La comunión de la Trinidad

y sus implicaciones
en la vida del creyente
y en la Iglesia

Tesis para optar al título de Doctora en Teología Práctica

“…para que todos sean uno; como tú, oh Padre, en mí, y yo en ti, que también
ellos sean uno en nosotros; para que el mundo crea que tú me enviaste”.
Juan 17:21

María Isabel Bernal López

Director:
Dr. Cecilio Lajara

SEMINARIO EVANGÉLICO VIRTUAL JUAN KNOX

Estudios de Postgrado
Doctorado en Teología Práctica

2017
Doy gracias al Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, quien me ha bendecido
mediante su Espíritu Santo al permitirme atisbar un poquitito más en las
profundidades de las riquezas de Su sabiduría y de Su ciencia.

Dedico esta tesis a mi amado esposo Elling,

quien persistió en ayudarme a ver en este tema
la magnificencia del amor de Dios,
lo inteligible de su naturaleza y
la envergadura de la comunión en el Espíritu.
También a mis tres hijitas que oraron para que yo pudiera escribirla.

Agradezco al Dr. Lajara por darme la oportunidad de escribir y

animarme para realizarlo y entregarlo a tiempo (contra todo pronóstico),
porque de otra manera no lo habría logrado.

A todos los profesores que dedicaron su tiempo,

su talento y esfuerzos para transmitirnos
las lecciones que nos edificaron por tantos años;
y al equipo de Third Millenium
por producir y divulgar tan excelentes materiales de formación.

2
 ÍNDICES

Tabla de contenido
ÍNDICES .................................................................................................................... 3
PRÓLOGO ................................................................................................................. 4
INTRODUCCIÓN ..................................................................................................... 8
LA COMUNIÓN DE LA TRINIDAD .................................................................... 12
El modelo de la comunión en la Trinidad aplicado a los Creyentes ............ 16
LA COMUNIÓN DE LOS CREYENTES CON DIOS ........................................... 19
Lo espiritual se acomoda a lo espiritual ....................................................... 19
Comunión Individual: Vinculados con Dios por medio de la fe .................. 20
Comunión Corporativa: Muchos hermanos ................................................. 23
LA COMUNIÓN DE LA IGLESIA ........................................................................ 27
La analogía del cuerpo ................................................................................. 27
El ejemplo de la iglesia primitiva ................................................................. 32
CONCLUSIONES ................................................................................................... 37
GLOSARIO.............................................................................................................. 40
BIBLIOGRAFÍA...................................................................................................... 42

Tabla de ilustraciones

Ilustración 1: La metáfora del río que fluye derramado en tres niveles, ilustra el
concepto de la comunión que desciende de Dios hacia sus hijos. ........................... 11
Ilustración 2: Tabla de versículos de las relaciones entre la Trinidad ................... 14
Ilustración 3: Tabla de resumen Juan 17:16-26 ...................................................... 18
Ilustración 4: Tabla de la analogía del cuerpo en las epístolas paulinas ............... 32

3
 PRÓLOGO

Algunas veces cuando un cristiano trata de presentar el evangelio a otra persona, le

hacen preguntas como: ¿Por qué voy a creer en su iglesia o su religión, si ni siquiera

ustedes se ponen de acuerdo? O ¡Ustedes tienen tantas denominaciones y vertientes

que es imposible saber cuál es la iglesia verdadera!. Éstas son frecuentes viniendo de

algunos católicos, quienes seguramente no tienen problema alguno con la doctrina de

la Trinidad de Dios. Al fin de cuentas ellos aún recitan el mismo Credo de los

Apóstoles que como cristianos evangélicos acogemos. Sin embargo, al encontrarnos

con judíos, musulmanes, ateos o personas de sectas (como testigos de Jehová o

mormones) y conversar sobre estos temas, la situación se torna aún más completa de

manejar. En estos casos, y me ha pasado, surge casi inevitablemente el

cuestionamiento, o incluso la acusación, de que en el fondo los cristianos somos

politeístas porque, a su modo de ver, adoramos a tres “dioses”, y según algunos, en la

práctica ni siquiera nos ponemos de acuerdo sobre si hay que orar al Padre, o a Jesús,

o al Espíritu Santo. Es evidente que a la vista de los que están afuera de la comunión

en Cristo es muy fácil creer que sus apreciaciones son las correctas, y es una

verdadera lástima tener que admitir que justamente este año en que celebramos los

500 años de la Reforma Protestante, los cristianos protestantes no hayamos podido

“ponernos de acuerdo” para transmitir de manera clara y efectiva a todo el mundo,

que Dios es uno así como nosotros somos (o siendo realistas, deberíamos ser), uno.

Actualmente, ni siquiera hay con consenso respecto a cuántas denominaciones

protestantes existen, porque al parecer además cada día surgen nuevas. Según David

4
B. Barret, en el 2001 existían más de 33.000 distintas denominaciones en 238 países 1.

Sólo en Estados Unidos, el panorama era este:

Católicas: 1 Ortodoxas: 60 Protestantes: 6,161

Por esto encuentro pertinente e importante revisar en detalle cómo la comunión de los

cristianos es posible porque tenemos un Dios trino que en sí mismo es la más perfecta

muestra de comunión, así como lo expresa el Credo de los Apóstoles, en lo

concerniente a la doctrina de la Trinidad:

Dios en tres personas, pero sólo uno en esencia.2

Y es precisamente en la relación interna de la Trinidad, en la que se encuentra el

modelo de relacionamiento de todas las criaturas, en particular y prioritariamente, de

los creyentes; como lo expresa el Hno. Gino Iafrancesco:

“De este relacionamiento interno de la Trinidad resulta el modelo y la

dinámica para las familias, para la Iglesia, para la sociedad, si reciben
a Cristo y el testimonio de la Iglesia. Este asunto de la Trinidad no es
solamente teológico, más es extremadamente práctico; es sociológico y
psicológico. De la Trinidad viene la realización de todas las cosas;
todas las cosas se realizan en la Trinidad, por la Trinidad, delante de la
y para ella. El “asunto” de la Trinidad es una grande prioridad que la
Iglesia tiene que tener y nunca olvidarla”3
No obstante lo anterior, debo aclarar que de ninguna manera al abogar por la

comunión en la iglesia, quiero proponer forma alguna de ecumenismo, donde por el

afán de tener comunión y paz, se acepta toda doctrina, práctica o corriente de

1
BARRET, David; KURIAN, George, JOHNSON, Todd. World Christian Encyclopedia (edición 2001). Tabla 1-
5, vol 1, pág. 16
2
THIRDMILLENIUM MINISTRIES Curso “El Credo de los Apóstoles”, lección 3
3
IAFRANCESCO, Gino. La identidad del Testimonio de la Iglesia. Pág. 9

5
pensamiento. Tampoco descuido la importancia de una sana y necesaria controversia

cuando está en riesgo el todo de nuestro Dios. Como tales fueron las luchas que

valientes héroes de la fe libraron para que hoy tuviéramos la claridad de la doctrina de

la Trinidad al estudiar ejemplos como los que John Piper escribe en su libro

“Contendiendo por nuestro todo4”, cuarto de la serie “Los Cisnes no Callan”, que

muestra a hombres de Dios que con pasión por la verdad de la Trinidad y de la deidad

de Cristo, soportaron la más dura oposición.

Y aunque sería ideal tener una iglesia visible unida, según la definición del Dr. Mark

Strauss de Iglesia Visible5; lo cierto es que la iglesia de Cristo, la verdadera, es y será

por definición una iglesia invisible:

“Mientras que la iglesia visible incluye a todo aquel que es parte de la

comunidad del pacto de Dios, la iglesia invisible está compuesta
solamente por aquellos que han sido unidos a Cristo por medio de la
salvación. Por esta razón, es algunas veces llamada la verdadera
iglesia.
Con esto en mente, es claro que aunque en la iglesia visible la verdadera comunión es

y seguirá siendo una utopía, al menos en este lado de la eternidad; y esto se debe en

4
PIPER, John. Contending for our All. Crossway books, 2006
5
La iglesia visible se refiere a la iglesia que podemos ver, obviamente
es visible en ese sentido. Por lo tanto, la iglesia visible es aquella que
declara ser la iglesia alrededor del mundo. Todas las denominaciones
que declaran seguir a Cristo, declaran seguir el propósito de Dios y su
palabra en el mundo el día de hoy. Eso incluye a múltiples
denominaciones, incluye a aquellos que no se identifican con una
denominación específica y que se consideran a ellos mismos ser
seguidores de Cristo. Curso el Credo de los Apóstoles, Lección 5.

6
parte a la tremenda diversidad de personas que la contienen (creyentes,

aparentemente creyentes, no creyentes, etc.); debe ser cierto, y lo creo firmemente,

que los que hacemos parte de la iglesia invisible podemos lograr la comunión en el

Espíritu aún a pesar de las “barreras” culturales, idiomáticas, geográficas, teológicas,

doctrinales o de diversa índole que procuran separarnos.

