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Los 12 Filos Divinos 3
Los 12 Filos Divinos 3
GIRTAB
LOS 12 FILOS
DIVINOS
TERCERA PARTE :
EL ÚLTIMO PISO
LOS GUERREROS SUPREMOS
Esta obra no puede ser reproducida, copiada y distribuida sin la autorización
del titular de los derechos. Se aprecia su apoyo y el respeto a la propiedad de este
autor. Este libro es una obra de ficción y cualquier parecido con personas vivas o
muertas o lugares, eventos o locales es pura coincidencia. Los personajes son
producto de la imaginación del autor y se utilizan de manera ficticia.
Lady Lyra iba de salida cuando se encontró con Thali Altair, su amiga también
participante de aquel funesto juego que marcaría las vidas de los más poderosos
guerreros de su generación, ambas se saludaron fríamente, Kara preguntó por la
hija de su antigua compañera.
–¿Cómo está Sedna?
–Igual – respondió Thali de mal humor –, trató de suicidarse, lo único que la
salvó fue que la flecha de sangre del arco dorado no mata a su dueña.
–¿Y qué dice ahora?
–Nada, no me habla, todavía me responsabiliza de su reclusión, dice que yo no
la apoyé cuando robó el Arco de Sangre.
–No la apoyaste...
–Lo sé, estaba furiosa, ese arco era para mi hijo, no para mi princesa, los dos
tenían el mismo poder, quien tuviera el arma sería quien peleara por un lugar en la
Orden, yo no quería eso para mi niña.
–Sedna siempre fue más fuerte...
–¡No le digas Sedna! – explotó Thali exasperada –. Ese es un sobrenombre de
mal gusto que le pusieron cuando era una reclusa en el Quinto Distrito. Su nombre
es Alnasi.
–Está bien – respondió Kara con tono conciliador –, Alnasi era tu real heredera,
déjala que estudie los pergaminos secretos de los Altair, ya porta el Arco de Sangre,
necesita estar preparada para lo que se le viene a futuro, sé lo que te digo, la Orden
le hará bien.
–¿Crees que voy a permitir que mi niña pelee contra ti? No soy tan mala madre
como tú...
–Thali – No sólo la voz de Lady Lyra cambió, su mirada se volvió agresiva –. Yo
sé quién soy y lo que he hecho, mis hijos pueden decirme y reclamarme lo que sea,
están en su derecho de hacerlo, si tú vuelves a hacer un comentario de ese tipo,
Alnasi se quedará huérfana, después, si busca venganza también la mataré.
Thali sintió miedo, conocía a Lady Wieland y sabía de lo que era capaz, su
inestabilidad mental nada tenía que ver con su gran poder y menos aún con su
forma de combatir.
–Perdón, Kara, tienes razón en enojarte, no tengo ningún derecho de juzgarte,
aquí la única mala madre soy yo.
–Piensa en lo que te dije.
–Mi hija nunca podría vencerte. Es un riesgo que no pienso tomar.
–Claro que puede, yo la he visto actuar de cerca y sé que puede derrotarme,
incluso ahora que aún no recibe el entrenamiento adecuado, sus acciones en la
resistencia son legendarias, el movimiento le debe mucho. Desgraciadamente su
debilidad es el corazón, en ese aspecto es tan débil como yo...
–¿Dices que ella está así por un chico? – Thali Altair no podía creer lo que
estaba escuchando.
–Así es... ¿no lo sabías?
–No, no me dice nada, pensé que... no lo sé, pero no que fuera por un hombre...
–La Orden me ayudó mucho, también le puede ayudar a tu hija.
–No lo sé, una pelea contigo...
–¿Quién dijo que pelearemos? Le entregaré mi espada voluntariamente, si es
que llego a los sesenta... mi hijo es mi heredero, él tendrá que pelear por su arma,
en aquel juego te prometí la espada Lambda, yo siempre pago mis deudas, se la
entregaré a Alnasi y yo me retiraré.
–Gracias, amiga.
–Ve con tu hija, habla con ella, todavía falta mucho tiempo antes de que pueda
retirarme.
Sir Corvus bebía un café, negro, sin azúcar, esa noche no durmió, la
expectativa de lo que sucedería en unas horas no se lo permitió, dedicó toda la
noche a pensar en su venganza, buscando un motivo para no llevarla a cabo y en el
único que pensó fue en Kara Vega, su mejor amiga desde la infancia, aún a
instantes del enfrentamiento no sabía si sería capaz de lastimarla.
Pero su odio contra Elan De Grieff era demasiado, superior a cualquier otro
sentimiento, nada le quitaría el placer de matarlo, pensaba asumir las consecuencias
de sus actos, las que fueran, desde entregar su espada del alfabeto antiguo hasta
pasar el resto de sus días en prisión o ser ejecutado, no importaba, Elan De Grieff
debía morir.
Ahora se encontraba en un punto sin retorno, de protector del orden y la justicia
se transformó en un mercenario, un traidor y un asesino, acabó en sus ansias de
venganza con un buen hombre como lo era Alvar De Grieff para poner en la silla de
gobierno a un imbécil como lo era Elías De Grieff, todo por su venganza.
De ahí la lista de crímenes que cometió era incontable, el castigo que recibiera
era poco por lo que hizo, tomaría su condena como una purga por sus pecados pero
no como una sanción por el asesinato de un hijo de puta como Aries.
Sus pensamientos lo estaban llevando a donde no le gustaba, hacia Kara
Vega, prefirió concentrarse en su futuro rival, en el gusto que se daría destrozando a
Elan De Grieff tal y como el anterior Aries destrozó a su padre. Los golpes en la
puerta lo sacaron de sus pensamientos, le había advertido a los criados que sólo lo
molestaran cuando Aries llegara a buscarlo.
–¿Qué sucede? – preguntó dejando su café de lado.
–Disculpe la molestia, Sir – se escuchó del otro lado –, lo buscan de parte de la
familia De Grieff.
Caris caminaba por las oficinas administrativas de la escuela del Tercer Distrito
cuando se encontró de frente con Cross, no habían hablado mucho desde el
incidente en Aztlán, cuando Cross decidió por engaños de Deneb De Britten irse
repentinamente.
Desde entonces él se había alejado, situación que había sido aprovechada
tanto por Siege Hobbs como por Deneb De Britten para acercarse más a la miembro
del Clan Humbolt, quien por su parte, como era su costumbre, le costaba acercarse
a al portador de Antares y ya no tenía a Michelle o Elektra que le hicieran más fácil el
poder interactuar con Cross.
Kharynna se odiaba a sí misma, era algo que no podía entender, su
introversión no era un problema con las personas que ya conocía, podía hablar con
ellas sin ningún problema, más ahora que ella era la única persona que gobernaba
en su cabeza, la confianza en sí misma la había transformado en una persona más
abierta.
Lo mismo sucedía cuando estaba con Deneb o con Siege, se sentía totalmente
a gusto y en una zona de confort en la que era feliz, los dos eran atentos, divertidos,
leales y claro... guapos. Con ambos siempre se sentía bien, por eso no sólo ellos la
buscaban, cada que podía Caris siempre trataba de estar con los dos.
Pero con Cross era diferente, no sabía por qué pero las palabras le fallaban, la
agobiaba un gran vacío en el estómago y sentía que se ruborizaba, no sabía que
decir o hacer, se sentía tonta, trataba por todos los medios de explicarle que lo había
perdonado, que entendía que se había tenido que ir a pesar de haberle prometido
que se quedaría con ella la noche del funeral de su padre, que aún lo amaba, pero
las palabras no salían de su boca.
Cross le sonrió como siempre y se siguió de largo, en un reflejo sin pensarlo
Caris lo tomó del brazo, el portador de Antares se volvió hacia ella y le preguntó:
–¿Qué sucede?
Caris nuevamente se quedó sin palabras, como siempre mencionó lo primero
que se le ocurrió.
–Nada, sólo que no te había visto...
Cross no se sentía muy distinto de Caris, sabía que la conversación en el
funeral de Tezcatlipoca era cierta, si no pensaba quedarse con ella no debía
ilusionarla, sin embargo, pensó que eso no debía fracturar su amistad, pasar un rato
juntos no le haría daño a ninguno.
–Esto es un trabajo que nunca termina, ahora mismo debo dejar todo dispuesto
para en la tarde ir a la Ciudadela a hablar con Sir Phillippe.
–No te esfuerces mucho – le recomendó Caris sintiéndose más en confianza –,
también tú debes descansar.
–En cierta forma es un descanso, me gusta manejar esos autos deportivos que
Ganesh y Michelle compraron para trasladarnos... ¿te gustaría acompañarme?
La mirada de Caris se iluminó.
–¿De verdad? ¿Quieres que te acompañe?
–No quisiera ir con nadie más.
–¡Claro que sí! – Caris lo pensó unos segundos que a ella le parecieron una
eternidad, quería abrazar a Cross pero no se atrevía a hacerlo, al final se dejó llevar
por sus emociones y lo hizo.
Al sentir el contacto con el cuerpo de la portadora de la espada sagrada Scylla,
el corazón de Escorpión se aceleró, su rostro se ruborizó y con un gran esfuerzo se
controló para no devolver el abrazo, pensó que si lo hacía no volvería a soltarla, trató
de poner su mejor sonrisa.
–Entonces es una cita... ¿te parece si nos vemos en un par de horas en la
entrada de la escuela?
–Ahí estaré.
Habían pasado cuatro horas desde que quedaron de verse, Cross seguía
esperando a Caris sin que la portadora de "la espada asesina" apareciera por ningún
lado, no quería moverse de su lugar para buscarla por temor a que ella llegara
cuando él no estuviera y pensara que ya se había marchado, pero era por demás
obvio que no llegaría, finalmente se decidió y se internó en la escuela para tratar de
localizarla.
No le costó mucho trabajo hacerlo, la encontró en una jardinera, se le veía
contenta con Deneb De Britten quien reía a viva voz recostado en sus piernas, Cross
sintió un intenso escalofrío, se sintió un idiota, le llegó un irrefrenable impulso de ir a
reclamar a Caris por el plantón, pero se contuvo.
Trataba de analizar lo sucedido, Caris quedó de acompañarlo a la Ciudadela
pero simplemente ella prefirió la compañía de su amigo Deneb, pensó
inmediatamente en luchar por ella, aún no era demasiado tarde, si Kharynna aún
tenía sentimientos por él se quedaría con ella, no quería perderla, avanzó decidido
hacia la jardinera donde se encontraba con Deneb, no para reclamarle, pensaba
pedirle una vez más que lo acompañara a la Ciudadela, pero en ese momento vio a
lo lejos a Michelle de la mano de David Nexus.
Cross se enfureció, tenía ganas de arrancarle la cabeza a ese tipo, entonces
comprendió lo que sucedía, seguía enamorado de Michelle, no era justo para Caris
que él peleara por su amor si seguía teniendo sentimientos tan fuertes por Michelle y
ni se diga por Elektra, si Caris ya había encontrado a alguien más que pudiera
brindarle toda su atención y amor lo mejor era que él se hiciera a un lado.
Cross no tenía ganas de hacer nada, pensó que si ya había mentido con lo de
ir a ver a Sir Phillippe lo mejor sería que fuera a hablar con el viejo Caballero
Fantasma, siempre era necesario estar en comunicación directa, más ahora que las
comunicaciones estaban "muertas", deseaba investigar la posición del Cinturón
ahora que habían aislado a Arcadia en cuanto a comunicaciones se refería, tomo el
deportivo más rápido de los que tenía a su disposición y partió rumbo a la Ciudadela.
Al siguiente día un clon de Amón corría hacia el lugar donde operaba Fenrir, se
notaba por su expresión que la noticia que llevaba no podía esperar más.
–¡Arlés! ¡Arlés! Lo logré... – El Clon entró de repente en la sala donde tenían
una junta los principales líderes rebeldes –. ¡Lo logré!
–¿Qué sucede, Arne? – preguntó Arlés.
–Engañé a Odín, aprovechando que Arcadia se encuentra incomunicada le hice
creer que el Cinturón lo apoyaría, en estos momentos se dirige a la Ciudadela,
llegará por la vía aérea a través de las montañas del Tercer Distrito, va solo, un clon
mío conduce su avión...
–¿Y por qué diablos lo llevarás a las montañas? Odín es el máximo controlador
del hielo, ahí es más poderoso... – Fenrir reprendía a Amón.
–Perdón, así es como siempre viajamos, si quieren puedo cambiar el rumbo del
avión...
–No, eso lo pondrá en sobre aviso, estrellarás su avión en el bosque una vez
que estemos ahí Fenrir y yo, nosotros nos encargaremos de él... – Cross volteó a
ver a Arlés, éste hizo una muda afirmación.
Cástor se levantó.
–Yo iré con ustedes.
–No, amigo – le respondió Escorpión –, te necesito para que apoyes a Connor y
Selene, ellos no deben tardar en llegar de Ishtar, pelearán contra Elohim, tú y Pol
deben apoyarlos contra los Jinetes Alados de Riazor, los Inmortales es un hecho
que pelearán y no sabemos cual será la actitud que tomarán los Elementales; Brach
y Thor en este momento partirán a Aztlán para encargarse de Zeus, el Tloque
Nahuaque los protegerá; los Arcángeles pidieron pelear con Budha, nos han
confirmado que está en Ishtar; Siege y Fausto pelearán con Miguel en Levit, Troy los
apoyará, los demás deberán cuidar a Rhiannon.
–Está bien – respondió decepcionado el gigante, necesitaba acción pero sabía
que esa no era su pelea –, tengan cuidado.
Arlés y Cross se prepararon para partir, Escorpión fue a ver a sus chicas y a su
madre, aunque no veía el motivo real para hacerlo, últimamente apenas si cruzaba
palabra con ellas, Elektra lo evitaba por completo, Michelle se la pasaba con David
Nexus y prefería no pensar en lo que había sucedido con Caris, aun así las fue a
ver, si moría en la batalla contra Odín quería llevarse como último recuerdo la
imagen de sus chicas y su madre.
Las encontró a las tres con Daniela Malka, aunque su relación era lejana todas
se ofrecieron a acompañarlo, Cross se negó, les encargó especialmente a ellas y a
Tamiel que cuidaran a Rhiannon.
–Es muy importante salvaguardar la vida de Rhiannon, al parecer Loki ya ha
obtenido el poder de tres guerreros, sólo le falta uno...
–Es imposible que ataque en la escuela – protestó Michelle que seguía
empecinada en acompañarlo.
–Así es, es imposible porque la escuela está bien resguardada y así se va a
quedar, en estos momentos los miembros de los Guardianes del Destino están fuera
y vamos a salir más de la mitad de los rebeldes a combatir, sólo quedarán ustedes
junto con Astrid, Isis y Drake para cuidar a Rhiannon, los demás están en la
Ciudadela.
–Está bien – dijo Caris –, no te preocupes por Rhiannon, nosotros la
protegeremos, ustedes tengan cuidado, los dos.
–Lo tendremos – respondió el portador de Antares.
Caris observó fijamente a Cross, se sintió una estúpida por sentirse de esa
manera con él, enamorada y abandonada, ya había decidido alejarse
completamente de Escorpión y de esa relación que tanto daño le hacía, aun así,
sabía de la peligrosidad de la misión a la que partía, su vida peligraba, pensó que
una última despedida no le haría ningún daño, era mejor dejarlo ir en buenos
términos, se acercó al portador de Antares y lo abrazó.
Como siempre sucedía cuando tenía cerca el cuerpo de la miembro del Clan
Humbolt, Cross se estremeció, se prometió hacer todo lo posible para reparar su
amistad pero al mismo tiempo le daría su espacio para que siguiera su vida al lado
de Siege y Deneb.
Michelle se mordió el labio cuando Caris abrazó a Cross, estuvo a punto de
reclamar pero sabía que no tenía derecho, ella ya había renunciado a él desde antes
al involucrarse con David Nexus, volteó a ver a Elektra que miraba la escena con
indiferencia, su rostro estaba imperturbable, pero en sus ojos también se leía el
pesar.
Por su parte Cross pensó en no corresponder el abrazo de Kharynna, pero en
cuanto tuvo los brazos de la chica alrededor de su cuello se sintió completamente
indefenso... ¡Qué importaba si lo había plantado por alguien más! Al final la amaba y
eso no cambiaría jamás, ella lo valía todo, además, su cita era de amigos, no de
pareja y ella estaba dispuesta a acompañarlo aunque fuera más tarde, él no tenía
derecho a reprocharle nada.
Cross abrazó con fuerza a Caris y le dijo al oído que lamentaba lo que había
sucedido el día anterior, la portadora de la "espada asesina" no le respondió, sólo lo
abrazó más fuertemente.
Después Cross abrazó a su madre, Michelle y Elektra, únicamente lo
despidieron con un ademán de mano. Escorpión no tenía tiempo para lamentarse,
como Danner se los había advertido, el reloj empezaba a caminar y ellos debían
estar preparados, se reunió con Fenrir y en helicóptero fueron en busca de Odín.
Una vez que se fueron sus dos líderes, los demás ya sabían que hacer, Elektra
junto con los gemelos esperarían a Connor y Selene para ir a Riazor a combatir en
contra del enemigo más poderoso: Elohim. El estado de los hielos es donde estaban
destinados más guerreros de la resistencia.
Azrael se estaba preparando para partir en compañía de Rafael, Ariel y Chitriel
rumbo a Ishtar, a ellos les correspondía el deber de eliminar a Sammael, a quien
consideraban el enemigo más peligroso para el movimiento.
–¿Vendrán Tamiel y Luzbel con nosotros? – preguntó Arad.
–No, ellas se quedaran a cuidar a Amaterasu – respondió Chitriel.
–Con nosotros basta y sobra – dijo una Ariel envalentonada –. Nadie más tiene
que hacer nuestro trabajo, Tamiel y Luzbel ni siquiera pidieron ser Arcángeles, el
destino las trajo a la Legión, nosotros somos Iluminados por convicción.
–Así es prima – dijo Rafael –, en cuanto ustedes estén listas partimos, el día de
mañana es crucial para el movimiento, enfrentaremos a todos los Patriarcas.
Cerca de donde platicaban los Arcángeles, Thor y Libra también se alistaban
para ir a Aztlán, al día siguiente pelearían contra su abuelo, ambos recordaban que
la última vez que se vieron les había pateado el trasero con una facilidad
vergonzosa, esta vez la pelea sería a muerte, Isis los despedía junto con Ganesh, se
veía molesta.
–¿Listo Brach? – preguntó Donnar a su hermano menor.
–Listo – respondió el protector del séptimo Círculo del Zodiaco.
–No es justo que me dejen aquí... – protestaba Isis –. ¡Yo debería ir con
ustedes!
–Te necesitan aquí, Nef – le explicó Libra –, es importante salvaguardar la vida
de Rhiannon, su espada no puede caer en las manos de Loki.
–¡Por favor, Brach! – Isis explotó, estaba harta de que siempre la relegaban –.
Hay los suficientes guerreros vigilando este lugar, me están tratando como una
carga que no puede ayudar, la mayoría de las chicas han realizado grandes
hazañas, Sedna, Athena, Pariel, Caribdis, incluso la alumna de Lady Madeleine
capturó a Cerberus, a mí sólo me tienen entrenando a las tropas y encerrada aquí,
eso no es justo...
–Todos tenemos un papel que cumplir en esta guerra, Nef. – El Dios del Rayo
trataba de calmar a la Juez del Este del Quinto Distrito, ella estaba acostumbrada a
ser una protagonista y en la rebelión era sólo un soldado más –. El tuyo ya vendrá,
por lo pronto hay que obedecer las órdenes de Cross y tú te quedarás con Ganesh a
cuidar a Rhiannon.
–Está bien – después de su rabieta Isis se calmó, sabía que nada podía hacer
para remediar su situación –, tengan cuidado.
El avión de Argento Riazor volaba rumbo a las montañas del Tercer Distrito, el
nuevo presidente del Consejo de Gobierno, Renns Hobbs en persona, le había
pedido su ayuda, en esos momentos que estaba prácticamente acorralado esa visita
era una bocanada de oxígeno, el FILO Divino controlador del hielo ignoraba que la
persona que lo visitó no era más que un clon de Arne.
Pensaba que con el apoyo del Cinturón de nuevo estaba en la jugada, Cross
fue un estúpido al entrar a asesinar a dos de sus miembros más importantes a
sangre fría, eso al final redituó a favor del Patriarca de los Riazor.
A partir de ese momento sus movimientos debían ser muy cuidadosos, no
confiaba en Rave Isa, estaba seguro que aún trabajaba para su hermano y sólo lo
querían utilizar a él, una vez que tuviera el control del Cinturón todo cambiaría.
Sabía que el área media de la Ciudadela estaba sitiada por los rebeldes, el
grupo comandado por Cross y Arlés no iba a permitir que nuevamente les quitaran el
control de los distritos exteriores de Arcadia y de la zona militar de la Ciudadela, él
sería quien le diera el peso a la balanza a favor del área media.
En cuanto entraron a la zona boscosa del Tercer Distrito el piloto recibió la
señal de Fenrir y Cross que esperaban en el bosque, el disparo de energía pura era
inequívoco, de un golpe dañó los controles del helicóptero y después lo dirigió contra
el suelo, en ese momento Odín se dio cuenta que era una trampa pero ya era
demasiado tarde, el vehículo se estrelló.
El patriarca de la familia Riazor salió del aparato en llamas sin ningún rasguño,
su elegante traje también estaba impecable, Odín pensó que estaba viviendo un
deja vu, frente a él observó a sus dos protegidos más valiosos: Cross y Arlés, por fin
había llegado el día en que las personas que más lo odiaban en el mundo pelearían
por obtener su venganza, Janette Azzán falló, esperaba que ellos también.
Odín estudió a sus contrincantes y no sintió peligro alguno, eran más
peligrosas la Amazona y la Princesa, esos dos chicos probarían en carne propia lo
que era enfrentarse a un FILO Divino, al amo del hielo, al único hombre en el planeta
capaz de sobrevivir al cero absoluto, en ese momento pasó ante sus ojos la película
de su vida en un rápido flashazo, eso lo preocupó.
*****
Argento Riazor, un niño de apenas cinco años de edad, veía con envidia jugar
a sus compañeros, todos ellos eran las estrellas de la escuela, los futuros
gobernantes del país, estaban Hazzart y Michel Yaotl, Elan De Grieff, Etneo Brunn y
Erika Hobbs, pensaba que si su hermano Aureo estudiara en la escuela del Cinturón
seguramente estaría jugando con ellos.
A él, como siempre, lo habían excluido, a pesar de ser el Riazor más
importante de la escuela no estaba a su nivel, ellos eran los herederos de las Casas
más importantes del país, gobernantes de los seis estados de Boleria.
Michel Yaotl sería el gobernador de Levit, la tierra de los paradisíacos jardines
y los desiertos, Elan De Grieff gobernaría Hamal, la tierra de las altas montañas y las
minas de metales preciosos, Etneo Brunn sería el mandamás en Aztlán, la tierra
mítica de los primeros hombres y las grandes lagunas, Hazzart Yaotl se convertiría
en el Presidente de Boleria y finalmente a Erika Hobbs le correspondería el gran
honor de portar una espada suprema.
La escuela del Cinturón de la Ciudadela era un lugar cruel, la discriminación y
el elitismo marcaban el trato que se les daba a los estudiantes, en lo que a intelecto
se refería el pequeño Argento era una luz que opacaba a los demás, sin embargo,
en estrategia siempre era derrotado por el primo de Erika: Olaf Hobbs.
A pesar de su inteligencia superior Argento Riazor siempre era derrotado por
alguien más en todas las disciplinas, muchas veces su mente desvariaba en cosas
que sólo él entendía y que ocupaban la mayor parte de su tiempo.
La amistad con los chiquillos élite era algo que estaba fuera de su alcance,
quizá si su hermano Aureo estuviera ahí otra cosa sería, él siempre se imponía a los
demás y terminaba siendo el líder, pero el menor de los Riazor no era así, a su
temprana edad no le interesaban los juegos ni las amistades, pero sí el poder.
Argento vivía en los departamentos más exclusivos de la escuela del Cinturón y
asistía a las clases más avanzadas, su manejo del elemento aire era excepcional
pero siempre por debajo de la máxima controladora del viento: Erika Hobbs.
Argento Riazor rara vez se metía en problemas o peleas, era un solitario, su
única compañera era su mente superior, con ella no necesitaba a nadie más, sin
embargo, había crecido con la idea que se les inculcaba a todos los pequeños
miembros de los grandes Clanes: ser el mejor por encima de todos o vivir en el
olvido como un pobre diablo más.
En las principales ramas familiares de las casas Yaotl, De Grieff, Riazor, Brunn,
Hobbs y Shmuel, la grandeza no era algo que los enorgulleciera, era una obligación,
desde niños se les inculcaba su deber de dejar su nombre escrito en la historia del
país, cada generación era tan importante como la que le precedía y debían dejar
constancia de su paso por este mundo, en caso contrario eran considerados una
vergüenza y un fracaso.
Era un hecho que Aureo sería un hombre que haría historia, todos lo decían,
en cambio nadie prestaba atención a la sombra, al niño que había nacido después
del primogénito y el que por añadidura no importaba.
Aureo lo tendría todo: la Gubernatura de su estado, el Patriarcado de su familia
y por supuesto, a la espada suprema Abigael, "la espada azul", arma perteneciente a
los Riazor por generaciones.
Mientras veía a sus compañeros jugar, el balón con el que se divertían cayó a
los pies del pequeño Argento, Etneo Brunn le gritó:
–¡Hey cerebrito... devuelve el balón!
Etneo Brunn era un presumido, siempre lo molestaba diciéndole que era un
Riazor de segunda, no le hizo caso y siguió en sus pensamientos, el futuro patriarca
de los Brunn le volvió a gritar.
–¡Vamos idiota! Sé bien que me escuchaste, lánzame el balón.
Argento Riazor con su poder sobre el aire le lanzó el balón a Etneo, cuando
éste lo iba a recibir el balón explotó, lo que arrancó una sonora exclamación de
sorpresa del miembro del Clan Brunn.
Todos empezaron a reír, Michel y Elan imitaban la pose del miembro del Clan
Brunn agitando las manos a la altura del pecho, un poco encorvado y con la pierna
izquierda levantada. Etneo Brunn furioso se lanzó en contra de Argento quien lo
recibió a golpes.
Erika y Hazzart separaron a los rijosos, Argento ya sangraba por la nariz y
Etneo se revolvía como un animal en los brazos del Yaotl pero le fue imposible
soltarse, sólo le quedó insultar a quien lo había humillado.
–¡Maldito nerd! Por eso eres un Riazor de segunda, no vales nada...
Argento ya se había tranquilizado, Erika Hobbs ya no necesitaba sostenerlo, se
limpiaba la sangre con la manga de la camisa.
–¡No soy un Riazor de segunda! – se defendió casi al borde del llanto –. Mi
sangre es pura, soy miembro de la principal rama de la familia.
–Eres un segundón. – Etneo ya había dejado de pelear contra el agarre de
Hazzart, ahora se divertía haciendo enojar al pequeño Argento –. A tu hermano le
espera la grandeza, a ti rascarle la espalda.
A pesar de que Argento sabía que las palabreas de aquel molesto niño sólo
eran para increparlo, no logró contenerse y le respondía como si su vida dependiera
de ello:
–¡Vete al diablo! Yo no le sirvo a nadie.
–Aún no, pero le servirás – Etneo disfrutaba ver la turbación de ese chiquillo que
se creía el más inteligente de la escuela –, ese es tu destino, no sé ni qué haces
aquí, todos nosotros seremos los pilares del país y de nuestras familias, tú no eres
nadie.
–Soy mucho más inteligente que tú, estoy muchos grados académicos por
encima de ti, de alguna forma cuando crezcamos también seré tu superior...
–No hay manera, idiota, tu súper intelecto lo utilizaré para que me hagas un
buen café, te expulso de este lugar, aquí sólo podemos estar los futuros FILOS
Divinos...
–No puedes expulsarme de ningún lado...
–Ya lo he hecho, a partir de hoy eres invisible, como lo serás el resto de tu vida,
no existes.
–¡Sí existo y estoy aquí! Hay una espada divina más que no pertenece a
ninguna familia, se llama Valhalla y será mía.
–Estás equivocado, así como no puedes portar a Abigael porque no controlas el
elemento agua, no puedes tener a Valhalla porque no controlas el hielo, deberías
saberlo, sinceramente eres un genio muy mediocre...
–¡Come mierda, Etneo!
Argento se fue llorando del patio, esa era su vida, siempre menospreciado, en
Riazor su hermano mayor era peor, no sólo lo minimizaba, le hablaba con desprecio
y lo trataba como a un sirviente, eso se terminaría.
La discusión con Etneo Brunn cambiaría su vida por completo, aceptó la
expulsión del patio de juegos, se juró a sí mismo que cuando volviera a pisar ese
lugar sería como el portador de la espada suprema Valhalla.
Pasaron los años, Argento Riazor caminaba por la tundra de su estado rumbo
al paraje de Beocia, ya había terminado su instrucción académica desde hacía
cuatro años, después, dedicó todo su tiempo al estudio de la historia y de las
ciencias prohibidas.
Argento era un científico nato, un creador, canalizó su potencial al estudio de
las fuerzas elementales así como de la transmutación de energía y de las sombras,
le interesaba mucho la clonación.
Cuando se dio cuenta que ya no podría aprender nada más en la escuela del
Cinturón, no lo que a él le interesaba al menos, decidió irse a seguir su investigación
a otros lugares.
No le avisó a nadie, él solo encontró el paraje de Beocia y se internó en ese
inhóspito terreno, no había recorrido ni medio kilómetro cuando los salvajes animales
que habitaban ese lugar lo atacaron, un lobo gigantesco mitad blanco y mitad negro
así como un dragón de armadura blanca intentaron comérselo.
Argento Riazor nunca pensó en retroceder o en huir, arrojó a un lado su
mochila y apoyándose en su capacidad de manejar el viento enfrentó a esas
temibles bestias.
Cuando Argento Riazor abrió los ojos se encontraba acostado en una cómoda
cama, trató de levantarse pero no pudo hacerlo, no podía ni moverse, trató de ubicar
en dónde se encontraba pero no reconocía el lugar, la poca luz que había en la
habitación tampoco lo ayudaba mucho, empezó a gritar exigiendo que lo liberaran.
A los cinco minutos llegó con él un anciano, encendió la luz de la habitación y
lo observó con severidad, le pidió que se comportara.
–No es de buena educación gritar de esa manera en la casa de quien le salvó la
vida, joven.
–¿En dónde estoy? – preguntó Argento Riazor sin hacer caso del regaño del
anciano –. ¿Por qué me tiene inmovilizado?
–¿A dónde se dirigía?
–A la biblioteca oculta en el paraje de Beocia.
–Este es el lugar, felicidades, logró llegar con vida, pocas personas pueden
decir eso, se enfrentó a dos bestias muy poderosas, de milagro está vivo, sus
heridas están sanando, lo inmovilizó su combate, no yo, en unos días podrá
moverse.
–¿Quién es usted? – preguntó un más tranquilo Argento al percatarse que
efectivamente, no estaba atado ni inmovilizado, simplemente sus músculos estaban
atrofiados.
–El guardián de este lugar – comentó el anciano mientras le ponía unas
compresas calientes a su inesperado visitante en todo el cuerpo.
–Darius Rashad...
–Veo que no viene a ciegas, joven, eso es bueno... ¿qué es lo que busca en
este lugar que no puede encontrar un distinguido miembro de la familia Riazor en las
otras grandes bibliotecas del país?
–Libros prohibidos...
–Tengo muchos de esos, más de los que puedes leer en una vida, tendrás que
ser más específico...
–Libros de historia en donde pueda estudiar a todos los guerreros élite del
país...
–Esos libros los encuentras en las bibliotecas de los Caballeros Fantasmas o
del Tloque Nahuaque. Tú deberías tener acceso a ellas.
–No quiero que nadie sepa lo que investigo.
–¿Es todo lo que necesitas?
–No, también necesito investigar los libros de transmutación, los de biología y
genética, así como los de las características de las sombras.
–Demasiado para una persona, no podrás con esos libros.
–Ese es mi problema.
–Me temo que no, muchacho, si quieres ver mis libros tendrás que darme tus
razones.
–No son tus libros, son del país, como miembro distinguido de mi familia tengo
derecho a ellos, no puedes evitar que los estudie.
–Tienes razón, espero que encuentres lo que buscas, mi biblioteca se encuentra
en el subsuelo y es del tamaño de una ciudad pequeña, puedes pasarte toda tu vida
buscando y no encontrarás lo que deseas, yo conozco hasta el color del polvo de
cada libro, sin mi ayuda te irás sin nada.
–Argento Riazor observó detenidamente al viejo bibliotecario, se veía amable, él
ya había escuchado que la biblioteca de Beocia era gigantesca, necesitaba la ayuda
de ese hombre, se sinceró con él.
–Está bien, le diré mis intenciones, necesito conocimiento para obtener la
espada suprema Valhalla.
–Finalmente un Riazor busca la espada que les pertenece... – comentó el
bibliotecario.
–Eso fue hace cientos de años, en épocas ya olvidadas, ahora la espada
suprema de mi familia es Abigael – lo corrigió el joven Argento.
–Realmente te falta conocimiento, muchacho, pero vamos a dejar eso de lado
por el momento, aquí lo importante es informarte que "la espada blanca" está fuera
de tu alcance, necesitas controlar el hielo para ser su portador.
Argento Riazor sonrió.
–Por eso necesito sus libros...
–Eres un Riazor de primera línea, tú futuro está asegurado... ¿por qué quieres a
Valhalla?
–Porque quiero el poder, pero sobre todo deseo restregársela en el rostro a mi
hermano, voy a pelearle el Patriarcado de mi familia...
–¿Irás en contra de Aureo Riazor? – preguntó interesado Darius Rashad.
–Así es...
–Me convenciste, no entiendo lo que quieres hacer ni creo que lo consigas, pero
mi biblioteca está a tu disposición.
Argento Riazor se quedó tres años en Beocia, estudió día y noche los libros
prohibidos, estableció su laboratorio en los linderos fuera del paraje, experimentó
primero con animales y después con personas, nada le importaba, sólo realizar su
objetivo.
Creó en su laboratorio los aparatos que necesitaba para sus experimentos,
todo lo que necesitaba lo importó del extranjero a través de terceros, las máquinas
que necesitaba no existían más que en su mente, él tuvo que construirlas, su mayor
logro era una plancha metálica capaz de drenar el poder, estaba hecha a base de
agujas, necesitaba incrustar el dominio sobre el hielo hasta la médula de sus
huesos.
Cuando finalmente se sintió listo se fue en busca de los dos guerreros que
necesitaba, los que le darían el poder máximo sobre el hielo, el primero de ellos era
un hombre que vivía en Ishtar, un desconocido en la actualidad, un guerrero
conocido en esos viejos libros como Sir Aquiles.
El joven Riazor contrató a más de doscientas personas para seguir a su
objetivo, prácticamente todas las personas que rodeaban a su blanco eran sus
espías, el hombre llevaba una vida común y corriente, como cualquier persona, tenía
un empleo muy bien remunerado y una familia, imposible ubicarlo como un poderoso
guerrero a menos que alguien como Argento hubiera investigado su identidad en los
libros prohibidos.
Después de seguirlo y aprender su rutina, en un par de semanas logró
emboscarlo y auxiliándose de un potente veneno artificial de su propia invención
consiguió capturarlo.
El siguiente objetivo del joven Argento fue todavía más difícil de capturar que el
primero, ni que hablar de las implicaciones morales que eso conllevaba, se trataba
de su padre y actual Patriarca de la familia Riazor: Cúper Riazor, el máximo
controlador del hielo del país. Argento necesitaba el poder de su progenitor sobre el
hielo y sobre todo su capacidad para manejar la llamada estrella polar.
Si deseaba capturar a su padre, Argento requería ayuda, para poder
secuestrarlo necesitaba sacarlo del palacio de gobierno, no era como Sir Aquiles
que vivía en Ishtar, Cúper Riazor era una importante figura pública, el máximo
guerrero y más importante de su Clan, casi imposible de atrapar, casi... Por el
momento Argento dejó de lado la captura del Patriarca de su Clan, ya lo atraparía
cuando necesitara de él.
Finalmente el mismo Gorthys le fue cedido a Argento por Darius para que
experimentara con él, ya tenía todos los elementos, sólo le faltaba que sus cálculos
fueran correctos para alcanzar el poder máximo del hielo, su sangre era la de un
Riazor de raza pura, tenía las células heladas en su cuerpo, sólo había que
activarlas, para eso estaban sus huéspedes obligados.
Argento empezó experimentando en Sir Aquiles, no sabía cuánto tiempo lo iba
a poder contener hasta que el veneno y los experimentos destrozaran su cuerpo por
completo, el poder de ese hombre era único, era incapaz de morir, su cuerpo por sí
solo se adaptaba a cualquier ataque.
Clonó una y otra vez el cuerpo de Sir Aquiles, tardó año y medio antes de
destrozar por completo al guerrero, cuando finalmente la piltrafa de esqueleto que
quedaba de él ya no le servía de nada, se enfrentó a un gran dilema, no podía
arriesgarse a que se volviera a regenerar, Darius Rashad había sido muy claro con
eso, Sir Aquiles era muy peligroso, le recomendó encarecidamente que en cuanto
tuviera la oportunidad desintegrara por completo su cuerpo.
Al joven Riazor le costó trabajo decidir, estaba maravillado con el cuerpo de
ese hombre y los gigantescos avances que había logrado en sus investigaciones, se
vio tentado a dejarlo encerrado y esperar a que se regenerara, al final ganó su
ambición y no se deshizo de él, en cuanto Sir Aquiles recuperó un poco de su poder,
huyó.
Con su padre el tratamiento sería diferente, lo tendría todo el tiempo drogado
extrayéndole su poder, él completaría la última fase de su plan para ser el amo de
los hielos. Argento jamás vio a Cúper como su padre, era un imbécil más como
todos los otros que lo minimizaba, peor aún, se avergonzaba de él porque no podía
controlar el hielo y además no tenía un poder especial, para el Patriarca de los
Riazor el intelecto superior de su hijo no era algo para sentirse orgulloso, ya le
demostraría Argento su gran error.
Gorthys fue un paciente conejillo de indias, cuando Argento obtuvo lo que
quería de él lo dejó ir, Darius Rashad no debía enterarse más de lo necesario de sus
experimentos. El cuerpo de Gorthys le servía para experimentar la intensidad con la
que debería manejar sus aparatos en su persona.
Por fin llegó el día, su poder sería drenado y adquiriría parte de las habilidades
de Sir Aquiles, se acostó sobre la plancha de metal, apretó los dientes y soportó el
dolor.
Fueron meses de tortura pero los aguantó, las agujas metálicas se le
encajaban en los músculos, en los nervios y hasta en los mismos huesos, bloqueó
por completo sus emociones, el dolor era algo indescriptible pero tuvo que
aguantarlo, no podía esposarse porque debía verificar que todo estuviera bien, su
único grillete era su fuerza de voluntad.
Las agujas en su cabeza eran una cuestión aparte, el dolor en el cerebro no
tenía comparación con ningún otro y Argento no sólo debía soportarlo, debía estar
consciente y al pendiente de sus máquinas y medidores para que todo fuera bien.
Después de seis meses de tortura finalmente lo había logrado, era un
recipiente vacío y completamente moldeable, entonces pasó a la siguiente etapa de
su plan. De nuevo solicitó la ayuda de Darius Rashad quien otra vez envió a su
ayudante Gorthys para que auxiliara al joven inventor.
Cúper tenía una gran afición por el montañismo, le encantaba escalar los
grandes picos helados de Riazor, era un gran alpinista al que nadie podía seguirle el
ritmo. Argento esperó con infinita paciencia a que su padre se fuera a escalar y
entonces, cuando estuvo completamente solo, con la ayuda de Gorthys capturó al
Patriarca.
El procedimiento ya le era conocido y lo aplicó de inmediato, primero adquirió
para sí el poder de su padre de controlar el hielo cristal, poderoso elemento tan duro
como el diamante, su piel de por sí resistente se volvió impenetrable, después robó
el poder de la estrella polar, el dolor fue todavía más intenso que el sufrido en la
plancha de metal pero su cerebro ya estaba acostumbrado, lo soportó todo.
La energía de su nueva piel impenetrable así como su dominio sobre la estrella
polar combinada con sus células Riazor le dieron el poder del máximo controlador
del hielo. Una vez que Argento tuvo éxito, Cúper Riazor vio cumplido su deseo de
morir y descansar de semanas de tortura.
Argento Riazor entonces se preparó para la siguiente etapa de su plan, la
principal, cerró su laboratorio, lugar que sería su segunda casa y en donde en el
futuro experimentaría con muchos guerreros, sólo dos sobrevivirían a sus mortales
máquinas, su hermano Aeris y el hijo de éste: Dorian.
Argento se dirigió entonces a la residencia de su familia en Lacerta, tenía el
tiempo encima, la entrega de las armas supremas se realizaría en unos días,
necesitaba el mapa de la ubicación de Valhalla, "la espada blanca", ahí se encontró
con su hermano, Aureo.
–Finalmente te apareces... – le reclamó el primogénito de su familia –. Llevas
años desaparecido y sin informar a nadie de tu paradero.
–¿Y a ti qué diablos te importa en dónde me encuentre? – le espetó Argento.
–Me importa si estás pactando con mi enemigo, podrás haber ocultado los
rastros de en dónde has estado, pero no puedes esconderte de mí.
–Si ya sabes dónde he estado no me reclames mi silencio, lo de Darius Rashad
no es de tu incumbencia.
–Ten cuidado, Argento – le advirtió amenazante Aureo a su hermano menor –,
no quieres tenerme de enemigo.
–En eso estamos de acuerdo, lo mismo te digo.
–Puedo patearte el trasero cuando quiera...
–Si no te temía cuando éramos niños menos ahora – le espetó Argento a su
hermano –. Podemos poner a prueba nuestro poder cuando quieras...
En ese momento Aureo desapareció, era solamente una ilusión, la habitación
en la que realmente se encontraba se empezó a congelar, con su poder sobre el
agua contrarrestó el hielo, la puerta de la entrada salió volando por la presión del
líquido vital, del otro lado de la puerta estaba Argento recargado contra la pared, con
las piernas cruzadas y las manos en los bolsillos en una pose por demás arrogante.
–Te dije que no soy el mismo, hermano, tu poder psíquico no sirve conmigo, fue
lo primero que aprendí a bloquear, si quieres vencerme tendrá que ser con el
elemento agua.
–Veo que tuviste éxito en tu loco deseo de controlar el hielo. ¿A qué viniste?
–Por la ubicación de Valhalla.
–Morirás al obtenerla.
–Ese es mi problema, mejor para ti si muero, sólo te pido una cosa, no influyas
en el Consejo de Familia de los Riazor o uno de los dos perderá la vida.
Argento compareció ante el Consejo de Familia de los Riazor, solicitó la
ubicación de la espada suprema Valhalla, fue cuestionado por los integrantes del
Consejo.
–¿Por qué quieres obtener "la espada blanca"? – le preguntó uno de sus
familiares.
–Por la gloria de nuestra familia – respondió Argento con toda seguridad.
–Pero tú no puedes portarla – le indicó otro familiar –, sólo un controlador de la
energía elemental hielo puede, tú manejas el viento.
Argento les mostró su control sobre el hielo, era superior al de todos los
presentes juntos. El presidente del Consejo era su padre pero no había asistido,
llevaba mucho tiempo desaparecido, el segundo al mando lo interrogó.
–Impresionante lo que has mostrado, no voy a preguntar cómo lo conseguiste,
eso es asunto tuyo, lo que sí debemos saber es ¿qué piensas hacer una vez que
obtengas a Valhalla?
–Si sobrevivo a la prueba voy a buscar el Patriarcado de la familia.
–Ese derecho le corresponde a tu hermano.
–Le corresponde porque será el portador de Abigael, "la espada azul", pero al
ser yo también un FILO Divino tengo derecho al cargo, Aureo será el Gobernador y
yo el Patriarca.
–Es justo, hablaremos de ello si obtienes la espada...
Argento logró obtener la ubicación de Valhalla, como lo suponía se encontraba
en la parte más fría de la tundra de Riazor, se preparó para partir pero antes pasó a
ver a su madre. La encontró en su habitación.
–¿Puedo pasar?
–Adelante hijo – la madre de Argento Riazor sonreía a su hijo, estaba orgullosa
de él.
–¿Aún no hay noticias de papá? – preguntó hipócritamente.
–No, lo cual es una suerte para ti – le dijo su madre con una sonrisa de
complicidad –, bien sabes que él no estaría de acuerdo con tu decisión.
Argento hizo una mueca de molestia, siempre había sido lo mismo con su
padre, sólo tenía ojos para su primogénito, sin embargo, su madre lo apoyaba a él.
–Pero tú votaste a mi favor...
–Yo tengo mis propias opiniones, estoy segura que si te negábamos la
ubicación de Valhalla tú la habrías encontrado, lo que hiciste con tu energía es algo
inaudito, no existen los imposibles para ti, sólo quiero que recuerdes que tu vida es
más valiosa que una espada, suerte, hijo, y por favor, cuídate.
–Los guantes.
–Es verdad, en seguida te los doy...
Argento recibió los dos guantes blancos de manos de su madre, al ser un
Riazor el último portador de Valhalla ellos conservaban el complemento que le
permitía al máximo controlador del hielo portar "la espada blanca" sin ser absorbido
por su poder.
El futuro guerrero Odín se despidió de su madre y se encaminó a su destino,
llegó a la parte más alta del monte conocido como Edda, ahí encontró una entrada,
la puerta hacia la muerte.
El joven Riazor empezó su camino descendente, conforme más bajaba el frío
era más intenso, de poco le sirvió la armadura robada de su padre, su cuerpo estaba
completamente entumido, sus articulaciones no le respondían, sentía que en
cualquier momento al avanzar su pierna se rompería y con ella todo su cuerpo.
Pero siguió avanzando, para entonces el dolor ya no significaba nada para él,
podía soportar mil veces lo que sufrió en su laboratorio, su cerebro estaba preparado
para todo, la preocupación que tenía era por su cuerpo.
Después de horas de descenso la vio, un resplandor blanco iluminaba a
Valhalla, la espada era realmente hermosa, hipnotizado se olvidó del frío y se acercó
a ella, estaba a punto de entrar en la esfera inmaterial luminiscente que la rodeaba
cuando una garra gigantesca se cernió sobre su garganta.
Odín despertó de su letargo, conocía a la bestia, era el dragón blanco con el
que había combatido cuando llegó por primera vez al paraje de Beocia, una vez más
Darius Rashad lo estaba salvando.
Se colocó los guantes de poder y la luz de la esfera que rodeaba a Valhala bajó
su intensidad, era una protección helada del cero absoluto, si Odín hubiera
ingresado el movimiento de sus células se habría detenido y él hubiera muerto.
Gracias a los guantes de poder el nivel de congelamiento era letal pero
superable, ahora todo dependía de su capacidad para soportar el dolor, debía estar
consciente, tomar la espada y reclamarla, un metro lo separaba de su sueño, de su
objetivo principal, pero también de la vida o la muerte.
La mano derecha ingresó a la luz, inmediatamente se congeló, la punzada que
sintió le dio un nuevo significado a la palabra dolor, el cuerpo de Argento se tensó
por completo, sus ojos se congelaron desde adentro.
Había perdido el sentido de la vista, ahora debía actuar con más prudencia, la
espada estaba en línea recta, no debía desviarse, avanzó unos centímetros más, el
dolor aumentó, Argento lamentó que no fuera el sentido del tacto el que hubiera
perdido.
Siguió adentrando su mano, de repente escuchó un rugido del dragón de hielo,
se detuvo unos instantes, estaba seguro que algo había sucedido, pero no podía
detenerse a pensar mucho en ello, estaba muriendo.
Comenzó a mover la mano a su derecha hasta que escuchó otro rugido, volvió
a regresar la mano hasta que oyó un leve gruñido, entonces entendió que se había
desviado y la bestia lo estaba alertando.
Rogó a los Dioses que su sentido del oído fuera el último en desaparecer pero
no lo escucharon, él tampoco volvió a escuchar, un intenso dolor lo atacó en el
tímpano, la punzada fue tan intensa que se arqueó por el golpe de frío y perdió por
completo la orientación de donde se encontraba la espada.
No tenía tiempo para desperdiciar, empezó a gritar y mover la mano, entonces
sintió el frío en la garganta, un frío distinto, que no venía de su interior, el dragón lo
estaba guiando nuevamente.
Argento empezó a gritar otra vez hasta que lo calló otra ráfaga helada, sus
cuerdas vocales quedaron destrozadas pero no le importó, seguía en el camino
indicado.
Cuando el frío le llegó a la garganta sitió que estacas heladas le salían del
cuello, pero él siguió avanzando, inmediatamente después colapsó su sentido del
olfato, estaba a un paso de la muerte, ya ni siquiera sentía cómo el dragón blanco
con su energía psíquica lo ayudaba, controlaba la teletransportación, cada que
Argento desviaba la mano la bestia lo teletransportaba a la dirección correcta.
Por fin todo terminó, ya no pudo seguir avanzando, no sentía nada, falló, se
dejó llevar por el dulce sueño de la muerte, su cuerpo se quedó de pie, rígido,
estático, el frío inexorablemente lo había consumido por completo.
Mientras se dejaba llevar a su muerte, Argento Riazor tuvo un momento de
lucidez, pensó para sí mismo: ¿lo habré logrado? Concentró toda su energía en la
mano derecha, el poder de la estrella polar que se había negado a utilizar para
protegerse cubrió su extremidad unos segundos, suficientes para que los dedos de
su mano que no avanzaba más porque había alcanzado su objetivo se cernieran
sobre la empuñadura de la espada blanca, la esfera luminosa desapareció.
En ese momento la sangre volvió a correr por el cuerpo de Argento, sus ojos se
descongelaron, se tornaron azul brillante y el símbolo de su guante derecho apareció
en lugar de su pupila, de igual forma en su cuello surgió el tatuaje del símbolo de su
mano izquierda, su cuerpo se cubrió de una armadura del mítico hielo azul, el más
poderoso de todos.
El adolescente había alcanzado su objetivo, después de muchos años otro
Riazor finalmente volvía a portar a Valhalla, "la espada blanca". Argento se convirtió
en un semidiós.
Después de lograr su proeza, Argento Riazor regresó a la capital Lacerta con la
espada, fue recibido como un héroe, pensaba regresar de inmediato a la escuela del
Cinturón, por fin pisaría el patio que le estuvo vedado por casi quince años.
El padre de Argento sería declarado muerto una semana después, la
infructuosa búsqueda de su cuerpo era inútil después de tanto tiempo, el Consejo de
Familia aceptaría la propuesta del segundo hijo de Cúper y lo nombraron su sucesor
como Patriarca familiar.
Aureo y Argento estuvieron a punto de llegar a los golpes, el futuro gobernador
culpaba al futuro patriarca de matar a su padre, el amo del hielo azul lo negó todo,
gracias a la intervención de su madre se evitó una tragedia.
En la escuela del Tercer Distrito como todos los días, Elektra y Michelle fueron
a comer con Dorian, el portador de Durandal se encontraba en una de las prisiones
del acrílico especial de Ganesh que inhibía sus poderes, de igual forma tenía un
brazalete en la mano izquierda como los que usaban los habitantes convictos del
Quinto Distrito.
Dorian nunca hablaba, simplemente se limitaba a comer, era la única manera
que tenía de hacer que sus amigas se fueran, ambas platicaban con él aunque
nunca recibían respuesta.
–Los gemelos han sobrevivido a su lucha contra los Arcángeles Caídos –
comentaba Michelle –. Lástima que una de las hijas de Aries murió en la pelea, pero
al parecer la otra tenía una relación sentimental con Pol y se ha unido a la causa...
Dorian escuchó el relato que a grandes rasgos Elektra y Michelle le narraron de
la batalla de los gemelos y la muerte de casi la mitad de los miembros del Círculo del
Zodiaco.
Apuró su comida, ni siquiera veía de frente a sus compañeras, no tenía el valor,
en cuanto terminó sus alimentos se quedó estático, como siempre, viendo hacia el
suelo y esperando ansiosamente que se retiraran.
Ya casi para retirarse, Elektra hizo el ultimo comentario, ese que sabían
levantaría de su letargo a Dorian, lo que estaba a punto de escuchar aunque era
cuestión de tiempo no se lo esperaba.
–Dorian, por fin encontramos al señor Riazor, Cross y Arlés fueron a su
encuentro.
Tal y como las chicas se lo esperaban, la reacción de Dorian fue de sorpresa,
se levantó de inmediato y les preguntó a sus compañeras:
–¿Fueron solos?
–Sí – respondió Michelle.
–Entonces ya están muertos.
Caris paseaba con Daniela Malka por la escuela, siempre lo hacían cuando las
chicas iban a comer con Dorian, por lo general platicaban de Cross, Tamiel quería
saberlo todo acerca de su hijo y que mejor que conocerlo a través de los ojos de
quien lo amaba, aunque últimamente ninguna de las chicas se sentía cómoda
hablando de él. En esa ocasión aunque Escorpión era el tema de conversación, su
historia no tenía nada que ver.
–Te ves muy nerviosa, Caris.
–Perdón, señora, es que siempre me pongo así cuando Cross sale a combatir.
–Yo también, pero no podemos cuidarlo todo el tiempo, mi hijo es un guerrero,
hay cosas que debe hacer él solo, enfrentarse a sus demonios es una de ellas...
–Pero Odín es un FILO Divino, yo sentí personalmente su poder, es algo
indescriptible, superior a cualquier cosa, mi padre también era muy poderoso y cayó
ante Budha, cuando dicen que esos tipos se creen dioses la verdad es que no están
del todo errados.
–Conozco bien a casi todos los FILOS Divinos, estudié con ellos, pero te he de
confesar que Argento Riazor es al que menos traté, prácticamente lo conocí el día
que le entregaron su espada suprema, pero hay algo que debes saber, hasta los
dioses caen si estableces la estrategia correcta.
–¿Cómo lo sabe?
–Yo vencí a la anterior Amaterasu.
–¿Usted sola? – Caris veía a Tamiel con escepticismo, no creía que una sola
persona fuera capaz de derrotar a un FILO Divino.
–Aunque no lo creas, tenía que salvar a mi hijo, a Cross, eso me dio fuerza,
aunque al final fracasé.
–Pero logró vencer a un FILO Divino, a uno de la misma generación de los
monstruos que gobiernan Arcadia.
–Lo hice, y sé que mi hijo y Fenrir tendrán éxito, los dos tienen un don muy raro,
independiente de sus poderes, estoy segura que eso hará la diferencia...
–¿Cuál es ese don? – preguntó intrigada Caris, sobre todo por Fenrir, a quien
siempre rodeaba un halo de misterio.
–Sus intelectos, su mente superior los ha llevado a alcanzar un nivel de
conocimiento por encima del de cualquiera...
–No entiendo...
–Te lo explicaré de otra forma. Hay algo llamado técnicas de copiado, se
refieren a la capacidad de un guerrero de absorber el conocimiento de las técnicas
del rival y aprovecharlas en beneficio propio, hay cinco técnicas distintas: elemental,
natural, psíquica, de habilidad y de técnicas de combate.
–Papá manejaba la elemental...
–En efecto, con su técnica de espejo, Tezcatlipoca podía copiar cualquier
técnica elemental y usarla como propia con todas sus variantes, yo tengo la misma
capacidad con la energía psíquica, tu amiga Selene hace lo propio con la energía
natural...
–Igual que Connor...
–No, Brahma adquiere para sí mismo las características y poder de las bestias,
Kwan Yin las reproduce, parece lo mismo pero no lo es, quien tiene la habilidad de
copiado es la portadora de Samsara.
–Cross puede copiar a la perfección cualquier habilidad con la espada con sólo
verla una vez...
–Así es – dijo Tamiel con orgullo –. Pero no sólo hablamos de técnicas con la
espada, puede copiar cualquier habilidad de pelea. Mi niño heredó el talento de
copiado de su madre...
Caris sonrió, Daniela le devolvió el gesto, le encantaba en especial esa niña,
tenía cierta inocencia que la doblegaba, su ser interior superaba su belleza que era
mucho decir, la portadora de Scylla siguió preguntando:
–¿Y la habilidad de técnicas?
–Esa la posee Arlés, ese muchacho es extraordinario, nadie realmente conoce
su poder, lo oculta a la perfección y sólo lo demuestra cuando es absolutamente
necesario, Fenrir puede a través de su poderoso hielo copiar todas las técnicas
elementales que ha visto, no dudaría en decirte que ni Drakkar vio su poder real, el
portador de Droma es tan poderoso como un FILO Divino.
El FILO Divino número diez no tuvo más remedio que alcanzar la última fase de
su poder, en sus ojos se formó el símbolo de diez puntos:
De igual modo en el costado izquierdo de su cuello se formó el símbolo
definitivo del hielo, el símbolo del hielo azul:
Drakkar fue transferido a su antigua prisión, ahora era tratado de una manera
menos ruda, solicitó hablar con Elektra, la portadora de Spartha se presentó ante él.
–¿Qué sucede, Basty?
–Elektra... ¿Michelle te contó lo de mi padre?
–Sí – Elektra no pudo evitar sentir lástima por Bastián, a pesar de lo que
Argento Riazor había hecho, debía ser muy duro enfrentar la muerte de un padre.
–Por favor, yo sé que fue un monstruo pero me consta que a ti siempre te quiso,
déjame sepultarlo como es debido.
–Yo me encargaré de eso, Arlés ya me dio la ubicación del lugar en el que él y
Cross combatieron con el señor Riazor, iba de salida.
–Permíteme acompañarte, déjame despedirme de mi padre...
–No puedo hacer eso, Bastián...
–Por lo menos llévate esto – Bastián le ofreció una moneda a Elektra –.
Rómpela cuando estés frente a mi padre, uno de mis clones surgirá para
despedirme...
–No sé... – La portadora de la espada sagrada Spartha veía con desconfianza a
quien consideraba como un tío divertido, a pesar de todo lo que había pasado,
apreciaba a Bastián.
–Por favor – insistió Drakkar –, es lo único que deseo, a cambio haré lo que me
pidas...
–¿Cómo lograste formarla? – Athena observaba con curiosidad la moneda
congelada –. Tus poderes han sido inhibidos...
–Con mucha concentración y paciencia – respondió Drakkar guiñándole un ojo a
Elektra y pasando la moneda entre sus dedos de la mano derecha a gran velocidad
para después hacerla desaparecer y mostrarla nuevamente en la palma de su mano
izquierda, sabía que ese truco siempre le había agradado a la despampanante rubia
cuando era pequeña.
–Está bien... – Athena no pudo reprimir una sonrisa, cogió la moneda de la
mano de Bastián y después lo golpeó en el rostro, el FILO Oscuro empezó a
sangrar.
–Lo siento, Basty, tenía que asegurarme que se queda el verdadero...
–No hay problema, preciosa, de verdad te agradezco lo que haces por mí...
Elektra ya no respondió, se guardó la moneda y salió al aire libre, sus ojos se
tornaron gris claro y sus pupilas desaparecieron, en su lugar se formó el símbolo que
la distinguía como el FILO número once, convocó al Dragón de Luz y se fue volando
sobre su hermosa bestia buscando al que en vida fuera su padre adoptivo.
Después de buscar por un par de horas finalmente Elektra encontró la
ubicación donde se encontraba el cadáver de Argento Riazor, el cual apenas
asomaba sobre la nieve, parecía el cascarón de lo que había sido uno de los
guerreros más poderosos del país.
Athena rompió la moneda que Bastián le entregó y un clon de Drakkar surgió,
trató de congelar a su padre pero el cuerpo de Odín se convirtió en finos pedazos de
nieve que el FILO Oscuro guardó utilizando su gabardina como bolso.
Elektra y el portador de la espada oscura Indra guardaron unos minutos de
silencio, Athena se lamentó que ese fuera el funeral de Argento Riazor, que
únicamente ella y Bastián sintieran su muerte, pero así eran las cosas, Odín había
sido un hombre que durante toda su vida se dedicó a hacer enemigos, seguramente
si los Dioses le hubieran dado más tiempo de vida, ni siquiera ella o Bastián lo
hubieran despedido.
–Eso es todo, Bastián, debo regresar – Elektra le extendió la mano al FILO
Oscuro para que le entregara los restos de Argento Riazor.
–Déjame volver contigo – le pidió Bastián a través de su clon –, yo llevaré los
restos de mi padre.
–Te los entregaré cuando llegue a la escuela.
Bastián pensaba desaparecer en el aire de regreso a la escuela del Tercer
Distrito, pero ante la negativa de Athena tuvo que descubrirse.
–Lo siento, Elektra, pero me voy, mi padre debe ser despedido como un Riazor,
en su tierra y ante su familia, no como un pobre diablo, lamento huir de esta manera,
sé que te causaré inconvenientes con tus compañeros pero te aseguro que el
movimiento no tendrá más problemas conmigo, me retiro, te prometo que no olvidaré
tu bondad y lo que hiciste por mí, te lo pagaré.
Athena inmediatamente trató de destruir el clon de Drakkar convirtiéndolo en
energía pura pero era demasiado tarde, los ojos del FILO Oscuro se tornaron azul
oscuro, sin perder el tiempo invocó en ese momento a su bestia mítica, el dragón
Vitra.
La bestia mítica atacó a la portadora de Spartha con energía elemental hielo
mientras el clon de Drakkar ingresaba en su vientre, entonces ambos
desaparecieron, al entrar el cuerpo del clon en contacto con su bestia mítica en sus
ojos desapareció su pupila y en su lugar apareció el símbolo que lo distinguía como
el FILO Oscuro número cuatro.
Una vez que se sincronizó con su bestia el cuerpo de Drakkar hizo la
trasferencia, el guerrero encerrado en el Tercer Distrito sintió el choque eléctrico en
el cerebro que le envió el brazalete en su brazo derecho, se empezó a deshacer,
ahora el clon era él, Bastián entonces se dirigió a su tierra con los restos de su padre
envueltos en una gabardina y con una sola idea en mente: la venganza.
La primera vez que Michel vio a Elan y a Alanah juntos, ésta tomó la mano de
su supuesto novio y lo besó en la mejilla, eso enfureció al futuro Arcángel que se le
fue a los golpes al niño De Grieff.
La pelea estaba pareja, nadie entendía cómo alguien que nunca se peleaba
como Elan pudiera golpear de esa manera a Michel, quien junto con Hager Brunn
era el chico más rijoso de la escuela.
En plena pelea, la Subdirectora de la escuela, Lady Madeleine, los separó,
cualquiera diría que Michel no tendría problemas, aunque la Espada Real de la
Orden de Arcadia era la tía del pequeño Yaotl, por como lo cuidaba parecía su
madre, pero había un elemento a considerar, toda la escuela sabía que Elan De
Grieff era el consentido de la guerrera portadora del arma del alfabeto antiguo Delta
(δ).
Lady Madeleine se llevó de la mano a Elan y de la oreja a Michel, cuando
llegaron a su oficina el futuro Arcángel le reclamó.
–¿Por qué a mí me maltratas y a él no...?
–¿Quién empezó la pelea? – preguntó la Espada Real con autoridad
interrumpiendo el reclamo de su sobrino.
–Él fue... – respondió Michel de inmediato, lo hizo con total seguridad señalando
a Elan.
Lady Madeleine levantó con su poder sobre el viento a su sobrino.
–Bien sabes que me enfurece que me mientan...
–No miento – se defendió Michel, se sentía furioso porque su tía no le creía, no
dejaba de señalar al miembro del Clan De Grieff –, él empezó, me robó a mi novia.
De la sorpresa Lady Madeleine dejó caer de golpe a Michel quien se dio un
nuevo azote contra el piso, mientras el pequeño Yaotl se levantaba doliéndose de
las caderas, la Espada Real le pregunto a Elan:
–¿Es cierto eso?
Elan levantó los hombros.
–Alanah es mi amiga, yo ni siquiera sé lo que es ser novios, pero si eso significa
que nos gusta caminar tomados de la mano entonces es cierto que es mi novia, pero
le aseguro que ella nunca ha aceptado las propuestas de Michel.
Lady Madeleine sonrió al escuchar la respuesta de Elan, quiso agarrarlo a
besos y jugar con sus cachetes, pero no podía hacerlo con su sobrino ahí, Michel lo
negó todo.
–¡Eso no es cierto!
–¿Quieres que traigamos a Alanah para que nos aclare todo? – preguntó Lady
Madeleine.
Michel Yaotl agachó la cabeza, sabía que estaba perdido, Alanah siempre le
dio alas pero lo negaría todo, al fin y al cabo su novio era Elan, ahora sería
castigado por revoltoso, peleonero y mentiroso, otra vez... la Directora volvió a
preguntar.
–¿Quién dio el primer golpe?
–Fui yo – respondió Elan.
–¿Por qué tú? – preguntó sorprendida Lady Madeleine, conocía el carácter
tranquilo y pacífico del hijo mayor de Aries.
–Porque evité la primer patada de Michel y después lo golpee en la cara.
–Ya veremos qué dice tu padre acerca de eso... – le dijo la Directora a su
sobrino, éste puso cara de espanto.
–No, tía, a mi padre no, cumpliré el castigo que sea...
–Ambos están castigados – Lady Madeleine interrumpió la súplica de su sobrino
–, tú Michel, por peleonero, como siempre, y tú Elan, porque estás muy niño para
andar de novio, cumplirán horas extras de clases, ya veré en que andan bajos de
calificaciones para que estudien más, ahora retírense los dos.
Los dos niños se retiraron, Michel se fue tranquilo pensando en que al menos
él no había sido el único castigado, cuando Elan se volteó para cerrar la puerta de la
Subdirectora, ésta lo señaló y negó con la cabeza, el pequeño De Grieff entendió la
seña y le sonrió a "la Espada Maestra", él no cumpliría ningún castigo.
Alanah Abrahams y Elan De Grieff empezaron a convivir más tiempo, siempre
estaban juntos y tomados de la mano, el futuro Aries por fin aceptó que esa niña era
su novia cuando ella lo besó en los labios, su relación siguió por varios años más
hasta que Ambar Hobbs se interpuso entre ellos.
Todo terminó cuando Alanah quiso enseriarse con la relación, estaba
profundamente enamorada de Elan y quería que éste se comprometiera con ella a
futuro, el próximo portador de Arietis aún no había olvidado a Ambar Hobbs y menos
porque era una de las mejores amigas de su novia.
Elan estaba harto de las insistencias de Alanah, la chica estaba obsesionada
con él, quería incluso que pasara las vacaciones con ella, él se negó diciendo que
era su obligación ir a Hamal, al final, Alanah le puso un ultimátum: ella o su familia.
El joven De Grieff no lo pensó ni un instante, terminó con ella y se fue de
vacaciones a la casa de campo de su familia en Hamal. A su regreso, Alanah lo
buscó, le pidió perdón por su comportamiento pero Elan se negó a regresar con ella,
fue entonces cuando Ambar vio su oportunidad. El futuro Aries había visto a su ex
novia buscándolo en los jardines y se ocultó detrás de un árbol, la chica Hobbs le
picó las costillas.
–¿De quién te escondes?
–De nadie... – respondió un sorprendido Elan.
–Ah, yo pensaba que te ocultabas de alguien, mira, ahí está Alanah, voy a
llamarla para que nos acompañe...
–Elan le tapó la boca a Ambar y se ocultó con ella detrás del árbol.
–¡Cállate! Está bien, me oculto de Alanah.
–¿Por qué? – preguntó Ambar con malicia, ya estaba enterada de lo que había
sucedido entre Elan y su amiga –. ¿Ya no son novios?
–No – respondió Elan secamente sin dar más explicaciones.
–¿Se puede saber el motivo? – Ambar presionaba a Elan para ver hasta dónde
lo podía orillar.
–No lo sé – Elan pensó en que no tenía nada de malo "abrirse" con Ambar,
siempre habían sido buenos amigos –, de repente Alanah se puso muy intensa...
–¿Y eso no te gusta?
–No – en ese momento Elan recordó cómo Alanah lo buscaba a todas horas
para estar con él –, me asfixia.
–¿Qué tan intensa estaba?
–Demasiado – comentó el futuro patriarca de los De Grieff mientras de reojo
vigilaba a Alanah –, hasta de boda hablaba...
–¡Nooo! – exclamó Ambar llevándose ambas manos a las mejillas –. ¿Está
loca? ¿A su edad?
–Es lo que yo pensé, a mí me gusta que sean más abiertas, divertidas,
cariñosas pero que te dejen ser, como...
–¿Cómo yo? – lo interrumpió Ambar recargando su cuerpo en el de su
compañero.
–Algo así – respondió Elan alejando a la hermana de Michel, el contacto con el
cuerpo de la chica lo puso nervioso –, tú eres una excelente amiga y dejas a los
demás ser.
–¿Te gusto? – le preguntó Ambar a su compañero directamente, queriéndolo
sorprender.
–Sabes que sí – respondió Elan sin sentirse avergonzado –, siempre me has
gustado.
–Pero preferiste a Alanah.
–Eso fue un error.
–Error que te va a costar caro, ahora sólo podemos ser amigos...
–No hay problema, lo último que quiero ahora es una novia.
Ambar besó a Elan en los labios, éste al principio se sorprendió pero después
le correspondió, se siguieron besando hasta que escucharon un grito, cuando Elan
alzó la vista vio a Alanah.
–¿Qué estás haciendo Elan?
–Alanah... – respondió un sorprendido Elan.
–Tu novia soy yo... – le dijo Alanah viendo furiosa a Ambar.
El joven De Grieff volteó a ver a Ambar quien sólo levantó una ceja mientras le
sonreía retadoramente, Elan vio en ese momento la oportunidad perfecta de
deshacerse de Alanah.
–Creo que desde el principio dejamos en claro que no éramos novios, no quiero
que te acerques a mí, tu presencia me asfixia...
–Pero yo te amo... – Unas lágrimas empezaron a asomar por los ojos de
Alanah.
–Yo no, lo siento...
–No me dejes, Elan – Alanah rogaba mientras veía la mueca burlona de su
supuesta amiga –, no por ella...
–No te dejo por ella ni por nadie, estoy aquí para estudiar y entrenar, eso es lo
que voy a hacer, con permiso.
Elan se fue dejando a las dos chicas solas, Alanah no podía contenerse las
ganas de golpear a Ambar pero tuvo que hacerlo, aunque había nacido con un gran
poder ella era una estudiante regular, en un pacto de su familia con la Casa Yaotl, la
chica Abrahams le tuvo que ceder parte de su poder de nacimiento a su hermano
Thorsten para que éste ingresara a la Legión de los Iluminados, en cambio su rival
tenía sangre Hobbs y Yaotl, era la máxima controladora del viento, la única chica en
la escuela tan fuerte como ella era la hermana de Elan: Eloise.
Alanah se volteó y se fue llorando, Ambar ni siquiera sintió pena por ella, la
odiaba, le había quitado a Elan auxiliándose en el idiota de su hermano Michel,
ahora era su turno de conquistar a Elan y nadie se interpondría en su camino.
Ambar de inmediato se metió en la vida de Elan; ayudada por sus primos: los
Hobbs, logró mantener a raya a su hermano. El joven De Grieff no tuvo ninguna
oportunidad ante ella, cayó rendido.
La relación de ambos duró algunos años hasta que se presentó la muerte de la
madre de Elan, el fallecimiento de Astrid Gomm dejó a su hermano pequeño
desamparado y su padre lo enviaría a entrenar con el Clan Elnath a la ciudad bajo
las montañas Aldebarán, en el estado de Hamal.
Eloise se negó por completo, tuvo una gran discusión con su padre, le dijo que
su madre nunca permitiría que el pequeño Edgar se fuera, su hermanito sería criado
por ella y entrenado en la residencia de los De Grieff en el Primer Distrito de Arcadia.
Elan se sintió responsable por sus hermanos y dejó la escuela del Cinturón
para irse a entrenar con su padre a las instalaciones del Círculo del Zodiaco, de esa
manera la pareja se separó pero no rompió su relación.
Los dos jóvenes se visitaban cuanto podían, Ambar para ese entonces había
roto relaciones por completo con su familia paterna por lo que ya nadie podía
intervenir en su relación amorosa con Elan, los Hobbs veían con buenos ojos esa
unión.
El joven De Grieff estaba muy enamorado de Ambar, los dos incluso hicieron
planes de boda, pensaban casarse cuando ambos alcanzaran la mayoría de edad y
Elan recibiera de su padre la espada suprema Arietis.
Ambar era una chica liberal y con mucha confianza en sí misma, no era celosa,
o casi, la única chica a la que no soportaba y le molestaba que se acercara a su
novio ni siquiera vivía en el mismo estado que ellos, se llamaba Kara Vega, una
amiga de toda la vida de Elan a quien el joven De Grieff veía con algo más que
aprecio.
Cuando su prima Tegmine se ganó su espada oscura: Ananké, Elan y Eloise
fueron a celebrar con ella al Cinturón, ese día el futuro Aries y su novia discutieron
porque él se negó a ir ese mismo fin de semana a visitarla, la razón: Elan se estaba
viendo con otra hermosa chica en el Distrito Comercial, se inscribió en la más
prestigiada escuela de esa demarcación para terminar sus estudios y ahí conoció a
Krizia Phren.
El imán de Elan... Krizia sabía que el futuro portador de Arietis era novio de
Ambar Hobbs pero no le importó, le dijo que se conformaba con estar con él siempre
que estuviera en el Distrito Comercial, Elan no se pudo resistir, la chica era hermosa,
una vez que lo besó ya no se separó de ella.
Ambar estaba furiosa, Elan cada vez iba menos al Cinturón a visitarla, al
principio iba hasta cuatro veces por semana, ya mantenían relaciones sexuales y
siempre que podía se escapaba para verla, sin embargo, ahora sus visitas cada vez
eran más esporádicas, ya sospechaba que algo sucedía pero lo quería tanto que se
negaba a investigar qué es lo que pasaba con su novio, tenía miedo de descubrir
que en realidad andaba con otra, era un dolor que no soportaría, por lo que se
resignó a únicamente reclamarle su abandono, en ese momento le echaba en cara
que no la quiso ir a ver a ella, estaba en la Ciudadela únicamente por acompañar a
su prima.
–¿Cuál es tu molestia? – Elan trataba de hacer entender a su novia que los
motivos no importaban, él estaba ahí –. Al final estoy aquí...
–Sí, pero no por mí.
–La situación es algo especial, Teg ha ascendido a lo más alto de los guerreros
en Boleria, tenía que estar con ella.
–O sea que aunque casi no nos vemos no es especial estar conmigo.
–Tranquilízate...
–¿Cómo voy a tranquilizarme sabiendo que no quieres verme? – los reclamos
de Ambar cada vez subían más de tono.
–Ya no sé qué más decirte – dijo Elan fastidiado –, parece que regresé con
Alanah...
Al escuchar eso Ambar se levantó furiosa.
–¿Me estás comparando con esa?
–Sólo fue un comentario... – le respondió Elan al tiempo que la tomó de la mano
para tranquilizarla.
–¡Al diablo con tus comentarios! – gritó Ambar dando un manotazo para quitarse
el agarre de su novio –. Yo me largo de aquí, disfruta la fiesta de tu prima.
Ambar se fue y Elan se quedó solo, pidió una bebida al barman, todavía no
tenía edad para beber pero era un De Grieff, nadie le negaba nada, se acercó a él
María Yaotl, la prima y mejor amiga de su novia.
–¿En dónde está Ambar?
–Ya se fue – comentó Elan señalando la salida mientras le daba un gran trago a
su bebida.
–¿Por qué? – preguntó María intrigada, sabía que a su prima le encantaban las
fiestas.
–Al parecer tiene un muy mal novio.
–Eso es cierto, nunca la vienes a ver, eso es muy cruel de tu parte, ella te quiere
mucho...
–Yo también, pero tengo muchas obligaciones.
–Seguramente se enojó porque dijiste que no vendrías a verla pero viniste a ver
a tu prima.
–Esto es algo especial, ya se lo expliqué a tu prima, no es sólo porque Teg
obtuvo una espada oscura, lo trascendental del caso es que son las primeras que se
entregan, este momento es histórico...
–Para ser un mujeriego no nos conoces bien...
–Yo no soy un mujeriego.
–Desde que te conozco siempre has estado rodeado de chicas.
–Y ni así las entiendo. Me imagino que al irse tu prima también te quité tu
diversión.
–No tanto, Sebastién también es mi primo y estoy aquí por él, al igual que
Tegmine también es un FILO Oscuro. – María observó detenidamente a Elan, hacía
un puchero con la boca mientras con sus dedos índice y medio alternativamente
golpeaba su barbilla –. Pensándolo bien si estoy molesta contigo.
–Haz fila... – Con el dedo pulgar Elan señaló su propia espalda.
–Nada de fila, estarás toda la noche conmigo, sirve que así cuido los intereses
de mi prima.
–De acuerdo, no quiero hacer enojar más a Ambar.
La fiesta siguió y Elan se pasó toda la noche con María Yaotl hasta que sintió
que estaba completamente ebrio.
–Será mejor que me vaya, no me siento bien...
–Te ves mal, no te puedes ir sólo...
–Tienes razón, le diré a mi hermana que me lleve a mi departamento en la
escuela.
Déjala, se está divirtiendo, esta fiesta es exclusiva de las cuatro familias, nadie
a excepción de Olaf Hobbs y Raam Shmuel saben de esto, y Ambar, claro está, yo
te llevo.
–¿Segura?
–Segura, recuerda que soy una psíquica, puedo aclarar tu mente mientras
caminamos...
–Psíquica como todos los Yaotl – Elan suspiró –, bueno, entonces vámonos...
Elan y María se fueron rumbo a los departamentos de lujo de la principal
escuela del Cinturón, la muchacha Yaotl era tan poderosa como su prima o las
chicas De Grieff, podía leer los pensamientos de la gente.
En el camino aprovechando la vulnerabilidad de Elan se metió en su cabeza y
vio sus más profundos secretos, se enteró de las dudas de Elan respecto de sus
sentimientos hacia Ambar, en verdad la amaba pero había en su interior un
sentimiento aún más fuerte que hasta él desconocía hacia Kara Vega, también
descubrió su desliz con Krizia Phren... lo demás eran puros sentimientos
encontrados, lo más valioso para él eran su hermana y su prima Teg, la persona
más importante de su vida era su pequeño hermano Edgar, le temía a su padre,
odiaba las peleas pero más a los abusadores, no deseaba ser el próximo guerrero
de Aries pero sabía que era su obligación, en general vio en él buenos sentimientos,
pero lo que más le llamó la atención de todo es que había un único número uno en
su vida: él, Elan era egoísta y su satisfacción personal estaba por encima de
cualquier cosa.
Cuando lo dejó en su departamento vio que no podía sostenerse solo, lo
acompañó a su cama y ahí sucedió, él la llamó Kara y ella le respondió, él le dijo que
la amaba y ella lo besó.
Aunque María no estaba totalmente ebria si se había tomado varias copas, las
suficientes para hacer cosas que en su juicio nunca haría, como a todas las chicas le
gustaba Elan, varias veces fantaseó acerca de que se sentiría estar con él, decidió
probar, se quitó la blusa y se lanzó sobre su presa.
Ninguno de los dos adolescentes se dio cuenta que alguien los seguía, alguien
que sentía un gran aprecio por María Yaotl, esa persona inmediatamente se fue a
ver a Ambar Hobbs y se encargó de que al día siguiente fuera a "visitar" a su novio.
Ambar Hobbs se sentía fatal, estaba consciente de que exageró en sus
reclamos a Elan, ahora se estaba enterando que se su novio se “ahogó” de
borracho en la celebración de los guerreros de la primera entrega de las espadas
oscuras, pensó en ir a ver como estaba y disculparse con él.
Todo pasó muy rápido, Ambar abrió la puerta de la habitación de Elan y lo
encontró desnudo abrazando el cuerpo de su prima María, les gritó a los dos, los
insultó y terminó la relación con él, jamás volvería a cruzar palabra alguna con su
prima.
Elan apenas si podía pensar, estaba con una resaca de los mil diablos, sólo
escuchó el portazo que dio Ambar al irse del departamento, volteó a ver a María que
se cubría su desnudez con una sábana.
–¿Qué sucedió? – preguntó mientras trataba de despejar su mente.
–No lo sé – mintió María –. Creo que nos emborrachamos y terminamos
haciendo una tontería.
–¿Segura que lo hicimos? No recuerdo nada...
–Yo tampoco – María se encogió de hombros y fingió bajar la mirada
avergonzada.
–Será mejor que te vayas para que esto no se complique, los dos estamos en
serios problemas, voy a ducharme a ver si así se me quita este dolor de cabeza, ya
sabes dónde está la puerta.
Con otra sábana en la cintura Elan se dispuso a irse a bañar, María observó su
musculoso y bien formado cuerpo, recordó la ardiente noche de pasión que pasaron
y se le ocurrió repetirla, no era justo que sólo ella recordara esa maravillosa noche.
–Espera Elan...
–¿Qué sucede? – El miembro del Clan De Grieff todavía se sentía mareado, se
recargó contra la pared para no caer.
–No sé si hicimos algo indebido o no, pero nadie va a pensar que sólo
dormimos.
–Lo sé. – En ese momento Elan no quería pensar en nada, lo único que
deseaba era tomar una ducha y quitarse ese dolor que le punzaba en la cabeza.
–Si nos van a achacar que hicimos las peores cosas lo justo es que nos
portemos mal...
–¿Qué estás diciendo? – De repente Elan se olvidó hasta de la resaca que
sentía, pensó que había escuchado mal.
–Que si no me puedo defender por lo menos quiero saber qué fue lo que hice...
– dijo la miembro del Clan Yaotl con una traviesa sonrisa.
–Esto no está bien. – Elan ya no sentía ningún dolor de cabeza, sólo veía
sorprendido a María.
–Ya lo sé...
María se deshizo de la sábana que la cubría mostrando su desnudez a Elan, lo
abrazó y pegó sus pechos a su cuerpo, sintió la virilidad del chico en su vientre, le
arrancó su sabana y tomó el miembro del adolescente en sus manos.
–María, tú y yo no podemos ser nada... – dijo Elan sin intentar separarse de ella.
–Lo sé – le respondió María mientras lo besaba –, tú eres un De Grieff y yo una
Yaotl, nos matarían antes de que nos tomáramos de la mano en público, lo nuestro
pasará sólo esta vez...
–Sólo esta vez...
Elan era un muchacho, no pudo resistir las caricias de María, la tomó en sus
brazos y le hizo el amor, pensó que la lógica de la chica era certera, los acusarían de
todo sin creerles su versión, ambos eran poderosos psíquicos y nadie sabría nunca
la verdad... ¿qué más daba si de verdad lo hacían?
Ambar terminó en definitiva con Elan, en esos tiempos el joven De Grieff
ocupaba todo su tiempo en entrenarse para obtener la espada de platino, no había
espacio en su vida para lamentarse, chicas eran lo que le sobraba, ahora no sólo
salía con Krizia Phren, también mantenía relaciones con Nitta Von Teague, las dos
chicas aceptaron la relación así y mantenían una guerra silenciosa por ganarse su
cariño, Elan estaba entre nubes, tenía sexo con ambas y las dos se esforzaban al
máximo por hacerlo feliz, y alguna que otra vez, se seguía viendo con María Yaotl a
escondidas...
Todo iba perfecto en la vida de Elan, tenía a dos hermosas chicas que se
desvivían por su amor, era muy poco discreto en sus infidelidades y encuentros
íntimos con ellas, a veces con algunas más, sabía que lo amaban, sus acciones ya
no eran inocentes, se aprovechaba de las chicas para obtener de cada una lo que
deseaba. Sin embargo, hubo otra noticia que cambiaría su vida para siempre, su
padre fue el encargado de dársela.
–Ven aquí Elan. – El guerrero de Aries se veía molesto.
–¿Qué sucede? – Elan no entendía la forma en que le hablaba su padre, sus
entrenamientos iban bien y su comportamiento en el Círculo era ejemplar.
–La chica Yaotl, María...
–¿Qué hay con ella? – preguntó Elan desviando la mirada, ya sabía el sermón
que le esperaba de su padre, le recordaría el odio entre las dos familias y todo lo
demás...
–Dicen que te enredaste con ella...
–Eso es cosa mía – respondió Elan con indiferencia, apenas si prestaba
atención a su padre.
–No si la embarazaste, idiota...
–¿Qué? – Elan no podía creer lo que estaba escuchando, María embarazada…,
él apenas tenía dieciséis años, no estaba preparado para eso.
–¿Qué tienes que decir ahora? – le espetó el Patriarca de los De Grieff –. Señor
"yo me encargo de mis asuntos".
–No sé... – respondió Elan con la cabeza agachada y en apenas un murmullo –.
No me quiero a casar.
–¿La quieres?
–No – Elan ni siquiera había pensado en la posibilidad de ser novio de María,
menos aún deseaba compartir su vida con ella.
–Entonces no seas idiota, un De Grieff no puede casarse con una Yaotl y menos
si va a ser nuestro Patriarca, yo lo arreglaré todo, pero a partir de ahora me
obedecerás... ¿crees que no sé que eres un maldito conejo? Para colmo te has
estado metiendo con cuanta chica de Clanes importantes se te cruza en el camino,
tarde o temprano eso te va a explotar en la cara, te he malcriado por culpa de tu
madre, pero ella ya no está aquí para defenderte, un sólo acto de desobediencia y
entonces te voy a entrenar como mi padre lo hizo conmigo, te aseguro que habrá
mucho dolor... ¿Entiendes lo que te estoy diciendo?
–Entendido padre...
Aries habló con los Yaotl del Cinturón, nadie quería una unión con la familia
rival, el Patriarca de los De Grieff ofreció hacerse cargo de la criatura pero los Yaotl
lo rechazaron, el bebé sería muy poderoso.
En donde sí se impuso Elan padre fue en la cuestión del apellido, el niño sería
un De Grieff, no porque le importara, pero sentía que su apellido debía estar antes
que el Yaotl, ambos apellidos eran igual de importantes, pero su hijo era heredero de
primera línea de la rama principal de la familia y el futuro Patriarca, la ley estaba de
su lado.
María Yaotl aceptó el trato de su familia, siempre tuvo la ilusión de que Elan
fuera por ella y se la llevara para vivir con él junto con su hijo, pero fue una ilusión
vana, el joven De Grieff jamás se lo propuso, meses después nació su primogénito.
Elan cumplió cabalmente con el castigo de su padre, entrenó duramente y sin
protestar, se vio en la necesidad de terminar tanto con Krizia como con Nitta, al final
no le importó, Kara Vega había llegado de Hamal para ayudar con sus
entrenamientos, nadie le gustaba a Elan más que Kara, simplemente jamás volvió a
hablarles a las chicas de los Clanes Phren y Von Teague, dejó incluso de recibir sus
insistentes llamadas hasta que éstas cesaron.
Elan se inscribió en la escuela superior del Primer Distrito, al amparo de la
estricta vigilancia del portador de Arietis y con la ayuda de Kara Vega su poder por
fin alcanzó su máximo potencial, se comportó siempre ejemplarmente, sin embrago,
tuvo un nuevo problema con su padre cuando nació el hijo de María.
–¿Qué haces aquí? – preguntó el guerrero de Aries al ver a su primogénito
sentado cómodamente viendo el televisor.
–Aquí vivo... – le respondió Elan de mala manera, estaba descansando después
de una agotadora jornada.
–No te hagas el listo conmigo – lo amenazó Aries –, hoy nace tu hijo, te dije
claramente que lo fueras a ver.
–¿Para qué? – preguntó Elan sin dejar de ver la televisión –. No es mi hijo, yo
no lo quiero.
–Eso no importa, lleva la sangre de las dos familias más poderosas del país, si
nace con el cabello blanco lo tomaré bajo mi custodia.
–Pero ya se lo cediste a los Yaotl, puedes ocasionar una guerra...
–Nadie se atreverá a hacerme frente.
Elan veía orgulloso a su padre, el máximo guerrero y héroe del país, pensó que
cuando alguien era poderoso nadie podía imponerle nada, la voluntad del fuerte era
la ley absoluta, en ese momento decidió que quería ser como él.
–¿Y si no nace con el cabello blanco?
–Por lo menos hiciste acto de presencia, siempre vigílalo, que sepa que estás
ahí, algún día te puede servir.
–Está bien, papá, iré...
Elan partió al Cinturón acompañado de sus hermanos Edgar y Eloise, quienes
tenían el genuino interés de conocer a su sobrino, en la sala del hospital se encontró
con Ambar, quien lo saludó amablemente, aún lo quería y al saber la negativa de
ambas familias de que María y Elan se casaran, decidió regresar con él.
Cuando Elan vio a su hijo se sintió aliviado, no había nacido con el cabello
blanco que caracterizaba a las ramas más puras de su clan familiar, por lo que su
padre no lo reclamaría y así él tampoco lo tendría que volver a ver, el cabello del
bebe al igual que sus genes era un híbrido de las dos familias más poderosas del
país, el blanco de su Clan paterno y el negro de los Yaotl, el cabello del recién
nacido era gris. Sin embargo, Elan entendió lo que su padre le decía, el poder que
emanaba del menor era intenso y poderoso, nunca se sabía cuándo iba a necesitar
de un buen soldado, eso sería su hijo para él, su instrumento. Eloise emocionada
cargaba al bebé y Edgar estaba al borde de las lágrimas viendo a su pequeño
sobrino.
–Elan... – Edgar se paró seriamente enfrente de su hermano mayor.
–¿Qué sucede, Edgar? – El primogénito de Aries se sorprendió ante la actitud
de su hermano, le dio curiosidad.
–¿Puedo ser el padrino de tu bebé? – preguntó Edgar con toda formalidad,
hasta Eloise dejó de mecer al bebé para escuchar la respuesta de su hermano
mayor.
–Eso lo decide María – respondió Elan señalando a la madre de su hijo.
Edgar volteó a ver a María, la joven Yaotl observaba nostálgica a los hermanos
de Elan, ambos se veían felices conociendo a su sobrino, ninguno de sus familiares
mostró entusiasmo alguno por el bebé salvo su primo Michel.
–Claro que puedes, Edgar.
–Otra cosa – dijo seriamente el más pequeño de los hermanos De Grieff –,
como yo voy a ser el padrino nadie va a querer más a ese niño que yo, tiene que
llamarse Edgar...
Elan preguntó a María y ésta aceptó, terminó la hora de visita y Elan se quedó
un momento con la chica a solas.
–¿Cómo estás?
–Estoy mal – la mirada de María era de reproche –, nunca me viniste a ver
durante mi embarazo, fue muy difícil y lo tuve que llevar yo sola.
–Lo siento, mi padre...
–Sé cómo es tu padre, pero tú me dijiste que me amabas... vámonos, Elan, tú,
yo y nuestro bebé, vámonos lejos de aquí...
–No puedo, tengo sobre mis hombros el peso de mi familia.
–Pero tus promesas...
–Lo siento, tu belleza y tus caricias me tenían cegado, pero no voy a dejar de
lado mis obligaciones.
–Tu hermano puede encargarse...
–No, sólo yo puedo, Edgar tiene otra carga más pesada aún, lo siento, nosotros
dijimos...
María quiso contener las lágrimas pero no pudo hacerlo.
–Sé lo que dijimos al principio, pero todo cambió después... – María vio la
mirada fría de Elan, en ese momento supo que nada lo haría cambiar de parecer,
bajó la vista para que no la viera llorar –. Está bien, si no me quieres puedes irte...
–Siempre veré por mi hijo.
–Espero que sí, es tu obligación, ahora vete, necesito descansar.
Cuando Elan se fue María lloró, sabía que se había hecho vanas ilusiones pero
aun así tenía la esperanza de formar una familia al lado del padre de su hijo, se
prometió que sería la única vez que lo haría, ahora dedicaría su vida a su hijo y no
se preocuparía de relaciones personales, un año después aceptaría la proposición
de matrimonio de Xander Hobbs y se casaría con él.
