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C MANIFESTACION DE LA VOLUNTAD Y SU INCIDENCIA EN LA C
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CURSO L
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INTEGRANTES
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CARLOS MARTIN ZUÑE SILVA A
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H MG. YANINA INOÑAN MUJICA


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Pimentel-Chiclayo. Julio 2021 C
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Universidad señor se Sipán

I. RESUMEN

El presente trabajo hablaremos de un tema muy interesante, que ahora regresa


con mucha regularidad en nuestro país y pocas veces comentado por los círculos
académicos de nuestro país. La aprobación autosatisfecha es un acto legal que
declara formalmente que cada aprobación constituye derechos y obligaciones
apropiados, contraviniendo las normas imperativas del acto jurídico en el Perú.

La nulidad del negocio jurídico no debe interpretarse como un resultado inmediato


aplicado al negocio jurídico, sino como una forma de sanciones excepcionales, y el
sistema legal que ofrece la autonomía privada, lo he hecho con el propósito de mi
protección legal. Regular los intereses de las partes, el principal objetivo de las
partes debe mantenerse legalmente válido.
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II. INTRODUCCION

Analizamos diversas teorías legales que sustentan nuestra posición sobre la


aprobación de la política pacifista y las violaciones al Código Peruano, el
consentimiento es un acto legal inválido, a diferencia de cada uno. A continuación,
valiéndose de cada uno de los requisitos para la vigencia de las disposiciones
legales de las leyes previstas en el artículo 140 y las causas de nulidad del acto
determinadas por el artículo 219, se logró el primer fin específico, y determinar la
nulidad e invalidez del “reconocimiento de complacencia”.

Las fuentes a las que tenemos acceso son principalmente libros, la mayoría de los
cuales están motivados por la violencia persistente típica de todos los estudiantes
de derecho que intentan lograr sus objetivos, y con frecuencia van impulsado por
esa vehemencia y el anhelo de conseguir su objetivo trazado
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III. MARCO TEORICO

3.1. EL ACTO JURIDICO.

Según Torres (2015) expresa lo siguiente: “Para tener voluntad legal es necesario
emparejar los factores internos (discriminación, intención, libertad) con los
externos (revelación). El par de factores internos que forman la voluntad real,
interna o psicológica, estos elementos deben manifestarse para producir efecto
jurídico”. (p. 139)

Por otro lado, Betti (2000) afirmaba lo siguiente: “El elemento interno del negocio
jurídico trasciende el campo del derecho, perdura eternamente, existe fuera y se
separa de la persona del autor sólo cuando deja de ser un fenómeno psicológico
y se declara.”. (p.57).

Entonces, entiéndase que la voluntad es la capacidad que tiene toda persona la


cual debe primar en todo acto con relevancia jurídica.

3.2. CAUSAS DEL ACTO JURIDICO.

Según Cieza (2011), expresa: “Las causas son sobre todo conceptos sociales y
desorbitados. En este sentido, cuando decimos que la causa es una función
puramente social, queda claro que la función social estricta es el resultado de
todos los elementos de cualquier acción judicial y por tanto se fusiona con el
conjunto de cada negocio jurídico, según su uso constante en la realidad social” (p.
19)

Además, Cieza (2012), considera que: “De hecho, no hay contraste entre las dos
causas, ya que tanto la subjetividad como el propósito se complementan. Esto se
debe a que cuando una parte suscribe un contrato para la venta de un automóvil,
el objetivo que persigue la parte, por un lado, es comprar la propiedad de los
bienes, por otro lado, el objetivo del vendedor es una cantidad de dinero a cambio,
para los bienes ya comprados. Es recibir. Y de igual manera, el ordenamiento
jurídico seguirá el ordenamiento jurídico cuando se celebre este acto jurídico y se
haya cumplido el objeto del contrato de compraventa de acuerdo con las normas
que marca el ordenamiento jurídico. Cuando el rol trascendente, la causa
subjetiva, se orienta hacia los intereses de las partes, la causa objetiva mantiene la
seguridad sistemática y la unidad racional de todo el orden jurídico, social y
económico al que apunta la economía.”.(p. 27-28)

3.3. INEXISTENCIA DEL NEGOCIO JURÍDICO:


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GALGANO (1992) sostiene, que “La inexistencia va más allá de la propia
discapacidad. Un contrato no especificado o acto similar no existe porque carece
de la condición mínima esencial que permitiría que un evento en particular
califique como un contrato o acto unilateral. La importancia de distinguir entre nulo
e inexistente es: El contrato o acto no existe incluso sin el efecto limitado del
contrato o acto de nulidad.” (p. 263).

