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CONTEXTO: El autor de la carta es el Apóstol Pedro. La carta fue escrita entre los
años 62 D.C. la carta está dirigida a los judíos expatriados en Asia, como también a
los gentiles, 2:9,19. el propósito de la carta: Habla de las disposición de espíritu del
creyente en medio el sufrimiento. Da aliento y esperanza mediante el ejemplo de
Cristo frente al sufrimiento.
III. DEBEMOS SER SANTOS PORQUE HEMOS SIDO REGENERADOS: VS. 22, 2:3
A. Hemos purificado nuestra alma, v. 22
1. Por la obediencia a la verdad
2. Mediante el Espíritu
3. Resultado práctico:
-amor fraternal sincero
Conclusión:
Ser santos es un imperativo del Señor para sus hijos.
Nuestro ejemplo de santidad es el Señor.
Debemos ser santos en todo acto y en todo tiempo.
II. ACTITUDES DEL CRISTIANO HACIA LOS DEMÁS HOMBRES. VS. 11-25
A. Hacia los incrédulos, 11,12
1. Absteniéndonos de los deseos carnales
2. Procurando un testimonio recto delante de los hombres.
Pedro llega a la conclusión que los que padecen según la voluntad de Dios,
encomienden sus almas al fiel Creado, y hagan el bien. Sí, el sufrimiento es algo
normal para los creyentes, y comparado con el juicio venidero, ese sufrimiento es
nada, hagamos dos cosas:
a. Encomendémonos a nuestro Creador. El tiene cuidado de nosotros y
no nos dejará ser tentados más de lo que podamos resistir sino que
juntamente con la prueba dará también la salida. 1. Cor. 10:13
b. Hagamos el bien, es decir no nos dejemos influir por la situación de tal
modo que resultemos haciendo el desagradable a los ojos de Dios.
C. El líder no debe esperar tanto de la iglesia, sino del Señor. Cuando él venga,
traerá el galardón para los que han trabajado en su obra. Apoc. 22:12
Orgullo y ansiedad
C. Los cristianos deben recordar que Dios tiene propósitos para ellos. Vs. 10-11
Conclusión:
En esta carta nos hemos dado cuenta que mientras estemos en este mundo,
tendremos que pasar por diversas pruebas pro razón de nuestra fe en Cristo.
También hemos aprendido que nuestro Señor Jesucristo es el ejemplo por
excelencia de una vida sufrida hasta le grado de haber entregado su vida por
nosotros en la cruz. Deseamos que el Señor no s haga creyentes fuertes en los
momentos de pruebas que nos vengan y que nuestro testimonio le glorifique.
En los capítulos anteriores Pedro nos enseñó acerca de lo importante que es crecer
espiritualmente. Pues así no caeríamos jamás y tendríamos una entrada amplia en el
cielo. Ahora el apóstol desea mostrarnos que el camino del crecimiento tiene un
desvío que se llama “herejía”. A la entrada de ese desvío se encuentran hombres con
cara de piedad y de amor. Si alguno de nosotros entrara por error a ese desvío,
encontraría al principio; lindas flores que le producirán placer, pero poco a poco se
daría cuenta que ya no goza de paz. Luego; vería que aquel camino lo conduce a un
gran abismo donde todo es sucio y donde ya no se respeta el Nombre de Dios.
Hemos terminado, por la gracia de Dios, el estudio de dos hermosas cartas que
contienen grandes enseñanzas prácticas. ¿Han tocado estas cartas su vida personal?
¿En qué forma? ¿Es su vida ahora distinta? ¿Ha cumplido todos los votos o
promesas que ha hecho al Señor mientras estudiábamos los escritos de Pedro? “Sed
hacedores de la Palabra y no tan solamente oidores, engañándoos a vosotros
mismos” Stg. 1:22, “Bienaventurados los que oyen la Palabra de Dios y la guardan”
Luc 11:28.