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(Panthera onca)
Revisores:
Damián I. Rumiz
Melisa Arias
Luís Pacheco
Mayo 2020
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…Dedicado a todos los jaguares que
murieron asesinados …y a todas las
futuras generaciones de jaguares que
vivirán protegidos y en libertad…
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Introducción
El presente texto fue elaborado en la perspectiva de aportar una base de conocimientos sobre
la conservación del jaguar, dirigido a guardaparques de las áreas protegidas, así como de
técnicos de gobiernos departamentales y municipales en las tierras bajas de Bolivia. El
esfuerzo radicó en la sistematización de la mayor cantidad de valiosa información valiosa y
clave sobre esta hermosa especie de la biodiversidad neotropical. El jaguar, Panthera onca, es
un animal carismático, casi místico para muchas culturas indígenas. En la ciencia de la
conservación es una especie emblemática, “bandera” y “paraguas”. Su función en los
ecosistemas tropicales y subtropicales es fundamental, como regulador, controlando las
densidades de un gran número de especies, tanto terrestres, como acuáticas, contribuyendo de
forma decisiva en las dinámicas de la composición y equilibrio funcional de los ecosistemas. En
lo económico, es un valor de primer nivel para las actividades de ecoturismo, siendo muy
gratificante el solo hecho de observar y fotografiar sus enormes huellas, o escuchar sus
bramidos. Es un animal furtivo y huidizo y no representa peligro para el ser humano, salvo en
muy ocasionales circunstancias.
De acuerdo a la lista roja de la IUCN (Red List) el jaguar se encuentra en la categoría de Casi
Amenazada, y según dicha lista no es considerada como especie amenazada propiamente. En
este trabajo se expone la propuesta de cambio del estado de la especie en la Lista Roja de la
IUCN a la categoría de Vulnerable, con el fin de exigir y promover mayores acciones de
protección y control, argumentado el mayor riesgo de extinción que enfrenta la especie,
El presente trabajo es una herramienta que se deriva del Proyecto Operación Jaguar, que fue
gestado en la IUCN de Holanda, para ser desarrollado en Bolivia, Surinam y Guyana, del cual en
Bolivia, la organización ecologista SAVIA se constituye en contraparte de dicha Operación. El
proyecto orienta sus esfuerzos a lograr una mayor protección y un horizonte efectivo de
conservación del Jaguar en Bolivia. Entre sus metas están, el lograr un mayor conocimiento
sobre aspectos claves del estado del Jaguar en Bolivia, contrarrestar las presiones de caza y
tráfico; lograr un mayor apoyo y empatía hacia la figura del jaguar por parte de autoridades y
sociedad en general; así como, fortalecer los aparatos de control, judiciales y de fiscalización
en el tema. Una de las metas es repercutir en el ámbito continental e internacional, con el fin
de inducir o propiciar esfuerzos mancomunados más extensos y contundentes para la
protección del Jaguar y lograr una tácita reducción de las grandes amenazas, en especial la del
tráfico global.
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ÍNDICE
ASPECTOS BIOLÓGICOS 6
Ubicación taxonómica 6
Rango de peso y tamaño 7
Coloración 8
Huellas y heces 8
Morfología y comportamiento predador 9
Tiempo de vida 10
Reproducción, gestación, número y cuidado de crías 10
Comportamiento 11
ASPECTOS ECOLÓGICOS 13
Aspectos culturales 19
Percepción e intención de caza 22
Jaguares y turismo 23
Actores y organizaciones 26
Malas y buenas prácticas en relación al jaguar 27
Mitos, supuestos y creencias sobre la peligrosidad del jaguar 29
Por qué el jaguar no es un “come gente”, la explicación evolutiva 32
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Investigaciones realizadas sobre el jaguar 65
Normativa en Bolivia 66
Instancias de Control 70
POFOMA 70
SERNAP – Cuerpos de Protección de las Áreas Protegidas 71
Fuerzas Armadas 72
Aduanas, correos y medios de comunicación 72
Debilidades de las instancias de control 73
Órgano judicial y sus debilidades 76
El tráfico de partes del Jaguar en Bolivia 76
Estudio de caso de tráfico: Los chinos de La Ramada en Santa Cruz de la Sierra 82
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INFORMACIÓN BÁSICA SOBRE EL JAGUAR (Panthera onca)
ASPECTOS BIOLÓGICOS
Ubicación taxonómica
Más de seis subespecies del jaguar fueron descritas a inicios y fines del siglo XX, en
base a rasgos morfológicos y de talla o peso, (Pocock, 1939; Seymour, 1989). La
diferenciación de subespecies de una especie, implica una notoria variación de rasgos
(tamaño, forma, peso, color), pero también diferencias genéticas estudiadas a nivel
molecular. En la actualidad, no hay consenso entre los científicos en cuanto a la
diferenciación de subespecies del jaguar y los resultados recientes de estudios de
genética molecular (Ruiz 2013, 2007; Eizirik, et al. 2001) indican la inexistencia de
diferentes subespecies, destacando un alto flujo de genes y alta variabilidad genética
de la especie. Sin embargo, hay una notoria diferenciación de tamaño entre los
jaguares de Centroamérica y los de la Amazonía, así como entre los jaguares de la
Amazonía y los del Chaco - Pantanal, estos últimos, notablemente de mayor talla. Sin
duda es un aspecto que requiere mayores investigaciones.
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El jaguar está emparentado con el león (África –Asia), el tigre (Asia), el leopardo
(África-Asia), y el leopardo de las nieves (Asia). Este grupo tiene una edad de entre 6
y 10 millones de años y comparten un antepasado común. El registro fósil indica que el
género Panthera apareció hace unos 3 millones de años (Ruiz, 2013; Larson, 1997).
Machos pesan entre 70 - 130 kilogramos. Hay registros de machos de hasta 160 kg
(Pantanal)
Hembras entre 60 - 90 Kg. Las hembras suelen ser un 10-20% más pequeñas y livianas
que los machos.
Altura del suelo a los hombros es de 60 a 80 cm., longitud entre 160 - 190 cm y la cola
puede añadir unos 70 cm más. El jaguar es más largo que alto, una adaptación para
moverse rápida y sigilosamente en el piso del bosque (Fig 1).
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En general, el jaguar es un felino robusto, más largo que alto, musculoso y compacto,
de patas cortas muy gruesas, cuello macizo y cabeza grande (Ruiz, 2015, Rabinowitz,
1986). Tiene unos ojos relativamente grandes, situados para proporcionar visión
binocular y una notable visión en la oscuridad, gracias a una membrana especializada en
sus ojos, que concentra la luz; su olfato está muy bien desarrollado (un sistema de
láminas óseas y tejido sensitivo, los huesos turbinales, en sus conductos nasales), así
como el órgano vómero nasal en el paladar, pudiendo detectar el olor de sus presas a
grande distancia. También su sentido auditivo está muy bien desarrollado.
Coloración
Huellas y heces
Las huellas del jaguar son macizas, pueden llegar a tener diámetros entre 9 y 14 cm.
(Fig 3), las huellas de las hembras son de menor tamaño en general. Excepcionalmente
se han encontrado huellas de 15 cm., de diámetro. Las huellas de pumas en general son
de menor tamaño (7-11 cm.), las de adultos machos pueden alcanzar 13cm. Los dedos
del jaguar son redondeados y las almohadillas son anchas y casi cuadradas, mientras
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que en el puma los dedos son más alargados, que redondos y las almohadillas más
alargadas y casi triangulares (Márquez y Goldstein, 2014).
Las heces del jaguar, son en general grandes, varían de color plomizo a pardo, algunas
veces muy oscuras, pudiendo reconocerse bajo análisis, abundantes pelos de las presas
y restos de huesos (Fig 4).
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Morfología y comportamiento predador
Tiempo de vida
Los jaguares en su medio natural pueden vivir entre 11-12 años, y en cautividad pueden
vivir hasta más de 20 años. Estas cifras sitúan al jaguar entre los felinos que viven
más tiempo.
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cachorros, para inducir a que la hembra entre nuevamente en celo. Las madrigueras de
cría se ubican normalmente en huecos de grandes árboles caídos, o en oquedades
profundas semi-subterráneas al pie de árboles con grandes aletones.
Las hembras paren habitualmente dos crías, muy raramente tres (se han reportado
camadas de hasta 4, pero son casos excepcionales). Las crías nacen ciegas e
indefensas y dependen por completo de su madre; empiezan a ver después de dos
semanas. Su dieta hasta los tres meses es la leche materna. Los cachorros son
destetados a la edad de 3 meses, pero permanecen en la madriguera donde han nacido
hasta los 5 o 6 meses. Los cachorros empiezan a comer carne, que les lleva la madre, a
partir de los tres meses. A partir del sexto mes comienzan a acompañar a la madre y
aprenden a cazar y la acompañan en las cacerías hasta más de un año. Se conocen
casos aislados de canibalismo de crías por jaguares madres en condiciones de
cautiverio, debido a stress y desórdenes de comportamiento. No hay reportes de
estos casos en la naturaleza.
Es en esta etapa, cuando el territorio de la hembra se expande para poder cubrir más
espacios y tener mayor probabilidad de encontrar presas suficientes y deambulan en
grandes espacios. Es una etapa de muy alta vulnerabilidad, puesto que pueden
acercarse a zonas de habitación humana y atacar eventualmente al ganado, siendo
toda la familia propensa a morir por efecto de la caza. Los cachorros, ya como sub
adultos (1,5 a 2 años) abandonan el territorio materno en busca de uno propio, y se
exponen a la falta de comida. Los juveniles de ambos sexos, son inicialmente nómadas,
enfrentándose con ejemplares más viejos, machos o hembras, hasta que consiguen
establecer un territorio propio. En esta etapa hay un alto riesgo de peleas, heridas o
muerte por encuentros con jaguares machos o hembras residentes, además del riesgo
de conflicto y caza, cuando se acercan a viviendas y atacan animales domésticos.
Comportamiento
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Existen estudios que estiman que pasa hasta un 50-60% de su tiempo activo, sin
embargo, en los períodos que no necesita cazar, es un excelente ahorrador de energía
y puede pasar días enteros descansado en ramas de árboles o en playas, muchas
fotografías tomadas en la vida silvestre muestran este comportamiento plácido y
holgazán.
Se despierta por la tarde, a la caída del crepúsculo. Se levanta lentamente estirando sus
músculos con pereza. Aún antes de abrir los ojos ya empieza a percibir los olores que el viento
le acerca. Sin cambiar de lugar, reconoce los cambios que han ocurrido en su ambiente desde
el día anterior y también reconoce a qué distancia los vecinos andan merodeando. La riqueza
de sensaciones olfativas que percibe el jaguar, le permite reconstruir detalladamente
múltiples aspectos de su entorno con una sola inhalación.
El olfato es el principal sentido de los felinos. Sus células sensitivas a los aromas son 40 veces
más numerosas que las nuestras. Si el nuestro es un ambiente tapizado de colores, el del
jaguar es un mosaico de olores. Después de percibir y examinar la información que le aporta
el viento, el jaguar comienza con su rutina diaria. Camina lentamente en busca de alimento y,
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al mismo tiempo, marca su territorio salpicando de orina los sitios por los que pasa en su
recorrido habitual. Al olfatear estas señales, otros jaguares podrán distinguir los principales
atributos del dueño, como su sexo, edad y aun su estado reproductivo.
En su caminar entre pastos, hierbas y arbustos, su olfato y su oído se complementan con la
información capturada por su efectivo y sensitivo radar: sus vibrisas, también conocidas como
bigotes. Estos gruesos pelos, unidos a su piel con una profunda raíz que se conecta
directamente a las células sensoriales, detectan pequeños cambios en el ambiente, la presión y
dirección del aire, la temperatura y las corrientes. Generalmente tiene en el hocico cuatro
hileras de bigotes, con tres cerdas en cada una. Otras vibrisas se encuentran en sus mejillas,
por encima de los ojos y en la parte trasera de las patas delanteras (pelos carpales). Con
asombrosa agilidad, de un salto, sube a un árbol en las inmediaciones de una aguada y se
sienta en una gruesa rama, desde donde espera pacientemente a que algún animal se acerque a
beber. Aunque su agudeza visual no es tan buena, sus grandes ojos localizados en el frente de
la cara le confieren gran precisión al saltar sobre sus presas. Sus pupilas se agrandan dos
veces más que las nuestras y alcanzan a cubrir el 90% de su ojo, permitiendo la entrada de la
poca luz presente. Su retina posee una estructura especial para detectar movimientos.
El jaguar detecta frecuencias de sonidos más altas que los perros. Sus orejas, movidas
independientemente por más de 20 músculos, pueden rotar 180 grados para localizar la fuente
de los sonidos y determinar exactamente su dirección.
Los jaguares son únicos entre los grandes felinos por su técnica de matar a sus presas
mediante una mordida entre la base del cráneo y la parte posterior del cuello.
ASPECTOS ECOLÓGICOS
Si bien puede haber una vinculación poblacional e intercambio genético, las grandes
distancias y actualmente las barreras hechas por el ser humano, dificultan o impiden
el flujo de individuos entre estas zonas. Normalmente, en áreas grandes como el Kaa
Iya (zona Isoso, zona Quebrada Abaroa, zona Palmar de la Isla, etc.), podrían
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diferenciarse subpoblaciones más o menos restringidas a ciertas zonas regularmente
aisladas por las grandes distancias, aunque con posibilidades de vinculación y flujo
genético (flujo o movimiento de individuos) entre ellas. Es importante tener en mente,
que el jaguar es un animal de gran capacidad de movilidad, y puede recorrer enormes
distancias en pocos días, lo cual reduce el riesgo de aislamiento excesivo.
Territorialidad y movilidad
El tamaño de los territorios del jaguar es variable según las regiones o incluso en una
misma región, sin embargo, por regla general, éstos abarcan grandes espacios que le
permiten abastecerse de suficientes presas.
Tanto machos, como hembras, mantienen territorios estables, los de las hembras, son
normalmente de menor tamaño y anexos o insertos a los delos machos con los cuales se
aparean. La hembra con cachorros, para preservar su seguridad y sobrevivencia,
rehúye o incluso, expulsa de su territorio de cría, al macho procreador y a otros
jaguares machos y hembras. En general los territorios de los machos son más
extensos que el de las hembras.
Los territorios de jaguares pueden ser muy grandes, hasta más de 1.000 km2 en el
Chaco paraguayo, mientras que estudios del pantanal y del bosque chiquitano-chaqueño
estiman de 50 a >150 km2 para machos y 25-50 km2 para hembras (Rumiz, 2015).
Cuellar y Noss (2003) reportaron áreas de acción individual para el bosque seco del
Chaco, entre 84 y 190 Km2. Diversos estudios en Latinoamérica indican una variación
de tamaño territorial entre 20 y 420 Km2, dependiendo del tipo de región ecológica
que ocupan.
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Los jaguares se mueven distancias notablemente grandes para obtener su alimento y
controlar su territorio, buscar nuevos territorios o aparearse. A partir de mediciones
de collares telemétricos y registros de cámaras trampas, se han medido recorridos
entre 8 y más de 40 Km por día, esto depende de situaciones como tamaño del
territorio, abundancia de presas, abundancia de hembras, etc. Los individuos jóvenes,
machos y hembras (subadultos) que dejan territorios natales y salen a buscar nuevas
áreas, suelen recorrer mayores distancias. Estas grandes movilizaciones implican
serios riesgos para los jaguares ambulantes, puesto que pueden salir de las áreas
protegidas, cruzar o ingresar a zonas de actividad humana y ser cazados, o ingresar a
territorios de jaguares machos ya establecidos con los cuales se pueden generar
conflictos y ser heridos o muertos.
Estudios realizados en el Chaco (Maffei et al.2004), indican que los jaguares, aun
estando resguardados en áreas protegidas, pueden atravesar los límites de estas
áreas y también los límites internacionales entre Bolivia y Paraguay, donde a menudo
mueren cazados.
Entre las presas más comunes están: Chancho de tropa o tropero, taitetú, capibara,
anta, guazo, urina, ciervo de pantano, jochi, tatú o armadillo, monos, perezoso, peta de
monte, peta de rio, lagarto, tejón (Fig 5). El jaguar en la etapa inicial de crecimiento
de los cachorros, es decir, desde que son destetados (4 -5 meses) y hasta que
alcanzan un porte mediano (un año o algo más), pueden atrapar mamíferos pequeños,
como parte del aprendizaje de caza. El jaguar también puede ser carroñero, es decir,
puede aprovechar como alimento, animales ya muertos, sean estos silvestres, o en el
caso de reses muertas, por diversas circunstancias. Cuando al jaguar caza no está
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libre de peligros, en especial atrapar chanchos troperos implica un alto riesgo que
eventualmente puede acabar incluso con la muerte de jaguar.
