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EL DESAFÍO DE LA EDUCACIÓN INCLUSIVA: EL SISTEMA Y LA ESCUELA QUE
QUEREMOS
Para esta Comisión un sistema escolar inclusivo, que garantice una educación de calidad en
igualdad de condiciones para todas las personas, debe caracterizarse por lo siguiente:
Esto es, un sistema que promueve la colaboración más que la competencia entre los
establecimientos educacionales, contempla un currículo flexible, intercultural y promueve de
manera equilibrada las diferentes áreas de desarrollo de las personas y todo tipo de
aprendizajes. Un sistema en el que la evaluación tiene por finalidad optimizar el proceso
educativo de cada estudiante identificando las barreras y las necesidades de apoyo de las escuelas
y estudiantes para lograr su plena participación, desarrollo y aprendizaje. Esto implica superar
las prácticas que comparan o clasifican a los estudiantes en función de estándares o criterios
normativos, así como establecer criterios de inclusión para la asignación de recursos y la toma
de decisiones de políticas en los diferentes componentes y niveles educativos del sistema.
Provee diferentes opciones educativas equivalentes en calidad para asegurar el pleno acceso
a la educación y el desarrollo de trayectorias educativas satisfactorias.
Provee los recursos y apoyos necesarios para dar respuesta a la diversidad en todos los niveles
educativos y asegurar la plena participación, desarrollo y aprendizaje de cada estudiante.
Los establecimientos son inclusivos y acogen a todos los estudiantes de la comunidad, sin
mecanismos de discriminación ni selección de ningún tipo, y promueven la plena participación,
desarrollo y aprendizaje de todos y todas. Son espacios acogedores, seguros, estimulantes,
donde todos y todas se sienten reconocidos, valorados y respetados en su diversidad e identidad
y donde se promueve la participación y la
colaboración de todos los miembros de la comunidad educativa, incluidos los estudiantes, en
un clima de respeto y confianza. En una escuela inclusiva se tienen altas expectativas y se tiene
la firme creencia de que todos los estudiantes pueden aprender y desarrollarse integralmente si
cuentan con los medios y apoyos necesarios. Las comunidades educativas revisan y mejoran
sistemáticamente sus prácticas, identificando de forma oportuna las barreras que limitan el
desarrollo y aprendizaje de los estudiantes y su participación en el currículo y en la comunidad
escolar; las actividades curriculares y extracurriculares promueven la participación del todo el
alumnado, y tienen en cuenta su lengua materna, su cultura, sus capacidades, ritmos y estilos
de aprendizaje, así como los conocimientos y la experiencia que éstos han construido dentro
y fuera de la escuela.
1
En el artículo 22 de la LGE consiste en una opción organizativa y curricular que procura dar respuesta a requerimientos
específicos de aprendizaje
todos los niveles y modalidades educativas, en el marco de un sistema de apoyo integral que
contemple un continuo de prestaciones que vayan desde las más generales para todos los
estudiantes o para grupos específicos de población, a las más especializadas e intensivas que
puede proporcionar la educación especial.
Una idea que todavía predomina en ciertos establecimientos, y es preciso superar para avanzar
hacia la inclusión, es la de la “especialización”. Esta creencia tiene como consecuencia que los
docentes piensen que no están preparados para atender las necesidades educativas especiales,
delegando la responsabilidad de la educación de estos estudiantes a los profesores
diferenciales o especialistas.
MARCO NORMATIVO
2 Dur ante el tr anscur so del tr abajo de la Comisión se apr obar on en el Par lamento diver sas modificaciones a la Ley Gener al de Educación tales como la
incor por ación de los pr incipios del Sistema educativo de “Diver sidad”, “Integr ación e Inclusión”, “Dignidad del ser huma no” y “Educación integr al” y
la obligación del Estado de pr opender a una educación inclusiva y de calidad, entr e otr as. A la fecha se encuentr a en su último tr ámite ante el Tr ibun al
Constitucional.
Debido a los enfoques antes mencionados en la legislación educativa actual existe una
dispersión de instrumentos normativos que regulan la modalidad de educación especial y de
educación regular en forma separada y que no están debidamente alineados ni articulados, lo
que tiende a producir confusiones que pueden afectar la implementación de la política y que
limitan avanzar hacia un sistema educativo inclusivo.
Si bien la legislación por sí sola no es suficiente para lograr cambios en las prácticas es un
elemento clave porque es determinante en el desarrollo de las políticas y la asignación de los
recursos necesarios. Por ello, es necesario que se revise el marco normativo general que regula
temas como la admisión de estudiantes3, el currículo, la evaluación, y el financiamiento, entre
otros.
Las prácticas discriminatorias y la selección están muy arraigadas en el país, lo cual, además
de atentar contra la dignidad de los estudiantes y la libertad de los padres para elegir la escuela
que quieren para sus hijos, genera una gran desigualdad y segmentación en el sistema
educativo6. La segmentación durante el transcurso del trabajo de la Comisión se aprobaron en
el Parlamento diversas modificaciones a la Ley General de Educación tales como la
incorporación de los principios del Sistema educativo de “Diversidad”, “Integración e
Inclusión”, “Dignidad del ser humano” y “Educación integral” y la obligación del Estado de
propender a una educación inclusiva y de calidad, entre otras. A la fecha se encuentra en su
último trámite ante el Tribunal Constitucional.
3 Un Estudio r eciente de CEPPE muestr a que la utilización de sesiones de juego par a evaluar la madur ez de los estudiantes que postulan por pr imer a
vez a la escuela, se ha implementado en un 40% de los establecimientos que cuentan con Subvención Pr efer encial, lo que da cuenta de la selección
por var iables académicas en las escuelas que r eciben financiamiento público. (Car r asco et al, 2013).
El hecho de que determinadas escuelas excluyan conlleva que los estudiantes con mayores
necesidades de apoyo se concentren en ciertos establecimientos. Particularmente, las escuelas
municipales concentran un porcentaje mayor de estudiantes con discapacidades más
significativas. Ello conduce a una situación inequitativa en un sistema donde los incentivos
están asociados a los resultados de aprendizaje y a la vez genera composiciones de matrícula
homogénea que limitan tanto el aprendizaje de competencias democráticas y ciudadanas,
como de un mejor aprendizaje académico, para todas y todos.
El estudio de la Fundación Chile señala que el peso relativo de los alumnos con discapacidad
(NEE permanentes conforme a terminología del D. 170) en las escuelas municipales es de un
35,6% del total de alumnos con NEE integrados mientras que en las particulares
subvencionadas es un 20,4%(MINEDUC/Fundación Chile, 2013).
Del total de escuelas con PIE al 2014 un 72,2% correspondían a escuelas municipales y
28,8% a particulares subvencionadas.
Número de Estudiantes Integrados PIE 2011-2014 según dependencia
administrativa
Las prácticas discriminatorias no solo están presentes en el acceso a las escuelas. También se
producen cuando se expulsa a los estudiantes por bajo rendimiento o por problemas de
conducta, se organizan grupos homogéneos al interior de la escuela o en las aulas en función
de similares niveles de rendimiento, no se garantiza el derecho de los estudiantes a aprender
en su lengua materna, o no se reconoce ni valora su cultura de origen.
Las prácticas discriminatorias no solo están presentes en el acceso a las escuelas. También se
producen cuando se expulsa a los estudiantes por bajo rendimiento o por problemas de
conducta, se organizan grupos homogéneos al interior de la escuela o en las aulas en función
de similares niveles de rendimiento, no se garantiza el derecho de los estudiantes a aprender
en su lengua materna, o no se reconoce ni valora su cultura de origen.
MODELO DE FINANCIAMIENTO
El modelo de financiamiento por alumno y asistencia obliga a las escuelas, incluidas las
municipales, a competir con otras para tener matrícula y obtener así mayores recursos, y, en
muchos casos, a excluir a aquellos que puedan ser más difíciles o costosos de educar. La lógica
de la competencia conlleva que los establecimientos busquen alcanzar los resultados, medidos
a través del SIMCE, con el mínimo uso de recursos posibles, en
aras de la eficacia y eficiencia, lo cual excluye en mayor medida a los estudiantes con mayores
necesidades de apoyo, y especialmente aquellos en situación de discapacidad.
Los modelos de subvenciones diferenciadas, que se han introducido en los últimos años para
corregir la insuficiencia del monto homogéneo por estudiante, operan en forma fragmentada y
se sustentan en la categorización de los estudiantes, lo que profundiza la segregación, la
dispersión de recursos y el etiquetamiento de los estudiantes. El financiamiento compartido,
por su lado, aumenta la brecha de la calidad de la educación que se ofrece a los estudiantes de
los sectores medios y de menores recursos.
Las prácticas pedagógicas predominantes en las escuelas también se caracterizan por ser
homogéneas y, en general, las y los docentes no cuentan con las herramientas necesarias para
enseñar y evaluar a alumnos diversos. A esta situación es preciso añadir el alto número de
estudiantes por aula que dificulta una mayor personalización de los procesos de enseñanza y
aprendizaje.
Esto se ve agravado por el uso inadecuado e injusto de los resultados para establecer un ranking
entre escuelas y liceos. Esta comparación, por un lado, desconoce la estrecha relación entre el
nivel socioeconómico y los resultados de aprendizaje y que los resultados no indican
necesariamente el desarrollo de un mejor servicio educativo. Por otro lado, promueve la
clasificación o categorización de los establecimientos en circunstancias que las condiciones de
los mismos son muy diferentes. Esta situación nuevamente incentiva la selección y la
competencia, por lo que es necesario modificar el actual sistema de evaluación.
Para los docentes es complejo dar respuesta a la diversidad en un contexto de políticas de
rendición de cuentas que conduce a concentrar su atención en los alumnos que potencialmente
pueden aportar al resultado SIMCE de la escuela, delegando en los profesionales de apoyo el
aprendizaje de aquellos que no logran seguir el mismo ritmo que el resto del grupo. 4
El uso de los resultados de las evaluaciones con fines de rendición de cuentas otorga a las
pruebas estandarizadas un papel central en las oportunidades educativas. Estas pruebas se
limitan a algunas áreas curriculares y a cierto tipo de aprendizajes susceptibles de ser evaluados
por este tipo de pruebas, lo cual conduce a que no se preste la misma importancia a todas las
áreas de desarrollo y aprendizaje afectando el fin último de la educación de promover el
desarrollo integral de los estudiantes.
Al igual que en otros países del mundo una de las principales barreras para la atención de la
diversidad y de la discapacidad, en particular, es que la formación inicial no proporciona las
herramientas suficientes para diseñar situaciones de aprendizaje que favorezcan la
participación y aprendizaje de todos, trabajar en colaboración con otros colegas y
profesionales, evaluar los procesos de enseñanza y aprendizaje, y comprender las implicaciones
de los tipos de discapacidad en los procesos de enseñanza y aprendizaje, entre otros. En
cuanto a la formación de los futuros docentes de educación diferencial, aunque se han producido
cambios para superar el enfoque médico, todavía persiste en ciertas universidades e institutos
una orientación que no les prepara adecuadamente para colaborar con los docentes en la
atención a la diversidad, y ejercer
4
MINEDUC/Fundación Chile 2013.
funciones de apoyo para abordar las necesidades educativas que puedan presentar los
estudiantes desde un enfoque educativo y curricular.
La desigual distribución de los docentes más cualificados y las condiciones en las que se
desempeñan, con clases muy numerosas, falta de tiempos para planificar, formarse, o
coordinarse con otros colegas y familias, constituyen barreras importantes para la inclusión y
la respuesta educativa a la diversidad delalumnado.
5
CPEIP- PUCV (2013) Primer inf orme de avance: elaboración de estándares para la formación inicial de prof esores de
educación especial.
NORMATIVA LEGAL EN TORNO A LA EDUCACIÓN
ESPECIAL EN CHILE
La escuela es formadora y socializadora por esencia. Dentro de ella conviven personas con
diferentes intereses, credos, orígenes, edades y necesidades. Cumple un rol fundamental en
el desarrollo y crecimiento de los demás: niños y adultos, educadores y alumnos. La comunidad
educativa debe sacar adelante un proyecto y, sobre todo, respetar el derecho innegable a la
educación.
El maestro debe ser el gran observador. Cuenta con una posición privilegiada a la hora de
detectar cualquier conducta que se salga del marco del desarrollo. Pero también para observar
la evolución, retroceso o estancamiento en aquellos alumnos con Necesidades Educativas
Especiales (NEE) que tiene a su cargo.
El aula es el espacio idóneo para entregar los apoyos que cada niño precise, promover los
andamiajes entre pares, así como la colaboración con los profesionales externos. Es
fundamental considerar el proceso de enseñanza-aprendizaje como una responsabilidad de
todos, una construcción compartida, donde el principal objetivo es desarrollar al máximo las
habilidades de cada alumno, sin olvidar que todos somos diferentes y que la diversidad es un
valor universal.
Es sabido que solo a través de la educación es posible flanquear las barreras sociales y dar
igualdad de oportunidades a todos. En especial, a quienes están en condiciones de marginalidad
y pobreza, como suele identificarse a un número importante de personas con discapacidad.
Según el Primer Estudio Nacional de la Discapacidad (FONA- DIS - INE, 2004), existen
2.068.072 personas con discapacidad. Esto significa que uno de cada ocho habitantes tiene
esta condición, y que una de cada tres familias cuenta entre sus miembros con uno
de ellos, lo que equivale a un 12,9% de la población. Otro dato tiene que ver con la
caracterización geográfica. El 50,9% se concentra en las regiones VIII y Metropolitana,
mientras que nivel a nacional, las zonas rurales superan en número a las ciudades. En relación
con la condición socioeconómica, al segmento de más escasos recursos la discapacidad lo
impacta con mayor violencia, alcanzando un 20%, mientras que en la clase media llega a un
11,7%, y en la clase alta solo un 4,7%.
De esta forma, se puede concluir que la pobreza conlleva un nivel de discapacidad mayor, por
la dificultad o imposibilidad de acceder a tratamientos remediales o acciones preventivas debido
a su alto costo. Esto implica que superar la pobreza permitiría reducir el número de personas
con discapacidad.
Respecto al acceso a la educación, solo uno de cada cuatro personas con discapacidad ingresa
al sistema formal de enseñanza. De ellas, una de cada dos no ha completado el nivel básico.
Desde 1998, el Ministerio de Educación, Mineduc, responde a las nuevas normativas con la
Política de Integración Escolar, que regula los llamados Proyectos de Integración (PIE). Esta
vela por el acceso, permanencia y progreso de niños y jóvenes con discapacidad en la
educación común del país, formalizando su presencia en las aulas; otorgando garantías de
calidad y eficiencia en el proceso enseñanza-aprendizaje, y en las experiencias de desarrollo de
cada establecimiento.
El Mineduc se compromete a otorgar los recursos financieros y técnicos para alcanzar estos
fines. Otros decretos que regulan la educación parvularia, media o decretos de evaluación,
incluyen aspectos normativos que apoyan y favorecen el desarrollo de los PIE.
Los PIE se definen como una estrategia o medio del que dispone el sistema educacional para
incorporar a la enseñanza regular a un niño o joven con NEE derivadas de una discapacidad.
Aquellos establecimientos que los desarrollan reciben un aumento en la subvención, que debe
ser usado en la contratación de profesionales de apoyo, capacitación docente, materiales
didácticos e infraestructura. Todo esto con el objetivo de ofrecer una modalidad de formación
adecuada a las necesidades de los alumnos con discapacidad, y para que trascienda y beneficie
a todos los alumnos del colegio.
La ley también establece qué tipo de discapacidades y en qué grado se pueden integrar a
establecimientos de educación regular. Estas son:
• Déficit motor.
El decreto nº 1 de 1998 también plantea que existen diferentes instancias para desarrollar la
integración, definidas como opciones que abarcan desde un cien por ciento de participación en
las actividades del establecimiento, hasta una solo física o social.
Los alumnos integrados pueden participar en:
La aprobación de un PIE tiene diversas etapas, las que concluyen en la firma de un convenio
entre el sostenedor del establecimiento y la Secretaría Ministerial de Educación de la región
correspondiente.
La ley 20.201 de 2006, en su decreto nº 170 de 2010, define que las NEE atendidas en los
establecimientos regulares con financiamiento del Estado pueden ser transitorias o
permanentes.
Esto amplía el universo de alumnos integrados que pueden recibir apoyo específico para
superar sus dificultades durante su trayectoria escolar.
Por lo tanto, la diversidad en el aula es un hecho real y tangible que debe ser abordado a diario
por los profesores. Incluso, es posible afirmar que en sectores rurales, donde no existen escuelas
especiales, este porcentaje puede ser aún mayor.
Un aspecto relevante de la nueva ley es el énfasis que pone en el trabajo colaborativo entre los
profesores de educación regular y los profesionales de apoyo que intervienen en la escuela. Y
aún mayor es la relevancia que se da a que el trabajo efectivo con los
alumnos integrados se realice dentro de la sala común; así deja solo para aspectos específicos
la posibilidad de que el niño salga de la sala para asistir al aula de recursos, donde recibe un
apoyo específico.
El trabajo colaborativo que realizan los distintos agentes de la comunidad educativa “debe
contribuir de manera conjunta a la mejora de los procesos educativos generales, de forma que
no solo se beneficien los alumnos con NEE, sino todos los alumnos de la escuela”.
Esta premisa requiere que los profesionales de apoyo se involucren en la realidad del
establecimiento, para que puedan comprender y asumir el contexto en el que se desarrolla el
proceso de integración. Si cada alumno es una realidad particular, es posible señalar que cada
escuela es un espacio educativo con características propias que es necesario conocer y respetar.
Otro punto importante de la normativa es que evalúa a los profesionales que diagnostican a
los alumnos integrados. Ellos son los beneficiarios del incremento de subvención, y por ende,
de toda la implementación de apoyos al interior de la escuela.
En el caso de los niños, niñas y jóvenes con discapacidad o rezago del desarrollo (en el caso de
cero a seis años), que asisten a establecimientos educativos desde la educación inicial a la
superior; es deber de la institución favorecer su inclusión y participación; generar todas las
condiciones de ingreso, permanencia y egreso, además de asegurar la accesibilidad y
desplazamiento dentro de ellos. Según el artículo 1º, su objetivo es “asegurar el derecho a la
igual- dad de oportunidades de las personas con discapacidad, con el fin de obtener su plena
inclusión social, asegurando el disfrute de sus derechos y eliminando cualquier forma de
discriminación fundada en la discapacidad”.
En el título IV, referente a las medidas para la igualdad de oportunidades, párrafo nº2, habla
de la educación y la inclusión escolar.
Algunos de los artículos más relevantes son:
“El Estado garantizará a las personas con discapacidad el acceso a los establecimientos públicos
y privados de educación regular a los establecimientos de educación especial, según
corresponda, que reciban subvenciones o aportes del Estado.
Los establecimientos de enseñanza parvularia, básica y media contemplarán planes para los
alumnos con NEE y fomentarán en ellos la participación de todo el plantel de profesores y
demás integrantes de la comunidad educacional en dichos planes.”
“La educación especial es una modalidad del sistema escolar que provee servicios y recursos
especializados, tanto a los estable- cimientos de enseñanza regular como a las escuelas
especiales, con el propósito de asegurar, de acuerdo a la normativa vigente, aprendizaje de
calidad a niños, niñas y jóvenes con NEE asociados o no a una discapacidad, asegurando el
cumplimiento del principio de igualdad de oportunidades para todos los educandos”.
“Cuando la integración en los cursos de enseñanza regular no sea posible, atendida la naturaleza
y tipo de la discapacidad del alumno, la enseñanza deberá impartirse en clases especiales
dentro del mismo establecimiento educacional o en escuelas especiales.
Asimismo, el Ministerio de Educación deberá hacer las adecuaciones necesarias para que los
alumnos y alumnas con necesidades educativas especiales puedan participar en las
mediciones de la calidad de la educación”.
“Las escuelas especiales, además de atender a las personas señaladas en el artículo 35 que así
lo requieran, podrán proveer de recursos especializados y prestar servicios y asesorías a los
establecimientos de educación preescolar, básica y media, así como a las instituciones de
educación superior y de capacitación en que existan alumnos con NEE”.
“A los alumnos y alumnas del sistema educacional de enseñanza pre-básica, básica o media
que padezcan de patologías o condiciones médico-funcionales que requieran permanecer
internados en centros especializados o en el lugar que el médico tratante determine, o que estén
en tratamiento médico ambulatorio, el Ministerio de Educación asegurará la correspondiente
atención escolar en el lugar que, por prescripción médica deban permanecer, la que será
reconocida para efectos de continuación de estudios y certificación de acuerdo con las normas
que establezca ese Ministerio”.
La ley 20.422 busca asegurar el acceso a una educación de calidad para todos los niños, niñas
y jóvenes con NEE. Considera el aporte de la educación especial como asesora de
instituciones de educación regular que necesiten apoyo en la implementación de
estrategias de enseñanza y aprendizaje, y promueve mecanismos que faciliten el acceso y
participación en el sistema educativo en los diferentes niveles que contempla.
Pero, ¿cuáles son los principios de la educación inclusiva que la hacen aplicable a la realidad de
Chile?
Entendemos educación inclusiva como aquella modalidad “don- de todos los niños y niñas
de una determinada comunidad aprenden juntos, independiente de sus condiciones personales,
sociales o culturales, incluidos aquellos que presentan una discapacidad”6.
ESCUELA INCLUSIVA
• Diversidad.
• Heterogeneidad.
• Comunidad educativa.
• Compromiso.
• Flexibilidad.
• Observación.
• Reflexión.
• Apertura.
• Currículum accesible.
• Trabajo en equipo.
• Buenas prácticas.
6
Índice de Inclusión. Ainscow, M. Bristol, CSIE, 2000.
• Articulación.
• Redes de apoyo.
• Triangulación.
Por ello es fundamental que en sus principios valóricos esté enunciado el respeto por la
diversidad, mientras que en su currículum debe incorporar la flexibilidad para adaptar los
contenidos y objetivos a las necesidades de cada alumno.
