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AMBIENTAL
Desde fines del siglo XIX, los científicos han observado un aumento gradual en la
temperatura promedio de la superficie del planeta. Este aumento se estima que ha
sido de entre 0.5ºF y 1.0ºF. Los diez años más calientes del siglo XX ocurrieron
entre 1985 y 2000, siendo 1998 el año más caliente del que se tenga datos. Este
calentamiento ha reducido las áreas cubiertas de nieve en el hemisferio norte, y ha
ocasionado que muchos de los témpanos de hielo que flotaban en el Océano Ártico
se hayan derretido. Recientemente también se ha observado cómo, debido a este
aumento en temperatura, grandes porciones de hielo de Antártica se han separado
del resto de la masa polar, reduciendo así el tamaño del continente helado.
1 Bird Lillian, Molinelli José. El calentamiento global y sus consecuencias. Documento descargado de
http://www.alianzageografica.org/leccioncalentglobal.pdf
retenga más calor de lo debido, y es la causa de lo que hoy conocemos como el
calentamiento o cambio climático global.
Por otra parte, como las zonas tropicales se extenderán hacia latitudes más altas,
los mosquitos y otras plagas responsables del dengue, la malaria, el cólera y la
fiebre amarilla en los trópicos afectarán a una porción mayor de la población del
mundo, aumentando el número de muertes a causa de estas enfermedades.
Algunos ríos de flujo permanente podrían secarse durante algunas épocas del año,
y ríos cuyas aguas se utilizan para la generación de energía eléctrica sufrirían una
reducción en productividad. El aumento en temperatura aumentará la demanda por
agua potable, pero reducirá los niveles de producción de los embalses ya que los
niveles de agua bajarán.
De perder los suelos su humedad por efecto de la evaporación, muchas áreas ahora
cubiertas de vegetación podrían quedar secas, ensanchándose la región desértica
del planeta. En las llanuras continentales, la escasez de agua causada por el
aumento en temperatura podría convertir estas regiones (como la pampa argentina
y las grandes llanuras de Norte América) en terrenos no aptos para la ganadería,
principal renglón de la economía para los habitantes de estas regiones
También se afectaría la entrada de luz solar hasta el fondo del arrecife, afectando
así los procesos de fotosíntesis de especies esenciales para la vida del coral, así
como su capacidad para detener el oleaje y evitar que impacte la costa.
“La capa de ozono está siendo afectada por el uso creciente de clorofluorocarbonos
(CFC - compuestos de flúor -), que se emplean en refrigeración, aire acondicionado,
disolventes de limpieza, materiales de empaquetado y aerosoles”.
Daño a los animales terrestres y acuáticos y a las plantas. Puede reducir la vida
silvestre, las cosechas y los organismos marinos.
¿Cuáles han sido en el pasado, y cuáles son en el presente, los efectos de las
SAO y sus sustitutos en el clima de la Tierra y la capa de ozono?
2 Capítulo 2 del libro. LA PROTECCIÓN DE LA CAPA DE OZONO Y EL CAMBIO CLIMÁTICO MUNDIAL. Grupo
Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático y Grupo de Evaluación Tecnológica y Económica. Naciones
Unidas.
3 El forzamiento radiactivo es una medida de la influencia que un factor ejerce en la modificación del equilibrio entre la energía
entrante y saliente en el sistema Tierra-atmósfera, y es un índice de la importancia del factor como mecanismo potencial de
cambio climático. Se expresa en vatios por metro cuadrado (W m–2). Un gas de efecto invernadero causa un forzamiento
radiactivo directo mediante la absorción y emisión de radiación y puede provocar un forzamiento radiactivo indirecto mediante
las interacciones químicas que influyen en otros gases o partículas de efecto invernadero.
4 Los números entre corchetes corresponden a las secciones del informe principal donde puede encontrarse el material y las
referencias en que se basa el párrafo.