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Este es un tema de debate y se constituye en la base de una hipótesis. Si el jaguar, se
alimentaría de unos pocos tipos de presas, digamos, sólo de chancho tropero o taitetú,
entonces, esto podría ocasionar una fuerte disminución sobre las poblaciones de estas
presas silvestres que son preferentes en muchas comunidades, y competir con los
pobladores locales. Es posible que el jaguar, al cazar y alimentarse de una enorme
diversidad de presas, realice una presión muy bien distribuida y equilibrada, sin
ejercer sobrepresión sobre ninguna de las especies en particular. Mientras más
diversa en vida silvestre sea una zona y no se realicen presiones de sobre-cacería por
parte del ser humano, mas disponibilidad de presas habrá para el jaguar y las
comunidades locales. Ciertamente, pueden existir eventos de competencia
circunstancial directa entre el jaguar y cazadores humanos, que convergen sobre una
misma presa (e incluso esto puede dar lugar a comportamiento agresivo por parte del
jaguar).
A partir de la amplia diversidad de presas que aprovecha el jaguar (un uso de presas
muy bien distribuido y balanceado), se deriva otra función ecosistémica muy
importante, cual es el control de las densidades de las especies de la vida silvestre, y
por tanto la regulación del funcionamiento y estructura de los ecosistemas en general.
En regiones donde desaparecen los jaguares y pumas, que son los predadores máximos
de las cadenas y redes alimenticias, podrían darse desequilibrios en poblaciones de
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herbívoros, dispersores de semillas y otros, lo cual afectaría la composición de los
bosques (Tonhasca, 2005). Es posible que al jaguar, como a otros predadores, le sea
más fácil atrapar presas con mayores dificultades de escapar (viejas, enfermas o con
alguna discapacidad), lo cual podría contribuir a mantener saludables las poblaciones
naturales de la vida silvestre, y un efecto positivo en la selección natural y los
procesos evolutivos. Es un tema que bien podría ser más investigado. En base a estos
aspectos, se ha plantado que la presencia del jaguar en las regiones es indicador de la
buena salud de los ecosistemas.
Los cachorros de jaguar ya empiezan a cazar bajo la guía de la madre, esto es desde
los 4 o 5 meses hasta algo más de un año) las presas más probables que pueden
atrapar pueden ser roedores y otros mamíferos de pequeño a mediano porte.
Planteamos una hipótesis, el jaguar en dicha etapa, podría ser muy importante en el
control de las poblaciones de roedores (Fig 6), incluidos aquellos géneros y especies
que son reservorios probados o probables de enfermedades víricas letales como el
Hantavirus o Arenavirus.
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bosque seco chaqueño, bosques semiabiertos y sabanas tipo Cerrado (Arata y Gratz,
1975; Palma et al. 2012; Lacher y Alho 2001; Sahley et al. 2016; Lambert et al. 2006;
Fonseca, 1989). Es conocido que muchas de las especies de roedores reservorios de
virus, proliferan en ambientes antropizados, cerca de zonas cultivos y ocupaciones
humanas, donde encuentran abundantes recursos, sin embargo, también ocupan zonas
boscosas como hábitat original (posiblemente Calomys callosus y C. laucha, sean los
casos más excepcionales, que prefieren zonas abiertas sabanoides) y podrían darse
situaciones de control por cachorros de jaguar y otras especies de félidos de pequeño
porte. Este puede ser un tema relevante de investigación, pues se trataría de un
servicio ecológico fundamental que podría prestar el jaguar, además, esto justificaría
aún más la protección de jaguares hembras y crías.
La importancia cultural del jaguar se remonta a épocas precolombinas (Fig 7). Muchas
de las grandes culturas, andinas, amazónicas y del Chaco, consideraron al jaguar un
animal sagrado, asociado al inframundo, a la cosmovisión y deidades, e incluso,
considerado como un Dios por su astucia y fortaleza (Sánchez de Friedemann y
Arocha Rodríguez, 2016; Ayala y Wallace, 2008).
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Los diversos pueblos indígenas de Bolivia, tiene denominaciones propias para el jaguar
(Plan de Acción Jaguar. Bolivia. 2020): Uturunco (Quechua Apoleño o Atique),
Nuitimixi (Chiquitano), Yagüa o Yagüarete (Guaraní), Putugutoy – Catay Ihaai (Ayoreo),
Chini (Mojeño), Iba (Tacana), Rulrul (Movima), Quinam Rocopati (Moré), Yagua pini
(Guarayo), Nyakua risha (Sirionó), Rinchu (Yuracaré), Itsiqui (Tsimane-Mosetene),
Ehua (Guaragsüe).
Una anécdota de los bosques de la EBB en el Beni, allá por los años 80, en la estancia centro
de operaciones, criábamos dos cachorritas de jaguar (decomisadas a un cazador que asesinó a
la madre), y las crías jugaban remoloneando por el patio de la estancia. Allá llegaba con
frecuencia Ignacio Huareco, nuestro intrépido y valiente amigo guía Chimane, y un buen día
apareció para visitarnos, de pronto una de las cachorritas de jaguar, no más grande que un
gato doméstico, se acercó y se arrimó a él, como lo hacía con cualquier visitante…de pronto,
Ignacio dio un salto prodigioso, como si hubiera visto una víbora venenosa, gritando “itsiki”
(tigre en Chimane) y riendo nerviosamente… Ignacio se resistió y evitó tomarla en brazos y
acariciarla, como lo hacíamos nosotros o cualquier visitante…se mantuvo a buena distancia, sin
quitarle la vista y sonriendo nerviosamente. Paradójico…pues él era para nosotros, y lo sigue
siendo (aunque su espíritu ya ha partido), como un superhéroe de la selva…y que sentía un
temor reverenciado al itsiki.
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En la actualidad los procesos de pérdida cultural en diversos pueblos indígenas, da
lugar a un progresivo abandono de sus creencias y de valores de respeto hacia el
jaguar y la naturaleza. La intención de caza del jaguar, por ejemplo, es evidente en
pobladores indígenas de la llanura beniana que trabajaron en estancias ganaderas o
que tienen amplio contacto con las sociedades regionales. Entre algunos pobladores o
familias indígenas, persiste, sin embargo, un sentimiento de respeto-temor-miedo y
recelo (miedo reverente), y por tanto, de antagonismo hacia el jaguar, prefiriendo
rehuirlo o cazarlo. Como menciona Camilo Morón (2009), los indígenas juegan a tener
miedo al jaguar, porque ellos le temen efectivamente.
Están, además, los pobladores de las localidades o pueblos de las llanuras (podrían
considerarse la generalidad) que tienen miedo, por las leyendas e historias, muchas de
ellas exageraciones o distorsiones, sobre la ferocidad o peligrosidad del jaguar, aun
cuando nunca tuvieron una experiencia real con la especie. Entre estos la intención de
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caza es evidente. Una fracción relativamente importante de pobladores locales
(especialmente en centros poblados importantes) tendría mayormente un
comportamiento neutral hacia el jaguar.
Existen pobladores que saben de su ferocidad de forma directa, pues alguna vez
participaron en alguna cacería y en general lo respetan y temen; entre éstos, hay
quienes consideran que cazar, o haber cazado un jaguar es un compromiso o desafío de
valentía (machismo) y la intención de caza esta exacerbada. A este grupo, pertenecen
los que se podría considerar en pueblos y comunidades, “cazadores de oficio”,
personas que, por ejemplo, aceptan encargos de ganaderos para cazar jaguares que
atacaron al ganado; y es un grupo crítico por ser más proclive a participar en las redes
de tráfico.
En los últimos años, se reportó en algunas zonas y localidades de las tierras bajas
(comunicaciones personales de informantes locales) de Bolivia, una tendencia a sobre
enfatizar la peligrosidad del jaguar y el riesgo para los seres humanos y el ganado,
argumento que se podría interpretar como un pretexto para cazar al jaguar y
posiblemente, aumentando la intención de caza de la especie y acopiar sus partes. Esto
se dio en regiones, donde desafortunadamente se extendió la presencia de traficantes
(en especial ciudadanos chinos).
Jaguares y turismo
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Nacionales Kaa Iya y Madidi, y en la estancia privada San Miguelito en Santa Cruz. La
narrativa local (cuentos, mitos, leyendas) sobre el jaguar puede ser parte de estas
experiencias innovadoras. Es importante informar al turista que el jaguar, en general,
puede atacar solo si es acosado, o en circunstancias muy particulares, como cuando se
trata de robar su presa.
Las prácticas de turismo enfocadas al jaguar, deben ser llevadas con mucha
responsabilidad y cuidado. Para empezar, En el caso de las áreas protegidas, estas
actividades deben estar contempladas en planes específicos de manejo y los
Reglamentos de Operación Turística, (Fig 9). Para otro tipo de espacios donde se
realizan actividades de turismo con el jaguar, deben elaborarse planes especiales y
protocolos avalados por la DGBAP y autoridades municipales. Las operaciones
turísticas para observar jaguares, deben estar cuidadosamente planificadas,
realizarse con guías experimentados, evitando el ingreso en ciertas épocas a zonas con
territorios de apareamiento o de hembras con crías. La observación de jaguares
requiere grupos pequeños (no más de 3 personas), nunca hablar en tonos altos, gritos,
silbidos, risas, evitar música de celulares o de instrumentos musicales, etc. Si se
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quiere ver un jaguar, es aconsejable hablar casi en susurros y hasta por señas,
caminar despacio y lentamente. Se recomienda ser tan silencioso y sigiloso como un
jaguar, “jaguarizarse” (”jaguarness” en el sentido de Alan Rabinowitz); es parte de las
buenas prácticas y de un turismo responsable. En casos de pernocte, no encender
fogata, uso controlado de linternas, no encender cigarrillos, el olfato del jaguar es
muy agudo.
Un atractor químico que viene siendo utilizado para atraer grandes felinos, es el
perfume Obsession de Calvin Klein (Viscarra et al. 2011; BBC News Mundo. 2018), esto
debido a que es fabricado con una sustancia (feromona) similar al almizcle secretado
por un animal africano, la civeta, mal llamado gato de Algalia (Viverridae) y que tiene la
particularidad de actuar, como atractor de tigres, leopardos, chitas y jaguares. En la
India ha sido utilizado para atraer y cazar felinos que atacan a humanos, y ha sido
utilizado con fines de investigación por biólogos para atraer jaguares hacia cámaras
trampas. Su uso debería estar restringido a usos científicos controlados. Un uso
indiscriminado en operaciones de turismo, por ejemplo, en sitios no aptos, como en
proximidades a senderos o sitios de camping, o en grandes cantidades, o de forma muy
frecuente, podría traer consecuencias negativas. Es posible también, que un uso no
controlado, pueda ocasionar alteraciones en los patrones territoriales de los jaguares,
producir concurrencia de varios individuos a los sitios de atracción, e inducir
confrontaciones y peleas entre ellos. Por principio precautorio, el uso de estos
atractores en turismo debería estar prohibido, hasta que se cuente con más
información científica concluyente. Otras malas prácticas de turismo que deben ser
prohibidas, dentro y fuera de las áreas protegidas son la caza tipo safari, el acoso
con perros o colocación de cebos, para obtener filmaciones y fotografías, y el tráfico
de partes asociado a falsas prácticas shamánicas. Esto último ha sido denunciado para
la región de Iquitos (Perú), donde las prácticas de turismo de consumo de la planta
psicotrópica ayahuasca, se entremezclan con el comercio de partes del jaguar, como
garras y colmillos, dando lugar a situaciones de tráfico (Braczkowski et al. 2019). Esta
mala práctica, también ha sido detectada para la región de Rurrenabaque en Bolivia,
donde existen sospechas sobre algunas agencias y operadores de turismo.
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Actores y organizaciones
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Noel Kempff Mercado, el Museo de Historia Natural Noel Kempff Mercado, ACEEA
(Asociación Boliviana para la Investigación y Conservación de Ecosistemas Andino-
Amazónicos). Son pocos los especialistas en manejo y conservación del jaguar,
pudiendo nombrarse a Rob Wallace, Leo Maffei, Guido Ayala, Damián Rumiz, Rosario
Arispe.
Malas prácticas
Búsqueda y caza indiscriminada de jaguares por represalia ante un ataque al ganado u
otros animales domésticos
Abandono de los hatos en zonas apartadas (p,e, islas de bosques, potreros apartados) sin
presencias de cuidadores.
Colocación de cebos envenenados.
Permitir la caza del jaguar y la caza regular de vida silvestre en estancias y predios
forestales.
Caza de ocio o “deportiva” por visitantes, propietarios o trabajadores, de estancias,
predios forestales, o pobladores de localidades.
Caza de madres jaguares y cachorros.
Caza de hembras gestantes.
Caza de cachorros.
Comprar o vender (tráfico) crías de jaguares como mascotas.
Caza de jaguares bajo argumento o pretexto de control de ataques al ganado para acopiar
colmillos y otras partes para comercio y tráfico.
Ofertar oportunidades de turismo de caza-safari en estancias o zonas vecinas; búsqueda
tigras “paridas” para realzar la experiencia de ferocidad y riesgo de la caza.
Buscar la aprobación de normas que pudiesen permitir la caza “regulada” deportiva para
trofeos.
Caza regular y/o en grandes volúmenes de especies de la vida silvestre (chanchos,
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taitetúes, antas, jochis, huazos) para consumo de carne, o para proveer a restaurantes y
mercados locales o regionales de carne de monte.
Invasión de asentamientos en áreas protegidas y zonas naturales restringidas, y
establecimiento de nuevos potreros o campos en zonas apartadas boscosas con vida
silvestre.
Caza de jaguares bajo argumento o pretexto de riesgo o peligro, con el fin de acopiar
colmillos y otras partes para comercio y tráfico.
Participación en los mercados de carne de monte (comercio ilegal).
Ofertar por medios de comunicación masiva la compra de partes de jaguar con fines de
tráfico (Apología del delito).
Demandar, ofertar y participar en eventos de caza de safari.
Comprar o encargar colmillos y otras partes del jaguar a pobladores de comunidades o
localidades.
Incentivar a pobladores locales en la caza del jaguar u otras especies, con el fin de
participar en las cacerías o comprar partes del animal.
Atraer jaguares para fotografiarlos o filmarlos, utilizando sebos, animales silvestres
cazados, o animales domésticos vivos.
Prácticas de turismo shamánico que propician el tráfico de partes.
Perseguir y acosar jaguares con perros para fotografiarlos o filmarlos.
Promover o divulgar la idea de cazar jaguares argumentando que es un animal peligroso y
dañino para la gente
Buenas prácticas
Buen resguardo de los hatos de ganado y de otros animales domésticos, con corrales y
cuidadores (buen manejo de los hatos ganaderos).
Medidas de ahuyentamiento en caso de acercamiento del jaguar (cohetes, ruidos, cercas
eléctricas).
Cría de búfalos en grandes estancias.
No proceder a la caza indiscriminada de jaguares en caso de ataque al ganado, y búsqueda
de asesoramiento y alternativas de manejo.
Prohibiciones de caza del jaguar y otra vida silvestre a trabajadores o vivientes en la
propiedad ganadera o predio forestal, y aplicación de normativa vigente.
Rechazo y denuncia a las autoridades cuando hay situaciones de caza de jaguar y otra
vida silvestre al interior de la propiedad ganadera o predio forestal por parte de
terceros.
Rechazo y denuncia a las autoridades, cuando en la zona hay situaciones de caza de jaguar
y otra vida silvestre o actividades de caza relacionadas al tráfico, o malas prácticas de
turismo – safari, o caza de vida silvestre para provisión de mercados de carne.
Denuncia a las autoridades de la presencia de traficantes o cazadores contratados por
estos.
Denuncia y rechazo de la caza regular y/o en grandes volúmenes de especies de la vida
silvestre (chanchos, taitetúes, antas, jochis, huazos) para consumo de carne, o para
proveer a restaurantes y mercados locales o regionales de carne de monte.
Rechazar y denunciar prácticas no responsables de turismo que implican cazar al animal o
atraerlo con sebos para fotografiarlo.
Denunciar la tenencia o negocios de venta de crías como mascotas.
28
Promoción o emprendimiento de actividades responsables de ecoturismo dirigidas y
reguladas a la observación y fotografía-filmación del jaguar y otra vida silvestre.
Disuasión de actividades dirigidas de caza del jaguar a estancieros o predios forestales
vecinos.
Participación en campañas o proyectos de protección del jaguar.
Divulgar la idea y mensaje de que el jaguar, en general, no es un animal peligroso, ni dañino,
y que si está tacando al ganado o animales domésticos, es porque posiblemente sus presas
naturales se están acabando por la caza del hombre, o pro algunas circunstancias
particulares.
Denunciar ante las autoridades competentes la oferta por medios de comunicación masiva
la compra de partes de jaguar con fines de tráfico (Apología del delito).
Pronunciarse en contra de la caza del jaguar y en especial del tráfico de sus partes
(colmillos, pieles, etc.).
Rechazar la aprobación de normas que pudiesen permitir la caza “regulada” deportiva para
trofeos.