Independientemente de los asuntos que consideremos negociables o no negociables,

en común o en desacuerdo con otras denominaciones o vertientes del cristianismo, es

un hecho que entre más nos dividimos, y así mismo más nos debilitamos, entre menos

nos concentramos en obedecer los mandatos de Dios y más nos concentramos en las

diferencias de doctrinas de hombres; el testimonio de nuestra identidad en el mundo

se va disolviendo y desapareciendo a medida que nos alejamos de la verdadera

esencia que nos hace uno sólo en Cristo Jesús.

Y Jesús mismo advirtió: “Todo reino dividido contra sí mismo, es asolado, y toda

ciudad o casa dividida contra sí misma, no permanecerá”. (Mateo 12:25, Marcos

3:24, Lucas 11:17) De modo que entre más nos alejamos entre nosotros y del

cumplimiento del propósito eterno que Dios nos dispuso, más lejos estamos de

cumplir el anhelo del Señor Jesucristo expresado en su oración al Padre en Juan 17,

en la que estamos incluidos los que hemos creído en Jesucristo por la palabra de los

apóstoles:

Mas no ruego solamente por éstos, sino también por los que han de
creer en mí por la palabra de ellos, para que todos sean uno; como tú,
oh Padre, en mí, y yo en ti, que también ellos sean uno en nosotros;
para que el mundo crea que tú me enviaste. Juan 17:20-21

7
 INTRODUCCIÓN

En el curso “Construyendo su Teología”, en la lección dos, me impactó el reto que

existe para los cristianos, expresado así por el Dr. Richard L. Pratt, Jr.:

“La unidad doctrinal de la iglesia debe ser una meta que todos los cristianos tengan.

Jesús oró hacia este fin en Juan, capítulo 17, versículos 22 y 23:”6

La gloria que me diste, yo les he dado, para que sean uno, así como
nosotros somos uno. Yo en ellos, y tú en mí, para que sean perfectos en
unidad, para que el mundo conozca que tú me enviaste, y que los has
amado a ellos como también a mí has amado. (Juan 17:22-23)
Y avanzando aún más allá de la unidad doctrinal, que ya de suyo es un enorme reto,

todos los cristianos deberíamos vivir en la comunión verdadera de la que habla ese

mismo pasaje citado. Jesús oró al Padre, pidiendo que nosotros fuéramos uno, y no

“uno” de cualquier manera, sino así como ellos son uno. Jesús anhelaba (y aún es Su

anhelo) que fuéramos perfectos en unidad para que entonces el mundo pudiera llegar

a conocerle como Jesucristo, Señor y Salvador, y conocer el amor que Dios tiene por

nosotros así como lo tuvo el Padre por su Hijo en el Espíritu Santo.

El objetivo de este trabajo doctoral, es pues, contribuir a ver reflejada la identidad del

Dios trino, único y verdadero, en la vida de cada creyente y de la Iglesia.

Para entender cómo se cumple el propósito de Dios, referente a la comunión, lo

estudiaremos en tres niveles:

6
“Construyendo su Teología”, Thridmill.org página 7

8
1. La comunión de la Trinidad. Es la comunión intrínseca, íntima e interna que

existe en el Dios trino entre el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo. En este nivel,

vamos a examinar ciertas virtudes que caracterizan a las tres personas de la

trinidad y cómo cada uno cede; se entregan mutuamente la gloria, reflejando

así el carácter del amor de Dios. Si no fuera por el amor, perfecto amor de

Dios, no sería posible la comunión del Dios trino ni la subsecuente comunión

en los demás niveles que de ésta se desprenden.

2. La comunión de los creyentes con Dios por medio de Cristo. La conexión del

ser humano, salvo, nacido de nuevo, la cual a su vez se expresa en dos

niveles:

a. El nivel individual, en el desarrollo de su relación personal, uno a uno,

con Dios.

b. El nivel corporativo, en su participación en la Iglesia de Cristo, es

decir la relación de todos y cada uno de los creyentes con Dios, por

medio de Jesucristo.

3. La comunión de los creyentes entre sí. Es el vínculo que tienen los hijos de

Dios en su comunión dentro del cuerpo de Cristo. En este nivel examinaremos

las analogías del matrimonio (relación esposo / esposa) y del cuerpo (relación

cabeza / cuerpo y cuerpo entre sí), así también observaremos el modelo de

comunión de los primeros creyentes en la iglesia primitiva según Hechos

2:42-44.

“Entonces dijo Dios: Hagamos al hombre a nuestra imagen, conforme

a nuestra semejanza; y señoree en los peces del mar, en las aves de los

9
 cielos, en las bestias, en toda la tierra, y en todo animal que se
arrastra sobre la tierra.
Y creó Dios al hombre a su imagen, a imagen de Dios lo creó; varón y
hembra los creó”. Génesis 1:26 -27

“y por medio de él reconciliar consigo todas las cosas, así las que
están en la tierra como las que están en los cielos, haciendo la paz
mediante la sangre de su cruz”. Colosenses 1:20

solícitos en guardar la unidad del Espíritu en el vínculo de la paz;

Efesios 4:3
Es claro aquí cómo al haber sido hechos a imagen y semejanza de Dios (Génesis

1:26-27), y al haber sido redimidos por la sangre de Cristo para reconciliación de

todas las cosas (Colosenses 1:20), se requiere que en nuestra esencia reflejemos la

unidad del Espíritu que es uno de los insondables y maravillosos atributos

comunicables de nuestro trino Dios. De tal manera que esa comunión fluye de arriba

hacia abajo, del creador a sus criaturas, del Padre a sus hijos, y es menester de estos

hijos el guardarla (Efesios 4:3) para reflejarla al mundo perdido, así como el agua

que fluye del manantial baña la tierra.

Esos tres niveles de comunión son necesarios de manera que, partiendo del vertical

descendente (propio de Dios quien con su amor desciende hacia los hombres),

pasando por el vertical ascendente (nuestra respuesta en fe al recibir el privilegio de

ser hijos de Dios), llegamos al horizontal (la comunión de los creyentes entre sí) que

se manifiesta a su vez al mundo, a nuestro prójimo que nos observa.

10
 Ilustración 1: La metáfora del río que fluye
derramado en tres niveles, ilustra el concepto de la
comunión que desciende de Dios hacia sus hijos.7
Como candidata del programa de Doctorado en

Teología en el Seminario Evangélico Virtual Juan

Knox y como esposa del pastor Elling Bejarano,

quien me ha apoyado en la elaboración de esta tesis,

me ha parecido relevante y pertinente construir un

pensamiento teológico organizado de las

implicaciones de la comunión de la Trinidad en la

vida cristiana y en la vida de la iglesia.

Es mi anhelo que este estudio contribuya a la formación teológica en Colombia y en

otros países, pero sobre todo, que aporte a la unidad de la Iglesia que se requiere para

ser obedientes a nuestro Señor y agradarle en todo, para que el mundo conozca al

único Dios verdadero y a su Hijo Jesucristo.

Y esta es la vida eterna: que te conozcan a ti, el único Dios verdadero,

y a Jesucristo, a quien has enviado. Juan 17:3

7
Fotografía de la cascada Baatara Gorge en Tannourine, Líbano publicada por Missakassim en Panoramio.com
Tomada de: http://twistedsifter.com/2012/04/picture-of-the-day-the-three-tiered-waterfall-of-baatara-gorge/ el
24/08/2017 En las Escrituras se utilizan diversas metáforas para el Espíritu Santo, tales como agua, fuego, aliento,
viento, aceite, vino, un río, un ser derramado o que se derrama y un ser que se inspira. Río de aguas vivas,
salutíferas: Apocalipsis 22, Juan 7:38, Salmos 36:8-9

11
 LA COMUNIÓN DE LA TRINIDAD

Como ha sido expuesto anteriormente, la relación perfecta que existe al interior del

único Dios verdadero: Padre, Hijo y Espíritu Santo, es la misma comunión que

desciende en la más armoniosa expresión de amor hacia los creyentes para, a su vez,

manifestarse al mundo.

Observemos por un momento, cómo el pastor Jonathan Edwards (1703-1758) definió

esta relación en su ensayo inédito sobre la Trinidad (subrayado agregado):

Para aclarar este tema consideremos que el Oficio completo de la

Divinidad -se supone –subsiste verdadera y apropiadamente en cada
uno de ellos tres. Concretamente, Dios y Su entendimiento8 y Su amor, y
que existe una unión tan maravillosa entre ellos, que son -de una
inefable e inconcebible manera- Uno en el Otro; de forma tal que Uno
tiene al Otro y que ellos tienen comunión el Uno en el Otro y son como
fueron predicados Uno del Otro. Como Cristo dijo de Sí mismo y del
Padre “Estoy en el Padre y el Padre en Mí”. En lo relativo a todas las
Personas de la Trinidad, en consecuencia, podría decirse que el Padre
está en el Hijo y el Hijo en el Padre, el Espíritu Santo está en el Padre,
y el Padre en el Espíritu Santo, el Espíritu Santo está en el Hijo y el
Hijo en Espíritu Santo; y que el Padre entiende porque el Hijo, que es el
entendimiento Divino está en Él. El Padre ama a causa del Espíritu
Santo que mora en Él y así el Hijo ama porque el Espíritu Santo está en
Él y procede de Él. De esa forma el Espíritu Santo o la Divina esencia
subsistiendo es Divina y entiende porque el Hijo de la Idea Divina está
en Él.
Para el pastor Edwards, era claro que la relación intrínseca de Dios es una relación de

mutua continencia, de interdependencia. Siendo tres personas diferentes, actúa en

permanente armonía como un solo Dios verdadero. Esta interpretación de la Trinidad

8
En este mismo ensayo, el pastor Edwards ha expresado que el entendimiento mismo de Dios es su Hijo y que Su
amor es el Espíritu Santo, de modo que está refiriéndose a la Trinidad de Dios.

