Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
LA LARVA
Yo nací en un país en donde, como en casi toda América, se practicaba la hechicería y los
brujos se comunicaban con lo invisible. En la ciudad en que pasé mis primeros años se hablaba,
como de cosa usual, de apariciones diabólicas, de fantasmas y de duendes. En aquella ciudad
cerraban todas las puertas, a más tardar, a las nueve de la noche. Las calles quedaban solitarias
y silenciosas. Quien saliese en busca de un médico, de un sacerdote, o para otra urgencia
nocturna, tenía que ir por las calles mal empedradas alumbrado apenas por los faroles a
petróleo que daban una luz escasa. Algunas veces se oían ecos de músicas o de cantos. Eran
las serenatas a la manera española, las arias y romanzas que decían ternezas románticas del
novio a la novia. Yo tenía quince años y una de las cosas que más ambicionaba era poder salir
a la calle, e ir con la gente de una de esas serenatas. Pero ¿cómo hacerlo? La tía abuela que
me cuidó desde mi niñez, una vez rezado el rosario, tenía cuidado de recorrer toda la casa,
cerrar bien todas las puertas, llevarse las llaves y dejarme bien acostado bajo el pabellón de
mi cama. Mas un día supe que por la noche había una serenata.
Todas las horas que precedieron las pasé inquieto, no sin pensar y preparar mi plan de evasión.
Así, una vez rezadas las oraciones y todo el mundo acostado, no pensé sino en poner en
práctica mi proyecto de robar una llave a la venerable señora que dormía como un
bienaventurado. Ello me costó poco pues sabía en dónde dejaba las llaves. Dueño de la que
buscaba, y sabiendo a qué puerta correspondía, logré salir a la calle. Me consideré un hombre.
Guiado por la melodía, llegué pronto al punto donde se daba la serenata. Mientras los músicos
tocaban, los concurrentes tomaban cerveza y licores. Luego, un sastre, que hacía de tenorio,
entonó primero A la luz de la pálida luna, y luego Recuerdas cuando la aurora ... De las
ventanas de aquella Dulcinea, se resolvió ir a las de otras. Pasamos por la plaza de la Catedral.
Así, ¡cuál no sería mi gozo cuando, al pasar por aquella plaza, tras la serenata, vi, sentada en
una acera, arropada en su rebozo, como entregada al sueño, a una mujer! Me detuve. ¿Joven?
¿vieja?
¿Mendiga? ¿Loca? ¡Qué me importaba! Yo iba en busca de la soñada revelación, de la aventura
anhelada. Los de la serenata se alejaban. La claridad de los faroles de la plaza llegaba
escasamente.
Me acerqué. Hablé; no diré que con palabras dulces, más con palabras ardientes y urgidas. Como
no obtuve respuesta, me incliné y toqué la espalda de aquella mujer que no quería contestarme y
hacía lo
posible porque no viese su rostro. Fui insinuante y altivo. Y cuando ya creía lograda la victoria,
aquella figura se volvió hacia mí, descubrió su cara, y ¡oh, espanto de los espantos! aquella
cara estaba viscosa y deshecha; un ojo colgaba sobre la mejilla huesona y saniosa; llegó a mí
1
SECRETARIA DE EDUCACION DE BOGOTA D. C.
COLEGIO VEINTIÚN ÁNGELES
Institución Educativa Distrital
“Sistemas, Ciencias Empresariales y Comunicación – Diseño, alternativas para una nueva sociedad”
Resolución 110306 del 26 de septiembre de 2016
D. A. N. E: 111001107077 N. I. T.: 830.037.739-5
como un relente de putrefacción. De la boca horrible salió como una risa ronca; y luego aquella
«cosa», haciendo la más macabra de las muecas, produjo un ruido que se podría indicar así:
-¡Kgggggg!…
Con el cabello erizado, di un gran salto, lancé un gran grito. Llamé. Cuando llegaron algunos de
la serenata, la «cosa» había desaparecido.
Tomado y adaptado de La larva. Rubén Darío. En: ciudadseva.com
¿De que no sirve la filosofía? La filosofía no es la que mueve al mundo, no nos da de comer ni hace
que vuelen los aviones. ¿Por qué no dejamos a un lado los problemas de la filosofía y seguimos
adelante con los demás?
