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Libertad, Igualdad y Fraternidad

MASONERIA
Origen, Historia y Tradiciones

Por el: Q H Ernesto Márquez

INTRODUCCIÓN

De las tres preguntas: “¿De dónde venimos? ¿Quiénes somos? y ¿Adónde


vamos?”, en las que puede subdividirse y expresarse el Gran Misterio de la
experiencia, así como el principio de todo conocimiento verdadero y de toda
sabiduría, la primera es la que especialmente le compete al Aprendiz.

Referida a nuestra Institución, esta pregunta nos plantea en primer término,


para tratar de conocer su esencia, el problema en sus orígenes –o sean
aquellas instituciones, sociedades, costumbres y tradiciones en las que la
Masonería tiene su raíz, su principio espiritual, aunque sin derivar directamente
de ellas. Desde este punto de vista es cierto, según lo dicen los catecismos,
que sus orígenes se pierden “en la noche de los tiempos”, o sea en aquellas
antiquísimas civilizaciones prehistóricas de las que se han perdido los vestigios
y la memoria, y que se remontan probablemente a centenares de millares de
años antes de la era actual.

La Francmasonería es una realidad histórica y en consecuencia su origen ó


causa eficiente debe rastrearse en la historia y digo rastrearse por resultar
enigmático su inicio.

Los datos históricos están ahí abiertos a interpretaciones. Desde aquellos


eruditos, herejes, heterodoxos, que se sintieron llamados a liberar la sociedad
de ligaduras, para que circulase por la senda de lo racional, arriesgando incluso
sus vidas, para posibilitar la convivencia, la paz y con ello el saber, la riqueza y
el bienestar, organizados, por necesidad de protegerse, en colegios ocultos ó
fraternidades, es lo que llega a nuestros tiempos bajo la forma de la
Francmasonería.

Con la presente conferencia, se hace referencia parcial a una Historia de la


Masonería, dejando muy claro que, ningún documento histórico puede probar
fehacientemente todas las hipótesis idealistas y las ilusiones románticas que
hasta este momento nos hacen soñar con una Masonería casi tan vieja como el
comienzo de los tiempos.

Por el contrario: un cúmulo de hechos históricos verdaderos se han mezclado


con la expresión de los desvelos que en casi tres siglos difundieron
especuladores románticos, improvisados narradores, místicos inspirados,
filósofos de la utopía y aún dirigentes interesados. Todos estos elementos
contribuyeron a construir una estructura donde las crónicas fidedignas y las
quiméricas aunque bellas leyendas estaban tan íntimamente unidas, que su
separación sólo podría ocasionar una total y gratuita destrucción.

Estoy por lo tanto limitado a aquellas leyendas que tienen el mérito de aportar
un alentador sentido lírico y un significativo sentido didáctico a nuestro
quehacer.

En cuanto a la Francmasonería Iniciática, sus orígenes se pierden en la noche


del tiempo, muchos historiadores la consideran nacida de una asociación de
albañiles formada al construirse la Catedral de Estrasburgo en el s. XII, otros la
atribuyen a Oliverio Cromwell (1.579 - 1.658) Lord Protector de Inglaterra en el
s. XVI, y hasta se ha llegado a afirmar que proviene de una continuación de los
Jesuitas. Es una idea muy expandida que los Masones Operativos de la Edad
Media tenían una leyenda relacionada con el Templo de Salomón y poseían un
cuerpo de tradiciones derivadas de los antiguos misterios que les fueron
legados por los Colegios Romanos y las enseñanzas aprendidas por los
Templarios en el cercano oriente. Puede añadirse sin embargo que los
misterios y ritos de la Francmasonería proceden de transmisiones regulares de
los Misterios del mundo Antiguo Egipcios - Griegos - Romanos, de las
enseñanzas Cristianas, de los Cabalistas de la Edad Media, de la Escuela de
Alejandría, Rosa-Cruces, Hermetistas del Renacimiento y del siglo XVIII.
Empleando un axioma histórico: el cuerpo de la Masonería nace en la Edad
Media, pero su espíritu se remonta hasta los orígenes mismos de la civilización,
lo que hace a los Masones herederos y custodios de las tradiciones de los
Patriarcas de la Humanidad.

El espíritu masónico debió existir desde las primitivas épocas –conocidas y


desconocidas- de la historia, y no fue extraño al primer hombre (si tal existió),
manifestación natural de su deseo de progreso, de sus esfuerzos constructivos
para alcanzarlo, y si debió de expresarse naturalmente en una forma adaptada
y conveniente en las primeras comunidades –íntimas y por ende secretas- de
hombres que se apartaban de los demás por su deseo de saber y penetrar el
Misterio Profundo de las cosas, es cierto que no siempre se manifestó
exactamente en la forma en que hoy se conoce, se ejerce y practica.
ORIGENES BIBLICOS

Distintos mitos cuyas imágenes contienen verdades esotéricas, se dieron antes


a los hombres, para transmitirles, en forma de imágenes, verdades esotéricas
para las cuales no estaban maduros todavía. Las imágenes se apoderaban del
Cuerpo Causal, preparando así a los hombres para que comprendieran
aquellas verdades de encarnaciones posteriores.

Estos secretos sólo eran perceptibles para los hombres que antes habían
adquirido la preparación necesaria. Las enseñanzas, no eran apropiadas para
todos, pero se transmitieron al mundo en una especie de leyenda.