La escuela inclusiva no pone requisitos de ingreso ni aplica procesos de selección, sino que
vela por el aprendizaje y bienestar de todos sus alumnos y alumnas. Se basa en el principio de
equidad, que respeta el derecho a una educación de calidad para todos, dentro de un sistema
flexible y adaptable con diversificación curricular. La evaluación de los procesos de aprendizaje
es una guía para el educador a cargo, que orienta las adaptaciones necesarias para el progreso
de cada educando.
Dentro del aula, el éxito en el proceso de inclusión educativa no depende de una imposición,
sino que de una profunda convicción. Para que la dinámica de la sala de clases se convierta en
una realidad inclusiva, la disposición de cada docente y su respuesta al desafío son
fundamentales para un cambio de paradigma.
La apertura a la diversidad es el primer gran paso hacia una escuela inclusiva. Lograr un clima
acogedor a las diferencias, que permita la libre comunicación y cooperación, es un requisito
básico para un aula inclusiva, tanto en la relación alumno-educador como entre pares. Un clima
de confianza y apertura permite detectar más fácilmente las necesidades y aportes de cada
uno, apuntando a una enseñanza basada en la construcción mutua del conocimiento y la
experiencia.
El educador tiene un rol de observador fundamental, tanto de necesidades como de procesos
de aprendizaje. En su formación profesional se debe enfatizar la capacidad de ver y registrar
lo que sucede con sus estudiantes, tanto dentro de la sala de clases como fuera de ella.
Aunque falta perfeccionar las mallas curriculares de formación docente, la habilidad de observar
y registrar las dinámicas dentro del aula es la primera gran herramienta para favorecer la
inclusión educativa. Junto con ello está el trabajo colaborativo, tanto entre el equipo docente
del establecimiento, como con los profesionales ex- ternos que apoyan el proceso de
aprendizaje cuando es necesario.
Según lo planteado por Ainscow, “la escuela es una institución en permanente desarrollo, que
tiene que introducir cambios constantes en su propuesta pedagógica y en su funcionamiento,
con el fin de aumentar progresivamente su capacidad para dar respuesta a la diversidad de las
necesidades educativas de todo su alumnado”.
Frente al desafío de la inclusión educativa y el camino que se debe recorrer para llegar a ella, es
importante entender los factores de- terminantes presentes en los establecimientos
educacionales. Ellos pueden operar como facilitadores o como barreras para el aprendizaje y la
participación de todos los niños, niñas y jóvenes que presentan alguna dificultad.
Al igual que los recursos para reducirlas, se pueden encontrar en todos los elementos y
estructuras del sistema. Se debe estar atento a ciertos factores que permitirán hacer un análisis
y autoevaluación de las barreras y de los facilitadores para el aprendizaje que se encuentran
en las salas de clases, y en los diferentes espacios que componen el establecimiento.
El análisis de los modelos didácticos permite una visión global del proceso didáctico desde
diversos enfoques conceptuales. En Educación Especial, los modelos didácticos derivan de un
enfoque sobre las dificultades del aprendizaje y configuran un modelo de intervención. En cada
modelo se proponen diversas estrategias o técnicas de intervención. Como la interpretación
de las dificultades de aprendizaje y, por lo tanto, las estrategias de intervención pueden ser
varias, también habrá diversos modelos didácticos.
MODELOS DIDÁCTICOS
Por lo general el modelo implica una teoría que lo fundamenta, por lo tanto esta es útil para
interpretar e investigar el método (pasos o fases) ya que nos permite representar los elementos
esenciales del método para describirlos y explicarlos dentro del marco teórico en el que se
asienta (Marín Molero).
En consecuencia los modelos didácticos son tanto una representación conceptual como un
esquema de acción, cuyo referente es el acto didáctico, en el que siempre aparece como foco
central la figura del profesor.
Las teorías de aprendizaje que subyacen en estos modelos de enseñanza son las de
orientación conductista (Skinner 1972, Gagné, 1975). En estos modelos conductistas se
identifican tres principios básicos (Singh y otros, 1992):
MODELOS COGNITIVOS
Se basan en las teorías cognitivos del aprendizaje (Brunner, 1978,1988, 1991; Vigostky,
1979, 1993; Feuerstein y otros, 1980) en las que se entienden que el aprendizaje consiste sólo
en el desarrollo de procesos, estrategias y operaciones mentales. Existen distintos modelos
cognitivos de aprendizaje pero todos ellos ponen el acento en el papel activo del aprendiz y
otros insisten en la necesidad y el papel mediador del contexto.
Hay que reconocer que los modelos didácticos que predominan actualmente son los de
orientación cognitiva, tanto en el currículum general como en áreas concretas del currículum
(Salvador Mata).
Antes de seguir adelante entendemos necesario clarificar el uso del término `método didáctico´
(sinónimo de metodología) frente a otros como `estrategias´ y `técnicas´. El término
`estrategia´ si bien se utiliza muchas veces como sinónimo de método, expresa un mayor
ambigüedad en cuanto a su significado, en cuanto a su proceder y en cuanto a la
fundamentación de ese proceder. El término `técnica´ se utiliza en el sentido de habilidades
especiales que es necesario dominar para aplicar adecuadamente un método. Por lo tanto el
término `método didáctico´ es el que mejor se ajusta a nuestras pretensiones en este capítulo
que no son otras que las de ofrecer un conjunto de acciones de enseñanza de acuerdo a
procedimientos, forma y modos de interacción docentes y discente, apropiados para el
desarrollo de procesos básicos y comunes a todos los seres humanos, por lo que el método
didáctico está en relación con todos los elementos (objetivos, contenidos, espacio-tiempo,
recursos, evaluación) de la enseñanza aunque no se confunde con ella.
Los métodos didácticos en la Educación Especial, entendemos que deben de ir dirigidos a lograr
el aprendizaje de habilidades y conocimientos necesarios para el desarrollo de la comunicación
en toda la posible variedad de modalidades que ésta puede adoptar. Todo ello, sin olvidar la
conexión entre los procesos comunicativos y la captación de valores que son, en última
instancia, los que posibilita el desarrollo personal y social de los
sujetos y los grupos, la adaptación a la sociedad cambiante y multicultural y, en definitiva, la
transformación de la sociedad y sus individuos.
Las dificultades de aprendizaje, en este modelo, se explican de forma lineal: los alumnos no
aprenden las respuestas adecuadas (suceso consecuente) a los estímulos de la enseñanza
(suceso antecedente). Los estímulos se conciben como la adecuada estructuración de los
contenidos y del ambiente de aprendizaje, cuya responsabilidad es exclusivamente del profesor.
La corrección de las dificultades de aprendizaje, por tanto, consiste en el análisis del sujeto
individual y en la consiguiente adaptación directa del `antecedente´ y del `consecuente´.
Describir de la forma más concreta posible la conducta que se desea modificar: el nivel de
precisión inicial establece los pasos para facilitar la medida y la verificación de la intervención.
Análogo al modelo conductista clásico, pero asumiendo algunas propuestas de los modelos
cognitivos de aprendizaje, se puede señalar el modelo de modificación de conducta cognitiva.
Este modelo didáctico se fundamenta en la distinción esencial entre proceso y actuación
(concretamente, la actuación en tareas académicas). El objetivo del modelo es explicar y
modificar la actuación en relación con los procesos cognitivos subyacentes (Ryan). Estos
autores han denominado al proceso de intervención "modificación de conducta cognitiva". El
adjetivo "cognitiva" diferencia a este modelo del modelo conductista clásico.
Solo se presentan pocas estrategias cada vez, debiendo transcurrir un amplio periodo de tiempo
para introducir otras nuevas (Pressley). Hasta que el alumno no ha dominado un paso de una
estrategia concreta no se le enseña el paso siguiente.
El profesor define cada paso de la estrategia, hace una demostración de la forma de aplicarla y
guía al alumno en la memorización y en la práctica de cada paso hasta que la domina.
En la didáctica tradicional se conciben las estrategias cognitivas como resultado del aprendizaje
de contenidos. Actualmente se defiende que la enseñanza consiste en el desarrollo de estrategias.
Adquirir estrategias de aprendizaje no es, pues, una alternativa a aprender contenidos o
habilidades académicas. Por el contrario, los contenidos se conciben como procesos cognitivos,
cuya adquisición desarrolla la capacidad cognitiva. La lectura, la escritura y las matemáticas
por ejemplo (aprendizajes académicos básicos), pueden concebirse como un proceso
cognitivo o como una habilidad en la que están implicados procesos cognitivos.
Estos modelos centran su atención en el alumno como sujeto activo del aprendizaje. En efecto,
se considera al alumno como un sujeto dotado de capacidad para la construcción y
reconstrucción del conocimiento. Es más, el alumno posee conocimientos sobre la realidad,
aunque no elaborados (pre-conceptos). El sujeto, sobre todo, tiene una estructura cognitiva
potencial, que le hace apto para reconstruir el conocimiento elaborado por la humanidad y que
se condensa en lo que se denomina cultura (en nuestro caso, se trata de la cultura escolar,
una codificación específica de la cultura) que constituye lo que se denomina `currículum´.
En la teoría del conocimiento que subyace a este modelo se valora tanto la experiencia externa
(el empirismo) como la actividad interna del sujeto (racionalismo). En efecto, aprender puede
interpretarse en un doble sentido: 1) como asimilación de nuevos conocimientos; 2) como
reestructuración de los conocimientos ya existentes. Ambas operaciones se realizan a través de
la actividad interna, propia del sujeto. El alumno, además, puede poner en funcionamiento
estas estructuras cognitivas en la
interpretación de la experiencia. Es decir, el alumno puede aprender por sí mismo, si la
experiencia se estructura adecuadamente. En este sentido, el modelo cognitivo
constructivista se parece al modelo conductista, si bien las diferencias entre estos dos
modelos son notables.
En estos modelos cognitivos se hace más visible la mediación del profesor. Éste, en efecto, es
quien inicia al alumno en el proceso de aprendizaje y es un referente que está siempre
presente en su desarrollo. En esta labor de mediación, el profesor debe facilitar la adquisición
de la estructura del conocimiento elaborado (cultura), adaptándola a la estructura cognitiva
del alumno, sin perjuicio del necesario conflicto cognitivo, para que la asimilación de las
nuevas estructuras de conocimientos sean internalizadas.
Varios principios sobre el aprendizaje subyacen a los diversos modelos cognitivos (Englert):
El aprendizaje debe orientarse a finalidades auténticas: Los alumnos no sólo deben aprender
los hechos y fundamentos de una disciplina concreta, sino adquirir hábitos de pensamiento
científico. El aprendizaje de hechos debe ser un medio para desarrollar el pensamiento y las
habilidades en la resolución de problemas. Las estrategias son herramientas para el
aprendizaje y el conocimiento: para desarrollar la comprensión del alumno y el control de sus
procesos cognitivos.
Naturaleza social del aprendizaje: construir comunidades de aprendizaje. Este principio hace
referencia a dos dimensiones: 1) la importante contribución de los alumnos al proceso de
aprendizaje; 2) la naturaleza de las interacciones sociales en este proceso. En efecto, las
interacciones entre alumnos pueden tener tanta incidencia en el desarrollo cognitivo y social
como las interacciones entre el profesor y el alumno. Por eso, el conocimiento construido en
un ambiente interactivo, social y constructivo, con otros miembros de la comunidad de
aprendizaje, es más potente y rico que el obtenido en la interacción con el profesor solo.
Cambio en la interpretación del alumno. Todos los alumnos pueden aprender: los de bajo y alto
rendimiento o los de mayor y menor capacidad. La Educación Especial, en este sentido, no es
más que una educación general de calidad para todos los alumnos. El alumno debe asumir la
responsabilidad de su aprendizaje: asumir el control del aprendizaje y desarrollar la conciencia
de sus posibilidades de éxito. El alumno debe desempeñar un papel activo en su aprendizaje y
enfrentarse con confianza a las situaciones nuevas de aprendizaje (Ariel).
Descritos los modelos didácticos más significativos, que conviven en la Educación Especial,
vamos a exponer nuestra posición personal sobre el tema, describiendo el modelo, con el que
nos identificamos, que podría denominarse holístico (Poplin, 1988), integral (Ellis, 1993a),
ecológico (Bartoli y Botel, 1988) o global (Arroyo, 2001).
El enfoque holístico supone abordar la realidad como un todo complejo, sin detrimento de que
se puedan analizar separadamente cada uno de sus elementos, pero sin obviar la referencia a
los demás, con los que interactúa. En un enfoque holístico hay que distinguir dos dimensiones.
En primer lugar, habría que hablar de una integración o interconexión `entre´: la red de
relaciones entre los elementos del proceso, incluido obviamente el contexto inmediato y los
contextos envolventes. Pero hay otra dimensión más sutil en la integración. Se trata de la
integración en el interior de cada elemento del proceso didáctico: la dimensión `en´. En un
enfoque ecológico, la dimensión `entre´ supone que se consideren las relaciones entre elementos
del proceso didáctico, concebidos como subsistemas o nichos ecológicos, integrados en un
sistema envolvente (Haney y Cavallaro, 1996). La dimensión `en´ supone que cada elemento
del proceso se conciba en sí mismo como un sistema integrado. Se hablaría entonces de la
ecología del alumno o de la ecología del currículo. Por eso, lo ecológico supone algo más que la
referencia a lo contextual, como sucede en el enfoque sociológico.
Además el modelo didáctico holístico es coherente con la filosofía de la escuela inclusiva pues:
a) de acuerdo con el principio de igualdad, si los fines de la escuela son iguales para todos los
alumnos, dado que algunos alumnos les resulta más difícil alcanzarlos, se hace necesaria la
adaptación curricular; b) la adaptación curricular se concibe como un proceso colaborativo, en
el que participan activamente distintos profesionales, los padres y los propios alumnos; c) la
dimensión ecológica de la Escuela Inclusiva se proyecta en conexión con el contexto social,
en la integración sociolaboral del alumno y en la coordinación con otras instituciones
profesionales sociales.
Desde este modelo didáctico entendemos que las dificultades en el aprendizaje no pueden
concebirse como exclusivamente intrínsecas al alumno, sino derivadas de todo el proceso
didáctico o de alguno de sus elementos: el profesor, el currículo, el contexto escolar y social.
Por lo tanto las diversas perspectivas etiológicas sobre las dificultades de aprendizaje
(biomédicas, psicológicas, sociales) son parciales, porque atribuyen la causa de las dificultades
sólo a un componente del proceso didáctico: el alumno. Pero el enfoque contextual es también
parcial cuando centra la atención en el contexto sin
tener en cuenta el alumno como posible origen de la dificultad, con lo que se puede llagar a incurrir
en una grave negligencia ética. Nosotros entendemos que el contexto actúa sobre el sujeto, pero
también éste sobre aquel, de manera que el contexto puede ser una condición, pero no suficiente,
para explicar las dificultades en el proceso didáctico.
Esos elementos esenciales que definen la dinámica de acción del currículum son:
Los sujetos del currículum que se implican en un proceso de enseñanza principalmente alumnos y
profesores, aunque también se pueden incluir otros, como el orientador, los padres, colaboradores,
etc.
Los objetivos y contenidos del currículum que marcan el sentido y las finalidades del proceso de
enseñanza.
Los recursos materiales que favorecen la consecución, por parte de todos, de dichas finalidades.
ATENCIÓN A LA DIVERSIDAD
La atención a la diversidad es la necesidad de atender a todos los alumnos de acuerdo con sus
características personales y sus limitaciones; para el rendimiento y el aprendizaje ha sido una
preocupación constante en todas las leyes de educación y en todos los países del mundo.
Nuestras escuelas deben acoger a todos los alumnos sin distinción de ningún tipo (sexo, edad,
religión, procedencia, niveles culturales o económicos, limitaciones psíquicas o físicas, etc.). Es
decir, todos los estudiantes deben acceder al sistema educativo, recibiendo igualdad de
oportunidades y condiciones.
Si nuestras escuelas reciben y atienden a todos los alumnos, se presenta la atención a la Diversidad,
entonces ellos necesitan algunas condiciones necesarias para desarrollarla: una educación
adecuada, siendo imperativo que estén presentes mecanismos necesarios (metodológicos,
estratégicos, organizativos) que permitan atender a todos los alumnos y a cada uno de acuerdo
con sus características personales y sus ritmos de evolución y aprendizaje entre otros aspectos.
El origen de la diversidad tiene su razón de ser en sí misma, en otras palabras, hay que educar
desde la diversidad y en la diversidad (Sánchez y Torres). Esto quiere decir que se proclama el
derecho del alumno a ser considerado de acuerdo con sus experiencias y conocimientos previos,
estilos de aprendizaje, intereses, motivaciones, expectativas, capacidades específicas y ritmos de
trabajo; y además permite potenciar la manifestación de individuos diferenciados con
características personales enriquecedoras de una sociedad múltiple.
La diversidad considerada como valor implica orientar la educación hacia principios de igualdad,
justicia y libertad ya que es uno de los pilares básicos sobre el cual se fundamenta todo cambio
educativo. Tiende a irse en confrontación, en choque con la escuela selectiva, dominante. La
diversidad es un rango común y objetivo de toda la dinámica social.
Constituye y plantea una tarea compleja que exige un gran esfuerzo por parte del profesor de
educación básica y educación diferencial. Cuando en un establecimiento educacional los
docentes consideran la diversidad como algo positivo en sus aulas, como un motivo para
reflexionar y aprender juntos, probablemente el clima que se genere pase por momentos de
reflexión-acción que se traducen en principios de acción para buscar respuestas para todos y cada
uno de los alumnos en el aula.
La atención a la diversidad no es solamente atención a alumnos con N.E.E., sino a todos los
alumnos escolarizados en una escuela, ya que todos somos diversos y hay que dar igualdad de
oportunidades. A la vez, una enseñanza individualizada puede ser aplicada a todos los alumnos en
el momento que lo requieran.
Para dar respuesta a la atención de calidad en igualdad de oportunidades de los alum- nos con
NEET y NEEP, la Política Educacional promulgó la Ley 20.201 creando una subvención especial
para la atención de niños y niñas con NEE, la que posteriormente fue reglamentada a través del
Decreto 170 de 2009.
Este Decreto viene a solucionar el problema de la falta de recursos para la atención de alumnos
en Grupos Diferenciales, que siendo una modalidad de apoyo a la educación básica no se
financiaba con la subvención regular de los alumnos. Por lo tanto, paulatinamente han ido
desapareciendo para abrir paso a esta nueva modalidad de atención que permite impetrar una
subvención especial para los alumnos con NEET.
Bajo este reglamento, es el sostenedor del establecimiento quien postula a los alumnos con
NEET y NEEP al Proyecto de Integración Comunal y desde las respectivas Direcciones
Comunales de Educación, el coordinador de Educación Diferencial es quien ejecuta la postulación
junto a la información diagnóstica que le entrega el Profesor de Educación Diferencial de cada
establecimiento educacional municipal.
GRUPO DIFERENCIAL
Es la modalidad que brinda atención a los alumnos con Necesidades Educativas Especia- les no
asociados a una discapacidad; ellos reciben apoyo específico en el aula común o en el aula de
recursos.
PROYECTO DE INTEGRACIÓN
El sistema escolar, en conjunto, deberá entregar alternativas educacionales a aquellos alumnos que
presentan necesidades educativas especiales, asociados a una discapacidad. Por lo tanto, los
establecimientos educacionales deberán incorporar innovaciones y adecuaciones curriculares
necesarias para permitir y facilitar el acceso a los cursos o niveles, brindándoles la enseñanza
complementaria que requieran para asegurar su permanencia y progreso en dicho sistema.
En el decreto 1/98, se encuentran las Normas para la integración social de las personas con
discapacidad; que reglamenta el capítulo II - Título IV de la Ley N° 19284. En esta normativa
se establece quienes se pueden integrar, las opciones que se imparten, y todo lo relacionado con el
buen funcionamiento.
Los alumnos con discapacidad visual, auditiva, motora, con graves alteraciones en la capacidad
de relación y comunicación, pueden ser integrados en escuelas comunes; en cualquiera de las
cuatro opciones, dependiendo de sus características personales.
Opción 1, los niños comparten todo el currículum con sus pares, recibiendo apoyo por otros
profesionales de manera complementaria.
Opción 2, asiste a la mitad de las actividades curriculares en el aula común, excepto en aquellas
que requiera de mayor apoyo.
Opción 4, asisten a todas las actividades en el aula de recursos y comparten con los alumnos del
establecimiento en actos, recreos, ceremonias.
El Ministerio de Educación destina recursos para la atención del déficit. Los sostenedores de los
establecimientos reciben 3 USE (Unidad de Subvención Escolar) por alumno integrado, según
su asistencia media en el mes de clases en un curso regular; entonces estos recursos permiten
brindar una atención según el déficit.
Para la ejecución del Proyecto de integración es importante conocer el Convenio, firmado entre
Secretaría Ministerial de Educación y el respectivo municipio o sostenedor. Aquí se
operacionalizan los acuerdos que permiten el pago de profesionales, pago de perfecciona- miento,
adquisición de materiales didácticos y técnicos e insumos necesarios; siendo esto concordante con
lo estipulado en cada proyecto de integración. Es importante y necesario, que todos los
profesionales tanto docentes como los que administran el convenio lo respeten y cumplan con lo
estipulado en él.
CONCEPTUALIZACIÓN DE NECESIDADES EDUCATIVAS ESPECIALES (N.E.E.)
La diversidad implica atender las Necesidades Educativas Especiales (N.E.E.) Este concepto es la
expresión del cambio de perspectiva, asumido desde los ámbitos social y educativo a la vez;
producido en la consideración de la educación especial y del tratamiento de la diversidad en el
ámbito escolar.
Necesidades Educativas Especiales, se refieren a que todos los niños y jóvenes tienen
requerimientos que derivan de sus dificultades de aprendizaje. Los niños experimentan
dificultades de aprendizaje y tienen N.E.E. en algún momento de su escolarización.
Según Marchese y Martín, definen al alumno con necesidades educativas especiales como el
«individuo que presenta algún problema de aprendizaje a lo largo de su escolaridad, el cual
demanda una atención más específica, y mayores recursos educativos de los necesarios para
compañeros de su edad».
