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Ivlaria Foms i Santacana

Evaluación
psicológica infantil

BARCANOVA
TEMAS UNMRSilAR.IOS

··-·--- . ~ --· . --·--- - --


Colección dirigida por José Manuel Bermudo

ÍNDICE

\l. Torres ha colaborado en la elaboración del capítulo 5 l_ La pluralidad conceptual y metodológica en el estudio
de la conducta humana . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 11
1. 1. Los distintos focos de análisis de la evaluación
psicológica . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 13
1.2. Objeto actual de lá evaluación psicológica .......... 20

2. Caracteristicas de la evaluación psicológica infantil .... 23 t


2.1 . Especificidad de la evaluación psicológica infantil .... 23
2.2. La evaluación de un sujeto en proceso de cambio .... 26
2.3. La evaluación de un sujeto inmerso en contextos
9 1993. ;\!aria Foms i Santacana determinantes e intervinientes ..... . ........... ... 30
;) 1993 de esLa edición: Edirorial Barcanova. S.A. 2.4. La evaluación de un sujetO con un dominio relativo
'l. Lesseps. 33. entresuelo. q8023 Barcelona de conocimiento sobre sí mismo ... ............... 36
rdéfono \93) 217 :w 54. Fax \93) 233 !5 79 2..5. Sistemas de variabies de análisis .::n evaluación
)iseño· de la cubierta: Counterfort psicológica infantil . .... .... . ............. .. ..... 4l
?rimera <!dición: septiembre de 1993 2.6. Contenidos del análisis de la evaluación psicológica
)epósito legal: B-29381 - 1993 infantil .. . .......... . .. . .... .... . ... .... . ...... 44
:SBN: 34-7.533-943-3 ~~
'rinted in Spain 3. Inadecuaciones y desfases entre los avances
:mpreso ¿n HUROPE. S.A.. Recaredo, 4. 08005 Barcelona
conceptuales de la psicología y la actual praxis
de la evaluación psicológica infantil . .. .... . ... ... . . .. 49
)ueda prohibida la reproducciór1 roca/ o parcial de la presente obra. baio
:ualquiera de sus formas. grd{ica o audiovisual, sin la awori::.ación previa 3.1. Inadecuación y/o falta de instrumentos para la
· ¿scrita dd editor. f!xce.mo ciras en revistas. diarios o libros. siempre que evaluación de los recientes consrructos psicológicos
·e me11cione la procedeHcia de las mismas. :;obre capacidades cognitivas ...... .. .... .. . . .... . 31.
- indice