El agotamiento del ozono estratosférico que se viene observando desde 1970 se
debe principalmente al aumento de las concentraciones de compuestos reactivos
de cloro y bromo causado por la degradación de SAO antropógenas, entre ellas los
halones, los CFC, los HCFC, el metil cloroformo (CH3CCl3), el tetracloruro de
carbono (CCl4) y el bromuro de metilo (CH3Br). [1.3 y 1.4]
El agotamiento del ozono produce un forzamiento radiativo negativo del clima, que
es un efecto indirecto de enfriamiento causado por las SAO (véase el gráfico RRP-
2). Se cree que los cambios en la capa de ozono producen un forzamiento radiativo
de aproximadamente –0,15 ± 0,10 W m–2 calculado como promedio mundial. La
gran incertidumbre que existe con respecto al forzamiento radiativo indirecto
causado por las SAO se debe principalmente a las incertidumbres en la distribución
vertical detallada del agotamiento del ozono. Es muy probable 5 que la magnitud de
este efecto indirecto sea menor que la del forzamiento radiativo directo positivo
causado exclusivamente por las SAO (0,32 ± 0,03 Wm–2). [1.1, 1.2 y 1.5]
5 En el presente resumen para responsables de políticas se utilizan, cuando corresponde, los términos siguientes para indicar
estimaciones de confianza subjetivas: muy probable (90 a 99% de posibilidades); probable (66 a 90% de posibilidades);
improbable (10 a 33% de posibilidades) y muy improbable (1 a 10%
de posibilidades).
Cada tipo de gas ha tenido distintos efectos de calentamiento atmosférico tipo
invernadero y de agotamiento de la capa de ozono (véase el gráfico RRP-2),
dependiendo principalmente de sus emisiones anteriores, su eficacia como gas de
efecto invernadero, su tiempo de permanencia en la atmósfera y la cantidad de cloro
y/o bromo contenida en cada molécula. Los gases que contienen bromo por lo
general contribuyen mucho más al enfriamiento que al calentamiento, mientras que
los CFC y los HCFC con- tribuyen más al calentamiento que al enfriamiento. Los
HFC y los PFC contribuyen solamente al calentamiento. [1.5 y 2.5]
¿En qué medida repercute la eliminación gradual de las SAO en los esfuerzos
para contrarrestar el cambio climático y el agotamiento de la capa de ozono?
Las medidas adoptadas en virtud del Protocolo de Montreal han conducido a la
sustitución de los CFC por los HCFC, los HFC y otras sustancias y procesos. Debido
a que los productos sustitutivos tienen en general un menor potencial de
calentamiento mundial6 (PCM) y a que las emisiones totales de halocarbonos han
disminuido, sus emisiones combinadas en términos de CO2 equivalente
(ponderadas en valores de PCM directo) se han reducido. Las emisiones
combinadas de CFC, HCFC y HFC estimadas sobre la base de observaciones
atmosféricas y expresadas en términos de CO2 equivalente se redujeron de
aproximadamente 7,5 ± 0,4 GtCO2-eq por año en 1990 a 2,5 ± 0,2 GtCO2-eq por
año en 2000, lo que equivale a alrededor del 33% y 10%, respectivamente, de las
emisiones anuales de CO2 producidas por la quema de combustibles fósiles a nivel
mundial. Los niveles de cloro estratosférico prácticamente se han estabilizado y es
posible que hayan comenzado a declinar. [1.2, 2.3 y 2.5]
6 El PCM es un índice que compara el impacto climático de una emisión por impulsos de un gas de efecto invernadero con el
que produce la emisión de la misma cantidad de CO2, integrada a lo largo de un horizonte temporal fij o
este informe se centra la atención principalmente en los escenarios elaborados para
el período que termina en 2015, también se consideraron los escenarios del IE-EE
del IPCC correspondientes al período posterior a 2015, pero sin someterlos a una
nueva evaluación. Los escenarios del IE-EE proyectan un crecimiento importante
del forzamiento radiativo causado por los HFC en los próximos decenios, pero es
probable que las estimaciones sean muy inciertas debido a las crecientes
incertidumbres en cuanto a las prácticas y políticas tecnológicas. [1.5, 2.5 y 11.5].
Las consecuencias de la lluvia ácida son múltiples. Entre los efectos más comunes
se encuentra el efecto negativo que produce sobre el crecimiento de las plantas, las
que sufren un importante debilitamiento y la caída de sus hojas. Además éstos
ácidos destruyen ciertos elementos esenciales de los suelos y depositan metales
nocivos como el aluminio, afectando e interfiriendo en la respiración y fotosíntesis
de las plantas.
Sus efectos en la ciudad también se sienten, ya que dichos ácidos reacciones con
los minerales metálicos, formando sales, como el carbonato de calcio, más conocido
como yeso. Por lo tanto, produce la erosión tanto de edificios como monumentos,
entre otros. Lo anterior ocurre cuando la lluvia arrastra el yeso y el ácido que posee
erosiona las piedras.