En tiempos remotos uno de los Elohim creó al ser humano, al que le dio el
nombre de Eva. Este Elohim se unió con Eva que dio a luz a Caín. El Elohim
Javé o Jehová creó a Adán. También Adán se unió con Eva y de esta alianza
nació Abel. De manera que Caín es directamente un hijo divino, mientras que
Abel es el descendiente de Adán y Eva, creado como ser humano.

El Dios Javé recibía con agrado las ofrendas de Abel, pero no las de Caín. La
consecuencia fue que Caín, envidioso, cometió fratricidio, asestando el golpe
mortal a Abel. Por ello fue excluido de la comunidad de Javé. Se retiró a otra
región lejana donde fundó una generación propia.

De la alianza de Adán y Eva nació también Seth, destinado a reemplazar a


Abel. De este modo se formaron dos generaciones humanas: la generación de
Caín, descendiente de Eva y el Elohim, y la otra, descendiente de una pareja
netamente humana que se había unido según la voluntad de Javé.

De la generación de Caín provienen todos los que han creado las artes y la
ciencia en la tierra, por ejemplo, Metusael, el inventor de la escritura, la
escritura Tau, y Tubal-Caín quien enseñó al ser humano a trabajar los
minerales metalíferos y el hierro. Así se generó esta línea de la humanidad
creada directamente por el Elohim, ella era la portadora de las artes y las
ciencias.

De esta rama genealógica procedió también Hiram que fue el heredero de lo


que, en el correr de los tiempos, los hijos de Caín habían acumulado en saber,
arte y técnica. Hiram fue el arquitecto más grande y magnífico que se pueda
imaginar.

De la segunda línea, la generación de Seth, nació Salomón que se distinguía


en todo lo que provenía de Javé o Jehová. Poseía la sabiduría del mundo, todo
lo que puede brindar la sabiduría serena, luminosa, esclarecida, propia de los
hijos de Jehová. Esta sabiduría se expresa con palabras que llegan al corazón
de los hombres, lo elevan, pero no puede realizar una obra concreta en cuanto
a la técnica, al arte y la ciencia. Fue una sabiduría directamente inspirada por el
Dios, no fue elaborada por el hombre, no surgió de la pasión humana, ni brotó
de la voluntad del hombre.
Salomón decidió construir un templo, y encomendó la obra a Hiram, el
arquitecto de la línea de Caín. Fue justamente en el tiempo en que Balquis, la
reina de Saba, visitó a Jerusalén, porque había oído tanto el sabio Salomón. Y
realmente quedó profundamente impresionada de la alta sabiduría esclarecida
y de la hermosura de Salomón. Este le pidió la mano y ella aceptó desposarse
con él. La reina se enteró también de la construcción del templo y quiso
conocer al arquitecto Hiram. Cuando lo vió, recibió inmediatamente una honda
impresión quedando cautiva por su mirada, lo que produjo una tensión de celos
entre Hiram y Salomón, el sabio. Este habría querido deshacerse de Hiram,
pero lo necesitaba para terminar el templo.

El templo se terminó en la fecha indicada, faltándole sólo una cosa: el mar de


bronce. Este, obra maestra de Hiram, representaría el océano labrado en
bronce, y serviría como adorno del templo. Hiram había preparado
maravillosamente la mezcla de los metales, y todo esta listo para la fundición.
Pero ahora se inmiscuyeron tres compañeros a los que por ineficientes, Hiram
había negado el título de Maestro. Juraron venganza y quisieron frustrar la
fundición del mar de bronce. Un amigo de Hiram, enterado de la conjura, se lo
hizo saber a Salomón, para que éste evitara la ejecución. Pero Salomón,
celoso de Hiram, dejó que las cosas tomaran su curso. El resultado fue que
Hiram tuvo que ver como la masa ígnea de los metales se esparció, porque los
tres conspiradores habían agregado a la aleación una sustancia indebida.
Hiram quiso apagar las llamas echando agua, lo que sirvió sólo para aumentar
el desastre. Al borde de la desesperación, se le apareció Tubal-Caín, uno de
sus antepasados. Le dijo que se arrojara tranquilamente al fuego, porque era
invulnerable. Hiram obedeció y llegó al centro de la Tierra. Tubal-Caín lo
condujo ante Caín quien se hallaba allí en el estado divino original. Hiram fue
introducido en el trabajo creativo del fuego, de la fundición de los metales, etc.
De Tubal-Caín recibió un martillo y una escuadra de oro que debía llevar en el
cuello. Hiram regresó y fue capaz de reparar el mal y terminar el mar de
bronce.

Hiram obtuvo luego la mano de la reina de Saba, pero fue asaltado y muerto
por los tres rufianes. Antes de morir, sin embargo, logró tirar la escuadra de
otro a un pozo. Como nadie sabía donde estaba Hiram, comenzaron a
buscarlo; Salomón mismo se sintió muy asustado y quiso investigar el caso.
Como se temía que los tres sujetos traicionaran la antigua palabra maestra,
acordaron una palabra nueva. La primera palabra pronunciada al encontrar a
Hiram, sería la palabra maestra. Cuando Hiram fue encontrado, pudo decir
todavía: "Tubal-Caín predijo que tendré un hijo del cual descenderán muchos
otros, que poblarán la tierra y concluirán mi obra, el Templo". Entonces todavía
indicó el lugar donde había caído la escuadra áurea. La llevaron junto al mar de
bronce y ambos fueron guardados en el Sanctasantorum del templo. Sólo
pueden encontrarlos aquellos que comprenden lo que significa esta leyenda de
Salomón y su arquitecto Hiram.

