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Antonio nació hace nueve siglos, un 15 de Agosto en

Lisboa, Portugal. En realidad su nombre no era


Antonio, se llamaba Fernando de Bulloes y
Taveira de Acevedo.

Antes de ser franciscano siguió los pasos de San


Agustín; y hasta estuvo dispuesto a morir por
Cristo. Una enfermedad lo obligó a volver de
Marruecos y por eso no pudo hacerlo.

A los 25 años adoptó el nombre de Antonio cuando se


hizo franciscano. Pero esto no le fue fácil ya que su familia y sus amigos no
aceptaban su vocación y trataban de apartarlo de ese camino. Su llamado fue
tan fuerte que hasta renunció a toda su herencia para seguir el camino de
Francisco. Fue testigo de una aparición del Niño Jesús a quien sostuvo en sus
brazos. Por tal motivo, en las imágenes del santo se le representa junto al
Niño.

Fallece, a los 36 años de edad, el 13 de junio de 1231 en Padua, Italia.

Santa Clara nació el 16 de julio de 1194 en Asís, Italia.


Cuando Clara tenía 18 años, después de escuchar a
San Francisco predicar, sintió en su interior una
llama que encendió su corazón. Desde ese
momento él se convirtió en su guía espiritual.

En 1212, Clara huyó de su casa y se encaminó a


la Porciúncula (Italia), donde entró a formar
parte de la Orden de los Hermanos Menores. Clara
prometió obedecer a San Francisco en todo. Tiempo
más tarde ella y sus seguidoras se trasladaron al convento de San
Damián y fundó las religiosas Franciscanas llamadas Clarisas.

De los 41 años que vivió en el convento de San Damián, 27 los pasó


soportando todos los sufrimientos de su enfermedad con paciencia heroica.

Fallece el 11 de agosto de 1253, a los 59 años de edad.


Nació el 10 de Marzo en Montilla, España, en una
familia rica, de mucho poder. Estudió con los
Jesuitas, pero entró a la comunidad Franciscana
porque le atraían mucho la pobreza y la vida tan
sacrificada de los religiosos de San Francisco y
fue así que alrededor de los 20 años se hizo
franciscano.

Su alma misionera lo llevó a viajar por muchos


países. Recorrió el continente americano durante 20
años predicando, especialmente a los indios. Pero su viaje más largo fue el
que tuvo que hacer a pie, con incontables peligros y sufrimientos, desde Lima
hasta Tucumán (Argentina) y hasta las pampas y el Chaco Paraguayo. Más de
3,000 kilómetros y sin ninguna comodidad. Sólo confiando en Dios y movido
por el deseo de salvar almas. Su paso por cada ciudad o campo, era un
renacer del fervor religioso. Por orden de sus superiores, los últimos años los
pasó en la ciudad de Lima predicando y convirtiendo pecadores.

Fallece el 14 de julio de 1610, a los 61 años de edad en Lima, Perú, mientras


sus hermanos franciscanos le cantaban el Credo.

El Padre Pío nació en Pietrelcina (Italia) el 25 de mayo


de 1887.

Su nombre era Francisco Forgione y tomó el


nombre de Fray Pío de Pietrelcina en honor a
San Pío V, cuando recibió el hábito de
Franciscano capuchino.

Desde su niñez sintió el llamado de Dios. Alrededor


de los 15 años entró al convento franciscano.

Fue ordenado sacerdote muy joven a los 23 años. Sufrió durante toda su vida
enfermedades y dolores, sobre todo en los últimos tiempos. Cuando fue
trasladado al convento de Pietrelcina, el supo que nunca más se iría de ese
lugar.

El Padre Pío falleció un 23 de septiembre de 1968, a los 81 años de edad.

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