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Dialnet LaReligionEnElMundoActual 5139099
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ISSN: 2386-2491
LA RELIGIÓN EN EL MUNDO ACTUAL1
RESUMEN:
La religión, y especialmente el cristianismo, ha estado siempre en relación con el medio socio-
cultural en el que vive. Éste, hoy en día, aparece caracterizado por la secularización, la imagen
tecnocientífica del mundo y la postmodernidad cultural. A pesar de su inadaptación a tal situa-
ción, la religión pervive en forma de precategorial "mundo vivido" por gran parte de los
humanos en un contexto sociocultural pluralista, globalizado, emotivo y moralizante, que man-
tiene la pregunta por el sentido de la vida. El hombre como animal simbólico se aferra a la ex-
periencia religiosa. Todo ello dibuja una nueva frontera entre religión y mundo a la que parecen
acercarse los gestos del Papa Francisco.
ABSTRACT:
Religion, and especially Christianity, has always been in relation to the sociocultural environ-
ment in which they live. Today, it appears characterized by secularization, the techno-scientific
picture of the world and cultural postmodernism. Despite its failure to adapt to this situation,
the religion survives as precategorial "lived world", great stop for humans in a pluralistic, glo-
balized, emotional and moralizing sociocultural context that keeps the question of the meaning
of life. Man as a symbolic animal clings to religious experience. This draws a new line between
religion and world that pope Francis' gestures seem to approach.
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incluido en el vol. Die legitimität der Neuzeit, Welt, Stuttgart, Friedrich V. Velag, 1967, pp. 11
Frankfurt a. M., Suhrkamp, 1966, pp. 11-74. ss., 139 ss., 161 ss.
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¿a qué mundo remiten experiencias como alarmante: cuando los actores sociales y
el amor, el dolor, la muerte o la esperan- los sistemas de valores se separan, se
za? rompen los vínculos sociales y la sociedad
se descompone.
En un debate entre bioéticos años
atrás discutíamos sobre cómo podrían Uno de los profetas de la misma, el
construirse puentes entre la ciencia y la italiano G. Vattimo, ha visto en aquella
técnica, por un lado, y la ética y la religión una segunda secularización, a tenor de la cual
por otro. Y se impuso la opinión de que no solo habrían sido expropiados de su
la religión y la ética se hacen presentes en poder categorías clásicas de la religión
la ciencia y en la técnica cuando en la para ser transferido su poder legitimador
praxis del científico y del técnico hacen a instancias intramundanas, como ya di-
acto de presencia valores morales y cre- jimos, sino que estas, pertenecientes a la
encias, dando a la acción tecnocientífica metafísica del racionalismo moderno,
un alcance moral y un sentido último. habrían sido objeto, en nuestro tiempo,
Pongamos por caso, lo que sucede cuan- de una nueva secularización al perder el
do un experto cirujano practica una ope- poder legitimador que se las asigno en su
ración crítica en el quirófano en la que no día. No solo –según la conocida ley de los
solo muestra su pericia quirúrgica sino tres estadios comtiana10– la religión ha-
que, además, pone en su acción valora- bría sido desplazada por la metafísica,
ciones de la vida y de la muerte que él sino que esta, con Nietzsche por profeta,
aprecia como persona, tales como la jus- habría desembocado en una época, la
ticia o la responsabilidad. postmoderna, en la que los grandes rela-
tos emancipatorios y de legitimación de
4) Postmodernidad cultural. No es aún nuestra cultura, el relato de la libertad
agua pasada lo que la palabra postmoderni- burguesa, el relato de la razón ilustrada, el
dad ha querido significar. Quienes la eti- relato de la sociedad sin clases, relatos
quetaron de moda no percibieron las aguas que legitimaban o deslegitimaban verda-
profundas de donde emergía y que des y conductas, habrían perdido aquella
además de moda elitista y minoritaria fuera función. Los hombres habrían dejado de
síntoma de un malestar de la cultura creer en ellos. Y con ellos lo que llamá-
heredada. ¿Estamos en los umbrales de bamos verdad y norma carecerían de
una nueva época? El charco es profundo principio legitimador. Aquella, la verdad,
y además está revuelto. Pervive como deja de ser meta a la que aspira la razón,
clima cultural en el que prima el fragmen- para diluirse en materia informativa de un
to sobre la totalidad, la estética sobre la mundo dominado por la industria de la
ética y la religión, la diferencia sobre la comunicación. ¿Qué nos permite hoy
identidad, la autorreferencia al sujeto so- afirmar que un enunciado es verdadero,
bre el vínculo social. Conlleva relativiza- que una ley es justa o que un valor es
ción de culturas, aceptación del pluralis- legítimo? ¿Cómo diferenciamos una so-
mo, aborrece la seducción de los concep- ciedad justa de una sociedad injusta,
tos... Muestras de haber perdido la con- cómo reconocemos la calidad de vida en
fianza en la razón. Una cultura desplazada
de sus sedes originarias con un resultado 10COMTE, A.: Cours de philosophie positive, I, Paris,
1830, pp. 10 ss.