Lo anterior, describe el destino de la tercera, cuarta y quinta época cultural de


la Era Postatlante. El Templo es el templo de las hermandades secretas, es
decir, todo lo que la humanidad del cuarto y quinto período construye. El
Sanctasantorum es el lugar de reunión de las hermandades secretas que
conocen el significado del mar de bronce y la escuadra de oro.

Se trata, pues, de dos distintas generaciones humanas, una representada por


Salomón -en posesión de la sabiduría divina-, y la segunda, la de los hijos de
Caín -que dominan y saben aplicar el fuego-. Este fuego no es el fuego físico,
sino el fuego que arde en el espacio astral, el fuego de las pasiones, instintos,
apetitos.

En los hijos de Seth tenemos a los hombres religiosos con la sabiduría


esclarecida, y en los hijos de Caín, los hombres impulsivos que se entusiasman
e inflaman con la sabiduría. Estas dos generaciones siguen trabajando a través
de todas las épocas. Todas las artes y ciencias nacieron de la pasión de los
hijos de Caín, y toda la religiosidad y sabiduría beatificas, desapasionadas, sin
entusiasmo, se generaron de los hijos de Seth.

Estos dos tipos han existido siempre hasta la cuarta época cultural de nuestra
era postatlante.

En el tipo de los hombres piadosos, en aquéllos que son hijos de la sabiduría,


se prepara, en consecuencia, un misticismo superior que ahora si puede ser
entusiasta; pero esta corriente aún no puede aunarse con los hijos de Caín.
Son dos tendencias antagónicas. Aún deben actuar los hijos de Caín en toda
nuestra quinta época cultural. Ellos obran en sus iniciados y elevan el templo
de la humanidad, construyéndolo con la ciencia y el arte mundanos.

Vemos entonces como el elemento mundano se desarrolla cada vez más en la


cuarta y quinta cultura postatlante, cuando toda la evolución histórica universal
desemboca en el plano físico. Con el elemento mundano, el materialismo se
desarrolla también el egoísmo, que termina con la lucha de todos contra todos.
He aquí donde interviene el secreto que inicialmente se comento y que sólo
poseían unos pocos; que no es mas que la comprensión de que "todos los
hombres son iguales ante Dios". Esta es una ley fundamental, pero los
hombres no la pueden comprender enteramente, mientras que sean presos del
materialismo.

De esta leyenda es que nace La Masonería, somos los herederos de ella, por
eso somos HERMANOS, somos todos iguales antes los ojos del Gran
Arquitecto del Universo. Somos los guardianes de los secretos más íntimos del
mar de bronce y de la escuadra de oro. Buscamos y proclamamos la libertad
del hombre, el Hombre Libre, que hará a los hombres iguales a Dios y ante
Dios.

Luchamos contra los vicios y pasiones, ligados a una civilización enteramente


material del cuarto y quinto período postatlante.

Hiram es el representante de los iniciados hijos de Caín, pertenecientes a la


cuarta y quinta cultura. La Reina de Saba –así como todas las figuras
femeninas del lenguaje esotérico se refieren al alma- es el alma de la
humanidad que tiene que decidirse por la devoción esclarecida que renuncia a
la conquista de la Tierra, o por la sabiduría dedicada a esta conquista; quiere
decir, a una conquista unida con la Tierra por haber vencido las pasiones. La
Reina de Saba representa la verdadera alma humana que se encuentra en el
medio entre Hiram y Salomón y se une con Hiram en la cuarta y quinta cultura,
porque él todavía construye el Templo. Hiram representaría la luz física activa
del Sol, mientras que Salomón simbolizaría su refulgencia intelectual y
espiritual, invisible pero todopoderosa. El mar de bronce es aquella fundición
en que se mezcla el metal en la proporción correspondiente con agua. Los tres
oficiales lo hacen mal. La fundición se malogra. Hiram aprende de Tubal-Caín
los misterios del fuego, y ahora puede unir el agua y el fuego en la medida justa
para hacer el mar de bronce. Este es el secreto de los Masones. El mar de
bronce se origina, cuando el agua de la sabiduría serena se une con el fuego
del espacio universal, el fuego de las pasiones. De ahí debe nacer una
combinación resistente como el "bronce", y que puede ser trasladada a las
edades futuras, cuando se agrega al secreto del mar de bronce. Lo que
expresa el símbolo del mar de bronce se unirá con el conocimiento de la
Inmortalidad del Alma y el karma. Esta es la enseñanza, la búsqueda del “Yo
Interno” el “Yo Superior”.

La leyenda del Templo del Rey Salomon, que heredo nuestra augusta orden,
encierra la tarea que quieren cumplir los masones, es decir: no sólo enseñar la
piedad virtuosa, sino también ciencia esotérica, una ciencia que no quiere
conocer únicamente el mundo físico (La Escuadra), sino también los poderes
espirituales (El Compás) para llegar por ambos caminos a la sexta cultura.