3.2. inadecuación de diseños evaluativos v de los 5.3.5. F<tse de control .. ..... .. .. ............. . . 1~4
instntmentos para evaluar los fenóm~nos 5.3.ó. Sínt~is ..... . ... . ..... .. .. . .. . . .... ... . 1~5
interaccionales ......... .. .... .. .... . ..... .. .... 58
3.3. Inadecuación de la calidad metrica de los 6. Revisión de algunos conceptos claves en evaluación
instrumentos •/ desvinculación de los contenidos psicológica . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 14 7
académicos y de tratamiento ....... . ........ ... ... 61 6.l. Tests referidos a normas v tests referidos ~criterios.
3.4. Síntesis ... . . . ... . .. .. .... . . . .... .. ..... . . . .. .. 64 Tipos de referencias en la' interpretación de
resultados .. ........ ... ............... .... .... I SO
4. Procedimientos de toma de decisión aplicados a la 6.2. Evaluación sumativa v e\'aluación formativa ... . ... 156
evaluación psicológica infantil ................ ... .... 67 6 .3. La aplicación de un concepto de medida invatiante
4.!. La evaluación multiestadio y pJu¡·iinformante ........ . 69 en relación con la norma de grupo . .... ..... . ... . 163
4.2. Un procedimiento de evaluación para una sociedad 6.3.1. Algunas indicaciones acere::~. de la teoría de
culturalmente plural: el proceso de desafectación . . . . 80 respuesta al ítem (TRI) .. . . .. . ......... ... 165
-l.3. Una propuesta de evaluación para la intervención 6.3.2. Aplicaciones de la teotia de respuesta al item . . 168
precoz: la evaluación convergente . . ........ ... .... 86
4.4. Una aproximación evaluativa basada en el análisis 7. Los sistemas clasificatorios psicopatológicos en
del perfil del' problema .... ........ .... ... .. ...... 91 evaluación psicológica infantil . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 173
4.5. Un proceso de evaluación basado en la acción de 7.l. los objetivos de un sistema de clasificación ..... . . ·, 173
tutela: el potencial de ~prendizaje ......... ... ..... 99 7.2. La organización de un sistema taxonómico
4.6. Síntesis ... ........ . ................. ... ...... 109 psicopatológico infantil ......... . . . ........ . .... 176
7.2 .l. Naturaleza de las alteraciones infantiles . . . . . i 77
3. El proceso de evaluación vinculado a modelos 7.2.2. Propuestas conceptuales acerca de la
psicológicos. Una visión global ........... . ......... . 111 infancia y clasificaciones taxonómicas . . . . . . 179
5.1. La vinculación entre evaluación y tratamiento como 7.2.3. Intluencia sociocultural y familiar sobre !a
punto de finalización o de articulación del proceso conducta y objetividad en la obtención de
de ~valuación . ...... . . . .. ..... . .............. . '1 ,
l L~ datos .. ... ... ........ . ......... . ... . ... 18 1
3.2. ¿Existen estrategias alternativas de evaluación 7 .2.4. Ética profesional v sistemas taxonómicos .... 1.34
ubicadas bajo el paradigma conductista? ..... .. .. . 123 7.3. Cualidades requeridas a~ sistema taxonómico
5.2. 1. La estrategia del análisis fu nciona l ... ..... . 123 psicopatológico infantO·juvenil . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 184
5.2.2. . La estrategia de identificación 7.3.1 . Carácter provisionai o definitivo de un
de conductas-clave .. .................... . 125 sistema. taxonómico ...................... 184
5.2.3. La estrategia diagnóstica .... .... ... ... ... . 126 7.3.2. Sistema mxonómico clasificatorio o
5.2.-f. El modelo de conductismo paradigmá.rico .. . l.27' etiológico . . .. ........... .. .... . ......... 186
5.3. Una visión global ac;erca del proceso de 7.3.3. Organización de datos diagnósticos de forma
evaluadón ...... ·............................. . l19 discreta ') a lo largo de un-comiiwwn . . . .... l $7
3.3.1. Fase de obtención de datos . ....... . . . .... . 134 7.3.4. Elección Je caracteri!iticas qu.:: persistan con.\
5.3.2. Fase de modelización .... . _...... _ . .. ... . 138 la edad (análisis longitudinales) o que seno -,. ~
5.3.3. Fase de selección de estrategias de relevantes cross-seccionalm~::nte (análisis
tratamiento; .......... . .... .. ... . .. ..... . 140 transversales) . ....... .. ... .... . ......... 189
5.3.4. Fase de tratamil!ntO o <:~plicación del 7.3.5 . Diferenciación en «amplias bandas» Je
programa . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 1~ 2 afec~:1ción o l!n «estrechos dominios» 191
12 Pluralidad en el estudio de la conducta humana Distintos focos de análisis de la evaluación psicológica 13