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(lo indecible) de Plotino y la “noche oscura” de na 7ª. Ver GARCÍA GÓMEZ-HERAS, J.M.:
los místicos. Religión y modernidad. La crisis del individualismo religio-
18 FINKIELKRAUT, A.: La derrota del pensamiento, so de Lutero a Nietzsche, Córdoba, Caja de A. y
Barcelona, Anagrama, 1987. Monte de Piedad, 1986, pp. 108-109.
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verdad. La sustancia del relato, por otra anillo hace a quien lo porta bueno y vir-
parte, coincide con la doctrina del con- tuoso y los tres querellantes muestran
temporáneo de Lessing, M. Kant, cuando egoísmo y carencia de amor y de virtud,
formula su programa de reducción de la ninguno de ellos posee el anillo benefac-
religión a razón práctica, es decir, a moral tor. En ese caso, váyanse a dar vueltas
y que, a nuestro entender, preludia uno por el mundo y al retorno quien más vir-
de los rasgos del mundo de hoy cuando tud y bondad haya demostrado, ese será
se relaciona con la religión. El mismo el posesor del verdadero anillo y, consi-
Goethe comparte la idea al interpretar el guientemente, el heredero.
inicio del Evangelio de Juan: “en el prin-
cipio era el Logos” no como palabra, sentido Los lectores de Nathan el Sabio, ciu-
o poder sino como acción21. dadanos de la corte imperial de los
Hohenstaufen, entonces en Sicilia, donde
El relato narra que el Sultan Saladino coexistían las tres religiones del libro,
propone al judío Nathan una pregunta cristianismo, judaísmo e islamismo, no
capciosa. Cuál de las tres religiones histó- dudarían en hacer aplicaciones22. Y el
ricas, Judaísmo, Cristianismo y Mahome- ilustrado Lessing, al tratar de legitimar la
tismo, es la verdadera. El judío, ladino y verdad de una religión histórica, recurre al
astuto, no responde en directo sino que anillo de incalculable valor, como símil
narra una parábola. Un rey, dice, tiene del tesoro que la religión es. Pero no ape-
que elegir heredero para su reino. La la a criterios teóricos para legitimar su
elección es complicada porque se presen- verdad, tales como el principio de la tra-
tan tres hijos como candidatos. ¿A quién dición, al encontrarse este en crisis a ma-
elegir? Será elegido aquel que porte un nos de la crítica histórica racionalista, ni
anillo precioso que hace a su portador tampoco a la autoridad como intérprete
bueno ante Dios y ante los hombres. Pe- de aquella verdad a causa del tsunami re-
ro, ¿quién de los tres hijos es posesor del volucionario de la libertad. Y menos aún
anillo? De momento, nada se sabe, por- a una religiosidad carente de virtud y ple-
que para no privilegiar a ninguno de los na de egoísmos por la herencia. Aparece
hijos el buen padre ha hecho fabricar a un entonces el supremo valor de la ética
orfebre dos copias exactas del anillo ver- reformada pietista: el testimonio moral
dadero. El padre llamó después por sepa- como criterio de verdad. La legitimidad
rado a los hijos y entregó a cada uno un de la religión la aporta la vida ética de
anillo idéntico. Los bendijo y murió. quien hace consistir su fe en honestidad.