TORRES VÁSQUEZ (2007), quien señala “Cuando la doctrina se refiere a un


"acto jurídico que no existe", no se pretende confirmar la existencia de un "hecho
jurídico", sino que significa que no existe ningún hecho digno de mención. Su
condición de "acto jurídico”. Sólo hay un elemento esencial requerido por el
ordenamiento jurídico para su existencia: "la ocurrencia de actos jurídicos", pero si
el ordenamiento jurídico lo afecta, constituye el "hecho jurídico" físico.” (p. 757).

3.4. INEFICACIA E INVALIDEZ DEL NEGOCIO JURÍDICO:

MORALES HERVÍAS (2009), refiere que: Hay dos tipos de ineficacia en la acción
autónoma privada: ineficaz e ineficaz en el sentido estricto del término. En caso
de inválidos, inválidos e inválidos, en primer lugar, no se produce el efecto legal
programado por la regulación de tasas de interés, y por otro lado dejan de crear
un efecto legal retroactivo. En el caso de nulidad en sentido estricto, sin embargo,
el comportamiento autónomo privado, que muchas veces produce efectos
jurídicos planificados, se debe al incumplimiento de un interés o un requisito legal.
(p.85)

TABOADA CORDOVA (2002), señala que: el negocio jurídico ineficaz es una


empresa que nunca ha sido legalmente efectiva, o una empresa que se ha hecho
legalmente efectiva y deja de producir por causas derivadas de la terminación de
sus operaciones, negocios ineficientes. Defectos originales u originales (también
llamados defectos de causa intrínseca o ineficiencias estructurales) e ineficiencias
obsoletas o funcionales (también llamados defectos extrínsecos). Las
ineficiencias funcionales son todos los supuestos bajo los cuales una firma legal
normalmente da efecto legal y posteriormente cesará la producción como
resultado de una causa importante para la terminación de actividades legales. Los
casos típicos en los que la función está deshabilitada son la resolución y la
terminación (p.245)

3.5. NULIDAD Y ANULABILIDAD DEL ACTO JURIDICO.

BETTI (2000), señala que “es nulo el negocio que, por la falta de los elementos
necesarios no puede mantener la personalidad jurídica que la ley establece para
cada tipo de persona jurídica, de acuerdo con su función socioeconómica
característica. Por otro lado, una empresa potencialmente retirada no carece de
un elemento esencial en su tipo y evita una reacción retroactiva de los grupos de
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interés, incluso si se deriva de una nueva situación jurídica acompañada de la ley
como una fuerza como si no existiera” (p. 410).

FLUME (1998), refiere que, “La invalidez de una transacción legítima no significa
que cualquier otra cosa que no sean las políticas de la empresa que se aplican
según la naturaleza de la transacción sea inválida. La nulidad de una transacción
legítima siempre debe considerarse en relación con la causa de la nulidad. La
causa del incumplimiento resulta en las consecuencias legales que se producen
en lugar de las reglas negociadas establecidas en caso de incumplimiento. La
causa de la discapacidad no está incluida en la ley, pero puede inferirse de
muchas disposiciones específicas” (p.643).