El jaguar puede atacar, es decir, ser peligroso para el hombre en ciertos casos:
Si los cazadores coinciden en una zona donde los jaguares están cazando, hay riesgo
de ataque, como es el caso de dos Chimanes atacados por un par de jaguares el año
2016, en el bosque Chimanes, cuando ambos convergieron sobre una tropa de
chanchos. Sin embargo, Tortato et al. (2016), hacen referencia a circunstancias en las
29
cuales, la cercanía de personas a jaguares con presas, no despertó señas de
agresividad. Un riesgo comprobado (Tortato et.al) se puede dar cuando las personas
se aventuran en zonas con jaguares en celo y fase de apareamiento (con un alto
despliegue hormonal y fuerte comportamiento territorialista). Los Chimanes en el Beni
procuran no ingresar a zonas donde los bramidos de jaguar indican situaciones de celo
o apareamiento por el riesgo de ataque. Al respecto, son necesarias mayores
investigaciones en aspectos del comportamiento reproductivo y antagonista del jaguar.
Es posible que también, puedan ocurrir casos de ataque, si una persona que se
encuentra con un jaguar, huya corriendo, lo cual podría desatar el instinto de caza del
animal; esto se ha comprobado en pumas.
30
en playas o bordes de poblados de zonas agrestes, y que pueden ser confundidos por
el jaguar con una especie animal pequeña; es un tema que merece ser investigado.
Pobladores indígenas Chimanes del rio Curiraba en el Beni, manifestaban que cuando
uno se encuentra de frente con un jaguar, no es bueno mirarle directamente a los
ojos, es decir, evitar hacer el contacto visual directo, y caminar despacio hacia atrás
Es posible que el contacto visual directo sea interpretado por el jaguar, como un
comportamiento de competencia y de desafío, desencadenando un ataque.
Pero que pasa, si alguien es seguido por un jaguar?, esta situación se puede dar en
senderos de la selva o veredas alejadas de zonas pobladas. No se han encontrado
reportes en la literatura al respecto. Un comunario beniano (Tito Zelada) viejo amigo y
muy experimentado en lides de la selva, mencionó en una oportunidad, las siguientes
recomendaciones: nunca salir corriendo, nunca darle la espalda, caminar de lado o
hacia atrás lentamente, creando una buen espacio entre uno y el animal, en lo posible
buscar un claro o espacio más abierto, saliendo de las “chipazones” (espesura), hasta
que el animal se aleje. En estos casos, lo más seguro es que el animal actúe por
curiosidad y de media vuelta o se interne en el monte. No se conocen datos de ataques
en este tipo de circunstancias.
Una investigación de Jedrzejewski (et al, 2017), indica que de 923 registros de
jaguares desde 1940, hasta 2015, solo encontraron 22 reportes confiables de ataques
de jaguares a humanos. De estos 22 ataques, siete ocurrieron durante eventos de
cacería, uno concluyó en la muerte del atacado y 18 sobrevivieron. Aunque 22 ataques
parecería alto, llama la atención, de que ocurrieron a lo largo de 75 años, lo que
equivale a 0,3 ataques por año, casi nada. Sorprende el hecho de que 18 personas
31
sobrevivieran, si se toma en cuenta la potencia del jaguar y la facilidad con la que
podría matar a una persona.
La idea o creencia de que el jaguar es una fiera peligrosa y que ataca al hombre, fue
impuesta a lo largo de siglos por diversos exploradores que equiparaban al jaguar a
fieras de otros continentes (Tortato et al. 2016). También se buscaba magnificar el
mito de la Amazonía como un lugar en extremo peligroso y salvaje. Esto se ha
mantenido injustificadamente en los miles de poblados y comunidades próximas a las
regiones donde vive el jaguar en América Latina. Existen muchas historias y leyendas
de jaguares comedores de gente, pero ninguna ha sido comprobada. No se conoce
ningún caso de jaguares que se dediquen sistemáticamente a matar y consumir seres
humanos (Hoogesteijn et al. 2014). Esta declaración separa tajantemente al jaguar de
las otras especies del género Panthera, como el León, el Tigre y el Leopardo, especies
en las cuales, algunos individuos se acostumbran a atacar seres humanos y devorarlos
Corbett (1930). Un caso reciente (2016) de un tigre de Bengala devorador de gente,
se dio en la región de Pandharkawada (India).
32
necesidad de que ingresen en su menú (Tortato, et al., 2016). Diferente situación
ocurrió al otro lado del océano, en África y Asia, donde los grandes felinos (leones,
tigres y leopardos), evolucionaron durante algunos millones de años junto a los
homínidos ancestros de la actual especie humana, en un constante juego de ataque-
defensa-huida, donde los humanos o sus anteriores linajes, formaban ocasionalmente
parte de la dieta de los grandes depredadores (Fig 11).
La creencia de que el jaguar es una fiera de riesgo para el ser humano, se basa en
mitos, cuentos y especulaciones que se han mantenido a lo largo de siglos, y que
aumentan injustificadamente el miedo y aversión al magnifico animal (Tortato, et al.
2016).
33
Algunos aspectos evolutivos de los homínidos en general y del Homo sapiens (especie
humana actual) como el bipedismo o posición erecta, el uso de utensilios y el
comportamiento grupal o gregario, habrían significado al momento del arribo del
hombre al continente americano, que el jaguar evite verlo como a una presa potencial
(Castaño Uribe et al. 2016).
…Más allá de las fechas del poblamiento humano, es el efecto de la llegada del hombre a un continente
(América), donde los grandes felinos, especialmente el jaguar (Panthera onca) eran los principales
predadores de la cadena alimenticia. Así como la relación simbiótica y sincrética que se establece desde
entonces y hasta la llegada de los europeos en el siglo XVI, cuando hay un cambio abrupto del paradigma
Homofelino al paradigma felinofóbico que se ha perpetuado en la población mestiza hasta nuestros días.
Es evidente que este felino (P. onca) representó, en la imaginería humana, un ser sobrenatural cargado
de principios energéticos vitales y muchos otros elementos asociados con la fuerza y el carácter seminal
que cualquier cazador-guerrero debiera alcanzar. La nueva doctrina religiosa, el catolicismo y las
doctrinas hegemónicas feudales propias de los conquistadores, socavaron profundamente los pilares de
la adaptación lograda en miles de años de convivencia sinérgica entre H. sapiens y felinos en América.
La brecha de la felino-fobia se fue consolidando en la medida que la nueva identidad opacaba la visión
socio ecológica propia de los pueblos vernáculos del continente. Algunas comunidades indígenas, ya bien
por convencimiento propio e identitario o por temor generacional de las consecuencias de mantener este
34
entendimiento “diabólico”, optaron por alejar al ícono felino y a los principios de la jaguaridad
(Homofelinidad).
En los años 50’s a 70s del siglo pasado, la biodiversidad de Latinoamérica, pero
especialmente en Perú y Bolivia, fue impactada por un proceso sistemático, expoliativo
(saqueador), e irrestricto de caza de vida silvestre para el comercio de pieles,
provenientes de nutrias, caimanes, lagartos, pecaríes y por supuesto felinos, entre
ellos el jaguar como presa preferencial (Rumiz, 2015, Ruiz, 2013).
Desafortunadamente, muchos pobladores indígenas y campesinos en las regiones
fueron utilizados como mano de obra barata de este comercio expoliativo.
Esta presión que duro muchos años, ocasionó grandes vaciamientos de fauna silvestre
y de felinos en particular; los procesos de recuperación de sus poblaciones fueron sin
duda lentos y dificultosos, al punto de que emergía la duda, sobre si las poblaciones
naturales de las especies afectadas se restauraron plenamente. Ciertamente, especies
como, el caimán negro o la nutria gigante presentan actualmente escasas poblaciones
de carácter remanente. Cuidadosos estudios genéticos realizados sobre las
poblaciones de jaguares de Perú y Bolivia (Ruíz, 2013), países donde se reportó la caza
de miles de jaguares, parecen indicar que se habrían generado “cuellos de botella”
(procesos que conducen a la extinción), indicativo de que dichas poblaciones de jaguar
en dichas épocas enfrentaron un alto riesgo de extinción local. Este triste episodio
llegó a su fin, gracias a la aplicación de la Convención sobre el Comercio Internacional
de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres o sus Derivados (CITES), la cual
entró en vigencia a principios de los años 70. El jaguar en la actualidad se encuentra
en el apéndice I de CITES, lo que implica que está completamente prohibida su
comercialización, tanto de jaguares vivos, partes y/o productos de éste.
35
Tipos de caza del Jaguar
36
Un tipo de caza ancestral y relacionada a prácticas de determinados pueblos
indígenas, era la caza ritual, la cual podía implicar situaciones de chamanismo,
iniciación, demostración de valor y dominio (Hirtzel, 2016).
Un tipo de caza, que es considerada localmente, como tradicional (por indígenas y
campesinos) en ciertas regiones tropicales como Pando, considera la caza de jaguar
como un sinónimo de estatus, de “hombría” o valentía, aspecto relacionado además
con un enfoque de machismo.
Otra especie fuertemente amenazada por la caza de represalia por ataque al ganado
es el puma o león (Puma concolor). Se da el caso de que muchos ataques ocasionados
por el puma, se atribuyen erróneamente al jaguar (Inchauste, 2015).
Un aspecto muy crítico a rebatir, y por cierto que despierta intenso debate, son las
intenciones o ideas de poder permitir la caza “regulada” deportiva jaguar para trofeos
y generar ingresos económicos. Varios estudios indican que esta práctica, no ha dado
buenos resultados en otros países (en especial en África) y da lugar a cadenas de
corrupción, falseamiento de datos, y reducción de las poblaciones naturales. Algunos
expertos sostienen que en determinados casos pueden dar resultados, por ejemplo, los
“criaderos” de leones o algunos casos excepcionales bien controlados en la naturaleza,
sin embargo, esto también es rebatido (Paterniti, 2017).
37
reportes locales se darían mayores ataques en predios ganaderos que reemplazan
zonas boscosas, que en sabanas naturales con ganadería, sin embargo faltan mayores
estudios al respecto. Para una extensa región de estancias ganaderas en el Beni
central, Inchauste (2015) reporta una mayor propensión de ataques del jaguar, cuanta
más cercanía hay del ganado a zonas boscosas y cuerpos de agua; así mismo el mayor
número de ataques parece darse en la época húmeda.
Las causas de la depredación al ganado pueden ser muy diversas, en muchos casos las
actividades humanas han avanzado hacia regiones más alejadas y normalmente
ocupadas por vida silvestre, de tal forma que la expansión de las zonas de ganadería y
el incremento del tamaño de los hatos, hace que el ganado se acerque a territorios
ocupados por el jaguar, con funestas consecuencias para ambas partes. A esto, se
suma la destrucción de su hábitat en prácticas para habilitar más campos de cría y la
pérdida de presas silvestres. La expansión de zonas ganaderas y la caza de represalia
ligada a la ganadería, son situaciones que afectan en mayor grado a la supervivencia
del jaguar, y en general, el ganado juega un rol de atractor del jaguar.
En las zonas habitadas por colonos venidos de las tierras altas, la caza de conflicto es
menos frecuente, principalmente por la poca experiencia de caza que tienen los
38
colonos, aunque existe la tendencia a la contratación de cazadores de los pueblos
vecinos para abatir jaguares.
Rumiz (2015) menciona un total de 347 jaguares cazados durante cuatro años de la
década pasada, en 85 estancias de Santa Cruz, esto es 86 jaguares por año. La cifra
es alta, pero de cualquier forma, parcial por estar circunscrita solo al departamento
de Santa Cruz. Inchauste (2015) para las estancias del Beni anteriormente
mencionadas, reporta para el año 2010, 93 jaguares y 25 pumas cazados. Son cifras
parciales, tanto geográfica, como temporalmente, pero indicativos de la magnitud de lo
que la caza por conflicto ganadero significa para la supervivencia de la especie.
Garrote et al. (2019), recomiendan una serie de medidas de manejo ganadero que
pueden evitar o al menos reducir los ataques de jaguares al ganado:
39
Criar razas de ganado como búfalos para proteger al ganado de ataques por el
jaguar.
Instalación de cerco eléctrico para guardar al ganado durante la noche.
Conservar las presas naturales del jaguar, prohibir la caza de presas en la estancia
y sus alrededores.
La caza para el tráfico además impacta a hembras gestantes o con crías y por tanto a
individuos jóvenes, reduciendo al mínimo el potencial de regeneración de las poblaciones
y aumentando el riesgo de extinción. También puede estarse afectando en este tipo de
cacería al Puma (Puma concolor), cuyos colmillos pueden ser vendidos como de jaguar.
40
Efecto de la caza de jaguares hembras con crías y machos territoriales
La caza del jaguar en cualquiera de sus formas, conlleva aspectos negativos para la
especie. Se analizan dos situaciones que son comunes:
Numerosos reportes locales indican que muchos de los eventos de caza por situaciones
de depredación del jaguar sobre el ganado o animales domésticos, se dan sobre
jaguares hembras y sus cachorros, lo cual desemboca en la muerte de la madre, algún
cachorro o ambos. Esto se fundamenta en la dinámica reproductiva del jaguar, las
hembras que dan a luz, lo hacen en el territorio del macho procreante.
La hembra ocupa este espacio solo los primeros meses, luego abandona el mismo,
cuando los cachorros ya tienen amplia movilidad. Esto se da por competencia de otras
hembras con crías, ante la necesidad de cubrir mayores espacios y tener mayor
disponibilidad de presas, o ante el riesgo de que un jaguar macho o incluso el propio
jaguar procreante, maten a los cachorros (situaciones de canibalismo o para que la
hembra entre nuevamente en celo, o). El hecho de que una jaguar hembra con crías
pueda frecuentar zonas ganaderas o comunidades con otros animales domésticos y
ataque el ganado, y sea abatida junto a sus cachorros, es alta. Deben realizarse
esfuerzos entre los ganaderos para realizar acciones de ahuyentamiento de jaguares
hembras con crías y no recurrir directamente a la su caza, por tanto deben realizarse
41
esfuerzos entre los ganaderos para realizar acciones de ahuyentamiento de jaguares
hembras con crías y no recurrir directamente a la su caza.
Esta forma de caza de exterminio, es una de las peores acciones de caza del jaguar
pues debilita notablemente la capacidad de renovación de las poblaciones. La muerte
frecuente de jaguares hembras y sus crías estaría determinando un mayor riesgo de
reducción poblacional del jaguar y un aumento del riesgo de extinción (Fig 13). Este
tema crítico debería constituirse en un elemento fundamental en los procesos de
investigación y de búsqueda de alternativas de manejo del acercamiento del jaguar a
comunidades y estancias, de manera de reducir en especial, las muertes de jaguares
hembras con crías.
Los felinos, en general, son animales poligínicos (cada macho tiene un territorio que
abarca el de varias hembras y defiende el mismo de la intrusión de otros machos).
Cuando un macho territorial es cazado, otro macho toma ese territorio y las hembras
pasan a ser parte de su grupo de potencial reproducción. Como las hembras cuidan a
sus cachorros un promedio de 18 meses (a veces más), el macho que ingresa debería
esperar muchos meses para que la hembra lo acepte. Para “acelerar” el proceso de
ingreso a celo, el macho suele matar a todas las crías, con lo que logra que la hembra
entre en celo más rápidamente y pueda aceptar su cortejo, asegurando de esa manera
que las crías serán suyas. En caso de que la hembra se oponga, puede morir también (a
veces ocurre). Esto significa que la caza de machos territoriales, también tiene
repercusiones negativas sobre la renovación natural de las poblaciones del jaguar y las
posibilidades de supervivencia de la especie.
42
de jaguares hembras gestantes sea muy bajo. Esto implica la drástica reducción de la
población del jaguar y su posible desaparición (Miranda et al, 2018).
43
estiman 47 millones de hectáreas, la deforestación alcanzaría 13 millones de
hectáreas.
44
El jaguar (Panthera onca) hace 10.000 años tenía su límite geográfico norte a la mitad
de Estados Unidos de América, actualmente el límite norte está en la frontera sur de
Estados Unidos con México, mientras que su límite sur llegaba hasta la provincia de
Chubut en Argentina y actualmente llega a la parte norte, hasta Santiago del Estero,
por lo que ese fenómeno espacial es dinámico en el tiempo (Brown & López, 2001 en
Maciel-Mata, C. A., et al 2015).
45
Cerrado y Mata Atlántica, ha sido devastada o profundamente alterada, e implica la
pérdida de hábitat del jaguar. En dicho escenario, solo persiste un mosaico de parches
boscosos dispersos, producto de la fragmentación, supuestamente unido por
corredores. En el Oeste, aún permanece el gran bloque continuo de bosque amazónico,
que sin embargo, se encuentra fuertemente amenazado por diversos proyectos y
procesos de desarrollo.