La filosofía es importante porque forma un continuo con la práctica. Lo que pensamos sobre las
cosas que hacemos influye en nuestro modo de hacerlas, o incluso si las hacemos o no. Puede
influir en el conjunto de nuestra vida. Consideremos algunos ejemplos comunes en Occidente. La
reflexión acerca de la naturaleza humana ha llevado a mucha gente a considerar que somos
esencialmente egoístas. Sólo buscamos el beneficio propio, sin preocuparnos realmente por nadie
más. El paradigma dominante en las ciencias sociales es el “homo economicus”, el hombre
económico que mira por sus intereses, en abierta competencia con los demás. Ahora bien, si la
gente se convence de que todo el mundo es así, las relaciones entre las personas cambian; se
vuelven menos confiadas y cooperadoras, más suspicaces. Ello influye en su forma de actuar en
relación con los demás, y se traduce en diversos costes. En el mercado, su miedo a ser estafadas
les hará incurrir en elevados costes de transacción.
Si estoy convencido de “un contrato verbal no vale el papel sobre el que está escrito”, me veré
obligado a pagar abogados para que elaboren contratos que impongan sanciones, y si no confío
en que los abogados vayan a poner algo más de su parte que el mínimo indispensable para justificar
el cobro de sus honorarios, tendré que hacer revisar los contratos por otros abogados, y así
sucesivamente. Tal vez si se propusiera una visión más optimista, la gente sería capaz de vivir de
acuerdo con ella, en cuyo caso mejoraría su calidad de vida.
Este momento de reflexión, destinado a poner en claro las categorías adecuadas para comprender
las motivaciones humanas, es una tarea importante desde un punto de vista práctico. No se limita
al campo de lo académico, sino que escapa de él. Así pues, la filosofía forma un continuo con la
práctica y esta puede cambiar para mejor o para peor en función de la validez de nuestras
reflexiones filosóficas.
Tomado de: Blackburn, Simón (2001). Pensar, una incitación a la filosofía. Traducción Ramón Vilá. Paidós. Barcelona.
2
SECRETARIA DE EDUCACION DE BOGOTA D. C.
COLEGIO VEINTIÚN ÁNGELES
Institución Educativa Distrital
“Sistemas, Ciencias Empresariales y Comunicación – Diseño, alternativas para una nueva sociedad”
Resolución 110306 del 26 de septiembre de 2016
D. A. N. E: 111001107077 N. I. T.: 830.037.739-5
De los siguientes enunciados, ¿Cuál expresa mejor lo que el autor quiere decir?
A. Si todo el mundo reflexiona filosóficamente, entonces la gente se volverá desconfiada y
menos cooperativa.
B. Cuando la gente comienza a ser desconfiada y suspicaz, tiende a creer que la gente es egoísta.
C. Cuando las personas creen que los demás son egoístas, se vuelven más desconfiadas y
menos cooperadoras.
D. Si las personas cambian sus relacionas entre ellas, se vuelven desconfiadas y tienden a ser
más suspicaces.
Cuando le llevé a Kafka una serie semejante de fotografías, le dije de buen humor:
Por un par de coronas uno puede hacerse fotografiar desde todos los ángulos. Este aparato es un
Conócete a ti mismo mecánico.
6. En el texto, Kafka refuta la idea del narrador de que la cámara es un "conócete a ti mismo
mecánico" aduciendo que la fotografía
A. es incapaz de mostrar aquello que va más allá de la apariencia.
B. no captura con fidelidad las cosas al no contar con lentes muy penetrantes.
C. es inservible, porque solo reproduce simplificadamente la mirada de las moscas.
D. pone en evidencia los juegos de luces y sombras que iluminan la vida oculta de las cosas
7. ¿cuál idea, que NO aparece en el texto, le permite a Kafka contradecir la afirmación de que la
cámara no miente?
A. La fotografía es una pobre imitación de nuestra mirada.
B. La apariencia de una cosa no siempre refleja lo que realmente es.
C. Los lentes de las cámaras de aquella época no eran muy penetrantes.
D. Los juegos de luces y sombras que captura la fotografía son siempre irreales
3
SECRETARIA DE EDUCACION DE BOGOTA D. C.
COLEGIO VEINTIÚN ÁNGELES
Institución Educativa Distrital
“Sistemas, Ciencias Empresariales y Comunicación – Diseño, alternativas para una nueva sociedad”
Resolución 110306 del 26 de septiembre de 2016
D. A. N. E: 111001107077 N. I. T.: 830.037.739-5
ES NOCHE DE MARTES
Diego lava lechuga. Yo corto cebollas, pico tomates, controlo una salsa. Abrimos un vino. Después
de comer, cruza sus cubiertos y me dice que qué bien cocino. Que soy rebuena ama de casa. Ahora
–mucha confianza y años juntos– solo finjo que me enojo y él, que me conoce, finge que se
sorprende con mi ceño fruncido. Sabe que me gusta cocinar y tener la casa ordenada, pero sabe,
también, que imagino el infierno bajo la forma de las tareas del hogar como ocupación obligatoria y
excluyente. Tenemos cuentas separadas, casa compartida y responsabilidades iguales. En fin: casi.