Antes de que Elan se fuera del Cinturón, Ambar se despidió cariñosamente de
él, lo acorraló hasta llevarlo a un cuarto vacío del hospital y le hizo el amor, le dijo
que después hablarían. Cuando lo buscó al día siguiente en las instalaciones del
Círculo del Zodiaco se encontró con una vieja rival: Kara Vega, la chica Hobbs la
enfrentó.
–¿Qué haces tú aquí?
–Ayudo a entrenar a Elan... – le respondió retadoramente la miembro del Clan
de la Lira –. ¿Cuál es tu pretexto?
–Vengo a ver a Elan, soy su novia – le espetó Ambar con total seguridad, sabía
que Elan la quería, había estado con ella en el hospital...
–Eras – le respondió Kara sin darle importancia a las palabras de la chica del
Clan Hobbs –, tú terminaste con él, ahora su novia soy yo...
–Eso es mentira – la voz de χmbar se “quebró” –, él no me dijo nada cuando fue
a ver el nacimiento de su hijo.
–¿Se lo preguntaste? ¿Lo cuestionaste acerca de si tenía novia?
–No, pero tuvimos relaciones...
Kara se sintió furiosa, pero no estaba dispuesta a renunciar a Elan.
–Lo sé, él me lo dijo – mintió –, se sintió vulnerable con lo de su hijo y tú le diste
un desahogo, sólo eso, no hay más que decir, sabes en donde está la puerta.
–No me iré sin hablar con Elan.
–Pasa entonces y habla con él, no me importa, si quieres que él te diga
personalmente quien es su novia ahora, esa es tu decisión.
Ambar habló con Elan sólo para enterarse que Kara tenía razón, el futuro
guerrero de Aries le explicó que había sufrido mucho con su ruptura y la chica del
Clan Vega lo apoyó en todo momento, las cosas se habían dado solas, Ambar no
dijo más, se retiró, cuando lo hacía se volvió a encontrar con Kara.
–Supongo que al final ganaste.
–Esto no es una competencia y Elan no es ningún premio.
–Pues sonríes como si lo fuera.
–Sonrío porque toda mi vida lo he amado y ahora está conmigo, nada más, en
lo absoluto me regocijo en tu sufrimiento, yo he estado ahí y es horrible.
–Sí, horrible... – masculló Ambar, después le habló fuerte y claro a Kara –, pero
has de saber algo, donde te ves me vi y donde me ves te verás, así es Elan, un
rompecorazones, la verdad es que ya no sé si lo hace a propósito pero así es, por
una chica que lo tiene hay decenas al acecho, te va a dejar y vas a sufrir, tampoco
es que me dé gusto que lo hagas.
–Estoy dispuesta a todo con tal de tenerlo, voy a pelear por él contra todo y
contra todos, o todas...
–Sí, creo que pienso lo mismo, adiós Kara...
–Adiós Ambar.
Al igual que María, la joven chica Hobbs aceptó tiempo después una propuesta
matrimonial y también se casó, del mismo modo que su prima, lo hizo sin amor pero
fue la única manera de quitarse a Elan del corazón, su lugar lo sustituyó con quien
sería el gran amor de su vida: su hija menor Rhinna.
La relación de Elan y Kara Vega no tenía otro camino que ascender, la
atracción y el sentimiento que sentían el uno por el otro era demasiado fuerte, Aries
no aceptaba esa unión, necesitaba que su hijo desposara a una chica miembro del
poderoso Clan Abner para establecer lazos en el estado de Levit, pero Elan se
negaba a ser parte de sus planes.
Elan padre aceptó por el momento la negativa de su heredero pero todo se
complicó cuando Eloise se fue de su casa, se había enamorado de un hombre sin
ningún tipo de influencia, un soldado raso, un don nadie.
Aries se enfureció, Eloise no era alguien a quien podía controlar como a Elan o
Edgar, su hija era totalmente independiente y lo mandó al diablo con todo y su
herencia así como con su entrenamiento.
Elan padre en un acto de furia total expulsó a su hija de la familia, la desheredó
y le inhibió sus poderes, aun así ella se fue, el Patriarca de los De Grieff se quejaba
con su hijo.
–Es inaudito lo que ha hecho tu hermana...
–Lo sé, padre – dijo Elan aburrido, él tampoco aprobaba las acciones de Eloise,
pero tenía sus propios problemas.
–Es que no puedo creerlo, el Círculo del Escorpión ya la había aceptado, ella
iba a ser nuestra líder...
–Lo sé – volvió a responder Elan automáticamente, sabía que el desahogo de
su padre apenas estaba empezando...
–Es mi culpa, los consentí demasiado, desde que tu hermana era una niña todo
mundo supo que sólo le esperaba la grandeza, tú serías el Gobernador de nuestro
estado y el Patriarca de los De Grieff, tu hermana nuestra líder y la Delegada del
Primer Distrito, Edgar nuestro Presidente... Y mírala ahora, se casó con un don
nadie, con una basura humana, vivirá en la mediocridad el resto de su vida.
–Pides demasiado de nosotros, padre.
–Porque sé que pueden – respondió Aries furioso, necesitaba descargar su ira
de alguna manera –, llevan mi sangre...
–Deja a Eli que viva su vida, Edgar y yo seremos lo que debamos ser.
–Eso no es suficiente, mi hija casada con ese imbécil... con un mediocre sin
futuro alguno, Ragnar era alguien de respeto, los Von Teague son una familia en
recuperación pero su linaje no se puede negar, pertenecen a las principales Casas
de Levit, al primer Coro de Guerra al igual que los Yaotl, el de los Seraph, pero
Gunther Kopp...
–Te recuerdo que tú te casaste con una guía de turistas...
En ese momento los ojos de Aries se tornaron gris brillante, furioso tomó a su
hijo de sus ropas, lo levantó y lo azotó contra una pared.
–Eres mi hijo, mi primogénito, me jugué la vida por salvarte de las manos de
Elohim y los demás Patriarcas, tú eres quien debe continuar mi legado en la familia y
en el Círculo, por lo tanto eres lo más valioso que tengo, pero si te atreves a volver a
comparar a tu madre con ese imbécil que se robó a tu hermana te mato...
¿entendiste?
Elan estaba aterrorizado, nunca había visto así a su padre, no pudo ni siquiera
contestar, sólo afirmó con la cabeza.
–Ya estoy harto de ustedes y de su juego de "podemos ser lo que queramos",
todos tienen una obligación, y si no la quieren cumplir en este momento se van al
demonio, aún puedo tener más hijos, así que respóndeme... ¿te harás responsable
por tu familia y por el Círculo? Lo que me digas ahora no podrá cambiar, te casarás
con Dalila Abner y dejarás que la chica Vega se marche, en caso contrario te quito tu
poder, la corro a ella y te vas a la calle con tu hermana... ¿qué me respondes?
Elan no tardó nada en responder, sabía cuál era su obligación y le temía a su
padre, renunció a Kara Vega en ese momento y le prometió al Patriarca que seguiría
el camino de Aries, fue en ese preciso instante de su vida cuando se juró a sí mismo
que nadie volvería a decirle qué hacer, se convertiría en el máximo guerrero del país
para vivir su vida como mejor le conviniera.
–Conozco mi obligación, padre, no tienes que ponerme un ultimátum...
–Bien, ahora vete, no tenemos nada más de que hablar – Aries aventó a su hijo
quien casi cae al suelo por la fuerza con la que fue arrojado.
Cuando Elan salió de ver a su padre, su hermano Edgar lo abordó.
–¿Hablaste con él? ¿Cuándo regresará Eli?
–Eloise decidió su vida – le respondió Elan a su hermano de mala manera, no
estaba de humor para recibir reproches –, no regresará.
–Pero no es justo, es nuestra hermana, nuestra obligación es protegerla...
–Si la hubiéramos protegido no habría acabado con ese maldito de Gunther
Kopp.
–Elan... – Edgar agarró a su hermano por el brazo para que dejara de caminar –
, mi padre nunca me escucha, no existo para él, me mataría antes que aceptar de
vuelta a Eli, pero tú eres su heredero, a ti no puede dañarte, por favor, ayuda a
nuestra hermana.
Ante la insistencia de su hermano menor, Elan perdió la paciencia, desquitó
con Edgar el coraje que sentía por no atreverse a enfrentar a su padre, lo golpeó en
el rostro con el puño cerrado, fue tal el impacto que lo derribó.
–Ya estás grandecito para rogar, Edgar, si mi padre es duro contigo es porque
eres un blandengue, tú serás nuestro próximo Presidente, actúa como tal.
Edgar vio furioso a su hermano, no podía creer que con todo su poder se
negara a ayudar a su hermana, se levantó, limpió la sangre de su labio con una
mano y se la embarró a Elan en su ropa.
–Así lo haré, hermano, y cuando sea presidente renunciaré a los De Grieff, sólo
seremos Eli, mi ahijado y yo, nadie más.
–Haz lo que quieras, si tanto te duele la partida de Eli mata a Gunther Kopp, así
regresará.
–No lo hará y me odiará toda su vida...
–Entonces no me molestes más.
Elan habló con Kara, le explicó su obligación y que se casaría con Dalila Abner,
la chica Vega supo que por más que rogara no habría ningún cambio en los planes
del futuro Aries, recordó las palabras de Ambar, bajó la mirada y se marchó.
Al contrario de las otras novias de Elan, Kara no se casó, aunque tuvo dos hijos
se resistió a comprometerse con alguien más, se unió a la Orden de las Espadas
Reales de Hamal y esperó pacientemente, sabía que su vida estaba destinada a
pasarla junto a la del joven De Grieff, tenía razón.
Cuando Elan conoció a Dalila sucedió lo que pasaba con todas las chicas, la
heredera de los Abner no deseaba casarse con él pero en cuanto lo conoció se
enamoró, sin embargo, las cosas no resultarían, habías dos poderosas razones por
las que ese matrimonio estaba destinado al fracaso: la primera era que Michel Yaotl
hijo ya tenía "intervenida" la mente de Dalila y la segunda fue que Elan nunca dejó
de ver a otras mujeres.
Desde antes de su compromiso, cuando aún era novio de Kara Vega, Elan
había retomado su relación con Krizia Phren, relación de la que la chica resultó
embarazada, sólo que esta vez Elan no se enteró de nada, Krizia sabía
perfectamente que el futuro Aries no la amaba, los miembros del Clan Phren ante el
temor de que los De Grieff reclamaran al bebé de Krizia ocultaron el nombre del
verdadero padre y se inventaron a un padre sustituto.
Kharlozz Humbolt en aquel entonces ya era Tezcatlipoca, el líder del Tloque
Nahuaque y acababa de perder a su esposa por enfermedad, se enamoró de Krizia
en cuanto la conoció y logró arrancar de su corazón a Elan. A los nueve meses nació
una hermosa niña a quien llamaron Kharynna, quien por fortuna no nació con el
cabello blanco que distinguía a los De Grieff, los Phren en complicidad con
Tezcatlipoca mencionaron que Krizia mató al padre por accidente al nacer su hija, a
nadie le sorprendió, todos sabían que la entonces portadora de la espada sagrada
Scylla no controlaba del todo a sus bestias, como el supuesto padre era un don
nadie no hubo investigación, Krizia y Kharlozz se casaron y se fueron a vivir a
Aztlán.
Después del nacimiento de sus gemelas, Dalila y Elan se divorciaron, el viejo
Patriarca exigió al nuevo guerrero de Aries que no le permitiera marcharse hasta que
le diera un heredero, pero para entonces ya no tenía control sobre su hijo.
Elan le permitió a su esposa marcharse con sus hijas siempre y cuando le
permitiera verlas cuando quisiera y siempre pasaran con él sus vacaciones
escolares, Dalila aceptó, no tenía más opciones ante el patriarca de la familia más
influyente del país más poderoso del orbe.
Así pasó Elan De Grieff de la adolescencia a la etapa adulta, con tres hijos a
los que apenas veía y al menos otra más de la que jamás se enteró, ninguno de
ellos nació con el cabello blanco que distinguía a los guerreros de casta pura de su
Clan, tal vez porque jamás quiso concebir a ninguno, por eso cuando su sobrina
Astrid, la hija de su hermana Eloise, se fue a vivir con ellos, la trató como si fuera su
propia hija.
Cuando su hermano Edgar fue asesinado por su sobrino Gunnar, Elan accedió
a otorgarle la espada Arondight al asesino para proteger la futura presidencia que
correspondía a los De Grieff, si la espada oculta no tenía un dueño se desataría la
guerra por poseerla, Arondight era la forma imperfecta de Quetzalcóatl, "la espada
elemental", Aries pensó que podía controlar a Loki, siempre se arrepintió por eso.
Esa fue su vida, algo digno de contar y de vivir, siempre al lado de la persona
que más lo quería: Kara, con quien jamás pudo tener un hijo, aun así siempre
agradeció a los Dioses por haberlo bendecido con el amor de esa mujer que no se
merecía.
*****
Elan De Grieff se preparaba para partir al punto de encuentro con Miguel, antes
de salir hizo un último intento por comunicarse al Círculo y a la escuela superior del
Tercer Distrito pero fue en vano, lamentó no saber que había sido de sus hijas pero
el ir a buscarlas no era una opción, el dejar a Miguel con vida pondría en peligro a
todos, así, con un gran pesar en el corazón se dispuso a abandonar el hotel donde
se hospedaba, el paraje de Siquem quedaba a un par de horas a pie, utilizaría ese
tiempo para pensar, podrían ser los últimos minutos de su vida.
Ya había dejado sus asuntos en orden, ahora sólo restaba pelear su última
batalla, un duelo postergado por generaciones y que le tocaba a él terminar, para su
maldita suerte.
Saldó su cuenta del hotel en el pequeño pero pintoresco pueblo de Siquem y
se dirigió a su fatal cita, aún no amanecía, de reojo observó a los Caballeros
Fantasmas de la Orden de Levit que lo seguían a lo lejos, sonrió, sabía que
llegarían, sus espías en Levit le habían informado que las Espadas Reales
rompieron relaciones por completo con el Arcángel Miguel, un gran golpe de suerte
sin duda alguna. Mientras caminaba y veía el paisaje se le ocurrió que era un buen
sitio para convertirse en leyenda, en ese momento Virgo entró en sus pensamientos.
–Elan...
–Hola Zaniah, me alegra que finalmente pudieras contactarme. ¿Qué ocurre?
–Todo, no me había podido comunicar contigo por una restricción magnética
que soltaron en el área del Cinturón.
–Lo sé, hay que estar alertas, eso no es bueno...
–Sir Phillippe se encargará de eso, lo que debo decirte es más importante...
–Me imagino lo que es, Miguel me dio un adelanto, dame los detalles.
–Los Caídos finalmente atacaron...
–¿Quiénes de los caídos?
–Tus hijas y Kasbeel.
Aries sintió una gran furia en ese momento, el solo hecho de imaginar a sus
dos princesas pelear en contra de sus hermanos del Círculo era algo imperdonable,
a pesar de no querer saber la respuesta hizo la pregunta obligada:
–¿Cuáles son las bajas?
–Tauro, Cáncer, Leo, Capricornio y Piscis fueron asesinados, Acuario y
Sagitario están gravemente heridas pero sobrevivirán.
Aries cerró los ojos, se lamentó por todos sus compañeros pero sintió más
pena por Tegmine que por nadie más, le perforó el alma el fallecimiento de su prima
a quien quería como si fuera su hermana menor.
–¿Qué sucedió con mis hijas?
–Esther murió, Póllux logró salvar a Addy.
Elan esta vez no pudo evitar las lágrimas, sintió una puñalada en el corazón,
sus hijas no deberían ser parte de esa guerra y menos su niña rebelde, ellas eran el
motor de su vida, su tesoro, en sus dos pequeñas él veía reflejados sus sueños,
ellas eran libres de hacer y ser lo que quisieran, sin atadura alguna, en ese momento
se alegró de ir a encontrarse con el asesino de su hija.
–¿Kasbeel?
–Muerto.
–¿Quién mato a Esther?
–No quieres saberlo.
–Tienes razón. – Aries intuía que la vida de su pequeña rebelde había sido
cobrada por alguno de sus hermanos del Círculo en defensa propia, no deseaba
saber si el asesino todavía vivía o ya estaba muerto, para él, el único culpable de
todo era el Arcángel Miguel.
–Lo siento mucho, Elan, les fallé a ti y a tu padre, yo prometí que te protegería...
de verdad lo lamento.
–No hay nada que hacer, esta fue la vida que nos heredaron nuestros
antepasados, tú no eres parte de eso...
–Ahora lo soy, tanto como cualquier De Grieff...
–Gracias, Zaniah, en estos momentos voy a enfrentarme con Miguel.
–No lo hagas, Elan, te matará...
–Debo hacerlo.
–Déjame mandar a Saipher a ayudarte.
–Orión se queda en el Círculo así como todos los demás.
–Debes disponer las cosas en el Círculo...
–Escorpión queda al mando...
–Te enlazo con él, Tyche se encargará de encontrarlo.
–Espero...
Mientras caminaba hacia su cita con Miguel, Aries se lamentó por la pérdida de
sus primas Tegmine y Amaltea, sus mejores amigas, más lo hizo por la innecesaria
muerte de su pequeña Esther, una niña rebelde pero cariñosa. En ese momento
sacó un comunicador móvil de sus ropas, marcó un número y después volvió a
guardar el aparato. Una hora después Cross se comunicó a la mente del FILO
Divino.
–Aries...
–¿Cómo estás, Escorpión? – Aries se sintió tranquilo de escuchar la voz de
Cross, sabía que el Círculo del Zodiaco prevalecería bajo su protección.
–Esperando tus órdenes...
–En estos momentos voy a enfrentarme con Miguel, al parecer los momios no
me favorecen...
–¿En dónde estás? Déjame enfrentar a mí a Miguel, con la ayuda de Quantum
puedo llegar de inmediato...
–No, amigo, esta es mi batalla, pero quiero pedirte un favor.
–El que quieras.
–Si pierdo Miguel buscará exterminar a todo el Circulo del Zodiaco y a mi hija
Addy, dejo las vidas de mis hermanos y mi niña en tus manos.
–Te juro que no morirá nadie más por la espada de un Arcángel, el Círculo
prevalecerá.
–Confío en ti, adiós amigo. Virgo, te encargo a mis hijos Edgar y Addy, fue un
placer haberte conocido, a ti te corresponde guiar a las futuras generaciones, espero
que esta sea la última guerra entre el Círculo y la Legión.
–Así será mi líder.
Cross interrumpió la despedida del máximo controlador del metal.
–Espera, Aries, me estás delegando mucha responsabilidad, déjame pelear con
Miguel, sé que puedo derrotarlo...
–Yo estoy seguro de eso, Escorpión, por eso te estoy encargando a ti algo más
importante que Miguel, el futuro del Círculo, adiós.
–No Aries, espera...
El portador de la espada suprema Arietis no tenía nada más que decir, cortó la
comunicación, ahora sí podía pelear tranquilamente, todos sus asuntos estaban en
orden, ya había llegado al punto de encuentro, a doscientos metros el Arcángel
Miguel lo esperaba, cuando lo tuvo a unos treinta metros lo saludó:
–Sabía que vendrías, Elan... ¿estás listo para morir?
–Siempre lo he estado.
En Levit, el Arcángel Miguel le daba una alternativa a Aries antes de que todo
terminara en ese último ataque que ambos pensaban ejecutar.
–Todavía puedes recapacitar, Elan, es tu última oportunidad, entrégame a
Horus y dedícate a tus hijos...
–Que te den por el culo... ¿crees que voy a dejar pasar el asesinato de mi niña?
–Es mejor tener dos hijos que ninguno...
–Todos los Yaotl son un asco, jamás podrán tocar a mis hijos, a mi pequeña la
regresaré al extranjero y mi hijo Edgar tomará mi lugar como el Patriarca de mi
familia...
Michel empezó a reír ante la ocurrencia de Elan, los De Grieff jamás permitirían
que un "híbrido" los dirigiera.
–Tu familia jamás aceptará a Edgar como uno de los suyos en el Consejo de
Familia, los De Grieff son los más duros respecto al reconocimiento de sus
dirigentes, mucho menos podrá llegar a ser su Patriarca...
–No sabes nada, Michel, el poder no lo es todo, también hay que estudiar,
Edgar se encargará de tus hijos, lo juro.
–La venganza te ciega, Elan, la guerra de familias debe acabar con nuestra
batalla.
De repente Aries comenzó a reír el sonido de sus estridentes carcajadas
molestaron a Miguel que lo increpó:
–¿De qué demonios te ríes?
–De tu supuesta autoridad moral, Michel, siempre has sido un fanático y lo
sigues siendo ahora, antes lo eras de tu obsesión por agradar a tu padre y ser mejor
que yo, después lo fuiste de tu odio hacia el Círculo del Zodiaco y ahora lo eres de tu
supuesta redención.
–No sé de qué estás hablando, mis intenciones son legítimas...
–No seas cobarde, por lo menos acepta lo que eres, sacrificaste a mis hijas por
tu plan sin importarte las consecuencias, sabes perfectamente bien lo que les
sucede a los Caídos, pero no te importó, aunque lo niegues disfrutas mi dolor de
haber perdido a Esther y no sólo eso, sigues obsesionado con destruirme,
acéptalo...
–¿Quién te crees…?
–Y no sólo eso – lo interrumpió Aries –. Hablas de Gabriel y Uriel como
enemigos del país pero no lo eran, a Gabriel lo pudo haber cambiado mi prima Teg y
Uriel por encima de todo los seguiría a ustedes dos, yo te conozco mejor que
nadie… ¿recuerdas? Tu mujer me lo contaba todo, estabas furioso con ambos
porque prefirieron seguir a tu tío Jean, desde ese momento los consideraste tus
enemigos y los eliminaste, dime Michel… ¿esa es tu redención? Yo jamás maté a mi
sangre, tú sí. ¿Quién de los dos es el maldito?
Miguel veía con el rostro sombrío a Aries, tenía razón, sus obsesiones le
nublaban la razón, Daniela Malka y su tía Ruth le rogaron hasta el cansancio que no
despertara a los Caídos, pero él en el fondo aún deseaba desquitarse de Elan.
–Creo que tienes razón, los dos somos unas horribles personas que no merecen
vivir en este mundo...
–Así es – le respondió Aries con resignación –, y cada quien quiere cambiarlo a
su mejor conveniencia, la única verdad es que los dos sobramos, pero sólo uno
partirá a rendir cuentas a los Dioses el día de hoy.
–Estoy de acuerdo... este es el último ataque, sólo uno de los dos sobrevivirá.
–Como debe de ser, pero antes quiero que veas algo, pase lo que pase con
nosotros, el asesinato de mi Esther no quedará sin castigo.
Elan de Grieff sacó el móvil que llevaba entre sus ropas, estaba vibrando,
revisó el mensaje y después le arrojó el comunicador a Michel Yaotl. El Arcángel
atrapó el aparato en el aire, lo sorprendió ver la fotografía de su esposa en la
pantalla, con la mano temblorosa tocó la pantalla táctil y el video que se mostraba
empezó a correr.
Michel se horrorizó con lo que vio, un extraño pájaro del tamaño de un insecto
se dirigió a Alanah y penetró su piel, lo que pasó después era inexplicable, su
esposa se empezó a contorsionar del dolor, su hermoso cabello que tanto le gustaba
a Miguel se le cayó, se le empezaron a salir los huesos del cuerpo, como si le
estuvieran creciendo, su rostro se deformó hasta convertirse en algo monstruoso,
después, un guerrero encapuchado con una espada cubierta de energía pura le
cercenó la cabeza.
El portador de la espada suprema Génesis gritó de dolor, su esposa, lo único
bueno de lo que podía presumir en su vida había tenido un horrendo, doloroso y
despiadado fin, ya no pudo seguir observando esa escena, con su fuego destruyó el
aparato móvil, con lágrimas en los ojos le reclamó a Aries:
–¿Qué hiciste maldito enfermo? ¿Por qué? Alanah te amó, te entregó sus
mejores años...
Aries estaba impasible.
–Sufre, así como yo sufro la muerte de mi niña y de mis primas, siente lo que yo
estoy sintiendo.
–Alanah era inocente de esta guerra – exclamaba Miguel con lágrimas en los
ojos –, ella sólo estaba dedicada a su casa y a su familia, eres un maldito.
Aries de nuevo estalló en cólera.
–¡¿Y qué crees que era mi hija, imbécil?! ¡Alanah fue entrenada como una
guerrera! Mis hijas no, eran unas chiquillas alegres e inocentes, ajenas
completamente a la vida del guerrero, por tu culpa murió Esther y Addy seguramente
quedará marcada por el resto de su vida, las obligaste a matar a sus tías a quienes
tanto querían, a sus amigos que conocían de toda la vida, Esther murió en la
ignominia y Addy marcada por el asesinato de su propia sangre, la bajaste a tu nivel
contra su voluntad, la muerte de tu esposa no es suficiente castigo por lo que hiciste
pero es un buen inicio.
Miguel estaba loco de ira, ya no le importaba defender al país, ya no le
importaba nada, lo único que deseaba era terminar con la familia rival, con todos y
cada uno de sus miembros, borrarlos de la faz de la tierra.
–¡Hijo de perra! Te juro por la sangre de mi esposa que tú y tu maldita estirpe
desaparecerán.
La discusión terminó, ya no había lugar para las palabras, Miguel convocó a su
bestia mítica, aquella que recibió al recibir el “bautizo”, la bestia llamada Bahamut,
una bestia alada inmaterial con forma de ángel que le otorgaba sus poderes
psíquicos, pero que cuando se combinaba con la nebulosa del Ojo de Dios, adquiría
capacidades de telequinesis en su cuerpo.
Un enorme ángel del tamaño de los gigantes elementales atacó físicamente a
Aries tratando de aplastarlo con su enorme puño aprovechando que los colosos de
ambos guerreros forcejeaban entre sí, el líder del Círculo del Zodiaco con
tranquilidad formó dos placas de acero las cuales al chocar entre ellas para
protegerlo formaron una potente vibración que inhibió el poder de la bestia
inmaterial.
–Metal vibratorio que inhibe los ataques psíquicos – comentó el Arcángel.
–Así es – respondió Aries –, nuestros poderes fueron creados para destruirse
entre sí, ganará quien utilice mejor sus habilidades…
–Te equivocas – lo corrigió Miguel –, ganará quien tenga más poder.
El coloso elemental de fuego formó una enorme estrella color oliva, un pequeño
sol, el gigante metálico por su parte formó una descomunal esfera explosiva, los dos
elementos chocaron el uno contra el otro, el más fuerte perseveraría.
El poder estaba igualado, las dos esferas elementales estaban destrozándose
mutuamente, entonces sucedió, Miguel subió un escalón en la escalera de poder de
los Iluminados, su ojo derecho se tornó completamente blanco y en lugar de su
córnea se formaron letras a su alrededor, había alcanzado el estado llamado de
penitencia.
–Ahora conocerás toda la potencia del Ojo de Dios, muere...
Miguel al fin se decidió a sacar su poder más intenso, detrás de él se formó una
nebulosa cósmica de colores rojo, naranja y blanco, simulando un enorme ojo, en el
centro una gran esfera azul formaba la pupila.
El Ojo de Dios, el poder supremo del Arcángel que "es como Dios", podía ver a
través del poder del enemigo, traspasarlo y derrotarlo duplicando la energía del
fuego oliva.
El fuego de Miguel empezó a consumir la esfera de Aries, sin embargo, un
tatuaje con el ambigrama de Aries se formó en los antebrazos del portador de Arietis
teniendo como fondo las estrellas que formaban la constelación de Aries, el patriarca
de los De Grieff había alcanzado el mismo nivel de su rival en la escalera
ascendente de poder del Círculo del Zodiaco: el nivel constelación.
Una gigantesca ola de mercurio rodeó el fuego oliva y después se endureció
hasta volver a equilibrar las fuerzas, detrás de Aries se había formado una nebulosa
de color verde con tres hileras de humo negro y naranja, nuevamente estaban
empatados.
–¿Qué demonios es eso? – preguntó un asombrado Miguel.
–El supremo poder de Aries, la conjunción de los ochenta y ocho clanes
guerreros de Hamal representados por el Clan Aquila de las altas montañas, el Clan
Serpens de las profundidades de la tierra y el Clan Draco de las tierras planas, todo
fusionado con Arietis, la espada forjada por los grandes herreros de mi tierra, los
cuernos del carnero se han convertido en los Pilares de la creación.
–El poder de tu nebulosa...
–Así es, Miguel, como ya te dije a veces no basta ser un gran guerrero, hay que
estudiar un poco, cuando los Yaotl y los De Grieff consolidaron los reinos de Hamal y
Aztlán, firmaron con algo más que sangre su alianza.
–¿De qué demonios estás hablando?
–El poder de las nebulosas es exclusivo de los Clanes Guerreros del Zodiaco de
Hamal así como los Yaotl son los psíquicos más poderosos...
–Ya entiendo, hubo un intercambio...
–Correcto, el primer rey de Aztlán entregó la mitad de su gran poder psíquico a
su nuevo aliado.
–Y su contraparte De Grieff le correspondió entregándole una de las nebulosas
que controlaba, la conocida como "el Ojo de Dios".
–Así es.
–Gran lección de historia, ahora podré decir que maté a un guerrero poderoso y
a un hombre culto, este es tu fin...
La lucha mental estaba en su máximo apogeo, bastaba un descuido de
cualquiera de los combatientes para que la nebulosa del contrario arrasara con el
odiado rival.
Ambos guerreros llegaron al clímax de su poder, fusionaron sus armas con sus
ataques, las hojas de sus armas desaparecieron, una se convirtió en polvo y la otra
en fuego, el metal de Aries se transformó en la suprema aleación del oro y el fuego
del χrcángel también se tornó dorado, seguían igualados…
Finalmente Miguel tuvo que recurrir a su máximo poder, aquel que había
adquirido gracias a la herencia en vida que le habían dado su padre y su abuelo,
subió un escalón más en la escalera de poder de los Iluminados, sabía que su
cuerpo no estaba listo para contener tal cantidad de poder, estaba sacrificando su
propia vida, pero era la única manera de vencer a ese extraordinario guerrero que
tenía enfrente, tenía treinta segundos para derrotarlo o el guerrero vencido sería él,
en ese último ataque se jugaría el todo por el todo.
Ambos ojos de Miguel volvieron a ser oro brillante, desapareció el símbolo de
once puntos pero ahora alrededor de sus córneas estaban las letras de poder de los
Arcángeles, el Patriarca de los Yaotl había alcanzado el estado de la perfección de
un Iluminado.
El poder de Miguel se triplicó, su esfera de fuego dorado se fusionó con su
bestia mítica, el Bahamut se convirtió en un dragón de fuego que consumió por
completo el poder de su oponente. Aries nada pudo hacer, su poder estaba al límite,
simplemente se habían cumplido los pronósticos de quienes conocían el alcance de
ambos guerreros.
–Maldición...
Esa fue la última palabra que alcanzó a mencionar antes de que el fuego
dorado lo llevara hacia la muerte despedazando la más poderosa de las armaduras,
mientras su cuerpo se consumía en la agonía de ser quemado vivo, para no pensar
en el dolor recordó los mejores momentos de su vida, además de sus hijos, las
mujeres habían sido una parte muy importante de su existencia, para bien o para
mal, siempre estuvo rodeado de ellas.
“Yo no era un mal sujeto”, pensó mientras las llamas lo abrasaban, recordó a
su amorosa madre y cuanto le afectó su pérdida, fue entonces cuando se empezó a
refugiar en los brazos de las mujeres para sentirse amado, ninguna de ellas llenó el
vacío de su corazón, también pasó por su mente la pérdida de su hermano Edgar, la
razón su vida, fue cuando se volvió insensible a todo, finalmente recordó a Eloise,
con su muerte, su hermana se llevó su fe en el mundo, fue el momento en que
decidió destruir Boleria y su gobierno desde sus cimientos, el momento en que se
dejó convencer por Radamanthys, si el sistema guerrero de su país le había
arrebatado a su familia, él le pagaría con la misma moneda quitándole lo que más
apreciaba: a sus Clanes guerreros.
Cuando su mente volvió a su madre recordó la horrible muerte de Alanah
Abrahams, la mujer que toda su vida lo amó y a quien él sólo utilizó para alcanzar
sus fines, una buena mujer a quien le pagó todo lo que hizo por él asesinándola de
la peor forma posible.
Perdón Alanah – susurró para sí mismo –, morir abrasado por estas llamas es
poco castigo por lo que te hice…
El Arcángel Miguel estaba en la misma situación de su rival, el estado de la
perfección ya había pasado de su tiempo límite y su vida se empezaba a escapar,
no había mucho que rescatar de ella, sólo sufrimiento, dolor, rechazo, mucho odio,
sed de venganza y la búsqueda de la redención...
*****
–Dos mil uno... dos mil dos... dos mil tres... dos mil cuatro... dos mil cinco...
Michel Yaotl hijo lloraba mientras lo golpeaban en la espalda para que hiciera
una flexión más, había sido feliz cuando le dijeron que se iría a vivir al Cinturón de la
Ciudadela para estudiar, por fin terminaría la tortura a la que era sometido
diariamente.
Sin embrago, la tortura había viajado con él, Sir Num, Caballero Fantasma del
estado de Levit mejor conocido como "el Poeta", era un sádico maestro, en su primer
semana como alumno de la academia lo había visitado todas las noches, Michel
sabía que así sería por mucho tiempo más.
–¡Vamos Michel! – gritaba el Caballero Fantasma mientras lo azotaba –. ¡Ya te
dije que no llores, maldita sea! Tú eres más fuerte que eso, sabes que no nos vamos
a detener hasta que amanezca...
–¡Tengo que dormir! – se quejaba el pequeño mientras intentaba hacer una
flexión más –. ¡Mañana debo ir a la escuela...!
–Duérmete en clases, en tus descansos o en el baño, no me importa, pero será
mejor que te acostumbres porque los próximos años no volverás a dormir en las
noches, niño, de eso me encargo yo.
–Juro que te mataré...
–Haz lo que quieras, pero para matarme tienes que ser fuerte, tu poder es
inmenso y tu padre me dio el alto honor de educarte, yo tengo la habilidad psíquica
de controlar el poder de mi enemigo.
–¡Entonces ayúdame a sacar el poder que todos dicen que tengo! – chillaba el
menor.
–Al contrario, niño, te voy a inhibir, estarás listo cuando aún con mi restricción
puedas alcanzar tu máximo potencial, así que vamos otra vez desde el principio,
uno... dos... tres...
Michel siguió ejercitándose, nada le daba más temor que enfrentar la furia de
su padre, quien era sumamente estricto con él, le había inculcado hasta el cansancio
que no sólo debía ser el guerrero más poderoso del país, debía ser el más fuerte de
la historia, el Arcángel Miguel no dejaba de repetirle que el poder que su cuerpo
guardaba era superior a cualquier otro.
Los días se hicieron semanas y las semanas meses, todas las noches sin falta
se presentaba Sir Num a torturarlo, le ponía ejercicios imposibles de ejecutar y para
colmo le inhibía sus capacidades, lo peor de todo era la maldita cámara de video
que llevaba con él, lo grababa llorando y suplicando, después le decía que se la
mostraría a su padre para que viera lo inútil que era su hijo.
Lo único que lo aliviaba de su tortura era la pequeña Eloise, la niña más bonita
de la escuela, a Michel todo el tiempo le repitieron y le inculcaron que era el mejor de
todos y así se lo creía, por lo tanto, la niña más codiciada de su escuela debía ser
suya.
Empezó a llenar de atenciones y regalos a Eloise, pero su modo de ser era
muy soberbio y déspota con los demás, Michel despreciaba a los que estaban por
debajo de él, en una ocasión Eloise lo descubrió insultando a su prima Tegmine y le
retiró el habla, después, alguien le dijo que Elan le había prohibido a su hermana
que hablara con él, así culpó al futuro portador de Arietis de su conquista fallida.
En aquel entonces también conocería al que sería su mejor amigo, Eitán
Cenaz, un chiquillo de su edad con un control muy particular del fuego y el viento,
podía fusionarlos creando distintos animales, sería el futuro Arcángel Uriel, la
amistad de ese chico era un escape a su diaria agonía.
Las épocas que Michel más disfrutaba era cuando visitaba a su padre en
vacaciones en el estado de Levit, el Arcángel Miguel siempre lo recibía con el rostro
serio, de acuerdo a sus avances era el nivel de atención que le prestaba, podía
desde felicitarlo por su buen trabajo hasta azotarlo por inútil, por eso Michel siempre
se esforzaba para que su padre lo reconociera. En Levit se divertía horrores con su
primo Sebastién, con Eitán y con otros primos más, siempre le dolía dejar su estado
natal para regresar a la escuela, allá sólo sufría con la tortura del "Poeta" y sus
conquistas fallidas, así fue como empezó a odiar a los De Grieff.
Al futuro Arcángel le frustraba estar con su padre, siempre era la misma
cantaleta, escucharlo hablar y quejarse de los De Grieff, de cómo debían acabar con
la entidad rival: el Círculo del Zodiaco, y claro, siempre le remarcaba que él había
nacido en la rama principal de la familia Yaotl y tenía la obligación de mantener a su
familia en lo más alto, la única forma de hacerlo era siendo el guerrero más fuerte.
Toda su infancia Michel creció con la animadversión hacia los De Grieff
inculcada por su padre, sin embargo, veía que Miguel y Aries se trataban con
respeto, eso no lo entendía, su odio hacia la familia rival nació antes de que su
padre se lo inculcara y en su cabeza no concebía siquiera hablar civilizadamente
con ellos. En ese entonces se estaba desarrollando la guerra contra el país de Stoa
y su padre era de los principales Comandantes de Boleria, su odio se incrementó
cuando se enteró que el conflicto con el país vecino había terminado y el gran héroe
de guerra era el padre de ese inútil de Elan De Grieff: Aries.
Michel como todo mundo vio el programa de Martin Fherz, se enfureció por la
manera en que denigraron la labor de su padre, cuando habló por un comunicador
con él, el Arcángel Miguel le dijo que su participación fue vital para la victoria, Aries
lo redujo públicamente a un simple peón.
Como un muchacho herido al día siguiente se dedicó a decirles a todos que
Aries mentía, que el verdadero héroe fue su padre, sólo recibió de sus compañeros
insultos y burlas, Elan ni siquiera se molestó en contestar sus afirmaciones, estaba
por demás claro que el héroe de guerra fue el máximo guerrero del Círculo del
Zodiaco.
Aunque después el futuro Arcángel volvió a retomar su amistad con Eloise,
ésta nunca cedió a sus propuestas de noviazgo, por lo que al perder la atención de
la chica De Grieff, Michel se fijó en la otra niña más linda de la escuela: Alanah
Abrahams, se hizo amigo de sus hermanos para llegar a ella, después de un tiempo
de convivir juntos esa chiquilla lo traía loco, fantaseaba con que era su novia, por la
ilusión de verla al día siguiente aguantaba la tortura del "Poeta".
Sin embargo, a esa encantadora chiquilla le gustaba el afeminado de Elan De
Grieff, Michel no soportaba cómo Alanah lo veía cada que pasaba y se sonrojaba
cuando él la saludaba, decidió declarársele antes de que el niño de la familia rival le
ganase.
Para su mala suerte Elan se le adelantó y ahora Alanah era su novia, eso no lo
soportó, era la segunda chica que el maldito De Grieff le robaba, en ese momento lo
buscó para ponerlo en su lugar.
Ambos pelearon y fue cuando Michel descubrió que Elan no era ningún
blandengue, aunque fueron separados a tiempo él sintió que perdería ese combate,
por el momento dejó las cosas así.
Una vez que la Legión de los Iluminados se estableció en el Segundo Distrito
de Arcadia, Michel pasaba los fines de semana con su padre, quien examinaba
minuciosamente sus avances, el pequeño Arcángel se vanagloriaba de su poder.
–Te aseguro que Sebastién y yo somos los más fuertes de la escuela, papá.
–¿Y qué hay de Elan De Grieff? – Michel Yaotl padre seguía de cerca los
progresos no sólo de su hijo, también del vástago de su rival.
–Él es un cobarde, le da miedo pelear con las pandillas, me imagino que al estar
siempre con su hermana y la jirafona de su prima se le ha pegado lo asustadizo.
–¿Escapa a las peleas? – le preguntó.
–No – respondió Michel después de pensarlo un rato, recordó que nadie se
metía con Elan pero prefirió no decirle eso a su padre.
–¿Lo golpean y él lo permite? – El líder de la Legión de los Iluminados
agarrándose el mentón seguía preguntando y analizando las respuestas de su hijo.
–No – volvió a responder un nervioso Michel al notar que su padre lo veía con
severidad.
–¿Alguna vez alguien lo ha derrotado?
–No. – Michel ya no se mostraba tan seguro de sí mismo, se percató de que las
preguntas de su padre iban encaminadas no sólo a conocer la conducta de Elan De
Grieff, también lo estaba probando a él, estaba observando sus gestos y
movimientos para ver si mentía.
–¿Entonces cómo te atreves a decir que Elan es un cobarde si nadie nunca lo
ha derrotado?
–Evita las peleas, Sebastién y yo peleamos contra los Hobbs y los Brunn, Elan
es un cobarde...
–¿Has peleado con él en alguna ocasión? – preguntó el Arcángel Miguel
intrigado.
–Una vez – respondió Michel incapaz de mentirle a su padre, recordaba con
furia el motivo de esa pelea y de cómo el pequeño Elan le había robado a quien él
ya consideraba su novia.
–¿Y quién ganó?
–Ninguno, nos separaron – Michel hizo un recuento de su pelea con el hijo de
Aries y se sonrojó de vergüenza, arriesgándose a que lo descubrieran y azotaran, le
mintió a su padre –, pero estoy seguro que yo lo vencería...
–¿Y Sebastién? – El Patriarca de los Yaotl también estaba muy interesado en el
entrenamiento del hijo de su primo Jean y sus avances.
–Él es mejor que yo – se sinceró el pequeño Michel –, nunca se ha peleado con
Elan pero estoy seguro que le ganaría.
–¿Ya has peleado con tu primo?
–No en serio, si me enojo se deja golpear, mi tío Jean lo amenazó con darle una
paliza si me tocaba...
El Arcángel Miguel negó por lo bajo, así era su primo, el Arcángel Gabriel lo
haría todo con tal de agradarle.
–Si no has peleado con Sebastién... ¿cómo sabes que es mejor que tú?
–En los entrenamientos siempre me supera...
–Eso es inaceptable, hijo, debes entrenar más...
Michel bajó la cabeza, por más que lo quiso evitar unas lágrimas salieron de
sus ojos, las manos le temblaban.
–Entreno todo el tiempo y a todas horas, apenas si duermo...
Miguel levantó la barbilla de su hijo con rudeza.
–Por eso te derrotan, te burlas de Elan De Grieff pero tú eres un llorón.
–¡No lo soy! ¡No soy un llorón!
–¿Entonces por qué estás así? – Michel padre golpeó en la cabeza a su hijo
para que dejara de llorar.
–Porque me da pena decepcionarte – respondió el pequeño Arcángel tratando
de contener las lágrimas –, no quiero que pienses que soy un perdedor, yo quiero
ser lo que tú me digas, no quiero fallarte...
–Quizá el problema no eres tú, posiblemente sea "el Poeta"... – respondió el
Arcángel mayor pensando en el Caballero Fantasma responsable del entrenamiento
de su hijo.
Michel no contestó, se limpiaba los mocos con la manga de su playera, su
padre lo despidió y mandó llamar a Sir Num, quien llegó casi inmediatamente.
–¿Me llamó Señor?
–Sí, Sir Num... ¿Cómo va el entrenamiento de mi hijo?
–Como se lo ha de imaginar ha superado las expectativas.
–Dice que mi sobrino Sebastién es mejor que él.
–Sebastién es un niño admirable, señor, un talento nato, el mejor de todo el
Cinturón.
–Piense bien en sus palabras, Sir... ¿Es mejor que mi hijo?
–No señor, con mi vida le respondo que nadie en todo el Cinturón es mejor que
su hijo.
–Al parecer todo mundo piensa lo contrario...
–Señor, el pequeño Michel está entre los mejores guerreros del Cinturón.
–¿Entre los mejores dices? – preguntó casi gritando el Patriarca de los Yaotl –.
¿Crees que con eso me conformo? Estar entre los mejores no es una opción para un
Yaotl, no para mi hijo al menos, me acabas de confirmar que Sebastién es mejor que
Michel...
–Señor, Michel está entre los mejores porque yo lo inhibo todo el tiempo, ahora
mismo a sus ocho años es casi tan fuerte como usted...
–El Arcángel Miguel volteó a ver seriamente a Sir Num.
–¿Estás seguro de lo que dices? – Una mueca de orgullo se distinguió en la
boca del Arcángel.
–Puede probarlo cuando quiera – respondió el Caballero Fantasma con total
convicción.
–¿Y Sebastién? – El Patriarca de los Yaotl insistía con su sobrino, quien junto
con su hijo debían ser en el futuro los guerreros más poderosos del país –. ¿Qué tan
lejos está de Michel?
–La línea que los separa es muy delgada.
–¡Maldita sea! Es la mejor noticia que he recibido en años... ¿Qué me dices del
hijo de Elan De Grieff?
–Imposible saberlo, tiene un gran poder pero no lo muestra, podría estar por
debajo de Sebastién o incluso por encima de Michel...
–¿Tan poderoso es?
–Por ahora, señor, en el futuro nadie se le acercará a Michel, cuando jure
lealtad a la Legión de los Iluminados y usted le transfiera su espada Génesis, su
poder será el de un dios.
–Bien, siga con su trabajo, Sir Num, esos dos chicos deben ser los guerreros
más poderosos del país.
–Lo serán, señor.
Cuando Michel regresó al Cinturón no volvió a llorar ni a quejarse con "el
Poeta", entrenó al máximo para estar a la altura de las expectativas de su padre. Los
entrenamientos de Miguel siguieron desarrollándose puntualmente y cada vez eran
más duros, ahora que tenía más cerca a su padre sus avances se redoblaron, todos
los fines de semana él entrenaba junto con los Arcángeles Lahatiel y Jofiel. Su primo
Sebastién llevaba su rutina de entrenamiento por separado y no necesitaba ir todos
los fines de semana al Segundo Distrito, decía que prefería quedarse a estudiar en
la escuela, pero Michel sabía que no lo acompañaba al distrito gobernado por los
Arcángeles por estar con Tegmine De Grieff. Uriel en esas épocas ya se había ido a
estudiar al extranjero.
La duda de quién era mejor, si él o su primo Sebastién se resolvió cuando
ambos tenían la edad de catorce años, después de haber humillado públicamente a
Tegmine De Grieff y de ser castigados sin poder hablarse, el futuro Arcángel Gabriel
lo enfrentó.
Michel se dirigía a su departamento de lujo cuando se encontró a su primo en
cuclillas, cabizbajo, tal vez llorando, le dio una palmada en la espalda y sonriéndole
le dijo:
–Ya primo, no es para tanto, unas semanas sin hablarnos y en los dormitorios
comunes no son para que te pongas así, el castigo ya terminó, después nos
desquitamos con la jirafona...
Sebastién se levantó de inmediato y golpeó a su primo en el rostro, Michel cayó
de espaldas por el impacto, estaba sorprendido, el hijo de su tío Jean jamás lo había
agredido. Confirmó que su primo no sólo estaba triste, lloraba.
–Será mejor que te expliques de inmediato y que tu disculpa sea buena, de otra
manera te patearé el trasero – lo amenazó Michel.
–Sucede que Teg sí era mi novia y por culpa de todos ustedes terminó conmigo,
soy un maldito cobarde, pero a partir de ahora quien se meta con ella se muere, no
voy a golpear a nadie, lo voy a quemar...
–A mí no puedes quemarme, idiota – Michel se levantó inmediatamente
buscando desquitarse –, y si te metiste con una porquería como esa De Grieff
significa que eres igual de basura, no mereces llamarte Yaotl...
–Eso me importa un carajo, si Teg me acepta de vuelta me convertiré en un De
Grieff...
–Primero te mato.
–Inténtalo – Gabriel pasó su mano derecha por debajo de la nariz de Michel, le
mostró la sangre y después se limpió en la camisa de su primo –, ya estás
grandecito para que mi padre te defienda...
Michel se lanzó en contra de Sebastién, la batalla fue intensa y con el uso a
todo el potencial del poder psíquico y elemental de ambos, hasta el lugar llegaron Sir
Phillippe, Lady Madeleine y Sir Num, la batalla la ganó por un amplio margen
Sebastién.
El futuro Arcángel Gabriel tomaba al semiinconsciente Michel por la camisa y lo
sacudía con violencia.
–¡Prométemelo! ¡Promete que jamás volverás a faltarle al respeto a Teg...!
En ese momento Sir Num liberó de su restricción a Michel, el hijo de Miguel
sintió por primera vez todo su poder, la batalla nuevamente comenzó, después de un
cuarto de hora de combate los ojos de Michel se tornaron totalmente blancos y letras
antiguas aparecieron alrededor de sus córneas, en un par de minutos venció a su
primo.
Una vez que se percató que su primo no podía continuar peleando, Michel se
dispuso a retirarse, pero Sebastién lo detuvo por la pierna, apenas si podía moverse
pero le impidió irse.
–Prométeme que dejarás en paz a Teg.
Al ver el estado en el que se encontraba Sebastién, Lady Madeleine se
preocupó, decidió que la pelea ya había terminado y se dispuso a intervenir pero Sir
Num la detuvo.
–Déjelos, esta es su pelea.
–Les advertí que serían expulsados si volvían a pelear con su poder elemental...
– dijo la Espada Real femenina de Arcadia al tiempo que veía fijamente la mano de
"el Poeta" deteniéndola.
–¿Realmente cree que puede imponer su voluntad a un Yaotl? – preguntó el
Caballero Fantasma de la Orden de Levit mientras lentamente soltaba a su
compañera de la Orden de la capital armamentista.
Lady Madeleine se le plantó de frente a Sir Num.
–Cuide sus modales y su lenguaje conmigo, Sir, estos dos chicos son mis
sobrinos, como su maestra, su Subdirectora y su tía puedo impedirles hacer lo que
se me dé la gana.
–Ahora están a mi cuidado – le espetó Sir Num a Lady Madeleine con toda
autoridad.
–En este momento como la líder de las Espadas Reales de Arcadia le pido que
se regrese a su provincia, Sir – "la Espada Maestra" empujó con el dedo índice el
pecho de su compañero, pareció que sólo lo tocó, pero Sir Num dio dos pasos hacia
atrás –, su estancia aquí ya se prolongó más tiempo del tolerable.
–El líder de la Orden de Arcadia es Sir Phillippe – replicó "el Poeta", le molestó
el que su compañera de Arcadia lo empujara de esa forma y pensó darle un
manotazo, sin embargo, se contuvo.
–"El Primer Caballero" es el Gran Maestre de la Orden – le explicó la
Subdirectora de la escuela del Cinturón –, no quiso cumplir ambas funciones, yo soy
la líder en Arcadia.
Sir Num volteó a ver a Sir Phillippe, éste asintió y levantó las manos dando a
entender que se desligaba de esa discusión. "El Poeta" no se amedrentó ante la
orden de "la Espada Maestra".
–Soy el guardián del hijo del Patriarca de la familia Yaotl, yo sólo recibo órdenes
de él, lleve su queja al Arcángel Miguel.
–Por ley usted no puede resguardar a alguien sin puesto político en Levit, Sir, si
protege a mi hermano vaya con él, por el momento tiene cinco minutos para llamar a
su corcel alado y retirarse, queda advertido que si vuelve a poner un pie en mi
escuela lo mataré.
–¿Es una amenaza?
Lady Madeleine no respondió, se llevó la mano a su espada Delta (δ), Michel y
Sebastién se habían olvidado de su propia disputa, observaban sin perder detalle a
su tía Ruth, habían escuchado que era la mejor esgrimista del país, mejor incluso
que el Arcángel Miguel, tan buena como el "Primer Caballero".
Sir Num observaba a su compañera de la Orden de Arcadia, él era un gran
esgrimista, al tener la capacidad de degradar el poder de sus oponentes su mejor
arma era su espada, pero conocía a Ruth Yaotl desde que ambos eran pequeños y
sabía que él no era rival para ella, decidió marcharse.
–Lamento si le falté al respeto, Lady, le doy mis más sinceras disculpas, me
retiro a buscar a mi protegido al Segundo Distrito para que disponga lo que haya que
hacer, si él ordena que regrese al Cinturón se hará por las vías diplomáticas
pertinentes con su previa aprobación, en caso contrario regresaré a donde debo
estar, con mi Orden en Levit.
En ese momento un caballo alado color crema apareció, Sir Num lo montó y
desapareció volando rumbo a la salida del edificio principal de la Ciudadela, Michel
se acercó sorprendido a Lady Madeleine.
–Wow, tía, "el Poeta" te tuvo miedo, eso no se ve todos los días...
La Espada Real de Arcadia tomó de la oreja a Michel y se lo llevó al edificio
Administrativo de la escuela principal del Cinturón, aunque el futuro Arcángel ya era
más alto que ella seguía tratándolo igual que cuando niño, detrás de ella Sir Phillippe
ayudaba a Sebastién a incorporarse para llevarlo a que le impusieran su castigo, el
hijo de Jean Yaotl estaba tan sorprendido como su primo.
–Mi tía Ruth es brava... ¿verdad Sir?
–No sabes cuánto, muchacho, será mejor que acepten su castigo sin chistar,
hasta tu padre y tu tío Michel le temen a "la Espada Maestra" cuando se enfurece...
Michel y Sebastién fueron llevados primero a la enfermería para que los
atendieran, estando ahí el futuro portador de Génesis le dijo al futuro domador del
Dragón del Juicio Final:
–Eres un idiota, primo.
–Lo sé – Por más que Sebastién trataba de aparentar que estaba bien, le dolía
todo el cuerpo, no pudo erguirse por completo.
–Enredarte con una De Grieff.
Sebastién se molestó con el comentario, estaba decidido a defender el honor
de Tegmine.
–No sé tú, pero yo no tengo ningún problema en empezar a pelear otra vez...
–Yo sí, no sólo eres mi primo, eres mi mejor amigo, no quiero matarte.
–Entonces promételo...
–Lo haré si tú prometes alejarte para siempre de Tegmine.
–Te juro que haré todo lo posible porque me perdone y me permita regresar con
ella.
–Si yo no te mato lo harán nuestros padres, bien sabes que su odio hacia los De
Grieff es inmenso...
–Sin Tegmine no me importa vivir.
–Estás loco, primo, pero en fin, yo no soy nadie para decirte lo que tienes que
hacer, sólo espero que entiendas que tu familia está primero que todo...
–Eso no tienes que decírmelo.
–Está bien, te prometo no volverme a meter con tu noviecita, aunque dudo que
después de lo que pasó te vuelva a hablar.
–Lo peor de todo es que tienes razón, Teg ya me puso en mi lugar, jamás
volverá a hablarme y me lo merezco.
–Así es, ojalá que los huevos que mostraste para enfrentarme los hubieras
demostrado cuando la insultábamos.
–Tú eras el peor. – Sebastién se volvió a molestar por las palabras de su primo,
más todavía porque sabía que tenía razón.
–Lo sé, pero Eloise es mi amiga y te consta, sin dudarlo me hubiera puesto de
tu lado en contra de quien sea...
–¡Pero si ella te golpeó y tú la amenazaste...!
–Igual la habría defendido si se hubiera armado la pelea, sólo estaba
fanfarroneando.
–¿Y por qué te metiste con Tegmine entonces?
–Porque soy un abusador y un cretino, eso todos lo saben... ¿cuál es tu
pretexto?
–Soy un imbécil...
Un par de horas después, Lady Madeleine entró en el cuarto de hospital y
habló con sus sobrinos.
–¿Ya arreglaron sus diferencias?
–Sí tía – dijeron los dos al mismo tiempo.
Entonces váyanse a sus departamentos, mañana tienen clases a primera hora,
sólo quiero que algo les quede bien claro, si vuelvo a saber que se pelearon con
energía elemental ambos sabrán en carne propia por qué Sir Num prefirió irse a
pelear conmigo...
Los dos chicos tragaron saliva, ninguno de los dos quería ser el receptáculo de
la furia de su tía Ruth, se apresuraron en despedirse y se fueron rápidamente a sus
respectivos departamentos.
Después de ser advertido por Lady Madeleine, Sir Num no volvió a poner un
pie en la parte media del edificio de la Ciudadela, el Arcángel Miguel tuvo una seria
discusión con su hermana, pero al final Sir Phillippe apoyó a su compañera y el líder
de la Legión de los Iluminados tuvo que aceptar la partida a Levit de su escolta.
Realmente Michel Yaotl hijo ya no necesitaba la presencia de Sir Num, al
alcanzar el estado definitivo de un Iluminado la restricción del Caballero Fantasma
ya no era efectiva, a partir de ese momento siguió entrenando por su cuenta.
Unas horas después de su pelea con Sebastién, Michel se encontraría con
Eloise De Grieff, se veía triste, el futuro Arcángel la tomó de la mano y la llevó a una
banca.
–Te sientes mal... ¿verdad?
–Sí – la voz de Eloise se escuchaba apagada –, hace rato vino Sebastién para
platicar con Tegmine...
–Los dos están tristes.
–Lo sé, lo que hicimos estuvo mal, eso no debió haber pasado, debimos dejar a
nuestros primos en paz....
–Tú me pediste que me metiera con tu prima y obligara a Sebastién a hacerlo
también.
–Todo fue idea de Elan, no sé cómo me convence siempre de hacer lo que él
quiere, me hizo creer que protegíamos a Teg, me aseguró que Sebastién iba a
lastimar a mi prima, no estaba tan equivocado, al final lo hizo...
–Si actuamos correctamente… ¿Por qué estás tan triste? ψien sabes que la
conducta de mi primo no justifica lo que hicimos, Sebastién no es malo y en verdad
quería a tu prima, no como tú a mí, que sólo me utilizaste como te lo pidió tu
hermano...
–¿Te metiste en mi cabeza?
–Sí, pero sólo para saber por qué me pediste que lastimara así a tu prima, en
realidad nunca quisiste hacerlo, fuiste obligada por Elan, así como Sebastién fue
inducido por mí, deberías comprenderlo al menos un poco.
–No, Michel, yo...
–No hace falta que digas nada, tú no eres mala pero deberías tomar tus propias
decisiones, adiós.
–Espera, si aún lo quieres intentar me gustaría ser tu novia – Eloise hablaba
sinceramente, ahora que conocía mejor a Michel y veía que no era el cretino que
todos pensaban realmente le gustaba.
–Lo siento, pero ya no eres la niña de la que estaba enamorado, lo que los dos
le hicimos a nuestros primos estuvo mal, de verdad me dolió ver la humillación de
Tegmine y el sufrimiento de Sebastién, yo voy a cambiar y tú me recuerdas lo malo
que fui, pero siempre te voy a querer, adiós Eli.
Esa fue la primera vez que Michel sintió esos sentimientos encontrados en su
corazón, odiaba a los De Grieff pero no a todos, se dejó manipular por Eloise porque
le gustaba y no le pareció mala idea insultar a su prima a quien no toleraba por ser la
más inteligente de su generación, pero no había disfrutado en lo más mínimo
humillar a Tegmine, el único que merecía todo su odio era Elan.
Días después en los pasillos de la escuela Michel caminaba distraído y sin
querer chocó con Tegmine, por el impacto la chica De Grieff tiró sus libros, el futuro
Arcángel los recogió y se los entregó, la futura miembro del Círculo del Zodiaco de
un manotazo los volvió a tirar.
A unos metros Proteo Brunn se percató de lo que sucedía y se fue en contra de
Michel, pero Lady Madeleine que también estaba por ahí lo detuvo, ambos sólo se
quedaron observando lo que sucedía.
Michel de nuevo levantó los libros de Tegmine, quien se los volvió a tirar,
ambos repitieron la misma acción varias veces hasta que el futuro Patriarca de los
Yaotl le advirtió:
–Espero que no tengas clases en este momento porque creo que vamos para
largo...
–Sólo tienes que dejar mis cosas en el suelo.
–No puedo, por mi culpa tiraste tus libros.
–¿Y eso a ti que te importa?
–Mucho, fui un idiota contigo y te pido una sincera disculpa, jamás volveré a
molestarte, ni yo ni nadie más, te lo prometo.
Michel le ofreció sus libros a Tegmine, ésta los aceptó, el futuro Arcángel se dio
la vuelta y se fue, cuando pasó al lado de su tía y Proteo Brunn sólo los saludó con
un ademán de mano, "la Espada Maestra" lo tomó del rostro y le dio un gran beso en
la mejilla, Michel se sintió bien consigo mismo.
Algunos meses después pasaría el suceso que marcaría por completo la vida
de Michel y su objetivo en la vida. Todo sucedió durante el funeral de Astrid Gomm,
la esposa de Aries, Michel se presentó en la residencia de la familia rival
acompañando a su padre a presentar sus respetos y dar el último adiós a la esposa
del Patriarca de los De Grieff.
El futuro Arcángel vio a su padre muy mal cuando se enteró del deceso de su
antigua amiga por lo que insistió en acompañarlo, en la ceremonia se encontró con
su hermana Ambar, quien se había marchado hace tiempo de su casa y ahora vivía
con su familia materna en el Cinturón de la Ciudadela.
Desde ese día los dos hermanos se habían alejado, ninguno de los dos
entendía al otro, Ambar no comprendía esa fijación de su hermano por complacer a
su padre y él no le perdonó a su hermana que cambiara a su familia por los Hobbs,
pero lo que realmente Michel no perdonaba era que su hermana fuera novia de Elan
Jr., cuando se veían en la escuela del Cinturón y su hermana estaba con el hijo de
Aries se trataban como dos extraños, como si no se conocieran.
Cuando empezó a oscurecer Michel se dispuso a buscar a su padre, muchas
personas le habían dicho que el Arcángel Miguel y Aries en el pasado fueron los
mejores amigos, pero él nunca lo creyó, un amigo nunca haría lo que el Patriarca de
los De Grieff le hizo a su padre.
Buscando a su progenitor encontró a lo lejos a Aries fumando un cigarrillo
sentado en su jardín, un instante después su padre se sentó junto a su gran rival, le
quitó su cigarro y fumó de él, realmente parecían grandes camaradas.
Michel sintió curiosidad y se aproximó a ellos sin que ninguno de los Patriarcas
se diera cuenta, escuchó toda la conversación, las lágrimas salieron de sus ojos
cuando Aries desterraba a su padre, lo estaba humillando, pensó en salir y
enfrentarlo pero en ese momento hasta él se dio cuenta que ni peleando junto con el
Arcángel Miguel eran rivales para el portador de Arietis.
Cuando Aries se fue, Michel vio a su padre derrumbarse, de rodillas, observó al
hombre que había admirado toda su vida caer derrotado sin siquiera haber sido
tocado, el odio lo invadió, en ese momento se juró vengar aquella afrenta de la única
manera posible, destruyendo por completo al Círculo del Zodiaco.
Aries en ese momento con todo su poder les perdonó la vida, él no lo haría, en
cuanto tuviera la primer oportunidad arrasaría de una vez por todas y para siempre
con la entidad rival.
Esperó un par de horas a que se calmara su padre, después, cuando Miguel se
encaminó a la residencia principal, Michel le habló diciéndole que lo estaba
buscando.
–¿Para qué me buscabas? – preguntó su padre tratando de ocultar que había
estado llorando.
–Ya es tarde, no tenemos que estar en este maldito lugar más tiempo del
necesario.
–Tienes razón, hijo, vámonos, ya me despedí lo suficiente de Astrid...
–En cuanto lleguemos a casa te sentirás mejor.
–He decidido no regresar al Segundo Distrito...
–¿Sucede algo? – Michel Jr. fingió estar intrigado.
–Quiero regresar a mi tierra, volveré a Levit.
–¿Alguna razón en especial?
–La preservación de la Legión, hijo, hay veces que uno debe sacrificarlo todo
por algo, la Legión de los Iluminados está por encima de nuestras vidas incluso, que
eso nunca se te olvide...
–¿No quieres pelear, padre? Ya estamos aquí...
–No, hijo, hoy no es el día en que caerá ninguno de los dos grupos más
poderosos del país, pero yo sé que tú te encargarás de todo...
–Dalo por hecho, padre.
A partir de ese momento Michel se concentró en su venganza, contaba con el
apoyo total de los principales Arcángeles, Gabriel y Uriel eran como sus hermanos y
Jofiel, en ese entonces la única mujer del grupo protector del Segundo Distrito era
un amigo más. El portador de Arietis consideraba a su compañera la mujer más
hermosa del país, sólo podían compararse a ella Krizia Phren y Eloise De Grieff.
Lucy Canaán era una chica alegre y jovial, se llevaba con sus compañeros de
la Legión de los Iluminados como si fuera un hombre, bebía, jugaba rudo, le
gustaban los deportes y hasta peleaba como un varón, sobretodo Miguel y Uriel
estaban fascinados con ella, por esa razón cuando liberaron sus alas la retaron, por
tradición y herencia Lucy debía ser el Arcángel Pariel, nombre femenino de su
puesto en el grupo protector del Segundo Distrito, los Arcángeles varones obligaron
a su compañera a usar el nombre masculino que le correspondía al controlador de la
poderosa Equidna, la chica aceptó y adoptó el nombre masculino de Jofiel.
Con el tiempo Miguel se dio cuenta que Lahatiel y Jofiel no eran los elementos
indicados para derrotar al Círculo, "el fulgor de Dios" fue nombrado Arcángel sin
tener derecho divino a ello, era un Abrahams, el hermano mayor de Alanah no tenía
alas que liberar, se convirtió en Arcángel por un trato secreto de su padre con los
sacerdotes del Distrito Comercial, trato que también incluyó la incorporación de
Demarcus Hellder como líder de los Bérserkers Infernales de Sammael, de alguna
manera su padre se estaba preparando para la futura batalla y había comprado a un
novicio de sacerdote para que ayudara a su hijo contra el futuro Sammael una vez
que hubieran destruido a la entidad rival, con la ayuda de los sacerdotes del Distrito
Comercial le pasó a Demarcus el poder del miembro de la familia Yaotl que
controlaba al poderoso Moloch.
A Miguel no le importaba el trato que su padre hizo, Lahatiel tenía ideas
revolucionarias que iban en contra de los principios de la Legión de los Iluminados y
Jofiel, "la luz de Dios", estaba en una relación seria con el hijo de un magnate del
Tercer Distrito, los había desairado a Uriel y a él por ese tal Johann Harrisson. En
ese momento empezó a planear cómo deshacerse de los dos, debía renovar la
Legión por completo.
Por esas épocas se volvió a encontrar con Alanah, su compañera de la que
estuvo enamorado en su infancia, se veía mal, nunca superó que Elan terminara
con ella. Michel se ofreció a ayudarla, Alanah estaba desesperada por dejar de
sufrir, al parecer buscaba en otros brazos olvidar a Elan, en uno de esos amoríos
resultó embarazada de una niña.
Alanah se sentía desolada, la única manera que tenía de ser feliz era regresar
a los brazos de Elan De Grieff, por lo que a partir de ese momento se dedicó a
conquistar al futuro Patriarca de los Yaotl para poder darle información a Elan y así
la aceptara de regreso.
A Michel no le costó mucho trabajo enamorarse de Alanah, al final era una
persona orgullosa y siempre tuvo ese malestar de que no le hizo caso por culpa de
Elan De Grieff, después de un corto tiempo de relación terminaron casándose.
Tiempo después la Legión de los Iluminados volvió a sufrir otro duro golpe por
parte del Círculo del Zodiaco, el idiota de su tío Jean retó a Aries a un combate y
perdió, de milagro salvó la vida, sin embargo, su esposa, la madre de su primo
Sebastién, murió asesinada a manos de una miembro del Círculo y gracias a Aries
eludió su castigo. De nuevo Aries, nuevamente el Círculo, en ese momento Michel y
Sebastién juraron con sangre la destrucción de la entidad rival.
Después de ese incidente la generación anterior desapareció de la Legión, su
padre y su tío Jean por fin les permitieron a él y a Sebastién convertirse ante la
piedra de los cielos en los Arcángeles Miguel y Gabriel.
La ceremonia se llevó a cabo como debía ser, en las instalaciones de la Legión
de los Iluminados en el Segundo Distrito de Arcadia, Michel se presentó
personalmente ante Aries para exigir que le permitiera a su padre estar presente en
su ascensión, debía ser el Arcángel Miguel quien en persona le pasara el
nombramiento del máximo líder de la Legión.
Miguel crió como su hija a la niña de Alanah, sin embargo, cuando se enteró
que era hija de su enemigo recluyó a la menor en un templo religioso del Distrito
Comercial, el solo verla le recordaba todo el odio que sentía por Elan De Grieff. La
miembro del Clan Abrahams no hizo mucho por retener a su hija, tampoco soportaba
verla, le recordaba su amor enfermizo por el líder del Círculo del Zodiaco.
Con Alanah procreó a tres retoños: Emilian, Tita y Mikael, tres poderosos
guerreros pero ninguno de ellos sería el heredero de su poder, fue entonces cuando
decidió iniciar su venganza, siempre incitado por su padre y su tío Jean que estaban
obsesionados con su plan de destruir al Círculo del Zodiaco.
El primogénito del novel Arcángel Miguel nació con las alas liberadas, sería el
Arcángel Rafael, su primo Sebastién era el Arcángel Gabriel y su mejor amigo: Eitán
Cenaz, era el Arcángel Uriel, para poder realizar su venganza necesitaba
deshacerse de los Arcángeles Lahatiel y Jofiel.
En lo que pensaba como liberarse de sus compañeros por casualidad se
encontró con una mujer que descendía del Clan de Levit donde nacían dos
Arcángeles Caídos: los gemelos Belial y Luzbel, éstos debían ser completamente
contrarios a su contraparte: Géminis del Círculo del Zodiaco. Si los integrantes de la
entidad protectora del Primer Distrito de Arcadia eran varones y gemelos idénticos,
los de la Legión serían mujeres y gemelas diferentes.
Michel no podía creer en su suerte, la mujer que se encontró por casualidad no
era otra que la elegida por Elan padre para ser la esposa de su hijo, ni siquiera tuvo
que intervenir la mente de esa chica, quien al parecer no deseaba casarse con Elan
Jr., atacó su ambición y la convenció de ayudarlo a cambio de convertirla en una
Arcángel, la engañó.
El ahora χrcángel Miguel por cuenta propia y cegado por su odio “cobro” la
ayuda de su padre a los sacerdotes del Distrito Comercial, les pidió que buscaran la
forma de que los hijos de esa mujer y Aries se convirtieran en Arcángeles Caídos.
Los sacerdotes estaban conscientes de su deuda, de antemano sabían que la
exigencia de los Yaotl por permitirles admitir a Thorsten Abrahams y Demarcus
Hellder en la Legión de los Iluminados podía ser por demás aterradora y así fue.
Obligados a cumplir con su parte del trato le pidieron a Miguel la sangre de la
línea familiar ancestral de los Arcángeles Caídos gemelos, Michel no tuvo problemas
en encontrar a la miembro idónea del Clan Abner, los Caídos gemelos de sangre
pura siempre nacían de la misma rama familiar, sin ningún reparo moral mató a la
mujer y así obtuvo el brebaje con el que pensaba iniciar su venganza en contra del
Círculo del Zodiaco y de Elan De Grieff en lo particular.
Dalilah Abner era su aliada así como Alanah Abrahams lo era de Elan, se las
arregló para que Dalila bebiera la sangre de los Caídos condenando así a las futuras
hijas de Aries, lo que significó el comienzo su venganza.
Elan padre también cayó en la trampa, al igual que Miguel había investigado a
Dalila y a su familia, sabía que no era ella quien portaba el gen maligno que
engendraría a los Caídos, por lo que vio la unión como una oportunidad de
acercarse a los poderosos Clanes de Levit, jamás imaginó la jugada que había
hecho Michel Jr. y nunca vio la necesidad de volver a explorar a Dalila, máxime que
prácticamente al nacer sus gemelas se divorció de su hijo y se fue a vivir al
extranjero.
La guerra civil le dio la solución a Miguel para deshacerse de Lahatiel y Jofiel,
uno apoyaba a los rebeldes y la otra se había retirado de la vida del guerrero, los
obligó a matarse mutuamente, después liberó las alas de dos niñas sumamente
poderosas: la hija de su cuñada, una hiperactiva niña llamada Dharma Ayalet y su
sobrina Daiana Yaotl, quienes se convertirían en las Arcángeles Chitriel y Ariel, sólo
le faltaba encontrar a un Arcángel para estar completo, su hijo Emilian la encontraría
algunos años después, por azares del destino esa niña sería la hija de Jofiel:
Michelle Harrisson.
La venganza había iniciado, su principal objetivo antes que la dominación de
Boleria era la Caída del Círculo y esa sólo se daría si mataba a su principal enemigo,
el máximo guerrero del Círculo del Zodiaco: Aries. Pero la vida del Arcángel daría
otro vuelco y esta vez sería el definitivo.
Se enteró que la asesina de su madre, la esposa del anterior Kukulcán, Daniela
Malka, había regresado a Levit con su familia paterna, de inmediato pensó en
buscarla y acabar con su vida, no podía creer que su padre insistía en contratarla
para entrenar a su hijo Mikael y a otra chiquilla traída de Riazor.
Lleno de furia empezó a planear su venganza, se quejaba amargamente con su
tía.
–¿Puedes creerlo, tía Ruth? Esa maldita mata a mi madre y mi padre la quiere
contratar para que entrene a mi hijo Mikael... ¿Acaso se ha vuelto loco?
–El poder de Mikael es enorme pero necesita completarlo con una buena
técnica de combate, la mejor en ese ramo es Daniela Malka – le explicó la Espada
Real.
–Tú eres la mejor en ese ramo, tú deberías estar entrenando a mi hijo...
–No, Michel, te aseguro que mi amiga es tan buena como yo, quizá hasta mejor.
También es una gran y poderosa psíquica, la maestra ideal del pequeño Mikael.
–Eso no justifica que deba perdonarla por lo que le hizo a mi madre, la voy a
matar...
Ruth abrazó a su sobrino, Michel quería a su tía como a nadie en el mundo,
ella era lo más cercano a una madre que había tenido.
–Mira, hijo, ya estás grande y yo vieja, es imposible que siga corrigiendo tus
fallas a jalones de orejas...
–Tú no eres vieja, estás tan hermosa como siempre, yo siempre te voy a
escuchar, tía.
Lady Madeleine le pellizcó una mejilla a su sobrino y le hizo una
recomendación.
–Entonces te sugiero que primero conozcas la verdad de lo que pasó entre tu
madre y Daniela Malka.
–¿Qué caso tiene?
–Michel, por no pensar las cosas has sufrido mucho, acabaste con la relación de
Tegmine De Grieff y tu primo, los lastimaste a ambos y sufriste por ello, te castigaste
a ti mismo renunciando a quien era tu gran amor: Eloise De Grieff.
–¿Cómo sabes eso?
–Simplemente lo sé, sabes que a ti y a Sebastién los quiero tanto como a
Mefistófeles, pero tú eres mi chiquitín especial, Sebastién tenía a su madre que lo
cuidaba y protegía, tú sólo me tenías a mí, siempre he estado al pendiente de ti.
Ruth abrazó a su sobrino quien se perdió en sus brazos, Miguel no sabía que
habría sido de su vida si en ella no hubiera estado su querida tía.
–Después está el asunto de Alanah – continuó diciendo Lady Madeleine –, te
encaprichaste en casarte con ella a sabiendas de que amaba a otro...
–De eso no me arrepiento, tía, la amo y sé que va a terminar
correspondiéndome.
–Sé que sí, mi amor. Finalmente está el asesinato de tu hermana a cargo de los
Patriarcas, siempre te has recriminado el no haberla salvado...
–Eso me parte el alma. Ambar no merecía morir así, no nos hablábamos pero
yo la amaba y también a mi sobrina, fui un cobarde... – Michel sufría cada que
pensaba en su hermana asesinada y su sobrina desaparecida, también culpaba de
eso a Elan De Grieff.
–Por eso te digo que no cometas otro error, hijo, habla con Daniela, si no te
convence lo que ella te diga haz lo que tengas que hacer.
–¿Cómo le hiciste, tía?
–¿A qué te refieres?
–A que contra la voluntad de toda la familia hiciste lo que querías, te convertiste
en una Espada Real.
–Porque yo lucho por lo que quiero, hijo, todavía no nace quien me pueda
imponer algo en lo que no estoy de acuerdo.
–Creo que yo voy a hacer lo mismo.
–Hazlo, pero recuerda: con el libre albedrío viene una gran responsabilidad, si
vas a luchar por lo que crees, hazlo en el bando correcto o tendrás una vida llena de
arrepentimientos, eres una persona muy extremista en lo que haces, hijo, trata de
encontrar un balance, no te pierdas en tus convicciones.
Michel se fue a Levit y habló con Daniela Malka, "la viuda" le platicó su historia,
Miguel inmediatamente supo que era verdad, ya Ambar le había dado un adelanto
del diario de su madre, los culpables de todo habían sido los Patriarcas de las
principales familias incluyendo a su propio padre, en ese momento decidió planear
su caída, dejó de importarle la venganza contra el Círculo del Zodiaco, con la ayuda
de Daniela Malka planeó su estrategia a futuro, pero debía adentrarse en el ente que
deseaba derribar, para acabar con la maldad él debía convertirse en el peor de
todos, debía tener más que cerca a sus enemigos.
Sabía que no contaba con sus mejores amigos, tanto Sebastién como Eitán
estaban completamente envenenados por el odio hacia la familia rival, su primo
jamás perdonaría el asesinato de su madre y Uriel era completamente fiel a la
ideología que su padre había inculcado en él. Su tío Jean Yaotl era su principal rival
y quien diariamente envenenaba más a sus compañeros, cuando trató de detenerlo
era demasiado tarde, "el Biónico" le había ganado la jugada, se había hecho con el
apoyo de los Nueve Coros de Guerra de Levit, era intocable.
En esas épocas Miguel visitaba mucho a su tía Ruth, era su confidente y le
gustaba escuchar sus recomendaciones, fue así, como por casualidad, conoció a
Cross.
El Arcángel mayor mientras estaba en un bar escuchó la conversación de un
chico con varios altos oficiales, lo sorprendió la claridad con la que hablaba y cómo
manipulaba a todos los que lo escuchaban, era un muchacho de pocas palabras
pero que empleaba las oraciones justas para dirigir la conversación de acuerdo a
sus propios intereses, al final, todos los oficiales hablaban de su descontento con el
sistema de gobierno a excepción del chico, quien se mostraba moderado e incluso a
favor del gobierno.
A Miguel le llamó la atención lo hecho por ese muchacho, era traición, lo
investigó y siguió unos días, se percató que era un estudiante recomendado por
Odín, entrenaba en la zona militar de la Ciudadela y estudiaba en el Cinturón, en
ambos lugares era un alumno mediocre, alguien que pasaba inadvertido.
Habló con su tía de ese chico e increíblemente se enteró que era un
superdotado, eso lo preocupó, ese chico tramaba algo, no sólo manipulaba a los
altos oficiales, deseaba ser invisible, se decidió a seguirlo por más tiempo para ver
sus reales intenciones.
El portador de la espada suprema Génesis estaba más que fascinado con
Cross, la forma en que hablaba de cambiar al país terminó por convencerlo, decidió
ayudarle sin que el chico lo supiera ocultando sus descuidos para que no lo
descubrieran, platicaba de él con Daniela Malka quien también estaba tan
emocionada como el Arcángel con lo que hacía ese muchacho, esperaba ansiosa
para ver a Miguel y le contara las aventuras y dificultades con las que se enfrentaba
ese joven de ideas liberales, hasta que Cross huyó al Quinto Distrito...
Una vez que perdió de vista a Cross, Miguel retomó su misión, se vio obligado
a fingir que estaba con su tío. Ambos jugaron un doble papel, el Arcángel mayor
parecía un ser malvado, pero Jean Yaotl, un viejo lobo de mar, desconfiaba de su
sobrino, tenía tratos ocultos con Odín por si necesitaba deshacerse de él. Ambos ya
sabían cómo eliminar a su principal rival, sólo había que esperar, Miguel a que Sir
Gene cumpliera los sesenta años para que alguien elegido por él, claro, lo matara
por su espada del alfabeto antiguo, y el Caballero Fantasma por su cuenta, pensaba
enfrentarlo con Aries en un duelo a muerte, si ganaba estaría demasiado débil y él le
daría el golpe de gracia, pero antes debía esperar a que liberara a los Caídos, todo
se reducía a sólo esperar...
El carácter tiránico de Miguel fue conocido en todo el país, sólo unos cuantos
sabían de sus planes: su hijo Mikael y Daniela Malka, posteriormente, cuando los
Arcángeles lograron atrapar a la criminal más buscada del país: Nix, el líder de la
Legión habló con ella, sabía de su pelea contra los enemigos del estado y de su
participación en la revolución de su primo Mefistófeles.
Nix y Miguel hicieron un pacto de colaboración, la líder de la Liga de la Noche
tuvo total libertad de acción mientras todos creían que estaba encerrada en una
prisión, su hijo Jahziel también los ayudó, desde el principio los tres planearon la
inclusión de Jahziel en las Espadas Reales de Levit para eliminar a su principal
opositor: Jean Yaotl, toda la animadversión del hijo de Nix y Miguel fue pura
actuación para que sus enemigos pensaran que las Espadas Reales de Levit
estaban en contra de su Gobernador. La batalla de estrategias contra Jean Yaotl fue
ganada por el portador de Génesis.
Después de un tiempo de colaborar juntos, Nix habló con Miguel, le explicó
que su principal deber era para con los Guardianes del Destino, el Arcángel la dejó ir
a cambio de un último favor: el rescate de las gemelas De Grieff de las manos de los
Caballeros Fantasmas de la Orden de Hamal.
Al final Alanah Abrahams tuvo el valor de hablar con su esposo de sus amoríos
con Elan De Grieff, se lo confesó todo, su papel como espía y todas sus traiciones,
también le habló de los planes de Aries, mismos que el portador de Arietis
comentaba mientras dormía.
Alanah le confesó su amor a Michel, le dijo que al final con amor y no con su
poder psíquico la había cambiado, ahora sabía que lo amaba a él y solamente a él,
pero también sabía que lo que había hecho era imperdonable, le dijo que haría lo
que él le pidiera, lo que sea, desde espiar a Aries hasta quitarse la vida, Miguel
abrazó a su esposa, él tampoco había sido un santo y de verdad la amaba, todos las
cosas malas que hacía las purgaba con su esposa, siempre se contuvo las ganas de
reclamarle, de echarle en cara su traición, la veía como su bote de salvación, si
lograba su amor, alcanzaría la redención. Ambos prometieron en ese momento
iniciar una nueva vida juntos.
Tras las declaraciones de Alanah, Miguel comprendió que debía frenar a Aries
en su loco intento por ayudar a Radamanthys a destruir el país, su odio hacia él era
un sentimiento que lo agobiaba cada vez más, incluso se alegró de conocer sus
planes, ahora podría obtener su venganza y de una manera justa.
Habló con Daniela Malka, discutieron airadamente el despertar de los Caídos,
la Embajadora de Levit en Arcadia estaba completamente en contra de arruinar la
vida de otros inocentes, conocía a Aries y estaba segura que podía convencerlo de
desistir en ayudar a Radamanthys, bastaba con firmar la paz con la Legión para que
eso sucediera, pero nuevamente el fanatismo ciego de Miguel lo cegó, él no quería
la paz con el portador de Arietis, no le importó llevarse a algunos inocentes entre las
piernas si lograba detener a su máximo enemigo "a su manera", se convenció de
que ese era su principal objetivo, tampoco le molestó mucho lo que sucedería con
las gemelas De Grieff.
Otra mala decisión, otro rompimiento, no sólo Daniela Malka dio por terminados
sus tratos con él por la liberación de los Caídos, lo mismo sucedió con su hijo Mikael,
pero al Arcángel mayor no le importó, él estaba plenamente ocupado en la
consecución de su objetivo, sabía que con el resultado de la revolución, Jean Yaotl
en cualquier momento haría su jugada para traicionarlo, nunca había confiado en él.
Quien realmente gobernaba en la Legión y Levit era Jean, por supuesto lo hacía
desde las sombras, lo del duelo por su espada sólo era una posibilidad en la que
Jean podía salir airoso, y después había que esperar todo un año... lo que el
portador de Génesis no tenía era tiempo, necesitaba a los Caídos para igualar
fuerzas.
Michel estudió los pros y los contras hasta el cansancio, era un hecho que los
Caídos serían despertados, el surgimiento del portador de Antares así lo revelaba,
Miguel pensaba contar con la ayuda de su sobrino Arad y de Kasbeel, hizo los
cálculos necesarios y vio que con la ayuda del poder de Virgo podía quitar la sed de
los Caídos, algo que sin duda la guerrera del Círculo haría para ayudar a sus
hermanos de armas, aunque los inconvenientes eran muchos: en primer lugar
estaba Sammael, el Arcángel llamado a traicionar a Miguel, él debía ser destruido
por las Espadas Reales de Levit en colaboración con su otro aliado oculto:
Demarcus Hellder; en segundo lugar estaban las gemelas De Grieff, el acto de
venganza que Miguel había perpetrado contra Aries ahora se le volvía en su contra,
difícilmente ellas lo apoyarían en cualquier proyecto, eran dos poderosas aliadas
menos y el último inconveniente era precisamente Daniela Malka, debía convencerla
de ayudarlo a persuadir a Virgo de quitar la sed de sangre a los Caídos y de unir a
los nuevos Arcángeles a su causa; jamás contó con que la guardiana del sexto
Círculo del Zodiaco tenía sus propios planes para con los Caídos.
Al final se volvió a quedar solo, sus aliados lo hicieron a un lado y siguieron los
planes que elaboraron conjuntamente sin su ayuda, nadie quiso tener tratos con un
fanático como él, ambas partes respetaron los puntos de acuerdo, pero Michel sabía
que tanto Daniela Malka como Mikael y Jahziel no dudarían en matarlo si las
circunstancias los ponían en contra.
*****
La batalla había terminado, Aries estaba derribado con gran parte del cuerpo
quemado, aún no moría gracias a su armadura metálica, la más poderosa de todas
las existentes, de nivel doce.
El miembro del Circulo del Zodiaco trató de incorporarse pero no lo logró, sólo
pudo observar al Arcángel Miguel acercarse con una sonrisa triunfalista en la boca.
–Debo aceptar que fuiste un digno rival, ésta debió ser la madre de todas las
batallas.
–Tal vez... – Aries hizo una mueca de dolor, trató de acomodarse cambiando de
posición, el lado sobre el que descansaba era el que más le dolía.
–Lo fue, Elan, y yo gané – dijo el Arcángel Miguel orgulloso –, siempre soñé con
ese momento.
–Eso si te lo concedo. – El guerrero del Círculo del Zodiaco se dio cuenta de
que no importaba la posición en la que estuviera, el cuerpo le dolía igual de
cualquier modo.
–Antes de morir debes saber que aunque voy a exterminar a tu estirpe, la guerra
entre el Círculo y la Legión se terminó, hablaré con Escorpión.
–Lo siento, Michel, pero no puedo permitir que hagas eso, te aseguro que mi
muerte no será en vano, no permitiré que frenes los planes de Radamanthys de
crear un nuevo mundo y mucho menos que mates a mis hijos...
–¿No lo permitirás dices? Deberías pensar en hacer algo bueno en tu vida, por
lo menos ahora que no tardarás mucho en morir...
–Lo sé, realmente creo que Radamanthys cambiara al país para bien, a él no le
interesa la revolución de los FILOS, su cambio es más profundo, desde las raíces
mismas de nuestro sistema de gobierno, como ya te dije, el gobierno de los cuatro
Clanes está por extinguirse y para que eso suceda debo matarte...
–¿Cómo piensas hacer eso? – preguntó Miguel con una sonrisa burlona.
–Hay formas, mi padre no sólo fue un guerrero legendario por su poder, también
lo fue porque era un guerrero estudioso y un gran estadista.
–No puedo negar que tu padre fue un grande, pero si hubiéramos vivido en la
misma época yo lo hubiera derrotado.
–Lo dudo, si no pudiste conmigo menos hubieras podido con mi padre.
–¿De qué estás hablando? Tú ya estás muerto...
Aries escupió sangre antes de volver a hablar, cada palabra que decía sentía
que le quitaba valiosos segundos de vida.
–Mi padre siempre me enseñó a estudiar a mi rival, a descubrir sus debilidades
y a ver todo el entorno donde se realizaría la pelea para poder obtener una ventaja
del área de combate y así poder salir victorioso.
–Pues fallaste, amigo.
–No, fallaste tú... – Con el brazo tembloroso Aries señaló a su alrededor –.
¿Sabes en dónde estamos?
–En Levit – contestó el Arcángel con orgullo, su amada provincia había sido
testigo de su gran victoria –, mi tierra.
–Elan De Grieff sonrió al ver el porte orgulloso y confiado de Michel Yaotl, lo
consideraba un ignorante, dependía tanto de su inmenso poder que no le interesaba
saber nada más, si algo le era desconocido, simplemente lo quemaba.
–Hace muchos años hubo aquí una base militar – empezó a relatar el líder
vitalicio del Círculo del Zodiaco –, pero los encargados se levantaron contra el
estado, fueron arrasados y las instalaciones enterradas, en este lugar inició la
famosa y célebre guerra contra las ciudades de piedra del desierto de Levit.
–¿Y eso a quién le importa? Nada tiene que ver con nuestra disputa. ¿Qué me
quieres decir con eso?
–Que hay mucho metal debajo de nosotros y no necesito mucha energía para
controlarlo...
Miguel dio dos pasos hacia atrás, la tierra tembló y dos brazos gigantes
formados con esquirlas de metal lo atacaron, mientras el Arcángel combatía con
esas enormes partes metálicas, Aries concentró todo su poder, sus ojos se tornaron
gris brillante, el símbolo de dos puntos se formó en lugar de sus pupilas y el tatuaje
por triplicado surgió en el lado izquierdo de su cuello, también se formó el tatuaje de
su símbolo en los brazos y apareció el ambigrama de su nombre en los antebrazos
interiores sobre las estrellas de la constelación del carnero, de nuevo alcanzó el nivel
constelación.
En los pocos segundos que duró su última reserva de poder atacó el cerebro
de Miguel que en ese momento estaba por completo concentrado en destruir los
brazos metálicos y no le puso atención a su enemigo.
Con su última energía Aries hizo su jugada maestra, bloqueó la habilidad de
Miguel de controlar el fuego oliva, quien de repente ya no pudo seguir destruyendo
los brazos metálicos que lo atacaban, cuando quiso forzar su poder lo atacó un dolor
de cabeza insoportable que lo hizo desconcentrarse el tiempo suficiente para que
una mano metálica lo aprisionara. El Arcángel preguntó a Aries:
–¿Qué demonios me hiciste?
–Sólo aproveché tu segundo error, te confiaste... – le respondió Aries sonriendo
mientras la sangre de su boca caía sobre su pecho –. Erróneamente pensante que
yo estaba acabado y te desentendiste de mí.
–¿De qué estás hablando? – preguntó el Arcángel mientras trataba inútilmente
de librarse del agarre de la mano metálica.
Aries contestó con apenas un murmullo, se estaba quedando inconsciente.
–Cuando surgieron los brazos gigantes te dedicaste a destruirlos y te olvidaste
de mí, te ataqué psíquicamente, he bloqueado tus habilidades sobre el fuego.
–Yo puedo destruir esa restricción.
–Sí, pero no a tiempo...
Otra mano metálica apachurró al Arcángel y todo explotó quedando Miguel
tendido en el suelo con su cuerpo traspasado de metales y en peor condición que
Aries, iba a morir en cualquier momento, sólo se repetía a sí mismo:
–No es justo... yo gané, esto no es justo.