Según se especifica en el Decreto 170/09 los alumnos con NEE son aquellos alumnos que
precisan ayudas y recursos adicionales, humanos, materiales o pedagógicos, para guiar su
proceso de enseñanza - aprendizaje, y contribuir al logro de los fines educacionales.
Estas necesidades incorporan los principios ya probados de que todos los niños y niñas se pueden
beneficiar, entonces requiere que el aprendizaje se adapte a las necesidades de cada uno; las
escuelas tienen que encontrar la manera de educar con éxito a todos sus alumnos.
En términos generales podríamos decir que todo niño es un alumno con N.E.E, puesto que cada
uno tiene características individuales que lo diferencian de los demás.
CONCEPTUALIZACIÓN DE NECESIDADES EDUCATIVAS INDIVIDUALES (N.E.I.)
Teniendo en cuenta que la educación debe aportar a cada alumno la enseñanza de acuerdo a su
individualidad, es lógico que necesidades especiales puedan ser aplicadas a todo educando.
Si bien es cierto todos los niños presentan Necesidades Educativas Especiales, solo algunos
presentan en algún momento, Necesidades Educativas Individuales (N.E.I.), puesto que ellos no
son capaces de superar sus limitaciones en el grupo-curso. Por lo tanto, precisan de una atención
individualizada, siendo muy importante, para los docentes, saber reconocerlas y atenderlas en el
momento preciso para ayudar a superar las dificultades.
Estas necesidades educativas van desde las ordinarias (planteadas por la mayoría de los alumnos
durante casi o toda su escolaridad), que pueden ser satisfechas en las escuelas sin que haya que
aportar en ningún momento ayudas, recursos y servicios que sobrepasen la programación
educativa; hasta las especiales (planteadas por algunos alumnos durante toda o parte de su
escolaridad), y que no pueden ser satisfechas por la planificación educativa ordinaria de una
escuela y que, por ello, exigen una respuesta educativa diferenciada temporal o permanente con
la aportación de ayudas, medios o servicios que faciliten la conquista de los fines de la educación.
(García).
Un origen de esta confusión puede residir en una interpretación errada del término de correlación,
el cual indica el grado en que dos variables se relacionan entre sí en la variabilidad común de sus
puntajes, con referencia a sus respectivos promedios, pero esta relación no indica causalidad de
una variable sobre otra (Bravo). Por ejemplo: que la maduración de las funciones cognitivas
presente correlación con el retardo lector, no significa que esto sea el origen del retardo, sino
que ambas variables se relacionan entre sí.
Factores intervinientes
Ahora bien, con la finalidad de sistematizar la información planteada en los párrafos precedentes,
le invitamos a revisar el siguiente esquema:
Las N.E.E. es uno de los conceptos que marca el cambio de paradigma en educación. La
atención está puesta en las posibilidades del sujeto que aprende y no en sus limitaciones.
1.1 Evolutivas
1.1.1 Perceptivas
1.1.2 Motrices
1.1.3 Atencionales
1.1.4 Mnemotécnicas
1.2 Académicas
1.2.1 Dislexia
1.2.2 Disortografía
1.2.3 Disgrafía
1.2.4.3
Discalculia
1. Deficiencia Intelectual
2. Deficiencias Sensoriales
2.1 Visuales
2.2 Auditivas
3. Deficiencias Motrices
En tanto, antes de ser utilizada esta nueva terminología, existían términos referidos a las
dificultades que presentaban los alumnos, distinguiéndose:
Dificultades de Aprendizaje
Son las dificultades que presenta el niño para seguir el ritmo escolar de manera sistemática y
normal a su edad, similar al de sus compañeros de curso. Son alumnos con un coeficiente
intelectual alrededor del promedio, sin alteraciones sensoriales o emocionales serias, con un
ambiente familiar y cultural satisfactorio, pero que no logra un nivel escolar normal a su edad
(Valdivieso).
El SDA es la expresión de una inmadurez de los módulos relacionados con las inteligencias
verbal/psicolingüística, lógico-simbólica y reflexiva (cerebelo, hemisferio izquierdo), y con el
módulo de administración intelectual (corteza pre-frontal izquierda).
En el subgrupo inatentivo es habitual encontrar ciertos trastornos del lenguaje (TEL), del
aprendizaje (TEA) y una comorbilidad específica (desórdenes de ansiedad y del ánimo);
además de otras manifestaciones de inmadurez general (dentición tardía, control tardío
miccional nocturno; retraso de la etapa puberal; inmadurez inmunológica, entre otros).
Va desde los dos a los cinco años. El subgrupo inatentivo presenta Trastorno Específico del
Lenguaje Expresivo (TEL) con buena comprensión. Se muestran inquietos, demandantes, con
dificultad para autoregular el temperamento, oposicionistas y de fácil desborde emocional
frente a las frustraciones.
La ansiedad los sobrepasa de modo muy intenso, lo que empeora su conducta oposicionista.
Muestran dificultad para el control miccional nocturno (enuresis nocturna primaria); una
minoría presenta convulsiones febriles; las alergias respiratorias son muy frecuentes; son
hipersecretores; las otitis de oído medio de tipo inflamatorio
hipersecretor alérgico son muy frecuentes. No atienden las instrucciones, son dependientes,
fantasiosos, lúdicos y parecen de menor edad.
Estos niños tardan más en definir la lateralidad manual; en hacer secuencias; en identificar
grafemas; y en contar con noción de cantidad. No es conveniente promoverlos a 1° básico si
van a pasar de curso con seis años recién cumplidos y tienen todas las características anteriores.
Los del subgrupo impulsivo son muy inquietos, presentan conducta de sordo. El egocentrismo
es muy marcado y se desbordan con facilidad, mostrándose oposicionistas y en ocasiones
agresivos. No presentan TEL. Algunos niños poseen una significativa dificultad visoespacial
y visomotriz; son lúdicos, locuaces, temperamentales, vehementes, temerarios y audaces.
El grupo inatentivo mantiene dificultades verbales asociadas al TEL hasta los seis o siete años.
Presentan retardo lector específico y adquieren tardíamente la conciencia fonológica. Leen
después de los ocho años y conservan una lectura descifratoria por mucho tiempo.
Mantienen el pensamiento intuitivo y mágico hasta después de los siete años, al igual que el
razonamiento lógico concreto, hasta los nueve o 10 años. Tienen dificultades en matemáticas
por insuficiente comprensión del enunciado de los problemas; bajo dominio de algoritmos y
razonamiento concreto, y dificultades de memoria verbal y numérica por una débil memoria
de trabajo. Manifiestan dificultad para aplicar estrategias de aprendizaje eficientes y eficaces.
Suelen trabajar por ensayo y error.
Entre los 10 y 12 años en promedio, experimentan un empeoramiento del desempeño
académico. Las dificultades de memoria aumentan y el pobre dominio conceptual e inferencial
los perjudica en todas las asignaturas. El inicio del 2° ciclo básico suele ser crítico y es frecuente
que repitan de curso.
En el aula se muestran dispersos, cambian el foco de atención, dejan los trabajos a medio
terminar, son conversadores y no logran cumplir con compromisos de silencio y de trabajo
concentrado. En casa son renuentes a realizar los deberes escolares, protestan, aducen diversos
motivos para eludir las tareas, se distraen y tienden a hablar mientras trabajan, cometiendo
errores por poca atención.
Las niñas son más dóciles y desarrollan autonomía más temprano, pero no saben aprovechar
el tiempo de los deberes. Lo utilizan en actividades irrelevantes a la tarea, como subrayar,
forrar cuadernos, borrar y rehacer, pero sin poner atención en lo que hacen.
Son niños emotivos, de lágrimas fáciles y temerosos; no saben aceptar bromas, las interpretan
como agresiones y se ofuscan con facilidad. Tienden a somatizar la ansiedad, el miedo y la ira,
la que empeora en la etapa prepuberal. Se tornan temerosos y fóbicos. Les cuesta reconocer
sus errores y culpan a terceros.
Quienes pertenecen al grupo impulsivo tienen un rendimiento académico aceptable, pero con
calificaciones muy oscilantes. Sus pruebas escritas no logran reflejar el real dominio de los
temas, por su estilo impulsivo de trabajo, y cometen errores por precipitación.
Son conversadores, se ofuscan con facilidad cuando se les llama la atención y son discutidores.
No perciben que pueden ser bruscos o poco gentiles. No les gusta perder, son competitivos y
tienden al dominio de las situaciones.
Las niñas se muestran autoritarias, líderes y les cuesta ceder o dialogar. No reconocen sus
errores y culpan a terceros. Tienden a auto controlarse solo por temor a la autoridad, y si ésta
no existe son traviesos en exceso.
Se ofuscan con facilidad y les cuesta mucho reponerse. Al llegar a la pre pubertad (10 a 12
años) se vuelven ansiosos, experimentan- do temores y reacciones fóbicas intensas. Al
empezar la pubertad empeora la impulsividad, atenuándose la ansiedad.
SDA EN LA ADOLESCENCIA
Ingresan a la enseñanza media con importantes vacíos en con- tenidos fundamentales que se
adquieren en el primer y segundo ciclo básico, como los conceptos matemáticos y
conocimientos específicos. Además cuentan con un exceso de aprendizajes literales y
declarativos.
Adquieren aguda conciencia de sus problemas y buscan afrontarlos, por lo que son más
proactivos en la búsqueda de soluciones a ellos. Aceptan usar en forma adecuada la agenda,
calendarizan las actividades de la semana, planifican los deberes escolares, se proponen tener
más organizada la información en los cuadernos, ordenan su escritorio y piden ayuda. A la par,
descubren el placer de la lectura.
Los que pertenecen al subtipo impulsivo comienzan a mostrar- se más reflexivos a partir de los
15 años. Reconocen su cuota de responsabilidad en las consecuencias de sus acciones y
fortalecen un mayor sentido valórico y moral (locus de control interno). Les resulta difícil ser
organizados, planificar actividades y asumir responsabilidades, por lo que actúan “por
emergencia”. Tienen conciencia de dichas características y buscan modificarlas. Piden ayuda,
pero son poco constantes.
Les gusta la televisión, los juegos de video y redes sociales. De- dican su tiempo libre a este tipo
de actividades, pero postergan sus compromisos. Tienen una autoestima algo
desproporcionada, sintiéndose desolados cuando los resultados no son los esperados; se ofuscan
con facilidad y se muestran airados e irritables. Hasta después de los 20 años conservan
atribucionalidad y locus de con- trol externos, lo que genera roces con los adultos.
SÍNDROME DE DÉFICIT ATENCIONAL EN LA EDUCACIÓN SUPERIOR
Al terminar la educación secundaria, una parte significativa de los jóvenes con Síndrome de
Déficit Atencional mantiene diversos grados de inmadurez en un amplio espectro de su vida.
En ellos se observa con frecuencia algo que se perfilaba desde los últimos años de enseñanza
básica: la causa o efecto de cualquier evento siempre será adjudicada a otros o a razones ajenas.
No buscan las explicaciones o argumentos para analizar lo ocurrido, y no se sienten responsables
ni protagonistas de sus vidas.
No se hacen preguntas del tipo ¿Qué ocurrirá mañana? ¿En qué trabajaré? ¿Qué estudiaré?
Las cosas “pasan”, y no son ellos los que hacen que ocurran y no intentan influir en ellas.
No son actores de sus vidas, al menos no con objetivos claros. Son inmaduros eternos en
distintos grados, y por este perfil de exención de responsabilidad o causalidad tienen
dificultades en sus trabajos, familias y relaciones de pareja.
Están aquellos que apenas vislumbraban lo que querían estudiar o qué trabajo tener. Muchas
veces, guiados por sus padres o por otras razones, se ven enfrentados a situaciones en que
deben responder con resultados concretos, como en el colegio. Con mejor o peor rendimiento,
y con mayor o menor dificultad, muchos alcanzan las metas impuestas, porque las cosas “hay
que terminarlas”.
Muchos de estos chicos tienen diversos grados de inmadurez, los que superan en distintos
tiempos, o a veces nunca. Sin embargo, sorprenden años después por su inserción laboral
(donde se ven resultados más concretos), con carreras que pueden ser calificadas como
exitosas.
Suelen ser creativos, divergentes y novedosos, tienen ideas que dan resultados. Entonces se
sienten más seguros, aunque no sepan que fueron ellos quienes generaron este resultado
exitoso. Es común que atribuyan estos hechos a “la buena suerte” o a que las cosas se dieron
muy fáciles, pero de todas formas su autoestima se reafirma.
También están los jóvenes que no se logran redefinir o los que reafirman que “ellos sabían que
eran muy buenos” y que algún día todos lo notarían. Oscilan entre sus inseguridades y la
sobredimensión de su autoimagen.
No pasaron por el proceso de autoanálisis, que implica transformarse en personas adultas y
productivas, por lo que se saltaron esta etapa. Se ven en la contradicción –que ellos no notan–
de tener grandes logros cuando antes no sabían porqué les iba mal.
Por otra parte, carecen del proceso de metacognición que las personas con mayor conciencia
de sus vidas hacen conforme se desarrollan. Les resulta difícil mirarse, autoevaluarse, felicitarse
o buscar alternativas.
Tanto ellos como sus padres se sorprenden de lo que nunca pensaron que sería posible. Después
de todo eran malos alumnos, porque eso les había tocado vivir, pero de pronto se convierten
en estudiantes destacados.
Muchos jóvenes inmaduros, la gran mayoría con Síndrome de Déficit Atencional (SDA), dan
el salto desde lo que les estaba destinado a decidir su destino. Logran herramientas de
autonomía, eficiencia y autosuperación, se redefinen en sus perfiles de personas mediocres,
ordenan sus habilidades y las ponen al servicio de la consecución de sus metas.
En muchos casos sus padres deciden no resignarse a lo que se supone será el destino de sus
hijos, y están determinados a entregar- les las herramientas para su defensa en el futuro.
Otros llegan derivados por especialistas de la salud o por los propios colegios, para ver qué se
puede hacer con sus niños. Están decepcionados o molestos por la flojera de sus hijos, pero
comprueban que también hay otros factores que pueden impedir un desarrollo cognitivo,
conductual y de actitud.
Es frecuente que el obstáculo sean ellos mismos como padres. En su afán de que sus hijos
sean buenos alumnos, actúan por ellos desde que iniciaron su escolaridad: se responsabilizan de
hacer- los rendir y no les dan la oportunidad de demostrar que deben aprender.
Esto se da, sobre todo, en los primeros años de educación básica, que es cuando se están
formando y conociendo a sí mismos como alumnos. La nota no es un objetivo en esta etapa,
sino un reflejo importante de un proceso y sus muchas facetas, que van desarrollándose y
redefiniéndose a medida que crecen. Por eso, el temor al fracaso debe ser reemplazado por el
aprendizaje que entrega el equivocarse, evaluarse, corregirse y autosuperarse.
El SDA es multifactorial, con un peso importante del factor genético, pero acentuado por
factores ambientales como estrés, sobre exigencia académica, prácticas erróneas de crianza
y malos hábitos.
Por ejemplo, utiliza la agenda para organizar y planificar su día; está atento a controlar su
tendencia a la impuntualidad, la falta de concentración, desorganización, improvisación, crisis
de ansiedad, disforia y reacciones impulsivas.
Es importante que el adulto con SDA conozca su condición para tener un adecuado manejo
de sus características. Por ejemplo, fumar o beber en exceso para calmar la ansiedad o caer en
reiteradas crisis relacionales por exceso de impulsividad.
SDAH SIN PROBLEMAS DE APRENDIZAJE
- Sensibilidad al estrés.
- Selectividad alimentaria.
- No respeta la autoridad.
- Severo egocentrismo.
- Aprenden con facilidad, pero muestran importante desorganización, que se expresa en sus
cuadernos y sus dibujos. Disgrafía.
- Desaliño, descuido en sus pertenencias, ropa, hábitos de limpieza (usar servilleta o pañuelo).
- Molestan deliberadamente.
- Quisquillosos, protestan si alguien los incomoda, no toleran bromas, se irritan con suma facilidad y se
tornan agresivos y desafiantes.
- Al llegar a la pubertad se vuelven muy irritables, de ánimo cambiante (a veces eufóricos, otras muy
disfóricos), empeora el oposicionismo desafiante, pueden adoptar conductas de líderes negativos,
vandálicos o disociales.
- Se muestran socialmente desinhibidos, pueden beber o fu- mar con actitud desafiante.
- Atribucionalidad externa.
- Comportamientos de riesgo.
- Escasa empatía.
- Empeoran a medida que avanza la pubertad, luego se serenan, pero alrededor de los
17 años experimentan un nuevo empeoramiento. Episodios de beber excesivo, poca
responsabilidad en sus conductas sexuales, conducción de vehículos en forma irresponsable.
- Trastorno bipolar.
- Sensibilidad al estrés.
- Selectividad alimentaria.
- No respeta la autoridad.
- Severo egocentrismo.
- Conducta autista: no mira a los ojos, no se conecta con los demás, parece ignorarles.
- No identifica grafemas.
- Irritabilidad y trastornos del sueño. No descansa las horas que corresponden por edad, se duerme muy
tarde y despierta muy temprano.
- Sensibilidad al estrés.
- Selectividad alimentaria.
- Retraso en la adquisición de la lectura. Una vez que aprende a leer conserva una lectura de
decodificación, muy baja comprensión.
- Dificultad para aprender las operaciones elementales, razonamiento concreto, no logra resolver
problemas matemáticos simples.
- El ingreso al 2° ciclo básico (5° año en adelante) les significa un obstáculo enorme, que obliga a aplicar
adecuaciones curriculares cada vez más radicales.
En la adolescencia:
- Crisis académica. Deben buscar opciones acordes a su realidad cognitiva, pero suelen deambular por
sistemas escolares alternativos donde empeoran sus problemas de conducta, especialmente si no hay
objetividad respecto a éstos.
- En situaciones de adversidad social pueden caer en conductas delictivas y consumo adictivo. Son
altamente influenciables.
- Psicosis reactivas.
MEDIDAS DE APOYO
Las medidas de apoyo en el aula deben ser complementadas de manera estrecha, sistemática
y comprometida con las del hogar, de profesionales de la neurología y psiquiatría infanto-
juvenil, quienes están preparados para identificar y abordar el cuadro clínico y trabajar en
equipo.
Habitualmente, la literatura sobre SDA y SDAH se refiere a tratamiento, término que enfatiza
en la noción de enfermedad. Esto podría ser un error que acarree consecuencias, ya que ambos
síndromes son condiciones y no enfermedades.
MEDIDAS GENERALES
Adecuaciones en el escenario familiar: La vida del niño con SDA se desarrolla a lo largo de
dos décadas, en distintos escenarios que se interrelacionan de un modo dinámico: el hogar,
jardín de infantes, la escuela, el barrio, los amigos y la universidad.
Esta educación debe ir orientada también a reducir el negativo impacto de creencias y mitos
erróneos en torno a estos síndromes y, muy en particular, a las medidas psicofarmacológicas
que generan temor y aprensión en la comunidad.
Estos autocuidados contemplan todos los ámbitos y son vitales para la salud neurobiológica y
psicológica. Su transgresión sistemática configura un verdadero cuadro clínico, denominado
pseudo SDAH, que afecta a una proporción no despreciable de niños y jóvenes urbanos.
Por otro lado, cuando quien los transgrede es un niño o adolescente SDA/SDAH, el impacto
neurobiológico será tal que puede boicotear gravemente el éxito del resto de las medidas de
apoyo implementadas para sacarlo adelante.
Higiene del ciclo sueño-vigilia: El niño, el adolescente y el adulto SDA/SDAH presentan una
disfunción de las regiones pre- frontales, que son las encargadas de los recursos de
administración cognitiva y cognitivo emocional.
Estas áreas son muy vulnerables a las alteraciones del ciclo de sueño-vigilia, en especial, a la
deuda crónica de sueño; al efecto de ciertos fármacos sobre la arquitectura hípnica, y a las
transgresiones de la estructura física del sueño y vigilia.
Estas tres situaciones van a tener un impacto muy adverso sobre el funcionamiento prefrontal
en la vigilia, afectando las funciones de administración cognitiva y cognitivo
emocional en las horas que se deben realizar tareas intelectuales y sociales exigentes y
sostenidas.
Los nuevos hábitos alimentarios parecen tener un efecto ad- verso sobre ciertos aspectos del
SDA/SDAH, en especial, ciertas reacciones a productos culinarios que aumentan la liberación
de histamina, de insulina o de inmunoglobulinas con su efecto sobre las funciones cerebrales.
El niño SDAH debe ser educado en la correcta alimentación, enseñándole a reconocer
productos nocivos que pueden empeorar su condición neurobiológica.
Higiene física: El 75% de los niños y adolescentes urbanos sufre de sedentarismo crónico.
Permanecen más de 18 de las 24 horas del día sin moverse de la cama o de una silla. A las
ocho horas de clases (con recreos de duración ínfima), se suman las horas sentados haciendo
los deberes, jugando videojuegos, mirando la televisión, hablando por teléfono o chat, y
durmiendo largas siestas.
Al inevitable compromiso del músculo esquelético y los vicios posturales por la inacción
prolongada, se suma la pobre actividad del cerebelo, colaborador de las funciones de
regulación emocional y de administración cognitiva.
Todo maestro sabe que un chico SDA/SDAH que tiene la oportunidad de correr por el patio
cuando está inquieto o distraído, logra mantener la concentración por mayor tiempo.
Higiene del esparcimiento: Atrás quedó la época en que los niños se divertían corriendo tras
una pelota, pedaleando, saltando a la cuerda o inventando juegos grupales. Hoy el esparcimiento
no se concibe sin la participación activa de sofisticados aparatos electrónicos: la televisión, el
Nintendo, el Gameboy, los juegos de computador o los controles remotos que manejan
complejos juguetes.
Todo un mundo a medio camino hacia lo cibernético que pro- mete una maravillosa diversión,
pero que nada dice acerca de sus potenciales efectos adversos sobre el cerebro y, en particular,
sobre el cerebro SDAH.