interés por el análisis de la actividad interna del sujeto en sus cen en el actuar y pensar humano; sus mecanismos de autocomrol
procesos cognitivos como básicos y responsables -concomitante- y de planificación; las interacciones funcionales entre sujeto y rea-
mente con otras variables situacionales y orgánicas- de su propia lidad; el estudio sustantivo de los contextos y la eficacia de los
conducta y como elementos explicativos de su forma o estilo de contenidos y diseños de acción psicosociales planificados para ejer-
enfrentarse a la realidad (Buss. 1991; Pervin. 1985. 1989). cer un cambio en la conducta humana.
La psicología está, en la actualidad. en una fase histórica y Tal análisis debería implicar la aceptación de la complejidad
conceptual en la que considera al sujeto como un ser activo, capaz de la conducta humana. proponerse el máximo rigor metodológi-
de «auto-regulación» y susceptible de «regulación social por la ac- co, y reconocer que, al evaluar la conducta de un sujeto. se analiza
ción de los demás» (posic10nes socio-cognitivistas). Lo cual, desde un amplio sistema interacciona! de conductas sociales.
el punto de vista de la evaluación psicológica, conduce al análisis
del sistema de acciones de los sujetos que nos rodean tanto como
al análisis del sistema de acciones del sujeto organizándose a sí 1.1. Los distintos focos de análisis de la evaluación
mismo y planificando cambios con textuales (programas o trata- psicológica
mientos) que modifican a su vez a terceras personas; en este ::máli-
sis del sistema de acciones, d sujeto cobra tanta importancia como El primer foco de atención de la evaluación psicológica. en la pri-
el contexto o como la esnuctura de los programas organizados mera década del siglo XX, fue el análisis de lo que el sujeto eres» (en
(Fernández-Ballesteros, 1987). los aspectos biofisiológico y psicológico). Ello conducía al análisis
La evolución que ha caracterizado a la evaluación psicológica cuantitativo y cualitativo de las características de un sujeto. enten-
es de tipo centrifugo, copemicana (del interior del sujeto como didas como signos de sus variables intrapsiquicas consideradas
punto central, al análisis de sus contextos) e integrativa. En mo- consistentes a lo largo del tiempo, estables a través de las situacio-
5 mentos distintos, se ha acentuado un aspecto sobre otro y en el nes, y determinantes de sus actuaciones presentes y futuras. Tales
ámbito de la comunidad científica ninguna posición ha desplazado características, denominadas rasgos, pulsiones, identidad, etc. -
por completo a la anterior. Tal evolución ha sido pues expansiva a según la teoría psicológica que representen- , se organizan de fo r-
partir del individuo, y ha incorporando el análisis de la realidad en ma que su estructura se pone de manifiesto a través de los estilos o
un triple sentido: tipos d~ personalidad.
En este periodo las posibilidades de la evaluación estuvieron
- como externa al sujeto: análisis de las contingencias externas íntimamente relacionadas y delimitadas por los métodos de detec-
como entidades GUe por su relación funcional con el individuo ción de las diferencias psicológicas que la psicometría desarrollaba
creaban cambios o mantenían la conducta de un sujeto; paulatinamente en respuesta a los intereses de medida planteados.
- como interactiva y constructiva con el individuo: proceso de En muy poco tiempo (Rey, 1966, pp. 106 y ss.) se pasó del análisis
mutua determinación en la dialéctica entre sujeto y objeto; de los datos en términos de fenómc::nos medios y de porcentajes, al
- como sustantiva en sí misma: análisis de contextos v análisis análisis de los fenómenos distribucionales (con Quetelet en 1835 y
de la incidencia de las acciones psicosociales -tratamientos y pro- Galton en 1869) y al estudio de los fenómenos según su ordenación
gramas ejercidos desde el exterior- sobre la conducta de los indivi- ascendente (con Binet y Simon en 1905). así como a las compara-
duos. ciones ligadas a la edad (Stern, 1912. Terman, 1916 y Arthur,
1928). Después siguió el análisis de los fenómenos corr'!lacionales
Así pues, la evaluación actual debería abordar simultáneamen- (con Spearman, a partir de 1904 hasta 1945 y Pearson, ~...!sde 1904
te en un modelo explicativo de la conducta, aún inexistente, el a 1936) y, finalmente, se procedió al análisis de la estructura u
análisis de las variables internas de un individuo; los determinan- organización interna de las variables o análisis factoriales (con
tes fisiobiológicos personales: las conductas manifiestas y los siste- Spearman, hasta 1945 y Thurstone, desde 1933 a 1955). Sobre las
mas de respuestas o reacción; los procesos cognitivos que subya- bases de la disciplina psicométrica se asentarían los trabajos de los
Índice
10

7.3.6. Síntesis .. . . . ......... . .... . ............ 193


7 .4. Los sistemas DSM: ventajas y desventajas ...... .. .. 193
7.5. La derivación empírica de síndromes ............. 200