Elan De Grieff sonrió, sabía que Miguel estaba acabado, por lo menos lo había
detenido, le estaba dando la oportunidad a Radamanthys de cambiar al mundo,
ahora sólo le quedaba esperar la muerte, sin la atención médica necesaria los dos
morirían.
Aries se estaba quedando dormido para no volver a despertar cuando escuchó
los pasos, alguien corría hacia él a toda velocidad, cada vez lo escuchaba más
cerca.
El guerrero llego barriéndose junto a Aries y lo tomó de la cabeza, se percató
de que todavía respiraba y solo entones exhaló aire como liberando una gran carga
que llevaba con él, juntó su cabeza con la del líder del Círculo del Zodiaco y con una
sonrisa le dijo:
–Me asustaste, pensé que estabas muerto...
Elan De Grieff como pudo logró abrir los ojos, veía una mancha borrosa hasta
que distinguió a su sobrino.
–Loki...
–Hola, tío, había jurado que yo acabaría con tu vida, no sería lo mismo para mí
si no soy yo quien te da la estocada final...
LA ÍSLA DE LAS TEMPESTADES /
EL CAMÍNO DE LOKÍ
Nergal paseaba por la zona rocosa de la isla, él no deseaba estar ahí, quería
pelear en la guerra contra los Patriarcas por la liberación de su país al lado de
Connor y Selene, pero había hecho un juramento, sus nuevos hermanos de la
Guardia del Destino lo necesitaban y no podía darles la espalda.
Estaba lanzando rocas al mar pensando en lo aburrido que era todo cuando
llegó el ataque, fue perfecto, Anuk se encontraba al borde de un acantilado y no
había manera de evitarlo sin riesgo de caer, el Oficial del Juez del Sur no se molestó
en esquivar el embate, creó una gigantesca burbuja de agua electrificada
capturando a la Shabala, enorme bestia parecida a un perro con manchas de
colores en su pelaje, contaba con cuatro ojos y un enorme hocico coronado con
afilados dientes metálicos..
Nergal lanzó a la bestia herida en contra de su amo que estaba unos metros
más atrás, Anuk se llevó la mano a su espada, ya se temía que en algún momento
se daría esa confrontación.
–Hola, Karen, así que tú vas a ser mi oponente...
El muchacho veía a Nergal con odio, era un ser que sólo quería combatir, vivía
para destruir, a él no le interesaba la llave ni nada más, se había unido a Horus
porque le había prometido caos y devastación.
–Ya les dije que no soy Karen, mi nombre es Iama, tu amiga está muerta pero te
voy a dar el gusto de morir bajo el acero de su espada.
En ese momento apareció Iamí, la sombra de Iama materializada en el cuerpo
de quien en vida fuera Karen Hobbs, su mirada no era como la de su amo, la de ella
carecía de emociones, colocó su mano sobre la empuñadura de su espada y a toda
velocidad atacó a su antiguo compañero.
Amón de inmediato sintió el inicio del duelo entre Iama y Nergal, se dispuso a ir
a ayudarle a su compañero pero se encontró de frente con Océano, el antiguo
primer Oficial de Poseidón observaba atentamente a su contrincante.
–Se sabe que eres un buen espía, por tu bien espero que también seas un buen
guerrero...
–Lo suficiente para patearte el trasero... – Arne se preparó para pelear, estaba
emocionado, por fin le había llegado la hora de probar su poder en otra cosa aparte
de espiar.
–Ya lo veremos, chico.
–Antes de iniciar este combate... ¿podrías responderme una duda?
–Pregunta, pero que sea rápido – una fina capa de arena color rojo ya rodeaba
a Océano.
–¿Por qué quieres destruir a tu país?
–Porque el país merece ser destruido, me ha tratado muy mal, sus gobernantes
son unos mal agradecidos y los rebeldes no son más que basura, la peor de todos
es tu líder, Nix.
–Nix es una buena mujer, preocupada por su país.
–Nitta es una maldita embustera, ella es mi verdadero objetivo, la llave me
importa un carajo, que la obtenga Horus, yo vengo a matar a Nix y tú sólo me estás
estorbando.
–Bien –Amón se frotó las manos –, un enemigo menos, sólo eres un idiota
resentido sin un objetivo claro, no vales la pena, te derrotaré rápidamente.
–Te equivocas, chico, los objetivos de unos pueden parecer insignificantes para
otros, pero eso no los hace menos importantes, hoy vine por Nix y nada ni nadie me
va a impedir matarla...
En ese momento una enorme cantidad de tierra de color rojo rodeó a Océano,
ésta empezó a generar una gran cantidad de fuego y atacó a Amón, pero en ese
momento un descomunal chorro de agua apaciguó el poder del soldado de Horus,
un calamar gigante con armadura metálica había impedido que Océano atacara, el
animal desapareció, detrás de él se encontraba Syn.
–Yo me encargaré de él – señalaba a Arne –, a ti se te pidió que vigilaras la isla.
–Puedo hacer las dos cosas al mismo tiempo, niña – contestó Océano de mala
gana –, tú no me mandas...
–Los dos estamos bajo las órdenes de Horus y fue muy claro en los roles que
debemos desempeñar, tú debes concentrarte en la isla y encargarte de quien entre
en ella, yo me ocuparé de tu oponente.
–Tú haz lo que quieras – dijo Océano dándole la espalda a Syn –, entonces yo
buscaré a alguien que debo ver...
–Si te internas en la isla te mataré – amenazó la Guardiana del Destino a su
compañero.
–¿Qué dices? – Océano veía furioso a Syn, la chica le devolvía la mirada sin
ninguna emoción.
–Si no obedeces las órdenes de Horus no nos sirves, serás un traidor y el
castigo es la muerte...
Amón se hizo a un lado, pensó en su suerte, lo mejor sería que ambos
guerreros se mataran el uno al otro, pero no trató de huir, eso podría aligerar el
ambiente y que ambos se unieran para perseguirlo, se quedó estático, viendo la
discusión, mientras, sus clones avisaban a sus aliados de la intrusión de sus
enemigos.
Eunice y Tyr corrían rumbo al sur de la Isla, fueron advertidos por los clones de
Amón que la batalla había comenzado, ambos se encontraron a la mitad del camino.
–Tyr... ¿ya lo sabes?
–Sí – respondió Bonzzo –, yo iré a apoyar a los chicos, tú ve a proteger a Nix.
–Está bien.
Eunice iba a correr hacia el refugio pero Seth le bloqueó el camino, Tyr la tomó
del hombro.
–Yo me encargo de él, tú ve al refugio...
–Ni lo sueñes, amigo – Seth extendió sus brazos a los lados para indicarles que
no dejaría escapar a nadie –, ni tú ni la chica se irán de aquí, yo solo me encargaré
de ustedes dos...
Seth se aproximaba a Eunice y Tyr, se le veía tranquilo, Eunice sacó su látigo y
le habló a su enemigo.
–Supongo que has de tener un gran ego si crees que puedes vencernos a dos
de nosotros juntos...
–No es cuestión de creer, niña – Seth se “tronaba” los dedos de la mano
derecha con la palma de la mano izquierda –, es un hecho, Océano me ha hablado
de ti, no será muy complicado vencerte, Tyr tampoco es un rival para temer, los
únicos Guardianes del Destino además de Horus que pueden compararse conmigo
no están hoy aquí, son Dagan y Baldr, bueno, y claro, Syn, pero no debo
preocuparme por ella, pelea de mi lado...
–Bien – Bonzzo se adelantó a su compañera –, veamos cómo va esa confianza
tuya después de que te destruyamos en un abrir y cerrar de ojos...
Tyr auxiliándose de sus guantes mitones elaborados por Ganesh creó fuego, al
jurar lealtad a los Guardianes del Destino sus ataques ahora eran tan letales como
los de un FILO, al mismo tiempo Eunice también se preparó para atacar, Seth ni
siquiera estaba en posición de combate, arrasaría con esos dos chicos en un
segundo.
Nitta Von Teague caminaba fuera del refugio esperando a su rival junto con un
centenar de clones de Amón, se sentía nerviosa, Horus la vio y se aproximó a ella,
intentó negociar antes de matarla.
– Nix, pertenecemos al mismo grupo, si me entregas la llave tú y tus chicos
podrán vivir para recuperarla después y pelear en otra ocasión.
–No puedo hacer eso.
–Esos clones no son nada para mí y tú entregaste las Hespérides a tu hijo, tu
poder de ralentizar el tiempo así como tu oscuridad no son nada para mi Udyat, no
hay forma de que puedas vencerme.
–Debo intentarlo, Horus, deberás matarme antes de que te entregue la llave...
–Sabes que eso no es un problema para mí...
–Para mí tampoco.
–Yo llevo mucho tiempo en este juego, Nix, mucho más que tú, Elohim por fin
perdió, todos sabíamos que algún día lo haría, obtendré esa llave aunque tenga que
hundir esta maldita isla...
Nix sabía que Horus lo haría, no había motivos para seguir hablando, la
prioridad era mantener la llave segura y lejos de ese hombre que quería destruir el
país, lo señaló con su espada y en ese momento los clones de Arne lo atacaron.
Al igual que sus compañeros, Amón había incrementado su poder, sus clones
crearon sus propias y filosas armas y atacaron a Horus, el líder de los Guardianes
del Destino no tenía tiempo que perder, aunque Iama y Océano le informaron que
Minos estaba contenido eso no era ninguna garantía para él, Elohim mismo o alguno
de los Patriarcas podría presentarse en ese lugar y entonces estaría en problemas,
alrededor de su ojo derecho se formó el tatuaje del símbolo del Udyat y esperó a que
se acercaran sus enemigos para acabar con todos ellos.
Océano observó los caballos alados color crema entrar a la isla a través de su
arena, el más grande se siguió de largo, pero el otro se fue contra él, el Guardián del
Destino de inmediato atacó al Caballero Fantasma con su tierra de fuego, pero Sir
Gene se adelantaba a sus ataques esquivándolos en el último segundo.
–Conozco ese poder, es una versión parecida a la habilidad de Nix, pero no
podrás dañarme – amenazó Océano –, mi arena psíquica me dirá por dónde me
atacas...
–Un poder parecido al mío – comentó Jahziel.
–χsí es pero no sólo puedo predecir tus ataques… – la tierra de Océano rodeó a
Jahziel, una sombra inhibió sus capacidades –. Mi tierra de sombras inhibe tus
habilidades psíquicas y naturales, por lo que tampoco podrás usar las cien cabezas
del dragón Ladón, ahora te destruiré con mi tierra de fuego…
El novel Sir Gene se veía tranquilo, incluso una leve sonrisa adornaba su
rostro.
–¿De qué te ríes si te he vencido por completo? – preguntó Océano.
–De que tú has perdido, mi capacidad de adelantarme al tiempo me permitió
bloquear tu arena psíquica.
–Eso no te sirve de nada si ya te tengo maniatado…
–¿Y qué me dices de mí?
En cuanto Océano volteó cayó en la ilusión de Sir Exxus, se encontraba en los
cuarteles generales de los Guardianes del Destino en Ishtar, lo estaban torturando
para que dijera qué es lo que había sucedido con sus compañeros, el puro recuerdo
de lo sucedido doblegó al guerrero, en aquel entonces no dijo una sola palabra, eso
salvó su vida, ahora no tenía por qué encubrir a nadie.
Sudaba sólo de pensar en la tortura, Dagan y Baldr eran despiadados, él no
quería volver a pasar por eso, no lo soportaría, empezó a gritar lo que querían saber,
mientras el Caballero Fantasma conocido como "el Confesor" lo observaba todo
sentado en una silla con las piernas cruzadas, Océano suplicaba:
–Fue Nix, ella lo planeó todo, yo fui engañado, por favor no lo hagan, no me
torturen otra vez, diré lo que quieran, juro que lo diré, nooooo...
Dagan sacó una semilla de la que brotó una planta espinosa en forma de
cuerda, Baldr formó su látigo de plata y a un ritmo lento pero constante empezaron a
azotar a su compañero.
En la playa de la isla de las tempestades, Mikael observaba a Océano caer de
rodillas, babeando, después se desplomó golpeando su rostro contra la arena, el
trisquel que había sustituido su pupila en su ojo derecho desapareció para volver su
ojo a la normalidad. Una vez que el Guardián del Destino ya no era un peligro, le
habló a su compañero:
–Ese tipo era un idiota, con su arena de sombras nos pudo haber bloqueado a
los dos, pero se confió. El pobre diablo no volverá a levantarse, Jahziel, vamos por
tu madre...
En ese momento alguien habló directo a la cabeza del nuevo FILO Divino
número uno.
–¿Está hecho?
–Listo, tanto Miguel como Aries están muertos – respondió Gunnar De Grieff
viendo alternativamente con un gesto de burla a los dos guerreros que se decía eran
los más poderosos del país y habían sido asesinados por él.
–Recuerda tu promesa... – el tono utilizado por la voz en su cabeza era una
mezcla de súplica e imposición.
–No te preocupes, Virgo, después de todo lo que he hecho, lo único que tengo
sin mancillar es mi palabra, nadie sabrá que tú me enviaste hasta aquí.
–Espero que así sea.
Virgo cortó la comunicación, en ese momento el nuevo Kukulcán sintió la
presencia de los guerreros que se aproximaban, insectos, ni siquiera se molestó en
aplastarlos, no eran rivales para él ni valía la pena perder el tiempo con ellos, tenía
un país que conquistar, subió en la serpiente potenciada, la cual apoyándose en sus
escamas de viento se alejó del lugar volando a gran velocidad.
Fuxi era llevado a gran velocidad por los aires, sacó su espada Katana y se
dispuso a herir la pata de la bestia, sin embargo, ésta se volvió aire y no fue herida,
en ese momento soltó a su presa que se fue contra el suelo a una distancia de
doscientos metros.
La caída fue impactante, pero Cadmus no estaba lastimado, había logrado
establecer su armadura metálica en forma de león. A su lado aterrizó una guerrera
suavemente, como una pluma.
–¿Quién demonios eres tú y con qué derecho estorbas en mi duelo? – preguntó
un furioso Fuxi que ya había descubierto su rostro.
–Soy el FILO Oscuro número siete. Portadora de la espada oscura Anubis, "la
espada de los muertos". Mi nombre es Isis y estoy cansada de cuidar mi escuela,
quiero pelear...
–Esto no será una pelea, tonta, será una masacre...
Fuxi volvió a convertirse en una fiera metálica, él era un león, su melena
metálica se electrificó hasta parecer un destello luminoso, abrió su hocico metálico y
de él surgió un poderoso relámpago explosivo, mismo que Isis congeló de inmediato
con su viento azul.
–Espero que esto no sea tu masacre, eres patético...
La cabeza de Fuxi volvió a asomar de su armadura metálica.
–Sólo te estoy probando, mi madre pertenece al Clan Kakkab de Hamal, de ella
adquirí esta armadura, pero mis habilidades van mucho más allá de eso, yo nací con
el máximo poder de mi familia paterna: los Albarán, ahora comprobarás lo que es
enfrentarte a la muerte...
Fuxi llamó a dos de sus ocho sombras inmortales que manejaba, a Lan, la
controladora de las flores metálicas y a He, su peleadora cuerpo a cuerpo.
–Para que no haya ventajas indebidas dejaré que mis dos chicas se encarguen
de ti.
Alrededor de todo el campo de pelea surgió un jardín de flores metálicas, a un
movimiento de los brazos de Lan, los pétalos de las flores atacaron a Isis que
estableció su defensa de aire.
Los pétalos metálicos se fusionaron con el viento azul de Isis, a su alrededor
formaron un torbellino que le impedía a Fuxi ver a la Juez del Este del Quinto
Distrito, entonces correspondió el turno de atacar a He, una sombra metálica con
alas y grandes garras, ésta se internó caminando tranquilamente en el frío torbellino
metálico.
Los pétalos metálicos empezaron a destrozar el cuerpo de He, pero éste se
regeneraba prácticamente de inmediato hasta que llegó al otro lado del tornado
donde se encontraba Isis. Los ojos de la FILO Oscuro se tornaron verde oscuro y de
la palma de su mano derecha auxiliándose con su guante de poder negro con
símbolos grises extrajo su arma oscura, primero surgió la espada Bastet por
completo, una vez hecho esto, Isis juntó la empuñadura del arma extraída con la
palma de su mano derecha y después extrajo, unida a la empuñadura de Bastet, la
espada Hestat.
Auxiliándose con la espada oscura Anubis, Isis trató de cortar la cabeza de He
pero la sombra se defendió con sus afiladas uñas, Nefert extendió su defensa de
viento para tener más capacidad de movimiento, si su cuerpo era tocado por esos
pétalos sería cortada en pedazos.
He atacó nuevamente, después de varios choques contra Anubis sus uñas
eran cortadas pero inmediatamente le crecían para seguir combatiendo, Isis trató de
aprovechar su velocidad pero el campo de batalla nuevamente se redujo, Lan había
incrementado el poder de su ataque.
Isis estaba empezando a cansarse, necesitaba ayuda, su pupila desapareció y
en su lugar se formó el símbolo que la distinguía como el FILO Oscuro número siete
por duplicado, había tomado para sí las habilidades del Grifo.
Diana Kray veía a Cross de frente, era la segunda vez que lo enfrentaba,
desenfundó su espada del alfabeto antiguo Sigma ( ) y se preparó para el
enfrentamiento contra el líder de la resistencia.
–Esta vez nuestra pelea no es cordial, Escorpión, espero que tu técnica haya
mejorado.
–Así lo espero yo también, Diana, no quiero morir...
El combate comenzó, Cross sabía que la única manera de contrarrestar la
increíble técnica de Lady Alyassa era utilizando sus mismos movimientos, la batalla
se extendió por varios minutos en los cuales ninguno de los dos dominaba, Diana se
separó un momento y le sonrió a su oponente.
–¡Esto es maravilloso! Aprendiste mi técnica a la perfección con sólo verla una
vez, ya había escuchado de un poder como el tuyo y de verdad es increíble...
–¿Y qué vas a hacer ahora?
–Tal y como la última vez que nos enfrentamos te digo que no tienes
oportunidad contra mí, he desarrollado una técnica superior a esa que nadie conoce,
es imposible de copiar, solamente alguien con mi cuerpo, mi tamaño, mi complexión,
mi forma de moverme y mi cerebro puede realizarla.
El combate comenzó nuevamente, esta vez Cross no pudo contrarrestar los
movimientos perfectos de Lady Alyassa, fue cortado en varias ocasiones hasta que
cayó al suelo derrotado. Diana Kray sabía que todo había terminado.
–Vas a morir aquí...
En ese momento se escuchó una respuesta femenina.
–No lo creo, Diana...
Los dos combatientes voltearon, quien se acercaba era el Arcángel Caído
Tamiel, tenía en la mano derecha a su espada Qilfot, estaba lista para combatir.
Diana saludó a su inesperada visitante.
–Maestra..., ¿qué haces aquí?
–Vine a ayudar a mi hijo.
–¿Escorpión es tu hijo? – preguntó sorprendida Lady Alyassa señalando al
guerrero en el suelo.
–Así es... – respondió la Arcángel Caído mientras con la mano izquierda le
indicaba a Escorpión que se levantara.
–Ahora me explico su increíble habilidad con la espada – comentó Diana Kray
señalando a Escorpión y sonriéndole a su maestra –, pero esta pelea es de uno
contra uno...
–No es equitativa si ya desarrollaste la última técnica que te enseñé...
–Lo hice – respondió Lady Alyassa levantando la frente con orgullo y
sosteniéndole la mirada a su antigua instructora.
–Sabía que tú podías. – Daniela Malka también se sintió orgullosa de su
alumna.
–Ahora ni usted es contrincante para mí... – dijo la Espada Real femenina de la
Orden de Riazor señalando a su maestra con su espada del alfabeto antiguo.
En ese momento se apareció Sir Dhul-kifl sobre su caballo alado, de inmediato
desmontó y se preparó para la batalla. Daniela Malka observó al recién llegado al
mismo tiempo que a Cross, éste hizo una afirmación muda, después le habló a su
alumna:
–Mi querida Diana..., ¿en serio crees que te enseñaría la máxima técnica sin
poder contrarrestarla? Vivimos en un país guerrero y es bien sabido que bajo las
circunstancias adecuadas una alumna se puede volver contra su maestra...
Diana Kray no se dejó amedrentar.
–La técnica que me enseñó sólo la puedo ejecutar yo, no tiene igual, si no la
conoce no puede bloquearla...
–Diana, puedo y lo voy a hacer, mientras, mi hijo va a pelear contra tu hermano,
Sir Dhul-kifl puede extraer el poder elemental de sus oponentes y usarlos en su
contra, sólo hay dos excepciones a su capacidad: la energía pura que usa Cross y
mi energía psíquica, por lo tanto tendrá que defenderse con la espada, espero que
tu hermano sea tan diestro como tú.
–Lo es... – se defendió Lady Alyassa.
–Entonces no hay más nada que decir, que empiecen los combates – dijo
Tamiel mientras acercaba el filo de su espada Qilfot al rostro de su ex alumna.
Diana vio a madre e hijo, estaba segura que podía vencer a su maestra pero
aun así le temía, si existía esa técnica a la que se refería podría estar en problemas,
por su parte, su hermano era un gran esgrimista, practicaba diario con él y conocía a
la perfección su técnica, pero también la asustaba Cross, no sabía que otras
técnicas con la espada había copiado el líder de la resistencia.
Lady Alyassa sabía que Escorpión estaba en guerra desde hacía más de un
año, seguramente había absorbido muchas técnicas en ese tiempo, sabía que el hijo
de su maestra era inteligente, la obligó a ella misma a utilizar su máxima técnica
para derrotarlo, si el portador de Antares usaba correctamente las técnicas
aprendidas podía matar a su hermano, decidió marcharse, Cross y "la viuda" no eran
los oponentes indicados para ellos.
–Está bien, maestra, nos vamos... – se rindió "Ally" mientras enfundaba su arma
del alfabeto antiguo.
–Inteligente decisión, Diana.
–Sólo tengo una pregunta..., usted llegó con esa rara ave que se llevó a Fuxi...,
¿verdad?
–Así es... – El Arcángel Caído Tamiel no vio razón para ocultar lo que había
hecho.
–El golpe de Cross no fue lo que tiró a mi hermano de su corcel, fue usted para
hacer tiempo...
–Nada se te escapa.
–Mi pregunta..., ¿por qué no apareció desde el principio y evitó que mi hermano
fuera tras Orión?
–Conozco a Orión, es un peleador tan poderoso como los que estamos aquí, tu
hermano te lo puede constatar, sabía que ustedes no están aquí para arriesgar la
vida, eso lo leí en sus ojos desde que llegué, estaba segura que Orión escaparía,
por otro lado, quería ver la habilidad de mi hijo con la espada.
–Pues en serio le digo que puede sentirse orgullosa de él, maestra – Diana
volteó a ver a Cross –. Adiós, guapo, es la segunda vez que te salvas de probar el
acero de mi espada, si hay una tercera no tendrás tanta suerte...
Los Kray se fueron en sus corceles alados, Daniela fue a hacia su hijo y lo
abrazó, después lo tomó de los hombros.
–¿Estás bien?
–Sí... – Después de besar a su madre en la mejilla, Cross preguntó –: ¿Con
quién vienes y por qué estás aquí?
–Vamos a llamarlo instinto de madre, sentí que me necesitarías y aquí estoy,
Isis estaba ansiosa por pelear y se ofreció a traerme.
–Quisiera decir que eso estuvo mal pero nos salvaron la vida.
–Será mejor que busquemos a Isis, ese chico con el que iba a combatir se veía
poderoso.
–Vamos, sólo tengo otra pregunta.
–Dime – dijo Tamiel mientras tomaba del brazo a su hijo y se encaminaba
rumbo a donde se habían ido Isis y Fuxi.
–De verdad no pude copiar esa última técnica de Diana, no le vi punto débil...
¿Realmente existe una técnica para contrarrestarla?
–Así es... – Daniela Malka puso cara de ofendida –. Yo nunca digo mentiras ni
fanfarroneo con cosas que no puedo hacer...
El Arcángel Caído Tamiel no le dio tiempo a su hijo de disculparse, puso su
mano sobre la sien de Cross y le pasó su última técnica, el líder de la resistencia la
absorbió de inmediato.
–Es sorprendente, los conocimientos que me has transmitido son
impresionantes, pero esa técnica no es capaz de vencer a la de Diana.
–Ya lo sé, pero a partir de ella crearás una técnica mejor, yo sólo te di el
fundamento al igual que a Diana, tú crearás la técnica y será utilizable única y
exclusivamente por ti, además te enseñé un plus que no le impartí a mi alumna, ya lo
descubrirás cuando desarrolles tu técnica, ahora vamos por Isis...
Fausto y Siege estaban atrapados en el domo blanco de Sir Isaías, por fuera
de éste los observaban los Caballeros Fantasmas de Riazor, el domo era de energía
pura, irrompible, tan rígido como la armadura más fuerte de nivel diez, Dagda le
preguntó a Balar.
–¿Puedes crear un portal dimensional para sacarnos de aquí?
–No, el domo es poderoso, mi habilidad me permite avanzar distancias a través
de la dimensión del espacio, chocaremos con el domo al intentar salir...
–¿Y si lo destruyo por un momento?
–Nos saco de aquí de manera inmediata, pero... ¿No quieres encargarte de
ellos primero?
–Sabes que Craig es uno de mis mejores amigos, si él no me ataca yo tampoco
lo haré.
–Está bien, rompe el domo para que salgamos de aquí...
–Lo haré, pero va a tardar...
Dagda tocó el domo y empezó a cristalizarlo con su fusión del agua, tierra
cristal y fuego, creaba un cristal de lava que lo abrasaba todo, no existía la defensa
indestructible contra su poder pero sí aquella muy difícil de romper y el domo de
energía pura de Bison Riazor era la más complicada de fracturar, después de más
tiempo del que Siege calculó le tomaría destruirlo, logró crear una gran abertura por
la que Balar auxiliándose de su tercer ojo creó una puerta dimensional y los dos
escaparon.
Mientras Siege caminaba al interior de la puerta dimensional observaba a Craig
que tampoco le quitaba la vista de encima, en ese momento ambos supieron que su
amistad estaba terminada y que a partir de ese momento serían enemigos mortales.
–¿Por qué los dejaste ir? – preguntó "el Profeta".
"El Artista" le enseñó un mensaje electrónico a su compañero.
–"Crush" y "Aly" también tuvieron problemas y se retiraron, no tenía caso
arriesgar nuestras vidas en una pelea contra Siege y Fausto, ellos son tan fuertes
como nosotros, Radamanthys ordenó que no nos pusiéramos en un peligro
innecesario, ya le dimos a Loki el tiempo suficiente para escapar.
–Bien, entonces vamos a ver al viejo Darius, no creo que apruebe todo esto
pero prometí visitarlo.
–Él no tiene que aprobar todo lo que hacemos, ya no es nuestro maestro.
–Lo sé, Craig, vámonos...
Fuxi sacó su espada del cuerpo de Isis y se dispuso a retirarse, por el momento
estaba demasiado débil para buscar a Escorpión, llamó a su sombra principal:
Zhongli, para que le diera su vitalidad pero entonces lo vio, Thot, la sombra restante
de Isis aún no había desaparecido, ésta se aferró a su inmortal y se inmoló con él en
una explosión de energía.
Cadmus no entendía lo que sucedía, una sombra no podía sobrevivir sin su
amo, entonces desenfundo su espada y volteó, Isis estaba de pie, sus ojos eran
verde oscuro y en lugar de sus pupilas el símbolo que la distinguía como el FILO
Oscuro número siete por duplicado ocupaba su lugar.
–No es posible... yo te maté.
–Así es, pero dicen que los FILOS Oscuros somos casi inmortales, soy el
número siete y manejo un número menor de sombras: seis, si te diste cuenta
únicamente utilicé cinco, la sexta fue la que murió por mí, ahora que ya no tienes a
tu resucitador de sombras espero que seas un buen peleador...
Fuxi tomó su forma definitiva de pelea, el león metálico de la melena eléctrica
se enfrentó a Isis con las capacidades del Grifo, la pelea fue brutal, Fuxi utilizaba el
poder extra que había adquirido cuando juró lealtad al grupo protector del Tercer
Distrito: la fusión del rayo y la tierra cristal, lanzaba embates cristalizados que si
tocaban a la Juez del Este del Quinto Distrito la desgarrarían, pero al final venció Isis
gracias a dos habilidades invaluables: la primera fue el poder del Grifo para
desvanecerse volviendo su cuerpo aire, de esa manera los cristales fusionados de
Fuxi no dañaron lo suficiente a su enemiga para derrotarla, el segundo fue el poder
sobre el viento azul de la portadora de Anubis, la fusión del aire y el hielo fue
demasiado para el miembro oculto de la Armada Elemental, aún con su armadura
metálica su cuerpo fue congelado y desgarrado desde su interior, el intenso frío del
ataque de Isis hizo que le fuera imposible incluso mover su cuerpo.
La Juez del Este del Quinto Distrito estaba a punto de dar la estocada final a un
casi desmayado Fuxi cuando su viento le falló, también sus alas rotas y lo que le
quedaba de la armadura del Grifo desaparecieron, vio a dos corceles alados de color
café descender delante de ella.
Uno de ellos desmontó de su bestia, el varón, éste simplemente cargó con Fuxi
y se fue, la chica lo siguió, fue entonces cuando Isis volvió a respirar, creyó que
estaba frente a la muerte, cayó de rodillas y así se quedó por varios minutos hasta
que Escorpión, Tamiel, Dagda y Balar llegaron con ella.
Cross y Fausto ayudaron a Isis a levantarse, en verdad se veía mal, la
Arcángel Caído le preguntó preocupada:
–¿Estás bien, niña?
–No, señora – contestó Isis con la mirada temerosa –, no estoy bien, le gané a
Fuxi pero perdí a mi Grifo, después se aparecieron las Espadas Reales de Riazor,
pensé que me matarían...
Daniela abrazó a Isis para calmarla.
–Tranquila, niña, tú querías pelear y lo hiciste valientemente, ahora todo estará
bien.
En ese momento se aparecieron Quantum y Tsukuyomi, regresaban de dejar
los cuerpos de Aries y Miguel en Arcadia, estaban ahí para auxiliar a sus
compañeros.
–Venimos por ustedes... – dijo el miembro de la Armada Elemental –. ¿En
dónde está Orión?
–No lo sabemos – respondió Cross –, se fue tras Loki, ustedes vayan al Primer
Distrito con Tyche para que lo localice – señaló a su madre, a Quantum, a Siege y a
Isis –, Fausto y Troy pertenecen al Clan Yaotl, yo iré con ellos a Biblos para avisar
de la caída de Miguel.
Antes de marcharse con Tamiel y Quantum, Isis tomó la mano de Cross.
–Olvídate de lo que te dije de salir a combatir, lo haré sólo si es indispensable,
estoy bien cuidando la escuela y a Amaterasu...
–Al parecer Amaterasu ya no necesita ser cuidada, Isis – le respondió Cross
consciente de que habían fallado en detener al hermano de Freya –, pero el Distrito
te necesita...
–Yo lo protegeré.
–Sé que sí.
Daniela Malka abrazó a Isis y desaparecieron junto con Dagda, Quantum los
llevaría al Primer Distrito, necesitaban urgentemente encontrar a Orión para poder
detener a Loki. Por su parte, Fausto abrió su tercer ojo que se ubicaba en su frente,
un portal interdimensional apareció frente a ellos y junto con Escorpión y Tsukuyomi
se fueron a la Capital de Levit.
Una par de horas después los cuatro miembros del Tloque Nahuaque
controladores de las principales fuerzas elementales se presentaron en el salón
principal del Palacio de Gobierno de Ishtar, entraron a hablar directamente con el
Presidente Interino, su líder, Huitzilopochtli, realizó el saludo de cortesía.
–Señor Presidente.
–Buenas tardes, caballeros – respondió el máximo gobernante del país con
solemnidad.
–Somos los sacerdotes elementales del Tloque Nahuaque.
–Lo sé – respondió un intimidado Armand Yaotl, sabía que los sacerdotes de la
entidad protectora de Aztlán expulsaban su energía para que él supiera a qué
atenerse, la fuerza que sintió era terrorífica y descomunal.
–Entonces también ha de saber el motivo de nuestra visita...
–Me lo imagino – el Presidente no encontraba un punto para poder negociar con
Huitzilopochtli, el supremo sacerdote del Tloque Nahuaque no daba lugar a ello, sus
respuestas eran cortas y concisas, no admitían réplica alguna –, por fin apareció
Kukulcán de la era De Grieff.
–Así es.
–No me niego a entregar la presidencia, pero la situación del país es muy difícil,
esta guerra no tardará en resolverse, entonces podríamos hacer el cambio de
poder... – Armand Yaotl estaba dispuesto a agotar hasta las últimas consecuencias
sus posibilidades de conservar el cargo, sabía que su mejor virtud era el
convencimiento apoyado en su poder psíquico, sólo necesitaba encontrar una
pequeña debilidad en la voluntad de Huitzilopochtli para controlarlo y volverlo de su
lado.
–Me temo que esa no es una opción, señor – le respondió el hijo mayor del
fallecido Tezcatlipoca –, corresponderá al nuevo Presidente terminar el conflicto.
–No puedo entregar así el país... – Armand Yaotl sonrió en su interior, sin tanto
esfuerzo el líder del grupo protector de Aztlán estaba entrando en su terreno, el de la
argumentación y negociación.
–Señor, no deseamos tomar por la fuerza la presidencia, la toma del poder ha
sido pacífica por más de quinientos años, no querrá pasar a la historia de esta
manera...
–Está bien –Armand Yaotl fingió ceder con gran pesar, pero sabía que había
logrado su objetivo –, deme una semana para organizar la ceremonia del cambio de
poder, es un evento que se verá en todo el mundo.
–Tiene dos días para hacerlo – le respondió el guerrero controlador del fuego
del Tloque Nahuaque dando un pequeño margen de maniobra al Presidente
saliente.
–Tres... – insistió Armand Yaotl seguro de obtener ese preciado día más, ya
tenía bajo su control al hijo mayor del fallecido Tezcatlipoca.
–De acuerdo – concedió Jhozzseh Humbolt.
Los miembros del Tloque Nahuaque desaparecieron por donde entraron,
Armand Yaotl pensó que debía moverse rápido, hablar con los rebeldes, esa era su
única opción, estaba a punto de decirle a Jeff Hobbs que partirían a Arcadia cuando
las puertas del salón volvieron a abrirse.
Gunnar De Grieff entró como loco poseído por una irrefrenable furia, no
pensaba esperarse ni un segundo más, ya había esperado toda su vida por ese
momento y no permitiría que una vuelta del destino le impidiera alcanzar su gloria.
En cuanto Armand Yaotl vio el rostro de Kukulcán supo que estaba perdido, la
presidencia ya no era suya, se levantó con las manos al frente para calmarlo, los
ojos del FILO Divino ya eran color oliva brillante y se encontraban en la última etapa
que podían alcanzar en ese momento, en lugar de su pupila se veían sus ojos de
serpiente.
De un movimiento de su brazo derecho Gunnar atacó al Presidente Interino con
una fusión de agua y fuego, la lava hirviendo calcinó por completo el cuerpo de
Armand Yaotl. Kukulcán volteó a ver a los Caballeros Fantasmas de la Orden de
Ishtar.
Tanto Sir Astaroth como Lady Aliel pusieron una rodilla en el suelo, Jeff Hobbs
y Carlo Tiberian los imitaron, Gunnar señaló a éstos últimos con desprecio.
–¿Quiénes son ellos? – preguntó a Sir Astaroth.
–Los guardianes de Lord Armand – respondió "el Duque".
–Pues al parecer no sirven para su trabajo... – comentó burlonamente el nuevo
Presidente –. ¿De dónde vienen?
–De la academia, señor, son los mejores guerreros de su generación.
–¿Dónde están mis otros Caballeros Fantasmas?
–Sir Daimon y Sir Baal murieron, señor.
Kukulcán vio con desprecio a los dos miembros de la Academia para
Caballeros Fantasmas de Ishtar, le habló a Sir Astaroth señalando a los dos jóvenes
guardianes, a quienes no consideraba merecedores de que se dirigiera directamente
a ellos.
–Que se larguen este par de inútiles y regresen una vez que sean Espadas
Reales, aquí no caben los mediocres... ¡ahora!
Jeff Hobbs y Carlo Tiberian agacharon la cabeza asintiendo y se retiraron,
Gunnar señaló a Sir Astaroth.
–Tú serás mi protector y mi mano derecha.
–Como usted lo desee, señor.
–Después señaló a Lady Aliel.
–Tú entrega tu espada y lárgate. Mis Caballeros Fantasmas serán todos
hombres.
Sir Astaroth vio el semblante de su compañera, antes de que hiciera una
tontería respondió.
–No puede, señor, forzosamente debe haber una mujer en todas las Órdenes.
–Yo soy el Presidente y cambiaré la ley – respondió Gunnar empujando al
“Duque” –, si no estás de acuerdo conmigo estás en mi contra...
–Señor, usted puede hacer cuanto quiera pero la Orden de los Caballeros
Fantasmas es su guardia personal – le recalcó Sir Astaroth –, no debería
enemistarse con ellos en estos tiempos que están corriendo, le recomiendo citar a
un Congreso para cambiar la ley, un guerrero puede portar las espadas femeninas,
pero éstas no tendrán un efecto curativo en ellos, serán espadas normales en sus
manos, tampoco podrán convocar a sus corceles alados.
–Mejor eso a tener una puta en cada Orden. – dijo Gunnar con desprecio
señalando a "la Justicia Blanca" –. Tú por lo pronto serás mi sirvienta, organiza mi
toma de posesión, debe ser espectacular, todas tus faltas serán castigadas, también
quiero que elijas de una vez a los mejores guerreros de Ishtar para que porten las
armas de la Orden de la capital que faltan, será en un torneo a muerte de
participación obligatoria, los tres vencedores serán quienes obtengan las espadas
del alfabeto antiguo, un buen espectáculo sin duda, quiero que el primer combate
sea entre los dos inútiles que se acaban de ir... ¿entendido?
–Entendido señor – respondió Lady Aliel –. Sólo hay un problema...
–¿Cuál es?
–Alguien robó la espada de Sir Baal, antes de nombrar nuevos Caballeros
Fantasmas debe encontrar la espada del alfabeto antiguo Ji.
Los ojos de Gunnar seguían encendidos, inmediatamente Meirelle se arrepintió
de lo que dijo, el ahora Presidente la amenazó.
–Si fue robada será mejor que la encuentres, para eso sirven las mujeres, para
hacer labores domésticas y entre ellas está encontrar las cosas perdidas de la casa,
si para cuando acabe mi torneo no has encontrado la espada que falta, la fabricaré
con tu columna vertebral... ¿quedó claro?
–Como el agua, señor Presidente.
–Ahora lárgate. Ya me ocuparé de ti después.
"La Justicia Blanca" se retiró, Gunnar sonrió ante su humillación pero sólo era
el principio, se divertiría con ella torturándola y sodomizándola hasta que se hartara,
después, en cuanto tuviera a su remplazo, la mataría.
Meirelle estaba furiosa pero se aguantó el coraje, sabía que su vida dependía
de su momentáneo silencio, deseaba decirle al idiota de Kukulcán que lo conocía, lo
recordaba del torneo entre escuelas por la patética manera en que se había rendido.
La única hija viva de Janette Azzán no sólo salió del salón principal, lo hizo del
Palacio de Gobierno y también pensaba hacerlo del estado, jamás volvería para
trabajar al servicio de ese idiota.
Por su parte, los miembros del Tloque Nahuaque también se retiraron, no
deseaban estar ni un segundo más en ese lugar, Kukulcán con parsimonia les llamó.
–No se alejen mucho, avisen a mi sirvienta en dónde van a estar para que me
entreguen la presidencia.
–Esa ya la tienes – le respondió Huitzilopochtli –. La has tomado por ti mismo.
Nuestra obligación ya fue cumplida.
–Pero alguien debe darme el poder...
–Mataste a sangre fría a quien debía hacerlo, nuestra presencia es puramente
tradicional, pero en este caso rechazaremos la invitación.
–Está bien, sólo recuerden que están desairando al Presidente, posteriormente
les haré una visita para demostrarles su error.
–Lo esperamos, señor – le respondió Huitzilopochtli conteniendo su ira –, si
usted dura más de un mes en la Presidencia sin que los rebeldes o los restantes
FILOS Divinos lo derroquen, todas las facciones del Honorable Tloque Nahuaque
estaremos muy complacidos de recibirlo, a usted y al ejército que lo acompañe, si no
cumple su palabra de visita, el grupo protector de Aztlán completo y unido vendrá a
verlo a usted.
–¿Es una amenaza?
–Es una promesa, señor...
Los cuatro miembros del Tloque Nahuaque se retiraron, Gunnar divertido y
excitado por su sueño finalmente cumplido los dejó marcharse, debía reunir a sus
Caballeros Fantasmas, en su mente ya se estaba imaginando eternizado en el
poder, su primer objetivo era matar todo lo que amaba su querida hermana Astrid.
Orión observaba todo escondido en un ventanal del Palacio de Gobierno, había
seguido a Gunnar hasta Aztlán, hubiera querido quedarse a combatir con Sir Dhul-
kifl, el Bérserker Celestial no era alguien que huía de una batalla, pero su misión ya
le había sido asignada y su deber era cumplirla por encima de sus deseos
personales.
Para seguir a Kukulcán de Aztlán hasta Ishtar, Xipe Tótec lo había dejado viajar
con ellos en el avión de incógnito, ahora debía informar a sus líderes del gran
problema en el que se encontraban no sólo los rebeldes, sino todo el país bajo el
control de un loco.
El Bérserker Celestial se hizo a un lado para descender a tierra firme y
entonces comunicarse con Tyche para que enviara a Quantum por él, debía llegar lo
más rápido posible a Arcadia, una vez que pisó tierra firme se encontró con Jeff
Hobbs y Carlo Tiberian. El primero le comentó al segundo:
–Mira, amigo, parece que una gran rata se acaba de colar, me pregunto qué
diría de nosotros el Presidente si se la entregamos.
–Lo conozco – respondió Carlo Tiberian chocando puños con su compañero –,
es Orión, uno de los rebeldes más poderosos, yo creo que si lo entregamos el
Presidente nos dará la oportunidad de unirnos a la Orden de los Caballeros
Fantasmas...
FÍLO DÍVÍNO NÚMERO TRES
ZEÚS
Los hermanos Brunn, Donnar y Brachium, hijos del fallecido Genub, caminaban
hacia la Ciudad de Tenochtitlán, capital del estado de Aztlán, ambos iban escoltados
por Orden del Consejo Familiar de los Brunn por los miembros del Tloque
Nahuaque.
Xólotl, Coatlicue, Tlaltecuhtli, Mictlantecuhtli y Malinalxóchitl resguardaban su
seguridad, les prometieron que nadie se les interpondría en su camino a
Tenochtitlán, el Consejo había hablado y les dio a ambos el derecho a pelear por la
gubernatura del estado y por el patriarcado, todos ignoraban que en ese momento
sus compañeros Temazcalteci y Mixcóatl estaban siendo asesinados por Kukulcán
ante la mirada pasiva de los sacerdotes de los cuatro elementos.
Mientras caminaban, Donnar quería aliviar la tensión, la última vez que vieron a
su abuelo, éste les había pateado el trasero con una facilidad que a ambos les daba
pena aceptar, preguntó a su hermano por Isis.
–¿Ya arreglaste las cosas con Nefert?
Brachium se tomó en serio la pregunta de su hermano, aunque ahora llevaba
una amistad “abierta y razonable” con Isis, la cual incluía algunos encuentros
íntimos, todavía él no se sentía preparado para llegar más allá con ella.
–Aún no – respondió rascándose la parte trasera de la cabeza –, supongo que
eso lleva tiempo, tal vez nunca se recomponga la relación, eso no es importante
ahora.
–Lo es, Brach, siempre es importante si alguien llena tu corazón, mira a Mic y a
Tlaty.
Brach observó a Henrikkeh Humbolt y a Norah Voltán, ambos caminaban
tomados de la mano.
–Se ven bien... ¿no? – comentó el portador de la espada oscura Aesir –. El
amor te hace más fuerte.
–¿Cómo lo sabes? – preguntó el miembro del Círculo del Zodiaco empujando a
su hermano –. ¿Estás enamorado?
–No ahora – respondió Thor devolviéndole el empujón a Libra –, pero lo
estuve... ¿te digo algo?
–Adelante
–Me gusta Coty, es hermosa y creo que me ha flechado, tan sólo he cruzado
unas palabras con ella pero se nota que es sencilla y muy agradable, aunque no lo
creas soy tímido con las mujeres y ella me gusta demasiado…
Brachium le sonrió a su hermano mayor, Donnar apenas había tenido una
breve plática con Coatlicue hacía unos meses, lo que el amo de los cuervos
psíquicos decía no tenía sentido.
–Lo que no creo es que sientas algo intenso por ella si apenas la conoces.
–Lo sé, yo tampoco me lo explico, pero te aseguro que desde la primera vez
que vi su rostro quedé impactado, gracias a Ganesh y su “magia” con los
ordenadores sé muchas cosas de Coty, todas me han agradado, se nota que todos
los que la conocen la aprecian, eso habla muy bien de ella, me pregunto si tendré
alguna oportunidad de conquistarla... pero en fin, dejemos que el agua fluya.
–Vamos…
–En serio, aunque son pocas las imágenes de Coty que Ganesh ha podido
“rescatar” de la red privada del Tloque Nahuaque, todas y cada una de ellas las
guardo en mi memoria con gran recelo y pienso en ellas más de lo que me gustaría
admitir…
Brachium volteó a ver a la controladora del hielo del Tloque Nahuaque, era
guapa, sus ojos cafés eran amables, se notaba que la chica era confiable y su
sonrisa fácil era contagiosa, le recordaba un poco a Elektra.
–Tú lo has dicho, haz lo tuyo, si no es ahora… ¿cuándo? Tal vez no
sobrevivamos a la batalla con el abuelo, ve con ella y por lo menos háblale, conócela
mejor y enamórate de sus cualidades o decepciónate de su personalidad – dijo
Brachium señalando a Coatlicue –, pero antes de que me dejes caminando solo,
aclárame algo... ¿te incomoda esto?
–¿De qué hablas?
–De pelear a muerte contra el abuelo, a mí no me importa, apenas si lo conozco
y las veces que lo he visto ha sido en condiciones poco amigables, pero tú conviviste
con él...
–El viejo es un cabrón que sólo le interesa el poder, no olvides que asesinó a
papá, no tendré ningún problema de matarlo.
–¿Y qué opinas de ellos? – Brach señalaba a los miembros del Tloque
Nahuaque.
–Tú primero...
–Una partida de cobardes – respondió Brachium en voz alta –, odian tanto como
nosotros este sistema de gobierno pero no hacen nada por remediarlo, sólo
escoltarnos, me dan asco, preferiría caminar con mis Amos del Metal.
–Los chicos están muertos, Brach – Donnar le indicó a su hermano con señas
que bajara la voz –, sólo sobreviven Sagath y Dimitri, no estoy muy seguro de que
ellos quieran caminar contigo.
–Tienes razón, todo se ha ido al diablo, primero mi pandilla y después mis
hermanos del Círculo... – Brach apretó los puños, todavía no se perdonaba el estar
bebiendo alegremente mientras sus hermanos del Zodiaco eran masacrados.
–Te quedan Cross y compañía.
–Sí, y a ellos los defenderé con mi vida.
–Mira, ya se ve la ciudad. – Donnar señaló a lo lejos, se adelantó hasta alcanzar
a los miembros del Tloque Nahuaque e inmediatamente le habló a la chica que le
interesaba –. Coty... ¿dónde pelearemos con el abuelo?
La chica volteó a ver al mayor de los hermanos Brunn, también se sentía
atraída hacia él.
–No lo sé... – Coatlicue le habló al líder encargado del grupo que acompañaba a
los hermanos Brunn –. ¿Qué opinas, Xol?
Xólotl se detuvo y echó un vistazo al lugar en el que se encontraban, era un
paraje árido y deshabitado, justo para no poner la vida de nadie en riesgo, a
excepción de los combatientes, claro.
–Este lugar es perfecto, no hay nada alrededor que interfiera con su pelea...
–¿Entonces? – preguntó Brach.
–Les avisaremos a los Caballeros Fantasmas que ustedes ya están en el lugar
de combate para que le informen a Zeus de su combate.
–Está bien.
Mientras sus compañeros aguardaban por Zeus, Coatlicue fue abordada por
Thor.
–¿Te molesta si espero contigo?
–Para nada – respondió la chica obsequiándole una gran sonrisa al mayor de
los hermanos Brunn.
–¿Qué opinas de todo esto? – preguntó el FILO Oscuro.
–¿De tu pelea con Zeus? – Coatlicue le mostró el dedo pulgar hacia abajo a
Thor –. Creo que tú y tu hermano van a perder.
–No me refería a eso, pero gracias por el voto de confianza, hablaba de la
situación del país...
–Eso... creo que los rebeldes tienen razón, simpatizo con su causa, me gustaría
que ganaran.
–¿Por qué ustedes son tan apáticos?
–Eso parece, incluso pueden tacharnos de cobardes, como tu hermano...
–¿Escucharon eso? – Donnar se sintió apenado ante el comentario de la
miembro del Tloque Nahuaque –. Me disculpo por él.
–No tienes por qué hacerlo, seguramente tiene razón, pero tenemos nuestros
motivos para no intervenir.
–¿Y puedo saberlos?
–No.
–¡Vamos...! – exclamó el Juez del Norte del Quinto Distrito intrigado –. Eso es
cruel. Soy muy curioso, no voy a poder pelear pensando en eso, hazlo como un
último favor a un condenado.
Coatlicue veía fijamente a Thor, su sonrisa era contagiosa, le acarició la calva.
–¿No te crece?
–¡Por supuesto que sí! – contestó airadamente Donnar pensando en su cabello
–. Pero me gusta traerlo así. Tiemblo de sólo pensar que no me crecerá otra vez, no
soportaría sufrir de calvicie...
Coty empezó a reír.
–Algún día me gustaría ver tu cabello.
–Te lo enseño si me dices tu secreto.
–Boleria tiene muchos enemigos – comenzó diciendo Coatlicue aceptando el
trato –, internos y externos, ahora mismo hay una triple lucha por el poder, ustedes
no son los únicos que buscan llegar a Ishtar.
–¿Qué dices? ¿Más luchas?
–Así es, su revolución es la que ocupa los titulares y las noticias, pero hay otras
dos luchas por el poder que no se ven, una la llevan a cabo las Espadas Reales y la
otra es una partida que se viene jugando desde hace siglos, esa es la más peligrosa.
–Creo entender, ustedes están aquí para proteger al país en caso de que gane
el bando equivocado...
–No, no importa el bando que gane, nosotros protegeremos al país de los
peligros externos y de su destrucción interna, por ese motivo no podemos
inmiscuirnos en ningún conflicto, somos la última línea de defensa de Boleria, ahora
mismo no deberíamos estar aquí.
–¿Y por qué nos protegen?
–Porque están haciendo nuestro trabajo. Nosotros nacimos y vivimos en Aztlán,
nuestras familias son de sus primeros pobladores, mucho más antiguos que los
Brunn.
–Eso lo sé, este territorio le pertenece a mi familia por el pacto de la guerra de
las religiones, los Brunn originalmente pertenecemos a los ochenta y ocho Clanes
guerreros de Hamal.
–Así es, para gobernar el estado tuvieron que renunciar a los ochenta y ocho...
–Mis antepasados así lo decidieron, aunque algunos se resistieron a dejar
Hamal, los Brunn se partieron, los que se marcharon a gobernar Aztlán conservaron
el apellido, los que se quedaron cambiaron el nombre de su Clan, ahora son
conocidos como los Tiberian.
–Exactamente así fue, desde que habitaban en Hamal los Brunn gobernaban
una parte importante del territorio, sus dominios empezaban en los bosques y se
alzaban hasta donde iniciaba la tundra.
–Así es – Donnar escuchaba complacido a la miembro del Tloque Nahuaque, le
agradaba que la chica fuera también culta, él no quería quedarse atrás –, los Brunn
que se quedaron fueron los que dominaban los límites de la tundra, se negaron a
dejar su tierra, la cual ahora pertenece al estado de Riazor.
–Imagínate el gran poder que tenía tu familia para dividirse y crear dos
influyentes Clanes – continuó Coty a quien le encantaba hablar de historia, le
fascinaba leer y conocer a los grandes guerreros que habían forjado su nación,
hombres y mujeres con historias de vida dignas de las más increíbles novelas –,
estaban al nivel de los Yaotl o los de Grieff, una vez que tomaron el control del
estado, los Brunn se hicieron con el mando de poderosos Clanes para acceder a los
puestos de poder tanto en el Tloque Nahuaque como en las Espadas Reales,
absorbieron a antiguos, ambiciosos y poderosos Clanes de Aztlán: los Chaam, los
Tonán y los Ahkush.
–Te faltaron los Clanes Nophis y Bacabs. La fusión con otros Clanes para
reafirmar el poder fue en el pasado una práctica común que iniciaron los De Grieff y
los Yaotl.
–Así es, con esa jugada tus antepasados se aseguraron los puestos de
Temazcalteci y Ehécatl en el Tloque Nahuaque, los apellidos Chaam y Tonán se han
perdido para siempre, ahora todos esos antiguos Clanes se hacen llamar
vergonzosamente Brunn.
–Por esa razón es que mi familia ocupa lugares determinantes en varios grupos
de poder, incluyendo los FILOS Oscuros o los Sindicatos de Ishtar. Tampoco es para
tanto... los Nophis, los Bacabs y los Ahkush también ahora son Brunn.
–Así es, tu primo Brahma tiene los genes hereditarios del Clan Ahkush.
–Interesante saberlo, entonces vamos a decir que él es el representante del
Tloque Nahuaque en la causa, Connor Brunn es de los más comprometidos...
–Nos duele tener a un gobernador como Zeus en el poder, es vergonzoso
depender de otros para hacer lo que nos corresponde a nosotros...
Coatlicue bajó la cabeza avergonzada, Donnar puso la mano en su barbilla y se
la levantó.
–No te aflijas, yo pelearé por ti, mi victoria será tu victoria.
–Gracias, es lindo lo que dices..., ¿qué puedo darte a cambio de que pelees en
mi nombre?
–Una cita.
–¿Eso es todo?
–Eso es todo, Coty, dame una cita, pero no como Coatlicue, sino como una
chica normal, yo soy Donnar Brunn, dime... ¿a quién estoy invitando?
–Me llamo Elzzah Hunapú.
–¿Aceptas salir conmigo, Elzzah?
–Acepto Donnar.
Coatlicue besó en los labios a Thor para sellar su pacto, Libra sonriente volteó
a ver a los demás miembros del Tloque Nahuaque, su sonrisa mostraba orgullo, con
ella les decía: "ese es mi hermano".
Los años volvieron a pasar, los avances de Etneo con su nuevo sistema fueron
agigantados, estaba en la línea entre la vida y la muerte pero sabía que lo lograría.
Lo más difícil para él fueron las pruebas mentales, de vez en cuando lo
atormentaban y no le permitían continuar con sus estudios, tenía la obsesión de una
técnica en lo particular, una de un folleto de diez hojas pero que era muy complicada
de aprender.
Habló con el sacerdote morado, pensó que sería un desperdicio el dejar de
aprender tantas técnicas que le faltaban.
–Señor...
–Ya te dije que te dirijas hacia mí como Santidad, Excelencia o Eminencia.
Etneo le sonrió al sacerdote morado, le decía señor porque sabía que lo
molestaba, él era el único en todo el templo que le llamaba así, sentía que esa era
una conexión entre ellos y que aquel enorme ser se lo permitía sólo a él.
–Así lo haré para la próxima, señor, ahora me gustaría saber, una vez que me
vaya... ¿puedo regresar a la biblioteca?
–No, la biblioteca es únicamente para residentes del templo.
–Ya veo, entonces tendré que apurarme, hay una técnica que deseo aprender y
es muy complicada.
–Apréndela ahora que puedes.
–Primero está mi vida, señor, ¿de qué me sirve aprenderla si voy a morir? Esa
técnica será el brazo setenta y seis.
–Tu tiempo, tu vida, tu decisión.
En el Tercer Distrito, Freya platicaba con Cástor cuando Elektra que iba
pasando preguntó al ahora gemelo mayor:
–Hola Cas... ¿estás bien?
–Sí – respondió el gigante con extrañeza –. ¿Por qué lo preguntas?
–Te ves pensativo, tú siempre eres más alegre.
–Me conoces bien – dijo Titán abrazando a la portadora de "la espada de luz".
–¿Qué tienes? – le preguntó Astrid.
–Es por Brach, fue a pelear con Zeus...
–¿Estás preocupado por él? – Elektra se sentó al lado de Cástor.
–No, yo conozco mejor que nadie a Brach, va a ganar, tengo envidia, yo quisiera
estar peleando contra Zeus...
–Idiota... – Astrid golpeó en la cabeza a Cástor mientras Elektra reía.
–¿Por qué me golpeas? – protestó Cástor.
–Porque eres un imbécil, las peleas contra los Patriarcas no es algo para tomar
a la ligera.
–Ya lo sé, es sólo que ese tipo es fuerte, mi hermano me contó que lo golpeó
con todas sus fuerzas en la batalla de la Ciudadela y no le hizo nada, en serio que
me muero por pelear contra él...
Elektra abrazó por la cintura a Cástor.
–De verdad eres incorregible. Pero esperemos que Brach y Thor salgan vivos
de esa pelea.
–Saldrán, mi chica los preparó... – dijo Cástor mientras abrazaba por el cuello a
Freya.
–¿Es cierto eso, Astrid? – preguntó Elektra.
–Un poco, sólo les di los fundamentos para que pudieran defenderse, lo demás
depende de ellos...
*****
Hace un año.
Thor y Libra platicaban acerca de la facilidad con la que su abuelo los había
derrotado, de no haber sido por la intervención de Tezcatlipoca y los otros guerreros
de Aztlán, los dos estarían muertos o capturados.
–Todavía no entiendo cómo el abuelo me dejó noqueado – comentó Donnar –,
nunca lo vi llegar ni lo sentí, simplemente "la luz" se me apagó.
–Yo tampoco vi nada – dijo Brachium que tampoco entendía lo que había
pasado, desde que su abuelo los derrotó no pensaba en otra cosa –, pero eso no es
lo peor, yo estoy acostumbrado a sentir la energía eléctrica, pero el rayo del abuelo
es muy poderoso, más de lo que haya sentido en toda mi vida.
–Debemos hacer algo, Brach, es nuestra obligación detenerlo, no podemos
dejarle esa obligación a nadie más...
–Estoy de acuerdo...
En ese momento se escuchó un golpe seco y enseguida Thor golpeó el hombro
de Libra, lo hizo con tal rudeza que casi lo derriba.
–¿Qué te pasa, idiota? – Thor estaba preparando un nuevo golpe.
–¿Por qué me golpeas? – reclamó Brach doliéndose por el puñetazo de su
hermano.
–Tú me golpeaste primero en la cabeza... – se quejó Donnar agarrándose la
parte trasera del cráneo.
–Yo no hice nada, imbécil – Brach le devolvió el golpe a su hermano.
Los Brunn iban a empezar a pelear, como cuando eran niños, pero Freya les
habló, estaba a más de veinte metros de ellos.
–Tranquilos los dos... ¿qué es lo que pasa?
–Nada... – respondieron los dos hermanos al mismo tiempo mientras se
empujaban mutuamente.
–¿Seguros que nada?
–Nada de nada, Astrid – respondió Brach.
En ese momento nuevamente se escuchó un golpe y los dos hermanos
agacharon la cabeza por el impacto que recibieron, ambos se voltearon a ver, esta
vez estaban seguros que no se habían golpeado el uno al otro, los dos voltearon a
ver a Freya que los seguía viendo a la misma distancia, reía divertida.
–¿Cómo hiciste eso? – preguntó Thor.
–¿Qué? ¿Esto?
Freya volvió a golpear a Donnar en la cabeza, al Juez del Norte lo le importó,
Astrid no se había movido de su lugar y él estaba seguro que había sentido el golpe
con la mano de la chica en su cabeza, no un ataque de viento.
–Sí eso... – respondió Thor.
–Hazlo otra vez... – le pidió Brach poniendo toda la atención posible, esperaba
percatarse al menos de algún movimiento en el cuerpo de su compañera, no vio
nada, Astrid seguía sin moverse de su lugar.
La portadora de "la espada serpiente" volvió a golpear a Donnar, el mayor de
los hermanos Brunn se quejó mientras se tocaba la cabeza en el lugar donde lo
habían impactado, los golpes de Freya dolían.
–¡Oye...! También golpea a mi hermano...
–Lo hizo... – respondió Brach –. Me golpeó con el puño en la cara. – Libra se
limpió la comisura del labio con el dedo pulgar de su mano derecha y le enseñó a su
hermano la sangre.
–Eso no es posible. – Thor veía fijamente a Freya esperando ver cualquier
movimiento sospechoso en ella –. Tú no te moviste de tu lugar... es como la técnica
del abuelo... ¿cómo hiciste eso?
–Velocidad pura – respondió la portadora de "la espada serpiente".
–Eso es imposible, Brach y yo somos muy veloces.
–No lo suficiente y eso que no estoy utilizando las alas de Sleipnir, observen...
En ese momento a una distancia considerable estaba pasando Cástor, Astrid lo
volteó a ver, en un abrir y cerrar de ojos Astrid tenía la enorme Doppelhander de su
novio en sus manos sin haberse movido, se recargaba en el arma como si fuera un
bastón.
–¿Qué opinan de esto?
Brach y Donnar desviaron la mirada señalando los senos de Astrid, cuando la
portadora de Valquiria bajó la vista, se percató de que tenía desabotonada la blusa.
Le gritó enojada a su novio mientras se cubría los pechos.
–¡Cástor...!
El ahora gemelo mayor se acercaba sonriente a Freya, aguantó sus golpes y la
besó en la boca.
–Nunca le quites su espada a un guerrero...
–¡Pero soy tu novia! – se quejaba la portadora de la espada sagrada Valkiria –.
¡Brach y Donnar vieron parte de mis senos...!
–No pasa nada, son perfectos...
Libra y Thor se voltearon a ver y afirmaron con la cabeza sin decir palabra,
Cástor siguió hablando mientras con un pequeño alfiler metálico que había creado le
estaba uniendo la blusa a su novia.
–Sólo lo hice para que ellos vieran lo que me estoy comiendo...
Astrid volvió a golpear a Cástor pero esta vez sonreía. Thor le preguntó a Titán:
–¿Cómo lograste ver su ataque?
–No lo vi, es imposible ver los ataques de mi chica si emplea su máxima
velocidad, ni mi arma es inmune a la rapidez con la que actúa, a esa velocidad es
capaz de cargarla.
Thor y Libra observaban al gigante colocar el enorme espadón en el
mecanismo de su espalda, ambos sabían que nadie era capaz de cargar la
Doppelhander de Titán.
–Sólo un momento, nunca podría utilizarla – completó Astrid.
–Aun así... ¿cómo lograste prevenir su ataque? – preguntó Libra.
–La sentí – dijo Cástor cerciorándose que su arma estuviera bien colocada en la
agarradera especial de su espalda, al ser la Doppelhander demasiado ancha, ésta
se aseguraba al cuerpo del ahora gemelo mayor con un broche de dos correas
rígidas que impulsadas por un resorte sostenían el espadón –, eso me dio la ventaja
de estar preparado, al también controlar el viento soy tan rápido como ustedes dos –
Titán señaló a los hermanos Brunn.
Freya les pasó los brazos por los hombros a Thor y Libra.
–¿Ahora entienden? Escuché sin querer su plática, al parecer su abuelo es tan
rápido como yo, por lo que no van a lograr ver sus ataques, pero sí sentirlos, deben
concentrarse en su poder...
–¿Podrías ayudarnos? – preguntó el portador de la espada oscura Aesir.
–Saben que siempre estoy a sus órdenes y más si con mi ayuda les puedo dar
una paliza.
Los hermanos Brunn empezaron a entrenar con Freya, a Libra le fue más fácil
leer su poder al manejar también la energía elemental viento, pero a Thor se le
dificultó más por manejar la electricidad, pero al final ambos dominaron la defensa.
*****
Zeus volvió a atacar a sus nietos y éstos de nuevo eludieron sus ataques,
conforme más los atacaba eran más efectivos esquivándolo, hasta que por fin
lograron ver su movimiento. El Patriarca de los Brunn sangraba por el brazo
izquierdo, Thor lo había herido con la parte filosa de Aesir en su forma de mazo.
–Bien – comentó el FILO Divino con total tranquilidad –, los niños se han
preparado, veamos cómo reaccionan si aumentamos la velocidad...
Los ojos de Zeus se tornaron violeta brillante, ahora un rayo púrpura cayó
sobre él, pero el impacto lo sintieron Thor y Libra, ambos estaban heridos.
–Les dije que iban a perder…
–Te equivocas, abuelo – respondió Donnar –. Hasta ahora tú has llevado la
ofensiva, veamos que tal te defiendes.
Thor le lanzó su arma oscura en forma de mazo a Zeus, éste la trató de evitar
pero el arma modificó su trayectoria y fue golpeado, al mismo tiempo que el mazo lo
golpeó un relámpago gris lo impactó, la fusión de la electricidad y el metal lograron
herirlo, Aesir regresó a las manos de su amo.
–No importa lo rápido que seas, abuelo, mi arma ya probó tu energía, te
alcanzará a donde vayas, tu velocidad de nada te va a servir...
–Es intranscendente que me alcance si ya estás derrotado...
Un rayo púrpura volvió a caer en Zeus, esta vez el arma de Thor absorbió el
impacto, después volvió a lanzar su mazo, éste nuevamente impactó a su abuelo y
el relámpago gris lo golpeó.
La pupila en los ojos de Zeus desapareció y en su lugar se formó el símbolo de
su guante derecho, en su cuello apareció el símbolo de su guante izquierdo, de la
palma de su mano derecha surgió su espada suprema Olympia empezando por la
hoja.
Thor lanzó su martillo una vez más pero su abuelo lo rechazó con la espada
púrpura, después otro rayo púrpura cayó sobre él, esta vez acabaría con su nieto
mayor, pero antes de golpearlo una esfera de energía de viento fusionada con
electricidad lo impactó, Zeus por primera vez cayó herido.
– No te olvides que yo también estoy peleando, abuelo.
Zeus se incorporó y atacó directamente a su nieto menor con su relámpago
púrpura, Brach trató de destruirlo con su defensa de energía elemental viento y
electricidad fusionadas pero no le sirvió de mucho, el ataque de su abuelo fue más
poderoso y terminó impactándolo.
Al mismo tiempo Thor estaba eludiendo los ataques eléctricos que su abuelo le
enviaba a través de Olympia, éstos eran más rápidos aún que el rayo púrpura, al
final también fue alcanzado y cayó herido.
Los hermanos Brunn se levantaron, sabían que si querían derrotar a su abuelo
debían utilizar sus mejores técnicas y máximo poder, la pupila de Thor desapareció y
en su lugar se formó el símbolo que lo distinguía como el FILO Oscuro número diez.
Detrás de él apareció Hugin, el cuervo blanco, éste se fusionó con su amo
dotándolo de una armadura eléctrica, la velocidad del FILO Oscuro se multiplicó,
eludió los ataques de su abuelo y lo golpeó con su mazo, el cual tenía un destello
blanco.
El impacto hizo volar a Zeus que se levantó sangrando, se limpió el líquido vital
y señaló a Donnar.
–Yo también puedo hacer eso y mi poder es mucho mayor...
El símbolo en los ojos de Zeus cambió por el de la fusión duplicada de su
guante derecho, el símbolo en el lado izquierdo de su cuello también se duplicó
formando el símbolo de rayo, estableció su defensa elemental y atacó a su nieto,
aunque su armadura era más fuerte y él era más rápido no lograba golpearlo.
–¿Qué demonios sucede? – preguntó.
–Hugin no sólo me da velocidad y hace lo mismo que tu defensa elemental,
abuelo – le respondió Thor cuyo resplandor eléctrico blanco formaba un cuervo –,
puede leer la mente, eso me hace anticiparme a tus ataques...
En ese momento el Patriarca de los Brunn atacó a su nieto con otra de sus
técnicas aprendidas en el templo vigilado por el sacerdote morado, creó
un par de clones de sí mismo hechos de electricidad y éstos atacaron a Thor.
Al mismo tiempo, creó una docena de rayos móviles multicolor con distintas
fusiones elementales que atacaban a Brachium, no lo dejaban ni respirar. Los dos
rebeldes estaban perdiendo sus respectivas batallas, decidieron ir al extremo de sus
poderes.
El símbolo en los ojos de Thor se triplicó, invocó a Munin, el cuervo negro, Thor
destruyó a un clon con su relámpago congelante de color cian y su bestia se
encargó del otro clon destruyéndolo desde su interior, después Munin se fue a
estrellar en contra de Zeus, quedando su esencia a su alrededor, penetrando poco a
poco su defensa púrpura, acto seguido el cuervo blanco, Hugin, hizo lo mismo, el
Juez del territorio del Norte del Quinto Distrito conservó el escudo blanco y el rayo
oscuro de sus bestias para su ataque y defensa.
Brach por su parte ascendió al siguiente nivel de su poder, al igual que los
gemelos siembre tenía los tatuajes en sus brazos del modo símbolo zodiacal, con la
ayuda de su poder ascendental: la balanza del poder, pudo encontrar el camino
hacia el próximo nivel de un miembro del símbolo del Zodiaco, en sus antebrazos
internos se formó el tatuaje del ambigrama de su nombre, así como los puntos de las
estrellas que formaban su constelación.
Una vez alcanzado el nivel constelación, el poder de Libra se duplicó, con su
habilidad de fusionar la electricidad y el viento, los dos elementos que dotaban de
mayor velocidad a sus controladores, se volvió incluso más rápido que su abuelo,
destruyó los rayos multicolor que lo atacaban y a su vez desintegró la defensa
elemental de Zeus.
Los dos cuervos, el negro y el blanco, al no tener más obstáculos, penetraron
por completo en el cuerpo del portador de la espada suprema Olympia, ahora sólo
era cuestión de tiempo para que olvidara sus mejores técnicas y fuera controlado por
su nieto mayor.
Zeus no tenía tiempo que perder, el símbolo duplicado en sus ojos desapareció
y en su lugar se formó el símbolo definitivo de tres puntos:
Al mismo tiempo el tatuaje en su cuello se triplicó formando el símbolo
representativo de los tres relámpagos que controlaba: el multicolor, el púrpura y el
dorado:
Geedy paseaba por las instalaciones militares de la Ciudadela con sus tres
guardianes, regresaba de una visita por el Quinto Distrito, a pesar de la insistencia
de Isaac Erikksson de que no se alejara mucho él deseaba verificar que todo
estuviera bien en ese lugar, no soportaba ver que otros sufrieran por causa de la
guerra. Gea estaba nerviosa.
–Deberías hacerle más caso al Gobernador Erikksson, Geedy, este lugar es
peligroso...
–No más que todo el estado, sólo quería asegurarme de que no hay problemas
en el Quinto Distrito, Gea.
–Estoy de acuerdo con Gea, desde que Satanás nos pateó el trasero nos
percatamos que tú eres también un blanco del enemigo, Geedy, debes tener más
cuidado.
–Lo tendré, Ceo, a la próxima no saldré si al menos no somos mayoría en una
votación democrática..., ¿te parece bien a ti, Quantum?
–No hay problema, yo voto por lo que tú decidas... – comentó el hijo menor de
Virgo.
–Yo también – apoyó Gea.
–¿Entonces para qué demonios se quejan si al final vamos a hacer lo que
Geedy quiere? – preguntó Ceo.
Todos empezaron a reír, pero Ceo advirtió el peligro.
–Gea cubre a Geedy con tu roca, tenemos a otro enemigo cerca...
–Gea así lo hizo, de entre las sombras salió Veronika Shmuel, ahora conocida
como Mórrigan de la Armada Elemental.
–Creo que ya no tiene caso que me esconda, al parecer el lector de mentes
puede encontrarme...
–Te conozco... – dijo Geedy –. Eres la otra chica de la Armada Elemental que
estaba oculta.
–Así es.
–¿Qué quieres conmigo?
–El Cinturón considera que eres peligroso, al parecer el pueblo es a ti a quien
sigue, si cortamos tu cabeza será un golpe devastador para los rebeldes.
–Pensé que ustedes no habían tomado partido...
–Ahora sí, Fuxi se ha ido, al parecer a buscar venganza contra Escorpión por
haber asesinado brutalmente a su hermano, Dana se ha unido a ustedes, yo
pertenezco al Cinturón y voy a pelear por mi ciudad.
–La rebelión no está en contra del Cinturón, cuando todo acabe podremos
sentarnos a dialogar.
–Seguramente eso harán, pero tú no lo vas a ver, cariño...
Mórrigan realizó un ataque de viento en contra de Geedy pero no lo movió ni un
centímetro, su cuerpo era pesado como la roca, Gea ya lo había cubierto con su
grafeno.
Los tres defensores de Geedy estaban listos, esta vez pelearían como un
equipo y no de manera individual, Mórrigan veía a sus enemigos con cara de
aburrimiento.
–Veamos lo que son capaces de hacer, yo al igual que Fuxi fui entrenada en el
control de sombras, Cadmus tiene a sus sombras inmortales, yo tengo a mis
fantasmas...
En ese momento Mórrigan invocó a tres de sus fantasmas para que
combatieran con los guardianes de Geedy, detrás de ella aparecieron tres sombras
de dos metros de alto: Essus, Cernnunos y Alamanno, todos se lanzaron al ataque.
Essus se convirtió en un Trent, una especie de árbol viviente de seis metros de
alto; a Cernnunos le crecieron orejas de lobo, pelaje, filosas garras, colmillos de
bestia y su musculatura se incrementó; y de las muñecas de Alamanno surgieron
dos afiladas cuchillas.
El combate comenzó, esta vez los defensores de Geedy pelearon juntos,
parecía que los tres eran un sólo guerrero, Quantum hacía aparecer y desaparecer a
sus compañeros alejándolos del peligro y dejándolos en una posición de ventaja
sobre sus enemigos.
Gea peleaba cuerpo a cuerpo con sus oponentes auxiliándose con su manejo
del grafeno, roca de dureza de escala diez, con ella también había cubierto a sus
compañeros obsequiándoles una armadura y Ceo coordinaba las acciones de todos
basándose en los pensamientos de sus enemigos.
Por su parte, las sombras de Mórrigan eran unos peladores temibles, muy
superiores a los Bérserkers Celestiales que aún no alcanzaban la plenitud de sus
habilidades, Essus podía alargar sus ramas hasta donde quisiera y triturar a sus
enemigos, su piel cercenada simplemente se le caía y surgía una nueva en su lugar.
Cernnunos era rápido y tan fuerte como Gea, sus garras lo cortaban todo y su
piel era capaz incluso de resistir ataques con una espada y finalmente Alamanno era
increíblemente rápido y letal con las armas de sus muñecas.
El combate al final fue ganado por las sombras, aunque los Bérserkers
Celestiales dieron una gran batalla la inexperiencia fue una carta decisiva en la
contienda.
En un principio los defensores de Geedy comenzaron bien e inclinaron la
balanza de la victoria a su favor, pero después, al entender su modo de pelea las
sombras de Mórrigan los acabaron, avasallaron a Ceo y Quantum quienes al verse
atacados una y otra vez dejaron de concentrarse y cometieron los mismos errores de
inexperiencia que ya les habían costado la derrota en contra de Satanás.
La última en caer fue Gea, una vez que los tres Bérserkers Celestiales fueron
derrotados, Mórrigan convocó a un cuarto fantasma: Belenus, sombra controladora
del elemento fuego, a quien ordenó señalando a Geedy:
–Quémalo...
La sombra disparó su fuego en contra de Geedy, al principio la protección de
Gea soportó las altas temperaturas pero empezó a ceder. Geedy empezó a sentir
que se le quemaba el cuerpo, mientras, Gea lloraba suplicando que la quemaran a
ella. Las llamas estaban empezando a calcinar la piel de Geedy cuando el ataque
cesó, había aparecido otro guerrero que de un golpe mandó a volar a Belenus.
–¿Quién demonios eres tú? – preguntó Mórrigan.
–Puedes llamarme Satanás – respondió el guerrero irruptor – y ese tipo al que
quieres asesinar es mi objetivo, yo debo matarlo y no permitiré que nadie más lo
haga...
–Entonces mátalo – le respondió la miembro oculta de la Armada Elemental –,
realmente no me importa quien lo haga, el objetivo es acabar con su vida...
–El problema es que por el momento no puedo matarlo, es algo entre él y yo,
cuando tenga una respuesta a algo que me preguntó lo eliminaré, mientras tanto no
permitiré que nadie lo toque...
–Tú no eres rival para mí...
–Creo que eso estamos a punto de verlo...
Essus alargó sus brazos para atrapar a Satanás pero éste se defendió con su
espada, cortó las ramas que lo intentaban apresar y después cortó al Trent, observó
cómo se regeneraba.
–Muy buena cualidad, veamos cómo te regeneras si te quemo con mi fuego
radiactivo...
El Bérserker Infernal atacó con su fuego brillante que todo lo desintegraba a
Essus, el árbol viviente cayó derrotado, sus capas de reserva no fueron suficientes
para controlar el ataque del fuego fusionado con la tierra cristal.
Mórrigan furiosa ordenó a sus demás sombras que atacaran a Satanás, éste se
defendió como pudo pero eran demasiados enemigos, jadeando por el cansancio les
habló a Ceo y Gea.
–Será mejor que piensen en algo o todos estamos muertos...
Ceo volteó a ver a Gea y después se levantó dispuesto a atacar.
–Voy a liberar a mi gigante elemental psíquico, en cuanto lo haga llévate a
Geedy y Quantum...
En ese momento un enorme dragón blanco de gigantescas alas y armadura
metálica surcó el cielo, de él saltó un guerrero de piel oscura quien con su arena
explosiva color verde alejó a sus enemigos.
–¿Quién es este? – preguntó Satanás.
–Es Chronos, un FILO Oscuro, mi madre lo envió para ayudarnos... – respondió
Ceo que desde el principio de la batalla se había comunicado por telepatía con su
madre, Ceo no podía comunicarse telepáticamente con la gente, pero con su madre
estaba sincronizado.
A pesar de que Ceo había revelado su identidad. Ozmar de Riot se presentó él
mismo.
–Soy el FILO Oscuro número tres. Portador de la espada oscura Eón, "la
espada del tiempo eterno", mi nombre es Chronos. Estoy aquí para honrar un pacto
que tengo con Virgo el cual termina con esta batalla, Miguel ha muerto y ya no
necesita ser protegida.
Sus ojos eran color rojo oscuro y en lugar de su pupila se veía el símbolo que
lo distinguía como el FILO Oscuro número tres, de la palma de su mano derecha
extrajo a Eón, la dividió en dos cuchillas que trabó en sus muñecas como las que
tenía Alamanno y empezó la batalla.
Chronos era un viejo lobo de mar para las batallas y venció al fantasma, a su
vez, Satanás derrotó a Belenus, la sombra con el poder del fuego, contra quien
utilizó su técnica más poderosa: el fuego negro, técnica de triple fusión, el ataque fue
infinitamente superior al fuego normal de la sombra. Mórrigan en un acto
desesperado convocó a un quinto fantasma, la Banshee, una sombra inmaterial que
le prestaba su poder: un grito atroz capaz de derrumbar hasta al guerreo más fuerte.
Mórrigan gritó hacia Chronos y Satanás, quienes no pudieron evitar poner una
rodilla en tierra, de inmediato el FILO Oscuro convocó a su bestia mítica, el dragón
Zilant, quien sin demora cubrió a su amo y al Bérserker Infernal con sus enormes
alas.
Desde la protección de su bestia mítica Chronos atacó a Mórrigan con su tierra
explosiva de color verde, lo que hizo retroceder a la miembro de la Armada
Elemental, tiempo que aprovechó el dragón Zilant para controlar a la bestia
Cernnunos.
Decenas de escamas metálicas se incrustaron en el cuerpo de la sombra-
bestia, éstas estaban magnetizadas y cumplían una función idéntica a la espada
Nahua de Mixcóatl, contra su voluntad controló a la bestia para que atacara a su
ama.
Mórrigan trató de desaparecer a su fantasma pero no lo consiguió, no mientras
estuviera bajo el control de Zilant, con su viento ralentizó a Cernnunos y después
destruyó a su sombra con forma de bestia con su espada Katana.
La miembro oculta de la Armada Elemental comprendió que sería derrotada por
esos dos extraordinarios guerreros, ya había perdido a cuatro de sus fantasmas,
sólo le quedaba Taranis para el combate físico, una sombra parecida a Belenus pero
controladora de la electricidad, lo convocó, la sombra electrificó todo su cuerpo y
lanzó un poderoso y violento ataque en contra de Geedy, mismo que fue repelido
por las indestructibles alas del dragón Zilant.
Al ver que su embate no afectaba al dragón blanco, Taranis realizó el mismo
ataque contra Chronos y Satanás, ambos se protegieron con su elemento y se
dispusieron a contraatacar, pero en ese momento el portador de Eón pudo ver con
su capacidad de adelantarse al tiempo cómo entre el ataque eléctrico iban ocultos
dos cristales verdes hacia ellos, los cuales definitivamente podían herirlos a él y a
Satanás de gravedad si explotaban cerca de ellos, le advirtió al Bérserker Infernal
que se protegiera y él hizo lo mismo alejándose lo más posible, Satanás con sus
llamas negras pulverizó los cristales creando una gran explosión, cuando el humo se
disipó, Mórrigan ya se había ido, ese último ataque fue la distracción perfecta para
escapar a toda velocidad aprovechando su control de la energía elemental viento.
Una vez que todo pasó, Geedy ayudó a sus protectores a incorporarse y
agradeció el auxilio de sus salvadores.
–Gracias a los dos.
–Al parecer no tienes que ofrecer ningún agradecimiento Geedy...
Todos voltearon para observar cómo David Nexus se aproximaba a ellos, el
novio de Michelle fue alertado de la batalla entre Mórrigan y los Bérserkers
Celestiales por los soldados que resguardaban esa parte de la zona militar, había
llegado justo al mismo tiempo que Chronos y se mantuvo al margen de la contienda
pero cerca de Geedy, su prioridad era salvar al líder rebelde, mientras sonreía a sus
compañeros continuó con su explicación:
–Chronos como ya lo dijo estaba pagando una deuda con Virgo y Satanás sólo
quiere matarte él mismo...
–Aun así ambos salvaron nuestras vidas.
Chronos se subió en el lomo de su bestia y señaló a Ceo.
–Dile a tu madre que mi deuda con ella está saldada, ahora tomaré el camino
que considere adecuado.
–Lo haré – respondió Ceo.
–¿Qué vas a hacer ahora, Chronos? – preguntó Geedy.
–Unirme al grupo que considere tiene legítimo derecho a la silla presidencial.
–Eres bienvenido en la resistencia...
–Jamás me uniría a los rebeldes, ustedes son la anarquía, no sé en qué grupo
acabe pero tengan por seguro que combatiré contra ustedes, pero tú no debes
preocuparte, eres una persona necesaria para este mundo, a ti no te mataré, adiós.
El dragón Zilant levantó el vuelo con Chronos en su lomo y se perdió en el
cielo, David Nexus golpeó la espada de Satanás.
–¿Y tú que vas a hacer?
–No lo sé – respondió el único Bérserker Infernal que quedaba con vida –, no
comparto la visión de Sammael.
–Entonces te recomiendo que mientras te quedes con Geedy, de todas maneras
lo estás vigilando todo el tiempo, cuando decidas matarlo me avisas para poder
impedírtelo...
Satanás volteó a ver a Geedy y después a David Nexus, ellos dos eran lo más
cercano a unos amigos que tenía, caminó rumbo a la Ciudadela y sin voltear le habló
a Geedy.
–Vamos al edificio de la Ciudadela... ¿verdad?
–Es correcto.
–Bien...
David Nexus, Geedy y sus protectores se encaminaron al edificio de la
Ciudadela, mientras lo hacían, Quantum comentaba molesto:
–¿Por qué no utilizaste a tu sombra gigante, Ceo? Con él podías derrotar a esa
chica sin ningún problema…
–Porque todavía no la controlo por completo... – comentó apenado el hijo mayor
de Virgo.
–Eres una vergüenza, Tyche sí controla a su dragón psíquico y ella es menor
que tú...
Ceo le dio un coscorrón a su hermano.
–Ella es mejor psíquica que yo... ¿contento?
–No, no estoy contento, no es justo – se seguía quejando el más joven de los
Bérserkers Celestiales –, siempre nos ganan...
Satanás volteó a ver al pequeño guerrero.
–No deberías quejarte, sigues vivo, deberías agradecer por eso. Han mejorado
a raudales desde que los enfrenté, la práctica hace al maestro, no dejen de entrenar
– después le preguntó a David –. ¿Cómo va su revuelta?
–Caminando – contestó el joven Nexus –, la revolución está a punto de terminar,
el día de hoy caerán todos los Patriarcas.
–¿Quién va a pelear contra Sammael?
–Los Arcángeles pidieron enfrentar a Budha, ya han partido a la frontera entre
Ishtar y Aztlán para enfrentarlo.
–¿Cuántos de ellos?
–Cuatro: Rafael, "el resplandor que cura"; Chitriel "el azote de Dios"; Ariel, "el
león de Dios" y Azrael, "el Arcángel de la muerte".
–Diles a tus amigos que preparen cuatro funerales más.
Antes de poner su plan en marcha, Elohim habló con Minos acerca del lugar
donde se ocultaría la llave, le contó los detalles de su plática con Darius Rashad.
–¿Qué opinas, hijo?
–Por mí está bien, la verdad es que ya estoy cansado de estar en movimiento
con esa llave, pasándola a distintas manos para ocultarla, tarde o temprano Horus o
Darius iban a dar con ella, encontraré un buen lugar en el Quinto Distrito, deberás
manipular a algunos de los delincuentes más poderosos de la demarcación para que
me ayuden a protegerla.
–No hay problema.
Los Profetas y compañía se dirigieron hacia el edificio que alcanzaba los pisos
superiores, Psico creó una ilusión para que los guardias de la entrada observaran a
personal autorizado para pasar.
El guardia de la entrada apretó un botón para permitirles el ingreso, una vez
que los perpetradores estuvieron dentro de las instalaciones del inmueble, hicieron
su jugada.
Psico en el cuerpo de Caballero Águila electrificó todo su cuerpo y se introdujo
por un contacto en la red eléctrica del edificio tomando el completo control de las
comunicaciones, el plan trazado consistía en que Diana Kray inhibiría a los guardias
y Rhodrigozz inmovilizaría a todo el personal, sin embargo, cuando vieron a su
alrededor, no había nadie.
Los intrusos se preocuparon, al parecer les estaban tendiendo una trampa, de
inmediato Diana Kray inhibió los poderes de Rhodrigozz y Apolo colocó su espada
en el cuello del Caballero Fantasma de la Orden de Aztlán.
–Por tu bien será mejor que expliques esto – amenazó Sir Dhul-kifil.
–No sé lo que está pasando – dijo Rhodrigozz –, pero tienes cinco segundos
para quitarme tu arma del cuello o despertaré a Caballero Águila y todos seremos
atrapados… – Sir Axayácatl les mostró un dispositivo a los Profetas –, con esto
Psico saldrá del cuerpo del miembro del Tloque Nahuaque división Alianza, yo
tampoco confío en ustedes, si yo caigo, caemos todos…
La Amazona se mesaba los cabellos mientras caminaba de un lugar a otro al
tiempo que se lamentaba:
–Se los advertí, ya sospechaba que algo andaba mal, esto no puede estar
pasando…
–¡Tranquilos todos! – gritó Eacos mientras empujaba al guardia de la entrada
hacia sus compañeros –. Aquí está el causante de esta sorpresita...
Todos se volvieron hacia el guardia de seguridad, quien se descubrió la cabeza
quitándose la gorra de plato que le ocultaba parte del rostro, Rhodrigozz Humbolt
casi se le va encima a golpes.
–¡Demonios Zhuma! Ves lo delicado de la situación y tú te pones a bromear…
El ambiente se relajó al percatarse todos que el guardia era Sir Tlacaélel de la
Orden de Aztlán disfrazado.
–La culpa es de ustedes – contestó Sir Tlac aguantándose la risa –, no es mi
culpa que los simples mortales no merezcan su atención.
Todos los guerreros se sintieron avergonzados, efectivamente, nadie le prestó
atención al rostro del guardia que les abrió las puertas, para ellos sólo era un rostro
cualquiera que nada importaba.
–Tampoco es que yo lo descubriera – dijo Eacos –, a mí me correspondía
encargarme del guardia de la entrada, fue entonces cuando este tipo se descubrió.
Rhodrigozz se acercó a su amigo extendiéndole la mano.
–Esto quiere decir que…
–Estoy contigo, amigo, prometí a Croix que siempre te protegería y esa promesa
supera cualquiera otra que haya hecho.
–Gracias.
–Yo aún no decido si me uniré al proyecto de los Profetas pero no voy a dejar a
mis compañeros solos – Lady Izzy se aparecía por un portal dimensional –, envié a
todos los empleados del edificio a otra dimensión, ya veremos después que
hacemos con ellos.
–No hay problema – dijo Thora Azzán –, Psico se encargará de insertarles el
recuerdo de que fueron atacados y puestos fuera de combate.
–La cuestión es por quién – Bison seguía intranquilo –. Lo mejor será
deshacernos de ellos…
–De ninguna manera vamos a matar inocentes – le advirtió Rhodrigozz –, lo de
los guardianes de las puertas superiores es inevitable, pero lo de esos pobres
trabajadores no es necesario, no lo permitiré.
Los chicos iban a volver a discutir cuando Eacos de nuevo los interrumpió.
–No se preocupen por detalles sin importancia, que sean Horus y Seth los
atacantes, no importa, al fin y al cabo todos saben que abrir las puertas del último
piso de la Ciudadela es su objetivo.
Todos estuvieron de acuerdo con la propuesta de Eacos y se pusieron manos a
la obra, la Amazona convocó a su tigre alado blanco y a su sombra negra sobre la
cual Psico le había dejado su control, la sombra negra se convirtió en un gran charco
negro del que surgieron varias clones mitad bestias mitad humanos, con patas
traseras de felino, torsos y brazos humanos, garras en sus manos y cabeza humana
con orejas, nariz y colmillos de tigre.
El tigre blanco también se transformó en un charco como el de su contraparte
negra, pero a diferencia de éste, la parte superior del felino quedó sólida sobre el
charco blanco. La mitad superior que quedó de la bestia blanca de inmediato
comenzó a lanzar el plasma blanco a los clones negros, plasma que se transformó
primero en armaduras y después en trabajadores humanos de batas blancas.
–¡Wow! – exclamó Eacos –. Conozco a los Jinetes Alados Inmortales desde
hace siglos y no sabía que podían hacer eso…
–Hay muchas cosas que nadie sabe sobre nosotros, niño – le dijo la Amazona
viendo con orgullo a los clones de su bestia –, el plasma de mi bestia blanca es
especial, también sirve para operaciones de espionaje y no sólo para las batallas, yo
me encargo de todo aquí, ustedes hagan lo suyo.
Los guerreros se volvieron a organizar, decidieron actuar en parejas, cada uno
de los Profetas se encargaría de un mecanismo y los otros cuatro guerreros los
apoyarían, Sir Axayácatl acompañaría a Diana Kray para activar el mecanismo
ubicado en el noreste del piso de la Ciudadela donde combatirían, Craig y Eacos
activarían el mecanismo del noroeste, Bison y Sir Tlacaélel harían lo propio con el
ubicado en el suroeste y Lady Iztaccíhuatl con Apolo Kray se dirigirían al sureste.