12
de Dios está en concordancia con lo que, en el curso “El Credo de los Apóstoles” se

llama la perspectiva ontológica de la Trinidad, la cual hace énfasis en la existencia

de Dios, en la que Cristo es igual en poder y gloria con el Padre y con el Espíritu

Santo; las tres personas de Dios son infinitas, eternas e inmutables y cada una de ellas

tiene atributos esenciales divinos como la santidad, la bondad, el poder, la sabiduría y

la verdad. Sin embargo, otra manera igualmente válida y complementaria de estudiar

la Trinidad es desde la perspectiva económica, la cual describe a cada una de las

personas (hipóstasis) de Dios y su interacción en diversidad de responsabilidades,

niveles de autoridad y roles. En este orden de ideas, y en ausencia absoluta de

conflictos, en la Trinidad el Espíritu Santo está subordinado al Padre y a Cristo, quien

es el Hijo de Dios, subordinado a la autoridad del Padre9.

He tomado algunos pasajes bíblicos en los que se evidencian los niveles de esta

interacción hipostática en la cuanto al flujo de autoridad, y también en su

interrelación y auto-conocimiento:

De \ Hacia Padre Hijo Espíritu Santo

Padre Y respondió Dios a Y hubo una voz de los He aquí mi siervo, yo
Moisés: YO SOY EL cielos, que decía: le sostendré; mi
QUE SOY. Y dijo: Así Este es mi Hijo amado, escogido, en quien mi
dirás a los hijos de en quien tengo alma tiene
Israel: YO SOY me complacencia. (Mateo contentamiento; he
envió a vosotros.Éxodo 3:17) puesto sobre él mi
3:14 Espíritu; él traerá
justicia a las
Ved ahora que yo, yo
naciones.( Isaías 42:1)
soy, Y no hay dioses
conmigo; Yo hago Porque yo … mi
morir, y yo hago vivir; Espíritu derramaré

9
Third Millenium. El Credo de los Apóstoles. Lecciones tres y cuatro.

13
 Yo hiero, y yo sano; Y sobre tu generación, y
no hay quien pueda mi bendición sobre tus
librar de mi mano. renuevos;( Isaías 44:3)
Deuteronomio 32:39

Hijo Porque he descendido Le respondieron: A Cuando venga el

del cielo, no para Jesús nazareno. Jesús Consolador, a quien yo
hacer mi voluntad, les dijo: Yo soy. Juan os enviaré del Padre
sino la voluntad del 18:5 … él dará
que me envió. (Juan testimonio
Y todos los “Yo soy”
6:38) acerca de mí. (Juan
de Jesús: El camino, la
15:26)
Les dijo, pues, Jesús … verdad, la vida, la vid
“Nada hago por mí verdadera, la
mismo, sino que según resurrección, el buen
me enseñó el Padre, pastor, la puerta, el
así hablo. Porque el pan de vida, la luz del
que me envió, conmigo mundo
está; no me ha dejado
solo el Padre, porque
yo hago siempre lo que
le agrada. (Juan 8:28-
29)

Espíritu Santo Pero cuando venga el Pero yo os digo la Porque ¿quién de los
Espíritu de verdad, él verdad: Os conviene hombres sabe las cosas
os guiará a toda la que yo me vaya; del hombre, sino el
verdad; porque no porque si no me fuera, espíritu del hombre
hablará por su propia el Consolador no que está en él? Así
cuenta, sino que vendría a vosotros; tampoco nadie conoció
hablará todo lo que mas si me fuere, os lo las cosas de Dios, sino
oyere, y os hará saber enviaré. (Juan 16:7) el Espíritu de Dios (1
las cosas que habrán Corintios 2:11)
de venir. (Juan 16:13)
Ilustración 2: Tabla de versículos de las relaciones entre la Trinidad
Y aunque las Escrituras no nos muestran mucho de las intimidades de las relaciones

en la Trinidad, lo revelado es suficiente entender, a pesar de nuestras limitaciones

humanas, esa Comunicación total, Armonía, Coordinación y Sujeción mutua. En

nuestra humanidad caída interpretar estos aspectos de la comunión en toda su

magnitud es aún incomprensible, sin embargo lo que alcanzamos a entender debe ser

el modelo a seguir en nuestras relaciones. Como dice la Escritura:

Las cosas secretas pertenecen a Jehová nuestro Dios; mas las

reveladas son para nosotros y para nuestros hijos para siempre, para
que cumplamos todas las palabras de esta ley. Deuteronomio 29:29

14
De modo que aunque las cosas secretas de la Trinidad pertenecen sólo al Señor, las

que nos han sido reveladas y entendemos son para nosotros y nuestras generaciones

para cumplir y obedecer.

Una manera de entender esta Trinidad en términos de tres personas distintas y un solo

Dios verdadero es:

“El Padre es la deidad subsistiendo en una suprema, no creada y más

absoluta forma, o la Deidad en su directa existencia. El Hijo es la
Deidad generada por el conocimiento de Dios o la idea de Sí mismo y
subsistiendo en esa idea. El Espíritu Santo es la Deidad subsistiendo en
los actos, o la Divina esencia fluyendo o inspirándose en el infinito
amor de Dios y deleite en Sí mismo. Yo creo que la esencia divina
completa subsiste verdadera e inequívocamente en ambos, en la idea
divina y en el amor divino y que cada una de ellas son personas
propiamente distintas”. Jonathan Edwards

Un aspecto precioso de la comunión que existe continuamente en la presencia de Dios

es el sentido de la dirección, la unidad perfecta en el mover y en el propósito que

Ezequiel (Ezequiel capítulos 1 y 10, 11:22), Daniel (Daniel 7:9) y Juan (Apocalipsis

4, 5, 6 y 19:4): contemplaron y describieron en su visión del trono de Dios, en

particular en cuanto a los cuatro seres vivientes. Observemos que aunque eran cuatro

seres vivientes se movían todos hacia donde el espíritu les movía, siempre avanzando

adelante, no retrocediendo. La unidad de dirección y de propósito es fundamental

para la comunión y para avanzar y crecer.

Y cada uno caminaba derecho hacia adelante; hacia donde el espíritu

les movía que anduviesen, andaban; y cuando andaban, no se
volvían. Ezequiel 1:12
Hacia donde el espíritu les movía que anduviesen, andaban; hacia
donde les movía el espíritu que anduviesen, las ruedas también se
levantaban tras ellos; porque el espíritu de los seres vivientes estaba en

15
 las ruedas. Cuando ellos andaban, andaban ellas, y cuando ellos se
paraban, se paraban ellas; asimismo cuando se levantaban de la
tierra, las ruedas se levantaban tras ellos; porque el espíritu de los
seres vivientes estaba en las ruedas. Ezequiel 1:20-21

Y al final, en Apocalipsis 19:4, estos cuatro seres vivientes junto con los veinticuatro

ancianos todos a una se postran en tierra y adoran a Dios, que está sentado en el

trono.

De esta manera vemos que la comunión de la Trinidad no sólo habita en toda la

plenitud de la Deidad (Colosenses 2:9) sino que se extiende a todo su glorioso trono y

por esto es Su voluntad que se extienda sobre su creación, en particular sobre sus

hijos, la Iglesia de Cristo.

EL MODELO DE LA COMUNIÓN EN LA TRINIDAD APLICADO A

LOS CREYENTES

En la oración por sus discípulos registrada en el Evangelio de Juan capítulo 17, Jesús

ora al Padre. Ora por sus discípulos, no sólo por los que estaban allí con él, sino

explícitamente también por los que hemos creído en él por la palabra de ellos que ha

sido pasada de generación en generación (Juan 17:20).

Podemos entonces a partir de esta reflexión entender que Dios tiene un propósito

determinado para con sus hijos: el “Para” que seamos santificados, uno en Dios,

perfectos en unidad, que veamos su gloria y su amor esté en nosotros para que el

mundo conozca y crea en Jesucristo, Salvador y Señor. También evidencia que para

lograr este objetivo hay una mecánica, un modelo ya establecido y es el del Señor

16
Jesucristo: “Como”. Como Cristo no es del mundo, como fue enviado por el Padre,

como se santifica, como es amado, como tiene la gloria del Padre, como habita en el

Padre y el Padre en Cristo a través del Amor en el Espíritu Santo. Por último,

siguiendo el ejemplo anterior y en procura de lograr el objetivo propuesto, “Así”: Así

debemos también nosotros ser uno, así debemos estar en Cristo, así conocerle, así

amarle y así reflejar al mundo su amor.

En el siguiente cuadro, he tratado de agrupar los “Así como” y los “Para” de la última

parte de esta oración revelada en Juan 17, con el fin de ayudarnos a entender cómo la

comunión que existe entre Dios mismo que es la misma que el Señor Jesús establecía

como modelo para los creyentes y oraba que fuera la realidad en Su iglesia.

