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Riftia pachyptila

Son una especie descubierta en 1977


en las chimeneas de la dorsal de las
Galápagos, formando grandes
comunidades a 2.000-2-400 metros de
profundidad, habitando largos tubos de
color blanco formados por quitina y
proteína, mostrando el penacho
branquial en un extremo (siendo rojo
debido a la intensa vascularización del
tejido). Son anélidos con una alta
especialización que llegan a alcanzar los
2 metros de longitud. Estos organismos
resisten elevadas presiones,
temperaturas y concentraciones de
SH2, un compuesto muy tóxico para la
mayoría de organismos.

Carecen de aparato digestivo, ni siquiera boca o ano, aunque sí cuentan con un órgano
con forma de saco que ocupa hasta la mitad de su cuerpo y se denomina trofosoma. El
trofosoma es un tejido esponjoso y está altamente irrigado, además contiene células
llamadas bacteriocitos, que están repletas de
bacterias oxidantes del azufre de la clase ɣ-
Proteobacteria (aunque aún no se ha podido cultivar,
aunque la bacteria simbiótica presenta también una
forma de vida libre independiente del gusano). Los
individuos jóvenes de R. pachyptila toman al
procariota del ambiente (transmisión horizontal) en
lugar de heredarlo de sus progenitores (transmisión
vertical), como es el caso de otras simbiosis. El
penacho branquial se usa para captar compuestos
inorgánicos, como CO2, O2 y SH2, que son
transportados por la circulación hasta el trofosoma.
Estos organismos poseen una hemoglobina especial
que presenta sitios de unión distintos para el O2 y
para el SH2 (evita que estos dos compuestos
reaccionen entre sí y se evita que el sulfuro provoque
daños).

Las bacterias usan el sulfuro como fuente de energía y poder reductor, cediendo los
electrones a una cadena de transporte en la que el O2 es el aceptor final. El CO2 es la
fuente de carbono, usando el ciclo de Calvin para su fijación (aunque también se han
encontrado los enzimas del ciclo inverso del ácido cítrico en estas bacterias). Se trata de
una relación mutualista con beneficio mutuo: las bacterias proporcionan carbono
orgánico; los gusanos proporcionan un entorno de crecimiento estable con una fuente
continua de nutrientes. Se cree que los gusanos también proporcionan otro tipo de
compuestos necesarios para el crecimiento bacteriano, aunque aún no está claro.

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