Faltó tiempo a los tres hijos para reivindi- Es el testimonio y el compromiso, no la
car el trono, mostrando su anillo como teoría o la autoridad, quien legitima a la
criterio de legitimidad. Pero los anillos verdad. Consecuencia: la religión es más
eran idénticos y la perplejidad persistía. El vida moral en uso de la libertad, mediante
Juez entonces dictaminó: si el verdadero
22 Es sabido que el reino normando de Sicilia se
21 GOETHE, J.W.: Fausto. Parte primera, escena convirtió, como Toledo, en cruce de culturas con
3ª. De esa misma atmosfera respira G. Fichte al la coexistencia de cristianos, mahometanos y
definir el Yo como Tathandlung (actu-acción) y, a judíos. A finales del s. XII la corona pasó a Fede-
su manera, C. Marx al establecer la prioridad de la rico II Hohenstaufen, que trasladó allí su corte
praxis sobre la teoría, asignando a esta una fun- imperial haciendo de aquella un emporio de cultu-
ción servil respecto a la acción revolucionaria. ra y tolerancia.
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críptico, define el concepto de sentido como “en- no anclados en las narraciones de la tradi-
cuadre fundamentado sobre un tener, un ver y un ción sino en la subjetividad del individuo.
pensar previos desde donde algo se hace inteligible Sea esta la sola fides luterana, sea la razón
como lo que es”. Ser y tiempo, parag. 32.
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cartesiana, sea la libertad kantiana, la cultura este mundo donde las migraciones y el
moderna consuma también su giro coperni- intercambio están produciendo un mesti-
cano. En su órbita se consolidara la cons- zaje cultural imparable, también la religión
telación de valores que aun rigen nuestro se ve afectada. El multiculturalismo reli-
mundo: dignidad de la persona, derechos gioso exige diálogo, tolerancia, respeto
humanos, democracia, igualdad, solidari- reciproco. Se ha llegado a decir que la
dad. Con ellos –recuperando esencias hostilidad entre culturas está llamada a
originarias– está emplazada a dialogar y suceder a las guerras generadas por cam-
entenderse la religión cristiana, dando por bios de fronteras o por intereses econó-
resultado una religiosidad que asume los micos.
valores de la modernidad: 1) el sujeto: la
conciencia como protagonista en las deci- En el librito ya citado, tan breve como
siones y 2) La libertad responsable frente enjundioso, G. Sartori ha descrito la socie-
al paternalismo28. dad multiétnica. La coexistencia de la reli-
gión con la misma arrastra tensiones sin
5) Globalización, pluralismo y religión. La cuento porque los inmigrantes adscritos a
información, la economía o la política una cultura teocrática plantean problemas
muestran que nuestro mundo es un mun- de diálogo y convivencia muy diversos a
do globalizado en el que los conflictos, los que proceden de sociedades en las que
antes circunscritos a sectores, afectan hoy está vigente la separación entre la religión
a toda la humanidad. Hemos devenido y el estado30. El pensamiento religioso y
una aldea global en la que las naciones y los político tradicional pensó que la diversi-
estados se hacen permeables. Europa, a dad causaba la discordia y las guerras. De
pesar del blindaje de fronteras, se está ahí que la unidad de creencias fuera im-
transformando en una sociedad de recién prescindible para el ejercicio de la religión
llegados, que traen consigo tradiciones y y de la política. Pero la Reforma Protes-
creencias consolidadas. En no tantas tante, con su revalorización de la con-
décadas, un segmento numeroso de la ciencia creyente individual, encauzó el
humanidad, el adscrito al Islam, ha regre- pluralismo religioso no sin trágicas gue-
sado a ser uno de los protagonistas de la rras. El liberalismo y la democracia modi-
historia, no solo por ser posesor de im- ficaron la misma idea de unidad canoni-
prescindibles reservas del petróleo que zando la unidad en la diferencia. Se ex-
necesita el resto del mundo. Exhibe fren- pandió así la convicción de que la unidad
te al Occidente una sólida cohesión cultu- basada en la libertad y la tolerancia es más
ral, asentada sobre la religión. El diálogo fuerte y sólida que la unidad que impone
con él y otras culturas resulta ineludible, a la autoridad del autócrata. Posee mayor
pesar de que la proliferación de conflic- capacidad para generar cohesión pacifica.