ALBADALEJO (1993), señala que: se llama negocio nulo a aquel que, en


principio, es defectuosa y no puede crear efectos legales por sí misma. Esta
producción ciertamente lo niega. Como tal, se considera inacabado. La
discapacidad puede presentarse por escrito si está explícitamente especificada
por la ley o virtual si no se indica explícitamente pero no cumple con los requisitos
exigidos. El negocio anulable (también conocida como defendible) es lo
suficientemente eficaz, pero termina con un defecto específico, lo que pone a la
empresa en riesgo de destrucción y la descalificación de los efectos resultantes.
(p.125)

3.6. LA SIMULACIÓN DEL ACTO JURÍDICO DE ACUERDO AL CÓDIGO CIVIL


PERUANO.
La simulación del acto jurídico en el Perú está regulada el Código Civil, se rige por
el derecho civil, por lo que existen dos tipos de simulaciones del sistema legal:
simulación absoluta, simulación relativa.

El artículo 190° del Código Civil peruano establece simulación absoluta:


“Por la simulación absoluta se aparenta celebrar un acto jurídico
cuando no existe realmente voluntad para celebrarlo”

Simulación absoluta cuando la "causa última" de un acto tiene como finalidad la


construcción de una relación jurídica artificial entre las partes. Por lo tanto, las
partes no buscan su efecto legal. La "causa última" en este caso implica la
construcción de vínculos legales entre las partes, por lo que la acción legal
prescrita entre las partes no produce consecuencias legales.

El artículo 190° del Código Civil peruano establece simulación relativa:


“Cuando las partes han querido concluir un acto distinto del
aparente, tiene efecto entre ellas el acto ocultado, siempre que
concurran los requisitos de sustancia y forma y no perjudique el
derecho de terceros”.
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Simulación relativa cuando la "causa última" de una acción está destinada a
ocultar una transacción legítima encubierta que es diferente de la actividad
simulada. Un negocio disfrazado es un negocio oculto a terceros, y un negocio
ficticio es un negocio obvio, desde el punto de vista del tercero.

Aníbal Torres Vásquez (2015) define la simulación del acto jurídico: “Un acto
jurídico pactado (contrato de simulación) para crearlo (o modificarlo o rescindirlo)
con un claro valor externo, de manera que no influya en las partes para engañar a
un tercero. Porque no quieren realizar el acto jurídico en sí, o porque parecen
querer ocultar la naturaleza o el contenido de la acción que están realizando” (p
728).

3.6.1. El acuerdo simulatorio

El acuerdo simulatorio es un acuerdo preliminar entre las partes para crear


una apariencia para engañar a un tercero. Es decir, si no hay acuerdo
previo entre las partes, no hay acción simulada. Por otro lado, los acuerdos
ficticios requieren la creación de actos jurídicos bilaterales, multilaterales o
unilaterales.

TORRES VASQUEZ, (2015) nos indica que: “Hay dos factores en un


fenómeno de simulación que están estrechamente relacionados y trabajan
juntos, cada uno de los cuales deriva su significado del otro. Por un lado, el
acto jurídico simulado es una declaración de voluntad de comparecencia, y
las partes no buscan su efecto. Mientras tanto, el acuerdo simulado que
figura en el descargo de responsabilidad. Debido al acuerdo falso, solo los
efectos ficticios resultan de la acción legal falsa” (p.731).

3.6.2. El fin de engañar a terceros.

La intención de engañar a un tercero se persigue creando la apariencia de


un acto legal porque sabe que la "causa última" del comportamiento, es
decir, el comportamiento simulado puede ser legal o ilegal. Se refiere al
propósito de la meta.

TORRES VASQUEZ, (2015) nos menciona que: “El fraude no es


necesariamente una estafa de terceros, ya que las simulaciones pueden
tener fines legítimos o ilegales. En otras palabras “no es necesario el
animus nocendi, sino el animus decidiendi” (p.733).

3.7. ACTOS SIMULABLES.

Aníbal Torres Vásquez, (2015) también nos dice: “La desaprobación unilateral
(por ejemplo, promesas al público en general, testamentos, aprobación o
abandono de la herencia) no se puede fingir porque no existe un acuerdo para
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crear ficción. Este es el comportamiento de una declaración legal. Si no está
permitido a menos que el destinatario se vuelva receptivo a discreción del
registrante”. (p.736).

