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La acupuntura es un método terapéutico que, mediante la inserción de finas agujas en puntos

estratégicos, mejora o cura distintas enfermedades funcionales.

ORIGEN E HISTORIA:

La acupuntura se remonta a la edad neolítica, donde ya se utilizaban piedras puntiagudas para


drenar pus de heridas y abscesos cutáneos.

La formación inicial del sistema teórico de la medicina china fue sobre el año 475 a.C. al año
265 a.C.

Otros tratados de Acupuntura se han ido desarrollando desde el año 265 a.C. al 960 d.C. Entre
estas fechas se fueron ampliando los conocimientos y tratamientos hasta un total de 784
enfermedades: Ginecología, pediatría, cirugía, traumatología, oftalmología,
otorrinolaringología y estomatología.

Desde el 960 al 1368 d. C. comienzan los intercambios internacionales, extendiendo la


Medicina China a Japón, Corea, India, Vietnam, Arabia…

La Acupuntura y la M.T.C. se emparentan con la medicina occidental entre los años 1862 al
1918 hasta su gran difusión y estudio en el tiempo presente.

En la segunda mitad del siglo XX se comenzó a profundizar científicamente en los efectos


generados por la acupuntura en el organismo y se empezaron a realizar pruebas científicas
para demostrar sus efectos. Nuevas ciencias, como la neuro-inmuno-fisio-patología, han dado
a conocer como los neurotransmisores eran los encargados de conducir la información
necesaria para que los efectos biológicos se produjeran. Es decir, la acupuntura sirve como
tratamiento, porque científicamente se comprobó que la puntura sobre los puntos
acupunturales produce cambios neurológicos, hormonales y de endorfinas a nivel corporal.

La inserción de las agujas de acupuntura duele poco, ya que las agujas son de un diámetro muy
fino. Se realiza con agujas desechables y asépticas.

Aunque los beneficios de la acupuntura han sido largamente probados, es fundamental que la
técnica nos la realice un profesional cualificado.

¿QUÉ ES LA ACUPUNTURA?

La acupuntura es una técnica terapéutica cuyo objetivo es restaurar la salud del paciente a


través de la inserción de pequeñas agujas en el cuerpo.

En 1979 la Organización Mundial de la Salud (O.M.S.) reconoció la eficacia y la seguridad de


este método y publicó una lista de patologías que pueden ser tratados por acupuntura como,
por ejemplo: problemas de estrés o cuadros de ansiedad, aliviar y reducir los dolores causados
por cefaleas, migrañas, esguinces, artritis, torceduras en las articulaciones, problemas de
espalda

La medicina moderna ha estudiado la Acupuntura para dar una explicación más científica a sus
efectos. Todavía se desconoce cómo funciona exactamente, pero ya se sabe que actúa sobre el
sistema nervioso, estimulando la actividad de sustancias analgésicas (como las endorfinas y las
células del sistema inmune). También se sabe que altera la química cerebral, modificando la
liberación de neurotransmisores y hormonas, afectando a las partes del sistema nervioso
relacionadas con las sensaciones y las funciones involuntarias del organismo (reacciones
inmunes, flujo sanguíneo, tensión arterial…).
Su tratamiento es muy sencillo y no es doloroso. Es muy eficiente, y suelen obtenerse
resultados muy satisfactorios en un período relativamente corto, sin complicaciones ni efectos
colaterales.

El éxito de la acupuntura depende de:

– la correcta elección de los puntos de acupuntura sobre los que se ha de actuar


– el medio utilizado (tipo de aguja), que deberá ser el más adecuado en cada caso
– la forma en que sean aplicadas en los puntos
– la colaboración del paciente, ya que el mismo tratamiento puede variar en sus resultados, si
no existe una gran predisposición por parte de éste

La Acupuntura puede utilizarse bien como complemento, bien como terapia única, según cada
caso.

Los casos más habituales que se suelen tratar con la Acupuntura son:

– afecciones nerviosas: ansiedad, depresión, Insomnio, anorexia y bulimia nerviosa, demencia


senil.
– afecciones respiratorias: asma bronquial, bronquitis, rinitis, sinusitis, inflamaciones de
garganta
– afecciones digestivas: gastritis, úlcera, estreñimiento, trastornos digestivos, hernias,
hemorroides
– afecciones ginecológicas: irregularidad menstrual, dolor menstrual
– afecciones sexuales: impotencia
– afecciones musculares: artritis, reuma, espasmo muscular, torsión del tobilllo, bursitis,
tendinitis, ciática, torticulis, síndrome témporo-mandibular, costocondritis, dolor en hombros,
codo, muñeca, caderas, rodillas y tobillos
– afecciones óseas: hernia discal, esguinces, torceduras
– afecciones neurológicas: dolor de cabeza, jaqueca, migraña, neuralgia del trigémino, paralísis
facial, síndrome de Parkinson
– afecciones de oidos: tinitus, síndrome de Menier
– alergias
– control de peso
– adicción a drogas y tabaco
– enfermedades de la piel
– problemas de defensas, estados carenciales y depresivos
– dolores en general, dolores musculares, como analgésico
– esclerosis múltiple
– síndrome de fatiga crónica
– fibromialgia
– procesos inflamatorios o infecciones gripales
– afecciones oculares
– problemas de riñón
– trastornos de la circulación
– alcoholismo

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