Todo esto es un indicativo de que la situación del jaguar y el resto de la vida silvestre
han empeorado notablemente en algo más de 10 años.
46
jaguar en particular, en tanto que el uso de la soya transgénica HB4 resistente a la
sequía, puede significar un incremento incontrolado de la frontera agroindustrial en el
bosque seco chiquitano y el Chaco.
47
condiciones ambientales, pero está asociado principalmente a hábitats húmedos
próximos a cursos de agua y con coberturas vegetales densas, al igual que aquellos con
presas abundantes por debajo de los 2.000 msnm; por ello su presencia disminuye en
las zonas de montaña. Actualmente el Jaguar, prácticamente ha desaparecido de los
bosques secos de los Valles interandinos y de una gran parte de los bosques de Yungas.
Existen reportes y registros de huellas y bramidos en las zonas de Yungas muy
alejadas y poco intervenidas: Alto Choro (1.900 msnm.), Cielo Jahuira-Cotapata (1.850
msnm.), Santa rosa de Quilo Quilo (1985-1700 msnm.), Yungas de Vandiola (1800
msnm.). Los Valles secos mesotérmicos en los que hay reportes de su presencia son:
Asariamas (Parque Nacional Madidi); Río Grande, entre las áreas protegidas Iñao y
Valles Cruceños y Valle del rio Pilaya (Chuquisaca).
48
en el departamento de Santa Cruz.
El 2014, Bolivia se encontraba en el puesto 12 de países con mayor pérdida de bosques, en
tanto que el 2019, Bolivia estaba entre los 10 países que más deforestan en el mundo. 25
municipios del país se hallan los niveles más preocupantes de deforestación, de los cuales el
68% se encuentra en el departamento de Santa Cruz (Chiquitanía y el norte cruceño), por
avance de la agroindustria y la ganadería. El año 2019, las grandes quemas de la Chiquitanía y
el Chaco, afectaron más de 5 millones de hectáreas de ecosistemas, de los cuales algo más de
40 % correspondieron a bosques.
Fuentes: FAN (2012), Muller et al. 2014; FAN (2019), Anívarro et al. 2019.
49
1. Región amazónica entre Perú y Bolivia, incluye las zonas de Madre Dios (Perú) y
Pando y Norte de La Paz (Bolivia)-ríos Heath y Madre de Dios, y las áreas protegidas
Madidi-Manuripi de Bolivia y Bahuaja Sonene-Tambo Pata Candamo del Perú.
2. Chaco Pantanal entre Bolivia y Paraguay, en la región limítrofe del Rio Paraguay
y el Rio Negro justo en la zona del Triángulo Foianini. Abarca la zona en el Parque
Nacional Otuquis y Reservas Privadas del Paraguay (Tres Gigantes-Fundación Guyra).
Otra zona transfronteriza que podría ser importante para la conservación del jaguar
está en la frontera Bolivia – Argentina, a lo largo del bosque montañoso del Yungas
tucumano-boliviano (Cuyckens et al. 2014), y que abarcaría las áreas protegidas
Tariquia (Bolivia) y Baritú (Argentina). Es importante considerar en estas regiones, las
capacidades de los cuerpos de protección de las áreas protegidas y reservas privadas
50
de los países, así como otras autoridades e instancias de control, como la Policía
Ambiental del Brasil.
51
En Bolivia, 10 áreas protegidas conservan las poblaciones más importantes del jaguar
(Fig, 19). Es ampliamente reconocido que el jaguar por su posición de super-
depredador, requiere de amplios territorios de caza y reproductivos, y para el
mantenimiento de poblaciones genéticamente viables, En Bolivia, las siguientes áreas
protegidas de importancia nacional albergan las mayores poblaciones del jaguar:
Parque Nacional y Área Natural de Manejo Integrado Kaa Iya, Parque Nacional Noel
Kempff Mercado; Parque Nacional y Área Natural de Manejo Integrado Otuquis, Área
Natural de Manejo Integrado San Matías, Parque Nacional y Área Natural de Manejo
Integrado Madidi, Reserva de Biosfera y Territorio Indígena Pilón Lajas, Parque
Nacional y Territorio Indígena Isiboro Secure-TIPNIS. Otras áreas de carácter
departamental con presencia de jaguar, son las Reservas Iténez en el Beni y Ríos
Blanco y Negro en Santa Cruz, los territorios indígenas Bajo Paragua, Tacana I y II,
Cavineño y Bosque Chimanes, así como áreas municipales en el sudoeste del Beni y el
norte de La Paz. Todas estas unidades, abarcan más de 20 millones de hectáreas y
asegurarían al menos un 70% de la presencia de la especie. Varias de las áreas
protegidas de Bolivia, aún enfrentan crecientes amenazas de reducción de su
superficie de ecosistemas naturales por la construcción de caminos, habilitación de
tierras agropecuarias, operaciones petroleras y mineras, o megaproyectos
hidroeléctricos.
52
responsabilidad del buen manejo y protección de estos corredores fuera de las áreas
protegidas recae en los gobiernos municipales.
Una gran barrera u obstáculo que deteriora los corredores de paso de fauna en la
región Chaco-Chiquitanía del país, es la carretera bioceánica Santa Cruz-Puerto
Suárez, un legado progresista del Programa IIRSA. Su efecto es más drástico a
partir de la progresiva ampliación de su zona de influencia con masivos asentamientos
agropecuarios a ambos lados de la vía.
53
incluirían Chiquitanía y Chaco), se considera estable; mientras que las otras 33,
dispersas en diversos países y regiones, enfrentan situaciones de alto riesgo de
extinción. Muchas de estas subpoblaciones se encuentran mayormente aisladas, es
decir sin flujo genético o reproductivo entre ellas, por la poca efectividad de los
corredores conectores debido a su degradación (Fig 21).
En el caso del Madidi, si bien se han registrado importantes poblaciones a partir del
monitoreo de cámaras trampa (Wallace, et al. 2003), se menciona probables colapsos
poblacionales en décadas pasadas, a partir de perturbaciones considerables como las
matanzas por pieles comerciales (años 50 a 70), la mortandad masiva de pecaríes por
posibles epidemias, y la reducción de presas por la intensa explotación forestal en los
años 80.
Otro estudio, del año 2018 (Jedrzejewski et al. 2018), basado en un alto número de
estimaciones de densidad de cámaras trampa y el rango de superficie histórica de
distribución de la especie, asume que existirían algo más de 170.000 jaguares en
54
Latinoamérica, el mismo estudio indica que Bolivia tendría alrededor de 12.000
jaguares. A pesar del carácter alentador de estas cifras, dicho estudio, existe
bastante escepticismo por sus resultados aparentemente sobredimensionados. Según
las estimaciones de Jedrzejewski, el Brasil tendría 86.000 ejemplares, sin embargo,
Oliveira et al. (2012) estiman la población del jaguar en Brasil, en unos 10.000
jaguares, mientras que Gonçalves Morato (2013) menciona la alarmante cifra de 5.000
ejemplares. Esta última cifra, claramente parece tener una marcada subestimación.
Otra noticia alentadora se desprende de un reporte de WCS, el cual indica que las
cifras de jaguares aumentaron casi un 8% al año entre 2002 y 2016 en los sitios de
estudio en América Central y del Sur. Noticia alentadora, pero que fue recibida con
bastante escepticismo en los medios científicos (Mongabay, 2018).
55
La disminución de las poblaciones de jaguar, no solo se relaciona con la constante
cacería, sino también con la pérdida de hábitat, es decir la reducción-pérdida de la
cobertura o superficie de los ecosistemas naturales, situación que empeoró desde
mediados del siglo 20.
Cuellos de botella
Una población estable (en buen estado) de animales de una especie, comparte una base
de riqueza genética (número de genes que determinan su buena capacidad física para
huir o cazar, su resistencia a enfermedades, o su tolerancia a situaciones climáticas).
Si las poblaciones de una especie se reducen, por muerte constante o masiva de sus
individuos, por caza sostenida, destrucción de su hábitat o por enfermedades, se
pierden muchos de estos genes (se pierde la riqueza genética o variabilidad) que le
brindan vigor y salud a la población. A medida que la población se reduce más, hay un
mayor riesgo de que entren en un “cuello de botella” (Fig 22). A esto puede sumarse el
fenómeno de aislamiento, es decir, que cada población de la especie sin posibilidad de
intercambio genético, se va reduciendo e ingresando en su cuello de botella. Este
fenómeno podría estar en curso en el caso del jaguar y de muchas especies.
56
Ubicación en la Lista Roja de la IUCN y en el Libro Rojo de Vertebrados de
Bolivia
Wallace y Rumiz (2008), mencionan que el año 2002 el grupo de especialistas de gatos
de la IUCN (Cat Specialist Group), rebajó la categoría del jaguar de Vulnerable a Casi
amenazada (NT) en la Lista Roja internacional de la IUCN (Red List), debido a su
amplia distribución y presencia en áreas protegidas. Estos autores, ya advirtieron el
año 2008, que con la indicación de sus poblaciones en declinación y que con más datos
sobre amenazas, como la destrucción del hábitat y la cacería, su estatus podría
cambiar nuevamente a una categoría más estricta.
57
Los principales argumentos para exigir cambios de categorías de conservación más
estrictas para el jaguar, se relacionan con los diversos puntos antes estudiados. Uno
de los más importantes, es la pérdida y la fragmentación de su hábitat, a gran escala,
por la deforestación acompañada de prácticas de chaqueo, quemas provocadas por el
ser humano con fines de preparar la tierra para la siembra o cría de ganado, ampliando
la frontera agropecuaria fuera y dentro de áreas protegidas, que desembocan en
inmensas conflagraciones de fuego como al del 2019. La pérdida de hábitat. También
significa la pérdida de presas, lo cual conduce a conflictos con ganaderos debido a que
los jaguares se ven obligados a atacar al ganado vacuno, siendo una de las mayores
razones por las que se evidencian grandes cantidades de jaguares cazados en las
últimas décadas. Finalmente, a partir del 2014, se activa nuevamente una fuerte
amenaza sobre sus poblaciones, el tráfico de sus colmillos y otras partes hacia el
continente asiático, con diferentes fines (Ayala y Wallace, 2009; Nuñez y Aliaga,
2017).
Se sabe que las grandes matanzas de vida silvestre y de jaguares en los años 50 y 60
del siglo pasado (comercio de pieles), pudieron ocasionar críticos colapsos
poblacionales y “cuellos de botella” en las poblaciones de jaguares en Perú (y
posiblemente también en Bolivia). Si bien se reconoce al jaguar, como una especie de
gran potencialidad y variabilidad genética, en especial por su amplia distribución y
gran capacidad de movilidad e intercambio de genes, nuevos periodos de gran
mortandad por la caza derivada de la rápida expansión ganadera o el tráfico de
partes, podría poner a la especie más cerca de la extinción.
58
Desde el Programa Operación Jaguar, se ha propuesto un cambio de categoría de la
especie en la Lista Roja internacional de la IUCN, a la categoría, o de Vulnerable (VU),
o incluso en la de En Peligro (Endangered - EN), debido a las crecientes amenazas que
enfrenta, la masiva destrucción de su hábitat y el peligro del tráfico, e implica que la
especie enfrenta mayores riesgos de extinción. Con esto, se busca exigir y promover
mayores acciones de protección y control, medidas legales más contundentes, y
probabilidades de mejores financiamientos para su conservación (Fig 24). Similar
posición se ha venido sustentado en el Brasil (Oliveira et al, 2012).
Las amenazas, ejercen una presión importante y creciente sobre la especie, y a pesar
de encontrarse a lo largo y ancho del continente americano, su realidad no es uniforme
en todo su espacio de distribución, por tanto, tampoco su estado de conservación. Esto
ha llevado a que, de los 21 países del continente (ver Anexo 3) con presencia actual o
histórica del jaguar, en 6 está incluido en la categoría de Vulnerable (VU), en 2, está
en la categoría En Peligro (EN), y en 6, en la categoría de En Peligro Crítico (CR). En
dos ya está extinto en la vida silvestre (Uruguay y El Salvador).
59
60
La mayor parte de estas categorizaciones por país, no coinciden con la de la Lista Roja
internacional. Este es otro argumento importante para subir la categoría del jaguar al
menos a Vulnerable, en la lista mundial. Únicamente Perú y Belice, mantienen la
condición de Casi amenazada (Near Threatened-NT), concordante con la actual
ubicación mundial de la especie en la Lista Roja Mundial del IUCN (Red List).
Algunas situaciones podrían no facilitar la re-ubicación del jaguar a una categoría más
estricta, una de ellas se refiere al argumento de la gran movilidad de la especie y su
reconocida buena variabilidad genética (Ruíz, 2013), aun cuando se sabe de la
existencia de 33 poblaciones regularmente aisladas y con bajos números poblacionales.
El argumento de que la situación de jaguar no debería ser muy preocupante, puesto
que se trata de una especie de gran movilidad y con un rango de ocupación geográfico
aún muy amplio; debería ser considerado con mayor seriedad. Considerando la severa
reducción del rango geográfico de la especie, la alta movilidad del jaguar, implica
ahora, que el moverse hacia zonas ocupadas por el hombre y el ganado, que significa
una elevada mortalidad por casa de conflicto. Como se analizó en un punto anterior, un
elemento que también, debería debatido ampliamente es la visión idealista de que la
Amazonía es un vergel bien conservado de áreas protegidas, territorios indígenas y
corredores, lo cual es rebatido por una realidad evidenciada por más de una decena de
estudios recientes. Otro elemento pueden ser cifras exageradamente elevadas que
aumentan la cifra poblacional estimada de jaguares y que podrían desviar la atención
de la situación crítica por la que atraviesa el jaguar, y adoptar posiciones más pasivas.
61
fundamental, que en la práctica estaría aplicando el Principio Precautorio: El cambio
de las categorías de riesgo más bajo a las categorías de mayor riesgo debería hacerse
en forma inmediata.
El Principio Precautorio
El Principio, hace referencia a que las decisiones sobre problemas ambientales y a favor del
ambiente, deben tomarse, aun cuando no exista la totalidad de investigaciones o pruebas
concluyentes sobre la magnitud o gravedad del problema en cuestión. Esto quiere decir, que es
una obligación asumir decisiones que permitan reducir amenazas a la biodiversidad o el
ambiente, aun cuando no se cuente con toda la información concluyente o verificatoria
proveniente de largas y costosas investigaciones. De otro modo, se incrementan las
probabilidades de que se produzcan impactos graves e irreversibles, como la extinción de una
especie.
La Lista Roja de la UICN se usa ampliamente para guiar las políticas y prácticas de
conservación (De la Torre 2017), sin embargo, en la mayoría de los casos, la evaluación
de una especie utilizando los criterios de la Lista Roja de la UICN, solo tiene en
cuenta el estado global de la especie, y no el estado de las diversas poblaciones.
Aunque las poblaciones dispersas o aisladas pueden evaluarse utilizando las categorías
y criterios de la UICN, esto rara vez ocurre, ya sea porque es difícil identificar
poblaciones y subpoblaciones, o por el esfuerzo involucrado. Utilizando el jaguar, como
modelo, De La Torre (2017) ilustraron que las especies de amplio alcance a las que se
les asigna una categoría particular de amenaza según los criterios de la Lista Roja de
la UICN, pueden mostrar una considerable heterogeneidad a nivel de subgrupo
poblacional, en términos del nivel de riesgo que enfrentan (ver recuadro La abundancia
del jaguar en debate). Basado en este enfoque, los esfuerzos de conservación futuros
pueden priorizarse para las subpoblaciones más amenazadas. De la Torre (2017)
recomiendan que para futuras evaluaciones de la Lista Roja, los evaluadores
consideren el valor de realizar evaluaciones a nivel de población y/o subpoblación. Para
62
el jaguar, las evaluaciones sub-globales deben incluirse en la Lista Roja con carácter
de urgencia.
