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: Espacitl Misia in edad moderna _ yla edad global Léxico de politica Escaneado con CamScanner Carlo Galli ESPACIOS POLITICOS La edad moderna y la edad global Léxico de politica Ediciones Nueva Visién Buenos Aires Escaneado con CamScanner Galli, Caro Espacios politicos. La edad moderna y |g edad global. Léxico de politica - 1? ed. - Bue F nos va Vision, 2002 43 cm. (Claves. Problemas) 160 p.; 20x Traduccion de Joi ISBN 950-602-444-8 | Titulo - 1. Ciencia Politica 2. Politica-Léxicog rge Tula Titulo del original en italiano: Spazi politici. L’eta moderna e l'eta globale Copyright © 2001 by Societa editrice il Mulino, Bologna LAF PI MATA IBRO Fr reproduccién total o parcial de esta LITO Teeaeeae cualquier sistema —incluyendo el eT to ea a a que no haya sido expresamen- infraccién fr por el editor constituye una reprimida a los derechos del autor y seré prisién aecienaa: de hasta seis afios de del Cédigo Penal) a ley 11.723 y art. 172 © 2002 por Edici icioy pie = Repiblicn avy Visién SAIC. Tucumén 3748, (1189) a la ley 11.7 entina. ne 23. Impreso enla reniiens ; ei in Ps Este libro se termi 5 lermin6 de imprimj Impresiones S| Imprimi UD AMER ir en el mes de ICA, Andres Ferrey 3769, 8s As. oe ti . Bs.As. Argentina Escaneado con CamScanner Capitulo poLiTICOS PREMODERN( LOSESPACIOS us CRISIS ‘08 inevitablemente sintétic unqueseadeunamanera inevitable 2,con Ana certO delinear un bosquejo de las espacialidade eB Sra paramediiaistanciaquelo Modernoosti. ce respecto de ellas. 1. GeooRArias PoLiicas ‘La categoria que retoma los espacios premodernos es la de _geografia politica. Coneste término se concibe nolla discipina Gentifiea tal como se la conoce hoy, sino lacalidad politica de {a geografia,o bien la intrinseca politicidad del espacio que ‘une y separa grupos humanos que devienen distintos, acaso por un cierto destino, o por su natural ubicacién geogrétic Esta calificacién originaria del espacio la mostraremos en un breve excursus que iré de lo grande a lo pequefio, de la styled indonurope a ropa yal ciudad y suslusht intoma,yque de nuevo vuelve lo grande: al Impero yal 1.1. La Antigitedad: ciudades e imperios La ant : Fgamteoploga nos dice que sélo con la revolucién del neol predative eon, coexistencia humana pasaron de 1 tericultura, yore dela caza y del nomadismo a lt se territorializaron, abandonando en Heinemann re: Community and Conflict in West? 35-24; véae tambien Orin, Estanace representandose y organizéndosecomoun“mun- do” que reproduce en pequefia escala el orden sagrado del tuniverso.? La ciudad es ciertamente una concentracién de funciones precedentemente dispersas sobre el territorio, una maquina para acumular poder y riqueza, primero en la per- ‘gona del rey y luego en las personas que integran la sociedat pero sobre todo es un espacio sagrado, que se ha vuelto habitablenos6loy notantoporobradelatéenica (que también ensuinterior se potencia)sinomds bien porlos actos sagrados Spugurios, auspicios, conjuras, ruegos, sacrificios— que deli- jnitan su interior respecto del espacio externo, y que, dentro de un recinto, califican positivamente las cualidades negati- ‘yas o peligrosas del espacio externo. Se trata de actos de una Compleja ritualidad que la hacen “productiva” en lo que respecia al orden y que concentra, de diversos modos sobre ‘Varios sujetos, la violencia que “anima” la natural sacralidad Yel espacio y que permite separar el orden del caos. No es casual que el espacio de la ciudad —desde la Biblia, que menciona a Cain como al primer fundador de una ciudad, hasta el mito de la fundacién de Roma y del establecimiento desus limites-incorpore