Acidificación
Se debe a la emisión de dióxido de azufre y óxidos de nitrógeno que al interactuar
con la luz del sol, la humedad y los oxidantes presentes en la atmósfera producen
ácido sulfúrico y nítrico, que son transportados por la circulación atmosférica y caen
a la tierra, arrastrados por la lluvia y la nieve en la llamada lluvia ácida, o en forma
de depósitos secos, partículas y gases atmosféricos
Se cree que la sustitución de las SAO por HFC, PFC y otros gases como los
hidrocarburos en los equipos de aire acondicionado y refrigeración y en los agentes
espumantes no tendrá un efecto significativo en la química troposférica del planeta.
Algunos efectos reducidos, aunque no insignificantes, podrían producirse en las
proximidades de fuentes de emisiones localizadas y generar cierta preocupación,
por ejemplo en las zonas donde actualmente no se cumplen las normas locales. [2.4
y 2.6].
3.2.1.5. Radiación
Las centrales siempre liberan pequeñas cantidades de residuos nucleares en el
agua y la atmósfera, pero el principal peligro es la posibilidad de que se produzcan
accidentes nucleares, que liberan enormes cantidades de radiación al medio
ambiente, como ocurrió en Chernóbil, Ucrania, en 1986.
Átomos y Radiación7
Estructura de la materia
Toda la materia en nuestro universo está compuesta por átomos. Estos son los
ladrillos básicos de los elementos químicos (como el hidrógeno, el carbono, el
oxígeno, el hierro, el plomo, etc.). Cada átomo tiene un diminuto núcleo central
cargado positivamente y varios electrones. Los electrones tienen una carga
eléctrica negativa y se mueven a gran velocidad, formando nubes de límites difusos
(también denominadas capas), alrededor del núcleo. El núcleo es normalmente 10
000 veces más pequeño que la nube electrónica, mientras que los electrones son
aún más pequeños que el núcleo. Eso significa que la mayor parte del átomo está
vacío y es difícil de representar, salvo en diagramas simplificados en gran medida.
El núcleo del átomo está compuesto por protones, que tienen una carga positiva
igual a la carga negativa del electrón y por neutrones que no tienen carga. 8 Un
átomo está compuesto por igual cantidad de protones que de electrones y, por
consiguiente, es eléctricamente neutro. Los átomos pueden combinarse con átomos
del mismo elemento y de otros elementos, para formar entidades más grandes,
eléctricamente neutras, denominadas moléculas. Por ejemplo, dos átomos de
oxígeno componen una molécula de oxígeno, y dos átomos de hidrógeno se
combinan con un átomo de oxígeno para constituir una molécula de agua.
7 Capítulo 2 del libro LA RADIACIÓN,LA GENTE Y EL AMBIENTE, de la Fundación T.E.A, Trabajo Educación y
Ambiente.2007
8 1 Para nuestro propósito, no es necesario detallar aquí la estructura fundamental de los protones y neutrones, o explicar
cómo se mantienen unidos en el núcleo.
Representación planetaria del átomo de oxígeno, con un núcleo de 8 protones y
8 neutrones dentro de 8 electrones orbitales.
Debido a que los protones y los neutrones tienen casi la misma masa y son
muchísimo más pesados que los electrones, prácticamente toda la masa del átomo
se concentra en el núcleo, por ello a la suma de protones más neutrones se la
denomina número de masa. Podemos identificar un elemento químico por el número
de protones y neutrones que componen sus átomos y simplemente se puede usar
el nombre del elemento junto con el número de masa para especificar cada especie
o nucleido. Así, el carbono 12 es un nucleido con seis protones más seis neutrones,
el plomo 208, por su parte, es un nucleido con 82 protones y 126 neutrones. Los
nucleido de un elemento que tienen un número igual de protones, pero un número
diferente de neutrones, se denominan isótopos de dicho elemento. El hidrógeno,
por ejemplo, tiene tres isótopos: el hidrógeno 1 (hidrógeno común o protio, con un
núcleo de un solo protón), el hidrógeno 2 o deuterio. (un protón y un neutrón) y el
hidrógeno 3 o tritio (un protón y dos neutrones). El hierro tiene diez isótopos: del
hierro 52 al hierro 61, todos con los 26 protones que caracterizan el elemento, pero
con 26 a 35 neutrones.
Radiactividad y radiaciones
Si bien muchos nucleidos son estables, una gran mayoría no lo es. La estabilidad
está determinada, principalmente, por el equilibrio entre el número de neutrones y
protones del núcleo. En los núcleos estables de menor masa, ambos números son
iguales, mientras que los núcleos estables más grandes contienen levemente más
neutrones que protones.
