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LEE ATENTAMENTE EL SIGUIENTE RELATO.

AUNQUE LA NOTICIA SE DESARROLLE EN OTRO


PAÍS TOMAREMOS EL SUPUESTO COMO SI HUBIESE OCURRIDO EN EL NUESTRO

La Audiencia Provincial de Palencia ha condenado a dos leoneses a penas que suman


tres años de prisión por comprar una vivienda en la localidad palentina de Boadilla de
Rioseco para, tras simular su arreglo, provocar un incendio en su interior y tratar de
cobrar el seguro.

La sentencia considera responsables de los hechos a un vecino de Mansilla de las


Mulas, de iniciales J.F.C.F., y a otro deToldanos (J.J.H.), a los que impone penas de seis
meses de cárcel por un delito de tentativa de estafa y a dos años y seis meses por otro
de incendio. Además, deberán indemnizar con 16.861,13 y 10.200 euros más los
intereses legales del dinero a los propietarios de dos inmuebles que sufrieron daños a
consecuencia del siniestro que provocaron. La Sala de lo Penal absolvió al cuñado del
vecino de Toldanos, cuya identidad se corresponde con las iniciales F.B.B., vecino de
León, al no acreditarse su colaboración en los hechos.

Según relata la sentencia, los hechos se remontan al verano de 2010, cuando los dos
condenados deciden la compra de una vivienda, simular una reforma «al objeto de
revalorizarla» para asegurarla «muy por encima de su valor» para incendiarla con un
método «que no dejara evidencias» y cobrara el seguro.

Así, encuentran un inmueble en Boadilla de Rioseco (Palencia) por un precio «entorno


a 7.500 euros» y, tras pagar 2.000 euros al firmar el contrato privado de venta, lo
aseguran en 200.000 euros —la compañía aseguradora propuso un póliza de 150.000
euros. -

Ambos acuden luego a la localidad, para contratar los servicios de agua y luz, trasladar
algunos enseres y material de obra para simular la adecuación de la vivienda. Incluso
colocaron un andamio en la fachada, «para dar apariencia a una rehabilitación que no
fue tal», reza el fallo. Además, tramitaron la licencia de obra ante el Ayuntamiento de
Boadilla de Rioseco.

El 31 de agosto de 2010 se pone en marcha el plan, para el que colocaron bajo la


cubierta una fuente de calor sin determinar, «de combustión retardada». Aquel día
aparecieron en la localidad con vecino de León, que resultó absuelto.

La sala desgrana una serie de circunstancias por las que infiere la culpabilidad de dos
de los acusados. Así, destaca que el mansillés, a cuyo nombre se compró la casa,
contratara el seguro y el agua sin haber elevado a escritura pública la compra «a
sabiendas de que la casa pertenece a varias personas por herencia, a las que no
conoce, [...] asumiendo el riesgo de que se truncara la operación por no estar todos de
acuerdo con el precio de venta». Destaca el capital asegurado para el inmueble aun sin
haber iniciado la reforma y, sin trabajo y en plena crisis, paga 7.500 euros de un total
de 12.000 que decía tener guardados en su casa de Mansilla. Además, manifestó
desplazarse a Boadilla, donde «no tiene vinculación familiar ni de amistad», con el fin
de encontrar trabajo en rehabilitación de viviendas, en una zona que vive de la
agricultura de secano y en plena recesión.

Ni el de Mansilla ni el de Toldanos tienen quien manifiesta que trabajaron con


intensidad en la reforma —sólo se les vio en momentos puntuales— y aporta
«ejemplos insignificantes» de facturas por la compra del material necesario para la
reforma. Sin embargo, el de Toldanos, cooperador necesario, valoró en 9.000 euros
ante la aseguradora «unos trabajos que no se llegaron a realizar». Tampoco se utiliza
maquinaria en la obra y una boca de riego situada frente a la casa y utilizada «unos
días antes» del siniestro sin problemas tuviera la llave de apertura rota el día del
incendio.

Si bien el equipo de investigación de incendios de la Guardia Civil de León no concluye


que el incendio tuviera origen provocado, tampoco lo descarta, mientras que un perito
que contrató la aseguradora apreció «signos evidentes de que fue intencionado». El
informe de la Guardia Civil «tuvo un papel relevante» para determinar que las
reformas que los autores de los hechos dijeron ejecutadas se hubieran acometido, a
tenor de los materiales que refieren unos como nuevos —tarima, cables, enchufes e
incluso una escalera—, de los que no encontró restos el cuerpo de seguridad y sí de los
que se habrían sustituido.

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