63
d) Entre el 12 y 14 de agosto de 2019, en Ciudad del Este, Paraguay, se desarrolló el
Foro Sudamericano de Conservación, con el objetivo fundamental de discutir los
aportes sudamericanos al Programa 2021 – 2024 de la UICN. En dicho evento,
organizaciones y expertos de Bolivia presentaron la Moción (106) de Prioridad
continental de conservación del Jaguar (Panthera onca), la cual fue posteriormente
aceptada (Anexo 3). Los aportes presentados, serán aprobados durante el gran
Congreso Mundial de las Naturaleza organizado por la IUCN, a llevarse a cabo en
Marsella – Francia en junio de 2020.
e) La Convención sobre el comercio internacional de especies amenazadas de fauna y
flora silvestres (CITES.), en su Decimoctava Reunión de la Conferencia de las
Partes (CoP18), desarrollada en Ginebra (Suiza), entre el 17 y 28 de agosto de
2019, consideró la revisión de los documentos-Doc. 77,1 y 77,2, relativos a
Asuntos específicos de la especie: Jaguar (Panthera onca) / JAGUAR TRADE. La
versión presentada, fue producida por Costa Rica, México y Perú, con el apoyo y
aporte del Estado Plurinacional de Bolivia y Guatemala. En dichos documentos se
recomienda a que las Partes de la CITES y la comunidad más amplia de la CITES,
contribuyan significativamente a monitorear el comercio ilegal de especímenes de
jaguar y analizar sus consecuencias para la conservación de las poblaciones de esta
especie en la naturaleza. Así mismo se invitó a la Conferencia de las Partes a
considerar y aprobar los proyectos de decisión sobre el comercio ilegal de
jaguares (Panthera onca) con el fin de evaluar la magnitud del riesgo y determinar
los puntos clave de origen y demanda en la cadena comercial a través de un estudio
financiado con fondos externos. En estrecha cooperación con las partes
interesadas relevantes, el Comité de Fauna y el Comité Permanente, hicieron
recomendaciones para adoptar medidas urgentes destinadas a combatir el
comercio ilegal del jaguar en toda su área de distribución. Así mismo, en dicho
evento, los Estados del área de distribución del jaguar, destacaron que el jaguar
representaba una especie emblemática para la región y que las medidas a
adoptarse los ayudarían a combatir el comercio ilegal.
f) Roadmap 2030: En noviembre del año 2018, con motivo de celebrarse la
Conferencia de partes (COP 14) del Convenio de Biodiversidad, catorce países se
unieron para crear el Plan Jaguar 2030 (Roadmap 2030, 2019), una estrategia
regional que busca proteger los corredores por los que se desplaza esta especie.
(Mongabay 2019). Con el doble objetivo de guiar la conservación de los jaguares y
sus hábitats en los países del área de distribución y estimular un compromiso, una
participación y una coordinación más amplios por parte de los gobiernos y de la
comunidad internacional en su conjunto, se presentó el Proyecto Conservación
64
Jaguar 2030 - Hoja de ruta para las Américas. Esta Hoja de ruta sienta las bases
para una estrategia integral que garantice que los jaguares no caigan en el tipo de
espiral descendente enfrentado en los últimos años por otros grandes felinos,
especialmente el tigre. La hoja de ruta se basa en ejercicios previos de
establecimiento de prioridades en todo el rango que han identificado poblaciones
centrales de jaguar, concentradas dentro de las "Unidades de Conservación de
Jaguar (JCU)", así como en los "Corredores de Jaguar" que conectan estas
poblaciones centrales y, por lo tanto, permiten la dispersión y el intercambio
genético. La hoja de ruta establece un conjunto de vías complementarias y de
refuerzo mutuo, incluidas acciones y objetivos prioritarios a nivel regional, nacional
y paisajístico, que convergerán en el objetivo Jaguar 2030: fortalecer el corredor
Jaguar en los países del área de distribución, asegurando 30 paisajes prioritarios
de jaguar para 2030, reducir el conflicto entre humanos y jaguares en paisajes
dominados por humanos, y aumentar la seguridad y la conectividad de paisajes
protegidos centrales, cumpliendo así los objetivos de biodiversidad globalmente
significativos. Bolivia y Honduras, asistieron a la COP 14, pero no firmaron el
acuerdo del Plan Jaguar 2030.
g) En el marco de la iniciativa Plan Jaguar 2030 y la COP 14, los países del continente
con presencia de jaguar y varios organismos internacionales, instauraron el 29 de
Noviembre, como el Día Internacional del Jaguar.
Muchos estudios sobre la especie se han dirigido al tema de los ataques al ganado
(Hoogesteijn, Polisar, Garrotee, Castaño-Uribe, Payan, Amit), varios otros se han
concentrado en el tema de la densidad, abundancia y distribución del jaguar, en
regiones específicas, la mayoría utilizando la metodología de cámaras trampa (Soisalo,
Wallace, Ayala, Maffei, Noss, Guadamuz), varias de estas investigaciones abordaron
paralelamente el tema del uso del espacio y la territorialidad de la especie,
direccionándose especialmente a dar información clave para apoyar acciones de
conservación. A su vez, los resultados de estas investigaciones, han sido utilizados
para modelaciones de densidad poblacional y abundancia del jaguar (De La Torre,
65
Jdrzejewski, Oliveira), así como de la pérdida de hábitat y reducción del rango
geográfico. Algunos estudios se han concentrado en los hábitos alimenticios y ecología
trófica del jaguar (Azevedo, Murray, Crawshaw), pocos en la selección de hábitat
(Cullen, Crawshaw). Investigadores legendarios del jaguar, como Rabinowitz,
realizaron estudios pioneros en la ecología y comportamiento del jaguar.
Diversos otros temas no han tenido tanta atención, como los anteriores, por ejemplo,
comportamiento sexual y biología reproductiva en la vida silvestre (Neto). Hay pocos
estudios sobre los supuestos de peligrosidad o ferocidad del jaguar (Tortato,
Hoogesteijn, Marchini); son escasos los estudios genéticos, mayormente realizados
por Ruiz y su equipo, en Colombia. Así mismo, hay pocos estudios socioambientales
relacionados a la percepción del jaguar por parte de la gente local (Álvarez, Knox), o
en temas culturales (Payán, Morón), o relacionados al turismo (Marchini). En los
últimos años se ha realizado importante atención al tema del tráfico de parte del
jaguar (Reuter, Maffei, Verheij). En Bolivia, las investigaciones relacionadas se
orientaron mayormente a estimaciones de abundancia y distribución en áreas
protegidas de la Amazonía y el Chaco (Wallace, Noss, Ayala, Rumiz). Destaca además
un estudio sobre percepciones locales sobre el jaguar (Knox) y una investigación sobre
la relación de ataques del jaguar al ganado (M.Arias), ambos para la región amazónica.
El Instituto de Investigaciones Químicas del UMSA de La Paz, viene realizando
estudios de patrones de estructura genética del jaguar (a partir del análisis de
muestras de colmillos) en base a marcadores nucleares.
Normativa en Bolivia
La legislación que protege a la vida silvestre es aún una cuestión a la cual se le asigna
una prioridad baja y tiene muchas debilidades e inconsistencias en la mayoría de los
países latinoamericanos
66
de la normativa para la protección, y manejo de la vida silvestre, por ejemplo, la
propuesta de Ley de Biodiversidad con innumerables versiones, más recientemente, la
propuesta de Ley de Áreas Protegidas y las diversas versiones de Reglamento de vida
silvestre y Ley de vida silvestre, probablemente en revisión en la actualidad. También,
el Ministerio de Desarrollo Sostenible elaboró una Estrategia de Biodiversidad a fines
de los años 90, la cual no llegó a tener aplicación alguna debido a los cambio de
gobierno. El año 2018 se impulsó oficialmente una nueva Estrategia de Biodiversidad,
que a{un tiene escasa aplicación. Durante muchos años se ha pretendido manejar la
vida silvestre a partir de un Decreto-Ley obsoleto de los años 70 (Decreto-Ley N°
12301 de 1975: Ley de Vida Silvestre, Parques Nacionales, Caza y Pesca) y el conocido
Decreto de Veda General e Indefinida. Hasta 2019, solo se conocía de la existencia de
una propuesta de Ley en contra del tráfico de vida silvestre que supuestamente hacía
énfasis en el jaguar.
La Constitución Política del Estado Boliviano en sus art. 33, 34, 348, 349, 381, 382 y 383
que dispone que se sancionará penalmente la tenencia, manejo y el tráfico ilegal de
especies de la biodiversidad.
Ley N° 300, Ley Marco de la madre tierra y Desarrollo integral para vivir bien en su
artículo 44 indica que, en los delitos relacionados con la Madre Tierra, no habrá lugar al
beneficio de la suspensión condicional de la pena, y además que son imprescriptibles.
Ley N° 071, Ley de Derechos de la Madre Tierra que, en su artículo 9, establece que es
deber de las personas naturales y jurídicas, públicas o privadas, denunciar todo acto que
atente contra los derechos de la Madre Tierra, sus sistemas de vida y/o sus componentes
(flora y fauna).
Ley N° 1333, Ley del Medio Ambiente, en sus artículos 52, 57, 106, 110 y 111 establece
delitos contra el medio ambiente y la biodiversidad.
El Código Penal Boliviano en su artículo 223, sanciona penalmente la destrucción o
deterioro de bienes del estado y la riqueza nacional. Entiéndase como bien del Estado al
patrimonio natural, es decir especies nativas de origen animal y vegetal (art. 381 CPE).
El D.S. Nº 22641, Decreto Supremo de Veda General e Indefinida (ratificado por el D.S.
67
Nº 25458).
El D.S. N° 3048, Decreto Supremo sobre el Comercio Internacional de Especies
Amenazadas de fauna y flora silvestres, donde se afirma que el jaguar es una especie
listada en el Apéndice I de CITES, lo que significa que está prohibida la comercialización
de la especie, sus partes y productos a nivel internacional.
La Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora
Silvestres - CITES es el principal instrumento internacional para controlar y regular el
comercio internacional de especies protegidas y reprimir las operaciones ilícitas que
afecten la fauna y flora silvestres.
Ley Departamental N° 98, Ley de Conservación del patrimonio natural del departamento
de Santa Cruz, en la cual el jaguar es una de las especies priorizadas para el
departamento.
Decreto Supremo N° 24781, 1997. Reglamento General de Áreas Protegidas. Constituyen
infracciones administrativas la colecta y acopio de especímenes vivos de animales
silvestres para fines biomédicos o genéticos; capturar o acopiar animales vivos de
especies amenazadas o en peligro de extinción; colectar, capturar, poseer, procesar,
transportar o comerciar cualquier especie, derivado o producto de origen animal, vegetal o
mineral.
Se debe mencionar que existe una norma del año 1979 (DS 16605) que prohíbe la caza del jaguar, la cual
no ha sido derogada y por tanto tendría aun vigencia: Veda Total: Pejichi, chinchilla, oso, jaguar, puma,
cóndor, garzas, flamencos, bufeos, caimán, boas, tortugas. Aprobado en la presidencia de David Padilla
Arancibia.
Todas las prácticas de caza del jaguar, son prohibidas legalmente en el territorio
boliviano, la caza que deriva en acciones de tráfico de partes, se considera un delito
ambiental penalizado con cárcel. El marco legal que sostiene esta posición es: Ley del
Medio Ambiente 1333 (artículos 52, 57, 106, 110 y 111); Código Penal Boliviano
(artículo 223); D.S. 22641, Decreto Supremo de Veda General e Indefinida
(ratificado por D.S. 25458; La Constitución Política del Estado Boliviano (art. 33, 34,
348, 349, 381, 382 y 383) dispone se sanción penal por tenencia, manejo y el tráfico
ilegal de especies de la biodiversidad; D.S. 3048, Decreto Supremo que ratifica el
Convenio CITES (el jaguar se encuentra en el Apéndice I); DS 16605 de 1979, que
prohíbe la caza del jaguar; DS 24781, 1997, Reglamento General de Áreas Protegidas;
Ley Departamental N° 98, Ley de Conservación del patrimonio natural del
departamento de Santa Cruz (el jaguar es considerada especies protegida y
priorizada).
De acuerdo a la Ley del Medio Ambiente 1333, el Jaguar y la vida silvestre en general,
son parte del Patrimonio natural del Estado. El artículo 52 establece: El Estado y la
sociedad deben velar por la protección, conservación y restauración de la fauna y flora
silvestre, tanto acuática como terrestre, consideradas patrimonio del Estado, en
68
particular de las especies endémicas, de distribución restringida, amenazadas y en
peligro de extinción.
Sin embargo, la Ley 1333, tiene poca contundencia en términos de delitos ambientales,
dando una pena muy leve en casos del tráfico de vida silvestre (2 años, Artículo 111).
La ausencia de una Ley marco de Protección y Manejo de la Vida silvestre o un
reglamento específico de la Ley ambiental, impide desarrollar procedimientos penales
más contundentes. Sólo cuando se vinculó la Ley 1333 (Artículos 106, 111, 114), con el
Código Penal Vigente (Artículo 223: Destrucción o deterioro de Bienes del Estado y la
Riqueza Nacional), en el caso de los traficantes chinos de La Ramada, hubo cierta
posibilidad de una pena de reclusión que alcanzó los 6 años, sin embargo, la pena
máxima dictada por los jueces fue de 4 años y uno de los traficantes se dio a la fuga.
69
Instancias de Control
POFOMA
La Policía Boliviana, según la CPE, tiene como misión específica defender a la sociedad,
conservar el orden público y dar cumplimiento a las leyes en todo el territorio
70
boliviano (art. 257). También son atribuciones de la Policía Boliviana, según su Ley
Orgánica, coadyuvar a preservar los derechos y garantías fundamentales reconocidos
a las personas y patrimonio público y privado. La Policía Forestal y de Preservación del
Medio Ambiente – POFOMA, es una unidad de la Policía Nacional, que tiene entre sus
funciones: dar seguimiento a los procesos y juicios iniciados en temática ambiental y
de biodiversidad; evaluar e identificar a las personas que atenten o promuevan
acciones contra su misión; investigar a personas sospechosas que pudieran estar
relacionadas con actividades que atenten contra el medio ambiente, la destrucción de
áreas forestales y áreas protegidas, la comercialización ilegal de la flora y fauna;
planificar y desarrollar operaciones a nivel departamental; y realizar la investigación
de los casos y coordinar con los investigadores asignados.
71
competencia dentro de las APs del SNAP, donde han sido oficialmente asignados para
el ejercicio de las atribuciones específicas de protección ecológica y social de las APs.
Fuera de éstas podrán coadyuvar a la autoridad competente para prevenir o perseguir
contravenciones o delitos dentro del ámbito de su competencia. Sin embargo, en
relación a esta disposición, es importante no olvidar la responsabilidad civil frente a
los delitos ambientales que otorga la Constitución en el artículo 34.
Fuerzas Armadas
Según la CPE, las Fuerzas Armadas tienen como misión específica defender y
conservar la independencia, seguridad y estabilidad del Estado, su honor y la
soberanía del país (art. 245).
Dentro su Ley Orgánica, las Fuerzas Armadas tienen la misión de defender, controlar
y conservar la integridad territorial, así como contribuir a la protección del medio
ambiente, los recursos naturales y de todo el patrimonio nacional. Tiene como misión
específica la protección de las fuentes de producción y los servicios legalmente
constituidos, así como los recursos naturales y la preservación ecológica dentro el
territorio nacional, entre otras misiones.
72
en general. En este sentido, es relevante la elaboración de materiales didácticos
(tríptico, posters, banners) sencillos y con buenas fotografías (Rumiz, 2019).
Existe aún otra debilidad, el uso irrestricto de los medios de comunicación, en especial
las radios locales de onda corta de poblaciones como Rurrenabaque, San Borja, Reyes,
Tumupasa, etc., y los sistemas de radio-operadoras, las cuales difunden libremente
cualquier tipo de mensajes en extensas regiones selváticas de la Amazonía boliviana.
Existen reportes de ofrecimiento de compra de partes de jaguar y otra vida silvestre,
lo cual significa Apología del Delito de acuerdo al Código Penal. La AACN inició algunos
procesos que no tuvieron éxito. Hubo una débil intervención del Ministerio de
Comunicación y la Autoridad de Telecomunicación (ATT) sobre los contenidos
difundidos en la programación de los medios de comunicación a nivel nacional y en las
regiones.
73
para elaborar el “Plan de acción para la conservación del jaguar (Panthera onca) en
Bolivia”, a partir de este taller se elaboró una propuesta en la cual se identificaron y
priorizaron líneas de acción, problemas específicos por los cuáles está atravesando la
especie, acciones y corresponsables para la implementación de dichas acciones. En
este taller, se identificó al tráfico de colmillos de jaguar, como una de las amenazas
más fuertes sobre las poblaciones de jaguar. La versión final del Plan fue presentada a
la DGBAP para su consolidación y aprobación, y así poder contar con un documento
estratégico oficial que oriente en la elaboración de propuestas apuntando a objetivos
claramente identificados. Entre 2027 y 2019 dicho plan no fue aprobado oficialmente,
y recién el 2020, la DGBAP retomó acciones para darle atención (Plan de Acción
Jaguar, 2020). El Plan de Acción Jaguar de Bolivia reconoce las siguientes líneas de
acción estratégicas y prioritarias; a) Tráfico; b) Perdida de hábitat natural; c)
Conflictos Ganadería/Animales Domésticos; d) Disminución de presas.
La Dirección General de Biodiversidad y Áreas Protegidas, los años 2016 y 2017, llegó
a colaborar con Fiscales y Jueces para investigar los casos de tráficos de jaguares,
pero no se pronunció públicamente sobre la existencia de una red de tráfico ilegal de
origen chino. Activistas en base a declaraciones de la propia DGBAP en ese entonces,
denunciaron el año 2018, que las políticas y decisiones gubernamentales, buscaron
evitar que el asunto provoque un roce diplomático con China. El gobierno de entonces
llegó a negar que ciudadanos chinos estuvieran involucrados en el tema tráfico, tema
por demás evidente a nivel internacional.