Los núcleos que tienen una cantidad de neutrones excesiva con respecto a la de
protones, buscan transformarse en una estructura más estable, convirtiendo un
neutrón en un protón, emitiendo un electrón negativamente cargado o partícula
beta; este proceso es conocido como la desintegración beta. A su vez, los núcleos
con demasiados protones buscan estabilizarse transformando un protón en un
neutrón, mediante una forma diferente de desintegración beta: pierden una carga
positiva emitiendo un positrón, o sea un electrón con carga positiva.
9 La radiación gamma son ondas electromagnéticas y sólo difiere de las ondas de radio y de la luz visible por el tamaño de
su longitud de onda.
Durante las últimas décadas, se han producido artificialmente varios centenares de
isótopos radiactivos (radioisótopos) de los elementos, incluyendo, por ejemplo,
estroncio 90, cesio 137 y yodo 131.
Un gramo de radio 226, por ejemplo, tiene una actividad de 37 000 MBq: esdecir
emite alrededor de 37 000 millones de partículas alfa cada segundo (la antigua
unidad de actividad, llamada curie –en homenaje a la científica francesa (nacida en
Polonia) Marie Curie fue originalmente definida como la actividad de un gramo de
radio).
Radionucleidos naturales
La energía de las distintas clases de radiación –las par tículas alfa y beta y los rayos
gamma se expresa habitualmente en una unidad denominada electrón volt, cuyo
símbolo es eV. A menudo se utilizan múltiplos de esa unidad, como un millón o 106
electrón volt, representado MeV. Por ejemplo, la energía de las par tículas alfa
emitidas por el polonio 214 es de alrededor de 7,7 MeV. Las par tículas beta del
plomo 214, también formado en la serie del decaimiento del uranio 238, tienen una
energía máxima de 1,0 MeV, mientras los rayos gamma emitidos por el mismo
radionucleido tienen una energía de 0,35 MeV.
Periodo de semidesintegración
Tipos de radiación
La radiación beta ( ) son electrones emitidos por un núcleo inestable. Las partículas
beta, mucho más pequeñas que las alfa, pueden penetrar profundamente en
materiales o tejidos. La radiación beta puede ser absorbida comple-tamente por
láminas de plástico, vidrio o metal. Normalmente, no penetra más allá de la capa
superficial de la piel. Sin embargo, exposiciones prolongadas a emisores beta de
altas energías pueden causar quemaduras de la piel. Además, estos emisores
pueden ser peligrosos si son inhalados o ingeridos.
La radiación gamma ( ) son fotones de energía muy elevada, emitidos por un núcleo
inestable, frecuentemente a posteriori de la emisión de una par tícula beta. La
radiación gamma, cuando atraviesa la materia, produce ionización de los átomos,
principalmente por interacción con los electrones. Es muy penetrante y sólo
materiales densos como el acero o el plomo, de un espesor sustancial, pueden
proveer un buen blindaje. La radiación gamma, por consiguiente, puede causar
exposiciones impor tantes a los órganos internos, aunque no se haya inhalado o
ingerido el radionucleido que la emite.
Los rayos x también son fotones de energía alta, como la radiación gamma,
producidos artificialmente. Son igualmente penetrantes y la ausencia de un blindaje
de material denso en la fuente que los emite puede causar exposiciones
considerables a los órganos internos.
Los neutrones (n) son emitidos por núcleos inestables, especialmente durante la
fisión y la fusión nuclear. Si bien son un componente de los rayos cósmicos, los
neutrones, por lo común, son producidos ar tificialmente.
Debido a que son par tículas eléctricamente neu tras, los neutrones suelen ser muy
penetrantes y cuando interactúan con la materia o tejidos humanos causan la
emisión de radiación beta y gamma. Los neutrones, por consiguiente, demandan
blindajes impor tantes para reducir la exposición.
La radiación cósmica llega del espacio exterior. Es una mezcla de muchos tipos
de radiación, que incluye protones, par tículas alfa, electrones y otras par tículas,
poco comunes, de energías muy altas. A medida que penetran en la atmósfera,
inician complejas reacciones nucleares y por ello la radiación cósmica al nivel del
suelo está formada por una gran variedad de par tículas elementales. La mayor par
te de la dosis a ese nivel procede de los muones 10 y los electrones.
10 Los muones son partículas de carga equivalente a la de un electrón o un positrón y constituyen la componente más
penetrante de la radiación cósmica.