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FICHA DE LECTURA PARA EL CURSO DE ÉTICA

Nombre del alumno: Esteban Salgado Solis.


Matrícula: 260649
Ficha de lectura. Fecha:
Tema: La relación entre la vida teórica y la vida práctica. 16/03/2021
Autor: Aristóteles.
Título: Ética Nicomáquea (Libros I, VI y X).
Objetivo de la lectura:
Indagar en la propuesta ética de Aristóteles y su relación con el fin último de todo ser
humano que es la felicidad, como también analizar los medios prácticos y teóricos para
alcanzarla.
Tesis principal del autor. Principales argumentos del autor:
El ser humano al ser finito y tener una Libro I.
naturaleza proclive hacia la acción en relación I. Las artes, ciencias, acciones y libres
con medios y fines, vive e intenta alcanzar un elecciones tienen un fin. Y algunas
fin último, y este es supremo, benéfico, pleno están subordinadas a otras.
y tiene una mayor duración. De éstas Entonces, toda arte, ciencia, acción
características se prescinde de los demás y libre elección se subordina a un
individuos, y de actividades y objetos cortos fin último y es el bien.
en duración y sencillos en su adquisición. Por II. Si hay un fin supremo y alcanzable
tanto, el fin en la vida contemplativa es el que a través de otros fines, entonces este
se busca porque se basta a sí misma. fin es el bien y lo mejor.
Habría una relación intrínseca en nosotros con Deberíamos determinar cuál es este
ese fin supremo, aunque alcanzable. Tal fin supremo y a cuál ciencia o
relación se fundamenta con nuestra capacidad facultad pertenece. Hay una ciencia
y actividad. Con nuestra capacidad porque hay directiva a la cual las demás
en nosotros razón, o si se prefiere, la facultad ciencias se subordinan y prescribe
de discernir. Y ésta capacidad racional se hace el hacer y el deber de cada una. En
práctica con nuestras acciones. Si bien éstas consecuencia, la política es ésta
acciones no serían “malas”, se presentan como ciencia.
tales cuando el fin último no es concretado e III. Los hombres parecen identificar el
identificado de manera correcta, o bien, bien con distintos modos de vida.
cuando los razonamientos son mal fundados. Se distinguen tres: el placer, la
Asimismo, hay en nuestra alma dos partes: la política y la contemplativa. Incluso
irracional y la racional. La racional se divide ésta la riqueza. Pero la vida
en dos la que posee la razón y la que la placentera en sus fines es fugaz y
escucha, o bien, la intelectiva y la voluntaria. no completa. La vida política, o
Con ello, la virtud nos dispondría a realizar bien, vida de honores es incompleta
mejores actos de acuerdo con la recta razón, o porque el honrarse depende de los
bien, una deliberación reflexionada en demás y el bien es interior. Por
objetivos concretos y benéficos para nosotros tanto, la vida contemplativa se
y los demás. La prudencia es esta disposición identifica en grado sumo con el
intelectual y nos permite actuar hacia un bien último.
perfeccionamiento. IV. Hay distintos fines en cada
El placer juega un papel crucial con ésta actividad y arte. Y hay varios fines
prudencia porque por el placer producido en y algunos los elegimos por otros.
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tales actividades sirve de motivante para Alcanzamos el bien último por
repetirlas y perfeccionarlas. causa de los otros. Por éstas
En suma, la felicidad es este bien y fin último. razones, el fin o bien último es el
Se encuentra en un modo de vida más perfecto.
contemplativo porque se busca en sí misma y V. Los honores, el placer o el
se alcanza por actividades bastas y perfectas conocimiento los deseamos en
en sí mismas como la reflexión y la causa para hacernos felices. En
admiración pero, sin imprescindible de bienes efecto, la felicidad la elegimos por
externos. Sólo se define el placer bajo ésta ella misma y no por otra cosa.
actividad porque si el placer coadyuva a un VI. El hombre tiene una función propia
perfeccionamiento, la felicidad es actividad diferente a los demás seres vivos.
perfecta por ser basta y última. Todo esto no No es vivir porque también las
es alcanzable sin una deliberación razonada en plantas lo hacen. Tampoco es la
lo bueno para sí y los demás. Es necesaria la sensación porque es común a los
virtud intelectual de la prudencia porque animales. Si con la razón el ser
media entre nuestros actos. humano se distingue de los demás
seres, entonces la razón en su modo
activo se específica su función.
Concluyendo, la actividad de la
razón será la función del ser
humano en relación con cierta vida.
VII. Los bienes se dividen en tres clases:
exteriores, del cuerpo y del alma. El
fin consiste en ciertas acciones y
actividades, y las acciones y
actividades las referimos al alma. El
hombre feliz vive bien y obra bien,
a esto se le llama buena vida y
buena conducta. Entonces, la
felicidad es la virtud o alguna clase
de virtud.
Libro VI.
VIII. Dos partes del alma, la racional y
la irracional. La racional se
subdivide en percepción de
entidades necesarias y contingentes.
Porque se debe analizar cuál es el
modo de ser de cada una, siendo ese
modo de ser su virtud.
IX. Tres cosas hay en el alma que rigen
la acción y la verdad: la sensación,
el intelecto y el deseo. La elección
radica en la virtud ética, y la
elección es un deseo razonado, y el
razonamiento al expresarse en
acción debe haber sido verdadero.
Por tanto, lo intelectual y práctico
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van de la mano con un deseo
razonado.
X. Por causa de algo, la razón delibera
y desea derivándose en una
elección. Así, el principio de la
acción es la elección.
XI. Nadie delibera en ciencia, en el
sentido de que los principios se
acompaña una demostración. Ni se
delibera del arte porque la acción es
diferente a la producción. En
consecuencia, la prudencia es un
modo de ser racional verdadero y
práctico con relación a lo bueno y
malo.
XII. La política y la prudencia accionan
de igual manera pero su inicio es
distinto. La política decreta y
legisla a la ciudad. La prudencia se
refiere a lo individual, a conocer a
lo que uno le conviene.
XIII. El investigar y el deliberar son
diferentes. Siendo necesario indagar
en la naturaleza de la buena
deliberación. No es ciencia porque
no se investiga lo que se sabe. No
es buen tino porque no se apela a la
razón. Tampoco la agudeza por ser
semejante al buen tino. Quien buen
delibera acierta. Entonces, para
buen deliberar es necesario una
rectitud, o si se prefiere, rectitud de
deliberación.
XIV. La rectitud tiene muchos
sentidos. Por ejemplo, el
incontinente y el malo por
razonamiento deliberan con
rectitud, pero logrando un mal.
También es posible alcanzar el bien
por un razonamiento falso. Además,
se puede alcanzar el objeto con una
larga deliberación y una corta. Por
tanto, si el deliberar es de los
prudentes, la buena deliberación
con rectitud se refiere a lo
conveniente, con relación a un fin,
considerando lo útil con respecto al
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objeto, el modo y el tiempo.
XV. Hay una facultad llamada destreza.
Es la capacidad de precisar nuestros
actos con los objetivos. La
prudencia es correlativa de la
destreza, pero el objetivo es bueno
o malo, considerando astucia si se
consigue el malo. La virtud apunta
a la prudencia a alcanzar el objetivo
de bien mediante la destreza. En
consecuencia, un hombre no puede
ser prudente si no es bueno.
XVI. La virtud tiene su paralelo. Hay
virtud natural y virtud por
excelencia. La primera se da en
nuestro carácter de modo natural.
La segunda, queriendo el bien
supremo diferente a la naturalidad
buscamos poseer tales
características por otros medios. La
semejanza con ésta virtud
excelencia se da en la actuación con
razón. En efecto, la virtud por
excelencia se da con prudencia.
Libro X.
XVII. El placer no es divisible por cada
intervalo de tiempo. Es completo en
cada intervalo de tiempo. Es posible
moverse en el tiempo. El placer
ocurre en el presente. Por tanto, el
placer no es movimiento o
generación, el placer es un todo.
XVIII. Toda facultad de sensación ejerce
su actividad hacia un objeto sensible,
y la facultad bien dispuesta actúa
perfectamente sobre la sensación
excelente. Se sigue que la mejor
actividad de una facultad está mejor
dispuesta al objeto correspondiente y
ésta actividad es perfecta. El placer
perfeccionaría la actividad. En
efecto, si el objeto se piensa y se
siente como se debe habrá placer en
la actividad.
XIX. Hay distintas especies de placer.
Las cosas distintas son
perfeccionadas por cosas distintas.
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Así, las actividades intelectuales
difieren de las actividades de los
sentidos y los placeres que las
perfeccionan.
XX. Las actividades son obstaculizadas
por placeres de otras actividades. Al
presentarse dos actividades nos
inclinamos a la más agradable.
Entonces, nos parece doloroso o
malo alejarnos de la actividad
agradable.
XXI. Las actividades se distinguen por
el placer o no placer que producen.
Así, cada actividad se distingue por
su placer específico.
XXII. Lo verdadero se le parece a la
actividad del hombre bueno. Tal
actividad es placer por virtud. Por
consiguiente, el hombre feliz y
perfecto perfecciona su actividad por
medio del placer legitimándose.
XXIII. La felicidad no es un modo de
ser, es una actividad. Es una
actividad escogida por sí misma. Las
cosas valiosas son diferentes para
diferentes hombres y a los hombres
buenos y malos. Las cosas valiosas y
agradables aparecen como tales al
hombre bueno. Por tanto, la
actividad de acuerdo con la virtud la
prefiere el hombre bueno.
XXIV. Si la felicidad es una actividad
con relación a la virtud, entonces la
virtud más excelsa será la mejor
actividad para el hombre. Entonces,
la felicidad más perfecta se le
atribuye a la vida contemplativa.
XXV. En efecto, la vida contemplativa
es la más excelente. Porque el
intelecto es lo mejor en nosotros y
está en relación con los mejores
objetos cognoscibles. Es la más
continua pues podemos contemplar
por mayor tiempo en comparación a
otra actividad. El placer debe ir
mezclado con la felicidad y se
considera más agradable a la
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actividad en concordancia con la
sabiduría. En comparación a la
autarquía, la sabiduría se basta a sí
misma, no así por ejemplo, el justo,
aunque este busque el bien lo
encuentra en relación con otras
personas justas.
XXVI. Ésta actividad es la única que
parece ser amada por sí misma. En
contraparte las actividades prácticas
de acuerdo a la virtud se obtienen
otras cosas además de la acción
misma. Por ejemplo, la actividad
política o militar, aspiran a algo más.
La primera a honores y poderes, y la
segunda por medio de la guerra la
paz. Así, la vida contemplativa es
superior por su fin que se busca por
sí mismo.
XXVII. En comparación con los dioses,
la vida contemplativa se encuentra
también en ellos. Los dioses no
hacen contratos en relación a la
justo, es ridículo. Tampoco acciones
generosas porque no manejan el
dinero. Ni realizan acciones
moderadas al no tener deseos malos
o buenos. Todas estas virtudes no
caracterizarían la actividad de los
dioses por ser indignas. Entonces,
hay una semejanza con la actividad
de los dioses y es la contemplativa,
diferenciándose de los animales
porque para el hombre la vida
contemplativa lo hace feliz. Sin
embargo, el hombre, el hombre
contemplativo necesita del bien
externo. No los necesita, en cambio
en demasía.
Interrogantes que surgen de la lectura:
¿Qué otros objetos, aparte de lo noble y justo, estudia la ciencia política? ¿Qué significado
tiene el concepto de absoluto en Aristóteles? ¿Por qué los bienes del alma son los más
importantes y excelentes? ¿Cuál es el sentido del concepto de facultad?
Citas importantes (con comentario, por lo menos cinco):
-“Pues aunque sea el mismo bien del individuo y el de la ciudad, es evidente que es
mucho más grande y más perfecto alcanzar y salvaguardar el de la ciudad; porque
procurar el bien de una persona es algo deseable, pero más hermoso y divino conseguirlo
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para un pueblo y para ciudades”. (Ética a Nicómaco, 1094b-5-10).

Comentario: Se venía aduciendo en renglones anteriores la importancia de la política. Es


la ciencia política la suprema y directiva. Al ser suprema, quien se interese y sea partícipe
de tales investigaciones deberá conocer lo necesario y contingente para todos los
individuos en el conglomerado. Es preocuparse por el interés e integridad de lo demás y
no sólo el propio, el objeto de la política es el ser humano en la cotidianeidad y
espontaneidad.

-“Ahora bien, al que se busca a sí mismo le llamamos más perfecto que al que se busca
por otra cosa, y al que nunca se elige por causa de otra cosa, lo consideramos más perfecto
que a los que se eligen, ya por sí mismos, ya por otro cosa. Sencillamente, llamamos
perfecto lo que siempre se elige por sí mismo y nunca por otra cosa”. (Ética a Nicómaco,
1097a-30-35).

Comentario: De aquí se deducen varios supuestos. El concepto de perfección tan utilizado


a lo largo del texto y su connotación hacia una escala jerárquica donde ocupa el lugar más
alto. Aristóteles también lo relaciona con lo más hermoso o un fin último.
La búsqueda entendida en su marco humano, es inherente a él, la diferencia de tal
búsqueda entre los individuos es el objeto donde descansa, en este caso, lo perfecto y en
mor de sí mismo.

-“Divididos, pues, los bienes en tres clases, los llamados exteriores, los del alma y los del
cuerpo…” (Ética a Nicómaco, 1098b-10-15).

Comentario: Esta cita me parece muy interesante porque si bien, en la traducción de


Gredos hay un pie de página explicando la procedencia de tal criterio (Platón), al
exponerla, Aristóteles no vacila en la necesidad de argumentar o explicar porque se ha
tomado este criterio. Aparte, tampoco nos da razones de porque los bienes del alma son
los más excelentes. Por tanto, tal vez se deba a toda la carga religiosa, tanto de la tradición
griega, y como ya se dijo, de su maestro.

-“Nosotros creemos, pues, que el hombre verdaderamente bueno y prudente soporta


dignamente todas las vicisitudes de la fortuna y actúa siempre de la mejor manera
posible”. (Ética a Nicómaco, 1100b-35).

Comentario: Por tal razón, Aristóteles hace alusión a la recta razón. Es ella quien nos
coadyuva a realizar mejores elecciones. A esto se agrega la dignidad, en este contexto se
le adjudica tal valor a quien hace ver a sí mismo y a los demás su templanza y
responsabilidad ante lo externo.

-“Resta, pues, que la prudencia es un modo de ser racional verdadero y práctico, respecto
de lo que es bueno y malo para el hombre”. (Ética a Nicómaco, 1140b-1-5).

Comentario: Por ello, Aristóteles es muy sagaz y digno de admirar en sus definiciones,
relaciones y argumentaciones. Ya había hecho, más arriba en el texto una distinción entre
las virtudes prácticas y las virtudes intelectuales. Prudencia es un modo de ser, conducida
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por la razón acorde en sus objetivos y las acciones en pro de alcanzar los objetivos. Es
verdadero por esa correspondencia.

-“La prudencia, en cambio, se refiere a cosas humanas y a lo que es objeto de


deliberación. En efecto, decimos que la función del prudente consiste, sobre todo, en
deliberar rectamente, y nadie delibera sobre lo que no puede ser de otra manera ni sobre o
que no tiene fin, y esto es un bien práctico”. (Ética a Nicómaco, 1141b-5-10).

Comentario: Antes de la cita, ya se ha hecho un recorrido en definir cada una de las


virtudes intelectuales a saber: arte, ciencia, intelecto, sabiduría y prudencia. Aquí
Aristóteles enmarca la prudencia sólo dentro de las cuestiones humanas. Si se le enseña e
inculca al individuo el bien, perfeccionará su deliberar.

-“La política y la prudencia tienen el mismo modo de ser, pero su esencia no es la misma.
De la prudencia relativa a la ciudad, una, por así decirlo, arquitectónica, es legislativa,
mientras que la otra, que está en relación con lo particular, tiene el nombre común de
‘’prudencia política’’. Ésta es práctica y deliberativa. En efecto, el decreto es lo práctico
en extremo; por eso, sólo los empeñados en tales acciones son llamados políticos, pues
sólo ellos actúan como obreros manuales”. (Ética a Nicómaco, 1141b-20-25).

Comentario: La política y la prudencia guían la conducta humana hacia el bien. Si bien


sus medios son diferentes, el de la política es la legislación y la prudencia la razón recta.

-“Se admite, realmente, que cada uno tiene su carácter en cierto modo por naturaleza, pues
desde nacimiento somos justos, moderados, valientes y todo lo demás; pero, sin embargo,
buscamos la bondad suprema como algo distinto y queremos poseer esas cualidades de
otra manera” (Ética a Nicómaco, 1144b-5-10).

Comentario: En este pasaje se infiere y adjudica al ser humano cierto talante de bondad y
predilección a las buenas acciones. Y es con la prudencia que concebimos y trazamos un
camino hacia una perfección en las virtudes prácticas. Por lo tanto, la prudencia tiene un
matiz ético (en contraste dianoético), o bien, fundamenta en cierto sentido a las virtudes
prácticas.

-“Puesto que toda facultad de sensación ejerce su actividad hacia un objeto sensible y que
tal facultad, cuando está bien dispuesta, actúa perfectamente sobre la más excelente de las
sensaciones (pues tal parece ser, principalmente, la actividad perfecta, y no hay diferencia
si consideramos facultad misma o el órgano en que reside), se sigue que la mejor actividad
de cada facultad es la que está mejor dispuesta hacia el objeto más excelente que le
corresponde, y ésta actividad será la más perfecta y la más agradable”. (Ética a Nicómaco,
1174b-15-20).

Comentario: En defensa de la actividad perfecta y más agradable, o sea, la felicidad. Es


una analogía con nuestras facultades sensitivas. Si estamos concentrados, y por medio de
una práctica exhaustiva en tal facultad, por decir un ejemplo concreto la visión, ésta
actuará perfectamente en el objeto sensible, lo percibirá mejor y nos daremos cuenta de
más detalles (resultará más agradable). Así, la prudencia nos dispone para bien en camino
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a la perfección en las actividades del fin último de todo ser humano.

-“Es razonable, entonces, que aspiren también al placer, puesto que perfeccionan la vida
que cada uno ha escogido. Dejemos de lado, por el momento, la cuestión de si deseamos
la vida por causa del placer o el placer por causa de la vida. Pues ambas cosas parecen
encontrarse unidas y no admiten separación, ya que sin actividad no hay placer y el placer
perfecciona toda actividad”. (Ética a Nicómaco, 1175a-15-20).

Comentario: En éste texto ético de Aristóteles parece imprescindible el placer. Porque el


placer es un impulso a realizar y repetir nuestras actividades y perfeccionarlas. Pero, si
bien se ‘’escoge’’ la vida y con ella sus actividades, sólo por la virtud y la prudencia se
presentan actividades en verdad placenteras porque apuntalan hacia la felicidad perfecta,
plena y perdurable.

-“Por consiguiente, tanto si es una como si son muchas las actividades del hombre
perfecto y feliz, los placeres que perfeccionan estas actividades serán llamados
legítimamente placeres propios del hombre, y los demás, en un sentido secundario y
derivado, así como las correspondientes actividades”. (Ética a Nicómaco, 1176b-25-30).

Comentario: Postula una nueva definición para el placer: sólo son aquellos que
perfeccionan nuestras actividades en pro de nuestra felicidad perfecta.

-“Ciertamente, se considera que la filosofía posee placeres admirables en pureza y en


firmeza, y es razonable que los hombres que saben, pasen su tiempo más agradablemente
que los que investigan”. (Ética a Nicómaco, 1177a-25).

Comentario: ¿Es la filosofía una actividad contemplativa? En éste pasaje es definida tal.
Son puros porque la reflexión y la admiración nos dispersan, en el buen sentido, de lo
exterior y en nuestra propia profundidad nos vemos absortos. En otras palabras, no
necesitamos de los bienes corporales porque estos son fugaces y se solicitan con mayor
frecuencia, ni del honor, porque se depende de los demás para ser honorado.

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