea la mejor in-
der elegir la vida que representa y no repro- terpretación de los objetivos y de las accio-
ducir acciones por obligación. De esa situa- nes fundamentales del esquema» (1988:
ción de elección accesible al actor deduce 212).
Estudio 261

9. Sexto postulado manifestarían si fuesen individuos vivos y


reales en las circunstancias que la obra se-
Existe en la profesión teatral, e incluso en ñala. Él pedía una interpretación vivencial
gente ajena a ella, el terrible malentendido que, como hemos dicho, movilizase no sólo
de que el trabajo de Stanislavski se centra al cuerpo sino a la voluntad del actor. Si
en aspectos psicológicos de tintes psicoana- esta voluntad arrastraba consigo la emoción
líticos. Si hubiera que señalar con el índice adecuada, el trabajo ya sería perfecto. Pero
a algún culpable, quizá sería Boleslavski el él sabía que la técnica para llegar a tal pun-
afortunado. Éste es quien, proclamado co- to debería transitar por un camino que no
mo profeta del Sistema en el mundo capita- fuese a buscar la emoción directamente.
lista, enseñaba y escribía cosas como: «Us- Esta técnica no garantiza más que una par-
ted ha sufrido en este momento, ha sentido titura apropiada para tal fi n, un camino
profundamente. Estas son dos cosas sin las posible y no siempre eficaz, una base sobre
cuales no se puede hacer ningún arte y es- la cual dirigir a los actores para que tengan
pecialmente el arte teatral» (1989 : 18). Ese armas apropiadas durante cada representa-
martirio al que debía predisponerse un ac- ción. Si fi nalmente, la emoción acude o no,
tor era también utilizado por este pedagogo poco importa. Como Stanislavski dice refi-
en sus clases, utilizando técnicas como la riéndose a este tema: «La inspiración sólo
de hacerle relatar a un actor un suceso trau- llega los días de fiesta» (1988 : 287).
mático vivido por él y, cuando ya las lágri-
mas bañaban abundantemente su cara, les
hacía decir el texto de su personaje. Tales 10. Teoremas del Sistema
métodos estaban basados en la idea de que
los recuerdos de un actor han de constituir Siguiendo nuestro objetivo de demostrar
la base de la emoción de su personaje. Res- que el Sistema constituye una teoría, hasta
pecto a tales recuerdos, Bolevslavski creía aquí hemos enunciado los postulados que,
que «cuando uno los despierta, puede con- a nuestro entender, forman la base científi-
trolarlos, puede usarlos, aplicarlos en su ca de esta práctica. Continuando con la
oficio» (1989 : 36). Así lo relata en un libro, tarea, desentrañaremos algunas afi rmacio-
en el que dirigiéndose a una alumna le dice nes deducidas de los postulados expuestos
que «su verdadero trabajo debe ser hecho y que denominaremos teoremas, para con-
en soledad —enteramente en su interior—» tinuar con la jerga cientifista que hasta aquí
(1989 : 40). Por contra, Stanislavski siempre hemos seguido. Ahorraremos las cadenas
dejó bien claro que el sentimiento y la emo- de deducciones lógicas que nos han llevado
ción no pueden ser el motor de la interpre- a la formulación de dichos teoremas a par-
tación. Al respecto, nunca dejó de repetir tir de los postulados pues esta tarea, ade-
de múltiples maneras una idea que aquí más de ardua en su lectura, extendería este
consideramos como sexto y último postu- escrito más allá de lo razonable. Nos refe-
lado: riremos, eso sí, a alguna aplicación práctica
de cada teorema en el trabajo de Stanisla-
Postulado 6: Se puede vski y/o su relación con otros referentes.
