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El Colérico Poderoso.
Fortalezas. Se caracteriza por ser directo y concreto. Está más interesado en alcanzar el objetivo
de su presentación que en caerle bien a las personas. Tiene un liderazgo determinado, sabe lo que
quiere y tiene claro hacia donde va con su discurso. Habla de manera muy firme, no es tan cálido
como el Sanguíneo Popular, pero sigue siendo una persona extrovertida. Es muy puntual en lo que
dice por lo que va al grano de una sola vez, sin rodeos. Todo lo que le parezca frases adornadas,
afectivas, humorísticas considera que no tienen por qué estar en una presentación en público.
Inalterablemente su comunicación va en busca de resultados. Por eso la respuesta que obtiene de
su comunicación hablada siempre son respuestas inmediatas que conducen a acciones útiles. No
le interesa vestirse de manera llamativa, prefiere la vestimenta práctica y no usar accesorios que le
hagan sentir “ridículo”.
Debilidades. Por todas las fortalezas que presenta un Colérico Poderoso parece ser muy rígido,
lejano, distante y hasta un poco tosco/rudo. Cuando habla, la gente piensa que les está regañando.
Comienza su presentación de una manera muy directa “ordenando” que apaguen celulares y que
sigan al pie de la letra todas las indicaciones que les proporciona a su público. Le cuesta trabajo
sonreír, ser amable y conectarse de manera emocional con las personas que le escuchan.
Cuando habla lo hace con un tono de voz muy firme y decidido que no consciente a nadie, sino
más bien los lleva con firmeza a conseguir resultados.
Necesita
• Cambiar su tono de voz imperativo por uno que suene más a sugerencia.
• Entender que la amabilidad no es contraria a la autoridad y que se puede ser líder con gentileza
• Comprender que no funciona imponer sus ideas por encima de las de todos los demás.
• Dirigir su comunicación hacia las personas más que al logro de sus propios objetivos por buenos
que estos sean
• Bajar el tono áspero de su voz con el que termina cada palabra…ya que parece que está regañando
a su audiencia. Aunque su intención no sea esa.
El Melancólico Perfecto.
Fortalezas. Las personas con este temperamento son valoradas como muy confiables. Son capaces
de manejar cualquier tipo de público de manera adecuada. Ya que su comunicación es prudente,
juiciosa y caracterizada por un profundo análisis que lleva a su audiencia a la reflexión. Siempre
busca que todos los elementos que utilizará en su presentación sean de la mejor calidad posible.
No deja nada a la improvisación, todo debe estar adecuadamente en su lugar y a tiempo. Su
presentación personal impacta por su limpieza, orden y armonía.
Debilidades. Su perfeccionismo que es su mayor fortaleza termina convirtiéndose en su principal
debilidad. Se vuelven muy exigentes consigo mismos y con las personas que están a su alrededor.
Son críticos mordaces, al extremo de dejar ver las fallas de otros en público. Le cuesta mucho ser
una persona proactiva buscando y señalando lo positivo de las circunstancias y las personas. En su
lugar, son muy reactivos enfatizando más lo negativo de los eventos y las personas que colaboran
con ellos. Sino se sienten debidamente preparados para su presentación, pueden mostrar mucha
inseguridad ante el público, ya que por lo general son tímidos e introvertidos. Sino dominan las
herramientas en su comunicación pueden incluso hasta sufrir de un pánico escénico.
Necesita:
• Entender que vale la pena una comunicación menos exigente y un perfeccionismo menos rígido.
• Bajarle a la crítica excesiva que los hace ver negativos y pesimistas. Al ser más optimistas,
entrarán en una mejor conexión con su público.
• Dedicar más tiempo al ensayo en el auditorio para poder manejar de una mejor manera su timidez
natural.
• Enfocarse más en las personas que en la excelencia de su presentación.
• Dejar de memorizar su mensaje y permitir que sus ideas fluyan con mayor naturalidad. Aprender
a darle lugar a la espontaneidad e improvisación. Lo que permitirá demostrar su capacidad como
comunicador.
El Flemático Pacífico.
Fortalezas. Es el más tranquilo e introvertido de todas las personalidades. Tienen una capacidad
impresionante para socializar porque son muy amables. A tal grado que todo mundo los aprecia y
estima. Su comunicación es siempre diplomática, pacificadora y gentil. Son los más tímidos e
introvertidos en la comunicación hablada. Tienen serios problemas para mostrarse expresivos. Se
destacan más bien como personajes secundarios en el escenario. Una de sus principales fortalezas
en su razonamiento y humor. Casi no hablan, pero cuando dicen algo suele ser divertido y muy
ingenioso. Su presentación personal suele ser sin pretensiones de elegancia ni brillos llamativos.
Prefieren, ante todo, la comodidad en su vestuario. Y no les importa repetir la misma vestimenta
ante el mismo público.
Debilidades. Por su excesiva introversión, los flemáticos se aprecian como personas frías,
distantes, que no muestran emociones ni logran una conexión significativa con su público. Los
acompaña una actitud conformista y poco animada lo que los hace parecer desinteresados en las
personas a las que les está hablando. Cuando hablan en público su tendencia es a pegarse a la mesa,
atril o a la pared; con las manos en los bolsillos y hablan con volumen bajo que casi no se les
entiende o escucha lo que están diciendo. Porque en realidad se sienten muy incómodos al hablar
ante un público. Aunque son muy buenos para hablar en grupos pequeños, cuando el grupo crece
a más de 10 personas, el temor comienza a tomar el control de ellos. Esto hace que no piensen con
claridad, dando como resultado una comunicación confusa. Son personas que a veces muestran
una terquedad casi absoluta. No admiten opciones. Prefieren lo conocido que lo nuevo por conocer,
lo tradicional y todo aquello que no implique riesgos de ningún tipo o que los saque fuera de su
zona de comodidad. La innovación, el emprendimiento y los cambios no están dentro de sus
afectos más cercanos.
Necesita
• Darle variedad a su tono de voz (subidas y bajadas de volumen, velocidad, etc.) para darle
motivación a su presentación y no suenen monótonos.
• Manejar el escenario con mayor seguridad y de vez en cuando volver a una zona donde se sienta
seguro para desarrollar la brillantez de sus ideas.
• Forzarse a sí mismo para darle a sus presentaciones emoción, empatía y conexión con las
emociones de su público.
• Elevar el volumen y tono de voz para mostrar más ánimo cuando habla.
• No perder el contacto visual con su audiencia, en especial si lograr hacerlo de uno a uno. Esto
evitará que en lugar de verse frío y distante, se vea receptivo e interesado en los demás.
• Hacer uso de su “chispa” de humor para derretir el hielo entre él y su público.
Concluyendo: Así como es nuestra personalidad, así será nuestra manera de comunicarnos. Saber
identificar cómo somos, nos ayudará a desarrollar presentaciones más acordes a nuestra forma de
ser. Lo que redundará en una comunicación de excelencia que llega a la mente y corazón de nuestro
público.