Es muy amplio y significativo, ya que debe llevar a cabo la orientación a la familia del niño y
adolescente con SDA/SDAH; realizar psicoterapias individuales y sistémicas requeridas, y
contribuir a las decisiones del equipo.
No basta con saber psicología infanto-juvenil, se requiere tener pericias específicas, ya que los
niños y adolescentes SDA/SDAH poseen ciertas características psicológicas determinadas,
que plantean un desafío importante al psicólogo a la hora de orientar a la familia y ayudarles
a resolver conflictos.
En el ámbito psiquiátrico, los desórdenes de ansiedad, los tras- tornos del ánimo y de la
conducta reflejan el conjunto de compromisos neuromadurativos propios del SDA.
Del mismo modo, en el ámbito neurológico se presentan la tartamudez, los tics, las
convulsiones febriles, las crisis convulsivas, las jaquecas y la dispraxia. En el ámbito
neuropsiquiátrico la enfermedad de Gilles de la Tourette. Éstas son manifestaciones de la
compleja disfunción cortico-subcortical propia del SDA.
Entre un 25 y un 40% de los niños (en especial los SDAH) presentan una significativa dificultad
para regular el temperamento, con respuestas de extrema sensibilidad al estrés. Este grupo
debe recibir un psicofármaco específico para su compromiso psicopatológico, además del que
regula la administración cognitiva. Los más usados son los anticonvulsivantes, los ansiolíticos
y los antidepresivos.
EL PAPEL DEL PROFESOR JEFE
En este escenario, el papel del profesor jefe es crucial. Debe proteger a su alumno, defenderlo,
estar alerta a tomar todas las medidas tendientes a revertir su situación. Estos chicos están tan
solos afectivamente, y tan convencidos de ser inútiles, que reciben con alivio y agradecimiento
toda muestra de afecto y de confianza.
El profesor jefe debe negociar con los maestros de asignatura la aplicación de medidas de
evaluación diferenciada que permitan revertir las calificaciones en rojo, además de levantar la
alicaída autoestima. Tiene que explorar y explotar los talentos del alumno.
Por ejemplo, si es un buen baterista o toca muy bien la guitarra, el profesor de música puede
tomarlo bajo su alero, nombrarlo ayudante, ensalzar sus condiciones musicales. El profesor jefe
debe incentivar a sus colegas a ser generosos con las calificaciones y con los elogios, ya que
estas medidas ejercen un efecto balsámico sobre un niño muy herido e inseguro.
LA CONDICIÓN ASPERGER
CARACTERÍSTICAS COGNITIVAS
Por un lado, en el lenguaje verbal destaca un discurso ampuloso, con términos rebuscados y
en ocasiones verborrea, que provoca una primera impresión de gran dominio lingüístico, el
que se apoya en la lectura veloz.
Por otra parte, es un lenguaje literal, inflexible, con significativas dificultades semánticas y
sintácticas. Similar literalidad caracteriza a la lectura, afectando a veces de modo severo la
comprensión del texto.
Presentan talentos cognitivos inusuales, que en orden de frecuencia son los siguientes:
hiperlexia, habilidad inusual visoespacial, hipercalculia e hipermusia. Todos ellos se
caracterizan por tener rasgos inéditos, que no se ven en el común de los niños y que reflejan
un procesamiento de la información atípico y asombroso.
La hiperlexia o habilidad lectora precoz (antes de los cinco años), tiene como sello atípico el
ser una lectura veloz, global, propia del procesamiento hemisférico derecho y sustentada en
una asombrosa capacidad de memoria literal.
La hipercalculia o inusual habilidad para calcular, tiene como rasgo la discrepancia entre la
elevada capacidad para realizar complejos cálculos aritméticos y una severa dificultad para
resolver problemas aplicando el pensamiento lógico matemático.
Destaca en ella la inflexibilidad, la ansiedad permanente, los rasgos obsesivos y la fobia social.
Como resultado, el niño Asperger se muestra rígido, estereotipado, intolerante a los cambios,
obsesivo y reiterativo. Evita la interacción con pares y con los adultos establece interacciones
pasajeras, centradas en necesidades de protección o de intermediación.
En términos conductuales el niño Asperger suele ser tildado de agresivo, pero eso no es
efectivo. Lo central en su conducta en especial en sus estallidos de ira, llanto o gritos
destemplados es la ansiedad intolerable, la rigidez que le impide ver alternativas de solución, la
dificultad para leer y entender las intenciones, y la información implícita que está en la mente
de los otros y que subyace a sus conductas. Sus ataques de enojo son graduales, por lo que
espera que lo ayuden. Cuando se siente solo es más probable que explote.
A) Niños:
• Son más tranquilos pero más obsesivos, fóbicos sociales, quisquillosos y evitativos.
B) Niñas:
• Su perfil intelectual es más parejo, siendo menos frecuentes los talentos inusuales.
Las personas con Síndrome de Asperger y rasgos Asperger presentan las siguientes
dificultades:
Habilidades de comunicación:
- Sus intereses en general son segmentados, y les resulta difícil atender a la totalidad.
Interacción social:
- Tienen poca tolerancia a la frustración, lo que puede provocar “pataletas” si no consiguen algo.
- No se ponen en el lugar del otro en cuanto a sus intereses y/o necesidades, no respetan turnos para
hablar, no se adecuan al contexto, no mantienen una distancia apropiada ni un volumen de voz ajustado
al momento.
Si bien estas son las áreas más alteradas, es posible que el niño y joven Asperger presenten
dificultades adicionales en el ámbito de la integración sensorial, y una baja destreza para realizar
trabajos o actividades que requieran habilidad motora y coordinación.
Son personas transparentes, sin malicia y se muestran con toda sinceridad. Son persistentes
para alcanzar sus metas y objetivos con gran deseo de superación. Las diferencias con los otros
niños se intensifican a medida que crecen. En la etapa pre- escolar, es posible que varias de las
características pasen desapercibidas, lo que se re- vierte en la educación básica.
Cuando el joven se acerca a la adolescencia se produce una mayor conciencia de sus diferencias
y de su soledad. Los cambios físicos van acorde a su edad cronológica, pero se hace más
notoria su inmadurez emocional y sus intereses restringidos.
El niño Asperger necesita de rutinas diarias constantes. Es importante saber que sienten temor
y angustia frente a lo impredecible, por lo que la estructura y el orden establecido los hace
sentir más seguros y confiados.
Para ellos son difíciles las actividades relacionadas con la organización personal, por lo que si
tienen un hermano mayor, es bueno que se transforme en su tutor en las horas de ingreso a
clases, estableciendo una rutina beneficiosa.
Esto debe ser manejado con cuidado para no fomentar una excesiva dependencia, e intentar
que el tutor le enseñe pautas que hagan que el niño conozca su rutina, se acostumbre a hacer
más cosas por sí mismo y mejore su autoestima.
Tienden a interesarse siempre por lo mismo, ya sea para jugar como para conversar. Cuando
encuentran un interlocutor suelen hablar en exceso, con múltiples detalles y sin percatarse si lo
aburre. Para estos niños hacer una y otra vez lo mismo les reduce en gran medida su ansiedad.
Al tener dificultades para captar las señales no verbales fracasan con frecuencia en las
habilidades pragmáticas, por lo que no notan que se acercan demasiado o no dejan
hablar a otras personas. Por otra parte, tiene poca habilidad y/o iniciativa en el inicio, en la
mantención y en cómo dar término a una conversación. Estas son habilidades que pueden
enseñarse a los jóvenes Asperger mediante apoyo individual y en talleres de habilidades
sociales.
Su dificultad para entablar una conversación y entender las motivaciones e intereses de los
demás hace que se muestren serios frente a sus pares, e incluso se pueda pensar que son
pasivos, aburridos y que no tienen interés en tener amigos.
Esto debe ser evaluado con precaución. El autoaislamiento proviene más bien de no saber
cómo relacionarse que de no querer compartir con los demás, por eso son proclives a tener
baja autoestima, ansiedad y depresión.
Es importante enseñarles claves sociales, que tengan compañeros que solidaricen con ellos y
los incorporen –a partir de los temas que al niño le interesan a sus juegos y conversaciones.
También es útil explicarles y mostrarles los juegos preferidos de los niños con la intención de
familiarizarlos, apoyar el entendimiento y que disfrute de estas actividades. Además es
beneficioso darles a conocer con anticipación lo que se realizará, en especial si hay cambios de
rutina.
Las actividades en la sala no son tarea fácil. Aunque parece que es capaz de rendir bastante
más, solo trabaja si quiere y de preferencia se dedica a lo que le gusta. Los problemas son
literalmente “un problema”, y los incentivos que estimulan a los demás a trabajar no ejercen
en él ningún efecto.
Recordemos que los niños Asperger tienen un pensamiento concreto, y que a partir de esto
comprenden los enunciados literalmente. Es posible que sigan de mejor forma la clase cuando
los temas son tratados con ejemplos que incluyan sus áreas de interés, y aprovechar eso para
que participe y resalten sus habilidades, lo que hará que se sienta más valorado y motivado.
Los apoyos visuales, dividir la información en pequeños pasos, organizarla en forma
ordenada y secuenciada, y mostrar ejemplos concretos son estrategias para que los datos
sean fácilmente procesados, la clase más comprensible y más motivante de seguir.
Dado que es posible que presente dificultades atencionales, es útil atraer su atención antes de
dar una instrucción. En actividades grupales, además de seleccionar un grupo que lo acoja y
donde pueda ser un aporte a partir de sus habilidades e intereses, es necesario asegurarse que
comprende la instrucción grupal.
En general, los niños Asperger son tranquilos, pero pueden tener una muy baja tolerancia a
la frustración. Esto los hace presentar rabietas que pueden ser reflejo de la ansiedad frente a
sus propias dificultades o por la confusión de un imprevisto; una reacción frente a una dificultad
sensorial y el miedo por no entender el contexto o sentirse amenazado. Frente a esto lo más
importante es prevenir el estrés, ya que una vez instalado es más difícil revertirlo.
Permanecen las demás características descritas de la etapa infantil: sus intereses restringidos
y marcados que pueden ser otros o los mismos, su baja habilidad pragmática y vulnerabilidad
al estrés que lo lleva a reacciones desproporcionadas. En esta etapa es donde comienzan las
preguntas desde los propios jóvenes Asperger hacia sus padres y adultos cercanos, intentando
confirmar y entender es- tas diferencias. Si bien no hay reglas absolutas, este es el momento
propicio para explicarle al joven su diagnóstico.
En el ámbito académico, el adolescente Asperger ve que su rendimiento es interferido por su
dificultad para acomodarse al aumento y variabilidad de asignaturas, profesores y tareas.
Destaca la lentitud con la que trabaja, en especial, si el tema no lo motiva; su baja capacidad
para abstraer contenidos; evocar conceptos principales; inferir y generalizar ideas, y la
exigencia de mayor autonomía con la que se espera pueda organizar y planificar.
Sin embargo, hay que recordar los aspectos positivos que, bien encausados, son la llave que los
ayudará a progresar en su vida académica y laboral. Entre ellos destaca su excelente memoria,
habilidad en áreas específicas, extenso vocabulario, perfeccionismo y su persistencia en
alcanzar metas deseadas. Contar con un tutor en esta etapa es de gran utilidad, ya que lo puede
orientar en su situación emocional y académica.
En este sentido, también es clave el enlace que el tutor puede generar junto a los demás
profesores con sus compañeros. Esto ayuda al resto de los jóvenes a comprender las
características de las personas Asperger, fomentar respeto, solidaridad y formas de incluir a un
joven distinto que desea compartir y aportar. Es fundamental potenciar en su curso la idea de
la inclusión, de que todos pueden tener dificultades en algunas áreas y capacidades en otras.
Informar o no al curso sobre el diagnóstico es un tema que debe ser previamente acordado
tanto con los padres o tutores legales como con el alumno con Síndrome de Asperger. Sin
embargo, también es válido fomentar la tolerancia y el respeto a las diferencias.
En lo académico siguen siendo útiles las medidas de apoyo que recibió cuando niño, las que
deben adecuarse a las exigencias de secundaria. Es importante asignarle tareas en que se
incluyan sus áreas de mayor interés y competencia, cuestión que lo motivará a participar,
refuerza su imagen e incorporación al trabajo grupal y su autoestima.
Sus dificultades para redactar textos o respuestas deben ser tomadas en consideración. Le
ayudan las adaptaciones curriculares (a veces de contenidos, otras solo de metodología), como
pueden ser el uso de un computador personal para tomar apuntes, o tener los propios más el
de algún compañero ordenado para estudiar.
Los contenidos entregados deben ser en un lenguaje sencillo y claro, con énfasis en la
información relevante y sin detalles que puedan desviar su atención o confundirlo,
proporcionar ejemplos concisos e imágenes. Contribuye también el entregar directrices claras
para realizar los trabajos y potenciar apoyos visuales mostrando instrucciones por escrito y no
solo de forma oral.
Al momento de la evaluación es probable que responda mejor pruebas orales que escritas. Si
son escritas es mejor la selección múltiple o verdadero y falso, a las pruebas con preguntas
abiertas. Se debe asegurar que comprende lo que se le pregunta, antes de que conteste la
evaluación.
Para aquellos cuyas habilidades sí se dirigen por el camino científico o de las letras, es posible
terminar la educación escolar tomando en consideración que requiere adecuaciones curriculares
que apoyen su estilo cognitivo e intereses.
Como todo cambio, terminar el colegio es motivo de ansiedad. Es importante que el joven sea
preparado para este paso, anticipándole lo que sucederá en el período siguiente y, si es posible,
acompañarlo para que conozca el lugar y el ambiente donde continuará asistiendo.
Los niños con TANV presentan una notoria disminución de la alerta y de la capacidad de
atención orientada. Se muestran somnolientos, bostezan con frecuencia y tienen dificultad para
jerarquizar los estímulos del ambiente, atendiendo los irrelevantes.
Les cuesta discriminar aquellos importantes para la actividad que van a realizar. Se ven
distraídos, perplejos y lentos en reaccionar. Si se les llama, giran la cabeza desorientados y
no identifican con rapidez de donde proviene la voz.
Una vez que identifican lo relevante, su concentración es óptima. Son muy lentos, siendo la
parsimonia su característica de personalidad. La dificultad visoespacial es muy significativa, a
lo que se le suma el problema para identificar y controlar su esquema corporal. Es frecuente la
“negligencia” del hemicuerpo izquierdo.
OTRAS MANIFESTACIONES
Presentan además una forma de descoordinación motriz llamada dispraxia, que afecta los
movimientos de tronco y extremidades, de modo que su caminar y gestualidad son toscas.
Muestran una exagerada laxitud de las articulaciones y su musculatura tiene poca tonicidad,
siendo de contextura muy delgada, con escaso desarrollo muscular.
De cinco a 15 años: Ocurre un rápido desarrollo del lenguaje verbal expresivo, apareciendo el
rebuscamiento lingüístico. El niño mira de modo más consistente cuando se comunica,
aumenta la habilidad pragmática y para mentalizar.
• Algunos presentan retraso inicial de lenguaje (etapa pre- escolar) con rápida instalación de un
lenguaje fluido, pero algo rebuscado. Algunos niños muestran sutiles alteraciones semántico-
pragmáticas.
• Discalculia espacial.
• Dificultad para manejar la información espacial, que se re- fleja en el uso de mapas, en artes plásticas,
gimnasia y ejecución de instrumentos musicales.
• Rigidez cognitiva.
• Dispraxia global.
• Ansiedad obsesiva.
• Fobia social.
• Se les debe proteger, pues suelen ser victimizados por sus compañeros.
Lo positivo:
• Son activos buscadores de armonía. Detestan la violencia, por lo que contribuyen a promover la buena
conducta en el aula (piden que se respete el silencio, actúan mediando los conflictos para evitar la
agresión).
• Se transforman cuando están arriba de un escenario: muestran gran talento escénico, son histriónicos,
desaparece su fobia social y se muestran muy creativos.
• Matemáticas y geometría.
• Geografía.
• Técnicas manuales.
• Aceptar y entender la existencia de algún grado de fobia social, ayudando al niño a protegerse a través
de cierto aislamiento, y entregándole la posibilidad de entablar amistad con uno o dos niños tranquilos.
• Estar alerta a proteger al alumno del bullying o acoso agresivo por parte de pares o alumnos mayores.
• Estos niños son muy buenos alumnos en la educación media, y por lo general, se orientan a actividades más
bien aisladas (laboratorio, investigación) o a las profesiones del área humanista. Destacan como profesionales.
La familia debe:
• Apoyarlos a diario en sus deberes escolares, realizando la misma labor que el profesor. Es decir, reorientar
su capacidad de atención, evitando que se queden en lo irrelevante.
• Actuar como un organizador externo, recordándole sus deberes cada día. Este apoyo debe darse por bastante
tiempo, hasta 8° básico, o incluso más tiempo.
• Estimular el desarrollo de actividades que atenúen el impacto de la dispraxia, como la práctica de deportes,
pero sin incorporarlo a actividades competitivas. La ejecución de un instrumento musical les ayuda a modificar
la dispraxia, aunque el inicio del aprendizaje puede ser bastante arduo.
NECESIDADES EDUCATIVAS
ESPECIALES EN LENGUAJE Y
COMUNICACIÓN
Los alumnos pueden presentar necesidades educativas especiales en lectura y escritura, en un área
o en todas, variando esto en cada individuo. En la lectura, generalmente se caracterizan por su
dificultad para aprender a leer, el proceso de decodificación es más lento, porque ellos carecen de la
automatización necesaria para aprehender el significado.
¿Qué relación existe entre el lenguaje oral y escrito? Para responder esta interrogante, es pertinente
señalar que el lenguaje oral precede al lenguaje interior, mientras que el lenguaje escrito sigue al
lenguaje interior (Jiménez). El primer sistema de comunicación fue el habla, inventando
posteriormente códigos de mayor complejidad: los sistemas de re- presentación gráfica;
pictográficas, ideográficas y finalmente las alfabéticas o fonéticas.
En el aprendizaje del lenguaje hablado, el niño lo hace de manera inconsciente, sin lograr captar
el proceso por el cual pronuncia sonidos. En cambio la escritura es un proceso más consciente, que
comienza a formarse mucho más tarde. El lenguaje hablado y escrito es clave en el aprendizaje
escolar, por lo cual las dificultades en la adquisición de vocabulario básico y la comunicación oral
aumentan las dificultades en todas las áreas curriculares.
Nicasio García, les atribuye el origen de estas dificultades a diversos factores que a
continuación se describen:
• FACTORES NEUROPSICOLÓGICOS
Existen supuestas o evidentes alteraciones disfuncinales del Sistema Nervioso Central (SNC)
o disfunciones en la lateralización de las funciones cerebrales en relación con la lectura
(Schachter y Galaburda), o algún factor genético familiar. Sin embargo no existe acuerdo en
estas teorías; autores critican estos enfoques, pues sostienen que no hay relación causal entre
alteración orgánica y dificultades de aprendizaje de la lectura.
Existen factores que se aducen erróneamente al origen de las dificultades lectoras; entre ellos
la motricidad general, la orientación derecha - izquierda, la percepción temporal, la
organización perceptiva, el esquema corporal o la lateralidad (Bernardo y Errasti).
Evidencias empíricas ponen de manifiesto que estas no son causales de las dificultades de aprendizaje
en lectura.
• FACTORES COGNITIVOS
• FACTORES CONDUCTUALES
Para concluir, podemos decir, que los factores antes mencionados se cuestionan y están en
debate, quedando claro que, el factor cognitivo es la causa de las dificultades en Lenguaje; por
lo tanto un mal o inadecuado aprendizaje, la mala transferencia de la integración visual a la
verbal en el proceso de abstracción y generalización, provocarían estas dificultades.
Hay niños que cometen errores tanto en lectura y/o en escritura. A continuación se especificarán
algunos de los errores más frecuentes en lectura oral, en escritura a nivel de copia, dictado y
escritura espontánea.
- Rotaciones o inversiones estáticas de letras con orientación simétrica: b por d, por ejemplo lee
rado por rabo o lee queso por peso, cambia q por p; u por v; p por b.
- Confusión de letras de formas semejantes: n/v; l/e; m/n, etc.
- Traslaciones o inversiones de letras y sílabas: cambia de lugar las letras de las sílabas en el sentido
de la derecha e izquierda, lee le en lugar de el; sol/los; glo/gol, etc.
- Mezcla de letras y sílabas: lee mezclando letras, sílabas y palabras sin sentido. Lee
tanvena por ventana.
- Agregado de letras y sílabas: Lee añadiendo letras o sílabas a las palabras que no
corresponden. Lee salire en vez de salir.
- Omisiones; Omite una letra en la lectura de sílaba o palabra. También puede omitir palabras
completas, que suelen ser adverbios, artículos, etc. En general monosílabos.
- Sustituciones: De una letra por otra al leer, sin ser las consideradas anteriormente como
rotaciones. Por ejemplo: rota por sosa. A veces puede ocurrir que sustituya una palabra por
otra en la lectura de un texto, dicha palabra sustituida guarda cierta similitud gráfica o fonética.
Por ejemplo: barco por balcón.
- Vacilación: El alumno se detiene ante el texto más tiempo del habitual, titubea o vacila antes de leer
una letra, sílaba o palabra, pero al final lo hace.
- Repetición, Vuelve y lee lo ya leído. A veces repite una sílaba, otras, unas o varias palabras.
- Lectura a golpe de sílabas, (pe -lo- ta).
- Lectura a golpe de palabras, (la - casa - es - fea).
DISLALIA
Con relación a la escritura, hay que considerar diversas situaciones que se presentan al escribir: al
copiar un texto, cuando se escribe al dictado o al hacer una escritura espontánea en redacción o
composición libre. En estas situaciones se presentan los siguientes aspectos:
- Presenta irregularidad en el tamaño de la letra; esto se produce cuando existen diferentes tamaño
de distintas letras en una palabra. Presenta letras desproporcionadas, oscilaciones ilógicas del tamaño
relativo de algunas de ellas.