controlar el cuerpo pero no
las emociones (1988 : 131) Teorema i: Mediante una
técnica consciente se puede
Las razones por las cuales Stanislavski nun- acceder a la emoción
ca llegó a desprenderse de esa fama de la
que hablamos reside en que él pretendía del Éste es el fundamento de la psicotécnica de
actor una conducta idéntica al comporta- Stanislavski. Lo mental consciente y lo cor-
miento que los personajes representados poral son la base de la creación de un ser
262 Estudis Escènics, 32

escénico que armonice tres características tición sistemática de una serie de gestos
básicas del organismo humano: razón, ac- deportivos» (2002 : 157) y que produce
ción y emoción. Cuando esto se consigue, «modificaciones estructurales y funcionales
se suele decir que el actor actúa orgánica- en la morfología corporal, las funciones
mente. Actuación orgánica y vivencia vie- contráctiles y elásticas musculares, la acti-
nen a ser sinónimos en el lenguaje stanisla- vidad metabólica general, las respuestas de
vskiano. La imprecisión con la que se em- adaptación cardiovascular y respiratoria y
plea el adjetivo orgánico en el lenguaje tea- el sistema regulador neuroendocrino», es
tral es fuente de muchos malentendidos. adaptado al terreno teatral de diversas ma-
Thomas Richards, discípulo de Grotowski, neras. Las más famosas adaptaciones de
afi rma que para su maestro la organicidad comienzos del siglo xx son la psicotécnica
«significa vivir de acuerdo con las leyes na- de Stanislavski y la biomecánica de Meyer-
turales, pero a un nivel primario» (2005 : hold. Ambas pretenden instaurar reglas
113). Como vemos, la ambigüedad con la objetivas que gobiernen el comportamiento
que se presenta lo orgánico va ligada, sobre del actor en escena, creando nuevos patro-
todo, a la dificultad que supone para un nes conductuales con pretensión de ruptura
director discernir cuándo un actor armoni- con la tradición teatral del momento. No es
za adecuadamente su razón, su acción y su extraño que estas dos técnicas aparezcan
emoción. La organicidad es el objetivo final en Rusia, donde, desde los últimos años del
de la psicotécnica de Stanislavski pero la siglo xix, Pavlov sentaba las bases del con-
afi rmación de que un actor está siendo más dicionamiento clásico, que supuso, más allá
o menos orgánico siempre será dudosa. En de sus repercusiones científicas, la confi r-
su última etapa, Stanislavski llega a la con- mación de que la conducta de las personas
clusión de que sólo se pueden controlar las puede ser eficazmente modificada mediante
acciones físicas y reclama a sus actores que el empleo de técnicas adecuadas. Como bien
prescindan en el trabajo de toda referencia afi rma Barba, «desde el punto de vista de
a lo emotivo. Dicho territorio le pertenece la tradición teatral, el ejercicio era una abe-
al actor en exclusiva. En rigor, el director rración porque era imposible verle la utili-
sólo puede observar y sacar conclusiones dad para un actor en escena» (Féral, 2004
fiables de la acción física dado que su cono- : 32). A pesar de las variadas fi nalidades de
cimiento de la vertiente emocional de la los ejercicios, éstos no tienen relación direc-
actuación es especulativo y no directamen- ta con la interpretación de personajes, sino
te comprobable. Aquí encontramos otra vez que «constituyen más bien unos modelos de
una característica del trabajo práctico de dramaturgia, de composición, no a nivel
Stanislavski en el cual las reglas conducto- narrativo, sino a nivel orgánico» (Féral,
ras del mismo no obedecen exclusivamente 2004 : 33). Si a Stanislavski y Meyerhold,
al trabajo del actor sino a la relación comu- entre otros, debe algo el teatro de nuestros
nicativa del binomio actor-director. días es, ante todo, la noción de que el actor
Stanislavski es de los primeros directores debe trabajar su instrumento (cuerpo y
que se plantea renovar el hecho teatral uti- mente) para que responda autónomamente
lizando una nueva metodología de trabajo. y mediante acciones a las premisas dadas.