De otro lado Aníbal Torres Vásquez, (2015) establece: “Sin consentimiento para
expresar una voluntad receptiva, ningún consentimiento conduce a un falso
acuerdo, y sin consentimiento no hay imitación.”. (p. 736).

La doctrina autorizada ha establecido que puede simular la mayoría de los actos


jurídicos que tratan de la libre disposición de los derechos económicos. En
general, todos los contratos pueden simularse cuando están en juego los
intereses de las partes contratantes, comportamiento lícito, pero también los
intereses de la sociedad y el interés público.

3.8. CLASES DE SIMULACION.

Aníbal Torres, (2015) menciona que: “El acuerdo de las partes solo se puede
simular (simulación absoluta), o el comportamiento simulado puede enmascarar el
comportamiento que las partes realmente quieren (simulación relativa). Un acto
jurídico puede completarse con una simulación completa (simulación completa),
pero una simulación solo puede afectar a determinadas disposiciones de un acto
jurídico (simulación parcial). La simulación puede ser legal o ilegal” (p. 751).

3.8.1. SIMULACION ABSOLUTA.

Aníbal Torres Vásquez, (2015) nos dice: “Hay una simulación absoluta en
la que las partes realizan el acto del trono que no corresponde al acto real.
Las partes han expresado un claro acuerdo de interés y entienden que la
situación actual no debe cambiarse de ninguna manera” (p. 752).

La simulación es absoluta cuando las partes apuntan a la apariencia del


acto más que a su efecto jurídico, la imitación es absoluta y, por tanto, en la
práctica, no hay cambio en la legítima situación patriótica entre las partes.

3.8.2. SIMULACION RELATIVA.

Aníbal Torres Vásquez, (2015) nos dice: “se espera que celebre una acción
particular que aparece en el enunciado opuesto, que no es más que una
apariencia en la que se esconde su verdadera personalidad”. (p. 752).

La simulación es relativa cuando las partes establecen dos enunciados.


Uno está dirigido a la apariencia de la acción más que al efecto legal
(acción falsa), y el otro está dirigido a cambiar la situación. Leyes
disponibles (acciones falsas) que las partes acuerdan implementar.
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3.9. ACTOS JURÍDICO VÁLIDOS PERO INEFICACES; ASÍ MISMO, ACTOS


JURÍDICOS INVÁLIDOS PERO EFICACES.

Sin embargo, luego de revisar la exhaustiva labor de la doctrina, resulta que no


siempre se hacen las inferencias más básicas mencionadas en el primer párrafo.
Contrariamente a las siguientes posiciones, también es posible encontrar actos
jurídicos debidamente construidos como nulos o sin valor, o de hecho en parte,
en todo o en parte. También es posible encontrar actos jurídicos inválidos o
anulables. Con deducciones, los actos jurídicos anulables son necesariamente
nulos y sin efecto.

Juan Espinoza (2008), quien dice que “la regla general es que un negocio jurídico
válido produzca efectos jurídicos, vale decir, sea eficaz. Sin embargo, nos
podemos encontrar (…) frente a casos de negocios jurídicos inválidos, pero
eficaces, como el supuesto del (denominado) matrimonio putativo, regulado en el
artículo 284° del Código Civil”.(p.7)

El artículo 284° del Código Civil que es mencionado por el profesor Juan
Espinoza refiere lo siguiente: “El matrimonio invalidado produce efectos civiles
respecto de los cónyuges e hijos si se contrajo de buena fe, como si fuese un
matrimonio válido disuelto por divorcio” (El subrayado es mío). Como se ve, el
artículo hace mención a un acto jurídico inválido que produce efectos civiles.

3.10.EL ACTO JURÍDICO INEFICAZ NO PRODUCE LOS EFECTOS JURÍDICOS


QUE LE SON PROPIOS.

Pues bien, empecemos a delimitar de manera somera qué quiere decir Eficacia
del Acto Jurídico, de esta forma lograremos determinar por contraposición, qué es
la Ineficacia. Entonces, según Marcial Rubio “la eficacia del acto jurídico consiste
en la aptitud de éste para producir los efectos pretendidos por el sujeto o los
sujetos que lo realizan. (…) La eficacia o ineficacia del acto jurídico, en
consecuencia, es un factor que atañe a la producción de sus efectos”. Siendo así,
un acto jurídico es eficaz, siempre que haya sido válidamente constituido y
produzca los efectos jurídicos que las partes han dispuesto.