El misterio de este edificio intangible, hoy hecho Logias, está encerrado tras la
alegoría del "Soma Psychon" o "traje de boda", como lo describió San Pablo,
las "Vestiduras de Gloria" del gran sacerdote de Israel o la "Túnica Amarilla" de
los monjes budistas. Según esta última interpretación, el alma, creada a partir
de una sustancia ígnea invisible, un metal áureo llameante, habría sido
introducida por el maestro masón Hiram-Abiff en el molde de barro (el cuerpo
físico), conformando el denominado "Mar de Bronce Fundido". Así, el Templo
del alma humana habría sido construido por tres maestros masones que
personifican la sabiduría, el amor y el servicio, y sólo cuando esta operación se
realiza de acuerdo con la Ley de la Vida, el espíritu de Dios mora en este lugar
sagrado. El templo del alma así concebido es la verdadera "Casa Eterna" y
sólo quien es capaz de erigirlo de esta manera está considerado como un
verdadero maestro masón. Estas características las reunía en su persona el
rey Salomón."  

CADENA DE MISTERIOS, TRADICIONES, ESCUELAS Y OTRAS


CORRIENTES HERENCIAS DE LA MASONERIA

LA TRADICION HINDU O DE LOS BRACMANES, que conforman los


Misterios de la India son de una antigüedad tan remota que se supone haber
sido fundados cincuenta siglos antes de la era vulgar y hace derivar de ellos la
historia general del mundo.

La doctrina de estos misterios era toda teogónica y sus aplicaciones a la física,


se aproximaban a la Masonería actual. Conocían las doctrinas de la iniciación
primitiva de los magos, durante su instrucción debían permanecer en el más
profundo silencio. Pregonaban que el mundo había sido creado por una
inteligencia suprema, cuya providencia lo gobierna y lo conserva todo; que el
alma no muere nunca, decían que la vida es un estado de concepción y la
muerte un verdadero nacimiento y tenían un profundo respeto por todas las
formas vivientes. Fueron los Bracmanes quienes enseñaron a los egipcios las
primeras ideas de los Misterios.

LA TRADICION EGIPCIA, ha ejercido una gran influencia en las culturas de


todos los tiempos. Fue el Antiguo Egipto, tierra de grandes iniciados,
considerada como la cuna de los misterios, donde la verdad fue cubierta con el
velo de la alegoría y en donde los dogmas de la religión fueron comunicados
por primera vez en forma símbolos. La antigua historia de Egipto se extiende
más allá, a la era de los Reyes Divinos de las Dinastías Atlantes que
gobernaron ese país durante miles de años y de los cuales nos han llegado
tradiciones, en forma de mitos y leyendas. Fue en este pueblo donde el Gran
Maestro del Mundo llegó de la Gran Logia Blanca, usando el nombre de Tehuti
o Thoth, cuyo nombre helenizado nos ha llegado como HERMES, EL
TRIMEGISTO (el tres veces sabio).

La iniciación de los egipcios, conocidos con el nombre de Misterios de Isis y de


Osiris, se remonta al 2.900 a.C., fueron grandes instituciones públicas
sostenidas por el Estado, su enseñanza comprendía todas la Artes y Ciencias
del Oriente. El centro principal de los trabajos estaba en la ciudad de Menphis,
cerca de la Gran Pirámide. Esta última representaba el Universo, y los iniciados
estuvieron dedicados simbólicamente a su construcción, tal como los Masones
modernos están dedicados a la construcción del Templo de Salomón. Los
Misterios estaban agrupados en menores y mayores divididos en tres grados y
era impartida a los iniciados bajo solemnes juramentos de secretos, su
instrucción estaba envuelta en los rituales de Iniciación, Paso y Elevación y es
básicamente de esta forma como han llegado a la Masonería

Los Misterios Menores correspondían a los Misterios de Isis, y se asimila al de


Aprendiz Masón, eran ceremonias preparativas para los superiores, donde el
iniciado recibía instrucciones en las leyes físicas de la naturaleza y la
necesidad de la purificación moral. Los Misterios Mayores correspondían al
segundo y tercer grado. El segundo grado lo constituyen los Misterios de
Serapis, en estos se impartía instrucciones prácticas sobre el desarrollo del
cuerpo mental. El tercer grado era llamado los Misterios de Osiris, y
correspondería al Grado de Maestro Masón, el ritual era muy impresionante, en
el cual el candidato debía pasar por una representación simbólica de la muerte,
la búsqueda del cuerpo y la resurrección de Osiris.
LOS MISTERIOS DE GRECIA, aportaron el Templo verdadero de todos los
misterios antiguos y de donde se han transmitido a los tiempos modernos. El
fundador de los Misterios Griegos fue Orfeo, poeta y príncipe de Sicyonios en
Tracia, quien después de haber adquirido los conocimientos científicos del
Colegio de Menfis, viajó por Grecia, hacia el año 1.330 a.C, donde regularizo
los Misterios de Eleusis. Orfeo obró sobre el cuerpo astral y mental de sus
discípulos, purificándolos y engrandeciéndolos, les mostró imágenes vivientes,
creadas por medio de la música y enseño que el sonido era inmanente en
todas las cosas, y que si un hombre estaba en armonía consigo mismo,
entonces la Divina Armonía se manifestaría en el.