La Amazona operó los controles y las puertas de un elevador se abrieron, los
ocho guerreros ingresaron en él, ya no hacían falta más palabras, ahora deberían
pasar a la acción.
Felicia Ghea, Ruol Berthold, Migroz Kodran, Wilson Snorri, Joseline Orn,
Isadora Kolbeinn, Roberta Rhea, Guillerme Hellder, Petry St. Moses, Luiba Bersi,
Danilo Abegoor y Antonar Ventura, sintieron la presencia de ocho personas que en
ese momento subían hacia el lugar que protegían, todos tenían un sexto sentido
muy desarrollado, podían incluso percibir a un insecto cuando se acercaba al
cuadragésimo sexto piso de la Ciudadela.
Todos sintieron la señal de alerta, sabían que el momento por el que se
prepararon toda su vida había llegado, la razón era muy simple, las alertas del lugar
no sonaron para anunciarles la llegada de una persona autorizada para atravesar
“su territorio”.
En sus ordenadores los guardianes tenían las fotografías de las personas
autorizadas para subir a los dos últimos pisos de la Ciudadela, personas como los
FILOS Divinos, los Caballeros Fantasmas de la Orden de Arcadia (excepto Thitus X),
personal de apoyo y mantenimiento y muy pocas personas más.
Los guardianes supieron en ese momento que algo andaba mal, dejaron de
lado lo que estaban haciendo y de inmediato se dirigieron a sus respectivos puntos
de defensa, su deber era proteger los interruptores en los pilares que abrían las
puertas para subir a los dos últimos pisos de la Ciudadela.
Por los monitores en la sala de observación Thora Azzán se percató cuando las
puertas del elevador se abrieron y los Profetas y compañía salieron al área que
abarcaban los pisos cuarenta y seis y cuarenta y siete del edificio de la Ciudadela,
no se encontraron a nadie para recibirlos, trató de ubicar a los guardianes en los
otros monitores para ayudar a sus aliados, pero en éstos ya no se observaba nada,
solo rayas de colores, los guardianes de los pisos superiores las habían
desconectado, los esperaban.
La Amazona de inmediato tomó un micrófono y activo los altavoces para
advertirles a los Profetas y sus acompañantes:
–Los guardianes de los pisos superiores ya saben que están ahí y los esperan,
tengan cuidado con las emboscadas, han desactivado las cámaras de vigilancia por
lo que ya no puedo ayudarles más, los controladores que activan las puertas de
ascenso a los últimos pisos se ubican en las cuatro esquinas del lugar donde ahora
se encuentran, es momento de demostrar por qué se dice que los Caballeros
Fantasmas son los guerreros más poderosos del país, dense prisa.
Mientras los perpetradores escuchaban la advertencia de la Amazona,
observaban el escenario de su batalla, el lugar era una reproducción del Quinto
Distrito, un lugar sin ningún orden con edificios derruidos alrededor, calles mal
estructuradas y demasiados sitios para esconderse, un espacio poco apropiado para
ellos pero ideal para los defensores de ese piso que debían conocer demasiado bien
hasta el último rincón de su zona de combate.
Los guerreros se voltearon a ver y se dispersaron como lo tenían planeado, los
Caballeros Fantasmas convocaron a sus corceles alados para dirigirse a sus
respectivos lugares de batallas, el elevador por el que habían llegado se encontraba
pegado a la pared del edificio que daba al mar del Segundo Distrito, exactamente a
la mitad de éste con relación a los muros laterales. El único de los trasgresores que
no pertenecía a la Orden no necesitaba de ninguna bestia para transportarse, un
destello de energía pura lo rodeó y en un instante rebasó a Sir Baruch por los aires
que era el guerrero a quien apoyaría.
Cuando Craig llegó hasta el pilar del noroeste observó a una mujer a la que
calculó unos treinta años, jugaba con unas pulseras en sus muñecas y no le quitaba
la vista de encima, el Caballero Fantasma desapareció a su bestia en el aire para
caer justo frente a su rival, pero ésta desapareció, en un instante apareció delante
del miembro de la Orden de Riazor y lo golpeó con una poderosa patada en el
estómago, el golpe impulsó a Craig hacia un lado donde fue recibido por otro
guerrero de dos metros de alto que giraba con su mano derecha una esclava
metálica que adornaba su muñeca izquierda, la cual colocó en sus nudillos para
golpear a su rival.
El impacto fue brutal enviando al Caballero Café en dirección contraria donde
fue recibido por otra guerrera que tenía los pulgares dentro de su cinturón, la mujer
lo pateó con la pierna derecha hacia el suelo, la velocidad y brutalidad con la que
cayó Craig fue descomunal, sin embrago, el piso no sufrió daño alguno, se requería
de mucho más que eso para destruir los cimientos del edificio de la Ciudadela.
Craig se levantó herido, tenía varios huesos rotos pero no era algo que le
importara demasiado, su espada ya había empezado el proceso de sanación y
regeneración, lo que lo tenía impactado era la velocidad y fuerza de sus oponentes,
eran las de un guerrero élite de primer rango.
–Estos sujetos son más que peligrosos – le advirtió Eacos que se encontraba
sentado en una roca detrás de él –, sólo viven para entrenar y pelear, sus cuerpos
no sólo son genéticamente perfectos, también son modificados mediante proteínas y
encimas que les dan con sus alimentos, son duros como la piedra y veloces como el
viento, fuertes como una bestia y sumamente inteligentes, eso sin contar sus
sofisticadas armas que utilizan como si fuera una extensión de sus extremidades,
creo que estás en problemas.
–¿Y no piensas ayudarme? – dijo un molesto Craig ante la pasividad de su
supuesto aliado.
–Yo tengo una tarea más difícil que la tuya y no dispongo de un arma sanadora,
sólo pelearé si tú mueres…
–Eso no es un pretexto válido. Los Caballeros Fantasmas podemos sanarte… –
le reclamó Craig.
–Sólo los Profetas – le respondió Eacos –, los Controladores de la Materia no
están completos, pero hay que tomar en cuenta otra circunstancia, nada me asegura
que todos tus compañeros saldrán vivos de esta batalla, si alguno muere ya no
podrán sanarme, prefiero sólo observar.
–Si yo caigo igual pelearás y nadie podrá sanarte.
–Si eso pasa espero que por lo menos te lleves a alguno de esos guerreros
contigo o por lo menos que los debilites lo suficiente para que yo acabe con ellos.
–Esas son palabras de un cobarde – comentó un cada vez más enojado Craig.
–Radamanthys me aseguró que los Profetas eran unos prodigios invencibles
entrenados personalmente por él, Elohim se aseguró de que ningún guerrero élite
derrote a los guardianes de éste piso, sólo pueden hacerlo los realmente superiores,
como mi Clan, los Enoch. Tú eres fuerte pero nunca me pareciste el mejor de los
amigos que nos juntábamos en nuestra época de estudiantes, es hora de que
demuestres que me equivoco… ¿τ acaso tienes miedo de pelear tú sólo? Si ruegas
por mi ayuda yo me encargaré de esos tipos – Eacos señalaba a las dos mujeres y
el varón que enfrentarían a Sir Baruch.
–¡Vete al diablo, idiota! – le respondió Craig a Eacos mostrándole el dedo medio
y dándole la espalda –, si no querías pelear debiste llegar más tarde, como estaba
previsto.
–Tenía curiosidad por ver los combates, digamos que soy un pervertido mirón –
contestó Eacos entre risas.
El Caballero Fantasma de Riazor conocido también como “el χrtista” ya no
pudo responder, sus enemigos de nuevo se movieron para volver a golpearlo, su
velocidad incluso aumentó, pero esta vez estaba preparado, desenfundó su arma y
con ella detuvo todos los ataques de sus enemigos, sin embargo, ante la gran
cantidad de embates, sólo pudo defenderse, no alcanzó a cortar a ni uno solo de sus
rivales.
–Esta batalla no es pareja – les dijo a las dos mujeres y al varón –, permítanme
igualar las cosas…
Craig creó tres cuerpos humanos de energía pura de tres metros de alto cada
uno, éstos no tenían rostro, cada uno de ellos se paró enfrente de un rival, la
verdadera batalla estaba a punto de comenzar. El hombre les habló a sus
compañeras:
–Este no sirve – dijo señalando a Craig mientras seguía girando la esclava en
su muñeca izquierda con su mano derecha –, nuestro verdadero objetivo es el tipo
que está sentado allá – volteó hacia Eacos –, es un Enoch, Elohim nos advirtió que
ningún Enoch salvo los autorizados, podían entrar a este lugar, nuestra prioridad es
acabar con él, autorizo el uso de nuestras armas…
Bison Riazor y Sir Tlac llegaron en sus corceles alados al suroeste de los pisos
cuarenta y seis y cuarenta y siete de la Ciudadela, observaron de cerca el pilar
donde se encontraba el interruptor que abría las puertas hacia los últimos pisos, no
se veía protegido. Ambos descendieron y desaparecieron a sus bestias, en ese
instante fueron golpeados por tres costados diferentes con una fuerza bestial.
A través del domo de energía pura del Caballero Café se observaba a tres
guerreros, dos mujeres y un hombre que retrocedían con las manos puestas en el
domo, sus pies se arrastraban hacia atrás tratando de impedir que el domo del
Caballero Fantasma de Riazor se siguiera expandiendo.
Los guardianes lograron su cometido pero no por mucho tiempo, el guerrero
conocido como Sir Isaías volteó a ver a Sir Tlac para darle indicaciones.
–Puedes atacar a nuestros enemigos a través de mi domo, Sir, todo lo que pase
a través de él se convertirá en energía pura, arrasemos con estos tipos de
inmediato.
Zhuma le señaló un muro a su aliado provisional y Bison extendió su domo, el
Caballero Fantasma de Aztlán utilizando su control de la materia cambió la
composición de una parte de la pared transformándola en agua, después lanzó un
simultáneo ataque de miles de gotas contra los tres guardianes que protegían el pilar
del suroeste, todos lo evitaron moviéndose a una gran rapidez, después se
mantuvieron alejados de sus oponentes, si deseaban vencerlos debían ir tras ellos.
Sir Tlac volvió a alterar la composición del muro, creó varias estacas de plasma
y con éstas atacó a los guardianes de las puertas, la velocidad de los proyectiles era
superior a la del agua, sin embargo, los guerreros que protegían el pilar evadieron el
ataque al parecer sin ningún problema.
Al ver que los guardianes no hacían nada por atacarlos, Sir Tlac preguntó al
guerrero también conocido como el “Profeta”μ
–¿Qué opinas?
–Esos tipos son inteligentes, Sir – comentó Bison Riazor –, en instantes
supieron que no podrían causarnos ningún daño si estábamos dentro de mi domo y
que por el contrario peligran si se acercan, puedo llevarnos al pilar y activar el
interruptor.
–Eso no nos sirve de mucho – dijo Sir Tlac – de todas formas debemos acabar
con ellos – señalaba a los Guardianes –, no sabemos el resultado de las demás
peleas.
–Está bien, pero opino que primero desactivemos el interruptor, así los
estaremos instando a atacar…
–Está bien.
Sir Isaías y Sir Tlacaélel avanzaron protegidos por el domo del primero hasta el
pilar donde se encontraba el interruptor sin que los guardianes hicieran nada por
impedírselos, Bison abarcó su domo hasta rodear el pilar y entonces Sir Tlac buscó
el dispositivo hasta que encontró una pequeña compuerta cerrada.
–Ahora sé por qué esos tipos no nos han atacado – comentó el Controlador de
la Materia observando la mica trasparente en medio del pilar –, necesitamos la
huella digital de alguno de ellos para abrir esta cosa.
–¡Al diablo con eso! – respondió el “Profeta” –. Destruyamos el pilar…
–No podemos – Sir Tlac se colocó entre el pilar y Sir Isaías –, si hacemos eso
podríamos bloquear las puertas y todo sería en vano…
Bison Riazor sonrió, él suponía lo mismo que su compañero de batalla pero lo
estaba probando, deseaba saber su grado de compromiso, hasta el guerrero más
idiota debía pensar que sería una estupidez destruir el pilar, si el Caballero Guinda
hubiera aceptado hacerlo, Sir Isaías sabría que no era un aliado.
–Tienes razón, entonces déjame intentar abrir esa compuerta, con mi domo
puedo hacerlo, si hay alguna trampa que nos pueda afectar la encontraré, debe
haber un método para abrirla aparte de las huellas de esos sujetos.
–No lo creo – dijo Sir Tlac –, ellos no son los únicos con acceso a estos pilares,
tal vez los gobernantes del país y otros más tengan su huella registrada, si fuera tú
no tentaría a mi suerte.
–Está bien – Bison hizo una mueca de resignación –, consigamos la huella
digital de algunos de esos tip… espera, sólo veo a dos, falta uno…
En ese momento una compuerta superior en el pilar se abrió, de ésta surgió el
guerrero masculino con un brazalete en el brazo derecho formado por varios
delgados cilindros alargados que le cubrían todo el antebrazo. A gran velocidad
golpeó a Bison obligándolo a quitar su domo y después con su guante apuntó a Sir
Tlac, quien endureció su cuerpo de inmediato.
El guardián disparó, de los cilindros salieron varias ondas de energía que
impactaron de lleno al Caballero Fantasma pero nada sucedió.
–Puedo manejar los cuatro estados de la materia – le dijo Sir Tlac a su agresor
–, tu arma no me hará daño.
El guardián sonrió, en ese momento un enorme puño impactó al guerrero
lanzándolo contra la pared opuesta, Sir Tlac cayó al suelo al parecer inconsciente.
–Las ondas de energía que dispara mi arma inhiben cualquier poder – le dijo el
guerrero al cuerpo caído del Caballero Guinda –, mi compañera concluyó el trabajo.
Enfrente del guardián se encontraba un enorme ser cibernético con un puño
cerrado, el que golpeó a Sir Tlac y la palma de la otra mano abierta, en ésa se
encontraba una mujer de pie sonriendo a su compañero.
–Ese ya está acabado – dijo la mujer señalando a Sir Tlacaélel –, que Petry lo
mate mientras tú y yo nos encargamos del otro.
–¿Por qué usaron sus armas? – les reclamaba a sus compañeros la mujer que
debía rematar a Sir Tlac –. Bien saben que tenemos prohibido utilizarlas.
–No tenemos tiempo que perder – se defendió el varón –, entraron muchos
guerreros y entre ellos se encuentra un Enoch, él es nuestro verdadero objetivo, los
demás son basura.
Lady Iztaccíhuatl y Apolo Kray llegaron al pilar del sureste en sus bestias
aladas, sus oponentes, tres hombres, los dejaron aterrizar y desaparecer a sus
bestias, el que estaba por delante de los otros dos les preguntó:
–¿Qué hacen aquí? Este es un lugar al que le está prohibido venir a cualquier
persona no autorizada, el simple hecho de poner un pie en este piso significa una
sentencia de muerte.
–Pareces el líder de los guardianes de este lugar – le respondió Apolo –, das la
impresión de ser una persona razonable, si estamos aquí es obvio que rompimos
todas las reglas y leyes del país por un objetivo, ese es abrir las puertas del último
piso de la Ciudadela, tú y tus compañeros no tienen por qué morir hoy, les daremos
la oportunidad de reagruparse con sus superiores para que piensen en una
estrategia para detenernos, sólo váyanse y nosotros no nos meteremos con ustedes.
–No somos los únicos que protegemos estos pisos, en el nivel cuarenta y ocho y
cuarenta y nueve hay algo más fuerte aún que los detendrá sin lugar a dudas.
–Dejemos que yo me preocupe por eso, ustedes sólo retírense.
–No podemos hacerlo – respondió el protector del lugar –, nuestra obligación es
proteger este sitio y es lo que haremos.
–Entonces no queda otro remedio que pelear… – dijo Apolo con resignación.
–Así es, Sir – respondió el Guardián –, ustedes creen que son los victimarios en
esta contienda pero no es así, son las víctimas, sabemos quién es usted y cuál es su
poder así como el de Lady Iztaccíhuatl, nos bastó un instante saber la identidad de
todos ustedes, observamos cómo se dividieron y nos distribuimos de la forma
indicada para derrotarlos.
–Boleria es el país más poderoso del orbe y eso se debe a sus habitantes de
clase guerrera, a los ciudadanos élite que nacemos dentro de los Clanes con el
“Gash” o “poder de sangre” – explicó Apolo –. Ustedes no tienen ninguna
oportunidad contra nosotros.
–“Gash” – murmuró el guardián –, el poder de los Dioses que se ufanaban de
tener los gigantes y el cual heredaron en menor medida a sus mascotas los
hombres. Eso no sirve aquí, Sir. Los protectores de este piso somos Bolerienses, los
más poderosos del país con la misión más importante, cuidar el futuro de la
humanidad – le advirtió el guardián al Caballero Fantasma.
–Guerreros de clase baja – respondió Apolo –, sin ánimo de ofender, claro, no
dudo que sus armas sean impresionantes y que las utilicen de manera excepcional,
pero si esas armas fueran capaces de vencernos ya tendría mucho tiempo que
ψoleria habría dejado de estar en la cima del orden mundial… ¿no lo cree así,
señor?
–Le repito que nosotros somos bolerienses, patriotas que defendemos a nuestro
país incluso de traidores como ustedes, concuerdo que nosotros no tenemos lo que
llaman “Gash” o “poderes de línea de sangre” de manera natural, pero nuestros
cuerpos han sido alterados para estar al nivel de un guerrero élite, podríamos vencer
a cualquiera de ustedes usando sólo nuestra velocidad y fuerza, el uso de nuestras
armas no es para combatir con guerreros élite de clase alta como ustedes, Sir, estas
armas nos las entregaron para repeler a los guerreros más poderosos y peligrosos
del país, aquellos por los que corre la sangre Enoch en sus venas y a un tal Horus,
para vencerlos a usted y a la controladora de la materia dimensional nos bastan
nuestras manos…
Diana Kray y Rhodrigozz Humbolt llegaron en sus corceles alados al pilar del
noreste el cual estaba protegido por tres guerreros, dos mujeres y un hombre,
quienes sin previo aviso atacaron a los dos intrusos físicamente, sus movimientos
eran rápidos y poderosos, tanto la Espada Real femenina como su compañero de
inmediato sacaron sus armas para protegerse, su pericia con la espada era tal que
sólo con ellas lograron controlar a sus enemigos.
Los tres guerreros que debían proteger el pilar del noreste sangraban a
consecuencia de los cortes que ambas espadas les habían causado, una de las
mujeres de ese grupo se dirigió a sus compañeros:
–Justo como lo pensamos, ellos son las Espadas Reales conocidos como Lady
Alyassa y Sir Axayácatl, aunque no porten sus armaduras son fácilmente
reconocibles, de seguro son los más poderosos de los intrusos y los únicos que
pueden cortar nuestros cuerpos con sus armas, debemos defendernos con las
nuestras.
–Espera Luiba, yo me encargaré de la chica – dijo la otra mujer con autoridad –,
su poder de inhibición no funciona sobre nuestros cuerpos alterados ni sobre
nuestras armas, será fácil eliminarla. Tú encárgate del Caballero Fantasma de la
Orden de Aztlán – le ordenó al guerrero masculino –, eres el ideal para pelear contra
su control de la materia oscura – se volvió hacia su compañera –, tu quédate al
pendiente de los movimientos de ambos y acaba con ellos a la primer oportunidad
que se te presente.
–Está bien – respondieron los otros dos guerreros al mismo tiempo.
–Mi nombre es Felicia Ghea – se presentó la mujer que daba las órdenes – y
mis compañeros son Ruol Berthold y Luiba Bersi, son los últimos nombres que
escucharán, nuestras armas son las más avanzadas del planeta creadas a través de
la nanotecnología, la respuesta científica de los países más desarrollados al “Gash”
que los bolerienses pueden crear con la energía, nosotros somos el resultado de la
fusión de los dos mundos.
Felicia de un movimiento desprendió los grandes aretes circulares de sus
orejas, los cuales al insertarlos en sus muñecas, un incontable número de nano
componentes que parecían tener vida propia surgieron de los accesorios para
después fusionarse y crear dos enormes guantes metálicos en las manos de la
guerrera.
Lo mismo sucedió con sus compañeros, de los guantes y los zapatos
deportivos del hombre surgieron los mismos componentes creando unos guantes y
botas especiales, los cuales tenían cristales en sus palmas de las manos y plantas
de los pies que seguramente tenían un fin específico.
La otra mujer sacó una pequeña esfera que se quedó flotando en el aire, ésta
se hizo cada vez más grande hasta formar una gigantesca bestia, cuando la bestia
se deshizo de su posición redonda y se puso de pie, las Espadas Reales se
percataron que se trataba de un dragón cibernético de diez metros de altura.
–Creo que estamos en problemas – le comentó Rhodrigozz a Diana.
Una vez que los cuatro interruptores fueron manipulados para abrir las puertas
hacia el piso cuarenta y ocho de la Ciudadela, la pared detrás de la columna donde
se encontraba el elevador por donde habían llegado los intrusos se abrió mostrando
un par de puertas metálicas, los Profetas y sus acompañantes se reunieron, Eacos
pasó el dedo por un cristal de pantalla líquida y unos números aparecieron, Thora
Azzán por los altavoces le dictó una secuencia numérica y las puertas se abrieron.
–Eso es todo – dijo Eacos –, pueden retirarse, yo me encargo a partir de aquí,
espero que Radamanthys cumpla con su parte.
Los Profetas y los Controladores de la Materia se retiraron, bajaron hasta
donde se encontraba la Amazona que los esperaba acompañada de Psico en el
cuerpo de Caballero Águila.
–Es hora de irnos – le informó Diana –, que Psico se quede para cubrir a Eacos,
deberá crear la ilusión de que todo funciona bien en este lugar.
–Está bien – dijo la Amazona –, los sistemas de auxilio ya fueron anulados,
nadie sabrá de la presencia de Eacos en los pisos superiores.
–Entonces vámonos – apuntó Diana.
–Un momento – dijo Lady Izzy –, los trabajadores de este lugar, necesito que
Psico manipule sus mentes.
–¿En dónde están? – preguntó Thora Azzán.
–Los dejé en un cuarto cerrado del piso cuarenta y cinco del edificio, están
amordazados – le entregó la llave a Psico –, encárgate de ellos.
–No hay problema – afirmó la sombra recibiendo la llave.
–Necesito el Cuerpo de Caballero Águila – le dijo Sir Axayácatl a Psico.
–Es un buen cuerpo – respondió la sombra –, muy útil, podría necesitarlo un
poco más.
–De ninguna manera – le respondió Rhodrigozz Humbolt –, pronto pasará el
efecto de la droga que le di y créeme, el tipo también maneja la energía psíquica, si
se percata que lo posees se liberará y te destruirá, después a todos nosotros.
A regañadientes Psico abandonó el cuerpo de Caballero Águila, Rhodrigozz
convocó a su corcel alado y depositó el cuerpo del miembro del Tloque Nahuaque
sección Alianza en la montura.
Lady Izzy abrió un portal dimensional y los siete Caballeros Fantasmas junto
con la Amazona desaparecieron a través de él, en el camino de regreso abrió varios
portales más para llevar a través de la dimensión del hielo a los Profetas al paraje de
Beocia, cuando se despedían, Apolo preguntó por el miembro de las Espadas
Reales de Aztlán que faltaba.
–¿Qué hay con Sir Nezahualcóyotl? ¿También está con nosotros?
–No lo sé – le respondió Rhodrigozz –, tendrán que preguntarle directamente a
él su decisión.
–¿Y tú, Lady Izzy? – preguntó Diana Kray –. Cuando llegaste a ayudar
mencionaste que aún no te definías. ¿Podemos contarte entre nuestros aliados?
–Yo sólo apoyé a mis compañeros de Aztlán – dijo la controladora de la materia
dimensional –, aún no sé qué voy a hacer, tal vez después tenga que enfrentarlos a
todos ustedes, mi decisión está ligada a la de Sir Neza, ya les avisaré.
–Me gusta tu sinceridad, amiga – Diana Kray besó la mejilla de Lady Izzy –, tú y
Sir Neza nos han ayudado mucho, espero que te nos unas y si no es así juro que
jamás conocerás el filo de mi espada, estamos en contacto.
Lady Iztaccíhuatl abrió un portal a la dimensión del hombre por el que los
Profetas y Thora Azzán desaparecieron, cuando estuvieron solos, los Controladores
de la Materia sacaban conclusiones.
–¿Qué opinan de los Profetas? – preguntó Rhodrigozz.
–Que son los más poderosos de todos nosotros – respondió Zhuma Dzcab –, en
todos los duelos ellos acabaron con dos enemigos cada uno, yo creo que no hay
Orden más poderosa que la de Riazor.
–Izzy…
–Opino lo mismo, esos tipos fueron lastimados seriamente pero aun así
acabaron con sus oponentes, son un grupo para tomar en serio, no creo que otra
Orden pueda derrotarlos, no lo sé, tal vez los Herreros....
–Sí – concordó Zhuma –, tal vez los Herreros. ¿Qué hay de la líder de la Orden,
Rod?
–Creo que sus compañeros se quedaron cortos en comparación con ella –
comentó Rhodrigozz –, Lady Alyassa acabó con sus rivales en un suspiro y eso que
al parecer eran los más poderosos de los guardianes, sin mencionar que ella era
quien estaba en desventaja, aunque ahora somos aliados debemos tener mucho
cuidado con ellos, si deciden eliminarnos estaremos en serios problemas
Una vez que se retiraron las Espadas Reales del Palacio de Gobierno, Elohim
volteó a ver a su Consejero y Secretario de Gobierno, no tenía tiempo para
lamentarse, debía detener a los rebeldes que amenazaban su ciudad.
–Rave, prepara a los Jinetes Alados Inmortales...
–Sólo se encuentran los Riazor, señor.
–¿En dónde están los demás?
–No se ha sabido nada de la Amazona y la Princesa desde que hicieron la
liberación total de sus sombras, el último lugar en el que se les vio fue en el Paraje
de Beocia.
–¿Qué hacían ahí?
–No lo sé, mis espías todavía no han logrado averiguar nada y usted bien sabe
que nada ni nadie puede entrar en ese lugar sin que Darius Rashad se entere.
–Radamanthys tiene algo que ver con esto... – escupió Aureo Riazor pensando
en su mortal enemigo, no podía creer que le arrebatara la fidelidad de sus soldados
más confiables.
–Tal vez, tampoco es para preocuparse tanto, seguramente las hermanas
Azzán están haciendo sus investigaciones por su cuenta, habrá que preguntarle a su
líder...
–Y hablando del líder de mis Jinetes Alados Inmortales... ¿qué sucede con él?
¿Dónde demonios está el Aprendiz?
–Fue a buscar el cuerpo de su hijo a Ishtar...
–¡Maldita sea! – explotó Elohim –. Buen momento eligió ese idiota para creerse
un buen padre...
–Tiene al Muertero a su disposición, señor – comentó Rave Isa tratando de
calmar a Elohim –, eso debe ser más que suficiente... ¿Cuáles son sus órdenes?
–Tienes razón, con el Muertero a mi lado me basta y me sobra, que él, la
Religiosa y el Hereje se preparen, salimos de inmediato a pelear.
–Si señor...
Elohim volteó a ver a Shalem Enoch.
–¿Listo hijo?
–Te equivocas conmigo, Elohim – Shemhazai se desentendía del conflicto –, ya
te dije que a mí no me interesa esta disputa por la silla presidencial, yo estoy aquí
para evitar la destrucción de Boleria.
–Por lo menos permite que me acompañen los Jinetes Alados Elementales, el
Consejo de Gobierno los dejó bajo tu mando.
–Así lo hicieron para evitar que los utilices, no pelearán.
–No me falles ahora, Shalem…
–Aunque yo te apoyara, Elohim, Asiria es quien controla a los Jinetes Alados
Elementales y me dejó bien en claro que no te ayudará, me dijo que reservará a sus
guerreros por si tú fallas.
Elohim se sentía furioso, con la supuesta renuncia de los Jinetes Alados
Elementales a sus armas, él, como Gobernador, estaba impedido de obligarlos a
pelear a su lado, todo dependía de sus hijos Asiria y Shalem, quienes en ese
momento le estaban dando la espalda.
–Los Jinetes Alados Elementales no podrán contra Horus y Radamanthys,
mucho menos contra el mal que se encuentra tras la puerta del último piso de la
Ciudadela y lo sabes bien. Si yo caigo Boleria estará desprotegida...
–Si tú caes pierdes la Gubernatura de Riazor, nada más.
–Los rebeldes pueden matarme.
–Para matarte primero tienen que saber cómo hacerlo, padre, si pudiera yo
mismo lo haría, eres un asco de persona, un genocida, ¿crees que he olvidado lo
que hiciste en Levit? Estás solo en esto.
Elohim le lanzó una mirada de desprecio a Shemhazai.
–No me extraña de ti, eres el más débil de todos los que pertenecemos a la
estirpe de Caín, una vergüenza...
–Será mejor que te preocupes más por tus enemigos y menos por mí, Elohim, ni
tú eres rival para cuatro FILOS Divinos.
–Chiquillos sin experiencia, ya arreglaremos cuentas tú y yo cuando regrese...
–Como quieras.
Elohim salió del Palacio de Gobierno de Lacerta, ahí lo esperaban Rave Isa
junto con los Jinetes Alados Inmortales: el Hereje, la Religiosa y el Muertero, todos
acompañados de sus sombras: Aer, Hydros y Flama.
–¿Están preparados?
–Sí señor – respondieron todos.
–Adelante, recuerden que no podemos perder esta batalla. – Aunque Elohim les
hablaba a todos sus guerreros, veía fijamente al más letal de todos ellos, al
Muertero.
–Entendido – respondió Rave Isa.
EL APRENDIZ
Samir Shmuel seguía practicando para controlar su gran poder, su maestro,
Caín Enoch, lo había reclutado durante la guerra, los Shmuel eran parte de los
Clanes de la Triple Alianza del sur de Aztlán que apoyaban a los Yaotl.
El Clan Shmuel era reconocido como cuna de los mejores constructores del
país, sus miembros estaban construyendo lo que decían sería el edificio más grande
y espectacular del mundo conocido en la nueva capital armamentista del reino:
Arcadia.
Samir para su desgracia no pertenecía a ninguna de las ramas más fuertes de
los Shmuel ni tenía el control de los elementos que ellos requerían para la
construcción, el principal elemento que ese clan manejaba era la tierra, pero también
controlaban el agua, el fuego, el aire y el metal.
Samir era considerado un miembro de quinta en su ramo familiar, no servía
para la construcción ni mucho menos para el combate, obviamente carecía de un
“Gash” o “línea de sangre”, aunque su habilidad era muy rara de nada servía a su
Clan familiar.
El joven Shmuel controlaba la energía natural, su poder era quizá el más raro
de todo el país, era capaz de transformar a pequeños animales en grandes y
peligrosas bestias, pero no podía controlarlas, por lo que su poder era
completamente inútil y además peligroso.
Al ser el Patriarca del Clan más importante del sur de Aztlán, Caín Enoch tenía
contacto con todos los grandes Clanes que pelaban al lado de la familia en el poder,
entre ellos los Shmuel. En cuanto Caín conoció a Samir le interesó su poder, era
algo magnifico y a la vez raro, lo único que necesitaba era desarrollarlo, y él, al ser
un poderoso controlador de la energía psíquica, era el guerrero ideal para instruirlo.
Samir no podía crear a sus propias bestias, necesitaba encontrarlas para
darles poder, sin embargo, su capacidad de controlarlas era totalmente nula, lo cual
lo frustraba, deseaba demostrarle a Caín que no se había equivocado al reclutarlo y
a su familia echarle en cara su gran poder, deseaba que se arrepintieran de haberlo
marginado.
Caín Enoch estaba llegando a su campamento acompañado de sus hijos, de
Rave Isa y de Oggy, en cuanto vieron a Samir, Darius le dijo a su padre:
–Mira, ahí está tu aprendiz, deberías dejar de perder el tiempo en él...
–No hijo, su poder nos será de gran utilidad en esta guerra, sólo hay que
ayudarlo a que lo explote a su máximo potencial, imagínate la destrucción que
puede ocasionar en el enemigo con un pequeño ejército de ratas...
–Bastante, pero si no las controla el peligro es para todos, aliados y enemigos,
el muy idiota puede convertir pequeños animales en monstruos, pero no puede
controlarlos ni revertir su estado, eso y nada es lo mismo.
–Ya aprenderá.
–No lo creo, además, su habilidad sólo afecta a pequeños animales, no tiene
poder sobre mis bestias...
–Tus bestias ya son lo suficientemente grandes y peligrosas.
–Como las de la leyenda de Beocia... – respondió Darius orgulloso de su poder.
–Esos son animales prehistóricos, en la antigüedad sólo podía haber uno en
todo el mundo, ni sus crías crecían como ellos, sólo hasta que morían dejaban un
huevo en el que nacía la cría que continuaría su especie.
–O hasta que alguien las derrotara, eso se terminó cuando se extinguieron los
gigantes, entonces los hombres trataron de controlarlas, las bestias no permitieron
ser controladas, al final murieron sin dejar a su sucesor.
–Sólo quedaron algunos huevos... los cuales son considerados verdaderos
tesoros, los pueblos que los tienen los protegen a muerte, el sólo hecho de tenerlos
les da poder y reputación.
–Así es.
–Tú déjame a mí la instrucción de mi aprendiz, a ti te corresponde ayudar a tu
hermano, está todavía lejos de sacar su máximo poder.
–No hay guerrero en todo Boleria que pueda vencer a Rex.
–Aun así, él ha heredado uno de mis grandes poderes...
–Sí, el poder que ni tú has podido utilizar.
–Rex es mi hijo y debe ser mejor que su padre, él encontrará la forma de
controlarlo y me dirá cómo hacerlo.
Darius empezó a reír.
–¿Y entonces tú serás el aprendiz de tu hijo?
–Eso no tiene nada de malo, Darius, la vida es un aprendizaje constante.
–Si el hombre más poderoso del mundo lo dice debe ser verdad, sinceramente
no entiendo por qué deseas controlar el poder de Rex, tienes el máximo control del
agua, del hielo, de la electricidad, del metal, de la energía pura y la energía psíquica,
eres casi un dios, no hay nadie que se te compare...
–Podré ser el hombre más poderoso del mundo, hijo, pero ni mi poder es
suficiente para definir esta guerra, Vadder Sargás es casi tan poderoso como yo y
apoya a nuestros enemigos...
–La estirpe de Zarth… Los Enoch somos superiores a ellos. El poder del
portador de Antares no te llega ni a las rodillas.
–Tal vez su poder no, pero su habilidad en el campo de batalla no tiene igual, tú
más que nadie debería saber que todos podemos ser derrotados, eres el único
hombre que me ha vencido...
–Siempre he creído que tu amor y no yo, fue lo que te hizo perder.
–Tal vez, el amor hacia mis hijos es superior a cualquier otra cosa, vamos a
descansar, mañana se va a librar una batalla por el control de la tundra de Hamal,
seguramente nos pedirán, como siempre, que vayamos al frente...
–Si ganamos esa batalla los De Grieff deberán rendirse, están acabados...
–Lo sé, quiero que sin importar lo que pase no te despegues de Rex, es
poderoso pero no tiene tanta experiencia como tú en batalla, ya lo has dicho, los De
Grieff están acorralados y prácticamente derrotados, mañana se definirá esta guerra.
Al día siguiente Caín Enoch partió con sus hijos y su ejército al campo de
batalla, las palabras de Rave Isa encendieron a sus guerreros, todos caminaban
deseando matar, la convicción con la que lo hacían no dejaba lugar a dudas, Rex
volteó a ver a su padre y le mostró el pulgar en señal de su buen ojo con ese
hombre.
Samir Shmuel vio con tristeza cómo se alejaba su maestro acompañado de
sus hijos al campo de batalla, él había solicitado ir a su lado pero Caín se negó,
Samir era un espléndido guerrero utilizando sus dos espadas cortas, pero en esa
batalla eso no era suficiente, se estaban jugando un reino, necesitaban poder.
Rave Isa se dio cuenta del malestar del aprendiz de su nuevo jefe, para pasar
el tiempo decidió hablar con él.
–¿Qué te sucede, amigo? ¿Triste por no ir a pelear?
–Así es.
–Hay que aceptarlo, camarada, algunos no estamos hechos para el campo de
batalla.
–Escuché tu discurso con el ejército del maestro, cuando ganen la batalla será
tan tu victoria como de él, jamás había visto a sus ejércitos tan motivados...
–Sólo son palabras...
–Más poderosas que una espada.
–¿Dices que el jefe es tu maestro? ¿Cuál es tu poder? – preguntó Oggy.
–Puedo convertir a simples animales en verdaderos monstruos.
–Eso suena impresionante – comentó Rave Isa –, no entiendo por qué no te
llevan a la batalla...
–Por una razón muy simple, no puedo controlarlos ni revertir el efecto, los
monstruos que yo puedo crear atacan a aliados y enemigos por igual.
–Ya entiendo, tu poder es peligroso...
–Así es, ni siquiera puedo entrenar yo solo, una vez casi me mata el animal que
convertí en un monstruo, deben estar conmigo el maestro o sus hijos para controlar
o sacrificar al animal.
–¿Qué tan poderosos son ellos?
–¿En qué hoyo vives? – preguntó Samir burlándose de Rave –. ¿Acaso nunca
has oído del poder de la familia Enoch?
–Claro que sí, es la familia con más diversidad de habilidades, controlan el
poder de las sombras.
–Pues el maestro Caín y sus hijos son los más poderosos de todos, ellos algún
día nos gobernarán, son tan importantes o más que los Yaotl, esos tipos ocuparon el
trono por haber vencido a Altagoor, el último de los gigantes, pero los Enoch por
linaje tienen más derecho al trono que ellos.
–Ahora entiendo, Caín apoya a los Riazor para competir por el trono, con los
grandes Clanes de Hamal fuera de la contienda y las familias que se extinguieron en
la batalla con el vecino reino de Ática, los Enoch surgirán como una familia con
legítimo derecho al trono, necesitan a los Riazor para controlar Hamal.
–Así es.
–Regresando a lo de tu poder y sólo para matar el tiempo... ¿podríamos hacer
un pequeño experimento?
–Es peligroso...
–Tienes dos espadas en la espalda... ¿sabes utilizarlas?
–¡Por supuesto que sí!
Rave Isa sacó su arma y se la mostró a Samir. El aprendiz de Caín Enoch
observó la hermosa espada, mientras probaba su ligereza dando mandobles al aire,
el auto proclamado Mesías se sinceró con él.
–Yo también soy un buen combatiente, mi profesión me lo exige...
–¿A qué te dedicas?
–Soy un defraudador...
–Me imagino que has de tener muchos enemigos.
–Más de los que me gustaría admitir, entonces... ¿qué dices?
–¡Qué diablos! Vamos a mi tienda, ahí tengo varios animalillos.
–No esta vez... ¿ya has tratado de dominar a una bestia surgida de un poder
espiritual?
–Un par, el resultado fue la muerte del amo y por lo tanto la desaparición de la
bestia.
–Eso tal vez fue porque no había una relación profunda de bestia y amo, yo
conozco a alguien que sus bestias se comerían a ellas mismas si su amo se los
pidiera.
Rave Isa volteó a ver a Oggy, éste siempre estaba presto para ayudar a su
jefe, el autonombrado Mesías le pidió a su compañero que lo ayudara, Oggy no se
acobardó.
–Mis chicos jamás atentarían contra mí aunque fueran los peores monstruos
que existieran...
–Es lo que yo le digo a nuestro amigo Samir... ¿lo intentamos?
–Adelante.
–Está bien – Rave Isa se frotó las manos –, vamos a empezar con el animal
más inofensivo que tienes, tu maldito becerro que sólo sirve para comer...
–¿Qué te pasa? – dijo un ofendido Oggy –. Mi becerro es un experto ladrón,
sólo hay que ponerlo en el lugar indicado...
–Como sea, que salga y veamos lo que Samir puede hacer...
Oggy convocó a su becerro, un animalito que ciertamente en un combate sólo
podía dar risa, Samir se concentró en él hasta convertirlo en un gigantesco y temible
toro, de la impresión Oggy lo desapareció, Rave Isa estaba en el suelo, se había
caído de espaldas del susto, se levantó y preguntó a su compañero:
–¿Todo bien?
–Creo que sí... – dijo un abrumado Oggy.
Samir ya estaba acostumbrado a ese tipo de reacciones.
–Les dije que era peligroso...
–Pues la verdad yo no vi al toro atacar a Oggy, convócalo otra vez... – le pidió
Rave Isa a su compañero.
–¿Y si nos ataca? – preguntó un temeroso Oggy –. No voy a permitir que ni tú ni
Samir le hagan daño a mi becerro...
–Entonces lo vuelves a desaparecer.
–Está bien, háganse a un lado...
Oggy volvió a convocar a su bestia, nuevamente apareció el becerro.
–Increíble – dijo Rave Isa –, al parecer si la bestia desaparece vuelve a su forma
original...
–Eso nunca había pasado – comentó Samir.
–No lo sabes con certeza, hace un momento comentaste que las bestias
mataron a sus controladores.
–Es cierto... – respondió un pensativo Samir –. Ni siquiera les dieron
oportunidad a sus amos de desaparecerlas.
Rave Isa chocó las palmas de sus manos y las frotó otra vez, se encorvó un
poco y enfocó su vista en el pequeño becerro, después señaló a su ayudante.
–¡Vuélvelo a hacer, Samir! Y tú Oggy, esta vez déjalo, no te lo lleves...
–Está bien – respondieron ambos.
Samir nuevamente atacó con su poder al becerro transformándolo en un
poderoso y enorme toro, mismo se preparó para atacar a Rave y al joven Shmuel,
quienes ya estaban listos para iniciar la huida, pero Oggy reprendió a la gigantesca y
amenazante bestia.
–¡Detente!
El enorme toro volteó a ver al chico, a paso lento se acercó a él, Oggy de los
nervios no se movió ni un centímetro de su lugar, el temor lo tenía inmovilizado, uno
de los gigantescos y afilados cuernos de la bestia pasó a centímetros de su ojo
derecho, la gran cabeza del animal quedó frente a la de su amo.
Oggy empezó involuntariamente a temblar, Rave Isa y Samir Shmuel se
acercaron a la bestia con sus armas listas para atacar, aunque por la distancia que
había entre la bestia y su amigo dudaban que pudieran salvarlo. El gran toro pasaba
su hocico por el rostro de su amo con una lentitud exasperante, después de olerlo
detalladamente le lamió la cara, Oggy abrazaba a su enorme animal tratando de
montarlo apoyándose en sus cuernos mientras le presumía a sus amigos.
–Les dije que mis chicos nunca me harían daño...
Rave Isa y Samir Shmuel se acercaron a la bestia con cuidado, pero el enorme
toro apuntó sus grandes cuernos hacia ellos amenazadoramente, el brusco
movimiento derribó a Oggy, quien inmediatamente se incorporó y tomó el cuerno del
animal mientras con su mano libre les pidió a sus amigos que se alejaran.
Mientras el Mesías y el Aprendiz se alejaban lentamente y sin quitarle la mirada
de encima a la monstruosa bestia, Oggy logró montar al toro y paseó a gran
velocidad recorriendo todo el campamento, cuando regresó, Rave Isa le pidió que lo
desapareciera, el chico así lo hizo, cuando lo volvió a convocar era de nuevo un
becerro que corrió hacia su amo quien de inmediato lo abrazó y empezó a
acariciarlo. Samir estaba sumamente emocionado.
–Esto significa que Oggy y yo podemos pelear juntos...
–Eso no – amenazó el ayudante del Mesías –, mis muchachos no son
peleadores...
–¡Vamos Oggy! ¡Tus muchachos ahora serán peleadores! – exclamó Rave Isa.
–De ninguna manera...
–Bueno, luego discutiremos eso, por el momento vamos a probar a los demás...
Oggy le silbó a su perro, un malamut que antes de conocer a Rave era su
mejor y único amigo y aún ahora siempre los acompañaba físicamente. En ese
momento llegaron corriendo tres de los guerreros que habían partido a la batalla en
la tundra, todos los que esperaban los recibieron con vítores esperando las buenas
noticias.
Cuando los soldados se acercaron todos callaron, estaban heridos, Rave Isa
inmediatamente dispuso que los atendieran, una vez que estuvieron más tranquilos,
Samir Shmuel les preguntó:
–¿Por qué están aquí? ¿Dónde están los demás? ¿Qué sucedió en la batalla?
El más lúcido de los heridos fue el que habló.
–Derrota total, Ferrán De Grieff convocó a la batalla a los Clanes más
poderosos de los ochenta y ocho de Hamal.
A Rave Isa lo recorrió un intenso escalofrío, cuando se hablaba de los Clanes
más poderosos de Hamal todo guerrero sabía que sólo se podía tratar de los Clanes
que habían dado la espalda a los De Grieff cuando ascendieron al poder en solitario,
Casas de renombre que se sintieron traicionadas pero cuyos miembros eran tan
poderosos como los Enoch, todos y cada uno de ellos, los Clanes de la Triple
Alianza les temían, los veían siempre como una amenaza de conquista, esos
guerreros podían cambiar el rumbo de la guerra.
–Dime por favor que no te refieres a la... – Rave Isa dejó la palabra en el aire, ni
siquiera la pudo pronunciar.
–La Liga del Metal – dijo el guerrero con la voz temblorosa –, finalmente al verse
acorralados los De Grieff los convencieron de entrar a la guerra, sólo los Dioses
saben qué les prometieron... Ellos con la ayuda de los Clanes bárbaros del norte
arrasaron con nosotros.
–¿Cómo es eso posible? – preguntó Samir incrédulo ante lo que estaba
escuchando – ¿Ni siquiera estaban con ellos los Brunn?
–No, tampoco estaba Vadder Sargás ni los Clanes de las doce principales
constelaciones, esos tipos de la Liga del Metal son la muerte en persona, nos
hicieron pedazos... yo reconocí a los Clanes de las montañas y a los de la tundra de
Hamal, les juro que no había más, yo no regresaré a pelear contra ellos, prefiero
morir torturado a sufrir lo que esos tipos le hacen a sus enemigos...
Rave Isa de inmediato comprendió la situación, le habló a Samir.
–Esto sólo significa una cosa, amigo, que en otro lugar estratégico se está
librando una batalla similar a la que se acaba de perder y Vadder Sargás la dirige, te
puedo asegurar que también la ganarán los De Grieff, la guerra por el trono de
Boleria está más viva que nunca...
–Eso no importa ahora – dijo Samir visiblemente alterado –, lo importante es
saber qué pasó con el maestro y sus hijos, ellos iban al frente de los ejércitos...
–No lo sé... – respondió el guerrero que había regresado.
–Yo los vi – otro de los heridos levantó la mano.
–¿Qué fue de ellos? – preguntó Samir.
–Fueron capturados por las amazonas del norte, las guerreras del Clan
Pavonis...
–El Clan del pavo real, lo conozco – dijo Oggy –. Es el Clan Azzán, se les
conoce como las amazonas, son guerreras expertas, invencibles en el frío de la
tundra.
–¿Cómo es que las conoces? – preguntó Rave Isa.
–La matriarca es mi madre, Khatra Azzán.
LA PRINCESA Y LA AMAZONA
Caín Enoch caminaba atado por lazos especiales que inhibían su poder, detrás
de él avanzaban sus hijos Darius y Rex, las cuerdas las llevaba precisamente la
guerrera con el poder de vaciar la energía de sus contrincantes, Thora, la hija menor
de la Matriarca y Suprema Comandante de los Ejércitos del Clan Azzán.
Detrás de ellos caminaba orgullosa la hija mayor de la Matriarca y futura
heredera de su puesto, la princesa Janette, la artífice de la captura de los miembros
del clan Enoch.
La Matriarca, Khatra Azzán, veía orgullosa a sus hijas, Janette era la más
poderosa de las amazonas, podía controlar la energía de cualquier guerrero y
transmitírselas a sus ejércitos que estaban vacíos gracias al poder de Thora, juntas
eran invencibles y acababan de probarlo capturando a los guerreros más poderosos
del país.
Khatra y Caín cruzaron miradas, se conocían a la perfección, la Matriarca de
las amazonas veía al Patriarca de los Enoch con superioridad.
–Bienvenido, Caín, la última vez que nos vimos te dije que me vengaría de ti,
me derrotaste en nuestra pelea, pero mis hijas vencieron a los tuyos y a ti de paso,
está demostrado que el Clan Azzán sigue siendo superior al Enoch...
–No te confundas, Khatra, tus hijas no me vencieron, fueron los ejércitos de los
ochenta y ocho de Hamal, más en específico los Clanes de la Liga del Metal, Thora y
Janette sólo aprovecharon el momento, ni siquiera combatieron de frente contra
nosotros, simplemente nos sorprendieron... ¿qué puedo decirte? Mujeres al fin y al
cabo.
–Cuida tus palabras al referirte a las mujeres en este lugar, Caín, puedes
llamarlo como quieras, pero el humillado y capturado aquí eres tú...
–¿Y qué vas a hacer? ¿Matarnos? Thora no podrá inhibirnos todo el tiempo...
–No es necesario, tenemos mentes muy brillantes en las amazonas, hemos
logrado extraer y conservar el poder de mi hija menor en una prisión, pónganse
cómodos en lo que decidimos la mejor manera de utilizarlos.
–Es peligroso dejarme vivo...
–Ya lo veremos, Caín, haré lo que más convenga a mi Clan.
Después de un día cautivos los hijos de Caín no se la estaban pasando tan
mal, Rex coqueteaba con Janette y Darius con Thora, las chicas Azzán buscaban
cualquier pretexto para ir a buscar a sus prisioneros.
Caín lo notó y dejó a sus hijos entrar en acción, algo bueno podía resultar de
todo eso, incluso él había tenido un amorío con Khatra cuando ella era una
jovencita. Observó a Rex platicando con Janette.
–Ya has pasado muchas veces – decía Rex agarrando los barrotes de su celda
–, yo creo que te gusta venir a verme ahora que tengo el torso desnudo...
Janette se quedó observando unos momentos el musculoso cuerpo de Rex, a
propósito ella y su hermana habían dejado desnudos a sus prisioneros de la parte
superior del cuerpo.
–No es eso, sólo me gusta ver mi trofeo, no cualquiera puede presumir de haber
capturado a un Enoch.
–La verdad es que me dejé capturar, era la única forma de hablar contigo sin
que me acusaran de traidor.
–¡Claro que no! Mi hermana y yo los vencimos por completo.
–Pura ilusión, el encierro no me importa si tengo tu compañía...
–Lo mismo le has de decir a todas...
–No hay ninguna, toda mi vida me la he pasado entrenando, mi padre es un
tirano...
–No me digas que nunca has estado con una mujer...
–Te lo juro.
–¿Y tú hermano?
–No lo sé – comentó Rex levantando los hombros –, no es algo de lo que
platiquemos...
–Pobre bebé...
–No importa, después de conocerte puedo asegurarte que no estaré con nadie
más que contigo...
–¿Y cómo sabes que yo quiero estar contigo?
–¿No quieres?
–No.
–Entonces compadécete de mí, porque voy a morir virgen...
Janette empezó a reír y se dispuso a marcharse, pero la mano de Rex que
había pasado entre los barrotes se lo impidió, la atrajo hacia su celda y la besó en
los labios, fue un roce apenas, pero la chica se estremeció.
–Eso fue muy atrevido de su parte, señor... – Aunque trató de hablar con
dureza, una sonrisa asomaba en el rostro de la princesa de las amazonas.
–Le ofrezco una disculpa, hermosa dama, pero siempre quise besar a una
princesa...
–¿Y qué le pareció? – preguntó Janette con su sonrisa más traviesa.
–No lo sé, apenas te rocé...
Janette acercó su rostro a la celda, Rex hizo lo mismo y se besaron, después
de unos minutos la princesa de las amazonas volvió a preguntar.
–¿Ahora si me dirás tus impresiones?
–La mejor experiencia de mi vida, definitivamente esperaré por ti.
Janette se alejó riendo, cuando Rex volteó al otro lado de la celda, Darius no
sólo estaba besando a Thora, sus manos estaban en los senos de la chica y la mano
de ella frotaba el miembro de su hermano por encima del pantalón, el hijo menor de
Caín se dijo por lo bajo: "Y yo pensando que soy un conquistador..."
Mientras sus hijos jugaban el juego de la seducción, Caín Enoch pensaba en
su humillante derrota, jamás pensó que los Clanes integrantes de la Liga del Metal
entraran a la guerra, eso lo cambiaba todo, absolutamente todo, él lo sabía mejor
que nadie, esos malditos Clanes son los que tenían bajo su yugo a los Enoch, por su
culpa su Clan familiar no era el amo del mundo. Si sus aliados deseaban rescatar
algo debían negociar, en caso contrario serían barridos...
Llegó la segunda noche, Rex dormía cuando fue despertado por una mano que
le apretaba las mejillas, el guerrero levantó la vista y se encontró con la mirada
nerviosa de Janette.
–¿Qué sucede? – preguntó el guerrero.
–Te voy a dejar salir, vendrás conmigo un par de horas, no intentes nada o tu
padre y tu hermano morirán... ¿entendiste?
–Entiendo.
–Janette liberó a Rex y ocultándose bajo el cobijo de la noche entraron a un
granero vacío, el menor de los Enoch le preguntó a la chica:
–¿Qué es lo que pasa, Janette? ¿Por qué estamos aquí?
–Sí que eres inocente, guapo, a tu hermano no hubo que decirle nada...
–¿Qué?
La princesa de las amazonas besó en los labios al joven guerrero y lo tumbó
sobre la paja, ahí perdió Rex su virginidad, cuando ya estaba a punto de amanecer
Janette se incorporó de inmediato.
–¡Maldición! El tiempo se me pasó volando... tenemos que regresar.
–Te sigo.
Rex regresó a su celda y entró en ella sin ningún aspaviento, cuando lo hizo su
hermano le preguntó:
–¿Qué tal estuvo?
–Genial... – respondió el menor de los Enoch con una sonrisa estúpida y
placentera.
–Esas chicas son algo serio – comentó Darius mientras se acostaba boca arriba
con los brazos cruzados sobre la cabeza.
–Si... – Rex imitó a su hermano mayor, después le preguntó por su conquista,
sabía que a él también lo habían "secuestrado" –. ¿Y Thora?
–¿Qué hay con ella?
–Vamos... Janette me dijo que tú saliste antes que yo...
–Así es, y me acosté con las dos...
–¿Qué? – Rex se incorporó de inmediato, veía a su hermano con asombro y
algo de ira.
–Baja la voz que vas a despertar al viejo...
–¿Con las dos? – volvió a preguntar Rex en un tono más bajo.
–Así es, esas chicas son unas salvajes...
–Yo pensé que Janette y yo...
–No pienses, Rex, disfruta, ellas sólo nos utilizan, ya que estamos encerrados
disfrutemos del trato de prisioneros que nos dan.
Las salidas nocturnas de los hermanos Enoch continuaron por dos semanas,
uno cada noche, Rex a veces estaba con Janette, a veces con Thora y a veces con
ambas, las chicas Azzán no tenían inhibición alguna.
Finalmente su padre los reprendió a ambos, estaba preocupado de no saber
qué es lo que había ocurrido con la guerra.
–¿Si los dos sementales ya están satisfechos de sus salidas nocturnas podrían
de una buena vez liberarnos?
–Tranquilo viejo – dijo Darius –. Creo que estás enojado porque no has tenido
acción, si quieres puedo preguntar si la suegra está de humor...
–No estoy para bromas, el próximo que salga será mejor que nos libere o yo
mismo los delataré.
–Siempre nos quitas la diversión, viejo – se quejó Darius –, debería darte
vergüenza...
Rex no dijo nada, él no se atrevía a hablarle a su padre como lo hacía su
hermano, peor aún, no se sentía capacitado para liberarlos sin riesgo de que los
mataran, esa noche era su turno de salir con las hermanas Azzán, declinaría la
invitación.
Mientras Rex se debatía en su dilema moral, Thora y Janette estaban
planeando la salida de esa noche.
–Tory... hoy quiero estar sola con Rex...
–¿Y eso?
–No lo sé, es más cariñoso cuando estamos solos – el rostro de la princesa de
las amazonas se sonrojó.
–No te estarás enamorando... ¿verdad? – preguntó Thora preocupada, los
Enoch seguían siendo el enemigo, el más poderoso de ellos.
–¡Claro que no, tonta! – Janette se quedó pensando un momento en Rex y
después recapacitó –. Bueno... no lo sé.
–Me pasa lo mismo con Darius y eso es peligroso – se sinceró Thora –, nuestra
madre nos matará si se entera, creo que debemos dejar de verlos.
–Ni pensarlo, que pase lo que deba de pasar...
Jora Zod y Tared Arzad eran las parejas oficiales de Janette y Thora, ambos se
sentían humillados, todo el Clan sabía de las salidas nocturnas de las chicas Azzán.
–Ya no soporto lo de ese par de putas, Jora – comentaba Tared refiriéndose a
las hermanas Azzán.
–Yo tampoco, las muy zorras ni siquiera son discretas, debemos ponerle fin a
eso...
–Estoy de acuerdo, hablemos con ellas.
Los dos guerreros buscaron a las hermanas Azzán, Jora y Tared no sólo eran
sus parejas, también eran los principales guerreros que pelaban a su lado, Thora
vaciaba sus cuerpos y Janette los llenaba con el poder del enemigo más fuerte,
ambos eran implacables, ellos en lo particular habían sido los que derrotaron a Caín
Enoch. Encontraron a sus parejas comiendo animadamente, Jora les habló:
–Queremos hablar con ustedes...
–Ya lo están haciendo – les respondió Janette sin verlos siquiera, continuó
comiendo como si nadie le estuviera hablando.
–Deben parar sus visitas nocturnas a los prisioneros, han de pensar que son
discretas pero no es así, todo mundo lo sabe... – les espetó Tared.
–Me imagino que todo mundo menos mi madre... – concluyó Thora.
–Así es.
–Entonces no hay problema. – Al igual que su hermana, Thora siguió comiendo
sin molestarse en ver siquiera a sus parejas oficiales.
–No tardará en enterarse, Thora... – dijo uno de los guerreros en tono
amenazante.
–¿Quién se lo dirá, Tared? – La princesa de las amazonas dejó de comer para
ver a los ojos a los dos guerreros, por fin habían captado su atención –. ¿Ustedes?
–Si es necesario, sí.
Janette se levantó y los señaló a ambos.
–Escuchen bien, insectos, quizá en Hamal, en Aztlán y hasta en Boleria reinan
los varones, pero nosotras somos amazonas y ningún hombre nos gobierna, ustedes
aquí no son más que herramientas, objetos de guerra, de trabajo o de placer según
nos apetezca, fueron criados para obedecer y eso es lo que van a hacer...
¿entendieron?
Jora y Tared se voltearon a ver, Janette los abofeteó a los dos.
–No sólo soy una amazona, par de imbéciles, soy su princesa, ustedes son mis
esclavos y harán lo que les digo... ¿entendieron?
–Sí princesa – respondieron los dos guerreros cabizbajos. Ambos se retiraban
cuando Thora le comentó a su hermana.
–No seas tan dura con ellos, Jenny – Thora a espaldas de Janette acariciaba los
senos a su hermana ante la mirada lasciva de Jora y Tared –, los hemos descuidado
mucho, Darius y Rex van a estar aquí mucho tiempo, vamos a darles a nuestros
sirvientes una noche para que nos recuerden por semanas...
–Está bien... – respondió Janette excitada por el toque de su hermana y las
miradas de sus parejas oficiales, observó que ambos tenían una erección –. Jora,
Tared, vengan aquí.
Jora y Tared se acercaron a las Amazonas, éstas los empezaron a desnudar,
los dos guerreros sucumbieron ante las caricias de las chicas, ellas tenían razón,
eran sus esclavos, así habían sido educados desde niños, aunque eran dos grandes
guerreros que serían reconocidos en cualquier parte de Boleria, ellos jamás se
apartarían de su lado, no concebían la vida sin ellas.
Rave Isa, Oggy Azzán y Samir Shmuel estaban ocultos tras unos arbustos en
la entrada del pueblo de las amazonas, ya habían ideado la manera de liberar a los
Enoch. Los Yaotl y los Clanes de la Triple Alianza que los apoyaban estaban
ocupados en la guerra contra los De Grieff, la batalla estaba igualada y no podían
perder recursos en una incursión en la tundra en contra del Clan Azzán, habían
decidido esperar y escuchar las demandas de las amazonas para la entrega de sus
rehenes.
Ante la pasividad de sus aliados, Rave y compañía decidieron ellos mismos
rescatar a la familia Enoch por su cuenta, Samir y Oggy ya podían compenetrarse
por completo para convertir en monstruos a las pequeñas bestias del miembro del
clan Azzán. Rave Isa les preguntó a sus compañeros:
–¿Recuerdan el plan?
–Perfectamente – respondió Samir.
–Bien, gracias a uno de los gatos de Oggy ya sabemos en dónde está el jefe y
sus muchachos, lo importante es sacarlos de ahí, esperamos tu señal, amigo.
–No se preocupen – respondió Oggy –. Cuando las amazonas vean mis
intenciones ya será demasiado tarde...
Oggy convocó a su gato esponjado y a su perro, Samir los convirtió en dos
gigantescas y temibles bestias: un león y un lobo, mismas que se quedaron con
Rave y Samir mientras Oggy se internaba en el lugar en donde había nacido. El
chico entró como si nada a su pueblo, todos lo veían sorprendidos, caminaba
tranquilo hasta que escuchó la voz que más odiaba en el mundo.
–¿Qué haces aquí, Ogmund?
–Hola madre, este es mi pueblo...
–Este no es tu pueblo, es el pueblo de las Amazonas, tú te fuiste con tus inútiles
animalitos como el cobarde que eres.
–Comprendí mi error y he regresado, haré lo que tú desees, si quieres que me
retire no tienes más que decírmelo y lo haré, pero por lo menos déjame pasar aquí la
noche, permíteme llevarme ese último recuerdo de mi hogar.
–Ya te dije que este no es tu hogar, ya no hay lugar para ti, pasa la noche donde
quieras y lárgate, ninguna de mis amazonas está dispuesta a desposarte, vamos, ni
siquiera a tenerte como amante o soldado, no sirves para nada y desgraciadamente
eres mi hijo, no puedo permitir que seas el sirviente de nadie.
–Antes había varias amazonas dispuestas a casarse conmigo.
–Así es, pero eso fue antes de saber que eras un cobarde, Ogmund.
–Mi nombre es Oggy.
–Sobrenombre débil y estúpido, como tus animalitos...
–Está bien, madre, no vine a pelear contigo, pasaré la noche aquí y seguiré mi
camino.
La noche estaba tranquila, Thora y Janette yacían con Tared y Jora. Oggy
aprovechando la oscuridad y con sumo sigilo se acercó a la celda de Caín Enoch, no
se sorprendió de verlo a él y a sus hijos despiertos y alertas.
–¿Cómo estás chico? – lo saludó Caín con una gran sonrisa –. Al parecer no fue
un desperdicio dejar que nos acompañaras... ¿quién lo iba a pensar? Eres hijo de
Khatra Azzán.
–Vengo con Rave y con Samir, jefe, los vamos a liberar...
–Pues hazlo ya... – Caín Enoch apuró a Oggy, ya no soportaba estar un
segundo más encerrado.
–A la orden señor...
Rave Isa y Samir Shmuel recibieron la señal que estaban esperando, el gato
rayado de Oggy llegó hasta ellos, el autonombrado mesías lo señaló.
–Ahí está el gato de Oggy, es la señal, vamos...
–Es increíble la forma en que esos bichos obedecen a nuestro amigo... –
mencionó Samir.
–Oggy es poderoso, sus bestias podrán parecer poca cosa, pero yo no conozco
a nadie que tenga el dominio sobre las suyas como él.
–Sí, trata a sus bichos como si fueran su familia... hay algo enfermo en la mente
de ese tipo.
–Tal vez, vamos ya...
Rave Isa cargó al gatito rayado y montó en el gran lobo, Samir hizo lo propio en
el león y se pusieron en marcha. En la celda del pueblo de las amazonas, Caín
apuraba a Oggy.
–¿Qué sucede? Abre esa maldita puerta...
–Un momento, jefe, el candado de su prisión es bueno, pero no para un ladrón
como yo, se abre con una combinación, con una llave y con energía, ya falta poco...
En cuanto sonó la señal de alarma Oggy liberó a los Enoch, afuera, Rave Isa
ya había soltado al gatito rayado y Samir lo había transformado en un gigantesco y
salvaje tigre.
Oggy liberó a otras tres bestias, a su caballo, a su oso malayo y a su lagarto,
Samir los transformó en un unicornio, un gigantesco oso y un dragón, los animales
estaban causando destrucción por donde pasaban, Khatra Azzán salió justo en el
momento en que sus prisioneros huían.
–¿Esto es tú culpa Ogmund? – preguntaba a su hijo con su voz llena de ira –.
¡Has traicionado a tu Clan!
–Yo ya no tengo Clan, madre, tú lo dejaste bien claro ayer en la tarde, tus
prisioneros ahora son mi familia, estas bestias que están arrasando tu pueblo son
mis animalitos que tanto desprecias, a ver ahora cuantas amazonas desean ser mis
putas...
Khatra intentó atacar a su hijo pero no lo logró, de repente se vio envuelta en
una ilusión, estaba en una celda y los hombres se burlaban de ella, la trataban como
un animal, uno de esos hombres era Caín Enoch.
–Mis hijos se han encariñado con tus hijas y Oggy fue quien nos liberó, sólo por
eso voy a dejar vivir a tu pueblo, pero si te vuelves a cruzar en mi camino yo
personalmente los aniquilaré a todos – amenazó Caín a la líder de las amazonas.
–Entendido el mensaje – respondió una derrotada Khatra –, ahora sácame de
esta ilusión.
–Dicen que eres muy poderosa, eventualmente podrás salir tu sola, tal vez en
unas horas o tal vez en unos años, el tiempo en este lugar es relativo, adiós Khatra.
–Vete al diablo, maldito...
Una vez que Caín desapareció, Khatra se sentó con las piernas cruzadas
concentrándose, debía salir de esa ilusión, aunque no sería tan fácil, sentía como si
fueran reales las burlas y los objetos que le lanzaban, Caín había encontrado su
punto débil: la humillación ante los hombres, mientras trataba de encontrar el camino
de regreso al mundo real una lágrima corrió por su rostro.
En el pueblo de las amazonas, Oggy montó el unicornio y les cedió el oso, el
tigre y el dragón a los Enoch. Samir se bajó del león y montó al dragón, ya había
establecido un vínculo con él, Caín montó el oso, Rex al león y Darius al tigre.
Thora y Janette ya habían salido a ver que sucedía con tanto desorden, los
hermanos Enoch fueron por ellas, cada quien a su manera, Rex le extendió el brazo
a la princesa de las amazonas, ésta tomó su mano y se subió con él al gigantesco y
atemorizante león de Oggy.
Darius hizo que el tigre pasara al lado de Thora y la cargó a la fuerza, mientras
se alejaba del pueblo del Clan Azzán sobre la bestia de Oggy, besaba a la líder
guerrera de las amazonas.
EL MUERTERO Y EL HEREJE
Una vez que estuvieron libres, Caín Enoch y sus hijos junto con sus nuevas
compañeras y sus rescatadores se dirigieron al primer campamento de los Riazor
que encontraron, éste se encontraba a cargo de Jonas Riazor, hermano del
entonces Patriarca de su Clan y de su hijo, Roswell.
A Jonas le apodaban el Hereje por no tomar partido por ninguna religión, su
objetivo era única y exclusivamente el poder, en cuanto a su hijo Roswell, todos lo
conocían como el Muertero, en toda la guerra no había ningún guerrero de ambos
bandos que hubiera matado a tantos enemigos como él, su nombre era sinónimo de
miedo en todo el nuevo reino.
Inmediatamente Caín Enoch llegó a platicar con Jonas de la situación en la que
se encontraba la guerra.
–Caín – saludaba Jonas como si le diera gusto encontrarse con su aliado más
poderoso –, lograste escapar de las amazonas.
–No gracias a ustedes.
–Mi hermano estaba negociando tu liberación, el maldito de Mikael Yaotl no nos
da un respiro, nos manda a combatir a todos lados, estábamos a punto de ganar la
guerra, pero como bien sabes Ferrán De Grieff nos venció en la tundra y no sólo
eso, al mismo tiempo que la Liga del Metal nos pateaba el trasero, Vadder Sargás
destrozó a los ejércitos liderados por tu familia en el desierto. Ahí empezó nuestra
ruina, después de esos dolorosos reveses y de perderlos a ustedes, las derrotas las
hemos contado a manos llenas, ahora los que están a punto de ganar la guerra son
los De Grieff...
–¿Qué hay con los Clanes de las ciudades de piedra? Ellos son la contra
oposición a los Clanes de la Liga del Metal, los únicos que pueden con ellos...
–Tras la derrota de tu familia se han mantenido al margen.
–¿Y el Tloque Nahuaque?
–También, no apoyan la nueva religión de los Yaotl.
–Creo que es hora de tirar la toalla y llegar a una negociación, los De Grieff se
sentarán en el trono y serán los nuevos gobernantes de Boleria, como debió ser
desde el principio.
–Pienso lo mismo, el reino ya sangró demasiado.
–¿En dónde se encuentra ahora "el Ángel"?
–Defendiendo con mi hermano nuestro último bastión: Ishtar.
–Vamos para allá.
–No podremos pasar, está bajo asedio.
–Pasaremos, yo personalmente hablaré con Ferrán y Vadder, nuestros hijos se
quedarán de rehenes a cambio del salvoconducto hasta la capital.
–¿Cuál de tus hijos se quedará?
–Los dos.
–No sé si sea buena idea, mi hijo ha matado más guerreros en el campo de
batalla que ningún otro...
Caín Enoch volteó a ver a Roswell Riazor, su mirada era la de un loco asesino,
a él no le interesaba el poder, sólo la batalla, si por ese chico fuera, la guerra no
terminaría nunca.
–Los De Grieff son gente de palabra, tu hijo no será dañado.
–Está bien, vamos.
Los cinco guerreros partieron a Ishtar, las Amazonas se quedaron en el
campamento con su hermano, Rave Isa y Samir Shmuel. En cuanto llegaron a su
destino, Caín y Jonas hablaron con Vadder Sargás, Ferrán De Grieff y Ryad Brunn,
los tres estuvieron de acuerdo en dejarlos pasar conservando a sus hijos como
rehenes, la guerra ya se había prolongado por mucho tiempo y el reino ya había
sangrado demasiado.
Los rehenes fueron conducidos a la carpa personal de Ferrán De Grieff, Rex y
Darius se sentían incómodos entre tantos enemigos, no así Roswell que hasta
parecía que disfrutaba las miradas de odio de todos a su alrededor, como mínimo
había matado en el campo de batalla a un amigo o un familiar de cuanto guerrero
pasaba por su camino. En la carpa los recibió "el Carnero" en persona junto con el
patriarca de los Hobbs: André, importante familia integrante de la Triple Alianza que
había ido en contra de sus aliados, el motivo: fueron despojados por los Yaotl de la
ciudad más poderosa de Ishtar: la Ciudad Sagrada de Uruk. Ferrán recibió a sus
rehenes como invitados y no como prisioneros.
–Bienvenidos muchachos, siéntanse como en casa, si necesitan algo no tienen
más que pedirlo, esperemos que esto termine pronto.
En el palacio de Ishtar, Jonas Riazor y Caín Enoch platicaban con el rey Job
Yaotl y los líderes que defendían la capital: Mikael Yaotl, Cadmio Riazor y Mohir
Shmuel, a los tres se les veía cansados, eso era un buen síntoma para
convencerlos.
Cadmio Riazor saludó efusivamente a su hermano, los ánimos en Ishtar
estaban por los suelos, sabían que la guerra estaba prácticamente perdida, preguntó
por la situación en el exterior.
–¿Cómo va todo afuera?
–Mal hermano, esto – Jonas señaló los alrededores del palacio –, es lo único
que nos queda.
–¿Las ciudades de piedra? Los De Grieff le dieron la vuelta a la guerra con la
participación de la Liga del Metal, si las ciudades del sur de Aztlán entran a la guerra
bajo la dirección del Clan Enoch podemos volver a revertir las cosas... – Cadmio
Riazor al igual que sus aliados se negaba a ver lo evidente, habían perdido.
–Yo creo que es hora de decir ya basta... – dijo finalmente Jonas.
–¿A qué te refieres, hermano?
–A que el reino ya ha sangrado de más, apostamos junto con los Yaotl a
conservar el trono y perdimos, debemos negociar la paz.
–¿Qué negociación puede haber? Nos tienen en sus manos...
–No Cadmio, ellos están tan cansados como nosotros, vi sus caras de temor
cuando observaron que Caín y sus hijos fueron liberados, nadie quiere pelear contra
ellos, si a eso le añades a mi hijo...
–No lo sé... "el Ángel" es quien tiene la última palabra...
Caín Enoch se acercó a Mikael Yaotl.
–Tú eres nuestro líder, debes parar esta matanza, bien sabes que la lucha de
los De Grieff es legítima, como lo ha dicho Jonas, apostamos por el poder y
perdimos, negocia ahora que puedes...
–No todo está perdido – repuso enérgicamente "el Ángel" –, el centro de Aztlán
todavía está en poder de tu familia, con la estrategia correcta podemos revertir el
resultado de la guerra. Un Yaotl nunca se rinde...
Mikael temblaba del coraje, habían estado a punto de ganar la guerra, en su
mente se repetía que si los De Grieff habían logrado revertir las cosas a su favor él
también podría lograrlo. Caín trataba de hacerlo entrar en razón.
–No te estás rindiendo, estás negociando la paz que es diferente, los Enoch
también están cansados de esta guerra y sólo están resistiendo, no te equivoques,
cuando termine el asedio tu familia caerá junto con la capital...
Finalmente el hermano del monarca vigente cedió.
–Está bien, platicaremos, pero no cederé ante presiones que nos
desfavorezcan.
–Que así sea.
Mientras los líderes de Hamal esperaban a que Caín y Jonas hablaran con sus
aliados, un asustado guardia entró en la carpa de Ferrán De Grieff.
–Señor, hay problemas...
–¿Qué sucede?
–Los hombres quieren linchar a Roswell Riazor, debe muchas vidas...
–Prometí que nada le pasaría y voy a cumplir.
–Señor, no sólo son los soldados, varios líderes de importantes Clanes piden la
cabeza del "Muertero"...
–Lo harán sobre mi cadáver.
Ferrán De Grieff volteó a ver a André Hobbs y éste afirmó, ambos salieron a
enfrentarse con su propio ejército.
–¿Qué demonios sucede aquí? – preguntó "el Carnero".
–Que queremos al asesino que proteges – le contestó Mirzam Rasalgethi, un
gigantesco hombre de más de dos metros y medio, Patriarca del poderoso Clan
conocido como Hércules.
–No es un prisionero de guerra – respondió Ferrán –. Es un rehén, un invitado
obligatorio al que prometimos no hacer daño alguno.
–Eso nos tiene sin cuidado, debe la vida de muchos de nuestros familiares, la
vida de mi hijo Murzim entre ellos.
André Hobbs al ver los rostros de sus compañeros comprendió que eso ya se
había salido de control, debía hacer algo pronto.
–El tipo que está ahí adentro también mató a mi primogénito, a Robby, pero fue
durante la guerra, al fragor de la batalla, no de manera cobarde como lo pretenden
hacer ustedes, muchos hemos perdido a nuestros familiares, hoy estamos ante la
oportunidad histórica de terminar la guerra, si matan a Roswell Riazor la guerra no
terminará y habrá más muertes... ¿eso es lo que quieren?
Todos callaron, nadie quería seguir con esa guerra, sabían que si mataban a
Roswell Riazor durante una tregua se exponían a la extinción de su propio linaje, sin
embargo, Mirzam Rasalgethi cegado por la ira no se echó para atrás.
–Si la guerra tiene que seguir que siga, para eso estamos aquí, los Yaotl y sus
aliados están a punto de perder, no le veo el caso a la negociación.
"El Carnero" miraba amenazante a Mirzam.
–Si pretenden faltar a nuestra palabra de no dañar a nuestros invitados tendrán
que pasar sobre nues...
Ferrán no alcanzó a terminar de hablar, Roswell Riazor había salido de la carpa
de "el Carnero", enfrentó a todos los que pretendían lincharlo.
–¡Váyanse todos a la mierda! – les espetó –. Claro que he matado, a cientos,
todos los guerreros de cualquier nivel que me han enfrentado están muertos, no me
arrepiento de ninguno, eran ellos o yo, si alguno de ustedes, perros, tiene una
cuenta conmigo con gusto la saldaré en este momento, de uno en uno, de dos en
dos o todos de una vez, no me importa, pelearé hasta que muera... ¿quién será el
primero?
Todos callaron, nadie se atrevía a enfrentar a "el Muertero", el guerrero más
valiente, salvaje y sanguinario de la guerra, finalmente Mirzam Rasalgethi aceptó el
reto.
–Yo seré el primero y el último guerrero al que combatirás, maldito.
–Me parece bien, te mataré con la misma facilidad que maté al mediocre de tu
hijo.
Ferrán De Grieff le puso la mano en el pecho a Roswell.
–No puedo permitirte pelear.
–No se preocupe, Patriarca – dijo Roswell quitando la mano de Ferrán de su
pecho –, Rex y Darius Enoch quedan de testigos que lo hago por mi voluntad, no
habrá represalias, mi padre conoce mi carácter y si me dejó aquí es su culpa, pero
pase lo que pase, Mirzam Rasalgethi se muere ahora...
Ferrán De Grieff no tuvo más remedio que aceptar, Mirzam Rasalgethi era un
musculoso gigante de más de dos metros y medio, su cuerpo era indestructible y su
fuerza era la de cien hombres, después de "el Muertero" ese hombre era quien más
víctimas había cobrado en la guerra, era un enfrentamiento entre los mejores
guerreros y asesinos de ambas partes.
Roswell por su parte tenía un poder de energía parecido al de Apolo Kray, tenía
la capacidad de extraer a su espada el máximo poder de cualquier guerrero y usarlo
a su favor, la batalla no duró más que unos cuantos minutos, el patriarca del Clan
Hércules atacó al joven Riazor, éste esquivó su embate y lo atacó en el abdomen
con su espada, el arma rebotó en el cuerpo indestructible de Mirzam. Por su parte,
Roswell empezó a sangrar.
–¿Qué te parece mi poder, insecto? – se burlaba el indestructible gigante –. Mis
golpes llegan a donde sea y lastiman como yunques, no tengo que tocarte para que
los sientas, con que estés dentro del rango de daño te afectarán, claro que si te toco
directamente pulverizaré tu débil cuerpecito, además mi piel es impenetrable, tú eres
una nulidad, seguramente matabas a tus víctimas a traición.
Roswell Riazor le sonrió a su rival y le mostró el dedo medio, Mirzam
nuevamente lo atacó ante la algarabía de sus compañeros que deseaban ver caer al
famoso "Muertero", el joven Riazor nuevamente evitó el golpe directo, soportó el
daño invisible y después extrajo el elemento fuego de uno de los espectadores.
Calentó hasta el punto más alto su espada y descargó el golpe fatal al cuello de
su rival, la cabeza del Patriarca del Clan Hércules rodó, todo había terminado.
Después, con su espada rota, pero todavía incandescente, Roswell señaló a todos
los que lo rodeaban.
–¿A quién más le debo algo?
Nadie habló, el mejor guerrero de la alianza del Oeste había caído fácilmente
ante ese monstruo, Roswell tiró lo que quedaba de su arma al suelo y volvió a entrar
en la carpa de "el Carnero".
LA RELIGIOSA
Judith Riazor atendía los asuntos de su convento, era la superiora de su
congregación, en los tiempos nefastos que corrían en Boleria su fuerte era un
refugio del infierno que se estaba suscitando en el exterior.
Nadie sabía cómo había empezado la debacle, el país estaba en su máximo
esplendor, los dos reinos más poderosos del mundo conocido se habían unido,
después de una larga guerra las dos principales familias firmaron la paz y dividido su
territorio.
La etapa de reinado de la familia De Grieff fue de progreso, Boleria se elevó a
lo más alto, el país estaba en los cuernos de la luna. De repente, al final de su
mandato algo sucedió, el reino se vino a pique, la desgracia alcanzó todos los
confines que lo conformaban, los muertos por el hambre superaba con mucho a la
peor epidemia por enfermedad que había azotado a todo el territorio.
Incluso el convento que ahora presidía llegó a estar en problemas, cuando un
sacerdote estaba al mando se dedicó a agotar los recursos en los habitantes del
exterior, estaba matando a sus propios compañeros.
Judith Riazor no lo podía permitir, se ordenó como religiosa escapando de una
decepción amorosa, pero la iluminación le llegó pronto, al fin y al cabo era una
Riazor, pensaba escalar en la escalera de mando sacramental hasta llegar a lo más
alto, quería ser la máxima prelada religiosa del culto a los tres Dioses, deseaba ser
la Santa Madre.
Pero para lograrlo lo primero que debía hacer era tomar el mando de su
convento y hacerlo prevalecer, tenían huertos y animales suficientes para sobrevivir,
pero el sacerdote a cargo lo desperdiciaba en enfermos y muertos de hambre que
venían del exterior.
Judith tenía el poder de la regeneración pero desde pequeña fue entrenada en
las artes de la guerra, era una letal esgrimista y manejaba el ataque de energía pura
a corta distancia, en un duelo elemental mató al sacerdote en jefe y tomó el mando
del convento.
Nadie se lo rebatió, los internos no deseaban morir enfermos ni de hambre,
convirtieron su convento en un fuerte infranqueable que se vendía al mejor postor.
Judith se encontraba haciendo cuentas de los recursos que había obtenido
cuando la fueron a importunar, los golpes en la puerta la desconcentraron, con
desgana fue a ver quién la interrumpía, todos en el convento sabían que cuando su
puerta estaba cerrada nadie la podía molestar.
La religiosa abrió la puerta dispuesta a reprender a quien había osado
interrumpirla, en la entrada se encontraba su mano derecha, un joven sacerdote con
una espada a la cintura con el que también tenía un amorío.
–¿Qué demonios sucede? Bien sabes que...
–Excelencia – la interrumpió el sacerdote –, en la entrada del convento están su
primo y su tío.
–¿Vienen solos?
–No, vienen con el Shmuel y el hombre de los animales rastreros...
–Pásalos al salón del confesionario, sólo a mi primo y a mi tío, los otros dos que
esperen afuera...
–Sí excelencia.
Después de guardar bajo llave los documentos que estaba revisando, Judith
fue a ver a sus inesperados visitantes, ambos le sonrieron al verla, la religiosa los
abrazó a los dos, Jonas Riazor saludó a su sobrina.
–Hola Judith, veo que te has expandido...
–Así es, necesitamos más espacios y los recursos que prometió tu jefe no han
llegado.
–A eso vengo, ya no tendrás recursos...
–¿Qué dices? – preguntó Judith preocupada –. Sin recursos el convento se
vendrá abajo, no puedes hacerme eso...
–Otra vez la guerra ha comenzado...
–De nuevo la maldita guerra... – comentó la religiosa viendo hacia el cielo –. ¿Y
ahora de quién es?
–Todos contra Caín Enoch – respondió un envejecido Jonas, su marchito
cuerpo apenas se movía.
–La última vez que nos vimos mencionaste que todo estaba controlado...
–Siempre hay imponderables, hasta para Caín y su gran poder. Su hijo Rex lo
traicionó, él trajo a la realidad a los principales guerreros...
–Pensé que los habían matado a todos.
–Lo hicimos, pero Rex se encargó de despertar a los doce FILOS y rescató a los
descendientes del Ángel y el Carnero.
–No me digas que entre los FILOS está...
–El número siete, el heredero del “Gash” de Vadder encontró el lugar donde
Caín sepultó a su padre y recuperó la espada roja.
–Y ahora busca venganza...
–Así es, ese es el temor...
–¿Y eso que tiene que ver conmigo? Caín me necesita más que nunca, mi
convento está en un lugar estratégico, les he salvado la vida en más de una ocasión.
–Eso ya no basta, Caín está arrinconando a sus rivales, ya sabemos dónde está
su escondite, acabaremos con ellos, son el último grupo aislado que queda...
–Lo sé, el año pasado acabaron con el Tloque Nahuaque...
–Eran los últimos que quedaban después de haber matado a todos los
miembros del Clan Enoch, el sueño de Caín está por hacerse realidad y nosotros
seremos los principales beneficiados, ahora sólo habrá dos familias en Boleria, Caín
y sus hijos así como los Riazor.
–¿En serio crees que Caín cumplirá?
–Ya ha nombrado a Roswell su sucesor en el trono, aún por encima de Darius.
–¿Y qué es lo que quieren de mí?
–Tu poder, vamos a necesitarte para que cures nuestras heridas, eres la única
en el país que puede curar a las personas mientras pelean.
–¿Y qué gano yo con todo esto?
–Serás la máxima jerarca religiosa...
–Eso no lo decide Caín, la orden de quien dirigirá a nuestra iglesia viene
directamente desde tierra sagrada en Arcadia, ni Caín tiene el poder para
enfrentarse a los líderes de nuestra religión.
–Sobrina… – Jonas Riazor pronunció el nombre con lentitud para que la
religiosa le prestara atención –. Caín solo ha conquistado Boleria y destruido a todos
sus guerreros élite para gobernarla, después de que caigan los últimos rebeldes
nadie le hará frente, Boleria será un imperio y Caín su dictador, tendrá todas las
facultades de gobierno, incluida la religión, los líderes religiosos ya han hincado la
rodilla ente él.
–Está bien... – La ambición venció las reticencias de la Religiosa, a sus sesenta
años ya no estaba como para perder más el tiempo –. ¿A dónde hay que ir?
–La batalla final se librará en Aztlán. En los límites de Xibalbá.
–Vamos entonces...
Los tres Riazor salieron de la habitación del Confesionario, Oggy Azzán y
Samir Shmuel los esperaban, Judith le habló a su tío.
–Espera...
La superiora del convento tronó los dedos y dos novicias se acercaron, Jonas
le preguntó.
–¿Qué hay con esas jovencitas?
–Son mis principales pupilas, nos serán de mucha utilidad, también vendrá
conmigo mi brazo derecho, es tan bueno con la espada como tu hijo.
Jonas sonrió.
–Miles han dicho eso, todos han caído ante el acero de Roswell.
–Mi guardián viene para pelear al lado de mi primo, no contra él...
–Lo sé, sólo fue un comentario...
–¿Cómo nos iremos?
–Por eso vienen con nosotros Oggy y Samir.
Oggy convocó a sus siete animales: a un caballo, un lagarto, un par de gatos,
un becerro, un perro y un pequeño oso malayo, después Samir los convirtió en
grandes bestias auxiliado por el poder de Roswell Riazor que aumentó su capacidad
al máximo.
Los pequeños animales se transformaron en gigantescas bestias aladas, un
unicornio, un dragón, un león, un tigre, un toro, un lobo y un oso, cada guerrero
montó un animal y Judith Riazor montó al león junto con su guardián.
Cuando estaban llegando a su destino vieron a Rex Enoch traspasando a su
padre con un rayo de energía pura ante la mirada sorprendida de Rave Isa y las
amazonas Azzán, Darius Enoch también se encontraba en el lugar, los Riazor y sus
acompañantes descendieron de inmediato.
–¿Qué sucedió? – preguntó Jonas.
–Fuimos emboscados por los guerreros que siguen a los descendientes de "el
Carnero" y "el Ángel", para evitar el baño de sangre se pactó una pelea uno a uno
entre el menor de los De Grieff y Caín – explicó Janette.
–Nadie es rival para Caín...
–Ese chico tenía un arma increíble, manejaba los cuatro elementos primordiales
al límite y su bestia era todavía más poderosa, una enorme serpiente emplumada...
Caín perdió.
–¿Y entonces?
–Con sus últimas fuerzas logro crear una poderosa ilusión para que pudiéramos
escapar, una vez que estuvimos a salvo, Rex se presentó de improviso – respondió
Thora.
Jonas pensó en el hijo menor de Caín Enoch, Rex se negó a seguir el
ambicioso proyecto de su padre, se había unido al enemigo y era su principal
opositor.
–Él no cayó en el engaño de su padre – Janette continuó explicando los
sucedido –, lo retó a un duelo a muerte pero Caín rechazó el enfrentamiento, sin
embargo Darius apoyó a su hermano y obligó a pelear a su padre, en un principio
todo fue conforme a lo normal, pero, pero...
Janette se quedó sin habla, Rave Isa continuó la explicación.
–Rex cayó herido de muerte en varias ocasiones pero no murió, después, las
técnicas con las que atacó al jefe fueron muchas, variadas y muy poderosas, algo
nunca visto, nadie sabe de donde obtuvo tal poder, al final terminó derrotando a su
padre, Caín estaba débil por su enfrentamiento con el chico De Grieff y perdió.
–¿Pero por qué fue todo eso? – Roswell era el más desconcertado de todos,
Caín le había prometido el mando del nuevo imperio de Boleria –. Lo de Rex todos lo
sabíamos, nunca estuvo de acuerdo con el plan de Caín, pero... ¿por qué Darius
también traicionó a su padre?
–Se enteró que fue Caín quien exterminó a su propio Clan...
Mientras hablaban nadie perdía de vista a los dos combatientes del recién
terminado duelo, Rex tenía la espada sobre la garganta de su padre, Caín le dedicó
sus últimas palabras.
–He perdido, hijo, así lo acepto, pero antes haré una última cosa...
–No lo permitiré.
Caín con lo último que le quedaba de su poder habló directamente con sus
hombres, los llevó al nivel superior psíquico, donde el tiempo se detenía, en ese
lugar no importaba el tiempo que tardara en exponer su plan, en el mundo real
pasaría apenas un segundo.
En el plano superior se encontraron Jonas, Roswell, Rave, las hermanas Azzán
y Samir, Caín les informó sus planes.
–Esta es la despedida, estuvimos muy cerca pero no alcanzamos la meta...
–Algo debemos poder hacer... – dijo Roswell.
–No hay nada que hacer, esa maldita espada elemental y la bestia que convoca
son invencibles, Roswell, perdimos, otra vez, otra maldita vez, en un par de
segundos mi cabeza se separará de mi cuerpo y todo habrá acabado...
–¿Desea que nos encarguemos de sus hijos? – preguntó el hijo de Jonas.
–No son rivales para ellos, muchacho, ni tú.
Roswell se molestó con el comentario de Caín.
–No me subestimes, nadie es mejor que yo, ni siquiera tú...
–Hace cuarenta años te lo hubiera concedido, Roswell, tú mismo te labraste tu
leyenda, pero no ahora… mira tu cuerpo, tienes más de sesenta años, en cambio
mis hijos siguen tan fuertes como cuando los conociste, pero eso ya no importa, los
traje a ustedes a este plano dimensional porque quiero darles algo, mi poder...
–Jefe... – Rave Isa veía a sus compañeros, no estaba convencido de que fuera
conveniente que su líder les diera más poder, todos eran unos criminales y asesinos,
incluyéndolo a él...
–Déjame hablar, Rave – lo interrumpió Caín –, les entregaré todo mi poder, pero
ustedes deberán hacer el trabajo, casualmente ustedes tienen las facultades
perfectas combinadas para hacerlo, no sólo serán los guerreros más poderosos del
país, también serán inmortales...
–Díganos que hacer... – A Jonas le agradaba la idea de ser inmortal.
–Antes deben decidirse por un compañero más: Oggy o Judith...
–¿Por qué sólo uno? – preguntó Rave Isa.