Versículo Como Así Para

El ejemplo o La aplicación para El propósito
modelo de los creyentes
Cristo
16 Yo no soy del Ellos no son del
mundo mundo
18 Tú me enviaste Yo los he enviado al
al mundo mundo
19 Yo me santifico Ellos sean Para que sean santificados
a mí mismo santificados en la
verdad
21 Tu, oh Padre, Que todos sean uno Para que todos sean uno en
en mí y yo en ti nosotros.
Para que el mundo crea que tú
me enviaste.
22 Me diste la Yo les he dado mi Para que sean uno
gloria. gloria.
Como nosotros Que sean uno.
somos uno
23 Tú en mí. Yo en ellos Para que sean perfectos en
unidad.
Como a mí me Los has amado a Para que el mundo conozca
has amado. ellos. que tú me enviaste

17
Versículo Como Así Para
El ejemplo o La aplicación para El propósito
modelo de los creyentes
Cristo
24 Que donde yo Que ellos estén Para que vean mi gloria que
estoy conmigo. me has dado.
25 Yo te he Éstos han conocido
conocido que tú me enviaste.
26 Como me has Que mi amor esté en Para que el amor con que me
amado. ellos. has amado esté en ellos y yo
en ellos.
Ilustración 3: Tabla de resumen Juan 17:16-26

Habiendo ya observado la comunión interna del único y verdadero Dios trino, quien

en la propia esencia de su nombre ELOHIM se presenta como un sustantivo colectivo

y que en su esencia está cohesionado, perfectamente unido por medio del AMOR,

porque Dios es amor (1 de Juan 4:16), podemos pasar a estudiar cómo ese Dios se

relaciona y tiene comunión con nosotros, sus criaturas y que por Su gracia somos

llamados Sus hijos.

18
 LA COMUNIÓN DE LOS CREYENTES CON DIOS

LO ESPIRITUAL SE ACOMODA A LO ESPIRITUAL

Cada ser humano a lo largo de su vida decide si se relaciona con Dios para amarlo,

obedecerlo y seguirlo para salvación, o si lo rechaza para perdición. En el primer y

glorioso caso, su relación lo convierte en hijo de Dios, miembro de Su familia y parte

del cuerpo de Cristo que es Su iglesia.

Entonces Jehová Dios formó al hombre del polvo de la tierra, y sopló

en su nariz aliento de vida, y fue el hombre un ser viviente. Génesis 2:7
Dios en su infinita sabiduría cuando creó al ser humano en el Edén, hizo algo

diferente que no hizo con ninguna de sus criaturas: primero nos formó a su imagen

con todo lo que esto implica en términos de comunión intrínseca, de auto

conocimiento, de cualidades de persona, con una de trascendencia como no existen en

otra de sus criaturas.

Además de crearlo a su imagen, sopló en su nariz aliento de vida. Me gusta pensar en

este momento de la creación, como el instante en que el creador insertó en el ser

humano un puerto, el puerto del espíritu, aquel que el hombre carnal trata de acallar e

ignorar o lo convierte en espíritu de esclavitud para estar en temor, pero que en Cristo

es el mismo espíritu de adopción, por el cual clamamos: ¡Abba, Padre! (Romanos

8:15)

Todo lo hizo hermoso en su tiempo; y ha puesto eternidad en el corazón

de ellos, sin que alcance el hombre a entender la obra que ha hecho
Dios desde el principio hasta el fin. Eclesiastés 3:11

19
En ese aliento de vida insuflado en el ser humano que había sido formado por la

mano Dios, nos fue dado un don que ninguna otra especie creada recibió, esa

eternidad que mora en el corazón de las personas que nos lleva a buscarle y a no

poder encontrar solaz sino sólo en Él. Esa idea de infinitud que nos lleva a saber que

de Él procedemos y a Él regresaremos a dar cuentas para redención y gozo eterno o

para condenación y castigo eterno. Pero este entendimiento no es racional ni mucho

menos carnal. Este conocimiento se da en la esfera de lo espiritual, a través de ese

“puerto” santo y secreto que el Señor nos dio desde la creación.

Y nosotros no hemos recibido el espíritu del mundo, sino el Espíritu que

proviene de Dios, para que sepamos lo que Dios nos ha concedido, lo
cual también hablamos, no con palabras enseñadas por sabiduría
humana, sino con las que enseña el Espíritu, acomodando lo espiritual
a lo espiritual. 1Co 2:12-13

COMUNIÓN INDIVIDUAL: VINCULADOS CON DIOS POR MEDIO

DE LA FE

Entonces lo espiritual se acomoda a lo espiritual, y ese “plug” que nos ha dado Dios

puede permitirnos ser tocados, alcanzados por la gracia y misericordia del Señor para

Salvación y así llegar, mediante la fe en Jesucristo, a nacer de nuevo, como dice el

apóstol Juan en su evangelio (Capítulo 3, versículo 16), “para que todo aquel que en

él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna”; y también dice:

Lo que es nacido de la carne, carne es; y lo que es nacido del Espíritu,

espíritu es. Juan 3:6
El espíritu es el que da vida; la carne para nada aprovecha; las
palabras que yo os he hablado son espíritu y son vida. Juan 6:63

20
En este orden de ideas, el primer e indispensable paso para tener comunión con Dios

consiste en nacer de nuevo del Espíritu (Juan 3:5-7) para así tener esa “conexión” de

entrar en la bendición del reino Dios por la fe en Jesucristo (Romanos 3:22-24; 5:1)

como Señor y Salvador (2 Pedro 1:11), confesándole a Él (Romanos 10:9-10) y

arrepintiéndonos de nuestros pecados (1 Juan 1:9)

Entonces de esta manera inicia una relación en la que el Espíritu Santo, ese Espíritu

de amor y de verdad que mora en Dios y que se mueve en la comunión de la Trinidad,

viene a morar con nosotros y está en nosotros los creyentes.

el Espíritu de verdad, al cual el mundo no puede recibir, porque no le

ve, ni le conoce; pero vosotros le conocéis, porque mora con vosotros,
y estará en vosotros. Juan 14:17
Es por este Espíritu que sabemos con certeza que todas estas cosas son verdaderas, y

que también podemos conocer quiénes somos, en Cristo, ahora. De tal manera que

nuestro auto – conocimiento como hijos de Dios es dado por el mismo Espíritu en el

que hemos nacido, al que nos hemos unido siendo uno así como en el capítulo

anterior veíamos que el Padre, el Hijo y el Espíritu son uno solo.

El Espíritu mismo da testimonio a nuestro espíritu, de que somos hijos

de Dios. Romanos 8:16
Pero el que se une al Señor, un espíritu es con él. 1Corintios 6:17
Y nosotros no hemos recibido el espíritu del mundo, sino el Espíritu que
proviene de Dios, para que sepamos lo que Dios nos ha concedido. 1
Corintios 2:12
Es también por ese mismo Espíritu y nuestra relación con Dios y con Jesucristo, que

ya no somos llamados siervos sino amigos (Juan 15:15). El nivel de confianza y de

comunicación se eleva puesto que nos son dadas a conocer las cosas que Jesucristo

oyó del Padre, y en esa misma comunicación nos habla de manera clara. Varias veces

21
Jesús habló por parábolas “porque viendo no ven, y oyendo no oyen ni entienden”

(Mateo 13:13), pero a sus discípulos dijo: “a vosotros os es dado saber el misterio del

reino de Dios” (Marcos 4:11 y Lucas 8:10) y como recordó el evangelista Mateo, les

“declaró cosas escondidas desde la fundación del mundo” Mateo 13:35. Porque la

comunión con el Señor trae revelación de sus misterios. La revelación del Padre es

para con sus amigos. Porque para los que le aman, Dios prepara cosas “que ojo no

vio, ni oído oyó, ni han subido en corazón de hombre” 1 Co 2:9-11, y subrayo “para

los que le aman” porque el fundamento de esta relación es el amor, le amamos porque

Él nos amó primero y por ese amor creemos en Él y le obedecemos. Así queda claro

en Gálatas 3:2-5 que por el oír con fe recibimos el Espíritu, y al haberlo recibido no

tendría sentido seguir con la carne y en la ley, porque lo que nos suministra el

Espíritu lo hace por el oír con fe y obedeciendo pero no por las obras de la carne.