LOS MISTERIOS DE ELEUSIS estaban divididos en dos grados, los Menores


y los Mayores. En los Menores, celebrados en el templo de Demeter y Cora en
Agra cerca de Atenas, allí se enseñaba sobre la vida después de la muerte en
el mundo intermedio o astral. Los Misterios Mayores, se celebraban en Eleusis
durante el mes de Septiembre y duraban nueve días. En ellos la enseñanza de
la vida después de la muerte era extendida hasta el mundo celestial, y se
continuaba con el estudio de la Cosmogénesis y Antropogénesis.

La lección, el dogma, el método de instrucción representado por símbolos, el


vínculo secreto de la fraternidad, dieron importancia a estos misterios que
perduraron hasta la caída del Imperio Romano. El Orfismo influirá en los
primeros cristianos, después de haber encontrado el pensamiento Pitagórico.
Será asimilado en algunos de sus principios esotéricos por grupos iniciáticos
serios en la Edad Media como el rosacrucismo y la masonería.

LA ESCUELA PITAGÓRICA, fue creada por el filosofo Pitágoras, nacido en


Samos en el año 582 A.C. Durante su juventud viajó por muchos países del
Mediterráneo donde fue iniciado en los ritos: Egipcios, Eleusinos, Kabirícos y
Caldeos, en la India conoció a Buda. Es así como en la escuela Pitagórica
convergieron muchas tradiciones y se fundieron en una enseñanza
comprensiva acerca del lado oculto de la vida, la metafísica Pitagórica reposa
sobre un monoteísmo, sobre la idea de que Dios se encuentra en el origen de
todo y sobre la especulación filosófica y científica resultante de la Teoría del
Numero. Pitágoras impuso una férrea disciplina física y mental, enseñaba a
pensar, impuso la regla del ejercicio y la concentración. La iniciación en la
comunidad comprendía varias fases, el iniciado era sometido a pruebas físicas
y de oratoria, aislamiento en una celda donde aprendía la práctica de las
virtudes, el silencio y del ayuno. Pitágoras enseño los principios esotéricos de
las matemáticas y la geometría. La tradición Pitagórica pasó a las escuelas
Neoplatónicas, de donde mucho de sus enseñanzas pasaron a manos
cristianas como modelo de sus instituciones monásticas, con las cuales la
Francmasonería de la Edad Media se relacionó íntimamente en su carácter
activo. No es extraño que los antiguos Masones llamaran a Pitágoras "su
antiguo amigo y hermano".
LA TRADICION JUDIA, desciende de la tradición Egipcia que pasó al pueblo
judío con Moisés, quien fue iniciado en los Altos Misterios por los sacerdotes
egipcios, quien después transmitió estas enseñanzas a la clase sacerdotal de
los Israelitas. Los misterios egipcios fueron transmitidos de generación en
generación hasta el momento en que el Rey Salomón subió al trono de su
padre David.

El Rey Salomón, quien gobernó entre 976 y 926 a.C., se dedicó a la unificación
de su pueblo y con tal fin erigió el Templo de Jerusalén para que fuera centro
de veneración religiosa y símbolo de la unidad nacional. El Templo era un
edificio completamente simbólico, su plano, sus construcciones y ornamento
representaban la síntesis de todas las ciencias, era el Universo, era la filosofía,
era el cielo, representaba el Macrocosmo y los hombres al Microcosmos.
Salomón lo había concebido e Hiran Abiff Arquitecto y decorador de la ciudad
de Tiro lo había construido con elevada inteligencia. Para el mejor desarrollo de
la obra dividió a los trabajadores, de acuerdo a la labor que realizaban, en
Maestros, Compañeros y Aprendices, estructura que los masones hemos
tomado como forma de organización.

Ahora Salomón quien había sido iniciado en los Misterios de Eleusis, deseaba
darle forma Judía a los misterios, que desde Moisés eran aun Egipcios. Para
ello junto con el Rey Hiran de Tiro, convocó a una Asamblea del consejo de
Jerusalén y se dedicaron de inmediato a la adaptación de los rituales. De esta
manera se unen cuatro corrientes, la egipcia aportada por los Sacerdotes, la
Griega aportada por Salomón, la Caldea basada en las enseñanzas de
Zoroastro que mantuvo el Rey Hiran, la cual aportó entre otras: los nombres del
alfabeto judío y de los ángeles, y una cuarta corriente extraña a las otras
basada en el rito de Tammuz que aportó Hiran Abiff quien era Fenicio. La
iniciación de Salomón tenía un triple fin: la tolerancia, la filantropía y la
civilización de los Israelitas. La Mística Judía induce en primer lugar a una
comunión directa con la divinidad trascendente, de igual modo la cosmología
simbólica vinculada al templo entra en el campo del esoterismo.

El simbolismo del Templo corresponde al cosmos. La orden iniciática y


esotérica de la Francmasonería se inspirará en este simbolismo cósmico para
la disposición y el orden, para la orientación y forma de la logia. Los
Francmasones quieren reedificar el Templo de Salomón sobre las bases de la
jerarquía inteligente y de la iniciación progresiva. Le forma Judaica de los
Misterios es la que mayor influencia ha tenido en la moderna masonería
aportando entre otras: los tres grados, las palabras sagradas de los mismos, la
estructura jerárquica, el calendario, el simbolismo de los rituales.