Los sistemas de control de la vida silvestre en aeropuertos del país son muy débiles y
poco eficientes, a lo que se suma el desconocimiento de aspectos básicos sobre partes
de la vida silvestre; en tanto que en terminales de buses no hay control de equipajes.
Similar situación de debilidad y desconocimiento se da en puntos de control aduanero
en sitios de frontera.
74
Desde el año 2006, el Servicio Nacional de Áreas Protegidas (SERNAP) y el conjunto
de áreas protegidas bajo su tuición, ingresaron en un proceso de debilitamiento y
abandono. La escasa importancia que desde el poder ejecutivo se dio al tema ambiental
en general y al de la protección de la biodiversidad en particular, decantó en
administraciones deficientes, reducción de presupuestos, improvisación en la
designación de autoridades, así como en las contrataciones de personal, reducción del
número de guardaparques y reducción de sus salarios, abandono de campamentos,
falta de logística básica, y por tanto una reducción en las efectividad de las acciones
de control y vigilancia. Todo lo que arduamente se había logrado entre 1992, cuando se
crea el SNAP (Sistema Nacional de Áreas Protegidas) y el año 2005, fue
progresivamente colapsando. El SERNAP, oficina estatal responsable de las áreas
protegidas, además de debilidad institucional, mostró una total subordinación a las
decisiones de los diversos aparatos del gobierno en materia extractiva y de ocupación
de tierras. Un aspecto que obstaculiza realizar acciones sostenidas en determinados
procesos de largo alcance, son los frecuentes cambios de destino, en especial de
Directores y Jefes de protección.
POFOMA ha jugado en los últimos años un rol muy relevante y decisivo en casos de
control y captura de traficantes de vida silvestre-jaguar. Se observa un alto nivel de
compromiso, sin embargo, enfrenta notable debilidades en materia logística,
capacidades-conocimientos y operatividad. En total cuenta con alrededor de 30
funcionarios para atender todos los casos relacionados al medio ambiente y vida
silvestre-forestal en el país, número absolutamente irrisorio considerando la
multiplicidad de situaciones de delitos y contravenciones ambientales que se suscitan,
paradójicamente, también se les asignó tarea de hacer cumplir la Ley N° 700, de
defensa de los animales domésticos. El relacionamiento con las Fiscalías no es el
mejor, instancias en las cuales encuentran frecuentes tropiezos, por ejemplo, el año
75
2018 se denunciaba el caso de un decomiso de lana de vicuña, donde su accionar se vio
obstaculizado por la inacción y negligencia de la Fiscalía.
Bolivia es uno de los países latinoamericanos que enfrenta grandes amenazas por el
tráfico de partes del jaguar. Entre los elementos que habrían incentivado el ingreso y
accionar de traficantes de vida silvestre chinos a Bolivia entre 2013 y 2018, se puede
considerar en primera instancia, que en los países del Asia, la reducción crítica del
número de tigres (Panthera tigris) y las medidas de control cada vez más estrictas,
sumada la atención internacional, ha significado que las redes de tráfico deriven su
atención a otros animales emblemáticos, en otras latitudes, como el jaguar.
76
Otro aspecto que parece estar estrechamente relacionado con la reciente persecución
de la especie para el tráfico de partes, en especial colmillos, fue la gran afluencia de
empresas y ciudadanos chinos al país (Fig. 26). Esto se dio en función a diversos
proyectos de desarrollo que se impulsaron en el período 2013-2018, así como con la
intensificación de acuerdos y políticas comerciales y diplomáticas con la China
(CEDLA, 2016; CEDIB, 2017; CEDLA, 2014; Nuñez y Aliaga-Rosell, 2017; Verheij,
2019). La apertura gubernamental significó el arribo de cientos de personas de
nacionalidad china a diversos a proyectos, como carreteras, operaciones petroleras,
puentes, ingenio azucarero y otros, muchos de los cuales estaban emplazadas en sitios
donde habita naturalmente el jaguar). Algunas de estas personas podrían haber
establecido contactos con gente vinculada a las redes de tráfico (p.e. caso de los
Chinos de la Ramada en Santa Cruz). Otra posibilidad es que con dichos contingentes
de trabajadores, pudo ingresar gente ya vinculada a redes de tráfico o que trabajó
para traficantes, y que vio una oportunidad del negocio ilícito en las zonas selváticas
de Bolivia. También es posible, que las redes de tráfico ya hubieran identificado a
Bolivia varios años atrás, como potencial fuente de partes del jaguar, y solo esperaron
la oportunidad para actuar. Es posible además, que los traficantes se anoticiaran de
que en Bolivia las instancias de control tienen limitadas capacidades, el aparato
normativo y el sistema judicial son en extremo débiles, y que imperaban amplias
oportunidades para la corrupción.
77
Los primeros rumores y reportes de tráfico de partes del jaguar en Bolivia se dieron
el año 2013 en la región de Rurrenabaque, en relación al accionar de un ciudadano
chino, el cual traficaba especialmente colmillos, promoviendo la caza ilegal en la zona.
El año 2014, el hecho fue anunciado formalmente en diversos medios de prensa.
Desde el año 2014, Marcos Uzquiano. Jefe de protección del Parque Nacional Madidi y
el cuerpo de guardaparques de dicha área protegida, iniciaron una campaña
sistemática para controlar y neutralizar el accionar de cazadores y traficantes en el
área protegida y el norte de La Paz. A partir de estas diligencias, denuncias de
biólogos sobre anuncios en radio, e intervención de la DGBAP así como del órgano
judicial y Policía, en diciembre del 2014 el ciudadano chino Yan Yixing fue capturado a
partir del allanamiento a su morada donde se identificaron y decomisaron partes de
distintas especies silvestres (piel de serpiente, garras de oso bandera, colmillos de
caimán, astas de ciervos, una cabeza taxidermizada y un cráneo de jaguar y otra
cabeza de un felino silvestre pequeño) más de 100 piezas dentarias de jaguar (Fig
26).
78
Del 2014 al 2016, ECOBOL, conjuntamente POFOMA y la DGBAP lograron el decomiso
de 16 paquetes que contenían colmillos de jaguar, mismos que estaban siendo enviados
a China, los procesos fueron iniciados por la POFOMA, pero no prosperaron. En mayo
del 2016, otro ciudadano chino, Jian Fang Xiao, fue atrapado en un operativo de
guardaparques de la Reserva Pilón Lajas y el Parque Nacional Madidi en posesión de 7
colmillos de jaguar, y fue detenido preventivamente cerca de un año, posteriormente
esperaba la sentencia en libertad, y finalmente huyó pues no se presentó a las
audiencias a las cuáles fue citado.
De acuerdo con los reportes de los guardaparques del Madidi a los medios de prensa,
la confianza de los traficantes llegó a tal grado que Jiang Fang Xiao, había pagado un
aviso en radio “Efeme” de Rurrenabaque (radio local de transmisión provincial),
ofreciendo dólares americanos por cada colmillo de jaguar y/o cráneos. Un jurista de
la zona ha mencionado al respecto: …“Es notoria la autoridad sobre algunos de sus
compatriotas, anda haciendo gala de dinero y prepotencia –explica…no sólo está implicado en el
tráfico de colmillos y pieles de jaguares, tiene varios otros negocios, incluido un burdel y trata
de personas.
Personal del Parque Madidi denunció que se registraron similares acciones delictivas
de ofertas de dinero por colmillos en Santa Rosa y Riberalta. En el 2016, la
Gobernación del Beni, junto a POFOMA y la Policía Nacional procedieron al decomiso
de 24 cráneos de jaguar, gracias a una denuncia anónima a la línea gratuita sobre un
anuncio en una joyería, donde ofrecían “comprar cabeza, colmillos y uñas de tigre”, el
proceso nunca fue iniciado. El año 2019 la DGAP, anunció que se había detectado en
páginas sociales, anuncios donde ofrecen a la venta colmillos de jaguar, uno de estos
casos fue atendido a partir de un proceso.
Dos casos fue atendidos por personal del Parque Nacional Madidi en coordinación con
la Policía de Ixiamas, donde se detuvo a Daveyva Mano Molina de nacionalidad boliviana
en posesión de 5 colmillos de jaguar, misma que fue relacionada con otro anuncio de
radio por la “Red Patria Nueva” de San Borja, el caso fue presentado en la Fiscalía de
Ixiamas, lastimosamente fue desestimado y la persona inmediatamente liberada. El
segundo en 2019, cuando se detuvo a 2 personas del pueblo indígena Chimane
procedentes de la zona de San Borja, en posesión de 4 colmillos de jaguar para su
comercialización, el caso se presentó ante la Fiscalía de Ixiamas y actualmente se
desconoce estado. El 20 de marzo del 2018, fue aprendida en la ciudad de Trinidad,
Beni, una persona identificada por POFOMA, como “German B”, en posesión de
colmillos y el cráneo de un jaguar, quien había ofertado las partes de la especie por
79
internet. El operativo fue realizado por personal de POFOMA y del Ministerio Público.
En marzo del 2018, circuló en el internet una fotografía de un jaguar muerto por un
individuo que portaba un arma de caza y lucía un chaleco del INE (Instituto Nacional
de Estadística), se desconoce si la DGBAP o la POFOMA (Policía Forestal y
Preservación del Medio Ambiente) realizaron las diligencias del caso. Otro caso
reportado en la prensa se dio en marzo del 2019, cuando fueron capturados dos
ciudadanos argentinos en posesión de 100 colmillos de jaguar y puma, con fines de
comercio.
En el caso del Madidi y el norte de La Paz, se estableció que el tráfico se realiza vía a
Ixiamas y luego hacia Perú, ruta que puede cubrirse fácilmente en menos de media
jornada. Ixiamas se constituye en un punto muy neurálgico; incluso pobladores de una
comunidad Chimane, asentada en dicha región (migrantes desde la llanura sur del
Beni), participaron en caza de jaguar e intento de venta a traficantes acopiadores que
recorren dicha zona (com.per. Marcos Uzquiano). La región de Rurrenabaque tiene
otro punto crítico hacia el sur en la zona de Guanay, donde existen grupos de
ciudadanos chinos que se dedican a la minería, existiendo el riesgo de que se
involucren en actividades de tráfico de vida silvestre.
Existe información de que más hacia el norte las rutas del tráfico de colmillos llegan a
Bolpebra, la triple frontera con Perú y Brasil. Adicionalmente, se conoce que las rutas
de tráfico de vida silvestre, desde Cochabamba y Santa Cruz, siguen la ruta hacia San
Matías, en el Este boliviano, y frontera con Brasil. Existe la sospecha que la cacería
del jaguar con fines de tráfico se habría generalizado en varias regiones de Bolivia,
incluido el Chaco. En tanto, la Dirección Ejecutiva de Servicio Nacional de Áreas
Protegidas (SERNAP), el GAD de Santa Cruz, el GAD de Cochabamba y la AACN
pidieron la pena máxima de 6 años de cárcel (de acuerdo al Código Penal) para Xiao
y Yixing, la pareja de ciudadanos chinos Ming Li y Jinlan Li (caso de la Ramada de
Santa Cruz). Existirían indicios de que algunos casos de tráfico detectados en
Ixiamas, pudieron haber tenido alguna conexión con estos ciudadanos chinos de Santa
Cruz (com.per. Marcos Uzquiano). La lentitud e ineficacia de las instancias policiales,
judiciales y de la Fiscalía para estos ilícitos en el norte de La Paz, impidieron acciones
efectivas para establecer los posibles vínculos.
Datos recabados por investigadores biólogos que trabajan con la especie y en el tema
tráfico específicamente, tienen registrados alrededor de 27 casos de decomisos de
animales vivos y partes de jaguar como colmillos, pieles y cráneos, 26 detectados en
Bolivia y uno en China cuando arribaba con 120 colmillos de jaguar y 13 garras. Del
80
total de casos solamente 3 tienen sentencia ejecutoriada, el de China con 4 años de
prisión y 10.000 $US de multa, un caso en Cochabamba por un animal vivo y el caso en
Rurrenabaque por tráfico, estos dos últimos con una pena de 3 años, lo que consiste en
la aplicación del perdón judicial o medidas sustitutivas, es decir quedaron en libertad.
Del total de 27 casos identificados, 19 estaban protagonizados por ciudadanos chinos.
81
país. El quinto caso corresponde fue reportado en China, cuyo traficante cumplió 4
años de cárcel en dicho país y pagó una multa de 10.000 $US.
82
Li cumple la sentencia de 3 años en Palmasola, mientras que el Sr. Li se dio a la fuga.
Algunas de las razones por la cuáles se suspendieron las audiencias fueron: falta de
intérprete, ausencia del abogado apoderado del Viceministerio, el Juez se encontraba en
comisión, el fiscal olvidó llevar las pruebas del delito a la audiencia, etc. (FIS-ABT-
01/2018, Santa Cruz).
Es importante mencionar que, ante las acciones de control en la región norte de La Paz
y oeste del Beni, los traficantes chinos ya no se visibilizan y aparentemente, recurren
a habitantes de los lugares que actúan como acopiadores (com.per. Marcos Uzquiano).
Otro aspecto preocupante es la posibilidad de que la estrategia de tráfico, de
83
convertir el cuerpo del jaguar en una pasta o polvo, más fácil de traficar, y que fue
detectada en Surinam y Centroamérica, también habría llegado a Bolivia (fuente
información confidencial). Se sabe que en Riberalta se vende “aceite de tigre”. Otros
países donde se ha reportado tráfico de partes del jaguar son México, Bélice,
Honduras, Guyana, Surinam, Brasil, Perú (Verheij, 2019; Reuter el al. 2018; Anexo 4).
Otro problema colateral en las localidades y zonas rurales alejadas, es que las
acciones de control, sea policial o por los guardaparques, se ve obstaculizada por el
“apoyo social” que las propias comunidades dan a las personas locales capturadas con
partes del jaguar, para evidente fines de tráfico, alegando incluso que es un
aprovechamiento tradicional de los recursos. Otro aspecto negativo, es la
benevolencia con la que policías y fiscales pueden llegar a tratar a los pobladores
locales capturados con partes del jaguar, inclinándose a liberarlos sin cargos,
obstaculizando la profundización de las investigaciones (com.per. Marcos Uzquiano).
No se debe confundir el tráfico de partes del jaguar para fines de comercio ilegal, con
prácticas tradicionales que aún perviven en ciertos pueblos indígenas, los cuales
pueden usar algunas partes de jaguares cazados para fines rituales, shamánicos, o
medicinales. Sin embargo, también, es importante diferenciar situaciones en las
84
cuales, pobladores indígenas de ciertas comunidades capturados con colmillos de
jaguar, para su venta a acopiadores que trabajan para traficantes, reciben apoyo
directo de otros pobladores alegando que es una práctica tradicional. Claramente los
indígenas, como en otras épocas son utilizados por los traficantes, como mano de obra,
e incorporados en la red o cadena delictiva (Fig.26).
Es muy probable que, durante los patrullajes sean de oficio o a causa de una denuncia,
los guardaparques identifiquen actos ilícitos, si se da el caso deberán iniciar un
proceso administrativo o penal, según corresponda (RGAP 1997). Es importante
recordar que los Guardaparques tienen limitadas atribuciones fuera de sus Áreas
protegidas, es decir en las zonas de influencia, y tiene obligación de coordinar con
otra autoridad (Fig, 29). Sin embargo, la constitución Política le confiere, como a
cualquier ciudadano, facultades de ejercicio legal en defensa del medio ambiente en
cualquier parte del territorio nacional.
Por otro lado, se considera de suma importancia que la información recabada durante
los patrullajes en los que se realice el control y vigilancia, sea sistematizada en una
base de datos que ayudará a realizar el seguimiento respectivo en el corto y mediano
plazo y el monitoreo de estos actos ilícitos en el largo plazo (Ficha de levantamiento
de información). Toda esta información servirá para determinar, entre otros, si el
acto ilícito va en aumento, disminuye o se mantiene con la misma intensidad, la
reincidencia del infractor, los puntos críticos de comisión de éste ilícito y esta
información a su vez servirá de insumo a los procesos penales que se puedan iniciar
para identificar a todos los eslabones dentro de la cadena de tráfico.
85
En caso de encontrarse con un infractor violento o peligroso que esté portando un
arma, es aconsejable alejarse del lugar e intentar fijarse en las características del
infractor para su posterior denuncia e identificación, pues en ocasiones es preferible
recopilar información del lugar donde se está cometiendo un delito contra el
patrimonio natural, para luego regresar con apoyo legal y de la policía o de las fuerzas
armadas.
86
nombre del informante, ubicación lo más exacta posible, de acuerdo al mapa de
zonificación de manejo del área, circunstancias del avistamiento.
