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Microrrelato

Microrrelato texto breve en prosa, de naturaleza narra- 2 Antecedentes


tiva y ficcional, que usando un lenguaje preciso y conciso
se sirve de la elipsis para contar una historia sorprendente Textos escritos u orales de corta extensión aparecen a lo
a un lector activo.[1] Microcuento, cuento brevísimo o largo de todos los tiempos: instrucciones sumerias y egip-
minicuento son las denominaciones dadas para un con- cias, fábulas, adivinanzas, parábolas, epitafios, graffiti, et-
junto de obras diversas cuya principal característica es cétera. El microrrelato como fenómeno escritural debe
la brevedad de su contenido.[2] La obra de patriarcas del verse en perspectiva histórica como una de las más re-
género como pudieron ser Juan José Arreola, Leopoldo cientes (re)configuraciones de la escritura fragmentaria
Lugones, Augusto Monterroso, o los propios Borges y y/o breve. En el mundo occidental, además de la ya men-
Cortazar, a lo largo del siglo XX, ha provocado que se cionada fábula, algunos casos paradigmáticos de escri-
haya desarrollado con especial dedicación en hispanoa- tura breve en el mundo grecolatino antiguo incluyen el
mérica, donde es un ejercicio literario muy popular.[3] aforismo, el epigrama o el epitafio. En la Edad Media en
los llamados bestiarios y más adelante en las sentencias
de El conde Lucanor, pero aún más atrás existen ante-
cedentes en las parábolas de Jesús, vistas de forma indi-
1 Nomenclatura vidual, separadas del texto, como estructuras narrativas
completas y breves, exigencia del microrrelato actual. Al
igual que las parábolas que recoge la Biblia, las milena-
Esta definición de este subgénero narrativo se acerca y rias instrucciones sumerias (por ejemplo las Instrucciones
confunde con otros términos utilizados, a veces como si- de Shurupak) y egipcias deben situarse en el continuum
nónimos de microrrelato, como minificción y microfic- de la escritura mínima.
ción. Su uso, sin embargo, ha sido cuestionado por crí-
La escritura breve se practica, entonces, desde los inicios
ticos como Irene Andres-Suárez que especifica que “la
de la literatura. En las antiguas culturas no occidentales
minificción es una supracategoría literaria que cubre un
[4] se puede mencionar, además de los casos en Sumeria, el
área más vasta que la del minicuento o microrrelato”.
de la India (el Panchatantra, por ejemplo), los Textos de
De lo que parece inferirse que, al igual que ficción (tér-
los Sarcófagos egipcios, el haiku, entre otros. En el mun-
mino que contiene formas como el filme, la novela o el
do occidental, manifestaciones de la escritura mínima se
teatro), minificción y microficción son términos que de-
encuentran en las ya mencionadas fábulas (herederas del
berían designar una categoría antes que un género espe-
Panchatantra), epigramas, epitafios, aforismos, etc.; lue-
cífico.
go, y siguiendo en Europa, en autores como Baltasar Gra-
También el autor y teórico Ginés S. Cutillas incluye el cián, los moralistas franceses (Chamfort, por ejemplo) o
microrrelato dentro de la agrupación de minificción, en- los románticos alemanes (Friedrich Schlegel, Novalis, en-
tendiendo esta como una recopilación de géneros breves: tre otros).
“La minificción engloba los textos literarios ficcionales en
prosa, tanto aquellos que sean narrativos (fábula, anéc-
dota, parábola, etc.) como aquellos que no lo sean (poe- 3 El microrrelato como género mo-
ma en prosa, bestiario, miniensayo, etc.). Podemos re-
sumir que en el mundo de los microtextos, algunos son derno
minificciones y otros no, y que dentro de las minificcio-
nes hay textos que atienden al nombre de microrrelato y La mayoría de críticos literarios en el mundo castella-
otros que no. La minificción no es más que una agrupa- noparlante ubican las raíces directas a la micronarrativi-
ción de géneros”[5] . El autor deja claro que el microrrelato dad en el modernismo hispanoamericano y las vanguar-
se ha de distinguir de las siguientes minificciones: acerti- dias. Para David Lagmanovich, los cambios culturales de
jo o adivinanza, aforismo, alegoría, anécdota, apólogo o la modernidad propician, junto a otras innovaciones en
fábula, apotegma, balada, bestiario, boutade, carta, caso, campos como el de la música y la arquitectura, el surgi-
chiste, diálogo, diario, dicho, escena, epigrama, episodio, miento de las narrativas mínimas.[3] De opinión similar
estampa, fantasía, flabiaux, grafiti, greguería, haiku, le- es Pedro de Miguel quien detalla:[6]
yenda, máxima, microteatro, milagro, miniensayo, nota,
nota de prensa, parábola, poema en prosa, poema, pro- Pero es en la época moderna, al nacer el
verbio, refrán, relato, sentencia y tradición. cuento como género literario, cuando el micro-