Otra corriente esotérica que influyeron en el desarrollo de la filosofía masónica


fueron los MISTERIOS MITRAICOS, del griego MEITHRAS, célebre
reformador nacido en la Medo-Persa hacia el año 2.250 a.C., regeneró y
moralizó el sistema de los magos, fundando un culto más austero, fue
considerado mas tarde como el Dios supremo de toda Persia. Instituidos por
Zoroastro, como la iniciación en los misterios de la religión que había fundado
en la antigua Persia floreció especialmente entre los puestos militares y rutas
de comercio del cercano oriente, y con el tiempo se extendieron por Europa,
hasta perderse su huella en el s. IV d.C. Fue esencialmente una religión de
soldados, su sacramento consistía en pan, vino y sal que era consagrado al
dios Mitra, era un ritual cargado de fuerza, pureza y valentía que ayudaba a
solidarizar a los miembros de la confraternidad. Este rito presenta muchas
analogías con el Cristianismo: insiste en la conducta moral de sus adeptos, así
como en la lucha entre el bien y el mal y creen en la inmortalidad el alma.

Las tradiciones Judaicas y la corriente Pitagórica fueron asimiladas por LOS


COLEGIOS ROMANOS DE ARQUITECTOS asignados a las Legiones
Romanas que estuvieron acantonadas en el Medio Oriente. Estos Colegios
fueron fundados por el Rey Numa Pompilio en el s. VII a.C. El Rey Numa quien
era un profundo conocedor de las leyes divinas adaptó los ritos Egipcios,
Griegos y Caldeos a la forma Romana de Dionisio o Baco, dándole a los
Colegios un culto y una organización que les eran propias. Estas asociaciones
gozaban del derecho de formarse sus reglamentos propios y de concluir
contratos seculares y religiosos, disfrutaban la inmunidad de las contribuciones,
franquicia que se extendió durante la Edad Media dando origen a la
denominación de masones libres o francmasones. Se dedicaban a las
construcciones de fortalezas, carreteras, acueductos, templos y casas en todo
el imperio. La organización de los Colegios era muy similar a la de nuestras
Logias. Estos Colegios eran regidos por un Magíster o Maestro, los oficiales
inmediatos eran dos Decuriones o Guardianes, análogos a los Vigilantes
Masónicos pues cada uno de ellos presidía una sección del Colegio. Habían
otros oficiales tales como: Un Escriba o Secretario quien llevaba el registro de
sus procedimientos y un Tesorero quien tenía a su cargo el fono de la
comunidad.

Los miembros de los Colegios trabajaban sus ritos y con el transcurrir del
tiempo fueron iniciando a militares, llegando a ser el teatro de todas las
iniciaciones secretas y demás doctrinas secretas, mezclándose así sus ritos
con los hebreos de Palestina y ritos Mitraicos que los soldados de Tito y
Vespaciano habían aprendido mientras estuvieron acantonados en Persia. Por
conducto de estos Colegios, es que la Masonería fue introducida en Europa, al
regreso de las Legiones a Roma. Luego de la caída de Imperio.

EN EL ESOTERISMO CRISTIANO, podemos encontrar la existencia de


misterios en los Textos Primitivos, se trata pues de ver en los Evangelios un
exoterismo yuxtapuesto a un esoterismo, aunque negado por la mayoría de los
jerarcas de la iglesia. El evangelio de Marcos, el de Juan y algunas epístolas
de Pablo testimonian un esoterismo, una palabra revelada cuya inteligibilidad y
comprensión necesitan grados, desde la simple alegoría hasta una
interpretación que acerca el alma a los misterios divinos, que penetra en el
sentido místico de los textos.

En tres grandes principios estribaba la doctrina de los Misterios del


Cristianismo primitivo: la unidad de Dios, la libertad del hombre y la igualdad
entre todos hombres. Cristo había puesto en práctica las tres virtudes
teologales: fe, esperanza y caridad, fórmulas que se pueden encontrar en
muchos rituales masónicos, así como aquella "Alejaos pues del vicio y
practicad la virtud".
De la tradición cristiana, heredamos el misterio de los dos San Juanes (San
Juan Bautista y San Juan Evangelista), que evocan igualmente a la celebración
de los solsticios de invierno y de verano, la purificación por el agua o el
bautismo, el amor al prójimo, la fe mutua entre los hombres. Hoy San Juan
Bautista y San Juan Evangelista son los Patronos de la Masonería.

Muchas leyendas señalan que el cristianismo fue introducido en Inglaterra en


los primeros años de la era cristiana, mucho antes que las misiones de san
Patricio y San Agustín. Algunos historiadores cristianos como Clemente de
Roma y Eusebio confirman que San Pablo y otros Apóstoles visitaron las Islas
Británicas. Lo cierto es que no fue sino hasta el s. XII cuando la Cristiandad
Céltica fue puesta de acuerdo con los usos del Cristianismo Romano. Se
cuenta que la antigua Iglesia Británica poseía una profunda y mística forma de
cristianismo derivada de fuentes orientales provenientes de los Essenios,
quienes estaban muy vinculados a Jesús por haber sido uno de sus miembros.

Eslabonados a la Masonería Moderna, encontramos también LOS MISTERIOS


DRUIDAS. Los Druidas eran una orden de sacerdotes que existieron en
Bretaña y las Galias. La palabra Gaélica Druish significa hombre sabio o
sagrado y en otro término mago. Este rito vino de originalmente desde Grecia a
través de Escandinavia, Los sitios de adoración eran también de iniciación,
generalmente eran circulares porque esa era la forma del universo, y no tenían
techo por cuanto consideraban absurdo reducir al Omnipotente a la
permanencia bajo un techo común, entre otros instrumentos se sabe que
tenían un altar triangular (ARA), la espada de Belino y un cofre sagrado.

