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6.4. - Democratización de Las Familias
6.4. - Democratización de Las Familias
UNICEF
Autoras
Graciela Di Marco
Marcela Altschul
Alejandra Brener
Susana Méndez
Ilustraciones
Marcela Altschul
ISBN: 950-511-???-?
Coordinación editorial
Á rea de comunicación. UNICEF. Oficina de
Argentina. Junín 1940 PB (C1113AAX) Ciudad de
Buenos Aires. Agosto de 2005
Índice
PRIMERA PARTE
Pág. 7 1.Introducción
SEGUNDA PARTE
Pág. 19 Módulo 1
Las familias. Nuevas configuraciones
Pág. 21 Actividades
Pág. 31 Módulo 2
Identidades de género. Relaciones de género en las familias
Pág. 33 Actividades
Pág. 61 Módulo 3
Familias y masculinidades
Pág. 63 Actividades
Pág. 79 Módulo 4
Relaciones de género y de autoridad en las familias
Pág. 81 Actividades
Pág. 87 Módulo 5
Derechos de niñas, niños y adolescentes
Pág. 89 Actividades
Pág. 97 Módulo 6
Conflictos y negociaciones en las familias
pág. 5
1. INTRODUCCIÓN
1 En el nivel internacional: Conferencias Mundiales sobre la Mujer, impulsadas por las Naciones Unidas, la Convención
sobre la Eliminación de todas las formas de Discriminación contra la Mujer (Naciones Unidas, 1979), la Convención
Interamericana para prevenir, sancionar y erradicar la violencia contra la mujer (Belem do Pará), (OEA, 1994).
En el nivel nacional: la reforma de la Constitución de la Nación de 1994, en el capítulo cuarto, artículo 75, inciso 22, establece que
los Tratados de Derechos Humanos tienen jerarquía constitucional: la Convención sobre la Eliminación de todas las formas de
Discriminación contra la Mujer (aprobada por la Asamblea General de las Naciones Unidas. Ratificada por Ley Nº 23.179 del año
1985), la Convención sobre los Derechos del Niño (Naciones Unidas, 1990), el Pacto de San José de Costa Rica.
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por todo el planeta. Es la revolución más im- la Mujer del Gobierno de la Ciudad de Buenos
portante porque llega a la raíz de la sociedad y Aires, en el 96% de los casos es la misma vícti-
al núcleo de lo que somos. Y es irreversible. ma quien hace la denuncia.2 En el 93% de los
Decir esto no significa que los problemas de casos el agresor es el cónyuge (esposo o con-
discriminación, opresión y maltrato de las mu- cubino) y en el 3% se trata del ex cónyuge. Un
jeres y sus hijos hayan desaparecido o ni si- 85% de las denunciantes conviven con el agre-
quiera disminuido en intensidad de forma sus- sor. En un 88% de los casos se trata de mujeres
tancial. De hecho, aunque se ha reducido algo con hijos y éstos conviven con la pareja en el
la discriminación legal, y el mercado de trabajo 77% de los casos. En un 43% de los casos de-
muestra tendencias igualadoras a medida que nunciados, los chicos y adolescentes también
aumenta la educación de las mujeres, la violen- son víctimas de violencia (Chitarroni, 2002).
cia interpersonal y el maltrato psicológico se
generalizan, debido precisamente a la ira de los
hombres, individual y colectiva, por su pérdida Hacia la democratización de las familias
de poder... No obstante, para la mayoría de los
hombres, la solución a largo plazo más acepta- Diversos autores han discutido las transforma-
ble y estable es renegociar el contrato de la fa- ciones de las identidades femeninas y los cambios
milia heterosexual. Ello incluye compartir las en las familias, subrayando tanto las tendencias
tareas domésticas, la participación económica, hacia una mayor democratización como los obstá-
la participación sexual y, sobre todo, compartir culos que demoran que ésta se concrete.
plenamente la paternidad...".
