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El cofre escondido María Maldonado Fernández

EL COFRE ESCONDIDO
María Maldonado Fernández 3º B

Había una vez dos chicos, de unos 15 años, llamados Carlos y Raúl.
Una tarde fueron los dos a la biblioteca a estudiar matemáticas ya que tenían un
examen siguiente. Cuando llegaron, fueron a la estantería y cogieron el libro de
problemas, se sentaron al lado de la ventana, donde casi siempre que iban a
estudiar.
Raúl tenía un zumo en la mano y al abrir el libro se le cayó un poco. De repente,
desapareció la letra que había escrita y aparecieron unos símbolos como el de los
mapas de un tesoro escondido. Carlos que era muy curioso decidió descifrarlo. Y
decía así.
1.- El recorrido empieza en la entrada del parque de enfrente.
2.- Una vez que estéis allí colocados, dad 10 pasos hacia el Norte y luego girad 20º
grados en paralelo al árbol que tengáis a vuestro lado derecho.
Llegados allí, se les plantea un problema para seguir descifrando el mapa, el cual
decía:

Disponemos de seis cajas (A, B, C, D, E y F), con lápices que se han distribuido de
acuerdo con los siguientes datos:
En la caja F hay la mitad de lápices que la caja E. Entre las cajas E y B hay tres
lápices. La caja C y D tienen cada una el doble de lápices ¿Cuántos lápices hay en
cada caja?

Después de estar un tiempo pensando, acabaron descifrando el problema; siguieron


leyendo y decía así:
3.- Ya habéis averiguado el problema; ahora cavad, un poco de arena al lado del
árbol anterior y encontraréis otro papel con mas pistas.
Así lo hicieron; Raúl y Carlos cavaron y encontraron un papel ya un poco viejo, donde
leyeron lo siguiente:
4.- Ahora se os va a plantear otro problema; pero antes, mirad hacia el Oeste y
avanzad 25 pasos dando brincos.

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Dto. de Matemáticas Curso 2005/06
El cofre escondido María Maldonado Fernández

Pedro se quejaba del gran peso de los libros que llevaba en su mochila y Pablo le
dijo:
“No seas vago, si yo tomara uno de tus libros, llevaría doble carga que tú, mientras
que si tu tomaras uno de los míos, llevaríamos entonces la misma carga”. ¿Cuántos
libros llevaba cada uno?

Llegados a este punto, Raúl y Carlos ya estaban muy nerviosos, ya que estaban a
punto de descifrar el enigma y encontrar el tesoro. Después de un breve descanso,
siguieron leyendo:
5.- Después de haber encontrado la solución al problema, tenéis que ir saltando
hasta llegar al segundo árbol desde donde estáis situados.
6.- Llegados allí, dad media vuelta al árbol y poneos, justo enfrente, mirándolo.
Encontrareis algo escrito; leedlo.

En una orilla del río Aguísejo se encuentran tres caníbales y tres exploradores.
Desean cruzar a la orilla opuesta y sólo disponen de una barca con capacidad para
dos personas. ¿Cómo han de proceder los exploradores si saben que su integridad
física peligra en cuanto el número de caníbales supere al de exploradores en
cualquier orilla?

Por fin, Carlos y Raúl habían llegado ya al final de la prueba. Lo último que debían
resolver para poder conseguir la llave era un problema de cofres; éste decía así:

Tres socios utilizan una única caja para guardar los fondos de la empresa pero su
confianza mutua no es, ni mucho menos, absoluta por lo que han acordado poner
varias cerraduras y distribuir las llaves de forma que ninguno de los socios pueda
abrir la caja solo, y dos cualesquiera de ellos puedan abrirla juntos. ¿Cuántas
cerraduras tiene la caja y cómo han distribuido las llaves?

Carlos y Raúl lo resolvieron fácilmente y, ahora, las pistas les indicaban que tenían
que subirse al árbol para coger el cofre y que la llave estaba en la biblioteca en la
sección de aventuras. Raúl fue corriendo a por el libro y miró todos hasta encontrar la
llave. Mientras, Carlos escaló por el árbol hasta la copa con mucho cuidado: y de
verdad que estaba el cofre. Raúl vino lo más rápido que pudo y abrieron el cofre muy
emocionados. Se encontraron un libro de problemas en donde decía: “Enhorabuena
por llegar hasta aquí; ahora, dejad todo como lo habéis encontrado, para que otro lo
encuentre” Carlos y Raúl no es que estuvieran muy contentos, pero, por lo menos, se

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lo pasaron bien y estuvieron practicando para el examen de matemáticas.

Este juego lo había diseñado el profesor de matemáticas de Carlos y Raúl para que
los chicos y chicas aprendiesen a hacer problemas de una forma divertida mientras
jugaban o leían.

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