8 Alg;'inas cuestiones relativas al futuro de la evaluación


. pSlCO
. .* 1,og¡ca
.
. ... . . . .. . · · · .. · · · · · · · · · · · · • · · ·. · · · · · · · ·
207
8. 1. Un amplio e integrado concepto de evaluactón: l. LA PLURALIDAD COÑCEPTUAL Y
hacia el examen de diversos niveles, técnicas y
métodos de análisis ... . .......... .. ..... . ...... 208 METODOLÓGICA EN EL ESTUDIO DE LA
8.2. El uso de modelos causales para dar cuenta de la CONDUCTA HUMANA
conducta . . . . . . . . . . . . . . . . . ... . - .... - .. · · · · · · · · 214
8.3 . El empleo de sistemas expertos en tareas de
decisión . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .. · · . · . · · · · · · - · 216
8.4. El proceso de evaluación como un acto didáctico .. . 222
8.5. Síntesis ..... ... . ..... . .... ............... .. . . 224
La evaluación psicológica ha experimentado a lo largo de su histo-
ria notorios y evidentes cambios conceptuales y metodológicos. La
9. Bibliografía ........... ... .. .... . .................. 227
trayectoria que define su evolución no es linealmente progresiva en
cuanto a sus objetivos. La evaluación, en su fase inicial, confirió
gran valor a las variables internas del sujeto como elementos deter-
minantes o móviles de su actuación (posiciones intrapsíquicas). Se
expandió después sucesiva y paulatinamente hacia el estudio de la
presión del contexto próximo sobre la acción del sujeto. conside-
rando a éste como «reactivo» más que como «agente» de su propia
realidad; las manifestaciones conductuales de los sujetos fueron
entendidas como respuestas. o bservables y específicas. frente a es-
tímulos determinados (pos iciones behavioristas). Se reconoció más
tarde la actividad del sujeto agen te en la construcción de su propia
realidad a través de un diálogo conrinuo con su entorno (posicio-
nes interaccionistas). Y se pasó. después, a ocuparse de los contex-
tos en los que se produce la conducta dando importancia al estu-
dio del contexto v de los climas sociales.
Desde esta p~sición se ha reconsiderado el papel del individuo
como sujeto agente y responsable de la conducta en dos aspectos
d istintos. Uno de ellos se refiere a la valoración de las accio nes
psicosociales acometidas por los sujetos en su calidad de planifica-
dores: se trata del análisis de la eficacia de los programas o trata-
mientos, lo cual equivale al análisis del conjunto de acciones psico-
sociológicas debidamente planificadas, ejercidas y encaminadas a
la producción de un cambio en otros individuos (Fernández-
Ballesteros, 1982 , l 987). El segundo aspecto supone una vuelta al

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14 Pluralidad en el estudio de la conducta humana Distintos focos de análisis de la evaluación psicológica 15
1 pioneros en la construcción de técnicas de evaluación, tales como mente vinculado a la evaluación, fue enfocado como la modifica-
Binet (1857-1911) y J. McKeen Cattell (1860-1944). ción de las relaciones funcionales que mantenían la conducta-pro-
Los enfoques psicodinámicos (Freud, 1920:198 la, 1924:1981b; blema, mediante la manipulación experimental de los hechos y
Klein, 1932), las concepciones del rasgo (Cattell, 1950, 1957, situaciones vinculadas a la conduct'\ analizada. Los primeros pa-
1965; Eysenck, 1952:1959, 1967; Guilford, 1967) y las posiciones sos en el seno de este cambio de enfoque fueron sobre todo de
«humanistas» o «fenomenológicas» (Rogers 1951, 1961 y Maslow, orden experimental, realizados en el ámbito del laboratorio y apli-
1{"13: 1972} son las corrientes psicológicas que representan el enfo- cados al cambio de conductas muy atomizadas o moleculares.
qtl'i! cuyo centro de análisis pivota sobre la identificación y descrip- El objetivo de análisis se había centrado pues, a la par, en la
ción de las manifestaciones conductuales de los sujetos como refle- identificación de las unidades significativas de respuesta y en las
jo de unos valores sustantivos, esenciales e innatos. Estas posicio- variables estimulares contextuales que his determinan y/o contro-