Anthony Giddens (1992) señala que las carac-
Una dimensión relevante en los cambios terísticas de la democratización de la vida privada
que se observan en las familias es la nueva po- se vinculan con el establecimiento de relaciones
sición de muchas mujeres que, aún de forma libres e igualitarias entre los individuos y de siste-
incipiente y ambigua, reclaman otro lugar en el mas de autoridad que no estén fijados mediante
sistema de autoridad familiar o plantean el res- contratos rígidos, basados en la complementarie-
peto de sus derechos. Estos reclamos ocasio- dad de roles, sino en la especialización de cada
nan frecuentemente conflictos con sus compa- uno, de acuerdo con las capacidades de cada per-
ñeros varones, quienes sienten amenazadas sona, y teniendo en cuenta las posibilidades que
sus concepciones y prácticas tradicionales a tal cada persona tiene para desarrollarlas, más allá
punto "naturalizadas", que la propuesta de mo- de ser hombre o mujer. La democratización de las
dificaciones a esas relaciones es contestada relaciones tiene en su centro la creación de cir-
con escaladas de violencia, las que van desde cunstancias en las cuales la gente pueda desarro-
la descalificación, la burla y las amenazas de llar sus potencialidades y expresar sus cualida-
abandono hasta la violencia física. des. Un objetivo clave es que cada individuo de-
be respetar las capacidades de los otros, tanto co-
El abuso de poder por parte de los hombres mo su habilidad para aprender y aumentar sus
hacia las mujeres, niños y niñas, la aceptación aptitudes. En el centro de las prácticas, se refiere
de los castigos corporales infligidos por los pa- a las negociaciones en las relaciones afectivas.
dres a los hijos o por los hombres a sus compa-
ñeras, la aceptación de los maltratos como for- Para que las prácticas democráticas se
ma de interacción son los extremos del autori- transformen en forma de vida se requiere un
tarismo en las relaciones familiares. Según una cambio cultural en los modelos de género, de
investigación reciente que analizó información autoridad y en la concepción de los derechos
contenida en los registros de la línea telefónica de la infancia. La democratización de las rela-
de violencia familiar de la Dirección General de ciones familiares es un lento y trabajoso proce-
2 Los autores trabajaron a partir de los datos contenidos en un conjunto de 325 fichas seleccionadas y destacan que no se
puede afirmar que se trate de una muestra representativa del universo de las mujeres golpeadas, sino sólo de aquellas que
denuncian la agresión. Casi la totalidad de las denunciantes residen en el Gran Buenos Aires (Capital Federal y Conurbano) .
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Introducción
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cionales y racionales para emprender determi- foque alteran las relaciones de poder tradiciona-
nadas prácticas tendientes a superar las condi- les. Contribuyen al aumento de las capacidades y
ciones de subordinación. Permite a las mujeres de la autonomía de estas mujeres, entendidas co-
negociar sus relaciones con sus compañeros y mo un proceso de cambio personal y colectivo
tomar un lugar de autoridad en la familia. A la que se traduce en una búsqueda de control, una
vez, quienes deciden separarse o son abando- mayor confianza en sí mismas y un reconoci-
nadas reelaboran su situación, lo que en mu- miento del derecho a tomar decisiones y a hacer
chos casos –incluso a pesar de la situación de elecciones, incidiendo en los propios asuntos y
pobreza– les permite desarrollar procesos de en los de la sociedad a la que pertenecen.
autonomía, así como estrategias de mejor cali-
dad de vida para ellas y para sus hijos e hijas. Los procesos de participación social y de
Además, cuando encuentran un nuevo compa- prácticas de negociaciones democratizadoras,
ñero, el sistema de autoridad familiar algunas que pueden darse simultáneamente o no, pue-
veces se construye sobre bases más democrá- den ser impulsados a través de una política pú-
ticas y generalmente comparten las decisiones blica que conlleve un enfoque de género que
o bien establecen esferas de autoridad diferen- considere las relaciones de poder asimétricas
tes con los hijos e hijas propios provenientes entre hombres y mujeres. Esta perspectiva in-
de uniones anteriores. La participación social, cluye, además, la concepción integral de los
más que el trabajo remunerado, colabora para derechos de niños, niñas y adolescentes y las
que las mujeres puedan elaborar este discurso. nuevas concepciones que se van construyendo
Al establecer las relaciones con el otro género acerca de las masculinidades, todas dimensio-
desde esta perspectiva de derechos, se abre el nes necesarias para promover una transforma-
camino para las negociaciones familiares. ción de las relaciones de poder en las familias.