–Porque el otro deberá sacrificarse, sólo puedo entregar este poder a siete
guerreros y necesito mucha energía para hacerlo, ellos dos son los guerreros con
más energía dentro de nuestro ejército, uno se unirá a ustedes y el otro se
sacrificará por ustedes...
–Sacrificaremos a Judith, Oggy es parte del grupo... – propuso Samir.
–Piénsenlo bien – les advirtió Caín –, se necesitan hacer siete sacrificios, pero
el poder que van a adquirir los puede matar, el talento de Judith les vendría bien...
es su decisión.
–Amigos – Jonas levantó la mano para que los demás le prestaran atención –,
Judith es hija de mi hermana y la quiero, pero Oggy ha sido nuestro hermano de
armas, pase lo que pase vamos a perder a alguien valioso, pero sólo quiero que
tomen en cuenta una cosa, Judith es más indispensable que cualquiera de nosotros,
si morimos de nada servirá el sacrificio del jefe...
–Voto por sacrificar a mi hermano – dijo Janette.
–Yo también – apoyó Thora.
–No pueden hacer eso – reclamó Rave.
Roswell y Jonas apoyaron la moción.
–Nosotros también – dijeron al mismo tiempo los dos.
Rave veía con odio a sus compañeros, volteó a ver esperanzado al aprendiz de
Caín.
–Ya perdimos la votación, Samir, pero por lo menos tú apóyame, vota por
sacrificar a Judith, tú y Oggy son un equipo...
–Lo siento, amigo, pero esta votación se hace con la cabeza y no con el
corazón, voto por sacrificar a Oggy.
Rave Isa explotó.
–Malditos sean todos, por eso nos encontramos aquí, Caín traicionó a su Clan,
los hijos de Caín lo traicionaron a él y ustedes traicionan a su hermano de armas por
una mujer sin honor que cambia de bando según convenga a sus intereses...
Caín Enoch trató de calmar a su mesías.
–Rave...
–Hagan lo que tengan que hacer, Caín, pero yo me encargaré personalmente
de Oggy, no permitiré que nadie más lo toque...
–Quien se encargue de Oggy será el más poderoso...
Nadie se opuso a que Rave fuera el más poderoso y el nuevo líder, todos lo
respetaban como tal, en un parpadeo Judith apareció junto con los demás.
–¿Qué sucede? ¿En dónde estoy? – preguntó desconcertada.
Caín le explicó la situación a la religiosa, Judith en un principio se ofendió de
que jugaran así con su vida pero al final aceptó el poder que le ofrecían.
–Haremos lo siguiente – dijo Elohim –: Roswell aumentará el poder de todos,
incluido el de Oggy hasta extraer a sus bestias, Samir las convertirá en monstruos,
Jonas fusionará la energía que voy a desprender, Thora vaciará sus cuerpos y
Janette integrará en sus cuerpos la energía que Jonas haya capturado, Judith se
encargará de mantenerlos vivos.
–¿En qué momento morirá Oggy? – preguntó Rave Isa.
–Todos deberán hacer un sacrificio, si es alguien poderoso mejor, con mi
muerte ustedes van a adquirir el poder de Rex, pero no sólo eso, hay un poder de
sombras que ambos tenemos y que ninguno ha podido desarrollar, espero que al
hacer el sacrificio puedan obtenerlo...
–Yo me encargaré de mi guardaespaldas y mis chicas pueden ser utilizadas por
mis familiares – dijo Judith sin ningún empacho o remordimiento de asesinar a sus
colaboradores.
–Bien – la voz de Caín Enoch se mostraba complacida –, Rave se quedará con
Oggy... ¿Samir?
–Mi hija Aura...
–¿Estás seguro de eso? – todos voltearon a ver sorprendidos al Aprendiz,
estaba sacrificando a su propia hija por su ambición, a Caín le gustó la elección de
Samir, pensó que era justo, para obtener el máximo poder había que hacer el
máximo sacrificio y ese era la vida de un hijo, tomaría después esa experiencia
como una regla de vida y se la enseñaría a sus futuros descendientes.
–La amo – se justificó Samir Shmuel –, así se quedará conmigo para siempre...
–Es tu decisión... – dijo Rave Isa, su voz estaba cargada de un gran desprecio,
se recriminó el haber considerado a ese hombre su mejor amigo, volteó a ver a las
hermanas Azzán –. ¿Y ustedes chicas?
–Agarraremos lo primero que encontremos de entre nuestro ejército... –
respondió Thora preocupada de no alcanzar a hacerlo a tiempo, sólo tendrían unos
segundos para encontrar a sus víctimas.
–Bien, entonces no hay más que decir – dijo la voz de Caín Enoch –, lo único
que les pido es que cuando obtengan su poder, encuentren y unan mi cuerpo para
que pueda regresar...
–Lo prometemos – respondieron todos.
Las mentes de los guerreros regresaron al mundo real, todos vieron cuando la
espada de Rex descendió sobre el cuello de Caín, los siete guerreros hicieron su
parte magistralmente.
Thora y Janette se apuraron a buscar un par de guerreros del ejército de Caín
para sacrificar, en ese momento les salieron al paso unos envejecidos Jora Zod y
Tared Arzad, quienes por amor a ellas se habían unido al ejército de Caín Enoch.
–¿Qué hacen aquí? – preguntó Janette.
–Siempre las hemos seguido – respondió Jora –. Como ustedes lo dijeron
alguna vez, somos sus esclavos y no podemos vivir sin ustedes, Tared está
conectado psíquicamente contigo y lo escuchó todo, tómenos a nosotros, si no
podemos ser sus parejas seremos sus sombras...
–¿Seguros? – preguntó Thora.
–Ya no tienen tiempo... – respondió Tared.
Roswell inmediatamente aumentó el poder de Oggy y Samir, obligando al
primero a extraer sus animales, una vez afuera, Samir las convirtió en grandes
bestias aladas. Mientras eso sucedía con lágrimas en los ojos Rave maniató a Oggy,
éste le preguntó.
–¿Qué sucede?
–Que nos vamos a morir, amigo. – Las manos del autonombrado Mesías
temblaban por la tristeza y la impotencia, pero no perdieron su fuerza.
–¿No hay otra opción? – preguntó un atemorizado Oggy.
–No. Si no te mato yo alguien más lo hará, pero no te preocupes, con la ayuda
de tus bestias nos llevaremos a todos los que podamos con nosotros, tú sólo sé
valiente.
–¿Me traicionaron, verdad? Por eso me quitaron a mis chicos... – Oggy veía
directamente hacia Roswell Riazor, le tenía pánico, sabía que ese maldito asesino
los mataría a él y a Rave en un santiamén.
–Así es.
–¿Abogaste por mí?
–Con todo mi corazón, Oggy, no te preocupes por eso, nos iremos juntos, tú y
yo, somos un equipo hasta la muerte...
–¿Puedes salvarte tú?
–No te mataré para salvarme...
–Está bien, Rave, si mi muerte le va a servir a alguien que te sirva a ti, sólo
prométeme algo...
–No puedo hacerlo, me voy contigo...
–No amigo, vive, a ti te corresponde vengar mi muerte, júrame que cuando
llegue el momento traicionarás a estos malditos como me traicionaron a mí, tómate
tu tiempo, hazlo cuando más les duela...
–Te lo juro, amigo.
–Fui feliz a tu lado, Rave, yo era un rechazado que vivía en la más lacerante
soledad, tu amistad cambió mi vida, eres mi única familia, me voy tranquilo si sé que
te ayudo...
Los sacrificios se hicieron, Rave Isa mató a Oggy, Jonas y Roswell Riazor
hicieron lo propio con las novicias de Judith, quien por su parte mató a su protector,
Thora Azzán mató a Jora Zod y su hermana Janette a Tared Arzad, finalmente Samir
Shmuel mató a su pequeña hija de ocho años: Aura.
Igualmente cada guerrero eligió a su bestia, Rave siempre montaba el
unicornio, Samir eligió el dragón que Oggy solía montar, Jonas y Roswell ya se
habían acostumbrado al lobo y al oso respectivamente.
Thora siempre estaba con el tigre, ya sea como bestia o como un pequeño
gatito, lo mismo sucedía con el toro y Janette, quedando el león a Judith. Las bestias
al estar acostumbradas a sus jinetes regulares no hicieron aspavientos cuando su
amo principal fue asesinado.
Entonces el poder de Elohim fue liberado, Roswell llevó al límite la energía de
todos sus compañeros y en seguida, al mismo tiempo, Jonas fusionó la energía
liberada por Caín, Thora con sus cuerdas de energía pura vació el poder de sus
compañeros y Janette con las suyas integró la nueva energía a sus cuerpos, Judith
hasta donde soportó curó las heridas de los demás y la suya propia antes de
sucumbir.
Tras la conclusión de la ejecución del Patriarca de los Enoch, una gran
explosión de energía abarcó varios kilómetros a la redonda, todo el ejército de Caín
fue destruido, alrededor de los sobrevivientes sólo se observaba devastación, no
quedó ningún testigo de lo sucedido.
Todos los guerreros élite del Patriarca de los Enoch cayeron a excepción de
Rave Isa, quien nunca dijo a nadie que era un hijo bastardo de Caín, tenía un poder
psíquico muy poderoso, fue el único de sus compañeros que no fue vaciado de su
poder al desconocer Thora que lo tenía, completamente agotado les habló a Rex y
Darius.
–Será mejor que se vayan antes de que los demás despierten...
Tanto Darius como Rex sabían de su parentesco con Rave, su padre lo
despreció desde su nacimiento por no considerar que estuviera a la altura de un hijo
del líder de los Enoch, cuando le vio alguna utilidad lo reclutó pero siempre le ordenó
que no revelara su parentesco, se avergonzaba de él.
–¿Qué sucedió, Rave? – preguntó Rex.
–Una abominación – respondió el autonombrado mesías –. Ya lo verán
después, ahora deben irse.
–Lo que hice era necesario y tú lo sabes, mi padre estaba matando al reino.
–No tiene caso discutir eso ahora, Rex... ¡váyanse!
Darius y Rex se marcharon con la cabeza de su padre, horas después los
demás guerreros poco a poco fueron despertando, una vez que todos estuvieron
conscientes notaron que eran jóvenes de nuevo, sus viejos cuerpos ahora eran los
de unos veinteañeros, estaban en la plenitud de sus facultades. Thora preguntó:
–¿En dónde está Rave?
Todos lo buscaron con la mirada pero ninguno lo encontró, decidieron ocuparse
de eso después, ahora lo importante era probar sus nuevos dones, en primer lugar
descubrieron que todos perdieron sus habilidades de nacimiento, después notaron
que habían adquirido el poder de Rex Enoch sobre el metal, la electricidad y el hielo.
De igual forma todos controlaban a las bestias aladas que habían elegido de
Oggy, éstas eran enormes, blancas y aladas, después expulsaron a sus sombras.
La sombra de Janette era Tared Arzad, la de su hermana era Jora Zod, ambos
tan jóvenes como sus amas, las novicias y el sacerdote, sombras de Jonas, Roswell
y Judith conservaron su aspecto, eran jóvenes al momento de su sacrificio, por su
parte, la pequeña Aura ahora era una hermosa jovencita de la edad que
representaba su padre.
Todas las sombras estaban serias, impasibles, no tenían voluntad ni recuerdo
alguno, acababan de nacer, eran recipientes vacíos sin poder ni conciencia.
–¿De qué nos servirán nuestras sombras? – preguntó Thora.
–No lo sé, me imagino que sobre el camino aprenderemos las reglas de este
nuevo poder que hemos adquirido – respondió Jonas.
–Por lo menos hay que ver que tanto pueden resistir – propuso Roswell.
Inmediatamente y sin pedir autorización con un relámpago incendió un árbol,
tomó un trozo de una rama incandescente y con ella tocó a su sombra, la novicia se
incendió completamente, minutos después, su cuerpo absorbió el fuego.
–Increíble – comentó Samir.
–¿Podrá manejar el elemento? – preguntó Jonas.
–Vamos a averiguarlo – contestó Roswell.
El nuevamente joven Riazor señaló otro árbol y ordenó a su sombra disparar
contra él, la novicia transformada lanzó un poderoso ataque en contra del árbol
convirtiéndolo al instante en cenizas, al árbol señalado y muchos más.
–¡Wow! – gritó Samir – ¿Podrán adquirir más poderes?
–Vamos a ver... – dijo Roswell quien inmediatamente atacó con electricidad a su
sombra, ésta repelió el ataque con fuego.
–Creo que no le gusta que la ataquen... – comentó Samir.
Roswell sin consideración alguna tomó la mano de su sombra y le lanzó una
descarga eléctrica, después le dijo que nuevamente atacara otro árbol, la energía
que lanzó nuevamente fue fuego.
–Creo que empiezo a entender – dijo Janette –, nuestras sombras son
recipientes vacíos, la primera fuerza elemental que reciben es la que controlan...
Dicho lo anterior atacó a Tared con electricidad, la sombra soportó la descarga,
sin embrago, no obedeció la orden de atacar, en seguida la princesa de las
amazonas congeló a su sombra, ésta siguió sin obedecer.
–No entiendo lo que sucede – dijo Janette.
–Creo que yo sí – comentó Jonas.
En seguida sopló sobre su sombra, la otra novicia de Judith se cubrió de una
ráfaga de aire que después absorbió, Jonas le ordenó que atacara otro árbol, la
fuerza del aire que lanzó arrancó más de cincuenta árboles. Janette estaba perpleja.
–¿Cómo lograste eso y mi sombra permanece inmóvil?
Creo que ya sé cómo funciona esto – dijo Jonas Riazor –, nuestras sombras
son recipientes vacíos, pero al parecer deberán ser llenados con otra energía que no
sea ninguna de las tres que manejamos...
–Así es – dijo Rave Isa que en ese momento estaba haciendo acto de
presencia.
Lanzó agua que llevaba en una cantimplora a la sombra de Judith, un puñado
de tierra a Jora Zod y atacó psíquicamente a Tared Arzad, las tres sombras al igual
que las de Roswell y Jonas Riazor, se cubrieron de su elemento y absorbieron su
poder.
Así el sacerdote de Judith pudo controlar el elemento agua, Jora el elemento
tierra y Tared pudo crear ilusiones como Caín y controlar la telequinesis además de
que podía materializar o inmaterializar su cuerpo a voluntad. Al ver que todas las
sombras adquirieron un poder menos la suya, Samir preguntó:
–¿Y qué hay conmigo?
–Ya hemos agotado nueve de las diez energías que existen – respondió Rave –.
Sólo queda una...
–¿La energía pura? – preguntó Samir.
Rave Isa asintió, Janette inmediatamente reclamó.
–Oye... ¿quién te dio el derecho de decidir la energía que iban a manejar
nuestras sombras? Yo hubiera elegido la energía pura para Jora...
–El nombre de tu sombra no es Jora – la reprendió Rave Isa –, a ese pobre
bastardo lo mataste por tu ambición, decidí el elemento de sus sombras porque me
dio la gana...
–Tú no eres Caín Enoch para ordenarnos... – dijo Roswell Riazor.
–Soy su líder desde el momento en que aceptaron que me ocupara de mi amigo
Oggy.
Jonas calmó a su hijo, tenía curiosidad por ver la sombra y el poder de Rave
Isa.
–No tiene caso pelear entre nosotros, has dicho que ya se han agotado todas
las energías elementales, pero quedan dos sombras, la tuya y la de Samir, una de
las dos quedará vacía...
–No Jonas, todo el tiempo los engañamos, Caín era mi padre, yo manejaba la
energía psíquica además de una fusión del hielo y el metal pero nunca se los
confesé, la energía de Caín me afectó de un modo distinto al de ustedes.
–Muéstralo – exigió Judith.
–No tengo por qué hacerlo.
–Entonces te obligaremos – amenazó Roswell.
–Pueden intentarlo – respondió Rave –, pero como amigo les recomiendo que
no usen a sus sombras, si no saben utilizarlas podrían morir.
Janeth, Thora, Jonas, Roswell y Judith dudaron un momento, finalmente
decidieron no correr el riesgo, el poder que habían recibido sería suficiente para
probar a Rave Isa, las sombras desaparecieron.
Rodearon a su contrincante, la pelea no duró mucho tiempo, Rave Isa acabó
con todos sus compañeros, Samir Shmuel fue el único guerrero que no atacó al
autonombrado mesías, sólo observó la batalla, sin moverse, parecía una figura de
piedra, cuando todo terminó, quien era la mano derecha de Caín Enoch se acercó a
él.
–¿Por qué no me atacaste?
–Eres mi amigo, nunca lo haría – respondió Samir.
–No te atreves a tocar a tu amigo pero sí a matar a tu hija... – Rave Isa molesto
aventó al Aprendiz.
Al ver que nadie más lo veía, Samir cayó de rodillas y comenzó a llorar.
–Aura estaba enferma – dijo Samir con tristeza –, su mal era degenerativo,
estaba muriendo...
–¿Qué dices?
–Lo que escuchas, la tuve después de los cincuenta años y su madre no
sobrevivió al parto, mi niña nació enferma, la llevé muchas veces con Judith pero
sólo lograba alargar su sufrimiento, la enfermedad de mi hijita era fatal, sufría de
terribles dolores que la hacían llorar, no le quedaba mucho tiempo de vida... quería
conservarla conmigo aunque fuera como una sombra, sé que estoy maldito por eso,
pero era mi niñita, mi Aura...
–¿Por qué no me dijiste nada?
Estabas muy ocupado destruyendo el reino al lado de Caín.
–¿No estabas de acuerdo con su plan?
–Ni yo ni Oggy, tratamos de hablar contigo pero la visión de Caín te cegaba, no
eras tú, ese hombre te tenía controlado.
–Creo que tienes razón, me sentí liberado cuando murió y no sólo eso, siento
una gran culpabilidad por cómo está el reino.
–Sabía que tú no podías ser ese fanático que seguía ciegamente a Caín.
–Ahora lo entiendo, ese maldito no necesitó controlarlos a ustedes, tú y Oggy
eran completamente fieles a mí...
Samir no contestó, sólo bajó la mirada limpiándose las lágrimas. Rave Isa
guardó silencio unos segundos, entendía su dolor, lo que no comprendía es su
traición a su compañero.
–Entiendo lo de Aura, amigo, pero... ¿por qué aceptaste matar a Oggy? Él era tu
amigo, tu compañero de batalla, eso no tiene perdón...
–¡Yo no acepté eso! – interrumpió Samir enfurecido mientras se levantaba para
enfrentar a Rave –. ¡Nunca lo haría! Quería a Oggy tanto como te quiero a ti, el
cabrón de Caín se metió en mi cabeza y no sólo eso, pudo haberme controlado por
completo pero no lo hizo, me obligó a observar cómo te traicionaba contra mi
voluntad...
–Pero al final hiciste el ritual...
–Así es, al igual que tú lo hiciste, en ese aspecto no hay diferencia entre
nosotros, pero te voy a decir por qué lo hice, voy a destruir a Caín y todo lo que él
representa, para eso necesito poder...
–Sabía que tú no eras como los demás, no me preguntes por qué pero lo sabía,
por eso dejé para tu sombra la energía más poderosa de todas...
–¿Y cómo voy a obtener la energía pura para Aura?
–Con paciencia, amigo – Rave Isa le dio unas palmadas en la espalda a Samir.
–¿A qué te refieres? – El Aprendiz no entendió la respuesta de su jefe.
–A mí me afectó de manera distinta la herencia de Caín, sé perfectamente cómo
funciona el poder de todos ustedes.
–¿Y entonces?
–Vamos a dejar que tus compañeros lo averigüen, cuando se cansen de buscar
los ayudaremos, sólo así nos aceptarán como sus líderes.
–¿Y Aura?
–No te preocupes por ella, no puede ser llenada por ningún otro elemento,
únicamente por energía pura.
–¿Y cómo conseguiremos esa energía?
–Hay varias maneras, pero la principal es entrenando.
–Ya déjate de rodeos y explícame como si fuera un niño cómo funciona mi
nuevo poder...
–Está bien, me refiero a que ahora controlas tres energías, con duro
entrenamiento podrás fusionarlas, después de que logres unir dos energías seguirás
con tres... ¿sabes lo que eso significa?
–La obtención de la energía pura...
–Así es.
–Entonces empezaré de inmediato.
–Hay otra cosa, las bestias de Oggy, ellas también han cambiado y al igual que
ustedes poseen una sombra, son dos muy poderosas armas de combate.
–¿Qué hacen?
–Maravillas, amigo, coméntaselo a los demás, cuando la duda los consuma
búsquenme, estaré ayudando a reconstruir el reino en el territorio de Riazor.
–Está bien, suerte amigo.
Rave Isa y Samir Shmuel se dieron la mano, con ello cerraron un pacto
silencioso, algunas horas después nuevamente fueron reaccionando sus
compañeros, Samir les dijo lo que debían saber.
Después de unos años de incertidumbre y de duro entrenamiento los guerreros
de Caín aceptaron a Rave Isa como su líder, lo buscaron para que les dijera las
características de sus nuevos poderes.
Rave les explicó las sencillas reglas de su nuevo poder, ahora eran inmortales,
pero su condición dependía de sus sombras, si la sombra era completamente
destruida ellos recuperaban su mortalidad y podían morir.
También había tres niveles de poder en sus sombras: atado completo,
liberación parcial y liberación total.
Con el atado completo la sombra tenía un poder por encima de lo normal,
podía ser destruida pero ellos podían regenerarla las veces que fueran necesarias,
una vez que fuera destruida su sombra en ese nivel ellos se volvían mortales por
unos minutos en lo que volvían a formar a su sombra.
En la liberación parcial las sombras tenían el poder de un guerrero élite, podían
actuar por cuenta propia si consideraban que estaban ayudando a sus amos, si eran
destruidas sus amos tardaban un mes en volverlas a formar, tiempo durante el cual
se volvían mortales.
En el modo de liberación total las sombras eran tan poderosas como ellos, sus
cuerpos adoptaban por completo el elemento que manejaban por lo que eran
prácticamente indestructibles, adquirían en sus cuerpos el poder de los gigantes
elementales de los FILOS Divinos y eran regenerativos, sólo había una manera de
destruirlas: pulverizándolas. Si la sombra caía el guerrero se volvía mortal y le
llevaría un año volver a formar a su sombra.
En la atadura total los guerreros podían ver, oír y hablar a través de sus
sombras, en la liberación parcial sólo podían ver y oír a través de ellas, en la
liberación completa la sombra era un ente independiente que pensaba por su
cuenta, incluso podía hasta desobedecer a su amo, quien podía desaparecerla en el
momento que quisiera, sin embrago, debía pasar un año para poder volver a
convocarla de nuevo, tiempo durante el cual su inmortalidad no se veía afectada.
En caso de que el guerrero perdiera la cabeza o fuera destruido, la sombra en
cualquiera de sus modalidades tenía veinticuatro horas para unirse a su amo y
resucitarlo, en caso contrario morían definitivamente. Si el guerrero era destruido con
su sombra sin liberar, su cuerpo se reconstruía en una ubicación que solo ellos
conocían.
Finalmente las bestias y sus sombras eran dos poderosas armas, la bestia
negra podía crear noventa y nueve clones guerreros de plasma con torso humano y
cabeza del animal respectivo, la bestia blanca se transformaba en un plasma capaz
de incapacitar a sus contrincantes además de que proporcionaba armadura, armas,
camuflaje y elevaba el poder de los clones negros.
De igual forma rebautizaron a sus sombras, eran guerreros renacidos sin
conocimiento de sus vidas pasadas, Janette Azzán nombró Tellus a Jora Zod, Thora
Azzán le puso Psico a Tared Arzad, Jonas Riazor nombró Aer a su sombra y
Roswell Riazor, el guerrero más temido de la guerra por el trono de Boleria, le puso
Flama a la antigua novicia, por su parte, Judith Riazor llamó Hydros al sacerdote que
la protegía.
Samir se negó a cambiarle el nombre a su sombra, quien siguió llamándose
Aura, por retenerla a su lado la había sacrificado, no permitiría que nadie la llamara
de otra forma.
Aunque los guerreros jamás envejecían ni conservaban cicatriz alguna de sus
batallas, sus sombras en su modo de atadura sí se deformaban conforme
combatían, de ahí el calificativo despectivo de zombies que les pusieron los otros
grupos élite, fue así que sus amos decidieron ponerles máscaras para ocultar las
horribles cicatrices de las batallas que libraban.
De igual manera cada nuevo inmortal se hizo experto en el uso de un arma
específica dotando a su sombra de un tipo parecido pero más grande, Janette Azzán
manejaba un par de tonfas y Tellus un báculo, Thora Azzán peleaba con un par de
sais y Psico con un tridente.
Jonas era un experto con las hachas cortas y entrenó a Aer en el uso del hacha
larga, Roswell era un fenómeno en el uso de cualquier arma, pero su favorita era la
espada de brazo, eligió para Flama el uso de la alabarda.
Judith Riazor aunque fue entrenada en técnicas de combate siempre peleó con
espada, pero su protector la había instruido en el uso del nunchaku, por lo que
adquirió esas armas como propias e instruyó a su sombra, Hydros, en el uso del
sansetsukon (nunchaku triple).
Toda su vida Samir Shmuel manejó las espadas cortas, Aura se entrenó en el
uso del espadón y finalmente Rave Isa conservó el arma tradicional y más letal de
todas, la espada regular.
En cuanto al poder real de Rave Isa, éste se lo guardó para sí mismo, se los
mostraría a sus compañeros cuando fuera el momento oportuno, por lo pronto, sólo
conocerían de él los movimientos y poderes con los que los había vencido.
Con el tiempo se fueron perdiendo los nombres de nacimiento de los guerreros
protectores del estado de Riazor hasta que se les empezó a llamar por el
sobrenombre por el que eran conocidos o por su ocupación.
Así, Janette Azzán fue llamada la Princesa; Thora Azzán, la Amazona; Judith
Riazor, la Religiosa; Jonas Riazor, el Hereje; Roswell Riazor, el Muertero, Samir
Shmuel, el Aprendiz y Rave Isa, el Mesías. La leyenda de los Jinetes Alados
Inmortales trascendería el tiempo.
Un par de décadas después de haber obtenido la inmortalidad, se suscitaron
varias fricciones entre los antiguos guerreros de Caín, ninguno aceptaba plenamente
el mando de Rave Isa, sin embargo se quedaron a su lado, tenían un objetivo
común: matar a Darius y Rex Enoch.
Para eso se entrenaban arduamente, sabían del poder de Darius y Rex y
debían enfrentarlos manejando plenamente y con total conocimiento su poder
adquirido así como al máximo de sus capacidades, prácticamente ya estaban listos y
sus sombras ya habían localizado a los hermanos Enoch. Los siete guerreros se
estaban poniendo de acuerdo para cobrar venganza por el asesinato de su jefe.
–Es el momento, Rave, a ti te corresponde establecer la estrategia.
–¿Estás seguro de esto, Roswell? Los hijos de Caín tienen importantes puestos
en el gobierno, ellos han sido los principales impulsores de la reconstrucción del
reino en pedazos que dejó su padre, si los matamos nos echaremos de enemigos a
los guerreros más poderosos de los cuatro territorios de Boleria.
–Los más peligrosos eran los Enoch y Caín arrasó con ellos, sus guerreros más
poderosos ya no existen – repuso Roswell –, después de matar a Darius y Rex
desapareceremos por el tiempo que sea necesario hasta que no se recuerde nada
de nosotros.
–Jonas tiene razón – Thora apoyaba a los Riazor –. El asesinato de Caín no
puede quedar impune, aún en sus últimos segundos de vida vio por nosotros, nos
hizo un gran regalo de poder, de alguna manera debemos agradecérselo...
–Matando a sus hijos...
–A sus asesinos Rave – lo corrigió Janette Azzán –, no te confundas.
Rave Isa volteó a ver a la Princesa, era quien desde un principio había
manipulado a todos sus compañeros con eso de la venganza, el Mesías sabía que lo
último que la Princesa sentía hacía Caín Enoch era agradecimiento, lo que Janette
quería era desquitarse de Darius y Rex por haberlas abandonado a ella y a su
hermana, algo lógico en aquel entonces, las hermanas Azzán envejecieron y los
hijos de Caín, no, pensó que sin duda era peligroso hacer enojar a esa mujer, tomó
nota mental de tratar de no meterse con ella.
–Si quieren hacerlo, adelante, sólo les advierto que para vencer a los hermanos
Enoch van a tener que liberar por completo a sus sombras, eso significa que pueden
morir, les aseguro que no todos saldremos vivos de esa pelea...
Los guerreros pensaron en las palabras del Mesías, nadie quería arriesgar su
inmortalidad, estaban a punto de darse por vencidos cuando Roswell habló
envalentonado.
–No necesitamos hacerlo, vamos a pelear contra ellos sin nuestras sombras...
¡por supuesto que podemos vencerlos! Yo personalmente me encargaré de uno de
ellos, los demás matarán al otro con tu ayuda, Rave, sé que lo lograrán, ustedes
elijan al más débil y encárguense de él, yo me ocuparé del otro.
–¿En serio crees vencer a Rex o Darius sin usar todo tu poder?
–Por supuesto que lo creo, Rave, mi principal habilidad no es mi poder, es mi
manejo de la espada, y si no lo logro, no pasa nada, tendré la oportunidad de
volverlo a intentar...
Todos se voltearon a ver, la propuesta de Roswell no estaba nada mal, no
tenían nada que perder, si peleaban sin liberar a sus sombras no morirían y en
cambio probarían el nivel que habían alcanzado en esas dos décadas de duro
entrenamiento. Janette Azzán se levantó sonriente.
–Entonces no se diga más, vayamos a...
–¡Un momento!
Los siete guerreros voltearon hacia la voz que había interrumpido a la Princesa,
era un joven más o menos de la edad que ellos representaban, se acercaba a ellos
con las manos en alto para mostrarles que sus intenciones no eran hostiles.
–Hola, llevo mucho tiempo buscándolos, Rave Isa encontró un buen lugar donde
mi poder mental no es efectivo para localizarlos, sé de sus intenciones y vengo a
impedir que cometan un error.
Roswell Riazor en un rápido movimiento puso la punta de su espada de brazo
en el cuello de ese visitante.
–No sé quién seas pero seguro eres un idiota si te presentas solo en este lugar
para amenazarnos...
En un segundo el joven desapareció y apareció a la espalda del Muertero, en
ese momento los cuerpos de los siete guerreros fueron cubiertos hasta el cuello
dentro del mismo número de pilares de agua, cuya densidad hicieron imposible que
realizaran algún movimiento.
–¿Quién demonios eres tú? – preguntó Jonas Riazor.
El joven sonrió, extendió su mano al frente y cerró el puño, en ese momento
fueron destruidos los cuerpos de todos los nuevos inmortales.
Judith Riazor se despertó de pronto, su corazón latía aceleradamente, su
cuerpo estaba desnudo y temblaba copiosamente, todo estaba en completa
oscuridad, dejó que sus ojos se adaptaran a las tinieblas y después se trató de
tranquilizar.
Inmediatamente se arrastró hasta la esquina del lugar en donde se encontraba,
agarró una bolsa y extrajo una manta, se cubrió con ésta y después se recostó para
dormir tranquilamente y recuperar sus fuerzas.
Una vez que volvió a despertar, volvió a tomar el bolso y extrajo sus ropas, se
vistió, bebió agua que tenía preparada en otro lugar y después abandonó ese lugar
que sólo ella conocía y que era donde su cuerpo se volvía a formar si era destruido.
Cuando salió de la cueva empezó a caminar para alejarse lo más posible del
lugar, un par de kilómetros adelante se encontró con sus demás compañeros, todos
se veían igual de demacrados, Judith adivinó que al igual que ella, sus cuerpos
fueron destruidos y habían regresado de la muerte, con ellos se encontraba su
asesino.
–Señorita Judith, usted es la única que faltaba de despertar, haga el favor de
tomar asiento.
El joven le señalo el suelo a su lado, Judith volteó a ver a Rave Isa y éste
asintió, la Religiosa tomó asiento, entonces el joven les explicó lo que sucedía.
–Damas y Caballeros, su inmortalidad ahora me pertenece, gracias a mi poder
psíquico ahora sé en dónde sus cuerpos vuelven a formarse, esa información es su
punto débil, pero no sólo eso, mi vida ahora está ligada a la de ustedes, ya después
les diré las condiciones de su nueva existencia unida a la mía, por lo pronto sólo
deben saber que si no están conmigo puedo sellarlos por toda la eternidad...
¿comprenden?
Todos afirmaron silenciosamente.
–Ustedes recibieron un gran don de un loco, un hombre del que ahora todos
hablan y lo señalan como el máximo traidor del reino, un hombre que comparte mi
linaje, a ustedes les corresponde reivindicar su nombre, lo harán como parte del
grupo élite del estado que él ayudó a crear, serán parte del Gobierno de Riazor, sus
protectores.
–Riazor ya tiene quien lo proteja – señaló Jonas Riazor –. Son los Jinetes
Alados Elementales.
El joven levantó la mano para callarlo, después prosiguió.
–Todos los grupos élite de los demás territorios de Boleria tienen cuando menos
doce integrantes, la Legión de los Iluminados, el Tloque Nahuaque, el Círculo del
Zodiaco... los Jinetes Alados Elementales tan sólo son seis, ustedes serán su
complemento, a partir de ahora se llamarán los Jinetes Alados Inmortales.
–Creo que nos tienes atrapados – mencionó Roswell, no le parecía tan malo ser
el protector del joven estado de Riazor –. Pero antes de seguirte hay algo que
debemos hacer.
–Si es por su venganza en contra de Darius y Rex Enoch no se preocupen, yo
me encargaré de eso.
–Antes de decidir sobre nuestras vidas y nuestro futuro... ¿podrías decirnos
quién demonios eres? – exigió la Religiosa.
El joven le sonrió a Judith, ésta por algún motivo se sonrojó y le devolvió la
sonrisa.
–Es justo lo que me solicitas, soy el nuevo Gobernador del territorio de Riazor,
pueden llamarme Elohim.
FÍLO DÍVÍNO NÚMERO DOCE
ELOHÍM
Las horas pasaban y nada sucedía, ningún indicio de los guerreros protectores
de Riazor, los rebeldes se encontraban preparados para el combate, Brahma ya no
estaba dispuesto a seguir esperando, cuando iba a dar la orden de avanzar en el
cielo se observaron siete enormes bestias aladas: un león, un lobo y un oso, todos
blancos con su contraparte negra, los comandaba un unicornio blanco alado.
Los seis guerreros descendieron enfrente de los rebeldes, el guerrero del
unicornio les habló directamente:
–Buenas tardes, todos me conocen como el Mesías y soy el líder de los Jinetes
Alados Inmortales, hasta ahora los Patriarcas asesinados han caído a manos de los
rebeldes en disparejas peleas de dos contra uno, Elohim no quiere ser tratado con
desigualdad, más adelante espera a dos de ustedes para enfrentarlos, los demás
morirán aquí.
Brahma y Kwan Yin sin decir palabra alguna se adelantaron y se siguieron
derecho, los demás se prepararon para la batalla, el Mesías se hizo a un lado con su
unicornio alado.
–Nosotros somos más justos en nuestros combates, dejaré que la pelea sea de
seis contra seis, mi bestia y yo sólo observaremos...
El unicornio alado blanco desapareció y el Mesías se alejó del campo de
batalla, el Consejero y Secretario de Gobierno del Gobernador de Riazor planeaba
sentarse en un lugar alejado y a salvo, sólo sería observador del combate que
estaba por iniciar. El Hereje lo tomó del brazo y le reclamó en voz baja:
–Rave, no estamos como para dar ventaja a nuestros enemigos, debemos
pelear juntos...
–No Jonas, yo no voy a pelear, sinceramente esta no es mi lucha y creo
firmemente que Elohim va a caer...
–Si él cae caemos todos...
–Voy a aceptar el riesgo, pero no se equivoquen, esto no lo hago por cobardía,
por traición o por desidia, quiero que quede claro, es por venganza, esperé por esto
durante muchos siglos, por el día en que todos ustedes enfrentaran a la muerte, esto
es por Oggy, malditos.
–Lo guardaste cientos de años... ¿verdad? – dijo el Hereje escupiendo sus
palabras –. Esperaste el momento adecuado...
–Así es, sus sombras ya han sido desatadas, sólo les resta pelear por sus vidas,
como cualquier mortal, mientras, yo disfrutaré del espectáculo.
–Faltan la Princesa y la Amazona.
–Ellas son las peores de todos ustedes, sacrificaron a su hermano sin ningún
empacho o remordimiento, a ellas las cazaré yo personalmente, sufrirán más que
ustedes, mucho más...
–Si vencemos tú serás el próximo en caer...
–Ya los derroté una vez a todos juntos, puedo volver a hacerlo las veces que
sean necesarias...
–No te equivoques, Mesías, en aquel entonces estábamos débiles y con
nuestras habilidades recién adquiridas, quizá nos venzas por separado, pero ni
siquiera podrías con dos de nosotros.
–Discutiremos eso si salen vivos de esta, peleen con todo lo que tienen, Hereje,
porque después caerá Elohim y yo personalmente me encargaré de que no regrese
nunca más...
Zombies y rebeldes vieron alejarse al más poderoso de los Jinetes Alados
Inmortales de Riazor, Rave sonreía, esperó cientos de años por esa venganza que
ahora llegaba, por fin su querido amigo Oggy podría descansar en paz.
El Muertero estaba impasible, poco o nada le interesaba la traición de Rave
Isa, él era el más fuerte y peligroso de todos los Jinetes Alados Inmortales, si era
necesario después mataría también al Mesías, un enfrentamiento que él siempre
había deseado, de momento se concentró en sus rivales en turno, eligió al más
poderoso, le habló al "Primer Caballero":
–Sir Phillippe, que gusto volver a verte, espero que con la edad te hayas vuelto
más diestro, esta vez no voy a perdonarte la vida...
–No te preocupes, yo no siento ninguna deuda contigo, si se da la oportunidad,
te mataré.
–¿Eso quiere decir que aceptas mi reto? – preguntó entusiasmado Roswell
Riazor –. Te quiero a ti porque eres el mejor de todos, pero si alguno de esos
chiquillos te supera dejaremos nuestra pelea para otra ocasión o tal vez hoy mismo
pero más tarde...
–No hay más tarde para nosotros, Muertero, la pelea será conmigo.
–Me parece bien.
Lady Madeleine se acercó a su compañero, no había entendido nada de la
conversación entre Sir Phillippe y el Jinete Alado Inmortal.
–¿A qué se refiere ese tipo?
El Primer Caballero le sonrió a quien había decidido compartir su vida a su
lado.
–El Muertero es el único guerrero que me ha vencido... dos veces.
–¿Dos? – Lady Madeleine veía sorprendida a su compañero, ella pensaba que
"el Primer Caballero" jamás había sido derrotado –. ¿Cuándo fue eso?
–La primera vez poco después de terminar la academia, la segunda vez fue en
la guerra contra Stoa, fui a buscar a Elohim para cumplir con un encargo, el Muertero
es un maldito sanguinario, lo descubrí cuando estaba arrasando una población civil,
traté de detenerlo pero me derrotó, la herida que me ocasionó en esa ocasión fue la
que me hizo dejar el liderazgo de la Orden por primera vez.
Ruth Yaotl recordó la herida de Sir Phillippe, le destrozaron ambos brazos, la
recuperación, sanación y regeneración de sus huesos rotos aun con la ayuda de la
espada del alfabeto antiguo Gamma (ΰ) fue un proceso por demás largo y doloroso,
el viejo Caballero Fantasma jamás explicó lo que pasó. El recuerdo del sufrimiento
de su pareja sentimental enfureció a "la Espada Maestra".
–Entonces déjame pelear contra él...
Roswell Riazor escuchó a Lady Madeleine.
–Tranquila Lady, usted peleará con mi sombra, Flama, es casi tan poderosa
como yo, si logra vencerla entonces le daré gusto, para entonces Sir Phillippe ya
estará muerto...
Ruth Yaotl volteó a ver con preocupación a su compañero, aunque no lo
quisiera aceptar la edad ya le pesaba, Sir Phillippe ya rondaba los ochenta años.
–Albir...
–Tranquila, pasará lo que tenga que pasar, recuerda que esta es la única forma
honorable de abandonar la Orden. Firmes y orgullosos...
Sir Phillippe había sacado su espada Gamma (ΰ), con la empuñadura a la
altura de su rostro y con la hoja del arma apuntando hacia el cielo saludó a su
compañera, Lady Madeleine lo imitó con su espada Delta (δ).
–Firmes y orgullosos, mi amor.
Las Espadas Reales de Arcadia se dieron un beso en los labios y se
dispusieron a pelear en contra del enemigo más fuerte. Por su parte, el Hereje veía
divertido a los demás rebeldes.
–¿Quién de ustedes es la máxima controladora del aire? – preguntó el Hereje
señalando a Rhiannon y Caris.
–Soy yo – respondió Amaterasu mostrándole sus guantes blancos con símbolos
azules.
–¿Crees que Aer y tú puedan con ella? – le preguntó la Religiosa.
–Aer con mi ayuda la destrozará, esa chiquilla podrá ser un FILO Divino, pero
no tiene la experiencia de mi sombra en combate.
–Bien, entonces Hydros y yo nos encargaremos de Lúgh, ese chico y su
Baphometh son más peligrosos que el otro FILO Divino, dejemos que los clones
guerreros se encarguen de Heimdall y la hermosura de cabellos negros que los
acompaña.
–De acuerdo...
Los seis Jinetes Alados Inmortales convocaron el poder de sus bestias, los
leones, lobos y osos tanto blancos como negros se derritieron, de los pequeños
lagos negros empezaron a surgir guerreros con el tronco y los brazos humanos, las
demás partes de sus cuerpos además de sus cabezas eran de los animales de
donde provenían, las cabezas eran una fusión humano-bestia.
–Separémonos entonces – ordenó Jonas –. Las noventa y nueve sombras de
nuestras respectivas bestias se encargarán de Heimdall y Caribdis.
Los Jinetes Alados Inmortales se separaron para pelear, los rebeldes también
lo hicieron con el enemigo en turno.
En ese momento un estruendo se escuchó en todo el lugar, el ruido fue
ensordecedor, después, una nube en forma de hongo se formó sobre la Ciudad de
Lacerta, ese fue el funesto timbre de arranque de todos los combates a muerte que
estaban a punto de desarrollarse.
Sir Phillippe observaba de frente al Muertero, una pelea por demás pareja, dos
de los más grandes guerreros de todos los tiempos frente a frente, ambos
manejaban tres tipos diferentes de energía elemental y los dos coincidían en el
metal. Roswell le habló al Caballero Fantasma.
–¿Cómo lo quieres hacer, Sir?
–De ser posible con la espada...
–Así lo terminaremos, eres viejo pero tu técnica no tiene igual, vamos a
emparejar las cosas primero...
El Muertero llenó su cuerpo de electricidad y atacó al Primer Caballero con la
rapidez de un relámpago, Sir Phillippe controlando el aire igualó la velocidad de su
enemigo.
Entonces se dio la batalla de las dos energías elementales más opuestas que
existían, el hielo del Jinete Alado Inmortal de Riazor contra el fuego de la Espada
Real de Arcadia.
El combate estuvo parejo por unos momentos, pero al final, el tiempo y la edad
le pasaron factura al Caballero Fantasma, se vio obligado a sacar su espada
Gamma (ΰ) antes de tiempo para auxiliarse y repeler los embates de su adversario.
Varios minutos después, Roswell Riazor sacó sus espadas de brazo, Sir
Phillippe ya tenía la mano de la espada dormida de tanto utilizarla, la batalla de
esgrima no duró mucho tiempo, el Muertero al final desarmó a su rival.
–Debo decir que esto es una completa decepción, Sir, pero no me sorprende, te
vencí en tu momento de mayor gloria y poder, ahora no eres ni la sombra de lo que
fuiste...
–Se llama tiempo, Muertero, algo que nos afecta a todos los humanos, un
concepto que las aberraciones como tú jamás entenderían.
–Yo también alguna vez envejecí, hace cientos de años de eso, no es algo
agradable. Tus palabras no me molestan, viejo, te perdoné la vida dos veces, la
tercera es la vencida...
El combate de Drake y Caris en contra de los clones de las bestias iba más
lento de lo esperado, apenas habían acabado con una décima parte de sus
enemigos, para colmo, las bestias blancas en sus lagunas los atacaban todo el
tiempo con ese plasma pegajoso que cuando los tocaba invalidaba sus movimientos.
Caris lanzó un par de torbellinos de agua directamente a las bestias blancas en
sus pequeñas lagunas, la fusión de viento y agua destrozó al oso y al león,
desperdigando a bestias y lagunas por todo el campo de batalla, pero los restos se
empezaron a unir nuevamente. De un tercer movimiento destrozó al lobo junto con
su laguna, después se dirigió a Drake:
–Eso detendrá a esas cosas un rato, debes aumentar más tu poder, hay que
destrozar a estos clones antes de que las malditas bestias blancas en sus charcos
se vuelvan a formar...
–Está bien...
La pupila en los ojos de Heimdall desapareció, en su lugar se formó el símbolo
de su guante derecho, de igual forma en su cuello surgió el tatuaje de su guante
izquierdo, de la palma de su mano derecha surgió Excalibur, “la espada legendaria”,
empezando por la hoja del arma.
Empuñando a Excalibur y encendiendo su arma con su fuego blanco, Heimdall
podía destruir a los clones con solo tocarlos, Caribdis a su vez activó su máximo
poder, su pupila desapareció y en su lugar se formó el símbolo que la distinguía
como el FILO número uno por triplicado.
A su espalda se formaron sus dos grandes bestias: Scylla, un grotesco
monstruo con cola de pez y cuerpo de mujer, en la parte inferior seis gigantescas
serpientes sobresalían y debajo de éstas seis descomunales perros soportaban todo
el peso de la bestia y Caribdis, otra enorme bestia con torso de mujer, sus brazos
eran dos gigantescos tentáculos y la larga parte inferior de su cuerpo en forma de
serpiente terminaba en la descomunal cabeza de un monstruo marino.
Las bestias que conformaban Scylla se separaron de ella y siguieron
destrozando enemigos, las descomunales serpientes y gigantescos perros acababan
con lo que se encontraban, de igual forma el monstruo Caribdis abría sus dos brazos
como flor en cuatro dentadas partes para que una incontable cantidad de tentáculos
brotaran de ellos, éstos comprimían a los clones hasta destrozarlos, en la superficie
de los tentáculos sobresalían pequeñas espinas envenenadas que rasgaban y les
restaban consistencia a los clones, volviendo más blanda su piel o debilitando su
armadura, de igual manera los tentáculos terminaban en pequeñas bocas dentadas
que de igual manera destrozaban a los clones, por su parte, de la cabeza del
monstruo marino surgían enormes remolinos de agua que destrozaban todo lo que
se ponía en su camino.
Para entonces, Drake, que peleaba en solitario en el centro en contra de todos
sus enemigos, ya había establecido su defensa elemental, el símbolo que se veía en
sus ojos era ahora el de la fusión duplicada de su guante derecho y en su cuello se
había duplicado también su tatuaje, los ataques elementales que le enviaban sus
enemigos chocaban con su armadura de fuego blanco y causaban daño a los clones
más cercanos a él.
Antes de que Heimdall y Caribdis pudieran darse cuenta, las bestias blancas en
sus pequeñas lagunas ya se habían vuelto a formar, éstas atacaron a Drake al
mismo tiempo capturándolo en su plasma blanco.
Caris inmediatamente volvió a destrozar a los tres animales blancos con todo y
sus pequeñas lagunas, empezó con el oso y siguió con el lobo, sólo le quedaba el
león, debía apurarse para ayudar a su compañero que en ese momento estaba
siendo apaleado por las armas de sus enemigos.
En un salvaje grito Heimdall expulsó todo su poder, en sus ojos se formó el
símbolo de cinco puntos:
Después de caer por décima vez ante el ataque de Hydros, Lúgh observó cómo
Oberón retrocedía herido ante el ataque letal de la Religiosa, fue entonces cuando lo
entendió todo, su estrategia fue errada desde un principio, él debía combatir a la
mujer y su bestia a la sombra.
Se levantó rápidamente y sonrió, por primera vez en su vida podría combatir
con alguien usando su poder a plenitud, no pensó en cambiar a los oponentes, le
gritó a su bestia:
–¡Oberón! Libera tu segunda cabeza y demuéstrales lo que eres capaz de
hacer...
El perro transformado en el Dragón Oscuro lanzó un potente alarido, se alejó
un momento de su rival y se preparó para pelear en serio, mientras, Lúgh miraba a
Hydros fijamente.
–Ahora las condiciones son otras...
–Tu poder sobre el metal es impresionante pero su debilidad es mi control del
agua, niño, ya deberías saberlo – le respondió la sombra.
Edgar De Grieff dejó que la sombra se acercara, el guante metálico de su mano
derecha se empezó a iluminar con distintos destellos amarillos de energía pura, su
armadura metálica en sus costuras se iluminó de la misma energía, ahora la pelea
directa contra Hydros tomó otro rumbo, el controlador del agua no logró superar la
nueva armadura de su contrincante y tampoco pudo evitar el contacto con la energía
pura, donde era golpeado su cuerpo dejaba de producir agua y con la extremidad
que golpeaba sucedía lo mismo, sus golpes a la armadura fusionada de metal y
energía pura provocaban explosiones que también lo lastimaban, entonces optó por
separase del miembro de la Armada Elemental, pero ya era demasiado tarde...
–Ya conociste mis esferas metálicas, ahora probarás su siguiente nivel… – le
advirtió Lúgh.
Lúgh otra vez lanzó varias esferas metálicas contra Hydros, pero éstas eran
diferentes, en su interior había energía pura, estallaron en cuanto se aproximaron a
la sombra, las explosiones de energía pura lo derribaron, cuando Hydros intentó
levantarse no pudo hacerlo, su capacidad acuática había colapsado y tenía trozos
de metal incrustados en todo su cuerpo, las esquirlas que tenía en su piel todavía
tenían la esencia de la energía pura, la cual lo estaba consumiendo por completo, no
podía ni moverse, en ese momento Edgar utilizó el poder que había adquirido
cuando juró lealtad a la Armada Elemental, el poder de la tierra cristal, con ella
fusionándola con la energía pura creó un ataúd de cristal para su oponente, los ojos
de Hydros se empezaron a cerrar para ya no volver a abrirse, el ataúd consumió
hasta la última partícula de la sombra.
En la otra batalla, el hielo de la Religiosa estaba siendo evaporado por el fuego
de Oberón transformado en el Dragón Oscuro, la armadura metálica de la Religiosa
se estaba descomponiendo.
Al ver que su amo prácticamente ya había ganado su batalla, el Baphometh
decidió terminar con su rival, de su cuello surgió otra cabeza, ésta se separó de su
cuerpo formando a un dragón de diez metros de altura, contaba con dos enormes
alas y dos patas.
La bestia de la segunda cabeza de Oberón había adquirido las propiedades del
monstruo que Aries le había mandado a buscar a su amo al Paraje de Beocia, la del
Dragón de Tierra, padre de Fafner.
La segunda cabeza del Baphometh se fusionó con el cuerpo de la Religiosa
absorbiendo su armadura metálica hasta destrozarla por completo, lo que le permitió
al cuerpo de Oberón transformado en el Dragón Oscuro atacarla directamente.
El fuego lo consumió todo, la Religiosa cayó derrotada, después, los granos de
arena chamuscados en la superficie se volvieron a juntar formando al dragón de dos
patas, éste se volvió a fusionar con Oberón que ya había adquirido su forma de
perro.
El can corrió hacia su dueño que ya se dirigía rumbo a donde la Religiosa yacía
derrotada, quien aún a sabiendas de su inminente muerte no se acobardaba.
–¡Váyanse al diablo, todos ustedes! – le espetaba a su enemigo desde el suelo,
con el cuerpo quemado y escupiendo sangre –. Son mortales, yo algún día volveré,
soy eterna...
–Tal vez, pero no en esta época.
Lúgh envió en contra de la miembro de los Jinetes Alados Inmortales tres
pequeñas esferas de metal que acabaron con la vida de la Religiosa, una traspasó
su pecho, otra su corazón y la tercera su frente.
Rhiannon se levantó furiosa después de recibir el ataque eléctrico del Hereje, el
símbolo que ahora se distinguía en sus ojos era el de su guante derecho, en su
cuello también se formó el tatuaje doble del símbolo de su guante izquierdo, había
establecido su defensa elemental justo a tiempo, un viento amarillo con propiedades
elementales giraba a su alrededor, el Jinete Alado Inmortal retrocedió.
–¡Ahora me las pagarás! – dijo Amaterasu señalándolo amenazadoramente.
El Hereje no se amedrentó.
–Podrás ser un FILO Divino pero estás lejos del poder de los Patriarcas, niña.
–Tal vez, pero tú no eres uno de ellos...
Una fuerte corriente de aire rodeó a los dos combatientes, el movimiento de las
extremidades de Jonas Riazor quedó maniatado, Aer nuevamente se fusionó con el
aire de Amaterasu permitiendo el movimiento de su amo.
–Mientras tenga a Aer apoyándome no podrás derrotarme...
En seguida el Hereje atacó a su rival con la fusión del hielo y su metal, la
tormenta de nieve cortante de color gris atacó directamente a la portadora de
Kusanagui-no-tsurugui.
El estruendo que se hizo alrededor de Amaterasu era ensordecedor, las
explosiones que generaban el choque del poder fusionado de su enemigo con su
armadura elemental la estaban lastimando, su escudo de viento estaba a punto de
colapsar, por lo que finalmente alcanzó el estado superior de un guerrero supremo.
En sus ojos se formó el símbolo de ocho puntos:
Sir Phillippe sintió la energía de sus enemigos caer una tras otra, volteó a ver a
Rave Isa.
–Creo que tus amigos perdieron...
El Primer Caballero hizo una mueca de resignación, Rave Isa ya no se
encontraba a su lado, por estar absorto en las batallas dejó de tenerlo a la vista,
nunca vio cuando el líder de los Jinetes Alados Inmortales se retiró.
Lady Madeleine y Sir Judas de acercaron a Sir Phillippe, quien abrazó a su
compañera y le dio la mano al "Ejecutor".
–Gran batalla, hijo, debes sentirte orgulloso, hiciste lo que yo nunca pude,
derrotar al célebre e imbatible Muertero.
–Lo hice con ayuda de "la Espada Maestra" – respondió Thitus ruborizado y
rascándose la parte trasera de la cabeza, pero en su semblante se adivinaba lo
satisfecho que se encontraba de su desempeño –, yo solo nunca lo hubiera
logrado...
–Sé que sí, tus palabras podrán sonar humildes pero la sonrisa de tu rostro
rebela otra cosa...
Las tres Espadas Reales de Arcadia comenzaron a reír, Sir Phillippe le dio una
palmada en la espalda a su compañero.
–Vamos a buscar a los demás, creo que todos han ganado pero puedo
equivocarme, además, no sabemos en qué condiciones se encuentren, tal vez
necesiten ayuda.
En Arcadia, Electra caminaba sin un rumbo fijo por los límites más alejados de
la escuela, ocultándose de todos, últimamente no estaba de humor para dedicar
sonrisas, deseaba estar sola, deseaba... "poder sentirlo".
El ver a Michelle y a Cross tan cercanos no había tenido un efecto positivo en
su estado de ánimo, por el contrario, se sentía mal, deprimida, cuando estaba así
sólo una cosa podía animarla.
Se percató que no hubiera nadie cerca para poder hacer la invocación, tenía
que concentrarse, sentir la energía dentro de ella, necesitaba que hubiera "una
conexión", así sería más fácil arreglar las cosas.
Daniela Malka corría desesperada, necesitaba llegar cuanto antes a ese lugar,
había reconocido de inmediato la energía liberada, era la de su hijo, seguramente
estaba en problemas, ayudándose de la telequinesis pudo llegar al sitio de donde
provenía ese gran poder, cuando llegó se quedó en una pieza...
Los ojos de la Arcángel Caído se llenaron de furia, su hijo, su bebé estaba
sufriendo, no había ninguna amenaza, sólo una estúpida chica rodeada con la
energía del gigante elemental de Cross. Daniela Malka se aproximó a ella a grandes
zancadas, cuando Elektra la vio se ruborizó, la apenó que la madre de Cross la
descubriera haciendo eso, pero inmediatamente se recompuso y le dedicó la mejor
de sus sonrisas, ella entendería.
Tamiel abofeteó a Athena con una fuerza desmedida, Elektra inmediatamente
empezó a sangrar por la comisura del labio, su rostro era de sorpresa, se llevó la
mano a la mejilla golpeada y preguntó a "su suegra":
–¿Por qué hizo eso?
La Arcángel conocida como "la perfección de Dios" estaba como poseída, tomó
violentamente a la portadora de Spartha por los hombros y la empezó a sacudir
mientras le gritaba:
–¡¿Qué demonios sucede contigo?! ¡¿Acaso quieres matar a mi hijo?!
¡¡¡Desaparece eso ahora mismo!!! – Daniela Malka señalaba al gigante de energía
pura.
Elektra seguía sin saber que sucedía, desapareció al coloso elemental, no
podía dejar de observar a la madre de Cross quien tenía los ojos llorosos, la
Arcángel Caído se tranquilizó, entendió que Athena no sabía lo que estaba
haciendo, con un tono más calmado le dijo:
–Por favor no vuelvas a hacer eso, Elektra, cada vez que invocas a ese gigante
elemental lastimas a mi hijo, puedes incluso matarlo...
La portadora de "la espada de luz" se llevó la mano a la boca, esa no era la
primera vez que invocaba al coloso de energía pura, nadie le había dicho nada,
sintió una gran ira dentro de ella, con lágrimas en los ojos corrió lejos de Daniela
Malka.
Elektra se sentía furiosa, buscaba a Cross para reclamarle lo que había hecho,
el no avisarle… no tenía derecho de jugar así con su vida y menos aún involucrarla a
ella. Lo vio a lo lejos, recargado en una pared como si nada, seguro disfrutando
malsanamente lo sucedido. Athena apretó los puños, le daría una razón para no
volver a jugar con ella de esa manera.
La domadora del Dragón de Luz se acercó a Escorpión, no pensaba darle la
oportunidad de explicarse ni de huir, lo impactaría directo en el rostro, lanzó el
fulminante golpe cuando lo tuvo lo suficientemente cerca, en ese momento Cross
volteó, estaba sin aliento y salía sangre de sus brillantes ojos rojos, en ellos se
distinguía el símbolo de siete puntos, estaba encorvado y su mano derecha
masajeaba su corazón, parecía que en cualquier momento se desmayaría, Elektra
en el último segundo detuvo su ataque.
El ver así al portador de Antares fue más de lo que Athena pudo soportar,
intentó abofetearlo pero tampoco pudo hacerlo, Cross se veía tan frágil que pensó
que hasta la más leve brisa lo dejaría fuera de combate, lo único que pudo hacer fue
desahogarse insultándolo.
–¿Quién demonios te crees que eres? ¿Qué te da derecho a mancillar mi
cuerpo de esa manera? ¿Quién te dio permiso?
Cross se recargó en la pared para no caer, sus ojos ya habían vuelto a la
normalidad, con la respiración entrecortada trató de justificarse.
–Yo sólo quería protegerte...
–¡Yo puedo protegerme sola! – le gritó Elektra señalándose a ella misma –. No
necesito que ningún imbécil se meta en mí sin mi permiso.
–No sé qué decirte...
–No tienes que decirme nada, sólo sácalo, saca tu asquerosa esencia de mí...
¿Qué crees que he estado tratando de hacer? – Elektra pensaba en las otras dos
veces que había convocado al gigante elemental para sentir la energía de Cross y
se sintió más mal por eso –. Expulsar tu horrible y vengativa energía de mí...
¡Quítamela! ¡Quítamela ya!
–Está bien, no tienes por qué ponerte así – Cross estiró su mano iba a tocar a
Elektra pero lo pensó mejor, mantuvo la palma de su mano cerca del cuerpo de su
compañera, extrajo su energía de ella, el triple tatuaje del símbolo de su guante
izquierdo, el que simbolizaba al escorpión se formó en la parte izquierda de su
cuello, después dejó caer pesadamente su brazo –. Ya quedó.
Por un momento Elektra se quedó sin habla, había sentido a Cross dentro de
su cuerpo, como si fueran una sola persona, eso la hizo temblar, deseó no dejar de
sentir esa sensación nunca, abrazar a Cross, decirle que lo amaba, pero lo que hizo
fue derribarlo violentamente.
–No quiero que vuelvas a hacer nada parecido, tú y yo hemos terminado, no
quiero tener que ver nada contigo, entiéndelo, te odio.
Cross veía con tristeza a Elektra, sabía que había cruzado la línea al haber
profanado su energía sin su consentimiento, pero no se arrepentía, lo volvería a
hacer mil veces si con eso la protegía sin importarle las consecuencias que eso le
trajera, incluso el odio de la chica a la que siempre había querido.
–Entendí el mensaje, ya no lo haré.
Elektra se dio la vuelta y se alejó de Cross sin volver la vista atrás, se
apresuraba a ir a su habitación, sentía las miradas de todos los estudiantes a su
alrededor, como si la estuvieran viendo, como si desaprobaran la manera en que
había sobreactuado, no le importó, sabía que nadie la había visto, eso no era más
que el sentimiento de culpa que sentía por cómo le habló a Cross, en ese momento
lo único que quería era llorar, estar sola y desahogarse.
En el camino se encontró con Daniela Malka, Elektra desvió la mirada
avergonzada y siguió su camino, la Arcángel Caído la detuvo, Athena trató de
soltarse pero le fue imposible hacerlo.
–Perdón si te hice daño, Elektra – se disculpó Tamiel –. Pero debes ponerte en
mi lugar, cada que invocas ese poder estás matando a mi niño...
–Ya no lo haré más, obligué a Cross a quitármelo de encima, no tiene por qué
preocuparse más de que lastime a su hijo.
–Lo sé.
Elektra no pudo aguantarse más, las lágrimas empezaron a caerle por sus
mejillas abrazó a Daniela Malka y empezó a sollozar.
–Lo siento, de verdad lo lamento, yo no sabía, le juro que no sabía que le hacía
daño, yo jamás lo lastimaría, sólo quería tenerlo cerca, sentirlo, que me abrazara...
La portadora de Spartha no podía seguir hablando por el intenso llanto, no le
importó que todo mundo la observara, pero nadie se percató de nada, Tamiel
extendió su bruma psíquica alrededor de ellas, las personas que pasaban veían sólo
un espacio vacío en donde ellas se encontraban.
–Tranquila, preciosa, esto no es más que un mal entendido, todo se arreglará.
–No – dijo tajantemente la escultural rubia –, esto ya se terminó, pero debemos
hablar con Michelle, ella también...
–No te preocupes por ella – le dijo dulcemente Daniela –, no creo que la
pelirroja sea tan tonta como tú, después hablaremos con ella, por lo pronto vámonos
de aquí, necesitas relajarte y descansar.
Las Espadas Reales de Levit: Sir Exxus, Sir Num y Lady Deuther estaban
presentes en el castillo negro que servía de instalaciones a la Orden de Hamal,
acompañaban a Sir Cygnus en la organización de la despedida de sus compañeros
caídos en la batalla en contra de los Profetas.
Separados de toda la concurrencia que estaba llegando para la ceremonia que
se celebraría más tarde, platicaban discretamente repasando la situación del país,
ya eran las primeras horas del nuevo día cuando Sir Gene llegó con ellos,
inmediatamente sus tres compañeros lo rodearon, estaban impacientes por saber lo
que había sucedido en Riazor.
–¿Y bien? – preguntó Sir Exxus.
–Lo mismo que en los demás frentes...
–Vencieron los rebeldes... – murmuró Lady Deuther.
–Efectivamente.
–Jamás pensé que los Jinetes Alados Inmortales serían vencidos alguna vez... –
comentó Mikael que había dedicado muchas horas de investigación a los guerreros
protectores del estado de Riazor.
–La batalla la decidió nuestro amigo Sir Judas... – les informó Jahziel.
–¿"El Ejecutor" llegó a la batalla? – preguntó Sir Exxus.
–Así es, Sir Phillippe es una leyenda viviente pero su cuerpo ya no es el de
antes, no está en condiciones para librar una pelea con un guerrero élite, menos si
ese guerrero era el Muertero...
–Por lo que dices he de concluir que Sir Judas fue quien enfrentó al Muertero
junto con el "Primer Caballero". Esto es algo que no me puedo tragar así como así –
decía "el Confesor" pensativo –, no puedo creer que Sir Judas haya vencido al
Muertero aun con la ayuda de Sir Phillippe, ese tipo es una nulidad total...
–En eso coincido contigo – concedió Sir Gene –, todo mundo conoce la fama del
"Ejecutor", déjame decirte que es por demás equivocada, por lo menos en lo que a
su capacidad de combate se refiere, si alguna vez cualquiera de nosotros debe
enfrentarlo, tendrá que hacerlo con total seriedad y consciente de que enfrenta a la
muerte...
–¿Lo dices en serio?
–Pregúntale al Muertero, Sir Judas lo mató él solo, Sir Phillippe se retiró, lo digo
en serio, ese tipo es de cuidado…
–Creo que ya es imposible preguntarle al Muertero, tendré que creerte, pero aún
no entiendo cómo cambió tanto la batalla...
–Las cosas con la llegada del "Ejecutor" giraron en ciento ochenta grados a
favor de los rebeldes.
–Explícate... – Sir Exxus no creía en el destino pero no podía negar que muchas
situaciones fortuitas durante la guerra de revolución habían sucedido a favor de los
rebeldes.
–El Muertero ya había derrotado al "Primer Caballero" – comenzó contando Sir
Gene –, le estaba dando el golpe final cuando llegó Sir Judas...
–Te sigo – Mikael intuyó que en ese momento le narrarían otro golpe de suerte
para Escorpión y sus huestes.
–Sir Phillippe se retiró del combate dejándole su lugar al "Ejecutor", quien logró
sostener un combate de igual a igual con el Muertero el tiempo suficiente para que
Lady Madeleine venciera a Flama, la sombra del Jinete Alado Inmortal, una vez que
las dos Espadas Reales de Arcadia pelearon juntas el Muertero no tuvo
oportunidad...
Mikael seguía pensando en Sir Judas, en alguna ocasión durante su
entrenamiento vio a su maestra sostener un combate amistoso contra el Muertero,
ganó el guerrero de Riazor, fue el combate más impresionante que había visto en su
vida y la única vez que vio derrotada a Daniela Malka, Thitus X debía ser un
combatiente sin igual.
–Ahora entiendo lo que dices, si "el Ejecutor" no hubiera llegado, el Muertero
habría matado a Sir Phillippe y después ayudado a Flama contra Lady Madeleine,
entonces el resultado de toda la batalla sería otro...
–Así es.
–¿Qué sucedió con Elohim?
–No pude ver su combate que se desarrolló a varios kilómetros de la batalla
principal. Al parecer Brahma y Kwan Yin lo vencieron.
–No lo creo, después les diré por qué...
–Si murió o no es otro cantar – dijo Jahziel levantando las manos –, Riazor al
igual que las demás provincias se rindió a los rebeldes, el grupo liderado por
Escorpión ha conquistado todo el país, sólo queda Ishtar.
–Caerá también – aseguró “Goliath”.
–No se confíen – los interrumpió Lady Deuther –. Kukulcán ya está sentado en
la silla y seguramente ha convocado a la sección Alianza del Tloque Nahuaque,
donde se encuentran los guerreros con el deber histórico de servir al Presidente,
Armand Yaotl era un interino, por esa razón nunca pudo convocarlos, pero con
Kukulcán de la Casa De Grieff es otra cosa, uno de sus protectores es totalmente
peligroso, es el guerrero llamado Hun-Camé, si ese chico ha liberado a su ejército
Moyocoyani los rebeldes están en serios problemas, los Moyocoyanis son sombras
controladoras de las cuatro principales energías elementales, además están los
Sindicatos de Ishtar y todavía hay muchos guerreros élite que no han definido su
bando, si se juntan en la defensa de la capital podrían vencer a los rebeldes.
–Tienes razón, Lady – respondió Sir Exxus –, pero esa por el momento no es
nuestra guerra, asistiremos a la ceremonia luctuosa de nuestros hermanos de Hamal
y después iremos a visitar a nuestros compañeros de Arcadia, ahora sabemos que
por lo menos quedan tres...
Sagath se paseaba entre todos los asistentes al servicio fúnebre de Lady Lyra
y sus compañeros, por más que lo negara se sentía mal por el fallecimiento de su
madre, aunque por otro lado estaba tranquilo de haber hecho las paces con ella
antes de que partiera a su última misión en el estado de Riazor.
Entre los asistentes hubo una persona que le llamó la atención, alguien a quien
tenía tiempo de no ver y que nunca pensó encontrarse en ese lugar, su hermana
Wendy, se acercó a ella y se colocó a su lado. Eunice, como ahora era conocida la
hermana de Sagath al pertenecer a la Guardia del Destino lo saludó hoscamente.
–¿Qué haces aquí?
Sagath le sonrió, su hermana se veía rara haciéndose la fría con él, tomó su
mano, Wendy sin voltear a verlo se la apretó.
–Aquí vivo, me estoy entrenando para ser un Caballero Fantasma.
–¿Crees servir para eso? Dicen que Hermes de Géminis te dejó al borde de la
muerte.
–Sí, es verdad y creo que fui afortunado, Outlaw y T-Rex no lo lograron. ¿Cuál
es tu pretexto para estar aquí? Deberías estar apoyando a tus nuevos compañeros.
–Tyr me permitió venir, tenía que asegurarme con mis propios ojos que esa
perra estaba muerta – Eunice señalaba la tumba vacía de su madre.
Sagath volteó a ver a su hermana, siempre había sido así, dura, sin embargo,
la relación de ambos siempre fue más que cariñosa, sabía que él era su adoración.
–Puedes creerlo, nuestra madre está muerta.
–Tuvo el fin que se merecía.
El amo de las cuerdas metálicas sintió un leve temblor en las manos de su
hermana, la soltó para poder abrazarla.
–Tranquila, todo va a estar bien, conmigo puedes desahogarte.
Wendy furiosa trató de zafarse del abrazo de su hermano.
–¡No necesito desahogarme! La maldita nos abandonó, nos dejó a nuestra
suerte con el sádico de Forcis...
–La verdad es que yo no lo sentí tanto, tenía al Dios del Rayo y sobre todo te
tenía a ti...
–Mi infancia fue miserable – se seguía quejando Eunice, convenciéndose de
que la muerte de su madre era justo lo que esa mujer se merecía –, ni siquiera pude
estar contigo, Forcis no lo permitió, tenía que ocultarme para poder verte, todo es su
culpa... ¡la odio! ¡No sabes cuánto la odio!
–Eso no es cierto, nuestra madre ha muerto, este es el momento de
despedirte...
Finalmente Eunice se derrumbó, abrazó con fuerza a su hermano y empezó a
llorar.
–¿Por qué se fue? ¿Por qué la mataron? Mamá era una tonta pero no era mala.
–Lo sé.
–Me iba a ver, yo no le hablaba pero ella se ponía a platicar conmigo, eso me
gustaba, su voz... la necesito Saggy, ya la había perdonado, sólo quería castigarla
por haber sido tan tonta, yo no quería que muriera.
–Tranquila.
–Antes de irse me fue a buscar, me abrazó y me dijo que me amaba, yo la
aparté con brusquedad, le respondí que estaba en una misión, que no me molestara,
me dolió mucho la cara de tristeza que puso cuando la traté así, en ese momento me
propuse que ya iba a ser buena con ella, te lo juro, pensaba hacer las paces con
ella, mi mamá murió pensando que la odiaba...
–Te aseguro que no, tú lo has dicho, mamá era una tonta y pensaba que sus
hijos en el fondo la querían, tú quédate tranquila. Te prometo que su muerte no
quedará sin castigo, una vez que obtenga mi espada del alfabeto antiguo cazaré sin
piedad a sus asesinos hasta acabar con ellos.
Eunice no dijo más, se siguió desahogando con su llanto en el hombro de su
hermano, aunque en su mente ya estaba empezando a planear su venganza en
contra de los Profetas.
Horas más tarde, como siempre que estaba a punto de salir a una misión,
Cross se encontraba sentado en la azotea del edificio más alto de la escuela
superior del Tercer Distrito, de alguna manera sentarse en las alturas le ayudaba a
relajarse y pensar, aunque en ese momento no podía hacer ninguna de las dos
cosas.
Se había encontrado sin querer con Elektra en las afueras de la escuela,
caminaba de la mano con Lúgh, ambos habían pasado de largo sin siquiera dirigirse
la palabra, Edgar por el contrario saludó a Cross y éste correctamente le devolvió el
saludo.
Cross se sorprendió de sus sentimientos, al ver a Elektra con alguien más no
se sintió furioso como se sentía al ver a Michelle con David Nexus o desilusionado
como cuando observaba a Caris con Siege y Deneb, se sintió triste, no pensaba
buscarla, no después de lo que había sucedido, no pensaba buscar a ninguna, pero
tampoco podía arrancarse los sentimientos negativos que tenía al verlas con alguien
más.
En ese momento sintió que alguien le tocaba el hombro, cuando volteó la vista
vio a Acuario, quien acomodó las manos en la estructura donde Cross estaba
sentado.
–Hola – saludó la protectora del décimo primer Círculo del Zodiaco.
–Hola. – Cross devolvió el saludo –. Ya te ves bastante más recuperada, parece
que estás lista para volver a molestar a quien se te cruce en el camino.
Acuario le pellizcó la mejilla a Cross sin hacer caso a sus palabras.
–¿Eres el verdadero?
Cross no pudo reprimir una sonrisa, Acuario siempre tenía la capacidad de
hacerlo sonreír.
–¡Por supuesto que lo soy!
–No lo sé... – Acuario le veía el rostro atentamente, lo estaba escrutando hasta
en el más mínimo detalle –. Te pareces al de antes, pensativo y lejano.
–A veces soy así – respondió Cross sin dejar de sonreír –. ¿Qué haces tú aquí?
–Ayudando en lo que pueda. – Acuario trepó a la estructura saliente donde
Cross meditaba y se acomodó a su lado, se asomó al vacío y le dio vértigo,
descubrió que le temía a las alturas desde su combate en contra de los Caídos, se
aferró al brazo de su compañero del Círculo del Zodiaco y se sintió más tranquila.
–¿Ya estás bien? – le preguntó Cross al ver su cara de espanto.
–¡Como nueva! – Acuario dobló su brazo izquierdo hacia la parte lateral de su
rostro para mostrar un invisible músculo a Escorpión –. Tú di dónde está la acción y
yo me encargo de todo...
–Perfecto... – Cross reía –. Dejaremos que tú te encargues de las misiones
difíciles y los demás seremos tu apoyo.
–Me parece bien – afirmó Acuario, después se puso seria –. ¿Y tus chicas?
–Se esfumaron – respondió Escorpión con cierta melancolía.
–¿Por el momento?
–No, para siempre.
–Sólo es una etapa – le dijo Acuario para consolarlo –, pronto se reconciliarán...
–No lo creo, Michelle tiene a su novio, Caris debe decidir entre sus dos
pretendientes y Elektra ya no me habla.
–Seguramente todo es tu culpa...
–No, te aseguro que me he portado bien – respondió Cross en tono de broma –,
simplemente ellas están locas.
–Mentiroso, tu mirada te delata, a ellas también, seguramente hiciste algo que
las hizo sufrir mucho.
–Así es – se sinceró el portador de Antares –. Aunque en mi defensa he de decir
que no sé un carajo de relaciones, nunca he tenido una.
–Eso no te lo creo...
–Digo la verdad, desde que yo recuerdo siempre quise a Christina Riazor pero
nunca pude estar con ella, no en una relación al menos, la perdí dos veces...
–¿Y las chicas?
–En el tiempo que estuve buscando a Christina se fueron metiendo en mi vida,
tampoco supe lidiar con eso... ¿cómo voy a resolver una situación amorosa tan
complicada si nunca he tenido novia? Al final creo que sucedió lo inevitable, hice mal
las cosas y lo perdí todo.
–No te preocupes, cuando se ama se perdona todo, al menos yo lo haría.
–Por eso eres única, Andrea, afortunadamente mis chicas no son como tú.
–¿Afortunadamente?
–Así es, lo mejor es que todo esto termine así.
–Creo que te equivocas.
–Espero que no, aunque me siento mal por lo menos ya no tengo esa opresión
en el pecho que sentía cuando estaba con las tres, ese miedo de elegir a una y
lastimar a las otras dos, así estoy más cómodo, si alguien de los cuatro debía acabar
mal en todo este asunto, me alegra ser yo.
–Eso sí te lo creo, pero no te preocupes, todavía me tienes a mí.
–Claro que te tengo, eres mi luz en estos momentos.
–Pero solo como tu amiga... ¿verdad? – Las palabras de Acuario encerraban
algo más que una pregunta, contenían esperanza.
–Sabes que si – respondió Cross sin percatarse de la mueca de decepción
esbozada por Acuario –, aunque es desagradable ver a mis chicas con alguien más,
es bueno saber que ya me empezaron a dejar atrás, sinceramente no me interesa ya
tener ninguna relación, ya lastimé a muchas personas y lo peor de todo es que
fueron a las que más quería, de todas ellas sólo me quedas tú.
Acuario sonrió y se recargó en el cuerpo de Cross.
–¿Las amas verdad?
–Así es, pero todo esto no es más que una burla del destino. Cualquier imbécil
en este mundo, incluyéndome yo, por supuesto, sería el ser más afortunado del
mundo si una de ellas lo quisiera. Sólo una. Pero las cosas no son así. En realidad
yo siempre he tenido suerte con las mujeres pero nunca he tenido ni puta idea de
qué hacer con ellas. Como ya te dije en mis épocas de estudiante sólo tenía a
Christina Riazor en la cabeza, después todo se fue al infierno. Mis chicas sólo se
merecen la felicidad, lo difícil de esta situación es que sé que las tres me quieren
como yo a ellas, eso es algo muy malo para todos, siento que me muero cada que
las veo con alguien más, me imagino que lo mismo sucede con ellas, esa es una
inquietud que siempre me acompaña, que ellas sientan lo que yo sentí cuando perdí
a Christina, es un dolor que no se lo deseo ni a mi peor enemigo, mucho menos a
alguien que amo como a Elektra, Caris y Michelle. Dicen que las experiencias
negativas en tu vida te hacen más fuerte, creo que es cierto, a mi corta edad y con lo
que he vivido estoy seguro que puedo soportar lo que sea, sólo una cosa me
derrumbaría y eso es que cualquiera de mis chicas sintiera lo mismo que yo cuando
perdí a Christina, el dolor del amor perdido, eso no podría soportarlo, así que si me
preguntan por qué no elijo a una de ellas mi respuesta siempre será la misma,
mientras más de una sienta algo por mí, jamás podré decidir…
Acuario no sabía que sentir, su corazón le decía que amaba al portador de
Antares pero la manera de expresarse de Cross le dejaba bien en claro que jamás la
amaría de la manera en que amaba a Elektra, Kharynna o Michelle, incluso pensó
que su amor hacia él era superficial, no concebía una forma de amar como la que le
expresaba su compañero, aun así se sintió feliz de que Cross confiara en ella hasta
el grado de expresar sus sentimientos, cosa que sabía no lo haría con nadie más, en
ese momento renunció definitivamente a él y decidió convertirse en su mejor amiga.
–No te preocupes por eso, siempre voy a apoyarte, con mis poderes psíquicos
voy a hacer que todo se te resbale, si ves a tus chicas con otros yo te haré
olvidarlo...
Acuario movía las manos enfrente de Cross como si estuviera haciendo un
truco de magia, el portador de Antares se las bajo mientras reía.
–Gracias, sí borras los malos recuerdos no me importa con quien vea a
Michelle, Elektra o Caris, lo importante es tenerte cerca de mí.
–Yo soy tu chica...
–Vaya que sí.
Cross abrazó a Acuario y la besó en la sien, guardó silencio y ambos se
quedaron contemplando el atardecer.
Después de hablar con Cross y Fenrir, Sir Phillippe se retiró a los pisos bajos
del edificio de la Ciudadela con Sir Judas y Lady Madeleine, cuando llegaron a su
cuartel improvisado, Sir Thomas los esperaba acompañado de Lothy y Ephra Nexus.
–Sir Phillippe – saludó "Nephilim".
–Sir Thomas – respondió secamente "el Primer Caballero" –, por fin se aparece.
–Vengo a entregarme, Sir, falté a mi juramento y a mis obligaciones para con la
Orden, aceptaré sin cuestionamientos el castigo que se me imponga...
–¿Resolvió sus asuntos?
–Saldé mis deudas – respondió el enorme Caballero Fantasma pensando en
sus fallecidos esposa e hijo.
–¿En su totalidad?
–Sí señor.
–Entonces no hay más que hablar, póngase su armadura y regrese a ocupar su
lugar en la Orden, están pasando cosas muy graves en el país que requieren su
atención y posiblemente nuestra intervención.
–Está bien. Sir.
Lothy tomó la mano de Sir Thomas y lo llevó a una habitación en donde estaba
guardada su impecable armadura negra y su capa con capucha que tenía grabado
su nombre en letras doradas y encima de éste encerrado en un triángulo del mismo
color la letra mayúscula que lo distinguíaμ χlpha (Α).
Gore Shmuel sonrió cuando vio su uniforme, sólo entonces se dio cuenta de
cuánto había extrañado vestir el negro que lo distinguía como el Gran Maestre de la
Orden, si sus compañeros de armas le permitían reintegrarse, ocuparía el resto de
su vida en arreglar las cosas que había hecho mal por influencia de su padre.
Cuando salió de la habitación notó que Lothy Nexus todavía lo esperaba,
aunque la chica y su hermano Ephra eran los alumnos personales y protectores de
Sir Phillippe y Lady Madeleine, los hermanos Nexus eran muy apegados a
"Nephilim" y al "Ejecutor".
–¿Todo bien Sir?
–Todo bien, hormiga... ¿cómo has estado?
–Como todos, preocupada por usted.
–Lo siento, pero había cosas que debía resolver.
–Usted no tiene que llevar la carga de todo, Sir, para eso estamos los que lo
queremos, para apoyarlo.
–Gracias... ¿y cómo ha estado el chapulín?
–Bien, como todos feliz por su regreso y el de Thitus...
"La hormiga y el chapulín”, eran los apodos que sólo Sir Thomas les decía a
Lothy y Ephra desde niños, una siempre fuerte y trabajadora y el otro hiperactivo,
siempre saltando por la atención de su gran héroe: Thitus X.
Cuando ambos llegaron a la estancia principal, Sir Phillippe y Lady Madeleine
tomaban café, el “Primer ωaballero” le ofreció una tasa a Gore, éste la rechazó.
–Esa es bebida para ancianos... ¿no tiene algo más fuerte?
Sir Phillippe riendo le señaló un pequeño bar.
–Sírvete lo que desees.
Cuando Sir Thomas fue rumbo al bar se encontró con la mirada inquisidora de
"la Espada Maestra". "Nephilim" tragó saliva.
–Lo de viejo lo dije por Sir Phillippe, en las damas el café las hace ver
sofisticadas...
–Idiota... – dijo con una sonrisa Lady Madeleine mientras daba un sorbo a su
café.
Nephilim se sirvió un whisky en las rocas, mientras apuraba un trago preguntó
por el compañero faltante.
–¿En dónde está Sir Judas?
–Ahora viene – respondió la Espada Real femenina –, Ephra se aferró a que lo
acompañara a ver su última colección de discos...
–Es raro – comentó Sir Thomas pensando en los dos guerreros faltantes –,
Thitus siempre ha sido un imbécil, eso sobra decirlo, pero con la hormiga y el
chapulín siempre se portó como un hermano mayor.
–Thitus ha cambiado, Gore, al igual que tú...
–Lo sé, Sir, noté su cambio cuando me encontró en Teotihuacán... ¿qué sucedió
con él?
–Nada, simplemente encontró su lugar en este mundo – explicó Sir Phillippe –,
al fin comprendió la importancia de la armadura que portaba y el compromiso que
conlleva su juramento.
–Me alegro, ese chico siempre me incomodó.
–Lo que son las cosas, Sir – comentó Sir Phillippe dando un sorbo a su café –,
tú no lo soportabas y él siempre te consideró su héroe y modelo a seguir. Tú seguías
ciegamente las órdenes de tu padre y él tu ejemplo...
–Los dos nos equivocamos.
–Yo creo que los dos estábamos en lo correcto, me refiero a que usted siempre
ha sido mi héroe y a que yo soy un cretino, pero lo que de verdad importa es que las
torres de Arcadia están de vuelta...
Sir Thomas volvió su cabeza a su espalda, vio a Sir Judas que estaba entrando
con Ephra en sus hombros, ambos guerreros chocaron sus enormes puños, las
diferencias entre ellos ya las habían resuelto en Teotihuacán. Sir Phillippe los veía a
ambos complacido.
–Ahora somos una verdadera Orden, el cambio siempre empieza por la casa
propia.
"El Clarividente" bajó de los hombros de Thitus y "el Ejecutor" se sentó con sus
compañeros de Orden para discutir los próximos movimientos que deberían hacer.
Sir Phillippe empezó su exposición.
–La guerra de los FILOS está a punto de llegar a su fin, sólo les falta librar un
último escollo.
–El más peligroso – completó Lady Madeleine.
–Así es, pero creo que ganarán, lo importante no es que obtengan el mando del
país, ese es muy difícil que lo pierdan a estas alturas de la guerra, lo importante es
parar a Kukulcán, matarlo o capturarlo, si ese chico logra escapar todo el país va a
estar en peligro constante...
–Creo que eso ellos lo saben mejor que nosotros, Sir, conozco de toda la vida a
Cross y Arlés, por algo van juntos en esa misión, harán lo que deban hacer –
concluyó Sir Judas.
–Creo lo mismo – respondió Sir Phillippe –, pero hay muchas otras cosas en
juego, cosas que nos corresponde a nosotros resolver como protectores del país.
–Lo escuchamos – Sir Thomas apoyó los codos en sus rodillas, entrelazó las
manos y encorvó su cuerpo, era un tic que tenía cuando deseaba poner atención.
–Aquí por lo que he indagado hay cuatro líneas de investigación que debemos
agotar, la primera es la referente a la revolución, el país entero prácticamente se ha
rendido a los rebeldes, debemos establecer una comunicación con el Cinturón...
–Sir Phillippe – interrumpió Ephra –, con todo esto se me pasó decirle, el
Cinturón desea hablar con usted, al parecer desean llegar a un arreglo con los
rebeldes y quieren que la Orden sea la intermediaria.
–Esas son buenas noticias – comentó el anciano caballero –, la segunda línea
de investigación tiene que ver con la guerra que disputaban Radamanthys y Elohim
por el control de las puertas del último piso de la Ciudadela.
–Elohim ha caído – comentó Sir Judas.
–Así es, hay que hablar con el siguiente al mando, Minos o Nix. Esas puertas
deben permanecer cerradas.
–¿Cuál es la tercera línea? – preguntó Sir Thomas.
–Nuestros hermanos de la Orden de Levit están haciendo una convocatoria para
una asamblea nacional, pero no sólo eso, al parecer a quien no está de acuerdo con
ellos lo eliminan, pelearon con las Órdenes de Ishtar y Riazor, al parecer Arcadia es
el último lugar que les queda por presentarse, debemos investigar a fondo cuáles
son sus intenciones antes de que nos visiten.
–¿Y cuál es la última línea de investigación, Sir? – preguntó "el Ejecutor".
–Saber cuál será la posición de los guerreros que se quedaron al margen en
esta guerra, muchos de ellos son muy poderosos, el conflicto post revolución puede
ser más peligroso que la guerra que estamos viviendo.
–Yo hablaré con nuestros compañeros de las otras Órdenes – se ofreció Sir
Judas –. Mis hermanos Meirelle y Craig pertenecen a las Órdenes que tuvieron
conflicto con Levit, veré que puedo investigar.
–Yo buscaré a Minos y Nix para saber en qué estado se encuentra la partida
ahora que Elohim ha caído – dijo Lady Madeleine –. Le pediré a Danny que me
ayude.
–Bien, entonces yo hablaré con Radamanthys y los otros guerreros que al
parecer no han definido bando, como Shalem Enoch y Rave Isa... – concluyó Sir
Phillippe.
–Si va a ir al paraje de Beocia será mejor que "el chapulín" lo acompañe, Sir –
propuso Sir Thomas preocupado por la seguridad del "Primer Caballero".
–No es necesario, "Nephilim", Ephra hace más falta aquí.
–El Cinturón ha doblado las manos, yo iré a platicar con ellos.
–Que Lothy te acompañe, Gore – dijo Lady Madeleine.
–Usted la necesita más, maestra.
–La Arcángel Tamiel estará conmigo, ella es más fuerte que tú y Lothy juntos,
aún no me fío de las intenciones del Cinturón...
Sir Thomas iba a inconformarse pero "la Ilusionista" lo interrumpió.
–Yo acompañaré a Sir Thomas, maestra, si intentan hacerle daño yo lo
defenderé...
Sir Thomas jaló cariñosamente una de las coletas de Lothy.
–Está bien. – Se rindió –. Después de hablar con los representantes del
Cinturón subiré con "la hormiga" al último piso de la Ciudadela, sólo para revisar que
todo esté bien.
–Perfecto. – Sir Phillippe se levantó –. Todos tenemos ya nuestra misión,
tomemos nuestras providencias y partamos cuanto antes.
SIR JUDAS
"El Ejecutor" fue el primero en salir, en su corcel alado se dirigió rumbo a Ishtar,
deseaba llegar y retirarse antes de que los rebeldes trataran de tomar la capital del
país. En cuanto llegó a la Ciudad Capital Assur se encaminó al edificio sede de las
Espadas Reales de Ishtar, no se encontró a ningún compañero, sólo a dos
estudiantes de la Academia Militar. Thitus los saludó.
–Buenas tardes.
–Buenas tardes, Sir – respondieron los dos muchachos que eran apenas unos
años menores que él, Sir Judas les calculó la edad de su hermano Craig.
–Busco a Lady Aliel.
–Todos la buscamos, Sir...
–Será mejor que se expliquen. – Thitus se preocupó de que su hermana hubiera
hecho una tontería, los castigos de la Orden generalmente estaban relacionados con
la muerte.
–"La Justicia Blanca" tuvo un altercado con el nuevo Presidente y después se
marchó sin avisar a nadie.
Sir Judas estaba intrigado, decidió hablar tranquilamente con esos chicos y ver
qué es lo que podía investigar.
–Creo que soy un mal educado, primero permítanme presentarme, mi nombre
es...
–"El Ejecutor" – interrumpió uno de los chicos con la vista hacia arriba
intimidado por el gran tamaño del guerrero Arcadiano –. Conocemos todo acerca de
los Caballeros Fantasmas, Sir, usted es una de las legendarias torres de Arcadia
junto con "Nephilim", nosotros en un futuro nos uniremos a la Orden...
Thitus no pudo evitar sonreír, le gustó que le llamaran "legendario" aunque
sabía que estaba muy lejos de serlo, no al menos como Sir Thomas, Lady Madeleine
y sobre todo Sir Phillippe, ellos si eran unas leyendas vivientes.
–Bueno, ya me conocen... ¿quiénes son ustedes?
–Mi nombre es Jeff Hobbs – respondió el otro chico – y mi amigo es Carlo
Tiberian, somos los alumnos más avanzados de nuestra generación, éramos los
guardianes personales del anterior Presidente.
–¿Y entonces?
–Kukulcán nos despachó – respondió Carlo Tiberian haciendo una mueca de
enfado.
–¿Y qué hacen aquí?
–Estamos buscando pistas para encontrar la espada del alfabeto antiguo Ji – le
contestó Jeff Hobbs tratando de señalar lo importante de su misión.
–Sigue perdida… – Sir Judas sabía que Gunnar De Grieff tenía que ver con el
asunto, pero no mencionó nada al respecto.
–Así es, Sir Daimon y Sir Baal fueron asesinados.