nes defienden, ciertamente, valores muy diferentes en cuanto al lan funcionalmente, adscrito todo ello al análisis de la realidad
concepto de la unidad básica de sus análisis, y están muy distantes presente, y en ausencia de inferencias de alto orden. Este conjunto
entre sí en relación con el tipo y recurso (o rechazo) de técnicas de de cambios (de las variables intrapsíquicas a la conducta observa-
exploración. Su zona de confluencia reside en la importancia otor- ble, v de la causalidad inferida a la identificación de la relación
gada a las variables intrapsíquicas como determinantes de la con- funcional entre entorno y conducta) conllevó importantes modifi-
ducta de los individuos y en la necesidad de identificarlas para caciones en lbs sistemas de análisis. Se acentuó el abandono de los
conseguir una concienciación del propio estado, cuyo conocimien- tests y de las técnicas de evaluación basadas en el análisis de las
to se traducirá en cambios estructurales del propio ser. conductas internas del sujeto (deseos, motivaciones, intereses, co-
Hacia 1930 se va perfilando un modelo de análisis centrado en nocimiento propio, ~flexión personal, etc.), por considerarlos ca-
el estudio de las manifestaciones conductuales externas del sujeto. rentes de significació~ real y sustantiva; también se ·criticaron y
El análisis psicológico se focaliza en las unidades de conducta abandonaron las referencias psicométricas en tanto que éstas indi-
directamente identificables mediante observación, en el supuesto caban pautas normativas que ahora habían perdido su sentido al
de que tales manifestaciones son muestras del repertorio conduc- ser considerada la conducta como idiográfica y vinculada a esti-
tual disponible del individuo. Se rechaza toda inferencia respecto a mulas elicitadores y sustentadores. En cambio, se dirigió el estudio
lo que el sujeto hace y/o piensa (o desea) y respecto a cómo es hacia las actuaciones específicas e individuales ante el entorno
intrapsíquicamente. Se analiza sólo lo que el sujeto << hace» abierta- (estímulos y situaciones), como reactivas a la realidad circundante,
mente en respuesta o reacción vinculada a las contingencias. Este y en independencia de las cogniciones, que se consideraron inabor-
cambio en el objeto de la evaluación, sustentado por los principios dables metodológicamente.
conceptuales de la psicología «behaviorista», representó la acepta- Los evaluadores se impusieron una sensata y tigida disciplina
ción de la especificidad situacional de la conductá, la búsqueda de tendente a limitar sus análisis a lo observable y mensurable sin
leyes de aprendizaje y el olvido y relegamiemo de los fenómenos de recurrir a una categoría de análisis que no pudiera convertirse en
«consciencia» por el hecho de ser unidades de análisis inobserva- una• unidad operativa: evitaron la formulación de inferencias de .
bles e inferidas. Supuso también JJn enorme progreso en el desa- alto nivel. con el objetivo de someter sus análisis a la falsabilidad
rrollo de técnicas de control y modificación de la conducta, e im- de toda teoría científica. Se potenció el uso preferente del método
pulsó la adopción de métodos de análisis y de tratamiento instruc- observacional v la creación de diseños de estudio de la conducta
cional y terapéutico de la conducta basado en la psicología experi- idiogr:ífica o de «caso único».
mental (Pavlov, 1927; Skinner, 1945, 1953, 1971). El análisis de la En los otigenes de la posición conductista las conductas aten-
conducta se centró, desde sus primeros momentos (Kanfer y Sas- didas fueron preferentemente las de expres"ión motora. pero rápi-
low, 1965), en el descubrimiento de las relaciones funcionales esta- damente se aceptó la posibilidad de la existencia de otras variables
blecidas entre los «micro» hechos o situaciones inmediatas v exter- (fuerza del estímulo. estado de necesidad del sujeto. representa-
-
nas. v la conducta manifiesta observable; d tratamiento, directa- ción mental del espacio. etc.) que intervenían en la relación funcio-