1
2 5 EL MICRORRELATO Y LA MICRONARRATIVIDAD EN DISTINTAS TRADICIONES

rrelato se populariza en la literatura en español carecen de título, hecho que parece plantear la expectati-
gracias a la concurrencia de dos fenómenos de va de que sea el lector quien “abra” o “expanda” el relato
distinta índole: la explosión de las vanguardias presente en este tipo de narrativa.
con su renovación expresiva y la proliferación
de revistas que exigían textos breves ilustrados
para llenar sus páginas culturales. Algunas de 4.2 Intertextualidad
las greguerías de Ramón Gómez de la Serna
son verdaderos cuentos de apenas una línea, y La intertextualidad es una característica esencial en el mi-
también Rubén Darío y Vicente Huidobro pu- crorrelato para lograr la economía o síntesis verbal.
blicaron minicuentos desde diversas estéticas.
Junto a estos autores, la crítica señala también
al mexicano Julio Torri y al argentino Leopol- 4.3 Elipsis
do Lugones como decisivos precursores del ac-
tual microrrelato. La elipsis se refiere a la omisión, los vacíos y el silencio
que practica el género. Para críticos como Irene Andres-
Suárez, la dependencia del microrrelato con respecto a la
elipsis explica la diferencia entre microrrelato y cuento ya
4 Principales características que

Los rasgos aplicables al microrrelato son varios. En “El [L]a intensificación de la elip-
microrrelato y la teoría de los géneros” (2008), David sis generó, en un momento dado,
Roas distingue una amplia lista de rasgos discursivos, for- una reacción en cadena que termi-
males, temáticos y pragmáticos. Algunos de estos inclu- nó afectando a su estructura pro-
yen: funda, es decir, la diferencia cuan-
titativa se volvió cualitativa, dando
Rasgos discursivos: narratividad, hiperbreve- como resultado un modelo textual
dad, concisión. etc. diferente [...]; el proceso sería equi-
valente al que se dio en su día en la
Rasgos formales: estructura simple, personajes
novela corta respecto de la larga.[9]
mínimamente caracterizados, espacios esque-
máticos, condensación temporal, etc.
Rasgos temáticos: intertextualidad, metafic- 5 El microrrelato y la micronarra-
ción, ironía, parodia, humor, etc.
tividad en distintas tradiciones
Rasgos pragmáticos: exigencia de un lector
activo.[7]
En Argentina, la tradición de la micronarratividad y mi-
crotextualidad es bastante larga. En el modernismo se
4.1 Brevedad puede considerar a autores como Leopoldo Lugones (su
obra Filosofícula (1926) es fundamental al respecto) y
La brevedad, noción que también aplica al cuento, es el Ángel de Estrada, hijo. De las vanguardias se debe res-
rasgo más obvio de este tipo de textos. Sin embargo, es catar nombres como Macedonio Fernández y Oliverio
una característica bastante subjetiva, ya que existen mi- Girondo.[10] Hacia 1953, Jorge Luis Borges junto con
crorrelatos de más de una página. Contar el número de Adolfo Bioy Casares publican Cuentos breves y extraor-
palabras es sólo una forma de ilustrar el concepto de bre- dinarios, donde antologan relatos de entre dos páginas y
vedad. Justamente por el carácter subjetivo de este crite- dos líneas. Siguiendo con estos dos autores, con Guirnal-
rio, algunos críticos, como David Roas y David Lagma- da con amores (1959) y El Hacedor (1960), Bioy Casares
novich prefieren hablar de “concisión”. Algunos autores y Borges, respectivamente, siguen contribuyendo con el
y teóricos, como Ginés S. Cutillas, hablan de “tensión”, desarrollo de la tradición microtextual y micronarrativa
la necesaria para entender un texto breve como una uni- en Argentina. El género del microrrelato se sigue gestan-
dad de lectura. Lagmanovich también observa que aun- do y practicando en ciertas obras de autores renombrados
que la brevedad es una “condición absolutamente prima- como Julio Cortázar (por ejemplo en Historias de crono-
ria de todo microrrelato, ésta es insuficiente por sí sola pios y de famas), Marco Denevi, Luisa Valenzuela, Ana
para establecer sus características”.[8] Como texto breve, María Shua, Eduardo Berti, Raúl Brasca, entre otros.[10]
el microrrelato depende mucho de su paratexto. De ahí la En España, algunos de los referentes clásicos en este gé-
pertinencia de los títulos, que pueden ayudar a la focali- nero incluyen a autores como Ramón Gómez de la Serna,
zación o a completar aquello que, por la brevedad, no se Juan Ramón Jiménez y Max Aub. Comparada con la tra-
dice. En algunos casos son imprescindibles para comple- dición en la América castellanoparlante, la popularidad
tar el sentido.También es cierto que varios microrrelatos de este género es más reciente en España cuya tradición
3