Entonces nuestra comunión con Dios es posible porque nos ha sido manifestada por

parte de Dios, mediante su Espíritu Santo en Jesucristo, y esa vida eterna ha sido

puesta a nuestro alcance no por nosotros mismos, sino porque Dios es fiel, por quien

fuimos llamados a la comunión con Jesucristo Su Hijo, Nuestro Señor (1 Corintios

1:9) y de esta manera tenemos comunión verdaderamente con el Padre y con su Hijo

Jesucristo:

Lo que era desde el principio, lo que hemos oído, lo que hemos visto
con nuestros ojos, lo que hemos contemplado, y palparon nuestras
manos tocante al Verbo de vida (porque la vida fue manifestada, y la
hemos visto, y testificamos, y os anunciamos la vida eterna, la cual
estaba con el Padre, y se nos manifestó); lo que hemos visto y oído,
eso os anunciamos, para que también vosotros tengáis comunión con
nosotros; y nuestra comunión verdaderamente es con el Padre, y con
su Hijo Jesucristo. 1Juan 1:1-3

22
“La comunión con nuestro creador es una de las principales metas de la existencia

humana”10, esta comunión es la relación con él que comienza con el conocimiento de

Dios y de Jesucristo (Juan 17:3) un conocimiento que trasciende la esfera intelectual

y racional a una experiencia personal de su presencia, y una participación continua

en nuestra vida porque la vida eterna no tiene fin, y no comienza con nuestra muerte

física, sino que el que cree pasa de muerte a vida (Juan 5:24). De este modo, la vida

eterna no es sólo la longitud de la eternidad, sino la riqueza de estar con Cristo

teniendo comunión con Dios, en lugar de la eternidad en el infierno11.

COMUNIÓN CORPORATIVA: MUCHOS HERMANOS

En esta bendita realidad, la comunión con Dios es una comunión, que según el

designio de Dios no es sólo individual sino también corporativa. Los apóstoles la

llamaron “nuestra” comunión, no “mi” comunión porque en el admirable plan de

Dios, la santa comunión con Dios consiste en tomar parte con el Espíritu Santo, y es

una comunión con dos fines como leemos en 1 Juan 1:3: Comunión con Dios y

comunión con nosotros. La comunión, como dijo Jonathan Edwards es

“la participación con el bien, ya sea excelencia o felicidad, de forma tal

que cuando se dice que los santos tienen comunión o camaradería con
el Padre y con el Hijo, su significado es que ellos participan con el
Padre y el Hijo de su bondad, que es su excelencia y su gloria (1 Ped
1:4. “Ustedes son partícipes de la naturaleza divina”, Heb. 12:10 “Que
podamos ser partícipes de Su santidad”, Jn 17:22,23 “Y la Gloria que
Tú me has dado, Yo les daré a ellos; que ellos sean uno, así como

10
LOS EVANGELIOS. Lección cinco. El evangelio según San Juan. Third Millenium Ministries. Pág. 36.
11
Ibíd. Cita del Dr. R. Albert Mohler, Jr. Pág 37

23
 nosotros somos uno, Yo estoy en ellos y Tú en Mí”; o de su gozo y
felicidad (Jn 17:13) “Que tengan en ustedes, Mi gozo pleno”).
El Espíritu Santo siendo el amor y gozo de Dios es Su hermosura y
felicidad, y es en nuestra participación con el mismo Espíritu Santo en
que nuestra comunión con Dios reside (2 Cor 13:14) “La gracia del
Señor Jesucristo, y el amor de Dios, y la comunión del Espíritu Santo,
esté en todos ustedes. Amén”. No son diferentes sino los mismos
beneficios que el apóstol deseó, es decir, el Espíritu Santo. En comunión
con el Espíritu Santo, poseemos y disfrutamos del amor y la gracia del
Padre y del Hijo, ya que el Espíritu Santo es ese amor y gracia y, por lo
tanto, supongo, que es eso lo mencionado en el versículo antes referido
(1 Jn 1:3). Se nos dice que tenemos hermandad con el Hijo y no con el
Espíritu Santo porque allí reside nuestra comunión con el Padre y el
Hijo, al compartir con ellos el Espíritu Santo.
En esto también consiste, eminentemente, nuestra comunión con el Hijo,
que bebamos del mismo espíritu. Esta es la excelencia común y gozo y
felicidad en la cual todos están unidos, Este es el vínculo de perfección
por el cual Ellos son uno en el Padre, el Hijo, así como el Padre, en el
Hijo. Jonathan Edwards12
De esta manera, al nacer de nuevo nuestra experiencia individual se difunde al plano

corporativo, ya que llegamos a ser muchos hermanos conforme a la imagen del

primogénito:

Porque a los que antes conoció, también los predestinó para que fuesen
hechos conformes a la imagen de su Hijo, para que él sea el
primogénito entre muchos hermanos. Romanos 8:29
Y como muchos hermanos que por reverencia y amor a Dios hemos entrado a tener

comunión con Dios, así como desde el Antiguo Testamento lo había expresado el Rey

David, gozamos de esa comunión íntima en la que el Señor nos revela Su verdad:

La comunión íntima de Jehová es con los que le temen, Y a ellos hará

conocer su pacto. Salmos 25:14

12
EDWARDS, Jonathan. En ensayo inédito sobre la Trinidad. Citado de
http://descubriendoelevangelio.es/2014/08/la-trinidad-jonathan-edwards/

24
Si verdaderamente estamos en esa comunión íntima de Jehová, si hay alguna

comunión del Espíritu, si verdaderamente andamos en la luz como Él está en luz lo

demostramos teniendo comunión unos con otros. El que está en tinieblas no puede

estar en comunión, porque si la comunión es estar unidos en fe y propósito, andando

en la misma dirección, en las tinieblas ni siquiera es posible andar, sino a tientas,

tropezándose torpe y peligrosamente unos con otros. Lo primero es estar en la luz, ser

alumbrados por la luz de Cristo, la luz verdadera que alumbra a todo hombre (Juan

1:9), y así en la luz podemos tener comunión unos con otros.

Si decimos que tenemos comunión con él, y andamos en tinieblas,

mentimos, y no practicamos la verdad; pero si andamos en luz, como
él está en luz, tenemos comunión unos con otros, y la sangre de
Jesucristo su Hijo nos limpia de todo pecado. 1 Juan 1:6-7

Por tanto, si hay alguna consolación en Cristo, si algún consuelo de

amor, si alguna comunión del Espíritu, si algún afecto entrañable, si
alguna misericordia, completad mi gozo, sintiendo lo mismo, teniendo
el mismo amor, unánimes, sintiendo una misma cosa . Filipenses 2:1-
2

Esta comunidad de muchos hermanos que temen a Dios y obedecen a Cristo como

Señor no es una agrupación desordenada de muchos individuos, sino que habiendo en

Dios “abundancia de espíritu” (¿No hizo él uno, habiendo en él abundancia de

espíritu? ¿Y por qué uno? Porque buscaba una descendencia para Dios.

Malaquías 2:15), somos hechos uno así como ocurre en el misterio del matrimonio.

El mismo apóstol Pablo utilizó también esta analogía del matrimonio para hablar de

la relación de Cristo con la iglesia. Porque aunque Dios hizo al hombre a su imagen y

semejanza y vio que era bueno y bueno en gran manera, una cosa no le gustó, algo no

25
fue bueno, no era bueno que el hombre estuviera sólo. Porque Dios no hizo al ser

humano para estar aislado sino para vivir en relación de amor y de unidad perfectas.

Por esto dejará el hombre a su padre y a su madre, y se unirá a su

mujer, y los dos serán una sola carne. Grande es este misterio; mas yo
digo esto respecto de Cristo y de la iglesia. Efesios 5:31-32

26
 LA COMUNIÓN DE LA IGLESI A

LA ANALOGÍA DEL CUERPO

Así como el matrimonio es modelo e imagen de la relación de Cristo con la iglesia, de

igual forma la Biblia utiliza la analogía de la cabeza y el cuerpo para referirse a esta

misma relación. Dicha metáfora nos ayuda a comprender asuntos propios de la

comunión intrínseca de la iglesia explorando asuntos que son revelados en los

mismos pasajes en los que es mencionada. El apóstol Pablo fue consistente en varias

de sus epístolas en sostener la analogía de la iglesia como el cuerpo de Cristo.

Verdad revelada Pasaje bíblico Comentario / Aplicación

Diferentes miembros Porque de la manera que
en un cuerpo tenemos
muchos miembros, pero
UN SOLO cuerpo. no todos los miembros
tienen la misma función,
así nosotros, siendo
muchos, somos un cuerpo
en Cristo, y todos
miembros los unos de los
otros. Romanos 12:4
Todos participamos del La copa de bendición que
mismo pan (la comunión del bendecimos, ¿no es la
cuerpo de Cristo) comunión de la sangre de
Cristo? El pan que
partimos, ¿no es la
comunión del cuerpo de
Cristo? Siendo uno solo el
pan, nosotros, con ser
muchos, somos un cuerpo;
pues todos participamos de
La iglesia es una integralidad
unificada (un solo cuerpo), sin
embargo somos distintos al
interior de dicho cuerpo único.
Hay unidad pero no
uniformidad. Erramos al
desconocer cualquiera de estos
aspectos: La unidad nunca debe
promoverse a expensas de la
individualidad, y ésta nunca
debe disminuir la esencia
eclesial de la unidad13.
La comunión de la sangre y el
cuerpo de Cristo simbolizada al
tomar la santa cena, es un
recordatorio constante de que
somos el cuerpo de Cristo que
es la cabeza. Al compartir la
mesa del Señor comemos de
UN pan y bebemos de la copa
de bendición que nos recuerda
la Pascua y el nuevo Pacto