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16 Pluralidad en el estudio de la conducta humana Distintos focos de análisis de la evaluación psicológica !7

nal estímulo-respuesta, y que actuaban sobre la conducta con valor gía tuvo que esforzarse y desarrollar técnicas de análisis de contex-
mediador al ser referidas a 1~ variable organísmica (Hull, 1943, tos. Las observaciones de las características o rasgos del ambiente
1951: Tolman, 1951). Poco a poco, se fue ampliando el concepto de fueron factorializadas para determinar su consistencia, y se reali-
las variables de análisis de la conducta, para aceptar finalmente un zaron estudios correlacionales acerca de la incidencia de las varia-
triple sistema de respuesta (motor, fisiológico y cognitivo). que bles ambientales en relación con las conductas de los sujetos. Todo
incluye actualmente conductas de orden socio-cultural (valores, ello derivó en la creación de pautas de análisis, de escalas de eva-
expectativas, etc.). luación de características físicas y estructurales del ambiente, ven
Cabe destacar que la atención a la conducta .extery1a y observa- la creación de cuestionarios relativos a la percepción ambienÍal y
ble del sujeto (al «hacer» explícito del individuo} im];llicó una aten- al estudio de las variables afectivas del ambiente (Fernández-Ba-
ción cada vez más intensa al «COnteXtO» en e) que s'e producía la llesteros, 1987, hace una revisión precisa y extensa de este tema).
conducta, como entidad también externa al individuo, observable y Sujeto y situación ·se habían expandido conceptualmente: el
sustentadora de su actuar. El análisis del entorno fue pasando de sujeto no era únicamente un ser reactivo-motor frente a lo situa-
ser molecular y vinculado a una conducta específica, a adquirir cional, y la situación no era únicamente una variable funcional
mayor' ríiolaridad y con una relación menos evidente con la con- vinculada a la manifestación conductual.
d~cta molecular. Así, poco a poco, la evaluación psicológica fue A partir de la década de 1960 la ciencia psicológica ha recupe-
desplaZáDdose hacia el análisis del ambiente como elemento inte- rado el estudio del individuo en sus «procesos cognitivos», o proce-
r'actuanté con el organismo (el propio ser del sujeto) y sus sistemas sos psicológicos internos, preocupándose por .sus modos de perci-
aé respuesta. Desde ópticas muy distintas el interacciorúsmo y cons- bir, pensar, memorizar. establecer relaciones, etc. La eclosión de la
tructivismo piagetiano (Piaget, 1936, 1937, 1947), y más tardía- psicología cognitiva tiene sus orígenes en autores de extraordinario
mente, la defensa interacciona! de ·la· personalidad (Endler y Hunt, relieve tales como Neisser (1967), Newell y Simo~ (1972), Choms-
1966; Bowers, 1973) y el condactisrÍio social (Bandura, 1962, 1965. ky (1965) entre otros, y también en Piaget (1947) de quien ya
1977; Bandura y Walters, 1963) hacían énfasis en los fenómenos de hemos comentado su posición constructivista. (Mayor, 1980, y
interacción entre el individuo y sus contextos. La evaluación psico- Bresson, 1980", para una revisión de las orientaciones y problemas
lógica en esta posición debía analizar con valor causal recíproco y de la psicología cognitiva).
transaccional, variables de persona y d~ situación en relación con Este enfoque cognitivo ha producido, en líneas generales. un
los contextos en los que se da la conducta. El análisis de tales importante cambio en las concepciones behavioristas que ya habían
fenómenos interactivos cónstituye un importante reto metodológico. aceptado la existencia de variables intermediarias entre estímu-
El" énfasis en el estudio del contexto condujo, en último térmi- lo-respuesta y los fenómenos de interacción entre sujeto, realidad y
no, a· considerarlo como 'algo «SUStantiVO» en sí mismo. En esta conducta manifiesta. La fuerza de la corriente cognitiva ha produ-
fase el ambiente tomó la misma significación e individualidad que cido un enorme viraje de la evaluación y del tratamiento conduc-
se otorgó a la acción del individuo (Femández-Ballesteros, 1982, tual hacia la inclusión de variables cognitivas y emocionales entre
1987). El contexto fue definido en función de unas dimensiones sus objetivos de análisis. El punto central de la perspectiva cognitiva
bipolares: contexto presente-pasado, externo-interno al sujeto, radica en.la consideración del sujeto como ser ac~yo, capaz de ma-
molecular-molar. real-percibido y se vinculó.·funcionalmente con nipulación y de representación de símbolos. en :._:i>nstante diálogo
intensidad variable a las conductas del sujeto. Se desarrolló un interacciona! con la realidad que lo envuelve, con reconocida capa-
ámbito de análisis psicológico centrado en la identificación de las cidad para tratar la información de su entorno y con mecanismos
variables que definen el contexto y que permitirán hablar de él de control para autorregularse. Desde la perspectiva de la evaluación
como de un objeto.concreto en términos de cualidades v dimensio- psicológica. esto supone un importante desplazamiento del objeto
nes conceptuales y metodológicas (Moreno, 19"6 2; B~ker, 1968; de análisis,· que se focaliza··e n el estudio del conjunto de regulaciones
Moos, 1973 , 1979; Stokols, 1978; Bronfenbrenner, 1977 , 1979; y mecanismos por los cuales el sujeto interpreta la re~idad (Miller,
Femández-Ballesteros, 1982, l983b, 1987). Nuevamente la tecnolo- Galanter y Pribram , 1960; Yela, 1974; Ingram y Kendall. 1986).
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18 Pluralidad en el estudio de la conducta humana Distintos focos de análisis de la evaluación psicológica 19

