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Camino Corto: Si un estímulo es peligroso para la supervivencia, la
amígdala pone en acción a algunas de las respuestas que posee para
enfrentarlo. Si una no funciona, pasa a la otra. Por ejemplo, si trata de
huir pero no puede y queda acorralada, puede pasar al ataque defensivo.

Lucha o
Ataque
Huída y ofensivo
Evitación Inhibición
Lucha o de acción
Sumisión
Ataque
defensivo

La amígdala recibe La evaluación

un muy bajo amigdalina es rápida
porcentaje e la pero muy burda e
información recibida imprecisa.
por el tálamo.
La primera respuesta es de Quietud o Parálisis para evaluar de donde viene el
peligro; muchas veces esta respuesta alcanza, ya que en el mundo natural los
predadores están preparados para perseguir a la presa. Pero no sucede lo mismo con
nosotros. Quedarnos quietos ante un jefe que nos pide una tarea y que no tiene en sus
planes perseguirnos para comernos. Es un error, pues no hay peligro de supervivencia
inmediata y si de mediano plazo de que nos quedemos sin empleo.

Lucha o
Ataque
Huída y ofensivo
Evitación Inhibición
Lucha o de acción
Sumisión
Ataque
defensivo

La respuesta de huída o Si no podemos huir del peligro,

evitación es una de las más
importante y correcta, el sentir
miedo nos permite escapar del
peligro y evitar un
enfrentamiento que pondría en
riesgo el organismo.
por ejemplo un león nos acorrala,
usaremos la respuesta de ataque
defensivo. Aquí el enojo nos
puede dar una oportunidad más
de supervivencia atacando al
enemigo.
 La sumisión es otro tipo de respuesta muy importante pues nos permite mostrarnos
como no peligrosos y este tipo de muestra puede evitar una contienda. En lo seres
humanos se la puede expresar como una falsa cordialidad, por ejemplo, con el jefe.

Lucha o
Ataque
Huída y ofensivo
Evitación Inhibición
Lucha o de acción
Sumisión
Ataque
defensivo

La lucha o ataque ofensivo es más La inhibición de acción es una

propia de los machos, y se produce al ver
una posible presa a quien podemos atacar.
Todos tenemos instinto de depredadores;
por ello si vemos a alguien más débil, o
más lento que nosotros, nos sentimos
molestos y somos capaces de atacarlo.
Esto se ve incluso en los niños, por
ejemplo, en los grupos escolares
respuesta que surge cuando ya no vale
la pena hacer nada más, pues la
situación superó todas las posibles
salidas. En el caso de los animales se
entregan a ser comidos; en el nuestro
no ver la salida, nos puede durar años
y hacernos vivir sus serias
consecuencias.