cuentística estaba dominada, no por la influencia de au- 6 Reconocimiento académico y po-


tores nacionales sino, a juicio de Fernando Valls, por la
de los binomios Edgar Allan Poe / Julio Cortázar y Antón
pular
Chéjov / Raymond Carver.[11] Uno de los medios pione-
ros responsables en difundir el género en este país es la El creciente interés de los medios académicos por el mi-
revista Quimera ya desde 2002[12] y, desde 2003, creando crorrelato, la mayor abundancia de publicaciones y su ca-
una sección fija (coordinada por Neus Rotger) dedica- lidad ha hecho que importantes premios literarios recai-
da a la publicación de microrrelatos inéditos. A partir de gan en libros de microrrelatos. Así, en España, el Premio
2013 reaparece de nuevo una sección de microrrelatos en Setenil recayó en su XII edición en un libro de microrre-
Quimera, Los pescadores de perlas, coordinada por el es- latos, Historia secreta del mundo (ediciones La Discreta),
critor Ginés S. Cutillas, una referencia en el género. [13] de Emilio Gavilanes.[17]
Según el editor de Páginas de Espuma (editorial especia-
lizada en el género), la introductora del microrrelato en
España fue la escritora argentina Clara Obligado, a tra- 7 Véase también
vés de sus talleres literarios. [14] Cultivadores destacados
en España incluyen, el teórico del género José María Me- • Minificción
rino, Juan Pedro Aparicio y Felipe Benítez Reyes. Entre
los creadores surgidos en el siglo XXI, Fernando Valls • Nanorrelato
destaca a Óscar Esquivias, Ignacio Ferrando y Javier Sáez
• Luis XIV (microrrelato)
de Ibarra.[11]
En México, Julio Torri, Juan José Arreola, Augusto Mon- • Adagio
terroso, Edmundo Valadés, entre otros, inician una fuer-
• Aforismo
te tradición microrrelatista en ese país. Otros nombres
relevantes más contemporáneos incluyen el de René Avi- • Máxima
lés Fabila, Guillermo Samperio, Jaime Muñoz Vargas y
Rogelio Guedea. En 2005, Luis Felipe Lomelí publica • Sentencia
Ella sigue de viaje, libro que incluye El emigrante, uno
• Epigrama
de los microrrelatos más breves en el mundo castellano-
parlante.
En la tradición china contemporánea se escriben weixing. 8 Referencias
Algunos de estos microrrelatos se pueden leer en No veo
los zapatos de mamá y otros microrrelatos (2013) tra-
[1] Ginés S. Cutillas. Lo bueno, si breve, etc. Decálogo práctico
ducción de One Fallen Leaf and More Miniature Stories del microrrelato, 2016. pág. 19.
(2009).[15]
[2] • El Diccionario de la Real Academia Española tiene
En la literatura francesa, además del rol fundacional de
una definición para microrrelato.
varios de los moralistas franceses, se puede encontrar
ejemplos (junto a justificaciones teóricas sobre la escri- [3] David Lagmanovich. El microrrelato. Teoría e historia,
tura fragmentaria) de microtextualidad y micronarrativi- 2006. págs. 16-20.
dad en Roland Barthes (Incidents, por ejemplo) o Maurice
[4] Irene Andres-Suárez. “El microrrelato: Caracterización y
Blanchot (La escritura del desastre). En un plano narrati-
limitación del género” en Poéticas del microrrelato. Ed.
vo más convencional, algunos autores de micronouvelles o David Roas, 2010. págs. 164-165
microrécits reconocidos incluyen a Vincent Bastin, Stép-
hane Bataillon, Régis Jauffret, Jacques Sternberg, Jean- [5] Ginés S. Cutillas. Lo bueno, si breve, etc. Decálogo prác-
Pierre Andrevon o Jacques Fuentealba.[16] tico del microrrelato, 2016. pág. 22

En la literatura alemana, las Kürzestgeschichten o Mi- [6] Pedro de Miguel. «El microrrelato: ese arte pigmeo».
kroerzählung, especialmente influidas por las narraciones
[7] David Roas. “El microrrelato y la teoría de los géneros”,
breves de Bertolt Brecht y Franz Kafka, son practicadas
en La era de la brevedad. Eds. Irene Andres-Suárez y An-
por autores como Peter Bichsel, Heimito von Doderer,
tonio Rivas, 2008. págs. 50-51.
Helmut Heißenbüttel y Günter Kunert.
[8] David Lagmanovich. El microrrelato. Teoría e historia,
En la literatura japonesa se practica el cho-tanpen. Un
2006. págs. 233.
texto fundamental en esa tradición es Mil y un cuentos de
un segundo (1923) de Taruho Inagaki. [9] Irene Andres-Suárez. Antología del microrrelato español
(1906-2011). El cuarto género narrativo , 2012. págs. 27-
28.

[10] David Lagmanovich. El microrrelato. Teoría e historia,


2006. págs. 299-306.
4 9 ENLACES EXTERNOS

[11] Elsa Fernández-Santos, «Microrrelatos, autoficción y


otras fronteras.» El País, 7 de junio de 2009.

[12] N.º 211-212 (febrero, 2002), La minificción en Hispanoa-


mérica. De Monterroso a los narradores de hoy, coordi-
nador: Lauro Zavala; N.º 222 (2002), El microrrelato en
España (noviembre, 2002), coordinadores: Rebeca Mar-
tín y Fernando Valls.

[13] Ciempiés: los microrrelatos de Quimera. Neus Rotger, Fer-


nando Valls (editores). Editorial Montesinos, 2005, pág.
7.

[14] Paco Bescós (2014). «El microrrelato es un fantasma.


El lector, el lugar de sus apariciones. Una aproxima-
ción a la actualidad del género Brevísimo.». Suburbano
(21/09/2014). Consultado el 25 de septiembre de 2014.

[15] Bing Feng (2009). «One Fallen Leaf and More Miniature
Stories.».

[16] «Jacques Fuentealba». Babelio. 2014. Consultado el 25 de


septiembre de 2014.

[17] «Emilio Gavilanes, premio Setenil», Estandarte, 28 de oc-


tubre de 2015.

9 Enlaces externos
• Ginés S. Cutillas. «Lo bueno, si breve, etc.». Re-
seña en Internacional Microcuentista del ensayo Lo
bueno, si breve, etc. Decálogo práctico del micorre-
lato.

• David Lagmanovich. «La extrema brevedad: micro-


rrelatos de una y dos líneas». Espéculo: Revista de
estudios literarios (Universidad Complutense de Ma-
drid) (32). Una selección de algo más de un centenar
de microrrelatos, agrupados y ordenados por tama-
ño, con comentarios y conclusiones generales.
• Violeta Rojo. «Breve manual para reconocer mini-
cuentos» (pdf). Reelaboración de una tesis de maes-
tría. Analiza una muestra de más de mil minicuentos
de medio centenar de autores, hace una revisión de
los estudios críticos del tema, y señala las caracte-
rísticas esenciales del género.
• Avizora Publicaciones: El Microrrelato. Selección
de textos sobre este tema, incluyendo una pequeña
antología de microrrelatos.
5

10 Origen del texto y las imágenes, colaboradores y licencias


10.1 Texto
• Microrrelato Fuente: https://es.wikipedia.org/wiki/Microrrelato?oldid=97925872 Colaboradores: Geom, Elsenyor, Deleatur, Soulreaper,
Magister Mathematicae, Rupert de hentzau, Alhen, BOT-Superzerocool, Varano, .Sergio, Kazahana, Santiperez, Banfield, Nihilo, CEM-bot,
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Crystallizedcarbon, Microrrelatista, BenjaBot, Pindry, Diánmondin, Sfr570, Ks-M9, Magom77, Rojasherreraju2, Declamados y Anóni-
mos: 160

10.2 Imágenes
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