- Presenta errores en la grafía de base, cambia algunas letras por otras, deforma o coloca mal algunas
letras, mezcla mayúsculas y minúsculas, presentan enlaces raros o muy forzados.
- Respecto de la proporcionalidad de las tres zonas especiales que abarcan una palabra; trazados
medios, altos y bajos.
- Soldadura; el alumno une dos letras que inicialmente había escrito separadas mediante un trazo o
enlace que no es prolongación natural del trazado final de la letra e inicio de la siguiente.
· Omisión de fonemas/letras. Los fonemas que se suelen omitir con mayor frecuencia son: l, n, r, s,
cuando están situados antes de una consonante. Por ejemplo: máscara por macara, delfín por defín.
· Inversión de sílabas. Posiblemente este tipo de error, el de la inversión de sílabas, sea el error de la
lectoescritura que clásicamente llame más la atención. La inversión de sílabas tales como bal-bla puede
alterar, en algunos casos, el significado de una palabra. Por ejemplo: calvo-clavo, y, en otros, la palabra
llega a perder completamente su significado: plamera, páltano.
· Inversión de letras por formas semejantes. Confunden la b por la d y la p por la q y la m por la n. Ejemplo:
nana por mama y bola por doda.
DISGRAFÍA
En estos casos es importante identificar cuáles o cuáles son las características de la mala letra o
grafía; en ocasiones, un exceso de presión del lápiz provoca cansancio muscular, fatiga y como
consecuencia, se cometen alteraciones en la escritura de las grafías. En otras ocasiones, el alumno
no ha adquirido la suficiente habilidad en el trazado correcto de las grafías, o no domina la
direccionalidad de las mismas. Otras veces no está afianzada la noción de ritmo y secuencialidad,
produciéndose entonces espaciaciones interpalabras incorrectas. En otros casos la letra ilegible
estará plagada de todos los errores posibles.
- Sustituciones; una de las letras escritas no es la que debería suscitar el fonema emitido. La letra
correcta es sustituida por otra. Por ejemplo: miero por miedo. Se puede decir entonces, que hay
sustitución fónica, cuando el sujeto sustituye una letra por otra que tiene sonido parecido, y la
sustitución gráfica, cuando lo hace en letras de forma gráfica parecida.
- Rotaciones; ocurre cuando las letras correctas son sustituidas al escribir, por otra que se obtiene girando
o rotando en el papel, cadallo por caballo; hapa por hada.
- Omisiones, el niño deja de escribir una letra en medio o al final de una palabra cuando se
le dicta o copia. Por ejemplo: capo/ campo; sata/saltar.
- Traslaciones, se invierte el orden de las letras gol/glo; al/la; flores/folres.
- Adiciones, añade más letras que las que lleva la palabra.
- Contaminación, omite una letra de una palabra y la añade en la siguiente.
- Mezcla, alteración del orden total o parcial de las sílabas e una palabra camino / canimo.
- Uniones de palabras inadecuadamente, dos o más palabras que van separadas
seescribentodasjuntas.
- Separaciones inadecuadas, separan las sílabas de una palabra como si fueran varias. Por ejemplo:
Des pués del bai le.
· NIVEL DE ORTOGRAFÍA
ARBITRARIA
Se entiende por ortografía arbitraria aquella que es fruto de las normas ortográficas fijadas
para el idioma. Los errores provienen del uso inadecuado de los acentos, mayúsculas, signos
de puntuación, uso de la v/b, g/j, etc.
· NIVEL SINTÁCTICO
Cabe señalar que todos los errores descritos anteriormente pueden presentarse como errores
específicos que son comunes de tipificar y encontrar en los alumnos en el momento de diagnosticar.
DIAGNÓSTICO Y EVALUACIÓN DE
LAS N.E.E EN LENGUAJE Y
COMUNICACIÓN
Los tests o pruebas utilizadas permiten al docente conocer los niveles de competencia de los
alumnos de diferentes cursos con necesidades educativas en la lectura y escritura y decidir qué
estrategias deberán ser utilizadas para mejorar las conductas descendidas.
Por lo tanto, el mejor diagnóstico es aquel que nos brinda información completa, global del alumno y de sus
competencias, tanto cuantitativa como cualitativamente.
Los docentes en el momento de la evaluación deben tener presente el desarrollo evolutivo de los
alumnos, su etapa escolar, sus capacidades y necesidades, siendo conveniente conocer antecedentes
del ámbito social y familiar.
En Lectura:
- Qué nivel de lectura poseen los alumnos, si presentan nivel lector, qué tipo de lectura poseen: lectura
subsilábica, silábica, vacilante, o fluida.
- Si leen palabras, oraciones completas. Si al leer se saltan líneas.
- Deben atender a la entonación de la lectura.
- Captar su tipo de atención: vacilante o sostenida.
- La comprensión que poseen de las lecturas.
- La postura que adoptan al leer.
- Si es respirador nasal u bucal.
- Explorar su aparato fonoarticulatorio y constatar si se encuentra indemne.
- Velocidad al leer.
- Presencia de dislalias.
- Si presenta errores específicos en lectura (omisión, sustitución, inversión, adición, etc.).
- Qué fonemas le cuestan pronunciar, muestra dificultad al leer.
En Escritura:
Es conveniente que usted conozca algunas pruebas estandarizadas que puede utilizar; determinando la más
adecuada para evaluar en el nivel y curso correspondiente.
DESCRIPCIÓN DE EVALUACIONES
Se describen pruebas utilizadas por muchos docentes, que son muy efectivas para conocer las
competencias de sus alumnos en esta asignatura.
- Aplicación: Puede ser aplicada en forma individual o colectiva. La prueba se presenta de manera
ordenada con un nivel progresivo de dificultad, de tal manera que si el niño fracasa en el nivel que le
corresponde, puede pasarse al nivel anterior. Si la aplicación es colectiva, el examinador debe esperar
que el 90% de los niños haya terminado, antes de avanzar al siguiente subtest. Son pruebas alternativas,
NO deben ser aplicadas en forma simultánea. Para constatar aprendizaje se recomienda pasar la
segunda aplicación en un lapso no inferior a seis meses.
- Duración: la prueba puede detenerse cuando el alumno presenta signos de frustración, tensión y
excesivas vacilaciones. Para los niños que se fatiguen se les puede dar un recreo de 10 minutos; esto
es para 1° y 2° básico.
- Duración: 8 minutos
I. Identificación Alumno.
IV. Sugerencias
Realizar ejercicios tales como los descritos en el 3.3 de esta unidad que
son descritos posteriormente.
- Utilizar la técnica de trazado.
- Reconocer figuras gráficas, representaciones simbólicas.
- Completar palabras con un grafema que falte y asociarlo a una figura.
- Realizar fragmentaciones y separaciones.
- Desarrollar ejercicios caligráficos atendiendo a la ubicación de los
trazados altos, medios y bajos.
M. Cristina León R.
Firma
MÉTODOS DE LECTURA Y ESCRITURA
Cuando se comienza a enseñar a leer y escribir, se utilizan distintos tipos de métodos que, por lo
general se clasifican en dos grandes grupos: métodos sintéticos con base fónica o silábica y métodos
globales o analíticos.
MÉTODOS SINTÉTICOS
Los métodos sintéticos son aquellos que parten de elementos más simples (grafemas, sílabas) y
tienen como objetivo que dominen las estructuras más complejas (frases, texto). Se da más
importancia a los procesos de decodificación del significante (Jiménez y Artiles).
- Parte del estudio analítico de vocales y consonantes, que se asocian a una representación gráfica que
comienza por la letra que se está enseñando.
- Se combinan letras entre sí para formar sílabas.
- Se identifican palabras, formadas por la unión de las sílabas aprendidas (énfasis en
significación de palabras)
- Se introduce la lectura oral de pequeñas frases formadas a partir de la relación
significación de las palabras entre sí.
El método sintético se divide en:
· Alfabético
Es método alfabético inicia el proceso de aprendizaje, procurando que los niños identifiquen
y reconozcan las vocales y consonantes a través de su nombre. Este método resulta ser un
inconveniente porque el alumno da sonidos falsos (Por ejemplo: eme, ese), por lo tanto, al
formar la sílaba es necesario eliminar articulaciones y fonemas.
· Fónico
Como orientación al método alfabético, se sugiere que se enseñe el sonido de cada letra en
su sentido fónico (Por ejemplo: S ssss.., F fff..) estos sonidos se acompañan de imágenes
o sistemas icónicos. El aprendizaje se da entre la relación que se establece entre grafema -
fonema.
· Silábico
Las guturales: j -g
Las labiales - explosivas: p - b
Nasales: n - m.
· Léxicos
El objetivo es lograr que los alumnos aprendan y comprendan una serie de palabras, que se
convertirán en aprendizaje posterior. Estas palabras son acompañadas de dibujos.
Una vez aprendida la palabra, se pasa a otra cuya primera sílaba es igual a la última
sílaba de la palabra estudiada.
Por ejemplo:
Palabra: sapo
polera
- Preparación para las adquisiciones globales; es importante el dominio de la expresión a través del
dibujo. La escritura se presenta como la «expresión» de dibujos significativos. Se estimula la
expresión verbal para luego introducir la escritura como medio de comunicación.
- La iniciación a la lectura se da al interior del contexto de cada niño, de la conversación en las clases.
Entonces, el maestro, leerá frases (escritas en cartulina) que han dicho los niños en este contexto y
serán expuestas en el aula.
Se han realizado muchas investigaciones sobre la eficacia de los métodos de lectura, existiendo
conclusiones coincidentes en que es necesario el uso de una multivariedad de métodos. Al parecer
no hay un método mejor que otro. Su eficacia depende de muchas variables intervinientes, como el
pensamiento, actitud y motivación del profesor, ritmo de aprendizaje, madurez de los alumnos,
materiales didácticos que utilicen (Jiménez y Artiles).
No se puede generalizar para un grupo de alumnos, que un método es más eficaz que otro.
Conviene utilizar metodologías individualizadas usando varios métodos a la vez, combinando sus
ventajas; en conclusión, utilizando métodos mixtos, que permitan dar una atención global al
alumno.
Del mismo modo, es recomendable conocer varios métodos tanto analíticos como sintéticos para
emplearlos con los alumnos que presentan necesidades educativas, pudiendo ser usados de manera
mixta.
La variable «características del maestro», determinará la eficacia de un método, más que éste en sí
mismo. Lo importante es buscar estrategias eficaces para ayudar a los profesores.
Sinteticemos:
Métodos
ANALÍTICO SINTÉTICO
· El aprendizaje es más lento en relación al · En general son poco motivadores para los
método sin- tético. alumnos, produciendo en ocasiones
· Excesiva preferencia de la percepción visual rechazo y aversión a la lectura.
sobre la auditiva. · No respetan los principios de la
DESVENTAJA · Dificultades de los maestros por psicología.
conocer el real «interés - necesidad» del · Es poco probable que le pueda dar
S
alumno. significado a una letra, por lo que la
· El docente requiere mayor preparación y significación lectora no aparece en los
mayor trabajo en el desarrollo de primeros momentos del aprendizaje.
metodologías.
· Al no conocer el código escrito, el alumno no
identifica palabras nuevas.
CÓMO CORREGIR ERRORES ESPECÍFICOS
EN LECTURA Y ESCRITURA.
- Es posible que el alumno realice ejercicios donde deba elegir figuras similares al modelo. Es
conveniente practicar con representaciones gráficas y simbólicas, para concluir en modelos de letras y
palabras.
Por ejemplo:
Representaciones gráficas:
Representaciones simbólicas:
Letras y palabras:
- Completar series de palabras incluyendo aquellas en las que aparece el fonema o sílaba problema.
Por ejemplo:
mari osa pe o f or
co pana
cammm
barrr
Dictado:
..............................................................................................................
.............................................................................................................
Separaciones y Fragmentaciones.
- Se pueden seleccionar las palabras que han sido objeto de fragmentación y presentarlas de forma
correcta, para que sirva de modelo a la hora de elegir entre varias palabras alternativas donde una sola
es idéntica a la del modelo. Por ejemplo:
es tante fi es ta
fiesta fiesta
estante est ante
es tan te fies ta
- Presentar modelos correctos e incorrectos, consistentes en varias frases escritas acompañadas de sus
respectivos referentes visuales o gráficos. Para que el alumno seleccione aquella que está escrita
correctamente. Por ejemplo:
- Ejercicios de ritmo utilizando un golpe por palabra. Esto puede ser útil para dar estructuras rítmicas
sonoras que se asocien a las palabras, de forma que el alumno consiga a través de la reproducción de
golpes, asociar el ritmo con la correcta separación de palabras en la frase.
- Tomar conciencia de que los trazos de palabras no tienen sentido, haciéndole ver al alumno que sílabas
como «li» o «bro» no tienen sentido por sí solas.
- Descubrir las incorrecciones de palabras unidas, considerando que una palabra como
«perro» constituye un conjunto fijo en relación con las que le rodean, como pueden ser
«mi»,«tú», «el», «corre», «ladra», «es», etc.
Contaminaciones.
Sustituciones.
- Dibujar las letras y sílabas que confunde y pasar el dedo sobre ellas pronunciando simultáneamente su
sonido.
- Trazar la letra o sílaba en el aire y pronunciar su sonido.
- Utilizar letras manipulables para contraponer palabras que tengan distintos significados a causa de la
variación de la letra o fonema objeto de confusión. Hay que procurar que los alumnos subrayen las que
son pronunciadas, las escriba y decodifique. Por ejemplo:
pata - gata casa - caja
p p q p p q q p p
m n n m m n m n m
d d d b d b d b b
e e a a a e e a e
Traslaciones.
++-*
+ + - * + + - * ...................................
ddeo
d d e o d d e o ........................................
fa fe sa sol
fi fiu su sa
uf fa as es
fe uf sol su
fiu fi es as
- Realizar ejercicios para que los niños identifiquen palabras incorrectas. Por ejemplo:
- Leer un texto y que los niños sean capaces de encontrar palabras incorrectas. Por
ejemplo:
El periódico es de papel. De palpe son también los libros. Los volantines son de palpe.
Las cartas, tarjetas y muchos envoltorios son de papel. El palpe se obtiene de la madera.
· Agregados
- Que los niños cuenten el número de letras de una palabra y también el número de sílabas.
- Escribir en el aire con los ojos cerrados palabras donde existen dificultades.
- Identificar palabras correctas.
· Inversiones
· Mezcla.
La gallina egoísta
Y así, los cisnes ayudaron a las girafas. La jirafita, las gallinas y el pequeño cisne se hizieron
muy amigos. Compartieron los mismos jugetes, en sus entretenidos juegos y hasta durmieron
en la mismo gayinero hasta que las jirafas tuvieron una nueva casita en el bosque.
Una tarde de berano una aveja entró bolando por la ventana con un mensaje para mamá girafa.
Unos honbres habían destruido la casa - gallinero de la familia gallina con un acha y las jallinas
no tenían a dónde ir. la jirafa madre les abrió las puertas de su casa y les invitó a quedarse.
Muchas gracias por ofrecernos una abitación - respondió mamá gallina. - Hemos conprendido que
todos los animales podemos tener problemas. Todos somos iguales y debemos ser jenerosos.
- Hay palabras que les falta tilde. A ver si los colocas correctamente.
- Seleccionar palabras poco familiares para los alumnos, luego que las escriban y que las pronuncien. La
idea es que el niño tome conciencia que hay que entender lo que se lee.
- Ordenar frases desordenadas, para hacer que el alumno comprenda que las palabras
tienen una secuencia con sentido. Por ejemplo:
- Se presenta a los alumnos y alumnas la noción de idea principal como lo que un párrafo expresa
acerca del "tema" que aborda.
- Se modela la estrategia de "selección", que puede emplearse para extraer la idea principal.
- Quitar información que no es importante desde los párrafos.
- Subrayar una oración temática donde se expresa de forma directa y explícita.
"A mi amiga María le gustan mucho los perros; a mí no tanto. De hecho, yo soy alérgico a estos
animales. Los perros, a veces, pueden transmitir cantidad de enfermedades si no están debidamente
controlados por un veterinario. Estos animales de compañía pueden ser de gran utilidad para
muchas familias".
- Ampliar el conocimiento de palabras, para esto los alumnos reconocen y nombran objetos, (utilizan
láminas).
- Buscar sinónimos y antónimos de estas palabras.
- Forman oraciones, cuentos dramatizaciones utilizando el nuevo vocabulario.
- Formar categorías con las características de las palabras en estudio.
Cuchara X X
Taza X X X
Seleccionar palabras homófonas y formar oraciones con ellas y apreciar las diferencias. Por ejemplo:
lentes clavos
traje de baño serrucho
gorro guantes martillo
cuchillo
· En relación a las palabras que sirven de unión
- Escribir las palabras que sirven de unión en frases para que el alumno las pronuncie y subraye.
- Buscar en lecturas las palabras en estudio (él, en, cuando, entonces, de, ello, y, ese, etc.).
- Confeccionar un listado de estas palabras para que el niño seleccione la que corresponde en las frases
incompletas. Por ejemplo:
De esta manera, el añadir que ribete es una cinta ayuda a los niños a entender el significado.
· Para reconocer palabras de su vocabulario habitual.
- Realizar ejercicios para que los alumnos se anticipen a completar las frases con las palabras
correspondientes.
- Se da a conocer el tema de una historia y un listado de palabras, los alumnos deben seleccionarlas de
acuerdo a su aparición en la historia sea más probable.
edificios ascensor
tractor pala
autos departamento
semáforos disco Pare
caballo flores
Este tipo de dificultades pueden suponer un serio obstáculo para el adecuado desempeño
escolar del niño, ya que van a ser la base de los futuros aprendizajes que va a tener que
adquirir. Sin la adecuada intervención, el niño puede tener importantes problemas de
aprendizaje a largo plazo, causando fracaso escolar. Si un alumno tiene dificultades en la
lectoescritura, le costará resolver problemas de matemáticas, aprender nuevos idiomas,
entender textos de conocimiento del medio.
En ocasiones van a generar problemas de autoestima en el niño, ya que no es capaz de
conseguir los objetivos que se propone y obtiene calificaciones académicas negativas.
Por el contrario, con la adecuada intervención y seguimiento, el alumno con dificultades no
tiene que tener consecuencias negativas a largo plazo, sino que puede conseguir un adecuado
rendimiento académico.
“Es una grave dificultad con la forma escrita del lenguaje, que es independiente de
cualquier causa intelectual, cultural y emocional. Se caracteriza porque las adquisiciones del
individuo en el ámbito de la lectura, la escritura y el
deletreo, están muy por debajo del nivel esperado en función de su inteligencia y de su edad
cronológica. Es un problema de índole cognitivo, que afecta a aquellas habilidades
lingüísticas asociadas con la modalidad escrita, particularmente el paso de la modalidad
escrita, particularmente el paso de la codificación visual a la verbal, la memoria a corto plazo,
la percepción de orden y la secuenciación.”
DETECCIÓN
DIAGNÓSTICO
Algunas de las pruebas para detectar a los niños con dislexia son las siguientes:
El WISC (Escala de inteligencia de Wechsler para niños): en el WISC los niños disléxicos
puntúan más alto en la escala manipulativa que en la verbal Las pruebas de Dígitos,
Información, Aritmética y la de Claves están asociadas a los problemas de dislexia, los
niños con este problema puntúan bajo en ellas por cuanto las habilidades que se exigen en ellas tienen
que ver con la memoria a corto plazo.
Pruebas de lateralidad, pues la lateralidad cruzada o no definida, suele ir ligada a la dislexia.
T.A.L.E. (Test de Análisis de Lectura y Escritura), que permite una análisis detallado por
niveles de edad y escolarización de los problemas que aparecen en todas las áreas y modos
de la lecto- escritura: letras, sílabas, lecturas, comprensión lectora, dictado, copiado...
TRATAMIENTO
El maestro en el aula debe tener en cuenta algunas consideraciones con estos niños y al mismo
tiempo orientar a las familias para que también las hagan desde casa. Son las siguientes:
1. Evaluar sus progresos en comparación con él mismo, con su nivel inicial, no con el nivel de los
demás en sus áreas deficitarias. Ayúdele en los trabajos en las áreas que necesita mejorar.
2. Darle una atención individualizada siempre que sea posible.
3. Asegurarse de que comprende las preguntas escritas antes de que proceda a resolverlas.
4. Proporcionar el tiempo que sea necesario para que termine las tareas.
5. Hacer observaciones positivas sobre su trabajo, para aumentar su autoestima y que él mismo
aprecie que está avanzando.
6. Contemplar la posibilidad de una grabadora para el estudio, ya que su problema está
en la lectoescritura.
7. Expresar actividades y exámenes oralmente para facilitar su comprensión.
8. Colaboración familia y escuela, comentando avances y dificultades. Esto fomentará un correcto
desarrollo del alumno
9. Proporcionarle fichas o programas educativos que refuerce la lectoescritura.
TRASTORNOS EN LA ESCRITURA: DISGRAFÍA Y DISORTOGRAFÍA
DETECCIÓN
En el aula los alumnos tienen que realizar continuamente producciones escritas: dictados,
comentarios, descripciones, a partir de ellas los docentes podrán detectar estos dos tipos de
trastornos.
Para la disgrafía los síntomas son: postura inadecuada, soporte incorrecto del lápiz, mala
presión del mismo o velocidad de escritura excesivamente rápida o lenta, gran tamaño de las
letras, letras inclinadas, deformes, excesivo espaciado entre letras o muy apiñadas, letras
irreconocibles y, en definitiva, texto de difícil comprensión.
Para la disortografía los síntomas son: omisión o confusión de artículos, plurales, acentos o
faltas de ortografía debido a desconocimiento o negligencia en las reglas gramaticales,
dificultades relacionadas con la correspondencia fonema-grafema y aparecen errores de
omisión, confusión y cambio de letras, sílabas, palabras, adiciones y sustituciones.
DIAGNÓSTICO
- Wisc-R o Test de Matrices Progresivas de Raven, ambas son pruebas que sirven para medir el nivel
intelectual.