en s{misma el homicidio. Insertaen el interior de una espacialidad naturalmente calificada, la ciudad es la primera forma de espacio politico, que tiene una extraordinaria longevidad y eficacia. Mas atin: el espacio politico de la antigiedad ha sido esencialmente un espacio de ciudad. Particularmente las primeras civilizaciones indoeuropeas presentan una espacialidad del pensamiento politico especi- fica: la que esta implicita en la representacién de la sociedad trinitaria. La triparticién funcional de las divinidades en el ‘Ambito del cosmos celeste —divinidades reales, combatientes, productivas (cada funcién tiene a su vez una parte positiva y ‘otra negativa, una creativa y otra destructiva)- funciona co- momodelo para el émbito “micro” de a sociedad humana, yes precisamente en el interior de este espacio pleno” y orgénico Gonde las civilizaciones indoouropeas se articulan y sejerar- quizan, 4 L, Mumford, Za cite nella stora® (1961), Milén, Bompian, 1877 cnn Se Crd a olen er GT Ml, ‘Adelphi 1992; A. Carandini, La nascifa di Roma, Turin, Einaudi, 997 TB bameail Jupiter Mare Quirinus (1941-1948), Turin, Binaud, 1955; L. Dumont, Home hierarehicus I! sistema dele cst y le sue implicazion! (1966), Milén, Adelphi, 1991. ML, Picasea (comp) Le scietatriitari: tuntimmagine medioevae, Bolena, Zanichell, 1980 15 Escaneado con CamScanner ee 5 terpretaciones Sagradas Encl interior des MoroposiionesyPorjerarge, Pelt, delespacio, art as, se forma una diferencia cualitatiys Sy rmuchasotras coSt°""etratadelaconciencia de Burg, dectlocon previo g, como oposicién hacia lo extern ¢°% tierra de dior jes,tambiénhaciael Norte), yoy Asia S00 ia en su propio interior, que es intrinsecame dela deren originario de Europa es Grecia. y pte ( ‘fun diversamente expresadas, entre QyigeS Fereente, entre griegos ¥ barbaros, son por cierto cyalte? Ousdente ror senaladasfsicamente: el limite esq {i aterial de una cualidad del espacio. En general, en diferencia espacial se manifiesta el orden del ser, que pensamiente secunday reproduce: esel espacio, naturalme. Ind gue tne om ln medida ate legtina tia, Pn el mundo grego el espacio politico conoce miltp determinaciones: ya sea como pirdmide del comando (exes almenteeneleampodebatalla), ocomocirculo del conseig 5 ancians, obien comoespaciodela participacién, dentrodet, polis. En ésta es precisamente en donde se muestra de ma nerasobresaliente la espacialidad politica: es lapolis -novs mo espacio delimitado por el limite fisico de los muros. ss como elconjuntodeciudadanos quese encuentran y actiianen Jos lugares “altos” de Ia politica, el agora y el teatro la que * Pola. VI, 18270 (os vio son el justo medio entre los pueblos dl ‘Nore corajudoe independientes pero poco intligentes, y los: pula ‘wife ilgetes pro seta la eilvitd politica). Oriente eOccidente. Ricerche di storia greca Md Rin, 960, Cac Go fe nr ea rec ari I Coeaumtse y de hermenéutica) ilteatoelacita Mio reali det ptere neo 8, 0M. Chia y F.Doglio (comps) Ros Shad sl Tene jen atcha classical Rinascime se también P. Levdave yp Neale Rinascimentale, 1988.99, 1731 ia eertin det pace ut eaee Clishan Athen oa ina VI sce La mort de Plamen ans !a ensée politique grecque dt 16 “on, Paris, Les Belles Lettres, 1964 es establece los criterios de pertenencia polits)y de exclusion (lo que no lo permtsy ees Se interno come hacia lo externo,yla que determine nsec yylas modalidades de lasrelacionesentrociudadaceg eee jero, haciendo valer, por ejemplo, deunamaneramécconny siva queen Roma, las razones dela autoctonia® Elespach de lapolis, ademés, contiene en su seno, aun siendocvaltatges mente distinto y superior, al espacio doméstico de la produc: tién y de la necesidad, que, en cuanto tales un espace oo politico. Pero, no obstante la consistencia de lapolis, dentrode ella se manifiesta una tensién entre la idea de igualdad, dedema, ceracia, que parece remitir a una espacialidad politica lise, homogénea, por una parte, ¥, porla otra, laidea jerdrquica de Ja aristocracia, de la supremacia por nacimiento de los mejo. res; pero no séio esto, pues ya en el primer ejemplo de prosa fitica que sobrevivid —la Athenaion Politeia del pseudo Tucidi- des-” la democracia es asociada a la talasocracia, a las exigencias della flota y, en ultima instancia,al elemento liso. del mar, mientras que la aristocracia lo es al elemento del na- cimiento, de la verticalidad, del comando de los mejores, a la guerra de infanteria y a las exigencias del ejército, alatierra, Por tanto, aun en este texto poco inclinado a la mitologia y al simbolismo -y més bien tan duramente realista como para captar con fuerza turbulenta que la democracia no es coexis- tencia pacifica sino guerra civil del pueblo contra los mejores, que la igualdad implica la diferencia, que el espacio liso est en realidad atravesado por una herida que lacera. Se puede asi comprobar que, en el pensamiento griego, el espacio politico es en realidad un espacio calificado, intrinseca y naturalmente dotado de un sentido que irradia sobre la po- litica. ‘De las dos opciones a través de las cuales la filosofia griega elabora las propias teorias de la espacialidad ~el espacio neutro, vacioy homogéneode los atomistas, el espacio pleno, Abjetivo, animado, organicista, complejo, jerarquco y,prei- * B, Benveniste, 1! eocabolaro delle isituion’ indocurpe® (1969), Turin, inavdi 1972, 2 vol pp, 258y ss. 274ys8;F-Ingravalle (comp) Morire per la liberi Gli eptaffiatniesi tra ve 1 sel. C., Tain La Rosa, 1906; C. Gall “CttadinoStranierlOspit’ en Fosfa eto, 2 arin teins, La demaraacome vides I Cairn Palermo, Sellero, 1982 w Escaneado con CamScanner itativo, del Timeo platénico-," el espa, ec vrertnece por 10 tanto desde elie piamente olga eda clésica€5 un espacio eqn 2h serena ¥cOYOS limites preceden la obra y la volun hombre a griega se universaliza diffcultosament, alternos y efimeros intentos de hegemonta; la civilize? samen! 2 eivefar lo universal debe salir de la cig grit FM rio no tanto giego como macedonio. Sioa precio nace ‘a Ecumene helenista. La ciudad de Rome cias a su superior permeabilidad hacia I ee a ‘a a eonnotacidn preponderantemente jude sino étnica, de la ciudadanss, logra hacerse Imperio. Py Yambién el universalismo del Imperio de Roma es un ejenp, de geografia politica, de espacialidad intrinsecamente cai, cada;" en él, en efecto, tanto y aun mais que en la Ecumene hhelenista, toda abigarrada mezcla de culturas, toda poras. dad de los limites -que no exhiben ciertamente la rigider tipica de los modernos Estados nacionales-, no es nunc, indiferencia espacial. La oposicién entre Occidente y Orien. te, entrelos dioses olimpicos y el “ladrador Anubis” esté enla: origenes del Imperio, que Octaviano conscientemente magi na alternativo a la politica asidtica de Antonio. Ademés, ¢ Imperio, en cuanto espacio universal del mundo de los hom- bres civiles (que con el limes més que excluir a los barbara: los atraey ls exhorta a transitar por los umbrales del base id), tiene un baricentro, una curvatura que lo cu lca, En resumidas euentas, es un espacio al quo le ral una autoridad" fundadora, més centralizadort hecentral: fecist patriam diversis gentibus unam’ escrbe casaane acta id Rutilio Namaziano en De reditu sw, dad casa oe ng storia mas que milenaria, La espa ificada también cuando se configura com "Bi, te ach ©: Galli, “Citadinaten wet Sie loa ™C. Schmitt, “Raur Univeratas 981 a end Rom. Zur Phonetik des Wortes Rasa ‘Siemplo de politica oP °9-967: Pero una alusién a Roma como 8 N nomos della sarees islizada se encuent: ‘Schmitt turopacam ase antl into intemasionale delle Sus puslis™ ane Ga pate AGG Bhp aba it parame 8 Enclose Siege Sail Ro i 1901, vol. 1, pp. 482-443 lero/Ospite” cit., pp. 235-286, sabre * fondazioni (1986), Florencia, Hope mundialidad: la Beumene romana no es espacio indiferente, rue es “patria”. sing ave tna menos “compacta” y articulada, también los mperios egipeios y orientales han exhibido la pretension de ge el espacio de la politica sea un “cosmos”. En efecto, aitellos imperios pretenden representar ena Tierraelorden aavete, organizar la espacialidad del aqui en analogia con la Gel Ciclo, de manifestar en si el orden del ser. Y de tal Gretensign extraen también su teologismo imperialista, su predencia aconsiderar que todo el globo, de por sicaético, deba ‘envertirse en un espacio tinico, sometiéndose a una sola autoridad universal.” 1.2. El cristianismo y la “res publica christiana” Elcristianismo no remite precisamente a un espacio; en todo caso, al colocar 1a patria del hombre en el cielo," es, funda- snentalmente, indiferente a la geografia y ala politica, y mas bien revela los abismos de la interioridad del alma y de la trascendencia, dela absoluta verticalidad de Dios. Obviamen- te, se plantea enseguida el tema de la relacién entre Cielo y ‘TNérra, pero no como una relacién entre dos espacios, sino como una continua apertura critica y deformante desde la perspectiva ~historicamente inalcanzable- de la ciudad de Dios sobre las vicisitudes de la ciudad terrena. Noobstante,1a relacién entre Cielo y Tierra, a pesar de que no es espacial, tiene efectos sobre la representacién del espacio en el pensa- miento. Elespacio politico se constituye ahora porque el cristianis- mointroduce en laescenadel mundoa un Pueblo salvado, una ekklesia, a la cual, ya sea que habite el subsuelo de las catacumbas 0 que triunfe con Constantino, incorpora ~aun- que “peregrina in saeculo”— una originaria e ineliminable dimensién publica: “la Iglesia de Cristo |. es en este mundo, Y esto significa: ella toma y da espacio |..1, visibilidad y ™B, Voegelin, La nuova ecienza della politica (1952), Turin, Bora, 1968; E. Voegelin, Anamnesi, Teoria della storia e della politica (1966), Mili Givftre, 1972; sobre el tema, vetee C. Galli, "Erie Voegelin: la rappresentan- la trascendenza, la storia", en C. Carini (comp.),Aspettie problem della rappresentanza politica dopo il 15, Florencia, Centro Editoriale Toscano, 1998, pp. 78-107, ° Filipenses, 2 20: “nostra conversatio in caelis est” Inuestra patria est en los cielo. 19 Escaneado con CamScanner eo 1m p resumidas cuentas: est intring publica’ He gugconfiere ala rlHi6ncaticaay signppablieges Tijea”, guia y matriz a partir de la alg sriana~ de la experience juridica universal.» "ny sregerriginaria publicidad yespacialidad del crit, cexplica también a facilidad con que tantoel cristianign, expe atlism, como el oriental, se han Telaci postivamente cO” Tnespacialidad caliiadsojtiv ve ot de 1a casicdad, y con 1a espacia!idad unive Saag mci snd Ipealoquen en wltima. ios, ¥ no en Roma yet dace naniversal del imperium popu romani. La dite mis Oriente y Oceidente es, este cao, queen One trope relate xpi politica sume fir europea imperial del Uno elaborada por Eusebio de teen ras que en Occidente, desde Gelasio en adelane, ree Malidad politica ests connotada por el Dos, porel rng dante coficoenteguctoiae vot, entresacdin eimai” Exe unite reli, interno @ Europ snagranimportania .y contribuye