Este hecho, aparentemente extraño en el
arte teatral, se alinea con la por entonces Teorema ii: Las acciones
nueva noción de entrenamiento físico apli- representadas por los actores
cada al mundo del deporte. Más entrena- han de ser creadas por ellos
miento supone más preparación para la
confrontación deportiva, lo cual proporcio- De este teorema se deduce otro igualmente
na mayores posibilidades de victoria. El importante: los actores han de ser creado-
entrenamiento físico, que supone la «repe- res. ¿Y qué comporta crear? Pues bien, en
Estudio 263

el siglo xvii, Sarbiewski afi rmaba que el dece a un fi n? Seguramente, la propia es-
poeta «crea algo nuevo» y, además, «tal y tructura de la acción humana (cuyo com-
como lo hace Dios» (Tatarkiewicz, 2001 : ponente mental confiere a sus acciones un
283). Era la primera vez que el verbo latino sentido o significación subjetiva) hace tras-
creare, que designaba desde muchos siglos ladar ese comportamiento al de la realidad
antes la creación divina del mundo a partir observable. Se aplica así el siguiente y muy
de la nada (creatio ex nihilo), se aplicaba a dudoso silogismo: si mi voluntad dirige mis
temas humanos. A partir de entonces, crea- acciones de acuerdo a un fi n (corro para
ción, creador y creatividad aparecen con coger el metro, trabajo para ganar dinero,
frecuencia en la teoría del arte. En el siglo sonrío para disimular mi vergüenza,...),
xix, la tradicional asociación entre arte y luego las acciones de la realidad observable
belleza se rompe en beneficio de la de arte también tienen un fi n de acuerdo a una vo-
y creatividad; la creatividad se asocia en- luntad que las dirige (Dios o instancias si-
tonces a la «producción de una existencia milares). Este esquema de pensamiento se
de ficción» (2001 : 297), lo cual la circuns- expresa en el Timeo de Platón, mostrando
cribe en exclusiva al terreno del arte, según la siguiente modulación:
afi rma Tatarkiewicz. Artista y creador son
aceptados como sinónimos y, dentro de este El mundo es, en efecto, la cosa más bella
paradigma, conviven dos visiones del arte: que se ha producido y su creador la mejor
de las causas. El universo así engendrado
la que considera que todo arte es creación
ha sido, pues, formado según el modelo de
y la que cree que sólo el buen arte es crea-
la razón, de la sabiduría y de la esencia in-
tivo. Sin embargo, ambas tendencias acogen
mutable, de donde se deduce como conse-
el proceso mental del artista como el obje- cuencia necesaria que el universo es una
tivo mismo de su actividad. Es en esta vi- copia» (2000 : 671).
sión de la creatividad existente en el siglo
xix donde se asienta el pensamiento de Sta- Aun cuando Stanislavski no sea un pla-
nislavski, que demanda de sus actores que tónico confeso ni su trabajo tenga relación
sean artistas, creadores, es decir producto- evidente con la filosofía, sí que opera en el
res de una existencia ficcional. terreno teatral con principios similares. En
su teatro, el universo es la representación
Teorema iii: El arte teatral ha de tener teatral y el modelo de referencia de dicho
fundamento y propósito universo es el texto teatral o, en último tér-
mino, la parcela de la realidad a la que la
Ya Platón consideraba que «el fi n es la cau- ficción dramática alude. Los practicantes
sa principal que debe utilizarse para expli- del arte teatral son, siguiendo el símil pla-
carlo todo» (2000 : 49). Tal concepción de tónico, creadores. Disponen de un funda-
la realidad fue reformulada por Aristóteles mento para la creación (el fragmento de
cuando manifestaba las cuatro causas que realidad evocada por el texto) y un propó-
debe estudiar la Física en el reconocimiento sito (la representación).