13
Tomado y adaptado del comentario bíblico del pastor David Guzik. En: E-sword versión 10.4.0

27
 Verdad revelada
Debemos discernir,
reconocer, que la iglesia es el
cuerpo del Señor.
Un cuerpo constituido de
MUCHOS MIEMBROS.
Todos bautizados en un
cuerpo.
Todos bebemos de un mismo
Espíritu.
Cada miembro ocupa el lugar
que Dios quiere. Diversidad
de dones y diversidad de
ministerios.
Reitera la idea central:
Muchos miembros pero un
solo cuerpo.
Interdependencia de los
diversos miembros y
dependencia de la cabeza.
Pasaje bíblico
aquel mismo pan.
1Corintios 10:16-17
Porque el que come y bebe
indignamente, sin
discernir el cuerpo del
Señor, juicio come y bebe
para sí. 1Corintios 11:29
Porque así como el cuerpo
es uno, y tiene muchos
miembros, pero todos los
miembros del cuerpo,
siendo muchos, son un
solo cuerpo, así también
Cristo. Porque por un solo
Espíritu fuimos todos
bautizados en un cuerpo,
sean judíos o griegos,
sean esclavos o libres; y a
todos se nos dio a beber de
un mismo Espíritu.
Además, el cuerpo no es
un solo miembro, sino
muchos. Si dijere el pie:
Porque no soy mano, no
soy del cuerpo, ¿por eso
no será del cuerpo? Y si
dijere la oreja: Porque no
soy ojo, no soy del cuerpo,
¿por eso no será del
cuerpo? Si todo el cuerpo
fuese ojo, ¿dónde estaría
el oído? Si todo fuese
oído, ¿dónde estaría el
olfato? Mas ahora Dios ha
colocado los miembros
cada uno de ellos en el
cuerpo, como él quiso.
Porque si todos fueran un
solo miembro, ¿dónde
estaría el cuerpo? Pero
ahora son muchos los
miembros, pero el cuerpo
Comentario / Aplicación
hecho en Su sangre.
Discernir el cuerpo del Señor
NO significa apoyar la doctrina
católica de la
transubstanciación, sino
entender que en la familia de
Dios, en la iglesia acarrea
castigo la falta de amor y
respeto.
El cuerpo humano es una
brillante ilustración de la
comunidad de cristianos. Así
como cada una de las células
del cuerpo está unida e
identificada por el mismo
código de ADN cada miembro
se ve diferente y cumple una
función distinta bajo el
gobierno de la cabeza. En la
diversidad todas las partes del
cuerpo compartimos un mismo
origen y un mismo propósito.
La diversidad no nos
descalifica para ser parte del
cuerpo, los dones espirituales
no están dados a los miembros
del cuerpo de Cristo para
envanecernos o envidiarnos,
sino para complementarnos. La
exclusión de los miembros o la
descalificación propia o hacia
los demás miembros es tan
absurda como la analogía de las
orejas con el ojo y demás. La
diversidad en el cuerpo de
Cristo no es sólo aceptable sino
esencial para funcionar. El por
qué cada parte cumple una
función y no otra no es asunto
del cuerpo sino de quién lo
diseñó según su beneplácito
con su sabiduría, permitiendo
que cada uno tenga una función
y que ninguno las tenga todas.
28
 Verdad revelada
Cada uno en particular es
miembro de ese cuerpo. No
es un colectivo en masa, no
son sólo todos sino cada
uno.
Cristo es la cabeza del
cuerpo que es la iglesia.
La iglesia está sometida a la
autoridad de Cristo.
Tenemos la plenitud en
Cristo.
Fuimos llamados a vivir de
una manera diferente en
humildad y mansedumbre,
con paciencia y en amor.
Se nos pide ser solícitos,
diligentes, atentos en guardar
la unidad del Espíritu que
recibimos de Dios.
El vínculo que nos une es la
paz. Es el pegamento, la
ligadura.
Pablo establece los siete
principios doctrinales en los
14
WATCHMAN NEE. La Vida Normal de la Iglesia.
Pasaje bíblico
es uno solo. 1Corintios
12:12-20
Vosotros, pues, sois el
cuerpo de Cristo, y
miembros cada uno en
particular. 1 Corintios
12:27
y sometió todas las cosas
bajo sus pies, y lo dio por
cabeza sobre todas las
cosas a la iglesia, la cual
es su cuerpo, la plenitud
de Aquel que todo lo llena
en todo. Efesios 1:22-23
Yo pues, preso en el
Señor, os ruego que
andéis como es digno de la
vocación con que fuisteis
llamados, con toda
humildad y mansedumbre,
soportándoos con
paciencia los unos a los
otros en amor, solícitos en
guardar la unidad del
Espíritu en el vínculo de la
paz; un cuerpo(1), y un
Espíritu(2), como fuisteis
también llamados en una
misma esperanza de
vuestra vocación(3); un
Señor(4), una fe(5), un
bautismo(6), un Dios y
Comentario / Aplicación
Aquí el apóstol Pablo
nuevamente resume el
corolario de su tesis.
La iglesia es el cuerpo de
Jesucristo, bajo cuya autoridad
han sido colocadas todas las
cosas que hay. Todos los seres
celestiales están sujetos a él,
pero en particular la iglesia está
unida a él, en una unión
perfecta en la que él, siendo
pleno, eligió voluntariamente
sujetarse a ser nuestra cabeza,
prefiriendo estar completo con
nosotros como miembros de su
cuerpo. Qué honor y privilegio
ser el cuerpo de Cristo!
El amor genuino expresado en
humildad, mansedumbre,
paciencia, longanimidad, paz,
permite que el cuerpo
permanezca unido y crezca.
Una persona se constituye en
miembro de la iglesia con base
en que ya posee la unidad del
Espíritu, y este hecho dará por
resultado que sea uno con todos
los creyentes en los siete
puntos mencionados. Ellos son
los siete elementos de la unidad
del Espíritu, que es la herencia
común de todos los hijos de
Dios.14
29
 Verdad revelada
que se construye la
comunión de la iglesia.
Un cuerpo saludable crece
así mismo la iglesia crece al
seguir la verdad en amor.
Cada miembro crece y la
iglesia se edifica. La meta
tiene una medida: la estatura
de la plenitud de Cristo, que
Cristo sea formado en
nosotros. (v. 12-13)
Por Cristo el cuerpo entero
se ajusta y se liga bien
mediante la unión entre sí de
todas sus partes; y cuando
cada parte funciona bien,
todo va creciendo y
edificándose en amor
En el orden de Dios Cristo es
la cabeza de la iglesia como
el esposo es cabeza de la
esposa.
Cristo sustenta y cuida a su
cuerpo: la iglesia
Con la misma intimidad,
amor y compartir mutuo que
tienen idealmente un esposo
y su esposa, así Jesucristo
quiere vivir con Su pueblo.
15
SPURGEON, Charles. Sermones. Volumen 45 #2653 “La cabeza y el cuerpo” Sermón para ser leído el 17 de
diciembre de 1899 en el Tabernáculo Metropolitano, Newington, Londres.
Pasaje bíblico
Padre de todos(7), el cual
es sobre todos, y por
todos, y en todos. Efesios
4:1-6
sino que siguiendo la
verdad en amor,
crezcamos en todo en
aquel que es la cabeza,
esto es, Cristo, de quien
todo el cuerpo, bien
concertado y unido entre sí
por todas las coyunturas
que se ayudan
mutuamente, según la
actividad propia de cada
miembro, recibe su
crecimiento para ir
edificándose en amor.
Efesios 4:15-16
Cristo es cabeza de la
iglesia, la cual es su
cuerpo, y él es su
Salvador. Efesios 5:23b
Porque nadie aborreció
jamás a su propia carne,
sino que la sustenta y la
cuida, como también
Cristo a la iglesia, porque
somos miembros de su
cuerpo, de su carne y de
sus huesos Efesios 5:29-30
Comentario / Aplicación
El cuerpo está bien ajustado y
unido por la cohesión provista
por las coyunturas.
El crecimiento del cuerpo es
hacia Él, en Él, nunca
independiente de él. Una
iglesia que está unida sólo en sí
misma pero no unida a Cristo
no es un cuerpo viviente. Te
puedes conformar con un grupo
terrenal de hombres y mujeres
congelados con las frías
características de la
aristocracia, pero esa no es la
unidad de vida15.
El cuerpo se nutre y crece así
mismo la iglesia lo hace en
Cristo.
El liderazgo de Cristo es un
liderazgo amoroso, de ser un
solo “equipo” (cuerpo y
cabeza) con un orden de
autoridad establecido por Dios.
En el comentario de David
Guzik sobre el pasaje, se
definen las siguientes ocho
implicaciones de la Unidad:
Unidad de vida: Compartimos
la vida de Cristo.
Unidad de servicio: Tenemos
el privilegio de ser consiervos
con nuestro Señor.
Unidad de sentimiento: Jesús y
30
 Verdad revelada
Así como en el principio la
mujer fue formada del primer
Adán, la iglesia es formada
del segundo Adán,
Jesucristo, a través del
sacrificio de su carne y de
sus huesos, de su costado
abierto que nos dio la
redención.
En este pasaje las analogías
del cuerpo y del matrimonio
se entrecruzan.
En la comunión de la iglesia
el vínculo perfecto es el
amor y la paz gobierna en el
corazón.
En este pasaje, y los
versículos que le preceden
(desde Col 3:12) Pablo
presenta condiciones de la
vida en comunión, habiendo
sido quitada toda barrera de
división en la iglesia. Estas
condiciones son el vestido de
los escogidos de Dios:
Entrañable misericordia,
benignidad, humildad,
mansedumbre, paciencia,
soportarse y perdonarse unos
a otros.
Pasaje bíblico Comentario / Aplicación
su iglesia tienen mutua
simpatía.
Unidad de necesidad mutua:
No podemos existir sin Él y Él
ha elegido no existir sin
nosotros, no habría Salvador
sin salvos ni Redentor sin
redimidos.
Unidad en naturaleza: Somos
copartícipes de la naturaleza
divina.
Unidad en posesión:
Compartimos las riquezas de su
gloria.
Unidad en condición presente:
Cuando nuestro Salvador sea
levantado también lo serán sus
hijos con él.
Unidad en destino eterno:
Seremos glorificados con él.
Y sobre todas estas cosas La ley de la paz, el vínculo de
vestíos de amor, que es el la paz es una marca esencial y
vínculo perfecto. Y la paz no negociable de la comunión
de Dios gobierne en de la iglesia. Es el estándar
vuestros corazones, a la para discernir la voluntad de
que asimismo fuisteis Dios. La paz gobierna, decide,
llamados en un solo se busca siempre la paz para
cuerpo; y sed con todos, la paz en la
agradecidos. Colosenses comunidad. Como dice
3:14-15 Hebreos 12:14, seguid la paz
con todos y la santidad sin la
cual nadie verá al Señor. Esa
paz es como la que nos dejó
Cristo, no como la que da el
mundo. Y por último, debemos
ser agradecidos, tener
contentamiento por cada uno de
los hermanos con los que
conformamos la comunidad.
31
Ilustración 4: Tabla de la analogía del cuerpo en las epístolas paulinas
Habiendo estudiado la metáfora de la iglesia como el cuerpo de Cristo, quisiera

resaltar dos aspectos más que son pertinentes. Primero, el tema de la armonía está

presente a través de todo el estudio, por eso estar de acuerdo es fundamental para la

iglesia, por eso la Escritura dice:

¿Andarán dos juntos, si no estuvieren de acuerdo? Amós 3:3

Y además prometió Jesús:

Otra vez os digo, que si dos de vosotros se pusieren de acuerdo en la

tierra acerca de cualquiera cosa que pidieren, les será hecho por mi
Padre que está en los cielos. Mateo 18:19
De modo que la armonía, el estar de acuerdo, no sólo es fundamental para la

comunión, sino también para andar juntos, para avanzar, y más aún, para que el Padre

escuche nuestras oraciones. Y este andar juntos es además en un camino especial, un

camino estrecho, el camino de la cruz en el que debemos andar como Él (Jesús)

anduvo, manifestando todos los componentes de la comunión en el cuerpo que

estudiamos en la ilustración anterior. Este andar en el camino de la cruz, de la

comunión, abre las puertas al Espíritu de Dios y a las bendiciones que nuestro buen

Padre celestial tiene para su iglesia.

Pasemos entonces a revisar cómo era la vida del cuerpo en la cotidianidad de la

iglesia primitiva.

EL EJEMPLO DE LA IGLESIA PRIMITIVA

"Y perseveraban en la doctrina de los apóstoles, en la comunión unos

con otros, en el partimiento del pan y en las oraciones. Y sobrevino
temor a toda persona; y muchas maravillas y señales eran hechas por
los apóstoles. Todos los que habían creído estaban juntos, y tenían en

32
 común todas las cosas; y vendían sus propiedades y sus bienes, y lo
repartían a todos según la necesidad de cada uno. Y perseverando
unánimes cada día en el templo, y partiendo el pan en las casas,
comían juntos con alegría y sencillez de corazón, alabando a Dios, y
teniendo favor con todo el pueblo. Y el Señor añadía cada día a la
iglesia los que habían de ser salvos”. Hechos 2:42-47

En el día de Pentecostés sucedieron cosas asombrosas, poderosas, grandiosas,

sobrenaturales e inolvidables; sin embargo las cosas descritas en este pasaje

constituían el legado perdurable de la obra de Dios en la tierra a través de la iglesia.

1. Primero, “perseveraban” Este verbo en griego es utilizado tambi n en echos

2:46 (pros artere ) en el que la preposición “pros” da la idea

clara de avanzar fervientemente y el verbo “ arter o” habla de la firmeza y

perseverancia, adherirse estrechamente, atender continuamente, mantenerse

firme.

2. Segundo, en lo que perseveraban se basaba “en la doctrina de los apóstoles”.

Ellos recibieron la doctrina impartida por los apóstoles, confiaron en lo que

ellos les comunicaban de parte de Dios para conocer a Jesús y poner su fe en

él, y diligentemente perseveraron en dicha doctrina. Hoy nosotros también

podemos descansar en que la doctrina no es nuestra y no necesita estar

cambiando, nos apoyamos y edificamos sobre la misma doctrina de los

apóstoles.

3. Tercero, continuaban “en la comunión unos con otros” El compañerismo era

continuo. La palabra koinonía (ver glosario) nos indica la idea de asociación,

comunión, participación, compartir. El reunirse es fundamental para la

comunión, y aunque no toda reunión produce o refleja la comunión, toda

33
 comunión sí demanda al menos una reunión. Como hermanos en nuestra

comunión compartimos el mismo Señor, el mismo amor por Dios, el deseo de

adorarle, también somos compañeros de luchas y de victorias, compañeros de

trabajo viviendo para él, compartimos el gozo de comunicar el evangelio a

otros. También nos conocemos con lo que tenemos y lo que nos falta.

4. Cuarto, seguían fielmente “en el partimiento del pan”. Aunque ellos habían

compartido el pan recientemente con Jesús, no querían olvidarlo nunca.

Cuánto más debemos nosotros recordar su muerte y resurrección. En todo

tiempo, no debemos perder oportunidad para conmemorar Su obra a favor de

nosotros. Cristo también es revelado en el partimiento del pan como sucedió

en el camino a Emaús.

5. Quinto y último, ellos se mantenían “en las oraciones”. Dondequiera que se

hace la obra de Dios se debe orar. La oración es elemento fundamental de

nuestra comunicación con la cabeza del cuerpo que es Cristo. Si Jesús mismo

siendo Dios nos dio el ejemplo de orar y nos enseñó a hacerlo, ¡Cuánto más

debemos nosotros perseverar en las oraciones!

Todo lo demás que relata el libro de los Hechos del Espíritu Santo a través de los

apóstoles y los primeros cristianos, todo el poder y la gloria manifestados en la iglesia

primitiva, fluye de este fundamento de aquello en lo que perseveraban los primeros

cristianos, estando enraizados en la doctrina, permaneciendo en la comunión, en la

remembranza del sacrificio de Cristo, y en las oraciones. Cualquier lector educado

de los tiempos de Lucas, al visualizar la descripción de la comunidad de los primeros

34
creyentes, fácilmente identificaría en la iglesia la realización del ideal griego de

sociedad.

Y presenciar esta manera de vivir de la iglesia primitiva ¿qué produjo en quienes

observaban desde afuera? Dice la Palabra que sobrevino temor a toda persona, temor

a Dios que es el principio de la sabiduría, temor de Dios que es contrario a todo

orgullo humanista, temor que acerca a Dios en reverencia. También muchas

maravillas y señales eran hechas por los apóstoles porque el Señor Jesús ya les había

anunciado que señales asombrosas y sobrenaturales seguirán a quienes creyeran en

Él, y quienes creen le obedecen y esto es manifiesto a todos. También señala más

adelante que tenían favor con todo el pueblo, es decir que eran estimados por el

mundo que los observaba, porque también como dice la Escritura, cuando se

manifiesta el fruto del Espíritu Santo, contra tales cosas, no hay ley (Gálatas 5:22). Y

por último, el impacto sobre la sociedad era grande puesto que “el Señor añadía cada

día a la iglesia los que habían de ser salvos” de modo que ese cuerpo iba creciendo

en número de miembros también conforme el Señor lo determinaba.

Y en la vida práctica, en el día a día, ¿cómo vivían estos creyentes? Lo dice a también

el texto: “estaban juntos, y tenían en común todas las cosas; y vendían sus

propiedades y sus bienes, y lo repartían a todos según la necesidad de cada uno. Y

perseverando unánimes cada día en el templo, y partiendo el pan en las casas,

comían juntos con alegría y sencillez de corazón, alabando a Dios”. Aquí el m dico

Lucas nos permite conocer también aspectos prácticos del compartir, del uso y

destino de los bienes materiales, de las actividades diarias y cotidianas porque cuando

35
somos de Cristo esto tiene un impacto directo sobre la manera en que vivimos,

administramos y nos relacionamos. ¡Qué ejemplo grande y sublime nos dejaron los

primeros cristianos de una vida que sirve y agrada a Dios! ¡Qué alto estándar nos han

dejado, que desafía hoy día a todos y cada uno de nosotros y nuestros hermanos

alrededor del mundo!