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Introducción
de un enfoque de género y de ciclo vital. El enfo- en marcha. A partir de la evaluación de las ca-
que consiste en pensar a los actores sociales co- racterísticas que adopte su implementación en
mo gestores de transformaciones que se conso- cada sitio, se podrán establecer nuevas pro-
lidan utilizando los conocimientos que se les puestas que apunten a la democratización y el
transmiten, pero también incorporando saberes fortalecimiento de las familias.
basados en la experiencia cotidiana.
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2. PROPUESTA METODOLÓGICA4
Para el logro de los objetivos que hemos pre- propósito es necesario, como hemos señalado
sentado, consideramos que es necesario vivenciar anteriormente, que cada bloque de contenidos
los esquemas teórico-conceptuales, con el fin de con sus respectivas actividades sea comple-
que éstos "tomen cuerpo" y devengan en saber. mentado con la lectura de los capítulos desarro-
llados en el libro Democratización de las fami-
Según Daniel Calmels (1997) en nuestra lias (UNICEF, 2005). Durante una segunda eta-
cultura en general, y en algunos círculos de pa, se aconseja la formación de sujetos multipli-
práctica profesional en particular, el conocer cadores entre los miembros de la comunidad.
se valoriza más que el saber. Así se jerarqui-
zan conceptos que no tienen corresponden- Esta propuesta es concebible desde una
cia con la práctica, pues el "discurso concep- modalidad de abordaje teórico-vivencial, don-
tual" está altamente valorizado. Desde esta de el saber se construye a partir de una recon-
lógica, surge la diferencia entre "conocer" y ceptualización de la experiencia. De este mo-
"saber", palabras que muchas veces son to- do, la construcción del saber, que da poder de
madas como sinónimos, cuando en realidad uso, surgirá de la articulación entre la expe-
distan mucho de serlo. Alicia Fern á n d e z riencia y su reflexión teórica, posibilitando la
(1987) dice al respecto: apropiación de conocimientos.
"El conocer es objetivable, transmisible en El material que aquí se presenta podrá ser
forma indirecta o impersonal; se puede ad- utilizado para desar rollar actividades con adul-
quirir a través de libros o de máquina, se tos y adultas (agentes institucionales y/o miem-
enuncia a través de conceptos. En cambio, el bros de la comunidad), adolescentes, niños y
saber es transmisible sólo directamente, de niñas, ya que fue diseñado desde una perspec-
persona a persona, experimentalmente, sólo tiva comunitaria. No obstante, será necesario
puede ser enunciado a través de metáforas, que cada coordinador o coordinadora tome en
paradigmas, situaciones, casos clínicos. El cuenta y adecue su planificación en función de
saber da poder de uso. No así los conoci- las características propias de la cultura local y
mientos. Así si alguien dice: "Sé manejar" se de todos y cada uno de los participantes (ma-
supone que si se le proveyera un auto, podría nejo de la lectura y escritura, presencia de per-
salir manejando. Pero si dice: "Yo conozco sonas con necesidades especiales, etc.).
cómo manejar un auto" hasta el mejor amigo
dudaría en prestarle el suyo".