de la realidad: causa material, causa formal,
causa eficiente y causa fi nal. El posterior Teorema iv: La interpretación actoral
desarrollo de la ciencia ha primado la con- y la dirección de actores han de ser
sideración de las causas eficientes y ha de- coherentes con el propósito general
jado las causas fi nales al territorio de la del espectáculo
teología, principalmente. Cuando los cien-
tíficos se han dejado guiar por la noción de Este teorema es de fundamental importan-
fi nalidad, han obtenido rotundos fracasos. cia puesto que viene a suponer que toda
Así pues, ¿qué es lo que hizo creer a muchos obra necesita una manera individualizada
que el comportamiento de la realidad obe- de aproximarse a ella, tanto en su plasma-
264 Estudis Escènics, 32
Nooooooo
ción escénica (interpretación) como en el Teorema vi: Dirigir actores es
camino escogido para extraer el material estimular su imaginación y comprobar
representable (dirección de actores). El mis- la correcta adecuación de sus acciones
mo Stanislavski lo decía: «No hay recetas». al propósito del espectáculo
Cada compañía tiene sus intereses y deseos
artísticos y éstos son los que han de condi- Volviendo al símil platónico que hemos uti-
cionar los procedimientos y la forma final. lizado más arriba, un director ha de tener
Pese a todo esto, «la tendencia hacia el su- presente, sobre todo, los fundamentos de
perobjetivo debe ser ininterrumpida, debe los que partirá el trabajo y los propósitos a
recorrer toda la obra y el papel» (1994 : los que se pretende llegar. El proceso inter-
321), y esta máxima es válida para toda medio de conversión de una realidad en
obra, sea cual fuere. otra es la tarea de los actores, que son los
encargados de comprobar si las premisas de
Teorema v: La tarea del actor consiste partida pueden desembocar en los objetivos
en convertir las premisas dadas en planteados. Durante los ensayos se realiza-
acciones de acuerdo con el propósito rá la investigación que compruebe la validez
del proceso de creación de las suposiciones previas. Melendres, al
respecto, llega a una conclusión semejante
Este teorema implica también que las accio- y más depurada que la que aquí se expresa
nes y vivencias que ejecuta un actor no se cuando afi rma que el ensayo es el
encuentran en las premisas tomadas como
momento en que cada actor pone a prueba
punto de partida (el texto dramático, las
sus hipótesis de trabajo sobre el personaje
ideas del director o de los propios actores,
que ha de interpretar en el marco de un
los condicionamientos debidos a la esceno- sistema de convenciones previamente de-
grafía, vestuario...). Esta idea viene a subra- terminado por el director (casi siempre sin
yar la radical diferencia que existe entre el explicitarlo), por el productor público o
texto teatral y el teatro. En el texto teatral privado o, en el caso ideal, por un equipo
sólo se encuentran estímulos que incitan al estética e ideologicamente afín. (2000 :
actor, en virtud de su técnica, a realizar ac- 33).
ciones. Esta colección de estímulos pueden
ser percibidos por cualquier otra persona al En relación a este teorema, Stanislavski
leer el texto, mas al no tener la técnica ne- habla del siguiente modo:
cesaria, no podrá transformarlos en signos
teatrales. Stanislavski, hijo de un siglo que A los directores se les puede aconsejar
vio florecer el gusto por la novela, conocía que no traten de imponer nada a los artis-
la poderosa influencia que ejerce un tex to tas y no tentarlos con lo que no esté dentro
escrito sobre la imaginación del lector. de sus posibilidades, sino tratar de atraerlos
Consciente de ese poder, decide utilizar el obligándolos a que por sí mismos requieran
mundo ficcional que desencadena la lectura de la dirección lo que necesitan para la rea-
y convertirlo en la fuente de la creación. El lización de las simples acciones físicas
(1988 : 336).
texto teatral, después de Stanislavski, deja
de ser una partitura vocal que se acoplará
En ningún momento ha de tratar el di-
a las costumbres de la escena para conver- rector de imponer su concepto, sino que,
tirse en alimento de la imaginación de los por el contrario, obligará a hacer preguntas
actores. Tras esta aportación de Stanislavs- a los actores para que busquen aquello que
ki, cualquier teatro posterior a él puede necesitan para las acciones físicas (1988 :
entenderse como una colección de estímulos 378).
que, gracias a la imaginación, se transfor-
man en acción.
Estudio 265

Teorema vii: Toda premisa que no del tipo «No hagas tal cosa», obliga a una
estimula la imaginación del actor reserva cautelosa respecto a su utilización,
no es útil para la creación ya que no es un tipo de indicación que im-
pulse la imaginación sino que, por el con-
Aunque se escape del contenido estricto de trario, la constriñe o incluso la ahuyenta.
este teorema, es importante valorar aquí Contra este tipo de prácticas teatrales nos
una clase particular de premisas no dirigi- advierte el teorema vii.
das a estimular la imaginación del actor.