La
naturaleza del cambio operado se manifiesta plenamente La valoración de programas se basa en el supuesto conceptual
bajo el nombre que ha tornado parte de la evaluación conductista y de que la conducta de un grupo social puede ser modificada como
que se ha autoetiquetado corno conductual-cognitiva. resultado de unas acciones psicosociales debidamente planificadas
\La reacción y adaptación metodológica de la evaluación ante (programa de acción formativa, persuasiva, educativa, etc.) que se
la evaluación de los procesos cognitivos y afectivos de orden encu- ejercen de modo consciente y directo sobre el contexto (o los indi-
bierto no ha hecho más que empezar. Las aportaciones de nuevas viduos) en los que se pretenda crear un cambio sistemático. La
técnicas de análisis son muy pocas. Cabe destacar las técnicas de valoración de programas es, pues, el ·análisis del cambio conduc-
identificación de los componentes cognitivos (Stemberg, 1979, tual de un grupo de sujetos (con el grado de complejidad que sea
1983a, 1983b, 1984, 1985), las técnicas de análisis de potenciales necesario) vinculado funcionalmente a las variables incluidas y
_evocados (Marrero et al., 1989, para una visión global), las formas manipuladas en el programa, determinando la calidad diferencial
de identificación de operaciones diferenciales entre sujetos exper-· entre los objetivos delineados y los imprevistos, la estabilidad del
tos y novicios (Chi,1976; Carnpione, Brown y Ferrara, 1982), los cambio, el grado de eficiencia demostrado y la relación entre cos-
sistemas de organización de constructos cognitivos, o técnicas de tos y beneficios personales y socioeconóm.icos (Grabe, 1983).
rejilla de Kelly (1955 , 1967), las técnicas de creación de disonancia Prescindiendo de la presión que las instituciones políticas o las
cognitiva a través del constraste informativo en tareas de categori- económicas pudieran ejercer en el desarrollo de la evaluación de
zación de información (Guichard, 1989), y métodos de análisis de programas, es Ücito afirmar que este nuevo ámbito de evaluación
tareas (analytic task) y de simulación mediante las cuales se pueda -por lo que implica efe análisis y control acerca de los propios
conocer los mecanismos de solución de problemas. Paralelamente procesos de actuación psicológica- es un aspecto indicativo de la
al uso de nuevas propuestas de análisis, siguen utilizándose viejas madurez de la evaluación psicológica. Evaluar nuestra propia acti-
técnicas de exploración entre las que cabe destacar, la verbaliza- vidad, como seres sociales, es un ejercicio de autocon trol que, en
ción de pensamientos en voz alta, el uso insistente de cuestionarios términos de la psicología cognitiva, equivale a ejercitar una habili-
de autoinforme y de autovaloración, las medidas sociométricas, dad metacognitiva o de orden metaevaluador.
etc., aunque, evidentemente no se ha renunciado al uso de la En efecto, podemos establecer un paralelismo entre el punto
observación. de los auto-registros y del control experimental. actual en que se halla la evaluación psicológica referida a la eva-
Globalmente, todas estas técnicas permiten una aproximación al luación de programas y las actuales concepciones de la psicología
estudio de Jos fenómenos de cognición y de conciencia de los cognitiva acerca de las habilidades humanas. En este último domi-
sujetos. nio hablarno~. de habilidades «meta» (metacognitivas . metalingüís-
Desde una perspectiva de análisis de la acción social y también ticas, metacomunicativas, e tc.) refirié ndonos a la capacidad del
desde la década de 1960, se ha desarrollado un enorme interés por sujeto de preguntarse, reflexionar y de saber acerca de sus propios
el estudio y evaluación de las «acciones psicosociales», o acciones conócimientos o habilidades y establecer mecanismos de retro-
de planificación de tratamientos en vistas a la consecución de obje- alimentación y de autocontrol. Tales capacidades son consideradas
tivos específicos sobre un grupo o comunidad. La evaluación psi- de alto orden y esenciales como expresión de la madurez cognitiva.
cológica proporcionó medios coneeptuales y técnicos para la eva- Si se aplica esta idea al dominio de la evaluación de programas, se
luación de las variables contextuales y de los cambios psicológicos, obtendrá que la valoración de programas es un acto por el cual
y las instancias políticas y económicas insistieron en la necesidad el evaluador se pregunta acerca de sus propias acciones, procesos
de detectar los índices de la relación costo-beneficio como medio de y resultados, o sea acerca de sus conocimientos específicos eva-
dispensar y asegurar sus inversiones en relación con la implemen- luativos, y modifica sus acciones en función de sus reflexiones
tación de programas. Ambas cosas confluyeron en el desarrollo de y resultados. En este sentido la valoración de programas expre-
sistemas y técnicas de «valoración de programas» (Cronbach, 1978; saría la madurez a que actualmente ha llegado el ámbito de
Cronbach et al., 1980; Stake, 1975; Scriven, 1967; Stufflebearn y la evaluación.
Shinkfield, 1987; Femández-Ballesteros, 1983b. 1988). La novedad e interés del campo y su a mplio margen de aplica-
r
20 Pluralidad en el estudio de la conducta humana ObjelO actual de la evaluación psicológica 21

