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Lee las ayudas LECCIÓN 11:

El Sábado del folleto de


maestros en las
ANHELO DE MÁS.
Herramienta para los Maestros de Escuela Sabática.

Enseñaré páginas 130 a 133


de tu lección.

MOTIVA «¿Qué nos


MOTIVA
[1 Minutos] puede enseñar el
fracaso de Israel de
[1 Minutos]
EXPLORA entrar a Canaán en
cuanto al descanso
APLICA
[27 Minutos]
en Cristo? Pues
analizaremos.
en este repaso lo

[15 Minutos]
Yo dividiría el
EXPLORA
MOTIVA repaso en los siguientes puntos:
[15 Minutos]
[1 Minutos] 1. QUÉ ES LA TIPOLOGÍA BIBLICA. Esta parte debe tener
un tinte recordatorio solamente, ya que la lección se encarga
CONCLUSIÓN
de explicarla muy bien, te recomiendo no tomar aquí mucho tiempo, ya que el punto en
el que debemos centrarnos más debe ser el tercero, que se enfocará en la relación entre la
[Sencilla y Elegante]
tipología y el descanso.

Sin embargo,] nuestro repaso debe clarificar el significado teológico de los términos
TIPOLOGÍA y TIPO. Sin duda, todo creyente que lleve algunos años en nuestra iglesia se
habrá encontrado alguna vez con la expresión «el antitípico día de la expiación», o que en
EXPLORA
calvario «el tipo se encontró con el antitipo». La primera vez que yo escuché eso quedé
abrumado y no pude entender a lo que se estaba refiriendo. Pues bien, la palabra TIPO
viene[27 Minutos]
del griego túpos que significa MODELO o PATRÓN.

Desde el punto de vista teológico, un tipo es un modelo a pequeña escala de una realidad
espiritual más grande; si habláramos desde el campo de la arquitectura, la analogía mas
conveniente sería la maqueta con respecto al edificio. El objetivo de los modelos es
darnos una idea de cómo va a ser producto terminado. Pues bien, tipología es el estudio
de estos fenómenos en la literatura bíblica. Las Sagradas Escrituras están llenas de
tipología, y cuando se expresa que «el tipo se encontró con el antitipo», lo que significa es
que se cumplió el tiempo para que el que el modelo (o representación) le de paso a la
realidad a la que apuntaba.

Juan el Bautista entendía eso muy bien. Por favor, has que tu clase busque Juan 1:29 y
pregúntales luego: ¿cuál es el tipo y cuál es el antitipo en esta declaración? El texto nos
dice de esta manera: «El siguiente día vio Juan a Jesús que venía a él, y dijo: He aquí el
Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo».

Julio César Labrador 1


AQUÍ ENTRE NOS

Espero que tus alumnos respondan correctamente, pero por si acaso, el TIPO o modelo es
el cordero que se usaba como ofrenda de sacrificio por el pecado, y el ANTITIPO o
realidad es nuestro Señor Jesucristo que murió en lugar de la humanidad caída.

2. EJEMPLOS DE TIPOLOGÍA BÍBLICA. El caso anterior nos aclara de manera muy


simple cómo funciona la tipología en las Escrituras; es sencillamente incorporar algo a la
práctica religiosa, que apunte a un significado de carácter mayor y hasta eterno. En el
ejemplo tomado de la frase del bautista, debemos recordar que no todos los corderos son
un tipo o modelo de Cristo, lo era el que se escogía como parte de las ceremonias judías.
Siguiendo con esta misma línea de pensamiento, la figura del cordero ofrecido en
sacrificio hacía parte del ceremonial del santuario, un sistema que nos permitirá
ejemplificar mejor el concepto de tipología.

Por favor, invita a tu clase a leer Hebreos 6:4-5, y pregunta: ¿de qué era modelo el
santuario del desierto? Anima a la clase a participar con sus opiniones, de esa manera
todos se enriquecerán. La cita expresa: «Así que, si estuviese sobre la tierra, ni siquiera
sería sacerdote, habiendo aún sacerdotes que presentan las ofrendas según la ley; los
cuales sirven a lo que es figura y sombra de las cosas celestiales, como se le advirtió a
Moisés cuando iba a erigir el tabernáculo, diciéndole: Mira, haz todas las cosas conforme
al modelo que se te ha mostrado en el monte».

Seguramente tendrás toda clase de respuestas y aportes por parte de tus alumnos, no
obstante, de ser necesario, aclara que el santuario terrenal (incluyendo sus ceremonias,
servicios y sacerdocio) era un tipo, modelo o ejemplo en pequeña escala, de la
extraordinaria realidad del plan de salvación. Allí se pone en figura terrenal lo que Dios
en el cielo planeó para la redención del hombre. Por ejemplo, los espacios del santuario
(al atrio, el lugar santo y el santísimo) señalan tres fases de la obra de Cristo: una en la
tierra, y las otras dos en el cielo.