Se dice que sus ceremonias de iniciación requerían mucha purificación física y


preparación mental, en el Primer Grado se representaba la muerte simbólica
del aspirante, culminando en el tercero con su regeneración. Sus doctrinas
eran similares a las de Pitágoras, sostenían la creencia en un Ser Supremo y
en la inmortalidad del alma. El objetivo de sus ritos místicos era comunicar
estas doctrinas empleando un lenguaje simbólico.

Otra de las influencias que han moldeado a la Masonería, proviene de LA


ORDEN DE LOS CABALLEROS TEMPLARIOS, llamada también los
Caballeros Pobres de Cristo y del Templo del Rey Salmón, fue fundada en
1.118 por Hugues de Payes Caballero de Borgoña y Godfroid de San Omer
Caballero del Norte de Francia, con el fin de proteger a los peregrinos en Tierra
Santa. La Orden del Temple aparece como referencia insoslayable en la
historia del esoterismo occidental y su leyenda perdurará sobre todo en la
Francmasonería Templaría del s. XVIII. Un aspecto importante acerca del
esoterismo de los Templarios, lo constituía la Tierra Santa, en tanto Jerusalén
representa un centro donde el cielo y la tierra se encuentran. Los Caballeros
Templarios trajeron del oriente un conjunto de ceremonias y símbolos
pertenecientes a la tradición Masónica, poseían ciertos conocimientos que hoy
se imparten en los grados filosóficos del Rito Escocés Antiguo y Aceptado, que
representa un amalgamamiento entre los sacramentos egipcios y cristianos.
Los Templarios formaban una rama de Gnosticismo. La iniciación templaria
constaba de tres grados: Novicio, Caballero y Profeso. En el año de 1.307 la
Orden fue suprimida y todos sus miembros arrestados y muchos ajusticiados
por la Inquisición. La destrucción de la Orden del Templo no significó el final de
los misterios, algunos Templarios franceses se refugiaron con sus hermanos
del Templo de Escocia, donde el mandato de disolución de la Orden no llegó a
promulgarse, y en ese país sus tradiciones llegaron a fundirse con los antiguos
ritos celtas de Heredón formando así una de las corrientes que dará origen al
Rito Escocés.

MASONERIA OPERATIVA Y ESPECULATIVA

Es evidente, pues, que el elemento espiritual (especulativo o devocional) y el


material (operativo o constructivo) se hallan íntimamente unidos desde el
momento en que primero se concibió y se realizó la idea de un Templo, como
signo exterior de un reconocimiento interior, y que la Masonería surgió
espontáneamente de esta idea de levantar o establecer un signo a la Gloria del
Principio o Realidad interiormente reconocidos, pues si los masones en el
sentido material fueron “constructores” en general, siempre han sido más
particularmente los que han elevado Templos para el espíritu.

Teniendo presentes estas consideraciones, no hay nada de sorprendente en la


transformación de la masonería operativa en especulativa, es decir, de cómo
una Institución Moral y Filosófica haya podido desarrollarse sobre un arte
material, tomando el lugar de las corporaciones medievales y continuándolas.

Ambos elementos –operativo y especulativo- estuvieron juntos desde un


principio, y ello se evidencia en el desarrollo cíclico que hace prevalecer, según
los momentos históricos y las necesidades de una época, una u otra tendencia,
uno u otro de estos dos aspectos de nuestra Institución, tan inseparables como
las dos columnas que dan acceso a nuestros Templos.

Además de que constituye el sello de su origen, la construcción en general –y


la de un templo en particular- se ha prestado siempre y se presta
admirablemente como símbolo interpretativo de la actividad de la Naturaleza,
pudiéndose considerar el Universo como una Gran Obra, como un Templo y al
mismo tiempo un Taller de Construcción, dirigida, inspirada y actualizada por
un Principio Geométrico, cuyas diferentes manifestaciones son las leyes
naturales que lo gobiernan y las fuerzas que, según estas leyes, producen
diferentes efectos visibles.

Esta Obra de Construcción puede el hombre observarla en sí mismo, en su


propio organismo físico (muchas veces parangonado con un templo), así como
en su íntima organización espiritual, en el mundo interior de sus ideas,
pensamientos, emociones y deseos. Todo hombre viene a ser así un
microcosmo o “pequeño universo” y un Templo (análogo al Gran Templo del
Universo que constituye el Macrocosmo), individualmente levantado “a la
Gloria” del Principio Divino o espiritual que lo anima.
A esta Obra universal que se desarrolla igualmente dentro y fuera de nosotros,
en la cual todo ser participa por lo general inconscientemente con su propia
vida y actividad, el Masón –o sea el iniciado en los Misterios de la
Construcción- tiene el privilegio y el deber de cooperar conscientemente,
convirtiéndose en obrero inteligente y disciplinado del Gran Plan que constituye
la evolución.