Sir Judas recordó que Ephra le contó que él personalmente se hizo cargo del
"Demonio", preguntó a los chicos si tenían alguna pista de los asesinatos de sus
compañeros de Ishtar.
–¿Qué han logrado investigar?
–Sabemos que el guerrero de Arcadia al que le dicen "el Clarividente" mató al
líder de la Orden, de Sir Baal aún no sabemos nada, sólo que encontraron su
cadáver totalmente drenado.
–¿Cómo saben lo del "Clarividente"? – A Thitus no le interesó lo de la espada
perdida ni cómo habían asesinado a Sir Baal, ya lo sabía, le preocupaba que hubiera
testigos de lo que había hecho Ephra.
–Fue filmado en el lugar donde peleó con Sir Daimon.
–¿La cinta?
–La hemos escondido, Sir.
–¿Alguien más sabe lo que me están diciendo?
–Lo de Sir Baal lo saben todos, lo de Sir Daimon sólo nosotros dos...
De inmediato Sir Judas pensó en ocuparse él mismo del asunto, debía callar a
esos chicos para que no delataran a Ephra, el asesinato de un Caballero Fantasma
era castigado con la muerte, el anterior Thitus los hubiera matado para cortar el
problema, pero él ya no era así, debía pactar con ellos.
–Escuchen bien lo que les voy a decir, nosotros enviamos al "Clarividente" a
ocuparse de Sir Daimon...
–¿Por qué harían eso, Sir? – preguntó un asombrado Jeff Hobbs, jamás pensó
que la Orden de Arcadia estuviera involucrada en el asesinato de un Caballero
Fantasma de Ishtar, eso significaría el rompimiento entre ambas Órdenes y tal vez la
guerra...
–"El Demonio" era un traidor al estado, estaba conspirando contra el Presidente
y contra nuestro Gran Maestre...
–¿Sir Thomas?
–Así es, también quería deshacerse del más grande Caballero Fantasma de
todos los tiempos...
–¿Quería matar a Sir Phillippe? – preguntó Carlo Tiberian, ni él ni Jeff Hobbs
creían lo que estaban escuchando, pero no les extrañó del "Demonio", sabían la
clase de calaña de persona que era el fallecido Sir Daimon.
–Correcto...
–¿Y por qué no tomaron el asunto en sus manos? – preguntó Jeff Hobbs –.
Podían hacerlo...
–Es una larga historia que después les contaré, por ahora sólo les baste saber
que Sir Thomas estaba desaparecido en una misión personal y yo lo estaba
buscando a él, Sir Phillippe y Lady Madeleine no podían dejar el edificio de la
Ciudadela, algo se tenía que hacer, "el Demonio" era muy peligroso...
–Lo entendemos.
–Necesito por favor que esto quede entre nosotros...
–Sir, lo que nos pide es muy serio.
–No sé si ustedes conocieron personalmente a Sir Daimon y a Sir Baal, ambos
eran una porquería de personas, como el que pretende ser nuestro Presidente,
escuchen bien, chicos, Kukulcán no va a durar mucho en la silla, los rebeldes lo van
a derrocar.
–Estudiamos con Sir Baal y sabemos la clase de calaña que era – comentó Jeff
con desprecio al recordar a su fallecido compañero de clase –, Sir Daimon lo nombró
Caballero Fantasma en un acto injusto y unilateral, Carlo y yo éramos los
estudiantes más avanzados...
–Lo que dice Jeff es cierto, Sir – Carlo apoyaba a su amigo –, además no creo
que los rebeldes puedan derrocar a Kukulcán, hemos visto a su ejército de
Moyocoyanis, son muy poderosos...
–Lo mismo se decía de los demás Patriarcas y todos han caído, las Espadas
Reales de Arcadia somos de los más influyentes en toda la Orden de los Caballeros
Fantasmas, puedo interceder porque les den una oportunidad a ustedes para vestir
la armadura blanca...
–¿Nos está comprando, Sir?
–¿Carlo verdad? – Thitus señalaba al más alto de los dos estudiantes.
–Sí señor.
–No amigo, ustedes tienen la solvencia moral para ser unas mejores Espadas
Reales que "el Demonio" y Sir Baal, mi ofrenda es sincera y sin pedir nada a cambio,
sólo les informo una cosa, los Caballeros Fantasmas de la Orden de Arcadia
defenderemos con nuestra vida la integridad física del "Clarividente".
–Sir, confiamos en su buen juicio, no queremos ser los causantes de una guerra
interna en la Orden, dejaremos que sea Sir Astaroth quien decida que hacer...
–Estoy de acuerdo ωarlo... ¿Qué me dicen del “Duque”?
–Es mi hermano mayor – explicó Carlo Tiberian –, sirve por completo al nuevo
Presidente.
–¿Está de acuerdo con sus políticas?
–"El Duque" es una piedra, Sir, nadie sabe lo que piensa o qué pasa por su
cabeza.
–Eso es cierto... – Thitus pensó en el siempre serio y hermético Sir Astaroth –.
¿Y el Presidente?
–Un loco enfermo que va a destruir el país...
–Será detenido, ténganlo por seguro, si no por los rebeldes, sí por los
Caballeros Fantasmas. Me retiro, fue un placer conocerlos y quedo a sus órdenes...
–Sir... – interrumpió Jeff antes de que Thitus se fuera –, hay otra cosa...
–¿Qué sucede?
–Tenemos un prisionero, un espía de los rebeldes...
–¿Quién es?
–Dice llamarse Saipher Rigel...
Thitus de inmediato supo de quién se trataba, uno de los pocos guerreros del
país que lo superaba en tamaño.
–¿Ustedes capturaron a Orión?
–Sí señor... – contestó con total seguridad Carlo Tiberian.
–No tanto como eso, Sir, me sorprendieron espiando y llegamos a un arreglo, yo
no opondría resistencia mientras ellos no me delataran... y aquí estamos.
Carlo y Jeff no creían lo que veían, estaban seguros que tenían a Orión preso
bajo llave, pero ahora se encontraba observándolos sentado en una viga en el techo,
de un movimiento saltó hasta donde se encontraban los aspirantes a la Orden y "el
Ejecutor".
–¿Por qué no te has ido? – preguntó Sir Judas.
–Aquí hay demasiada información, al parecer los rebeldes vendrán a tomar
Ishtar, no tiene caso que me mueva, prefiero quedarme y ayudarles...
–Eso es cosa tuya.
–Así es, pero ahora he cambiado de idea, me intriga lo que estás haciendo... –
Orión sabía que Sir Judas era un gran embustero –. ¿Qué es lo que tramas?
–Nada, sólo estoy recabando información.
–¿Te molesta que te acompañe?
–No, me vendrán bien un par de manos si las cosas se ponen violentas, contigo
a mi lado cualquiera lo pensará dos veces antes de atacar.
–Lo siento, Orión, pero no puedes irte... – amenazó Carlo Tiberian.
–Déjenlo – Sir Judas señaló a los dos chicos que aspiraban a ser Caballeros
Fantasmas –, Orión puede irse cuando quiera y ustedes no pueden impedírselo, los
mataría antes de que pudieran defenderse.
Jeff y Carlo voltearon a ver a Orión, éste les apuntó con el dedo índice de su
mano derecha formando una pistola imaginaria, hizo un chasquido con la lengua
simulando disparar mientras cerraba el ojo derecho, Sir Judas se encaminó a la
salida.
–¿Vas a venir o no?
–Voy – respondió el gigante.
Los aspirantes se rindieron, sólo observaron cómo se alejaban el Bérserker
Celestial y el Caballero Fantasma, Carlo le gritó a Sir Judas:
–¡Entonces nos recomendará para ingresar a la Orden...! ¿Verdad Sir?
–Cuenten con ello, no sólo yo, toda la Orden de Arcadia lo hará.
En cuanto "el Ejecutor" y "el Cazador" salieron del edificio sede de las Espadas
Reales de Ishtar, fueron abordados por "el Duque".
–¿A dónde creen que van?
Sir Judas volteó a ver a su compañero de armas de Ishtar, se alegró de haber
permitido a Orión que lo acompañara.
–Será mejor que no trates de detenernos, Sir, odiaría dejar a Ishtar sin Espadas
Reales...
Sir Astaroth le dedicó una mirada hostil y de desprecio a los dos guerreros y se
llevó la mano a su espada.
–Yo no soy tan débil como "el Demonio" o "el Mortífero".
–Lo sé... – le respondió Sir Judas –. ¿En serio intentarás detenernos?
–Depende... ¿qué hacen aquí?
–Orión es un espía de los rebeldes, yo vine a buscar a mi hermana...
Sir Astaroth volteó a ver al Bérserker Celestial, quien levantó la mano derecha
a modo de saludo y le dedicó una gran sonrisa, una mueca totalmente
despreocupada que le decía al Caballero Blanco que no le podría impedir irse de
ahí. “El Duque” prefirió seguir hablando con su compañero de armas.
–Lady Aliel se marchó.
–Ya lo sé... ¿Enojada?
–No, lo que le sigue, el Presidente la humilló públicamente, no la culpo.
–¿Y tú?
–Cumplo mi obligación.
–¿Qué sucederá cuando vengan los rebeldes? – preguntó Orión.
–Yo cumpliré con mi estricto deber, defenderé a mi Presidente hasta que caiga,
entonces juraré fidelidad al nuevo Presidente...
–Eso suena a traición – comentó el Bérserker Celestial, pensaba en lo cierto
que eran los rumores que la Orden de Ishtar estaba podrida desde sus raíces.
–El tipo está loco, Orión – se defendió "el Duque" –, pero su poder está fuera de
este mundo, para derrocarlo los rebeldes tendrán que sangrar...
–Ya lo han hecho, Sir – le respondió Orión –, ellos están haciendo el trabajo de
las Espadas Reales y lo seguirán haciendo hasta lograr el cambio por el que pelean.
–¿Algo más en lo que los pueda ayudar?
–De hecho sí, Sir. – Sir Judas se acercó al "Duque" –. ¿Sabes cuáles son las
intenciones de los Guerreros del Libro Sagrado?
–¿Los Caballeros Azules ya los visitaron?
–Aún no – respondió Thitus –, al parecer somos los últimos en la agenda.
–Según lo que nos dijeron quieren recomponer la Orden, están dispuestos a
todo por ello, estuvimos a punto de pelear.
–¿Qué los detuvo?
–Tu hermana, Lady Aliel rompió nuestra formación y accedió presentarse en la
Asamblea Nacional a la que están convocando, yo también acepté ir, tengo
curiosidad de escuchar lo que quieren tratar.
–¿Sir Daimon y Sir Baal?
–Enfrentaron a los Caballeros Azules, obviamente perdieron.
–Pero los Guerreros del Libro Sagrado no fueron quienes los mataron...
–Es difícil saberlo, por eso tendrán que responder los miembros de la Orden de
Levit en la Asamblea, los acusaré directamente del asesinato de mis compañeros,
ellos tendrán que demostrar que no lo hicieron...
–¿Tú qué crees?
–Que "el Demonio" y "el Mortífero" merecían morir, si estuvieran vivos serían los
guerreros perfectos para Kukulcán.
–Gracias por la información.
–Será mejor que se vayan antes de que los Moyocoyanis que patrullan la zona
los vean.
–¿A dónde vas tú? – le preguntó Sir Judas.
–A darles un sermón a los dos idiotas que están ahí adentro – Señalaba el
edificio sede de la Orden de Ishtar.
–¿Merecen pertenecer a la Orden?
–Más que tú y yo, "Ejecutor".
Sir Judas y Orión se fueron de Ishtar en el corcel alado negro del Caballero
Fantasma, en el camino los dos guerreros estaban discutiendo acerca de qué es lo
que iban a hacer.
–¿Cuál es tu próxima parada? – preguntó el Bérserker Celestial.
–Necesito encontrar a mis hermanos... ¿puedes ayudarme?
Con la ayuda de Orión, Sir Judas encontró a Craig en el Paraje de Beocia, el
Caballero Fantasma ingresó solo en ese lugar, ambos coincidieron en que era
demasiado peligroso que Saipher también entrara, el peso extra en el corcel alado
podría ser la diferencia entre la vida y la muerte.
Las bestias del lugar no molestaron a Thitus, algo en él los hizo dejarlo en paz,
percibieron en su energía la esencia de Craig, una vez que Sir Judas llegó a la
biblioteca prohibida se encontró con su hermano que lo esperaba en la puerta.
–¿Qué haces aquí, Thitus?
–Buscándote.
–¿Ya empezó la cacería?
–¿De qué me estás hablando?
Craig observó fijamente a su hermano, en verdad ignoraba de qué estaba
hablando, Thitus aún no sabía de la deserción de los Profetas, "el Artista" decidió
indagar sobre la extraña visita del "Ejecutor".
–¿A qué vienes exactamente?
–Al parecer los Caballeros Fantasmas de la Orden de Levit están llamando a
una Asamblea Nacional y se están poniendo violentos si su convocatoria no es
aceptada por las diversas Órdenes, quería saber la opinión de los Profetas, por lo
que me dijo Sir Phillippe ustedes no aceptaron el acuerdo y su edificio sede fue
derrumbado...
Craig movió la cabeza negando por lo bajo, después observó a los ojos a su
hermano.
–No tiene caso ocultarlo si de todas formas te vas a enterar. Es cierto lo que
dicen, todo, pero lo que no saben es que hay Órdenes que no sólo están de acuerdo
con los Guerreros del Libro Sagrado, los apoyan en su irracional convocatoria...
–¿Quiénes?
–Los Herreros, ellos son los que destruyeron nuestras instalaciones en Lacerta.
–Hubo batalla...
–Fue inevitable.
–Si tú estás aquí debo pensar que los Herreros están muertos...
–Así es, ellos lo empezaron, nosotros lo terminamos.
–¿No era más fácil presentarse a la Asamblea Nacional?
–Nuestros valores e ideales chocan con los de Levit y Hamal, no tiene caso
asistir.
–¿Y tu uniforme? – Sir Judas notó que su hermano vestía ropas de una persona
común y corriente –. Tenía años que no te veía vestido de civil...
–Lo boté por ahí, decidimos dejar de pertenecer a una Orden represora...
–No todos somos como los de Levit...
–Vamos Thitus – exclamó Craig burlándose de su hermano mayor –, no
pretendas portarte como un moralista ahora, de todos los Caballeros Fantasmas tú
eres el peor, eres un escupitajo permanente para la Orden...
–Estoy tratando de cambiar.
–Suerte con eso.
–Entonces... ¿la renuncia de los Profetas a la Orden es inminente? ¿No puede
discutirse en la asamblea a la que están llamando los Guerreros del Libro Sagrado?
–Así es, puedes ir con el chisme con tus perros...
–¿Entregarán las espadas del alfabeto antiguo? – Thitus pensaba a futuro, la
Orden no les permitiría a los Profetas conservar sus armas.
–No, son muy útiles, las conservaremos...
–¿Cuál es tu objetivo y el de tus compañeros? Quiero pensar que están dejando
la Orden por un bien que ustedes consideran superior.
–Así es, me extraña que por fin uses la cabeza, nuestro objetivo es crear un
país nuevo y mejor.
–¿Cómo lo piensan hacer?
–Para decírtelo tendrías que unirte a nuestro movimiento, pero lo siento, no
aceptamos mierda...
Thitus hizo caso omiso del comentario de su hermano, sabía que lo estaba
retando a propósito.
–Está bien, Craig, ya estás grandecito para saber las consecuencias de tus
actos.
–¿Me estás amenazando?
–No, haz lo que quieras.
–Lo estoy haciendo, diles a todos tus amigos que se vayan al diablo, los
Profetas nos cagamos en todos ustedes, acabamos con los Herreros, los Caballeros
Fantasmas con la formación de combate más poderosa, pueden venir a retarnos los
que quieran, igual los mataremos.
–Mensaje recibido, hasta luego hermano.
–Una cosa más Thitus.
–¿Qué sucede?
–No fuiste invitado en este lugar, tu presencia es considerada non grata, espero
sinceramente que logres salir...
Thitus le lanzó una mirada de furia a su hermano, convocó a su corcel negro
alado y salió de ahí a toda velocidad, sabía que las bestias del lugar lo atacarían.
Craig entró a la biblioteca prohibida como si nada hubiera sucedido, iba rumbo a su
habitación cuando se encontró a su madre de frente.
–¿Con quién hablabas? – le preguntó Janette Azzán, le había parecido oír una
voz conocida.
–Con nadie... – le respondió Sir Baruch secamente, le dio la vuelta y siguió su
camino.
–Craig... – La Princesa agarró por el brazo al menor de sus hijos con firmeza.
–No te metas en lo que no te incumbe madre.
–Voy a ver.
–Espera – Craig no deseaba que su madre se encontrara con Thitus y menos
aún que se enterara de su plática, conocía de sobra a su hermano mayor y sabía
que le contaría todo –, era Gorthys, sólo venía a informar que Elohim envió a Rave
Isa a buscarte a ti y a mi tía Thora.
–Será mejor que tu tía y yo vayamos a Riazor para platicar con nuestros
compañeros, esto ya no me está gustando...
–Ustedes ya no tienen compañeros – Darius Rashad estaba en las puertas de
su oficina –. El Hereje, el Muertero y la Religiosa fueron derrotados por los
rebeldes...
–¿A qué te refieres con derrotados? – preguntó con temor Janette.
–¿A qué más va a ser? – respondió de mala gana el viejo bibliotecario –. Los
rebeldes los mataron, a ellos y a sus sombras.
–No puede ser... nadie puede vencer a Roswell...
–Mira Janette – Darius Rashad quiso ser lo más claro posible –, ni tú ni tu
hermana son rehenes en este lugar, están aquí por su propia voluntad, si quieren
irse háganlo ahora, es su única oportunidad, pero no podrán regresar, esto no es un
juego.
Thora estaba llegando en ese momento.
–Darius, ya hemos elegido nuestro bando, pero necesitamos saber qué fue lo
que sucedió.
–Tengo espías en Riazor, lo sé todo – dijo el vigilante de la biblioteca prohibida
–, Rave Isa los traicionó, sólo observó cómo mataban a tus compañeros.
–¿Rave? – preguntó Thora sin creer en las palabras del viejo –. ¿Por qué haría
eso?
–Búscalo y pregúntale...
–¿Y qué hay de los Jinetes Alados Elementales, del Aprendiz y de Shemhazai?
–El Consejo de Gobierno de Riazor prohibió a los Elementales combatir,
Shemhazai se negó a ayudar a Elohim, del Aprendiz no se sabe nada.
–¿Thora? –Janette miraba a su hermana en busca de consejo.
–Ha pasado lo que nos dijo Darius – comentó la Amazona con resignación –,
Elohim está solo y perseguido, es un riesgo para nosotras, no podemos seguirlo, si
Roswell, Jonas y Judith murieron seremos consideradas unas traidoras tanto por
Samir como por Elohim, ahora estamos solas...
–Elohim se vengará en el futuro y ya sabes cómo es él – se quejaba la Princesa
–, yo no quiero enfrentarme a su furia.
–No habrá futuro para él, yo me encargaré de eso – dijo Darius.
–Madre – Craig tomó la mano de Janette –, este es el único bando ganador, las
puertas del último piso de la Ciudadela ya han sido abiertas, no hay marcha atrás,
nuestra venganza contra Odín ya ha sido completada, está muerto, debes decidir
ahora qué vas a hacer...
–¿Qué has dicho? ¿La última puerta? ¿Por qué harían eso? Nos han
condenado, ahora todos vamos a morir... – dijo la Princesa mientras golpeaba un
muro.
–No Janette – el viejo bibliotecario trató de calmar a la madre de Craig –, yo
puedo controlar a los...
–¡No Darius! – La Princesa interrumpió de tajo a su anfitrión –. ¡No puedes! Nos
has condenado a todos...
–No sé de qué te quejas – le respondió Darius sonriente –. La sombra de tu
hermana, Psico, ayudo a abrir esas puertas...
Janette volteó a ver sorprendida a su hermana, quien se veía totalmente
nerviosa, no deseaba que la Princesa supiera que ella también había ayudado en la
misión de abrir las puertas del último piso de la Ciudadela, mintió.
–Yo no lo sabía, hemos soltado por completo a nuestras sombras y cumpliendo
el pacto con Darius dejé a Psico a la orden de Craig y sus compañeros, de verdad
que no lo sabía…
Craig iba a delatar a su tía pero Darius se lo impidió levantando la mano y
llevándosela a los labios, la ayuda de la Amazona y Psico fue fundamental para el
éxito de la misión, si Thora no deseaba que su hermana lo supiera él no tenía
problema con eso, se había ganado su silencio.
–¡Vámonos Thora! – Lo último que escuchó la Princesa fue más de lo que pudo
soportar, en su estado actual, Psico podía tomar sus propias decisiones, debían
alejarse cuanto antes de esos traidores al país.
–Debes apoyar a tu hijo... – contestó una temerosa Thora de enfrentarse a sus
enemigos sólo con la ayuda de Janette.
–Hermana – la Princesa tomó la mano de la Amazona –, siempre hemos estado
juntas, los hijos van y vienen, nosotras somos eternas, necesitamos apoyar a
Elohim...
–Madre, si sales por esa puerta serás mi enemiga... – amenazó Craig cansado
de escuchar las quejas de la Princesa.
La Princesa no dijo más, se encaminó a la puerta, después de pensarlo un
momento, Thora siguió a su hermana. Sir Baruch le dirigió unas últimas palabras a
Janette.
–No olvides que esto fue tu decisión, madre.
En cuanto las hermanas Azzán salieron de la Biblioteca Prohibida, se
encontraron con todo tipo de bestias gigantescas esperándolas.
–¿Lista hermana? – preguntó Thora.
–Lista – respondió Janette colocándose su capucha en la cabeza al tiempo que
establecía su armadura metálica, se alegraba de que junto con su hermana
decidieron que sus sombras no estuvieran en el mismo sitio que ellas, así no las
podrían matar de manera definitiva.
LADY MADELEINE.
Daniela Malka platicaba con sus nueras en la escuela de educación superior
del Tercer Distrito cuando se percató del corcel negro alado que descendía del cielo,
en cuanto vio a su antigua amiga le hizo señas para que la observara.
Una vez que Lady Madeleine tocó suelo su bestia desapareció, la Espada Real
abrió los brazos y Daniela Malka la abrazó.
–No sabes cuánto sufro al verte, Dany – dijo la Directora de la principal escuela
del Cinturón mientras veía el rostro de su amiga –. No es justo que te veas tan joven
si somos de la misma edad...
–Te aseguro que no quieres seguir mi receta de la juventud – le respondió
Daniela Malka mientras una mueca se formaba en sus labios –, perderías a toda la
gente que te importa.
–Lo sé, aun así me da rabia.
–¿Buscas a mi hijo?
–No esta vez, amiga, vengo por ti.
–¿Asunto...?
Lady Madeleine apartó a Daniela Malka para contarle lo que sucedía, la
Arcángel Caído mientras escuchaba a su amiga tomó una roca de un jardín y se la
lanzó a Michelle golpeándola en la cabeza.
–¡Ayyy! – gritó la pelirroja –. ¿Por qué hizo eso?
–Es de mala educación escuchar las conversaciones ajenas... – le respondió
Daniela Malka viéndola con severidad –, baja la intensidad de tu sentido del oído.
–¿Y no podía simplemente bloquearme? – Pariel se seguía quejando mientras
se dolía de la cabeza.
–Es lo que estoy haciendo.
Michelle se levantó enojada y se fue murmurando maldiciones.
–Esto no vale la pena si tengo que aguantar a esa señora...
–Yo también tengo buen oído, Michelle... – le advirtió la Arcángel Caído
levantando una segunda piedra.
–No dije nada – respondió la pelirroja con una voz mucho más calmada –, ya
me voy...
–Ustedes también busquen algo que hacer – Tamiel volteó hacia Caris y
Elektra.
Las dos chicas inmediatamente se levantaron y se retiraron, ya habían sufrido
también más de un par de veces los regaños físicos de "su suegra".
–¿Los prospectos de tu hijo? – preguntó la Espada Real femenina de Arcadia
intentando contener la risa.
–Ese cabeza dura no se merece a esas niñas – sentencio la ex Primera Dama.
–¿Será que acaso quieres a tu hijo sólo para ti?
–No, pero esas chiquillas se merecen lo mejor, en algún momento dos de ellas
van a sufrir mucho, entre más las conozco más me duele.
–Pero Cross en algún momento tendrá que decidir...
–Así es.
–Pues si yo hubiera conocido a alguien como él, te aseguro que no hubiera
terminado con un vejete veinte años mayor que yo...
–Ya basta, Ruth – amenazó Daniela Malka con el puño cerrado a su amiga –,
con tres pretendientes tengo, Cross te estima mucho y no quiero a una más
peleando por su amor.
–Y yo a él – respondió "la Espada Maestra" lanzando una sonora carcajada
mientras se recargaba en el hombro de su amiga para no caer –, uno de mis mejores
alumnos y el más entrañable. ¿Y tú cómo te sientes?
–Como en un sueño, amiga, estoy feliz con mi niño.
–Disfrútalo, en este mundo en el que vivimos no sabes cuándo lo vas a perder,
mi bebé, mi Mefistófeles tenía su edad cuando le cortaron las piernas... – una
lágrima corrió por la mejilla de Lady Madeleine que había dejado de sonreír.
–Amiga, no te pongas así – Daniela Malka abrazó a Lady Madeleine –, tú tienes
a tus nietos, a todos vivos a pesar de la guerra, disfrútalos a ellos.
–Tienes razón – dijo la Espada Real enjugándose la lágrima –, otro de los
problemas que trae la edad, una se vuelve más sentimental.
–Y tienes derecho a ello.
–Tal vez, pero no por ahora.
–Me estabas contando el motivo de tu visita.
–Es verdad, pasa lo siguiente...
Lady Madeleine le contó a Tamiel los detalles del conflicto por el control de las
puertas del último piso de la Ciudadela.
–Eso se oye fatal... – comento la Arcángel Caído llevándose la mano al mentón
–. ¿Acaso los problemas nunca terminarán?
–Parece que no. ¿Me ayudarás?
–Por supuesto, pero vamos por alguien que necesitamos para encontrar a
Minos, seguramente los Guardianes del Destino saben en dónde se encuentra Nix,
primero hablaremos con ellos.
–De acuerdo... ¿por quién quieres ir?
–Por Edgar De Grieff.
–¡Es verdad! Oberón ha adquirido los poderes de Fafner, él encontrará a Minos.
–Así es. Y también me dará un medio de volar más cómodo que tu bestia alada,
Oberón también puede transformarse en el Dragón Oscuro...
Cuando se dirigían a buscar a Lúgh, se cruzaron con Póllux y Addy que
discutían acaloradamente, Daniela tomó el brazo de Ruth.
–Espera un momento, estos chiquillos podrán estar cambiando el rumbo del
país pero se comportan como unos bebés, mi trabajo aquí nunca termina.
Daniela Malka se acercó al ahora gemelo menor y a la hija del fallecido Elan De
Grieff.
–¿Qué es lo que sucede? Sus gritos se escuchan en toda la escuela.
–Señora Cross... – saludó el ahora gemelo menor dejando a un lado la
discusión con su novia.
Tamiel golpeó en la cabeza a Póllux.
–Ya te dije que no me digas así, mi nombre es Daniela Malka.
–Sí, perdón señora – respondió Póllux doliéndose del golpe de la Arcángel.
Lady Madeleine no pudo evitar reírse, Daniela le dirigió una mirada
recriminatoria, la Espada Real de Arcadia se volteó. Tamiel le preguntó a Póllux:
–¿Por qué están gritando?
–Es que en un rato más Cas y yo saldremos a Ishtar con Cross y mis hermanos
– explicaba Póllux.
–¿Y cuál es el problema? – preguntó Daniela Malka aunque ya se imaginaba la
respuesta.
–Que Addy quiere venir.
–Muchachita – Daniela Malka veía fijamente a Luzbel –, creo que quedó bien
establecida y clara la orden de mi hijo de que únicamente saldrían a combatir los
guerreros que se seleccionaran, nadie más.
Con lo que había sucedido el dulce carácter de Addy había cambiado, ahora
era más rebelde, más como su fallecida hermana gemela Esther.
–Este no es mi movimiento y Cross no es mi líder – le espetó a su compañera
de la Legión de los Iluminados –, a donde vaya Póllux iré yo...
–No niña. – Daniela tomó a Addy del brazo y se la llevó con ella –. Tú nos vas a
ayudar a nosotras, tus poderes nos vendrán bien.
–No, yo... – Addy De Grieff hizo un último intento por oponerse tratando de
zafarse del agarre de la madre de Cross.
–Tú nada – el Arcángel Caído conocido como "la perfección de Dios" apretó con
más fuerza el brazo de la chica –, vámonos.
Póllux le sonreía a su novia mientras Daniela Malka se la llevaba.
–Será mejor que no te resistas, linda, la señora Cross es implacable...
Addy casi a rastras le dirigió una mirada despectiva a Póllux y después se
volvió hacía Tamiel.
–Está bien, señora, iré con usted pero suélteme, me lastima... ni Póllux me
agarra con esa firmeza, ¿de dónde saca tanta fuerza?
Ocultas tras una jardinera, Caris, Michelle y Elektra veían cómo su suegra
dominaba a otra chica más.
–Se los dije – susurró Elektra –. La fuerza de esa señora no es normal...
–Ya lo sé – confirmó Michelle mientras se seguía doliendo de la cabeza –. Es
una salvaje, es más fuerte que Cástor...
–Sí, pero no la cambiaría por nada... – comentó Caris sonriendo.
–De acuerdo – respondieron al mismo tiempo Elektra y Michelle.
Edgar De Grieff platicaba con Fausto pero su mente en realidad estaba con
Elektra, no podía olvidar el episodio de hacía un rato, se sentía feliz porque Elektra
había aceptado su mano pero después se dio cuenta que sólo lo había utilizado para
encelar a Cross, eso le dolió, pero al ver la reacción de Escorpión también se
esperanzó, quizá al final sí tendría una oportunidad con Elektra... Seguía en sus
pensamientos cuando su primo le señaló a Daniela Malka y Lady Madeleine que se
dirigían hacia ellos. Balar saludó a la Espada Real.
–Abuela... ¿qué haces por aquí?
–Trabajando, hijo, venimos por Edgar.
–¿Qué se te ofrece, tía? – preguntó Lúgh.
–Necesitamos encontrar a alguien... – respondió Tamiel.
–Entonces yo soy su hombre – respondió el líder de la Armada Elemental
golpeándose el pecho.
–Fausto... también estamos buscando a tu madre – inquirió Lady Madeleine.
Balar bajó la mirada, después le dio a Lady Madeleine la fatal noticia.
–Mi madre fue asesinada en el Segundo Distrito por Horus, abuela.
Ruth Yaotl se llevó la mano derecha a la boca, hacía poco tiempo ella misma
trató de matar a Nix, no sabía que decirle a su nieto, sólo lo abrazó.
–Esta guerra está cobrando demasiadas vidas, todo el tiempo estamos
recibiendo noticias fúnebres... ¿cómo te encuentras?
–No lo sé – respondió Fausto devolviendo el abrazo a su abuela –, como todos
los que han perdido a alguien en esta guerra, supongo, hay que seguir adelante.
–¿Cómo están los demás? Natalie...
–Ahora no podemos lamentarnos, abuela, estamos en el último paso, hay que
seguir adelante, cuando todo esto termine, honraremos y lloraremos a nuestros
seres queridos que dieron la vida por un ideal, empezando por mis padres...
–Así lo haremos, hijo.
Lady Madeleine besó en la sien a su nieto, al ser el único de los hijos de
Mefistófeles que se quedó a vivir en el Cinturón del edificio de la Ciudadela, era con
el que mantenía la relación más cercana. Daniela Malka interrumpió el momento.
–Debemos hablar con los Guardianes del Destino...
–¿Sabes en dónde están, Fausto? – preguntó la Espada Real a su nieto.
–En el Quinto Distrito – respondió Balar –. Nergal, y Tyr conocen perfectamente
ese lugar, ahí crecieron, esperan por Minos. Eunice fue al funeral de su madre en
Hamal.
Daniela Malka ya había puesto al tanto a Lady Madeleine de la muerte de los
Herreros, lo del fallecimiento de Nix era algo que los hijos de la Guardiana del
Destino se habían reservado, era por una lucha ajena a la revolución de los FILOS.
–¿Puedes encontrarlos, Lúgh? – preguntó Lady Madeleine.
–Oberón puede hacerlo.
Sin más tiempo que perder la Espada Maestra convocó a su corcel alado, por
su parte, Lúgh y las Arcángeles se fueron en el lomo de Oberón transformado en el
Dragón Oscuro.
En cuanto sobrevolaron el Quinto Distrito, a una orden de Edgar De Grieff, una
segunda cabeza sobresalió del cuello de Oberón, de su cuerpo emergió un dragón
de dos patas con las características y el poder de Fafner.
El dragón de tierra aterrizó en el Quinto Distrito y de inmediato se puso a
buscar a los Guardianes del Destino, los encontró en el sitio donde anteriormente se
guardaba la llave de las puertas del último piso de la Ciudadela, detrás del estadio
de eventos deportivos. Tyr saludó a sus inesperados visitantes.
–Buenas tardes...
Los cuatro guerreros una vez que estuvieron en tierra firme fueron a hablar con
los Guardianes del Destino. Lady Madeleine tomó la palabra.
–¿Qué hacen aquí, Bonzzo?
–Esperamos a Minos y nos ocultamos de Horus.
–Ya nos dijo Fausto lo que sucedió con Nix...
–Ella era nuestra líder, no sabemos mucho de cómo está la situación ahora.
–Debes tomar tu responsabilidad, muchacho, ahora tú eres el líder de los
Guardianes del Destino, no pueden estar aquí de brazos cruzados.
–No lo estamos, Lady – le aseguró Tyr –, protegemos la llave...
–Pues este es el peor lugar que pudieron haber elegido, deben regresar a la
escuela de educación superior del Tercer Distrito, en ese lugar somos más fuertes...
–Quien quiera la llave nunca la encontrará, Lady – se defendió Tyr –, Nergal y
yo pertenecemos a este lugar, nadie lo conoce como nosotros, hasta para pelear el
Quinto Distrito es una trampa mortal.
–No para Horus y Seth...
–Horus y Seth vivían en su guarida cómodamente y salían ocasionalmente, al
igual que Eunice y Sedna. Nergal y yo vivimos, peleamos y sangramos en estas
calles, nadie las conoce como nosotros.
–¿Cuánto tiempo piensan esperar a Minos? – preguntó Daniela Malka –. Elohim
ha caído.
–Lo sabemos, Amón está en todos lados – Tyr señaló a Arne Riazor –.
Esperaremos por lo menos hasta que Cross tome Ishtar, entonces platicaremos con
él y con Fenrir la mejor estrategia para ocultar la llave.
–Me parece una buena elección – opinó Daniela Malka.
–Está bien, nosotros trataremos de encontrar a Minos – les dijo Lady Madeleine
a Tyr y compañía.
–Aquí lo esperaremos – respondió Tyr –, estamos en constante movimiento,
pero el dragón de Lúgh nos podrá volver a encontrar.
La Espada Real de Arcadia y sus acompañantes se despidieron y volvieron a
irse, Danner le había informado a Arlés que el último lugar donde Minos fue visto era
en Ishtar, allá empezarían la búsqueda.
SIR PHILLIPPE
"El Primer Caballero" acompañado del "Clarividente" se pusieron en marcha
rumbo al Palacio de Gobierno de Riazor que se encontraba en su capital: Lacerta.
Al llegar a la capital del estado de los hielos vieron que el caos era total, la
destrucción del edificio de las Espadas Reales de la Orden de Riazor atraía a
demasiados curiosos, sería imposible ingresar al Palacio de Gobierno por aire, el
lugar estaba fuertemente resguardado, tendrían que hacerlo por la entrada principal.
Sir Phillippe y Ephra Nexus no pudieron pasar desapercibidos, en cuanto los
reporteros de televisión observaron la armadura negra y la capa con símbolos
dorados se abalanzaron sobre el Primer Caballero.
Las preguntas aparecían con la velocidad de un rayo, preguntaban la posición
de la Orden de Arcadia ante la destrucción de las instalaciones de la Orden de
Riazor, querían constatar si era cierto que en el inmueble destruido se había librado
una batalla contra la Orden de Hamal, cuál era la situación actual de la revolución de
los FILOS y sobre todo, querían confirmar si era cierto que Aureo Riazor había
dejado de ser el Gobernador del estado.
Sir Phillippe amablemente eludió todas las preguntas, dijo estar en Riazor
como emisario de Arcadia para buscar respuestas precisamente de los mismos
cuestionamientos que le estaban haciendo, en cuanto llegó al edificio de Gobierno
los guardias de la entrada le permitieron el ingreso junto con su acompañante
dejando fuera a los reporteros.
Una vez que se encontró en el inmueble representativo del poder
gubernamental de Riazor, "el Primer Caballero" fue abordado por Shalem Enoch,
quien amablemente lo invitó a pasar a su oficina.
–Sir Phillippe, me sorprende su visita, apenas hace algunas horas estaba por
aquí con todos los rebeldes, debido a lo sucedido con la Orden de Riazor se
trasladaron las negociaciones al inmueble donde se reúne el Consejo de Familia de
los Riazor.
–Mi asunto es otro, Shalem, pero me gustaría saber qué sucedió entre los
Profetas y los Herreros.
Shalem le contó lo que sabía del enfrentamiento de las dos Órdenes así como
de la muerte de los Caballeros Grises, Sir Phillippe lo escuchaba todo con
preocupación, sobre todo por Craig X, uno de sus estudiantes más entrañables.
–No sé en qué más lo pueda ayudar, Sir, precisamente me disponía a ir al
inmueble del Consejo de Familia de los Riazor, en un par de horas comenzarán las
negociaciones con los rebeldes y tengo que hablar con los miembros del Consejo de
Gobierno para conocer sus puntos de vista. Quero conocer todas las opiniones
antes de platicar con la comitiva enviada por Escorpión acerca del gobierno de
transición que propone el grupo revolucionario.
–¿Crees que haya problemas?
–No si los rebeldes permiten a la familia Riazor conservar el control del estado.
–¿En caso contrario?
–Bien sabe que no es lo mismo una batalla cerrada de guerreros élite a una
guerra abierta tal cual, los Riazor defenderán con su vida el control del estado, los
rebeldes no tienen los medios para sostener una batalla en la tundra.
–Ni en el desierto de Levit, las montañas de Hamal o las lagunas de Aztlán...
–Así es, la victoria que consiguieron esos chicos es muy importante, histórica,
tendrán el control del país, pero las grandes familias no aceptarán dejarles los
estados que han gobernado desde siempre.
–No creo que haya problema por eso, hay miembros de todas las grandes
familias en las filas de los rebeldes, llegarán a un entendimiento.
–Seguro que sí – dijo Shemhazai con sincera empatía –, somos afortunados de
poder vivir esta etapa de la historia, esos chiquillos rebeldes serán nuestros futuros
gobernantes, todos tenemos la esperanza de que forjen un país mejor.
–Así será, Escorpión logró llamar y juntar a su causa a guerreros de todas las
edades y generaciones, juntos es como podremos realizar ese cambio en Boleria.
–Espero que así sea.
–Eso me lleva al motivo de mi visita, Shalem, hasta ahora tú te has mantenido al
margen de todo este conflicto, o al menos eso es lo que se puede observar, quisiera
saber ahora que Elohim ha muerto cuál es tu posición y la de Asiria.
–Por ahora sólo vamos a observar, Sir, nosotros dos al igual que todos los
guerreros élite hemos perdido a alguien en este conflicto y no estoy hablando de
Elohim, hablo de mi nieta, Nadia, quien fue asesinada por Raam Shmuel en sus
ansias enfermas de obtener el poder...
–¿Nadia Rush era tu nieta?
–Así es, Sir, bien sabe que mi Clan está maldito, condenado a desaparecer, es
tabú en nuestro país y ha sido degradado a lo más bajo, la Casa Enoch ya no existe,
si tengo un hijo con una sirvienta perseverará su apellido por encima del mío, yo
adopté el nombre Enoch porque me enorgullecen mis raíces...
–Conozco la historia de los Enoch, en una época fueron incluso más grandes
que los Yaotl o los De Grieff...
–Pero todo se fue a la basura con el ascenso de esas dos familias y los sueños
locos de poder de Caín Enoch.
–Así es, la etapa más oscura de la historia de Boleria, aún hoy en día se
desconocen los detalles de lo que realmente sucedió en aquella época, dicen las
leyendas que el único testimonio que queda de la edad oscura son los Jinetes
Alados Inmortales de Riazor, pero ellos nunca han hablado...
–Y tenga por seguro que nunca lo harán.
–Me imagino que algo tendrá que ver con el Clan Deltotum de Hamal.
–Tal vez.
–Bueno, espero que alguna vez se develen esos secretos que seguramente han
de estar bien documentados en la biblioteca prohibida del paraje de Beocia.
–Si lo están, quien los busque tardaría más de mil años en encontrar esos
manuscritos, eso si los encuentran...
–Es una lástima, sólo conociendo el pasado podemos aprender de nuestros
errores.
–Esta vez concuerdo con usted.
–¿Y entonces Shalem? ¿Cuál es tu posición momentánea?
–Por ahora soy el Gobernador Interino del Estado, pero mis poderes son
limitados, rindo cuentas al Consejo de Gobierno de Riazor, estoy dispuesto a ayudar
en la transición al tipo de gobierno que planean los rebeldes.
–¿Y como guerrero?
–Neutral por el momento, pero si Escorpión demuestra con hechos las palabras
y los ideales que ha defendido en esta guerra seré su aliado incondicional.
–¿Y eso cuándo será?
–Cuando demuestre que va a terminar con las guerrillas del país, esas que
llevan décadas o hasta siglos defendiéndose de un gobierno represor, cuando se
dicte el indulto y se integre a la sociedad a las comunidades proscritas, exiliadas y
condenadas del país, en ese momento yo doblaré la rodilla, mientras tanto, sólo
observaré.
–Estoy seguro que las comunidades exiliadas del desierto volverán al territorio
que les corresponde...
–No sólo hablo de ellos, Sir, aunque he de aceptar que son quienes más me
interesan, pero también hay pueblos enteros marginados en las montañas, las
lagunas y hasta en la tundra que necesitan saber que su país los quiere y los
respeta con sus usos, costumbres y tradiciones.
–En eso tienes razón, incluso en estados como Arcadia o Ishtar existen
comunidades o pequeños grupos de personas exiliadas y perseguidas, pero puedo
asegurarte que eso se terminará con el triunfo de la revolución.
–Espero que así sea, Sir, no tengo que recordarle el origen de mi familia, con
sólo hablar con usted se nota que es un hombre estudiado.
–Conozco a lo perfección la historia de los Enoch, un Clan campesino y de
esclavos que se elevó a lo más alto de las casas nobles del entonces reino de
Aztlán.
–Así es, los Enoch fueron los más poderosos, pero una vez que llegaron a lo
más alto se corrompieron de tal manera que casi destruyen el reino, sus palabras
fueron precisas, Sir, mi Clan fue el causante de la era más oscura y tenebrosa en la
historia de Boleria.
–Bien, no deseo interrumpirte más, tus palabras me tranquilizan, amigo, me
gustaría también platicar con Rave Isa... ¿sabes en dónde lo puedo encontrar?
–Tu maestro se encuentra en la provincia de Volantis, lo encontrarás en el
edificio de gobierno.
–Gracias por todo.
–Que los Dioses te acompañen, Sir.
Sir Phillippe y "el Clarividente" se marcharon con rumbo a Volantis, la provincia
en donde se encontraba una de las famosas ciudades de hielo de Riazor, una de las
tantas maravillas del país.
Mientras volaba a Volantis, Sir Phillippe recordaba cómo había llegado a
convertirse en un Caballero Fantasma y como Rave Isa había aceptado ser su
maestro, gracias a él sus padres y el Mesías retomaron su amistad que se rompió
debido a un triángulo amoroso.
SIR THOMAS
Gore Shmuel estaba siendo recibido por tres representantes del Consejo de
Gobierno del Cinturón: Kordan Rhea, Sylvia Kolbein y el proclamado nuevo
Presidente del Consejo: Renns Hobbs.
Los saludos fueron cordiales, Sir Thomas conocía perfectamente a todos esos
chicos, eran alumnos de la escuela del Cinturón, pupilos de Sir Phillippe y Lady
Madeleine, además de amigos de su hijo Dahl. Kordan preguntó por "el Primer
Caballero".
–¿Por qué no vino Sir Phillippe?
–Tenía otros asuntos que atender... ¿hay algún problema con tratar conmigo?
–Desde luego que no, Sir – contestó Sylvia –, solicitamos a Sir Phillippe porque
ha sido maestro de todos y le tenemos confianza, pero es lo mismo con usted, todos
los presentes en algún momento hemos estado en su casa y compartido la comida
con usted y su familia...
Inmediatamente Sylvia se dio cuenta de su indiscreción, pasó por alto que el
hijo y la mujer de Sir Thomas habían sido asesinados.
–Disculpe por lo que dije, Sir, yo...
–No hay problema, esta guerra ha costado muchas vidas, lo importante es que
no cobre más...
–Por eso hemos solicitado la presencia de la Orden de Arcadia, Sir – dijo el
representante del Clan Rhea –. Sabemos que ustedes son ecuánimes y pertenecen
al Cinturón...
–Díganme su propuesta.
–Creo que ya lo sabe – señaló Renns Hobbs –. Queremos firmar la paz con los
rebeldes, sabemos que han ganado su revolución, todos los estados se han rendido
ante ellos, sólo falta Ishtar y es cuestión de tiempo, no queremos que por nuestra
culpa el conflicto se alargue.
–¿Tienen alguna demanda en específico que quieran negociar?
–No queremos ningún trato especial, los puntos a negociar serán los mismos
que en los demás estados, el Cinturón deberá seguir siendo gobernado por un
Consejo al amparo de la familia Hobbs.
–Me parece sensata y seria su posición, no creo que haya ningún problema,
sólo hay una cuestión, Renns...
–Lo escuchamos, Sir.
–La presidencia del Consejo del Cinturón, deberás devolvérsela a tu primo
Siege Hobbs.
–Eso no es negociable, en ningún estado van a permitir una imposición...
–Los futuros candidatos naturales a las gubernaturas de esos estados son todos
rebeldes, hijo.
–Lo sé, pero eso es porque los Gobernadores fueron derrotados y están
muertos, en todos los estados está vacante el puesto de mando en el Gobierno, lo
que no sucede en el Cinturón...
–Entiendo lo que dices, Renns, pero como bien saben nosotros sólo seremos
intermediarios, pero puedo asegurarles que los rebeldes apoyan al cien por ciento a
Siege Hobbs.
–Y el Cinturón me apoya a mí, yo soy el presidente del Consejo de Gobierno...
–Escucha bien lo que te digo – Sir Thomas endureció su voz –, presten atención
todos, tu puesto, Renns – señaló al representante de la familia Hobbs –, no lo
obtuviste de una manera legal, por medio de artimañas le quitaste el poder a Siege,
de igual manera expulsaron del Consejo a Sir Phillippe y Lady Madeleine.
–Sus puestos les serán reestablecidos – concedió Renns, sabía que necesitaba
el apoyo total de la Orden de Arcadia para conservar su puesto.
–Y también el de Siege... – insistió "Nephilim".
–Entonces nos negaremos – sentenció Renns Hobbs dispuesto a llegar hasta
las últimas consecuencias por conservar el poder.
–Esa no es sólo tu decisión, Renns – Sir Thomas suavizó su voz –, es de todo el
Consejo, ni siquiera el Cinturón es invencible, no quiero hacer menos a nadie aquí,
pero sus guerreros más poderosos están con los rebeldes, estoy hablando de los
miembros de la Armada Elemental, de Deneb De Britten y otros más, todos los que
subestimaron a los rebeldes ahora están muertos, no cometan ustedes el mismo
error.
–Deneb De Britten no está con los rebeldes – se defendió Renns.
–Deneb es el mejor amigo de Siege, tal vez no apoye a los rebeldes, pero
apoyará al cien por ciento a su amigo, eso todos lo saben.
–Los miembros presentes del Consejo asintieron, Renns Hobbs vio que los
estaba perdiendo, tenía que apelar a su sentido de independencia.
–El Cinturón jamás ha permitido imposiciones.
–Y nunca las permitirá, Renns, pero sí puede devolver su puesto a quien
legítimamente le pertenece, quisiera que me dijeran en esta mesa... ¿quién tiene
algo en contra de Siege Hobbs? Hablen ahora para que yo pueda trasmitir sus
inquietudes a los rebeldes.
Nadie habló, todos respetaban a Siege, Sir Thomas tomó el silencio como una
aceptación de su propuesta, ya los tenía en la bolsa.
–Por lo que veo el problema no es Siege, el problema eres tú Renns, estás
aferrado al poder por encima del bien común.
–Eso no es verdad – se defendió el todavía Presidente del Consejo de Gobierno
de la parte media del edificio de la Ciudadela.
–Entonces no hay otra opción – dejó caer Sir Thomas tratando de dirimir la
discusión –, para evitar un derramamiento de sangre resolveremos esto como se
hace en Arcadia, con un duelo singular entre los dos Hobbs.
Todos los miembros del Consejo de Gobierno presentes afirmaron, Renns se
supo perdido, se jugó su última carta.
–No podemos permitir la imposición de un criminal, Sir, Escorpión asesinó de
una manera brutal a mi primo Ranius y a Gullet Albarán.
–Quienes conspiraron para ayudar en el asesinato de Christina Riazor, no te
recomiendo que digas eso estando Cross presente o te aseguro que acompañarás a
tu primo en el más allá.
–¿Me está amenazando, Sir?
–Te estoy dando un consejo, muchacho, además, es Siege Hobbs y no Cross
quien va a gobernar el Cinturón.
–Pero Escorpión debe recibir su castigo por lo que hizo...
–Aquí nadie puede hablar de castigos y menos tú, muchacho, el Cinturón
traicionó a los rebeldes, eso está muy claro, aun así lo que se busca es la paz.
–Pero...
–¡Ya basta! – estalló finalmente el Gran Maestre de la Orden de los Caballeros
Fantasmas –. ¡Compórtate como hombre! El último maldito enfermo de poder con el
que hablé fue mi padre y lo maté con mis propias manos, vuelve a abrir la boca y ni
siquiera tendrás la oportunidad de retar a Dagda, te voy a tener vigilado, maldito
cobarde, con el simple rumor que me llegue de que estás conspirando contra Siege
o el movimiento yo mismo te arrancaré la cabeza... ¿está claro?
–Usted es un servidor del Estado – mencionó Renns sin acobardarse, seguro de
conocer la ley –, no puede retarme a un duelo...
En ese momento "la Ilusionista" que estaba detrás del Caballero Fantasma dio
un paso al frente.
–Pero yo no soy una servidora pública... Renns Hobbs, te reto en este momento
a un duelo.
El chico Hobbs no contestó, Lothy volteó a ver a Sir Thomas, éste afirmó con la
cabeza, "la Ilusionista" se llevó la mano a la espada, Renns levantó las manos en
señal de rendición.
–¡Al diablo con todo! Dígale a mi primo que el puesto es suyo... ¿para qué
quiero ser Presidente del Consejo de Gobierno si ni mis propios amigos me apoyan?
Renns Hobbs se salió de la sala de reuniones dando un portazo, Sir Thomas
pactó con los representantes del Consejo de Gobierno seguirse reuniendo para
poder establecer los acuerdos de la entrega del poder.
Cuando "Nephilim" y "la Ilusionista" abandonaban el recinto del Consejo de
Gobierno se encontraron con Deneb De Britten y Veronika Shmuel, ahora también
conocida como Mórrigan, la única miembro de la Armada Elemental que se
encontraba en el Cinturón y apoyaba a sus habitantes al cien por ciento.
–¿Todo bien, Sir? – preguntó el hijo adoptivo de la fallecida Amaltea De Britten
–. Acabo de ver pasar a Renns Hobbs hecho una furia.
–Todo bien, Deneb.
–¿Siege regresará?
–Así parece.
–Dígale que tiene mi apoyo, mataré a cualquier imbécil que se oponga a que
tome lo que legítimamente le corresponde.
–Creo que eso ya lo sabe, muchacho...
–¿A dónde se dirige, Sir?
–A los pisos superiores...
Deneb volteó a ver a Mórrigan y después se dirigió a "Nephilim".
–¿Quiere que lo acompañemos?
–No es necesario, sólo quiero constatar algo...
–Está bien, Sir, después lo veo...
Sir Thomas convocó a su corcel negro alado y lo montó junto con Lothy Nexus,
la bestia voló rumbo al edificio que controlaba el acceso a los pisos superiores.
En cuanto llegaron al Caballero Fantasma le pareció raro que no hubiera
ningún guardia en la puerta, desde que él tenía memoria jamás había visto
descuidada la entrada a ese inmueble, el más importante del Cinturón.
Volteó a su alrededor, tampoco se encontró con la férrea vigilancia que siempre
resguardaba ese edificio, encontró a un soldado de vigilancia y le llamó para
preguntar la razón por la que los grupos armados élite del lugar no estaban en sus
posiciones, el militar le respondió que fue por órdenes del nuevo Presidente del
Consejo de Gobierno del Cinturón, con los asesinatos de Ranius Hobbs y Gullet
Albarán, Renns Hobbs había dispuesto que los principales grupos de defensa élite
protegieran a los miembros del Consejo.
Sir Thomas se llevó una mano a la cabeza maldiciendo la estupidez de ese
chico, pensó en tenerlo vigilado hasta que Siege Hobbs volviera a tener el control del
área media del Cinturón. El todavía Gran Maestre de la Orden despidió al militar y se
adentró en el único edificio por el que se podía llegar al último piso de la Ciudadela.
Su preocupación aumentó al no encontrar a nadie en la sala de control, de
inmediato corrió hacia el elevador que lo llevaría a los pisos cuarenta y seis y
cuarenta y siete del edificio, rezando por que todo estuviera bien.
Gore Shmuel sudaba copiosamente, pensaba que el corazón se le saldría del
pecho, sintió que el elevador tardó horas en llegar a su destino, en cuanto las
puertas se abrieron sus peores temores cobraron vida, no hubo alarma de llegada y
nadie lo fue a recibir, peor aún, la pared falsa que ocultaba el ascensor a los pisos
cuarenta y ocho y cuarenta y nueve de la Ciudadela estaba levantada y las puertas
del elevador abiertas.
Con paso inseguro entró en el ascensor, incluso olvidó que Lothy Nexus lo
acompañaba, su mente se perdió del mundo real, en su cabeza sólo se repetía que
la era del hombre había llegado a su fin. No supo cuándo ni cómo llegó a la esquina
noreste de los pisos cuarenta y ocho y cuarenta y nueve del edificio de la Ciudadela,
no era consciente de sí mismo, no supo cuándo convocó a su corcel alado para
recorrer la distancia ni cuándo lo desapareció, actuaba como un autómata, ni
siquiera escuchaba los insistentes llamados de Lothy.
Sin saber cómo, se llevó la mano a la espada y se dispuso a cortar el cuello de
la chica, en un rápido movimiento Lothy lo bloqueó y después lo abofeteó, eso sacó
al ωaballero Fantasma de su ensoñación, cayó de rodillas, “la Ilusionista” impidió que
sus manos tocaran el suelo.
–Por favor, Sir… – imploraba la chica –. Dígame qué es lo que sucede.
Al ver el rostro preocupado y la mirada cristalina de Lothy, Sir Thomas se
tranquilizó, analizó las cosas, observó la espada Alpha en su mano derecha, lo
primero en lo que pensó es que alguien lo estaba manipulando psíquicamente pero
después desechó la idea, simplemente estaba aterrorizado, el miedo lo había
rebasado de tal manera que incluso su percepción de la realidad se vio alterada.
Hizo varias exhalaciones para tranquilizarse, debía tomar el control de su
cuerpo, en ese momento él era el protector y no lo contrario, agradeció que Lothy no
supiera la razón de su miedo o estaría igual que él.
–No sé qué me sucedió, Lothy – se disculpó visiblemente apenado mientras se
incorporaba –, perdí la noción de todo a mi alrededor.
–¿Pasa algo grave, verdad? – preguntó la chica –. Al ser una usuaria de la
energía psíquica ilusiones conozco perfectamente bien los síntomas de estrés y
miedo que causan éstas, usted los tenía, adolecía de los más severos y nadie lo ha
atacado con esa energía, todo se debe a lo que hay en el último piso de la
ωiudadela… ¿Qué es lo que sucede?
–Estamos a punto de descubrirlo.
Sir Thomas y Lothy Nexus subieron por la rampa que llevaba al último piso de
la Ciudadela, entraron a pie a la estancia que precedía a las puertas que
resguardaban el peor peligro para el país.
No tuvieron que avanzar mucho para sentir el escalofrío que da el miedo más
profundo, las puertas del último piso no sólo se encontraban abiertas, estaban a
medio caer, la cerradura destrozada, Lothy se aferró al brazo de Gore Shmuel y
preguntó:
–¿Qué significa esto, Sir?
–Lo peor que te puedas imaginar – instintivamente el Caballero Fantasma
abrazó a “la Ilusionista”, ni él supo si fue para protegerla o para darse mutuo valor.
–¿Qué vamos a hacer? – volvió a preguntar la protectora de Lady Madeleine.
–Regresa al cuartel, Lothy, no puedo dejar pasar esto por alto, yo voy a entrar.
–No, yo lo acompaño.
–Es muy peligroso...
–Aunque entrara en un río de lava yo lo seguiría...
–No esta vez, hormiga.
–Aunque me obligue a irme en cuento usted entre y no se dé cuenta yo lo
seguiré.
Sir Thomas no podía perder el tiempo discutiendo, debía averiguar qué es lo
que había sucedido, pensó en dejar inconsciente a la chica pero de inmediato
desechó la idea, Lothy era demasiado fuerte para permitir que alguien la dejara fuera
de combate de un solo movimiento.
–Está bien, vamos, pero no te separes de mí y harás lo que te ordene...
¿entendido?
–Y anotado, Sir.
Sir Thomas y Lothy Nexus se internaron más allá de las gigantescas puertas, el
Caballero Fantasma no sabía con qué se encontraría, ningún libro hablaba de lo que
se ocultaba tras esas puertas, sólo se mencionaba que si las puertas se abrían
significaba que la era del hombre llegaría a su fin.
Gore Shmuel y su acompañante se encontraron con un bosque natural, era
imposible ver más allá de unos cuantos metros, se internaron para tratar de
descubrir qué es lo que había dentro.
No necesitaron avanzar mucho cuando sintieron que el suelo se estremecía, el
temblor lo ocasionaban varios pasos que marchaban hacia ellos, rápidamente los
dos se escondieron detrás de unos arbustos.
Lo que vieron los dejó a ambos perplejos, ante ellos marchaban varios sujetos
y mujeres enormes, mucho más incluso que el mismo "Nephilim", gigantes de por lo
menos tres metros y medio de altura, en la piel de sus rostros se veían diversas
manchas. Uno de ellos comentó:
–¿Estás seguro que las puertas se abrieron, Fornjot?
–Seguro, Crío, yo mismo las arranqué de su sitio y destrocé la cerradura, no
podrán volver a cerrarlas...
Lothy estaba aferrada al brazo de Sir Thomas, temblando de miedo, o al menos
eso es lo que creía el Caballero Fantasma, no podría decirlo a ciencia cierta, tal vez
quien temblaba era él.
Ambos respiraron aliviados cuando pasó el último gigante, pero su esperanza
de salir vivos de ese lugar se esfumó con lo siguiente que escucharon, una voz
femenina les advirtió que ya no estaban a salvo.
–¿Qué sucede Jotun?
–En seguida los alcanzo – dijo con autoridad otra voz masculina, potente y
poderosa como un trueno –, acabo de ver un par de ratas y saben lo que eso me
molesta...
Las enormes manos del gigante al que llamaban Jotun separaron los arbustos,
el rostro de aquel ser fue lo último que Sir Thomas y Lothy Nexus observaron antes
de desvanecerse, jamás vieron por dónde les vino el ataque que los destrozó.
EL APOCALÍPSÍS
LA LÍBERACÍON DE LOS TÍTANES
Los gigantes llegaron a las puertas de su eterno encierro, tal y como Fornjot les
había asegurado estaban descuadradas y con la cerradura rota. Los veintiún
guerreros, once masculinos y diez femeninos observaban maravillados los artefactos
y el decorado de la planta superior, todo les era desconocido, las formas, los
materiales, los objetos.
Todos avanzaban con pasos tranquilos, se estaban tomando su tiempo para
entender que ahora eran libres, siguieron avanzando hasta que llegaron al muro que
marcaba el límite del edificio de la Ciudadela, a la derecha se observaba otra
enorme puerta abierta con un ancho camino que conducía hacia abajo.
Ymir y Tea se encaminaron hacia la rampa, pero el líder, Jotun, levantó la
mano derecha indicándoles que esperaran, los dos guerreros se regresaron con el
grupo, Jotun tocó un momento la pared y comentó:
–Esta estructura está viva, Atlas... ¿podrías?
El gigante llamado Atlas se acercó a la pared, la tocó también con la mano
derecha y se concentró, después con ambas manos empujó con toda su fuerza
abriendo un enorme hueco en la pared, la mayoría de la parte afectada se
desintegró, los pocos bloques de tierra que no lo hicieron cayeron al otro lado.
Jotun se asomó al vacío, observó a lo lejos el fin del edificio, por el contrario,
Atlas estaba maravillado con la pared, ésta se estaba reparando sola a un ritmo
demasiado lento, casi imperceptible, el líder les habló a los demás:
–No tiene caso recorrer por el momento este lugar, saltaremos, después
haremos un recorrido en forma...
Jotun fue el primero en saltar, inmediatamente después lo siguieron los otros
veinte gigantes, en segundos recorrieron los quinientos metros que medía el edificio
de la Ciudadela, al caer causaron un gran estruendo, toda la tierra tembló.
Una vez que pisaron tierra, Jotun levantó la vista al cielo, aspiró el aire,
concentró su energía hasta fundirla con la naturaleza, después les habló a sus
compañeros:
–Estamos cerca de tierra sagrada, en el centro mismo de la capital del mundo. –
Volteó y les habló a dos de sus guerreros, a un hombre y una mujer –. Atlas, Skade,
revisen el lugar y a los guerreros que lo defienden, quiero un informe completo, los
veo en el monte de los ancianos.
–Sí señor – respondieron los dos gigantes quienes se separaron del grupo.
–Leto, ¿podrías por favor…? – Jotun se dirigía a otra de sus compañeras.
La Titánide le sonrió a su líder, concentró su energía de tipo viento alrededor
de sus compañeros y se elevó con ellos, a una lenta velocidad los llevó hacia el
puente que cruzaba el quinto Distrito y desembocaba en el camino entre el Distrito
Comercial y el Tercer Distrito que llevaba al Primer Distrito, los enormes guerreros
se sabían observados, pero no les prestaron atención a los insectos que los miraban
con una mezcla de asombro y temor, estaban más absortos con las máquinas que
veían, sin duda ahora sabían que habían pasado muchos años desde su encierro.
En los pisos bajos de la Ciudadela, Sir Phillippe estaba arribando junto con
Ephra Nexus de la ciudad de Volantis en Riazor, era urgente que las Espadas
Reales de Arcadia tuvieran una reunión para planear qué es lo que iban a hacer,
necesitaba saber lo que sus compañeros averiguaron para así poder tomar una
decisión en conjunto.
En cuanto ingresaron al interior de los pisos bajos, la bestia alada desapareció
frente al inmueble que las Espadas Reales estaban utilizando como base temporal
de la Orden de Arcadia.
"El Primer Caballero" y "el Clarividente" entraron a sus instalaciones
provisionales, dentro se encontraron con Sir Judas y los Caballeros Fantasmas de la
Orden de Levit: Sir Exxus, Sir Gene y Lady Deuther, todos estaban bebiendo. Sir
Exxus se levantó y saludó al más veterano de sus compañeros de armas.
–Sir Phillippe, ya estábamos organizando una larga velada, "el Ejecutor"
comentaba que tal vez tardarían en llegar...
–Por mí no se detengan, Sir – respondió el anciano Caballero estrechando la
mano de su hermano de armas de la Orden de Levit –, si me lo permiten puedo
acompañarlos...
–"El Clarividente" también es bien recibido... – comentó Sir Exxus saludando
también de mano al protector de Sir Phillippe.
–Ephra aún no puede beber – dijo “el Primer ωaballero” excusando a su
protector.
–Pero ya lo hago – respondió enojado el chico Nexus, le molestaba que Sir
Phillippe lo tratara como si fuera un niño.
–No cuando yo esté presente, ve a descansar...
–No sea tan estricto, Sir – dijo Sir Exxus poniendo una mano en el hombro del
"Clarividente" –, Ephra es de mi edad, permítale quedarse aunque no tome, cuando
era más pequeño siempre me hacían a un lado en todas las reuniones de mi Clan y
eso se siente fatal...
–Está bien – concedió "el Primer Caballero" –, pero ni una copa, Ephra...
–Está bien, Sir – respondió un resignado Ephra, no le había gustado que alguien
de su misma edad lo defendiera y menos aún que lo hiciera con un trago en la
mano.
Sir Phillippe se despojó de su capa con capucha y le pidió a Ephra que le
preparara un café, el chico se fue molesto a la cocina, pero sonrió cuando Thitus le
entregó su bebida, dándole un largo trago al whisky de veintiún años entró a
preparar el café de su maestro.
–¿No bebe usted, Sir? – preguntó "el Confesor".
–Ya bebí todo lo que tenía que beber, muchacho, y fue mucho, a mi edad no
hay nada como un buen café...
–Acompañado con un buen brandy sabría mejor...
–No para mí... ¿a qué debemos el placer de su visita?
–Creo que ya lo sabe, Sir.
–Sé que pelearon con los Demonios y los Profetas – dijo seriamente Sir
Phillippe, más que un comentario parecía un regaño –, eso no está bien... Mikael.
–Creo que no está usted bien enterado de cómo sucedieron las cosas, Sir, todo
tiene un motivo y está bien justificado.
–¿Podrías explicarnos lo que sucedió, Sir?
–Por supuesto, no tenemos nada que ocultar, pero antes me gustaría tratar el
principal asunto que nos trae aquí.
Sir Phillippe rápidamente vio de reojo a Sir Judas, éste afirmó levemente con la
cabeza mientras se servía otra bebida, "el Primer Caballero" entonces interrumpió al
“ωonfesor”.
–No es necesario tratar de más ese tema, si lo que quieres es nuestra
colaboración para asistir a la Asamblea Nacional a la que están convocando cuenten
con nuestra presencia, nosotros también estamos interesados en unir a la Orden.
–Me dice Sir Judas que nuestro Gran Maestre ha aparecido...
–No sólo eso, ha vuelto a ocuparse de sus funciones.
–¿Podemos confiar en que él está de acuerdo con lo que usted me manifiesta?
–Sir Thomas mismo nos dejó instrucciones de aceptar la Asamblea en caso de
que ustedes se aparecieran y él no se encontrara presente.
–Siendo así entonces pasemos a nuestras explicaciones, si le parece
empezaremos por lo que pasó con los Demonios en Ishtar, aunque de eso algo sabe
nuestro amigo Ephra... ¿no es verdad?
Ephra le sonrió a Sir Exxus mientras le entregaba su café a Sir Phillippe, Mikael
Yaotl le había ayudado a escapar.
–Yo sólo me hice cargo de Sir Daimon – explicó "el Clarividente" –, pero no sé
por qué ocurrió el conflicto.
–Es muy sencillo de explicar – Sir Exxus retomó la palabra –, cuando nos
presentamos con nuestros compañeros de la Orden de Ishtar...
En ese momento la explicación de Sir Exxus se vio interrumpida, Cástor y
Póllux estaban entrando en las instalaciones provisionales de la Orden de los
Caballeros Fantasmas de Arcadia en los pisos bajos de la Ciudadela.
–Buenas noches a todos... – saludó Cástor.
–Buenas noches – contestaron los presentes.
Sir Exxus notó que los gemelos no le quitaban los ojos de encima, a él y a los
demás Caballeros Azules, entonces recordó que pelearon en su contra en la batalla
de la Ciudadela, de inmediato les dio una explicación.
–No estamos aquí como sus enemigos, por el momento no tenemos nada en
contra de los rebeldes, incluso Sir Gene aquí presente – Mikael señaló a su primo
Jahziel –, es amigo de Brahma y Nergal, dos de sus miembros más reconocidos...
Los gemelos voltearon a ver a Jahziel Yaotl, quien levantó la mano a modo de
saludo. Póllux les reclamó:
–Ustedes pelearon contra nosotros en la batalla de la Ciudadela...
–Así es... – Cástor apoyó a su hermano –, incluso el gigante que te
acompañaba mató a Mimir y Dagr, por cierto... ¿dónde está él?
–Las cosas han cambiado desde entonces – explicó Sir Exxus sin prestar
atención a la pregunta de Cástor –, nosotros acudimos a la Ciudadela como
respuesta a un llamado legítimo que nos hizo el entonces Gobernador, ahora no
somos más sus enemigos...
ωástor volteó a ver al “Primer ωaballero”.
–¿Es cierto eso, Sir?
–Así es – respondió la Espada Real de Arcadia –. Creí que ustedes ya habían
partido a Ishtar.
–Los demás ya partieron pero Cross nos pidió a mi hermano y a mí que lo
viniéramos a ver, al parecer usted nos debe entregar algo, alcanzaremos a los
demás en Volantis.
Cástor omitió dar detalles de lo que iban a buscar, no confiaba en los
Caballeros Fantasmas de la orden de Levit y mucho menos en Thitus X, un déspota,
engreído y traicionero que se encargó de hacerles la vida imposible en sus épocas
cuando vivían en la residencia Riazor. Sir Phillippe se apresuró a entregarles un
sobre a los gemelos con una cinta adentro, en la que les contaba a Fenrir y
Escorpión los detalles de su plática con Rave Isa.
–Esto es lo que me pidió Escorpión, es lo que sé de Ishtar, espero les sea útil en
su batalla.
Cástor de inmediato entendió que Sir Phillippe tampoco quería que sus
compañeros de la Orden de Levit se enteraran de lo que él y su gemelo iban a
buscar, le siguió el juego al Primer Caballero.
–¿Y no hubiera sido más fácil que le mandara esta información por la red?
–Ningún medio de comunicación es seguro y lo sabes, muchacho, cualquier
información puede ser alterada, nada como la entrega mano a mano de información.
–En eso tiene razón, Sir, nos retiramos...
Los gemelos se despidieron de todos los presentes, cuando se iban Sir Judas
los interceptó en las afueras del inmueble.
–Esperen...
–¿Qué sucede Thitus? – preguntó Póllux esperando algún insulto del gigantesco
Caballero Fantasma.
–Nada, sólo que quisiera pedirles un favor.
–Te escuchamos.
–Espero que podamos reunirnos una vez que todo esto termine, Michelle,
Elektra y los demás chicos, quisiera disculparme por todo lo que les hice...
–Creo que ya es tarde para eso – le respondió Cástor.
–Lo sé, pero al menos déjenme decírselos a todos de frente, ustedes han sido lo
más cercano a una familia que he tenido, creo que al menos les debo una disculpa
por como los traté.
Cástor le iba a responder a Thitus pero Póllux lo calló.
–No hay problema, amigo, tú lo has dicho, éramos una familia y en todas hay
diferencias, estoy seguro que no habrá problema con los chicos, tú y Meirelle son
bienvenidos con nosotros.
Póllux le ofreció la mano a Thitus y éste se la estrechó mientras le respondía:
–Gracias Cástor, siempre pensé que sería Póllux quien me daría la oportunidad.
Los gemelos se voltearon a ver conteniendo la risa, Thitus aún no sabía lo que
había sucedido con ellos, el ahora gemelo menor decidió informárselo.
–Hay algo que debes saber, amigo, ahora yo soy Póllux...
–¿Qué dices? – Thitus no entendía lo que el gemelo menor le decía.
–Después de la batalla en la zona militar de la Ciudadela...
Póllux no pudo seguir hablando, en ese momento se escuchó un gran
estruendo que hizo temblar la tierra, algo muy grave debía pasar si un edificio como
el de la Ciudadela se había cimbrado.
Los Caballeros Fantasmas que estaban en el edificio junto con Ephra Nexus
salieron corriendo, Sir Phillippe les preguntó a los tres guerreros que se encontraban
afuera:
–¿Qué fue lo que sucedió?
–No lo sabemos, Sir, pero parece que es grave... – respondió Póllux.
–Ustedes deben irse para apoyar a sus compañeros – les dijo "el Primer
Caballero" a los gemelos –. Nosotros investigaremos qué fue lo que sucedió.
–¿Seguro que no necesitan nuestra ayuda? – preguntó Póllux.
–No, ahí viene Lady Madeleine – Sir Phillippe señaló a su compañera que corría
hacia ellos –. Con nosotros y nuestros hermanos de la Orden de Levit basta,
váyanse...
Los gemelos se retiraron mientras los Caballeros Fantasmas se organizaban
para abarcar el mayor terreno posible y saber la causa del fenómeno que había
sucedido...
Angie Asegir caminaba por la zona militar de la Ciudadela, estaba dando una
ronda asegurándose que todo estuviera bien, prefería estar ayudando a sus
maestros Lady Madeleine y Sir Phillippe que a los rebeldes.
La guerrera oculta de la Armada Elemental tenía sentimientos encontrados,
creía que sus emociones por Cross habían desaparecido desde su época de
estudiantes, sin embrago, sentía un gran malestar cada que lo veía con cualquiera
de las tres bellezas que ahora se diputaban su amor.
Angie pensaba en su compañero, desde que lo conoció y logró que confiara en
ella, Cross le contó acerca de Christina Riazor y de su intención de competir por la
espada roja con tal de estar cerca de la heredera de Odín. La convicción con la que
Cross hablaba le dejó en claro que nunca amaría a nadie más que a Christina
Riazor, así lo entendió la miembro de la Armada Elemental y se convirtió en su mejor
amiga.
Pero Lilith murió y con su partida regresó la ilusión para Angie, algo que ella
nunca se imaginó, sus sentimientos volvieron a florecer, claro, ella desconocía por
completo la historia de Cross con Athena, Pariel y Caribdis, tres hermosas chicas
que se disputaban su amor.
Cuando Angie se enteró de la situación entre Cross y esas tres bellezas de
nuevo la asaltó la decepción, se sabía bonita, pero jamás al nivel de esas tres chicas
que competían por la atención de su compañero escolar.
Sin embargo, Cross cambió, tras la muerte de Lilith se enteró que no solamente
Argento Riazor tuvo que ver en su asesinato, hubo otras personas que intervinieron
y que gracias a ellos perdió a Christina.
El corazón de Cross se llenó de odio y sed de venganza, cuando ella se enteró
por casualidad de todo, inmediatamente lo obligó a aceptar su ayuda, Cross no pudo
negarse al ver que los avances de Angie en sus investigaciones eran mejores que
los suyos. Dana, como ahora se hacía llamar Angie al pertenecer a la Armada
Elemental, jamás pensó que Cross fuera capaz de cometer los salvajes y
despiadados actos que ella presenció, sin embargo lo apoyó, sabía que lo de su
compañero era algo que no estaba bien pero tampoco se espantó, el pasado de ella
era aún más oscuro que la etapa que Cross vivía, muy en el fondo esperaba, tenía la
vana esperanza de competir por su amor.
Nadie nunca supo de su intervención, fue todo un año que estuvo con Cross y
Arne haciendo investigaciones, buscando culpables. Tanto el portador de Antares
como Amón omitieron dar su nombre, pero ella fue parte fundamental en la incursión
de Escorpión en la Ciudadela.
Lo que también nadie supo es que en esa etapa oscura Cross estaba
vulnerable, no dormía y las pocas veces que lo hacía las pesadillas que lo asaltaban
por las noches lo hacían gritar dormido, Angie para calmarlo se acostaba a su lado,
entonces sucedió, en una ocasión Cross la llamó por el nombre de Elektra y ella le
respondió, terminaron haciendo el amor.
Así pasaron prácticamente un año, a pesar de no dormir algunas veces Cross
se perdía en su subconsciente por algunas horas, un estado de sopor entre el sueño
y la realidad, un estado al que su mente lo llevaba involuntariamente para no perder
la cordura, era cuando llamaba a alguna de sus chicas, Angie siempre acudía a ese
llamado. Cross se perdía en un letargo donde respondía, hablaba y hasta se
levantaba, pero no era consciente de sus actos, en varias ocasiones llegó incluso a
destrozar todo a su alrededor, situación que sucedió en muy contadas ocasiones, la
mayoría del tiempo Cross siempre estaba despierto, rehusándose a dormir y tener
esas pesadillas en donde siempre veía a Christina morir. Muchas veces Angie se
planteó quedarse con Escorpión hasta que él reaccionara, que supiera que cuando
ella lo amaba él estaba más calmado, pero nunca se atrevió, la única vez que ella
intentó besarlo estando el miembro del Círculo del Zodiaco consciente, él la rechazó,
le reveló sus sentimientos por sus tres chicas y le explicó que con ella siempre lo
uniría sólo la amistad.
Una vez que sus chicas y la aparecida madre de Cross lo hicieron entrar en
razón, no hizo falta que él se alejara de ella, Angie lo hizo por iniciativa propia, desde
entonces, ella prefería estar lejos de su mejor amigo, evitando miradas incómodas y
que alguien se diera cuenta de lo que había sucedido entre ellos.
Aunque al final de nada sirvió, Elektra los escuchó hablar y se enteró de todo,
sin embargo, tampoco habló, pero eso ya no importaba, ahora Angie se sentía
incomoda en todo momento cuando estaba entre los rebeldes.
Lo que la miembro de la Armada Elemental no podía evitar en su mente por
más que lo deseara era dejar de pensar en los momentos que pasaron juntos, la
intensidad con la que ella y ωross vivieron esa etapa oscura del portador de “la
espada roja”, sólo ellos dos, era algo que jamás se borraría de su memoria.
Precisamente esos recuerdos la estaban acosando cuando lo sintió, un gran
estruendo, la tierra tembló, eso no debía haber sucedido muy lejos de donde ella se
encontraba, podía sentir el gran poder y la amenaza cerca del edificio de la
Ciudadela.
Presurosa Angie corrió hacia donde se originó el estruendo, cientos de
soldados hacían lo mismo, todos yendo hacia la misma dirección y todos corriendo
con miedo, con el alma en un puño.
Mientras corría a toda velocidad al punto del desastre, David Nexus se acercó
a Dana y corrió a su lado, ambos rebasaban a los soldados que también corrían
como si estuvieran estáticos, David estaba tan desconcertado como ella, el miedo a
una nueva invasión y otra batalla en la zona militar de la Ciudadela era algo que
estaba bien arraigado en los corazones de todo el ejército.
–Dana... ¿puedes decirme qué es lo que pasa?
–No lo sé, David, pero puedo asegurarte que es algo muy malo.
–No puedo creer la energía que se sintió – mencionó el protector de Isaac
Erikksson con preocupación –, esto es algo fuera de toda lógica, es como si cien
FILOS Divinos hubieran llegado a la Ciudadela...
–¿Qué sabes de los demás?
–Todos partieron a las distintas provincias a pactar las condiciones del nuevo
gobierno...
–¿Y Geedy?
–Él fue a Riazor...
–Esto es peor de lo que imaginamos, posiblemente hayamos caído en una
trampa...
–Esperemos que no sea así, pero en tal caso estamos preparados, atacaremos
con todo el armamento del que disponemos...
–No te apresures, David, primero veamos la magnitud del problema, no
podemos permitirnos la destrucción del arsenal militar de Arcadia.
–Tienes razón. – En ese momento David Nexus se detuvo, su rostro no sólo era
de sorpresa, por primera vez en su vida el temor invadió todo su cuerpo, nunca se
había sentido así, ni cuando fue enviado por Azazel a la otra dimensión –. ¿Qué
demonios es eso? – preguntó mientras señalaba al frente.
Angie también estaba sorprendida y temerosa, una gigantesca mujer con
manchas en el rostro estaba causando destrozos, debía medir aproximadamente
casi cuatro metros, con ambas manos sostenía el cuerpo de un soldado mientras
otros le apuntaban temblando con sus armas, la mujer sin ninguna emoción
interrogaba al militar.
–Será mejor que me digas quién es la persona más poderosa de este mundo o
lo destruiré todo...
La miembro de la Armada Elemental decidió enfrentarla, la persona con más
poder en ese lugar debía ser ella, era su obligación defender las vidas humanas de
todos esos soldados.
–¡Oye tú! – le gritó a la Titánide –. Será mejor que bajes a ese hombre si no
quieres tener problemas...
La enorme mujer la volteó a ver, en cuanto tuvo a Dana de frente sintió el poder
en esa chica y en menor medida en el soldado que la acompañaba, sonriéndoles a
ambos apretó al soldado con sus manos hasta romperle todos los huesos, después
arrojó el cadáver lejos del lugar.
Angie Asegir veía detalladamente a esa gigantesca mujer, trataba de encontrar
un punto débil en ella, ese era uno de sus poderes, al igual que Libra podía
encontrar las debilidades de sus enemigos.
Observó que la gigante era una mujer atractiva y de cuerpo voluptuoso, lo que
parecían machas en su piel más bien eran espacios oscurecidos de su rostro que
denotaban símbolos del elemento hielo.
La enorme guerrera se acercó a ella y a David, sentía curiosidad por ellos,
agachó una rodilla para ponerse a su nivel y les preguntó:
–¿En qué época estamos?
–En el año cuatro mil veinte después de la era de Zarth... – respondió Angie.
–Zarth... – murmuró la enorme mujer haciendo memoria –. ¿Te refieres al
pequeñito de la espada roja que guio a los humanos en contra de sus gobernantes?
–Me refiero al guerrero que venció y exterminó a los gigantes...
–¡Vaya...! – exclamó la Titánide con el semblante divertido –. Eso quiere decir
que sí ganaron.... me imagino que eso significa que ahora son los hombres quienes
gobiernan el mundo...
–Así es, desde hace cuatro mil veinte años en que terminó la era de los
gigantes.
–Pues parece que esa era está por renacer, niña...
–No es posible – repuso Angie, quien se negaba a creer lo que sus ojos le
mostraban –, los gigantes se extinguieron hace...
–Cuatro mil veinte años – la interrumpió la Titánide –, ya lo mencionaste...
¿Acaso tus registros de historia no dicen quien fue la magnífica, hermosa y
todopoderosa Skade?
–La reina del norte – comentó Angie haciendo memoria de sus clases de
educación básica –, vencida por los FILOS Divinos originales...
–¡Bien! Los registros sí hablan de mí, así es pequeña, con trampas fui derrotada
por Caín Enoch y Sachell Nisser, portadores de las espadas azul y magenta,
ayudados por Abel Enoch, el hermano menor de Caín.
–Pero... ¿cómo es posible que estés tú aquí? – preguntó una incrédula Dana.
–Es complicado, pequeña, no vale la pena que te lo explique si vas a morir.
–¿Por qué quieres matarme? – Por más seguridad que la miembro oculta de la
Armada Elemental quiso imprimir en su voz, ésta se escuchó temerosa.
–Tienes poder – respondió con apatía Skade, como si no importara el motivo –,
quiero medir la fuerza de los guerreros de esta época, no es nada personal...
–Está bien – concedió Dana al ver que la batalla sería inevitable –, voy a pelear
contigo, pero debes prometer que si me vences te irás sin causar más daño...
–¿Por qué habría de prometer eso?
–Porque puedo irme de aquí sin pelear y traer refuerzos para matarte, no tienes
ni idea de las armas que poseemos ahora...
Skade pensó las cosas un momento, cuatro mil años eran mucho tiempo y ella
desconocía por completo ese mundo, todo lo que veía a su alrededor le parecía
excitante y nuevo, en efecto, las posibilidades de que hubiera un arma capaz de
vencerla eran altas, juntó energía en su mano derecha y nada sucedió, aún no tenía
todo su poder, debía ser precavida.
–Está bien, acepto, si no soy atacada me iré de aquí tranquilamente después de
matarte.
Dana volteó hacia David Nexus.
–Despeja la zona, David, esto se va a poner feo.
–Me quedo a ayudarte.
–Este es un duelo individual, están de por medio las vidas de muchos soldados,
si pierdo encárgate de que Skade sea escoltada sin daño alguno hasta que salga de
Arcadia o por lo menos de la zona urbana...
–Me informan los soldados que hay diecinueve gigantes más... – comentó David
llevándose la mano al comunicador miniatura que tenía en el oído derecho.
–¿A dónde se dirigen? – preguntó Angie Asegir preocupada, veinte guerreros
más como esa mujer eran demasiados, para cualquiera...
–Se dirigen por aire hacia el puente que desemboca en el camino que lleva al
Primer Distrito...
–Da la orden que no sean molestados. – Dana tenía la esperanza de que su
combate fuera el único, al menos hasta enterarse del poder e intenciones de los
Titanes.
–¿Y si atacan? – David Nexus estaba totalmente abrumado con lo que estaba
pasando, esa situación lo rebasaba por completo.
–Ya lo hubieran hecho – respondió Dana analizando las cosas con frialdad –, es
primordial que los dejen en paz...
–Está bien – David Nexus tomó valor de la actitud de Angie, ella se jugaría la
vida por todo Arcadia, a él le correspondía encargarse de que nadie más saliera
herido –, yo me encargo, suerte Dana.
–Gracias David, la necesitaré...
Cuando David Nexus se estaba retirando dando instrucciones, Angie le habló:
–David...
–Dime. – El bérserker volteó hacia la miembro de la Armada Elemental
esperando que le pidiera ayuda en su batalla contra Skade, peleando es como él se
sentía más cómodo, aunque fuera una batalla imposible de ganar.
–Si muero dile por favor a Cross y a todos mis amigos que los quiero mucho...
–No te preocupes – respondió David con decepción –, no tendré que hacerlo.
David Nexus se retiró con la mayoría de los soldados, era peligroso
permanecer en ese lugar que se convertiría en un infierno por la batalla de esas dos
guerreras, Skade se preparó para atacar.
–¿Estás lista niña?
–Lo estoy.
–Bien, esto va a ser divertido...
Los Titanes y las Titánides ya estaban avanzando por el camino entre los
Distritos Tres y Comercial que llevaba al Primer Distrito, miraban asombrados los
grandes edificios, los vehículos, los letreros luminosos, todo...
Seguían su camino cuando algo captó la atención de su líder, Jotun con una
seña ordenó a Leto detenerse para contemplar el inmueble que sobresalía por
encima de los demás, una inmensa y hermosa Catedral. Leto se acercó a él para
comentarle.
–Si no me equivoco esa es la tierra sagrada dedicada a los tres dioses...
–Así es mi querida Leto, las construcciones de nuestro tiempo siguen ahí, pero
esto en nada se parece a un lugar santo, más bien parece un sitio de herejía...
–¿Quieres que lo destruyamos? – preguntó Jápeto el controlador del metal entre
los Titanes.
–No amigo, sientan la energía... no somos los únicos gigantes en este tiempo...
–Suena lógico – opinó Jarnsaxa, quien manejaba la misma energía que Jápeto
–. Seguramente los gigantes que vencieron en la guerra contra los hombres son los
que dominan la tierra...
–Puede ser – respondió reflexivo Jotun –. Adelántense, creo que iré a investigar
un poco...
–¿No crees que deberíamos ir todos? – propuso a modo de pregunta Hiperión,
el controlador de la electricidad –. Recuerda que no tenemos ni el diez por ciento de
nuestro poder...
–No es necesario, ni el peor de los gigantes se atrevería a atacarnos en tierra
sagrada, iré yo sólo...
–Por lo menos deja que Tetis te acompañe – sugirió Mnemósine, la psíquica de
los gigantes –, así estaríamos todos más tranquilos...
–Está bien – se rindió Jotun tendiéndole la mano a una de sus compañeras –,
vamos Tetis.
Tetis, la controladora del agua, tomó la mano de su líder y ambos se internaron
en las calles del Distrito Comercial. Por donde pasaban los gigantes todos los
observaban con sorpresa y temor, las autoridades del Distrito ya habían
implementado las medidas necesarias y habían alejado a todos los turistas de las
zonas colindantes con el camino que llevaba al Primer Distrito.
Jotun caminaba impasible, pero Tetis lo seguía con una gran sonrisa
observando cómo la gente al verlos corría a resguardarse, tomó del brazo a su líder
y entonces empezó a rogar por que la dejara divertirse.
–Vamos Jotun, déjame hacer algo divertido... – La Titánide se moría por hacer
daño a las personas que la observaban con temor, tenía un gran resentimiento
contra los hombres, matarlos en tierra sagrada no era un pecado, no se podía
condenar al castigo divino por matar a un insecto.
–No sabemos a quién pertenecen estos esclavos, abstente de hacerles daño,
compórtate hasta que veamos quién habita este lugar y nos diga quiénes son los
nuevos gobernantes del mundo.
Tetis hizo una mueca de desgano pero aceptó la orden de su líder, conocía de
sobra su carácter iracundo y volátil cuando alguien lo desobedecía.
–Está bien, esperaremos entonces...
El Titán y la Titánide caminaron hasta el magno inmueble de la Catedral,
ambos estaban impresionados por la majestuosidad del edificio gótico.
–Hay que aceptar que en nuestra época hubo estupendos constructores –
comentó Tetis –. La ωatedral de los Dioses es tal y como la recuerdo…
–Es verdad – respondió Jotun.
Apenas entraron por las puertas principales Jotun sonrió, conocía
perfectamente al gigante que inmóvil custodiaba la entrada enfundado en una
sotana con capucha de color azul con una gruesa franja de color oro en medio.
–Hola hermano... ¿qué sucede contigo? Pareces una estatua...
En ese momento Jotun y Tetis fueron llevados al plano de otra dimensión, en
donde el Sacerdote Mayor se bajó la capucha dejando ver su rostro, el cual
ciertamente era muy parecido al del Titán.
–Así que finalmente fueron liberados...
–Así es Teopixque – afirmó Tetis.
–Teopixque... – el Sacerdote Mayor se tomaba la barbilla –. Hacía cuatro mil
años que nadie me llamaba así...
–¿De qué estás hablando, hermano? – preguntó Jotun –. ¿Acaso cambiaste tu
nombre?
–Así es, ahora ante los hombres no tengo nombre, ellos suelen llamarme el
sacerdote azul y oro, para mis hermanos soy el Sacerdote Mayor.
–Siempre fuiste muy espiritual, en cuanto a tus hermanos... – Jotun miraba
expectante a Teopixque, finalmente sabría a quienes se enfrentaría por dominar el
mundo –. ¿De quiénes estamos hablando?
–De Ravi, Lao, Wicca, Gur, Siddhartha, Aya, Kami, Shaman, Nanak y Arzobi.
–Todos los religiosos que hicieron el pacto... – Jotun pensó en los gigantes más
poderosos de su época, los que subyugaban a su gente con la supuesta autoridad
de los Dioses.
–Así es... – confirmó el sacerdote azul y oro, sus palabras se escuchaban
tranquilas –. ¿Cuántos de ustedes cruzaron la puerta?
–Todos los que fuimos encerrados: Crío, Hiperión, Jápeto, Atlas, Helios, Astreo,
Palas, Ymir, Bergelmir, Fornjot, Febe, Rea, Temis, Tea, Leto, Mnemósine, Tetis,
Jarnsaxa, Skade, Gerd y tu servidor.
–Eso es malo...
–Peor de lo que piensas, hermano, venimos decididos a recuperar lo que nos
pertenece... ¿quién es el amo del mundo ahora? ¿Cuántos de los principales
quedan? Debemos llegar a un acuerdo con ellos si no quieren que haya guerra y sus
hermosas ciudades queden reducidas a cenizas...
–La era de los gigantes ha terminado, hermano, nos extinguimos hace más de
cuatro mil años, ahora al mundo lo gobierna el hombre...
