Palahniuk, Chuck. (2017). Monstruos invisibles. México: Ediciones Gandhi.

“Otra cosa es que, por mucho que quieras a alguien, te echas atrás cuando el charco de sus sangre
se acerca demasiado”. (12)

“Mi mejor amiga, Evie Cottrell, es modelo. Evie dice que los que son guapos no deben salir
juntos. Que juntos no llaman la atención lo suficiente. Dice que cuando están juntos se produce
un cambio total en los patrones de belleza. Dice que eso se nota. Que cuando los dos son
guapos, ninguno lo es. Juntos, como pareja, son menos que la suma de sus respectivas partes”.
(35)

“La gente se come cualquier cosa con tal de salir en televisión” (41)

Las páginas 44 y 45 sirven para hablar del erotismo clínico. Son fotografías de alguien accidentado.

Un consejo para seguir: “La reina Brandy me señala con un dedo largo y huesudo

- Cuando comprendas – dice Brandy – que lo que estás contando no es más que una
historia. Que ya no está pasando. Cuando comprendas que la historia que estás contando
no es más que un puñado de palabras, cuando puedas arrugarla y tirar tu pasado a la
papelera, entonces decidiremos quién vas a ser a partir de ahora” (54)

¿Por qué se lamen los perros en los genitales? Porque pueden.

¿Habéis pensado alguna vez que la vida es una metáfora de la televisión?

Mis padres me llaman “Bola” desde que estuve en el vientre, ahora tengo 25 y para ellos sigo
siendo “Bola”.

“La persona a la que quieres, y la persona que te quiere, nunca son la misma persona” (93)

Puedes ir a donde quieras, pero nadie puede saber quién eres.

La gente no soporta no saber algo. Los hombres en específico no soportan escalarlo toda
montaña, mear todos los árboles, jugar todos los juegos y no volver a llamar nunca. (99)

“Y quiero a Seth muerto. Peor que muerto. Lo quiero gordo, hinchado de líquidos, inseguro y
emocional. Si Seth no me desea, yo tampoco quiero desearlo”. (103)

“¿Cuándo dejó el futuro de ser una promesa para convertirse en una amenaza” (229)

“Todo lo grande viene del caos” (232)

“Lo que de verdad detesto es a mí misma y por eso detesto a casi todo el mundo” (240)

“Es una suposición, pero los texanos parecen mucho más cómodos en una casa en llamas que
ante el sexo anal” (250)

Todo mundo necesita una tragedia de vez en cuando.