tos, llámense guerra o terrorismo, estén Sobre tal convicción el pluralismo religio-
presentes o acechen por doquier29. En so ha impulsado la separación entre esta-
do y religión y con ello desactivado ries-
28 TOURAINE, A. Un nuevo paradigma. Para com- gos y conflictos. El pluralismo presupone
prender el mundo de hoy, Barcelona, Paidos, 2005.
29 GARCÍA GÓMEZ-HERAS, J.M.: Un paseo por
el laberinto. Sobre política y religión en el diálogo entre 30SARTORI, G.: La sociedad multiétnica. Pluralismo,
civilizaciones, Madrid, Biblioteca Nueva, 2008, pp. multiculturalismo y extranjeros, Madrid, Taurus, 2001,
117-218. p.53.
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que las diferentes esferas de la vida social: forma parte de lo que llegó a llamarse con
religión, política, ideología, deban de estar escaso esprit de finesse choque de civiliza-
separadas para evitar conflictos. Remar- ciones.
cando que pluralismo socio-cultural no
implica relativismo a nivel de las convic- El pluralismo afirma que la diversidad
ciones personales. El pluralismo encauza es en sí misma un valor que enriquece y
una protección de la esfera privada, tras- dinamiza. El pluralismo implica reparto
vasando competencias que anteriormente de valores, de poder y de normas. A lo
ejercían poderes públicos. En primer largo de la historia el pluralismo ha tenido
lugar la elección libre del valor supremo diferentes configuraciones: pluralismo de
que da sentido a la vida, como poder in- culturas, pluralismo político, pluralismo
alienable de la persona. religioso, pluralismo ideológico... La di-
versidad y el pluralismo no son percibi-
Nuestro mundo asiste sin sobresaltos dos como un mal sino como un valor. El
a una reordenación de la jerarquía de va- monismo es endogámico y empobrece. El
lores exigida por la libertad de conciencia, pluralismo multicultural va de la mano
la tolerancia y el reconocimiento del otro. con la tolerancia. Hablar de tolerancia
Con la tolerancia hay ideas que se reafir- presupone hablar de pluralismo, disenso,
man, tales como que el cambio es más diálogo y también consenso. Tolerar co-
valioso que el inmovilismo o que la dife- incide con respetar ideas y conductas
rencia es más aceptable que la homoge- ajenas no compartidas. La tolerancia ex-
neidad o que la alteridad es tan valiosa cluye el dogmatismo y el monopolio de la
como la identidad. En cualquier caso, la verdad. Existe una concatenación cuya
variedad es preferible a la uniformidad. secuencia transita desde el pluralismo a la
La discrepancia y el disenso dejan de ser diversidad, de aquí a la tolerancia, desde
lacras para ser percibidos como sendas ella a la libertad y de aquí al respeto y al
posibles de progreso. Las ideas y los valo- reconocimiento recíprocos. En la tole-
res, decía el pragmatista Dewey, se ase- rancia aún existen reminiscencias de de-
mejan a nubes que se pasean por el hori- valuación del tolerado, su carencia de
zonte: aparecen y desaparecen, se remo- igualdad con quien tolera, por eso prefie-
delan y engrosan, adquiriendo o perdien- ro la libertad a la tolerancia33.
do consistencia31. K. Popper contrapuso
dos tipos de sociedad: cerrada y abierta.
