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EL LENGUAJE DEL CIELO COMO ESTILO DE VIDA

El que de arriba viene, es sobre todos; el que es de la tierra, es terrenal, y cosas


terrenales habla; el que viene del cielo, es sobre todos.
Y lo que vio y oyó, esto testifica; y nadie recibe su testimonio.
El que recibe su testimonio, éste atestigua que Dios es veraz.
Porque el que Dios envió, las palabras de Dios habla…
(Juan 3:31-34)
Hoy quiero hablar del “lenguaje del cielo como estilo de vida”. Lo he llamado así, para no
enfocarlos directamente con la “confesión de la palabra”, y no caer en lo que le llaman “La
confesión positiva”.
¿A qué se le llama confesión positiva?
La confesión positiva es la práctica de decir en voz alta lo que desea que pase con la esperanza
de que Dios lo haga realidad.
La confesión de la palabra de Dios es una doctrina bíblica.
La gran diferencia radica en que nosotros los creyentes no hablamos Palabra de hombre, sino
que hablamos Palabra de Dios, la cual es viva y eficaz.
(1Juan 1:9) Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonar
nuestros pecados, y limpiarnos de toda maldad.
(Rom. 10:8) Que si confesares con tu boca que Jesús es el Señor, y creyeres en tu
corazón que Dios le levantó de los muertos, serás salvo.
Confesar: gr. Homologeo= “Hablar o decir lo mismo”. Es decir lo mismo que Dios de algo.
Decir: Articular, pronunciar o emitir los sonidos de una lengua.
(Juan 3:31) El que de arriba viene, es sobre todos; el que es de la tierra, es
terrenal, y cosas terrenales habla (Hablar gr. lalêo=”pronunciar palabras”, “predicar”) el que
viene del cielo, es sobre todos.
32- Y lo que vio y oyó, esto testifica; y nadie recibe su testimonio.
33- El que recibe su testimonio, éste atestigua que Dios es veraz.
34- Porque el que Dios envió, las palabras de Dios habla…
Diga: ¡Jesús hablaba las palabras de Dios!

Si, Jesús hablaba las palabras de Dios, entonces Él traía un lenguaje del cielo, porque Él venía
de cielo.
(Cor. 15:47) El primer hombre es de la tierra, terrenal; el segundo hombre, que es
el Señor, es del cielo.

49- Y así como hemos traído la imagen terrenal, traeremos también la imagen (gr.
eikôn = semejanza, parecido) del celestial.

Diga: ¡Todavía no tengo un cuerpo semejante al de Jesús, pero una parte de mi ser es igual a Él!

(1Juan 4:17)…pues como él es, así somos nosotros en este mundo.


34- Porque el que Dios envió, las palabras de Dios habla…

(Cor. 6:17) Pero el que se une al Señor, un espíritu es con él.


(Hech. 5:19) Mas un ángel del Señor, abriendo de noche las puertas de la cárcel y
sacándolos, dijo:
20- Id, y puestos en pie en el templo, anunciad al pueblo todas las palabras de
esta vida.
Diga: ¡La vida de Dios tiene un lenguaje!

Este lenguaje del cielo esta revelado en las Escrituras, al cual estamos llamados a hablarlo,
confesarlo o declararlo, haciendo de el un estilo de vida en nosotros.
La Biblia es un “lenguaje escrito”.
(2Cor. 4:13) Pero teniendo el mismo espíritu de fe, conforme a lo que está escrito:
Creí, por lo cual hablé, nosotros también creemos, por lo cual también hablamos.
Pablo tomó esta Escritura del salmo 116:10

(2Cor. 4:13) Creí; por tanto hablé, Estando afligido en gran manera.

(2Cor. 4:13) Creí en ti, por tanto dije: Señor, estoy muy afligido. NTV
Aflicción es la palabra hebrea anâ que quiere decir, deprimir, oprimir, quebrantar, debilitar,
sufrir, molestar, abatir, intimidar.
El espíritu de fe, se conforma a lo que está escrito, no a lo que no está escrito.
(1Ped. 4:11) Si alguno habla, hable conforme a las palabras de Dios.
Usted debe saber que hay una palabra para aplicarla a cada situación de su vida.
Ejemplo:
Si usted tiene miedo a algo, la palabra tiene algo para ese miedo.
(2Tim. 1:7) Porque no nos ha dado Dios espíritu de cobardía, sino de poder, de
amor y de dominio propio.
Si usted tiene una necesidad financiera, la palabra tiene algo para esa necesidad.
(Fil. 4:19) Mi Dios, pues, suplirá todo lo que os falta conforme a sus riquezas en
gloria en Cristo Jesús.
Si usted tiene una enfermedad, la palabra tiene algo ahí, para decir.
(Isaías 53:5)…y por su llaga fuimos nosotros curados.
Si usted tiene afán, la palabra tiene algo contra ese afán.
(Fil. 4:6) Por nada estéis afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones
delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias.
Para confesar la Palabra, necesitamos conocer la Palabra, porque podemos estar de acuerdo
con Dios solo cuando sabemos lo que Él ha dicho. 
(Mat. 4:3) Y vino a él el tentador, y le dijo: Si eres Hijo de Dios, di que estas
piedras se conviertan en pan.
4- El respondió y dijo: Escrito está: No sólo de pan vivirá el hombre, sino de toda
palabra que sale de la boca de Dios.
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