a determiner, Trees cualidad delasculturas politicas: predominantemey tne in atraspens de Ocidents,dondenose Sprocido una hegemonia duradera de un principio sobre tn donde el Imperio (y luego el Estado) y la Iglesia (y en soguiis lasiglesias)han confrontadocompetitivamente; més compac tas y dogméticas las culturas politicas del Este europe habituado por mas de un milenio de colaboracién ‘sinfnic! ° Puelarment be Oecent, cularmente en Occidente, la i ce entre Cielo y Tierra, obien de unaauetoritas objetiva ee. itt, Teole seg Shmit, Pega pat La egenda dell i gp 1) hn Ge 1B pO owt rg DitoriolcionLagiine dla tradvon suit ‘iin 80, Bln Matin, va, raade Cesare, Sula Vita di Costantino, Npoles, DAs It 2 Min, Piroeia rae, vl XK, 16308 ae . an we Latina, vol. LIX, 41-47: 5% errs a experiencia cides, ene Ia #2 tps Beadoy concreting perio ,ene-mun reer FP Une erin del ividual-est eonstrudoel importa Hm imo tra coscienzae ditto, Bolen Ta ae fori ito, Bla Mali 00 20 i iene en la versal y suproma de la Salvacidn) que tiene on Vordad universontro-elTrano de Pedro= yu rope ‘ambit, Tem signa, un espacocalifead qqueseha conve istanetraia sino porla religion. fido ental no por le yiana que, desde el punto de, vist cach epaco europeo dels seRorios feuda- con ony rdades comerciales~ snonasterios, y luego de las ciu los monéfieta en su senoy al mismo tiempo fandom, a. Se trata de un espacio nellso, en cual auitran innumerables espacios deinnumera~ sesuman gear umeaped dela dierenna rr es Tyerticalmente y que, desde ‘el punto de vista politico, fe a vero reniea laristocroia, Por tantongescastys ga que el principio del honor hace a 1a au Ma de padres y de hijo sobre ¢! honor y sobre la di- noblegjade calidadentrelos hombres s¢ asienta el principiode cia de cljel espacio politico, y sobre ellos, en efecto, organ\eatsgema aristocratico.” ¥ en la Europa crstiar ‘esto basa oe propia jerarquia interna, si bien no SO sobre las funda Migs denacimiento, sino también. en ultima instar diferenn Dios quees el creadory el garantede tal espacialidad soptreométrica y de tal pluralidad organizada. tereg ya que Cristo esta presente donde quiera que Nos ren meds en su nombre, la res publica christiana esta tare Teundmeada por una diferencia cualitativa respecto de lo agermo, 0 sea respecto de los espacios no cristianos. Pero no sx gata por cierto de una diferencia permanente sino transi- fora, porque también los no cristianos estan destinados a sor Gangelizados. Ast las cosas, el universalismo catélico es Sbjetivo y misionario, de acuerdo a la direccién de. Jests, "22 de difundir la Palabra. Pero esta logica —se- “euntes docete”, gin Ia cual el universal objetivo tiene el derecho/deber de Fealizarsefundamenta también la cruzada, la “guerra jus- ta’, basada sobre la diferencia moral y ontolégica entre los'contendientes;” y es, en resumidas cuentas, la matriz de los universalismos que se califican por oposicién. © P, Grossi, Lordine giuridico medievale, Roma-Bari, Laterza, 1996. 20 Morandi y R: Panattoni comps), Ripensare lo spazio politico: quale cristocracia?, Padus, Il Poligeafo, 1998 (especialmente los ensayos de P. Corréra de Oliveira y de P. A. Filippani Roncon). ae, 28, 19 C.Sehmitt, Nomos, cit, pp, 41-42; P.Alphandéry y A Dupront, La crisianita e Fidea di croviata (1984), Bolonia, Il Mulino, 1974. a1 Escaneado con CamScanner juridico-romano y e] e), joel clemenncurren alos efectos deat’ 18a Buropa cristiana, pues tampja\ tico de nerencia griega. En efecto, gf Srorente una ss ‘Timeo de Platén, que ha tenidg una rundodel alto Medioevo, laidea seggin,, mung ganico y objetivo orden del ye 8%

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