Ésta es plural y se caracteriza por la críti- 5.- HOMO NATURALITER RELIGIOSUS
ca racional, el ejercicio de la libertad y la (EL HOMBRE ES RELIGIOSO POR NATURA-
tolerancia. Es, sobre todo, una sociedad LEZA)
pluralista32. La religión en estos asuntos
Al relacionarse la religión con el mun-
do encuentra este revuelto y por ello ca-
31 DEWEY, J.: Teoría de la valoración, Madrid, Bi-
blioteca Nueva, 2008. Ver sobre este tema
rente de aquella claridad donde la expe-
GARCÍA GÓMEZ-HERAS, J.M.: Bioética y ecolo-
gía. Los valores de la naturaleza como norma moral, 33 Perspectivas históricas e implicaciones políticas,
Madrid, Síntesis, 2º12, pp.137-138. filosóficas etc. de la tolerancia BADILLO, P.,
32 POPPER, K.: La sociedad abierta y sus enemigos. O´FARRELL (coord.): Pluralismo, tolerancia, multi-
Trad. E. Loedel, Barcelona, Paidós, 1986, espe- culturalismo. Reflexiones para un mundo plural, Sevilla,
cialmente cap. 24. Akal, 2003.
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distancias establecidas por una tradición mundo y por la pertenencia de los cristia-
secular. nos a ese mundo. Al debatir el problema
de la desafección hacia la institución ecle-
1) Aprender las lecciones de la historia. siástica, al tópico Dios, SI, Iglesia y curas NO,
Como vimos anteriormente, la historia se reclama insistentemente la democratiza-
nos indica la conducta a seguir cuando el ción de la religión. Que la Iglesia se desplace
cristianismo se relaciona con un mundo desde la “sociedad perfecta” del jurista y
sociocultural nuevo. En la constitución desde el “cuerpo místico” del asceta, a la
Gaudium et Spes Concilio Vaticano II lee- Iglesia del “pueblo de Dios”. También
mos: “la Iglesia, desde el comienzo de su este, y no solo la Jerarquía, detenta legi-
historia, aprendió a expresar el mensaje timidades divinas. ¿Habida cuenta de la
cristiano con los conceptos y en la lengua heterogeneidad existente entre religión y
de cada pueblo y procuró ilustrarlo, sociedad, es posible tender puentes entre
además con saber filosófico. Procedió así la autocracia y la democracia, la aristocra-
para adaptar el Evangelio al nivel del sa- cia y el pueblo llano de los creyentes?
ber popular y a las exigencias de los sa-
bios en cuanto era posible. Esta adapta- 3) Del eurocentrismo al cristianismo católico.
ción de la predicación de la Palabra reve- Abolición de la iglesia cortesana. El policen-
lada debe mantenerse como ley de toda la trismo político y económico que avanza
evangelización”38. Lo cual presupone desde los comienzos del nuevo siglo afec-
perder el miedo al mundo moderno, de- ta también al protagonismo de la cultura
jarse interpelar por él. Acercarse al mun- occidental, a sus valores y tradiciones.
do no en plan de desafío sino de amigo, Entre ellas a la tradición religiosa que
Marcar cercanías en lugar de distancias, encarna el cristianismo. El cristianismo
dejar verter la propia sustancia en sus durante el último siglo se ha descentrado
moldes, coexistir y colaborar en lugar de demográficamente, desplazándose su
confrontación. centro cuantitativo desde Occidente al
Tercer Mundo. El resultado es un cristia-
2) Un clarividente teólogo del s. XX, I. nismo policéntrico en un mundo más
Congar, escribió hace décadas un magní- plural., donde un nuevo Papa viene a la
fico libro: Verdaderas y falsas reformas en la Roma centralista desde el fin del mundo.
Iglesia. Porque ambas han existido y exis- Se repiten las voces que exigen una des-
tirán. Sin embargo, nunca cuestionó el centralización de la iglesia curial a ventaja
tradicional axioma Ecclesia semper reforman- de una Iglesia federal con mayores com-
da. Porque así lo exige la historia y el petencias de las conferencias episcopales.
mundo en el que el Cristianismo se inser- Se pide una organización no vertical sino
ta. Frente a la secularización existen va- horizontal. Lo cual implicaría una aboli-
rias posturas. Por la que nunca optó la ción del vaticanocentrismo y de la corte
Iglesia fue por el enroque o el gueto, in- papal. No es de recordar que la institu-
cluso con cristianismo en minoría. La ción que llamamos corte, con su colectivo
reforma viene impuesta como exigencia y estilo de vida cortesanos ha estado aso-
por el diálogo del cristianismo con el ciado desde sus orígenes a la Monarquía.
Rey y Corte configuran un todo institu-
cional con sentido propio. Hubo una
38 Concilio Vaticano II, C. Gaudium et Spes, Nº 44.
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la solidaridad que responda al giro ético cartas entre las que destaca el rescate de
de la religión. Habermas reivindica lo una teología de la creación, cercana a una
común que ha de compartir los ciudada- ética de los valores intrínsecos de la natu-
nos de la sociedad multicultural con la raleza. 3) El compromiso social son los
formula unidad de la razón y multiplicidad de colectivos humanos más desfavorecidos:
sus voces. Es formula tiene su correspon- indigentes, desfavorecidos. Aquellos que
diente en la unidad de la religión y la mul- no tienen que llevarse a la boca ni donde
tiplicidad de sus voces. Con el hombre y caerse muertos.
los Derechos Humanos como preocupación
central. Se trata de una vieja idea del dia-
logo ecuménico, que se remonta a Leib- 7.- CONCLUSIÓN
niz, y que modificaría el monopolio sal-
vador del “extra ecclesiam nulla salus”, en la De los múltiples signos de los tiempos
creencia de que también otras religiones que nuestro mundo hodierno exhibe,
aportan verdad y santidad en la aldea sobresale el pluralismo y el multicultura-
global39. lismo. Con ambos está emplazada a con-
vivir la religión. Es de remarcar que plu-
6) Ejercicio de la conciencia crítica. Si algo ralismo no coincide ni con relativismo ni
adeuda nuestra época a lo que venimos con mundo secularizado. Pero se requiere
llamando modernidad, nada más fecundo valorar la idea del pluralismo no como un
que la razón critica. Ella inspiro las gran- mal sino como un valor. En ese valor que
des revoluciones que nos hicieron hom- sustenta el mundo actual, tiene un lugar
bres adultos, en fórmula kantiana. Ante- reservado la religión. El espacio que tute-
riormente hemos mencionado que la de- la la libertad. Tiempo ha que del lenguaje
construcción exigida por la seculariza- religioso han desaparecido palabras que
ción, genera campos fértiles para inespe- aun suenan en los foros políticos, tales
radas reconstrucciones de lo sagrado. En como xenofobia o racismo. La vivencia
nuestros días son de recordar tres idolatr- religiosa acontece hoy en día de múltiples
ías en curso: a) la idolatría del dinero y la formas. Lo cual da que pensar. Así las
sacralización de sus ceremonias. La crítica cosas no parece urgente para la religión
se ejerce aquí como apuesta por los po- cristina en relación con el mundo de hoy
bres y la limpieza en casa propia en pro la promulgación de nuevos dogmas. Hace
de la justicia y transparencia. b) La socie- siete décadas que eso no sucede. Los
dad del consumo y despilfarro, siempre herejes que pudieran haberlos urgido no
unida al dinero. Estamos emplazados con dejan oír sus voces. Pero si parece inelu-
el quizás mayor problema de nuestro dible un proceso de adaptación selectiva,
futuro. La destrucción de la naturaleza un contemporáneo verter el vino viejo en
que es nuestro mundo. La Iglesia llega odres nuevos, exigido por la nueva cons-
con retraso a una cita: la del problema ecoló- telación de valores que configura nuestro
gico. Teniendo en el bolsillo magnificas mundo. Seguir, simplemente, las ense-
ñanzas de la historia del cristianismo.
Ateniéndose a la regla que aún está vigen-
39Sobre el universalismo religioso y sus paralelismos
con el universalismo ético abunda la conocida obra te: reconocer la diversidad de ideas y va-
de KÜNG, H.: Proyecto de una ética mundial. Trad. lores y la necesidad de consenso en la
de G. Canal, Madrid, 1991, ver pp. 30 ss., 121 ss.
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