Esta clase son las premisas que intentan Teorema viii: El actor es la única
eliminar una conducta considerada inde- figura imprescindible del arte teatral
seable en la actuación de un actor. A menu-
do, cuando un actor actúa de un modo no De los escritos de Stanislavski se desprende
admitido como válido por un director, éste que, ya que las acciones del arte teatral han
le pide que erradique determinadas mani- de ser creadas por los actores y, dado que
festaciones de su actuación, mediante una dichas acciones no existen en las premisas
actitud que puede fluctuar entre el consejo de partida (inclúyase en ellas el texto dra-
cortés y la agresión física. Este tipo de prác- mático), el actor es la única figura impres-
ticas han sido estudiadas profusamente en cindible del arte teatral, ya que éste se basa
psicología y responden a la denominación en la acción ejecutada. En nuestros días,
genérica de castigo. En la actualidad hay este teorema está tan integrado en la reali-
múltiples opiniones sobre la materia, pero dad teatral que poco queda por decir al
se ha llegado a la conclusión de que el cas- respecto, salvo que, pese a darse por cierto,
tigo, correctamente administrado, funcio- pocas veces en la práctica tal noción en-
na. Aun así, numerosos estudios han de- cuentra una aplicación plena.
mostrado que la administración del castigo
no tan sólo suprime la respuesta castigada Teorema ix: La figura del director
sino que también conlleva la supresión de es prescindible, pero no así su función
otras respuestas consideradas como válidas. (encontrar estímulos adecuados para
Mas, por si ello no fuera poco, tras la uti- la creación actoral y supervisar la
lización del castigo, en ocasiones «los efec- correcta conversión de los estímulos
tos secundarios son mucho más difíciles de en signos válidos)
manejar que las respuestas originales no
deseadas» (1999 : 366). Tales efectos secun- Este teorema no fue nunca expresado de tal
darios se reflejan en el castigado pudiéndo- manera por Stanislavski pero, al contem-
le provocar agresividad, deseos de escapar plar el conjunto de sus afi rmaciones como
de la situación de castigo y, sobre todo, la una teoría y realizar la deducción de enun-
asociación de la estimulación aversiva con ciados que de sus postulados se desprenden,
la persona que administra tal estímulo. To- nos encontramos con ésta y con otras afi r-
dos estos efectos secundarios son fenóme- maciones que superan el ámbito de referen-
nos que cualquiera que haya tenido un ex- cia. Como toda buena teoría, sus principios
periencia teatral signifi cativa ha podido no sólo pertenecen a su autor sino al mundo
observar, provocar o padecer. Ya que, en del pensamiento y, una vez muerto Stanis-
esencia, la figura del director pretende lavski, mediante la mejora o el análisis de
orientar o manipular la conducta escénica la teoría se puede llegar a conclusiones que,
del actor (y en ocasiones también la con- quizá, él nunca previó. Aún así, incluso el
ducta personal), no han de desdeñarse las propio Stanislavski llegó a afirmar:
repercusiones de los estudios de la psicolo-
gía en la dirección de actores. Por ello, el Mientras nuestro arte no llegue a los más
uso del modo imperativo en formulaciones altos grados de perfección en el campo de
266 Estudis Escènics, 32

la psicotécnica, a fi n de posibilitarle al ac- 2. Un buen director es aquél que consi-


tor que él solo, sin ayuda ajena, pueda al- gue hacerse prescindible.
canzar sus objetivos de creación, hemos de
recurrir a los oficios del director y otros Aunque puedan resultar paradójicas y
participantes del espectáculo, en cuyas ma- extravagantes tales afi rmaciones, éstas son
nos descansa la variedad de decorados, cruciales para entender a Stanislavski. Su
esquemas de movimientos, juegos de luces, psicotécnica, entendida como un procedi-
sonidos y demás estímulos (1994 : 237 y miento para dirigir la actuación de los ac-
238). tores, sólo la ve necesaria por el hecho de
que la inspiración y el talento muy rara vez
Esta afi rmación, por su singularidad y se presentan de una manera total en los ac-
atrevimiento, nos ofrece la primera muestra tores. Dado que tal estado ideal es casi utó-
de lo que constituye una predicción de la pico, la dirección de actores ha de ser la
teoría de Stanislavski (condición sine qua encargada de posibilitar un acercamiento a
non a la hora de determinar si las ideas de tal estado. Si éste es conseguido, no sólo la
Stanislavski pueden acreditarse como teo- técnica ha de desaparecer, sino el promotor
ría). Predice que llegará un momento en que de la técnica: el director.