Los animales sacrificados (principalmente como ofrenda por el pecado) eran tipo del
sacrificio sustituto de Cristo; la muerte de estos en el atrio mostraban que el Salvador
entregaría su vida en este mundo; la transferencia de la sangre al santuario es un modelo
del camino a seguir para la eliminación del pecado; el lugar santo y su servicio diario
ejemplifica la obra del Señor que pone el perdón a disposición del pecador arrepentido; y
el servicio anual en el lugar santísimo, apunta a la parte final del plan de salvación que
involucra el juicio y la eliminación definitiva del pecado y su originador.

Así que el santuario es un tipo o modelo del plan de salvación para la humanidad, en
donde los animales inmolados representan el sacrificio de Cristo, los sacerdotes su
ministerio, los lugares las etapas de este, y los muebles las características del Salvador que
tienen que ver con nuestra redención.

Otro buen ejemplo de tipología es la experiencia de Israel durante su peregrinaje a la


tierra prometida; el apóstol Pablo hace una conexión de este proceso con la experiencia
cristiana. 1 Corintios 10:1-6 declara: «Porque no quiero, hermanos, que ignoréis que

2
AQUÍ ENTRE NOS

nuestros padres todos estuvieron bajo la nube, y todos pasaron el mar; y todos en Moisés
fueron bautizados en la nube y en el mar, y todos comieron el mismo alimento espiritual,
y todos bebieron la misma bebida espiritual; porque bebían de la roca espiritual que los
seguía, y la roca era Cristo. Pero de los más de ellos no se agradó Dios; por lo cual
quedaron postrados en el desierto. Mas estas cosas sucedieron como ejemplos para
nosotros, para que no codiciemos cosas malas, como ellos codiciaron».

Nota como el apóstol tipifica el cruce del mar rojo y el estar bajo la nube con el bautismo,
también la roca que les proveyó de agua con Cristo, y eso sin mencionar que, el maná (o
pan que descendió del cielo) y el agua de vida, son figuras que el Señor se aplicó a sí
mismo. Luego el escritor procede, en los versículos 6 al 10, a advertir contra ciertas
actitudes de los judíos durante el desierto, que no debemos imitar, como la codicia, la
idolatría, la fornicación, la pretensión de tentar a Dios y la murmuración.

El versículo 11 concluye la idea diciendo que «estas cosas les acontecieron como ejemplo,
y están escritas para amonestarnos a nosotros, a quienes han alcanzado los fines de los
siglos». Pues bien, la palabra traducida como «ejemplo» es túpos, es decir tipo, modelo o
patrón. Por lo tanto, existe una conexión entre el Israel en el desierto y el cristiano en este
tiempo; es decir, que los que fuimos liberados de la esclavitud del pecado y recibido el
bautismo, tenemos tanto las ventajas como las mismas tentaciones que el Israel antes de
entrar en la tierra prometida.

Eso nos lleva a pensar que después del bautismo, necesitamos depender enteramente de
Cristo (comiendo, bebiendo y afirmándonos de Él), para poder morir al viejo hombre y
sus inclinaciones carnales, y poder así pertenecer a la nueva generación del Israel
espiritual que entrará a Canaán.

3. LA TIPOLOGÍA DEL DESCANSO. El autor de Hebreos toma la misma idea que


acabamos de ver, y la amplía en lo que tiene que ver con el tema del descanso en Cristo.
Por favor, léele a tu clase Hebreos 3:16-4:1 y pregunta: según la tipología de Israel en el
desierto, ¿cuál es el peligro que corremos los cristianos actuales? El texto dice de la
siguiente manera:

«¿Quiénes fueron los que, habiendo oído, le provocaron? ¿No fueron todos los que
salieron de Egipto por mano de Moisés? ¿Y con quiénes estuvo él disgustado cuarenta
años? ¿No fue con los que pecaron, cuyos cuerpos cayeron en el desierto? ¿Y a quiénes
juró que no entrarían en su reposo, sino a aquellos que desobedecieron? Y vemos que no
pudieron entrar a causa de incredulidad. Temamos, pues, no sea que permaneciendo aún
la promesa de entrar en su reposo, alguno de vosotros parezca no haberlo alcanzado».

La Escritura advierte que, así como muchos de los que salieron de Egipto no pudieron
entrar en el reposo que otorgaba la tierra prometida debido a su incredulidad, seamos
cuidadosos para que eso no se repita con nosotros. Luego el texto hace una cita del salmo
95 en donde se aconseja que «si oyereis hoy su voz, no endurezcáis vuestro corazón»; para
luego expresar que el reposo es algo presente, que se puede recibir ahora mismo.

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AQUÍ ENTRE NOS

Como puedes ver, estamos frente a una cita tipológica, en la que un modelo anterior
apunta a una realidad posterior y de carácter eterno. Aquí la experiencia del pueblo que
salió de la esclavitud egipcia se retoma, pero ahora enfocada en un asunto particular: el
reposo. Muchos utilizan este párrafo bíblico para probar la vigencia del sábado y otros
para lo opuesto. Por lo tanto, resulta muy importante acudir al idioma original del Nuevo
Testamento para esclarecer las cosas.