Porque si bien no hay nada que sea tarea exclusiva de Diego, sacar la ropa del tendedero y
guardarla en los placares es una de esas cosas que “si-no-las-hago-yo-no-las-hace-nadie”. A Diego,
simplemente, no le importa ver la ropa colgada durante meses, y yo prefiero que las medias y los
calzones no me arruinen la vista del balcón, de modo que una vez por semana me transformo en
mi mamá, que volvía del fondo con una parva de sábanas oliendo a sol, y junto la ropa recién
lavada.
Cada tanto me canso y revoleo mi derecho a la igualdad, entonces Diego dice con ternura “Sí,
gordita, tenés razón”, dobla un par de remeras y a la semana otra vez: ahí voy yo, juntando
broches. También soy la encargada de la sección “comidas difíciles” (Diego es del Club del Bifecito
a la Plancha, si le toca cocinar). Si llego tarde a casa, sobre el pálido desierto de la mesada lucirá,
con suerte, el laguito rojo de un tomate cortado al medio. Si es Diego el que llega tarde, de
guacamole para arriba habrá de todo. Antes pensaba que estas cosas –el orden, la comida caliente,
una casa agradable– tenían que ver con cierta sensibilidad femenina en la que, por cierto, me cuesta
creer: tengo amigos varones que viven solos y sus casas son tan agradables como la mía y cocinan
mejor que yo. Prefiero pensar que son síntomas
–visibles– de mi educación de buen partido: prolija, limpia, ordenada. Cosas que aprendí de mi
madre: perfumar la casa con cascarita de naranja, sacar las frazadas al sol.
Tomado de: Leila Guerrero, (2009). “Me gusta ser mujer… y odio a las histéricas“.
En Frutos extraños, Bogotá, Aguilar. pp. 330-331.
10. Las dos primeras frases del texto introducen el conflicto, pues señalan
A. un desbalance en las labores del hogar.
B. un problema fundamental de las parejas.
C. la complementariedad entre los géneros.
D. las malas intenciones de los miembros del hogar.
4
SECRETARIA DE EDUCACION DE BOGOTA D. C.
COLEGIO VEINTIÚN ÁNGELES
Institución Educativa Distrital
“Sistemas, Ciencias Empresariales y Comunicación – Diseño, alternativas para una nueva sociedad”
Resolución 110306 del 26 de septiembre de 2016
D. A. N. E: 111001107077 N. I. T.: 830.037.739-5
12. El cambio de conducta que pretende la campaña en sus lectores supone valores que se
relacionan con
A. la obediencia y el cumplimiento de la norma.
B. el compromiso y el derecho a informarse.
C. la vigilancia y la mutua sanción.
D. la conciencia y la responsabilidad sobre los actos
14. Una de las características funcionales del lenguaje utilizado en los lemas es su ambigüedad, ya
que
A. predican un sentido literal asociado a la imagen, pero generan uno figurado alusivo al
destinatario.
B. buscan establecer una interpretación de las imágenes que parece no corresponder con
la realidad.
C. definen unas orientaciones de la conducta que generan interpretaciones inequívocas.
D. hacen que el hombre-motociclista se pregunte por el significado de ser considerado
animal.
15. La imagen de la tortuga mantiene una relación visual significativa con los lemas de la
campaña, porque
A. hace pensar a los motociclistas en el casco.
B. tiene cabeza, tiene casco, camina segura.
C. tiene una protección natural para guardar la cabeza.
D. es animal, tiene cabeza, camina segura.
16. Del lema Algunos animales no usan casco se puede afirmar que forma parte de una campaña
A. preventiva, cuya estrategia es sancionar una conducta a partir del humor.
B. de desprestigio, cuya estrategia es ridiculizar a quienes no usan casco.
C. cívica, cuya estrategia es condenar a los motociclistas por desobedecer.
D. informativa, cuya estrategia es indagar acerca de causales de accidentes.
ACTIVIDADES A REALIZAR
ACTIVIDAD 1. Lee el texto correspondiente, elige la respuesta que consideres más pertinente y
argumenta claramente tu elección.
ACTIVIDAD 2. Elabora el listado de vocabulario desconocido, busca sus respectivos significados y
escríbelos en tu cuaderno en orden alfabético, con buena ortografía.