–¿Qué quieres decir? – El Titán no comprendía las palabras de su hermano, si
había gigantes en esa época era imposible que unos insectos gobernaran el mundo.
–Que Zarth ganó la guerra contra los gigantes, ahora este continente lleva su
nombre... Zarthland.
–No te burles de mí...
–Hermano... si los gigantes domináramos esta tierra tú y tus camaradas jamás
habrían salido de su encierro, pareces tranquilo pero sé que buscas venganza por tu
enclaustramiento, nos culpas por eso y piensas que somos nosotros quienes los
teníamos capturados, pero no es así, el acierto del hombre los encerró y la estupidez
del hombre también los liberó.
–¿Dónde están encerrados los principales?
–En ningún lado, fueron exterminados desde su origen.
–¿Y por qué ustedes no hicieron lo mismo con nosotros?
–Nosotros les recomendamos a los hombres que también los exterminaran,
pero no nos hicieron caso, pensaron que tal vez un día los necesitarían.
–Malditas criaturas inferiores... – exclamó el Titán furioso –. ¿Creen que pueden
utilizarnos a su antojo como si fuéramos sus esclavos?
–Al parecer se equivocaron...
–Y de qué manera – Jotun ya estaba planeando la extinción de los hombres –,
su equivocación los ha condenado...
–¿Qué piensas hacer? – preguntó el Supremo Sacerdote a sabiendas de la
respuesta de su hermano.
–Conquistar el mundo...
–Suerte con eso.
–¿Y ustedes que harán? – Jotun deseaba saber la posición de los Sacerdotes,
no quería entrar en guerra con ellos –. ¿Nos volverán a traicionar y pelearán al lado
de los humanos?
–No hermano, nuestra existencia es únicamente espiritual, no nos involucramos
con el mundo de los hombres.
–¿Qué quieres decir?
–Que nosotros no existimos, los humanos creen que somos estatuas en la
entrada de los templos, jamás salimos de ellos, esta tierra sagrada es el único
espacio en el que nos desenvolvemos...
–¿Me estás diciendo que los hombres los tienen encerrados como animales y
ustedes no hacen nada?
–Cada quien tiene su perspectiva, hermano, tú puedes pensar lo que quieras.
–Déjame ver si entendí, dices que tu existencia y la de los demás sacerdotes en
este mundo es puramente espiritual y que no intervienen en el mundo de los
hombres... ¿me equivoco?
–No, entendiste bien.
–Entonces... si los Titanes y las Titánides decidimos conquistar el mundo... ¿me
estás asegurando que las Sacerdotisas y los Sacerdotes Supremos no interferirán?
–Así es...
–En nuestros tiempos ustedes eran los más depravados y enfermos de poder,
hicieron lo que quisieron en nombre de la religión... ¿Qué fue lo que les sucedió?
–Que finalmente fuimos tocados por los Dioses y entendimos el significado de la
vida, llevamos más de cuatro mil años en meditación y felicidad eterna...
–Perfecto Teopixque, no quiero interferir con su felicidad...
–Sólo te advierto una cosa, Jotun.
–¡Lo sabía! – exclamó el líder Titán señalando a su hermano –. Siempre hay un
“pero”, dime tu condición... ¿quieres compartir el poder?
–El poder no nos interesa, los hombres se encargarán de sus asuntos con
ustedes...
–Entonces... ¿cuál es tu advertencia?
–Desde el principio de los tiempos este ha sido territorio sagrado, los gigantes
siempre lo respetamos y nunca combatimos en tierra santa, esa regla no escrita
perdura hasta ahora, en este sitio conocido ahora como el Distrito Comercial no está
permitido ningún acto de violencia.
–Lo entiendo.
–Quien realice un ataque en este sitio, sea hombre o Titán, será ejecutado.
–Y yo te advierto a ti que si matas a uno de mis hermanos acabaré con todo y
con todos...
En ese momento se aparecieron atrás del Sacerdote mayor los otros diez
monjes, el azul, el rojo, el negro, el verde, el morado, el blanco, el amarillo, el café, el
naranja y el gris, todos con la cabeza gacha, la capucha puesta y las manos ocultas.
Teopixque continuó hablando.
–A nosotros no puedes amedrentarnos, hermano, ustedes recién han salido de
su encierro, ni siquiera han desarrollado su máximo poder, nosotros llevamos más
de cuatro mil años entrenando y mejorando nuestras capacidades.
Todos los Sacerdotes levantaron la cabeza y sus capuchas cayeron a sus
espaldas, Jotun reconoció todos esos rostros, junto con él habían gobernado el
mundo hacía más de cuatro mil años. Su hermano continuó hablando.
–Ya te dije que nosotros no nos metemos en los asuntos de los hombres, pero
si así lo quieres, no tienes más que decirlo y haremos la guerra contra ustedes,
donde sea y cuando sea...
Teopixque finalmente mostró sus manos, estas estaban cubiertas por un par de
guantes metálicos de color azul y oro muy claro, las sotanas de los diez Sacerdotes
Supremos que estaban a su espalda cayeron, en su lugar vestían vistosas y
hermosas armaduras del color de su respectivo templo, se veían impresionantes y
en perfecta forma física, Jotun evitó el enfrentamiento.
–Si ustedes no piensan intervenir en mi conquista y están felices en su particular
pedacito de paraíso por mí está bien, se los regalo...
–Creo que ya todo está dicho entre nosotros, hermano, espero nunca volver a
hablar contigo, como toda criatura en este mundo son bienvenidos a orar en
nuestros templos, pero sólo a eso, la palabra ya no tiene ningún significado para
nosotros.
–En verdad eres espiritual, hermano... ¿me mostrarás la salida o la busco yo
mismo?
Teopixque volteó a ver al Sacerdote Supremo de la armadura café, quien
avanzó unos pasos, caminó por enfrente de Jotun y Tetis y con su mano derecha
abrió un portal al mundo terrenal, el Titán y la Titánide se dirigieron al portal para
cruzarlo. Antes de marcharse, Tetis le sonrió al Sacerdote Café.
–Adiós Shaman, fue un gusto volverte a ver...
El Supremo Sacerdote Café no respondió, su rostro estaba impasible, los
Titanes cruzaron el portal e inmediatamente lo cerró, en ese momento sin decir
palabra alguna, cada monje regresó a su templo.
Cuando Jotun y Tetis salieron del portal se encontraron fuera del Distrito
Comercial, sobre la gigantesca vía que iba de la Ciudadela al Primer Distrito, unos
metros más atrás sus compañeros los estaban alcanzando, Astreo, el amo del
viento, les preguntó:
–Veo que si había otros gigantes... ¿cómo les fue?
–Mejor imposible – respondió Jotun –. Teopixque, Ravi, Lao, Wicca, Gur,
Siddhartha, Aya, Kami, Shaman, Nanak y Arzobi viven, son los únicos gigantes en el
mundo, pero ninguno interferirá con nosotros. – El líder de los Titanes extendió los
brazos –. Hermanos y hermanas, la tierra es nuestra.
–Estás hablando de guerreros muy poderosos, Jotun – dijo Febe, la Titánide
controladora de la tierra –. Eso no es bueno para nada, yo no me creo eso de que no
interferirán con nosotros, esos tipos ya nos traicionaron una vez, arrojaron la piedra y
escondieron la mano, estoy segura que si piensan que les disputaremos el mando
de este mundo habrá mucha sangre derramada. Será mejor que nos expliques todo
detalladamente...
Jotun sonriendo abrazó a la Titánide.
–Por supuesto, hermosa, les explicaré todo mientras vamos a lugar de reunión.
Leto nuevamente con el auxilio de su viento levantó a los Titanes y las
Titánides, siguieron avanzando y prestando total atención a la explicación de Jotun,
lo hacían mientras se dirigían tranquilamente al lugar que ellos conocían como el
monte de los ancianos.
Atlas era demasiado lento para poder golpear a Freya, quien tampoco podía
atacarlo directamente por temor a ser capturada, si eso sucedía la pelea terminaría
muy rápidamente, aunque sus ojos ya se habían tornado verde claro sentía que su
poder no era suficiente para dañar a su rival.
Los golpes de viento tampoco afectaban al gigante en gran medida, su
poderoso cuerpo lo resistía todo, el Titán estaba tranquilo, leyendo los movimientos
de su rival.
Aunque Freya no seguía patrones predeterminados, su técnica la hacía repetir
determinadas maniobras que Atlas iba aprendiéndose conforme lo atacaban.
Al igual que su compañera Skade, el Titán estaba concentrando su energía en
su mano derecha tratando de formar su arma de combate, pero tampoco lo
conseguía.
Su rostro marcado por símbolos de tierra seguía observando y su enorme
cuerpo soportando los embates de su rival, después, en un rápido movimiento pisó
el suelo con gran potencia, eso desestabilizó a Freya que estaba atacando en ese
momento haciéndola caer.
Inmediatamente Atlas aprovechó la oportunidad, con su gran mano la aplastó y
después la levantó, cuando así lo hizo notó que la pupila de Freya había
desaparecido y en su lugar se había formado el símbolo que se veía en su guante
gris.
Freya volteó hacia la derecha, Atlas la imitó, en cuanto el Titán volteó se
encontró con un hermoso caballo blanco de ocho patas y cuatro alas quien le dio
una poderosa coz mandándolo a volar, el Titán soltó a su presa para después
estrellarse con una jardinera y un árbol destruyéndolos a ambos.
–¿Cómo hiciste eso? – preguntó Atlas al tiempo que se incorporaba para seguir
la batalla.
–¿A qué te refieres? – respondió Freya mientras se limpiaba la sangre que le
brotaba del rostro.
–Esa bestia es una versión menor de mi corcel, el animal más rápido del
mundo...
–La bestia venía con mi espada...
–¿Con tu espada dices? Debe ser muy poderosa para poder contener una copia
menor de mi hermosa bestia...
–De eso puedes estar seguro.
–Hay muchas cosas que debemos aprender de este mundo, lo de tus ojos
también es extraño, conforme cambian aumentas tu poder...
Freya extrajo su espada sagrada del lado izquierdo de su pecho, en cuanto
Valkiria estuvo totalmente fuera a un movimiento de la muñeca de su portadora se
separó su hoja imitando una serpiente, en ese momento Sleipnir desapareció y el
símbolo en los ojos de la FILO número ocho se duplicó, de su espalda surgieron dos
juegos de alas y a una velocidad imposible de ver atacó a su rival.
Atlas fue cortado en varias ocasiones hasta que un ataque de tierra hizo
retroceder a Freya, cuando su contrincante dejó de atacar el Titán se percató de que
sangraba.
–¿Cómo lo lograste? – preguntó –. Mi cuerpo es indestructible...
–Una espada sagrada lo corta todo, tu indestructible cuerpo ante la hoja de
Valkiria no es más que mantequilla.
–Entonces estoy en problemas, o quizá no...
De un poderoso golpe Atlas rompió el concreto donde se encontraba, con su
gran puño pulverizó los restos del suelo que quedaron en sus manos y los aplicó en
sus heridas, éstas sanaron de inmediato, ahora la sorprendida era Freya.
–¿Es eso posible?
–Manejo el elemento tierra, niña... la energía de la arena me cura.
–No importa, te cortaré hasta sacarte el corazón.
–Tu espada es poderosa y puede cortarme, pero mi capacidad de curación no
es lo que debería preocuparte...
–¿Qué es entonces? – preguntó una nerviosa Freya.
–Esto...
Atlas juntó su energía en su puño derecho, la tierra se juntó a su alrededor
formando los vestigios de un hacha.
–¿Qué es eso? – preguntó Freya.
–Mi hacha elemental...
–Pero no está totalmente formada...
–Sí lo suficiente para matarte...
Atlas lanzó un ataque al aire con su arma a medio formar en dirección a Freya,
el ataque de arena fue bestial, Astrid apenas estableció su defensa giratoria de
viento con su arma rodeándola, eso detuvo y cortó el ataque.
El Titán sonrió, lanzó un nuevo ataque que arrasó con la FILO y su
impenetrable defensa, Freya volvió a caer herida al piso, inmediatamente se
incorporó, entendió que debía pelear con su máximo poder para poder derrotar a
ese gigante.
El símbolo en los ojos de Astrid se triplicó, a su espalda nuevamente surgió
Sleipnir, ambos a una gran velocidad empezaron a rodear a Atlas en direcciones
contrarias, después, Freya hizo girar su espada, la cual se alargó por muchos metros
abarcando todo su tornado convirtiéndolo en un torbellino cortante.
En ese mismo momento, sin soltar su arma cuyos hilos metálicos se seguían
extendiendo, Freya cruzó el tornado que giraba en sentido contrario de su bestia
quien al ver que su ama ya no corría peligro golpeó con sus patas traseras su
torbellino, magnificando su golpe por la fuerza del viento.
Los dos poderes se juntaron y se impactaron contra el cuerpo de Atlas, quien
gritó de dolor, cuando todo terminó, los hilos metálicos cortantes de la espada
Valkiria se retrotrajeron hasta volver el arma a su forma original, el Titán tenía parte
del cráneo hundido, las costillas rotas asomaban por su piel, estaba a punto de
perder su brazo izquierdo y sus piernas ya no le respondían.
En un veloz movimiento con su mano del hacha a medio terminar, Atlas lanzó
un ataque, Freya se cubrió detrás del fuerte cuerpo de Sleipnir, pero el embate no
fue hacia ella, fue al suelo donde el Titán se encontraba.
La explosión de tierra cubrió el cuerpo del gigante regenerando su cuerpo,
cuando Freya se percató de ello nuevamente se lanzó al ataque, envió contra Atlas
otro tornado cortante, por su parte, Sleipnir también envió otro tornado magnificado
con la potencia de su coz en contra del Titán.
Atlas se vio rodeado, con un ataque de tierra detuvo el embate de la bestia
mítica y con su arma destruyó el de la portadora de Valkiria, para entonces los
símbolos en su rostro ya se habían ensombrecido y su arma era más tangible.
–Perdiste tu oportunidad de vencerme, pequeña, si en vez de cubrirte me
hubieras vuelto atacar, tú y tu bestia hubieran ganado este duelo, pero fuiste
demasiado cauta y ahora pagarás el precio...
–Aún no estoy derrotada...
–A mí no me engañas, ese fue tu ataque más poderoso y ya lo descifré, no te
queda nada más que una honorable muerte.
En ese momento Freya estiró su mano del guante y concentró todo su poder,
el viento se empezó a concentrar y comprimir en torno a Atlas hasta que detuvo
completamente su movimiento.
–Tu desesperado y patético intento por maniatarme no funcionará...
Atlas elevó su energía y logró recuperar el movimiento, avanzó un paso
decidido hacia Freya.
–Para esto sirvió tu último truco...
–Yo no hago trucos, señor, éste es mi último y verdadero gran ataque...
–Tu viento sólo me hace más lento y nada más, por ahora... – Atlas dio otro
paso más al frente.
–Mi intención no es detenerlo, todo mundo sabe que cuando le agregamos
poder elemental viento al fuego se generan poderosas explosiones...
–Así es...
–Pero eso no es nada comparando a cuando se le agrega calor al viento
comprimido, eso es una verdadera explosión.
–¿A viene tu explicación de la energía? – preguntó Atlas a punto de alcanzar a
Freya –. A menos que también controles el fuego lo que me dices no significa nada.
–Me refiero a que el viento tiene una capacidad destructiva superior si se le
sabe manipular adecuadamente, gracias a las alas de Sleipnir puedo superar la
velocidad del sonido, si comprimo el viento lo suficiente, puedo crear una explosión
sónica capaz de arrasar con todo...
Freya señaló a su rival, Sleipnir se levantó sobre sus patas traseras y salió
disparado hacia χtlas, el Titán sólo observó una “raya” que lo cruzó en un instante,
debido a su gran velocidad, el cuerpo del hermoso corcel se volvió inmaterial,
exactamente cuando cruzó el centro del viento comprimido desplegó sus alas y
entonces sucedió.
El cuerpo de Atlas no fue capaz de soportar el impacto de la explosión sónica,
fue arrasado junto con la descomunal onda de choque que destruyó toda la escuela
superior del Tercer Distrito, nada quedó del Titán ni de Freya.
A lo lejos, en cuanto el peligro pasó, Luzbel corrió hacia la zona de desastre
gritándoles a todos los estudiantes que la ayudaran a encontrar a su prima, Isis cayó
de rodillas, con las manos en su rostro empezó a llorar, no sentía ninguna energía
vital de tipo viento en los alrededores...
Cástor desenfundó sus dos revólveres y empezó a disparar en contra de
“Goliath”, quien con su plasma metálico contenía las balas metálicas y de aire
comprimido, las cuales rebotaban en contra de su rival quien con nuevos disparos
las destruía.
Sir Num era un guerrero al que no le gustaba utilizar su energía elemental, todo
lo arreglaba por la fuerza bruta, eso era lo que lo excitaba, pero ya había peleado
con ese guerrero y sabía que no era un simple número en su colección de víctimas,
debía tomarlo en serio, eso lo obligó a utilizar su poder elemental, al igual que su
rival, su poder se manifestaba mediante unos guantes metálicos que formaban su
plasma. Mismo que el Caballero Fantasma arrojó en contra de Géminis, quien en un
veloz movimiento sacó su espada Doppelhander y partió el ataque sin que lo tocara.
–Así que tú también manifiestas tu poder por medio de guantes metálicos… –
comentó Cástor –, eso es raro tomando en cuenta que eres de Levit.
–No tanto como crees – respondió Sir Num observando los guantes grises de su
rival –, en Hamal también hay tipos que manejan técnicas oculares, somos pocos en
uno y otro lugar, pero me imagino que es para nivelar la balanza de poder.
–Ya conozco las propiedades de esa cosa, Sir – comentó Cástor sacudiendo su
espadón con los restos del plasma metálico –, los Jinetes Alados Inmortales la usan
y es muy efectiva, no voy a permitir que me toques con eso...
–Ya veremos...
"Goliath” transformó su plasma metálico en un torrencial aguacero en contra de
Cástor, quien en esta ocasión se protegió con su defensa de viento, el plasma se
aglutinaba a su alrededor, el ataque cesó cuando un disparo de su arma con un
gigantesco cañón golpeó y derrumbó al gigante de armadura azul.
Cuando Sir Num se levantó, en su pecho se notaba el golpe del arma de
Cástor, pero su cuerpo volvió a la normalidad como si estuviera hecho de plastilina,
el gigante corrió hasta el ahora gemelo mayor y lanzó un poderoso golpe, Titán lo
esquivó y contraatacó impactando el abdomen del Caballero Fantasma.
El golpe de Cástor pegó en el cuerpo de Sir Num y se resbaló a un lado,
situación aprovechada por “Goliath” para contraatacar, pateó en el costado al
guerrero de Géminis mandándolo a volar y estrellarse contra varios muros a los que
atravesó.
Cástor salió de entre la ruinas, había alcanzado a establecer su armadura
metálica y no había salido herido, pero su ropa de metal colapsó con ese único
golpe.
–Tu cuerpo es como de plástico... – le comentó al Caballero Fantasma.
–Jamás podrás herirme...
–Nunca había conocido a nadie tan fuerte como tú, tus golpes son dinamita
pura.
–Ni siquiera he usado contigo la mitad de mi fuerza...
–Tengo algunos trucos para igualar las cosas, apenas destruiste mi armadura
más básica, ahora te enfrentarás a mi fusión de metal y cobalto...
La ropa metálica de Cástor lo volvió a proteger, los dos musculosos y grandes
guerreros se lanzaron al ataque, los dos metros con diez centímetros de Titán se
veían pequeños en comparación con los dos metros noventa centímetros de
“Goliath”, pero el poder de los golpes se veía parejo.
Cástor estaba equilibrando la pelea con su armadura explosiva, sus guantes
metálicos de tela golpeaban como el metal más fuerte y su poder se había
incrementado, ahora sus puños impactaban con una gran explosión el cuerpo de Sir
Num, pero la fuerza bruta del Caballero Fantasma se impuso.
Isaac Yaotl no veía otra cosa que "la película" en su cabeza, las imágenes de
violencia extrema "corrían" en su cerebro una tras otra, éstas no se detendrían hasta
que alguien muriera, como poseído empezó a golpear el cuerpo de Titán, las
explosiones ocasionadas con sus golpes lo excitaron aún más, golpeó y golpeó
hasta que la armadura de su rival colapsó, después siguió golpeando.
Después de recibir el segundo ataque, Cástor comprendió que debía
incrementar su poder, alcanzó el nivel constelación de un miembro del Círculo del
Zodiaco, en sus antebrazos inferiores se formó el tatuaje del ambigrama de su
nombre: Géminis, teniendo como fondo las estrellas de su constelación.
De un poderoso golpe mandó a volar a “Goliath” que cayó de cabeza en el
suelo, Cástor lo dejó ponerse de pie, el Caballero Fantasma se tocó la comisura del
labio, por primera vez en su vida estaba sangrando a consecuencia de un impacto,
le sonrió a su rival.
–Bien, parece que por fin tendré una pelea en serio, toda mi vida aguardé por
este momento...
Cástor le devolvió la sonrisa, su aura verde que indicaba que estaba en modo
furia se intensificó, sus dos armas se fundieron en sus manos hasta que sus guantes
se combinaron, la tela seguía siendo verde pero por encima eran de armadura gris,
el símbolo verde de géminis en sus guantes brilló.
La batalla entre Titán y Sir Num lo estaba destrozando todo, cada golpe dado y
recibido dejaba tras de sí una onda de choque que hacía temblar todo a su
alrededor.
La contienda era brutal, pura fuerza, a ninguno de los dos contendientes le
importaba ya seguir una estrategia, lo único que deseaban era seguir peleando, dar
y recibir golpes hasta que uno de los dos desfalleciera.
Lo mismo sucedía con Hermes y Seth, los dos guerreros se estaban atacando
con su máximo poder, a la distancia, con los golpes explosivos de Hermes y la
energía fusionada de tierra y electricidad del ex oficial de la Juez del Este.
Cuando se encontraban en la distancia corta combatían con la espada de Seth
y el espadón Zweihander de Titán, hasta que finalmente en un ataque al mismo
tiempo ambos perdieron sus armas.
En dos distintos sitios la escena era la misma, un guerrero enfrente de otro,
todos preparados para un embate final, las estrategias sobraban, sólo había una
regla, el más poderoso vencería, así de sencillo y simple terminarían ambos
combates.
Los guerreros corrieron el uno contra el otro, Titán y Sir Num dispuestos a
dejarlo todo en su último golpe. Hermes y Seth con su máxima técnica lista para
impactar a su oponente.
Los poderes chocaron, el estruendo casi derribó el piso y el techo de esa
sección del edificio de la Ciudadela, Seth y Hermes recibieron de lleno el poder uno
del otro, el Guardián del Destino utilizó su segunda fusión, la de tierra y hielo,
aquella que obtuvo cuando se unió al grupo protector de Ishtar y que sólo utilizaba
en situaciones de extremo peligro: la tierra café y el ahora gemelo menor utilizó sus
guantes para crear dos gigantescos mazos, uno de metal y otro de viento para
apresar, triturar y destrozar el cuerpo de su oponente. Al mismo tiempo, Titán y Sir
Num se golpearon con toda su furia, y después... la calma total, todo había
terminado.
A varios metros de donde originalmente habían combatido, Seth estaba en el
suelo con el cuerpo hecho pedazos, en ese momento la oscuridad le dio forma a su
cuerpo y los trozos de carne humana volvieron a integrarse a su ser hasta que su
cuerpo volvió a la normalidad.
El oficial del territorio del Este veía el cuerpo inconsciente de Hermes, puso su
espada en el cuello descubierto del ahora gemelo menor cuya armadura estaba
destrozada por completo, congelada y derruida por la tierra café, la sangre empezó a
brotar, había sido un gran oponente, el mejor que había tenido, ni el mismísimo
Elohim lo había llevado al extremo de utilizar su oscuridad total en una batalla.
Levantó la espada para cortar de un tajo el cuello de Hermes, debía terminar
con el peligro que el guerrero de Géminis representaba, dejó caer la hoja mortal, el
poder del golpe incluso brotó trozos de concreto del resistente suelo del edificio de la
Ciudadela.
Cuando Seth observó el corte sonrió, su batalla estaba concluida, una gran
roca había sido partida a la mitad, pero el cuello de Póllux seguía en su sitio, el
Guardián del Destino se puso en cuclillas observando la cabeza de su rival.
–Eres un buen tipo, Hermes, te ataqué con mis dos fusiones en ese último
ataque, la tierra café destruyó tu armadura y la morada tu cuerpo, aun así
sobreviviste, tú ganaste esta batalla, sigues vivo y no sólo eso, con tus dos mazos
me destrozaste por completo, si yo fuera un guerrero normal habría muerto. En caso
de que estés en lo correcto y la visión de un mejor mundo de Horus sea equivocada,
la humanidad va a necesitar guerreros como tú para que la protejan, suerte con eso.
Seth se levantó, se dio la vuelta y con la espada recargada en su nuca se alejó
silbando del ahora gemelo menor, parecía tranquilo, pero en realidad estaba
pensando seriamente en las palabras de Póllux. Antes de que abandonara el lugar
escuchó una voz a su espalda.
–Es peligroso dejar a ese chico vivo, Seth.
El miembro de los Guardianes del Destino volteó, se encontró con el líder de la
Orden de las Espadas Reales de Levit.
–Sir Exxus...
–¿Por qué peleaban?
–Nos sorprendió a mí y a Sir Num platicando. Escuchó de nuestro pacto.
–¿Deseas que yo acabe con él?
–Si lo haces yo te mataré a ti... – amenazó el Guardián del Destino sin cambiar
su pose despreocupada.
–¿Qué te importa la vida de este muchacho?
–Es una mejor persona que tú y yo, mejor que la mayoría de la gente de este
podrido lugar, eso significa mucho para mí...
–Puede hablar de nuestro pacto...
–Si se ha de conocer que se conozca.
–No puedo permitir eso...
Seth señaló a Mikael con su espada.
–Entonces... creo que estamos en problemas.
–Como quieras – Sir Exxus veía fijamente a su oponente, eso es lo que
bastaba, una simple mirada para destruirlo –, yo no soy el oponente indicado para ti,
soy tu única debilidad, te destrozaré...
–Puedes intentarlo, chico, ya probé tu habilidad psíquica en la batalla por la
Ciudadela y al contrario de lo que tú piensas no es tan poderosa, si entras en mi
mente y no me derrotas, la oscuridad te consumirá a ti... – Una aura negra, lúgubre y
poderosa rodeó al Guardián del Destino –. ¿Realmente quieres intentarlo?
El Fénix en su forma metálica, el clon de Brahma con el poder del Dragón del
Juicio Final y Connor con los poderes de la Mantícora atacaron a la serpiente
emplumada al mismo tiempo, las miles de plumas multicolor de Quetzalcóatl
cumplían la misma labor que las cuchillas de la espada elemental.
Cientos de plumas fueron liberadas acabando con el ataque de las bestias de
los rebeldes, con las mismas bestias y hasta con los FILOS Divinos, Connor se
levantó sangrando y con el brazo izquierdo inutilizado, su clon con las capacidades
del Dragón del Juicio Final también había caído.
–Creo que estamos en problemas – le comentó a Drake –, una cosa son unas
cuantas cuchillas, pero esto es imposible de detener...
Cross con dificultad pudo levantarse, observaba la espada elemental que se
había vuelto a formar en la empuñadura de Kukulcán, brillaba a su máximo
esplendor. Les habló a sus compañeros para que los tres se unieran en un único
ataque:
–Esto no puede seguir así, Drake, tú deberás encargarte de la serpiente
emplumada, yo me encargaré de la espada Quetzalcóatl y Connor de Kukulcán, lo
importante es que ese maldito no de poder a su bestia con su arma, todo se definirá
en un sólo ataque... ¿listos?
–Listos – respondieron Connor y Drake, aunque ninguno de los dos pensaron
que Cross pudiera hacer otra cosa que sólo mantenerse de pie y eso no lo lograría
tampoco por mucho tiempo, parecía que colapsaría en cualquier momento...
*****
Mientras Heimdall, Escorpión y Brahma peleaban en contra de Kukulcán, la
batalla de los ejércitos de Ishtar en contra de los principales guerreros rebeldes ya
había iniciado.
Los Guardianes del Destino junto con Deneb De Britten se estaban enfrentando
a Dagan, Baldr y al grueso del ejército de Ishtar, Bethus Shmuel señalaba a sus
compañeros del grupo protector de la Ciudad Sagrada de Uruk.
–Su obligación es defender la capital, no atacarla.
–Cuestión de enfoques, Baldr – le respondió Tyr –, en cuanto caiga Kukulcán
los traidores y criminales serán ustedes, aún es tiempo de rectificar.
–Ustedes perderán, el grueso del ejército lo tenemos Dagan y yo a nuestra
disposición, ustedes caerán de cansancio antes de llegar hasta nosotros.
–No lo creo – dijo Amón que se adelantó a sus compañeros, se dividió en tantos
clones como guerreros del ejército contrario había.
Después Tyr les habló a sus compañeros:
–Eunice, Nergal y Syn, encárguense de la maquinaria pesada, Deneb De Britten
y yo pelearemos con Dagan y Baldr.
Deneb se adelantó a Tyr y le puso la mano en el pecho.
–Tu estrategia está bien pero confundes tu rol, podrás ser un Kray y manejar la
energía pura pero estás muy lejos del nivel de tus hermanos, tu novia Syn es mucho
más poderosa que tú, ella me ayudará con Dagan y Baldr, tú auxilia a tus
compañeros...
Bonzzo sabía que Deneb tenía razón, en todo, después de muchos años él se
había vuelto a reunir con sus hermanos Diana y Apolo, quienes ahora eran Espadas
Reales de la Orden de Riazor y efectivamente, los dos eran mucho más poderosos
que él, sin embargo, no quería dejar a Syn pelear contra los primos Shmuel, era muy
peligroso para ella.
–No, yo...
La controladora de las bestias con armadura metálica le comentó a su
compañero con la misma expresión fría de siempre:
–Ese tipo tiene razón – señalaba a Deneb –, yo lo ayudaré a combatir a Dagan y
Baldr, tú no tienes ninguna oportunidad contra ellos.
–No, Labra...
–Tranquilo, tú haz lo tuyo, estaré bien.
–Cuídate – Tyr besó en los labios a Syn y después con sus compañeros atacó a
la maquinaria del ejército.
Dagan y Baldr que sonreían se les quito la risa cuando vieron a sus
contrincantes, sobre todo al chico De Britten, Deneb no había perdido el buen
humor.
–Vaya, vaya, dicen que ustedes son de los guerreros más fuertes del país, yo
digo que son basura, Syn realmente es poderosa, voy a dejar que ella pelee con
ustedes, con los dos, pero no se confundan, estaré al acecho, en cuanto bajen la
guardia los mataré.
Dicho lo anterior, Deneb De Britten abrió la palma de su mano izquierda y dos
rayos de energía pura golpearon de lleno a los primos Shmuel mandándolos a volar,
la razón por la que Deneb había planeado esa estrategia era muy simple: debía
vigilar en todo momento a Caris, si se daba la situación, abandonaría a Syn para
salvar a la miembro del Clan Humbolt.
La batalla contra la maquinaria pesada del ejército comenzó, los Guardianes
del Destino que apoyaban a los rebeldes no se guardaron nada, deseaban acabar
con sus contrincantes lo más rápido posible para ayudar a sus compañeros.
Los clones de Amón combatían con el elemento tierra a la vez que creaban sus
propias armas metálicas, algunos se convirtieron en enormes bestias para causar
más bajas entre el ejército enemigo, Arne por su parte se transformó en un enorme
dragón idéntico al Dragón Oscuro, no tenía su poder pero sí su fuerza, se volvió
invisible y aniquiló a cuanto enemigo se cruzó en su camino.
Eunice combatía con su látigo como arma y con su cabello metálico, el cual se
fusionaba con elementos de las principales seis energías: agua, viento, fuego, aire,
hielo y electricidad. Crecía y tomaba la forma del arma que ella eligiera, animada o
inanimada, ya sea golems de piedra tomada del suelo o dragones eléctricos, armas
punzocortantes o contundentes, su cabello se tornaba incandescente o en forma de
taladro, además de que inhibía la energía con la que la atacaban. La más terrorífica
de sus habilidades era el poder que había adquirido al jurar lealtad a la Guardia del
Destino, por unos momentos su cabello se volvía una puerta a la otra dimensión
dejando escapar una bandada de pájaros carnívoros que devoraban todo a su paso
para inmediatamente después regresar a su lugar de origen por donde habían
salido.
Nergal arrasaba a sus enemigos con sus burbujas de agua de alta densidad
además de las combinadas con otras energías elementales: hirvientes, congeladas,
eléctricas, metálicas, arenosas y explosivas, también atacaba con la parte superior
del gigante psíquico que había heredado de su primo Marduk.
Tyr no deseaba quedarse atrás, él era el más interesado en acabar lo antes
posible con los ejércitos de Ishtar para apoyar a Syn, apoyándose en los guantes,
brazaletes y cinturón que le fabricó Ganesh, atacaba a sus rivales con todas las
fuerzas elementales, pero su poder destructivo no se detenía ahí, al jurar fidelidad a
la Guardia del Destino adquirió la habilidad de fusionar tres y hasta cuatro de sus
energías siendo capaz de crear energía pura amarilla y energía pura azul en forma
de esferas del tamaño que abarcaban sus dos manos, mismas que creaban
destrucción como ningún otro de sus compañeros.
Los guerreros que llegaron de Hamal avanzaron hacia los miembros del
Sindicato de la Ciudad Oculta Hiddensh, Amaterasu y Lúgh marchaban al frente,
detrás de ellos caminaban Acuario, Furcas y Beleth. Inmediatamente los dos ex
convictos eligieron a sus rivales.
–Yo pelearé con la chica de los brazos de bestias – dijo Furcas.
–Y yo con el chico de los cabellos blancos – apuntó Beleth –, es un De Grieff de
primera línea, el poder metálico en él es enorme...
Oberón ladró agresivamente a la otra chica, Edgar le acarició la cabeza.
–Al parecer esa chica maneja algún tipo de energía psíquica – le dijo a
Rhiannon –. Eso siempre pone nervioso a Oberón. Yo me encargaré de ella, tu
encárgate del otro y que Acuario pelee con los ejércitos.
–Está bien.
Los combates comenzaron, los miembros del Sindicato de la Ciudad Oculta
Hiddensh no se molestaron en entablar ningún tipo de plática conciliatoria con sus
rivales, inmediatamente se lanzaron al ataque.
Acuario no se anduvo con sutilezas, de inmediato alcanzó el estado de símbolo
zodiacal, en sus brazos se formó el tatuaje de su símbolo y su poder se incrementó,
convocó a su bestia mítica: el poderoso Tritón, mismo que multiplicó su cuerpo y
empezó a arrasar con sus rivales.
Furcas por su parte se enfrentó a la líder del Sindicato de la Ciudad Oculta:
Cassy Brunn. De las palmas de las manos del miembro del Clan Deltotum de Hamal
surgieron sus tres báculos, mismos que formaron un triángulo, el miembro de la
extinta Liga de la Noche hizo un trato desigual, inhibió el poder de su oponente y lo
tomó para sí mismo en forma de energía pura.
–Espero que seas una buena combatiente con esa espada, niña – señalaba el
arma en la cintura de la chica –, porque acabo de inhibir tu poder elemental.
–Así que ese es el famoso pacto del Clan del triángulo, entonces tú debes ser
miembro de uno de los Clanes Herreros...
–Así es, del Clan Deltotum, llámame Furcas. Y tú eres...
–Me llaman Mort...
–¡Vamos! – exclamó Furcas ahogando una carcajada –. ¿Qué clase de nombre
es ese? ¿Acaso estás jugando conmigo?
–¡En serio! – contestó la chica, se notaba que estaba de buen humor –. Ese es
mi nombre clave y soy la muerte en persona, creo que usted ya está un poco
oxidado, señor, su pacto de equivalencia únicamente afecta dos de mis
extremidades, las garras del Dragón Metálico que me vio utilizar cuando sus
compañeros pasaron entre nuestros ejércitos, pero le voy a demostrar que yo aún
tengo muchas extremidades más...
En ese momento dos brazos más surgieron de la espalda de Mort, éstos eran
idénticos a las patas del Basilisco y al igual que la bestia de Brahama, estaban
cargados con energía pura, con ellos atacó al miembro de la Liga de la Noche,
Furcas con sus tres báculos tuvo que defenderse del múltiple embate de su rival, la
batalla se ponía interesante.
Beleth atacó con su cuerda metálica al guerrero con el nombre clave de
Caelum, éste retrocedió y en seguida activó su poder elemental, en sus brazos se
formaron dos tatuajes de serpientes híbridas, ambas con la parte inferior de una
serpiente y la superior humana, una hembra y un macho, las dos se materializaron.
El miembro de la extinta Liga de la Noche observó a la primera de las bestias,
el macho, la parte de su cuerpo con forma de serpiente era delgada y larga, de
aproximadamente cuatro metros de longitud, su tronco también era menudo y la piel
de su espalda se desplegaba como si se tratara de una cobra, contaba con cuatro
brazos delgados pero musculosos y su rostro era una máscara blanca, sin boca ni
nariz, solo se observaba el espacio de los ojos, violetas con fondo negro, energía
eléctrica corría a su alrededor.
La otra serpiente antropomórfica, la hembra, tenía la parte baja más gruesa
pero también más corta, de dos metros aproximadamente, a partir de la cintura se
observaba el talle y tronco de una mujer con enormes y bien formados senos y un
rostro atractivo, su cabello era largo y contaba con seis brazos, su desnudez
superior era cubierta por una delgada armadura de su misma piel de serpiente que
apenas le cubría los senos y en su espalda se distinguían las fundas de cuatro
empuñaduras y un arco. La bestia hembra tomó dos de esas empuñaduras que al
tener contacto con su energía se convirtieron en dos dagas largas de energía pura.
Ambos monstruos antropomórficos atacaron inmediatamente al miembro de la
resistencia, quien se vio obligado a también llamar a su bestia. Cuando Caelum vio
al monstruo de su rival sonrió sorprendido, finalmente su rostro imperturbable mostró
una emoción.
–¿Esa es la famosa Hydra del Clan Alfard?
–Así es, muchacho.
–Señor, yo siempre quise ser un Caballero Fantasma, pero no pude serlo por
las restricciones de la Orden de Hamal.
–Yo también siempre quise serlo, muchacho, pero no pude porque soy un
imbécil.
–¡Yo también soy un imbécil! – exclamó Caelum –. Me vine a Ishtar para
enrolarme en su academia, pero mi familia no me permitió competir por una espada
del alfabeto antiguo...
–No veo por qué, eres un De Grieff, muchacho, y por lo que veo uno de los
fuertes – observaba el cabello blanco del chico, símbolo de las ramas puras de su
familia –, tú puedes ser lo que quieras...
–Nacemos marcados, señor, mi rama familiar siempre ha protegido Hiddensh,
usted es el gran Beleth, mi padre fue de los que perdió contra usted cuando tomó la
Ciudad Oculta en compañía de la Liga de la Noche.
–Ese fue un gran error que me costó mi vida entera, hijo, pasé veinte años de mi
existencia en el Quinto Distrito, espero no haya matado a tu padre...
–No, pero mi padre siempre me habló de la Hydra metálica y de cómo perdió
contra Beleth de la Liga de la Noche, yo he entrenado toda mi vida para ser mejor
que usted...
–Y este es el mejor momento... ¿verdad?
–La pelea no es a muerte si no lo desea, señor, sólo basta decir me rindo...
–¿Y qué van a decir tus compañeros acerca de eso?
–Lo que ellos hagan o digan es su problema, yo sólo quiero enfrentar a la
Hydra...
–Creo que no tengo opción...
–No señor, ya sea amistosamente o a muerte pero usted y yo pelearemos.
–Vale pues, ya estoy viejo y mis ansias de gloria quedaron atrás, conocí a
grandes guerreros de mi generación y casi todos ya están muertos, que sea una
pelea amistosa, alguien tiene que contar la historia.
En cuanto se acercaron a la guerrera conocida como Sombra, Lúgh y Oberón
se dispusieron a terminar rápidamente con el duelo, Edgar le preguntó al pitbull:
–¿Qué energía maneja esa chica?
Antes de que el Baphometh respondiera, Sombra preguntó:
–¿En serio le entiendes a sus ladridos?
–Así es, no son palabras exactamente, pero puedo descifrar sus ladridos,
gruñidos y hasta sus alaridos como si fueran un lenguaje extranjero pero que
conozco perfectamente...
–¿Y te comunicas con él también ladrando?
Edgar empezó a reír.
–¡No! ¿Cómo se comunica todo mundo con su bestia?
–Telepáticamente... – respondió la chica sonrojada, se sintió tonta.
–Pues yo soy distinto entonces – le explicó Lúgh señalando a Oberón –, él me
entiende cuando le hablo así como tú, ambos estamos conectados, me imagino que
la manera en la que me entiende ha de ser la misma que yo a él de manera inversa.
–¿Y sólo te entiende a ti?
–No, entiende a cualquiera.
–Pues espero que el entender nuestra lengua no sea su mayor virtud, porque mi
poder lo inhibe todo...
En ese momento varias cuerdas psíquicas oscuras, como si fueran sombras,
surgieron de las manos de la guerrera, Edgar volteó a ver a Oberón, el pitbull
entendió la indirecta y liberó su segunda cabeza, justo en el momento en que quedó
amarrado y su poder fue inhibido.
El dragón de dos patas y cuerpo de serpiente con las habilidades de Fafner
inmediatamente penetró en las profundidades de la tierra, a la espera de la señal de
su dueño para atacar, Lúgh por su parte lanzó varias esferas metálicas a su
oponente, quien con sus hilos psíquicos logró atraparlas y desintegrarlas.
Otros hilos atacaron a Edgar De Grieff pero en ese momento el tatuaje en su
brazo derecho se transformó en un guante metálico, su ropa adquirió un tejido del
mismo elemento creando una armadura y en su mano derecha se formó una espada
con modalidad de tijera en cuya hoja se distinguía el grabado de un cangrejo, junto a
la empuñadura se veía una pieza parecida a un freno de motocicleta que al apretarlo
la hoja del arma se abría y cerraba como si se tratara de unas tijeras, con ellas cortó
los hilos psíquicos de su rival liberando a Oberón, pero de inmediato del suelo
surgieron más hilos maniatando otra vez a la bestia y al mismo tiempo otros más lo
atacaron a él, Lúgh se vio obligado a retroceder.
–Tu poder es increíble – comento el líder de la Armada Elemental.
–El tuyo también – reconoció la guerrera –, jamás había visto un metal que
pudiera cortar mis hilos psíquicos de sombras, tu compañero es más impresionante
todavía... ¿qué tipo de bestia es ese perro?
–Una de las más poderosas que existen – respondió Lúgh con orgullo –: el
Baphometh.
–He oído hablar de él, pero mi poder puede inhibir todas sus capacidades, como
puedes ver mis cuerdas también pueden traspasar las superficies, en cuanto surja
su otra mitad lo maniataré igual.
–Tal vez puedas maniatar a mi compañero, pero yo heredé las principales
armas de mi familia, los poderosos guantes Frixo y Hele.
–Yo sólo veo un guante…
–Si eres lo suficientemente fuerte te mostraré a Hele, aunque no creo que sea
necesario, tu poder no puede inhibir la única fusión existente de la energía pura con
el metal.
–Te equivocas, sí puedo hacerlo pero necesito acercarme más a ti...
–Algo muy peligroso si mi bestia está acechándote desde las profundidades de
la tierra. Parece que por el momento estamos igualados...
–No es así – la guerrera sacó su espada, la empuñó con su mano derecha
mientras que con la izquierda manejaba sus hilos psíquicos –. La ventaja la tiene el
guerrero que defiende, vas a perder.
En ese momento Sombra atrajo hacia ella el cuerpo inmovilizado de Oberón, se
escuchó el gruñido del animal, pensaba cortarlo en pedazos, si Lúgh deseaba
salvarlo tendría que acercarse a ella y entonces todo se revertía a su favor.
Rhiannon observaba a su contrincante, un tipo con facha de pordiosero, ropa
vieja y desgastada, barba de varios días, cabello sin peinar y mirada de sueño, sus
movimientos eran torpes y estaba distraído viendo otros enfrentamientos sin
prestarle atención a ella.
–Oye tú – le llamó para que la atendiera –, yo soy tu oponente...
El guerrero conocido con el nombre clave de Conde volteó a ver con
indiferencia a Rhiannon, se sacó unos mocos de la nariz que se limpió en su
pantalón embarrándoselos y después siguió prestando atención a los demás
combates, Amaterasu molesta le reclamó:
–¿Qué acaso no piensas pelear?
Conde volteó a ver a Rhiannon y se puso el dedo índice en los labios, le
respondió con una voz desesperadamente lenta.
–Shhht, baja la voz, te escucho perfectamente.
–Entonces voltea a verme cuando te hablo... – le espetó la portadora de la
espada suprema Kusanagui –no-tsurugui.
–No puedo – respondió Conde desviando nuevamente su atención –, estoy
viendo los demás combates...
–Yo soy tu oponente...
–Te puedo vencer cuando quiera, necesito ver la pelea de Cassy – señalaba a
la guerrera que combatía contra Furcas –, estar alerta por si necesita mi ayuda,
sabes... me gusta.
–¿Y a mí qué me interesa si te gusta esa chica? – Rhiannon cada vez se
molestaba más –. Será mejor que acabe rápidamente contigo para ayudar a mis
compañeros...
Amaterasu atacó con un poderoso ataque de su elemento a Conde, quien sin
ver el embate extendió su brazo izquierdo hacia el poder de viento el cual al entrar
en contacto con su brazo se transformó en una leve ventisca.
–Ya te dije que no molestes – le espetó el guerrero de Ishtar con la misma voz
lenta y cansina –, si quieres ve a ayudar a tus amigos, sólo no te metas con Cassy.
–¿Y quién demonios es Cassy? – preguntó Amaterasu exasperada por la actitud
de ese tipo.
–La chica más hermosa del mundo – contestó Conde sonrojado y con una
estúpida sonrisa –, la que está peleando con el viejo de los báculos, creo que voy a
pedirle que sea mi novia.
–¿Acaso ya te viste en el espejo? – Rhiannon veía con repulsión al guerrero
representante del Sindicato de la Ciudad Oculta Hiddensh –. Eres un asco, no
podrías gustarle a ninguna chica...
Conde seguía sin perderse detalle de la pelea entre Furcas y Mort, sin voltear a
ver a Rhiannon le respondió:
–No me extraña lo que dices, eres muy hermosa, todas las que son como tú
están cortadas por la misma tijera, son ególatras y narcisistas, juzgan a la gente por
su apariencia, seguramente tu novio es el enorme tipo idéntico al que abrió camino a
los que fueron a pelear con el Presidente. Eres racista...
Rhiannon se enfureció.
–¡Yo no soy racista!
–Racista es la persona que juzga, rechaza y menosprecia a los demás por su
raza, apariencia, sexo o creencias, tú me juzgaste sin conocerme, eres racista...
–No soy racista pero sí soy una estúpida al bajarme a tu nivel y discutir
contigo...
Conde seguía sin ver a la portadora de la espada suprema Kusanagui-no-
tsurugui.
–En eso tienes razón, eres estúpida... y también racista.
Finalmente Amaterasu se cansó de discutir y atacó a Conde físicamente, el
miembro del Sindicato de la Ciudad Oculta evadió todos los golpes de Rhiannon.
–¿Por qué me atacas si ya te dije que no pienso pelear contigo ni con tus
amigos?
Rhiannon estaba furiosa, habló sin pensar.
–Porque después de acabar contigo voy a matar a tu noviecita...
En ese momento la mirada de Conde se endureció, sacó de una bolsa interior
de su desgastada chamarra una empuñadura de espada, extrajo el poder del cuerpo
de Rhiannon y lo depositó en su arma, al ser Amaterasu la máxima controladora del
aire, la empuñadura del miembro del Sindicato de Hiddensh transformó la energía
extraída en la espada elemental primigenia de viento: Eos y con ella golpeó a la
FILO Divino.
Rhiannon sintió que todo su cuerpo se desgarraba mientras volaba por los
aires después de que Conde la golpeara con su propia energía, pero sólo fue un
instante, en ese mismo momento la oscuridad se apoderó de ella, ya no sintió dolor,
no sintió nada, estaba desmayada.
*****
Del otro lado de las montañas, mientras Cross y compañía le estaban dando la
vuelta al pequeño monte que separaba a los ejércitos de Ishtar con la entrada a la
Ciudad Sagrada de Uruk, dos bestias de obsidiana atacaron a los rebeldes que
corrían al nivel del suelo, en un rápido movimiento Cerberus extrajo a Durandal de
su pecho, la encendió para aumentar el poder de su afilada hoja y partió a una de
las bestias, a la otra la golpeó en el pecho con su mano izquierda abierta
rechazándola mientras saltaba hacia él, cuando la bestia de piedra se levantó,
Dorian tronó los dedos y la obsidiana se consumió en una explosión de fuego azul.
Todos sus compañeros se quedaron sin habla, ese era un Dorian muy diferente
del que conocían, su poder daba escalofríos, acababa de derrotar a dos poderosas
bestias en un abrir y cerrar de ojos sin siquiera haber entrado en modo FILO. Cástor
se acercó a él.
–Dorian... me preguntaba si una vez que todo esto termine, tú y yo podríamos...
–¡No! – gritaron al mismo tiempo Michelle, Elektra, Arlés y Póllux.
Dorian sonriendo levantó los hombros viendo a Cástor, el ahora gemelo mayor
murmuró para sí mismo:
–Aguafiestas...
Elektra, Michelle, Cástor, Póllux, Dorian y Arlés, los seis huéspedes de la casa
Riazor como ellos solían llamarse, se prepararon para enfrentar a los miembros de la
facción Alianza del Tloque Nahuaque comandados por Sir Astaroth, Fenrir levantó el
puño derecho al frente y por encima de su cabeza, los demás lo imitaron.
–Ha pasado mucho tiempo desde que todos juntos hicimos esto... – comentó
Arlés.
–Desde que dejamos la residencia Riazor – respondió Michelle.
–Siendo unos niños todavía – completó Póllux.
–Ahora somos un poco más fuertes – Cástor jugaba con sus armas haciéndolas
girar en los dedos índice de ambas manos.
–Y mejores personas – Elektra veía a Cerberus.
–¡Por la dicha de pelear una vez más al lado de mis hermanos! – gritó Dorian.
–¡Por mis hermanos! – respondieron todos los demás.
Arlés inmediatamente entró en modo FILO, sus ojos se tornaron azul claro y
sus pupilas desaparecieron quedando en su lugar el símbolo que lo identificaba
como el guerrero sagrado número diez, a su espalda apareció el rey de los lobos con
su armadura de hielo azul, el legendario lobo Fenrir.
Dorian y Elektra hicieron lo mismo, sus ojos se tornaron color cian y gris claro
respectivamente, sus pupilas desaparecieron y en su lugar se formaron los símbolos
que los distinguían como los FILOS números tres y once, a sus espaldas
aparecieron el mítico perro de tres cabezas, Cerberus, con su armadura de fuego y
el Dragón de Luz.
Por su parte, Michelle convocó a su bestia mítica que había obtenido cuando
juró lealtad a la Legión de los Iluminados, Equidna, monstruo con torso de una mujer
y cuerpo de serpiente.
Al ver a todos sus amigos sobre sus bestias, Póllux no lo pensó dos veces,
tomó vuelo y de un corto pero preciso salto cayó en los hombros de su gemelo,
quien inmediatamente protestó.
–¿Y a ti qué demonios te pasa?
–Todos tienen a su bestia con la que van a pelear... – respondió el ahora
gemelo menor –, demuéstrales que la mía es la más salvaje de todas...
Cástor lanzó el rugido de un animal, tomó con fuerza las piernas de su
hermano e impulsado por su viento se lanzó a gran velocidad en contra de sus
enemigos que ya los esperaban.
Arlés y los demás empezaron a reír e inmediatamente después a toda
velocidad se lanzaron al ataque, el can de tres cabezas Cerberus corriendo por
primera vez en siglos al lado del lobo Fenrir para combatir como compañeros, detrás
de ellos Equidna los seguía con Pariel sentada en la punta de su cola con las
piernas cruzadas y apenas por encima de todos Athena volaba sobre el hermoso
Dragón de Luz.
Por fin se dio el choque de poderes, inició el combate de los seis huéspedes de
la residencia Riazor contra los miembros de la facción alianza del Tloque Nahuaque
y el Caballero Fantasma, todos peleaban al tope de sus capacidades, el símbolo en
la pupila de Cerberus, Fenrir y Athena ya se había triplicado.
De igual manera, los ojos de Pariel se tornaron blancos y letras antiguas
ocuparon el contorno de sus pupilas, los tatuajes permanentes en Hermes y Titán
brillaban en sus brazos.
Dorian combatía en una lucha sin cuartel en contra del guerrero conocido como
Qaholom, el chico perteneciente al Tloque Nahuaque era muy peligroso, atacaba al
portador de Durandal tomando dos fusiones que tomó del campo de batalla en su
propio cuerpo, el fuego azul del mismo Cerberus y el fuego rosa de Pariel.
La mitad del cuerpo del guerrero era azul y la otra mitad rosa, atacaba con
ambas fusiones de una manera física, no podía lanzar el elemento pero era muy
rápido en sus ejecuciones.
El mítico perro de tres cabezas no podía ayudar a su amo, el fuego rosa
tomado de Pariel lo mantenía a raya, sorprendió a la bestia cuando sacó su espada,
como hacían los troopers el miembro del Tloque Nahuaque podía lanzar el elemento
a través de su arma..
El FILO número tres seguido de Cerberus se alejaron de su oponente quien los
veía con superioridad.
–Me llamo Qaholom y mi familia es de las más poderosas de Aztlán, pertenezco
al honorable Clan Anáhuac y soy su máximo representante, tengo el poder de
integrar en mi cuerpo hasta dos fusiones, tu mítico fuego azul no puede hacerme
nada, te demostraré que la leyenda de los FILOS es sólo eso, un cuento para
mostrar a los niños, pero en realidad ustedes son unos guerreros cualquiera...
Dicho lo anterior, a una gran velocidad se aproximó a Cerberus para atacarlo
literalmente a dos fuegos, era imposible que resistiera el contacto de los dos fuegos
fusionados, con una gran tranquilidad Dorian se dejó golpear por su fuego azul y
detuvo el ataque del fuego rosa con su espada.
–Puedes manipular mi fuego pero tampoco me dañarás con él – arengó a su
contrincante –, se puede decir que sólo tienes el fuego rosa para destruirme, no te
será suficiente, con mi espada puedo destruir cualquier ataque de fuego...
–Gracias por la advertencia – dijo Qaholom sin inmutarse –, entonces sólo tengo
que pedir prestado otro poder fusionado…
Tras mencionar sus últimas palabras, el cuerpo de Qaholom se deshizo del
fuego azul y absorbió el poder del tlatomi de su compañero Caballero Jaguar, ahora
controlaba un ataque fusionado de electricidad y uno de fuego. A consecuencia de
controlar el relámpago ámbar, la velocidad del miembro del Tloque Nahuaque se
duplicó, atacó a Dorian a una velocidad que hubiera destrozado a Cerberus pero el
portador de Durandal tenía las capacidades de su can de tres cabezas, era tan
rápido como su oponente, mientras, la bestia mítica sólo aguardaba por el momento
preciso para atrapar a aquel molesto guerrero en sus fauces y destrozarlo.
Elektra estaba con una rodilla en el suelo a consecuencia del ataque del
gigante elemental Yani apoyado por las ráfagas de energía pura de Sir Astaroth, los
macuahuitl de fuego y viento creaban grandes explosiones que Athena apenas
podía desvanecer con su poder sobre la transmutación de energía pero no le
permitían atacar por culpa del Caballero Fantasma.
Los golpes del gigante eran colosales y ella los estaba deteniendo únicamente
con una de sus armas y su fuerza física, la otra la utilizaba para defenderse de los
ataques del “Duque”, quien al mismo tiempo no dejaba de atacar al Dragón de Luz,
estaba agotada, sus ojos habían vuelto a su café característico y su bestia tampoco
peleaba ya a su lado, el combate con los dos guerreros fue demasiado para ella, con
sus espadas de brazo apenas había contenido el último embate del macuahuitl de
piedra y la misma arma de agua estaba por impactarla.
El golpe fue devastador pero no alcanzó el cuerpo de la portadora de la espada
sagrada Spartha, un gigante elemental de energía pura la había protegido, Athena
sintió el intenso calor en su cuello, sabía que el tatuaje definitivo del FILO Divino
número siete estaba en él, al igual que en los brazos y la cabeza del gigante
elemental.
Elektra gritó de impotencia con lágrimas en los ojos, Cross había faltado a su
promesa y en contra de lo que ella le había pedido nuevamente la estaba
protegiendo, trató con todas sus fuerzas de desaparecer al coloso elemental pero no
pudo, cayó de rodillas sollozando, odiando a Escorpión por lo que había hecho.
En ese momento Hun Ab Ku aprovechó la situación para terminar con ella dos
brazos de su gigante elemental maniataron al coloso de energía pura y con los otros
dos brazos que le quedaban, el de las armas de fuego y viento, lanzó un ataque
fulminante en contra de Athena.
El poder del viento y el fuego estaban a punto de destrozar a Elektra, la
guerrera sin ánimos para pelear cerró los ojos y esperó el golpe final, pero éste
nuevamente no llegó, un chico vestido con el uniforme militar de Ishtar había
detenido el golpe viento con su espada y el de fuego con su cuerpo, el cual se
incendió y con ese mismo elemento destruyó el brazo de Yani.
El chico apagó el fuego que lo cubría mientras el coloso elemental retrocedía
golpeado por el gigante de energía pura, el recién llegado volteó a ver a Athena y le
ofreció la mano, Elektra la tomó y se incorporó, veía al chico con desconfianza.
–¿Quién eres tú?
–Mi nombre es Carlo Tiberian, soy un estudiante de la academia militar de
Ishtar.
–¿Y por qué me ayudas?
–Porque Kukulcán es un tirano que no debe permanecer en la silla presidencial,
es un peligro para Boleria.
–¿Vienes sólo?
Un nuevo ataque de viento impactó a Carlo Tiberian, su cuerpo esta vez se
convirtió en viento, cortó el otro brazo de Yani y después le respondió a Elektra.
–No, un amigo me acompaña...
En ese momento otro guerrero vestido con el mismo uniforme militar hizo su
aparición, su rayo trasparente se fusionó con los poderes elementales del coloso
Yani, después, con cuatro relámpagos elementales: de fuego, tierra, aire y agua,
acabó con diez bestias de Caballero Obsidiana, dándole tiempo a Titán de
deshacerse de otros tantos.
¿Quién demonios eres tú? – preguntó Cástor.
–Mi nombre es Jeff Hobbs y he venido a ayudarlos...
–Bueno... supongo que no importa quien seas si vas a ayudar...
Elektra no sabía qué pensar, por más que lo intentaba el gigante elemental de
energía pura no desaparecía, Michelle la sacó de su estupor, a la Arcángel la cubría
el exoesqueleto del escorpión de energía pura, la bestia mítica de Cross la había
salvado del ataque de Sir Astaroth, con la ayuda de la bestia zodiacal ya había
derrotado a Caballero Jaguar que no pudo con el poder combinado de la pelirroja y
la poderosa bestia del portador de Antares, ahora ella combatía en contra de "el
Duque".
–¿Qué demonios haces, Elektra? – le reclamó a su amiga para que saliera de
su estupor –. ¿Por qué no peleas?
–No puedo hacerlo – se quejó la rubia –. Cada que utilizamos el poder de Cross
lo estamos matando...
–Eso ya lo sé pero no hay nada que podamos hacer al respecto, sólo acabar
rápido con nuestros enemigos para que estas cosas regresen a Cross, él está
peleando con el enemigo más poderoso y no podemos permitir que luche al mínimo
de sus capacidades. ¡Pelea, maldita sea!
Las palabras de la Arcángel le llegaron a la escultural rubia, mientras ella se
lamentaba Michelle peleaba por Cross aprovechando la protección que su
compañero le brindaba por amor, ella no podía hacer menos que eso, gritó
enfurecida sus ojos nuevamente se tornaron grises y su pupila desapareció para dar
lugar al símbolo triplicado de su guante de poder, su bestia volvió a surgir más
poderosa que nunca, al mismo tiempo que el gigante de energía pura acababa con
el coloso elemental Yani abriendo sus entrañas, el Dragón de Luz con un poderoso
rayo de energía pura impactó directamente a Hun Ab Ku destrozando al guerrero del
Tloque Nahuaque.
Arlés ya se encontraba al límite, las batallas en contra de Drakkar y Odín le
estaban pasando factura, le fue imposible transformar a Colmillo Blanco en la
cadena de hielo, el peso de la batalla en contra de las águilas eléctricas de su
oponente recaía en su bestia mítica.
Aunque el lobo Fenrir no podía moverse, de su cuerpo surgían cuerdas del
mismo hielo maleable de su dueño con afiladas cuchillas de hielo que destrozaban a
las aves eléctricas, a las más cercanas las desintegraba con su aliento cortante.
Todo marchaba bien, las águilas eléctricas no eran un problema por el
momento y el guerrero de Aztlán no podía separarse del lobo Fenrir, ninguna de sus
pequeñas aves podría contener a la bestia, Arlés ya estaba terminando de planear
su estrategia hasta que una explosión eléctrica dejó fuera de combate a la bestia
mítica, el cuerpo del miembro del Tloque Nahuaque se había transformado en una
mezcla de humano ave duplicando su fuerza y habilidades.
Caballero Águila se acercó sonriente a Fenrir apuntándole con su brazo
derecho extendido.
–Esa fue la explosión de mi poder en esta nueva forma, es un golpe fulminante
que te impacta hasta los órganos internos, esta batalla se terminó.
El guerrero lanzó el disparo al FILO número diez pero Fenrir partió el ataque
con Droma en una gran explosión, en ese momento dos águilas eléctricas se
estrellaron contra él dejándolo inmóvil por completo para que no pudiera defenderse,
Arlés sólo alcanzó a murmurar:
–¡Maldita sea!
El poderoso relámpago de Caballero Águila impactó de lleno al portador de
Droma destrozando su cuerpo por completo.
Lo mismo sucedía en la batalla contra los ejércitos y los miembros del Sindicato
de la Ciudad de los Dioses Banayah, Caris también logró someter a todos los
ejércitos apoyada en sus dos bestias míticas; Scylla y Caribdis.
La pelea de Thor contra Serpens aún no se definía, lo que el FILO Oscuro
pensó sería un día de campo se había convertido en una pesadilla, las serpientes
metálicas no se extinguían, salían una tras otra, era algo que no tenía fin, a donde
quiera que volteaba había una serpiente.
Los animales metálicos surgían de todos lados, de los cuerpos caídos de otras
serpientes, de sus cuerpos en movimiento, de sus bocas, lo mismo sucedía con la
serpiente original enrollada en el brazo de la guerrera, toda ella era un nido de
serpientes.
Los pequeños reptiles lo atacaban a una velocidad de infarto, enrollaban la
parte posterior de su cuerpo para impulsarse como si de un resorte se tratara
convirtiéndose en auténticos misiles metálicos, Thor tenía varias heridas pero
ninguna de gravedad, sin embargo, pronto alguna de esas serpientes lastimaría al
mayor de los hermanos Brunn de manera permanente, quien todavía sentía las
secuelas de la cruenta batalla que había sostenido el día anterior con su abuelo y no
podía pelear al tope de sus capacidades.
A unos metros del Juez del Norte del Quinto Distrito, los brazos de energía
psíquica telequinesis de Sacerdotisa tenían maniatada a la Gárgola y la batalla de
Kwan Yin en contra de Barón también estaba pareja, las ráfagas de hielo que
lanzaba el líder del Sindicato de la Ciudad de los Dioses mantenían a raya a la FILO
Divino, quien se vio obligada a establecer su armadura elemental para no
congelarse.
Finalmente Selene decidió terminar con ambas peleas, el símbolo de cuatro
puntos se formó en sus ojos rosa brillante y el tatuaje en su cuello se triplicó, de la
espalda de la Gárgola surgió otra cabeza que se separó totalmente de su cuerpo
surgiendo el monstruo antropomórfico Garuda, por su parte, Kwan Yin adquirió para
sí las habilidades de su propia bestia mítica: la Cockatrice.
Garuda hizo retroceder con su rayo solar a Sacerdotisa, quien se vio en
problemas al enfrentar a dos gigantescos seres al máximo de sus capacidades, la
Gárgola ya portaba también su armadura de diamante.
Al igual que su compañera, Barón retrocedía ante el aliento de la Cockatrice
que todo lo cristalizaba y deshacía, su hielo no era lo suficientemente poderoso para
destruir ese infernal vapor de energía pura, ya estaba contra la pared y al borde de
la derrota cuando señaló al cielo.
Para sorpresa de Libra, los hilos psíquicos de Titiritero no sólo podían controlar
a los guerreros, también controlaban su poder elemental, a través de su defensa de
aire lo estaba controlando a él, el viento formó una figura humana gigante que atacó
al miembro del Círculo del Zodiaco.
Brachium inmediatamente se cubrió de su energía fusionada viento-
electricidad, ésta no pudo ser controlada por Titiritero, quien echó mano de las
fuerzas naturales para atacar a Libra.
Titiritero a diferencia de su hermana podía crear el número de cuerdas
psíquicas que quisiera y sus marionetas no debían ser exclusivamente humanos,
sus cuerdas se encajaron en el suelo formando diez monstruos de piedra, los que
envió en contra de Libra. La batalla fue bestial, uno tras otro los seres de piedra
atacaron al miembro del Círculo del Zodiaco quien se defendía con su poder
fusionado, las cuerdas psíquicas de su enemigo estaban cerca de él y listas para
que en cuanto se le acabara la energía lo pudiera maniatar y así dejar que lo
mataran los monstruos de piedra que él controlaba.
Al final, después de acabar con todos los títeres de piedra, Libra tenía una
rodilla en el suelo, Titiritero aprovechó el momento para controlarlo, sus cuerdas
psíquicas penetraron el cuerpo del Dios de Rayo, en ese momento Brachium sonrió,
por su poder de ascendente supo contrarrestar los hilos de su rival y a través de
ellos lo atacó con su fusión.
Libra sólo tuvo que elevar su energía hasta el nivel constelación, el tatuaje del
ambigrama de su nombre surgió en sus antebrazos interiores así como las estrellas
que formaba su constelación, la balanza se encargó de unir la fusión con las cuerdas
psíquicas, Titiritero cayó derrotado al recibir de lleno el golpe fusionado del miembro
del Círculo del Zodiaco, desde el suelo no se explicaba lo que había sucedido.
–No es posible, estabas demasiado débil, nadie tiene tanta energía.
Libra le seguía sonriendo a su rival.
–Tienes razón, no hay nadie que tenga tanta energía, a menos que en realidad
no la utilice...
–¿A qué te refieres?
–A que me atacaste con títeres hechos de piedra, energía que también controla
mi amigo Amón – Brach señalaba a Arne quien a su vez también lo señalaba a él en
un mudo reconocimiento mutuo –, yo no destruí a ninguna de tus marionetas, él las
deshacía con su poder sobre la tierra antes de que me impactaran, yo sólo fingía
atacarlas.
Libra le devolvió la atención a su enemigo, cuando se dispuso a dar el golpe
final, Titiritero señaló al cielo y le gritó:
–¡Espera!
La batalla entre Tsukuyomi y Crux estaba por demás pareja, por cada clon
cruzado que creaba el líder del Sindicato de la Ciudad de los Cielos Hevven, el
miembro de la Armada Elemental disponía una sombra idéntica para contrarrestarlo.
Después de una feroz batalla entre los dos ejércitos de clones y sombras, Troy
decidió terminar con el duelo, formó una luna por encima de su rival que se tornó
completamente negra.
Aquí se acaba todo, Crux, quizá nuestro poder de nacimiento esté parejo, pero
la Armada Elemental es un grupo que está en la cima de todos los conjuntos élite del
país, al prestar juramento obtuve el poder psíquico extra llamado las fases de la
luna, ahora conocerás la máxima habilidad que me fue otorgada, el de la luna
negra...
En ese momento un enorme sapo de tres patas, dos delanteras y una enorme
trasera salió de la luna negra y aterrizó justo detrás de Crux, quien inmediatamente
creó varios clones cruzados para que lo destruyeran, pero de inmediato otras tantas
sombras los detuvieron.
El enorme sapo en un imperceptible movimiento atrapó con la lengua al líder
sindical y lo congeló por completo, en ese momento todos los clones cruzados
desaparecieron y con ellos las sombras de Tsukuyomi, todo había terminado con
victoria para el miembro del Clan Hobbs.
Cuando Troy se dio la vuelta se encontró con su rival sonriéndole y
apuntándole con una espada, estaba cubierto con una armadura metálica y de su
espalda sobresalían un par de alas.
Tu poder sobre las sombras no te dice en dónde está el guerrero original, tan
sólo destruiste a un clon, a esta distancia y con la velocidad de mis alas puedo
cortarte el cuello antes de que intentes otra cosa.
Sobre el cuerpo de Tsukuyomi se formó una armadura de sombras y una capa
negra.
–Dudo que puedas hacerme daño si tengo esta armadura y mi capa de las
sombras – le advirtió a Crux –. Sólo he usado tres fases lunares, me faltan dos, las
suficientes para derrotarte…
–¿Te parece si lo decretamos un empate? – propuso el miembro del Sindicato
sin bajar su espada –. Las armas que yo utilizo tampoco son comunes, tengo cinco y
no he usado ninguna…
–Sólo si te rindes, tú y tus compañeros – respondió Troy.
–No hay problema. – La armadura y armas de Crux desaparecieron –. Ese
resplandor de hace rato significa que Kukulcán perdió, la victoria es de ustedes.
En la batalla de Balar y Lux, la usuaria de las cuerdas psíquicas había logrado
maniatar a su primo, sus cuerdas creaban portales dimensionales que le impedían a
Fausto acercarse y cuando las mismas cuerdas lo tocaban, la parte del cuerpo que
hacía contacto con esas cuerdas era enviada a otra dimensión, restándole fuerza y
energía al guerrero.
La ropa de combate de Fausto estaba hecha trizas, ya no tenía protección en
contra del ataque de Lux, si volvía a ser impactado ahora sería su carne la que Lux
enviaría a otra dimensión, perdería su energía.
Balar hizo una mueca de desgano y activó el poder de su ojo izquierdo, el que
le daba el poder de su padre, su ojo se tornó completamente blanco, brilló y una
explosión de energía estalló dentro de su prima, la batalla llegó a su fin.
Fausto le dio la espalda a Lux justo en el momento en que la chica surgía de un
vórtice dimensional a su espalda, en el último segundo Lily Yaotl había logrado evitar
gran parte del daño del ataque de su primo, sus cuerdas dimensionales se
desplegaron alrededor del miembro de la Armada Elemental creando otros tantos
vórtices de los que salieron un incontable número de cuerdas, estaba a punto de
destrozar el cuerpo de Fausto cuando una luz iluminó el cielo.
El Loco atacaba con sus brazos de energía elemental a Siege, todos los
ataques del miembro de la familia Hobbs eran absorbidos por el brazo derecho del
miembro del Sindicato de la Ciudad Oculta Hevven, al mismo tiempo separaba la
energía fusionada de su rival y con ésta cubriendo sus brazos izquierdos atacaba a
Dagda.
El miembro del Clan Hobbs se defendía con su espada Katana, cuando vio que
Troy con su sapo de tres patas y Fausto con el poder de su ojo izquierdo habían
salido airosos de sus encuentros no quiso quedarse atrás, atacó al Loco con su
energía más poderosa.
Agregó un tercer elemento a su fusión de hielo-agua: la tierra cristal, ésta
abarcó todo el campo de batalla consumiendo el poder elemental de su oponente
hasta que encerró en un cilindro al joven. Una vez que lo tuvo completamente
encerrado le hizo una advertencia:
–Será mejor que no toques ni una sola pared de tu prisión, la máxima fusión del
agua y el hielo junto con la tierra cristal alcanza el cero absoluto, si aunque sea
rozas cualquier superficie de mi poder las células de tu cuerpo se detendrán, te
congelarás y morirás al instante.
El Loco veía horrorizado a Dagda a través de un pequeño espacio que el
miembro de la Armada Elemental había dejado libre para hablar con él.
–¡Espera! – le dijo en tono conciliador a Siege –. No me dejes aquí, al igual que
Lux yo sólo quería jugar...
Siege le dio la espalda al Loco, el único espacio libre se cerró, ya no pudo
seguir escuchando las quejas de ese agresivo chico, en ese momento observó que
se iluminó el cielo.
Sin importarle que su vida se extinguiera por tener contacto con el cero
absoluto, el Loco rompió el cerco de Dagda, el guerrero de la Armada Elemental
observó impresionado como el lastimado cuerpo de ese chico se regeneraba a una
velocidad imposible, inmediatamente vio la obvia razón, Marquesa se estaba
ocupando de él, era increíble la manera en que lo sanaba de inmediato, ni Sagitario
o Rafael tenían ese poder curativo tan intenso.
Siege se dio cuenta que no sólo el Loco se había recuperado, la prima de Balar
también atacaba a su primo al mismo tiempo que sus heridas se regeneraban hasta
quedar su cuerpo como si nada le hubiera pasado y el rival de Tsukuyomi lo
amenazaba con una espada, inmediatamente les gritó a sus compañeros.
–¡Es la chica – señalaba a Marquesa –, ella los está regenerando!
En ese momento Balar abrió su cuarto ojo, el de la parte de atrás de su cabeza,
el llamado ojo maligno, el controlador de su relámpago psíquico, comúnmente
conocido como el rayo invisible.
Marquesa no se esperó ese ataque, nunca vio nada, sólo sintió que el cerebro
le explotaba y cayó fulminada, después Balar volteó a ver a Quantum, le señaló el
tronco de un árbol, el Bérserker Celestial de inmediato entendió la señal de su
compañero, desapareció a el Loco teletransportandolo al lugar que le indicó Balar en
el momento justo en que otro rayo invisible caía en ese preciso lugar, al igual que
Marquesa, el Loco cayó derrotado.
No hizo falta que Dagda y Tsukuyomi se volvieran a encargar de Lux y Crux,
ambos guerreros al ver el haz de luz en el cielo levantaron los brazos y se rindieron.
Una vez que se vio la luz brillante en el cielo, los miembros de los cuatro
Sindicatos de las ciudades Hiddensh, Hevven, Banayah y Ersghiaal supieron que
Kukulcán había caído, los primos Shmuel no vieron un motivo para seguir peleando
una guerra perdida, prefirieron enfrentar a sus enemigos en los Tribunales, ambos
se rindieron.
Lo mismo sucedió con todos los guerreros élite que aun combatían con los
rebeldes, los miembros del Sindicato de la Ciudad de los Dioses: Serpens,
Sacerdotisa y Barón dejaron de pelear, Titiritero ya se había rendido ante Libra.
Los guerreros de la Ciudad Blanca también fueron advertidos por su líder:
Látigo, que ya todo estaba resuelto, Duquesa y Rafael ya no combatían y Auriga
nunca peleó contra Ariel, Noel sólo tuvo que intervenir en la batalla de Chitriel en
contra de Hermite.
Los guerreros de la Ciudad de los Cielos: Crux, Lux, Marquesa y el Loco
también levantaron las manos ante los miembros de la Armada Elemental del Tercer
Distrito y los Bérserkers Celestiales de Virgo. Salvo Crux y Lux, los rebeldes salieron
victoriosos en sus duelos con los guerreros de Ishtar. Inmediatamente que se vio la
luz blanca, Marquesa se incorporó y en un instante curó heridas y restableció la
energía de todos sus compañeros.
Situación a la inversa sucedió en la batalla de los rebeldes en contra de los
guerreros de la Ciudad Oculta, en donde Mort, Conde y Caelum habían salido
airosos en sus respectivas batallas, los tres se rindieron ante Lúgh que derrotó a
Sombra.
Marquesa restableció la salud de todos los guerreros que se encontraban en el
campo de batalla, élite y regulares, después todos se pusieron en marcha hacia el
Palacio de Gobierno de la Ciudad Sagrada de Uruk.
Beleth notó que Furcas caminaba erguido y orgulloso, a pesar de haber perdido
su combate se veía contento, se acercó a su amigo de toda la vida y le preguntó:
–¿Crees que por fin lo logramos? ¿Alcanzamos la redención?
–No lo sé, tú y yo perdimos, como siempre en nuestra vida, pero el movimiento
ganó y eso es lo que importa.
–¿Peleaste al límite de tus capacidades contra ese chico del Clan De Grieff?
–Nuestra batalla no era a muerte y el utilizar las cabezas de la Hydra en mi
cuerpo es letal, no valía la pena hacerlo… ¿Qué hay contigo?
–No lo sé, creo que ya olvidé pelear a mi máxima capacidad, mis tiempos de
guerrero élite se fueron con mi dignidad cuando nos encerraron en el Quinto Distrito,
tienes razón, ahora lo único que importa es que peleamos en el lado de los buenos
aunque perdimos nuestros duelos.
Furcas le dio una palmada en la espalda a su mejor amigo de toda la vida y
chocó puños con él. Beleth exclamó:
–Por Phad Bayer e Izar Cirene, nuestros compañeros caídos Abbadon y Forcis.
Furcas respondió:
–Por Hypnos y Thánatos, nuestros hermanos caídos de la Liga de la Noche.
Conde caminaba detrás de Cassy Brunn, observándola en silencio, Rhiannon
lo alcanzó y caminó a su lado.
–¿Ya le pediste matrimonio?
El guerrero se sonrojó, como era su costumbre siguió andando sin voltear a ver
a su interlocutora.
–Sólo le iba a pedir que fuera mi novia, pero creo que lo haré después, ahora no
se ve de muy buen humor, perdimos la batalla...
–No te tardes mucho, el chico que me gustaba tardó veinte años en declararse...
Conde volteó a ver a Amaterasu, la portadora de Kusanagui-no-tsurugui había
captado su atención.
–¿El galán de los brazotes metálicos?
–No, Heimdall...
Conde se sorprendió con la confesión de Amaterasu, por su belleza se
imaginaba que un súper galán sería su novio.
–Ese no es la gran cosa...
Rhiannon pellizcó a Conde.
–Ten cuidado con tu boca al hablar de mi novio porque podría devolverte la
cortesía que tuviste conmigo... ¿quién es el racista ahora?
–Soy yo, lo siento... – se disculpó Conde mientras se sobaba el brazo que le
pellizcaron –. ¿Y valió la pena la espera?
–Sí, pero hubiera sido muy feliz si hubiéramos podido estar juntos desde antes.
– Rhiannon se levantó de puntillas y observó el lento caminar de todo el ejército –.
Esto es ridículo, a este paso vamos a llegar a Uruk hasta después del medio día...
Los ojos de Rhiannon se tornaron verde brillante, una corriente de aire
comenzó a girar en torno a ella lo que la hizo levantarse del suelo, después, levantó
a todo el ejército de Ishtar incluyendo máquinas y vehículos, así como a los
guerreros élite y a sus compañeros, y al vuelo se dirigió a la Ciudad Sagrada de
Uruk. Conde que iba a su lado le comentó otra vez sin voltear a verla:
–Recuérdame jamás volver a discutir contigo...
*****
En la batalla de Arlés y compañía, los gemelos decidieron poner fin a la
contienda contra las bestias de piedra de Caballero Obsidiana, ambos expulsaron el
máximo poder al que podían llegar en ese momento, Hermes golpeó el suelo, de
donde surgieron un incontable número de picas de metal que destruyeron un gran
número de bestias de obsidiana, después Titán fundió sus dos revólveres formando
una bazuca la cual disparó contra las bestias de tierra cristal que quedaban, éstas
fueron arrasadas y desintegradas por el gran poder de ese último embate.
Los rebeldes ya habían derrotado a prácticamente todos los miembros de la
sección Alianza del Tloque Nahuaque, la ayuda de Carlo Tiberian y Jeff Hobbs fue
vital. Tanto Hun Ab Ku como Caballero Jaguar estaban en el suelo ya sin energía,
Qaholom yacía inconsciente pero aún vivo después de soportar la explosión del
viento rojo de Cerberus.
Caballero Águila observó a sus rivales, todos se veían cansados, pensó que
con la ayuda de Caballero Obsidiana y Sir Astaroth aún podían vencerlos, preparó
un nuevo ejército de águilas eléctricas, pero ahora éstas además estaban dotadas
de energía psíquica, una corriente azul se unió a la energía morada de las bestias,
pretendía eliminar a los gemelos que eran los guerreros que se veían más agotados
para nivelar las cosas, después sus compañeros arrasarían con los demás rebeldes,
pero antes de que lograra liberar su poder sintió el frío acero de una espada en su
nuca.
–Ni lo intentes, amigo, desaparece a tus pájaros eléctricos...
El guerrero del Tloque Nahuaque veía sorprendido a Fenrir, estaba seguro que
lo había dejado fuera de combate, volteó al lugar donde debería estar su cuerpo
derribado y no encontró nada, sus águilas eléctricas desaparecieron.
–¿Qué diablos eres tú? – se quejaba –. ¿Cómo lograste sobrevivir a mi
poderoso último ataque? Esto no puede ser real...
–No te angusties, amigo, tu poder es letal, pero como ya lo habías mencionado
antes, tuve el tiempo suficiente para planear la estrategia adecuada para derrotarte,
yo nací con una extraña habilidad que me permite copiar otras técnicas de combate,
en una contienda anterior logré copiar la técnica de un guerrero que le permite crear
clones, después de que logré contener los primeros ataques de tus aves eléctricas,
formé un clon que se quedó a combatir...
–Ya entiendo – dijo decepcionado el guerrero de Aztlán –, después sólo tuviste
que darme la vuelta y agarrarme por sorpresa.
–Así es, lo mejor es que te rindas si no quieres perder la cabeza.
–Tal vez te adelantaste un poco en tu estrategia, amigo...
De la tierra surgió parte del cuerpo de Caballero Águila que paralizó a Fenrir,
el guerrero de Aztlán desenfundó su espada y le hizo un corte en la mejilla para
saber si se trataba del guerrero original, después de verlo sangrar le apuntó con su
mano derecha.
–Debiste haberme matado cuando pudiste hacerlo, yo no soy tan buena
persona como tú...
En ese instante se escuchó una gran explosión y el cielo se iluminó, todos los
combatientes voltearon hacia el lugar de donde provenía el estruendo, en ese
momento estuvieron seguros que la batalla entre Kukulcán contra Escorpión y
compañía había terminado.
Con una sonrisa en el rostro Caballero Águila, enfundó su arma, desapareció
su energía eléctrica, liberó a Fenrir y levantó las manos en señal de rendición. Lo
mismo hicieron Caballero Obsidiana y Sir Astaroth, Arlés se tocó la mejilla y observó
la sangre que manaba de ella, se sentía furioso, no tanto por haber perdido su
combate contra el guerrero del Tloque Nahuaque, sino por la manera, pensaba
atacarlo con su hielo junto con sus compañeros restantes pero Cástor se lo impidió.
–Déjalos, no los vamos a atacar si no quieren defenderse.
Arlés sin saber cómo desquitar su furia de un empujón apartó a Caballero
Águila y después señaló a los integrantes de la sección Alianza del Toque
Nahuaque.
–Están todos arrestados...
–¿Bajo qué cargos? – preguntó Sir Astaroth.
Arlés lo pensó un rato y después dijo:
–Por la misma razón que hemos encerrado a varios de nuestros enemigos,
traición a Boleria y sus habitantes.
–Los miembros del Tloque Nahuaque sección Alianza al igual que yo jamás
hemos atentado contra los ciudadanos del país de manera alguna ni contra el
movimiento que tú lideras, sólo en esta batalla contra ustedes y lo hicimos
obedeciendo a quien era el Presidente, no podemos ser juzgados por eso... ¿o
acaso los rebeldes van a empezar su gobierno con un acto de tiranía?
Arlés levantó la mano señalando al Caballero Fantasma y después les gritó a
los miembros de la sección Alianza del Tloque Nahuaque:
–¡Lárguense de este lugar! Si veo a alguno de ustedes por aquí lo meteré preso
bajo cualquier cargo. En cuanto a ti... – Arlés señalaba a Sir Astaroth.
–Tú no tienes jurisdicción sobre los Caballeros Fantasmas – "el Duque"
interrumpió al FILO número diez –. Aunque ustedes hayan ganado la revolución
nada puedes hacer contra mí. Al igual que los miembros del Tloque Nahuaque yo
sólo estaba cumpliendo con mi labor...
–Atacándonos... – le espetó Arlés.
–Son afortunados – comentó "el Duque" con una sonrisa burlona –, no maté a
ninguno...
–Como si pudieras...
–¡Ya basta los dos! – los interrumpió Elektra –. Vamos a ver cómo están los
chicos, aunque ya ha desaparecido la energía de Gunnar De Grieff, esa explosión
no me gustó nada...
Todos los rebeldes se encaminaron rumbo a la Ciudad Sagrada de Uruk junto
con Carlo Tiberian, Jeff Hobbs y Sir Astaroth, los miembros del Tloque Nahuaque
sección Alianza se quedaron en el lugar de la batalla para evitar fricciones. Mientras
caminaban Arlés le preguntó al "Duque":
–Ahora que Kukulcán cayó... ¿qué vas a hacer?
–Mi deber, servir al nuevo Presidente, tal vez seas tú o tu líder Escorpión, si es
que sigue vivo...
Dorian se acercó a Sir Astaroth y lo empujó.
–Mejor guarda tu distancia y no molestes...
Sir Astaroth aminoró el paso y siguió caminando por detrás de los dos FILOS,
más atrás Michelle le comentaba a Elektra señalando al Caballero Fantasma.
–Ese tipo me da mala espina...
–Ese tipo fue quien nos ordenó venir a ayudarles – la interrumpió Jeff Hobbs.
Michelle asombrada volteó a ver al guerrero que los había auxiliado.
–Si quería ayudarnos... ¿por qué combatió contra nosotros?
–Sir Astaroth es mi hermano – dijo Carlo Tiberian con orgullo –, un Caballero
Fantasma hecho y derecho, cuando se unió a la Orden hizo un juramento y a su
manera lo cumplió, sirvió al gobernante en turno hasta que cayó, pero se aseguró
que ustedes y su movimiento estuvieran a salvo, todos sabíamos la clase de escoria
que era Gunnar De Grieff, si "el Duque" hubiera peleado con todo su poder le
aseguro que la batalla que acaban de librar hubiera sido de lamentables
consecuencias, señorita.
Michelle se le quedó viendo a Sir Astaroth, el Caballero Fantasma era joven, no
debería tener más de veinticinco años, en su postura y su caminar se notaba que
llevaba con orgullo su armadura blanca.
*****
El FILO Oscuro número tres levantó su espada para dar el golpe mortal a
Connor, pero en ese momento un escudo metálico sujeto a una cadena lo golpeó en
el abdomen derribándolo a varios metros de los rebeldes.
Todos voltearon hacia donde se había retrotraído el escudo, vieron a dos
hermosas chicas rubias, una tenía dos escudos y la otra un escudo y una espada
corta, todas las armas eran de un color rosa brillante y se podía ver a través de ellas.
Cross y Drake se voltearon a ver extrañados, en su vida habían visto a esas
chicas, pero Connor sonriente las saludó.
–Laetina, Ailexa, que gusto volverlas a ver...
–¿De dónde las conoces? – le preguntó Drake a Connor.
–Es una larga historia, son hijas de un diplomático del Continente perdido, están
en Boleria de visita, pero no sabía que supieran pelear...
Chronos se levantó furioso.
–¿Quiénes demonios son ustedes?
–Amigas de Connor – respondió Ailexa –, no vamos a permitir que le hagas
daño a él o a sus compañeros...
–Hace rato me tomaron desprevenido, ahora me las pagarán.
Laetina volteó a ver a su hermana.
–Yo pelearé con él, tu cuida a Connor y sus amigos...
–Está bien.
Ailexa se quedó cerca de Connor y compañía mientras que de un gran salto
Laetina atacó al FILO Oscuro, quien ya estaba listo para la batalla, Chronos anticipó
el movimiento de su rival y lo esquivó.
–Ahora las cosas cambian, niña, puedo ver los ataques a futuro, no tienes
oportunidad contra mí...
–Un psíquico... ¿verdad? No importa, sé cómo bloquearte.
Laetina movió el colgante que llevaba al cuello y este emitió una serie de ondas
que bloquearon la capacidad psíquica de Chronos.
–Ahora estamos parejos...
La batalla de espadas comenzó, para sorpresa de todos Laetina era bastante
diestra con la espada y el escudo, Chronos no podía dañarla, hasta que en un rápido
movimiento, la hija del diplomático del Continente perdido con su escudo
desestabilizó al FILO oscuro y con su espada lo golpeó en las piernas derribándolo.
Chronos lanzó su tierra explosiva contra Laetina, pero el escudo de la chica
absorbió los daños, sin embargo, el portador de Eón aprovechó el momento para
contraatacar, después de chocar un par de veces las espadas, la extranjera estaba a
la defensiva, el FILO Oscuro la derribó de una patada.
–Ya me cansé de esto... – dijo Chronos –. No sé quién demonios seas pero vas
a morir...
Las pupilas de Ozmar de Riot desaparecieron y en su lugar se formó el símbolo
que lo distinguía como el FILO Oscuro número tres, estaba a punto de volver a
atacar a Laetina que seguía en el suelo cuando su hermana les gritó a todos:
–¡Se acercan varios guerreros...!
Chronos levantó la vista y vio al horizonte, los rebeldes restantes corrían hacia
ellos, había perdido su oportunidad, en un último intento los atacó a todos con su
tierra explosiva pero ésta fue contenida por los escudos de Ailexa, después convocó
a su dragón Zilant, montó en él y desapareció en el cielo.
Tanto Ailexa como Laetina en cuanto Chronos huyó desaparecieron sus armas,
éstas se retrotrajeron en unas joyas que llevaban en sus brazaletes metálicos.
Laetina se despidió.
–Nos vamos...
–Esperen – les dijo Connor –, no tienen por qué irse, ustedes nos ayudaron...
–Ese es el problema – contestó Ailexa –. Somos visitantes extranjeras, si se
sabe que los ayudamos y que utilizamos nuestras armas puede estallar una guerra,
nosotras nunca estuvimos aquí, hasta luego Connor.
Las dos chicas besaron a Connor en la mejilla y se despidieron de Cross y
Drake agitando las manos, cuando sus amigos llegaron, Michelle inmediatamente
preguntó.
–¿Quiénes eran esas chicas?
–Nadie – respondió Cross.
–¿Cómo que nadie? – reclamó Michelle.
–Aquí no había nadie... – insistió Escorpión –. Drake, Connor... ¿ustedes vieron
a unas chicas?
–No, a ninguna – dijo Connor.
–Sólo a ustedes – respondió Drake.
–No mientan, yo puedo ver más allá de...
–Basta Michelle – la interrumpió Cross –, déjalo así por favor.
Michelle molesta se dio la media vuelta, mientras, Arlés y Dorian levantaban a
Drake, Carlo y Jeff a Connor y Cástor a Cross.
–¿Estuvo dura la pelea, jefe? – preguntó Póllux.
–Algo – respondió Cross hablando pausadamente a causa del dolor –, me
lesiono más cuando entreno contigo y con tu hermano...
Todos empezaron a reír, en ese momento el cielo se oscureció, una cantidad
inimaginable de guerreros pasaron por encima de Cross y compañía aterrizando
unos metros adelante.
Inmediatamente los rebeldes se reunieron y platicaron lo que iban a hacer,
todos estuvieron de acuerdo en regresar de inmediato a Arcadia para ayudar a los
que se quedaron y resolver el asunto de los gigantes, Arlés y Dorian se quedarían
para platicar con las autoridades.