6. Reporte de caza de represalia por ataque al ganado al interior del área protegida
Indagaciones en terreno y verificación del ataque a ganado (similar paso 5), datos
sobre nombre de la estancia y propiedad del hato, ubicación, mapeo, fecha, hora.
Identificación de los responsables, circunstancias del ilícito. Amonestación y proceso
administrativo. Reporte a policía, sub gobernación y municipio. En coordinación con la
Policía y/o personal del Municipio o de la Subgobernación se inicia de proceso penal
ante el Ministerio Público.
Decomiso del animal cazado. El animal cazado es patrimonio natural del pueblo y el
estado según la constitución, no es propiedad del ganadero. El guardaparque es
autoridad y funcionario de Estado.
87
El ejemplar cazado debe ser fotografiado, medido, en los posible pesado,
determinación de sexo y edad aproximada. Se debe proceder mediante acta, a
separar el cráneo, garras y colmillos, así como la piel, todo debe ser debidamente
codificado, catalogado y fotografiado. Los restos posteriormente deben ser
remitidos a la DGB y POFOMA, de acuerdo a acta de entrega rigurosamente
inventariada y firmada por personal responsable del AP, infractor y testigos. Se debe
proceder al llenado de formulario y base de datos.
Decomiso del animal cazado. El animal cazado es patrimonio natural del pueblo y el
estado según la constitución, no es propiedad del ganadero. El guardaparque y
personal de policía, Municipio o de la Subgobernación, son autoridades y funcionarios
de Estado.
Decomiso del animal cazado. El animal cazado es patrimonio natural del pueblo y el
estado según la constitución, no es propiedad del cazador, es una prueba de delito
ambiental. El guardaparque es autoridad y funcionario de Estado.
88
El ejemplar cazado debe ser fotografiado, medido, en los posible pesado,
determinación de sexo y edad aproximada. Se debe proceder mediante acta, a
separar el cráneo, garras y colmillos, así como la piel, todo debe ser debidamente
codificado, catalogado y fotografiado. Los restos posteriormente deben ser
remitidos a la DGB y POFOMA, de acuerdo a acta de entrega rigurosamente
inventariada y firmada. Se debe proceder al llenado de formulario y base de datos.
Decomiso del animal cazado. El animal cazado es patrimonio natural del pueblo y el
estado según la constitución, no es propiedad del cazador, es una prueba de delito
ambiental. El guardaparque es autoridad y funcionario de Estado.
Decomiso del animal cazado. El animal cazado es patrimonio natural del pueblo y el
Estado según la constitución, no es propiedad del cazador, es una prueba de delito
89
ambiental. El guardaparque es autoridad y funcionario de Estado. El ejemplar o
ejemplares cazados deben ser fotografiados, medidos, en lo posible pesados,
determinación de sexo y edad aproximada. Las parte decomisadas (cráneos, colmillos,
garras, pieles, etc.) deben ser, mediante acta y en presencia de funcionarios de la
Policía, Sub gobernación y Municipio, debidamente codificados, catalogados y
fotografiados, constando como pruebas del delito. Todo este material,
posteriormente deben ser remitidos a la DGB y POFOMA, de acuerdo a acta de
entrega rigurosamente inventariada. Se debe proceder al llenado de formulario y base
de datos.
Decomiso del animal cazado. El animal cazado es patrimonio natural del pueblo y el
estado según la constitución, no es propiedad del cazador, es una prueba de delito
ambiental. El guardaparque y los Funcionarios de Policía, Municipio y Subgobernación
son autoridades de estado.
90
proceder al llenado de formulario y base de datos.
Según el art. 92 del Reglamento General de Áreas Protegidas, se debe aplicar el siguiente
procedimiento:
Una vez que el personal del AP toma conocimiento de un acto ilícito:
• Levanta un acta circunstanciada
• En presencia del infractor y de testigos,
• Precisar la naturaleza de contravención, la individualización del responsable, incluyendo
sus generales de ley, el lugar donde se cometió la infracción incluyendo un croquis, que
junto al acta deberán ser firmados por los guardaparques intervinientes, el infractor y los
testigos si hubieren. En caso de negativa, se dejará expresa constancia.
91
• Se dispondrá y ejecutará el secuestro de bienes, productos y medios, debiendo constar
en el acta el inventario detallado de los mismos, incluyendo las características que
permitan su individualización inequívoca, su estado de conservación.
• Entregar una copia del acta firmada al infractor y citarlo para que se apersone al
Director del AP.
• El GP elevará informe, acompañando la documentación pertinente a la autoridad
jerárquica superior.
• En caso de tener la certeza de la comisión de la infracción, el Director del AP, dictará
la sanción administrativa a partir de un Resolución.
• Las sanciones se impondrán tomando en cuenta la gravedad de la infracción, las
circunstancias atenuantes o agravantes y la reincidencia en su comisión.
• Constituyen sanciones administrativas la multa, el decomiso de bienes y productos, así
como de los instrumentos que se utilicen de manera directa para la comisión de la
infracción y otras que se establezcan en éste carácter en normas vigentes.
• La sanción de multa, salvo disposición contraria, se fijará en base a días multa. Tendrá
un mínimo de un (1) día multa y un máximo de trescientos (300) días multa. El día multa
equivale al 30% del salario mínimo nacional.
• Si del trámite se infiriese la existencia de delito, los obrados serán remitidos al
Ministerio Público para el procesamiento penal correspondiente, debiendo constituirse el
Director del Área en parte civil a efectos de resarcimiento.
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Procedimiento para el reconocimiento de presas muertas por el jaguar.
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gajo de un árbol, con seguridad es de jaguar. Si la res empezó a ser comida por
detrás (vientre) y esta tapada con hojas, ramas y tierra, correspondería a un
puma.
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98
LA OPERACIÓN JAGUAR
99
Una de las metas es repercutir en el ámbito continental e internacional, con el fin de
inducir o propiciar esfuerzos mancomunados más extensos y contundentes para la
protección del jaguar y lograr una tácita reducción de las grandes amenazas, en
especial la del tráfico global. La Operación Jaguar en Bolivia, se desarrollará en las
tierras bajas tropicales, abarcando las ecoregiones de la Chiquitanía-Chaco-Pantanal y
parte de la ecoregión Amazónica. Considerando este marco ecoregional, se tiene
previsto realizar acciones sistemáticas (capacitación, sensibilización, investigación)
en las áreas protegidas del departamento de Santa Cruz: Parque Nacional y Área
Natural de Manejo Integrado Kaa Iya, Área Natural de Manejo Integrado San Matías,
Parque Nacional y Área Natural de Manejo Integrado Otuquis, Parque Nacional Noel
Kempff Mercado (PNNKM). Este conjunto de áreas protegidas, albergan importantes
poblaciones de jaguar y tienen gran importancia en la conservación de la especie por
sus grandes superficies de ecosistemas naturales. En conjunto superan 10 millones de
hectáreas. Algunas intervenciones claves se realizaran en las zonas de influencia o del
entorno de estas áreas protegidas (por ejemplo, Bajo Paragua en el Parque Noel
Kempff o Puerto Quijarro entre San Matías y Otuquis).
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Silvestre. 2019. Declaración de Lima Sobre el Comercio Ilegal de Vida Silvestre.
109
ANEXO 1 Protocolo 1 de entrevistas para pobladores locales
1. Fecha…………….
2. Lugar, zona, comunidad…………………………………………………………………………
3. Nombre…………………………………………………(opcional)
4. Edad……………………….
5. Nombre del Entrevistador………………………………………………………..
6. Número de entrevista…………………………….
8. Hay Tigre en esta zona de la comunidad? Había mas Tigre hace 5 años? Y ahora?
……………………………………………………………………………………………………………………………………………………………
…………………………………………………………………………………………………………………………………………………………..
9. Se acuerda cuando fue la primera vez que escucho hablar del Tigre?
……………………………………………………………………………………………………………………………………………………………
…………………………………………………………………………………………………………………………………………………………..
10. Que cosas escuchaba hablar sobre el tigre cuando era niño o joven? Que pensaba del Tigre? Que
piensa ahora?
……………………………………………………………………………………………………………………………………………………………
……………………………………………………………………………………………………………………………………………………………
12. Usted sabe o ha escuchado de ataque del Tigre al ganado en la zona de su comunidad?
……………………………………………………………………………………………………………………………………………………………
………………………………………………………………..………………………………………………………………………………………….
13. Ha visto ganado muerto por el Tigre? Donde muerde a su presa?
……………………………………………………………………………………………………………………………………………………………
……………………………………………………………………………………………………………………………………………………………
14. Usted sabe o escucho historias de ataque del Tigre a personas? Cree Que puede atacar al hombre?.
..a los niños?
……………………………………………………………………………………………………………………………………………………………
……………………………………………………………………………………………………………………………………………………………
15. Usted cree que el Tigre puede comer gente? A escuchado historias sobre eso?
……………………………………………………………………………………………………………………………………………………………
……………………………………………………………………………………………………………………………………………………………
16. Usted cree que el Tigre debería desaparecer? Debería aumentar? Se debe protegerlo?
……………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………
110
ANEXO 2 Protocolo 2 de entrevistas para ganaderos
1. Fecha…………….
2. Lugar, zona,estancia……………………………………………………………………………..
3. coordenada……………………………………………………
4. Nombre………………………………………………………(opcional)
5. Edad……………………….
6. Ocupación……………………………………………………………………………………
7. Entrevistador………………………………………………………………………………..
10. Hay Tigre en la zona-región? Igual, más o menos que hace 5 años?
……………………………………………………………………………………………………………………………………………………………
…………………………………………………………………………………………………………………………………………………………..
12. Se conoce de ataque frecuentes (una vez por mes)? O mas bien son raros (dos veces al año)? Han
aumentado en relación a años anteriores? Porque?
……………………………………………………………………………………………………………………………………………………………
………………………………………………………………..…………………………………………………………………………………………
13. Usted ha tenido pérdidas de ganado por ataques del jaguar? Cuanto?
…………………………………………………………………………………………………………………………………………………………..
15. Cree que hay alternativas para evitar o reducir los ataques al ganado por el jaguar, sin necesidad de
cazarlo? Cuales?
…………………………………………………………………………………………………………………………………………………………..
…………………………………………………………………………………………………………………………………………………………..
16. Hay caza de jaguar en las estancias de la región, mucho (una vez por mes)?, poco (dos veces al año)?
, existen cifras?
……………………………………………………………………………………………………………………………………………………………
………………………………………………………………..…………………………………………………………………………………………
111
18. Cuál es la percepción, que piensan los ganaderos, sobre el jaguar en la región?
……………………………………………………………………………………………………………………………………………………………
…………………………………………………………………………………………………………………………………………………………..
19. Ha escuchado del seguro que cubre ataques de jaguar al ganado? Qué opinión tiene de ello?
……………………………………………………………………………………………………………………………………………………………
…………………………………………………………………………………………………………………………………………………………..
20. Usted sabe o escuchó historias de ataque del Tigre a la gente en la región?
……………………………………………………………………………………………………………………………………………………………
…………………………………………………………………………………………………………………………………………………………..
24. Ha escuchado de las alternativas de turismo de observación y fotografía del jaguar en estancias y
zonas ganaderas? Cuál es su opinión?
……………………………………………………………………………………………………………………………………………………………
…………………………………………………………………………………………………………………………………………………………..
25. Usted cree que el Tigre debería desaparecer? Debería aumentar? Se debe protegerlo?
……………………………………………………………………………………………………………………………………………………………
…………………………………………………………………………………………………………………………………………………………..
112
Anexo 3
RECONOCIENDO que el jaguar (Panthera onca), el felino más grande de América, es una especie
emblemática del continente, con un profundo significado simbólico, central en la cosmovisión, cultura y
prácticas de numerosos pueblos indígenas; que es fundamental en el mantenimiento de los ecosistemas
tropicales, por situarse en la cúspide de la red trófica; y que constituye un elemento clave en operaciones
de ecoturismo que contribuyen a la mejora de las economías comunitarias locales;
OBSERVANDO que su distribución geográfica se ha reducido un 45% [55%] en los últimos 70 años a causa
de la pérdida de hábitat y la degradación de los ecosistemas; [y, que el 38,4% del rango geográfico de la
especie se encuentra en áreas protegidas].
OBSERVANDO ADEMÁS la sistemática persecución del jaguar durante siglos, cazado para la
comercialización de sus pieles o exterminado por el avance de las fronteras de colonización de bosques y
sabanas;
PREOCUPADO por la creciente demanda de partes de jaguar (pieles, colmillos y huesos) en el orden local e
internacional;
CONSCIENTE de que las poblaciones de jaguar en los países que conforman sus áreas de distribución
histórica han mermado, se han extinguidas en al menos dos de ellas, y que según las últimas estimaciones
su número total [se encuentra entre 64.000 individuos (De La Torre et al. 2018) a 173.000 individuos
(Jędrzejewski et al. 2018) posiblemente no supera los 60.000 ejemplares [posiblemente no supere los
173.000 ejemplares];
TENIENDO EN CUENTA que la conservación de esta especie se debe de construir desde visiones locales,
involucrando a todos los actores, con participación activa de la comunidad local y de los pueblos indígenas
y afroamericanos de América [quienes juegan un rol crítico para la conservación de esta especie];
RECONOCIENDO los esfuerzos de diversos grupos, Estados y organizaciones para la conservación del jaguar
en su ámbito de distribución, [asimismo la importancia de compartir experiencias de conservación de
otros felinos realizados en otras regiones]; y
RECONOCIENDO ADEMÁS que en marzo de 2018, el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo
(PNUD) organizó un evento de alto nivel que incluyó a los gobiernos del área de distribución del jaguar que
produjo: 1) El Pronunciamiento de Nueva York – Jaguar 2030; 2) la formación de un comité de coordinación
de la Iniciativa Jaguar 2030; y 3) una Hoja de Ruta para la Conservación del Jaguar en las Américas 2030;
El Congreso Mundial de la Naturaleza de la UICN, en su período de sesiones en Marsella, Francia, 11 a 19
de junio de 2020:
113
monitoreo] de las unidades de gestión dentro de las áreas de distribución del jaguar se consideren
las necesidades de conectividad de la especie y de sus presas naturales; y
vii. fortalezcan las áreas naturales protegidas, las zonas de amortiguación, los espacios privados y los
corredores biológicos integrados a la gestión territorial del jaguar, incluyendo los territorios
transfronterizos;
viii. [viii. realicen investigaciones de la relación de la conservación del jaguar como predador, los
ecosistemas saludables y la prevención de enfermedades zoonóticas.]
2. SOLICITA a los Miembros valorizar y enriquecer las prácticas culturales asociadas al jaguar compatibles
con la conservación de la especie, para que sean consideradas patrimonio cultural inmaterial de los Estados
Miembros y posteriormente de la humanidad;
[2b. SOLICITA a la Comisión de Supervivencia de Especies de la IUCN realice la actualización del estado de
conservación del jaguar sobre su categoría de amenaza, teniendo en consideración de la
destrucción vertiginosa de su hábitat.]
3. INSTA a los organismos internacionales y programas de las Naciones Unidas, especialmente a la
Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) y al Programa de las
Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) a que:
a) atiendan las amenazas a la especie y establezcan y/o promuevan agendas conjuntas con acciones para
su conservación; e
b) incorporen las estrategias de protección del jaguar en iniciativas de desarrollo; y
4. SOLICITA que la Oficina Regional Sudamericana (UICN América del Sur), junto a los Miembros y
Comisiones, organice un evento que convoque a los Estados del ámbito geográfico del jaguar y
especialistas, comunidades y pueblos indígenas, orientado a promover el reconocimiento y adopción de la
Hoja de Ruta para la Conservación del Jaguar en las Américas 2030.
Memorandum explicativo
El Jaguar, por su ubicación en la pirámide alimenticia y la extraordinaria diversidad de presas de las que se
alimenta, ha sido identificado, como una especie fundamental en la regulación de las poblaciones de otras
especies y por tanto, en el mantenimiento de la estabilidad de los ecosistemas que habita. Su importancia
también implica el control de pequeños roedores, entre los cuales hay especies que pueden ser reservorios
de virus que ocasionan enfermedades letales, especialmente, dado que son presas comunes de cachorros
jóvenes que empiezan a cazar. Su rol, como especie paraguas, no solo permite la protección de decenas de
especies silvestres que comparten su hábitat, sino que además se extiende a justificar plenamente la
conservación de extensas masas de ecosistemas naturales, que incluyen áreas protegidas y otros espacios
naturales bajo gestión, ambas figuras, bajo atención permanente de las políticas de la IUCN.
EL papel que la IUCN ha desarrollado a nivel internacional en la protección y conservación de los grandes
felinos, como el jaguar en América, permite:
1. Priorizar las acciones de protección del jaguar en los diversos países de Sud y Meso América, a
partir del fortalecimiento de las políticas de conservación de la biodiversidad y medidas efectivas
de control.
2. Defender las acciones de las organizaciones de la sociedad civil y de movimientos sociales que
exigen en sus respectivos países la protección efectiva del jaguar y de la biodiversidad en general.
3. Adherirse y ratificar los acuerdos y convenios internacionales, como el CBD o CITES, que amparan
la protección y conservación de la biodiversidad en todos sus niveles y que comprometen a los
países ratificantes a establecer y desarrollar políticas y acciones efectivas para el logro de los
objetivos acordados, entre los cuales se encuentra incluida la protección del jaguar.
4. Asegurar que se establezcan en los países, sistemas eficientes de control de la caza furtiva y el
tráfico de especies, que afectan especialmente al jaguar, así como plataformas legales que
judicialicen de forma efectiva las prácticas delincuenciales que atentan contra la biodiversidad.
114
5. Proteger debidamente los espacios e iniciativas de la sociedad civil, ONGs, y en especial de los
activistas que denuncian y defienden la biodiversidad, y que enfrentan conflictos y ataques de
terceros.
6. Apoyar las contribuciones de organizaciones de la sociedad civil y sus vocerías en procesos
ambientales multilaterales globales y regionales.
7. Permitir el acceso a mecanismos de financiamiento y cooperación tanto nacionales como
internacionales dirigidos a la protección del jaguar, y el fortalecimiento de aquellas áreas
protegidas que aseguran su conservación.
8. Promover diálogos nacionales, resolución de conflictos y mecanismos de quejas para la membresía
de organizaciones de la sociedad civil que promueven la protección de la biodiversidad en general
y del jaguar en particular.
9. Los procesos de conservación de la biodiversidad de manera histórica ha sido lineales, sin generar
un esquema que permita la participación de toda las sociedad, excluyendo muchas veces a los
pueblos originarios quienes conocen y tienen un vínculo directo con la naturaleza. En el caso del
jaguar este animal es el más importante en la cosmovisión de los pueblos Americanos sin embargo
los proceso de transculturización afectaron gravemente el tejido socio ambiental derivando en la
explotación de la naturaleza. En el caso particular del jaguar sus poblaciones se han visto
seriamente afectadas hasta colocarlo en riesgo de desaparecer. Por esta razón el paradigma se la
conservación tiene que cambiar si pretendemos salvar la vida de las especies con las que
coexistimos.
115
ANEXO 4 CATEGORIAS DE CONSERVACION DEL JAGUAR POR PAIS
116
ANEXO 5 SISTEMATIZACION DE CRITERIOS INDICATIVOS DEL ESTADO DE CONSERVACION DEL JAGUAR POR PAIS
Los datos de esta tabla corresponden al texto Jaguar 2030. Conservation Roadmap for the Americas, Draft. 2019. WWF, PANTHERA, WCS,
UNDP. Varias de las cifras poblacionales se refieren al trabajo de Jedrzejewski,M., Robinson,H. et al. 2018. Compilación M.O.Ribera
País Tamaño de la Población total – Superficies de UCJ / hábitat Grado de impacto y Grado de impacto y Tráfico – Planes y
distribución, densidad estimada - Numero de corredores amenaza por pérdida de amenaza por cacería comercio estrategias de
hábitat ilegal conservación del
jaguar
Argentina La población total del país se estima en Superficie de Unidades de Acelerada pérdida de hábitat Cacería indiscriminada , No reportado Plan Nacional para la
menos de 300 jaguares. En reducidos Conservación del Jaguar: por avance de la agricultura incluso al interior de Conservación del
parches aislados de habitats remanentes. 36.531 Km2. intensiva y ganadería, e áreas protegidas Jaguar – 2016.
Situación muy crítica al punto de estar Superficie de hábitats del incremento de tierras áridas
clasificado como en peligro de extinción. Jaguar: 76.000 Km2.
Densidad est. 0,41 / 100 km2 Se reportan 4 corredores
(10.461 Km2)
Población pequeña, estimada en 560 Superficie de Unidades de Deforestación intensificada Sobre-cacería de vida Reportes de No tiene plan ni
Bélice jaguares, distribuida en importantes Conservación del Jaguar: amenaza los corredores de silvestre para consumo tráfico de partes estrategia para la
bloques de hábitat natural conectados por 8.700 Km2 bloques de hábitats y con local y reducción de del jaguar conservación del
3 corredores. La densidad estimada en Superficie de hábitats del dejar en aislamiento a las disponibilidad de presas. Jaguar
áreas protegidas es 3.5 a 11.0 Jaguar: 21.000 Km2. poblaciones Muerte de jaguares
individuos/100 km². 3 corredores reportados (472 como respuesta al
Promedio: 2,69 / 100 km². Km2) ataque de ganado
Bolivia Población estimada en 12.800 jaguares. Superficie de hábitats del Deterioro de ecosistemas Caza regular de Reportes de No tiene plan ni
Importantes poblaciones en grandes Jaguar: 743.000 Km2 naturales a gran escala por jaguares relacionada a tráfico de estrategia para la
bloques de hábitats naturales Superficie de Unidades de avance de agroindustria, conflictos por ataques a colmillos y otras conservación del
(mayormente en 9 grandes áreas Conservación del Jaguar: colonización y ganadería, ganado y animales partes desde el Jaguar
protegidas áreas protegidas de la 226.974 Km2 procesos favorecidos por la domésticos. Eventual año 2014,
Amazonía, Chaco, Chiquitanía y Se identificaron 8 corredores. construcción de caminos. caza deportiva. Sobre responsabilizan
Pantanal). Densidad estimada baja en el (191.825 Km2 ) Deterioro ecológico de presión de caza de vida a ciudadanos
Chaco (0,3 – 1,82 individuos/100 km²) y varios corredores. silvestre en ciertas chinos ligados a
más alta en la región Tacana-Madidi (4 – Amenazas de minería y regiones, reduciendo mafias
6 individuos/100 km²). Promedio: 1,73 / exploración petrolera en disponibilidad de presas. internacionales.
100 km²). áreas protegidas.
Brasil La población de la especie se estima en La superficie de Unidades de En todos los biomas Caza deportiva ilegal en Reporte de Plan de Acción
algo más de 86.000, es la mayor Conservación del Jaguar es de brasileros se han registrado ciertas regiones decomisos de Nacional de
población mundial de jaguares, distribuida 2.651.827 Km2 proceso de declinación de amazónicas y caza colmillos y otras Conservación del
en grandes bloques de hábitat natural. Superficie de hábitats del las poblaciones por la regular por conflictos partes de Jaguar, 2013
Las poblaciones de la Amazonia central y Jaguar: 4.500.000 Km2 pérdida y fragmentación de con el jaguar (predación jaguar con
este, están muy fragmentadas y existe un 35 corredores identificados. hábitat y caza de jaguar por de ganado) en zonas destino a China
inmenso bloque aun intacto hacia la (654.654 Km2 ) conflictos en zonas ganaderas. (Com.Thais –
Amazonia oeste. Según Oliveira et al. ganaderas. Morcatty)
117
2012, la población de jaguares de la
Amazonia no superaría los 10.000
individuos y sugieren una
recategorización de la especie en las
Listas Rojas.
Densidad est. 1.89 / 100 Km2
Colombia Población estimada en algo más de Superficie de Unidades de Pérdida y fragmentación de Caza regular en zonas No reportado Programa Nacional
16.000 jaguares. Importante población Conservación del Jaguar: hábitat por agricultura ganaderas por conflictos de conservación de
mayormente concentrada en un inmenso 699.377 Km2 extensiva, y operaciones con el jaguar (predación Felinos
bloque de habitat amazónico hacia el Superficie de hábitats del mineras en zonas de de ganado).
este. Bloques menores hacia el norte y la Jaguar: 872.000 Km2 hábitats claves.
costa del Pacífico. Se estima que el área 9 corredores identificados.
de distribución se ha reducido en 39% del (34.056 Km2 )
área original.
Densidad est: 1.90 / 100 Km2
Costa Rica Población estimada en 570 jaguares. Superficie de Unidades de Perdidas de hábitat en Caza regular en zonas No reportado No tiene plan ni
Pequeña población en tres bloques Conservación del Jaguar: corredores y construcción de ganaderas por conflictos estrategia para la
importantes de habitat natural. 17.900 Km2 barreras, riesgo de con el jaguar (predación conservación del
Densidad est. 1.48 / 100 Km2 4 corredores (4.640 Km2) aislamiento de poblaciones. de ganado Jaguar
Ecuador Población estimada en 1.960 jaguares Superficie de Unidades de Avance de la frontera Muerte de jaguares en No reportado Plan Nacional
(1.100 otra fuente). Pequeña población Conservación del Jaguar: agrícola y ganadera. zonas ganaderas por decenal para la
mayormente concentrada en un bloque 64.709 Km2 Aumento de operaciones conflictos de predación conservación del
de habitat natural en la Amazonia en el Superficie de hábitats del mineras y petroleras en sobre el ganado jaguar, 2015
este del país, poblaciones muy reducidas Jaguar: 93.700 Km2 áreas protegidas y zonas
en parches dispersos hacia el oeste y la 9 corredores (22.694 Km2) próximas. Deterioro de
costa del Pacífico. corredores.
Densidad est. 2.10 / 100 Km2
French Pequeña población estimada en 1.600 Superficie de Unidades de ¿? Amenazas derivadas de No reportado No tiene plan ni
Guiana jaguares, concentrada en un solo gran Conservación del Jaguar: conflictos en zonas estrategia para la
bloque de hábitat, en el sur hacia la 34.164 Km2 ganaderas por conflictos conservación del
Amazonía. Superficie de hábitats del (predación de ganado). Jaguar
Densidad est. 1.95 / 100 Km2 Jaguar: 82.000 Km2
No existen corredores.
Guatemala Pequeña población estimada en 1.000 Superficie de Unidades de Deterioro y fragmentación de Caza de vida silvestre No reportado No tiene plan o
jaguares, mayormente concentrada en un Conservación del Jaguar: ecosistemas por avance que reduce la estrategia para
bloque mayor de habitat natural en el 19.890 Km2 industrial y urbano. disponibilidad de presas conservación del
norte del país. Bloques menores en el Superficie de hábitats del del jaguar. Jaguar
noreste. (Belice, Guatemala, Costa Rica y Jaguar: 43.000 Km2
Panamá muestran densidades variables 2 corredores (10.682 Km2)
que van de 0,74 a 11,2 individuos/100
km²). Promedio est: 2.35 / 100 Km2
Guyana Importante población estimada en 4.300 Superficie de Unidades de Degradación de hábitats por No reportado Tráfico de No tiene plan o
118
jaguares, concentrada en un bloque Conservación del Jaguar: avance de la explotación partes estrategia para
grande de habitat natural situado en el 124.990 Km2 forestal y minería, así como reportado en conservación del
sur del país, y dos bloques menores en el Superficie de hábitats del la agricultura de arroz en 2016 Jaguar
norte. Jaguar: 208.000 Km2 regiones de sabanas.
Densidad est. 2.09 / 100 Km2 2 corredores (68.269 Km2)
Honduras Pequeña población estimada en 1.200 Superficie de Unidades de Aislamiento de poblaciones Sobre caza de vida Reportan tráfico Plan Nacional de
jaguares, mayormente concentrada en un Conservación del Jaguar: por construcción de caminos silvestre amenaza de partes de Conservación del
bloque de hábitat natural en el este del 18.689 Km2 y deforestación en disponibilidad de presas. jaguar y posible Jaguar 2012-2021
país. Superficie de hábitats del corredores. Amenazas a tráfico de jaguar
Densidad est. 2.48/ 100 Km2 Jaguar: 49.000 Km2 Reserva de Biosfera completo
3 corredores transfronteriza. convertido en
pasta
Mexico Mediana población estimada en 4.300 Superficie de Unidades de Deterioro de corredores por Muerte de jaguares en Reporte de Plan de Acción
jaguares, distribuida en varios bloques Conservación del Jaguar: construcción de caminos y zonas ganaderas por demanda de Nacional para la
discontinuos de hábitat natural. Se han 162.300 Km2 avance de asentamientos conflictos de predación garras de Conservación del
identificado 11 poblaciones y, de acuerdo Superficie de hábitats del para fines agrícolas y sobre el ganado jaguar y otras Jaguar
con la categorización UICN, la mayor Jaguar: 530.000 Km2 ganaderos. Elevado grado partes para el
parte de las subpoblaciones está en 8 corredores (152.560 Km2) de aislamiento de tráfico
estado crítico de amenaza debido al poblaciones dispersas.
tamaño y aislamiento. Las densidades
estimadas varían de 0,05 a 7,4
individuos/100 km². ²). Promedio est:
1.28 / 100 Km2
Nicaragua Pequeña población estimada en 600 Superficie de Unidades de Pérdida de hábitat por Muerte de jaguares en No reportado No tiene plan o
jaguares, (Jedrzejewski, et al.mencionan Conservación del Jaguar: avance de la frontera zonas ganaderas por estrategia para
1.476 individuos) concentrada en dos 43.000 Km2 agrícola y ganadera. conflictos de predación conservación del
bloques separados de habitat natural. Superficie de hábitats del sobre el ganado Jaguar
Densidad est. 2.44 / 100 Km2 Jaguar: 16.000 Km2
Un corredor (14.788 Km2)
Panamá Pequeña población estimada en 870 Superficie de Unidades de Pérdida y fragmentación de Sobre cacería de vida Reportes de Plan de Acción para
jaguares, mayormente concentrada en un Conservación del Jaguar: hábitat por intenso cambio silvestre amenaza trafico de partes la Conservación del
bloque mayor de habitat natural situado 27.680 Km2 de uso del suelo disponibilidad de presas. Jaguar, 2011
en el este del país. Superficie de hábitats del Caza de jaguar en
Densidad est. 2.02 / 100 Km2 Jaguar: 43.000 Km2 zonas ganaderas por
2 corredores (7.350 Km2) conflictos de predación
sobre el ganado
Paraguay Existen discrepancias en cuanto al Superficie de Unidades de Acelerada pérdida de hábitat Caza regular de jaguar Plan Nacional
tamaño poblacional, se mencionan una Conservación del Jaguar: natural por Intenso avance en zonas ganaderas por decenal para la
cifra algo mayor a 1.500 (Jędrzejewski et 42.100 Km2 de la agroindustria de la conflictos de predación Conservación del
al. 2018), pero oficialmente se asume que Superficie de hábitats del soya y ganadería a gran sobre el ganado Jaguar, 2017-2026
hay menos de 500 jaguares. Pequeña Jaguar: 233.000 Km2 escala
119
población mayormente concentrada en un 2 corredores (30.300 Km2)
bloque grande de hábitat natural en el
norte (región del Chaco). En el país está
reconocido oficialmente como especie en
peligro de extinción. La densidad
estimada es de 0,7 individuos/100km2.
Perú Importante población (la segunda de Superficie de Unidades de Pérdida de hábitat por Caza regular del jaguar Reportes de No tiene plan o
Sudamérica) estimada en 22.200 Conservación del Jaguar: construcción de caminos, en zonas afectadas por comercio ilegal estrategia para
jaguares, distribuida en varios grandes 27.680 Km2 aumento de operaciones nuevos asentamientos de su piel, conservación del
bloques de hábitat natural situados en la Superficie de hábitats del agrícolas, explotación de de colonización; colmillos, Jaguar
región amazónica del país. La densidad Jaguar: 129.000 Km2 maderas y avance acelerado sobrecaza de vida huesos, pieles,
estimada para la región Madre de Dios es 7 corredores (104.900 Km2) de la minería formal e ilegal. silvestre y mercados de grasa, entre
4-5 individuos/100 km² (Amazonía). carne silvestre. otras partes de
Densidad est. 3.00 / 100 Km2 su cuerpo
Surinam Mediana población de jaguares estimada Superficie de Unidades de Intenso avance de la Caza del jaguar por Reportes de No tiene plan o
3.190 jaguares, concentrada en un Conservación del Jaguar: agricultura y ganadería, conflictos con la tráfico de partes estrategia para
bloque importante de hábitat natural 18.000 Km2 afecta corredores y el bloque ganadería del jaguar conservación del
ubicado en la zona central del país. Superficie de hábitats del de hábitat natural; avance de Jaguar
Densidad est. 2.24 / 100 Km2 Jaguar: 142.000 Km2 la minería.
2 corredores (29.263 Km2)
Venezuela Importante población estimada en 11.590 Superficie de Unidades de Pérdida de hábitat por el Caza regular del jaguar No reportado No tiene plan o
jaguares, concentrada mayormente en un Conservación del Jaguar: Intenso avance de la por conflictos con la estrategia para
gran bloque de habitat natural situado en 535.440 Km2 agricultura y ganadería; ganadería conservación del
el sur del país, y bloques menores hacia Superficie de hábitats del también operaciones Jaguar
el norte. Jaguar: 589.000 Km2 mineras y petrolera
Densidad est. 1.97 / 100 Km2 8 corredores (41.440 Km2)
Fuentes
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