- El TALE, que investiga el proceso lecto- escritor del niño.
- PROESC, que evalúa los procesos de la escritura.
- FROSTIG, Desarrollo de la percepción
- Test de Bender: Con esta prueba se obtiene una valoración de la madurez viso-motora del niño así
como diferentes aspectos de su temperamento.
TRATAMIENTO
Hay que potenciar el refuerzo positivo, el reconocimiento de sus logros hará que el niño se
sienta más motivado para corregir sus dificultades en la escritura.
- Cálculo aritmético.
- Aprendizaje mecánico como la memorización de horarios o números.
- Los trabajos escritos.
- La coordinación motriz fina.
El cálculo, desde el punto de vista neuropsicológico es una función muy compleja: en una
simple operación aritmética interviene una gran cantidad de mecanismos neurocognitivos:
mecanismos de procesamiento verbal y/o gráficos de la información; percepción,
reconocimiento y en su caso producción de la caligrafía y ortografía numérica y algebraica;
representación número/símbolo; discriminación visoespacial (alineamiento de los dígitos y
colocación de estos adecuadamente en el espacio), memoria a corto y largo plazo,
razonamiento sintáctico y mantenimiento atencional.
Las diferencias individuales también juegan un papel importante; un aspecto hace referencia
a las diferencias culturales en el desarrollo de las habilidades de las matemáticas y de las
dificultades de aprendizaje de las matemáticas, sobre todo cuando se trata de culturas con
sistema de escrituras muy diferentes.
En tanto, cuando se presentan dificultades en matemáticas, estas producen efectos que son
diversos, yendo más allá del área académica, afectando áreas como la atención,
impulsividad, perseveración, lenguaje, lectoescritura, memoria, autoestima o las
habilidades sociales.
En cambio, cuando observamos dos bolitas, una verde y una amarilla, nos damos cuenta que
son diferentes, esta diferenciación que establecemos es un ejemplo de conocimiento lógico -
matemático. Las bolitas son totalmente observables, pero la diferencia entre ellas no se
expresa en una relación creada mentalmente por el sujeto, que vincula a los objetos. Por lo
tanto, depende de él mismo.
Desde un punto de vista las dos bolitas son diferentes, y desde otro punto de vista son
parecidas. Si quieren establecer o comparar el peso es probable que digan que son «lo mismo»
(en peso). En cambio, si quiere establecerlos desde un punto de vista numérico, dirá que son
«dos». Las bolitas son observables, pero el «ser dos» no lo es.
Los niños en esta edad no distinguen entre el yo y el mundo exterior, su conciencia empieza
con un egocentrismo inconsciente, en tanto la inteligencia sensorio - motor culmina en la
construcción de un universo objetivo.
Los niños a través del lenguaje, reconstruyen en relato sus acciones realizadas anterior-
mente; esto tiene como consecuencia la interiorización de la palabra, es decir, la actividad
mental interna.
El pensamiento en esta etapa es pre - lógico por la intuición; acerca de las percepciones y
movimiento en forma de imágenes representativas y de experiencias mentales. Este
pensamiento intuitivo, se refleja en el lenguaje y en lo imaginativo.
En esta etapa el pensamiento se fija en las transformaciones de los objetos y coordina los
diferentes puntos de vista. Se hacen presentes las operaciones, que son
acciones interiorizadas, reversibles y susceptibles de ser generalizadas, concretas; aún
están ligadas a la acción.
Los niños a partir de los 7 - 8 años, comienzan a desarrollar el proceso de reflexión, ellos
piensan antes de actuar. La reflexión es una conducta social de discusión. Hacia esta edad se
construyen una serie de sistema de conjuntos que transforman las intuiciones en operaciones
en todas sus formas.
En esta etapa los niños logran razonar sobre objetos, preposiciones, hipótesis o realidades;
ya pueden tomar una decisión de muchas posibilidades que se les presentan.
Alrededor de los once - doce años las operaciones lógicas empiezan a ser cambiadas desde las
manipulaciones concretas al plano de las ideas expresadas con un lenguaje simple, símbolos
matemáticos. En tanto el hombre está en constante reajuste y equilibrio. Considerándose
como un progreso de la estructura mental.
Piaget, señala que en la base del número; hay nociones lógico - matemáticas, conceptos que
son previos y que se deben desarrollar, para comprender el lenguaje matemático, para
resolver posteriormente las operaciones matemáticas. Estas competencias son necesarias y
se requieren para adquirir entonces competencias de mayor complejidad.
Clasificación: El niño puede organizar el mundo que lo circunda ordenando los objetos de
acuerdo a sus semejanzas y diferencias. Por lo tanto, es la agrupación de objetos según un
criterio determinado. Esta clasificación se puede comenzar a realizar con elementos
concretos, seres y objetos que rodean al niño (personas, juguetes, ropa, animales, plantas) y
se basan en características como: color, tamaño, espesor, utilidad, etc.
Seriación: Es la ordenación sistemática de las diferencias de un conjunto de elementos, de
acuerdo a una o más propiedades, tales como tamaño, peso, grosor o superficie. La
intervención del orden, de la serie, permite distinguir cada elemento del que precede o le
sigue. Esta relación permite la formación del concepto ordinal (primero, segundo).
Correspondencia uno a uno: Es la forma más directa de comprobar que dos conjuntos tienen
la misma cantidad de elementos. Esta relación interviene en la formación del concepto de
número cardinal (número de elementos de un conjunto), básico para la comprensión de la
adición.
ETIOLOGÍA DE LAS
DIFICULTADES DE APRENDIZAJE
EN MATEMÁTICA
A la hora de definir cuál es el origen de las dificultades en las matemáticas nos encontramos
frente a un problema, puesto que existe una escasez de bibliografía al respecto y una gran
diversidad de opiniones frente a la problemática, con la utilización poco precisa de términos
o se dan distintas acepciones. Como discalculia, acalculia, disaritmética, etc.
CLASIFICACIÓN DE LAS
DIFICULTADES DE APRENDIZAJE
EN MATEMÁTICA
· En las operaciones
- Directas: - suma - multiplicación
- Indirectas: - resta En - división
· los problemas:
- Comprensión del texto - Resolución
· En Geometría
- Medidas - Sistemas de unidades:
(longitud, superficie,
volumen).
El Dr. Jacob Feldman, propone otra clasificación, que es muy operacional y de gran ayuda
para enfrentar signos de alarma. Según este investigador las manifestaciones son:
- Fallas en el pensamiento operatorio. Las nociones básicas se encuentran alteradas: nivel de
clasificación, conservación y relación.
- Incapacidad para acceder a la operatoria numérica.
- Fallas espaciales que se manifiestan en la escritura de números invertidos y en errores para
columnar.
- Fallas de atención y memoria, en retención y recuperación de información.
En tanto María Fernández, muestra cuatro tipos de dificultades que se asocian a los
trastornos de cálculo. La autora señala que existen niños con problemas a nivel intelectual,
presentándose de la siguiente manera:
DISCALCULIA
ACALCULIA
Es un trastorno relacionado con la aritmética adquirido tras una lesión cerebral, luego de
haber consolidado y desarrollado esas habilidades. Lo que denomina Benton cómo
«déficits con las operaciones numéricas», se distinguen de dos formas:
En la mayoría de los casos, usted profesor se encontrará con alumnos que en el momento de
evaluar presentan trastornos asociados, trastornos generales de aprendizaje. Es decir, en más
de una asignatura manifiestan dificultades en su aprendizaje.
El docente necesita realizar una evaluación integral a niños de distintas edades y cursos,
apoyándose para ello en variados métodos y procedimientos de evaluación: pruebas
estandarizadas, informales, observación directa, escalas de apreciación.
A continuación se presentará una pauta de registro, que le brindará una herramienta de gran
utilidad frente a la necesidad de determinar si sus alumnos presentan o no dificultades en el
área de la matemática.
PAUTA DE REGISTRO INFORMAL PARA SEÑALES DE ALARMA FRENTE A
DIFICULTADES DE APRENDIZAJE EN MATEMÁTICA
Nombre del niño :
Escuela :
Curso : F. de Observación:
CONCEPTOS
MB Muy Bueno
B Bueno
R Regular
CD Con dificultad
CONDUCTA MB B R CD
S
1. La recepción de la información oral es
2. La recepción de la información auditiva es
3. Su comprensión verbal es
4. La expresión verbal oral se presenta
5. La expresión escrita se presenta
6. Su amplitud y riqueza del lenguaje es
7. Sus períodos de atención son
8. La retención de la información es
9. La atención a estímulos selectivos es
10. Su selectividad frente a estímulos determinados
11.Los períodos de atención frente a una tarea es
Esta pauta es flexible y permite que usted pueda ingresar otras conductas que cree son
necesarias de observar y le arrojan datos importantes de sus alumnos frente a la asignatura.
Es conveniente conocer al momento de evaluar a los alumnos sin importar el nivel en el cual
se encuentran:
· Prueba de Precálculo.
Las autoras de esta prueba son: Eva Milicic, Sandra Schmidt. Está diseñada para niños de 4
a 7 años, de aplicación individual o colectiva en grupos de 3 a 10 niños. Su duración es de
tiempo ilimitado.
Esta prueba permite a los docentes evaluar el desarrollo del razonamiento matemático antes
de que el menor sea sometido a la enseñanza formal de las matemáticas; la prueba está
compuesta por diez subtests: conceptos básicos; percepción visual; correspondencia término
a término; números ordinales; reproducción de figuras, números y secuencias;
reconocimiento de figuras geométricas; reconocimiento y reproducción de números;
cardinalidad; solución de problemas aritméticos y conservación.
Pruebas de Seriación
Pruebas de Conservación
Pruebas de Clasificación
- Prueba de Construcción de una clase con uno y dos atributos, explora nivel de desarrollo
en la construcción de una clase según uno o dos atributos.
- Prueba de uso de los cuantificadores «todos» y «algunos», explora el nivel de dominios los
cuantificadores todos y algunos.
- Prueba de intersección simple, explora el nivel de clasificación multiplicativa:
clasificación de un objeto considerando dos criterios de formas simultánea / forma /
color.
- Prueba de Cuantificación de la inclusión de clases, explora el razonamiento lógico
alcanzado por el alumno frente a un problema de cuantificación de la inclusión de
clases.
- Prueba de cuantificación múltiple, explora el nivel de clasificación de un
conjunto de elementos que podrían clasificarse según forma - tamaño - color.
Esta prueba fue diseñada por Benton y Luria y adaptado por Mariana Chadwick y Mónica
Fuentes. Tiene como finalidad evaluar la capacidad del niño para comprender los números
presentados en forma oral y escrita, la habilidad del niño para el cálculo oral y escrito. La
capacidad para el razonamiento matemático, esto se evalúa en un test de resolución de
problemas.
· Prueba de Comportamiento Matemático
Con esta evaluación se persigue evaluar elementos del lenguaje cuantitativo. Toma en cuenta
diferentes niveles de razonamiento, habilidades y competencias matemáticas: manejo de
símbolos numéricos, operacionalización y utilización del cálculo para la resolución de
problemas.
MÉTODO DECROLY
El método Decroly está fundamentado sobre el interés natural del niño hacia el mundo que
lo rodea. La enseñanza está centrada alrededor de ciertos aspectos de la vida que atraen la
atención del niño y le motivan: los centros de interés.
A través de los juegos sensoriales intenta que el niño relacione las cosas, las palabras, las
ideas, es decir, que llegue a tener una representación mental. Esto es muy importante para la
adquisición de número, que según Decroly exige los siguientes pasos:
- Caja de sorpresa.
- Juegos de clasificación: frutos, objetos pequeños, objetos idénticos, etc.
- Juegos de agrupamiento: tiras de abrochar, los niños, los juguetes.
- Juegos de análisis: primer juego de análisis, las tiras.
- Juego de cifras.
- Descomposición por suma.
- Dominós.
- Pies y patas.
- El reparto.
- La moneda.
SISTEMA MONTESSORI
Este sistema está basado en los principios que rigen la pedagogía de María Montessori.
Considera que el niño en sus diversas fases evolutivas pasa por momentos de una sensibilidad
especial que deben ser aprovechados, pues es cuando está en mejores condiciones para
desarrollar sus potencialidades, tanto en el aspecto sensorial como en el motriz, con el
consiguiente beneficio para el desarrollo intelectual. Los alumnos pueden aprovechar estos
momentos si se encuentran en un ambiente favorable que le estimule.
Los juegos son aplicables a la enseñanza de las matemáticas; de los conceptos trata de
comparar formas, tamaños, juegos de encaje, etc. Pero junto a éste, hay un material más
específico, que es el siguiente:
- Sistema de diez bastones prasmáticos de sección cuadrada de 4 cm. de lado, el primero de los
cuales tiene 10 cm. de largo (representa la unidad). El resto aumenta sucesivamente de 10 en 10
cm. hasta el último bastón que alcanza 1 metro. El bastón unidad es de un solo color. Los restantes
varían alternativamente de color cada 10 cm.
- Sistema de pequeños husos, todos iguales entre sí atados entre grupo con una cinta
y de grosor variable. Deben clasificarse en dos cajas divididas cada una en
cinco compartimentos, numerados del 0 al 4 y de 5 al 9.
- Diez carteles con las cifras escritas y 45 objetos pequeños iguales.
- Perlas de color - sueltas, enfiladas de 10 en 10; cuadrados de perlas 10 por 10 formando un solo
objeto; un cubo de perlas, (mil).
- Carteles con cifras, de tamaño creciente de acuerdo con la jerarquía de los
números.
- Ábacos.
Tanto estos métodos, como otros que no se han mencionado, tienen aspectos positivos, a la
hora de crear un material atractivo para los niños. No importa si al momento de optar el
docente utilice un método u otro, lo importante es que en todo momento sepa adaptarse al
momento evolutivo de los niños y presenten los conceptos que debe enseñar de forma clara,
comprensible y graduada.
A veces puede ser necesaria la búsqueda o creación de material, por parte de los alumnos, lo
que facilita el proceso de aprendizaje, puesto que en matemáticas es básica la creatividad y
la participación activa, tanto del profesor como de los alumnos y así evitar caer en la rutina
y monotonía de una enseñanza mecánica.
ESTRATEGIAS DE AYUDA PARA ENFRENTAR LAS
DIFICULTADES EN MATEMÁTICA
Para seleccionar las estrategias adecuadas de recuperación hay que partir por un diagnóstico
completo de los alumnos. Las posibilidades de recuperación no dependen exclusiva- mente
del intelectual de los niños, sino también de su bagaje psico-social, interés del alumno en
recuperarse, ambiente socio - cultural, desarrollo del lenguaje.
Una vez conocidas estas condicionantes, se debe llevar a cabo el plan de estrategias, que van
en atención del individuo, pero en un ambiente colectivo. Hay estrategias que permitirán
superar dificultades de un grupo - curso o bien de algunos alumnos; dependiendo esto de las
necesidades y competencias de los educandos.
Llegado el momento de elaborar su plan de estrategias para matemáticas, no hay que olvidar
la íntima relación que existe entre pensamiento matemático y evolución psíquica, de manera
que los ejercicios estén graduados y adecuados a los momentos madurativos. (Fernández,
Llopis y De Riesgo).
El objetivo que se persigue al realizar ejercicios con niños de prebásica y primer ciclo
fundamentalmente, es lograr que comprendan las nociones de conservación y
correspondencia.
- Con arcilla o plasticina hacer bolitas iguales, luego modificar la forma de una de ellas y
preguntas ¿hay la misma cantidad? ¿es ahora más pequeña?
- Echar agua o arena coloreadas en dos recipientes iguales ¿hay la misma cantidad en cada uno?
- Pasar el contenido de uno de ellos a otro recipiente más alto o más ancho. ¿Y ahora
hay la misma cantidad en los dos? ¿Te parece que hay más en uno que en otro? ¿Por
qué?
- Volver el contenido al recipiente anterior y hacerle ver que sigue siendo la misma cantidad.
- Al comienzo utilizar objetos de la cotidianeidad, de uso diario: juguetes, utensilios, semillas, etc.
Por ejemplo: colocar ante el niño cuatro tazas y cuatro platos, distribuidos en forma que se
correspondan. ¿Hay lo misma cantidad de platos y de tazas?
- Aumentar la separación entre los platos, por ejemplo: ¿y ahora encontramos las mismas tazas,
los mismos platos?, ¿qué hay más?
- Coloca cada taza encima de un plato (también se inicia con esto la noción de correspondencia.
· Se puede hacer esta misma secuencia de ejercicios con otros elementos.
. Haciéndoles notar que los objetos pueden siempre volver a la situación inicial, es decir,
que lo modificado puede ser de nuevo como al principio (reversibilidad).
· Es conveniente que utilicen juegos didácticos como: dominós, lotos, fichas, tableros, etc.
· Se debe procurar experimentar esta noción respecto al peso, con ejercicios
manipulativos y psicomotrices, como levantar objetos pesados y ligeros
comparándolos según su peso.
- Se pueden utilizar balanzas sencillas para comparar pesos.
- Se toma una bolita de plasticina, se pesa, luego se divide en varias pelotitas y se vuelve a pesar,
comprobando que el peso es el mismo.
- Realizar ejercicios con kilos de distintas materias y distintas dimensiones, hasta
que el niño constate que ni la forma ni el espacio ocupado influyen en el peso.
· Cuando ya tenga la capacidad suficiente, pasará al aprendizaje de la noción de conservación de
área y volumen, utilizando preferentemente un material a base de cubos, fichas, etc.
· La noción de conservación lleva a la de correspondencia.
Noción de Correspondencia.
· Con la caja de botones de Decroly: este es un juego por cantidades. Consta en una caja que
encierra 4 subdivisiones, en la parte superior está escrito 1,2,3,4,5,6 botones; por otro lado hay
36 tiras de cordones, 6 de cada cantidad; el niño debe colocar la tira en el casillero correspondiente.
· Completar el panel: Este juego consiste en distribuir cartas con distintas configuraciones entre
todos los niños e ir completando el panel poniendo la carta dada debajo de la correspondiente. Se
utilizará hasta la cantidad de 6 elementos.
· Toma 10:
6 1 2
1 4 4
1 2 3
2 6
· Crucinúmero: La idea es escribir los números que se encuentran escritos en columnas
horizontales y verticales.
- Se requiere una hoja cuadriculada y regla.
A B C D E F G H I J
1 2 8 8 4 0 7 8 9
2 3
3 4
4 5
5
6 1
7 2
8 3
9 4
10 5
HORIZONTALES VERTICALES
6 2 6 6 7
4 3 4 8 2
3 6 5 4 4
8 8 3 3 8
2 5 2 3 1
8 8 3 4 2
2 3 2 4 2
4 2 2 2 3
3 + 5 = 8 =1
8 8 8
2 + 5 + 2 =9= 3
3 3 3 3
· Con este mismo material puedes jugar a restar fracciones y también a realizar operaciones
combinadas.
El objetivo es buscar más de un camino para resolver un ejercicio. Lograr que los niños usen
diferentes mecanismos para llegar a la misma respuesta o resultado.
• Al Sustraer, al minuendo se le suma o adiciona la diferencia de cada dígito para llegar a 9, del
sustraendo original. Después al resultado de la adición se le suma un 1 a la unidad y se considera sólo
hasta la cantidad igual en cifras que el resultado. Por ejemplo:
Ejercicio 1:
479 479
- 235 + 764
244 1243
+ 1
244
235
9-2=7 9 - 3= 6 9 - 5=4
764
Ejercicio 2:
2578 2578
-1756 + 8243
822 10821
+ 1
822
Ejercicio 3:
94364 94364
- 76646 + 23353
17718 117717
+ 1
17718
Ejercicio 4:
64298 64298
- 27890 +72109
36408 136407
+ _ 1
17718
• Al multiplicar, se puede llegar a un resultado idéntico, resolviendo los ejercicios de forma diferente y
entretenida, comenzando de cualquier número. Para lograr este objetivo se utilizará la multiplicación
INDÚ.
Ejemplo:
2 4 8 x
248 x 26
1488 0 0 1
496 4 8 6 2
6448 1 2 4 6
2 4 8
Ahora le invitamos a completar el siguiente ejercicio:
4788 x 526 4 7 8 8 x
28728
9776 3 5
23940 5
36594 0 2
8
4
6
8
Resuelva el siguiente ejercicio para que compruebe lo entretenido que puede ser
multiplicar desde cualquier número.
78965 x 675 7 8 9 6 5 x
5
LAS DIFICULTADES DE LAS OPERACIONES BÁSICAS
Se llega a la realización de una operación de cálculo –en la vida real- después de unos ciertos
pasos, porque nadie en su sano juicio se dedica a hacer cuentas para pasar el tiempo. Se llega a
realizar una operación de cálculo cuando se está en una situación real, que requiere que se
lleve a cabo una transformación determinada (calcular el costo de diversos productos, repartir,
calcular un beneficio o una pérdida, etc.), que la situación, por los datos que presenta, es
susceptible de ser sometida a modelos matemáticos, y que la solución a la que se llega con esos
modelos matemáticos es plenamente aplicable a la situación de cálculo.
En la escuela se obvia todo esto la mayor parte de las veces. Los niños hacen “cuentas” (que
no operaciones) porque se las ponen, de manera descontextualizada, fragmentando los datos
unitarios de que constan (no suman 45 y 84, sino 4 y 5, primero, y 8 y 4 después), y sin saber
de dónde viene ese cálculo ni a dónde va. No es raro presumir, por todo lo anterior, que el niño
vea el cálculo como algo ajeno, con poca relación con sus propias experiencias (él resuelve los
problemas de cálculo de su vida diaria con otras estrategias y de otro modo) y, finalmente, como
un conjunto de normas sin sentido que se ve obligado a memorizar.