bilidad a todo tipo de problemas y programas sociales conviene a interacción con la realidad. Rechazar esta perspectiva equivaldría
este tema en uno de los más prometedores para la evaluación a parcializar nuestro objeto de estudio y a retroceder conceptual-
psicológica. mente en cuanto a medida se refiere.
La aceptación de la complejidad de la conducta implica aten-
der a sus múltiples factores potencialmente causales. Esto conduce
· 1.2. Objeto actual de la e"aluación psicológica a un tipo de análisis que, tal como exponen Haynes y O'Brien
(1988, pp. 100-lOl), pone de relieve los distintos valores o pesos
El objeto de la evaluación psicológica es el estudio, análisis y valo- causales que reciben los elementos potencialmente explicativos.
ración de las características de un sujeto, de sus formas de acción, incluyendo acontecimientos situacionales, variables fisiológicas y
reacción e interacción con los demás y con la realidad, y de sus genéticas, cambios en las variables. ausencias de acontecimientos
procesos de cambio. Todo ello se analiza en el seno de un sistema relevantes, etc. Implica también, entre otras posibilidades, el aten-
que está configurado por sujetos (como seres bio-psico-sociológi- der a posibles efectos causales interactivos, a la forma que toman
cos), sometidos a unos procesos (internos y externos) que afectan y las relaciones funcionales y a las relaciones bidireccionales (rela-
determinan funcionalmente las formas de contacto del sujeto con ciones deterministas reciprocas) entre las alteraciones de conducta
la realidad (y viceversa) y cuyos efectos se expresan en productos o y los factores causales.
manifestaciones conductuales (de orden motor, fisiológico, cogni- Si el análisis de la conducta de un individuo podía parecer
tivo v emocional). Todas las variables influventes están sometidas complejo, el análisis del resultado de las accione$ ejercidas en de-
a m~canismos de covariación o de interrela~ión recíproca. terminados contextos y sobre determinados grupos de sujetos,
En otra ocasión (Foros. 1985) inspirándonos en Vigotski acentúa el desafio del logro de una precisión adecuada en las me-
(1978) y en Feuerstein (1979) presentábamos la evaluación psicoló- didas efectuadas y de un grado de certeza en el establecimiento de
gica como un «Sistema de tuteia» que un sujeto experto (psicólogo relaciones causales.
evaluador) ejerce sobre un sujeto lego (paciente, cliente, alumno, Las propuestas multimétodos, pluritécnicas, multiaxiales y de
etc.). por el cual se dota a este último de mecanismos de autocom- análisis causales, así como las metodologías denominadas de
prensión y de futuro autocontrol. No renunciamos a esta concep- «triangulación» (Denzin, 1990), pueden constituirse en el marco
tualización. que continúa siendo válida en d marco conceptual en integrativo idóneo para el trabajo pluridisciplinar de los psicólogos
que nos situamos; la relación de evaluación -tanto a nivel indivi- aplicados (Haynes y O'Brien, 1988: Silva, 1990). Lo que es actual-
dual. como de acciones sociales- implica siempre un acto por d mente irrenunciable e imprescindible es la precisión y objetividad
cual se ejerce explícita y decididamente un «COntrol» (en el sentido de nuestros análisis y la búsqueda de consistencia lógica de nues-
vigotsk.iano de acción productiva) sobre la realidad de lo evaluado. tros diagnósticos, en vistas al logro de la falsabilidad necesaria
Hov es difícil entender la evaluación como una tarea de análi- para el avance de nuestra disciplina en el terreno científico. Tal
sis de productos o conductas (cognitivas. motoras o fisiológicas), debiera ser d objetivo común de l::~S :1ctuales escuelas psicológic;:1s.
de forma aislada de otras variables. o vinculada únicamente a si-
tuaciones moleculares. Es también difícil y extraño evaluar los
procesos en sí mismos, o en el vacío, sin referencia a sus resulta-
dos. al individuo concreto y/o a sus variables situacionales. En el
ámbito aplicado de la evaluación psicológica el análisis de la con-
ducta entendida como producto o resultado debe realizarse en pa-
ralelo al análisis de los procesos, en la medida que nos a portan
versiones complementarias de un mismo hecho. Asimismo, se está
reconsiderando la complejidad del actuar humano y se da gran
importancia al análisis de la globalidad de la conducta y de su

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