Ibanéz, Jesús, (1994), El regreso del sujeto, Madrid: Siglo XXI.
La función social de la semiología es – desde su nacimiento – ideológica:
proporciona una visión (teórica) que justifica el orden social, y un manejo (empírico) que posibilite la manipulación de las clases oprimidas por las clases dominantes.
El orden social sólo funciona si es inconsciente.
“Un físico es un trozo de materia que investiga la materia. Un biólogo es un
trozo de vida que investiga la vida. Un sociólogo es un trozo de sociedad que investiga la sociedad. El sujeto ha sido, sucesivamente, absoluto, relativo y reflexivo. Posiciones que corresponden, respectivamente, a las tres grandes olas de física: clásica, relativista y cuántica”