Hay dos palabras griegas que necesitamos clarificar en esta referencia bíblica: katápausis
y sábbaton. Este último, como lo puedes intuir, significa «sábado» o «día de reposo»; por
su parte katápausis, que en este texto se traduce como «reposo» literalmente significa
«descanso, morar o establecerse». Este último término fue intencionalmente escogido por
el escritor, ya que contiene la idea de terminar un viaje o una peregrinación para
finalmente llegar a donde uno va a morar o establecerse, lo que trae descanso y permite
encontrar reposo.

Pues el pueblo hebreo estaba peregrinando por cuarenta años, y la incredulidad de la


generación mayor les impidió entrar a Canaán, lo que hizo que sus hijos vagaran con
ellos, retardando su establecimiento definitivo. Te invito a que le leas a tu clase Hebreos
4:8-11, pero antes les digas que, aunque en el relato entero se utiliza la palabra katápausis
(que se traduce como reposo), hay una ocasión que se cambia de término para usarse un
deribado de sábbaton. Anímalos a que traten de adivinar cual es. El texto dice:

«Porque si Josué les hubiera dado el reposo, no hablaría después de otro día. Por tanto,
queda un reposo para el pueblo de Dios. Porque el que ha entrado en su reposo, también
ha reposado de sus obras, como Dios de las suyas. Procuremos, pues, entrar en aquel
reposo, para que ninguno caiga en semejante ejemplo de desobediencia».

Si acaso no atinan, diles que el vocablo está en el verso nueve, donde se menciona que
queda un sabbatismós para el pueblo de Dios, es decir, un «descanso sabático». Ahora
háblales de la implicación de todo esto. En primer lugar, el relato está diciendo que
debemos tener fe en las promesas y salvación divinas para que no nos pase como a la
generación adulta que fue liberada de la esclavitud pero que no pudo establecerse
definitivamente en Canaán debido a su incredulidad.

Aunque esa generación pudo ver el poder salvador y libertador de Dios en Egipto,
desconfió que Él fuera capaz de darles la tierra prometida, porque solo podían fiarse de
sus fuerzas humanas y, como se veían diminutos comparados con los gigantes de ese
tiempo, no creyeron en las promesas divinas. Sin embargo, el escritor introduce el tema
del reposo sabático para ejemplificar que los cristianos podemos descansar en Dios como
sucedió en la creación.

¿Cómo es eso? Pues verás, Génesis 2:1-3 nos dice que Dios reposó después de llevar a cabo
su obra creadora, y el ser humano entró en ese reposo del Señor sin haber participado de
esa labor. Es decir, Dios trabajó al traer el mundo y lo que contiene a la existencia, y luego
descansó, mientras que Adán y Eva reposaron sin haber intervenido en la creación. Pues

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AQUÍ ENTRE NOS

de esa misma manera nos toca a nosotros los cristianos en términos de SALVACIÓN, o
sea, el Señor vino a redimirnos, y a nosotros nos corresponde descansar confiadamente en
su salvación, sin intentar ganarla con nuestra fuerza sino teniendo puesta nuestra fe en Él.

Por eso se dice que «queda un reposo para el pueblo de Dios», el reposo de confiar HOY
en la salvación divina y descansar en la fe, para no fracasar al intentar «ganarla» con
nuestras propias obras. Así el reposo sabático nos recuerda cada semana que nuestra
entrada en la Canaán celestial es posible solo mediante la fe en las obras de Cristo y no en
las nuestras. Si llegamos a esto, entonces no nos pasará como a la generación del desierto.

Los siguientes cuestionamientos le ayudarán a tu clase a


APLICA aplicar lo aprendido:

[12 Minutos] 1. ¿Cómo le explicarías de manera sencilla a un recién


bautizado el concepto de tipología?

APLICA
2. ¿Qué otros ejemplos de «tipo y antitipo» bíblicos vienen a tu mente?
[15 Minutos]
3. ¿Cómo la fe en Cristo para la salvación da más descanso que confiar en nuestros
intentos humanos por conseguirla?

Motívalos a que, durante uno de sus devocionales diarios, se


CREA tomen un tiempo para escribir en un párrafo, cómo saber que
[2 Minutos] nuestra salvación fue obrada por Dios y no por nosotros,
genera descanso interior.

CREA
[2 Minutos] «Tanto la experiencia del pueblo de Israel como el reposo
CONCLUSIÓN
sabático enseñan que la única manera de experimentar
DESCANSO EN CRISTO es aferrarnos con fe a la idea de que
[Sencilla y Elegante] nuestra salvación depende de las obras de Dios y no de las
nuestras».
CONCLUSIÓN

[Sencilla y Elegante]

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