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Propuesta Metodológica
mientras el grupo de referencia ofrecerá la con- que se realiza no se convierta en una mera ca-
tinuidad de sostén y confianza. tarsis que interrumpa el proceso de aprendiza-
je. En esos momentos las personas a cargo de
Para facilitar este proceso, es necesario que la coordinación pueden a) escuchar lo que se
la persona que coordine regule los tiempos y plantea – sabiendo que esa escucha, paciente y
ritmos en función del grupo, cuidando muy es- serena, no resolverá el conflicto de la persona,
pecialmente que la información que se maneja pero puede satisfacer la necesidad de expre-
en cada taller quede circunscripta al ámbito pri- sión de los sentimientos– evitando juicios de
vado de ese grupo. valor o consejos dirigidos a la persona que ha-
bla, por parte del resto del grupo o de la misma
El Programa Democratización y Fortaleci- persona que coordina; b) modificar la actividad,
miento Familiar está concebido desde una articulando los temas que se vinculan con lo
perspectiva comunitaria con un claro sentido expresado con los contenidos propuestos pa-
multiplicador, es decir que quienes formen a ra la reflexión; c)repensar grupalmente los con-
otros tengan la convicción de que éstos serán tenidos emergentes que fueron expresados ,
los continuadores de la propuesta. Es impor- para vincular lo personal con lo colectivo, invi-
tante que la persona que coordine no pierda de tando a desnaturalizar y desprivatizar si es ne-
vista la idea de proceso. El objetivo es tender a cesario, las situaciones planteadas.
la apertura del grupo hacia la comunidad, bus-
cando la asociación con otros grupos que se Del mismo modo, es fundamental que el ó la
propongan transitar procesos similares. coordinadora gradúe la práctica de las activida-
des que sugerimos, de acuerdo con su expe-
Por ello, es fundamental que la coordinación riencia en coordinación grupal. De no estar se-
tenga siempre en cuenta la idea de proceso, a guros/as, es conveniente que elijan otra activi-
través del cual los y las participantes construyen dad destinada a trabajar la misma temática, con
conocimientos, construcción en la cual no es una dinámica que les resulte "cómoda" y relaja-
menor la revisión de la propia historia, de los vín- da, ya que la modalidad, flexibilidad y seguri-
culos de los que participa, de conflictos transita- dad del coordinador/a impactará en forma di-
dos ó presentes en su vida. recta en la vivencia de los participantes y el pro-
vecho que puedan obtener de esta experiencia.
Desde la perspectiva colectiva y vivencial
que encierra la metodología que proponemos,
muchas actividades pueden movilizar senti-
mientos, memorias, constituyéndose, en líneas 2.2 La metodología
generales, en experiencias inéditas para los/as
participantes. Si algunas personas desean utili- Para que resulte efectiva, la metodología de
zar este espacio exclusivamente para expresar los talleres requiere que cada participante pue-
sus experiencias5 como una necesidad catárti- da escucharse a sí mismo/a, atender con la ma-
ca, pueden producir situaciones desbordantes yor amplitud posible a sus compañeras y com-
que anulen la posibilidad de sostener el espa- pañeros de grupo, aceptar las diferencias y
cio de taller como ámbito vivencial y de refle- aprender a respetarlas.
xión. Es responsabilidad de la coordinación, a
través de la utilización de estrategias adecua- Entendemos que para facilitar este proceso,
das, que la experimentación sobre sí mismo/a el coordinador o coordinadora necesitará desa-
rrollar previamente una capacitación, ya que só-
5 Según nuestra experiencia, se trata de relatos de lo de este modo obtendrá las herramientas ne-
situaciones en extremo conflictivas y dolorosas, que la cesarias y la seguridad para realizar su tarea en
persona presenta, al sentir que por primera vez se siente un clima de intercambio y escucha.