Entonces, la ineficacia, no será otra cosa que aquel impedimento del acto jurídico
para producir sus efectos jurídicos; o, dicho de otro modo, se llamará ineficaz al
acto jurídico que no produzca los efectos jurídicos para el que fue celebrado.

3.11.LA INVALIDEZ DEL ACTO JURÍDICO.


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Mientras que, por otra parte, la nulidad y la anulabilidad del acto jurídico creo que
requiere de un trato particular, porque entrambos conforman lo que se denomina
la Invalidez del acto jurídico.

Torres Vásquez, Aníbal (2007) si los actos jurídicos válidos son aquellos que han
agotado los requisitos de validez previsto por la ley y al mismo tiempo son
cabalmente eficaces; entonces, los “actos inválidos son los nulos o anulables”; y
según ello, serán también ineficaces.
Si dije que esto requería de un trato particular, es por lo siguiente. Mientras un
acto jurídico inválido puede ser nulo o anulable; el acto jurídico nulo, por su parte,
es aquel al que “le falta algún elemento esencial o requisito de validez o es
contrario a normas imperativas, el orden público o las buenas costumbres” ; y, el
acto jurídico anulable, es aquel que “tiene un vicio de formación; es decir, tiene un
defecto sumamente grave en la formación” del mismo. Como vemos, la invalidez
se divide a su vez en dos causales y es ello lo que podría ser motivo de confusión
al momento de tratar de entender la eficacia del acto jurídico. (p.755)

3.12.EL ACTO JURÍDICO INVÁLIDO PUEDE SEGUIR PRODUCIENDO SUS


EFECTOS JURÍDICOS.

Siguiendo con lo que se viene desarrollando, cuando decimos que un acto


inválido puede seguir produciendo sus efectos jurídicos, nos referimos, entonces,
a que los actos “anulables” son los que aún pueden seguir produciendo efecto
jurídicos, pues, mientras no se declare su nulidad seguirá siendo un acto jurídico
válidamente constituido y por tanto seguirá siendo eficaz; es, de esta forma, que
las cosas empiezan a tener un nuevo sentido, o, si se desea, una interpretación
más asequible al momento de analizar.

Torres Vásquez, Aníbal (2007) Porque, también es menester recalcar que, “la
eficacia derivada de los actos nulos, (…) no pueden convalidarse por
confirmación, ratificación o conversión” , es por ello que podemos deducir de esto
último que los actos jurídicos nulos dejarán de producir sus efectos jurídicos;
mientras que, un acto jurídico anulable “puede volverse eficaz si el vicio es
subsanado, es decir, si el acto es convalidado” ; siendo así, son estos actos
jurídicos los que aún viciados de anulabilidad, pueden seguir produciendo sus
efecto jurídicos; o, si se quiere, aun estos actos inválidos, pueden continuar
produciendo sus efectos jurídicos. Agregando la excepción y caso particular que,
puede suceder esto también, cuando, por imperativo legal, se dé eficacia a un
acto jurídico declarado inválido. (p.750)
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3.13.EL CÓDIGO CIVIL NO CONTEMPLA UN ARTÍCULO, LAS CAUSALES DE
INEFICACIA DEL ACTO JURÍDICO, DEL CUERPO NORMATIVO DEL CÓDIGO
CIVIL.

Una vez aquí, podemos continuar con lo que a Ineficacia respecta. Pues, como ya
se dijo también, las causales de nulidad y anulabilidad se encuentran
taxativamente citadas en el Código Civil – en los artículos 219° y 221°,
respectivamente – pero, no sucede lo mismo con las causales de ineficacia, ya
que estas serán recogidas a lo largo del Código Civil, mas no en un artículo en
particular.