De la falta de sentido que el alumno encuentra en la forma escolar de abordar las operaciones
surge la primera dificultad de las mismas. Pocas cosas influyen más en un bajo rendimiento
que la carencia de sentido de la tarea y la falta de motivación. Pero ahí no queda la cosa. Hay
que fijarse además en lo siguiente:
- La “cuenta” exige el conocimiento previo de unos hechos básicos, o “tabla”, que se exige
memorizada para poder operar. Ésta no es una tarea pequeña, porque exige la memorización de,
al menos, doscientas combinaciones básicas, correspondientes a la adición y a la multiplicación,
y su conversión en otras nuevas para poder aplicarlas a la sustracción y a la división.
- Los datos de que está compuesta la cuenta se ofrecen a los alumnos muy sintetizados, exigiendo
un tratamiento fragmentado que desnaturaliza su sentido. En algún caso, como en la división,
permite su transformación al hilo de la resolución de la cuenta, pero no ocurre eso en las tres
operaciones anteriores, en que los datos son “inmutables” e “inconsumibles”.
- Lo que se dice de los datos se puede extender al resultado de la operación. Sólo se puede llegar a él
a través de un camino, en un orden determinado, en un solo intento en cada ocasión, colocando
en su estricto sitio cada cálculo particular, y
dejando pasar por alto el sentido y la congruencia del mismo respecto a los datos de los
que se ha obtenido.
Todo lo anterior se refiere a la forma tradicional de presentar las operaciones (que es mediante
un único algoritmo: el de toda la vida). Pero caben otras alternativas distintas a la cuenta
tradicional. Más flexibles, más adaptables a las capacidades del niño, capaces de permitir que
cada alumno avance a su paso, a su ritmo específico. También, para el maestro de Educación
Especial, existe la alternativa de trabajar con sus alumnos otros procedimientos de cálculo que
no les originen tantas dificultades. Por ello, los capítulos dedicados a cada una de las operaciones
contarán con una doble estructura: el tratamiento y resolución de las dificultades originadas por
las “cuentas” de toda la vida, y la alternativa de otro tipo de cálculo a través de algoritmos más
flexibles.
“Las actuales prácticas escolares parecen dirigidas a conseguir que el alumno alcance el más
mínimo sentido del número, de la cantidad, de las relaciones entre ellos. En efecto, el número
y la cantidad que expresa se estudian siempre, desde el principio, en su más absoluta
abstracción, en su cara más simbólica, sin conexión alguna con la realidad. En lugar de que las
nociones numéricas aparezcan como consecuencia de las manipulaciones y contrastaciones que
los niños ejecuten con los objetos o con su medida, se estudian éstas sin ningún tipo de
referencias. Si acaso, se habla de decenas, centenas, etc. El aprendizaje de las operaciones viene
a agravar el problema. Las tablas se aprenden de memoria, también de modo areferencial, y
se practica un único modelo algorítmico, que exige una fragmentación automática y máxima
del número. Así, el alumno nunca experimenta qué ocurre cuando se suman mil y pico con tres
mil y pico, sino que realiza una combinación de números siempre inferiores a diez, que coloca
en su lugar adecuado siempre y cuando haya alcanzado a memorizar las instrucciones,
también areferenciadas, que ha ido recibiendo.
Solo desde la perspectiva de la arreferencialidad tienen explicación los errores de los alumnos
que tanto desesperan al profesor: en un reparto cada parte es mayor que lo
1 MartínezMontero, J. (2000). “Las prácticas escolares en la enseñanza de las matemáticas. Aspectos a tener
en cuenta en la intervención psicopedagógica”. Comunicación presentada al IX Congreso de Infancia y la
Adolescencia “Infad 2000”.
repartido, en una adición de números naturales la suma es menor que alguno de los sumandos,
etc.”.
El primer consejo que hay que dar al maestro es que vaya a enfrentar a los problemas de
aprendizaje de las operaciones es que le dé sentido a lo que hace el alumno, que se planteen
dentro de situaciones con significado para él, que la operación que realice venga a satisfacer
una necesidad o a resolver un interrogante. Las sucesivas operaciones deben ser cambios de
datos en el contexto de una situación vivida y comprendida por el niño.
Por ejemplo, la operación de sustracción 500-125 puede originarse, en la vida real, como una
situación de compra. El niño parte de una situación plenamente emocional y cargada de
sentido. Su madre, o un familiar, le ha dado dinero y va a la pastelería a comprarse un pastel.
Allí se representa todas las posibilidades, lo que puede y le apetece comprar y lo que no, hace
cálculos aproximados con la cabeza, estima lo que le sobra con respecto al dinero que lleva, etc.
El niño se decide por un pastel de 125 pesetas. Paga, recibe el vuelto y se marcha saboreando
el rosco dulce que se la comprado.
¿En qué se convierte aritméticamente lo anterior? Al menos tenemos que estimar cuatro
pasos:
- Se parte de una situación llena de sentido e intención. Se va a hacer algo que va a tener una
determinada trascendencia o alguna consecuencia en la vida del niño. En el ejemplo que nos ocupa,
recibir un dinero, tomar la decisión de comprar un dulce ir a la pastelería a cumplir esa
determinación.
- De esa situación se han de eliminar u olvidar todos los datos que no sean pertinentes de ser
sometidos a un modelo matemático. Sólo deben ser considerados los aspectos cuantificables, los
números. De lo demás se debe hacer abstracción: qué compro, es barato o caro, a quién se lo digo,
etc.
- Cuando quedan sólo los datos desnudos, carentes de ropajes, hay que encontrar el modelo
matemático, la operación que resuelva o dé solución al tema planteado. En el ejemplo que nos
ocupa, se trataría de una sustracción.
- Por último, hay que verificar que la respuesta o resultado que proporciona la operación elegida
“encaja” y se ajusta bien a la situación de la que ha surgido todo.
El niño no hace tantas cuentas al día como para que sea imposible crear tantas situaciones ad-
hoc en las que se puedan contextualizar los cálculos. A veces, una misma
situación puede bastar para un conjunto muy amplio de cuentas. En el ejemplo anterior, basta
con ir variando los datos correspondientes al precio del pastel y al dinero que lleva el niño para
sustentar, con significado, ocho o diez sustracciones.
El primer problema es que los datos se suelen ofrecer a los alumnos en sistema decimal,
plegados sobre sí mismos y ocultando una gran cantidad de información. En la figura 1 se
puede entender algo de lo que se quiere decir. No es lo mismo sumar los números expresados
en su total despliegue que en su forma canónica, como no es lo mismo sumar 1.828 euros y
4.356 con dinero real (o simulado) o con los números.
Con lo anterior queremos decir que todas las cuentas, y en todos los momentos, tengan que
plantearse con los datos expendidos. Pero sí que se ha de empezar por ahí y que las cuentas
expresadas en forma canónica (1.828 + 4.356=) son un buen punto de llegada, pero no de
partida. Esto último es especialmente verdad cuando se trata de niños que tienen problemas.
La ventaja sube de tono si tal apoyatura se presta también al cociente. Obsérvese en la figura
4 de qué forma se presentaría una división con este tipo de apoyos.
M C D U
6 5 3 1 5
1 5 M C D U
0 3 1 3 0
Sin más, se puede apreciar que el niño sabe qué está repartiendo en cada momento, dónde
debe colocar lo repartido y de dónde debe sustraer. Cuando no tenga número suficiente para
repartir (como pasa en la cifra de las decenas en el ejemplo que estamos siguiendo), sabe que
tienen que poner cero y que tiene que “cambiar” las 3 decenas y convertirlas en unidades
para poder seguir operando. Nótese además, para los amantes a ultranza del algoritmo clásico
o de toda la vida, que aquí se emplea este tipo de apoyo
sin reforzar la cuenta a ningún tipo de transformación. En el capítulo dedicado a la división
podremos ir más allá.
Se trata de una peculiaridad que se debe, en gran medida, a los sistemas de registro de nuestros
cálculos: los sumandos, los factores, el minuendo y el sustraendo, no se consumen. Como se
escriben con bolígrafo (o aparecen impresos), la realización de los mismos no supone ninguna
transformación. Si lo hace el dividendo, aunque el alumno no se da cuenta de nada de ello. Si
en la realidad las cosas ocurrieran como en el mundo de las cuentas, 9 y 5 serían 28 y si a 19
le quitáramos 5 quedarían 14, pero seguiría
habiendo 19.
Propongo al lector o lectora un ejercicio muy sencillo de realizar y que pone de manifiesto lo
que se acaba de decir: que dos y dos son ocho. En la mesa de un niño dibújese una estructura
que semeje a la que aparece en la figura 5. El primer sumando
(9) pueden ser nueve papelitos que se ponen sobre el tablero de la mesa del alumno. El segundo
sumando (5) es de la misma naturaleza que el primero: 5 papelitos o el material que se haya
elegido. Con tiza se dibuja la cruz de la suma y la raya, de manera que todo el conjunto adopte
la disposición de una cuenta tradicional de sumar, de las que ven a diario en la pizarra, con el
único cambio de las cifras, que son sustituidas por el número de papelitos que se ha indicado.
A un lado de la mesa ponemos un montón de papelitos (por ejemplo, 25 o 30). Le decimos al
niño que haga la suma. Nada más. Si acaso, que cuente los papelillos de los sumandos.
Prácticamente todos los alumnos, incluso los de los cursos superiores, cogerán catorce
papelitos del montón y los pondrán debajo de la raya, con lo cual tendremos que nueve y cinco
son… veintiocho: los nueve papelitos del primer sumando, los cinco del segundo, y, por último,
los catorce del resultado. Son muy raros los que realizan el cálculo de la misma manera que lo
hacen en su vida diaria con sus pertenencias: juntando los sumandos, simplemente. Con la
sustracción ocurre lo mismo, por lo que no vamos a repetir la explicación anterior.
¿Tiene sentido la observación que acabamos de hacer? Creemos que mucho. Indica que no
existe conexión entre los cálculos escolares y los reales de la vida diaria. Indica que el niño
aprende y practica un cálculo escolar cuasi virtual, encerrado en sí mismo, sin aplicaciones a la
diaria existencia. La no consumición de los datos no solamente va contra la transparencia
exigible a los cálculos que se les proponen a los niños con dificultades, sino que induce
claramente a error y obstaculiza que el alumno traslade lo que sabe hacer en la escuela a su
experiencia diaria, y que conecte sus conocimientos informales matemáticos con los
conocimientos académicos. En los aparatados dedicados a este aspecto en cada operación,
profundizaremos en ello.
Tan solo la estructura de la cuenta clásica de la división permite no sólo la consunción de los
datos, sino la transformación que sufren como consecuencia de esa consunción. Pero en la
realidad escolar esta potencialidad del algoritmo se pierde porque apenas se explota. Por
ejemplo, ni siquiera se le llama correctamente. Se habla de “resto parcial” cuando en realidad
tenemos un dividendo “puesto al día” una vez efectuadas las transformaciones necesarias
como consecuencias del cálculo que ya se ha realizado. Fijémonos en la figura 6, donde aparece
una división resuelta. Supongamos que responde al reparto de 68.756 pesetas entre 23
personas. El “22” del primer resto parcial no es ningún resto parcial en sentido estricto, sino
el nuevo dividendo que se origina cuando cada sujeto del divisor ha recibido dos mil pesetas.
Es además un dividendo mutilado, al que enseguida, también de forma parcial, se le añade el
número 7; lo imprescindible para poder seguir operando. En puridad, el dividendo “68.756” se
transforma, tras el primer cálculo, en “22.756”. Este, tras el segundo cálculo, pasa a ser
“2.056”. Este número se transforma en “216” tras un nuevo cálculo. Finalmente, se llega a
“9”, que es el dividendo irreductible que se convierte en resto porque no se puede aprovechar.
En cualquier caso, por la indelebilidad de los trazos en el papel, también los dividendos parciales
no se consumen y se unen así a facilitar la confusión y el alejamiento de los cálculos de la
capacidad de comprensión de los alumnos.
6 8 7 5 6 2 3
2 2 7 2 9 8 9
2 0 5
2 1 6
9
LA DISPOSICIÓN DE LOS RESULTADOS. OTRA DIFICULTAD INATENDIDA
No es indistinta la forma de disponer los resultados en las cuentas que los niños realizan.
Presentan problemas muy similares a los que hemos apuntado en el apartado anterior, y de
signo bastante diferente en las operaciones de estructura auditiva (adición y sustracción)
respecto a las de estructura multiplicativa (multiplicación y división). Cuando hablamos de
resultados nos referimos, como es lógico, a la suma total en la adición, a la diferencia en la
sustracción, a los productos parciales y al producto total en la multiplicación, y al cociente en
la división.
En la suma, resta y multiplicación el niño elabora el resultado a la inversa del modo en que
habitualmente construye y escribe los números. Los números los escribe de izquierda a
derecha, conociendo el número completo que debe escribir. En el caso del resultado, el número
lo va a escribir de derecha a izquierda, y sin visión global del número al que llega. En el caso
de la división, se obtiene el resultado de izquierda a derecha, pero más con un sentido de “pegar”
un número a otro que en el de la construcción del mismo.
La realización ciega de los cálculos deriva en que se otorga mucha importancia a la colocación
de los resultados. Cada cifra debe ir en su columna. El cálculo está bien no si se ha realizado
bien y de manera comprensiva, sino si los resultados se han colocado bien. Esto sube de punto
en el caso del producto por dos cifras y en algunas situaciones particulares de la división. El
criterio fundamental es, a veces, la colocación.
LA MAYOR FUENTE DE DIFICULTADES. LAS “TABLAS” O HECHOS BÁSICOS
Debemos comenzar este apartado señalando, si ningún tipo de dudas, que los alumnos deben
dominar las tablas. Esto les da seguridad y rapidez, y buena parte del esfuerzo del maestro
debe ir en la dirección de que el alumno consolide este aprendizaje.
Pero decir lo anterior apenas es decir nada. Por ello, y para una mayor precisión, es conveniente
expresar qué no se quiere decir cuando se afirma, por nuestra parte, que el niño debe
dominar las tablas. Cuando afirmamos esto, no pensamos en la memorización sin sentido y
repetitiva de los productos o sumas, en las aburridas cantinelas que persiguen que el niño se
aprenda las tablas como si fuesen las jaculatorias de las letanías de antaño. SI se nos permite
una metáfora, diremos que, hoy día, a la hora de afirmar que se debe lavar la ropa, no se
piensa en hacerlo en una artesa o en la orilla del río, a base de fuerza y frotamiento por parte
de manos y brazos humanos. Lo mismo se ha de pensar a la hora de referirnos a la tabla: algo
más llevadero y fácil que la anterior metodología orillará muchas dificultades y permitirá un
mejor rendimiento.
Muchos maestros postulan que los niños tienen que memorizar, a base de repeticiones (tantas
como hagan falta), todas y cada una de las combinaciones básica de que consta la tabla. Graba
en su cabeza cada combinación y su resultado (por ejemplo, 8 x 3= 24), de manera tal que
cuando le preguntan por la combinación (8 x 3) él no tiene dificultad en decir el resultado. Los
niños llenan una tabla mental, en la que, por cierto, nadie se ha planteado si se tienen que
aprender también las combinaciones. La forma de memorización es la repetición, el
“machaqueo”, hasta que se responde automáticamente al estímulo.
Sin embargo, muchas experiencias llevadas a cabo hablan de mejores resultados cuando se
sigue una línea más cognitiva, que se aprovecha de la capacidad que tiene el cerebro humano
de dar significados y de relacionar y conectar. Si utilizamos como modelo una red, el modelo
de aprendizaje del párrafo anterior haría hincapié, únicamente, en los nudos de la red, aislados
de las cuerdas que los hacen posibles y los conectan a otros nudos. Un modelo más cognitivo
da importancia a los nudos, pero también a las múltiples conexiones que se dan entre ellos, y
que permiten pasar de uno a otro.
El aprendizaje de los hechos básicos debe expandirse hasta llegar a los límites del tamaño de
los números que el niño conoce.
Por ejemplo, si el niño maneja números hasta el cien mil, debe saber que dos por tres son seis,
pero también todas las combinaciones posibles seguidas de los ceros que permitan moverse en
el universo numérico en que se maneja el niño. La figura 7 muestra alguna de las posibilidades
que proporciona un aprendizaje de la tabla que considere todas las posibilidades.
Finalmente, las conexiones entre los hechos numéricos deben establecerse no sólo dentro de
una misma tabla, sino también entre las tablas. La tabla de multiplicar del doses idéntica a la
suma de los dobles en las correspondientes tablas de sumar. La inversa de las tablas de sumar
y de multiplicar permite resolver restas y divisiones. Las restas sucesivas se encadenan como
productos que facilitan cálculos de dividir, etc. De la misma manera, el alumno debe aprender
a pasar de una operación a otra: debe saber convertir una suma de sumandos iguales en un
producto, y éste en una división, que a su vez puede convertir en restas sucesivas, etc.
“¿Tiene hoy sentido memorizar las tablas? ¿No es ésta una pretensión pasada de moda? O,
por el contrario, ¿es que los niños ya no van a saber ni las tablas? No es mala polémica ni es
intención del presente trabajo dirimirla.
La cuestión, en términos más reales, se refiere a si hay que dedicar tiempo a hacer ejercicios
destinados a la fijación y memorización automática de las tablas. Como
2 Martínez Montero, J. (1991). Numeración y operaciones básicas en la Educación Primaria. Dificultades y
tratamiento. Madrid: Escuela Española, Pág. 53.
alternativa, se puede pensar si no sería más conveniente ayudar al niño a buscar sus propias
estrategias para que con ellas pueda salir adelante en la resolución de operaciones, consolidando
el uso y llegando, al final, a la memorización de las combinaciones básicas. Parece, desde luego,
que este procedimiento puede favorecer más el aprendizaje que la mera memorización de las
tablas.
Suelen citarse dos teorías que justificarían uno u otro enfoque. La teoría de la absorción postula
que el dominio de las combinaciones básica es sólo cuestión de formar y reforzar cada
asociación problema-respuesta por medio de la práctica. Es como si los niños llenaran una
tabla mental, a la que acudirían cuando se les presentaran estímulos del tipo “5+3=…”. Otra
teoría, más cognitiva, supone que el conocimiento aritmético integral (reglas, principios y
conceptos) es fundamental para el aprendizaje de las combinaciones básicas. Estas
combinaciones no se aprenden por separado, como si fueran asociaciones numéricas
específicas, sino que son un sistema de experiencias relacionadas entre sí. Para la teoría de la
absorción, la práctica y la repetición son fundamentales. Para el modelo cognitivo, las relaciones
que se establecen entre las combinaciones adquieren más importancia”3.
“Respecto a los hechos numéricos (…) Se ha de volver a incidir en lo que se ha repetido más
de una vez: se han de dominar. Pero se ha de dominar cada combinación de números como la
meta a la que conducen muchos caminos, no como el resultado de una monótona repetición.
Los niños deben saber que 8 más 7 son 15, pero deben saber que 15 es el doble de 7 más 1, el
doble de 8 menos 1, la suma de 10 y 5, el resultado de contar 6 a partir de 9 o a dónde se
llega cuando retrocedes tres número desde el 18…”
La tabla se tiene que entender y conocer por los niños como una amplia red, en la que los
nudos sean los resultados o hechos numéricos de las combinaciones de los dígitos, pero que
tales nudos están conectados con los restantes a través de relaciones múltiples. No se trata
tanto de que saberse la tabla sea responder de súbito el número que satisface una combinación
básica, sino conocer diversos caminos para llegar a ese número y dar la respuesta en un tiempo
razonable. Como se ha repetido bastante, si lo
3 Paraampliar estos conceptos pueden consultarse Baroody, A. J. (1988). El pensamiento matemático de los
niños. Madrid. Visor. Gómez Alfonso, B. (1988). Numeración y cálculo. Madrid: Síntesis y Maza, C. (1989).
Sumar y restar. Madrid: Visor.
4 Martínez Montero, J. (2000). Una nueva didáctica del cálculo para el siglo XXI. Barcelona. CISS-Praxis. Pág.
47.
único que se busca, por encima de todo, es rapidez y exactitud, entonces es mejor acudir a la
calculadora.
Hemos de señalar también que, al igual que sólo se aprende a montar en bicicleta montando en
bicicleta, la tabla se aprende muy bien haciendo operaciones y resolviendo problemas. La
memorización de los hechos básicos se produce con la repetición y la relación que se establece
entre números, por lo que esas repeticiones deben hacerse a través de cálculos, y no a base de
“cantar” o repetir en voz alta una y otra vez listas ad- hoc. Que el niño practique con la tabla a
la vista, con la intensidad y extensión suficiente para que asegure una memorización de los
hechos clave y unas vías de acceso a los restantes.
LAS DIFICULTADES DE LA SUSTRACCIÓN
Los alumnos ponen espontáneamente en marcha estrategias para resolver las situaciones de
sustracción que se les presentan en su vida cotidiana. Han sido muy estudiadas por los
investigadores, y son distintas cuando el alumno lleva a cabo sustracciones con manipulación
directa de objetos, respecto a cuándo opera con símbolos, o sea, con recuento mental.
Son las que los niños ponen en marcha cuando tienen a su alcance los objetos que suponen el
problema. Completamente manipulativas, se pueden reducir a dos. La segunda de ellas es más
compleja que la primera, y tarda algo más en aparecer.
2. Del minuendo va extrayendo elementos hasta que queda convertido en el sustraendo. Los
elementos sustraídos son el resultado. Siguiendo con el ejemplo del caso anterior (quiere saber,
de ocho caramelos que tiene, cuántos le quedan si
da seis), procede retirando dos caramelos: los que quedan sobre la mesa son los que
tiene que dar, y los que ha retirado son para él.
1. El niño cuenta hacia atrás, desde el minuendo, tantas unidades como indica el
sustraendo. El número en el que se detiene es el resultado. El ejemplo más claro de esta
estrategia es la típica cuenta “con los dedos”. El niño extiende tantos dedos como indica
el minuendo, y sobre ellos va contando el sustraendo. Los que le quedan son el resultado:
en el ejemplo que hemos seguido hasta ahora (8 – 6= 2), el niño extiende ocho dedos;
de los extendidos cuenta o elimina seis; los que quedan sin contar o sin doblar son el
resultado.