habilitada a hablar de las mismas, con una cierta ilusión
de obtener un consejo o sugerencia al estilo de un grupo Es fundamental la claridad conceptual de
de autoauyuda. los coordinadores, para acompañar al grupo
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acercando nuevas definiciones teóricas y alter- ■ Pretaller
nativas para la reflexión. Entre sus cualidades,
la persona que coordina deberá entrenarse en: Durante el pretaller se desarrollan las siguien-
tes actividades:
- ser buen escucha
- dejar hablar (en caso de que alguien pre- - lectura o repaso de la evaluación del taller
sente dificultades para dejar de hablar de sí precedente
mismo, ponerle límites, gentilmente, reorien- - planificación de la actividad
tando el foco del intercambio) - convocatoria de participantes
- hacer sentir cómodo al grupo - preparación de los materiales necesarios
- sostener la tarea, eliminando distracciones - acondicionamiento del lugar
- ponerse en el lugar del otro
- ser flexible
- ser paciente ■ Taller
- controlar las propias emociones
- preguntar Apertura: rompehielo
- no criticar ni juzgar
- tener capacidad de síntesis Resulta muy fructífero comenzar el taller
con actividades que marquen un cambio entre
Comprendemos que el rol del coordinado- las tensiones del momento, producto de la vi-
r/a consiste en facilitar el proceso de intercam- da cotidiana, y la actividad que se está inician-
bio grupal, escuchando a todos y todas, dan- do, para predisponer a los integrantes del gru-
do lugar a la diversidad y jerarquizando las di- po a la participación.
ferentes vivencias y puntos de vista: no se es-
pera de él/ella que se constituya en el portador Entendemos por rompehielo un tipo de activi-
del saber sino en un facilitador/a dispuesto/a a dad o juego que actúa como bisagra entre el
aportar sus conocimientos y recursos para en- afuera y el adentro: da tiempo para dejar de lado
riquecer la construcción del conjunto. los problemas o preocupaciones y para ingresar
paulatinamente en un ameno clima de trabajo.
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Propuesta Metodológica
Cierre del taller: momento de evaluación tan organizadas en función del grupo destinata-
rio: niñas y niñas (de entre 8 y 12 años aproxi-
El modo de trabajar la finalización de cada ac- madamente); adolescentes (entre los 13 y 19
tividad propuesta es tan importante como la acti- años aproximadamente); jóvenes y adultos (de
vidad en sí. Es el espacio que le otorga sentido a 20 años en adelante); agentes comunitarios.
las actividades realizadas, a través de reflexiones,
sensaciones y recuerdos. En el caso de actividades destinadas a niñas
y niños, sugerimos dedicar un período de 35 a
Es un momento clave para que la coordina- 45 minutos y destinar el resto del horario a otro
ción formule preguntas de modo que cada parti- tipo de tareas, con el fin de no agotar su interés
cipante arribe a conclusiones personales por sus excediendo el tiempo de concentración.
propios medios. Una conclusión o reflexión pro-
pia siempre tiene mayor impacto que la ofrecida Cuando se trate de talleres para adolescen-
por otro; son construcciones de gran valor e im- tes y adultos, se deberá tener en cuenta que, en
pacto, difíciles de olvidar. caso de desarrollar encuentros de media jorna-
da o jornada completa, será conveniente alter-
Al final de cada actividad, se presenta una nar las actividades con momentos de reflexión
guía para el momento de las reflexiones. Esta y conceptualización, considerando sus posibili -
guía comprende sugerencias sobre preguntas o dades y dificultades de concentración. De este
temas para proponer, pero éstos quedarán suje- modo, se equilibrarán los momentos de mayor
tos a modificación en función de los intereses de exigencia con instancias que permitan despla-
la coordinación y de cada grupo. zamientos o movimiento.
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situación particular, tomando los emergentes berá ser retomada al finalizar la actividad como
del grupo y permitiéndose recrear la propuesta. insumo de las reflexiones y el cierre conceptual.
Por este motivo, las actividades planteadas La edad de la población para la cual ha sido di-
pueden ser readaptadas a las necesidades del señada cada secuencia de actividades se indi-
grupo, quedando a decisión de la coordinación cará con un ícono característico.
la utilización de esa actividad o de otra alternati-
va, siempre que contribuya a los objetivos bus- Actividades destinadas a:
cados. Por otro lado, si bien en el inicio de cada
tarea, se indica, por medio del ícono correspon- Agentes institucionales
diente, a quién va dirigida en forma prioritaria,
las actividades también podrán ser adaptadas a
otro grupo de personas de acuerdo con el pro-
pósito de cada taller, grupo y contexto.
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