grupos de actores realizarán espectáculos
sin la necesidad de un director, fenómeno Teorema x: Un actor puede crear sin
aún no muy extendido pero en el que, sin texto dramático previo, pero no sin
duda, se pueden incluir experiencias teatra- premisas, por mínimas que éstas sean
les como los matchs de improvisación o
ciertas formas parateatrales. Aquí se nos Este teorema es otra de las predicciones de
ofrece un dato singular sobre su visión de la teoría de Stanislavski que demostraron
la dirección de actores: la figura del director posteriormente su validez. Los múltiples
es pasajera y su aparición oficial a fi nales grupos que, a lo largo del siglo xx, defen-
del siglo xix se debió a una razón coyuntu- dieron la creación colectiva, corroboraron
ral. El director es una figura de transición este teorema predictivo, creando espectá-
cuya fi nalidad es gobernar la actuación de culos sin partir de un texto previo sino de
los actores mientras la metodología de la premisas de distinta naturaleza. Stanislavs-
creación no esté lo suficientemente depura- ki así lo dijo: «Se puede interpretar una
da e integrada en ellos, de manera que pue- obra que todavía no está escrita» (1988:
dan crear autónomamente. Tenemos aquí 305). Aun cuando en su trabajo nunca con-
el porqué de la relativamente escasa impor- templó tal posibilidad, su metodología le
tancia que Stanislavski otorga a la figura hizo suponer tal afi rmación. A pesar de es-
del director en sus escritos. Él escribe sobre tar convencido de que «es inútil fantasear
el oficio del actor en un período en que tal “en general” sin un tema fi rmemente plan-
oficio se complementa con la dirección de teado» (1994 : 118), para él, dicho tema no
actores, pero tiene en mente que la correcta es necesariamente el texto teatral sino cual-
dirección consiste precisamente en aquélla quier otro que suscite una imaginación ac-
que consigue hacer invisible o prescindible tiva en el actor. Es por esto que en estos
la figura del director. Y esa invisibilidad que teoremas introducimos la noción de premi-
reclama también se hace patente en sus es- sa teatral como todo referente a partir del
critos. De esta manera, de tal concepción cual se realiza la creación.
se puede deducir: Es necesario destacar que los actores de
la Commedia dell’arte, indudablemente an-
1. Un director ha fi nalizado su trabajo terior a Stanislavski, ya habían probado que
cuando consigue que un grupo de actores se puede actuar sin partir de un texto fi r-
pueda trabajar sin necesidad de él. memente establecido y, en este sentido, este
Estudio 267

teorema X no constituye una novedad en la mación de compañías teatrales estables con-


historia del teatro. Ahora bien, dado que temporáneas.
Stanislavski parte de premisas radicalmen-
te diferentes a las de la Commedia, también De la necesidad de un nuevo organismo
consideramos que se puede ver este teorema —dice Copeau en una entrevista de 1926—
surge la necesidad de una escuela, pero no
como una predicción, en el sentido de que,
ya como simple agrupación de alumnos
yendo por otros derroteros, adivina una lí-
dirigidos por un único maestro, sino como
nea de trabajo que va más allá de lo que él
una verdadera comunidad capaz a partir
experimentó en el TAM. de ahí de bastarse a sí misma y de poder
responder a sus propias necesidades (Barba
Teorema xi: El director ha de conocer y Savarese, 1988 : 35).
la técnica de sus actores para poder influir
correctamente en las acciones de éstos El gran logro de Stanislavski fue, siguiendo
las palabras de Copeau, el incalculable va-
Dada la influencia de la imaginación de un lor humano de su Teatro de Arte.