Cross seguía platicando con sus compañeros cuando sintió que alguien lo
sujetaba por la cintura, al volverse se encontró de frente con unas manos femeninas
que lo tomaron del rostro y lo besaron en los labios.
El portador de Antares de inmediato hizo la cabeza hacia atrás, se veía
sorprendido mientras la chica que lo había besado reía.
–Podrás ser el guerrero más fuerte del país, pero sigues siendo un cachorrito
asustado si de mujeres se trata…
–Amelia – murmuró Cross tratando inútilmente de recomponerse mientras veía
a su compañera.
Michelle, Elektra y Caris no creían lo que veían, la Arcángel fue la primera en
reaccionar y se dispuso a ir a poner en su lugar a esa atrevida chica pero Daniela
Malka se lo impidió.
– Déjalo – le dijo a la pelirroja mientras la sujetaba del brazo, después se volvió
hacia sus otras dos “nueras”–, ninguna de las tres se mueve de aquí, todas han
dejado en claro que ya no quieren tener nada que ver románticamente con mi hijo, a
menos que hayan cambiado de opinión, todas se quedan aquí conmigo…
Las tres chicas se quedaron en una pieza, en algún momento todas habían
renunciado a Cross, Pariel era novia de David Nexus, Caribdis aceptaba
abiertamente los galanteos de Siege Hobbs y Deneb De Britten y Athena ni siquiera
le dirigía la palabra a su compañero, las tres deseaban ir con Cross pero ninguna se
atrevió a tomar la iniciativa, ninguna se movió de su lugar.
–Así me gusta – comentó Daniela Malka sonriéndole a sus tres “nueras” –, que
sean buenas chicas…
Mientras Elektra, Caris y Michelle se tragaban sus celos, Cross seguía en
silencio sin saber que decir a la líder de los Sindicatos, de reojo observó a Siege
Hobbs, Deneb De Britten y Fausto Yaotl que reían a sus costillas, ellos junto con
Angie Asegir, Craig X, Amelia Azzán y Charles Riazor, el guerrero que parecía
pordiosero y sólo veía a Casy Brunn sin percatarse de nada más, eran su grupo de
amigos cuando estudiaba en la Ciudadela.
–¿Por qué hiciste eso? – le preguntó a Amelia Azzán.
–Para ver tu cara de sorpresa – le respondió la chica –, valió la pena, no te
preocupes, tengo novio, es Sir Astaroth – Duquesa señaló al Caballero Fantasma a
quien se veía tampoco le había caído en gracia la broma –, por eso le llaman “el
Duque”, salgo con él desde que me vine a Ishtar… ¿celoso?
Cross se recompuso, lo último que quería recordar era la batalla que
sostuvieron esa chica y Angie Asegir por su cariño cuando estudiaba en la
Ciudadela, contienda que ninguna ganó, en aquel entonces Cross no pensaba en
nadie más que en Christina Riazor.
–Pues lo lograste, de verdad me sorprendiste.
–Es lo menos que me debías – le dijo Duquesa mientras le extendía la mano –,
me sorprendió cuando me llamaste pero acepté ayudarte y convencí a mis
compañeros del Sindicato de hacer lo mínimo por defender a Kukulcán, en caso
contrario la batalla que acabamos de librar hubiera sido un baño de sangre.
–Lo sé y de verdad te agradezco tu ayuda – Cross estrechó la mano de su
antigua compañera escolar.
Sin ninguna pena o reparo la líder de los Sindicatos de Ishtar abrazó a Cross,
de inmediato sintió la energía negativa de Elektra, Michelle y Caris que no le
quitaban la vista de encima, le susurró a Cross señalando a las chicas:
– ¿Tus nuevas admiradoras?
–No quiero hablar de eso – respondió Cross con seriedad separándose de
Duquesa.
Amelia Azzán le dio una nalgada en el trasero a Cross y después sin
contenerse la risa se fue con sus compañeros del Sindicato dejando a su amigo para
que siguiera encargándose de sus asuntos.
–¿Qué va a suceder con ellos? – preguntó Tyr señalando a Dagan y Baldr.
–Yo me haré cargo. – respondió Arlés –. Por el momento quedarán a
disposición de las autoridades de Ishtar, ya después resolveremos su situación.
En ese momento un pequeño avión aterrizó en donde se encontraban los
rebeldes, tenía los logotipos y el escudo de la Ciudad Blanca Ersghiaal, Arad se
despidió abrazando a su primo.
–Gracias Noel, el diminuto avión que trajo a Escorpión y sus compañeros no era
lo suficientemente grande para transportarnos a todos, después nos vemos.
–No hay problema, sólo devuélvelo en una pieza, pertenece a la Ciudad...
Antes de que todos los rebeldes subieran al avión, Drake señaló el lugar donde
había derrotado a Gunnar, Dorian se acercó al sitio que Heimdall le señalaba y
levantó un cuerpo carbonizado.
–Esto todavía está vivo – comentó mientras acercaba su oído a la boca del
guerrero caído –. σo le entiendo bien pero creo que quiere que lo maten…
Todos voltearon a ver a Drake, éste les comentó con total tranquilidad:
–Ese tipo debe pagar por todo lo que hizo, esa fue la última voluntad de Ragnar
y pienso cumplirla, Gunnar ha perdido todo su poder y su cuerpo no tiene arreglo,
que se pudra en prisión hasta que muera.
"El Duque" tronó los dedos y dos soldados fueron por el carbonizado cuerpo de
Gunnar, el cual sólo emitía una especie de quejido, su cuerpo estaba carbonizado
pero su mente lúcida, el dolor físico que sentía no era nada en comparación con el
sentimiento que le causaba el que Drake lo hubiera derrotado y peor aún, que lo
condenara a sufrir el resto de su vida, estaba seguro que sus atrofiados y quemados
músculos jamás volverían a moverse sin la intervención médica adecuada, misma
que jamás le darían, por lo que no podía ni siquiera suicidarse, acabaría sus días en
el dolor y en el olvido en una prisión, anhelando la muerte, una digno fin para un
bastardo, pensó.
Mientras el avión de los rebeldes se alejaba, Carlo Tiberian recogía del suelo la
espada del alfabeto antiguo Ji (ξ), Sir χstaroth se la quitó de las manos.
–Aún no, novato, primero te la tienes que ganar...
–Esa será mi espada, hermano...
–Seguramente, ya veremos si tienes algún oponente, llama a Jeff, recojan los
guantes de poder de los FILOS y aseguren a Dagan y Baldr, súbanlos a un vehículo
y vámonos.
Arlés y Dorian ingresaron a un vehículo junto con Sir Astaroth y en silencio se
fueron a la Ciudad Sagrada de Uruk, el portador de la “espada boreal” pretendía
terminar sus asuntos en la capital cuanto antes, el real peligro para el país ya no se
encontraba en Ishtar, eran los gigantes liberados que podían destruir el mundo
entero y a quienes sus compañeros se enfrentarían, de ninguna manera pensaba
tomar el mando de un país en ruinas.
LA ASAMBLEA NACÍONAL
LOS CABALLEROS APOCRÍFOS
Sir Thomas abrió los ojos, intentó incorporarse pero se sintió mareado, trató de
ubicar en donde se encontraba, reconoció su habitación en la sede de los Caballeros
Fantasmas de la Orden de Arcadia en el área del Cinturón, se tomó la cabeza para
tratar de recordar qué es lo que había pasado, estaba en el piso superior de la
Ciudadela, la puerta estaba abierta y entonces... ¡Lothy!
"Nephilim" salió rápidamente de su habitación, se encontró con Sir Judas quien
lo detuvo para que no cayera, Gore Shmuel tomó a Thitus de la solapa.
–Lothy... ¿dónde está Lothy?
–Tranquilo, Sir, Lothy está bien, tú recibiste todo el daño.
–¿En dónde está? – Gore quería asegurarse de que su pequeña alumna se
encontrara bien.
–Descansando en su habitación.
–Quiero verla... – A esas alturas Sir Thomas ya no creía en nadie, pensaba en
la posibilidad de que le ocultaran la verdad por su estado de salud.
–Mejor mañana – insistió Thitus tratando de hacer que el Gran Maestre de la
Orden regresara a su habitación –, ya es tarde.
–No – "Nephilim" agarró con autoridad el brazo del "Ejecutor" –, he dicho que la
voy a ver ahora...
–Vamos pues.
Sir Thomas y Sir Judas llegaron a la habitación de Lothy, quien dormía
plácidamente, Gore sonrió cuando la vio.
–¿Conforme? – preguntó "el Ejecutor".
–Conforme.
–Vámonos antes de que despierte.
–Mientras regresaban a la habitación del Gran Maestre de la Orden, Sir Thomas
comentaba a su compañero.
Thitus, hay una emergencia...
–Lo sabemos, Sir, los habitantes del último piso de la Ciudadela han sido
liberados.
–¿Qué ha sucedido afuera?
–Con los gigantes no mucho, se hacen llamar Titanes y están en Levit sin hacer
nada, únicamente dos de ellos, Skade y Atlas, causaron algunos destrozos pero
fueron vencidos por Dana de la Armada Elemental y Freya.
–No te confíes de eso, quien me atacó casi me mata de un sólo golpe...
–Lo notamos, pero por ahora no hay nada que podamos hacer, la asamblea
nacional de la Orden será en unas horas, entonces ahí se tomarán las medidas
pertinentes.
–Arcadia debe ir y votar unida.
–Así lo haremos, Sir Phillippe y Lady Madeleine han dispuesto que lo
apoyaremos al cien por ciento para que continúe siendo el Gran Maestre.
–Gracias...
–Por ahora descanse...
–¿Los Caballeros Fantasmas de Levit?
–Siguen aquí, partirán con nosotros rumbo a Ishtar.
Sir Judas se retiró y dejó a “σephilim” descansar, el líder de la τrden de
Arcadia nuevamente se estaba durmiendo cuando los golpes en la puerta lo
despertaron.
–Adelante...
–Lo requieren abajo, Sir – Ephra Nexus se estaba asomando por la puerta.
–¿Qué sucede, chapulín?
–No lo sé, pero parece que es urgente.
–Ya voy.
Sir Thomas se puso su armadura negra y salió a ver qué sucedía, cuando bajó
al gran salón ya se encontraban ahí sus compañeros y las Espadas Reales de la
Orden de Levit, Sir Num se veía herido, al igual que él tenía varios vendajes.
El Gran Maestre de la Orden inmediatamente reconoció a sus inesperados
visitantes, era el chico conocido como "el Comerciante": D.S. Markab y su guardián
personal Jano Von Teague, un tipo tan alto como “Goliath”, ellos dos los hacían ver
pequeños a él y a Sir Judas, pensó que al lado de esos tipos las famosas dos torres
de Arcadia no eran más que simples casuchas.
–Buenos días, Sir – saludó el Comerciante.
–Buenos días – respondió Sir Thomas, quien sin rodeos preguntó a Danner –:
¿Cuál es el motivo de su visita?
–Dos cuestiones que están relacionadas una con la otra, Sir.
–Lo escuchamos.
–La primera tiene que ver con los inquilinos de los pisos superiores.
–¿Qué hay con ellos?
–Sé que tendrán su asamblea nacional en unas horas, los candidatos más
fuertes para ocupar el cargo de Gran Maestre son usted y Sir Exxus.
–¿Y qué hay con eso?
–Deben dejar en paz a los Gigantes.
–No podemos hacer eso, son un peligro...
–Son peligrosos si se les molesta.
–Se les puede derrotar... – Sir Thomas recordó lo que le había mencionado Sir
Judas –. Skade y Atlas han caído.
–No, Sir – lo corrigió Danner –, los dos siguen vivos, ambos aún están muy lejos
de su poder real y casi matan a dos muy poderosas guerreras, si se les obliga a
combatir surgirá su verdadero poder y entonces realmente estaremos en problemas.
–¿Y qué es lo que sugiere?
–Dentro de su Orden hay un grupo especial que fue formado única y
exclusivamente para esta situación.
–Los Caballeros Apócrifos – respondió "Nephilim", como Gran Maestre tenía
acceso a muchos archivos "clasificados" y el de los Caballeros Apócrifos había
llamado poderosamente su atención.
–Así es. Ellos deberán encargarse del asunto de los Titanes, a las Espadas
Reales les corresponde la seguridad del país.
–Pero nadie conoce a los Caballeros Apócrifos, ni siquiera se sabe si están en
conocimiento de lo que sucede o si realmente existen.
–Ellos están al pendiente de la situación, ya han sido convocados.
–Necesitamos reunirnos con ellos.
–Lo harán, Sir, yo seré el enlace... ¿estamos de acuerdo?
Sir Thomas volteó a ver a Sir Exxus.
–¿Qué opinas, Sir?
–La propuesta de Lord Markab suena prudente – contestó Mikael –, la apoyo.
–Bien – Sir Thomas aceptó la propuesta de Danner –, entonces estamos de
acuerdo... ¿Cuál es la segunda cuestión?
–Es algo más complicado aún y tiene que ver con los rebeldes...
–¿Qué hay con ellos? – preguntó preocupado "Nephilim", simpatizaba con el
movimiento de Escorpión.
–Los rebeldes ganaron su revolución pero aún no han acabado con todos sus
enemigos. En este momento Elohim está en el Tercer Distrito. – Les informó "el
Comerciante" –. El encuentro entre el FILO Divino número doce y los rebeldes es
inevitable...
–Debemos ayudarles – dijo Sir Thomas...
–No – lo interrumpió D.S. Markab –, el resultado de la batalla es de pronóstico
reservado.
–No creo que Elohim pueda con todos los rebeldes... – mencionó Sir Judas.
–Yo sí – respondió Sir Exxus –, puede acabar con los rebeldes y los Caballeros
Fantasmas, vi cómo dominaba a Brahma y Kwan Yin, su poder psíquico es
impresionante, si atrapa a los rebeldes en su ilusión puede acabar con todos... habrá
que ver si también puede dominar a mi maestra y a su hijo Escorpión, ellos en teoría
son inmunes...
–Esa no es su única habilidad, su poder sobre el agua es total, sincroniza su
elemento con su espada suprema Abigael de manera perfecta – explicó Danner.
–Con más razón hay que ayudarlos... – afirmó Sir Thomas.
–No, Sir – lo interrumpió "el Comerciante" –. Deben dejar que los rebeldes y
Elohim decidan su batalla ellos mismos.
–Tenemos un acuerdo con los rebeldes – insistió el todavía Gran Maestre de la
Orden de los Caballeros Fantasmas –, si gana Elohim...
–La Orden llegará a un acuerdo con él también – lo interrumpió Danner –, el
país entero corre peligro y ustedes son la última línea de defensa, yo sé que es algo
que les molesta pero deben apoyar al ganador...
Sir Phillippe se levantó y puso una mano en el hombro de su líder.
–Lord Markab tiene razón, Gore, sé que siempre has comulgado con la causa
de los rebeldes, pero ahora tu deber es otro, más tomando en cuenta que aún eres
nuestro Gran Maestre...
–Está bien, Sir. – Muy a su pesar, "Nephilim" hizo caso del consejo del "Primer
Caballero" –. Esperaremos, pero puedo asegurarle que los rebeldes ganarán, desde
que empezó esta guerra todos los hemos menospreciado, sin embargo, han vencido
una y otra vez a las probabilidades.
–En eso tienes razón.
Meirelle estaba llegando al edificio sede de las Espadas Reales, agradecía que
la residencia del millonario estuviera a un par de kilómetros del inmueble sede de la
Orden, no habría soportado un viaje en su corcel.
Se sentía furiosa por haberse dejado sorprender, estaba con la guardia baja
confiada en que los idiotas que servían a aquel millonario no eran rivales para ella, el
choque eléctrico en su espalda la inutilizó el tiempo suficiente para que le
administraran un poderoso narcótico que la inmovilizó por completo.
La habían golpeado y violado varias veces y por todos lados,
desgraciadamente para ella la droga que le administraron sólo inhibió su movilidad,
pudo sentir el dolor de todo lo que le hicieron. Después de que se divirtieron con ella
la botaron enfrente de una Delegación de Seguridad Pública de Ishtar.
Afortunadamente no le habían quitado su espada del alfabeto antiguo Psi (ο),
el arma sanó sus heridas más graves, apenas logró moverse vio la hora, la
Asamblea Nacional de las Espadas Reales iniciaría de un momento a otro, en la
Delegación no trataron de detenerla. En cuanto entró en el edificio sede de la Orden
se encontró con su compañero, Sir Astaroth.
–Hola Meirelle, me alegra que te hayas dignado a visitarnos.
–Prometí que aquí estaría.
–Faltaste a tu deber.
–Tú sabes por qué...
–No puedes resolver tus problemas huyendo, no en la Orden por lo menos...
–Tú no eres el líder de la Orden, ese era Sir Daimon y está muerto, vamos a la
reunión, después hablaremos.
Las dos Espadas Reales entraron en la gran sala de reunión de las seis
Órdenes, en el lugar se encontraban los cuatro miembros de las Órdenes de
Arcadia, Levit y Aztlán, por Hamal sólo había asistido Sir Cygnus y los lugares de la
Orden de Riazor estaban vacíos.
Le correspondió a Sir Thomas iniciar la asamblea en su carácter de Gran
Maestre de la Orden, después le cedió la palabra a Sir Exxus, líder de los Caballeros
Azules, quienes convocaron a esa asamblea.
El discurso de Mikael Yaotl fue directo y convincente, les habló a sus
compañeros de la necesidad de reestructurar la Orden para devolverle su antiguo
esplendor, su estatus de grupo de poder más importante del país. Explicó que ahora
eran los menos respetados, les echó en cara a cada grupo sus errores y fue
especialmente duro con su propia Orden, al final, todos estuvieron de acuerdo en
renovarse.
Se tomaron un receso, mientras los Caballeros Fantasmas platicaban entre sí y
hacían campaña por quien ellos consideraban sería el mejor candidato a dirigirlos,
entre los líderes de las cinco Órdenes presentes formaron el listado de los asuntos a
tratar:
1.- La restructuración de la Orden.
2.- Castigo a las faltas de sus miembros.
3.- La Orden de Riazor.
4.- Elección de un nuevo Gran Maestre.
5.- La amenaza de los Gigantes.
6.- La revolución de los FILOS.
Las Espadas Reales se volvieron a reunir por la tarde para discutir los asuntos
del día, entre discusiones y alegatos trataban de llegar a un acuerdo, había algunos
que querían modernizar las reglas, otros más que deseaban que todo quedara igual.
Se trataron los castigos para Sir Thomas y Lady Aliel por haber abandonado
sus respectivas Órdenes sin justificación alguna y por causas personales, éstos
quedarían a cargo y discreción de sus compañeros.
Con respecto a los Profetas se llegó a la conclusión de declararlos desertores y
traidores a la Orden y al país, la única pena por tal delito era la muerte, condena que
debían de ejecutar ellos mismos.
Cuando llegó la hora de nombrar al nuevo Gran Maestre de la Orden, Arcadia y
Levit apoyaron a sus respectivos candidatos: Sir Thomas y Sir Exxus, la votación fue
muy cerrada, Sir Astaroth y Lady Aliel de Ishtar votaron por "Nephilim", no les había
caído nada bien la intrusión de los Caballeros Azules en la Capital y que los retaran
a muerte.
Sir Cygnus votó por Sir Exxus, al igual que Sir Neza y Lady Izzy que tenían un
acuerdo oculto con las Espadas Reales de Riazor y el grupo liderado por
Radamanthys, grupo del que los gemelos habían escuchado hablar a Sir Num y
Seth.
Rhodrigozz Humbolt mejor conocido como Sir Axayácatl votó por
recomendación de su hermana por Sir Thomas, aunque apoyó al grupo de
Radamanthys en la liberación de los Titanes no estaba dispuesto a entregarle
también el control de la Orden, con lo que la votación se volvía a emparejar, todo
quedó en las manos de Sir Tlacaélel.
Sir Neza y Lady Izzy le explicaron a su compañero que lo mejor era que se
nombrara un nuevo Gran Maestre, alguien que representara a la nueva y moderna
Orden de los Caballeros Fantasmas, y ese era Sir Exxus, Sir Thomas ya había
demostrado que no era confiable.
Los argumentos de sus compañeros fueron contundentes, a pesar de ello, Sir
Tlac finalmente votó por Sir Thomas, confió más en la opinión de su líder de Orden y
mejor amigo que en sus compañeros.
La molestia por el resultado de la votación se puso al rojo vivo, Sir Num, Sir
Neza y Lady Izzy no la aceptaban, pero al final se impuso la decisión de la mayoría
cuando Sir Thomas le ofreció el puesto de Gran Maestre a Sir Exxus y éste lo
rechazó.
Otra gran discusión se dio con respecto al retiro voluntario, los modernistas
pugnaban porque los Caballeros Fantasmas pudieran retirarse voluntariamente
cumplidos los sesenta años y poder seguir sirviendo en la orden sin necesidad de
ser exiliados.
Al final, en una apretada votación vencieron los progresistas, mención especial
se le dio a las Espadas Reales de Hamal que habían dado su vida por su país, como
único caso de excepción y en honor y recuerdo de sus compañeros se le permitió a
Sir Cygnus retirarse antes de tiempo quedando obligado a servir como Consejero de
la Orden hasta su muerte.
Se trató el asunto de los puestos vacantes en la Orden, tanto los
representantes de Ishtar como Arcadia y Hamal manifestaron que ya tenían a los
candidatos para las espadas sin dueño y que de inmediato se abriría la convocatoria
para entregar las armas a los nuevos miembros de los Caballeros Fantasmas.
No hubo mucho que discutir acerca de la lucha armada de los FILOS, el grupo
rebelde había ganado su revolución antes de que se celebrara la asamblea de la
Orden, por lo que la intervención de los Caballeros Fantasmas ya era
intrascendente, sin embargo, se acordó formar una comisión para vigilar
escrupulosamente la gestión del grupo liderado por Escorpión.
El tema de los Titanes fue el que más preocupaba y el que llevó más tiempo
resolver, se estaba tratando ni más ni menos que del futuro cercano del país, su
posible destrucción y tal vez de la extinción de la humanidad.
Ya en su papel de Gran Maestre reelecto, Sir Thomas informó a sus
compañeros de los Caballeros Apócrifos, grupo especial formado por los FILOS
Divinos hacía muchos siglos para enfrentar la liberación de los gigantes que estaban
recluidos en el último piso del edificio de la Ciudadela.
Varios miembros se negaron a la intervención de un grupo del que jamás
habían oído hablar, otros más cuestionaron a Sir Thomas el confiar en guerreros que
ni siquiera conocía, algunos clamaban por tomar el asunto con sus propias manos.
Gracias al apoyo de Sir Exxus y las Órdenes de Levit y Arcadia, Sir Thomas
logró que sus compañeros confiaran en él y se le diera intervención directa a los
Caballeros Apócrifos, sin embargo, también se estableció que se formaría una
comisión especial que trabajaría con esos guerreros desconocidos y vigilaría muy de
cerca sus acciones, las cuales, deberían ser aprobadas en primera instancia por la
Asamblea Nacional.
Después de más de ocho horas de discusiones y acuerdos finalmente terminó
la Asamblea quedando en los siguientes términos:
1.- La jubilación sería opcional después de los sesenta años.
2.- Se eliminaba el exilio si quien se retiraba continuaba sirviendo a la Orden.
3.- Se mantuvo el abandono de todo, bienes, familia y entorno al ingresar a la
Orden.
4.- Se mantuvo la lucha a muerte por el puesto después de los sesenta años y
un enfrentamiento al año.
5.- Las peleas entre dos candidatos a una espada es hasta que uno se rinda
sin estar penalizada la muerte por combate.
6.- Se aceptaron los retiros de Lady Madeleine y Sir Phillippe por motivo de
edad así como el de Sir Regin por adelantado.
7.- Se creó el Supremo Consejo de la Orden como órgano rector integrado por
miembros retirados. “El Primer ωaballero”, ahora nuevamente conocido por su
nombre de pila: Albir Sadr, es nombrado el primer presidente.
8.- Para ingresar al Supremo Consejo se necesita ser un Caballero Fantasma
retirado y ejemplar en todo su servicio. Los nuevos miembros serían recomendados
por la Orden por mayoría de sus integrantes y confirmados por el Supremo Consejo.
9.- Si el postulante al Consejo Supremo obtiene la mayoría absoluta de la
Orden sería admitido obligatoriamente por el Consejo Supremo.
10.- Los gobiernos de los Estados ya no admitirán a los nuevos miembros, lo
hará el Consejo Supremo a petición de las respectivas Órdenes, las cuales tienen la
obligación de escuchar las recomendaciones de los representantes de los gobiernos
de los Estados.
11.- Será el Supremo Consejo quien entregue las espadas del alfabeto antiguo
a sus nuevos portadores y no los gobernadores.
12.- Se mantienen las reglas de cada Estado para el ingreso a la Orden.
13.- Los Caballeros Fantasmas siguen quedando a la Orden del Gobernador de
sus Estados.
14.- El Supremo Consejo no es un órgano autónomo, sirve al Gobierno
Federal.
15.- Acuerdan cazar a los Caballeros Fantasmas rebeldes.
16.- Por lo que tocaba a los Titanes, se acordó entrar en contacto con los
Caballeros Apócrifos para que se encargaran del problema.
17.- Se acuerda abrir la convocatoria inmediata para cubrir las ausencias de los
puestos dejados por “el Primer ωaballero”, “la Espada Maestra”, “el Demonio”, “el
Mortífero” y la τrden completa de los Herreros.
18.- Cada Orden decidirá la manera en que se cubrirán los sitios ausentes
teniendo un par de días para nombrar a los nuevos miembros del grupo protector del
país.
19.- Se estableció una nueva fecha para la Asamblea de admisión de los
nuevos miembros dentro de tres días para que rindan protesta ante el Supremo
Consejo quedando obligadas todas las Órdenes a presentarse.
20.- Una vez que se admitan los nuevos miembros se establecerán las
comisiones para cazar a los Profetas, vigilar el nuevo gobierno encabezado por los
FILOS e interactuar con los Caballeros Apócrifos.
En cuanto terminó la reunión, Sir Astaroth y Lady Aliel discutieron por el tema
de su castigo, discusión que terminó con Meirelle mandando al demonio al "Duque" y
un nuevo abandono de su parte.
Lady Aliel sin tener un sitio a donde ir se dirigió al único lugar que sabía estaba
disponible para los proscritos, el lugar donde seguramente encontraría a las
Espadas Reales de Riazor: el Paraje de Beocia.
Las bestias del lugar respetaron a "la Justicia Blanca" durante su recorrido
hacia la biblioteca prohibida, cuando llegó se encontró con su hermano y sus
compañeros ex miembros de la Orden de Riazor.
–Meirelle... – Fue lo único que dijo Craig cuando vio a su hermana.
–Hola Craig – respondió "la Justicia Blanca" con una voz animada y cantarina.
–¿Qué es lo que quieres?
–Unirme a ustedes...
–¿Y por qué harías eso?
–Tengo mis razones, si no me aceptan sólo tienen que decirlo.
–Deja lo consulto con los demás...
Craig y sus compañeros se alejaron de Meirelle para platicar acerca de la
inclusión en su grupo de “la Justicia ψlanca”.
–¿Qué opinan? – preguntó el hijo menor de la Princesa.
–No lo sé – dijo Diana –, Darius debería decidir eso...
–Nosotros podemos decidir también – Apolo observaba a Craig –. Una Espada
Real siempre viene bien...
–¿Pero realmente es poderosa? – preguntó Bison –. Los Demonios han
resultado ser un fiasco...
–La verdad es que no lo sé – Craig levantó los hombros viendo hacia su
hermana –, de niños me solía dar unas palizas pero yo era un chiquillo muy débil, la
verdad es que a ella y a mi hermano los veo muy inferiores, pero puedo
equivocarme.
–¿Y qué propones? – preguntó Apolo.
–Que probemos su fuerza... – respondió Craig, no le importaba ver que
golpearan a su hermana.
–Me parece bien – dijo Bison –. Me gustaría probarla a mí, siento que me estoy
oxidando a falta de acción… ¿χlgún problema?
Apolo y Diana negaron tener algún problema con que Bison fuera el que
probara a Meirelle, "el Profeta" le preguntó directamente a Craig.
–¿Y tú, amigo? Sabes que en un duelo puede haber accidentes...
–Ninguno, si mi hermana acepta es su problema.
–Bien, entonces adelante...
Los cuatro chicos caminaron hacia Meirelle, Craig le expuso las condiciones
para que fuera admitida.
–Eres bienvenida, hermana, pero debes pasar una prueba, la verdad es que los
Demonios han mostrado ser muy débiles...
–Ahórrate las palabras, Craig, y dime con quien voy a pelear... – dijo Meirelle
mientras se despojaba de su capa con capucha y desenfundaba su espada del
alfabeto antiguo.
–Puedes morir, hermana – le advirtió Sir ψaruch a “la Justicia ψlanca”, le estaba
dando una última oportunidad de retirarse.
–Al igual que mi adversario... – respondió Lady Aliel con indiferencia –. ¿Quién
será?
Bison con una sonrisa de superioridad dio un paso al frente.
–Yo seré tu oponente.
–Iniciemos nuestro combate entonces – Meirelle señaló al chico Riazor con su
espada –, me está empezando a dar frío...
Sir Isaías intentó acabar de inmediato con Meirelle encerrándola en un domo
flexible de energía pura hasta asfixiarla, pero "la Justicia Blanca" con dos ráfagas de
energía pura debilitó el domo y con su espada lo termino de romper. Bison no creía
lo que veía.
–No es posible que hayas roto mi domo con tus ráfagas de energía...
–Si eso es todo lo que puedes hacer ya perdiste – le respondió Meirelle con
desgana –, estás muy acostumbrado a que Sir Dhul-kifl te refuerce el domo con su
habilidad, así es irrompible, pero si sólo tú atacas es posible destruirlo...
–Pero no con el nivel de tus ráfagas...
–Las Espadas Reales de Ishtar al igual que las de Arcadia podemos subir
nuestro poder en tres etapas, la primera son la ráfagas de energía pura, las cuales si
se tiene la suficiente habilidad podemos combinarlas con el filo de nuestra espada,
así rompí tu patético domo, Sir Baal y Sir Daimon con trabajo alcanzaban esa
etapa...
–¿Y cuáles son la segunda y la tercera etapa? O mejor aún... ¿puedes tú
alcanzar esos niveles? – preguntó Bison.
–Atácame con todo tu poder, veamos que tal lo haces, si realmente eres bueno
las conocerás...
Bison atacó con todo su poder a Lady Aliel, el combate fue intenso y
sangriento, ambos utilizaron sus habilidades y poderes al máximo, energía pura
contra energía pura.
Craig y los hermanos Kray intentaron detenerlos, era por demás notorio que
Meirelle estaba a su nivel, pero tanto Sir Isaías como Lady Aliel se negaron a dejar
de pelear.
La batalla concluyó sin un ganador, tanto Bison como Meirelle fueron llevados a
la zona de curación de la biblioteca prohibida, ambos pasaron la noche entre
curación de sus heridas y gritos de dolor, al final, "la Justicia Blanca" fue despojada
de su armadura y admitida en el grupo de Radamanthys.
Cross llegó al área del Cinturón por el lado norte del edificio de la Ciudadela,
lugar donde se podía ingresar debido a los grandes ventanales que siempre estaban
abiertos y donde se encontraba la zona de hospitales, de inmediato se dirigió al
edificio donde le informaron que Angie estaba internada, en la entrada se encontró
con Siege, Deneb y Caris, Escorpión sintió un vacío en el estómago, le dolía verla
con sus amigos. Se acercó a ellos para preguntar por Dana.
Caris platicaba animadamente con Siege y Deneb cuando vio que Cross se
acercaba a ellos, Deneb le tenía tomada la mano pero ella en un instinto por reflejo
la retiró de inmediato, el rubor se le subió a la cara y con la cabeza baja saludó a
Escorpión.
–Hola Cross.
Cross le devolvió el saludo mientras chocaba puños con Siege y Deneb.
–¿Cómo está Angie?
–Bastante magullada pero vivirá – respondió Siege.
–¿Puedo pasar a verla?
–Adelante, le va a encantar verte, está en el cuarto doscientos uno.
Cross hizo una muda afirmación y entró rápidamente al hospital, ante la mirada
de decepción de Siege y Deneb, Caris lo siguió con la vista hasta que desapareció.
Angie estaba rechazando la comida que le ofrecía Rafael cuando Cross entró
en la habitación, el portador de Antares palmeó la espalda del Arcángel y le preguntó
por Angie.
–¿Cómo está?
–Estable, sus heridas más peligrosas ya han sido tratadas por Sagitario,
realmente yo no hice gran cosa, el cuerpo de esta chica se regenera solo, el resto es
sólo descanso, tú te ves peor que ella...
–Antares ya me está sanando...
–Las espadas sagradas no curan con la velocidad que lo hacen las del alfabeto
antiguo, yo te curaré.
–Gracias amigo.
–No es nada, estaré afuera por si me necesitan, a ver si contigo quiere comer
algo...
Una vez que el Arcángel se retiró, Cross empezó a revisar a Dana, observó
que el mayor daño lo tenía en el abdomen, Angie le reclamó.
–Oye... por lo menos primero salúdame...
Cross abrazó a su amiga y después le acarició el cabello.
–¿Cómo te sientes?
–Bien, feliz de que mis mejores amigos estén aquí conmigo...
Cross tomó la comida de Angie, con la cuchara le ofreció el alimento, ella lo
rechazó.
–No quiero...
–Debes comer...
–Me duele...
–Es necesario para curarte, vamos...
Angie empezó a comer el alimento que Cross le ofrecía, le gustó que su
compañero la alimentara como si fuera un bebé, después le comentó al miembro del
Círculo del Zodiaco:
–Aquí está Caribdis...
–Lo sé, la vi en la entrada del hospital.
–Esa niña es bien linda, a diferencia de Athena y Pariel no me ve con reproche
ni enojo...
–Así es Caris.
–Deberías quedarte con ella...
–Eso no depende de mí, Angie, además, ahora quien importa eres tú.
–¿Te vas a quedar aquí conmigo?
–Sabes que no puedo, menos con todo este asunto de los gigantes, debemos
saber cuáles son sus intenciones...
–¿Pero estarás al pendiente de mí?
–Todos los días, amiga...
–Ya les comuniqué a los muchachos todo lo que me dijo Skade durante nuestro
combate.
–No importa, repítemelo a mí.
–Está bien, todo empezó...
Angie le platicó a Cross a detalle su encuentro con Skade, después estuvieron
platicando de otras cosas hasta que la miembro de la Armada Elemental se durmió,
Escorpión le dio un beso en la frente y se retiró.
A la salida de la habitación se encontró con Rafael, el Arcángel estaba
adormilado en un sillón, Cross lo ayudó a levantarse.
–Entonces por fin has ganado tu revolución... – comentó el portador de la
espada oscura Dove.
–Ganamos la guerra pero nuestro enemigo más peligroso aún nos acecha,
Elohim sigue con vida...
–¿No lo habían matado Brahma y Kwan Yin?
–No, al parecer el tipo es más poderoso de lo que imaginábamos...
–¿Y qué piensas hacer?
–Ir por él, esto se terminará hasta que ese tipo sea capturado...
–Voy contigo.
–¿Y Angie?
–Ya hice lo que tenía que hacer por ella, lo demás es recuperación, me
preocupas más tú.
–Está bien, entonces vámonos.
Cuando Cross y Rafael salieron del hospital, Caris corrió hacia el FILO número
siete.
–Cross...
–¿Qué sucede Caris?
–¿Ya te vas? – como era su costumbre, Caris se veía sonrojada, hablaba con
su compañero pero no lo veía a los ojos, observaba sus pies que se movían sin
control.
–Sí, hay cosas que debemos resolver. – Para esos momentos no sólo Caris se
sentía inquieta, Cross sentía lo mismo al tenerla cerca pero él controlaba mejor sus
emociones, sin embargo, al contenerse tampoco podía pensar bien las cosas, contra
su voluntad sus respuestas eran cortas y concisas.
–¿Puedo irme contigo?
–Sí... claro. – Cross se sorprendió con la petición de Caris, se tocó el pecho
pensando que su corazón se saldría de su cuerpo por los inquietantes latidos que
sentía por dentro, veía a la portadora de la espada sagrada Scylla un tanto
confundido –. Le habías dicho a mi madre que te quedarías aquí. ¿Siege y Deneb
también vendrán?
–No, ellos están trabajando en la reorganización del Cinturón.
–Está bien, vámonos... – Cross pensó en tenderle la mano a Caris para tomar
su mano pero no lo hizo, pensó que si lo hacía, su compañera notaría su temblor, su
mente le ordenaba que la tomara en sus brazos y huyera con ella a toda velocidad
antes de que la portadora de la espada sagrada Scylla se arrepintiera.
Caris se dio la vuelta, vio los rostros entristecidos de Siege y Deneb y para
decepción de Cross se arrepintió.
–No, mejor no, yo iré después...
Cross dejó de lado sus reticencias, no le importó que lo vieran tembloroso o
suplicante, tomó la mano de Caris.
–¿Sucede algo?
Caris apretó la mano de Cross, el portador de Antares se preguntó si tendría el
valor de soltarla en caso de que su compañera decidiera quedarse en el Cinturón.
–No, es sólo que te extraño... te extraño mucho.
–Yo también – las fuerzas de Cross terminaron de flaquear, se sintió miserable
de escuchar esas palabras de alguien tan tímida como Caris, palabras que él debió
de haber dicho desde hace mucho tiempo –, pero al parecer ahora estoy pagando
por mis errores, las perdí a las tres, te perdí a ti...
–A mí no, nunca me has perdido ni me perderás...
–Ahora estás con ellos... – Cross señaló con la mirada a los miembros de los
Clanes Hobbs y De Britten.
–Siege y Deneb son mis amigos – Caris por fin encontró la fuerza para explicar
sus sentimientos a Cross, por lo menos en lo que respectaba a los miembros de los
Clanes Hobbs y De Britten, pensó que no tendría otra oportunidad para hacerlo –,
ellos me han ayudado mucho a lidiar con lo nuestro, me refiero a la situación entre
nosotros y Michelle y Elektra, los quiero, pero no como a ti...
–Siempre estás con ellos, yo pensé que... – Cross no sabía cómo lidiar con la
confesión de Caris, era la primera vez que le decía de frente y abiertamente que lo
quería.
–Sabes que me cuesta mucho hablarte – Caris tomó valor para seguir
expresando lo que le dictaba su corazón, sintió que si no expresaba sus
sentimientos en ese momento no lo haría nunca –, pero no quiero estar con nadie
más que contigo...
–Ven conmigo entonces – Cross también se dejó llevar, no deseaba volver a
separarse de Kharynna –, te necesito más de lo que te imaginas.
–¿Me amas?
–Sabes que sí, más que a nada, ahora mismo me sería imposible regresar al
Tercer Distrito sin ti.
Caris abrazó a Cross y lo besó en los labios, no preguntó ni por Elektra ni por
Michelle, por el momento le bastó oír de los labios de su único amor las palabras que
deseaba escuchar. Escorpión la tomó por la cintura y le correspondió, en ese
momento se prometió que no se iría de ahí sin ella. Después del beso, Caris observó
unos segundos el rostro de Cross, le acarició la mejilla y se separó de él.
–Espera, ahora te alcanzo.
–Está bien.
Cross volteó a ver a sus amigos, ambos tenían el rostro sombrío, levantó la
mano despidiéndose, ninguno le contestó, se dio la vuelta y siguió hablando con el
Arcángel Rafael.
–¿Problemas con tus amigos?
–No lo sé, espero que no...
Cuando Caris regresó con Siege y Deneb, las palabras fueron innecesarias, los
dos sabían que se iría, Dagda la tomó de la mano.
–¿Estás segura de esto?
–Sí, lo siento...
–Él no te merece... – Por primera vez desde que se habían conocido, Siege
habló en contra de Cross, a quien quería como a un hermano, eso expresaba el
dolor que sentía por perder a Caris.
–Eso no importa – respondió Kharynna con total seguridad –, yo lo amo, todo
mundo lo juzga sin saber lo que rodea a nuestra situación, nadie habla de lo que
hacemos Elektra, Michelle o yo y Cross jamás se ha justificado ante nadie, acepta
las críticas a sus espaldas siempre y cuando nadie hable de nosotras… ¿Qué les da
derecho a decir que no me merece? Él jamás me ha engañado ni ha jugado con mis
sentimientos – unas lágrimas empezaron a correr por el rostro de Kharynna –, su
situación es horrible y yo lo sé mejor que nadie, ustedes deberían entenderlo, si mi
amor por él cada día crece más hasta el extremo de que me duele mucho aquí – se
señaló el corazón –, es porque se ha ganado mi cariño, yo soy quien no se lo
merece, sé que llevo mucho tiempo lastimándolo al ser tan cercana a ustedes y
aceptar sus galanteos – Caris bajó la mirada –, soy horrible por lastimarlo a él y
darles falsas esperanzas a ustedes, quizá nadie se dio cuenta de cómo lastimaba a
Cross pero yo sí, lo conozco bien y veo el sufrimiento en sus ojos, jamás me reclamó
nada, lo único que veo en sus ojos es amor, amor por el que voy a pelear hasta las
últimas consecuencias….
–Jamás vuelvas a decir que eres una horrible persona – le advirtió Siege
interrumpiéndola –, retiro lo que dije de Cross, el dolor me hizo hablar así, pero tú
jamás has aceptado nuestros galanteos, solo nuestra amistad, sin importar lo que
suceda, el conocerte es lo más lindo que me ha sucedido en la vida, siempre estaré
agradecido por los momentos que has convivido conmigo.
–¿Por lo menos se quedará contigo? – preguntó Deneb, quien parecía que no
había escuchado una palabra de lo que dijo Caris, él mismo luchaba por no llorar de
impotencia.
–No lo sé. – Una sombra de inseguridad se apropió de Caris, sin embargo, se
recompuso de inmediato –. Pero como ya les dije, voy a pelear por él.
–¡Cross! – le gritó Deneb a su amigo de sus épocas escolares –. ¿Por lo menos
te quedarás con ella?
–Eso no es de tu incumbencia, Deneb – le respondió Escorpión en el tono más
condescendiente que pudo, entendía el dolor de su amigo.
–Lo es si te la estás llevando... – La voz se le quebraba al miembro de la familia
De Britten.
–Ella viene por su voluntad.
–Entonces dile que se quede con nosotros – gruñó Deneb, estaba desesperado
–, Siege y yo la amamos, no le pidas que te acompañe si no te vas a quedar con
ella, Caris no merece ser lastimada...
Cross pensó en las palabras de Deneb, se sentía feliz porque Caris lo había
elegido a él, Michelle ahora estaba con David Nexus y Athena ya había dejado bien
en claro que no quería saber nada de él. No había nada que se interpusiera entre él
y Caris, aun así, no se atrevió a dar una respuesta directa.
–Caris sabe lo que siento por ella...
–¡No te pregunté eso!
–Es todo lo que te voy a responder.
–¡Eso no es jus...!
Caris interrumpió a Deneb poniendo el dedo índice en los labios de su
compañero.
–Ya basta, esta es mi decisión...
–No lo hagas – rogaba Deneb, pensaba arrodillarse e implorar si era necesario,
todo con tal de que Caris se quedara –, no te vayas por favor...
–Si otra chica te amara y tú no sabes a quien yo elegiría, si a Siege o a ti... ¿me
seguirías a pesar de saber que te puedes quedar sin nada?
–Por ti lo daría y arriesgaría todo, cualquier posibilidad de tenerte por mínima
que sea la tomaría por encima de cualquier cosa sin importar las consecuencias...
–Ahí tienes tu respuesta, hasta luego...
Deneb no pudo contener las lágrimas, Siege abrazó a Caris.
–Lo único que importa es que seas feliz o por lo menos que busques la felicidad,
Cross es una buena persona, sé que si te quedas con él, la encontrarás.
–Gracias Siege – Caris acarició el rostro del miembro de la Armada Elemental, a
él en especial le dolió más romperle el corazón –, yo soy quien no los merece a
ustedes.
–Vete ya, pero recuerda, pase lo que pase siempre vas a poder contar conmigo,
en el remoto y cruel caso que no seas la elegida por Cross, yo siempre estaré
disponible para ti.
–Gracias.
Caris caminó hacia Cross cuando Deneb le llamó.
–Kharynna...
La portadora de la espada sagrada Scylla volteó, Deneb se tocó el corazón.
–Este es tuyo, tú jamás te quedarás sin nada porque siempre me tendrás a mí...
–Gracias, yo también los quiero a los dos...
Caris llegó con Cross, quien la tomó de la mano y se encaminó rumbo al
helicóptero junto con el Arcángel Rafael para regresar al Tercer Distrito, Siege y
Deneb los veían partir.
–Esto es una mierda – dijo Deneb.
–La que importa es ella, no nosotros... – le respondió Siege.
–Lo sé.
–Hay que ver el lado bueno, amigo – comento Dagda apoyando el codo en el
hombro de Deneb.
–¿Acaso hay un lado bueno?
–Siempre hay un lado bueno.
–¿Y cuál es, genio?
–Seguimos siendo los mejores amigos.
–Tienes razón – Deneb le dio una palmada a Siege en el estómago –, después
de quedarme con Caris hubiera sido muy incómodo seguir viéndote...
–¿Quién dice que te hubieras quedado con ella?
–Me quería más a mí, amigo, contigo era amable porque no quería lastimarte...
–Sigue soñando.
–Es la verdad.
–¿Tienes resentimiento con Cross? – Siege pensaba en el volátil carácter de
Deneb, el cual podría ser un problema a futuro.
–¡Claro que lo tengo! – exclamó el hijo adoptivo de Amaltea De Britten –. Pero
no es un resentimiento malo, te aseguro que Cross tiene más motivos para estar
enfadado conmigo...
–¿Qué fue lo que hiciste, animal? – preguntó Siege, conociendo a su amigo
seguro había sobrepasado algún límite.
–Eso ya no importa – Deneb pensaba en la discusión que había tenido con el
portador de "la espada roja" –, el malo sigue siendo Cross, me robó el amor de mi
vida, pero aún es mi hermano, al igual que tú y el idiota de Craig, daría la vida por
él...
–Yo también.
–A propósito... – Deneb empezó a golpear la palma de su mano izquierda con
su puño derecho –. ¿Alguien de aquí se atrevió a faltarte al respeto? Le daré una
paliza, de alguna manera necesito sacar esta furia...
–Hay algunos inconformes con mi regreso, ya te los iré señalando, si los muy
cobardes huyen de ti, guarda tus energías para Craig, necesitamos regresarlo al
buen camino...
Cross y los demás rebeldes mantuvieron una junta, Arlés les comentó los
detalles de su reunión con los gobernantes de Ishtar, tras bastantes complicaciones
al igual que en las demás provincias aceptaron los términos de los rebeldes, la lucha
por la silla presidencial por fin había sido ganada.
Ahora debían decidir su próximo movimiento, en ese instante la máxima
prioridad era encargarse de Elohim, los gigantes estaban bien vigilados y por el
momento no estaban haciendo nada que los afectara, lo mejor era esperar hasta ver
sus intenciones.
Después de la junta todos se fueron a descansar, Cross se quedó en una de
las habitaciones de los edificios escolares que fue de lo poco que se salvó de la
explosión sónica creada por Freya.
Caris tenía la intención de quedarse con él pero Daniela Malka no se lo
permitió, se llevó a la FILO número uno con ella a su dormitorio. Cross dormía
profundamente cuando sintió una presencia en su habitación, medio adormilado vio
a una chica curvilínea de cabello castaño.
–¿Elektra? ¿Qué haces aquí?
–Es lo que quisieras, bebé, pero no soy Athena, ella es rubia...
Cross se restregó los ojos para ver mejor, entonces se dio cuenta que la
persona frente a él era su compañera del sexto Círculo del Zodiaco.
–Virgo..., creo que todavía estoy dormido, ¿qué sucede?
–Elohim está aquí...
Las palabras de Virgo despertaron por completo a Cross que se levantó de un
salto.
–¿A qué te refieres?
–El FILO Divino número doce se encuentra aquí, puedo sentirlo...
–¿Y él a ti?
–Por supuesto, soy su hija...
–Sí, algo me han dicho...
–Cross, junto contigo, Elan De Grieff hijo y Bastián Riazor, yo soy la otra
sobreviviente del ritual donde los Patriarcas mataron a sus hijos.
–Es difícil concebir lo que dices, eres muy joven... ¿también te metieron en una
máquina para retrasar tu crecimiento?
–Eso ahora no importa, lo primordial es que debes saber que Elohim es un
inmortal...
–Lo sé, Sir Phillippe me lo advirtió.
–Entonces no soy la única que lo sabe...
–Dejemos esta conversación para después, lo importante ahora es encontrar a
Elohim, toda la zona está vigilada... ¿acaso nadie lo ha visto?
–Elohim es el psíquico supremo, puede pasar desapercibido por donde quiera...
–¿Cómo lo encontraremos?
–Tú puedes hacerlo, eres inmune a los ataques psíquicos, sólo tienes que
concentrarte...
Cross se concentró, superó las barreras psíquicas de Elohim e hizo contacto
con el depuesto Gobernador de Riazor.
–Está en el área donde se encontraba el gimnasio, quiere hablar conmigo...
¿vienes?
–No, mi padre quiere matarme, será mejor que espere aquí..., afuera están
Orión y Tyche, mientras esté con ellos Elohim no puede alcanzarme.
–Está bien, iré a ver a Elohim...
–¿Tú solo?
–Sí, alerta a los demás, por más poderoso que sea no podrá derrotarme en
segundos...
–Sí puede hacerlo Cross...
–Si lo hace y yo lo permito significa que no merecía vivir. Voy a verlo...
–Está bien, desde aquí te apoyaré...
Mientras veía a Cross marcharse, Virgo tenía la esperanza de que su martirio
terminara, desde su nacimiento toda su vida había huido, hasta que se unió al
Círculo del Zodiaco, donde pasó de fugitiva a cautiva, no podía salir de las
instalaciones de la entidad protectora del Primer Distrito de Arcadia por temor a que
la mataran...
*****
Hace más de cuarenta años, en la Ciudad Capital Assur de Ishtar durante
el rito mortal.
El peligro alertó al feto en gestación, de repente tomó conciencia de que su
vida estaba a punto de terminar, junto a ella estaba su gemelo, totalmente ajeno a lo
que sucedía, ambos estaban a punto de nacer.
Debía ser rápida, el tiempo se le estaba agotando, ella estaba siendo dotada
con el manejo del elemento agua, su gemelo con la energía psíquica, alargó su
mano y mató a su hermano.
Al morir su gemelo el poder de la energía que fluía se concentró en ella por
completo, ahora tenía las herramientas para salvar su vida, no era consciente de lo
que sucedía, pero el instinto de conservación actuaba por ella.
Una vez que empezaron las contracciones se apresuró en ser la primera en
nacer, el contacto visual lo era todo, tenía una posibilidad en un millón de sobrevivir
y tomaría esa apuesta con todo su poder.
Al nacer inmediatamente hizo contacto visual con su padre, Elohim estaba
agotado por la pelea que acababa de librar con Hazzart Yaotl y no estaba preparado
para un ataque de esa naturaleza.
La niña se hizo invisible y controló la escena completa a su alrededor, cuando
salió su hermano del vientre materno los engaño a todos, les hizo creer que estaba
vivo, sobre todo a su padre y a la partera que veía al infante y le comentaba a
Elohim:
–Este es tu asesino, mátalo.
Elohim creyó matar a su hijo que ya había sido asesinado, acto seguido la niña
hizo creer a todos que nació después de su gemelo, la partera la vio y le dijo al
Gobernador de Riazor:
–No hay peligro, esta niña no te afecta.
Elohim llamó a la niña Zaniah, se la entregó a la partera y le ordenó que se
retirara, él debía seguir con ese ritual mortal, más ahora, si él había perdido un hijo
los demás Patriarcas también lo perderían.
La niña debía moverse rápido, en cualquier momento adivinarían su trampa y
su vida terminaría, controló a un bérserker que dominaba el elemento viento, hizo
que se la llevara lo más rápido posible de ahí...
Terminado el rito mortal y una vez que se fue el último patriarca, Elohim entró
buscando a su hija, pero al preguntar por ella nadie le supo dar razón, llamó a la
partera.
–¿En dónde está mi hija?
–No lo sé señor... – contestó la mujer con preocupación.
–¿Cómo que no lo sabes? Te la encargué a ti...
–Sí – la mujer se mostraba confundida y temerosa de la represalias que pudiera
tomar ese hombre en su contra por haber descuidado a la niña –, y yo la deje en su
cuna, después no sé qué pasó...
–Maldición... – La mente de Elohim empezó a darle vueltas a todo el asunto de
la profecía que lo había llevado a matar a su primogénito –. ¿Estás segura de que
ella no es mi asesina?
–No sé de qué me habla señor...
–¡No te hagas la loca! Claramente me dijiste que ella no era mi...
En ese momento Elohim lo comprendió todo, por supuesto que esa anciana no
sabía nada, la pitonisa de la profecía había muerto hacía siglos, él personalmente
era quien revisaba a sus hijos, si no tenían el poder sobre el agua y la energía
psíquica no había problema, no serían sus asesinos...
Si en algún momento pudiera tener alguna duda ahora ya no la tenía, su retoño
lo había engañado con una ilusión, su instinto de conservación lo había salvado.
Elohim desconocía el sexo del bebé al que debía buscar, sabía que iba a tener
gemelos, niño y niña, pero ahora no estaba seguro de haber matado al varón, para
colmo de males habían incinerado los cuerpos de los infantes fallecidos.
En ese momento volteó a ver al bebé de Argento Riazor, decidió conservarlo
vivo sólo para estar a mano con Aries, dispuso darle la identidad de su hijo o hija
perdida, todos pensarían que ese chiquillo era el gemelo que había sobrevivido. La
partera se acercó a él sin recordar nada.
–Señor... aquí está su bebé.
–Gracias – respondió el FILO Divino tomando al recién nacido –, se llamará
Bastián...
Rusty Heze llegó apurado a su casa, su mujer lo vio extrañada, más se alarmó
cuando vio que llevaba a una niña con él, la mujer ignoraba que la recién nacida
estaba manipulando a su esposo.
–¿Qué sucede amor? Llevaba muchos días sin saber nada de ti. ¿Quién es esa
niña?
–Es la hija de un poderoso hombre de Boleria, la quieren matar.
–¿Y por qué la traes aquí? – preguntó la mujer alarmada, ahora sus vidas eran
las que estaban en peligro.
–No puedo permitir que le hagan daño...
–Si te encuentran con ella nos matan... ¡Hay psíquicos en todo Boleria que la
encontrarán en un pestañeo!
–Bershka – el bérserker trató de calmar a su mujer –, siempre hemos querido
tener un hijo y no hemos podido, esta niña nos necesita...
–Pero... ¿qué piensas hacer?
–No lo sé, huir...
–¿Y nuestras cosas? Todo por lo que hemos trabajado...
–Nada importa, a donde vamos no necesitaremos el dinero, ya liquidé nuestra
cuenta del banco, con nuestros ahorros llegaremos a nuestro destino.
–¿Y a dónde vamos?
–Al lugar más inexpugnable del país, a las ciudades de arena de Levit...
Un divertido Asther corría con Zaniah por la tundra de Riazor, sabía que lo
estaban controlando pero no le importaba, sentía un lazo que lo unía con esa
chiquilla, la ayudaría en lo que pudiera.
Al final el tigre blanco sintió la presencia de Gorthys, detuvo su carrera y bajó a
Zaniah de su lomo, le olió y lamió el rostro una vez más y después se fue en otra
dirección, la niña entendió que la estaba protegiendo.
Zaniah de nuevo se encontró sola, obligada a huir para salvar su propia vida,
vagó de pueblo en pueblo, de ciudad en ciudad y de estado en estado, siempre
volteando hacia atrás, temerosa de ser atrapada.
Sostuvo varios combates con sus perseguidores, peleó con Horus, Seth, los
Jinetes Alados Inmortales, Guardianes del Destino y muchos más, ella fue su propia
maestra, para seguir con vida tuvo que desarrollar sus habilidades al máximo.
De vez en cuando escuchaba la voz de su padre llamándola, queriendo entrar
en su mente y dominarla, pero siempre pudo prevalecer, sin querer Elohim ayudó a
su hija a desarrollar todo su potencial psíquico.
Cuando superó la edad de los veinte años ya se sentía cansada, seguía
huyendo de sus perseguidores siempre temerosa de encontrar al primero de ellos, al
más poderoso de todos, al que pretendía matarla.
Totalmente desesperada regresó a las ciudades de arena, en donde no
quedaban más que ruinas, en ese momento sintió un gran poder, Zaniah conocía
esa sensación, la había sentido con Gino y con Darius, finalmente se rindió, cayó de
rodillas derrotada, ya no podía más, para ese momento la muerte ya se veía más
como un descanso que como un castigo.
El guerrero al encontrar a la chica postrada se aproximó a ella, le ofreció su
mano para levantarla, Zaniah lo veía con los ojos cristalinos, aceptó su mano y se
incorporó.
–Tú debes ser Zaniah...
–Sí, y estoy cansada de huir, puedes hacer lo que quieras conmigo...
–Mi nombre es Shalem Enoch, soy tu hermano y no voy a hacerte daño.
Zaniah observó a Shemhazai, su sentido de alerta le dijo que él no era su
enemigo.
–Llevo toda mi vida huyendo y no sé por qué lo hago... ¿podrías ayudarme?
–Para eso es la familia, tengo un buen escondite pero no puedo llevarte ahí, hay
mucha gente a la que pondríamos en peligro si tu padre te llegara a localizar...
–Entonces... ¿qué debo hacer?
–Ven conmigo, ya pensaremos en algo.
Shalem llevó a Zaniah a una zona apartada en donde tenía una cabaña oculta,
ahí la dejó descansar, la alimentó y le contó la historia maldita de su Clan: los Enoch.
–Realmente estamos malditos... – comentó la joven con tristeza.
–No te preocupes, no todos somos como tu padre, hay otros hermanos
dispuestos a ayudarnos...
Seguían platicando cuando Zaniah empezó a temblar, Shalem al ver su rostro
se preocupó.
–¿Qué sucede?
–Nos han encontrado... – Zaniah se abrazó a sí misma, como queriendo
protegerse del mal que se avecinaba.
–¿Quién? – preguntó Shemhazai, debía saber la identidad o identidades de los
cazadores para saber si tenía alguna oportunidad de vencerlos.
–El primero que me quiso asesinar... – respondió Zaniah, sus ojos ya se veían
cristalinos a causa del miedo que sentía.
–¿En cuánto tiempo llegará?
–En unos minutos, mi padre ocultó su presencia, ya es demasiado tarde para
escapar.
–Entonces lo enfrentaremos...
En ese momento la entrada de la casa explotó, en el marco de la puerta se
encontraba Gino Enoch. Shalem le hizo frente.
–¿Qué demonios sucede contigo?
–Hazte a un lado, Shemhazai, sólo vengo por ella – señalaba a Zaniah..
–No te dejaré tocarla...
–Si es necesario pelearé contigo... – La mirada de Gino mostraba la misma
resolución que la de Shemhazai.
–¿Qué harás con ella? – preguntó Shalem Enoch bloqueándole el camino a su
hermano.
–Se la llevaré a nuestro padre...
–La va a matar. – Shalem esperaba que Gino entendiera la gravedad de sus
acciones, estaba condenando a su propia sangre.
–Ese ya no es mi problema...
–¿Por qué haces esto?
–Ya lo sabes, por nosotros, por todos los Enoch... no es posible que vivamos a
la sombra de otros siendo que somos el Clan más poderoso de Boleria, no es justo...
–Nosotros sólo estamos pagando por los errores de Caín Enoch...
–No tenemos por qué hacerlo, sé que tú me entiendes, por eso siempre
cambias tu apellido “de nacimiento” por el original, no tenemos por qué escondernos,
no más...
Shalem entendía a su hermano, él, como todos los Enoch, cada determinado
tiempo se tenía que inventar un nuevo nombre de nacimiento para que su
inmortalidad pasara desapercibida, cada dos o tres generaciones adoptaba el
apellido Enoch en su supuesta mayoría de edad.
–Sabes que comparto tu sentir, pero no podemos hacerlo a costa de la sangre
de nuestra hermana...
–Siempre hay sacrificios, Shemhazai...
Shalem abofeteó a Gino.
–¿Qué demonios pasa contigo?
–Es necesario, Shemhazai– exclamó Gino sin responder a la agresión –,
entiéndelo...
–¿Cómo demonios piensas reestablecer una familia matando a tu propia
sangre? ¿Estás loco acaso? Si piensas devolver la grandeza a los Enoch matando a
tu hermana... estamos jodidos entonces, Gino, porque los orígenes de nuestra
supuesta grandeza estarán sustentados en bases podridas...
–No hermano, yo sólo...
–No te permitiré llevarte a Zaniah, pero si quieres puedes tomar su cabeza aquí
mismo, adelante, sienta los pilares de tu dinastía en la sangre de tu hermana...
Gino volteó a ver a Zaniah, estaba acurrucada en una esquina, temblando de
miedo, realmente asustada, pensó en las palabras de Shalem, si eran una familia en
extinción su deber era protegerse, no matarse entre ellos.
–No puedo hacerlo – masculló con la mirada baja, en el tono de su voz se
escuchaba el sonido de la derrota –, tienes razón, hermano, así no se hacen las
cosas...
–No necesitamos a tu padre para establecer nuestra casa, los Enoch somos
algo más que Elohim, si todos nos juntamos podemos cambiar las cosas, juntos
hermano...
Shalem le ofrecía la mano a Gino, éste la tomó, después se acercó a Zaniah.
–Perdón por todo hermana, yo...
Zaniah abrazó a Gino.
–Todo está bien.
–No lo está, nuestro padre viene en camino...
Los tres hermanos voltearon, dos hombres estaban en la entrada de la puerta,
Zaniah asustada se levantó y regresó al rincón de la cabaña, Shalem la tranquilizó.
–No hay problema, Zaniah, ellos están con nosotros, son tus hermanos Minos y
Kerb.
–¿Qué hacen aquí? – preguntó Gino – ¿Cómo es posible que...?
–No sólo viene nuestro padre – explicó Minos –, Horus y Seth también están
aquí...
–Todos vienen por Zaniah...
–Así es, Shalem.
–¿Qué haremos? – preguntó Shemhazai, quien no estaba dispuesto a entregar
a Zaniah.
–Yo me encargaré de Elohim – dijo Gino –. Es mi deber por lo que he hecho...
–No podrás con él – le advirtió Kerb.
–Por lo menos les daré la oportunidad de huir...
–Entonces yo enfrentaré a Horus y Seth – dijo Minos.
–No – se opuso Kerb –. Tú eres el guardián de la llave, los enfrentaré yo...
–Te ayudaré – dijo Shalem –. Si peleamos juntos los venceremos...
–No hermano – respondió Kerb –. Tú y Minos váyanse con Zaniah, no sabemos
lo que pueda ocurrir después...
Zaniah se levantó, le había llegado al corazón que esos hermanos a los que no
conocía estuvieran dispuestos a morir por ella.
–No puedo permitir que mueran por mi culpa...
–No te preocupes, hermana – Gino le sonreía a Zaniah –. Somos hijos de
Elohim, no podemos morir, o mejor dicho, podemos morir pero renaceremos, los
hijos de Elohim somos inmortales, todos de diferente manera, Kerb y yo somos de la
misma generación, después de morir renacemos, nuestra infancia es la normal de
cualquier niño hasta que llegamos a la edad de veinte años, es cuando a partir de
entonces nuestros recuerdos vienen a nosotros, es extraño pero completamente
comprobado, así es que si me ves de niño consiénteme, así seré una mejor
persona...
–Te lo prometo...
–Zaniah – Kerb veía a su hermana menor –, te encargo a mi hijo, Minos y
Shalem tienen otros compromisos, ellos te dirán quién es.
–Lo estaré vigilando, hermano.
–Váyanse entonces.
Shemhazai y Minos partieron con Zaniah, cuando Gino y Kerb los perdieron de
vista decidieron actuar, ambos se despidieron por su nombre de guerreros.
–Suerte Sir Aquiles.
–Suerte para ti también, Eacos.
–Si ambos perdemos espero por lo menos que cuando renazcamos nos junten y
crezcamos como hermanos...
–Así lo espero yo también...
Los dos guerreros se separaron, Sir Aquiles no pudo con la fuerza combinada
de Horus y Seth, por su parte, Eacos enfrentó a su padre, en un momento de furia
Elohim también asesinó a su hijo.
Una vez que estuvieron lo suficientemente lejos, Shemhazai habló con Zaniah
que lloraba sin parar.
–Tienes el poder de nuestro padre... ¿verdad? Eres una poderosa psíquica.
–Sí.
–Entonces debes saber lo que pasa en otros lugares. ¿Qué sucedió con Gino y
Kerb?
–Están muertos...
–¡Maldición! – Shalem Enoch dio un par de golpes al aire –. Debes seguir
huyendo Zaniah.
–No quiero hacerlo – suplicaba la joven muchacha –, estoy cansada.
–Por ahora es la única manera.
–Hay otra opción... – Minos no había dicho nada en todo el camino, estaba
pensando en una solución para ayudar a su hermana.
–¿A qué te refieres? – preguntó Shemhazai.
–Hay alguien que puede proteger a Zaniah...
–No voy a ir con Darius Rashad, él es tan malo como nuestro padre – protestó
Zaniah.
–Jamás te mandaría con ese desquiciado – dijo Minos acariciando el mentón de
su hermana –, él sólo quiere controlarte.
–¿Entonces...? – inquirió Shalem.
–Hay otra persona en Boleria con quien Elohim jamás se metería, estoy
hablando del héroe de la guerra con Stoa...
–¡Aries! – exclamó Shemhazai –. Es cierto, ese tipo es tan poderoso como el
FILO Divino número doce, pero... ¿por qué aceptaría proteger a Zaniah?
–Por su madre, ¿acaso ya la olvidaste? Era una mujer buena y hermosa, Savi,
del Clan Spica de los ochenta y ocho guerreros de Hamal... ¿me sigues?
–Por supuesto, ellos son los originales protectores del Círculo de Virgo...
–Así es, la madre de Oddvar Kanezon también pertenecía al Clan Spica, por
eso fue aceptado como el guerrero de Virgo, pero el poder de Zaniah es
infinitamente superior, apuesto a que además del poder de nuestro padre tienes el
de la premonición... ¿o me equivoco hermanita? – Minos señalaba a Zaniah.
–Estás en lo correcto – contestó la adolescente –, puedo ver eventos a futuro,
así es como he escapado durante años de nuestro padre.
–Ese es el principal poder de los Spica, Zaniah debe encontrar la manera de
unirse al Círculo del Zodiaco, con su poder psíquico debe ser capaz de manipular las
fuerzas que eligen a sus miembros.
–Es cierto, pero debe prepararse... – Shalem veía con buenos ojos la propuesta
de Minos.
–Eso depende de ella.
–Zaniah... – Shemhazai quería saber la opinión de la chica, no pensaba
obligarla a hacer algo contra su voluntad.
–Lo haré, estudiaré al Círculo y me uniré a ellos...
Zaniah estudió al Círculo del Zodiaco, también desarrolló sus dotes, aprendió a
controlar su poder sobre la premonición, sus visiones ya no eran al azar, se entrenó
para armar complejos rompecabezas del destino para ver hacia el futuro basándose
en hechos presentes.
Habló con Elan De Grieff padre, le expuso sus poderes y le brindó su lealtad
hacia el Círculo a cambio de su protección, el guerrero de Aries al ver la situación de
peligro que corría su entidad la admitió.
La discusión entre Aries y Elohim fue tensa, entre gritos y amenazas llegaron a
un acuerdo, mientras la ahora guerrera de Virgo estuviera dentro de las instalaciones
del Círculo del Zodiaco su vida no sería amenazada, pero fuera de los muros de la
entidad protectora del Primer Distrito, podía pasar cualquier cosa.
En cuanto al renacimiento de Gino y Kerb Enoch, Virgo le ganó la partida a
Elohim por el control de ambos, aprovechándose de su capacidad de ver a futuro y
del tiempo y desgaste que suponía la guerra que su padre sostenía con
Radamanthys, la miembro del Círculo del Zodiaco se encargó de que Amaltea De
Britten encontrara al pequeño Eacos y lo adoptara como su hijo, al que llamó Deneb.
Así se aseguraba que su hermano en un futuro tuviera nexos con el Círculo del
Zodiaco y apoyara a su grupo de poder.
Sir Aquiles renació como siempre, en el seno de la familia Markab, uno de los
Clanes Herreros de Hamal, pero Virgo se encargó de que el pequeño Danner fuera
declarado extraviado, después, auxiliada por Shemhazai se encargó de llevarlo al
Tercer Distrito en Arcadia, donde lo unió al hijo que el mismo Kerb le había
encargado: Yago, los crió a ambos en la pobreza y al lado de Arlés Probzzer, un
pequeño que cambiaría el destino del país.
Al mismo tiempo Virgo se encargó de seleccionar a sus Bérserkers Celestiales,
los guerreros que serían sus protectores, los elegiría directamente de sus Clanes
originales para tener a su servicio a los guerreros más poderosos, incluso tuvo
relaciones con los líderes de algunos de esos Clanes: los Corona Australis y Borealis
para asegurarse su poder, de esas relaciones nacieron sus hijos Ceo y Quantum.
*****
Cross caminaba tranquilamente hasta que llegó al lugar donde se encontraban
las ruinas del gimnasio de la derrumbada escuela superior del Tercer Distrito de
Arcadia, en ese momento fue absorbido a otro plano dimensional pero Escorpión
regresó a su propio espacio.
–Puedo llevarte a la fuerza a otro lugar con mi poder psíquico, chico – Elohim
salió desde las sombras.
–No Elohim, no puedes, lo que sea que quieras tratar lo hablaremos aquí...
–Está bien, viendo el estado de este lugar ya te habrás dado cuenta de la
amenaza que se cierne sobre el país...
–Los Titanes.
–Así es, no podemos darnos el lujo de pelear entre nosotros, debemos ir por el
verdadero enemigo...
–Sé quién es ahora el verdadero enemigo, Elohim, los Titanes son un peligro
circunstancial, ya veremos, tú eres una amenaza real...
–Si eres el líder que todos pregonan deberás hacer a un lado tus sentimientos y
pelear por el bien del país...
–Yo no tengo nada personal contra ti...
–A mí no me engañas, niño, ya sabes que yo fui quien mató a tu padre...
–Eso es cierto, pero te equivocas en tu manera de expresarte, la palabra
correcta no es “matar”, es “asesinar”, yo le agregaría cobardemente, sin embargo,
no me mueve la venganza, aunque no puedo negar que quiero saber por qué lo
hiciste, por qué engañaste y obligaste a los Patriarcas a matar a sus hijos...
–Era necesario...
–Ahora el que miente eres tú, sé la historia de los asesinatos, pero es mentira,
la prueba está en que las espadas divinas que no recibieron ningún sacrificio siguen
más vivas que nunca, habla con la verdad si quieres que nos ayudemos...
–Está bien, yo debía matar a mi hija, sé que ella tarde o temprano me asesinará,
lo justo era que todos esos malditos enfermos de poder hicieran un sacrificio como el
mío...
–¿Escuchas lo que estás diciendo? – Cross no creía lo que Elohim le estaba
confesando –. ¿Una profecía? Para ser alguien con tanta edad eres bastante
inocente...
–La profecía es real, chico, tres de mis hijos me han matado, Zaniah es la
definitiva...
–Si no trataras tú de asesinarlos tal vez ellos te respetarían.
–A ninguno lo intenté asesinar, pero por diversas circunstancias los tres me
mataron, Darius, Rex y Gino, no puedo arriesgarme con Zaniah, ella es mi asesina
definitiva.
–¿Y qué ha sido de tus hijos asesinos?
–Todos caminan entre ustedes con diversas personalidades, somos inmortales,
niño, yo personalmente estuve en la guerra contra los gigantes, peleé hombro con
hombro con Zarth, el primer portador de tu espada suprema.
–Los Riazor no son tan antiguos...
–Sí lo son pero en aquel entonces no eran un Clan de renombre, Dresser Riazor
era un don nadie, pero por casualidades del destino fue el primer portador de "la
espada blanca" y el que inició su estirpe. Pero volviendo a mis vidas pasadas he de
confesarte que Aureo Riazor es sólo un nombre que elegí en esta época, también he
sido un Yaotl, un De Grieff y un Brunn, he sido muchas personas...
–¿Quién eres realmente?
–Ya lo sabes, dímelo tú.
–Caín Enoch.
–Así es, y soy el único humano que conoce personalmente y de primera mano a
los Titanes, no me es desconocido el peligro que representan, he peleado contra
ellos y sé cómo vencerlos, sin mí la humanidad está perdida...
–La humanidad peleará sin ti, Caín.
–Piensa bien lo que dices, muchacho... sé que todos los guerreros élite te
siguen a ti. ¿Qué es lo que quieres? Dímelo y te lo concederé. ¿Deseas la
presidencia de Boleria? Es tuya, yo puedo dártela.
–La presidencia ya la hemos ganado sin tu ayuda.
–Ganaron la silla por el momento, el conflicto postrevolución será más
sangriento que tu guerra misma, la lucha por el poder apenas empieza, niño.
–¿Y tú puedes tranquilizar las cosas?
–Puedo hacerlo, puedo jurar con mi vida de por medio ante el triángulo de la
familia Deltotum de Hamal que Boleria será tuya y de tus descendientes...
–Lo que me dices es más peligroso aún que cualquier otra cosa, significa que
Boleria es de tu propiedad, que puedes hacer lo que quieras con ella cuando te
venga en gana, es tu juguete al que puedes controlar como mejor convenga a tus
intereses, debes de saber que este país sólo le pertenece a sus pobladores, no a ti
ni a los Titanes, y nosotros junto con esos pobladores le haremos frente a cualquier
amenaza, la tuya es la más perjudicial en este momento.
Después de escuchar a Cross, Elohim no se pudo contener, estalló en
carcajadas.
–No cabe duda que eres un niño, Boleria es una bomba de tiempo que necesita
ser controlada, si no fuera por mí, muchos idiotas sin escrúpulos ya la habrían
destruido. Somos la nación más poderosa del planeta pero también la más odiada,
todo el orbe vive con el constante temor de que algún loco gobernante de nuestro
país decida conquistar el mundo, que los ha habido y yo los he detenido. No puedo
permitir que me hagas a un lado de mi obligación de proteger a mi país, en este
momento tú no eres rival para mí.
–Lo sé, pero no estoy solo...
En ese momento de los escombros salieron todos los guerreros de la
resistencia, los FILOS, los FILOS Oscuros, los FILOS Divinos, los integrantes del
Circulo del Zodiaco, los Arcángeles de la Legión de los Iluminados, los Bérserkers
Celestiales, la Liga de la Noche y los miembros de la Armada Elemental.
Los ojos de Elohim se tornaron cian brillante, su pupila desapareció y en su
lugar se formó el símbolo de doce puntos, detrás de él apareció el gigante elemental
de agua, mismo que se transformó en un gigantesco domo.
–La cantidad de guerreros no te da el poder, Escorpión, eso lo hace la
experiencia, puedo matarlos a todos...
Cross observó el domo de agua, la caída del líquido vital formaba varias
espadas, Escorpión levantó la mano para evitar que sus compañeros atacaran.
–Que nadie se acerque, quien toque ese domo morirá...
–El domo no sólo sirve de protección muchacho...
La espada suprema Abigael surgió de la palma de la mano derecha del FILO
Divino número doce. A un movimiento de su brazo una gran ola atacó a los rebeldes,
misma que fue contenida por otra ola del mismo elemento, sin embrago, sólo fue por
un instante, el poder de Elohim prevaleció, se necesitó a los gigantes elementales de
viento y de energía pura para frenar el ataque.
Los ojos de Escorpión y Amaterasu ya se habían tornado rojo y verde brillante,
sus pupilas desaparecieron y en su lugar se formaron los símbolos de siete y ocho
puntos respectivamente.
–Veamos cuanto soportan – amenazó Elohim –, yo puedo atacarlos a todos en
un instante, no podrán salvar a sus amigos todo el tiempo...
–No necesitamos hacerlo...
Zaniah Enoch se abrió espacio entre todos los rebeldes, ella había sido quien
había frenado en primera instancia el ataque de su padre, en sus antebrazos
interiores tenía un tatuaje del ambigrama de su nombre, Virgo, con el fondo de las
estrellas de su constelación, en su rostro también tenía un par de tatuajes, en el lado
derecho se veía una gran letra "eme" con una muesca del lado izquierdo que iba de
la segunda curva de la letra hasta donde terminaba ésta, el tatuaje abarcaba parte
de la frente y de la mejilla derecha, del lado izquierdo tenía el mismo símbolo
invertido, había alcanzado el cuarto nivel de un guerrero del Círculo: la imagen
cósmica.
–Zaniah... – Elohim veía con precaución a su hija –. Por fin saliste de tu
madriguera...
–Si padre, vine a cumplir tu profecía, voy a matarte.
–Eso no sucederá hoy...
Virgo volteó a ver a los rebeldes.
–Todos los que no sean psíquicos retírense...
En el campo de batalla quedaron Heimdall, Escorpión, Hermes, Titán, Thor,
Virgo, Libra, Sagitario, Acuario, Tsukuyomi, Balar, Quantum, Ceo, Tyche, Brahma,
Kwan Yin, Pariel, Chitriel, Ariel, Azrael, Rafael, Tamiel y Luzbel, la batalla se daría
contra Elohim en el terreno psíquico...
El domo de Agua no era factor en el combate si no lo cruzaban físicamente, el
ataque de los rebeldes comenzó, Tyche los conectó a todos psíquicamente y
Escorpión con la ayuda de su madre evitó que Elohim entrara en su línea de
comunicación.
El líder de la resistencia sabía perfectamente qué hacer, apoyándose en el
poder de Libra para ver la debilidad de su enemigo ordeno a Tamiel y a Azrael que
con su poder de telequinesis abrieran el domo de Elohim, ambos habían alcanzado
el estado de la perfección, en los ojos negros de la Arcángel se formaron letras rojas
alrededor de la córnea y dentro de ellos un pentagrama escarlata, el ojo derecho de
Azrael era blanco con letras negras alrededor de lo que sería su córnea con una
estrella de seis picos dentro, su ojo izquierdo era idéntico al de Daniela Malka.
Con sus facultades psíquicas aumentadas gracias a Heimdall y con el poder
inhibidor psíquico de Luzbel que debilitó al portador de la espada suprema Abigael,
lograron hacer un hueco en el domo de su enemigo.
Inmediatamente después, Thor, quien ya tenía los ojos color violeta oscuro con
el símbolo que lo distinguía como el FILO Oscuro número diez por triplicado, envió a
sus cuervos contra Elohim, el cuervo blanco Hugin y el cuervo negro Munin se
estrellaron con el cuerpo de Caín Enoch empezando a atacarlo psíquicamente,
tratando de controlar su mente y borrándole la memoria.
Heimdall en su máximo estado con los ojos naranja brillantes y el símbolo de
cuatro puntos potenciaba a todos los demás. Tsukuyomi, Balar, Pariel, Chitriel y Ariel
atacaban al FILO Divino número doce con embates psíquicos que lo afectaban
físicamente, Troy con su poder sobre las etapas de la luna, utilizando la luna nueva,
congelaba el cerebro de su enemigo psíquicamente, Balar con su rayo invisible
psíquico freía su mente, Pariel alteraba sus sentidos, Chitriel lo tenía inmovilizado y
Ariel le ocasionaba dolor.
Virgo y Acuario lo atacaban mentalmente, Virgo a un nivel subconsciente y
Acuario lo trataba de hacer perderse en su mente causándole una sensación de
vacío. Hermes y Titán ya habían alcanzado el nivel constelación y los tatuajes de su
nombre: Géminis, se habían formado en sus antebrazos interiores, con sus
nebulosas Eskimo y Abell protegían a todos de los ataques alucinatorios del FILO
Divino número doce.
Por su parte, Brahma y Kwan Yin ya habían alcanzado también el último nivel
de un FILO Divino, sus ojos eran magenta y rosa brillante, en lugar de sus pupilas se
podía ver el símbolo de cuatro y nueve puntos respectivamente, sus ojos se
combinaron con el amarillo brillante de sus letales bestias y atacaron directamente el
cerebro de Elohim; Rafael y Sagitario con su poder trataban de enfermar el cuerpo
del máximo psíquico
Cross alcanzó al igual que Virgo y Libra el estado de imagen cósmica, en el
rostro le salieron los tatuajes de su símbolo, que era parecido al de Virgo, una “eme”,
sólo que ésta en su línea que anunciaba el fin de la letra terminaba en una flecha y
al igual que sus compañeros tenía un símbolo en el lado derecho abarcándole la
frente, el ojo y parte de la mejilla y el izquierdo invertido. Entró directamente en la
mente de Elohim, podía moverse libremente a través de ella, los ataques psíquicos
podía revertirlos en contra de su atacante.
Al final lo encontró y con Antares en su mano corrió hacia él, faltándole un par
de metros se quedó inmóvil, Elohim desenfundó su espada azul y lo atacó, pero
también se quedó sin poder moverse.
–¿Qué demonios...? – Elohim no se explicaba lo que sucedía.
–Puedo revertir los ataques en tu contra, Elohim...
–Entonces estamos emparejados, tú eres el único que puede llegar hasta mi
refugio psíquico, gracias a que eres un FILO Divino has lograrlo ingresar en lo más
profundo de mi mente, algo que ni Tamiel consiguió a pesar de tener la misma
habilidad que tú, pero hay algo que debes considerar, tus amigos creen que están
ganando su batalla contra mí pero no es así, el combate afuera es una ilusión, los
rebeldes sólo están gastando su energía, cuando estén vacíos los eliminaré a todos,
tú eras el más peligroso de todos porque podías ver mi trampa...
–Por eso me dejaste llegar hasta aquí...
–No precisamente, traté de eliminarte antes pero eres poderoso, sin embargo,
cuando tengamos un combate físico te eliminaré, por lo pronto así estamos bien...
Por fin todos los rebeldes llegaron a la Ciudad Capital Assur de Ishtar, en ese
lugar ya se encontraban las veinte Espadas Reales de las Órdenes de Arcadia,
Levit, Hamal, Aztlán e Ishtar incluyendo a Lady Aliel, con la clara ausencia de los
integrantes de la Orden de Riazor.
También se encontraban en la ceremonia los integrantes de los Sindicatos de
las Ciudades de Ishtar: Hevven, Banayah, Ersghiaal y Hiddensh, junto con los
Guardianes del Destino de la Ciudad Sagrada de Uruk, representantes de las
familias gobernantes de los cuatro estados de Boleria, así como distinguidos
personajes públicos de la Capital y del estado Armamentista.
Entre los representantes se encontraban Rave Isa, Samir Shmuel, Shalem y
Asiria Enoch, los Jinetes Alados Elementales, los integrantes del Tloque Nahuaque
junto con sus secciones Estructura y Alianza, así como representantes de familias de
la Triple Alianza, distinguidos miembros de los ochenta y ocho Clanes guerreros de
Hamal, patriarcas de las grandes Casas de los Nueve Coros de Guerra de Levit,
representantes de las familias guerreras de la Federación de los Clanes del Norte de
Riazor, los miembros del Consejo de Gobierno del Cinturón, funcionarios de los
distritos exteriores de Arcadia y los gobernantes de las seis ciudades de Ishtar.
La junta era para elegir a un nuevo gobernante, aunque todo era una simple
formalidad, ya se había pactado que Arlés sería el próximo Presidente, antes de
entrar en la gran asamblea, Geedy separó a Cross del grupo, lo acompañaban sus
tres chicas.
–¿Qué sucede amigo? – preguntó Cross poniendo una mano en el hombro de
Geedy.
–He hablado con muchas personas de las que hoy están aquí reunidas – explicó
Geedy sin andarse con rodeos –, Arlés va a ser Presidente porque tú lo estás
apoyando, pero en realidad todos te quieren a ti, yo tengo un poco de influencia en
el pueblo, si tú quieres...
–No compañero – Cross interrumpió a Geedy, ya sabía por dónde iba y lo que le
quería proponer –, Arlés es la mejor opción, te lo aseguro, el nació para esto,
gobernar no es lo mío, sé que tu "pequeña influencia" es todo el país, tú solo podrías
poner al presidente que quisieras, te agradezco el voto de confianza.
–Está bien, entonces apoyaremos a Arlés con todo.
Mientras Geedy entraba en el inmueble donde se desarrollaría la asamblea
acompañado de sus protectores, Michelle le comentaba a Elektra.
Ese chico es especial.
–Claro que lo es – contestó la escultural rubia –, sin tener ninguna habilidad de
guerrero fue más influyente para la causa que cualquiera.
–Así es, el ejército y los guerreros apoyan a Arlés, los poderosos a Cross,
Geedy está en el segundo grupo – completó Michelle.
Una vez que le pusieron su banda presidencial, Arlés dio un emotivo discurso
acerca de la libertad, de la democracia y del saneamiento del país, habló de dejar
atrás el miedo a la represión, se expresó a favor de los más necesitados, de los
marginados y de los perseguidos, pidió dejar de lado los rencores y trabajar juntos
en la construcción de una nueva y mejor Boleria, al final, fue vitoreado y ovacionado
por todos, no solamente por los que estaban presentes, sino por los que veían la
ceremonia por otros medios de comunicación, ese discurso se haría inmortal y sería
recordado incluso décadas después en todo el mundo.
Tras la ceremonia todo eran abrazos y buenos deseos, Caris hablaba
emocionada y feliz con sus hermanos que también habían viajado desde Aztlán para
estar en la ceremonia. Gea ya no sabía qué hacer con las demás chicas, quienes
desde que la vieron con su nuevo cuerpo la trataban como su último juguete, como
una muñequita a la que vestían y desvestían con diversos atuendos sólo para ver
como lucía, por todas partes se veía camaradería y trato de amigos, los antes
enemigos ahora se daban la mano y se comprometían a ayudarse en lo que se
necesitara.
FIN
EPÍLOGO
En el estado de Levit hay una provincia llamada Edén que es conocida como la
ciudad más bella del país, colindante con ella hay una isla llamada Isla de la Victoria,
donde se erige el volcán más grande del mundo llamado el monte del salvador, lugar
en donde fue derrotado el más fuerte de los gigantes, sitio en el que el grupo de
liberación de Zarth, el primer portador de la espada roja, sentó las bases para
destruir a los gigantes que gobernaban la tierra.
Ese mismo volcán tenía otro nombre para los gigantes, se llamaba el monte de
los ancianos, nombre que tenía porque en ese lugar se inmolaban los viejos
guerreros que deseaban partir del mundo con dignidad y no permanecer como una
carga.
En ese sitio esperaban los Titanes y las Titánides a sus compañeros Skade y
Atlas para que les dieran un informe de lo que habían investigado, ambos llegaron al
mismo tiempo.
–¿Y bien? – preguntó Jotun.
–Es una nueva y moderna época – explicó Skade –, pasamos cuatro mil veinte
años encerrados.
–¿Estás segura? – Jotun se agarraba la barbilla.
–Segura, los hombres empezaron a contar su era a partir de la victoria de Zarth
sobre nuestra especie.
–¿Qué clase de guerreros hay en esta época?
–Buenos – Atlas veía a Skade que asintió –, pero muy inferiores a los que nos
vencieron.
–Entonces el mundo es conquistable...
–Sí Jotun, aunque debemos conocer todavía su armamento, si los hombres son
más débiles es porque han sido flojos y tienen sus esperanzas de defensa y ataque
puestas en sus armas.
–Es entendible tu lógica, Skade.
–¿Qué es lo que haremos entonces? – preguntó Fornjot.
–No lo sé – Jotun no deseaba precipitar las cosas –, investigar un poco más me
imagino...
–No es necesario...
Jotun y los demás gigantes voltearon a ver al guerrero que hablaba, todos lo
conocían, había peleado contra ellos en la guerra que perdieron contra los hombres.
–Sachell Nisser... ¿qué haces en esta época? – preguntó el líder de los Titanes.
–Ustedes no fueron los únicos que obtuvieron la inmortalidad... – respondió el
guerrero en un tono por demás cordial.
–¿Alguien más que conozcamos aparte de ti queda en este mundo?
–Por ahora no – respondió el guerrero pensando en el desaparecido Caín
Enoch.
–¿Qué es lo que quieres?
–Negociar...
–¿Qué puede tener un insecto como tú que yo quiera? – preguntó Jotun.
–Conocimiento, yo conozco a los guerreros más poderosos de esta época.
–Insectos todos, Skade y Atlas ya los probaron...
–Sólo a los débiles, los más poderosos incluso me superan, varios
descendientes de Zarth y de los hermanos Enoch todavía caminan por esta tierra...
–Dame sus nombres.
–Aquí los tengo...
El tatuaje del ojo derecho de Horus se formó, los Titanes observaron el Udyat.
–¿Dónde está el símbolo de tu otro ojo? – preguntó Jotun.
–Lo cambié por la inmortalidad...
–Eso quiere decir que eres más débil...
–Llevo miles de años perfeccionando mi técnica y peleando, Jotun, mismos que
ustedes llevan descansando, te aseguro que soy mucho más poderoso que cuando
nos vimos por última vez, el día que te enterré la espada magenta en el cerebro...
–¿Acaso me estas retando, hombrecillo?
–No, te vengo a proponer una alianza, mi ayuda por una parte del pastel...
Jotun pensó un momento en la propuesta de Horus, observó el hermoso
paisaje de la Isla de los Retirados, como ellos le llamaban y del monte de los
ancianos, declinó la oferta del depuesto líder de los Guardianes del Destino.
–Esta ya no es nuestra época, ahora es el hombre el dueño de esta tierra, diles
a tus líderes que nos dejen esta isla y estaremos en paz.
–¿Estás seguro de lo que dices?
–Seguro, así como esta no es nuestra época tampoco es la tuya... ¿o vas a
decirme que tú eres el máximo gobernante del mundo?
–No Jotun, tienes razón, debo pasar desapercibido cada determinada cantidad
de años para que no me linchen, daré tu mensaje.
–Bien, si necesitamos algo se los haremos saber...
–Me parece perfecto, adiós.
Horus y Seth se marcharon de la isla, cuando llegaron a la ciudad de Edén, el
controlador de la tierra eléctrica le preguntó a su compañero:
–¿Crees que no haya problema?
–No, ni siquiera te reconocieron...
–Ellos no conocen el cuerpo que uso ahora, Herbert Rush es uno de tantos que
he tenido...
–No, pero tu esencia oscura es palpable, nuestra visita fue una farsa, lo que
necesitaba era que Jotun viera mi Udyat, así se activó la restricción que Elohim le
insertó en su cerebro.
–¿Elohim?
–Así es, no siempre hemos sido enemigos...
–¿La restricción es para todos?
–No, sólo para Jotun.
–¿Y si los demás quieren conquistar el mundo?
–Conocemos a Jotun, es un líder que gobierna con mano de hierro, si alguien
no acata sus órdenes lo mata.
–Pero son muchos...
–El poder de Jotun es inimaginable, los demás le temen, obedecerán.
–Pero... ¿hay peligro de que esa restricción se anule?
–No si los Titanes son dejados en paz...
Seth entendió el silencio de Horus.
–O si...
–Yo soy la llave que los restringe, Radamanthys es quien los libera.
–Suerte que estamos en el mismo equipo...
–Así es. Ahora debemos desaparecer por un tiempo, vamos a darles la
oportunidad a los rebeldes de gobernar.
–¿Si lo hacen bien?
–El mundo no volverá a saber de nosotros, sólo nos queda una cosa por hacer...
–¿Qué es?
–Avisar a los guerreros encargados de los Titanes las exigencias de Jotun,
hablaré con los Caballeros Apócrifos.