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2) Historia.
3) Descripción de la enfermedad.
4) Epidemiología.
La paracoccidioidomicosis afecta más bien zonas rurales de Latinoamérica y en ellas
en particular a los agricultores. Las manifestaciones del trastorno son mucho más
frecuentes en varones que en mujeres, pero por igual en los dos sexos se advierten la
infección y la reactividad de las pruebas cutáneas.
P. brasiliensis rara vez ha sido aislada de la naturaleza, y por ello no se ha definido su
hábitat natural. Como ocurre con otras micosis endémicas, esta enfermedad no se
transmite de una persona a otra.
Es exclusiva de zonas húmedas de Latinoamérica en donde se calcula que existen
alrededor de 10 millones de personas infectadas, de las cuales 2% presentará la
enfermedad. La frecuencia real se desconoce, por no ser enfermedad de notificación
obligatoria; se estima que 50% de los habitantes de áreas endémicas ha tenido
contacto con el hongo y 30% presenta infecciones asintomáticas. La
intradermorreacción con la glucoproteína de 43 kDa en niños de Mato Grosso muestra
una prevalencia de 4.6%. Se han registrado 8 000 enfermos sintomáticos; en áreas de
alta endemia, se calculan 225 casos por año (0.8 a 3 por 100 000 habitantes). Se
observa a cualquier edad, grupo étnico o sexo; predomina en varones con una
proporción de 9:1 (en donde vive el hongo en la Naturaleza y de donde se puede
adquirir la infección.
Brasil tiene el primer lugar en frecuencia, con 5 000 casos, y predomina en la parte sur:
Sao Paulo, Río de Janeiro, Río Grande do Sul, Mato Grosso y Minas Gerais; la
endemia también es alta en Colombia, Venezuela y noreste de Argentina; se han
observado casos en Honduras, Costa Rica, El Salvador, Guatemala, Ecuador, Uruguay
y Paraguay. No se han informado casos en Nicaragua, Belice, Guayana Francesa
(Guyana), Surinam ni Chile. Sólo se conocen dos casos fuera de Latinoamérica, en
islas del Caribe y Guadalupe. Se han registrado 50 casos fuera de áreas endémicas,
pero todos tienen el antecedente de haber visitado estas últimas.
En México ocupa el décimo lugar en frecuencia mundial, con una cincuentena de casos
que provienen de 10 estados; la mayor parte se encuentra en la zona de las vertientes
(70%) en Veracruz, principalmente en Córdoba y Fortín; también se ha informado en
Puebla, Michoacán, Morelos, Chiapas y Guerrero; el caso más al norte del hemisferio
se encontró en Jalpa, Querétaro.
A) Distribución de la paracoccidioidomicosis en América;
B) topografía de paracoccidioidomicosis.
5) Distribución.
6) Reservorio.
7) Periodo de incubación.
Muy variable, desde un mes hasta muchos años. El periodo de incubación puede durar
desde unas semanas hasta 60 años.
8) Modo de transmisión.
La transmisión se produce por la inhalación de los conidios o los fragmentos (hifas) del
hongo presentes en los bioaerosoles procedentes del suelo, que alcanzan los alveolos
donde se inicia la infección.
9) Periodo de transmisibilidad.
10) Susceptibilidad.
11) Patogenia.
P. brasiliensis penetra en el cuerpo por inhalación; por ello las lesiones iniciales se
localizan en los pulmones. Después de un lapso de inactividad que puede durar
decenios se activan los granulomas pulmonares con lo cual surge una neumopatía
progresiva crónica o diseminación. Muchos enfermos tienen 30 a 60 años y más de
90% son varones. Unos cuantos pacientes (< 10%), en forma típica tienen menos de 30
años y presentan una infección progresiva aguda o subaguda con un periodo de
incubación más breve. En el caso corriente de la paracoccidioidomicosis crónica las
levaduras se propagan del pulmón a otros órganos, en particular la piel y tejidos
mucocutáneos, ganglios linfáticos, bazo, hígado, suprarrenales y otros sitios. Muchos
enfermos tienen como cuadro inicial úlceras dolorosas de la mucosa de la boca. En el
estudio histológico se advierte por lo común granulomas con una zona de caseificación
central o microabsceso. Con frecuencia, las levaduras se observan en células gigantes
o de modo directo en el exudado de las lesiones mucocutáneas.
Origina infección primaria pulmonar. Al principio se observa alveolitis con infiltrados de
macrófagos que pueden diseminar el microorganismo en todo el sistema
reticuloendotelial.
Se localiza de preferencia en pulmones, vasos linfáticos y glándulas suprarrenales; en
la mayor parte de los huéspedes normales genera infección subclínica que cura sola, o
el hongo pasa por un estado de latencia cuya duración depende de la respuesta
inmunitaria del huésped, la virulencia del hongo y el ambiente. La patogenia se
relaciona con la cantidad de organismos infectantes, la fase levaduriforme y los
componentes de la pared, pues los glucanos aumentan la virulencia y los
glucomananos favorecen la respuesta inmunitaria defensiva e inespecífica.
B) estomatitis moriforme
Es posible que haya afección ganglionar, con aumento de volumen, induración y dolor,
principalmente en las regiones cervical (cuello de búfalo), axilar, inguinal y
supraclavicular, o fluctuación y fístulas. Puede afectar ganglios mediastínicos, bazo, y
aparatos urinario y osteoarticular.
Cuello de buffalo
A) Dactilitis
c) Localización vaginal
B) localización anal
La evolución subaguda transcurre con rápida alteración del estado general y muerte,
aunque existen casos crónicos.
Resultan excepcionales la forma generalizada y la tegumentaria primitiva. En niños
predominan las presentaciones diseminadas con afección frecuente de la piel (54%); la
localización en mucosas (5%) y la pulmonar son poco frecuentes.
En pacientes con SIDA se presenta en etapas avanzadas, ante recuentos de menos de
200 linfocitos T CD4 y en sujetos que no usan profilaxis con trimetoprim-sulfametoxazol
para infecciones por Pneumocystis jirovecii. Las manifestaciones clínicas incluyen
fiebre prolongada, pérdida de peso, linfadenopatía generalizada, hepatoesplenomegalia
y manifestaciones cutáneas; el estudio serológico resulta negativo. Presenta una
evolución semejante a los cuadros agudos y subagudos, con tropismo por el sistema
reticuloendotelial (fagocítico-mononuclear); pero además aumento en la presión
intracraneal (neuroparacoccidioidomicosis).
Las manifestaciones más frecuentes son crisis convulsivas (33%), hemiparesia (25%),
trastornos cerebelares (25%), migraña (21%) e hidrocefalia (21%).
En embarazadas puede causar óbito. Hasta 10% de los casos se relaciona con
tuberculosis, cáncer y enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC).
Paracoccidioidomicosis
Tuberculosis
Leishmaniasis mucocutánea
15) Tratamiento.
16) Complicaciones.
17) Pronóstico.
A. Medidas preventivas: