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UNIVERSIDAD TECNOLOGICA BOLIVIANA

BOLIVIA

DERECHO ROMANO

DOCENTE : Dra. Liceth Carmen Quinteros Vega

MATERIA : “Derecho Romano”

TEMA : Tulio Hostilio.

INTEGRANTES : Edda Cadena Mamani

Miriamy Calle Vargas

Wilson Abdias Candia Laura

Itzel Danitza Chiri Vasquez

Cristian Quispe Marca

2021
Tulo Hostilio-Tulio Hostilio
I.NTRODUCCION.

A modo de introducción quiero destacar lo importante que me resulta hacer


un trabajo sobre los orígenes de una ciudad tan importante como lo es Roma,
Haciendo hincapié en los primeros monarcas que la han gobernado. El tema que a
continuación desarrollaré es referente a los tiempos más primitivos de Roma.

Tulio Hostilio es el tercer rey romano de la Dinastia Latina, era sabino y hombre
entrado en años cuando accedió al poder, se parecía mucho a Rómulo en su
conducta belicosa y completamente diferente al anterior rey romano, Numa pompilio,
en su falta de respeto a los dioses.Tercer Rey de Roma durante el período político
histórico conocido como la Monarquía Romana.

II.BIOGRAFIA
Tulo Hostilio o Tulio Hostilio (en latín, Tullus Hostilius o Tullius Hostilius; reinado, c.
670-c. 638 a. C., durante 32 años, según Tito Livio 1 y Dionisio de Halicarnaso fue el
tercer rey de Roma. Era latino y un hombre entrado en años cuando accedió al
poder.
Con la muerte de Numa Pompilio se volvió al interregno. Pronto, sin embargo, fue
elegido rey por el pueblo Tulo Hostilio, nieto de aquel Hostio Hostilio muerto en la
batalla contra los sabinos, desarrollada durante el reinado de R ómulo. El nuevo
monarca no sólo fue muy distinto a su antecesor, sino más belicoso que el mismo
Rómulo.
El abuelo de Tulio Hostilio, Hosto Hostilio, había sido un compañero de Rómulo, uno
de los destacados en la lucha contra los sabinos. Tulo es un personaje oscuro en la
historia de Roma. Se sabe que fue muy guerrero, tanto o más que el propio fundador
Rómulo. Extendió la ciudad de Roma hasta el monte Celio tras la destrucción de
Alba y «conversión» de los ciudadanos albanos en ciudadanos romanos de pleno
derecho. Tito Livio (liv. I, 30, 2) le atribuye la construcción de la curia Hostilia
(construida, quizás, durante los siglos VI-V a. C. y reconstruida en el siglo I a. C. tras
un incendio; sería finalmente derribada en el año 44 a. C.) en sazón de su
denominación.