2. El niño cuenta hasta llegar al sustraendo. Lo contado es el resultado. Se trata de una
retrocuenta, que requiere más destrezas cognitivas. En el ejemplo que nos ha servido
hasta ahora, el niño parte del ocho y cuenta hasta que llega al seis. Los dos números que
ha contado son el resultado. Esta estrategia puede comenzar a aparecer siendo practicada
con los dedos. El alumno extiende ocho dedos y cuenta para atrás hasta que deja seis
extendidos. Los contados o doblados forman el resultado.
3. El niño cuenta desde el sustraendo hacia arriba, hasta que llega al minuendo. Lo
contado es el resultado. Es la estrategia más económica, e implica el dominio de todas
las anteriores. El niño parte del seis y cuenta hacia adelante hasta llegar a ocho. Al llegar a
ocho se detiene y cuenta los números pasados: es el resultado. Los niños más lentos e
inseguros pueden ayudarse de los dedos, aunque en esta estrategia el caso es menos
frecuente.
LA TABLA DE RESTAR La
práctica diferenciada
Queremos recordar al lector algunas de las cosas que hemos dicho para iniciar al alumno en la
tabla de restar:
“Si el alumno domina los hechos numéricos correspondientes a la suma (tabla de sumar), no
ha de tener dificultades para operar con la resta.
El repaso de los hechos básicos de la sustracción suele centrarse en la búsqueda del sumando
perdido de los hechos básicos de la suma: 7 + … = 10; … + 6 = 11”.
El tratamiento diferencial de la tabla de restar viene en lo que se han llamado las familias de
la resta o familias de diferencias. Forman una familia de diferencias la pareja de números
(minuendo y sustraendo) cuya diferencia sea idéntica a la de otro par de números distintos. Así,
10 – 8 pertenece a la misma familia que 4 – 2 o 26 – 24.
Pertenecen a la familia del cero todas las parejas de números cuya diferencia sea cero. Para
tratar este concepto no es preciso detenerse en el número 10, como tradicionalmente se hace
en el aprendizaje de las tablas, sino que se tiene que extender al universo de números que el
niño conozca: 8 – 8 = 0, y también 80 – 80 = 0; 800 – 800 =
0; 8.000 – 8.000 = 0; etc.
Las familias de los números dígitos son sencillas de introducir y a los niños les gusta mucho
crearlas. Como son las más importantes, les llamamos “familias principales”. Una
vez dominadas, es interesante abrir el panorama a familias “relacionadas”. Pongamos
ejemplos como en la tabla que sigue:
Así, la “familia relacionada 4” con la “familia principal” del 2 es la formada por las parejas de
números (minuendo y sustraendo) cuya diferencia sea de 42: 164 – 122; 50 – 8; etc.
Naturalmente, todo esto se debe construir manipulando, con materiales muy figurativos; que
los niños vean que las familias se crean aumentando o disminuyendo, en el mismo número,
cada una de las cantidades que forman el minuendo y el sustraendo. En el caso de las
“familias relacionadas” se deja sin variar la cifra de las unidades de ambas cantidades, pero
sí se varía la cifra de las decenas (en los ejemplos).
1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12
1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 15 16
EL SISTEMA DE MAHONEY. Las transformaciones para hacer resaltar las combinaciones
básicas de la resta no son complicadas. El minuendo es el número de piezas que se pongan. El
sustraendo, las que se tapan, y el resultado o diferencia las que quedan sin tapar. La figura 2
muestra ejemplos de lo que se señala.
8-3 12 - 7 9-6 10 - 4
Planteamiento de la cuestión
Este aspecto del algoritmo es, sin duda, de los que más dificultades plantea a los
alumnos y de los que más se han encargado los investigadores. En un trabajo anterior
señalábamos:
“La dificultad de las popularmente denominadas (“llevadas”) está determinada por el tipo de
algoritmo que se emplea y, sobre todo, por su realización mecánica. El mero hecho de que el alumno
conociera y aplicara la propiedad uniforme allanaría muchas dificultades. Como las suavizaría si
las cuentas se llevaran a cabo teniendo como referente el dinero, y representando cada orden de
unidades un tipo de moneda: las unidades son los euros, las decenas las monedas de diez y las
centenas las de cien. Si por algo se interesa el alumno que se inicia en la resta es por el manejo del
dinero, el cambio, etc. Así, restar 30 de 100 no es más que cambiar la moneda de 100 (que es una)
en diez de 10, de las que sí puede quitar las tres de diez, etc.
El sistema actual que se emplea en nuestras escuelas viene de atrás. Mueller explica que hasta
1930 el método preponderante era el de la descomposición (como el
que acabamos de explicar con el modelo de las monedas). A partir de entonces, la experiencia vino
a demostrar que la gente usaba más el método austríaco (el escolar tradicional empleado en España)
porque se conseguía mayor seguridad y, sobre todo, rapidez. Esto trajo su generalización a partir de
los años 40, y aún hoy mantiene su preponderancia. Pero incluso a la hora de pensar en un sistema
mecánico, por aquello de salvaguardar la rapidez, existen métodos más fáciles y fiables que el
austriaco (…). Pero el peso de la tradición y de las prácticas irreflexivas a veces gravita de manera
inexorable.
De una forma sintética, el problema de las llevadas se puede abordar desde cinco
perspectivas distintas. Las tres primeras se derivan de la aplicación de la propiedad uniforme.
La cuarta está basada en el proceso de descomposición de la unidad de orden anterior. La
quinta plantea el tratamiento de la llevada de forma distinta, al plantear un formato de cuenta
que obvia tal problema.
El sistema tradicional tiene una base muy sencilla. Parte, como los dos que siguen, de la
propiedad por la cual si a los dos miembros de una sustracción (minuendo y sustraendo) se les
suma o resta un mismo número, la diferencia no varía. Así, en la sustracción 75 – 27, el niño
comienza diciendo cuántas van de 7 a 15. Ha añadido o sumado diez unidades a las cinco del
minuendo. Dice que se lleva una, y continúa operando de la siguiente manera: dos, y una que
me llevo son tres; de tres a siete van cuatro. Naturalmente, no se “lleva” nada. Lo que hace es
sumar diez (el mismo número de la cifra de las unidades) a la cifra de las decenas, con lo
que al sumar diez en minuendo y sustraendo la diferencia no varía.
El quid de la cuestión está en que en el primer caso el alumno suma diez unidades sueltas en
el minuendo, y en el segundo caso suma una decena o paquete de diez en el sustraendo, no
diez sueltas como en la otra ocasión. Esto, naturalmente, no se le explica al niño, sino que se lo
debe aprender de memoria y “automatizarlo”, esto es, hacerlo deprisa, sin errores y sin
preguntarse por qué es así no qué debe entender de este proceso. Este planteamiento acarrea
un problema muy serio: el alumno carece de criterio para saber si la operación va bien o mal,
si se ha equivocado o no.
El método austríaco o de las bases que se acaba de explicar se basa en que se añade el mismo
número al minuendo y al sustraendo, pero en órdenes distintos de unidades. En el caso actual,
se añaden números en el minuendo y en el sustraendo pero en el mismo orden de unidades.
En el fondo, se trata de transformar los datos de la resta para que éstos no contengan ningún
caso de llevadas.
En el caso que pusimos anteriormente (75 – 27), basta con sumar cuatro unidades a ambos
términos para que el problema de la llevada desaparezca. Quedan transformados así: 79 – 31.
Ya no hay problema ni necesidad de complicación.
Una buena forma de manipular la resta es ir eliminando las dificultades de las llevadas en los
casos en que se presenten. Veamos el siguiente caso: 5.601 – 2.809.
- Para hacer desaparecer el problema en el orden de las unidades puede bastar sumar 3. La cifra
del sustraendo del 9 se ha convertido en 2, y la de 1 del minuendo se ha convertido en 4.
- De la anterior manipulación, “nos llevamos” una en la cifra del sustraendo. En efecto, en el paso
anterior, 9 + 3 son 12. Luego hay una decena que añadir al sustraendo. Por ello, las cifras
correspondientes son 0 (minuendo) y 1 (sustraendo), no 3 y 0. Por ello, para que no haya
“llevada” hay que sumar 9. Entonces el minuendo se convierte en 9, y el sustraendo en 0. Ya
se puede restar.
- En la cifra de las centenas del sustraendo hay que añadir la que se ha formado en el paso anterior
(1 + 9). Ahora las cifras correspondientes son 6 en el minuendo y 9 en el sustraendo. Con que
se sume 1, se arregla el problema. El sustraendo pasa a ser 0 y el minuendo 7.
- Finalmente, nada hay que sumar en la cifra de las unidades de mil. La unidad de mil que se
formó en las centenas del sustraendo (1 + 9) se añade al lugar correspondiente, y queda la
cuenta en 5 – 3, que no plantea llevada ni descomposición.
¿Se puede emplear este sistema en enseñanza correctiva? No. El alumno que es capaz de hacer
los cálculos anteriores no tiene ninguna dificultad en aprender cualquier método de resolución
de la dificultad de las llevadas.
Las combinaciones básicas de la resta que mejor aprende y utiliza el alumno son las que
tienen como sustraendo el cero, y cualquier otro número como minuendo: 9 – 0; 3 – 0; 5
– 0; 23 – 0; etc. La razón es obvia: la diferencia es igual el minuendo. Las siguientes
combinaciones que más fácilmente aprende y aplica el niño son aquellas en que no hay
descomposición de decenas, no hay “llevadas”: 9 – 3; 8 – 2; etc. Las más difíciles son,
naturalmente, las que llevan descomposición de decena: 17 – 9; 12 – 5; etc.
Pongamos otro ejemplo más complicado, como es el que aparece en la figura 3. Se trata de
la sustracción 5.183 – 2.329.
A) Aparece planteada la operación en formato tradicional.
B) En la cifra de las unidades hay “llevada”. Para evitarlo, se suma 1 a la cifra del sustraendo,
obteniendo 0 y llevándose 1, que se añade a la cifra de las decenas del sustraendo. Queda éste
convertido en 2.330. Se añade también 1 a la cifra de las unidades del minuendo, y se obtiene
así un nuevo minuendo; 5.184. Ahora ya se convierte en una combinación muy fácil: 4 – 0. Se
expresa el resultado.
C) Como no hay llevadas, se sustrae en la cifra correspondiente a las decenas (8 – 3), que es 5.
A continuación, y con el fin de convertir las 3 centenas del sustraendo de la cuenta inicial en 0,
se le añaden 7 más. El sustraendo queda convertido en 3.030. Esas 7 centenas se le añaden al
minuendo, que se convierte en 5.884.
En definitiva, este procedimiento permite una solución al problema de las llevadas bastante
sencillo, por cuanto el niño tiene que saber:
La actuación puede ser igual de mecánica y sin sentido que la forma tradicional de
abarcar la resolución de la resta con descomposición de unidades. Pero requiere menos hechos
de memoria. Incluso toda la cuenta se podría hacer con esta técnica, con lo cual el alumno
podría aprender a restar conociendo la tabla de sumar y los complementarios a 10.
El resultado de cada orden de unidades es, precisamente, la suma que se indica.
Veamos el ejemplo:
Este sistema es más sencillo, rápido y seguro que el tradicional, aunque se pone en marcha pocas
veces. Pero se corre el riesgo de que se entienda tan poco como aquél. Por ello, entendemos que la
mejor manera de abordar el problema de las llevadas en la resta se contempla en los apartados
siguientes.
DISEÑO DE ESTRATEGIAS DE ATENCIÓN
La adecuación del currículo es una de las estrategias que puede utilizar el profesor en el aula
para ayudar pedagógicamente al alumno. Lo que hace el docente es un esfuerzo por alcanzar
los objetivos educativos a partir del reconocimiento de la diversidad del alumnado y de las
necesidades reales experimentadas en cada centro escolar.
ADAPTACIONES CURRICULARES
Las adaptaciones curriculares se pueden definir como las modificaciones que son necesarias
realizar en los diversos elementos del currículo básico, para adecuarlas a las diferentes
situaciones, grupos y alumnos para quienes se les aplica, debiendo atender la diversidad de
alumnos en las escuelas, en las salas de clases y en su individualidad. A partir del currículum
oficial (planes y programas de estudio, correspondiente al curso en cuestión), en todos los
niveles y modalidades del sistema, deben realizarse las adaptaciones curriculares, que
constituyen una estrategia de planificación y actuación docente que aspiran a responder a las
necesidades educativas de cada alumno.
La adaptación curricular es una acción de mejora del currículum mismo, indirectamente de las
competencias de los alumnos, de los profesores y de la escuela en su totalidad. Esta influencia
es circular o interactiva.
La adaptación curricular es repensar el currículo, replantear sus elementos y relaciones,
contextualizarlo, optimizarlo. (Sánchez y Torres, 1997). Se concibe como un proceso de toma
de decisiones sobre sus elementos centrales, para dar respuesta a las necesidades educativas
de los alumnos.
La adaptación tiene como característica situarse en un "continuo". Pues va desde ajustes leves
y temporales del planteamiento educativo común, a modificaciones significativas y
permanentes, que en algunos casos pueden llegar a tener poco que ver con el currículum
ordinario del grupo en general en cual está inserto el alumno con necesidades educativas
especiales.
Son aquellas adaptaciones que deben realizarse al interior de cada escuela y que van destinadas
a todos los alumnos del establecimiento, ciclo o curso, y por tanto son de tipo organizativo y
didáctico, además de facilitar el acceso al currículo.
Los alumnos con necesidades educativas especiales, requieren que las adaptaciones al currículo
sean precisas y pertinentes a sus necesidades y a sus capacidades. Estas adaptaciones se llevará
a cabo en la escuela y/o sala de clases, refiriéndose a los elementos básicos del currículum.
ADAPTACIONES CURRICULARES INDIVIDUALES (A.C.I.)
Este tipo de adaptación lleva implícita la idea de que el currículum se puede adecuar a cada
persona-alumno(a) en la medida y alcance necesarios.
Según Ruiz y Bel, la adaptación curricular individual, adopta una estructura deliberada- mente
escolar. Se intenta mantener la mayor normalidad del tratamiento educativo del alum- no, con
relación a los planes y programas.
Las adecuaciones curriculares se pueden clasificar por múltiples criterios, pero es más útil
hacerlo con base en el mayor o menor grado de modificaciones al currículo general que se
deben llevar a cabo, sin perder de vista que el propósito fundamental es que los niños con
necesidades educativas especiales accedan al mismo currículo que el resto del grupo.
DE ACCESO AL CURRÍCULUM
Se refieren a la necesidad de adecuar, adaptar las escuelas y las aulas a las condiciones de los
alumnos; son recursos adicionales que permiten al alumno acceder al currículum, de manera
autónoma. Son adaptaciones a los recursos personales, recursos materiales y organizativos.
Las adecuaciones están referidas a modificaciones de elementos personales, materiales y
organizativos o arquitectónicas como rampas, baños especiales, mobiliario especial. De
iluminación lámparas especiales, mayor luminosidad en las aulas.
Las adaptaciones curriculares a los elementos básicos del currículum, serán todas las
modificaciones que se realicen en cualquiera de estos elementos básicos, en uno o en varios de
ellos; ya sea en los objetivos, contenidos, metodologías, actividades, temporalización,
evaluación, para así atender las diferencias individuales de los alumnos con necesidades
educativas especiales.
a) Objetivos: Cuando el alumno (a) no sea capaz de alcanzar el objetivo planteado para
el curso común, o éste sea muy elevado a sus competencias.
Las competencias de Luis son: Su ámbito numérico es hasta el 9.999. Resuelve ejercicios
adicionando, no tiene nivel lector.
El objetivo adaptado sería: Resolver en forma escrita, ejercicios de adición en el ámbito
numérico hasta el 9.999.
Las adaptaciones curriculares pueden ser del tipo: Introducción, Priorización, Eliminación
y/o modificación.
Eliminar determinados objetivos o contenidos: puede suceder que algunos alumnos con NEE
no puedan desarrollar todos los objetivos y contenidos del currículo y que haya que optar por
eliminar los menos significativos o de segundo orden. A su vez el hecho de incluir otros o dar
prioridad a algunos, puede conducir también a renunciar a determinados objetivos, lo
importante es no suprimir aquellos que se consideran básicos.
Ahora bien. ¿Qué tipo de objetivos y contenidos podemos introducir a nivel individual?
Este tipo de adaptación es siempre individual y permite introducir objetivos específicos para
los alumnos con N.E.E.
2. Hábitos Básicos.
- La sustracción.
- Resolución de problemas.
La priorización de esta área afecta el aspecto comprensivo más que la mecánica de la lecto-
escritura, ya que sus principales dificultades son de encontrar el significado de los mensajes
leídos o escritos.
Nuestro interés será acercar a los niños al placer de la lectura/escritura, como instrumentos
para expresar y adquirir conocimiento y expresar sentimientos.
Los principios a considerar, cualquiera sea el método lecto-escritura que usemos son:
• Facilitar el contacto con todo tipo de materiales escritos evitando centrarse en libros de textos,
carteles, cartas, cuentos, telegramas, prensa.
PRIORIZAR CONTENIDOS EN LA ASIGNATURA DE MATEMÁTICA
El Diseño Curricular Base establece tres tipos de contenidos que se deben trabajar
conjuntamente para desarrollar las capacidades de los alumnos. Estos tres tipos de contenidos
son: Conceptos, hechos y principios Conceptos, hechos y fechas
importantes
Daremos más importancia al contenido procedimental, sin dejar de trabajar el resto porque
son de carácter manipulativo y de experimentación que facilitará al alumno el acceso a la
elaboración de conceptos.
3. Cálculo Funcional.
4. Hábitos Básicos.
5. Habilidades Sociales.
El alumno consigue algunos objetivos después que el resto de sus compañeros, pero dentro
del mismo ciclo Básico.
El alumno consigue los objetivos propuestos pero en el ciclo siguiente. Por tanto, la
temporalización puede implicar:
• En unos casos, modificar el tiempo previsto para alcanzar los objetivos, manteniendo la
misma frecuencia que el resto de sus compañeros, dándole más tiempo a cada paso y modificando en
algún aspecto la metodología de enseñanza.
• En otros casos, modificar la secuenciación de contenidos, es decir más extensa y detallada, lo que
supone dar más tiempo para alcanzar el objetivo.
¿Con qué asignatura de aprendizaje podemos plantearnos la temporalización?
¿Por qué es tan importante esta temporalización para el alumno con mayores
dificultades?
d) Actividades: Estas actividades están orientadas al logro del objetivo planteado; por lo tanto van
en entera concordancia con él. Estas actividades deben ser motivadoras, evitando frustración y fatiga
por parte del alumno.
e) Temporalización: Referido al espacio físico y al tiempo en el horario, es importante conocer las
capacidades de los alumnos y sus limitaciones, conocer su ritmo de aprendizaje, su actitud frente a las
evaluaciones, frente al grupo curso.
El objetivo es que los profesores flexibilicen y busquen alternativas variadas para que los
alumnos con N.E.E. logren realizar las actividades propuestas, lo anterior puede ser otorgando
más tiempo del previsto para alcanzar los objetivos educativos apropiados.
Ejemplo: Andrea, es una niña que se distrae fácilmente y no termina a tiempo sus tareas; por
lo tanto la profesora de la clase de comprensión de la naturaleza, conversa con la profesora de
educación artística quien le permite terminar de anotar la tarea dada. Otra modificación es
que Andrea comience antes que sus compañeros a escribir la tarea.
f) Evaluación: Puede variar también de un alumno a otro. Son orales o escritas o de forma, lo
que se persigue es evaluar el objetivo propuesto sin importar la forma de evaluar.
Ejemplo: Si nos encontramos frente a un alumno sin nivel lector y queremos evaluar la
comprensión de un texto, lo que debemos hacer es evaluar de manera oral.
Hay alumnos más rápidos y otros más lentos ¿por qué compararlos? Ahora bien, si es o más
lento para escribir, o para leer, o para sumar, etc., tal vez su pensamiento es más lento y
debemos pensar en éstas y en otras características en el momento de desarrollar una actividad,
o de evaluar.
• Utilizar refuerzos positivos en cada ocasión que el alumno (os) desarrolle (n) bien una actividad.
• Otorgar tiempo adicional para la continuación de una actividad o para responder una
evaluación.
ADAPTACIONES "SIGNIFICATIVAS"
Josefina, es una alumna que durante este año (ella cursa el 6° básico), no ha adquirido lectura
fluida. La modificación significativa en este caso es retomar la programación de cuarto
básico, con objetivos que le permitan desarrollar la velocidad en la lectura para alcanzar la
fluidez necesaria.
Otro ejemplo es el caso de Fernanda, esta niña cursa 2° básico, presenta mutismo selectivo
(trastorno de la infancia caracterizado por la negación a hablar en situaciones socia- les), en
circunstancias que el objetivo y actividades para este nivel, se relacionan con la lectura
expresiva. Por lo tanto, se suprime este objetivo de la planificación habitual de su trabajo.
Manejar el TDAH en clase
Los alumnos con TDAH suelen presentar un rendimiento escolar inferior al que se
espera por su capacidad. Además, entre los afectados por este trastorno, es
frecuente encontrar dificultades en el aprendizaje de las áreas instrumentales:
lenguaje y matemáticas. Suelen mostrar un déficit en el desarrollo de habilidades
sociales y emocionales, lo que puede dificultar la relación con sus compañeros.
A continuación proponemos una serie de pautas como respuesta educativa
enfocada a adecuar el contexto académico a las necesidades de los alumnos y a
sus diferencias en la forma de aprender a través de medidas organizativas
y metodológicas que el profesor pueda poner en práctica en la clase.
Es importante, además, mantener una comunicación frecuente y fluida con la familia
de los alumnos con TDAH, para asegurar que se lleva a cabo un trabajo común y
coherente, que resulte eficaz.
Un ambiente estructurado
Los alumnos con TDAH aprenden con más facilidad cuando la lección está
cuidadosamente estructurada debido a la dificultad que tienen para organizar antes
de actuar. En muchas ocasiones pueden no recibir las instrucciones completas
aunque lo parezca, por lo que te recomendamos poner en práctica lo siguiente: