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CASO CLÍNICO:
Mi nombre es Laura, tengo 16 años… y la verdad es que yo empecé en esto cuando apenas
tenía 13 años. Recuerdo que era mi primer año de instituto y como todas las de clase, para el
verano, quería perder un kilito, empecé por perder uno y otro y otro, y poco a poco perdí el
control, cuanto más delgada estaba mejor me encontraba; el solo poder pesar un kilo más me
aterrorizaba, era el castigo más grande, cuando engordaba cualquier gramo de más yo misma
me sentía despreciable, me auto castigaba ayunando los días posteriores.
Me encontraba gorda (y eso que no llegaba ni a los 40 kg) todo el mundo me decía que parecía
un cadáver viviente, pero yo pensaba que estaban locos porque me decían eso para que
engordara pero que era algo que no iban a conseguir porque yo tenía que adelgazar para seguir
sintiéndome bien. A raíz de todo esto, empecé una temporada a tener mucha hambre, algo que
tampoco podía controlar, y cuando comía a la vez me sentía culpable y me auto provocaba el
vómito, cosa que continuo haciendo y me siento mal cuando lo hago pero hay algo que me hace
no parar de comer, es algo que no puedo controlar, cómo y posteriormente esa culpabilidad tan
grande, me hace que vomite todo lo que he podido comer.
Actualmente estoy en tratamiento para poder salir de esta pesadilla que la verdad es muy triste
decirlo pero vivimos en un maldito infierno. Lo único que he conseguido con todo esto es una
depresión que tengo enorme, que no tengo ganas de salir ni de ir a ningún sitio, vivo amargada
obsesionada por un peso que a veces no me deja ni dormir el pensar que eso me puede hacer
engordar, no soy feliz, me duele el estómago de tanto auto provocarme el vómito, siento
mareos, dolor de cabeza la presión la tengo por los suelos y lo más triste es que alguna vez
queriendo que todo esto acabe de una vez he pensado en hacer alguna locura quitándome la
vida. Cosa que poco a poco voy viendo que es una tontería, supongo que con fuerza de voluntad
y en manos de especialista veo que puedo salir de ello o al menos estoy haciendo el esfuerzo
más grande por salir de esta enorme pesadilla que dura muchos años desde su primera vez”.
De acuerdo con la terapia de Aaron Beck
Cuando todo el mundo Cognitiva: Pensar que todos Tener mucha hambre, y
me decía que parecía un estaban locos. cuando comía sentir
cadáver viviente Afectiva o emocional: culpa y autoprovocarse
Adelgazar para sentirse bien. el vómito.
Conductual: Comer
excesivamente o no comer.
Fisiológica: Bajar de peso,
dolor de estómago.
Las técnicas que utilizaríamos seria Dominio y Agrado ya que con este técnica podemos
programar a la paciente una serie de actividades donde ella ocupe parte de su tiempo para
realizarlas, el objetivo de esta técnica sería contrarrestar la poco motivación que tiene la
paciente, su preocupación y las ideas depresivas que tenga, y por medio de la ejecución y de
los sentimientos positivos o placer que le causen las actividades, se trabajan las creencias de
inutilidad sobre sí misma y también la pérdida del disfrute que tenga. También podemos
utilizar la técnica Asignación de tareas graduales ya que esta técnica se refiere de que los
pacientes lleven un ritmo sucesivo de actividades, se comienza por actividades simples y
objetivas que sean fáciles de lograr, se sigue actividades sucesivas un poco más complejas y
con objetivos un poco más difíciles, así se va llevando a la práctica la idea de que son
personas útiles y capaces de afrontar la situación que le aqueja. En este caso una correcta
ingesta de comida y autocuidado.
Para la identificación y la veracidad, de pensamientos disfuncionales podemos utilizar la
técnica cognitiva de Interrogatorio de pensamientos automáticos, con el fin detectar esos
pensamientos absolutistas y las probabilidades que tiene de cambiarlos.
En adición a esto usaríamos la de Detección de pensamientos automáticos, para que la
paciente lleve un registro semanal del momento en que aparecen las ideas acerca de evitar
comer, el peso, la imagen corporal y el suicidio, logrando así aumentar la compresión y la
profundidad de tales pensamiento, además, de observar las respuestas emocionales y
conductuales que ella emplea. Con esta técnica también podemos localizar un pensamiento
más racional.