Como también podemos analizar las causales de ineficacia que reconoce el


profesor Aníbal Torres, que son dos básicamente: De invalidez del Acto Jurídico;
y, de causas extrañas al Acto Jurídico válido. “en el primero de estos casos
estamos frente a la denominada ineficacia estructural (denominada también
ineficacia por invalidez o ineficacia ordinaria) y en el segundo nos encontramos
ante la ineficacia funcional (llamada también ineficacia por causa extrínseca o
ineficacia sobreviniente)”.

Cada una de estas dos puede ser estudiada independientemente; mientras las
causales de ineficacia estructural determinan la invalidez del acto jurídico – la
nulidad y anulabilidad, las causales de ineficacia funcional provienen de causas
extrañas a la estructura del acto mismo, tales como la condición, el plazo, la
resolución (artículos 1138°, 1428°, 1431°, 1434°, 1440° y 1511°), la rescisión
(artículos 1447°, 1539°, 1575° y 1576°) , el mutuo disenso (artículo 1313°), la
revocación (artículos 1348°, 1637°, 1464° y 1808°), la reversión (artículo 1631°), la
retracción (artículo 1480° y 1533°), el retracto (artículo 1599°), la inoponibilidad
(artículo 195°, acción pauliana), la excepción de incumplimiento de contrato
(artículo 1426°), la excepción de caducidad del plazo (artículo 1427°), la
separación de cuerpos (artículo 332°), el divorcio (artículo 348°) y la caducidad.
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IV. CONCLUSIONES

Se ha comprobado, que los principales fundamentos jurídicos para la aplicación


de la conversión material del negocio jurídico nulo en el Perú son: el principio de
conservación del negocio jurídico, el de buena fe contractual y la prevalencia del
resultado práctico pretendido por las partes.

Como ha demostrado la legitimidad solo es relevante para el propósito del acto


legal, no para el propósito. Por tal motivo, se dice que el juicio de legitimidad
puede hacerse a través de la identidad de las partes entre la persona jurídica y
los interesados.

La legitimidad la mantiene únicamente la entidad que realiza actividades


comerciales legítimas, no la entidad del destinatario. Por tanto, para que se
justifique, es necesario suprimir la mencionada identidad y justificarla en el tema
conmemorativo de la empresa. Esto debería ser efectiva y específicamente para
el beneficio correcto.

La legitimidad del registro como solicitud de validez no tiene efecto cuando se


inserta el recurso de repuesto, por lo que no se puede deshacer la entrada en la
que se colocó. Esto solo puede lograrse si la legalidad se considera una
condición para la validez del acto jurídico.
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V. REFERENCIAS

Albadalejo, M. (1993). El Negocio Jurídico. (2da ed.). Barcelona: Librería Bosch.

Betti, E. (2000). Teoría General Del Negocio Jurídico. Granada: Comares S.L.

Cieza, J. (2011). La Nulidad y la Imputación de Acuerdos, su Problemática en


Materia Civil y Societaria. Tesis Doctoral. Recuperado de
http://cybertesis.unmsm.edu.pe/handle/cybertesis/1178

Cieza, J. (2012). Problemática De La Nulidad y Los Acuerdos De Las Sociedades


Y Asociaciones: Gaceta Jurídica.

Espinoza, J. (2008) La Invalidez e Ineficacia del Acto Jurídico en la Jurisprudencia.


(1era. ed.), Gaceta Jurídica, Lima.

Flume, W. (1998). El Negocio Jurídico. Fundación Cultural Del Notariado. España.

Galgano, F. (1992). El Negocio Jurídico. Tirant Lo Blanch. Valencia, España.

Morales, R. (2009). Inexistencia e Invalidez del Contrato en el Código Civil


Peruano de 1984. Dialogo con la Jurisprudencia.

Taboada, L. (2002). Acto Jurídico, Negocio Jurídico y Contrato. Grijley. Lima.

Torres, A. (2007). Acto Jurídico (3era. ed.). Idemsa Importadora y Distribuidora


Editorial Moreno S.A. p. 755

Torres, A. (2015). Acto Jurídico. Instituto Pacifico. Lima.


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