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 CONCLUSIONES

El presente trabajo surgió con varias preguntas, una de ellas era la de ¿cómo puede

suceder que el mundo conozca y crea que Jesucristo es el Hijo de Dios, enviado por el

Padre como nuestro Salvador? Y conforme a la oración de Jesús consignada en Juan

17, ¿Cómo podemos la iglesia, el cuerpo de Cristo, ser uno como Dios es uno?

Pienso que al conocer que ya nuestro Señor Jesucristo oró al Padre pidiendo estas

cosas, tenemos casi todo ganado porque el Padre escucha al Hijo y sus deseos están

en concordancia, puesto que en Él hay comunión perfecta. Y si Él se propone algo,

¿acaso no lo va a lograr? (Números 23:19, Isaías 66:9) Así que la pregunta no es si va

a suceder o no, sino ¿cómo va a suceder? O más personal aún ¿cómo puedo yo

participar para que esto suceda?.

La respuesta a estas dos últimas preguntas ha sido contestada en este estudio a través

del estudio principalmente inductivo las Escrituras, en particular en lo referente al

ejemplo de comunión que recibimos de los primeros creyentes, revelado a nosotros en

Hechos capítulo 2, y también en las epístolas paulinas en las que vimos cómo

debemos guardar con diligencia la unidad del Espíritu en el cuerpo de Cristo

mediante el vínculo de la paz. Algunas maneras de guardar este vínculo que nos fue

dado en siete fundamentos o principios doctrinales (Efesios 4:1-6), son la humildad,

la mansedumbre, la benignidad, la paciencia, la misericordia entrañable, el

soportarnos y perdonarnos unos a otros, y aún la lista podría continuar, pero dos

condiciones, comportamientos y actitudes podrían perfectamente resumir el cómo

guardar la unidad del Espíritu: La PAZ y el AMOR. Estas dos son presentadas como

37
el vínculo que nos une como hermanos en Cristo, pero de las dos, siendo tan

grandiosas y admirables y estando también presentes de manera perfecta en Dios

trino, llego a la conclusión a la que casi siempre llego. Ya el Señor lo había

presentado clara y elocuentemente tanto en el Antiguo como en el Nuevo Testamento,

el camino que Pablo llamó “más excelente” (1Corintios 12:31), el cual ya desde el

principio en el Shema, Dios comunicó:

Oye, Israel: Jehová nuestro Dios, Jehová uno es. Y amarás a Jehová
tu Dios de todo tu corazón, y de toda tu alma, y con todas tus fuerzas.
Deuteronomio 6:4-5
Y Jesús también lo reiteró, siendo recordado por los evangelistas Mateo y Lucas:

Jesús le dijo: Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda
tu alma, y con toda tu mente. Este es el primero y grande mandamiento.
Y el segundo es semejante: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. De
estos dos mandamientos depende toda la ley y los profetas. Mateo
22:37-40
Aquél, respondiendo, dijo: Amarás al Señor tu Dios con todo tu
corazón, y con toda tu alma, y con todas tus fuerzas, y con toda tu
mente; y a tu prójimo como a ti mismo. Y le dijo: Bien has respondido;
haz esto, y vivirás. Lucas 10:27-28

Estos dos mandamientos cumplen TODA la ley, como también lo reiteraron Pablo

(Gálatas 5:14) y Santiago, el hermano de Jesús (Santiago 2:8).

Así que como en muchos asuntos de nuestra fe, el resumen de lo que debemos hacer

en obediencia y amor a Dios, correspondiendo a las abundantes riquezas que nos ha

dado en Cristo Jesús por medio del Espíritu Santo, es amar a Dios, al prójimo y a

nosotros mismos.

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Para terminar, quisiera dejar esta cita de uno de los sermones de Charles Spurgeon en

su sermón 668 predicado la mañana del Domingo 7 de Enero de 1866 en el púlpito

del Tabernáculo Metropolitano de Newington, Londres16:

La oración de Cristo por Su pueblo es la gran fuerza motriz por la cual el

Espíritu de Dios es enviado a nosotros, y la Iglesia entera es mantenida llena
de vida; y el total de esa fuerza está aplicada a este objetivo único: la unidad;
está quitando todo lo que nos impida ser uno, y está trabajando con toda su
divina omnipotencia para llevarnos a una unidad visible cuando Cristo venga
en los últimos días en la tierra.

Amados, hemos de tener esperanza por los pecadores que todavía no son
convertidos; Cristo está orando por ellos. Tengamos esperanza por el cuerpo
entero de los fieles; Cristo está orando por su unidad, y todo lo que Él pida,
ha de realizarse, pues Él nunca suplica en vano; Él ora para que la Iglesia
sea una, y es una; Él ora para que sean perfectos y completos, y eso sucederá
en medio de aleluyas eternos.
Al final de todo esto, el propósito de tener unidad en el Espíritu, la comunión de la

Trinidad, es que Dios sea conocido por medio de Jesucristo en el amor, sabiduría y

poder del Espíritu Santo.

Cuando el mundo crea que Jesús fue el enviado del Padre, conocerán a Dios y

disfrutarán la vida eterna. La comunión del Espíritu en la iglesia conducirá a que

Cristo sea conocido y dar a conocer a Cristo nos mantendrá unidos para tener

comunión en el Espíritu.

16
Citado el 29/08/2017 de http://www.spurgeon.com.mx/sermon668.html

39
 GLOSARIO 17

Comunión. Del griego ( ) Del diccionario Strong G2842;

hermandad, compañerismo, camaradería, que es definido literalmente como

participación, socialmente como relación personal, financieramente como aporte o

contribución (compartir bienes o dinero). Aparece 18 veces en el Nuevo Testamento

traducido en RV1960 como comunión, distribución, dispensación, compañerismo,

comunicación, participación, ayuda mutua. En el Antiguo Testamento ‫( סֹוד‬s d) del

diccionario Strong H3245; una sesión, una compañía de personas (en cercana

deliberación). Implica intimidad, consulta en lo secreto, una asamblea o consejo hacia

el interior. Aparece 21 veces en el Antiguo Testamento traducida como secreto del

Señor, interior, consejo, consejo secreto, asamblea. Se podría decir que la comunión

trasciende la reunión, y aún la unidad, puesto que en la comunión hay unidad en el

sentir, de pensar, de propósito, de dirección.

Hipóstasis. Del latín tardío hypostăsis, y éste a su vez del griego. ὑ ό ις

hypóstasis. Persona que hace parte de la Trinidad.

Trinidad. Del lat. tardío trinĭtas, -ātis. Escrito con mayúscula inicial. Conjunto de las

tres personas divinas en una sola y única esencia.

17
Para este glosario se utilizaron los recursos: Diccionario Strong, Diccionario de la Real Academia de la Lengua,
y el sitio web wordreference.com

40
Iglesia. (e l sia) Se forma con el prefijo Ek (de, desde afuera, fuera de),

el verbo Kalein (llamar) y el sufijo –ia que denota cualidad. Podría interpretarse como

la reunión de los llamados afuera18. Se refiere a una reunión, congregación, asamblea,

comunidad de miembros. Aparece 115 veces en el Nuevo Testamento (Diccionario

Strong G1577) traducido como iglesia, iglesias o asamblea. La iglesia del Nuevo

Testamento es como una continuación de las primicias de la asamblea del Antiguo

Testamento (q h l) de Strong H6950; reunión, concurrencia, grupo, asamblea,

compañía o congregación.

18
Pienso que ese llamado afuera es afuera del mundo puesto que la Biblia utiliza la palabra “santa” para describir
al pueblo de Dios, escogidos por Dios para serle útiles en un servicio especial y para ser un pueblo moralmente
puro como comunidad del pacto.

41
 BIBLIOGRAFÍA

BAYER, Hans. El Libro de los Hechos. Thirdmillenium Ministries. 2013

EDWARDS, Jonathan Ensayo Inédito sobre la Trinidad. Traducido por Erika

Escobar. Citado el el 24/08/2017 de http://descubriendoelevangelio.es/2014/08/la-

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FRAME, John. Cómo Tomar Decisiones Bíblicas. Thirdmillenium Ministries.

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GUZIK, David. Comentario de la Biblia. Disponible en E-sword.

IAFRANCISCO, Gino La Identidad del Testimonio de la Iglesia.

Tamandaré, Enero de 2003

KIDD, Regie. El Corazón de la Teología de Pablo. Thirdmillenium Ministries.

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Múltiples Instructores. Él Nos Dio las Escrituras; Los Fundamentos de la

Interpretación. Thirdmillenium Ministries. 2016

Múltiples Instructores. El Libro de Apocalipsis. Thirdmillenium Ministries.

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Múltiples Instructores. El Credo de los Apóstoles. Thirdmillenium Ministries.

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42
 PRATT Jr, Richard L. Construyendo su teología. Thirdmillenium Ministries

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PRATT Jr, Richard L. Reino, Pactos y Canon del Antiguo Testamento.

Thirdmillenium Ministries. 2011

PRATT Jr, Richard L. La Historia Primigenia. Thirdmillenium Ministries.

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PRATT Jr, Richard L. Él Nos Dio Profetas. Thirdmillenium Ministries. 2011

WATCHMAN NEE. La Vida Normal de la Iglesia.

Las citas bíblicas, a menos que se mencione algo diferente, fueron tomadas de la

versión Reina Valera de 1960

43