LA MASONERIA MODERNA

La Masonería moderna es una creación inglesa. Cuando en 1717 se creó la


Gran Logia de Londres, los constructores europeos continentales ya hacía
mucho tiempo que estaban inactivos por no haber adoptado la fórmula de
incluir masones ‘’aceptados’’ en sus Logias. Es por ello que no nos
sorprendemos al descubrir que cuando hoy nos ubicamos en el Templo, los
Hermanos se forman enfrentados en Columnas y el Venerable Maestro y los
Oficiales se ubican en forma similar al del Parlamento Inglés. Muchas de las
normas que rigen el funcionamiento de esta Institución, encuentran su paralelo
en los rituales masónicos.

CONCLUSIONES

Muchos símbolos, leyendas y la asimilación histórica que hoy conocemos,


provienen de la etapa operativa, y se les dió un significado ‘’especulativo’’
ejemplarizante. Las leyendas con base bíblica fueron recreadas para que
contuvieran una enseñanza moralizadora. Pero su núcleo puede también ser
encontrado a lo largo de toda la historia del mundo, en todas las civilizaciones.
Porque las ideas tienen vida propia y por lo tanto se desarrollan y multiplican
sin ninguna relación temporal: desde el momento en que el hombre consolidó
su dominio sobre la naturaleza y creó métodos para saciar más cómodamente
sus apetitos, pudo elevar sus ojos hacia las estrellas y comenzar a soñar con
una vida mejor.

China, India, Persia, Judea, Egipto, Grecia, Roma, pudieron muy bien haber
formado un sistema cultural donde construcciones cosmogónicas, altas reglas
morales y principios altruistas traducidos a estructuras religiosas, hayan
contenido elementos coincidentes con los que sostienen el edificio masónico.
Su identidad casual o su adopción por la Masonería les otorgan nueva vida y
los adaptan al mundo de hoy. En definitiva, la Masonería no vino de, sino que
fue a las fuentes, para incluir en su doctrina principios de valor universal e
intemporal. Míticos o reales, brindan una armoniosa base para construir un
firme camino ideológico.

Quizá la pretensión de acercarse a la verdad constituya una aventura


igualmente peligrosa. Enfrentémosla practicando con la imaginación abierta,
nuestra ciencia de la moral, buscando respuestas tras los ricos velos de
nuestras alegorías y respondiendo calurosamente al incentivo intelectual que
nos brinda la luz de nuestros símbolos. Liberemos nuestras alas y dejemos que
nos remonten para superar los vicios mundanos, perfeccionarnos, luchar por el
bien y constituir un ejemplo para los profanos, en un mundo que parece haber
perdido el rumbo y avanza inexorablemente hacia su autodestrucción.

“No podemos detener la evolución misma, atándola a los límites infranqueables


de un pasado muerto. La naturaleza no es estacionaria. “Las instituciones
envejecen mientras la Humanidad rejuvenece sin cesar; los métodos pueden
gastarse, las exigencias de los tiempos y del espíritu modificarse, las doctrinas
corromperse, solo el “fin” permanece eternamente idéntico a sí mismo porque
el “fin” es la cima que pretendemos escalar”.

Plantagenet

Es cuanto.

Or de Altamira, décimo noveno día del mes de KISLER del año de 6006 de la
era de la verdadera luz (evl) - 29 de noviembre de 2006 de la era vulgar
(ev)

Nota: Discurso pronunciado en Tenida Blanca, con motivo del aniversario de la


Resp Log “Esperanza” Nº 7.

BIBLIOGRAFIA CONSULTADA

1. APUNTES PARA UN ESTUDIO DEL ORIGEN DE LA


FRANCMASONERIA, Autor Desconocido.
2. Arturo Reghini, LOS NUMEROS SAGRADOS EN LA TRADICION
PITAGORICA MASONICA.

3. Christian Jacq, LA MASONERIA, HISTORIA E INICIACIÓN, Primera


Edición: Abril de 2004, Segunda Edición: Mayo de 2004, Editorial Martinez
Roca, S.A. Madrid

4. Fernando Arroyo, TEMPLARIOS Y MASONES, LA CONEXIÓN


ESCOCESA.

5. Gustavo Martínez Correa, EL REY SALOMÓN - Alquimista, Mago e


Iniciado, R.·. L.·. S.·. Estrella de Salomón Nº 78, Serenísima Gran Logia
Nacional de Colombia con sede en Cartagena de Indias.
6. HISTORIA DE LA MASONERÍA UNIVERSAL, EL ORIGEN ANTIGUO DE
LA FRANCMASONERÍA, Anónimo.
7. José Schlosser, ORIGENES DE LA MASONERIA.

8. Joseph Fort Newton, LOS ARQUITECTOS, 1ra Edición Junio de 1976, 2da
Impresión Junio de 1977, Editorial Diana, S.A. México.

9. Magister, LA MASONERÍA REVELADA.

10. Manly P. May, LAS CLAVES PERDIDAS DE LA FRANCMASONERÍA O


EL SECRETO DE HIRAM ABIFF, 1a. Edición, febrero de 1975, 2a.
Impresión, agosto de 1975. Título original: “THE LAST KEYS OF
FREEMASONRY”.

11. Paul Jeffers, MISTERIOSOS MASONES: UNA ANTIGUA COFRADÍA.

12. Rudolf Steiner, EL MISTERIO DE LOS ROSACRUCES, Conferencia


pronunciada en Berlín, el 4 de Noviembre de 1904.

13. Serge Raynaud De La Ferriere, LIBRO NEGRO DE LA


FRANCMASONERIA.

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