actor en las acciones que realiza, y dado que
sólo el actor tiene acceso directo a tal fuen-
te, la única vía por la cual el director puede 11. Verificación de la hipótesis
influir en las acciones de sus actores es co-
nociendo el procedimiento de conversión de Nuestro viaje con Stanislavski está tocando
lo imaginado en acciones, es decir, cono- a su fi n. Queda solamente comprobar si
ciendo la técnica actoral. La técnica se aso- nuestro trabajo ha podido arrojar alguna
cia muy a menudo con la forma corporal y luz respecto a la verdad de la hipótesis for-
vocal que adopta la conducta de un actor. mulada como motor del presente escrito (El
Stanislavski no alude a esa definición cuan- llamado Sistema de Stanislavski es una
do habla de técnica. Por técnica entiende la teoría sobre la dirección de actores). Hemos
metodología de la creación, la idiosincrasia pretendido, en primer lugar, demostrar la
particular que permite transformar estímu- cualidad teórica del Sistema. Creemos ha-
los mentales en acciones. En resumen, para berlo conseguido tras alcanzar los siguien-
él la técnica no compromete a la parte físi- tes resultados:
ca del actor sino a toda su integridad. La
técnica, para Stanislavski, es psicotécnica. 1. Establecer los parámetros (postulados)
sobre los que se sostiene el Sistema.
Teorema xii: Director y actor 2. Deducir todo un conjunto de afi rma-
han de compartir la misma ciones (teoremas) sobre la base de los pará-
metodología de creación metros anteriores.
3. Comprobar su correspondencia con
¿Qué se entiende por metodología compar- casos prácticos extraídos tanto del trabajo
tida? Si nos fijamos en el trabajo de Stanis- de Stanislavski como de algún otro refe-
lavski, encontramos las siguientes caracte- rente.
rísticas: visión integral del fenómeno tea- 4. Enunciar predicciones del Sistema que
tral, delimitación de las funciones de acto- demostraron ser aplicables en la práctica
res y director, claridad respecto a los ob- teatral.
jetivos del arte del actor, terminología
compartida entre actores y director, plani- Por todo ello, podemos afi rmar que el
ficación del período de ensayos... Todas Sistema puede ser considerado, en efecto,
estas nociones confi rman otra indudable una teoría en toda regla. Demostrar que,
aportación de Stanislavski al arte dramáti- además, es una teoría que versa sobre la
co, que es la de sentar las bases para la for- dirección de actores, sería, a estas alturas,
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casi redundante. Durante todo el discurso Bibliografía


hemos ido desgranando los motivos en los
que se fundamenta nuestra hipótesis. Afi r- Aristóteles (1999): Métafísica, México,
maciones como la de que director y actor Porrúa.
han de compartir la misma metodología de Barba, E. y Savarese, N. (1988): Anatomía
creación (Teorema XIII) no son compren- del actor. Diccionario de antropología tea-
sibles si nuestra hipótesis no es cierta. Los tral, México, Gaceta.
teoremas deducidos inducen a pensar, eso Barbany, J. R. (2002): Fisiología del ejerci-
sí, que nos encontramos ante una teoría que cio físico y del entrenamiento, Barcelona,
no sólo atañe a la dirección de actores sino Paidotribo.
Boleslavsky, R. (1989): La formación del
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Se podría pensar en este momento que la
Domjan, M. y Burkhard, B. (1999): Prin-
conclusión a la que hemos llegado es banal cipios de aprendizaje y de conducta, Ma-
puesto que muchos autores han definido el drid, Debate.
Sistema en términos de teoría. Aun así, con Féral, J. (ed.). (2004): Os camiños do actor,
este escrito se ha intentado demostrar el Vigo, Galaxia.
porqué de ese lugar común y, por otro lado, Hawking, S. W. (2002): Historia del tiem-
se ha querido rebatir la idea de que el Siste- po, Barcelona, Crítica.
ma es un método de formación de actores, Knébel, M. O. (1981): Acerca del problema
idea ampliamente extendida en ámbitos de la metodología del análisis de los ele-
que, como el nuestro, nunca han conocido mentos interiores y exteriores del papel a
el Sistema en profundidad. través de la acción, en VV.AA, Los princi-
pios teatral-pedagógicos de Konstantin
Stanislavski, Seminario Internacional, 19-
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