III.LOS CELERES
Se cuenta que Rómulo llevaba siempre a su alrededor y como escolta personal los
eternos adolescentes llamados céleres etruscos o veloces, que llegaron a ser
trescientos individuos. Este cuerpo militar fue abolido por el rey Numa Pompilio, pero
más tarde su sucesor Tulio Hostilio volvió a introducirlo con un sueldo, como cuerpo
especial de caballería y guardia personal, y llegó a ser la fuerza principal del ejército
de este rey. El jefe de los céleres desempeñó a partir de entonces un papel muy
importante hasta llegar a ser el dirigente de todas las tropas de a pie y a caballo. Era
él quien tenía el derecho de hacer las levas de los soldados y de reunir los comicios.
IV.DURANTE SU REINADO
Tulio Hostilio durante su gobierno le declaro la guerra a Alba
Longa, Fidenas y Veyes y el Sabines de forma que Roma obtuvo así nuevos
territorios y mayor poder. Fue durante el reinado de Tulio de que la ciudad de Alba
Longa fue completamente destruida y Tulio integrado de su población en Roma.
Alba Longa era, según la leyenda, la antigua ciudad fundada por Ascanio, hijo de
Eneas. De esta ciudad procedían los ancestros de Rómulo y su propia madre, Rea
Silvia. Estaba situada en el antiguo Lacio al pie del monte Albo y junto al río Álbula
(el Tíber).
Según Tito Livio, Tulio Hostilio descuidado el culto de los dioses, hasta que, hacia el
final de su reinado, cayó enfermo y se convirtió en supersticioso. Sin embargo,
cuando Tulio pidió ayuda a Júpiter , este respondió con un rayo que quemó a el rey y
dejo su casa en cenizas. Su reinado duró 31 años.
Tulio Hostilio construyo un nuevo hogar para el Senado, el Curia Hostilia, Que
sobrevivió más de 500 años después de su muerte.
V.DESTRUCCIÓN DE ALBA LONGA
Pintura neoclásica de Jacques Louis David inspirada en la historia de los Horacios.
Alba Longa era, según la leyenda, la antigua ciudad fundada por Ascanio, hijo de
Eneas. De esta ciudad procedían los ancestros de Rómulo y su propia madre, Rea
Silvia. Estaba situada en el antiguo Lacio al pie del monte Albo y junto al río Álbula
(el Tíber).
Se sabe que el rey Tulo Hostilio fue belicoso. Buscó la guerra contra la ciudad de
Alba Longa, cuyo rey según Tito Livio era Cayo Cluilio. Dio ocasión para eso el
saqueo de tierras de Alba Longa por campesinos romanos, seguido de saqueos de
albanos en represalia. Ambos reyes enviaron legados a reclamar la devolución de lo
robado, pero Tulio Hostilio se anticipó a rechazar a los de Alba Longa, declarando la
guerra. El ejército de Alba Longa marchó contra Roma, pero en el campamento
murió su rey, Cayo Cluilio, por lo que se nombró dictador a Mecio Fufecio. Mecio
buscó evitar la guerra, y cuando ambos ejércitos quedaron dispuestos para la
batalla, instó a los romanos a la paz, argumentando que quien saliera victorioso lo
haría con tantas pérdidas que podría ser fácilmente sometido en un ataque de los
etruscos. Ambos pueblos acordaron entonces que no hubiera batalla, y decidir qué
ciudad tendría autoridad sobre la otra mediante el combate entre representantes de
cada ejército: tres hermanos gemelos romanos y contra tres hermanos gemelos
albanos. Estos eran respectivamente los Horacios (Horatii) y Curiacios (Curiatii).
Tanto Tito Livio como Dionisio de Halicarnaso relatan el enfrentamiento: En el primer
choque murieron dos de los Horacios, pero los tres Curiacios resultaron gravemente
heridos. Acto seguido, el Horacio superviviente echó a correr, siendo perseguido por
los Curiacios, pero debido a las heridas de éstos, corrían a velocidades dispares,
mismo que aprovechó el Horacio para volverse súbitamente y atacarlos por
separado, dándole muerte a los tres. El triunfo fue pues para los romanos y como
consecuencia los albanos se sometieron a Roma. Tulo Hostilio dispuso que Mecio le
apoyara con su ejército en caso de guerra contra la ciudad etrusca de Veyes.
Poco después, la ciudad de Fidenas, que estaba sometida a Roma como colonia,
planeó rebelarse con apoyo de Veyes. Mecio se ofreció como aliado secreto a la
rebelión, prometiendo traicionar a los romanos al momento de combatir. Tulio
Hostilio llamó a los albanos como apoyo. Para la batalla, Tulo Hostilio formó a los
romanos frente a las tropas de Veyes, y a los albanos frente las de Fidenas. Pero
Mecio Fufecio, alejó a los albanos subiendo a unos montes contiguos, abandonando
a los romanos y esperando intervenir en favor de quien tomara ventaja en la batalla.
Entonces Tulio Hostilio anunció a gritos a su ejército (para que lo escuchara también
el enemigo) que Mecio no estaba abandonando el campo, sino siguiendo órdenes
suyas para atacar por retaguardia a los de Fidenas. Con esto dio confianza a los
romanos y los lanzó contra los fidenitas, que temiendo verse rodeados se
replegaban. Luego de vencer a los fidenitas atacó el ala de Veyes y la venció. La
batalla fue la más cruenta que Roma había librado hasta el momento. Mecio
reincorporó su ejército al de Roma y Tulo Hostilio fingió recibirlo de buen ánimo.
Pero al día siguiente convocó asamblea de ambos ejércitos. Los albanos acudieron
desarmados pero fueron rodeados por los romanos. Tulio Hostilio acusó al jefe
albano de traición y mandó que le descuartizasen atándolo a dos cuadrigas. A
continuación dispuso que Roma y Alba Longa volvieran a reunirse como un solo
pueblo y ciudad, trayendo a Roma a los albanos, dando ciudadanía romana a su
pueblo y cargo de senadores a sus dirigentes. A continuación Alba Longa fue
destruida en su estructura urbana, y sus habitantes reubicados en Roma.
VI.MUERTE DEL REY
Según cuenta la leyenda, tras el olvido de los ritos albanos, la situación en Roma se
complicó, pues se creía que se había abandonado a los dioses. A esto se sumó una
epidemia, que afectó gravemente a Roma y su espíritu militar. A pesar de ello, Tulo
Hostilio no concedía tregua a sus empresas bélicas; pero, finalmente, caería
enfermo. Su enfermedad lo llevó a la superstición extrema. Por ello, recuperó unos
ritos que el anterior rey, Numa Pompilio, creó para honrar a los dioses. Sin embargo,
no debió hacerlo correctamente, porque, según cuenta Livio, Júpiter, encolerizado, lo
mató incendiando su palacio con un rayo. No obstante, el historiador Dionisio de
Halicarnaso afirma (III, 35) que la historia más extendida es que fue obra de Anco
Marcio, el hijo de Numa Pompilio y posterior rey de Roma, preocupado porque la
descendencia de Tulo Hostilio crecía, lo que suponía un claro obstáculo para su
posterior reinado. De este modo, él, junto con un grupo de romanos, entraría en el
palacio de Tulo Hostilio asesinando al rey y a su familia. Posteriormente, prendería
fuego a la casa, y, aprovechando la tormenta que acontecía en dicho momento,
culpó a un rayo del incendio. A pesar de todo, el propio Dionisio de Halicarnaso, que
narra cuidadosamente esta anécdota, la rechaza, y se suma a la tesis de Tito Livio
de que fue obra divina. Su principal argumento es que los dioses no habrían podido
aceptar, como, según él, hicieron, el nombramiento de un «hombre impuro y
manchado con la sangre de tantas muertes injustas, ¿qué dios o divinidad iba a
permitir que se acercara a los altares, que iniciara los sacrificios y se encargara de
los demás cultos.
Bibliografía
Cornell, T.J. (1999) [1995]. Los orígenes de Roma, c. 1000 - 264 a.C.: Italia y Roma
de la Edad del Bronce a las guerras púnicas. Barcelona: Editorial Crítica S.L. ISBN
84-7423-911-7.
Urbs Roma. Vida y costumbres de los romanos. José Guillén. Ediciones Sígueme
S.A., Salamanca, 1994. ISBN 84-301-0801-7
https://www.ecured.cu/Tulio_Hostilio

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